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Entrevista a Óscar Sanz: “La tecnología es una herramienta para potenciar la creatividad de los estudiantes”

30 noviembre 2017/Fuente: Educacion Tres Punto Cero

Capacitar a los estudiantes de hoy para crear el mundo del mañana es fácil gracias a la tecnología. Óscar Sanz, director de Educación de Microsoft Ibérica, reflexiona sobre la necesidad de ofrecer a los estudiantes herramientas más adecuadas para lograr extraer el máximo potencial.

¿Cómo ha evolucionado la educación en los últimos años?

Los modelos educativos han ido cambiando a medida que la sociedad también lo ha hecho, adaptándose a la realidad y la necesidad de cada momento. Estamos viviendo una revolución en el mundo de la educación. ¿El factor inductor? La tecnología. La nube y los dispositivos están transformando la manera de trabajar en todo el mundo. La escuela, como reflejo de la sociedad, no puede ser ajena a esos cambios y la transformación digital debe partir de ella para preparar a los trabajadores del futuro. Y a medida que nuestra economía y sociedad se hace cada vez más digital, el pensamiento computacional adquiere una importancia primordial.

tecnología¿Es la tecnología la herramienta adecuada para alcanzar el éxito en el entorno educativo?

La tecnología es la clave para ayudar a los estudiantes a tener éxito; tiene el poder de capacitar a los estudiantes de hoy para crear el mundo del mañana. Aquellos estudiantes a los que equipemos con habilidades digitales trabajarán en profesiones que ni se nos pasan por la cabeza y construirán tecnología que aún no somos capaces de imaginar. Educadores, padres y empresas de tecnología tienen la responsabilidad de ofrecerles la mejor educación y herramientas posibles para convertir su futuro en una realidad. Pero la tecnología por sí sola no es la respuesta a la transformación de la educación. Líderes educativos decididos, grandes profesores, estudiantes motivados y familias involucradas son los que cambian la educación. La tecnología es una herramienta para potenciar la creatividad de los estudiantes, su ingenio y es esta oportunidad la que motiva nuestro trabajo en educación.

¿Está modificando la forma en la que los profesores dan las clases? Y si es así, ¿cómo les permite innovar en el aula?

Sin duda. Fijémonos por ejemplo en Flipped Classroom, un modelo pedagógico que transfiere el trabajo de determinados procesos de aprendizaje fuera del aula y utiliza el tiempo de clase, junto con la experiencia del docente, para facilitar y potenciar otros procesos de adquisición y práctica de conocimientos dentro del aula. Está cambiando las escuelas y también las universidades. La función del docente cambia cuando debe desarrollar sus actividades en un entorno virtual de enseñanza-aprendizaje que además deja de tener limitaciones geográficas, físicas, temporales y que tiende a dar respuesta a grupos de alumnos cada vez más heterogéneos y diversos. El profesor hace una función más de facilitador. Tienen el reto de orientar los esfuerzos a integrar las tecnologías de manera coherente y eficaz dentro de los diferentes procesos de aprendizaje.

En el caso de los alumnos, ¿qué aporta la tecnología en su día a día?

El futuro de la enseñanza pasa por dos áreas en las que Microsoft está poniendo todo su empeño: la lógica de la computación en la nube y la realidad mixta

La figura del alumno ocupa un papel central dentro del proceso educativo. Los estudiantes toman conciencia cada vez más temprano de sus habilidades, demostrando una mayor predisposición a la participación y a la toma de decisiones en el aula, tanto si trabaja de manera individual como si lo hacen de manera colaborativa. Se produce así una demanda de contenidos cada vez más personalizados y adecuados a sus necesidades formativas. La tecnología les debe aportar algo que sin ella sería imposible, como la realidad mixta en Windows 10 que permite al alumnado crear modelos en 3D y colocarlos en su realidad; el programa Skype in the Classroom que conecta a escuelas, educadores, fundaciones y empresas de todo el mundo para derribar los muros en las aulas y acercarse más al concepto de mundo conectado; o la escritura digital y los dispositivos profesionales, que permiten al alumno, al mismo tiempo expresarse como ellos desean y prepararse para su futuro laboral. La tecnología consigue involucrar a cada estudiante en diversos estilos de aprendizaje, un ambiente inmersivo donde los estudiantes aprenden haciendo.

¿Cuáles son los dispositivos/tecnologías indispensables para el aula del siglo XXI?

Las tecnologías indispensables incluyen:

  • Plataforma que permita la colaboración independientemente de la ubicación y el tipo de dispositivo, como Office 365.
  • Sistema de gestión de dispositivos seguro y fácil de usar: Microsoft Intune.
  • Analíticas de aprendizaje para desarrollar planes apoyados por datos precisos.
  • Aplicaciones y herramientas específicas necesarias para crear experiencias de enseñanza y aprendizaje, tales como Microsoft Teams, OneNote, Sway y Minecraft.
  • Dispositivos económicos a accesibles con Windows 10S.

Cada vez más colegios en todo el mundo y muchos de España eligen la plataforma tecnológica para educación de Microsoft, con Windows 10 y Office 365 —Microsoft Teams, OneNote, Sway, Excel— a la cabeza, para mejorar la colaboración y la productividad en sus clases y ayudar a los estudiantes a convertirse en los trabajadores del futuro. Aprender con herramientas que prepararán a los estudiantes para sus futuros puestos de trabajo. Office 365 es el entorno más utilizado en el mundo laboral, al igual que Skype, ambas herramientas están disponibles sin coste para el sector educativo.

tecnología

¿Cómo contribuye Microsoft a que la tecnología en educación sea una realidad?

