- El maestro, pedagogo e investigador italiano cree que la escuela necesita «un cambio radical», ahora más que nunca
- Se habla día tras día de los niños, de cómo han vivido el confinamiento, de cuáles son las consecuencias que estos meses tendrán en su aprendizaje o de cuánto necesitan volver a las aulas, pero, ¿por qué nunca se buscan las respuestas en ellos? Esto es lo que no comprende el maestro, pedagogo, investigador y dibujante italiano Francesco Tonucci, también conocido como “Frato”.Si él es una de las voces más respetadas dentro del ámbito educativo a nivel mundial posiblemente no solo sea por su formación, sino también y sobre todo por haber escuchado durante toda su vida lo que los niños tienen que decir respecto a las decisiones que les afectan.En este momento de incertidumbre y tensión por cómo se desarrollará la vuelta al cole en convivencia con el Covid-19, numerosas instituciones o entidades educativas de países como Argentina, Perú o Colombia acuden a Tonucci (Fano, 1940) para conocer cuáles son sus propuestas y tomar nota de algunas ideas que él defendió siempre y que ahora resultan más relevantes que nunca.
Entre ellas, las que están ligadas de forma directa a la «La Ciudad de los niños», un proyecto que alumbró el italiano en 1991 con el propósito firme de «poner al niño en el lugar que ocupa el adulto trabajador, que se desplaza en automóvil».
PREGUNTA: ¿Qué ha pasado con los niños en estos meses de pandemia?
RESPUESTA: Lo primero es que hablamos mucho de niños, pero muy poco con los niños. Los únicos que están fuera de todos los debates son ellos. Es impresionante pesar que hace 30 años todos los países del mundo ratificaron en la Convención de los Derechos del Niño que tienen derecho a expresarse cada vez que se toman decisiones que les afectan y ahora en nada de lo que se está discutiendo sobre ellos se les consulta. Estamos en una situación de ilegalidad. Hay que decirlo así como es.
“Hablamos mucho de niños, pero muy poco con los niños“
Nosotros cuando empezó el desastre, la pandemia, a mitad de marzo, enviamos un mensaje a las «Ciudades de los niños y las niñas» para que los alcaldes convocaran a los consejos de los niños de forma virtual. De ahí y de varias encuestas que hemos promovido en distintos países extraemos tres conclusiones muy claras: que los niños extrañaron a sus amigos, que lo pasaron muy bien con sus padres (como nunca en su vida), y que estaban hartos de los deberes y de las clases virtuales.
P: ¿La experiencia del confinamiento les puede haber afectado negativamente?
R: Es cierto que siempre hay situaciones complicadas, pero en la mayoría de los casos que nos llegan vemos que ha sido una buena experiencia para ellos. Yo no creo que tengamos que tener miedo a cómo se recuperen porque no considero que el confinamiento haya sido un trauma, por una razón noble y por otra innoble.
La noble es que lo pasaron en casa con sus padres y la innoble es que los niños ya estaban encerrados antes. No es que aprendieran a encerrarse en casa a raíz de la pandemia, es que no podían salir antes tampoco porque los niños hace tiempo que perdieron los espacios públicos. Solo pueden salir si están acompañados por sus padres.
P: Ahora hay padres preocupados por el desfase curricular, por las carencias en su aprendizaje… ¿entiendes este temor?
R: Es evidente que lo que la escuela enseñó en este tiempo es muy frágil, es un aprendizaje muy débil. El tema es que no era mucho más fuerte antes (…) Hay un porcentaje muy alto de niños que en la escuela se aburren, que no quieren ir. Y esto no es por culpa del virus.
Pero preguntarse lo que han perdido me parece una forma ridícula. Lo que me gustaría es que se dedicara un tiempo para empezar el nuevo año escolar después de haber analizado lo que los niños han aprendido y lo que han ganado.
P: ¿Qué han aprendido?
R: Aprendieron a vivir, a reaccionar frente a un bombardeo de noticias horrorosas que todos los días entraban en su casa, a convivir con lutos, o con la enfermedad. Todo esto tiene que entrar en la escuela. No puede ser que la escuela se ocupe de lo otro. Fíjate, la escuela italiana asumió como lema el de «La escuela no para». Esto es absurdo. Si el mundo ha parado, la escuela tiene que parar, porque no parar lo único que significaba es que se seguía con un programa y que, mientras todo el mundo hablaba de un virus en la calle, igual en clase de ciencia se hablaba de la fotosíntesis.
Elisa, una niña de 9 años de Lima, dijo en una encuesta que antes no podía entender estas cosas que pasan porque estaba en la escuela.
Nosotros hicimos una propuesta que se llamaba «La casa como laboratorio». Pensamos que si todo se había parado y el mundo de los niños se había restringido a su casa, lo correcto era pedir a los padres que transformaran las actividades domésticas en las nuevas tareas, que los niños cocinaran con sus padres, lavaran la ropa o plancharan. O que les propusieran revisar fotos para reconstruir su historia personal, que tuvieran un diario secreto, que leyeran juntos en familia una novela media hora por día como si fuera un teatro… Y en muchos países se ha hecho.
En Argentina, el ministro de Educación me llamó, hablé con él por Skype e hicimos una conferencia pública juntos. La próxima semana presentaremos un cuaderno que preparó el ministerio y que se está repartiendo en las escuelas. Ahí se incluye esta idea y avanzo también otras propuestas sobre la vuelta a las clases.
P: Estas propuestas nada tienen que ver con ordenadores y tabletas…
R: Es que la tecnología falló totalmente. Los niños no se encontraron con una didáctica a distancia y está claro que el uso de la tecnología para dar clase no funciona, pero tampoco la asistencia presencial es suficiente porque la clase magistral es una forma muy débil de transmisión de conocimiento. Lo que funciona es el conocimiento que desarrollan los alumnos buscando e investigando, no escuchando a los maestros.
“El uso de la tecnología para dar clase no funciona“
Me habría gustado que la escuela al menos usara las plataformas como instrumento para dialogar con los alumnos, para ayudarlos a entender lo que estaba pasando en el mundo y que expresaran sus sentimientos.
P: Escuchamos continuamente a padres y políticos decir que los niños necesitan volver ya al colegio. ¿Cómo lo ves tú?
R: Los niños no necesitan ir la escuela. Es falso, y con esto no quiero rebajar la importancia de la escuela. Si los niños han echado de menos la escuela es porque hoy en dia es el único lugar donde se pueden encontrar con los amigos, porque han perdido las calles.
Un niño de Argentina nos dijo: «Nos quitaron de la escuela lo que más me interesaba, los amigos y el recreo, y se ha quedado lo que menos nos gustaba, las clases y las tareas».
Si la escuela tiene el valor de entender lo que está pasando, tiene que estar estar dispuesta a un cambio radical que hoy en día es necesario.
P: ¿Cuál es el giro que deberían dar los centros educativos?
R: Los niños no pueden quedarse todos en un aula, frente a un maestro, sino formar parte de grupos independientes que trabajen por su cuenta como pasaba antiguamente. A esa imagen de escuela, que era la buena escuela de los buenos maestros de siempre, es muy fácil volver hoy en día con la pandemia porque un grupo puede estar en el pasillo y otro grupo en la clase, y reforzar así la autonomía que se ha perdido.
El Artículo 29 de la Convención sobre los Derechos del Niño habla de que el objetivo de la educación es el desarrollo de la personalidad de los niños, de sus aptitudes, hasta el máximo de sus posibilidades. Ese es el objetivo que deben tener la familia y la escuela respecto a la educación y no el conseguir unos resultados previstos o evaluar a los niños respecto a lo que rindieron.
Pero todo esto que vamos a plantear no se debería decidir lejos o arriba, a nivel de ministerios. Se debería abrir una mesa en cada escuela o en cada ciudad, una mesa en la que se sitúen cuatro protagonistas: la ciudad, la escuela, la familia y los niños. Que estén presentes los cuatro y todas las decisiones salgan de un debate compartido.
P: ¿La pandemia podría hacernos despertar?
R: Todas las veces que hay un trauma fuerte nos ponemos frente a la posibilidad de cambios. Tenemos que pensar que algo no ha funcionado hasta ahora y veo que gracias a la tragedia llegan propuestas antiguas, en mi caso de hace más de 50 años.
Hoy las escuelas están pidiendo a la ciudad espacios vacíos para repartir los alumnos, pero a mí me gusta pensar que la ciudad puede ofrecer espacios llenos, que se puede hacer escuela fuera de las aulas visitando una fábrica, una editorial, un museo, una orquesta… invitar a la ciudad a ofrecerse a las escuelas con propuestas educativas.
“Me gusta pensar que se puede hacer escuela fuera de las aulas“
El virus nos ofrece una ciudad más correcta donde se respeten más las necesidades de los peatones que de los coches, como ocurre en Pontevedra, por ejemplo.
P: ¿Qué propuestas concretas trasladas a quienes te consultan qué medidas se pueden tomar para la vuelta al cole?
R: Que los niños se muevan solos. Parece un contrasentido, pero llevamos proponiéndolo muchos años. Si salen solos, será la mitad de la gente la que se mueve (…). También planteamos que las calles cercanas a las escuelas se cierren al tráfico durante el tiempo de la apertura porque así la escuela puede aprovechar este espacio libre para el descanso, para hacer gimnasia… Ampliando su espacio también se crea un ambiente de respeto urbano.
Otra propuesta que avanzo y que ahora tiene un sentido más fuerte es que todos los espacios de los centros se usen para crear laboratorios y talleres y no solo aulas. Hay que renunciar al aula y hacer espacios especializados en algo, en música, ciencia, arte, o tener una huerta como laboratorio de ciencias, por ejemplo, o una cocina.
“Hay que renunciar al aula y hacer espacios especializados“
Tendrían que ser grupos que pasan de un lugar a otro y no estar ocho horas sentados en el mismo lugar porque eso ahora mismo, solo por el tema sanitario, no debería estar permitido. Además, un niño que nació bailarín o una niña que nació mecánica no van a encontrar nada que les sugiera que tienen esa vocación. Serán burros en la escuela cuando quizá son genios potenciales en su sector. La escuela correcta debería ayudar a cada uno a buscar lo suyo.
P: ¿Hay algún mensaje que quieras trasladar a los padres?
R: Yo les diría que hablen con sus hijos, que intenten entender lo que los niños ganaron en este tiempo de clausura, porque seguro que todos ganaron mucho y crecieron mucho. Por ejemplo, una niña argentina de cinco años decía que durante el confinamiento aprendió a dormir sola. (…) Hay que aconsejar a los padres que se pregunten también ellos qué aprendieron de sus hijos, qué descubrieron que no conocían antes.
Y que, cuando todo esto termine les concedan mas autonomía, que les dejen salir solos de casa. Sería maravilloso que el virus, que ha sido una tragedia, les regalara eso a los niños.
