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Entrevista a Vicente Mañes: “Sin suficiente profesorado, va a ser imposible cumplir la normativa en ciertos sitios”

Entrevistas/10 septiembre 2020/Autor: Daniel Sánchez Caballero/eldiariolaeducacion.com

Los colegios de infantil y primaria están comenzando las clases esta semana. La situación no es precisamente la ideal. Hablamos con Vicente Mañes, presidente de Fedeip, la federación que agrupa a sus directoras y directores. Aunque en Valencia, su Comunidad, la realidad es bastante buena, en el resto del país las medidas de seguridad no parece que puedan ser viables.

Vicent Mañes no para. El presidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos de Educación Infantil y Primaria lleva desde que empezó la pandemia atendiendo a los medios de comunicación a diario, peleando por sacar adelante su colegio, el Bertomeu Llorens i Royo de Catarroja, en Valencia, y coordinándose con los compañeros de la Federación. Mañes está en una situación curiosa: como representante de los directivos de colegios tiene que hablar de una realidad que le cuentan y que muchas veces no se corresponde con la suya. Como explica durante la entrevista, este profesor de inglés trabaja en la Comunidad Valenciana, probablemente la administración autonómica que ha presentado un plan de vuelta al colegio con más medios y posibilidades para los colegios. En el resto, cuenta Mañes, será difícil cumplir las medidas sanitarias porque no habrá suficientes profesores. Tan sencillo como eso: sin docentes no hay seguridad. Y ese resto son la mayoría de comunidades. En el verano más atípico de su vida, Mañes ha tenido dos semanas de vacaciones y nunca llegó a desconectar de sus compañeros ni dejó de hablar con otros directores.

¿Cómo ha empezado el curso?

Los compañeros en general se quejan de la precipitación, improvisación, en algunas comunidades autónomas más que en otras. También de la falta de recursos: en Andalucía no han llegado, en Murcia que hayan hecho un plan semipresencial que parece que no convence a nadie y no está bien organizado, en el País Vasco también achacan improvisación al Gobierno y en Galicia, esto ya es el culmen, han cambiado los consejeros de Educación y Sanidad, las dos consejerías más implicadas en la gestión de la pandemia. Todo esto no ayuda a una incorporación tranquila. En la Comunidad Valenciana tenemos el profesorado ya contratado en función de los grupos creados. Tenemos el plan de contingencia hecho, aunque ahora hay que hacer modificaciones como, por ejemplo, que ahora los grupos burbuja tengan que usar mascarillas todo el día. Pero ya lo teníamos hecho. No todo es una maravilla: faltan por llegar tablets, material para afrontar posibles confinamientos totales o parciales… En general, teniendo en cuenta que hay competencias autonómicas, podemos decir que ha habido precipitación y falta de seguridad, los equipos directivos no están tranquilos. Es una situación de incertidumbre muy grande, aparte de la gestión de casos. La coordinación con los centros de salud está cogida con alfileres y hoy es el día 1, no sabemos cómo puede evolucionar esto. Incertidumbre sería la palabra clave.

¿A qué cree que se debe esta precipitación? ¿No calibraron bien la situación o intentaron ahorrar dinero hasta el último momento?

La administración tiene una excusa, entre comillas. La pandemia va evolucionando y no es fácil adelantarse. Pero por eso precisamente habría que ser precavido y más cauto. Desde el 15 de agosto me están llamando las radios y periódicos con las prisas. ¿En mayo no sabíamos que el 7 de septiembre había que volver a los colegios? En algunas comunidades el trabajo estaba hecho, pero en otras hasta la Conferencia del 27 de agosto es como si no se acordaran. Mira Madrid, por ejemplo. Una dejadez inaudita, siendo un problema que afecta a tantísima gente, no solo a los alumnos. También a las familias. Porque abrir las escuelas es movilidad, entradas, salidas, gente que va y viene… todo lo contrario a lo que se preconizaba que había que hacer para contener la pandemia. No quiero dar un mensaje de intranquilidad, los equipos directivos nos lo hemos trabajado mucho, pongo la mano en el fuego por eso, pero lo hacemos con el material que nos dan. Necesitamos los medios, y aparte del tema económico y personal, es tener seguridad jurídica, tener herramientas legislativas. El legislador nos tiene que proveer de un marco en el que nos podamos mover. Si nos dicen que hay que exigir a las familias que tomen la temperatura pero no te dan herramientas para que se cumpla… Hay un poco de descoordinación en este sentido.

Supongo que habrá muchas realidades, pero ¿cree que se va a cumplir la normativa sanitaria?

Es difícil de contestar. Pero la normativa respecto a los grupos, las distancias, etc. en algunos sitios será imposible sin profesorado. Y en otros, incluso con profesorado, porque no tendrán espacio. El problema fundamental es de profesorado. Las administraciones hacen cálculos sui generis a veces. Si un centro está funcionando el año pasado con X profesores y atendía a todo el alumnado, incluida la diversidad, habrá administraciones que caerán en la tentación de mantener ese profesorado y deshacer los desdobles y refuerzos que había, eliminando este tratamiento a la diversidad y atención al alumnado, sobre todo, al alumnado con necesidades especiales. Perjudicaríamos a un sector muy amplio del alumnado. No conozco las respuestas de todas las administraciones, pero hay algunas que no están entregando los medios.

¿Cómo van los grupos burbuja?

Son grupos de 20 y algunas comunidades han flexibilizado ese número para que pueda llegar a 25, la ratio máxima. No sé cómo afecta a nivel macro que en lugar de 20 sea de 25, creo que no demasiado. La mayoría de los colegios lo han hecho. Con los no burbuja que hay que mantener metro y medio es donde más problemas hay. Las aulas deberían tener 70 u 80 metros cuadrados para meter a esos niños. En un aula de 56-57 metros cuadrados, que ya es grande, no caben 25 niños. Luego hay cosas de sentido común, como que es más importante la distancia lateral que la frontal, si están mirando todos en el mismo sentido. Pero son muchas cosas: el uso de servicios, poder utilizar las fuentes del patio, la organización de los servicios de limpieza… Ahora tienen que utilizar el mismo servicio cinco grupos distintos. Dentro de uno pueden ir a la vez, pero luego no puede entrar uno de otro grupo hasta que no lo hayas limpiado, con lo que antes del patio, después del patio y en la sesión de la tarde tienes que organizar turnos para que pueda ir un grupo, limpiar el baño, luego otro. Después está el comedor también, la cuadratura del círculo. Es uno de los servicios más demandados por la conciliación, y tenemos que organizar también los grupos…

¿Pero van a ser estancos estos grupos?

Van a funcionar en el centro. Otra cosa es la validez que tenga eso desde el momento en el que los niños salgan. Salen al parque, juegan, van a comprar con sus padres. Luego veremos, si surgen casos, cómo tratarlos… En los centros estamos súper concienciados para ser muy estrictos con este tema. Los patios, por ejemplo. Nosotros hemos tenido hoy (por ayer) una primera prueba. Hoy estábamos solo con los grupos burbuja, pero hemos sectorizado el patio y vigilado todos los profesores para que se vayan acostumbrando. En otros colegios se han hecho turnos… Eso ya depende de cada centro. Pero diría que sí se van a cumplir, al menos en las comunidades como desde la que hablo yo, en la que nos han dado medios. En Andalucía, Murcia, Aragón me transmiten sus quejas porque no son capaces de cumplir las medidas por falta de recursos.

¿Cómo se están organizando, por ejemplo, con los servicios o los profesores especialistas que normalmente van pasando de clase en clase?

La mayoría de los especialistas son también tutores. Son tutores de grupos de distancia, que quiere decir que pueden entrar en otros grupos, que eso es clave. También con la flexibilización de las medidas ahora se permite la entrada con equipo de protección por parte del profesor con mascarilla y distancia, sin interactuar físicamente con los niños. Antes no se podía. Otra opción es dar clases semivirtuales, que el profesor dé clase en el mismo centro, pero a distancia. Que no es la solución que más nos gusta, pero…

Hablamos mucho de temas sanitarios, pero los formativos están quedando un poco olvidados. ¿El asunto educativo cómo va? ¿Alguna preocupación especial?

En infantil y primaria la situación es diferente que en secundaria. Tenemos un currículum y unos contenidos, pero lo fundamental es establecer rutinas, metodologías, hábitos de trabajo y, por supuesto. también contenidos. Lo perdido en el último trimestre no nos preocupa, se recupera fácilmente reprogramando lo que se dejó de hacer. Lo más problemático es el cambio de hábitos, llevan seis meses sin pisar el colegio. Pero son esponjas y se habituan rápido. Los niños tenían ganas de volver, lo hemos comprobado. Estaban súper contentos de volver porque esta es su vida, el colegio, los profesores.