Nuestra misión es potenciar a cada estudiante del planeta para conseguir más y esto solo lo podremos realizar si ofrecemos a nuestros jóvenes las herramientas más potentes para llegar a ese objetivo. Hemos pasado de un mundo on-premise a un mundo conectado. Luego vino la colaboración en la nube que permitía a estudiantes y maestros aprender en cualquier momento y en cualquier lugar. Pero la transformación digital no puede quedarse ahí. Los entornos de creación y colaboración creativa basada en juegos como Minecraft: Education Edition; la posibilidad de crear modelos en 3D y verlos en la realidad con Windows 10 y sus dispositivos potentes y asequibles para la educación; la seguridad de un entorno único y protegido como Office365, son el entorno de aprendizaje perfecto para que nuestros alumnos lleguen a ser los profesionales del mañana que esta sociedad demanda. En definitiva, proporcionamos tecnología asequible o de bajo coste, para adaptarse a los presupuestos de los centros; tecnología fácil de configurar y gestionar, capaz de integrarse en el ecosistema de TI existente (local / cloud); tecnología que habilita la colaboración y la productividad en el aula; acceso universal y gratuito al desarrollo profesional de los profesores, unidades didácticas en todas las asignaturas a través de Microsoft Educator Community y programas que permiten el acceso a herramientas para desarrollar habilidades STEM.

¿Cuáles serán las tendencias en tecnología educativa en los próximos años?

El futuro de la enseñanza pasa por dos áreas en las que Microsoft está poniendo todo su empeño y que, muchas de ellas, ya son visibles. Por un lado, la lógica de la computación en la nube que nos va a permitir tanto personalizar el aprendizaje a cada uno de nuestros estudiantes como predecir posibles causas de abandono temprano o acoso escolar, por citar algunos ejemplos. Ya estamos desarrollando bots inteligentes que ayudan a los estudiantes a realizar una mejor selección de los estudios o sistemas de predicción del fracaso escolar que ayudan a las escuelas mejorar en un alto porcentaje el número de graduados.

Por otro lado, la tecnología que sirva para hacer algo más. La realidad mixta, desde procesos sencillos como la creación 3D y su representación en la realidad, al alcance de todos tras la próxima actualización de octubre, como el uso de tecnología innovadora y puntera, como Hololens que va a permitir trabajar en espacios inaccesibles o imposibles de alcanzar en la vida real, desde cualquier lugar del mundo.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/tecnologia-herramienta-potenciar-creatividad-estudiantes/59312.html

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Entrevista a David Calle: “La educación necesita, más que nunca, la figura del profesor”

30 noviembre 2017/Fuente: Educación Tres Punto Cero

Convencido de que el vídeo era un formato que podía ayudar a sus alumnos con materias como las Matemáticas, la Física o la Química, David Calle se lanzó a la aventura con su propio canal en Youtube en el que fue incluyendo lecciones de cada una de estas asignaturas. Hemos hablado con él para conocer más a fondo un proyecto por el que quedó finalista en los Global Teacher Prize 2017.

¿Qué te llevó a abrir un canal en YouTube?

Poder ayudar muchísimo mejor a los alumnos de mi academia. Esa fue la clave: ayudar a todos los que habían tenido que abandonar mis clases porque sus familias, por culpa de la crisis, se habían quedado sin recursos económicos suficientes.

Además, estaba convencido de que introducir vídeos en la dinámica de clase o usarlos como una nueva forma de poner deberes podría servirme para ser mejor profesor y aportarles más valor. Y me puse a ello con todas mis fuerzas, tratando de aprender todo lo que pude para empezar. Lo que vino después, no podía imaginármelo.

¿Qué tipo de contenidos se pueden encontrar en él?

En el canal de YouTube podrán encontrar todos los vídeos grabados hasta la fecha. En la web, además de ello, un foro de dudas y respuestas donde alumnos y profesores de todo el mundo se ayudan de manera altruista los unos a los otros. Y también teoría, ejercicios resueltos, exámenes de autoevaluación, ebooks a precios solidarios, gamificación…

David Calle

¿Tocas todas las materias?

Actualmente sólo Matemáticas (la más demandada), Física, Química y Tecnología. Pero estamos trabajando ya en biología y economía. Muy pronto contaremos con decenas de vídeos al respecto. Nuestro objetivo es seguir creciendo y ayudar a alumnos y profesores más y mejor.

¿Qué diferencia a David Calle de otros profesores (tanto de centros educativos como on line)?

Con muchos, la diferencia no existe. Simplemente soy un profe más. Intento ser cercano y aportar toda la pasión, energía y empatía posible a mis alumnos, trasmitirles la fascinación que me suponen las ciencias y hacerlas divertidas a veces. También trato de inspirarles ganas e ilusión por aprender, estudiar y ser mejores. Todo, con veinte años de experiencia como profesor de apoyo. Una experiencia que, por supuesto, no resta…

Quería ayudar a aquellos alumnos que habían tenido que abandonar mis clases porque se habían quedado sin recursos económicos suficientes

¿Lo que ofreces, por decirlo así, se acerca más al modelo de educación que demandan los alumnos hoy en día?

El mundo ha cambiado, es indudable. La tecnología y las redes sociales en la última década han variado la forma en la que nos relacionamos, trabajamos y accedemos a nuestras pasiones y a la formación que necesitamos. Nuestros alumnos han crecido viendo vídeos en YouTube y no entienden ni siquiera la amistad si no tiene que ver con Instagram, Twitter, Facebook o WhatsApp. Por no hablar de que es el hilo conductor de su ocio y donde pasan la mayor parte de su tiempo libre.

¿Son tan importantes las nuevas tecnologías para la educación?

Tenemos ordenadores y smartphones con los que acceder a toda la información y poder realizar cálculos complejísimos, realidad aumentada y todo un mundo de posibilidades futuras relacionadas con la inteligencia artificial, big data o el ‘machine learning’.

Por ello, el sistema educativo no puede seguir funcionando del mismo modo que hace 10, 20, 50 años y debe tener en cuenta la imparable revolución en la que estamos inmersos. Y debe cambiar, evolucionar, adaptarse… Pero para ello necesita, más que nunca, de la figura del profesor. Sin su trabajo diario en clase (y el apoyo de la administración, naturalmente) será imposible preparar a nuestros alumnos para que puedan desarrollarse plenamente y así poder aprovechar las oportunidades que les depara el futuro.

¿Qué siente uno cuando le nominan al Global Teacher Prize?

Las primeras reacciones, por orden, fueron incredulidad, alegría y, sin duda, una gran responsabilidad. Me parece imposible hacer un ‘ranking’ que pueda valorar la capacidad de un profesor, su pasión, su entrega, el valor de lo que aporta a sus alumnos… Pero dicho esto, me ha permitido intentar poner en valor la labor docente en España y hacer todo lo que estaba en mi mano para que los educadores de este país recuperen el respeto perdido y se les empiece a valorar desde todos los ámbitos como los principales impulsores del cambio que necesitamos.