Fuente: https://www.rtve.es/noticias/20200829/entrevista-pedagogo-investigador-italiano-francesco-tonucci/2041015.shtml
Entrevistas
Rob Wallace: “Somos menos un ‘planeta tierra’ y más un ‘planeta granja’”
Rob Wallace: “Somos menos un ‘planeta tierra’ y más un ‘planeta granja’”
Entrevista
Rob Wallace es biólogo evolutivo, ecólogo e investigador en filogeografía en la Universidad de Minnesotta, EE. UU. Es uno de los más reconocidos académicos dedicados al estudio de la relación entre producción industrial de alimentos, agronegocio, destrucción ambiental y generación de patógenos como virus y bacterias con peligros pandémicos, temas sobre los que escribió en Grandes granjas, grandes pestes (2015), de próxima aparición en castellano, Neoliberal Ebola (2016) y Dead Epidemiologists, de próxima aparición. Estos temas conforman exactamente el combo que estamos experimentando con el Sars-cov-2 y la Covid-19, sus debates epidemiológicos y están en el centro del proyecto de creación de mega granjas porcinas que impulsa el gobierno argentino. De estos temas y otros hablamos en una extensa entrevista que nos concedió amablemente.
¿Podrías contarnos cómo es la situación global de la producción industrial porcina? ¿Por qué este tipo de producción industrial de cerdos tiene potencial pandémico, y qué experiencias previas has estudiado?
Creo que la mejor forma de expresar nuestra situación actual es que ahora somos menos un “planeta tierra” y más un “planeta granja”. Esto es, que en la actualidad hay varias veces más ganado (en millones de toneladas de biomasa) que animales salvajes. Estamos en 1.000 millones de toneladas de biomasa de ganado en todo el mundo, en comparación con solo 50 millones de toneladas de vida silvestre. Así que hay muchísimo más ganado que vida salvaje. […]
Hay muchos millones de hectáreas de tierra en todo el mundo que se están transformando en parcelas agrícolas para el ganado y los cultivos, y gran parte de esa tierra se está transformando según el modelo industrial. De hecho, la manera en que podemos pensarlo es que estamos cada vez más rodeados por ciudades de cerdos y aves de corral. Y ahora se ha incrementado la proporción de cerdos en el ganado. Según las estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura [FAO, por sus siglas en inglés], en 1960 se produjeron en un año 400 millones de cerdos a nivel mundial. En 2018 se produjeron casi 1.000 millones. Por lo que en menos de 20 años se ha triplicado.
China produce hasta la mitad del cerdo mundial, pero la mayor parte de esto lo destina al consumo interno. No exportan mucho realmente. La mitad de los 26 millones de productores de cerdos de China producen menos de 500 cabezas de cerdo al año.
La cosa es que Beijing se está moviendo hacia una creciente industrialización y consolidación nacional doméstica. China tiene el objetivo de satisfacer sus necesidades de carne de cerdo desde el exterior. Es sabido que en 2013 el grupo WH de China compró Smithfield, el gigante norteamericano de la industria porcina. Incluso cuando el consumo de carne estadounidense está disminuyendo, el sector porcino estadounidense se está expandiendo, construyendo nuevas granjas, nuevas plantas empacadoras de carne, agregando turnos de trabajo, y lo está haciendo para satisfacer la nueva demanda china. Sobre todo viniendo de un año en el que la mitad de los cerdos de China murieron o fueron sacrificados por el brote de peste porcina africana. Entonces, la decisión de exportar el modelo a Argentina sería solo un paso más en el proceso de expandir espacialmente toda su cadena de producción de commodities porcinas. Y obviamente es una reacción importante a la panzootia de peste porcina africana.
Pero es un cambio en la forma en que China se ve a sí misma en el escenario mundial. En cierto sentido, está en la puerta de entrada de su ciclo de acumulación. Se está moviendo para convertir dinero en capital. Se está moviendo para globalizar sus redes de mercancías de una manera en que no lo había hecho hasta ahora. EE. UU. parece estar al final de su ciclo de acumulación, convirtiendo el capital nuevamente en dinero. En esencia, tratando de retirar el dinero de sus cuentas. Se está retirando de ser quien lleva adelante el sistema capitalista global como lo venía haciendo desde la Segunda Guerra Mundial, así que ha sido bastante sorprendente durante el brote de covid-19 ver qué tan acelerados estaban estos procesos.
Ahora bien, ¿qué está cambiando en la forma en que se producen cerdos? ¿Qué tiene esto que ver con la evolución y la propagación de patógenos? Y sí, tienen mucho que ver en varios aspectos. De hecho, nuestro grupo ha rastreado ese tipo de expansiones y producción industrial porcina hasta un brote o una pandemia que ya sucedió: en 1994, cuando se instituyó el tratado de libre comercio de América del Norte, el TLCAN, el sector cárnico estadounidense inundó con carne barata el mercado mexicano, destruyendo la producción nacional mexicana de cerdos. Por lo que los productores mexicanos incluso tuvieron que vender sus granjas a multinacionales como Smithfield o comprar a sus vecinos para poder competir con los Smithfields mundiales.
Y eso cambió la forma en que México producía sus cerdos, giró más hacia un modelo industrial. Los cerdos industriales se crían por miles. Más cerdos, en manadas más grandes, en menos granjas. Son generados de entrada desde un menor número de razas, por lo que se elimina la diversidad de animales involucrados. Pero se necesita esa diversidad para evitar que los patógenos circulen por más granjas. Si son todos iguales, si estás tratando con un monocultivo de cerdos, entonces cualquier patógeno que encuentre un par de cerdos en un establo de repente puede descifrar el sistema inmunológico de cerdos a lo largo de muchos kilómetros.
Así que el cerdo proporciona, como si dijéramos, una especie de alimento para la gripe: los cerdos están todos amontonados; y de la biología evolutiva aprendimos que al aumentar la tasa de transmisión o aumentar el acceso a cerdos susceptibles selecciona los patógenos más letales, tenés todas estas nuevas cepas emergiendo, más letales, que son ligeras en el viento, de modo que pueden moverse de un lugar a otro e infectar a muchos cerdos… Y así tenés por supuesto gripe porcina, tenés lo que se llama PRRS [síndrome reproductivo y respiratorio porcino], tenés PED [diarrea epidémica porcina], PPV [parvovirus porcino]… No voy a entrar en detalles de cada uno más que para decir que de repente lo que eran patógenos enjaulados, marginalizados, ahora tienen acceso a miles sino millones de cerdos a los que no lo habían tenido anteriormente.
La otra cosa acerca de criar cerdos así es que cuando los amontonás de esta manera también los conducís a una especie de depresión de su sistema inmunológico. Entonces, ahí hay otro medio por el cual las defensas que podría tener el cerdo, tanto a nivel individual como a nivel poblacional, son despojadas por el sistema industrial, el cual está dedicado a generar dinero, no está necesariamente dedicado a producir una ecología saludable en la cual criarlos. Y todo el daño que resulta de producir cerdos de esta manera, ya sea la generación patógenos, ya sea los desechos no tratados de las granjas, ya sea la explotación de los trabajadores del sector, o de los granjeros contratados, todo ese daño ese daño se externaliza a cualquier otro, menos a las empresas involucradas. Si juntáramos todo ese daño, todo esos costos involucrados y luego lo incluyéramos en el balance general de esas empresas, todas esas empresas quebrarían.
Es por eso que las operaciones porcinas son tanto una cuestión de paradigma político como industrial. Necesitan el apoyo de los políticos locales para que les permitan salirse con la suya contaminando el medio ambiente, destruyéndolo, destruyendo la vida silvestre local, destruyendo las economías de los pueblos, y las economías locales alrededor de las cuales muchas comunidades rurales han podido existir hasta ese momento.
Tengo un ejemplo clásico de esto en términos de cómo se dio este giro hacia el modelo industrial y cómo impactó en brotes y a los patógenos: en 2009 emerge la gripe porcina H1N1 precisamente desde este tipo de granjas industriales en las afueras de la ciudad de México; emerge como una infección humana extendida por todo el mundo, contagiando a millones de personas. Todos conocemos esa historia. Pero 2009 no parecía ser tan virulento o tan mortal como ahora sabemos que puede ser el Covid-19, y aún así mató a más de 500.000 personas en ese primer año.
Algunos trabajos de filogeografía, que mapean los brotes basándose en la genética de los patógenos, pudieron demostrar que EE. UU. y Canadá, (que en el escenario mundial son los mayores exportadores de cerdo), también son los mayores exportadores de gripe porcina. Un trabajo similar mostró que la gripe porcina de 2009 en México fue sembrada por primera vez por cepas que ya circulaban en los EE. UU. y Eurasia. Entonces, de alguna manera, todas esas cepas alrededor del mundo pudieron converger vía EE. UU. a México. Y fueron capaces de intercambiar sus segmentos genómicos, de modo que se produjo un nuevo patógeno llamado gripe porcina H1N1. Entonces sí, el tipo y la escala de producción tiene todo que ver con la aparición y propagación de estos nuevos patógenos pandémicos.
Acá en Argentina hay resistencia contra estas grandes granjas, ¿qué alternativas podemos pensar a este modelo industrial de producción?
Claro. No es un tema cerrado, nada es un hecho que no se pueda cambiar, así que aliento mucho los esfuerzos para intentar impedirlo. Aconsejaría evitar esa suerte de reacción xenofóbica que ha estado ocurriendo aquí. EE. UU. culpa a China por el Covid-19 y todo eso, pero ese tipo de nacionalismo por supuesto tiene una serie de razones: una, que los EE. UU. y China están muy integrados en términos de sus directorios corporativos entrelazados, hoy en día tenés obviamente a Smithfield comprada por el Grupo WH, pero eso va en la dirección opuesta; muchísimas inversiones extranjeras directas yendo desde los EE. UU. hacia China; algunas de las investigaciones que se han realizado sobre el SARS fueron cofinanciadas por el gobierno chino y el Instituto Nacional de Salud de los EE. UU.… Así que esta especie de forcejeo, esta especie de guerra fría entre los EE. UU. y China, algo que he llamado el “teatro pandémico”, esta suerte de obra que están montando en un intento de culpar al otro país y esencialmente intentar lavarse las manos de la responsabilidad en la emergencia de estos patógenos, podés ver algo similar a lo de aquí muy probablemente pasando en Argentina. Podemos condenar el influjo de capitales internacionales hacia Argentina para destruir su producción local, pero no se trata necesariamente de los chinos. Quiero decir, tenés latifundio local y una burguesía local en Argentina que le están dando la bienvenida a China y su incursión en nuevas operaciones con cerdos, como vía de destrucción de los pequeños productores [smallholders]. Así que es un escenario complejo pero no al punto de que no podamos hacer nada al respecto.
En términos políticos, diría que los chinos están tratando de externalizar los costos de su producción. Ellos tuvieron la Fiebre Porcina Africana que básicamente destruyó la producción china de cerdos, incluso antes de que emergiera la Covid-19. Así que están buscando otros países básicamente para absorber el daño ambiental que necesitan para poder continuar teniendo cerdos. […]
Esta es una pelea entre el proletariado global, pequeños productores y campesinos de todo el mundo básicamente contra estos directorios burgueses entrelazados operando a través de los países y utilizando el nacionalismo para dividir y conquistar de un país a otro.
