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«La educación es una lucha por la libertad, una lucha por la liberación», entrevista a Gordon Brown

La pasión y la política son sinónimos para el escocés Gordon Brown, ex primer ministro laborista británico, ex chancellor de las finanzas y quien salvó a Gran Bretaña en la crisis financiera pero lo pagó con su cargo. Hoy la educación es su nueva militancia y los que la defienden, los “freedom fighters” que el defendía en la década del 70. Es el enviado especial para la Educación Global de Naciones Unidas y trabajará codo a codo con el gobierno argentino para conseguir que la educación sea la que reduzca la pobreza.

Orador sin par que consiguió en el último minuto hacer ganar el No en el referéndum por la independencia de Escocia, bestia política que reformó al partido Laborista para convertirlo en un New Labour que le confiscó Tony Blair, Brown se reconcilió con los británicos por su moral. Esa presbiteriana austeridad con la que se niega a volverse millonario dando conferencias como ex primer ministro y dedicar su vida a los chicos. Un acto de amor de un papá tardío a su bebé Jennifer, que murió casi al nacer, y a sus dos pequeños hijos que adora. El y Sara, su esposa, dedican su tiempo y su militancia a la educación y están decididos a conseguir que las instituciones internacionales cambien y consigan los 3 trillones de dólares que se necesitan para lograrlo.

En el concierto del Global Citizen, su poderosa oratoria conmovió a los 200.000 jóvenes que lo escuchaban. Junto a Shakira, Chris Martin, el primer ministro canadiense Justin Trudeau y la primera ministra noruega han iniciado esta campaña, que repetirán en el G20 en Buenos Aires. Este fue su diálogo con Clarín en un hotel de Hamburgo.

Cuánta pasión en su discurso de ayer. Supongo que ha convencido a todo el mundo.

Fue un gran evento, porque Shakira mostró que creía en la educación. Dijo a la audiencia, que estaba allí por ella, que quería ver cambios. Yo sentí que ella dio un discurso tan bueno, que yo tuve la posibilidad de continuar, y llamar a las personas a la acción. Invitarlas a apoyar su mecanismo de financiamiento para la educación, que será discutido cuando Argentina presida el G-20. Entonces confiamos en que Argentina. Fue muy bueno que el presidente estuviera allí anoche. Me encontré con el canciller también. Sé que Argentina tiene como objetivo la educación global, la educación universal para todos. Y tengo gran interés de trabajar con el gobierno argentino durante los próximos meses.

¿De donde viene su pasión por la educación? ¿Cuándo usted era rector de la universidad, siendo tan joven, en Edimburgo?

(Sonríe).Creo que vino de ver niños en mi escuela, cuando era joven, que tenían gran potencial y maravilloso talento, pero nunca lo pudieron desarrollar, porque no tuvieron la oportunidad de ir más allá de la escuela, a la universidad. Yo sentía que a muchos, muchos millones de jóvenes en todo el mundo ,se les niega la oportunidad para hacer algo con sus talentos. Si podemos hacer algo para asegurarnos de que todo joven tenga una verdadera oportunidad, una verdadera posibilidad para desarrollar su potencial, entonces esa es la diferencia que yo querría ver realizada.

En los años setenta, en los ochenta, otra era la ideología. Pero usted dice ahora que para esta generación el derecho a la educación es la nueva lucha civil. ¿Por qué?

Porque hay millones de niñas que son obligadas a casarse, o a realizar trabajo infantil, o viven en una esclavitud doméstica. O sencillamente son discriminadas porque son niñas y se les niega la posibilidad de recibir una educación. Y esa es la razón por la que la educación es una lucha de los derechos civiles. Porque a menos que estas niñas- y también ocurre con los niños- tengan el derecho a la educación, entonces se les está negando un derecho civil fundamental, un derecho humano fundamental. Y eso una lucha por la libertad. Usted sabe. En los años sesenta, peleábamos por los derechos civiles de los negros, peleábamos en contra del apartheid, peleábamos por derechos civiles de los gays, por la liberación de la mujer, peleábamos por derechos para las personas con discapacidad.

A veces pienso que descuidamos este asunto fundamental de los derechos de los niños. Que tiene que ver con cómo los niños tienen el derecho a ser representados y obtener la educación que necesitan. Y cuando uno ve que hay 260 millones de niños que hoy no van a la escuela y que hay 400 millones que interrumpirán su educación en cierto momento y que nunca volverán a terminarla. Que hay 800 millones de niños en total, la mitad de los niños del mundo, que dejará la escuela sin las calificaciones que necesitan para el trabajo, algunos de ellos alejados de la escuela a causa de la pobreza,uno sabe que estamos hablando sobre las necesidades de la mitad de los niños del mundo, que no están debidamente atendidas actualmente.

Y por eso esto es una lucha por la libertad. Y por eso es una lucha por la liberación. Y por eso las celebridades como Shakira, el hecho de que se unan a esta lucha, hace que las personas en todo el mundo entienda que esta es una causa por los derechos civiles.

Entonces, ser progresista hoy en día es pelear por la educación.

Hay que pelear por la educación y hay que evitar una situación en la que las personas den por sentado que los niños obtendrán una educación. O que den por sentado que se trata de algo que será realizado en un país, cuando de hecho no ha sido hecho.

Y cuando pienso que hay 10 millones de niñas que se han casado siendo infantes, y que hay decenas de millones de niños que dejan la escuela a causa del trabajo infantil, y sé que miles de niñas han desaparecido en el tráfico entre Siria y Europa y sus nombres nunca serán conocidos, sabemos que tenemos un enorme problema en nuestras manos. Empieza con la discriminación y el prejuicio, y la desigualdad que enfrentan los niños. Pero debería ser un derecho universal, que deberíamos garantizar, como comunidad global, que cada niño reciba no sólo una educación primaria, sino también una educación secundaria apropiada. Que tenga la capacidad de recibir un empleo que deseen, puedan valerse por sí mismos , puedan mantener a sus familias más adelante en la vida.

¿Cómo va a convencer a las sociedades tribales, en Somalía, en Afganistán, para que eduquen a las niñas?

Yo he estado en Afganistán. Usted sabe que antes prácticamente no había niñas en la escuela. Ahora hay millones. Los números de personas que reciben educación han crecido en los últimos diez o quince años de 2 millones a 6 millones. Entonces se pueden hacer avances. Y se puede ayudar a que la gente entienda que la educación, en toda sociedad, en toda civilización, en toda comunidad religiosa, es la clave para progresar, para tener éxito. Y sí, estamos peleando contra el Talibán, que quería matar a Malala porque ella quería estudiar, y defendía el derecho de las niñas a recibir educación. Pero creo que ,gradualmente, estamos ganando. Incluso a los extremistas religiosos más sectarios, convenciéndolos de que la educación es vital para la supervivencia y prosperidad de un niño.

Usted dice que, si esto no ocurre, que es una bomba de tiempo, que la incapacidad de actuar que muestra la comunidad internacional tendrá profundas consecuencias para el mundo entero.

Lo digo porque voy al Medio Oriente. He estado en Siria, en Líbano, Jordania, Turquía, en Irak, en Egipto, en Sudan del Sur, en todos estos países. Es parte de mi rol como enviado para la educación global de la Unión Europea. Y veo a gente joven en la calle. Veo que no tienen educación, no tienen perspectivas de trabajo. Esto es una bomba de tiempo. Porque si decenas de millones de jóvenes no tienen posibilidades, entonces esas personas dirán que no hay posibilidad de coexistencia entre las religiones del mundo, entre Occidente y el resto. Los extremistas ganarán terreno, si no podemos mostrar los beneficios de trabajar juntos, mostrar los beneficios de la educación.

¿Pero no estamos teniendo esto ya como una expresión del yihadismo, ? ¿Hay una asociación entre la falta de educación y el terrorismo ahora?

Sí, pero no lo haga parecer como si fuera un vínculo directo. Porque hay millones de jóvenes sin educación que jamás considerarían hablar o estar involucrados con extremistas. Lo que sí entendemos es que una pequeña minoría de extremistas puede persuadir a una pequeña minoría de jóvenes de que no hay posibilidad de coexistencia. Y ahí está el peligro. Tenemos que honrar la promesa que hicimos. Usted sabe, si un grupo extremista puede decir: “Miren, Occidente ha prometido educación universal, dijeron que lo harían para el 2015. Ahora dicen que lo cumplirán en el 2030. Pero no están cumpliendo sus promesas”. Es un verdadero peligro para nosotros. Tenemos que cumplir nuestras promesas.

Si hay una falta de educación, también podría haber fanatismo en el mundo.

Creo que siempre hay un peligro de que una pequeña cantidad de personas extremistas , que tratarán de explotar la insatisfacción que los jóvenes tienen como resultado de nuestro fracaso de asegurarles oportunidades. Tenemos que mostrar que, cuando hacemos una promesa de asegurar la educación, lo haremos.

¿Cómo convencerá a los líderes de que eso es necesario? ¿Usted cree que es necesario también un cambio en las instituciones? Las instituciones financieras, como el FMI.

Yo presidí la primera reunión de líderes del G-20 en Londres, en el 2009. Y ahora, después de 8 años, el G-20 está abordando problemas que han surgido ,en donde hay desacuerdos que deben ser mitigados. Desacuerdos a propósito del cambio climático, a propósito de Ucrania, de Siria, desacuerdos a propósito de Corea del Norte. Por donde se mire, hay un problema para el G-20 que debe ser atendido. Pero una de las cosas positivas de este G-20, es que se está discutiendo en su comunidad la propuesta de un mecanismo de financiamiento para la educación global.

Que la propuesta que hicimos de crear este nuevo servicio puede juntar dinero de los países más ricos, y ofrecer mucha mayor financiación a los países pobres. Eso está en la agenda. Entonces, cuando uno mira le G-20, sí, hay desacuerdos y tal vez no está ocurriendo el progreso que nos gustaría ver. Pero también hay que entender que hay un aspecto positivo, referido a la educación global, y la necesidad de avanzar más, y más rápido. Como lo haremos durante la presidencia argentina, para hacer que cada niño vaya a la escuela. Entonces, los líderes del mundo están teniendo esto en cuenta. Esperamos que durante la presidencia argentina se haga más. Creemos, por lo que he escuchado del presidente y del canciller, de que hay una determinación para que la educación sea parte del trabajo del G-20 el año próximo.

En la agenda dicen que pondrán la lucha contra la pobreza, asociado con la educación. Pero para eso se necesita un cambio estructural. Incluso en los países pobres.

Sí, y se debe complementar lo que se hace en educación, con el trabajo que se hace en materia de pobreza, de salud, y en medio ambiente. La calidad de vida que la gente experimenta. Pero la educación destraba muchos de los otros objetivos de desarrollo. Si una niña está en la escuela, y aprendiendo, sabemos que la mortalidad infantil cae. Sabemos que las muertes por embarazo caen.

Sabemos que las familias están mejor atendidas, porque ella o él obtendrá más dinero de su trabajo, como resultado de sus calificaciones. Sabemos que cuando las niñas reciben educación, cuando no se las fuerza a un matrimonio prematuro, entonces la gente, como conjunto, está mejor.

Fuente entrevista: https://www.clarin.com/mundo/educacion-lucha-libertad-lucha-liberacion_0_B10qXqpN-.html

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Entrevista a la experta Mireia Long sobre la revolución educativa del siglo XXI

08 de julio de 2017/ Fuente: el blog alternativo

Entrevista a Mireia Long

Mucho se dice sobre que la educación debe cambiar y que es la base del futuro, pero las continuas reformas solo modifican la superficie del Sistema y pocos de atreven a abordar el tema desde la raíz: una escuela heredera de la sociedad del XIX que no puede ofrecer lo que necesita el mundo del XXI.

Los debates televisivos sobre la educación suelen ser de nivel muy bajo y convencional y nunca explican los nuevos modelos educativos, ni las alternativas existentes. Por eso hemos apostado por entrevistar en profundidad a una de las mayores expertas en nueva educación del mundo latino, Mireia Long.

Sus respuestas, reflexiones y propuestas son tan completas y brillantes que os recomendamos leerlo con calma y mente abierta. Por eso, se puede DESCARGAR ESTA ENTREVISTA EN PDF.

Bienvenidos a la educación del futuro:

1. Si un extraterrestre entrase en una escuela convencional del siglo XXI, ¿qué vería? ¿Qué pensaría?

Imaginemos que desde una base escondida en Ganímedes nos observara una misión de alienígenas, sin que fuéramos conscientes de ello. Imaginemos eso mejor que que aterrizaran y mandaran un visitante a la escuela, porque entonces la impresión estaría preparada.

Sus técnicos, biólogos y xenólogos nos estudiarían como un ingeniero, un biólogo o un antropólogo terrestre estudiaría otra civilización. Habría cosas que seguro destacarían: una especie con un potencial extraordinario, capacidad de innovación y creación que había conseguido vivir en todos los hábitats terrestres y estaba dando un gran salto tecnológico que lo llevaría, en breve, a las estrellas. Pero habría también impresiones negativas: un gran impacto en el ecosistema y la división de la especie en grupúsculos enfrentados por razones ideológicas y de territorialidad, con una capacidad igualmente grande en destructividad.