David Calle

¿Y que la revista Forbes te nombre una de las 100 personas más creativas?

Eso ya me sobrepasó hasta el infinito. Sólo soy un tipo que graba vídeos en Youtube con una pizarra y un rotulador e intento que sean divertidos, amenos e inspiradores. Nada más. Por ello, fui el primer sorprendido cuando me llamó mi hermano para decírmelo. Y si el ‘Global Teacher Prize’ sirve para que se conozca la labor que hacemos y nos da la oportunidad de seguir ayudando gratis a más alumnos aún, bienvenido sea.

¿Dónde está el límite de David Calle?

No me gusta ponerme limites, por más que tenga mis limitaciones. Sobre todo porque nuestro objetivo es que todos tengan las mismas oportunidades y poner a su disposición lo que necesiten para alcanzar sus metas. Más vídeos, más asignaturas, más profesores, una web que les permita monitorizar la actividad de sus alumnos y practicar Flipped Classroom de forma rigurosa… y gratis. Ese es nuestro compromiso.

¿Y de la educación?

El sistema educativo no puede seguir funcionando del mismo modo que hace 10 o 20. Debe tener en cuenta la imparable revolución en la que estamos inmersos

Si nos esforzamos, remamos todos en la misma dirección y se toman las medidas adecuadas, la educación tiene menos límites aún. Ya no solo hablo de vídeos. Hay aplicaciones, realidad aumentada y cientos de posibilidades tecnológicas más a nuestro alcance. Y todo un mundo que descubrir y adaptar en nuestros programas formativos que tienen que ver con las características individuales de cada alumno, lo que les define o definirá como personas. Y también robótica, programación, inteligencia artificial…

Un consejo para los docentes…

Humildemente, que escuchen a sus alumnos, que traten de ayudarles a encontrar sus pasiones, sus capacidades, lo que les hace únicos y diferentes. Y, por supuesto, lo mismo que les digo a mis chavales: que no se rindan nunca, por más obstáculos que se encuentren. Tenemos una enorme responsabilidad, pero también es la más hermosa de todas. Y debemos orientar nuestra pasión y energía a un único fin: ser mejores y hacer que nuestros alumnos sean mucho mejores aún. El mundo les necesita.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/david-calle/61118.html

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Dani Jiménez: “Lo mejor que puede suceder es que un niño le enseñe a otro niño”

29 de noviembre de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Dani Jiménez

¿Siempre ha querido ser científico? 
No, yo de pequeño quería ser astronauta. Astronauta o detective, como Sherlock Holmes. Y un científico es precisamente la mezcla de los dos. Es un detective que no quiere resolver un crimen, sino que investiga lo desconocido, como el astronauta. Intenta encontrar algo nuevo con los mecanismos del detective.

Pero su asignatura favorita era la tecnología, ¿no?
Sí, desde pequeño sentía fascinación por las máquinas neumáticas, los motores, la electrónica… ¡Con apenas nueve años arreglé la lavadora de mi madre! Eso a mí me encantaba. Y, de alguna forma, la ciencia y la física, te permiten entender lo que la tecnología aplica. Por eso seguí por este camino, aunque cuando yo iba a la escuela las clases de ciencia eran tan teóricas que era difícil engancharse.

¿Cómo se enseña hoy la ciencia en la escuela?
Todavía se da demasiada importancia a la teoría. Se trabaja demasiado la cognitividad y muy poco la creatividad y el pensamiento lateral.

Pero es que la ciencia es algo muy serio…
Sí y no. Los grandes científicos han aprendido ciencia probando, experimentando y solucionando problemas prácticos. Nuestro cerebro está estructurado para resolver los problemas así, de una forma práctica.

¿Como por ejemplo…?
Si un niño tiene que sacar agua de un pozo porque está sediento y hay un bosque a su alcance, seguro que se le ocurren miles de soluciones: construir una caña muy larga con cañas más pequeñas, hacer un cubo y lanzarlo al pozo con una liana, inyectar aire en el pozo para que suba el agua… Sin ser consciente de ello, lo que está haciendo el niño es buscar una solución práctica aplicando la tecnología, el ingenio y la ciencia. Pero claro, sobre el papel y sin estar sediento, es muy difícil sacar agua del pozo.

¿Cómo se transmite este espíritu a los niños?
Ayudándoles a interiorizar el método científico y a aplicarlo de forma rigurosa.

¿El método científico?
El método científico consiste en aprender a observar la realidad, hacer hipótesis y realizar experimentos para comprobar estas hipótesis. Y sobre todo a saber trabajar en equipo. Si la ciencia avanza hoy en día es gracias al trabajo en equipo.

¿Y a los niños les gusta el método científico?
Sí, porque les gusta experimentar. Delante de un experimento, el adulto tiene ideas preconcebidas y prefiere buscar la solución en su cerebro que experimentar. En cambio, al niño le gusta probar, jugar, experimentar… Y, en este proceso, encuentra la solución o construye el experimento.

Entonces un buen científico es como un niño.
Claro. Un buen científico no debería perder nunca su niño interior, ése que no tiene vergüenza de preguntar, de probar, de compartir… Cuando un niño se acerca a otro niño le dice “¿quieres jugar?”. Y ésta es la actitud que deberíamos tener todos los científicos y preguntarnos “¿quieres experimentar?”.

¿Qué experimentos les gustan más a los niños?
Les gustan todos, pero cuando disfrutan más no es cuando el experimento es explosivo, aunque les encanta, ni cuando el experimento es muy espectacular, que también les encanta, sino cuando saben que podrán repetirlo en casa. Prefieren los experimentos que podrán enseñar a sus padres, hermanos o abuelos, convirtiéndose así en pequeños científicos.

¿Qué ha sido del “no lo hagan en casa”?
Hay muchísimos experimentos que se pueden hacer en casa. Es tan sencillo como coger un huevo, ponerlo en vinagre y ver cómo reacciona la cáscara del huevo. En 12 horas el color del huevo ha cambiado, al día siguiente, el huevo empieza a ser flexible y, en pocas horas, ¡el huevo bota!