Ahora, en cuanto a logística de lo que podemos hacer con la producción de cerdos, hay pequeños productores en todo el mundo que crían cerdos simplemente como lo vienen haciendo hace tiempo. Esto no quiere decir que estemos atrapados en el tiempo, en un tiempo pasado, Le temps perdu y un tiempo que ya pasó; siempre hay nuevas ideas surgiendo de parte de estos granjeros, pequeños productores, en cuanto a cómo tener un mejor crecimiento en sus cultivos y ganado, de una forma que sea saludable para el ambiente y sus economías locales. Estas formas alternativas se han estado desarrollando en todas partes del mundo hace algún tiempo.
Los pequeños productores, ellos solos, producen carne más que suficiente para una dieta saludable para todos nosotros, no necesitamos involucrarnos en operaciones industriales para producir la carne que el mundo necesita. Esa es una gran mentira que impulsa el agronegocio: que necesitan tomar el mundo para poder alimentar al mundo; eso no es cierto, está lleno de comida.
Pero lo que hacen los pequeños productores es producir sus alimentos bajo lo que se llama economía natural. Esto es, teniendo en cuenta el sol, el suelo, las estaciones y el clima, y se preocupan por los ciclos de vida de sus cultivos y ganado. No producen comida con el modelo industrial, el cual es amontonar los cerdos, hacerlos crecer unos meses y luego embarcarlos a todo el mundo, sin importar en qué ciclo de su vida se encuentra el animal. Y ocurre que los pequeños productores, que están comprometidos en este tipo de economía natural, también están protegiéndonos mejor de que los peores patógenos puedan volverse pandemias mortales. […] a nivel biológico esta diversidad actúa como una especie de cortafuegos que impide que cualquier patógeno se extienda a través de una región, les impide desplazarse desde el límite de los bosques directo hacia las capitales regionales y desde ahí hacia las redes globales de transporte, que es lo que están haciendo muchos de estos patógenos.
A diferencia de la producción industrial, los pequeños productores permiten que su ganado se reproduzca en el mismo sitio. Así que supongamos que tienes un brote en tu establo, y resulta que es un brote mortífero y mata a la mayoría de las aves de corral, puede ocurrir que tengas un par de gallinas todavía en pie, y puede ocurrir por azar, pero podría ser que sea por alguna peculiaridad en su sistema inmunológico que les permita sobrevivir al patógeno, a la enfermedad. Podés usar a aquellas que aún están sanas, estas sobrevivientes, para actuar básicamente de progenitoras de la siguiente generación; podés criarlas y tener todo un grupo de ellas protegidas contra el patógeno que todavía estará circulando afuera.
En otras palabras, puedes usar la selección natural en la granja como una especie de herramienta mediante la cual proteger a tu ganado, tus aves de corral y por extensión a los seres humanos involucrados. Y puedes hacerlo en tiempo real, de una forma que la producción industrial no puede, porque no hay reproducción de nuevos animales en granjas locales en animales confinados en operaciones de feedlot. Nada de eso, todos las reproducciones se hacen offshore a nivel de los abuelos, se hacen de manera que crezcan y engorden rápidamente, y que tengan pechugas más grandes por ejemplo en las aves de corral; y no tiene nada que ver con proteger a los animales. En el mejor de los casos lo haces con una vacuna o llenándolos de antibióticos. Pero lleva mucho tiempo desarrollar una vacuna, como lo estamos sufriendo ahora con el covid-19, y algunos brotes aquí en los EE. UU., como la influenza h5n2 entre los pavos, no tuvieron una vacuna hasta que el brote ya había pasado.
Así que mi punto es que mucho de lo que está pasando ahora en términos de los pequeños productores, de las granjas locales, podría hacerse también con una planificación regional, no tiene por que ser meramente de granja en granja. Se puede hacer de manera de encerrar y marginalizar patógenos con la potencialidad de convertirse en pandemias.
¿Por qué tantos en la comunidad científica pasaron por alto el potencial pandémico en el origen de lo que estamos atravesando hoy? Sabemos que estás por publicar un libro sobre los orígenes de la actual pandemia.
Bueno, esta es la parte curiosa: lo tenían y se les pasó, ambas cosas al mismo tiempo. Ahora, ¿cómo pasa eso? Ciencia y capitalismo se remontan un largo camino a sus orígenes mutuos […].
Lo que quiero decir es que la ciencia estaba dedicada a tratar de frenar brotes pero siempre fue importante asegurarse que como científico o como agente de salud vos no hicieras nada que se interponga en el camino de los negocios de la burguesía. Y así vemos todo tipo de esfuerzos incómodos para tratar de abordar lo que estaba sucediendo: en 1997, cuando la influenza aviar h5n1 surgió del sur de China y se desparramó hacia Hong Kong matando un montón de gente, esto llamó la atención de los expertos mundiales en salud. Típicamente, la ONU está dividida entre gente que protege fuertemente el territorio, pero la h5n1 asustó a suficiente gente ahí, por lo que algunos límites fueron derribados y vos tenías conferencias convocando a científicos y otros expertos en Salud de la FAO (Food and Agriculture Organization), de la OMS (Organización Mundial de la Salud), OiE (Organización Mundial por la Sanidad Animal), todos en la misma sala, para trabajar en lo que se llamó One Health. One Health es la noción de que la salud de la vida silvestre, la salud del ganado, la salud del medio ambiente y la de los seres humanos están todas interrelacionadas entre sí. La mayoría de la gente en todo el mundo ya lo sabía, pero solo en un sistema capitalista, cuando básicamente separaste tanto a todos, perdés el cuadro de que la vida del ganado, la vida silvestre y los humanos están interrelacionados. […]
Así que se comprometieron a desarrollar esto llamado One Health pero lo han hecho de una manera muy peculiar: básicamente lo han desplegado como una especie de medicina colonial de nueva generación, así que lo que hacen es enfocarse en las coordenadas de GPS donde puede haber surgido un brote y a menudo culpan a los grupos indígenas locales o a los pequeños agricultores, o algún tipo de deforestación o alguna práctica como comer arbustos, o enterrar a sus muertos de una forma particular, que lleva al evento de desborde. Y por supuesto, muchos de estos esfuerzos en One Health están siendo cada vez más financiados por multinacionales, todos, desde Cargill hasta Hormel, Johnson & Johnson… todos con intereses en asegurarse de poder participar en la deforestación y liquidar a los pequeños agricultores y los pueblos indígenas, sacándolos del área. Así que One Health ahora se usa como herramienta para limpiar zonas de indígenas y pequeños agricultores, pero hay muchos que escapamos a eso, que lo rechazamos y ahora estamos a favor de lo que se llama Structural One Health: sí, toda la vida silvestre, del ganado y de los humanos está interrelacionada, pero hay que pensar en estas cosas estructuralmente. Nos corrimos de esas geografías absolutas, basadas en donde realmente ocurrió un brote hacia la comprensión de que las cosas son relacionales. Estas geografías relacionales en las que algo en algún lado del mundo afecta algo en el otro lado. Y le prestamos cada vez más atención a los llamados circuitos del capital: el capital se mueve alrededor del mundo, la inversión extranjera directa se mueve en todo el mundo, y en nuestro grupo converge la noción de que ciudades como Nueva York, Londres y Hong Kong, y quizá Buenos Aires, son los peores focos de enfermedades dado que son centros de capital que están financiando la deforestación y los desarrollos que llevaron al desbordamiento de todas estas estas nuevas infecciones en este siglo.
¿Qué visión tenés sobre el agronegocio y el rol de los gobiernos en nuestra región?
Es muy remarcable cómo la clase capitalista […] opera conjuntamente, tienen directorios entrelazados y esto tiene efectos profundos en todo tipo de cuestiones, desde producción, transporte y management hasta exportaciones e importaciones.
Entonces hay un profundo cambio sobre cómo se produce la agricultura en América del Sur, de tal manera que se pierde de vista lo importante. El foco en el acercamiento de China es algo para preocuparse, digamos, mirás el mapa de Argentina y casi no tenés cerdo. Pero con la noción de que tendrías un nivel de concentración como el de China o EE. UU., estás en un gran problema, no es bueno. En China hay “hoteles de cerdos”, con edificios de 13 pisos y miles de cerdos por piso… no querrías nada igual. Digo, está muy fuera de escala ahí, pero no querrías un monocultivo de cerdos que básicamente va destruir tus cuencas hidrográficas. Acá en Iowa, en el estado justo al sur de donde estoy, básicamente tienen tanta mierda de ganado y cerdos fluyendo sin tratar que todas las cuencas hidrográficas están contaminadas. Tenés cuencas que pueden tener 350.000 personas en ellas pero están soportando los residuos porcinos equivalente ciudades enteras como México DF, Tokio y Nueva York combinadas. Mierda porcina sin tratar, y no querés eso en tu medioambiente. Quiero decir, va a destruir tu medioambiente, tus economías locales, toda la plusvalía que surja de eso va a ser exportada o va a ir para las elites locales. A eso apunto acá, no se trata solo de China, se trata de las burguesías locales que están en el negocio de intentar insertarse en otra commodity internacional y con seguridad intentando vender río abajo a la gente de Argentina, y en este caso, como si dijéramos, un río de mierda.
Y ciertamente no deberían estar distraídos pensando que esto se trata solo de China, sino también de la burguesía local intentando apoderarse del resto de las tierras que puedan tener los pequeños productores, o incluso antes de eso, manipulandolos entre trampas financieras y productivas, que nos les dejan ninguna otra opción que vender sus granjas a los chinos o cualquier otra subsidiaria (va a ser una coproducción chino-argentina). Y eso es exactamente lo que sucedió alrededor del mundo, lo que está pasando en todas partes. Estoy hablando de China comprando Smithfield Food en EE. UU., lo que fue un gran golpe, pero también al revés, de fondos de inversión de EE. UU. como Goldman Sachs, que compró 300 granjas porcinas y de aves en provincias no muy lejanos al sur de Wuhan hace unos años. […]
Entonces cuando nos mandan a la guerra entre un país y el otro, se trata más de una pelea local entre la hermandad de la burguesía que mandan a las hijas e hijos de los granjeros y trabajadores industriales que son los que se mueren en el campo de batalla alrededor de todo el mundo. O en el caso del Covid, son dejados tosiendo en sus sillones. Esto es otro ejemplo de esto, una pandemia motorizada por los cambios del capitalismo sobre el uso de la tierra, donde los peores daños ahora son descargados sobre los pueblos del mundo.
Y típicamente las y los trabajadores sufren las peores comorbilidades que llevan a las muertes por Covid. […] Esto proviene de un circuito del capital que se extiende desde cualquier lugar en Argentina finalmente vía EE.UU. o directamente hasta China. Y esta es la mejor manera en que tenemos que pensarnos y organizarnos estratégicamente. […] tenemos que llegar al momento en que el internacionalismo derrote a la globalización.
Vos has venido investigado cómo el Covid impactó en sectores de la clase obrera y minorías étnicas en EEUU. ¿Qué puntos podrías destacar sobre la situación en EE. UU.?