¿Cómo llevan el tema del ‘responsable COVID’ que les han obligado a asignar?

En la mayoría de los casos el responsable será el director o directora, como es mi caso. Estamos esperando formación específica, no tenemos y deberíamos tenerla. Entendemos que en este momento nuestro papel se limita a ser el vínculo entre salud y educación para detectar casos en el centro y para recibir instrucciones de los centros de salud en caso de posibles cierres. En todas nuestras conversaciones con la administración hemos dicho que el responsable COVID debería ser personal sanitario. Llevamos tiempo dándole vueltas al tema de la enfermera escolar. Excepto Madrid, el resto de comunidades no tenemos enfermera escolar, por ejemplo. Y es un papel importante, también por la promoción de la salud en el ámbito escolar. No es solo una enfermera que ponga tiritas, pero sí para preocuparse de la promoción de hábitos sanitarios. Y ahora vendría muy bien como primer elemento de rastreo de casos, etc. Pero no nos han hecho caso porque como siempre es una cuestión de dinero.

¿Ha pesado más el asunto conciliación que el formativo a la hora de decidir abrir los centros?

Sí. El problema es que tenemos confiada la conciliación casi en exclusiva a la escuela, y eso es un error. La función de la escuela no es conciliar, es otra. Es su papel educativo. Lo otro es complementario, también permite que las familias puedan hacer otra cosa. Esto es de un debate amplio y grande. Tendríamos que pensar cómo organizamos el tiempo de nuestros niños, de los adultos que trabajan, los horarios… y entre empresas, trabajadores, ministerios y comunidades autónomas articular otros mecanismos. Ahora nos vemos con el problema de que hay que solucionar rápido qué va a pasar cuando se confine una escuela. Si el niño no es portador, los padres no tienen coberturas para quedarse en casa. Ahora nos damos cuenta de todos los problemas que supone esto. Ya nos habíamos dado cuenta durante el confinamiento, de hecho. Es un tema que no tiene una solución fácil.

Hablemos del profesorado vulnerable. Parece que les están obligando a trabajar presencialmente. ¿Qué soluciones hay para ellos?

Hoy por hoy, si no tienen baja médica y solo son vulnerables, aunque estén en situación de riesgo, a no ser que tengan un informe de los servicios de atención a los profesionales, tienen que ir a trabajar. En los centros podemos hacer pequeñas adaptaciones, como no ponerles frente a un grupo burbuja sin mascarillas. No sé si la solución son los test masivos, como han hecho en Madrid, porque mira lo que ha pasado con todos los positivos, pero está claro que si una persona es de riesgo deberíamos hacer un esfuerzo por intentar adaptar sus funciones dentro del centro y minimizar en la medida de lo posible el riesgo.

Se habló de que del confinamiento saldríamos mejores. No parece que haya acabado de cumplirse aquello. ¿Tiene esperanzas pese a todo de que esto sirva para darle un empujón a la educación, por ejemplo, en relación a las ratios?

No lo sé. Esto es una situación totalmente inesperada. Va a depender mucho de cómo evoluciona el tema clínico cuando pasen dos o tres semanas desde la apertura de los centros. Entonces pasarán cosas. Lo que me temo es que cuando descubramos la vacuna no va a dejar huella. No sé si la vuelta a la normalidad es volver a ser tan torpes como éramos antes, pero no tengo esperanzas de cambios significativos. Lo de la importancia de la educación se dice con mucha facilidad, sobre todo la clase política. Pero luego se ven los resultados. En este país ha primado que se abrieran los bares y hoteles antes del tema sanitario. Y así nos ha ido.

No sé si tendrá respuesta, pero necesito que alguien me explique esto. ¿Por qué cree que las comunidades prohíben las reuniones de más de 10 personas, pero en los colegios permiten meter a 20 personas en 50 metros cuadrados?

Solo tengo una respuesta: que crean que de verdad en el colegio vamos a cumplir las medidas. Si todo el mundo cumpliera con las medidas, perfectamente podríamos reunirnos 20 o 30 personas. Si nos reunimos con distancia, mascarilla, sin tocarnos, compartir objetos, podríamos hacerlo. Y si no lo creen es una irresponsabilidad muy grande. Pero sí, comparto el argumento.

Acabamos con una pregunta un poco más personal. ¿Ha tenido vacaciones?

Me fui del cole el 4-5 de agosto. Hasta el día 14 o 15, aunque continuaba el contacto con mis compañeros, sí tuve vacaciones. A partir de ese día fue una locura. Trabajo de coordinación, en los colegios, hablando con compañeros, intercambiando ideas. Y la última semana de agosto ya estábamos de vuelta. No es una queja, este trabajo es absorbente y sabemos dónde nos metemos. Muchas otras personas tampoco han tenido y son colectivos que no han tenido repercusión. Pero no me quejo.

No le preguntaba tampoco con esa intención. Lo decía por esto de que los profesores sois unos vagos y no queréis volver a clase para quedaros en la playa.

[Se ríe] Yo intento ir a la playa cuando puedo, viene muy bien siempre.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/09/08/sin-suficiente-profesorado-va-a-ser-imposible-cumplir-la-normativa-en-ciertos-sitios/

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Entrevista a Enrique Viale: «Los mapas de la pobreza coinciden con los mapas de la contaminación ambiental en Argentina»

Por:  Guillermo Cichello

 

Cuando se desarrollaba la Cuarta Cumbre sobre el Cambio Climático en el entonces Centro Municipal de Exposiciones, al lado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, alguien le dijo a un estudiante de abogacía que miraba en los pasillos: “¿Querés entrar?”. Y entró. Era el año 1998 y el estudiante era Enrique “Quique” Viale. “Siempre supe que el derecho no lo iba a ejercer de manera normal, sino relacionándolo con lo social. En ese momento le encontré una vuelta de tuerca: lo socio-ambiental. Ahí me empecé a interesar”.

Unos años después de esa entrada, Viale fundaba la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (2004), asesoraba a la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado de la Nación, litigaba en numerosas causas por daño y recomposición ambiental contra la Barrick (como abogado de la Asamblea del pueblo de Jáchal, San Juan, por los derrames de cianuro en la mina Veladero), contra Monsanto, Chevron, el grupo inmobiliario IRSA, o participaba en la histórica causa que tramita ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo.

“Cuando egresé en el año 2000 hice un postgrado llamado Régimen Jurídico de los Recursos Naturales y empecé a contactarme con asambleas de distintas partes del país que venían luchando contra la megaminería, etc. Me especialicé a la fuerza”.

Atravesamos un año absolutamente excepcional para los debates socio-ambientales; no sólo por la irrupción de la pandemia del COVID-19 que al interrogar sus causas es imposible no hacer foco en la depredación de la naturaleza, sino por la multitudinaria movilización en defensa del agua a principios de año en Mendoza, por el intenso debate sobre la posible instalación de mega-factorías de cerdos debido a la peste que diezmó la población porcina de China, y –por estas horas, con el humo en Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe- con el debate de una ley de humedales que ponga límite a los demenciales incendios promovidos por productores rurales.

Por eso nos resultó propicia la ocasión para sostener una conversación con Enrique Viale.

-Tal vez no es tan conocido un pronunciamiento muy lúcido de Perón del año 1972 sobre la cuestión ambiental. Más allá de aquel mensaje, ¿cómo pensás la relación que existe entre la cuestión ambiental y los partidos que a grandes rasgos podríamos inscribir en la tradición del peronismo, los movimientos nacionales y populares, los partidos progresistas, etc.?

“El pronunciamiento de Perón de 1972 ante la Cumbre de la Tierra, en Estocolmo, es un documento que no sólo mantiene actualidad en 2020, sino que es de vanguardia. Lamento que no sea tan conocido, incluso dentro del peronismo; pareciera que en el peronismo no pudiera haber una corriente que pudiera ver este tema con otros ojos. El documento es de una potencia extraordinaria, de una visión de estadista única, que anticipaba cada uno de los conflictos y nos señalaba además cómo superarlos. Salvo Pino Solanas y algún otro, la verdad que dentro del peronismo se han hecho y se hacen bastante los tontos con ese documento. Hay gente joven que le está hoy dando una vuelta de tuerca, como Leonardo Groso (presidente de la comisión de Ambiente en la Cámara de Diputados de la Nación) etc., pero la mayoría mira para otro lado. Ese documento es complementado con la encíclica Laudato si, del papa Francisco, del año 2015: uno de los documentos más extraordinarios del siglo XXI, con una fuerte inspiración en esa carta de Perón. Es muy interesante. Le cuesta a los progresismos darse cuenta de esto porque tienen esa vieja creencia -superada hace 30 años (incluso el documento de Perón la supera)-, de que primero tenemos que atender lo social y después veremos lo ambiental, como si no tuvieran las mismas causas, como si las causas de la degradación ambiental no fueran las causas de la degradación social, como si los mapas de la pobreza no coincidieran con los mapas de la contaminación, como si no conocieran la historia de América Latina y su rol de exportadora de naturaleza, una historia de saqueo y contaminación. Eso es lo que realmente me preocupa y me alarma”.