Y por supuesto, observarían a nuestros cachorros y la manera en las que los cuidamos y educamos. Las diferencias planetarias serían enormes y, aunque estemos dotados de una gran empatía y conexión con las indefensas crías, su valor no en todos los lugares estaría protegida.

Pero, centrándonos en tu pregunta. ¿Cómo educa esta especie tan evolucionada a sus cachorros? Lo habitual, comentarían, es separarlos de sus familias la mayor parte de su tiempo de vigilia para, agrupados por edades, introducirlos en instituciones donde, un adulto, enseña a los niños lo que se supone que van a necesitar en la vida. Habría, seguramente, dos aspectos que considerarían incomprensibles.

Primero, que para aprender encerráramos a los niños en lugares con escaso contacto con la Naturaleza y donde sus padres no acceden sin permiso expreso. Lo segundo llamativo seria que en las sociedades occidentales, fuertemente tecnológicas, el aprendizaje se realizaría sin apenas usarlas.

La ciencia se aprendería en un libro y los experimentos o el contacto con el medio sería mínimo. La red, la informática y los medios audiovisuales, casi omnipresentes fuera del colegio, en este apenas se usarían como soporte de aprendizaje.

Se rodearía las escuelas con rejas. Dentro, se fomentaría la obediencia, el silencio y se limitaría la libertad de movimientos. Todo bastante contrario a la naturaleza libre, explorativa y comunicadora del ser humano.

Y para terminar, destacarían que el modelo de enseñanza sería vertical, con un único adulto al cargo de más de una veintena de cachorros y que él y un libro serían la fuente de conocimiento más importante, pasando a evaluar a todos los alumnos de la misma manera, fundamentalmente escrita y memorística, enseñando a todos lo mismo sin importar sus intereses o vocación.

El objetivo de la educación sería, en su opinión, el domar la libertad humana, crear adultos intercambiables todos con las mismas características y conocimientos estándar, con escasa habilidad de debate y una limitada capacidad de pensamiento crítico y obedientes a la autoridad.

Lo más curioso, pensaría este xenólogo, es que tenemos medios para personalizar la enseñanza, tenemos acceso a infinitos conocimientos en los soportes tecnológicos y desde luego la sociedad humana parece ciega a sus necesidades reales, que son el educar seres capaces de resolver problemas, pensar creativamente y desarrollar un deseo y convencimiento de que la justicia y el equilibrio natural son objetivos vitales para su supervivencia como especie.

2. Si el mismo extraterrestre retrocediese al siglo XIX, ¿qué vería? ¿qué pensaría?

Si pudiera viajar al pasado nuestro extraterrestre vería que las escuelas no han cambiado apenas. La misma disposición de las mesas, el mismo sistema memorístico, contenidos casi calcados. La evolución ha sido mínima desde entonces.

3. ¿Por qué tenemos actualmente este sistema educativo y no otro? ¿Cuáles son sus consecuencias?

Los seres humanos han aprendido siempre, es algo natural en nosotros: curiosidad, superación, resolución de problemas y transmisión de conocimientos son las características más destacables de nuestra especie. Pero, ¿es que siempre hemos usado el mismo tipo de escuela?

La respuesta es que no. A lo largo de la historia el aprendizaje de los niños y jóvenes se ha realizado de muy diferentes maneras, adecuadas a las necesidades de esa sociedad y, también, sería absurdo negarlo, propuestas para que esa sociedad se perpetúe. Pero además de todo eso los modelos de enseñanza han sido un acicate que llevaba a las nuevas generaciones a superar lo anterior e innovar.

En la Prehistoria los seres humanos vivían en pequeños grupos con relaciones de parentesco y los niños eran enculturados por el grupo, aprendiendo directamente de otros individuos: sus padres, otros niños mayores y otros adultos del grupo. En algunos casos habría adultos que controlaran determinadas técnicas o conocieran historias mejor que otros y serían quienes las transmitirían. No había una persona fija elegida como maestro y no había un lugar concreto donde aprender. La enseñanza se estructuraba en torno a dos habilidades puramente humanas: la conversación y las habilidades manuales. La vida era lo que proporcionaban las enseñanzas y estaban muy vinculadas a ella.

Con el Neolítico llegó una mayor distribución del trabajo. Llegaron las ciudades, los sacerdotes especializados en el conocimiento y sobre todo, llegó la escritura. No todas las personas aprendían a escribir y esto seguramente si se hacía en algo que pudiera parecerse a nuestras escuelas, donde un maestro enseñaba una técnica o unos conocimientos a una élite.

En la Grecia Clásica conocemos otro modelo de enseñanza, el de los filósofos, que seguro que no es exclusivo del mundo clásico heleno, pero que podemos señalar como paradigmático. Los niños de las clases altas aprenderían en casa y cuando se acercaban a la edad adulta o ya en ella, elegían y eran elegidos por un maestro, un sabio, que les transmitía sus conocimientos de forma personal. En Roma si conocemos escuelas parecidas a las nuestras, en el sentido de que si se enviaba a los niños (y a las niñas a veces) con un maestro a aprender los necesarios conocimientos para el ejercicio de la ciudadanía, pero eran igualmente de libre elección y no estaban reguladas por las autoridades.

En la Edad Media los monasterios, los gremios y los mecenas fueron los que, de formas muy diferentes, proporcionaban educación, aunque esta fue siempre algo restringido a grupos pequeños. Los demás seguían aprendiendo de sus padres y otros adultos cercanos, pero solo lo que se limitaba a los rudimentos de religión y el trabajo que se realizara. La movilidad social era muy pequeña.

La llegada de la imprenta supuso una revolución que permitió que la palabra escrita fuera mucho más accesible, pero todavía limitada. El Renacimiento supuso un cambio de orientación en el sentido del saber, que recuperó la investigación y formuló las bases de conocimiento científico.

La mayoría de las personas que adquirían una alta cultura no lo hacían siguiendo un programa cerrado, único y validado por los Estados, sino buscando sus intereses y los maestros que mejor se adaptaban a ellos. Incluso en las Universidades, hasta hace aproximadamente un siglo, no se entraba con exámenes de ingreso ni estudios validados previos, ni se cumplía un temario inflexible.

Con la Ilustración y las revoluciones burguesas se tomó conciencia de lo importante que era que el pueblo dispusiera de elementos de juicio propio y eso se debía lograr con la extensión de la instrucción y la cultura. Y la escuela se presentó como una forma de lograr este ideal progresista. Un hecho de valor innegable. Pero llegó la Revolución Industrial y ese ideal se vio subsumido en otro tipo de intereses: formar obreros que se pudieran adaptar a lo que se esperaba de ellos en las fábricas. Y este objetivo influyó enormemente en el diseño de todas las escuelas estatales posteriores, y sigue estando muy presente en los colegios de hoy en día.

Fue Federico Guillermo de Prusia quien impuso un modelo educativo que todavía mantenemos basado en la homogeneidad de conocimientos, el control férreo del Estado sobre contenidos, titulaciones y permisos de enseñanza, y se buscó, ante todo, la formación de súbditos obedientes que estuvieran dispuestos a seguir un patrón fijo de conducta. El modelo de la escuela prusiana se extendió y, pese a las críticas de movimientos como el socialismo utópico, es lo que, al final, todos los países fueron asumiendo, sin ser conscientes, incluso en los momentos más progresistas, de que existía un curriculum oculto diseñado con un objetivo que no era la libertad, sino la uniformidad y la obediencia.

Como decía, la Industrialización fue lo que hizo históricamente necesaria la extensión de la formación básica, pues había que preparar a los futuros obreros para que cumplieran normas, horarios de trabajo extenuantes y las propias escuelas terminarían pareciéndose a fábricas. Un horario fijo señalado por sirenas, separación de los saberes o labores, homogeneización del alumnado y de los contenidos. Y llegó a parecer que no había otra manera posible de diseñar un colegio que ese. Y ahí seguimos, educando niños del siglo XXI con el mismo modelo que en el XIX.

Pero nuestra sociedad es completamente diferente. Cambia de manera rapidísima y los avances científicos, tecnológicos y culturales lo hacen también. Es indispensable que la escuela se adapte a los enormes cambios y asuma que las tecnologías de la información son hoy un vehículo que incluir de manera prioritaria.

Todos estos nuevos hábitos de comunicación deberían formar parte del saber y de la forma en la que se transmite el saber. Y, a la vez, no debería olvidar esas bases biológicas y evolutivas que ha tenido siempre el aprendizaje humano: la palabra y la acción directa, la experimentación, la vida. La Naturaleza, el tocar las cosas, hacerlas porque se desea aprender a hacerlas, la tierra, el cielo, las plantas, los ríos…todo eso sigue siendo básico para construir el aprendizaje significativo en los niños.

Pero nuestras escuelas no son así. Son edificios cerrados, con rejas, con aulas y pupitres, con libros de texto y exámenes escritos. Las nuevas tecnologías se asoman pero siempre como apoyo a lo que de verdad es “serio” y si hablamos ya del tocar, el sentir, el emocionarse y el estar en contacto con el entorno natural y humano, pues todavía sucede menos.

Patios de cemento. Sillas y mesas donde debe permanecer el niño sentado escuchando y sin interrumpir. Curriculum cerrado, aislamiento de la realidad vital, estructuras autoritarias y evaluación externa. Todo eso contribuye a que la escuela deje de estar conectada de verdad a las necesidades de los niños como pequeños seres humanos en formación y de la realidad de un mundo complejo y cambiante.

Las sucesivas reformas educativas vacías e inútiles y de las cuestiones de organización de contenidos y espacios que hacen que la escuela falle y siga fallando. Y que vaya a fallar mucho más si no realiza una trasformación profunda. La escuela que tenemos en España no es la única posible ni la mejor.

4. ¿Existe otra educación? ¿Cuáles y en qué se diferencian de la actual?

Por supuesto que existe otro modo de educar y de enseñar, lo que nosotras hemos unificado en el proyecto Pedagogía Blanca lo abarca y hay muchos otros maestros, escuelas y sistemas que han evolucionado.

La educación, resumiendo, es aquel proceso que permite al niño convertirse en un ser humano adulto libre, consciente de sí mismo, con autoestima, con capacidad, habilidades y conocimientos que le hagan poder desarrollar una vida plena como él desea que sea.

Para lograrlo hay que trabajar en dos líneas. La primera es la que se centra en los aspectos emocionales y psicológicos, respetando las necesidades reales del niño en cada momento de su desarrollo.  Esto implica conocer como es un ser humano en la niñez y que necesita naturalmente, transformando nuestra manera de tratarlo si fuera necesario. La palabra clave es respeto. Solo una persona que recibe lo que necesita y que es tratada con respeto, desarrollará todas sus capacidades, estará equilibrada, se sentirá feliz y fuere para cualquier reto. Dañar por omisión o por acto a un niño nunca está justificado, y además, no consigue ningún objetivo beneficioso.

Los niños necesitan contacto físico, estar acompañados de sus madres (y padres) en su primera infancia, no sufrir en la noche si tienen necesidad de estar con ellos, y necesitan afecto, comprensión y cariño. Cuando les negamos necesidades como el juego, la experimentación, la risa o el comunicarse les dañamos también. Castigar, insultar, burlarse, presionar a un niño que no está preparado para un cambio y, por supuesto, pegarles, es una forma de dañar sus emociones y su confianza en ellos mismos y el mundo.

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La otra cuestión es el aprendizaje y en esto también hay mucho que avanzar. No podemos seguir con un modelo obsoleto con pésimos resultados.

Desde el homeschooling, las escuelas alternativas y también desde colegios homologados ya se está apostando por el cambio. Un sistema que valore al niño en su individualidad, que sea flexible, que valore la creación de conocimiento, el trabajo cooperativo y la capacidad de hacerse preguntas es lo que ya es imprescindible. Trabajo por proyectos, incentivación del uso de internet, aprendizaje conversacional, grupos pequeños, valoración del proceso más que de los contenidos memorizados, es lo que proponemos. Y sobre todo, ante todo, trabajar la creatividad.

Cuando pensamos en las claves para el éxito: sea superar una crisis económica global, lograr ser realmente excelentes en aquello que decidamos emprender en la vida o sencillamente, realizar una tarea de forma que nos satisfaga a nosotros y a los demás, una palabra que viene a nuestra mente es esta: creatividad. Y hoy vamos a contaros las claves para fomentar la creatividad en vuestros hijos. Nuestro papel como educadores es dejar que la creatividad florezca.

La creatividad no es, o al menos no es solamente, cantar, bailar o dibujar con muchos colores o inventar historias fantasiosas. La creatividad es mucho más que eso. Es realmente lo que nos ha hecho humanos, pensar hasta dar con una solución que resuelva un dilema.

En ser creativo radica la capacidad para responder a los retos y problemas dando nuevas respuestas que nadie antes había dado, sea de forma absolutamente original, sea combinando aportaciones previas de manera sorprendentemente efectiva. No deberíamos matar la creatividad, pues realmente no sabemos a qué retos se enfrentarán los niños en el futuro.