En los EE. UU. y según entiendo también en Brasil, las plantas de procesamiento de carnes están racializadas, en el sentido de que acá en EE. UU. los negros, los latinos, los inmigrantes son la mayoría de los trabajadores en estas plantas y fueron unas de las primeras golpeados en las comunidades rurales. Hay una horrenda simetría ahí entre el hecho de que fueron los cambios en el uso de la tierra para agricultura en China los que dieron lugar a la emergencia del Covid-19 esparciéndose desde murciélagos a humanos, y luego, al mismo tiempo en los EE. UU. ese mismo tipo de desarrollo de agronegocios llevó a la emergencia del Covid-19 en áreas rurales. Y en parte es porque las plantas de procesamiento de carne son para muchos condados la forma más directa por la cual, incluso los más aislados, están interconectados con la red de producción global de commodities.
Colaboraron en la producción: Iriel Surai, Nico Tesla, Leonardo Pérez, Juan Ignacio Román, Paula Pagliaro.
Fuente de la Información: http://www.laizquierdadiario.com.ve/Rob-Wallace-Somos-menos-un-planeta-tierra-y-mas-un-planeta-granja
Juan Onieva: “El aburrimiento propicia la creatividad y la búsqueda de recursos para dejar de sentirla”
Por: Jennifer Tejada
Los niños empiezan a sentir y reconocer emociones básicas como la alegría, el asco y la tristeza a partir de los 3 años. Hablamos con Juan Onieva, coautor del libro ‘Cuentos con emoción’, sobre el aprendizaje, el desarrollo y la gestión de las emociones a lo largo de la infancia y la adolescencia, así como del rol que desempeñan la familia y los docentes durante el proceso; más importante si cabe ante la posibilidad de continuar con la formación a distancia.
“A los niños hay que permitirles que se aburran para que busquen y encuentren aquello que les calme esta emoción, y no recurran a los padres continuamente para no sentirse así”, asegura Juan Onieva, doctor en Educación y máster en Políticas y Prácticas de Innovación Educativa. Junto a Eugenio Maqueda Cuenca, filólogo y especialista en Teoría de la Literatura y en Didáctica de la Literatura, ha escrito ‘Cuentos con emoción’, un recopilatorio de 29 cuentos con trasfondo educativo cuyo objetivo es que los niños y jóvenes puedan aprender a reconocer, expresar y gestionar sus emociones.
Pregunta: ¿A qué edad empiezan los niños a gestionar sus emociones? ¿Cómo podemos ayudarles?
Respuesta: Desde los 3 años ya son conscientes de ellas, de si están enfadados, contentos o tristes. Es una edad en la que empiezan a identificar las emociones, por lo que es importante acompañarles para hacerlas visibles y ponerlas nombre, por ejemplo, ofreciéndoles fotos de caras o gestos, así como imágenes de situaciones y preguntarles qué emociones les provocan.
El segundo paso es hablar de ellas con detalle, con juegos, así como de forma oral o escrita. Otra fase sería la de expresar qué sentimientos les provocan ciertas composiciones musicales, canciones, o diferentes representaciones artísticas (fotos, cuadros, esculturas, imágenes publicitarias, noticias). Una cuarta fase consistiría en crear para cada emoción canciones, collages, ilustraciones, escritos, cuentos, etc. Dependiendo de la edad, que se le permita escribir con total libertad un diario personal y emocional, sería un excelente medio de expresión de sus emociones para reflexionar e identificarse consigo mismo.
A medida que van creciendo es esencial la comunicación entre padres e hijos, o docentes y alumnos, de manera que es importante que se creen espacios en los que conversar con ellos sobre sus estados de ánimo y las consecuencias de estos. Ejemplos de actividades para estos momentos serían la lectura de cuentos (para identificar las emociones), dibujar con total libertad o emplear las manualidades como reto artístico y expresivo.
“Un diario personal y emocional, sería un excelente medio de expresión de sus emociones para reflexionar e identificarse consigo mismo”
P: En su libro se hace referencia a un estudio reciente que eleva a 27 el número de emociones. ¿Cuáles son las que los niños reconocen con mayor dificultad y por qué?
R: Las emociones básicas (asco, alegría, sorpresa, miedo, ira o tristeza) suelen reconocerlas fácilmente porque son un lenguaje universal. En cambio, las emociones secundarias (aburrimiento, frustración o culpa) son más complejas, podrían describirlas, pero quizás no ponerles nombre.
P: ¿Cuál es el trasfondo educativo que tienen los cuentos de su libro?
P: ¿Qué papel juega la sorpresa y la intriga en el aprendizaje?
R: Comencemos por hacernos la pregunta contraria. ¿Se potencia el aprendizaje a través de la monotonía y lo previsible? Según diferentes estudios, desde una temprana edad los niños aprenden más y mejor a través del juego, y si le introducimos la sorpresa y la intriga habremos provocado su interés y un alto grado de motivación.
P: El libro dedica dos cuentos diferentes a la compasión. ¿Por qué hacer hincapié en esta emoción más que en otras?
R: La compasión es un sentimiento de consideración y lástima hacia quienes sufren penalidades o desgracias, pero esa emoción va acompañada por el deseo de ayudar y aliviar a quienes las padecen. Este momento de la historia que estamos viviendo necesita de personas compasivas, capaces de dejar de pensar en sí mismas, de querer tenerlo todo o más que los demás, o dejar de lado el destacar sobre quienes les rodean. La envidia, la violencia, la falta de humildad y el egoísmo suelen ser factores que dificultan el ser compasivos. Por ello, hemos escrito dos cuentos, relacionados entre sí, y que abarcan esta emoción con el objetivo de concienciar a jóvenes y adultos de los beneficios de esta emoción. Cuando sentimos compasión y actuamos, no solo ayudamos al que recibe nuestra ayuda (con acciones, bienes o palabras de ánimo o consuelo), sino que estas acciones nos hacen sentir felices, satisfechos y realizados.
“La envidia, la violencia, la falta de humildad y el egoísmo suelen ser factores que dificultan el ser compasivos. Por ello, hemos escrito dos cuentos, relacionados entre sí, y que abarcan esta emoción con el objetivo de concienciar a jóvenes y adultos de los beneficios de esta emoción”
P: Cómo evitar el aburrimiento de los hijos puede ser un reto para las familias. Aparte de entretenerlos con actividades, manualidades o juegos, ¿qué deberían tener en cuenta los padres?
R: Los niños, indiferentemente de su edad, desean por encima de todo la atención de sus padres. Los adultos también tenemos este deseo a diario, pero lo reclamamos de manera diferente. Y es esa compañía, junto a conversaciones o juegos con los diferentes miembros de la familia, la que ayudan a niños y jóvenes a no aburrirse tanto. Dicho esto, no hay que olvidar que el aburrimiento propicia la creatividad y la búsqueda de recursos para dejar de sentirla. Por ello, las familias no debemos preocuparnos porque los hijos se aburran en diferentes momentos del día, ni tratar de ocupar todo su tiempo con diferentes medios de entretenimiento.
Hay que permitirles que se aburran para que busquen y encuentren aquello que les calme esta emoción, y no recurran a los padres continuamente para no sentirse así. No hay que olvidar que lo que más valoran los jóvenes de sus familiares es que estos les escuchen y atiendan, y el tiempo que estén con ellos sea de calidad (sin ver el móvil constantemente, ni hacer llamadas o realizar actividades que nos alejen de ellos).
“Hay que permitirles que se aburran para que busquen y encuentren aquello que les calme esta emoción, y no recurran a los padres continuamente para no sentirse así”
P: ¿De qué forma pueden acompañar o ayudar los profesores a los niños en la gestión de sus emociones durante la educación a distancia?
R: La buena comunicación suele ser la fórmula y, sobre todo, escuchándolos. Hay que buscar un tiempo para preguntarles cómo se sienten, cómo viven su día a día, y de qué manera gestionan su tiempo. Ofrecerse para ayudarlos, más allá de lo académico, y emplear las tutorías como medio para conversar con ellos de cuestiones personales, solos o en compañía de un familiar, pueden ser un buen medio para ayudarles a gestionar sus emociones.
“Es importante que el docente proponga a su alumnado actividades (ya sea de forma individual o grupal) que les sirva para expresar sus emociones”
¿Cómo te sentirías si tu jefe te llamara de vez en cuando para saber cómo te va con el teletrabajo, cómo te encuentras, qué problemas han surgido y cómo puede ayudarte? ¿Y si te pregunta por tu familia, por cómo lo están llevando tu pareja e hijos o tus padres? Seguro que trabajarías con más ánimo e interés. Pues de forma similar se sentirán si como docentes les realizamos preguntas de este tipo. Es importante que el docente proponga a su alumnado actividades (ya sea de forma individual o grupal) que les sirva para expresar sus emociones. Tutorías grupales junto a otros compañeros pueden ser un buen medio, o la elaboración de escritos (cuentos, diarios personales, o creaciones artísticas o manuales) son algunos ejemplos de tareas que propicien futuras conversaciones sobre emociones, no solo para identificarlas, sino también para expresarlas y comenzar a gestionarlas.
Fuente en Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/juan-onieva/
Entrevista al economista político Julio Gambina: «Hay una situación muy grave de la economía estadounidense»
M.H.: ¿Cómo ves la situación de EE UU?
J.G.: Es muy interesante lo que está pasando, el último jueves de agosto habló Jeremy Powell que es el titular de la Reserva Federal. Era una intervención muy esperada porque cada vez que habla el titular de lo que sería el Banco Central de EE UU hay siempre datos para sacar sobre cómo ven la economía estadounidense y la economía mundial. Y Powell lo que hizo fue un balance de 40 años de política monetaria de EE UU. Si sacamos la cuenta, 40 años nos lleva a 1980, a Reagan, a la “Reaganomics” que es considerar el neoliberalismo como la política oficial a escala mundial. El ensayo fue Chile en 1973, Uruguay, Argentina, el Cono sur, las dictaduras militares, el terrorismo de Estado fueron el ensayo para ver si esto era posible. Y los neoliberales que sabían lo que suponía la aplicación de estas políticas, el disciplinamiento de la sociedad fue llevado adelante en el capitalismo desarrollado por una nueva lideranza conservadora que se llamó “restauración conservadora” con Margaret Thatcher en Gran Bretaña en el 79 y Reagan en el 80.
En aquel momento lo que había era una crisis muy grande en la economía mundial capitalista y el fenómeno que expresaba la crisis era la inflación. Y ahí apareció el tema de la “estanflación”, que había estancamiento de la economía e inflación. Todo lo contrario, a lo que la teoría venía planteando porque además del estancamiento productivo, había crecimiento de precios espectaculares. Parte de esos precios fueron tasas de interés muy elevadas que obviamente la Argentina sufrió con el endeudamiento de la dictadura militar.
Cuento esto porque obviamente todo tiene que ver con todo y Jeremy Powell lo que dice es que se acabó la política monetaria restrictiva que EE UU planteó desde los 80 en adelante. Dice que hasta antes del Covid habían logrado el empleo pleno, 3,5% de desempleo en diciembre de 2019 y aún con pleno empleo no hubo expansión de los precios. Toda la teoría decía que cuando había mejora en el empleo e incluso mejora en el salario de los trabajadores, eso se trasladaba a precios. Y no hay inflación en la economía estadounidense y el impacto inclusive es negativo en términos de producción y productividad.