– Asistimos a un debate interesante en la Argentina y en el mundo que conjuga la justicia social, los derechos a una distribución de la riqueza, con la protección del ambiente, ¿podemos definir que estamos ante el nacimiento de un ambientalismo popular? Y, en su caso, ¿en qué consiste para vos?

“Creo que el ambientalismo popular nació hace mucho tiempo; estaba concentrado o resultó difícil popularizarlo, pero fue la experiencia de las asambleas ciudadanas en muchos países, de los campesinos y las comunidades indígenas que vienen luchando y defendiendo su territorio. Esto tiene una larga historia no sólo en nuestro país, sino en toda América Latina. No es casual que América Latina sea la región donde más defensores ambientales o defensores de la naturaleza han sido asesinados. Muere asesinado uno cada dos días. Una locura. Este ambientalismo popular existe. Muchas veces es ninguneado por la prensa hegemónica, pero también por los sectores progresistas que lo relativizan. En el último tiempo esto ha empezado a cambiar y ya no es tan fácil ridiculizar ni invisibilizar a estos sectores”.

-Por estos días, adquirió cierta relevancia pública un acuerdo con China para la instalación de granjas industriales de cerdos –debido a la proliferación en aquel país de la peste porcina africana que diezmó su población porcina. Tu visión de esta perspectiva.

“Lo que trascendió del acuerdo con China para la instalación de mega-factorías de cerdos en nuestro país, realmente nos alarma, nos asusta y por eso iniciamos una campaña para ponerle luz pública y promover un debate nacional en ese sentido. Ni siquiera es que China les va a comprar a nuestros productores más carne y así aumentar nuestras exportaciones, sino que China quiere instalar, como enclaves de exportación, estas mega-factorías de carne porcina. Lo que implica varias capas de alarma. La primera es que estamos en el medio, sufriendo la peor parte de una pandemia, de un virus zoonótico, de un virus que saltó de los animales a los humanos por este tipo de producciones. ¿En este contexto nosotros vamos a instalar aquí esas fábricas de pandemias? Mega-granjas con miles y miles de animales hacinados, ¿nos parece razonable o por lo menos merecería un debate público? Otra capa es seguir con la misma historia: primarizar nuestra economía como la única forma de desarrollo. No hay creatividad en buscar otras formas o posibilidades de superar nuestros índices de pobreza que se ven acentuados, obviamente, por la pandemia, en todo el mundo y en la Argentina también. Esto preocupa porque parece que deberíamos acentuar las cosas que nos trajeron hasta acá. Para salir de la pobreza que aparejó el modelo primario del agronegocio, megaminería y fracking, la solución sería más agronegocio más megaminería y más fracking. Es para pensarlo”.

– La pandemia del Covid-19 representa una oportunidad para repensar las cuestiones ambientales, ya que se escuchan voces que ligan esta enfermedad a la devastación del planeta. Más allá de la ansiosa y entendible espera de una vacuna que ponga fin a la pandemia, ¿en dónde para vos es conveniente poner el foco para profundizar en la reflexión de sus causas o de las causas de futuras pandemias?

“Cuando empezó esto, en las primeras semanas empezamos a reflexionar con Maristella Svampa (con quien estamos por sacar juntos un libro en septiembre). La pandemia nos hace pensar nuestra propia existencia y teniendo en cuenta que el virus reconoce claros orígenes en la degradación socio-ambiental, esto nos debería además permitir reflexionar sobre nuestros medios de vida, sobre nuestros modos de producción y sobre nuestro modo de relacionarnos con la naturaleza. Propusimos entonces juntar justicia social con justicia ecológica y plantear un gran Pacto Eco-social y Económico para la post-pandemia, acordado por toda la sociedad y el Estado, consistente en cinco puntos. No es para nada un pacto verde, ecológico, solamente, sino que lo primero que plantea es un Ingreso Ciudadano Universal para que toda persona por el sólo hecho de existir pueda tener una mínima renta para garantizar sus condiciones dignas de vida. También propusimos una auditoría y suspensión de la deuda externa, repensar el modelo tributario argentino que es absolutamente injusto y promover –es el momento- un impuesto a las grandes fortunas. También un sistema nacional de cuidados para cuidar a los sectores más vulnerables de la sociedad, tan importante en estos momentos y proporcionalmente tan injusto al recaer sobre las mujeres. Y el quinto punto –el más ecológico, si se quiere- es una transformación socio-ecológica radical. Nosotros creemos que puede contribuir a la recuperación económica transformar nuestros sistemas de vida, nuestras formas de habitar el país –un país absolutamente urbano con el 92 % de la población que vive en ciudades (el promedio mundial es del 54 %), lo cual es absolutamente inviable. Hay que generar condiciones para la vuelta a las pequeñas y medianas localidades, generando cordones agroecológicos en las ciudades que den trabajo, arraigo y una mejor educación y salud. Tenemos que garantizar que la gente no tenga que venir a hacinarse en las grandes ciudades, justamente donde estamos viviendo las peores consecuencias de la pandemia, como el área metropolitana de Buenos Aires. Es el momento de esto y de una transformación del sistema energético que puede generar miles de puestos de trabajo. Repensar nuestros modelos productivos es clave».

Fuente e imagen:  Diario Registrado

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José Navalpotro: “Se plantea un tercer escenario de aprendizaje: el aula híbrida”

Por: Educación 3.0

En sólo unos días, arrancará el curso escolar y son muchas las dudas que surgen acerca de cómo se desarrollará. Dentro de este contexto, Campus Maecenas propone a las instituciones educativas, los centros escolares y docentes un espacio virtual donde desarrollar las habilidades necesarias para adaptarse a este nuevo escenario. José Navalpotro, su director ejecutivo, nos ofrece su visión y explica las características de este proyecto.

“Igual que hablamos de formación personalizada para los alumnos, debemos hablar de formación personalizada para el profesorado”, afirma José Navalpotro, director ejecutivo de Campus Maecenas Singularity School. El aula híbrida es un proyecto que proporciona a los directivos escolares y docentes formación en ámbitos metodológicos, tecnológicos y evaluativos de forma mixta proponiendoles diversos itinerarios formativos.

Pregunta: ¿Cómo valora la situación actual?

Respuesta: Son momentos inciertos que han obligado a reaccionar de forma rápida ante un escenario totalmente desconocido para todos. Además, lo que viene no parece mucho más alentador. La situación está más controlada que durante el estado de alarma pero, por desgracia, seguimos sin pautas claras por parte de las administraciones. Esto nos obliga a pensar en escenarios un poco ambiguos y de mucha incertidumbre para el inicio de este nuevo curso.

P: Usted dirige y asesora centros escolares. ¿Cómo están planteando este retorno?

R: Dentro de los tres grandes escenarios a controlar (sanitario, organizativo y pedagógico), estamos muy centrados en este último. Con respecto a los otros dos, estaremos más condicionados por las instrucciones que se reciban por parte de los Ministerios de Sanidad y de Educación. El gran reto será, sin duda alguna, la atención a los alumnos y el aprendizaje en un nuevo tipo de aula.

P: ¿A qué se refiere exactamente con lo de un nuevo tipo de aula?

R: En mi opinión, se plantea un tercer escenario de aprendizaje: el aula híbrida. Se trata de una mezcla entre la enseñanza presencial y la virtual, pues habrá estudiantes que por diversos motivos no acudirán a sus centros y otros que sí. Ante esta situación, hemos de reaccionar de diversas maneras y una de ellas es la formación del profesorado en este nuevo escenario.

«Proponemos un espacio con mucha variedad formativa que cumple con lo importante de la formación virtual: trasladar necesidades reales a los docentes sin tener en cuenta ni el espacio ni el tiempo»

P: Hablemos de Campus Maecenas. ¿Qué destacaría de esta iniciativa?