Parece divertido. Cuénteme otro…
Cogemos una botella de 2 litros vacía. Se llena la mitad de agua con colorante abajo y se añade aceite arriba. Los dos líquidos no se mezclan porque tienen estructuras moleculares y densidades diferentes, y el aceite siempre se queda arriba.

¿Cómo seguimos?
Cogemos una pastilla efervescente, de vitaminas, por ejemplo. Tiramos la pastilla dentro de la botella. Al principio no pasa nada, porque con el aceite no reacciona. Pero cuando entra en contacto con el agua empieza a salir dióxido de carbono, que es un gas y, por lo tanto, sube. Subiendo se encuentra con el agua coloreada y el aceite y empieza a crear una lámpara de lava espectacular.

Y, para acabar, ¿cree que las nuevas tecnologías y plataformas como Tiching pueden ayudar de alguna forma en la divulgación de la ciencia?
Totalmente. Las nuevas tecnologías permiten que el niño aprenda experimentos de una forma prácticamente autónoma y que los pueda compartir, que es lo que más le gusta. Niños de todo el mundo se graban haciendo los mismos experimentos con pequeñas variaciones. De esta forma, los propios niños se convierten en prescriptores. Esto es lo mejor que puede suceder: que un niño le enseñe a otro niño.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/dani-jimenez-lo-mejor-que-puede-suceder-es-que-un-nino-le-ensene-otro-nino/

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Howard Gardner: “No tenemos una única inteligencia”

29 de noviembre de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Howard Gardner

Empecemos por el principio… ¿Qué es la inteligencia?
Una inteligencia es el potencial biológico y psicológico para analizar información de formas específicas, con el objetivo de solucionar problemas o crear productos valiosos para la cultura.

Su teoría expone que existen ocho inteligencias. ¿Podemos tener más de una?
Como se desprende de su propia definición, rechazo la idea de que los seres humanos tenemos una única inteligencia. Lo que popularmente se conoce como ‘inteligencia’ hace referencia a las capacidades lingüísticas y lógicas valoradas en ciertas clases de la escuela y necesarias para ciertas tareas escolares. En cambio, no se deja margen para la inteligencia espacial, la personal, la musical…

Ha hablado de dos nuevas inteligencias que están en fase de estudio, la pedagógica y la espiritual.
Para poder “apoyar” una inteligencia debo investigar mucho y la verdad es que no he tenido tiempo suficiente para detallar la inteligencia pedagógica y, por otro lado, la encuesta que realicé hace años sobre la inteligencia espiritual me dejó dudas acerca de si se trata de una inteligencia en toda regla. Sin embargo, uso estos términos de manera informal e invito a todo el mundo a que pueda hacer lo mismo.

¿Y qué criterio utiliza con el fin de incluir un nuevo tipo de inteligencia en su teoría?
Los ocho criterios que utilizo para determinar las inteligencias de mi teoría son: el potencial de aislamiento por daño cerebral; la existencia de prodigios e individuos excepcionales; una operación identificable o un conjunto de operaciones identificables; una historia distintiva de desarrollo, junto con un conjunto definible de estados finales de desempeño; una evolución histórica; soporte desde tareas experimentales psicológicas; soporte desde descubrimientos psicométricos y la  susceptibilidad de codificación dentro de un sistema de símbolos.

Criterios que se establecen en su libro Estructuras de la mente, publicado en 1983.
Exacto. Estos criterios se han extraído de varias disciplinas y de distintos tipos de poblaciones. No existe una ecuación infalible para determinar si una posible inteligencia tiene o no las cualidades necesarias. Sopeso distintas consideraciones y hago el mejor juicio que puedo. Mi conjetura es que la inteligencia pedagógica y la inteligencia espiritual encajarían muy bien con el criterio ocho, que hace referencia a la susceptibilidad de codificación dentro de un sistema de símbolos. Pero como he dicho, no he sido capaz todavía de hacer la investigación necesaria para alcanzar una conclusión definitiva.

¿Cree que incluirá más tipos de inteligencia en el futuro?
Solo de forma especulativa. Antonio Battro ha escrito acerca de la inteligencia digital, de la cual vale la pena reflexionar. Sin embargo, en la actualidad, lo que él llama inteligencia digital parece reflejarse en la inteligencia lógica-matemática y corporal-cinestésica.

La mayor parte de nuestra comunidad son profesores, ¿cómo pueden ellos identificar la tipología de inteligencia de sus alumnos?
Cuando hablo con los padres, les animo a llevar a sus hijos a un museo y observar detalladamente qué hacen, cómo lo hacen, a dónde se dirigen… Los profesores podrían hacer lo mismo o podrían establecer zonas de juego que nutran las diferentes inteligencias y observar detalladamente qué pasa y qué no pasa con cada alumno.

Una vez se identifican las inteligencias, ¿cómo pueden potenciarse?
Las inteligencias se potencian cuando una persona participa en actividades que implican su ejercicio. Cualquier persona puede mejorar una inteligencia, pero siempre es más fácil si se tiene un alto potencial en un aspecto concreto.

¿Deberían replantearse los planes de estudio con el objetivo de potenciar todas las inteligencias?
No creo que sea necesario replantearse los objetivos de los planes de estudio. Pero sin duda vale la pena pensar si estos objetivos se pueden alcanzar de distintas maneras. Creo que todo objetivo educativo puede alcanzarse mediante distintas vías.

¿Cuál es la importancia de las nuevas tecnologías, como Tiching, en el proceso de aprendizaje de cada alumno?
Cualquier buen profesor debe familiarizarse con las tecnologías, si bien no deben dictar los objetivos educativos. Más bien el maestro (o padre o estudiante o responsable político) debería preguntarse: ¿puede la tecnología ayudar a conseguir este objetivo y qué tecnologías tienen más posibilidades de ser útiles para ese fin?

¿Qué inteligencia tiene más desarrollada?
Creo que soy más fuerte en la inteligencia lingüística y musical, y continúo trabajando con mi inteligencia interpersonal e intrapersonal.