Y hace el balance, dice que empezaron a mirar críticamente esta política en el 2012, luego de la crisis de 2007/09 la economía empezó a crecer hasta 2010/11 entonces en 2012 pautaron una proyección de crecimiento para la próxima década que daba un promedio de 2,5%. La realidad, y muestra una gráfica que se puede ver en la Reserva Federal de los EE UU, donde ese promedio hoy está en 1,8%. O sea que el primer dato es una caída de la producción en los EE UU, pero no ahora por el Covid, desde 2012, ni siquiera desde el año pasado o el anterior.
Muchos se jactan del éxito de la política de Trump en 2017/8 que fueron los dos primeros años de su gestión y no es así. Después dice Jeremy Powell que la tasa de interés la fueron bajando para activar la economía, y desde 2012 a la actualidad la bajaron del 4,25% al 2,5%. Ya no se puede bajar más y no hay estímulo a la producción, aunque la tasa esté en el piso. Y esto es porque no hay productividad, los empresarios aún con tasas de interés prácticamente regalada, no toman crédito para la ampliación de la producción.
Esto es maravilloso, sobre todo cuando en Argentina se discute que el impuesto a las grandes fortunas, o que el “aporte solidario” de las grandes fortunas va a impactar en la caída de la producción. No señores, en EE UU con Trump, bajaron los impuestos a las ganancias de las grandes fortunas, de las grandes empresas y pese a eso el titular de la Reserva Federal de EE UU dice que no hay crecimiento de la productividad ni de las inversiones y, por lo tanto, la política monetaria ya no sirve para resolver los problemas de la economía principal del sistema mundial que es EE UU.
Hablo de esto porque la mayoría de los economistas que hablan en medios hegemónicos, vienen planteando que la inflación es en todos los lugares una cuestión monetaria, que el tema es controlar la emisión de moneda, que hay que restringir la circulación de moneda, que hay que bajar el gasto, y lo que te está diciendo el titular de la Reserva Federal de los EE UU en el balance de 40 años (que evalúa como positivo) pero plantea que están en otra etapa. Porque el desempleo que en el mes de diciembre estaba en el 3,5% saltó hasta el 14,5% en junio y el último dato es 11%. El desempleo estadounidense, proporcionalmente hablando, no estoy comparando la economía estadounidense con la argentina, pero tienen indicadores complicados.
El principal problema del endeudamiento está en el capitalismo desarrollado
Empecé por este lado de la economía para mostrarte que hay una situación muy grave de la economía estadounidense. Es más que la crisis estadounidense de 2001, esa que encumbró a Bush, que le permitió luego ganar un segundo período. Que tuvo como fenómeno la crisis de las Torres Gemelas, se resolvió con un crecimiento fenomenal de la deuda del Estado estadounidense, las empresas y las familias estadounidenses.
A propósito de este balance salieron los datos del endeudamiento público mundial. Y resulta que la deuda mundial es 330% del PBI que es lo que se genera de bienes y servicios en un año. En el mundo hay un stock de deuda pública tres veces mayor a lo que se produce en un año. Pero si discriminás entre países capitalistas desarrollados y los países llamados emergentes, resulta que, si la deuda creció un 330% en el promedio mundial, en los capitalistas desarrollados, EE UU, Europa, Japón, creció 390%. Con lo cual el problema de la deuda no es la Argentina que estaba en default, que podía estar en default, que arregló su canje con los privados y títulos de la legislación extranjera, sino que el principal problema del endeudamiento está en el capitalismo desarrollado.
Por eso hablamos de una crisis del capitalismo mundial. Ahora, EE UU no es sólo lo económico, porque esta situación económica que describo, con crecimiento del desempleo, con datos alarmantes de empobrecimiento de la población, tiene impacto político porque está asociado a una fuerte represión policial, al mismo estilo que acontece al sur del mundo, lo que nosotros podríamos explicar cómo la política de gatillo fácil que es transversal a cualquier tipo de gobierno.
Cambian los gobiernos en la Argentina, o en cualquier país de América Latina, y la política de disciplinamiento, la violencia policial institucional existe y se desarrolla por todos lados. Quizás la novedad en los EE UU son las protestas que se han generalizado en el último tiempo por la discriminación a la población negra, la violencia y asesinato policial sobre la población negra y eso genera una respuesta antirracista muy fuerte que involucra a jóvenes blancos. Sin prejuicios de que también hay jóvenes blancos que levantan la bandera del rifle, que matan por su cuenta.
M.H.: Quería ir a eso, porque lo que vemos en los últimos días son muertes de civiles por enfrentamientos. Porque hasta ahora habíamos visto la violencia policial contra los afroamericanos, pero ahora hay muertos civiles, atacados por jóvenes blancos.
J.G.: Y apoyados y saludados por el presidente Trump.
M.H.: Y también jóvenes blancos atacados por afroamericanos. En mi juventud vi a las Panteras Negras, que también eran afroamericanos armados. He escuchado analistas finos de la política norteamericana como James Petras hablando de guerra civil, de golpe de Estado.
J.G.: Trump ha dicho que él puede no reconocer el resultado electoral, él mismo está criticando el método de votación vía correo. En EE UU hace mucho tiempo que vota muy poca población, es voluntario.
M.H.: Además se vota un día laborable.
Trump no es un loco que gobierna EE UU
J.G.: Y en horario laborable, además hay que anotarse previamente. Además,como es voluntario podés anotarte y no tenés la obligación de ir a votar. A Trump y a todos los políticos conservadores esto les resulta positivo, mientras menos gente vote, mejor. Entonces hay un desestímulo a la votación y Trump está estimulando muy fuerte esto, tratando de desprestigiar al proceso electoral, al propio correo y hasta señaló que puede no reconocer el resultado electoral.
Por primera vez hay hipótesis de golpe de Estado, que circula por los principales medios de EE UU. Vos mencionas a James Petras y tal vez alguien puede pensar que los izquierdistas ven conspiraciones en todos lados, pero no, esto que estamos hablando está en el New York Times, de parte de los analistas del establishment. Sabemos que el NYT no es amigo de Trump, pero hay que ver que al presidente de EE UU, como al jefe de gobierno de Gran Bretaña, o el presidente de Brasil u otros muy similares en todo el mundo.
A 30 años de la desarticulación de la URSS, de la bipolaridad, lo que apareció no es un avance de la izquierda en los gobiernos, sino que hay un proceso de descomposición, que lleva a muchos a hablar de crisis civilizatoria y por eso no es que Trump es un loco que gobierna EE UU, sino que es producto de la situación de desarticulación de la economía, la política y la sociedad estadounidense que genera este tipo de respuestas.
Y por eso también con especificidades lógicas, lo asocio a lo que pasa con Gran Bretaña y Johnson y en Brasil con Bolsonaro. Recordemos que Bolsonaro unos meses antes de las elecciones que ganó estaba muy lejos de ser un candidato competitivo y, sin embargo, recaudó más de 50 millones de votos. Es para pensar, esta nueva derecha viene con un discurso que es muy similar, hay muchos estudios que piensan cómo actúan los sectores de la derecha en Argentina, con las últimas movilizaciones que se han desplegado contra la expropiación de Vicentín por ejemplo.
M.H.: Creo que en la Argentina han tenido éxito.
J.G.: Es el mismo “éxito” que están teniendo en varios lados. Yo comencé por el lado de la economía porque es lo que más sigo, pero los economistas que hablan en los medios de comunicación de Argentina son ortodoxos, neoliberales, de derecha. Si ponés a un marxista a hablar de Keynes lo van a criticar por pro capitalista, pero estos ortodoxos neoliberales ultramontanos critican a Keynes por “marxista”.
Hay un corrimiento a la derecha ideológico, que actúa desde los medios de comunicación en un objetivo claro de manipulación de la conciencia social. Y hay un proceso de cansancio en buena parte de la sociedad, de que la política tal y como es no resuelve los problemas de la sociedad. Y de hecho se hizo el anuncio del acuerdo del canje de la deuda y tenés oficialismo y oposición de los poderes ejecutivos provinciales todos reunidos. Hasta el gobernador de San Luis que en su momento cuando se firmó la solicitada por la Ley de sustentabilidad de la deuda no lo hizo, estaba presente. Salvo la izquierda explícita en el Parlamento, la institucionalidad legislativa y de los poderes ejecutivos, oposición y oficialismo totalmente de acuerdo. Alguna vez yo dije “este es el partido de la deuda”.
El partido de la deuda
M.H.: La aceptación del canje, por casi 93,5% se presenta como un éxito. Justamente te quiero preguntar sobre esto. ¿Qué significa? ¿Podemos esperar los “brotes verdes” que nos anunciaba Macri hace tres años atrás?
J.G.: En primer lugar, el gobierno tenía vencimientos para estos cuatro años de 30.000 millones de dólares, ahora va a tener vencimientos de 4.500 millones de dólares. Entonces, en tanto Poder Ejecutivo, sea Alberto Fernández o Martín Guzmán, bajaron lo que hay que pagar, entonces pueden usar el dinero para otra cosa que no sea pagar.
En segundo lugar, si aspiran a otro gobierno se sacaron del medio las obligaciones, porque el canje implica que se entregan títulos que se vencen en 2030, por lo tanto, por diez años no se preocupan en demasía, recién en 2030 hay vencimientos serios. Lo que va a pasar en 2030 es incierto, puede ser que la Argentina crezca y pueda pagar la deuda sin problema, que entre en crisis el sistema mundial y haya una condonación de deuda. Pueden pasar muchas cosas. Es el largo plazo. Entonces están satisfechos los que tienen que pagar.
Y los que tienen que cobrar también están contentos, porque el gobierno argentino no estaba pagando. Con Macri empezó el “reperfilamiento” que significa que como no podían pagar patearon la deuda para adelante. Y el gobierno de Alberto Fernández también reperfiló deuda, hay gobiernos de provincia que también lo han hecho. Han tirado la pelota para adelante.
Pero en algún momento llega ese adelante que hay que pagar. Por ejemplo, el gobierno dice que ahora nos ahorramos en diez años 37.700 millones de dólares. Los ahorró porque pensaba pagarlos, porque de hecho Argentina no estaba pagando. Uno no puede hacer ciencia ficción y pensar qué hubiera pasado si Argentina no arreglaba este canje. No iba a poder pagar, y no podés ahorrar lo que no ibas a pagar, porque no podías pagarlo. Lo curioso de esto es que cualquiera puede hacer campaña.
El Fondo financiero que hizo que los fondos tenedores firmaran este acuerdo, va a las reuniones, a los inversores y les dice que es dudoso que cobren, entonces han hecho un canje en el que les van a pagar en vez del 7% el 3% pero lo van a cobrar seguro, porque ahora viene la negociación con el FMI, ahí va a haber ajustes.