Darwin era un genio creativo. Einstein. Heisenberg. Curie. Schrödinger y Bohr. Lo son las personas que descubren remedios para enfermedades, los que investigan hasta descubrir como nuestros genes nos describen, los que trazaron rutas comerciales y los que pensaron que era posible volar. También, por supuesto, artistas y conductores de hombres: es creativo Leonardo, pero también lo es Mandela.

Serán genios creativos los que descubran como podemos conseguir mantener una vida digna en un planeta que se nos queda pequeño, o como recuperar el daño ambiental, o como lanzarnos a vivir entre las estrellas, o conseguir una organización humana con más justicia y equidad. Para lograr eso necesitamos hombres y mujeres creativos.

Sin creatividad habríamos estado perdidos muchas veces en el pasado y lo estaremos en el futuro. La clave de la supervivencia como especie y del progreso personal está en la creatividad. Por esa razón es tan, tan importante ayudar a que nuestros hijos, los hombres y mujeres del futuro, no la pierdan, sino que aprendan a utilizarla y hasta a acrecentarla.

Y bien, la teoría hasta aquí. Pero, ¿qué es realmente la creatividad?, ¿cómo funciona?, ¿cómo se estimula?, y sobre todo ¿qué podemos hacer los padres y los maestros para fomentar la creatividad?

La creatividad debemos entenderla como la capacidad de dar soluciones o hacer nacer algo real que pueda ser llevado a la práctica. Por soluciones no me refiero únicamente, por supuesto, a la ciencia o la tecnología. Una nueva forma de organizar una empresa, un libro, una corriente pedagógica, una obra musical, un helado delicioso… todo eso es un acto de creación llevado a la práctica, motivado por la pasión.

5. En la España del 2015 casi todas familias optan por educar a sus hijos en guarderías tempranas (antes de los 2 años, incluso desde los 4 meses) y después en colegios, sean públicos o privados, desde los 3 años. ¿Es ese el único camino?

La infancia hoy en día se enfrenta a cambios profundos en su atención cuyas consecuencias no podemos imaginar ni prever ya que se trata de experiencias completamente nuevas en la historia de nuestra especie.

La mayoría de los bebés y niños pequeños pasan la mayor parte de su día con cuidadores que no son sus madres o familiares directos, sino que son atendidos en instituciones educativas en grupos con unas ratios que no se asemejan a las normales en la especie. La separación de la madre se produce, en muchos casos, siendo aún lactantes, algo realmente diferente a cualquier comportamiento mamífero, indicándose además como necesario para el desarrollo del niño por ciertas corrientes psicológicas. A lo largo de la infancia los niños pasarán tanto o más tiempo en centros educativos que en compañía de sus familias. La contrapartida es que existen mecanismos de protección a la infancia y sus derechos y los niños sufrirán menos abusos y explotación que jamás en la historia, disponiendo además de entornos en los que su cuidado y su aprendizaje es importante aunque sea imperfecto.

La increíble resiliencia del ser humano, su capacidad de compensar lo malo con lo bueno, su aprendizaje y complejidad, posiblemente minimice las consecuencias a largo plazo de estas pautas tan extrañas pero cada vez más extendidas en el mundo occidental. Sin embargo, también podemos pensar que esto puede dejar huellas en el equilibrio físico, emocional y cognitivo. ¿Pueden compensar las mejoras de las sociedades occidentales ricas las carencias que, por otro lado, provocan? Yo creo que sin duda tenemos vidas buenas, no sería inteligente pensar en un pasado idílico, porque la realidad es que el hambre, la enfermedad y la violencia eran casi cotidianas y basta analizar los índices de mortalidad infantil para entender que no querríamos volver atrás por mucha aldea amorosa que imaginemos. Pero ¿no sería más inteligente aún que las mejoras no tuviesen este precio y nos esforzáramos en combinar necesidades naturales con avances culturales?

No tiene ningún sentido real el pensar que a los niños pequeñitos les beneficia ser separados de sus figuras de apego y dificultar la lactancia. Es una mera necesidad social por un sistema laboral y de permisos de maternidad enemigo de los niños.

Entendido esto, posiblemente las vías son otras. Primero la ampliación de las bajas de maternidad hasta un mínimo de seis meses, y luego flexibilizarlas para que los niños puedan seguir siendo cuidados directamente por sus familias, si estas lo desean, ya que no hay mejor inversión para el futuro que darles a los bebés la mejor atención posible.

Las guarderías no son la mejor opción de cuidado infantil, y no lo serán si no se adaptan a las necesidades de los niños, procurando un ambiente de juego y relaciones relajado y sobre todo si no bajan las ratios. Unos padres con trillizos ya se ven abrumados, pero desde luego es imposible plantearnos que un adulto pudiera hacerse cargo de ocho bebés. Cuando acuden a un centro de cuidado infantil la ratio no debería ser superior a tres niños por cuidadora y a esta necesidad real responden otras opciones como lo que se suele llamar en España madres de día, que cuidan en un ambiente hogareño a muy pocos niños, respondiendo mejor a sus necesidades reales de vínculo y atención.

 6. ¿Cuál es la actual situación del homeschooling, unschooling, escuelas libres y pedagogías alternativas hoy?

Primero creo que es pertinente aclarar que existen escuelas homologadas que ya están trabajando con pedagogías alternativas. En realidad, la normativa española permite muchas opciones dentro de la legalidad, pues los objetivos se pueden alcanzar de muchas formas diferentes que no sean las fichas, libros de texto y memorización. Sin embargo, las normas para los espacios dificultan enormemente la creación de escuelas, ya que es preciso una enorme inversión.

Además existen otro tipo de alternativas paralelas que están funcionando aunque no estén homologadas y esto provoque una gran inseguridad legal. En España, pese a que la Constitución reconoce el derecho de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos esta libertad es una mentira. Primero, sencillamente, porque no hay ninguna libertad. Lo máximo que puedes elegir es colegio religioso o laico y a partir de ahí, buscar cuales tienes cerca. Pero la inmensa mayoría siguen el mismo patrón. Puedes escoger colegio privado, concertado o público, dependiendo de tus ingresos, pero una vez dentro, y contando con que, si es público, te toque el que te gusta (algo que nadie te garantiza) tampoco puedes elegir ni al maestro, ni la metodología que viene impuesta. ¿Qué libertad es esa?

Pero es que además las leyes educativas indican que es obligatoria la escolarización de los seis a los dieciséis años y se interpreta, sin que la ley lo aclare específicamente, que se espera que sea unicamente en un centro homologado español si el niño reside aqui. Y la posibilidad de acceder a la escuela, en su modalidad no presencial, tampoco es libre: solo se permite acceder a ella a los que no residimos en España, a los que tenemos profesiones demostrablemente itinerantes o a los niños que ejercen una profesión de alta intensidad (como los actores de series) o los que realizan deporte de alta competición.

Una solución sencilla a la situación de las familias, viviendo con miedo o incluso emigrando para poder seguir educando en casa, sería sencillamente permitir especifiamente la escolarización en escuelas legales y homolgadas en otro país sin que eso se considere absentismo en niños residentes aqui, algo que de hecho no es incompatible con ninguna Ley pero que hay que explicar o especificar. Garantizamos el derecho a la educación, la titulación y el respeto por esta opción real y que no va a dejar de existir de miles de familias que atienden y educan a sus hijos con total responsabilidad. Repito que los países democráticos, en su inmensa mayoria, aceptan la educación en casa con diferentes modelos y estamos dando respuesta a un problema real de la ciudadanía que, aunque es minoritario, es real y causa sufrimiento.

Pese a ello miles de familias, y esto es una realidad a la que el Estado no puede seguir dando la espalda, no quieren esto y optan por otros métodos: escuelas alternativas y educación en casa. Las familias homeschoolers viven en la inseguridad jurídica de no estar cometiendo ningún delito pero si pueden ser denunciadas por absentismo escolar o verse obligadas a escolarizar en contra de sus deseos y opción pedagógica. Las personas que usan una escuela no homologada se encuentran en la misma situación.

La experiencia nos dice que los niños educados en estos sistemas adquieren una formación tan buena o mejor que los escolarizados, e incluso, en las mejores universidades del planeta, se abren plazas especiales para ellos, pues se reconoce que suelen ser excelentes estudiantes con una especial capacidad para la autonomía y el pensamiento divergentes.

El profesor Carlos Cabo realizó una interesante tesis doctoral sobre el homeschooling español y sus conclusiones dejaron claro que no se puede considerar que educar en casa impida a los niños tener una buena formación y una socialización excelente y que, además, el perfil de los padres indica que sus razones son fundamentalmente pedagógicas y que no se encuadran en grupos extremistas de ningún tipo.

7.  ¿Y qué pasa con los problemas de permisividad, niños sin límites y tiranos? ¿Son esas las consecuencias de salirse de educación estándar?

Escoger un modelo educativo moderno, basado en el neuroaprendizaje y tratar a los niños como personas que merecen respeto como cualquier otra, nunca tendrá como consecuencia lógica el niño tirano al que tanto se teme.

Primero, pensemos en que el desarrollo psicológico y emocional en los primeros años de vida influye en la sana socialización y en la salud mental. Aplicar pedagogía negra, hacer daño, abandonar emocionalmente para conseguir un objetivo, daña a los niños. Si vamos a las cárceles seguro que encontraremos una inmensa mayoría de personas que han sufrido malos tratos en su infancia, no que fueron educadas con amor y límites correctos.

Otra cosa es que, en crianza, abandonemos el papel de los padres y educadores natural, que es formar al niño, enseñarle que las normas pueden ser necesarias si son justas y beneficiosas, que la voluntad o los deseos no pueden imponerse perjudicando a otros. Eso no tiene nada que ver con la educación respetuosa o la formación.

El problema de los niños tiranos o de los adolescentes violentos hay que entenderlo como lo que es, consecuencia de una crianza violenta o de la dejación de funciones. De todos modos, yo me pregunto si es que en vez de niños queremos robots, sumisos, que no molesten, que no tengan derecho a opinar, y que no reciban atención de los padres porque la sociedad, o ellos mismos, no quiere que los niños estén suficiente tiempo con sus familias. Tener un hijo, criar a un niño, es un regalo de la vida y una enorme responsabilidad, y necesitan tiempo, atención, acompañamiento y sentir que son realmente importantísimos para nosotros, no porque lo digamos, sino porque deseemos escucharlos y estar con ellos.

El lamentable que España no tome esta situación de una vez por todas como algo importante, y la resuelva de manera satisfactoria para todos, desarrollando un marco legal que permita la educación en casa con total seguridad. Es más, los modelos del homeschooling y de las escuelas alternativas tienen mucho que enseñar a la escuela tradicional, pues han sido los primeros en introducir y explorar las metodologías que hoy no yo, sino también expertos en Educación de nivel mundial, recomiendan. La libertad ejercida desde el respeto a los derechos de los niños nunca puede verse penalizada en un Estado realmente democrático, que debe respetar las opciones minoritarias responsables, y la educación con modelos no oficiales ha demostrado, aquí y en los países occidentales, sobradamente que lo es.

8. ¿Los niños educados “alternativamente” pueden vivir y “funcionar” normalmente en sociedad?

Por supuesto. La educación alternativa en realidad es un concepto muy vago. Si hablamos de nuevas pedagogías, la respuesta es rotunda, los niños educados con respeto y con métodos flexibles van a ser personas más libres, conscientes, preparadas y autónomas. Otra cosa es que no encajen en una vida gris, que no quieran ser peones de un tablero que no escogen o que sientan que tienen derecho a decir no cuando las normas o leyes son injustas.

En cuanto a su formación, basta mirar un poco a las revoluciones pedagógicas en marcha. Los propios Jesuitas, recientemente, se han atrevido a introducir en alguno de sus colegios modelos en los que ni deberes, ni asignaturas, ni memorización son el sistema, sino que trabajarán por proyectos, con más flexibilidad y con evaluaciones diferentes.

Y bueno, Finlandia, que ya está en las miradas de todos, con su escolarización tardía, ratios más bajas, trabajo cooperativo y autonomía del profesorado, se lanza ahora a desestimar las asignaturas y curriculum cerrado.

No sé qué estamos esperando, la verdad, para ponernos en marcha, de verdad, por una educación de calidad. Parece que en vez de querer invertir en el mayor activo de un país, sus niños, nuestros gobernantes nos quieren idiotas, acríticos y sumisos. Perdemos el tiempo de los niños haciéndoles copiar enunciados y memorizando datos, en vez de enseñarles a pensar y a discernir.

9. ¿Cómo educa y ha educado Mireia Long a su propio hijo?

En los temas de crianza me he basado siempre en la antropología como guía, y en la neurociencia, y por supuesto, en el amor con el continuum como referente. Lactancia a demanda hasta el destete natural, colecho, nada de castigos, conversaciones, tiempo, mucho tiempo. Hoy tengo la certeza de que criar con respeto no solo es lo que un niño merece, sino que da un magnífico resultado. Yo no temo a la adolescencia, ya la tengo en casa, y convivo con la persona más extraordinaria que conozco: un joven consciente, empático, cooperador, con objetivos personales claros, muy centrado en sus intereses, comprometido con sus ideas, capaz de poner límites a los demás y respetarlos en sus diferencias, con excelentes relaciones personales y autónomo.