Finalmente, ¿en qué proyectos está trabajando en la actualidad?
Durante los últimos veinte años, he estado involucrado con el Proyecto GoodWork, un estudio acerca de cómo las profesiones sobreviven en un contexto en el que los mercados son muy potentes. El GWP tiene ahora muchas ramificaciones y se puede leer en thegoodproject.org. Además, con Richard Light, un colega cercano, estoy empezando un nuevo proyecto sobre artes liberales y ciencias en el siglo XXI. Queremos entender cuál es la mejor forma de crear y preservar una forma de educación superior que valoramos, pero que se encuentra en peligro por muchas razones.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/howard-gardner-inteligencias-multiples/

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Fernando Corbalán: “Los juegos son la base de las matemáticas”

29 de noviembre de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Fernando Corbalán

Las matemáticas no suelen gustar a los niños…
En realidad, cuando los niños empiezan a ir a la escuela, las matemáticas son una de las cosas que más les gustan. Pero el sistema educativo se encarga de matarles la ilusión.

¿Cómo?
Al principio, la enseñanza de las matemáticas se hace mediante juegos. Pero llega un momento, alrededor de los siete años, en el que el sistema se encarga de decir que ya vale de tonterías y que, ahora, en serio. Y ése en serio son unas raciones de cálculos increíbles.

¿Y esto es malo?
Yo creo que una de las grandes penas de la enseñanza de las matemáticas es precisamente que se reduce a procedimientos de cálculo: esto mata a cualquiera. A los que nos siguen gustando las matemáticas después de la escuela es porque las llevábamos muy adentro.

¿Cuál es la alternativa?
Mira, ¿cuándo le gustan, a uno, las matemáticas? Cuando tiene desafíos, cosas que le interesa resolver. Los profesores tenemos que procurar preguntas, no respuestas. Si las preguntas son interesantes, los alumnos se encargarán de resolverlas. Este tipo de preguntas se pueden plantear con juegos, que son la base de las matemáticas y del conocimiento en general.

Los problemas también son juegos, ¿no?
Sí, pero las matemáticas escolares suelen plantear problemas que no tiene nadie. Y entonces la respuesta tampoco le interesa a nadie. Hay que proporcionar situaciones que apetezca resolver. No basta con plantear modelos para resolver problemas ficticios, hay que plantear problemas reales que se puedan resolver con modelos.

Pero el álgebra, por ejemplo, sirve para desarrollar la inteligencia, ¿no?
Eso mismo se dice del latín, que sirve para amueblar la cabeza. Sí, bueno, pero el alemán también y, ya de paso, sirve para hablar alemán. Con las matemáticas pasa algo parecido. Para mí la pregunta no es si hay que enseñar álgebra o no. La pregunta es si se se puede enseñar algo más interesante que el álgebra.

¿No es interesante, el álgebra?
Para todos, no. El sistema educativo es como una pirámide donde los de arriba acaban en la universidad. Por eso las matemáticas que se estudian en la escuela son para la gente que va a estudiar carreras técnicas. La lengua que se estudia es para gente que va a estudiar carreras de letras, y así sucesivamente… No tiene sentido.

¿Qué matemáticas se deberían enseñar, entonces, en la escuela?
Las que necesitan el común de los mortales. Por ejemplo, para entender la sociedad actual es necesario aprender estadística y justamente a la estadística no se suele llegar. También es importante desarrollar la habilidad numérica, que sirve para comprender cuestiones de magnitudes o de cálculo mental y para tener criterio para saber si ante una situación es necesaria la calculadora o si el resultado de un problema debe ser exacto o aproximado.

Y, ¿a partir de qué edad un niño puede empezar a disfrutar con las matemáticas?
¡A todas! Las matemáticas son aptas para todos los públicos. Como se suele decir, de los 0 a los 99 años.

Como el Sudoku.
¡Buen ejemplo! El sudoku es muy sencillo, pero, efectivamente, es una buena manera de disfrutar con las matemáticas. ¡La gente se lo pasa pipa!

¿De qué otra forma se puede disfrutar con las matemáticas en la escuela?
Una cosa que les interesa mucho a los niños son los juegos de estrategia en los que hay un procedimiento para ganar. Siempre he intentado proporcionar problemas interesantes para los alumnos, aunque con las matemáticas pasa lo mismo que con los chistes, algunos a ti te hacen mucha gracia, pero no le gustan a nadie más.

Para acabar, ¿es cierto que para ser un buen matemático hay que ser creativo?
Por supuesto. Lo que más hace falta en matemáticas es creatividad. En clase he propuesto más de un juego sin solución, incluso lo había demostrado yo mismo. ¡Vaya si la tenían! Mis alumnos la encontraron rápidamente porque los niños tienen mucha imaginación cuando se les da cancha.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/fernando-corbalan-los-juegos-son-la-base-de-las-matematicas/

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Entrevista: Adela Cortina. “El cerebro humano es xenófobo y aporófobo, recela del pobre»

España/ 28 de noviembre de 2017/Fuente: http://www.eldiario.es

La filósofa asegura existe en la sociedad un miedo «biológico» al pobre y que es necesario acabar con ese prejuicio que considera «transversal».

La filósofa Adela Cortina, Premio Nacional de Ensayo 2014, plantea en su libro “Aporofobia, el rechazo al pobre” que el miedo al diferente es un prejuicio “biológico”. Por suerte, apunta, el cerebro “es plástico y se puede educar”. Para Cortina esas sospechas sobre el distinto se convierten en “transversales” cuando el individuos es pobre. Recibe a eldiario.es en  l a Fundación Ética de los Negocios y las Organizaciones (Étnor)  que preside.

-“No tenemos fobia al extranjero, tenemos miedo al pobre”, asegura en “Aporofobia”. Esta reflexión denota que en la sociedad más que racismo existe clasismo.

-La tesis de Aporofobia se centra en que existen muchas fobias, muchas prevenciones, recelos o miedos en las sociedades a los que ya se les ha puesto nombre: islamofobia, cristianofobia, homofobia, xenofobia… Siempre son el recelo o la sospecha frente a alguien. Pero yo pienso que no es tanto el recelo frente al extranjero, frente al diferente. Sólo hay que ver a Donald Trump bailando la danza del sable con los jeques árabes. No parece que le moleste tanto que sean árabes. Efectivamente existe ese miedo transversal, cuando el extranjero es el inmigrante pobre. O cuando es un homosexual pobre y no el gran productor de Hollywood al que todo el mundo alaba por salir del armario. A mí siempre me llamó la atención esa prevención con las personas de etnia gitana mientras se visibilizaba el amor por la familia Flores.