El ministro dijo que el déficit fiscal de 2021 va a ser de -4.5% del PBI y este año va a cerrar en -7 o -8%. Quiere decir que, si este año se gastó mucho por el Covid, el año que viene se va a gastar menos. Porque si este año el déficit es -7 o -8% y el que viene es -4,5% es que se va a gastar menos o que se va a recaudar más. Por ejemplo, la expectativa del impuesto a las grandes fortunas, pero tampoco porque tiene destino específico. Pero va a haber ajuste, de hecho, el ajuste ya aconteció, pregúntenle a la mayoría de los jubilados si no hubo ajuste en la no actualización para todas las categorías. O a los trabajadores estatales.
M.H.: Que tienen congelados los sueldos desde el año pasado.
J.G.: Eso es un ajuste. Al mismo tiempo se puede explicar y es cierto que el gobierno ha generado políticas sociales compensatorias, pagando salarios a trabajadores de empresas que no podían hacerlo, se ha ampliado la política social. Hay muchos ejemplos de medidas que se han tomado para no agravar la situación, pero la realidad es que las cuentas fiscales se han achicado producto del ajuste del 2020 y este solo dato de un déficit fiscal disminuido te marca el ajuste para el año que viene.
Están satisfechos los que tienen que pagar porque patearon la pelota para adelante, y están satisfechos los que tienen que cobrar porque renegocian para seguir cobrando más adelante. Y no nos olvidemos que en general a los acreedores no les interesa tanto cobrar el capital, sino que la calesita de la deuda continúe.
Por eso daba el dato del crecimiento de la deuda mundial. Estamos en un momento de expansión de la deuda, por eso es sorprendente y llama la atención el apuro de la Argentina por arreglar, cuando puede estallar una crisis de deuda muy grande. Y ojo que en quince días vamos a estar hablando del arreglo de la deuda en dólares de legislación local y vaya a saber cuándo nos van a informar el acuerdo al que se arribó con el FMI, que todo indica va a ser un nuevo crédito para pagar el viejo crédito y restablecer condiciones para el ajuste y reformas estructurales regresivas.
*Fuente: https://rebelion.org/hay-una-situacion-muy-grave-de-la-economia-estadounidense/
Entrevista a Lizzy Osorio, comunicadora y activista por los DDHH: “En Paraguay se cometió un infanticidio”
Por Leandro Albani
El 2 de septiembre, las fuerzas armadas de Paraguay asesinaron a dos niñas argentinas en un supuesto operativo contra la guerrilla. El gobierno paraguayo busca reforzar la impunidad ante las crecientes denuncias por lo ocurrido.
“Es impostergable el desmantelamiento de las Fuerzas de Tarea Conjunta (FTC), que, en palabras de los propios pobladores del norte del país, tanto daño han hecho a las comunidades campesinas e indígenas”, afirmó a La tinta Lizzy Osorio, comunicadora y activista de la Plataforma Social de Derechos Humanos, Memoria y Democracia del Paraguay.
De esta manera, Osorio se refirió a la fuerza responsable de los asesinatos de Lilian Mariana y María Carmen Villalba, dos niñas argentinas, de 11 años, ocurrido el pasado 2 de septiembre en un supuesto operativo contra la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), en el distrito de Yby Yaú, en la frontera entre los departamentos de Concepción y Amambay.
Luego de que el gobierno del presidente Mario Abdo Benítez anunciara como un “éxito” el operativo, y de viajar hasta el lugar de los crímenes para tomarse fotos con los soldados, lentamente, se fue conociendo lo que el Ejecutivo tanto intenta ocultar: que las niñas fueron asesinadas, sus ropas cambiadas y enterradas, violando todas las leyes nacionales e internacionales.
Ante esta situación macabra, Osorio afirmó que “es necesario que la comunidad internacional, y me refiero tanto a instituciones como organizaciones sociales no sólo de la Argentina, expresen su solidaridad y se coloquen como observadores de estos hechos, de manera que se pueda esclarecer y aplicar las medidas necesarias para castigar a los responsables”.
Desde la cancillería argentina, ya se pidieron explicaciones al gobierno de Paraguay, aunque las respuestas, hasta ahora, fueron reticentes. Al mismo tiempo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) criticó con dureza el operativo realizado por las fuerzas armadas paraguayas. La respuesta gubernamental a la ONU fue la negación del hecho.
—¿Cómo calificarías la postura del gobierno paraguayo con respecto al asesinato de las dos menores de edad argentinas?
—El gobierno de Abdo Benítez evidencia su política neoestronista y es la continuidad del régimen totalitario de Alfredo Stroessner, que no cayó en febrero de 1989, ya que sus fuerzas militares y toda la estructura siguen estando al servicio de los mafiosos, corruptos y asesinos. Lo sucedido en Yby Yaú fue un infanticidio, un crimen de lesa humanidad, que demuestra la magnitud de violación a los derechos humanos que estamos viviendo en nuestro país. Lo repudiable es que hasta el propio presidente festeje y catalogue como “exitoso” un operativo donde asesinaron a dos niñas. Ante esto, tanto Mario Abdo Benítez, los ministros de Defensa y de Interior, y el alto mando de la Fuerza de Tarea Conjunta son responsables de este hecho, que no debe quedar impune.
—¿Existe algún imputado o acusado en la justicia por los asesinatos?
—La Fiscalía General, como es una práctica en un Estado terrorista, no ha realizado ninguna imputación, pese a que estamos ante graves violaciones del derecho internacional. La actuación de los militares de la FTC supera toda racionalidad al manipular pruebas del sitio, al quemar la vestimenta de las niñas, que iban a contribuir con la investigación El gobierno, con el fin de querer tapar los hechos, rápidamente procede a enterrarlas sin siquiera identificarlas. Ante este ultraje, y gracias a la insistencia de la comunidad internacional, luego de tres días, se ha procedido a la exhumación de los cuerpos y el peritaje de los mismos, sin que la otra parte -abogadas, Cancillería argentina- tenga garantías de que las mismas no hayan sido torturadas por parte de los militares.
Es importante resaltar la complicidad del Poder Judicial con respecto a crímenes de la Fuerza de la Tarea Conjunta desde sus inicios, en 2013: atropellos con armas de guerra en instituciones educativas donde acuden niños campesinos, torturas a pobladores de los departamentos sitiados, restricciones para la realización de reuniones políticas, entre otros. Como antecedente, en la zona en la que hoy opera la FTC, se produjeron otros graves hechos, como el asesinato a una persona sordomuda por parte de la policía nacional, en 2012, alegando que era parte de la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo, hecho absolutamente desmentido por la comunidad que acompañó este lamentable caso.
—¿Cómo está reaccionando la sociedad paraguaya ante lo que ocurrió?
—Al igual que el régimen totalitario de Alfredo Stroessner, que tenía como característica instalar el medio y la zozobra en población, quedando como patrón cultural de la sociedad paraguaya, el gobierno fraudulento de Abdo Benítez coloca, a través de los medios empresariales de comunicación, un “enfrentamiento entre las FTC y dos guerrilleras”. Frente a esto, se observa un repudio ciudadano por la ejecución de estas niñas, sumado a que la supuesta inteligencia de las Fuerza de Tarea Conjunta dispone de un presupuesto anual que supera los 17 millones de dólares anuales, según la Sociedad de Economía Política de Paraguay. Esto sucede en un país en que su población pobre supera el 50 por ciento, con políticas de despidos y que se sostiene a base de ollas populares.
Estas expresiones de hartazgo de individualidades llevaron a acciones no violentas contra uno de los patrimonios culturales materiales de la capital del país. Esto desembocó a que esa misma clase política mafiosa, ese sector dominante como la Unión de Gremios de la Producción, entre otros, manifiesten su solidaridad con las paredes del Panteón de los Héroes, pero no así con las niñas asesinas.
Las organizaciones de derechos humanos, como la Plataforma Social de Derechos Humanos, Memoria y Democracia, han solicitado a las instituciones públicas encargadas de velar por la promoción, defensa y protección de los derechos humanos, a realizar todas las acciones para lograr una investigación amplia y eficaz, además de poner de vuelta en el debate público el rol de las FTC en el norte del país, y el carácter inconstitucional de las leyes de la Ley N° 5.036/13 que modifica y amplía la Ley N° 1.337/99 de Defensa Nacional y de Seguridad Interna, ya que autoriza el empleo de las fuerzas armadas en asuntos de seguridad interna.
—¿Cuál es la situación represiva general en Paraguay?
—El Estado paraguayo tiene una deuda, que pretende quedar en la absoluta impunidad, con respecto a varios crímenes cometidos durante la tiranía político-militar de Stroessner y los hasta ahora 31 años de la supuesta democracia, o “transición” como la llaman. Justamente, para no quedar en esa impunidad es la insistencia en la necesidad del juicio y castigo a los torturadores y perpetradores de estos atropellos a la dignidad humana.
Paraguay es un Estado terrorista por este tipo de actuar de las instituciones que deberían velar por la seguridad. Pero, al contrario, son quienes propician estos hechos con graves consecuencias en lo que respecta a violaciones de los derechos humanos.
El gobierno títere de Abdo Benitez ha profundizado la criminalización de la lucha social, la persecución y el hostigamiento a referentes campesinos y campesinas, indígenas, estudiantes, personas LGBTI+, presos políticos, entre otros sectores. La militarización del país, con el empleo de fuerzas como la FTC, el Grupo LINCE o civiles armados en comunidades indígenas y campesinas al servicio de la oligarquía, comprueba la situación de un Estado fallido. La tortura, los tratos crueles inhumanos y degradantes siguen acrecentándose en numerosas denuncias que presentan las organizaciones de derechos humanos.
—¿Cómo están actuando los grandes medios de comunicación del país frente al asesinato de las dos niñas?
—Los grupos empresariales de medios de comunicación están al servicio de la narcopolítica paraguaya. La concentración de los grandes medios está en manos de comprobados contrabandistas, como el ex presidente Horacio Cartés Jara y el Grupo A.J. Vierci, ambos relacionados con partidos tradicionales como la Asociación Nacional Republicana. Esto demuestra que, en Paraguay, se viola el derecho a la información objetiva y eficaz.
Desde la agencia mediática, no existe intención alguna de propiciar el esclarecimiento del asesinato de las niñas por parte de la FTC, sino que se impone la lógica oficial del discurso del gobierno de que esto se trata de “inteligencia y lucha contra el crimen organizado”, sabiendo que el crimen organizado es justamente perpetrado por esos mismos dueños de esos medios de comunicación.
Entrevista a Vicente Mañes: “Sin suficiente profesorado, va a ser imposible cumplir la normativa en ciertos sitios”
Entrevistas/10 septiembre 2020/Autor: Daniel Sánchez Caballero/eldiariolaeducacion.com
Los colegios de infantil y primaria están comenzando las clases esta semana. La situación no es precisamente la ideal. Hablamos con Vicente Mañes, presidente de Fedeip, la federación que agrupa a sus directoras y directores. Aunque en Valencia, su Comunidad, la realidad es bastante buena, en el resto del país las medidas de seguridad no parece que puedan ser viables.