En lo que se refiere a la educación formal, educo en casa desde hace muchos años, y mi hijo termina ahora el equivalente a cuarto de la ESO, estando matriculado en una escuela americana que le proveerá del título de High School al terminar (nuestro Bachillerato).

Los métodos que he usado han sido, y creo que en ello radica el éxito de cualquier formación, flexibles, muy flexibles, sin ideas preconcebidas. Observar al niño y descubrir sus pasiones, lo que le interesa, la manera en la que aprende mejor, es fundamental. Cuando era pequeño bastaba casi con seguir sus preguntas y dejarle ser partícipe de mi vida y de la vida social, leer mucho, ver películas interesantes, documentales, cocinar, visitar museos, acudir a eventos culturales.  Todo lo que un niño de los primeros años de primaria necesita saber lo aprende por propia curiosidad.

Más adelante introducimos algunos aspectos más formales, sobre todo con el método de proyectos que desde la Pedagogía Blanca recomendamos, pero con un curriculum muy personalizado, que, por ejemplo, nos permitía que fuera muy adelantado en algunas áreas y en otras se adaptara al nivel de su supuesto curso escolar.

A partir de los doce años comenzó a realizar cursos abiertos en inglés en plataformas como Coursera de Universidades inglesas y americanas, lo que le hacía mejorar su inglés de forma natural, aprendiendo a fondo temas que le apasionan: paleontología, biología, geología, mitología… combinándolos con una formación más académica en otros campos. Si un tema apasiona a un niño nada lo detiene, desea profundizar en él, lee y busca información.

Ahora mismo termina lo que equivale a Cuarto ESO y seguirá haciendo High School aunque se orienta a preparar los exámenes de acceso a la Universidad, por lo que ya trabajamos de forma más concreta los temas en los que ha decidido especializarse. En estas edades la educación de calidad puede lograrse sin una metodología obsoleta también, con muchos recursos de todo tipo.

10. Si pudieses retroceder 15 años, ¿cambiarías algo?

Estoy aquí y estoy satisfecha, muy orgullosa de mi camino. No creo que cambiase nada, quizá, si, el haberle evitado los primeros años de escolarización a mi hijo, que supusieron una mala experiencia. Ten en cuenta, que es un niño de altas capacidades, enormemente curioso y empático, que salió de la escuela feliz de que le ofreciera otro sistema, pues allí sentía que no era respetado como en casa y que se le consideraba lento y torpe. Pero fue nuestro proceso y los dos nos hemos reconciliado con él. Nos ha hecho ser más fuertes, no tener miedo de decir y hacer lo que creemos adecuado, más sabios y más libres.

11. ¿Quién es Mireia Long y por qué le apasiona el mundo de la educación?

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Licenciada en Historia y madre de un niño nacido en el año 2000. Desde que terminé mis estudios y di mis primeras clases me di cuenta de que este mundo debía cambiar desde la educación, para que las personas recuperásemos la confianza en nosotros mismos, disfrutáramos aprendiendo y pudiéramos relacionarnos sin violencia. Hoy soy conferenciante, escritora y divulgadora, además de co-creadora del método Pedagogía Blanca, que está revolucionando el panorama educativo en España y América.

Mis actividades profesionales en diferentes campos de la comunicación fueron aumentando mi bagaje práctico y de experiencia, y, por supuesto, nunca dejé de estudiar y aprender, profundizando en campos que fueron ampliando mi visión y dotándola de la profundidad, practicidad y refrendo científico.  Llegó un momento en el que mis ideas y mi vida logré que fueran coherentes y por eso, hoy, trabajo con familias, mujeres y educadores, en la expansión de modelos de aprendizaje y empoderamiento personal.

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He dado clases como profesora, he escrito libros y cientos de artículos de divulgación sobre educación y crianza que han ayudado a muchas familias, he trabajado como actriz, publicista, articulista y organizadora de eventos. He leído mucho y estudiado mucho sobre Historia, que es en lo que estoy Licenciada, sobre Antropología, Filosofía, Pedagogía, Ciencia del aprendizaje, Coaching y Psicología y sobre todo, he experimentado mucho y te puedo asegurar que he cambiado mi vida para que sea la vida que yo deseo y dedicarme a lo que más amo y los que más amo.

Soy mujer de palabras, por eso soy escritora. La palabra es mi modo de llegar a vosotros y podréis leerme en mis blogs y en otras páginas, pues procuro que siempre podáis estar a mi lado aprendiendo y creciendo juntos. También soy conferenciante y, tanto online como presencialmente, vais a poder hablar conmigo y escucharme contando mis secretos para una vida empoderada y una educación feliz.

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Educo en casa a un adolescente, mi hijo, que está terminando lo que habría sido una escolarización habitual y hoy puedo decir que sí, que respetar a los niños, sus emociones, sus intereses, sus pasiones y sus ritmos personales funciona y es una manera maravillosa de ayudar a que un ser humano llegue a poder ser quien quiera, realmente, ser y también él, cumplir sus objetivos vitales y sus sueños.

Todo esto lo reflejo en mi trabajo y mis proyectos, convencida de que mi misión en esta vida es la misión que yo he escogido y diseñado para mí. Y que tú  puedes hacerlo también.

12. Si fueses Ministra de Educación con libertad total, ¿qué medidas tomarías?

Mira, cuando hablo con maestros que se sienten abrumados por las dificultades en las que les pone el sistema, les pido que se centren en su pequeña parcela de realidad. Cada cambio en local es un paso en el cambio global y suelo añadir que si yo fuera ministra de Educación sus limitaciones y problemas se reducirían, pero que ahora, a pesar de las limitaciones, ya pueden hacer muchas cosas.

Sin embargo, como ministra de Educación, tengo claro lo que haría. Cualquier gobierno que realmente tenga como prioridad mejorar la vida de los niños y aumentar la calidad educativa lo primero y prioritario que haría sería considerar la Educación un punto que, más que programa e intenciones, reformas y palabrería, se demostraría con lo más importante: el presupuesto.

Y no es gastar por gastar. Cualquier innovación o mejora necesita personas comprometidas y llenas de amor por su trabajo, pero necesita también inversión. ¿Es que hay algo más importante para mejorar la competencia y el avance de un estado que la Educación? Yo creo que no.

Y es que es preciso invertir porque la primera medida indispensable es reducir radicalmente las ratios en las aulas. Y no me quedo en que sean 22 en vez de 25 alumnos, digo radicalmente. Como os contaba al principio los seres humanos no somos borregos (aunque algunos gobiernos lo intenten con tesón) sino seres con una larga infancia, capaces de cooperar, conectados al aprendizaje por la emoción y que necesitan personalización y vínculos reales para sentirse seguros y sacar provecho de todas esas horas que se dedican a su instrucción. No podemos dilapidar el tiempo de los niños y para que sus clases sean realmente efectivas sus maestros tienen que poder estar individualmente con cada uno de ellos.

Una de mis mejores amigas es profesora de secundaria en un Instituto. Cuando explico que las evaluaciones, más que por un examen memorístico, deberían ser realmente continuas, hablando con los estudiantes, sabiendo ya lo que saben, con un contacto personal directo, me cuenta que ella llega a tener 180 alumnos diferentes cada año.  ¿Qué personalización es posible en esas circunstancias si tiene problemas hasta para recordar sus nombres?

Así que lo primero, mejorar las ratios. En Infantil, en Primaria, en Secundaria, en Bachillerato. Cada niño merece tener la atención plena del educador, que lo conozca, que pueda adecuar a su estilo de aprendizaje y a sus intereses los contenidos. Nunca más de quince alumnos por clase y con eso empezaríamos a trabajar. Ya solo con ese cambio la experiencia de los niños, la competencia de los maestros y el nivel de satisfacción y efectividad aumentarían.

Por supuesto hay mucho más que hacer.

  • Olvidarnos de las estúpidas fichas.
  • Olvidarnos de los libros de texto como conductores del curso, usándolos, si acaso, como una fuente más de conocimiento disponible.
  • Olvidarnos de los deberes que abruman a los niños de tareas repetitivas porque en clase no han conseguido aprender lo que debían.
  • Olvidarnos de los exámenes memorísticos escritos que se olvidan a la mañana siguiente y no fijan el conocimiento.
  • Olvidarnos de las oposiciones infantiles o evaluaciones externas que solo añaden presiones a maestros, alumnos y padres, alejándolos del verdadero significado de la educación y su proceso.
  • Olvidarnos de las fichas, las notas, los castigos absurdos, la despersonalización, la competitividad y el estrés. Aprender es y debe ser un placer, si se hace bien lo es.

Con ratios mucho más bajas, inversión en espacios creativos, en formación del profesorado, con medios que hagan realmente accesibles las nuevas tecnologías, con internet y bibliotecas de aula realmente completas, con materiales, con laboratorios abiertos, el cambio sería real y total. Basta voluntad para que haya muchos menos niños por aula, las escuelas sean lugares amables y abiertos en vez de aulas muertas que parecen sacadas de una cárcel a veces, y sin usar libros de texto. Solo con dejar de comprar cada año miles y miles de libros de texto, imagina como podríamos incluir en cada aula, año tras año, nuevos recursos y materiales, ordenadores, sistemas para que puedan ver documentales y películas, mobiliario agradable que provoque ganas de aprender y de cooperar.

Sin deberes, por norma, pues en el tiempo escolar los niños ya tiene que poder aprender lo que necesitan y ser responsables sin cargarles de tareas repetitivas que solo sirven para acabar con sus infancias, aumentar las desigualdades y provocar tensiones en ellos y sus padres. Con tiempo libre los niños van a querer y poder hacer muchas cosas, ser dueños de su tiempo e investigar y hacerse expertos de verdad en lo que les interese. Hay que confiar en ellos. Hay que ayudarlos y guiarlos, pero no tratarlos como robots.

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Hay que permitir a los niños, especialmente a los más pequeños, jugar, mucho, mucho más. Pero no solo a los pequeños, en todas las edades el juego es la herramienta evolutiva más adecuada para aprender. Los niños aprenden jugando.

Necesitan mayor contacto con la realidad y con la Naturaleza. Necesitan poder moverse libremente y, por supuesto, elegir no hacer algo que no les interesa.  Necesitan hablar en clase, libremente, no tener miedo al error, ni a la autoridad que no se basa en el respeto mutuo. Trabajar por proyectos, en equipo de verdad, sin contenidos cerrados. Necesitan que se valore su individualidad, sus intereses, sus pasiones. Necesitan poder sentirse dueños de su proceso educativo, investigar a fondo, usar mucho más la experiencia, los laboratorios. Y necesitan mucho más tiempo libre para descubrir quiénes son.

 El Sistema educativo actual, con sus procesos, sus normas, sus evaluaciones, sus contenidos cerrados, no ha evolucionado a la vez que la sociedad y mucho menos se prepara para el futuro. No podemos seguir poniendo parches. Piensa que el fracaso escolar, la desmotivación, el acoso en las aulas, y la pérdida de confianza son resultados reales que alcanzan a un porcentaje altísimo del alumnado. Si hablásemos de cualquier empresa u organización humana tal índice de fracaso seria intolerable. Pero nadie escucha a los usuarios, cuando ellos tienen tanto que decir.

Y hay que ayudar a que los maestros sean los líderes de esos cambios. Ser maestro no es simplemente enseñar. Quizá sea la confusión más frecuente con la que nos topamos, pensar que un maestro es exclusivamente la persona que enseña conocimientos y los explica y evalúa. Y es que el aprendizaje no es una acumulación de conocimientos curriculares de manera acumulativa que sea evaluada de manera cuantitativa. El maestro trasciende esta definición tan parcial: el maestro es la persona que mantiene y aumenta el deseo de aprender del niño.

Si nos dejamos llevar por la idea de que vamos a conseguir que asimilen unos datos nos encontramos con que, el alumno que no lo logra, pierde la motivación y pierde la confianza en sus capacidades, creando indefensión aprendida, sensación de insuficiencia, y, a la larga, mayor desmotivación y fracaso.

Los espacios creativos educativos  tienen ese objetivo, ayudar al maestro a realizar con éxito esa función y por tanto deben provocar la acción, ser estimulantes, variados y emocionantes. Debe escucharse al niño, permitirle plantearse sus preguntas y buscar las respuestas, provocando su pasión. No basta con transmitir información para actuar como un maestro completo, hay que dejar al niño y estimularlo para que investigue, construya y actúe.

Al plantear al alumno una pregunta o un proyecto el maestro no debe proporcionar, de primeras, todas las respuestas  y esperar que el niño las asimile y reproduzca, sino que es necesario que impulse el deseo de investigación, de búsqueda de respuestas y aliente que se realicen nuevas preguntas. De ese modo no solo se garantiza que se aprendan aquellos conocimientos curriculares, sino que se construya el propio proceso de aprendizaje y el deseo de saber.  Nada mata más el deseo de saber que entregar un tema con contenido cerrado y considerar que el objetivo de aprendizaje es poder hacer un examen que controle lo que no se sabe y menos si el tema está planteado según marca y se escribe en el libro.