R: La situación que estamos viviendo ha puesto de manifiesto que las herramientas docentes han cambiado de forma radical. Ha sido un error pretender que las clases presenciales se impartiesen a través de una pantalla. Muchos docentes se han dado cuenta que hacen falta recursos diferentes para distintos escenarios.

Nosotros lo que proponemos es un espacio con mucha variedad formativa que cumple con lo importante de la formación virtual: trasladar necesidades reales a los docentes sin tener en cuenta ni el espacio ni el tiempo. Cada docente desarrolla su propio itinerario formativo y elabora su portfolio personal de formación bajo la propuesta de formadores que son profesores en activo y que, por lo tanto, conocen la realidad del aula y las necesidades actuales.

aula híbrida

P: ¿Cómo se concibe un itinerario formativo?

R: Cada profesor sabe mejor que nadie qué es lo que necesita, cómo lo necesita y para qué. Los cursos en grupos que no respetan esas realidades están ya en una clara caída y esta situación lo ha puesto de manifiesto. Igual que hablamos de formación personalizada para los alumnos, debemos hablar de formación personalizada para el profesorado.

P: Por último, ¿qué recomendaciones les daría?

R: Tranquilidad y ánimo. Tenemos por delante una tarea compleja pero llena de tintes vocacionales puros. Creo que Campus Maecenas pone sobre el papel esto: poder ser el profesor que uno cree que debe ser.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/aula-hibrida/

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Entrevista a Jacques Rancière: «Fuga hacia el paisaje»

Por: Catherina Calvet

 

La siguiente entrevista trata del último libro de Jacques Rancière, Le temps du paysage. Aux origines de la révolution esthétique (La Fabrique, 2020), de próxima publicación en la colección “Contemporáneos” de Red Editorial, bajo el título de El tiempo del paisaje. Los orígenes de la revolución estética.

Al momento de “desconfinamiento”, ¿cómo representamos estos paisajes que aún nos están prohibidos? En su nuevo libro, el filósofo invita a un paseo histórico por los jardines europeos de los siglos XVIII y XIX, cuando este arte se consideraba parte de las bellas artes. Una exploración que, en el curso de las revoluciones francesa e inglesa, saca a la luz procesos sociales y políticos. En efecto, en 1790, en el apogeo de la Revolución Francesa, el filósofo alemán de la Ilustración, Emmanuel Kant, llevó el arte del jardín a las filas de las bellas artes, mientras que hasta entonces sólo había sido una parte de la arquitectura. Un paréntesis filosófico muy rico porque, haciendo su entrada en el arte, la naturaleza podría ser, en sí misma, una artista. La lectura de este libro es una necesaria fuga en estos tiempos replegados de coronavirus.

Este trabajo es una continuación de un trabajo anterior sobre las mutaciones en el arte a finales del siglo XVIII. ¿Cómo es que se trata de un punto de inflexión clave?

Este libro viene después de Aisthesis. Escenas del régimen estético del arte (Galileo, 2011), continúo hoy con este nuevo libro para informar sobre el cambio de paradigma en el arte entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Este es el momento en que pasamos del régimen representativo del arte al régimen estético del arte. El régimen de representación es un régimen normativo que define las cosas que pueden ser representadas y las formas en que deben ser representadas según su mayor o menor dignidad. Es un sistema jerárquico, que se ajusta a una jerarquía social. La revolución estética destruye esta jerarquía. Cualquier tema, incluso el más vulgar, se convierte en digno de interés y el arte es para cualquiera. Pero, sobre todo, el arte ya no se define de manera técnica, como un conjunto de maneras de hacer las cosas, capaces de asegurar el éxito de las obras. Se define como un mundo sensible, un mundo común de un nuevo tipo. El producto del arte se convierte en una mirada sobre mundo propuesta a los demás, una forma de experiencia sensible más que el resultado de una idea materializada según reglas.

Este momento de cambio es bastante breve.

El papel que se le da a los jardines es breve: unas décadas entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Pero es decisivo para la idea de arte que toma de un modelo arquitectónico. El jardín francés, del que Versalles es un ejemplo, fue concebido, en términos arquitectónicos, como extensión de un palacio. Era un prodigio de la ingeniería, sujeto a las leyes geométricas. Pero, justamente, por esta misma razón permaneció al margen de las bellas artes. Kant lo inscribió, en 1790, en el arte de la pintura, que es un arte de la apariencia… alejándolo de la arquitectura. A diferencia de la arquitectura, el jardín sólo tiene la apariencia de una finalidad determinada. No se presenta como una obra de la voluntad. Por supuesto que el jardín se construye, pero imitando al paisaje natural, que no es obra de una voluntad. Con el paisaje, lo que no es voluntad, lo inacabado entra en el arte donde ahora jugará un papel esencial.

¿Así que la naturaleza también es una artista?

Sí, y es una revolución. Incluso en el siglo XVII, la naturaleza no tenía nada que ver con los arroyos, los campos, los árboles… La naturaleza era el orden de las cosas, una cadena de causas y efectos que el arte tenía que imitar en sus propias composiciones. En el siglo XVIII, se identificará con la libertad, con lo que es opuesto al artificio humano. El paisaje es el trabajo de un artista de un género nuevo, la naturaleza, que hace bella porque no quiere hacer arte. Es esta nueva naturaleza que el arte de los jardines pretende imitar.

Este punto de inflexión se ilustra con el éxito del jardín inglés…

El jardín de estilo inglés pretende imitar la verdadera naturaleza contra el jardín a la francesa, geométrico y absolutista. Contrastará la línea curva con la recta y un paisaje de contornos suavizados, suaves ondulaciones y líneas serpentinas con la rigidez geométrica de Versalles. Se presenta, así, como una metáfora de la monarquía, supuestamente liberal, inglesa. Este jardín sería la imagen de una sociedad en la que no hay una separación radical entre las clases, sino una gradación insensible entre la parte superior e inferior de la sociedad.

Algunos dirán que estos arreglos que imitan a la naturaleza son finalmente tan autoritarios y arquitectónicos como los de los jardines franceses…

Por supuesto, este jardín liberal es, de hecho, tan autoritario como el otro: para disponer estos grandes espacios abiertos, estos charcos sinuosos de agua y estas ondulaciones, los árboles tienen que ser cortados, derribado, excavados, nivelados y transformados completamente el paisaje. Por eso, a finales del siglo XVIII, los teóricos ingleses le hicieron la guerra al «jardín inglés». Lo contrastan con las «escenas» creadas por la propia naturaleza y caracterizadas por la ausencia de selección de plantas, el libre despliegue de árboles entremezclados, la ausencia de límites marcados: una democracia de la naturaleza contra la tiranía de los arquitectos de jardines y los propietarios. Porque estos nuevos parques paisajísticos se desarrollaban al mismo tiempo que los nuevos hospicios que mandan a los pobres del otro lado de la puerta de los espacios hasta entonces compartidos.

¿Como una afirmación de los límites de la propiedad?

Este es el último episodio de la historia de los «hopicios» que comenzó en Inglaterra en el siglo XVI y que experimentó un nuevo desarrollo en los inicios de la revolución industrial. Las cercas les quitaban a los pobres el uso de los bienes comunes donde podían pastar los animales, encontrar comida, madera, etc. Las propiedades de los ricos, que solían cruzar los demás de camino a sus casas, ahora estaban cercadas por vallas que obligan a los campesinos a dar largos rodeos. Y los empinados setos de coníferas ocuparon el lugar de los altos robles que les daban sombra. ¡Incluso en torno a las plantas hay lucha de clases! Este cambio de escenario ya no permitía la metáfora de una sociedad tranquila, con relaciones pacíficas entre las diferentes clases sociales, sino que revelaba la verdadera cara de la propiedad privada.

¿Puede la rigidez del jardín francés explicar la radicalidad de la Revolución en Francia en contraposición a una revolución más gradual y progresiva en Gran Bretaña?

Al menos, eso es lo que dicen los ingleses. El gran teórico de la monarquía liberal, Edmund Burke, es también el teórico de la línea serpentina. Su Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y de lo bello, publicada en 1757, influyó mucho en el arte de los jardines ingleses. Sin embargo, en 1790, en sus Reflexiones sobre la Revolución en Francia, denunció a los revolucionarios franceses diciendo que procedían por líneas rectas y nivelación, como los arquitectos de los jardines monárquicos franceses. Lo contrasta, por supuesto, con el liberalismo de la línea curva de los jardines y la monarquía inglesa. Pero, durante estos mismos años revolucionarios, otros en Inglaterra denunciaron el despotismo propietario y noble que actuaba en el interior de ese llamado liberalismo.