Vicent Mañes no para. El presidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos de Educación Infantil y Primaria lleva desde que empezó la pandemia atendiendo a los medios de comunicación a diario, peleando por sacar adelante su colegio, el Bertomeu Llorens i Royo de Catarroja, en Valencia, y coordinándose con los compañeros de la Federación. Mañes está en una situación curiosa: como representante de los directivos de colegios tiene que hablar de una realidad que le cuentan y que muchas veces no se corresponde con la suya. Como explica durante la entrevista, este profesor de inglés trabaja en la Comunidad Valenciana, probablemente la administración autonómica que ha presentado un plan de vuelta al colegio con más medios y posibilidades para los colegios. En el resto, cuenta Mañes, será difícil cumplir las medidas sanitarias porque no habrá suficientes profesores. Tan sencillo como eso: sin docentes no hay seguridad. Y ese resto son la mayoría de comunidades. En el verano más atípico de su vida, Mañes ha tenido dos semanas de vacaciones y nunca llegó a desconectar de sus compañeros ni dejó de hablar con otros directores.
¿Cómo ha empezado el curso?
Los compañeros en general se quejan de la precipitación, improvisación, en algunas comunidades autónomas más que en otras. También de la falta de recursos: en Andalucía no han llegado, en Murcia que hayan hecho un plan semipresencial que parece que no convence a nadie y no está bien organizado, en el País Vasco también achacan improvisación al Gobierno y en Galicia, esto ya es el culmen, han cambiado los consejeros de Educación y Sanidad, las dos consejerías más implicadas en la gestión de la pandemia. Todo esto no ayuda a una incorporación tranquila. En la Comunidad Valenciana tenemos el profesorado ya contratado en función de los grupos creados. Tenemos el plan de contingencia hecho, aunque ahora hay que hacer modificaciones como, por ejemplo, que ahora los grupos burbuja tengan que usar mascarillas todo el día. Pero ya lo teníamos hecho. No todo es una maravilla: faltan por llegar tablets, material para afrontar posibles confinamientos totales o parciales… En general, teniendo en cuenta que hay competencias autonómicas, podemos decir que ha habido precipitación y falta de seguridad, los equipos directivos no están tranquilos. Es una situación de incertidumbre muy grande, aparte de la gestión de casos. La coordinación con los centros de salud está cogida con alfileres y hoy es el día 1, no sabemos cómo puede evolucionar esto. Incertidumbre sería la palabra clave.
¿A qué cree que se debe esta precipitación? ¿No calibraron bien la situación o intentaron ahorrar dinero hasta el último momento?
La administración tiene una excusa, entre comillas. La pandemia va evolucionando y no es fácil adelantarse. Pero por eso precisamente habría que ser precavido y más cauto. Desde el 15 de agosto me están llamando las radios y periódicos con las prisas. ¿En mayo no sabíamos que el 7 de septiembre había que volver a los colegios? En algunas comunidades el trabajo estaba hecho, pero en otras hasta la Conferencia del 27 de agosto es como si no se acordaran. Mira Madrid, por ejemplo. Una dejadez inaudita, siendo un problema que afecta a tantísima gente, no solo a los alumnos. También a las familias. Porque abrir las escuelas es movilidad, entradas, salidas, gente que va y viene… todo lo contrario a lo que se preconizaba que había que hacer para contener la pandemia. No quiero dar un mensaje de intranquilidad, los equipos directivos nos lo hemos trabajado mucho, pongo la mano en el fuego por eso, pero lo hacemos con el material que nos dan. Necesitamos los medios, y aparte del tema económico y personal, es tener seguridad jurídica, tener herramientas legislativas. El legislador nos tiene que proveer de un marco en el que nos podamos mover. Si nos dicen que hay que exigir a las familias que tomen la temperatura pero no te dan herramientas para que se cumpla… Hay un poco de descoordinación en este sentido.
Supongo que habrá muchas realidades, pero ¿cree que se va a cumplir la normativa sanitaria?
Es difícil de contestar. Pero la normativa respecto a los grupos, las distancias, etc. en algunos sitios será imposible sin profesorado. Y en otros, incluso con profesorado, porque no tendrán espacio. El problema fundamental es de profesorado. Las administraciones hacen cálculos sui generis a veces. Si un centro está funcionando el año pasado con X profesores y atendía a todo el alumnado, incluida la diversidad, habrá administraciones que caerán en la tentación de mantener ese profesorado y deshacer los desdobles y refuerzos que había, eliminando este tratamiento a la diversidad y atención al alumnado, sobre todo, al alumnado con necesidades especiales. Perjudicaríamos a un sector muy amplio del alumnado. No conozco las respuestas de todas las administraciones, pero hay algunas que no están entregando los medios.
¿Cómo van los grupos burbuja?
Son grupos de 20 y algunas comunidades han flexibilizado ese número para que pueda llegar a 25, la ratio máxima. No sé cómo afecta a nivel macro que en lugar de 20 sea de 25, creo que no demasiado. La mayoría de los colegios lo han hecho. Con los no burbuja que hay que mantener metro y medio es donde más problemas hay. Las aulas deberían tener 70 u 80 metros cuadrados para meter a esos niños. En un aula de 56-57 metros cuadrados, que ya es grande, no caben 25 niños. Luego hay cosas de sentido común, como que es más importante la distancia lateral que la frontal, si están mirando todos en el mismo sentido. Pero son muchas cosas: el uso de servicios, poder utilizar las fuentes del patio, la organización de los servicios de limpieza… Ahora tienen que utilizar el mismo servicio cinco grupos distintos. Dentro de uno pueden ir a la vez, pero luego no puede entrar uno de otro grupo hasta que no lo hayas limpiado, con lo que antes del patio, después del patio y en la sesión de la tarde tienes que organizar turnos para que pueda ir un grupo, limpiar el baño, luego otro. Después está el comedor también, la cuadratura del círculo. Es uno de los servicios más demandados por la conciliación, y tenemos que organizar también los grupos…
¿Pero van a ser estancos estos grupos?
Van a funcionar en el centro. Otra cosa es la validez que tenga eso desde el momento en el que los niños salgan. Salen al parque, juegan, van a comprar con sus padres. Luego veremos, si surgen casos, cómo tratarlos… En los centros estamos súper concienciados para ser muy estrictos con este tema. Los patios, por ejemplo. Nosotros hemos tenido hoy (por ayer) una primera prueba. Hoy estábamos solo con los grupos burbuja, pero hemos sectorizado el patio y vigilado todos los profesores para que se vayan acostumbrando. En otros colegios se han hecho turnos… Eso ya depende de cada centro. Pero diría que sí se van a cumplir, al menos en las comunidades como desde la que hablo yo, en la que nos han dado medios. En Andalucía, Murcia, Aragón me transmiten sus quejas porque no son capaces de cumplir las medidas por falta de recursos.
¿Cómo se están organizando, por ejemplo, con los servicios o los profesores especialistas que normalmente van pasando de clase en clase?
La mayoría de los especialistas son también tutores. Son tutores de grupos de distancia, que quiere decir que pueden entrar en otros grupos, que eso es clave. También con la flexibilización de las medidas ahora se permite la entrada con equipo de protección por parte del profesor con mascarilla y distancia, sin interactuar físicamente con los niños. Antes no se podía. Otra opción es dar clases semivirtuales, que el profesor dé clase en el mismo centro, pero a distancia. Que no es la solución que más nos gusta, pero…
Hablamos mucho de temas sanitarios, pero los formativos están quedando un poco olvidados. ¿El asunto educativo cómo va? ¿Alguna preocupación especial?
En infantil y primaria la situación es diferente que en secundaria. Tenemos un currículum y unos contenidos, pero lo fundamental es establecer rutinas, metodologías, hábitos de trabajo y, por supuesto. también contenidos. Lo perdido en el último trimestre no nos preocupa, se recupera fácilmente reprogramando lo que se dejó de hacer. Lo más problemático es el cambio de hábitos, llevan seis meses sin pisar el colegio. Pero son esponjas y se habituan rápido. Los niños tenían ganas de volver, lo hemos comprobado. Estaban súper contentos de volver porque esta es su vida, el colegio, los profesores.
¿Cómo llevan el tema del ‘responsable COVID’ que les han obligado a asignar?
En la mayoría de los casos el responsable será el director o directora, como es mi caso. Estamos esperando formación específica, no tenemos y deberíamos tenerla. Entendemos que en este momento nuestro papel se limita a ser el vínculo entre salud y educación para detectar casos en el centro y para recibir instrucciones de los centros de salud en caso de posibles cierres. En todas nuestras conversaciones con la administración hemos dicho que el responsable COVID debería ser personal sanitario. Llevamos tiempo dándole vueltas al tema de la enfermera escolar. Excepto Madrid, el resto de comunidades no tenemos enfermera escolar, por ejemplo. Y es un papel importante, también por la promoción de la salud en el ámbito escolar. No es solo una enfermera que ponga tiritas, pero sí para preocuparse de la promoción de hábitos sanitarios. Y ahora vendría muy bien como primer elemento de rastreo de casos, etc. Pero no nos han hecho caso porque como siempre es una cuestión de dinero.
¿Ha pesado más el asunto conciliación que el formativo a la hora de decidir abrir los centros?
Sí. El problema es que tenemos confiada la conciliación casi en exclusiva a la escuela, y eso es un error. La función de la escuela no es conciliar, es otra. Es su papel educativo. Lo otro es complementario, también permite que las familias puedan hacer otra cosa. Esto es de un debate amplio y grande. Tendríamos que pensar cómo organizamos el tiempo de nuestros niños, de los adultos que trabajan, los horarios… y entre empresas, trabajadores, ministerios y comunidades autónomas articular otros mecanismos. Ahora nos vemos con el problema de que hay que solucionar rápido qué va a pasar cuando se confine una escuela. Si el niño no es portador, los padres no tienen coberturas para quedarse en casa. Ahora nos damos cuenta de todos los problemas que supone esto. Ya nos habíamos dado cuenta durante el confinamiento, de hecho. Es un tema que no tiene una solución fácil.
Hablemos del profesorado vulnerable. Parece que les están obligando a trabajar presencialmente. ¿Qué soluciones hay para ellos?
Hoy por hoy, si no tienen baja médica y solo son vulnerables, aunque estén en situación de riesgo, a no ser que tengan un informe de los servicios de atención a los profesionales, tienen que ir a trabajar. En los centros podemos hacer pequeñas adaptaciones, como no ponerles frente a un grupo burbuja sin mascarillas. No sé si la solución son los test masivos, como han hecho en Madrid, porque mira lo que ha pasado con todos los positivos, pero está claro que si una persona es de riesgo deberíamos hacer un esfuerzo por intentar adaptar sus funciones dentro del centro y minimizar en la medida de lo posible el riesgo.
Se habló de que del confinamiento saldríamos mejores. No parece que haya acabado de cumplirse aquello. ¿Tiene esperanzas pese a todo de que esto sirva para darle un empujón a la educación, por ejemplo, en relación a las ratios?