-El Gobierno de Mariano Rajoy concede el visado de residencia en España a los extranjeros que inviertan en una propiedad inmobiliaria superior a los 500.000 euros mientras cierra la puerta a los refugiados sirios o a las personas que llegan en patera. ¿Se evidencia por rango de ley esa aporofobia?

-Es evidente. Pasa también con el turismo, que parece que tampoco nos importa la nacionalidad del visitante. En cambio, los extranjeros que vienen con las pateras parte de la ciudadanía sí que lo rechaza.

-Alemania ha aceptado un millón de refugiados. Se fijó un cupo para el resto de países pero en España se ha incumplido flagrantemente pese a que la sociedad parecía que sí que estaba abierta al acogimiento. ¿Van por delante los ciudadanos a los políticos en esta apertura?

-En el acogimiento de los refugiados la sociedad va muy por delante. Demuestra que existe una gran hospitalidad, de hecho el último capítulo del libro va sobre ese concepto. Hay mucha gente que reclama que se sea hospitalario porque debe ser una palabra que reivindique la Unión Europea. En el Mediterráneo la hospitalidad la aplicamos desde la Iliada o la Odisea de Homero. Ser hospitalario era un signo de civilidad. Quien no acogía al extranjero, al pobre o a la viuda era el incivilizado. Era un tradición muy cultivada en España y ahora se observan unas actitudes hostiles que no son propias de nuestra cultura. Los partidos políticos deberían ponerse manos a la obra en este tema y si es necesario un impuesto para acoger al que viene de fuera.

-¿Un impuesto para obtener más recursos?

-Claro, si se dice que se debe acoger a quienes vienen de fuera existe la posibilidad de que alguien diga que no hay medios suficientes. Pues propongamos un impuesto para acoger a los que vienen de fuera porque estamos convencidos de que somos hospitalarios. O, fijar una partida en los presupuestos del Estado. Si no estamos hablando por hablar. Si fuera política y quisiera ganar las elecciones lo propondría. Aunque no sé lo que pasaría, porque Angela Merkel perdió muchos votos por abrir las puertas a los refugiados.

Adela Cortina, filósofa y autora del libro "Aporofobia, el rechazo al pobre", durante la entrevista.
Adela Cortina, filósofa y autora del libro «Aporofobia, el rechazo al pobre», durante la entrevista. JESÚS CÍSCAR

-O el ascenso de la extrema derecha en Austria, donde ha sido clave su discurso antiinmigración.

-Son tremendos. Y ahora los liberales alemanes no quieren acoger inmigrantes porque han perdido muchos votos por poner una cara amable a los que vienen.

-Ante este ascenso de la extrema derecha en Francia, Austria, Hungría… ¿Cómo pueden los demócratas frenar este crecimiento alimentado por esa aporofobia?

-Hay que ponerle nombre al problema. El término aporofobia debería estar en los diccionarios de todas las lenguas para que la gente sepa que, frente a los pobres hay una prevención. Las sociedades tienen que decirse a sí mismas si están dispuestas a acoger a los más desfavorecidos. Ese sí que es el gran tema del siglo XXI, si tenemos suficientes recursos para ello. Y tenemos el deber de ayudar a todo el mundo a salir de la pobreza. Esa obligación social y de justicia a ayudar a todo el mundo, a salir de la pobreza, nos la impusimos cuando firmamos la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.

-En España algunos partidos y medios de comunicación ponen el grito en el cielo por ciertos países donde existe desabastecimiento o la población tiene problemas de alimentación mientras nuestro país es el tercer Estado de Europa en pobreza infantil. ¿No queremos reconocer o ver nuestros problemas?

-Tenemos que ver nuestros problemas y contarlo en los medios de comunicación para despertar la conciencia social. Los políticos que quieran dirigir esta sociedad deben tener como prioridad acabar con la pobreza y las desigualdades. Son dos temas que tendrían que estar en cualquier agenda política de sentido común.

-¿Pero eso sería bien recibido por la sociedad?

-Ahí es donde veríamos qué somos y qué pensamos realmente. Espero que una gran mayoría estuviera de acuerdo, pero hay que verlo y ponernos a prueba.

-Plantea que la aporofobia es un prejuicio biológico, consustancial al ser humano y a su organización en sociedad. ¿Tiene cura?

-Me pareció muy interesante investigar por qué existe esa especie de prevención y recelo. Parece ser que nuestro cerebro tiene una tendencia que se ha ido desarrollando biológicamente a estar en ambientes que nos resultan agradables, cómodos y a poner entre paréntesis todo aquello que nos molesta. Es lo que lleva a decir a algunos autores que nuestro cerebro es xenófobo, porque nos gusta estar con los que son parecidos a nosotros, con los que son de la misma raza, etnia o hablan la misma lengua. Nos gusta estar con lo familiar, lo extraño lo ponemos entre paréntesis porque nos molesta.

-Por lo tanto hay que educar al cerebro.

-Y tanto, yo voy más allá y no solo digo que el cerebro es xenófobo sino aporófobo. No solo ponemos entre paréntesis o recelamos del que no es familiar, sino además del pobre porque es alguien que no nos va a dar ventajas ni nos va a dar nada a cambio. La buena noticia es que el cerebro es flexible, si fuera rígido no tendríamos solución. La pregunta que nos tenemos que hacer como sociedad es si podemos comportarnos de una manera xenófoba y aporófoba. Queremos cambiar esa tendencia y cultivar otras como la simpatía, la empatía y ponerse en el lugar del que sufre o no? Podemos elegir, eso es el ser humano.

Adela Cortina, filósofa y autora del libro "Aporofobia, el rechazo al pobre".
Adela Cortina, filósofa y autora del libro «Aporofobia, el rechazo al pobre». JESÚS CÍSCAR

-¿Qué debería hacer un ciudadano ético cuando va por la calle y una persona le pide dinero para comer o ve a ciudadanos buscando comida dentro del contenedor?