El paisaje es también un hecho social y político…

Sí, el paisaje fue pensado en ese momento como una forma de coexistencia entre elementos y plantas que proporcionaba una metáfora de la coexistencia entre individuos. Es la imagen de una sociedad pacífica, fiel a una naturaleza que ya no está constreñida, sino que es libre. Burke lo aplica a la monarquía inglesa. Sin embargo, en el mismo año 1790, el joven poeta Wordsworth reconoció sus rasgos en las campañas y festivales de la Francia revolucionaria. Y Rousseau asoció la armonía de los jardines «naturales», pero también la del sublime paisaje montañoso, con un ideal republicano.

Este período del jardín como parte de las bellas artes iniciado por Kant terminó cuarenta años después con Hegel.

Ambos filósofos, de hecho, sirven como hitos cronológicos en la historia estética del paisaje. En la década de 1820, Hegel reintegró el arte de los jardines en la arquitectura y vio el modelo en los grandes parques de la monarquía francesa. Sin embargo, Hegel había sido en su juventud un partidario de la Revolución Francesa y un admirador del paisaje sublime. Pero, con el tiempo, se convirtió y dejará la pasión por lo sublime sólo a los románticos. Con él, la naturaleza ya no es una artista. El arte es sólo una obra de la mente. Es una especie de certificado de defunción de todo el gran entusiasmo y las esperanzas del período revolucionario.

Se ha hablado mucho últimamente de “vegetalizar” las ciudades. ¿Podemos imaginar un nuevo «jardín urbano»?

La «vegetalización» urbana responde sobre todo a un objetivo general de lucha contra el calentamiento global y a un objetivo particular de gentrificación. Estamos muy por detrás de los programas filantrópicos del siglo XIX con los grandes parques de estilo inglés, como el Buttes-Chaumont, diseñados para devolver un poco de naturaleza y aire limpio a los pobres atrapados en las ciudades industriales.

¿Cómo analiza este período de crisis? ¿Y cómo vivió este confinamiento?

Lo veo como un momento en el que es mejor suspender los grandes análisis sobre la relación entre el hombre y la naturaleza. La naturaleza en este momento son las flores que cuelgan en mi ventana y el mirlo cantando en el patio. ¿Cómo podemos analizar seriamente el estado del mundo cuando estamos en una situación en la que no vemos nada de él por nosotros mismos?

Fuente e imagen: http://lobosuelto.com/fuga-hacia-el-paisaje-entrevista-a-jacques-ranciere-catherina-calvet/

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Entrevista a Claudio Katz de Economistas de Izquierda (EDI): «Una pandemia global sólo se supera con un remedio global»

Entrevistras/27 Agosto 2020/Autor: Mario Hernández/rebelion.org

M.H.: Me quedó picando una reflexión de la delegada general del Garrahan del sector de Enfermería, Raquel Leyra, que me decía que el problema no es la pandemia, sino el capitalismo. 

C.K.: Claro que sí.

M.H.: Necesitamos miles de trabajadores que piensen así, entonces tal vez se dé lo que imaginó al principio de la pandemia, creo que equivocadamente, Slavoj Zizek, que decía que íbamos hacia el comunismo. 

C.K.: Lo que pasa es que ha cambiado el escenario. La pandemia se prolonga más de lo esperado con rebotes que afectan a todo el mundo y alcanzó una viralización acorde a la globalización, la urbanización, los hacinamientos, la destrucción del hábitat que generó el capitalismo contemporáneo, por eso está muy bien lo que decía la compañera que citaste.

El tema es que ahora estamos en un nuevo escenario en donde lo que estamos empezando a discutir es la vacuna, porque es cada vez más necesaria para resolver esta pandemia y la única forma de hacerlo es acelerando la cooperación global.

Una pandemia global sólo se supera con un remedio global. Y es todo lo contrario a lo que están haciendo las grandes potencias, empezando por Trump que propicia la competencia por beneficios, en sociedad con empresas y Estados. Todos están pugnando por llegar primero y asegurarse la patente y los contratos, en vez de colaborar y consagrar un bien público rigen la competencia por el lucro a costa de la salud.

Los grandes laboratorios están ganando fortunas sin ningún riesgo, sin ninguna inversión porque todos los fondos de investigación son provistos por el Estado y los contribuyentes que además nadie explica cómo se reparten esos fondos en contratos tan oscuros como secretos. Todo indica que la vacuna va a ser pagada dos veces, con el subsidio de los Estados para elaborarla, y con el precio de venta. Y para colmo tenemos esta guerra nacional de vacunas a costa de la salud pública mundial. Especialmente Trump que está enfrascado en priorizar la vacuna de los ciudadanos estadounidenses acaparando remedios, disputando contratos con las empresas europeas. Está en una guerra comercial de negocios por la vacuna que es lo opuesto de lo que necesita el mundo para superar la pandemia. Así es Trump, ya lo conocemos.

M.H.: Justamente en uno de tus últimos artículos te referís a esa situación, a la política de Trump en el ejercicio de la administración de los EE UU. 

C.K.: Básicamente Trump concluye su presidencia con grandes fracasos en todos los terrenos, creo que existe la superficial imagen de un hombre que transgredió las normas, de una especie de loco sin brújula pero Trump tenía un plan muy definido que era utilizar el poderío geopolítico militar de EE UU para recuperar el liderazgo económico de su país. Y por eso impulsó esa agenda comercial mercantilista para intentar aprovechar las ventajas que todavía tiene EE UU en las finanzas y en la tecnología para ver si recuperaba poder económico.

Esperaba someter a Europa, Japón y superar a China. Y justamente China fue su principal fracaso, no logró frenarla, continuó avanzando. Tampoco le duró el acompañamiento de Europa contra China, de los países de Medio Oriente. Y ni siquiera en el plano geopolítico, porque Trump utilizó todas las amenazas, recurrió a la retórica belicista, acentuó el acoso frente a China pero fue muy cauto, porque cargó con la pesada herencia de los fracasos militares de Bush.

Finalmente habló mucho pero fue muy cuidadoso en la política concreta frente a Siria, Afganistán, Corea del Norte, Irán. Estuvo muy lejos de las victorias geopolíticas que lograba Reagan o de la división del campo político que lograba Nixon. Además termina con una rebelión de afroamericanos que ha revolucionado al país, manifestaciones multirraciales muy populares y, sobre todo, está tratando de esconder su irresponsabilidad criminal en el manejo de la pandemia que ha dejado un récord de contagiados y de muertos. Yo creo que en síntesis ha fracasado y me parece muy poco probable que logre la reelección.

Hay que andar con cuidado porque el sistema electoral norteamericano es tan indirecto, se vota por colegio electoral, ahora va a tener un peso importante el voto por correo, se pueden hacer todo tipo de trampas y tropelías, además Trump está acostumbrado a la adversidad. Pero parecería que es muy difícil que logre la reelección. Igual gane Trump o Biden, me parece que el problema central sigue siendo China. Es la gran incógnita de los próximos años, qué va a pasar con China. Más que mirar si es Biden o Trump, porque en el fondo los dos van a tener una estrategia común, con matices, para tratar de frenar a China. El devenir de China es mucho más imprevisible y difícil, porque tuvo un éxito en el manejo de la pandemia, empezó ahí y la controlaron, han tenido menos víctimas que Europa, EE UU, han sabido manejar el distanciamiento social, la restricción a la circulación, etc.

Pero no hay que olvidar que China originó la pandemia y exportó el virus porque es el centro de la acumulación mundial y porque aceptó todas las normas del capitalismo que conducen a una pandemia. Entonces es una doble cara. La controló pero la originó porque se conectó con la acumulación capitalista. Yo digo que la gran incógnita es China, porque cómo va a hacer para mantener el proyecto de expansión global de la Ruta de la seda, cuando hay una depresión global.

Hay tres campos donde la confrontación EE UU-China va a seguir 

M.H.: Evidentemente eso tampoco lo reemplaza, como se había planteado, el programa de Xi Jinping con el desarrollo del mercado interno. 

C.K.: Eso justamente es lo que no pudieron hacer, porque China tuvo una transformación espectacular en las últimas décadas, pero en 2008 después de haber crecido tanto se rompió el modelo de crecimiento que tenían que era un modelo de crecimiento asociado con EE UU, uno tenía déficit comercial el otro superávit, uno era acreedor el otro deudor; todo marchaba bien hasta el 2008 y ahí salieron a flote las contradicciones de China, la sobreinversión, la sobreproducción y trataron de hacer el desacople interno.

M.H.: La burbuja inmobiliaria también. 