No lo sé. Esto es una situación totalmente inesperada. Va a depender mucho de cómo evoluciona el tema clínico cuando pasen dos o tres semanas desde la apertura de los centros. Entonces pasarán cosas. Lo que me temo es que cuando descubramos la vacuna no va a dejar huella. No sé si la vuelta a la normalidad es volver a ser tan torpes como éramos antes, pero no tengo esperanzas de cambios significativos. Lo de la importancia de la educación se dice con mucha facilidad, sobre todo la clase política. Pero luego se ven los resultados. En este país ha primado que se abrieran los bares y hoteles antes del tema sanitario. Y así nos ha ido.
No sé si tendrá respuesta, pero necesito que alguien me explique esto. ¿Por qué cree que las comunidades prohíben las reuniones de más de 10 personas, pero en los colegios permiten meter a 20 personas en 50 metros cuadrados?
Solo tengo una respuesta: que crean que de verdad en el colegio vamos a cumplir las medidas. Si todo el mundo cumpliera con las medidas, perfectamente podríamos reunirnos 20 o 30 personas. Si nos reunimos con distancia, mascarilla, sin tocarnos, compartir objetos, podríamos hacerlo. Y si no lo creen es una irresponsabilidad muy grande. Pero sí, comparto el argumento.
Acabamos con una pregunta un poco más personal. ¿Ha tenido vacaciones?
Me fui del cole el 4-5 de agosto. Hasta el día 14 o 15, aunque continuaba el contacto con mis compañeros, sí tuve vacaciones. A partir de ese día fue una locura. Trabajo de coordinación, en los colegios, hablando con compañeros, intercambiando ideas. Y la última semana de agosto ya estábamos de vuelta. No es una queja, este trabajo es absorbente y sabemos dónde nos metemos. Muchas otras personas tampoco han tenido y son colectivos que no han tenido repercusión. Pero no me quejo.
No le preguntaba tampoco con esa intención. Lo decía por esto de que los profesores sois unos vagos y no queréis volver a clase para quedaros en la playa.
[Se ríe] Yo intento ir a la playa cuando puedo, viene muy bien siempre.
Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/09/08/sin-suficiente-profesorado-va-a-ser-imposible-cumplir-la-normativa-en-ciertos-sitios/
Entrevista a Enrique Viale: «Los mapas de la pobreza coinciden con los mapas de la contaminación ambiental en Argentina»
Por: Guillermo Cichello
Cuando se desarrollaba la Cuarta Cumbre sobre el Cambio Climático en el entonces Centro Municipal de Exposiciones, al lado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, alguien le dijo a un estudiante de abogacía que miraba en los pasillos: “¿Querés entrar?”. Y entró. Era el año 1998 y el estudiante era Enrique “Quique” Viale. “Siempre supe que el derecho no lo iba a ejercer de manera normal, sino relacionándolo con lo social. En ese momento le encontré una vuelta de tuerca: lo socio-ambiental. Ahí me empecé a interesar”.
Unos años después de esa entrada, Viale fundaba la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (2004), asesoraba a la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado de la Nación, litigaba en numerosas causas por daño y recomposición ambiental contra la Barrick (como abogado de la Asamblea del pueblo de Jáchal, San Juan, por los derrames de cianuro en la mina Veladero), contra Monsanto, Chevron, el grupo inmobiliario IRSA, o participaba en la histórica causa que tramita ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo.
“Cuando egresé en el año 2000 hice un postgrado llamado Régimen Jurídico de los Recursos Naturales y empecé a contactarme con asambleas de distintas partes del país que venían luchando contra la megaminería, etc. Me especialicé a la fuerza”.
Atravesamos un año absolutamente excepcional para los debates socio-ambientales; no sólo por la irrupción de la pandemia del COVID-19 que al interrogar sus causas es imposible no hacer foco en la depredación de la naturaleza, sino por la multitudinaria movilización en defensa del agua a principios de año en Mendoza, por el intenso debate sobre la posible instalación de mega-factorías de cerdos debido a la peste que diezmó la población porcina de China, y –por estas horas, con el humo en Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe- con el debate de una ley de humedales que ponga límite a los demenciales incendios promovidos por productores rurales.
Por eso nos resultó propicia la ocasión para sostener una conversación con Enrique Viale.
-Tal vez no es tan conocido un pronunciamiento muy lúcido de Perón del año 1972 sobre la cuestión ambiental. Más allá de aquel mensaje, ¿cómo pensás la relación que existe entre la cuestión ambiental y los partidos que a grandes rasgos podríamos inscribir en la tradición del peronismo, los movimientos nacionales y populares, los partidos progresistas, etc.?
“El pronunciamiento de Perón de 1972 ante la Cumbre de la Tierra, en Estocolmo, es un documento que no sólo mantiene actualidad en 2020, sino que es de vanguardia. Lamento que no sea tan conocido, incluso dentro del peronismo; pareciera que en el peronismo no pudiera haber una corriente que pudiera ver este tema con otros ojos. El documento es de una potencia extraordinaria, de una visión de estadista única, que anticipaba cada uno de los conflictos y nos señalaba además cómo superarlos. Salvo Pino Solanas y algún otro, la verdad que dentro del peronismo se han hecho y se hacen bastante los tontos con ese documento. Hay gente joven que le está hoy dando una vuelta de tuerca, como Leonardo Groso (presidente de la comisión de Ambiente en la Cámara de Diputados de la Nación) etc., pero la mayoría mira para otro lado. Ese documento es complementado con la encíclica Laudato si, del papa Francisco, del año 2015: uno de los documentos más extraordinarios del siglo XXI, con una fuerte inspiración en esa carta de Perón. Es muy interesante. Le cuesta a los progresismos darse cuenta de esto porque tienen esa vieja creencia -superada hace 30 años (incluso el documento de Perón la supera)-, de que primero tenemos que atender lo social y después veremos lo ambiental, como si no tuvieran las mismas causas, como si las causas de la degradación ambiental no fueran las causas de la degradación social, como si los mapas de la pobreza no coincidieran con los mapas de la contaminación, como si no conocieran la historia de América Latina y su rol de exportadora de naturaleza, una historia de saqueo y contaminación. Eso es lo que realmente me preocupa y me alarma”.
– Asistimos a un debate interesante en la Argentina y en el mundo que conjuga la justicia social, los derechos a una distribución de la riqueza, con la protección del ambiente, ¿podemos definir que estamos ante el nacimiento de un ambientalismo popular? Y, en su caso, ¿en qué consiste para vos?
“Creo que el ambientalismo popular nació hace mucho tiempo; estaba concentrado o resultó difícil popularizarlo, pero fue la experiencia de las asambleas ciudadanas en muchos países, de los campesinos y las comunidades indígenas que vienen luchando y defendiendo su territorio. Esto tiene una larga historia no sólo en nuestro país, sino en toda América Latina. No es casual que América Latina sea la región donde más defensores ambientales o defensores de la naturaleza han sido asesinados. Muere asesinado uno cada dos días. Una locura. Este ambientalismo popular existe. Muchas veces es ninguneado por la prensa hegemónica, pero también por los sectores progresistas que lo relativizan. En el último tiempo esto ha empezado a cambiar y ya no es tan fácil ridiculizar ni invisibilizar a estos sectores”.
-Por estos días, adquirió cierta relevancia pública un acuerdo con China para la instalación de granjas industriales de cerdos –debido a la proliferación en aquel país de la peste porcina africana que diezmó su población porcina. Tu visión de esta perspectiva.
“Lo que trascendió del acuerdo con China para la instalación de mega-factorías de cerdos en nuestro país, realmente nos alarma, nos asusta y por eso iniciamos una campaña para ponerle luz pública y promover un debate nacional en ese sentido. Ni siquiera es que China les va a comprar a nuestros productores más carne y así aumentar nuestras exportaciones, sino que China quiere instalar, como enclaves de exportación, estas mega-factorías de carne porcina. Lo que implica varias capas de alarma. La primera es que estamos en el medio, sufriendo la peor parte de una pandemia, de un virus zoonótico, de un virus que saltó de los animales a los humanos por este tipo de producciones. ¿En este contexto nosotros vamos a instalar aquí esas fábricas de pandemias? Mega-granjas con miles y miles de animales hacinados, ¿nos parece razonable o por lo menos merecería un debate público? Otra capa es seguir con la misma historia: primarizar nuestra economía como la única forma de desarrollo. No hay creatividad en buscar otras formas o posibilidades de superar nuestros índices de pobreza que se ven acentuados, obviamente, por la pandemia, en todo el mundo y en la Argentina también. Esto preocupa porque parece que deberíamos acentuar las cosas que nos trajeron hasta acá. Para salir de la pobreza que aparejó el modelo primario del agronegocio, megaminería y fracking, la solución sería más agronegocio más megaminería y más fracking. Es para pensarlo”.
– La pandemia del Covid-19 representa una oportunidad para repensar las cuestiones ambientales, ya que se escuchan voces que ligan esta enfermedad a la devastación del planeta. Más allá de la ansiosa y entendible espera de una vacuna que ponga fin a la pandemia, ¿en dónde para vos es conveniente poner el foco para profundizar en la reflexión de sus causas o de las causas de futuras pandemias?
“Cuando empezó esto, en las primeras semanas empezamos a reflexionar con Maristella Svampa (con quien estamos por sacar juntos un libro en septiembre). La pandemia nos hace pensar nuestra propia existencia y teniendo en cuenta que el virus reconoce claros orígenes en la degradación socio-ambiental, esto nos debería además permitir reflexionar sobre nuestros medios de vida, sobre nuestros modos de producción y sobre nuestro modo de relacionarnos con la naturaleza. Propusimos entonces juntar justicia social con justicia ecológica y plantear un gran Pacto Eco-social y Económico para la post-pandemia, acordado por toda la sociedad y el Estado, consistente en cinco puntos. No es para nada un pacto verde, ecológico, solamente, sino que lo primero que plantea es un Ingreso Ciudadano Universal para que toda persona por el sólo hecho de existir pueda tener una mínima renta para garantizar sus condiciones dignas de vida. También propusimos una auditoría y suspensión de la deuda externa, repensar el modelo tributario argentino que es absolutamente injusto y promover –es el momento- un impuesto a las grandes fortunas. También un sistema nacional de cuidados para cuidar a los sectores más vulnerables de la sociedad, tan importante en estos momentos y proporcionalmente tan injusto al recaer sobre las mujeres. Y el quinto punto –el más ecológico, si se quiere- es una transformación socio-ecológica radical. Nosotros creemos que puede contribuir a la recuperación económica transformar nuestros sistemas de vida, nuestras formas de habitar el país –un país absolutamente urbano con el 92 % de la población que vive en ciudades (el promedio mundial es del 54 %), lo cual es absolutamente inviable. Hay que generar condiciones para la vuelta a las pequeñas y medianas localidades, generando cordones agroecológicos en las ciudades que den trabajo, arraigo y una mejor educación y salud. Tenemos que garantizar que la gente no tenga que venir a hacinarse en las grandes ciudades, justamente donde estamos viviendo las peores consecuencias de la pandemia, como el área metropolitana de Buenos Aires. Es el momento de esto y de una transformación del sistema energético que puede generar miles de puestos de trabajo. Repensar nuestros modelos productivos es clave».
Fuente e imagen: Diario Registrado