-La primera persona que se ocupó de la pobreza en las ciudades fue Luis Vives. Y a Vives le encargaron que hiciera un estudio de la situación y que propusiera soluciones. Fue la primera persona que dijo que tenía que ser el ayuntamiento el que interviniera. Es decir, hasta entonces quienes habían actuado eran instituciones privadas por caridad. En este caso las administraciones son las que deben actuar ante estas situaciones porque es una cuestión de justicia. El ciudadano, cuando ve estas situaciones, debe informar y acompañar a estas personas sobre dónde están los lugares donde pedir ayudas. Porque no se puede alimentar a mafias que explotan a niños o discapacitados como pasa. Los responsables políticos se deben dar cuenta de que es su obligación atender a estos ciudadanos.

-Siempre generalizar es malo y nos puede inducir al error, pero, ¿esa hospitalidad intrínseca de la cultura latina del sur de Europa es menos habitual en los países del norte de Europa?

-Nuestra cultura latina es radicalmente hospitalaria. Alguna superioridad tendríamos que tener ante otros países -ríe- que no han resultado ser tan hospitalarios. Pero también hay que tener en cuenta que una cosa es ser hospitalario acogiendo a una persona en casa y otra cuando el problema es tan grande que se debe articular una estrategia de Estado. Institucionalmente hay que organizar esa hospitalidad.

Fuente de la Entrevista:

http://www.eldiario.es/cv/cerebro-humano-xenofobo-aporofobo-recela_0_711479576.html

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Entrevista a Gustavo Hernández Sánchez: Una contrahistoria o una historia contrahegemónica debería de ser la memoria de las clases subalternas”

Entrevista a Gustavo Hernández Sánchez sobre La tradición marxista y la encrucijada postmoderna: Notas para una historia social y cultural en el siglo XXI
“Una contrahistoria o una historia contrahegemónica debería de ser la memoria de las clases subalternas”
Salvador López Arnal
Rebelión
 Doctor en Historia Moderna por la Universidad de Salamanca, donde el pasado mes de abril presentó su tesis sobre el fuero universitario en el periodo Barroco, Gustavo Hernández Sánchez ha sido miembro del Departamento de Historia Medieval, Moderna y Contemporánea de esta Universidad como contratado FPU y ha mantenido siempre una preocupación fundamental por la teoría y la divulgación del conocimiento histórico, elementos que considera necesarios para acercar su trabajo a la sociedad. Es miembro cofundador del Grupo de Estudios Culturales A. Gramsci.

Nuestra conversación se centra en el libro indicado que ha sido editado por Visión Libros, Madrid, 2017.

Seguimos en el capítulo IV de su libro: “La tradición marxista en la encrucijada del siglo XXI”. Estábamos en la página 160. Pero perdona, antes de ello, me he olvidado antes. En lenguaje muy a la Wittgenstein, señalas que: “los límites del lenguaje son los propios límites del conocimiento, del análisis, del método, en última instancia, de la propia realidad que construimos y articular nuestra(s) lucha (s). Los limites del lenguaje son, en definitiva, las fronteras que imponemos tanto a nuestra realidad como a nuestra acción”. No sé si las fronteras que imponemos, o las fronteras que tenemos pero, sea como fuere, ¿cuáles son los problemas de esta limitación? No somos omniscientes, somos animales con logos… y con sus límites anexos que, por lo demás, no tienen que estar fijados para siempre.

Si no me equivoco ese es un extracto de un artículo que publique en La Haine con Jorge Tapia, el compañero del que hablábamos antes. En él planteábamos una crítica a quienes dicen que no debemos de nombrar algunas palabras si queremos ganar el poder político. Palabras como, por ejemplo, revolución o socialismo. Nosotros en esas notas planteábamos precisamente lo contrario que, para imaginarlo, primero debemos de nombrarlo, puesto que el pensamiento también influye en nuestras acciones. Hasta el punto de que si las dejásemos de nombrar podríamos olvidarlas, y olvidarlas también en nuestras prácticas políticas. Pero creo que esta idea también está presente en Marx cuando habla del concepto de trabajo, y de la centralidad del mismo, no en la relación capital-trabajo, que es la que tradicionalmente se conoce, sino en la propia dimensión antropocéntrica de éste. El ser humano primero piensa una idea en su cabeza y después la realiza. Y esto lo hace, dice Marx, a través del trabajo. No se si he respondido a tu pregunta.

Lanzas una pregunta al final de la página 160 del libro: ¿cuál ha de ser el papel de la historia y de los historiadores en el presente? ¿Cuál es tu posición, cuál ha de ser ese papel? Te pido un resumen.

Creo que contribuir a todo esto de lo que hablábamos en las preguntas anteriores. Ver cómo en la historia los procesos de resistencia o de contestación a la dominación han sido siempre colectivos, democráticos, planteados desde abajo y a la izquierda. El historiador, en este sentido, debería saber acercarse a estudiar y comprender estos procesos. Ver cómo funciona el poder y cómo este ha tratado y aún trata de hacernos olvidar todo esto. Ya dijimos que la Historia es la Memoria del poder. Y, en este sentido, una contrahistoria o una historia contrahegemónica debería de ser la memoria de las clases subalternas. No se trata tanto de reapropiarnos de experiencias pasadas o de resignificarlas, sino de identificarnos en ellas, porque de algún modo, sus problemas fueron (son) los mismos que los nuestros. El feminismo, por ejemplo, ha sabido interpretar muy bien todo esto. Por otro lado, el historiador debe de participar en las luchas sociales como ciudadano y aportar su conocimiento del mismo modo que también es importante que lo hagan los albañiles, las limpiadoras y todas aquellas personas que podamos identificarnos con esta lucha. No somos ninguna especie de sacerdotes. Creo que es muy importante subrayar esto, porque no creo que por ser titulado superior sepa más que otras personas. Podré saber más de historia pero para otras cosas soy un desastre, por ejemplo, cuando tengo que arreglar el coche le pregunto a mi padre que es gruista.

Digo esto para introducir una pequeña crítica, puesto que considero que muy a menudo se sobredimensiona el papel del intelectual. Seguimos esperando al mesías ese del que te hablaba anteriormente, y pensamos que este, en las sociedades postmodernas, será un titulado superior que sepa hablar varios idiomas. No creo que tenga por qué ser así. No sé si me he explicado.

Respecto al marxismo de otros clásicos anteriores, o incluso de otros clásicos posteriores, ¿dónde ves tú la singularidad de la propuesta de Gramsci?