El verdadero trabajo de un maestro sería, sobre todo, el de hacer que el deseo de aprender brote en el niño y aumente. Para lograrlo no basta con explicar contenidos de forma que el niño pueda entenderlos y recordarlos, mucho menos si solo contamos con que la manera de considerar que el aprendizaje de ha producido es que sea capaz de plasmarlos en ejercicios, deberes o exámenes fundamentalmente escritos. Para que el deseo de aprender exista y se mantenga creciente hay que ser capaz de crear espacios y situaciones en las que se favorezca y se desarrolle ese deseo. Lo primero es creer que el niño tiene deseos naturales de aprender y no cortarlos ni controlarlos, sino dejarlos brotar y brillar.

Para conseguir eso los proyectos abiertos son mucho muy útiles y deben abrirse a un aula creativa donde la búsqueda de respuestas y la generación de conocimiento sea lo más plural e intelectualmente posible, recordando que el hacer, el compartir, el debatir y el enseñar a otros favorece un aprendizaje realmente significativo y duradero. Y ante todo, debe poner su centro en que es más importante el deseo de aprender que el deseo de acumular conocimiento de datos.

Además, el maestro debe conocer bien a sus alumnos para que los proyectos y propuestas que haga sepa que les interesan de verdad y los conozca, también, a nivel comunicativo y emocional, para poder darse cuenta si sus preguntas y planteamientos los han enganchado. De otro modo caeremos en el gran problema que se tiene cuando se plantea trabajar en proyectos, que realmente los niños los realizan mecánicamente, por lo que el deseo sigue muerto, cosa que, si nos enfrentamos a una clase marcada por la metodología tradicional, puede encontrar resistencias al principio.

Otra cuestión importante es que hay que enlentecer el proceso educativo. Ya bastante sobresaturados están los niños con información de fácil acceso como para poner plazos muy exigentes. El deseo de saber necesita maduración y reflexión, no prisas. La idea de la producción rápida debe abandonarse para que el niño pueda conocerse, investigar y analizar antes de cerrar una cuestión.

El maestro debe renunciar a su papel de controlador y transmisor de datos medibles y acompañar al niño, a cada niño, conociéndolo, poniéndose a su lado. No basta con enseñar para que los niños aprendan, sino olvidar la inmediatez de los resultados para tener claro que el objetivo es a largo plazo, que ellos sepan aprender y deseen aprender lo que les apasiona, guiándolos, ayudándoles a acceder al conocimiento.

El niño y adolescente realmente motivado se siente feliz de haber descubierto cosas por él mismo o con ayuda de su maestro, se vincula con él y se siente orgulloso de sus logros, lo que, a la larga, aumenta su motivación, compromiso, esfuerzo y confianza, que especialmente crecerá si detectamos y alentamos aquellos temas que le apasionan o conseguimos despertar su pasión por aquellos temas que, en principio, no le resultan especialmente atractivos. Si penalizamos sus errores y les damos malas puntuaciones, especialmente si se hacen públicas, lo que sucede ya desde Infantil, convertiremos a un niño lleno de pasión por aprender en un robot de superar exámenes si hay suerte, o en un adolescente que ha perdido la confianza en él mismo

Tenemos un problema serio en dos aspectos: el fomento del talento y la capacidad del alumnado para responder a problemas complejos o de índole práctica. Y eso, que es precisamente en lo que trabaja la Pedagogía Blanca, es posible revertirlo, con, primero, un descenso de las ratios, inversión, trabajo por proyectos e individual personalizado, libertad en la creación de centros alternativos más accesibles y aceptación del homeschooling.

A nivel más concreto algunas propuestas serian parte de este programa.

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1.- No usar libros de texto ni de fichas.

2.- Invitar al niño a“tirar del hilo”, desde temas que le apasionen irá descubriendo todo el conocimiento.

3.- Trabajar prioritariamente con la experiencia de la realidad.

4.- No hacer exámenes memorísticos, ni centrados en datos y escritos.

5.- Enseñar y evaluar teniendo en cuenta las Inteligencias Múltiples.

6.- No mandar deberes ni invadir el tiempo de ocio de vacaciones con tareas.

7.- Trabajar por proyectos y áreas de interés, no por programa cerrado.

8.- Fomentar el pensamiento crítico

9.- Educar emprendedores.

1o.- Alentar en el uso consciente de las nuevas tecnologías.

11.- Valorar el error como método de aprendizaje.

12.- No educar con castigos.

13.- Utilizar recursos audiovisuales pues aumentan la calidad del aprendizaje.

14.- Dejar que cada niño decida que libros desea leer.

15.- Respetar, de verdad, el ritmo de cada alumno y su manera de aprender.

16.- Trabajar la creatividad como base de todo proceso de aprendizaje.

17.- Permitir el juego adaptado a cada etapa.

18.- Transmitir amor a la ciencia y al método científico.

19.- Acompañar al niño a descubrir su pasión.

20.- No juzgar y aceptar que realmente lo que va a necesitar saber un alumno en el mundo del mañana no es algo que podamos saber seguro.

13. ¿Cómo es tu co-proyecto La Pedagogía Blanca y a quién se dirige?

La Pedagogía Blanca es la culminación de un proceso de muchos años, vital y profesional. Nace hace tres años cuando mi socia y yo decidimos ofrecer a otros educadores y padres todos los conocimientos que nosotras mismas hubiéramos deseado poder obtener hacía años, cuando comenzamos nuestro camino.

La manera de hacerlo son cursos de formación especializada para colegios de forma presencial y para maestros, profesores y padres, habitualmente online, lo que les permite acceder a ellos desde cualquier lugar del mundo y en horarios totalmente flexibles.

El curso central es el la Formación en Pedagogía Blanca, nuestro sistema, que, más que una educación alternativa, tiene el objetivo de que todos los niños, de cualquier escuela, tengan acompañantes preparados, conscientes y empáticos en todo su desarrollo, y que les permitan ese gran regalo vital que es aprender con pasión y placer. Recuperar el que el conocimiento sea algo que se ama, de lo que se disfruta, y en lo que el esfuerzo y la responsabilidad nacen de una motivación intrínseca.

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Ofrecemos algo que creemos que otras pedagogías alternativas, ancladas en el pasado, han dejado de un lado: el que estamos en el siglo XXI y los niños quieren y necesitan una formación de este tiempo con los medios de este tiempo y que se base, más que en elucubraciones, en ciencia demostrada y real. Y lo hacemos aportando herramientas concretas y prácticas en un diseño estructurado para acompañar nosotras también a nuestros alumnos en su empoderamiento como educadores.

Abordamos una visión holística del niño, en los etológico, lo antropológico, lo biológico y lo psicológico, y todo unido en la pedagogía práctica. Para nosotras la comprensión del niño, en sus ritmos madurativos, sus características como individuo único y en sus necesidades biológicas y evolutivas es indispensable para construir cualquier proceso formativo.

Somos partidarias de usar abundantemente medios audiovisuales e internet, pues son los soportes más cercanos a la experiencia del niño y con los que su conocimiento tiene la oportunidad de hacerse más profundo. Y a la vez, apostamos por lo vivencial y experimental como elementos indispensables. Apoyamos la transformación física y emocional de los espacios educativos y el trabajo por proyectos, así como la personalización de los contenidos e itinerarios.

En este curso de Formación en Pedagogía Blanca colaboran con nosotras cuarenta profesionales que hemos seleccionado por su calidad, por su trayectoria y, por supuesto, por conocer a fondo sus planteamientos concordantes con los nuestros: psicólogos, pedagogos, profesores de diferentes áreas, ingenieros, filósofos, maestros, músicos, emprendedores, artistas y artesanos, todos incluyen clases en el curso.

Pero no es nuestra única propuesta. Este año hemos comenzado tres formaciones adicionales: un Máster en Diseño de Espacios Educativos Creativos y Comunicación respetuosa, un curso específico para Madres de Día y un taller sobre Homeschooling, además de seguir trabajando en colegios con cursos de formación para el profesorado.

14. ¿Qué deseas para los niños y padres del futuro?

Libertad. Libertad para elegir sus destinos, sabiendo que solo el conocimiento nos permite tomar elecciones realmente libres y conscientes.

Infancias felices, sin imposiciones que dañen la naturaleza del niño, sin deformaciones ni daños causados por adultos dañados.

Todo eso, estamos seguras, es un camino para que los niños del futuro puedan convertirse en adultos más fuertes, más libres, más comprometidos y más empáticos, pues lo que recibimos en la infancia es lo que podremos dar en el futuro.

Fuente entrevista: http://www.elblogalternativo.com/2015/05/29/si-yo-fuese-ministra-de-educacion-cambiaria-todo-esto-entrevista-a-la-experta-mireia-long/

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Liliam Hidalgo: “Situación de los docentes de las zonas rurales requiere respuestas desde la planificación territorial”

Entrevistamos a la experta Liliam Hidalgo, asociada de Tarea, para que nos comente sobre la actual situación de la educación en zonas rurales y sus docentes, que nos permita nuevas perspectivas de análisis en el marco del debate sobre revalorización docente que venimos desarrollando en nuestra plataforma.

Edugestores: ¿Cómo está la situación actual de la educación rural, así a grandes rasgos? 

Liliam Hidalgo: Hay varios puntos preliminares antes de aterrizar en la problemática de la educación rural. Existe en el país una diversidad de ruralidades, que marcan la diferencia entre varias problemáticas que pueden haber con los docentes en todas las zonas rurales. El tema de retención de los docentes en las zonas más alejadas es un tema álgido aún. Si bien hay un problema con retener a los docentes en ámbitos rurales más dispersos, no es un problema solo para el personal del sector educativo, sino que es un problema para todas las personas que trabajan en estas zonas y que provienen de todos los sectores públicos del país y que gestionan y ponen en marcha políticas. No vas a encontrar un buen ginecólogo ni un buen pediatra que esté de manera permanente en un centro médico en una zona altamente dispersa, donde ni siquiera hay infraestructura para la atención. El asunto tiene una problemática más estructural que debe mirarse más a largo plazo, pero que a la vez requiere medidas mucho más concretas e inmediatas.

Otro elemento a mencionar es que desde la experiencia de Tarea, en el trabajo con docentes rurales, se ha verificado que hay más necesidad de dejar las aulas en zonas andinas que en las amazónicas, y las razones que tienen los docentes para querer migrar son diversas. Y como hay múltiples factores, se deben pensar en una lógica de múltiples alternativas y múltiples respuestas, ya que no hay una sola forma de resolver puesto que no hay una sola causa que lo motive. Hay medidas de fondo y medidas de forma. Y habría que preguntarnos como país cómo queremos abordar este tema. Si queremos entrar a las medidas de fondo, que son las de más largo plazo, que buscan cómo resolver los problemas estructurales, y también hay la posibilidad de pensar en las medidas de forma, en cómo compensar, con medidas concretas y específicas.

Edugestores: ¿A qué se atribuye que los docentes quieran dejar sus aulas e irse a otro lugar?

Liliam Hidalgo: Y si hablamos de la retención, uno se tendría que preguntar quienes son los que quieren salir y por qué quieren hacerlo. Por lo que he podido recorrer y acompañar a docentes en zonas rurales, generalmente quienes solicitan su salida o cambio, son aquellos que vienen de afuera. Entonces, lo que no ocurre por ejemplo en poblaciones amazónicas, cuando el maestro kichwa del Alto Napo no intenta dejar la comunidad, es porque no tiene necesidad de salir porque es su espacio, allí está su familia. Y cuando el docente quiere salir es porque usualmente viene de afuera, no se siente parte de la comunidad, ya que ha venido de lejos. Por lo tanto, esto nos puede dar algún tipo de indicador para pensar la política más grande, en términos de planificación territorial. Es necesario pensar en los maestros rurales en prioridad desde el territorio. Hay programas tipo Formabiap en la Amazonía, cuya función en la formación inicial del docente es invitar a jóvenes de la secundaria de las comunidades para formarlos para que luego retornen, en una lógica que puedan acceder a una plaza dentro de su propio pueblo, en su lengua, en su cosmovisión. Si hay un maestro que elige la plaza de su población es porque es parte de ese pueblo, tiene sentido de pertenencia y es el más idóneo para ese puesto.

Edugestores: Entonces un tema pendiente está en hacer que las políticas miren el territorio y consideren tambien esto en la formación inicial del docente.

Liliam Hidalgo: Si pensáramos más desde lo territorial y desde los derechos de los estudiantes, tendríamos que asumir como prioridad que el docente sea formado en su pueblo, para que luego de estar formado, trabaje en bien del desarrollo de su comunidad, sin limitarlo a que conozca otros lugares. La formación inicial del docente debe estar inmersa en políticas de selección, de ingreso a carrera pública, de contratación, de nombramiento, que consideren al territorio.