C.K.: Exacto. Y el endeudamiento y los Bancos en la sombra, e intentaron hacer el desacople con crecimiento interno y un plan de obra pública sustituir el mercado externo pero en 2012, cuando llega Xi Jinping se dan cuenta que eso no funciona y entonces viene la Ruta de la seda. De nuevo intentar una salida al exterior y allí vienen los grandes conflictos con EE UU.

Primero Obama, y después Trump dicen “hasta aquí llegaste” y ese conflicto va a seguir. Quizás no tanto si gana Biden en el plano comercial, porque se ha demostrado después de Trump que es muy difícil esto de los aranceles y desarmar toda la red de empresas transnacionales y suministros pero hay tres campos donde la confrontación va a seguir.

Primero la tecnología 5G (el internet de las cosas), la moneda porque China está buscando de internacionalizar y hacer convertible el Yuan (todavía está muy lejos porque es muy difícil) y va a seguir la confrontación geopolítica porque ahí el tema es si China va a poder quebrar el liderazgo de un bloque occidental que si gana Biden seguramente va a intentar reconstruir.

Cuando se habla de China uno se pierde en todo esto y se olvida de lo que yo creo más importante, que es la cuestión interna de China, que tiene dos dimensiones, una política de disputas muy fuertes entre el poder, donde hay dos grandes sectores, el de la costa y el del interior. Uno muy neoliberal el otro quiere la acumulación interna y Xi Jinping tratando de mediar.

Pero lo más importante es la lucha social. Vos escribiste sobre esto, y conocés el tema (*). Y entre las cosas que estuve leyendo en este tiempo, me llamó mucho la atención que hay muchas descripciones de un nuevo proletariado.

M.H.: No son los viejos campesinos de hace 20 o 30 años. 

C.K.: Claro, cambió la generación y empezó la lucha obrera por demandas sociales, sindicatos independientes, tienen bastante éxito, en general los gerentes les tienen bastante miedo y conceden.

Eso nos lleva a una especie de conclusión interna de China. Yo creo que hay una lucha en el fondo de tres proyectos políticos. No es un mundo homogéneo y uno pueda hablar de China como si fuese una especie de bloque unitario. Ahí hay una corriente de la cúpula muy neoliberal con una ideología del libre comercio, de optimismo globalista que quiere afianzar a la clase capitalista en formación.

Después hay otro sector opuesto que quiere un capitalismo de Estado, muy basado en el peso de la estructura actual y hay una corriente de lo que se llama “la nueva izquierda china” que plantea una renovación del proyecto socialista y es muy interesante empezar a leerlos.

Se está conociendo cada vez más en Occidente las cosas que ellos hacen, porque si bien todos tienen alguna conexión con el viejo maoísmo, es con una mirada de generar bastante crítica del maoísmo. Pero un proyecto socialista, de modernización no capitalista, de retomar planteos de internacionalismo, de antiimperialismo. Creo que hay que empezar a mirar a China en todos los planos a partir de ahora.

M.H.: Hace cien años atrás éramos el granero del mundo en relación a las exportaciones que se hacían a Inglaterra y ahora vamos a ser una especie de fábrica de cerdos del mundo. En relación a esta idea de producción y exportación a China de cerdos.  

C.K.: A cada país latinoamericano le toca otra especialización primarizada. Nosotros vamos bajando de nivel, teníamos la soja.

M.H.: A principios de siglo pasado el ganado. 

C.K.: Y ahora nos bajan otro escalón. Yo creo que eso es más general. Evidentemente América Latina es una fuente de aprovisionamiento de materias primas para China. Yo diría que no tan importante desde el punto de vista geopolítico como África.

China es muy cautelosa, quiere una relación meramente económica para no chocar directamente con EE UU, pero ya es el principal inversor, importador y socio de grandes países como Brasil o Argentina.

Y fíjate que en la pandemia tuvo una actitud inteligente hacia América Latina, porque a diferencia de Trump ofreció auxilio, respiradores, ahora créditos y si descubren primero la vacuna dicen que lo van a hacer como un bien público mundial.

Tienen una política sumamente astuta, pero eso no cambia que ellos quieren Tratados de libre comercio y con ellos venden productos manufacturados y nos compran materias primas y, por lo tanto, se afianzan todos los problemas de América Latina que se van a agravar mucho a partir de ahora, porque ojo que la pandemia va a dejar una cicatriz tremenda en toda la región.

Primero porque no pasó de largo, se afincó acá, en toda la región, con una tasa de mortalidad enorme. Se demostró que el tener testeos no redujo la cantidad de muertos. Chile y Perú hicieron muchos testeos pero al no tener atención primaria de los afectados o una ayuda social del Estado, los muertos los tienen en las calles y en Perú hay venta de oxígeno entre la población que está a punto de morir.

M.H.: También en Ecuador y Bolivia. 

C.K.: Y después va a profundizar la desigualdad social porque golpea duramente a los informales, porque acrecienta las deudas de la familia, porque hay una brecha digital entre el sector de los chicos que están conectados y la mitad de los niños latinoamericanos que perdieron el año escolar, y después va a tener un derrumbe económico mucho peor que el de los países centrales.

China, EE UU, Europa van a caer un 5% pero América Latina va a caer un 10%. Y la CEPAL el otro día dio un informe terrorífico, dijo que en la región se van a destruir 2.700.000 empresas, que va a aumentar en 11.000.000 los desempleados y la pobreza va a incrementarse en 45.000.000 de personas. Es un escenario de terror.

Entonces los problemas estructurales, esto de la relación con China y con EE UU se van a poner más serios, en dos planos distintos, porque con EE UU el principal problema es la actitud imperial.

EE UU con Trump o Biden tiene una política de Estado, es la doctrina Monroe, es la Cuarta flota, es la lucha contra el narcotráfico, son las bases militares en Colombia, manejar las embajadas, propiciar golpes de Estado como en Bolivia con una alianza derechista. Con EE UU antes de cualquier cosa está el problema de cómo resistimos el acoso a Venezuela y Cuba y la política militar estadounidense de tratarnos como el ministerio de Colonias.

Pero con China está el gran problema, de otro tipo, porque no tenemos un problema de resistencia a un acoso geopolítico militar, pero sí está el problema de cómo negociamos de otra forma, porque si cada país sigue negociando por la suya será primarización pura. Hasta que conformemos un bloque y se constituya otro eje de relación entre toda la región y China.

El grueso de la deuda con los bonistas se pedalea para adelante, hay un alivio de corto plazo y una pesadilla de largo plazo 

M.H.: Te pido que hagas una reflexión en cuanto al acuerdo del Gobierno argentino con los bonistas. 

C.K.: Básicamente el arreglo es una postergación de pagos. Todo el grueso de la deuda con los bonistas se pedalea para adelante, hay un alivio de corto plazo y una pesadilla de largo plazo. Hay un respiro ahora y una asfixia para dentro de un tiempo. Con lo que se repite una historia que conocemos, los bonistas van a ganar en el largo plazo, porque aunque ahora tengan una quita, ellos van a terminar obteniendo una remuneración mayor que a cualquier otro deudor y es lo de siempre, porque nuevamente la Argentina se endeuda, hay fuga de capitales, hay default, se canjean los bonos, se legitiman los nuevos bonos, hay un respiro, después no se puede pagar y uno se endeuda de nuevo.

Y como siempre los gobiernos de derecha son los que endeudan y los progresistas los que rescatan. Es lo contrario de lo que se suele pensar. No es que los gobiernos progresistas se endeudan, es la derecha, Martínez de Hoz, Cavallo, Macri y después viene Kirchner y ahora Alberto y viene el rescate. Unos hacen la estafa y otros la convalidan.

El problema va a ser más grave porque la economía está destrozada, vamos a tener una caída del 10% del PBI y antes que tengamos un respiro, cuando haya que pagar esto va a ser muy duro.

Además pienso que es un equívoco pensar que se necesitaba esto para crecer. La Argentina va a caer tanto que después de un derrumbe como el que vamos a tener, crecer se crece, el tema es cómo se crece y a favor de quién se crece. Es como cuando teníamos el arreglo con los buitres, que se afirmaba que era una condición para crecer. No es así, es una condición para arreglar un tipo de modelo económico.

Yo creo que lo que han dicho muchos compañeros, cuando ellos festejan la Argentina pierde, cuando los bonistas están contentos, perdimos nosotros, es verdad. Fijate que los que están contentos no son solo los del sector que gobierna, Caputo está contento también y eso es porque no va a ir preso, porque con este canje se legitima lo que él hizo.