Sobre el tema tenemos preparada una lectura colectiva por parte del Grupo de Estudios Culturales A. Gramsci en el libro que se prepara del encuentro que organizamos en Salamanca junto con la FIM y la Fundación Europa de los Ciudadanos el pasado curso. En ella planteamos que no es necesario un conocimiento erudito de su obra o de la tradición marxista. Quizá destacamos por encima de todo la dimensión cultural de su pensamiento, lo que hizo salir al marxismo de cierto economicismo mecanicista que nos hace seguir poder considerándonos marxistas, después de todo, y a pesar de todas las transformaciones de los últimos años. Esa es la verdadera dimensión de Gramsci como clásico del marxismo y, si me apuras, del marxismo como parte innegable de la tradición cultural de las sociedades occidentales. Pero esta idea no es mía, la tomo de Hobsbawm. También incluimos una disputa del concepto de “hegemonía”, tan en boga en la actualidad. Creemos exagerado emplear a Gramsci para hablar de postmarxismo ya que pensamos que su análisis no se despegó de la lucha de clases como una cuestión central, y que ésta continúa siendo central para interpretar el presente. Si bien el concepto de clase tampoco es una cosa estática y el surgimiento de nuevos sujetos nos obliga a concretar estas nuevas realidades, como puede ser, su carácter interseccional respecto de las mujeres, por ejemplo. Esas son también un poco las preocupaciones del Grupo y así lo reflejamos en este capítulo, que espero que salga pronto ya que va a ser muy muy interesante. No sé, de Gramsci se podrían decir muchas más cosas, como tú bien sabes.

Citas en repetidas ocasiones, antes te preguntaba por el segundo, a Negri y Hardt, hablando, por ejemplo, de la paradoja de la incomunicabilidad. ¿Qué te interesa más de las propuestas de estos autores? ¿Tienes algunas críticas?

Creo que hacen un análisis brillante sobre las sociedades del presente, pero su propuesta para transformar la realidad es muy vaga. Están un poco como estamos los demás, es decir, comprendemos que no nos gusta lo que vemos e identificamos el capitalismo con los males que acucian al planeta, pero, por otro lado, se trata de un enemigo tan fuerte que estamos de alguna manera desarmados frente a él.

La idea de la paradoja de la incomunicabilidad creo que es interesante para reflexionar por qué no llegamos a la mayoría de la gente. Si tenemos a la razón y a la verdad de nuestro lado, entiéndase la ironía: ¿por qué no somos capaces de hacer que todo el mundo lo vea? Por ahí van las conclusiones del libro en el sentido de interpelar a la construcción de diálogos que nos unan y que no nos dividan para empezar a dar respuesta colectiva a estos interrogantes. Es decir, remar un poco todos y todas en la misma dirección.

En el apartado 2 habas de revoluciones postmodernas. ¿Cuándo una revolución es una revolución postmoderna? ¿Qué te interesa más de la experiencia del Kurdistán?

Simplificándolo mucho, yo diría que cuando se produce una verdadera transformación cultural, entendiendo cultura como estructura del sentir en la línea que lo entendía Raymond Williams, y no sólo en lo económico, lo que tradicionalmente entenderíamos como estructura, y que es lo que generalmente han considerado la mayor parte de las revoluciones socialistas. Ya hemos visto que las reflexiones de Gramsci, Althusser y otros que vinieron después que ellos van en esta línea: en no entender el marxismo como una cuestión mecanicista.

Pues bien, creo que en el Kurdistán han sabido comprender esta dimensión simbólica de la revolución, por ejemplo, en lo que atiende a la cuestión de la mujer. Le dan una preeminencia como vanguardia que nunca antes se le había dado, y me parece genial. Anticipan en el presente la sociedad que queremos, en el sentido de invertir la dominación simbólica del patriarcado, y además aplicarlo en la práctica. Creo que esto nunca antes se había hecho. Y así se presentan ante el mundo…es decir, que no esperan como muchas veces se nos dice: primero haremos una cosa para después poder hacer las demás, no me seas izquierdista, vamos poco a poco (risas). ¿Para qué esperar?

Titulas el apartado 3: “¿Es posible una conciliación entre marxismo y posmodernidad?”, entre el marxismo como tradición de pensamiento, método historiográfico, y posmodernidad como nuevo contexto cultural. La respuesta, lo dices, es afirmativa por qué. ¿Qué puede aprender el marxismo de las tesis postmodernas?

Muchas de las cuestiones sobre las que hemos reflexionado a lo largo de esta serie de entrevistas.

De acuerdo, tienes razón. Pasamos entonces al siguiente capítulo si te parece. Falta poco.

Cuando quieras seguimos.

Nota edición

Las anteriores entrevistas pueden verse en:

Entrevista a Gustavo Hernández Sánchez sobre La tradición marxista y la encrucijada postmoderna: Notas para una historia social y cultural en el siglo XXI. “Entiendo la postmodernidad como la lógica cultural del capitalismo avanzado (como lo entienden autores como Fredric Jameson)” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=23207

Entrevista a Gustavo Hernández Sánchez sobre La tradición marxista y la encrucijada postmoderna: Notas para una historia social y cultural en el siglo XXI (y II). “Reivindicar el pensamiento utópico me parece muy necesario en un mundo el que muchas personas se empeñan en decirnos que no existen alternativas” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=232355

“Creo que Zizek forma parte -sigo a Judith Butler- del resurgir de la ortodoxia dentro de la izquierda» http://www.rebelion.org/noticia.php?id=232664

“Edward Palmer Thompson es un autor que sí supo dar un giro copernicano a los estudios marxistas” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=233019

 

“César Rendueles, entre otros autores jóvenes, supone un soplo de aire fresco en todo el panorama académico” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=233250

 

“El marxismo no puede ser una certeza en el sentido metafísico”. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=233462

 

“Bourdieu debería de ser un autor obligatorio en las escuelas de formación de todas las organizaciones políticas de izquierda” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=233832

 

“Hay pocos historiadores ‘contemporaneístas’ que hagan una verdadera historia desde abajo. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=234014

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=234433&titular=%93una-contrahistoria-o-una-historia-contrahegem%F3nica-deber%EDa-de-ser-la-memoria-de-las-clases-subalternas%94-

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