La situación de nombrado y contratado es un tema a tener en cuenta. Hay estadístcias que indican que al 2016 hay 25 mil docentes en la Carrera Pública Magisterial de los cuales 20 mil son de zona urbana y 5 mil son rurales. Y donde los contratados en zonas rurales muestran una situación de vulnerabilidad, ya que tienen contratos por un plazo determinado y pueden dejar la plaza con menos problemas.

En cuanto a la selección, no estamos en capacidad de elegir a los mejores, sino que las plazas para nombramiento se hacen vía concurso y se otorgan por orden de mérito, primero a las zonas urbanas y al final a las zonas rurales, lo cual es una desventaja. El puesto no es atractivo para una madre con niño pequeño, pero de todas formas hay mujeres en zonas rurales que van a trabajar con sus niños porque no tienen otra opción. No es lo óptimo, pero si tuvieran la oportunidad de elegir difícilmente optarían por una escuela rural.

FOTO: MINEDU

Edugestores: ¿Considera entonces que hay un desfase en lo normado en torno a este tema? ¿Hace falta más leyes o más qué reglamentar?

Liliam Hidalgo: Hay grandes lineamientos, hay normativa, pero podríamos precisar o acotar en algún tipo de norma técnica pero para hacer cumplir lo normado. Por ejemplo, para el tema de los profesores contratados que deben contar con una lengua originaria, esto no se cumple. Es cierto que vamos mejorando, que las UGEL y DRE hacen un trabajo más concienzudo, pero si se llegaran a cumplir estos criterios de territorialidad y derecho de los estudiantes a tener un docente durante todo el año, y que hable su propia lengua, que conozca su cultura, y si lográramos que esto se cumpliera con mayor compromiso, se habrá dado un gran avance.

Aún así creo que hay un conjunto de condiciones actualmente de ejercicio de la profesión docente que hace complejo que el profesor permanezca en un solo lugar. Hacemos de esta planificacion territorial que estamos pensando, que los docentes se queden, aún así subsisten una serie de condiciones que deberían cambiar. Se puede flexibilizar temas de reasignación, por ejemplo.

Edugestores: ¿Qué temas se tendrían que atender para mejorar la situación de los docentes?

Liliam Hidalgo: Existe un primer grupo de condiciones que tiene que ver con el ejercicio propio de la profesión: remuneraciones, incentivos, y los horarios. En remuneraciones; no es secreto que no cubren canasta básica ni necesidad de la profesión. Hay un contigente de docentes en huelga lo cual es justo que realicen demandas por un buen salario. Y dos mil soles como base no es el promedio de un profesional medio en el país. Pero este problema es generalizado, tanto en zonas rurales como urbanas. Existen para zonas rurales un grupo de incentivos, para que los maestros se queden. Y al parecer por el nivel de renuncias de los últimos años, no están logrando cubrir las necesidades y las expectativas de los maestros. Hay zonas donde solo el desplazamiento (bote o por pago de gasolina) puede alcanzar 500 soles y esto no se cubre con los incentivos ante los gastos reales que supone el traslado del docente. ¿Es incentivo o solo cubre gastos?

En cuanto a los horarios, ya existen en el país iniciativas al respecto. Las UGEL ya han modificado horarios, y sabemos de experiencias donde del docente trabaja tres semanas enteras de servicio continuo y tiene una semana fuera, similar al 22 x 8, y creo que en algunos casos ha dado buenos resultados. En aquellos lugares donde el problema central fueron los horarios, tener una flexibilidad ha signigicado un cambio en la situación.

Luego viene todo un asunto de condiciones de supervivencia: servicios de agua, de luz, de desagüe, y en los lugares de más fácil acceso, teléfono e internet, que debe ser un servicio para todos los docentes. Esto debe estar al servicio de cualquier maestro, y debe ser lo mínimo que se debe tener para trabajar, contar con un servicio higiénico. Incluso el tema satelital podría ser considerado para zonas más alejadas, ya que se puede resolver el problema de este tipo de acceso con otro tipo de tecnología. A través de la Encuesta Nacional de Docentes, ENDO 2014, solo el 10% de maestros en zonas rurales puede conectarse a Internet en su institución educativa. Sin embargo, para la mayoría de los maestros, el 65% cree que la conexión a internet es uno de los factores clave para el mejoramiento de su desempeño profesional.

FOTO: MINEDU

Edugestores: ¿Cuáles serían las otras condiciones necesarias para este tema de retención de docentes en el ámbito rural?

Liliam Hidalgo: Hay otro conjunto de condiciones, que denomino como de acceso y permanencia, planteadas como política de manera similar a las que se aplican para los estudiantes. De lo que conozco en la actualidad, en los modelos de atencion rural para zonas dispersas, se incluye a la movilidad como parte de la asignación, ya que la distancia es lejana y los costos son tan elevados que exceden lo que se paga. Habría que revisar en qué casos el modelo implica movilidad, ya que hay zonas que no cuentan con servicios de transporte público y se tiene que contratar movilidades ad-hoc. Los mismo pasa con las viviendas. El Minedu ha hecho un primer estudio sobre el estado de las viviendas de docentes rurales. Y aquí hay una palabra clave, la atención de la diversidad en este tema, porque de lo que hemos podido ver y conocer, aunque no en todos los casos, no hay necesidad de construir viviendas ya que hay comunidades que tienen la voluntad de asignar una casa al docente, y así lo convierten en parte de la comunidad, lo que cambia la lógica. Hay que ver y explorar otras alternativas y en los casos en que los docentes tienen que quedarse de lunes a viernes o por tres semanas enteras, movilidad y vivienda son factores capitales a tomar en cuenta.

Edugestores: ¿Qué hay de la salud del docente en estas condiciones?

Liliam Hidalgo. En cuanto al acceso y permanencia básicos, esto tiene que ver con la salud integral del docente, tanto física como emocional. Estos docentes que están demandando salir, son maestros multigrados o unidocentes y viven en zonas alejadas, viviendo en la misma escuela y esto tiene un costo emocional fuerte, ya que en algunos casos se trata de soledad, ya que no hay colegas con los cuales compartir sus experiencias, el alejamiento de la familia, pocas o nulas posibilidades de capacitación, lo que va mellando en la salud emocional y este tema no ha sido aún atendido. Hay también datos en la encuesta docente indica que hay 9% de docentes con discapacidad, otros que sufren estrés, y si hiciéramos un zoom focalizados encontraríamos otro tipo de enfermedades que no están siendo atendidas. ¿Quién se acerca a dialogar con los docentes? Es cierto que hay políticas que han incluido sin querer un soporte emocional, pero esto debería ser como una estregia ad hoc, para que se colabore para brindar soporte de esta naturaleza a los docentes que viven solos, aislados, que están en un lugar diez meses allí sin recibir atención.

Otro tema es la salud física, ya que si estás en una zona a seis u ocho horas de la capital de la provincia, no es que en la tarde vas a consulta con el médico general y regresas, no hay un centro médico cerca, e ir a Essalud implica dejar tu comunidad, gastar en transporte. Si hay docentes que están enfermos prefieren no ir a ser atendidos por todo lo que implica. Hay docentes que no son candidatos para este tipo de puestos, ya que las condiciones son riesgosas, lo que hace que todavía haya muchas menos probabilidades de conseguir una persona para ese puesto. Las últimas estadísticas señalan que en los últimos concursos, hay 0.3 postulantes por plaza, o sea ni siquiera un concursante por plaza, lo que es preocupante.

Edugestores: Cuéntamos qué panorama existe desde el tema de la gestión y las redes en zonas rurales.

Liliam Hidalgo: Otro grupo de condiciones tiene que ver con el trabajo pedagógico y la gestión. Una vez que el docente ya esté en las aulas, debe recibir el apoyo de las políticas de acompañamiento y de la gestión en redes educativas. El acceso a medios de trabajo virtuales debería ser una oportunidad: tener laptops, tablets. El programa Juntos funciona a través de estos sistemas, donde no necesitas conexiones Wi-Fi. Si el docente está tres semanas en una comunidad por lo menos podría tener un dispositivo con acceso a información mínima, tener acceso a capacitarse, conectarse con su familia. En la experiencia internacional hay casos de incentivos a través de maestrías, diplomados o demás cursos de posgrado, como compensación de este tipo de trabajo con estas condiciones. O quizás considerar la posibilidad de que estos docentes tengan el soporte de un auxiliar o un administrativo multifuncional, ya que el docente se hace cargo de limpieza, administración, alimentación y estas labores las podría hacer otra persona.

Fuente: https://edugestores.lamula.pe/2017/07/06/liliam-hidalgo-situacion-de-los-docentes-de-las-zonas-rurales-requiere-respuestas-desde-la-planificacion-territorial/edugestores/

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Jokin Azpiazu: “Los hombres que maltratan a las mujeres son los hijos sanos del patriarcado”

¿Nuevas masculinidades? No tan deprisa

Según el sociólogo Jokin Azpiazu (Ermua, 1981), la construcción de esta masculinidad sensible y comprometida flaquea desde el momento en el que se la concibe como una cuestión identitaria, casi estética; ajena en todo caso a su contexto de privilegios.

Azpiazu defiende esta tesis en Masculinidades y Feminismo (ed. Virus), desde donde desarma, uno por uno, los postulados de esta nueva identidad a la que muchos nos habíamos aferrado como náufragos en un mar de machos opresores. Pero, ¿y si somos parte de ese mar? ¿Y si nosotros somos ese mar?

Lo que sigue es un manual de autoayuda para llamar a las cosas por su nombre. Para dejar de llamar nueva masculinidad a lo que a veces es simple miedo a perder el privilegio de ser hombre, sensible y comprometido, sí, pero hombre al fin y al cabo.

–¿Pueden las nuevas masculinidades ser pensadas desde la propia masculinidad?

Cuando planteamos lo de repensar la masculinidad muchas veces acabamos derivando en una visión que no pone mecanismos para pensarla desde otros lugares. Con poner mecanismos me refiero a tener cerca las teorías feministas, a evitar dignósticos sólo desde nuestra visión; me refiero a la tendencia en los últimos años de elaborar la cuestión masculina como identidad, pero no como aspecto subjetivo relacional en un contexto donde no estamos solos.

–Rechazas las nuevas masculinidades porque el término alude a la parte identitaria del hombre, pero lo separas de su relación con los privilegios de poder.

Algo así. Es como hablar de clases trabajadoras en una sociedad sin explotación laboral. Yo creo que es importante pensar en cómo se construyen las identidades masculinas, femeninas y otras que escapan a estas dos, pero pensar también que esta cuestión identitaria nos sitúa en una jerarquía de poder concreta. No hay una forma de pensar la identidad masculina si no pensamos en la femenina y en la relación que guardan entre ellas a nivel económico, político, simbólico, etc.

Parece que las nuevas masculinidades somos solo aquellos que tenemos menos de 35 años.
—También te chirría el adjetivo ‘nueva’.

Lo que me hace saltar las alarmas respecto a la nueva masculinidad es que creo que lo visibilizamos a un nivel casi generacional. Parece que las nuevas masculinidades somos solo aquellos que tenemos menos de 35 años. De esta manera es fácil identificarnos en una especie de ‘lo que hacía mi padre estaba mal, pero yo soy de otra generación’. Cada vez que hablamos de ‘nuevas’ y ‘viejas’ tenemos que preguntarnos qué se mantiene en lo nuevo, quizás nos sorprende darnos cuenta de que en algunas cosas hemos retrocedido respecto a nuestros padres.

—¿Por ejemplo?

La generación anterior a la mía de alguna manera se cuestionó lo de casarse, y lo hizo en una época en la que era pecado convivir fuera del matrimonio. Hoy, sin embargo, estamos viendo un repunte del matrimonio con gente súper joven que se casa por la iglesia y monta todo el tinglado. Antes la gente se casaba por la cuestión religiosa, ahora porque es un evento social.

Antes la gente se casaba por la cuestión religiosa, ahora porque es un evento social.
—¿El macho alfa sigue vigente hoy en día?

El prototipo de macho alfa de ‘La Manada’ de la violación en San Fermín es una masculinidad muy visible, pero no es el modelo hegemónico hoy. Y no lo es porque tiene que defender su posición respecto a posiciones críticas, porque tiene que justificarse.

Debemos identificar el modelo que se mantiene hoy en las relaciones sociales de género sin que sea evidente. ¿Cómo ejercemos el poder aquí y ahora? ¿Cómo estamos justificando nuestra negativa a salir del mercado laboral cuando somos padres? Ya no lo hacemos con la excusa del ‘ya se ocupará la mujer’, eso es de otro tiempo, ahora lo planteamos con otros argumentos que resultan aceptables pero tienen el mismo efecto.

–Sostienes que nos cuesta participar de movimientos que no son nuestros. ¿Crees que deberíamos abandonar el concepto de nuevas masculinidades y concentrarnos en el feminismo?

No podemos participar en los movimientos feministas como si fuéramos una más, porque nuestro punto de partida es distinto. Esto ha derivado en que las iniciativas sobre nuevas masculinidades planteen procesos que muchas veces derivan en una especie de autoreferencialidad, de cerrarnos sobre nosotros mismos y pensar que necesitamos una teoría diferente de la feminista. Creo que nos queda mucho para acercarnos al feminismo de una manera responsable, para considerar las diferentes posturas entre los movimientos feministas y no solamente aquellas que nos parecen fáciles de asumir.