Se dijo que hubo una fuga de capital, pero como ahora se canjean los bonos que se denuncian, ya no tiene sentido la denuncia si el mes que viene el bono con el que se hizo el fraude queda diluido en un nuevo bono y el nuevo tenedor no se va a hacer cargo de ese problema. Arrastramos un problemón y tendremos que volver a discutir lo mismo, la auditoría.

M.H.: Y ahora viene la negociación con el FMI que va a ser distinta. 

C.K.: Pero el FMI difícilmente le imponga a la Argentina un pago a corto plazo.

M.H.: Lo digo en el sentido que por ahí exige algún tipo de medida que por supuesto los bonistas privados no se metieron en eso. Hablo de reforma laboral, previsional, impositiva. 

C.K.: Claro, los condicionamientos del FMI no van a venir por el lado de “que nos paguen ahora”. Además con el FMI no se discuten quitas ni el precio del nuevo bono. Al FMI se le paga todo y nadie lo discute. Una deuda que fue una estafa, que ellos mismos dicen que fue para que Macri ganara las elecciones. Lo reconocen públicamente. Todo va a quedar como la gran deuda que tengamos que pagar todos. Y el tema va a ser más tarde, el FMI ahora tiene una cara benévola, dice que hay que hacer gasto público, que hay que crecer, esperá a que se estabilice la economía mundial y vuelve el FMI de siempre.

Nota:

(*) Hernandez, Mario (autor y compilador): La situación de la clase obrera en China. Historia y Economía política. Editorial Metrópolis, Buenos Aires, Octubre 2018.

Fuente: https://rebelion.org/una-pandemia-global-solo-se-supera-con-un-remedio-global/
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Entrevista a Vittorio Agnoletto: confían la solución al responsable del problema

Por: Olivier Turquet

La noticia de hoy es que la Organización Mundial de la Salud ha constituido una nueva «Comisión Paneuropea de Salud y Desarrollo Sostenible» con el objetivo de «replantear las prioridades políticas a la luz de las pandemias»; para sorpresa de muchos sectores a su cargo fue nombrado «Profesor Mario Monti, presidente de la Universidad Bocconi y ex Primer Ministro italiano y ex Comisario Europeo. La Comisión estará integrada por ex Jefes de Estado y de Gobierno, distinguidos especialistas en ciencias de la vida y economistas, directores de instituciones de salud y bienestar social y dirigentes de la comunidad empresarial y las instituciones financieras». Pedimos a Vittorio Agnoletto, miembro de Medicina Democrática, militante por el derecho a la salud, ensayista y periodista de Pressenza, algunos comentarios sobre este tema.

Tu primera impresión en caliente…

El nombramiento de esta comisión, que debería analizar lo que sucedió durante la emergencia del Covid en la región europea y propondría soluciones y cambios, es una contradicción en sí misma porque los miembros de esa comisión, empezando por su presidente, el profesor Monti, son personas que en la gran mayoría de los casos han tenido responsabilidades gubernamentales, ya sea como Ministros de Salud o como Primeros Ministros, en los últimos veinte años en Europa y, especialmente, los años a partir de 2008 han sido los años del liberalismo descontrolado en la atención de la salud, la transformación de la salud en una mercancía y el triunfo de la introducción de estructuras privadas en los Servicios Nacionales de Salud.

Uno de los mayores problemas de la respuesta a las emergencias del Covid ha sido precisamente el recorte de camas, el recorte de hospitales, la destrucción de la medicina territorial, la gran cantidad de espacio que se ha dado al privado que se ha involucrado poco y de manera secundaria en la emergencia del Covid; quienes lo han logrado son en la mayoría de los casos los miembros de ese comité; por lo tanto, no tiene sentido confiar la solución a quienes contribuyeron en gran medida a crear ese problema.

¿Queremos recordar lo que el gobierno Monti hizo con la salud en Italia?

Los datos que hay son datos globales, por lo que no están desglosados por año. Pero basta decir que había 530 mil camas en el Servicio Nacional de Salud a principios de los años 80, pasando de 230 mil en 2012 hasta 210 mil en 2018; y esto se debe principalmente al cierre de pequeños hospitales y en todo caso de instalaciones públicas parcialmente sustituidas por el desarrollo de instalaciones privadas; para ser precisos, en los 530 mil debemos considerar que había todavía 65000 camas de psiquiatría que fueron cerradas a raíz de la ley Basaglia.

¿Cuáles son según tú y Medicina Democrática las prioridades de la Sanidad también, pero no sólo, en la función anti Covid?

En primer lugar, hay que cambiar radicalmente las prioridades del gasto en salud. Mientras tanto, es necesario aumentar la financiación general de la atención de la salud. Estamos por debajo del umbral del 6,3% del PIB, que es el umbral mínimo según la OMS para las respuestas a las necesidades de salud primaria de la población, y estamos en el límite inferior del PIB. Segundo: tras aumentar el gasto sanitario global, es necesario reasignar los recursos a los distintos sectores de la medicina, dando prioridad a la medicina preventiva, la medicina territorial y la vigilancia sanitaria. Tercero: es necesario aumentar y dar estabilidad al personal sanitario y asegurar que los Niveles Esenciales de Atención (Livelli Essenziali di Assistenza, LEA) puedan ser utilizados siempre por todos los ciudadanos, en cualquier parte de Italia y que sea la estructura pública la que garantice la posibilidad de que todo el mundo se beneficie de los LEA.

Si es cierto, como estoy convencido que, en un futuro próximo, independientemente de lo que suceda en el otoño con el Covid, seguiremos enfrentándonos a nuevas epidemias, nuevas enfermedades infecciosas que pueden transmitirse de un ser humano a otro según un comportamiento preciso, es evidente que tendremos que enfocarnos en:

  • Un sistema de vigilancia sanitaria capaz de hacer sonar la alarma lo antes posible cuando llega un nuevo agente infeccioso para que los centros de salud puedan intervenir de manera preventiva.
  • Activar una red sanitaria territorial mediante el fortalecimiento de los médicos generales, los llamados médicos de familia, las clínicas territoriales, los servicios de prevención y los de medicina laboral son todos los servicios que se han reducido, recortado y dejado sólo de forma nominal en el territorio, muchos de ellos sin personal o casi completamente dotados de personal. Entonces lo que necesita ser fortalecido es este primer nivel de medicina. Incluso con un cambio cultural, hay que empezar a considerar la medicina no sólo como algo que cura sino también como algo que evita que la gente se enferme y esto es fundamental ante los riesgos de enfermedades infecciosas.

Por eso insisto en que la emergencia del Covid da un mensaje muy fuerte a todo el sistema de salud y la necesidad de cambiar su organización, sus prioridades y sus paradigmas.

Todo esto es exactamente lo contrario de lo que han hecho los gobiernos de Europa en las últimas décadas: han avanzado cada vez más en la integración del sector privado en los servicios de salud pública a través de mecanismos de acreditación o convención, han construido cada vez más servicios de salud hospitalarios, haciendo que todo gire en torno a los hospitales, han vaciado cada vez más la medicina territorial.


Traducido del italiano por Estefany Zaldumbide

Fuente e imagen: https://www.pressenza.com/es/2020/08/agnoletto-confian-la-solucion-al-responsable-del-problema/

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Entrevista a Carme Cols y Pitu Fernández: “Este virus nos ha hecho parar y ver las consecuencias. Cerrar los ojos puede ser la muerte de la escuela”

Entrevista/Autora: Diana Oliver/elpais.com

La vuelta a las aulas en septiembre ha despertado al fantasma de los patios escolares y los espacios al aire libre. Sabíamos que había mucho por hacer pero ese cambio se ha vuelto urgente. Carme Cols y Pitu Fernández además de maestros –ya jubilados– llevan ya 20 años acompañando a las escuelas a través del proyecto El safareig en la transformación de sus patios en espacios educativos que tengan un uso pleno y activo por parte de niños y jóvenes. Espacios para el intercambio, la convivencia y el aprendizaje, en los que la naturaleza está muy presente. Ahora también han participado en la construcción de la asociación Patios Habitables, desde la que un grupo de profesionales de diversos ámbitos trabaja para proporcionar a la infancia estos espacios haciéndolos más amables. Más “habitables”.

Dicen Carme y Pitu que en este tiempo han visto que el cambio del espacio no es tan complejo como el cambio en la mente y en el papel del maestro o maestra, que debe ser la figura que acompaña y no la que solo “imparte”. Pero se puede. Tras su jubilación han participado en la transformación de más de 400 centros. Su implicación no conoce límites. Su generosidad tampoco. A las comunidades que casi sin ningún tipo de ayuda han podido llevar a cabo su proyecto compartiendo una nueva visión sobre los patios escolares dedican un recuerdo y elogio al acabar la entrevista.