–Insisto, ¿crees que deberíamos dejar de lado el concepto?

Solo digo que sería interesante profundizar en una dirección que nos haga sentir un poquito más incómodos, que efectivamente influya en el replanteamiento de los ejes de poder.

–En la cúpula de ese eje sitúas al patriarcado, del que dices que algunos hombres también nos sentimos víctimas. ¿Quién es entonces el verdugo?

En el caso de los hombres nos parece tentador identificarnos como víctimas, pero decir que somos víctimas del patriarcado se aleja de la vida real. No solamente somos opresores o aprendemos a oprimir porque el patriarcado nos lo ha enseñado, sino porque nos va bien y porque nos funciona. Somos consciente o inconscientemente partícipes de que el patriarcado siga funcionando. En definitiva, nosotros somos el patriarcado, no víctimas de él.

De la misma forma podemos hablar del capitalismo como un sistema de valores que aprendemos entre todos, pero luego hay un 1% que viaja cada día en jets privados.

 

Nosotros somos el patriarcado, no víctimas de él.
–Quizás sea perverso pensar que el obrero, por mucho que alimente la rueda, tiene la misma responsabilidad que el tipo del jet privado.

Podemos pensar que nuestra visión respecto a las relaciones de género es muy liberadora, pero en realidad estamos fijándonos en cómo lo sentimos y cómo lo vivimos nosotros y no en las condiciones sociales que compartimos. Estamos definiéndonos como parte de la solución, y no como parte del problema.

–¿Puedes poner otro ejemplo?

Yo estoy metido en el mundo de la música y hasta hace bien poco jamás toqué en ningún grupo con mujeres. Y no es que fuera un machista que pensara que las mujeres no tocan bien, sino que en mi esquema mental, cuando decidía con quién tocar, siempre aparecían mis amigos y no mis amigas.

–En mi caso no sé si estoy en un determinado puesto haciéndote esta entrevista por ser hombre o por méritos propios.

Probablemente por ninguna de las dos. La forma de ganarnos las cosas está mediada por el hecho de ser hombres o mujeres. Aún no existe un sistema de meritocracia que haya sido construido al margen del género que me favorece. Yo no soy responsable de mi posición en mi universidad porque me la he ganado en base a mis méritos, pero esos méritos están construidos desde una visión muy particular de género. Que nos reconozcamos parte de la rueda no quiere decir que tengamos que tirarnos por los balcones o autoflagelarnos, lo que quiere decir es que debemos tomarnos en serio pensar cómo gira esa rueda y actuar al respecto.

–Antes de flagelarnos quizás podemos renunciar a los privilegios que nos han sido dados.

Un cambio social no puede estar basado en que las personas que tienen posiciones privilegiadas renuncien a sus privilegios. Esto no ha sucedido nunca. Una cosa es ser conscientes de nuestros privilegios, y otra es arrogarnos el derecho a decidir en qué momento renunciamos a según qué privilegios y en qué momento no. Claro que nos parece que los planteamientos feministas «están muy bien», pero cuando nos tocan de cerca a menudo nos defendemos diciendo que «están llegando demasiado lejos», precisamente cuando cuestionan nuestro privilegio.

–Uno de los grandes bastiones de las llamadas nuevas masculinidades es la paternidad. ¿Consideras que la paternidad moderna y comprometida es real?

La percepción que tenemos los hombres respecto a nuestra propia paternidad sí que ha variado mucho en los últimos años, así como ha variado la percepción social sobre lo que es ser un buen padre. El espacio biográfico que ocupa la paternidad en el caso de los hombres actuales es mucho más fuerte, importante y central. Muchos padres ahora te dicen que su vida les cambió cuando nació su hijo o su hija.

 

Estamos cogiendo la tijera para quedarnos solo con las partes que nos interesan.
–¿No es algo muy lógico que te cambie la vida?

Claro, pero estamos cogiendo la tijera para quedarnos solo con las partes que nos interesan. Por ejemplo, la implicación emocional nos interesa. Es difícil ser padre, pero también le da sentido a vida; sin embargo, otro tipo de cuidados quizás no le de tanto sentido y tanta alegría a la vida: enseñar a nuestra tía abuela de la misma manera que salimos al parque a enseñar a nuestra criatura.

–Hablemos de violencia de género, ¿los malos siempre son los otros?

El tema de la violencia en el Estado español es complicado. Siempre que hablamos de violencia, sea cual sea ésta, lo primero que nos interesa es salir de ese grupo. Decir que nosotros no estamos en él y que no participamos de esas actividades.

Creo que es una cuestión ambivalente, que ha sido importante que se haya visibilizado también por muchos hombres mostrando su rechazo, pero me parece que a lo mejor nos hemos pasado de frenada. Al final hemos acabado pensando que se puede condenar lo que hacen otros sin pensar que nosotros tenemos algo que decir. Me encantaría que todos estos hombres que condenan la violencia de género pudiéramos decir que no tenemos actitudes violentas hacia nuestras personas cercanas. Yo creo que no es así.

En este país cada tres días aparece un reportaje en prensa de alguien que dice: «Nunca me imaginé que este hombre fuera a matar a su mujer, era un tío normal». Efectivamente, los hombres que ejercemos violencia somos normales, los hijos sanos del patriarcado». Si planteamos que violar a alguien es esperar detrás de un seto, ponerle cloroformo y agredirla, nadie se sentirá aludido.

Si planteamos que violar a alguien es esperar detrás de un seto, ponerle cloroformo y agredirla, nadie se sentirá aludido.
–Para terminar, qué hacemos con la masculinidad, ¿transformarla o abolirla?

Yo apuesto por abolirla. No creo que tengamos que centrarnos en si somos viejas, nuevas o archinuevas masculinidades, sino en ver cómo podemos desmontar el sistema de relaciones que sostiene la masculinidad tal y como la conocemos. No obstante, el hecho de decir que vamos a abolir algo no significa que por el camino no nos identifiquemos con ese algo, reconocernos en la posición que nos sitúa y plantear las cosas desde ahí.

–Cuando caigamos no tendremos nada a lo que agarrarnos…

Hay una propuesta de Rosi Braidotti que habla de eso, cuando todo se desmorona nos tenemos que agarrar al desmorone. Hemos tenido un poco de pánico y, al ver cómo se desmontaba nuestro esquema, nos hemos agarrado a lo primero que parecía funcionar: las nuevas masculinidades. Pero para mí lo hemos hecho demasiado rápido. Creo que antes nos tenemos que observar desde dentro y desde fuera en ese desmoronarnos, ver por qué nosotros nos sentimos incómodos, cuando otras personas no se sienten para nada así. Volvamos un segundo a la metáfora del capitalismo: si algún día éste llega a debilitarse, quién sufrirá más, ¿nosotros o el del jet privado?

Yo apuesto por abolir la masculinidad.

Fuente: http://www.playgroundmag.net/food/Jokin-Azpiazu-hombres-patriarcado-victimas_0_2000799906.html

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Entrevista a Xavier Martínez Celorrio: “No podemos exigirle a la escuela sola que iguale oportunidades”

06 julio 2017/Fuente: El Diario de la Educacion

El sociólogo de la UB Xavier Martínez Celorrio alerta de que el ascensor social durante la crisis se ha convertido en «descensor», y ve en el actual movimiento de cambios pedagógicos una oportunidad para abandonar el modelo «selectivo» y abrazar uno de inclusivo.

Desigualdades sociales, equidad educativa, acceso universal a los estudios, política de becas, ascensor social… Estas han sido las líneas de investigación que han ocupado el sociólogo Xavier Martínez Celorrio, profesor en la UB, a lo largo de su carrera académica. Pero, además, últimamente sus reflexiones sobre la proliferación de innovaciones pedagógicas en las escuelas han sido muy comentadas. Conversador directo y sin complejos, muy crítico con la falta de inversión en educación, Celorrio se muestra optimista ante “una ola de cambio genuino en los centros educativos, que viene desde abajo” y que espera que ponga punto final al modelo educativo memorístico y selectivo .

Has dedicado años a estudiar cómo funciona el llamado ascensor social en Cataluña y España, la movilidad entre clases. ¿Existe, este ascensor? ¿Ha llegado a funcionar en nuestro país?

Y tanto. Ha funcionado durante los años noventa y hasta que ha llegado la crisis. La educación ha sido clave para jerarquizar las oportunidades de movilidad social. Gracias a la democratización educativa, la rigidez clasista de la sociedad se ha llegado a reducir un 30%.

¿Qué significa esto?

Es la fuerza de relación que tienen los orígenes sociales sobre los destinos profesionales de los hijos. Que se haya reducido es importante para tener una estructura social más interclasista y con más oportunidades. Ha sido fundamental la inversión en educación, que se duplicó entre el 2000 y el 2009, pero que con la crisis en España ha sufrido un recorte de ocho mil millones de euros. Con la crisis, el ascensor social se ha convertido en descensor. El factor educativo ha funcionado en términos negativos: los menos formados han sido los más afectados por el empobrecimiento y el paro. Lo que hace la crisis -y su salida- es reforzar los orígenes sociales: a igualdad de titulaciones, las mejores oportunidades vienen dadas en función de la procedencia familiar.

En el debate sobre si la escuela puede compensar las desigualdades sociales, tú serías, pues, de la opinión que sí puede. Que ha podido.

Una parte, sí. Porque ha habido una inversión sostenida y una democratización de las titulaciones, pero los principales determinantes de los resultados educativos -se calcula que al menos en un 70%- siguen siendo las desigualdades externas a la escuela. La capacidad igualadora de la escuela es reducida. Por tanto, no se puede enfrentar sola, no podemos exigirle sólo a ella que iguale oportunidades.

¿Qué factores externos determinan estas desigualdades?

El primero, la estructura productiva y del mercado de trabajo. Aquí predominan sectores de bajas calificaciones y salarios, como la construcción y el turismo, que han sido claves también para fomentar el abandono escolar. Este factor ligado al segundo: la estructura de desigualdades de las condiciones de vida de las familias. Además, otro sería la segregación urbana: tenemos una trama de barrios muy desiguales en función de la renta y el bienestar social. Si a todo esto se le suma que encima no tenemos una buena política social de infancia que ataque la pobreza infantil, pues el escenario es bastante grave.

En este combate de las desigualdades, has escrito que un elemento puede ser la metodología que se aplica en las aulas. En un artículo, defendías que el trabajo por proyectos tiene efectos sobre la igualdad de oportunidades.

Claro. De hecho, nos hemos acostumbrado a asumir la función selectiva de la escuela, pero esta viene determinada por un código pedagógico memorístico y magistral. Para mí, la mayor aportación de la ola de cambio que estamos viviendo es neutralizar el poder selectivo y clasificatorio de la escuela, propiciar una mayor inclusión. Se está universalizando el acceso a unas competencias y capacidades que antes las escuelas e institutos no acababan de desarrollar de forma universal. Esta es la gran fuerza de las escuelas innovadoras. Y en cuanto al aprendizaje basado en proyectos, como los Estados Unidos no paran de hacer tests y recoger datos, se está demostrando que los centros con estos métodos los alumnos de clases populares obtienen mejores resultados que sus iguales en centros con metodologías tradicionales. Empezamos a tener evidencias de que el trabajo por proyectos es más equitativo que el memorístico.

¿Es porque permite una mayor personalización?

Es más globalizador, más personalizado, se fundamenta en el trabajo en equipo y fuerza al profesorado a adquirir una cultura colaborativa y unos criterios de evaluación más competenciales. En suma, crea un marco pedagógico para que los alumnos construyan significado sobre lo que están haciendo y asimilando. Es un aprendizaje más relevante, que asegura la adquisición de competencias que serán duraderas. Es más importante aprender a aprender que memorizar una lista de hechos históricos.

¿Qué es aprender a aprender?

Es el conjunto de competencias para saber ser autónomo, buscar y gestionar información, interpretarla, tener sentido crítico, analizarse a uno mismo y el entorno que te rodea, tener más asertividad como individuo… Es lo contrario de la persona subordinada, pasiva y dependiente, que se muestra desorientada porque el sistema no la ha dotado de herramientas básicas para equiparse para la vida.

El sociólogo Xavier Martínez Celorrio / © Robert Bonet

Afirmabas antes que el sistema tiene que dejar de ser selectivo para avanzar hacia una mayor inclusión o comprensividad. ¿Dirías que ya lo está haciendo? ¿Depende del centro educativo? ¿De cada docente?

Estamos en un proceso aún incompleto de construcción de una nueva forma de entender la escolarización. Confío en la ola de cambio porque nace y se ha concebido desde el propio profesorado, y también en el lento proceso de cambio hacia un currículo y una evaluación más competenciales. Lo que no se aprecia es una política educativa clara, que fije las prioridades, por eso parece que mientras dejamos que algunas escuelas innoven, el sistema no pilota el conjunto de los cambios. Estamos huérfanos de una política decidida.

¿Cómo debería actuar la Administración ante la proliferación de innovaciones tan diversas por todo el territorio?

La ola ha sido inesperada y sobrevenida, porque se ha producido en la sombra de la polémica pesada de la LOMCE. La persistencia de estos proyectos escolares la ha superado: siguen vivos y son el futuro. Ante esto, la Administración ha reaccionado lenta, aunque veo diferencias entre lo que se experimenta en Cataluña y en el resto del Estado. En Cataluña hay más sensibilidad hacia la innovación y un compromiso con el cambio de un currículo ahora basado en competencias. Pero aún no se concreta en una política global.

¿Y cómo debería ser esta política? Muchos maestros se quejan de que les falta orientación; otros, que les faltan recursos. Pero también hay quien teme una injerencia excesiva de la Administración a la hora de dictar cuáles deben ser las prácticas docentes.

En una sociedad compleja, la gobernanza educativa debe asumir ciertos cambios que aún no están suficientemente asimilados por la clase política. Venimos de una cultura política vertical y paternalista, que ha maleducado sectores de profesores y de la ciudadanía a los que les va bien estar subordinados. Pero también hay una gran parte que quieren ser protagonistas y, eso, la gobernanza debe facilitarlo, dado que en Cataluña se ha concedido autonomía a los centros y se ha creado un marco general donde cada escuela puede diseñar su proyecto. Lo que debe hacer la administración pública es acompañar el cambio que produzca más equidad y mejores resultados en el conjunto del sistema. Esta debería ser su máxima prioridad. En este sentido, el actual movimiento de cambio ayuda a lubricar una maquinaria que deberá ir hacia una gobernanza más horizontal, con más codecisión y con una inversión más importante, porque no olvidemos que invertimos el 2,8% del PIB en educación en Cataluña. El objetivo debe ser que todas las escuelas sean buenas y alcancen unos estándares rigurosos y excelentes.

En este proceso, ¿se debe poner especial énfasis en las escuelas de alta complejidad?

La innovación siempre se ha producido en las periferias: desde la educación infantil hasta la rural, pasando por la educación especial o los centros de barrios difíciles… Eso sí, liderada por el voluntarismo de los profesionales. Es obvio que las escuelas de alta complejidad necesitan recursos y acciones compensatorias, pero no para reproducir el modelo tradicional. Además, considero que debemos cambiar el paradigma: en lugar de utilizar este concepto debemos hablar de distritos educativos preferentes. Así no se señalan las escuelas con etiquetas, porque es todo un distrito el que reúne condiciones más difíciles de educabilidad. Estos centros deben tener más dotaciones, financiación adecuada y, sobre todo, un claustro estable, porque ahora muchos piden el traslado. Necesitamos, pues, plantillas estables y comprometidas con el proyecto, y a la vez una articulación del barrio como zona educadora, que integre todos los agentes: ocio, políticas sociales, familias… Todo al mismo tiempo para apoderarse el barrio.

El Síndic (Defensor del Pueblo catalán) alertaba también de las desigualdades dentro de los barrios, entre centros, públicos y concertados, de un mismo distrito.

Se dan estos casos, sí. Ante todo, hay que celebrar diagnósticos como el del Síndic, que se centran en los derechos de la infancia como principio rector de la política educativa. Necesitamos un plan de choque para des-segregar las 101 escuelas con más del 50% del alumnado de origen extranjero, un porcentaje que no se corresponde con el de su barrio. Las ciudades deben reequilibrar la matrícula y presionar también a la concertada para que cumpla su función social o si no retirarle el concierto. Soy partidario, como reclama el exministro Maravall, de endurecer la fiscalización sobre la concertada y retirarles la ayuda si no cumplen la función social.

Por último, ¿dirías que eres optimista ante la corriente de cambio que has llamado a lo largo de la entrevista?

¡Por supuesto! No podemos volver atrás. La ola de cambio se ha producido en un contexto de adversidad, en medio del farragoso debate sobre la LOMCE, cuando muchos sectores de la izquierda tradicional estaban instalados -legítimamente- en la protesta. Pero ahora lo que toca es hacer propuestas, deliberar, formular alternativas. Y conocemos ya diversas, porque el cambio tampoco es unívoco, sino que incorpora un gran pluralismo de metodologías y enfoques. Nos encaminamos hacia un nuevo escenario donde inevitablemente el taylorismo educativo que pretendía imponer la LOMCE ha fracasado, espero que para no volver nunca más, y donde deberíamos ver una reestructuración educativa genuina, co-decidida entre profesores, familias y administración.

El sociólogo Xavier Martínez Celorrio / © Robert Bonet

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/07/05/xavier-martinez-celorrio-no-podemos-exigirle-a-escuela-sola-que-iguale-oportunidades/

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#HablamosDeEducacion con Eduard Vallory

05 de julio de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Eduard Vallory

La primera entrevista con Eduard Vallory nos dejó unas reflexiones muy valiosas que quisimos volver a recoger para la publicación del libro #HablamosDeEducación.

Con este segundo encuentro tuvimos la oportunidad de dejar grabadas sus ideas y ahora las queremos compartir contigo. ¿Te apuntas a descubrir la perspectiva educativa de Eduard Vallory, presidente del centro UNESCO de Catalunya?

Algunas frases para pensar

Como habrás comprobado, Eduard Vallory nos regaló algunas frases muy inspiradoras y motivadoras que nos gustaría destacar a continuación:

  1. “El objetivo de la educación es empoderar a los niños y niñas en su proceso de crecimiento con instrumentos que les permitan desarrollar un proyecto de vida plena”: Ya no se trata únicamente de aprender conocimientos teóricos. Ahora, la educación consiste en proporcionar al alumnado estrategias y recursos que les permitan desarrollar competencias para la vida.
  2. “El entorno es una fuente inacabable de recursos para aprender”: Eduard Vallory afirma que la escuela debe proporcionar aprendizajes a través de la realidad de los alumnos y estar constantemente conectado con su entorno.
  3. “Un buen docente es aquel que cree en las potencialidades de los niños y niñas”: Es necesario que los docentes acompañen a los alumnos en su proceso de aprendizaje, tengan un buen conocimiento de cómo se aprende y les doten de los recursos necesarios que les permitan desarrollar sus habilidades.
  4. “Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, en sí mismas, no son un instrumento que marcan una diferencia”: Las tecnologías son un medio para un fin. Así pues, las TIC solo serán útiles cuando se integren con una metodología adecuada y efectiva que haga que el aprendizaje de los niños y niñas sea más significativo. ¿No estás de acuerdo?
  5. “La escuela no debe ser preparación para la vida, debe ser vida”: El aula debe convertirse en un espacio de de creación activa de conocimiento, donde el alumno pueda experimentar, descubrir, analizar y crear su conocimiento.
  6. “Los conocimientos son informaciones que se memorizan, conceptos que se deben comprender, habilidades que se deben experimentar y actitudes y valores que se deben vivir”: Para desarrollar la finalidad última de la educación, se deben poner en juego todos los elementos mencionados: datos, conceptos, habilidades y actitudes y valores para desarrollar competencias para la vida.
  7. “Hay muchas situaciones de la realidad que pueden llevar al desarrollo de unas competencias particulares”: Aprender utilizando situaciones cercanas a la realidad de los estudiantes y su propia experiencia conlleva nuevas oportunidades de aprendizaje que permiten desarrollar las competencias para la vida.
  8. “Las actitudes y los valores se adquieren a través de la vivencia”: ¡Nos encanta repetir este mensaje! Los valores se adquieren desde la experiencia de los niños y niñas, pero nunca mediante la transmisión de la información de manera teórica.

Eduard Vallory tiene claro la finalidad de la educación y cómo llevarlo a la práctica. Y tú, ¿compartes esta perspectiva educativa?¿Con qué frase o reflexión te quedarías? ¡Cuéntanos tu opinión!

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/hablamosdeeducacion-eduard-vallory/

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Iolanda Arboleas: “La auténtica formación docente está en el equipo”

05 de julio de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com

Iolanda Arboleas

En vuestro instituto priorizáis el aprendizaje en valores. ¿No es cierto?
Bueno, en primer lugar, me gustaría justificar por qué tiene sentido educar en valores. Está muy gastado el término de educar en valores. Porque valores y educar va junto, y se utiliza de una manera muy banal muchas veces. Nosotros pensamos que nuestra labor principal es ayudar a construir una sociedad más cohesionada, próspera y feliz. Entonces, la educación es una herramienta clave. Tenemos muy claro qué visión de país y de sociedad es la que da la posibilidad de vivir una vida plena, y en ese sentido metemos los valores en el currículum de manera prioritaria para conseguir poner en la sociedad a personas que la puedan transformar.

¿Y por qué vuestro sistema es adecuado para perseguir este objetivo?
Pues porque todo el engranaje pedagógico está diseñado para esta finalidad. Nosotros no vemos al alumno como un receptor de unos contenidos muy conceptuales. Lo vemos como una persona que ya está ejerciendo un impacto en las personas que le rodean. Diseñamos todo el engranaje de manera que ellos practiquen de una manera consciente y reflexiva los valores que consideramos importantes, como el respeto, la convivencia y la empatía.

¿Cómo es eso de que el alumnado de un instituto trabaje por proyectos?
Esto es una cosa que ahora ya está mucho más extendida. En todos los centros hay algún tipo de actividad más abierta, encaminada a fomentar la participación del alumno. En un proyecto pedagógico bien diseñado, la finalidad que se quiere perseguir debe ser un producto que pueda ser escogido por parte de los alumnos. Mientras este producto se adecue a las expectativas que tenemos de aprendizaje, el alumno ha de poder escogerlo. Y por tanto, las actividades que van a llevar a la consecución de este.

En vuestro caso y en el de escuelas similares, no es solo que trabajéis por proyectos, sino la importancia que les dais, ¿no?
Exacto. El trabajo más competencial tiene que tener un porcentaje de lo que sería el horario lectivo relevante. En nuestro caso es un tercio del horario. Un tercio en que se hace trabajo cooperativo, por grupos, con la metodología de proyectos. El elemento común es que tiene que haber un trabajo cooperativo de actividades que pueden ser variadas en función del producto que se quiere conseguir.

¿Todos los proyectos siguen dinámicas innovadoras?
Hay proyectos más cerrados, que tienen un sabor aún muy arcaico. Pero un proyecto bien hecho da mucho más margen para la autonomía del alumno y del grupo. Cada mes hacemos proyectos distintos. Durante toda esa trayectoria de los alumnos lo que van repitiendo cada mes es presentar un producto al final del proyecto y una exposición oral. Pero después, durante todo ese mes, el tipo de actividad es muy distinta.

En vuestro instituto utilizáis los exámenes y los resultados en general como algo orientativo, en lugar de como algo cualificador y necesario. ¿Por qué?
Entendiendo que la evaluación y la educación son procesos complejos. Y la persona, el alumno, también es complejo. Una buena propuesta educativa por fuerza tiene que ser compleja y diversa. Es decir, hay que conseguir detectar el progreso competencial a través de múltiples herramientas. Porque si solo detectamos una, nos vamos a quedar solo con un trocito de ese proceso de aprendizaje tan global y complejo que estamos intentando alcanzar.

¿Y cómo se alcanza ese punto?
Luchando mucho y siendo muy creativos. Somos diseñadores de situaciones didácticas y de herramientas diversas para poder detectar si lo que estamos haciendo en el aula tiene un verdadero impacto sobre el progreso de los alumnos. Muchas veces hacemos cosas que no valen para nada y no las volvemos a hacer. Aún no hemos conseguido el modelo educativo suficientemente diverso y rico para atender a toda esta diversidad que tenemos, así que estamos en proceso.

¿Qué formación necesita el cuerpo docente para poner en práctica un modelo de enseñanza tan poco convencional?
Soy muy poco partidaria de esto de que “no tenemos formación y sin formación no podemos hacer nada”. Es mentira. La auténtica formación está en el equipo. Para hacer un centro de estas características hay que formar un equipo cooperativo, de manera muy parecida a lo que queremos hacer en las aulas.

¿No hace falta mucho tutelaje individual a los alumnos en un modelo de aprendizaje como este?
Sí. Nuestro modelo incluye una tutoría muy intensiva y personalizada. A todos los adolescentes hay que aplicarles un seguimiento individualizado. Ponemos 4 horas de reducción horaria semanal a todos los profesores para que puedan hacer entrevistas personales de seguimiento a todos sus alumnos.
Como estamos intentando ayudar a madurar y a completarse a una persona para una vida plena, hay que encontrar estos espacios en los que el tutor, como adulto referente, puede orientar muchísimo. Y sin necesidad de ser orientador ni psicopedagogo. Hay que ser profesores que juntos hayan conseguido crear un perfil docente con un carácter más psicopedagógico.

¿Qué uso dais a la tecnología en vuestras aulas?
Tenemos un portátil para cada 2 alumnos. Prácticamente todas las actividades que hacemos están en nuestro moodle, al igual que nuestro calificador. Es una herramienta básica en nuestro centro.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/iolanda-arboleas-la-autentica-formacion-docente-esta-equipo/

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