PREGUNTA: Llevan más de 20 años acompañando a escuelas en la transformación de sus espacios exteriores y ahora también han participado en la creación de la asociación Patios Habitables. ¿Por qué surge esta necesidad por parte de los centros escolares y las familias?

RESPUESTA: Los patios pueden ser un gran recurso y actualmente unos grandes aliados. Son un lugar privilegiado para las criaturas, su autonomía, el juego, la exploración, la observación. Pero un uso inadecuado de ese espacio, abandonando la posible función dinamizadora y observadora de los maestros, limitándola únicamente al control y la represión de los problemas, da como resultado la aparición de conflictos y se han convertido en lugares donde predominan el bullying y la pelota. Desde la asociación Patios habitables se pretende ser una iniciativa abierta al mundo para dar visibilidad a una verdadera necesidad de repensar estos espacios como oportunidades, pero también dar respuesta a las demandas a partir de la visión de este espacio como educativo implicando a todos los estamentos de la comunidad. En estos años nos hemos dado cuenta de que es la clave para el inicio de un proceso que va más allá de un simple cambio de diseño. Procuramos encontrar puntos comunes y alianzas que lo hagan posible.

P: Mencionan que son muchos los retos, ¿cuáles son esos obstáculos que se encuentran las escuelas y familias cuando quieren emprender la transformación de sus espacios?

R: El principal reto es solventar el gran desconocimiento –a nivel pedagógico, medioambiental, técnico y normativo– que supone transformar el patio. Y pensar cómo debemos preguntar a los niños en esta dirección para poder llegar a un proyecto de transformación realista y basado en las intenciones de toda la comunidad educativa. La transformación de los espacios va acompañada del proyecto educativo elaborado y participado por toda la comunidad educativa. Un proyecto vivo, que se modifica, se repiensa, y que va cobrando visibilidad a partir de muchos debates.

Es especialmente importante conseguir implicar a las familias no como “mano de obra” sino como copartícipes de un proyecto que implica la utilización del patio como un espacio educativo más allá de los 30 minutos del recreo. Porque, claro, definir bien lo que nos puede aportar este espacio es otro gran reto. También lo es conocer y aprender lo que nos ofrecen, por ejemplo, las plantas. Ellas son las grandes aliadas para distribuir el espacio, para delimitar o para recolectar flores, hojas, frutos; para perfumar el ambiente, para poder trepar y columpiarse; para imaginar, representar y fomentar el juego simbólico y creativo; y para atraer pájaros, insectos, caracoles.

Otros desafíos importantes son lograr no actuar con prisas, porque si queremos cambios rápidos desde el desconocimiento se genera una nube sin contenido duradero y un pozo de problemas; y encontrar los recursos que necesitamos. No se requiere de grandes inversiones pero sí es necesario encontrar las posibilidades que tenemos, y que muchas veces están frente a la puerta de la escuela sin que las veamos.

P: ¿Por parte de quiénes suele surgir el interés por estos cambios?

R: Inicialmente surgía de las familias, y entonces los maestros delegaban o pensaban “qué bien, pondrán cosas”. Más adelante es cierto que la complicidad y el éxito de los procesos ha ido uniendo a los equipos, a las familias y a la administración, haciendo protagonistas a las criaturas, que siempre tienen mucho que decir.

El tiempo y el coronavirus nos han ayudado a ver la necesidad de pensar en este espacio con urgencia y a organizarnos como comunidad educativa. Pero pensar solamente en esta necesidad puntual sería un error. El coronavirus nos ha avisado y ha puesto en debate lo que ya estábamos haciendo sobre el proceso de replantear los espacios de las escuelas. Necesitamos poner sobre la mesa por qué queremos estos cambios, cómo elaboramos la propuesta, qué necesitamos, y siempre desde la coherencia del proyecto educativo del centro y la voz de las criaturas.

P: Dicen que pensar solamente en esta necesidad como algo puntual sería un error. ¿Por qué es importante “aprovechar” este momento para transformar los espacios al aire libre como espacios educativos?

R: La nueva situación es una buena oportunidad para poner de relieve el significado de la educación al aire libre. Son espacios necesarios por su riqueza para una gran mayoría de aprendizajes de la vida. Necesitamos abrir las puertas, encontrar complicidades, encontrar perfiles de personas que nos ayuden a ver, conocer y poder actuar empezando a dar pasos para este tan necesario cambio de paradigma, para dar respuesta a la construcción de una escuela que cuida a las personas desde la salud física, intelectual y relacional y que todas las criaturas puedan desarrollar sus capacidades. Si hacemos este cambio de mirada, tendremos que salir afuera en busca de realidades que motiven a las criaturas abriéndoles nuevos horizontes de aprendizajes. Como hacían Freinet, Pestalozzi, Freire, la Institución Libre de Enseñanza, Rosa Sensat y tantas otras experiencias que no debemos olvidar.

R: ¿Se puede cumplir con el currículum desarrollándolo al aire libre en todas las etapas escolares?

P: El currículum nos habla de contenidos transversales, contenidos adaptables a diferentes realidades y a las habilidades de cada criatura. Ello conlleva trabajar de forma globalizada, en pequeños grupos, tiempos y situaciones. Está muy claro que necesitamos ampliar los lugares y escenarios para el aprendizaje. Si miramos e interpretamos bien el currículum, los contenidos los podemos encontrar afuera, en los parques, en las tiendas, en las calles, en los museos, en las bibliotecas, en talleres. En todas las etapas desarrollamos nuestras capacidades en el contexto en que vivimos. La escuela debe ofrecer diversidad de contextos y espacios para hacer posible una riqueza de aprendizajes que muchas criaturas no podrían tener. Y dar cabida a la entrada de nuevos saberes. Las criaturas necesitan pensar, vivir, aprender en espacios pensados y adecuados para vivir intensamente y que nunca se apague su curiosidad y su pasión por aprender.

P: ¿Creen que se sigue viendo aún los patios exclusivamente como lugares para el ratito del recreo?

R: Socialmente se considera que la educación se da en el aula y el patio es el lugar del recreo. Pero por suerte vemos que estos dos estereotipos están empezando a cambiar. En el interior de muchas escuelas ya hace años que se están utilizando salas, ambientes, pasillos, en un proceso de conquista de espacios que hacen posible nuevos planteamientos y situaciones de juego y de aprendizaje; y esta apertura también se está produciendo en los patios.

P: ¿Son posibles todos estos cambios tal y cómo están planteados los colegios en la actualidad?

R: Sí, es posible. El patio, como lugar, forma parte de un entorno en la ciudad y en los pueblos. Muchos lo recordamos como lugar abierto día y noche. El lugar de los recuerdos y de las aventuras. Los árboles, las escaladas con rodillas peladas y tantas otras situaciones y procesos que hoy pocos niños pueden realizar de una forma libre. Hoy estamos reconstruyendo y recuperando estos espacios. Luchamos y queremos una escuela arraigada a su pueblo, ciudad, una escuela abierta a la comunidad que participa y alimenta su proyecto educativo en los debates, en las formaciones, tomando decisiones.

P: ¿Y los maestros y maestras, dirían que están en general dispuestos, preparados, animados, a esta transformación?

R: No todos, pero después de estos tres meses de pandemia, de las consecuencias del cambio climático y del aislamiento general (en especial de la infancia) de la naturaleza, el patio se revela como un posible espacio especialmente saludable, de bienestar, de juego y de aprendizaje. Y creemos que ello contribuirá a un aumento del interés sobre sus posibilidades como espacio educativo.

Este virus nos ha hecho parar y sus consecuencias, muy reales, nos plantean que no podemos continuar como antes. Continuar cerrando los ojos puede ser la muerte de la escuela. Necesitamos una revolución. Las crisis pueden ser positivas si les damos respuesta construyendo una escuela de todos y para todos. El derecho a la educación que propone la Convención de los Derechos de la Infancia necesita maestros no para “impartir” sino que sepan encontrar las herramientas para provocar el conocimiento, la satisfacción de aprender con los demás.

P: ¿Cómo creen que debería ser la escuela después de confinamiento?

R: La escuela del cuidado. Cuidado de nuestro espacio interior, de uno mismo. Un espacio que debemos cuidar para dar el cien por cien ante dificultades como las que nos plantea el coronavirus. Ahora toca volver a la escuela. Cada uno elaborará y expresará el retorno de formas diferentes. Debemos acoger y poder expresar el estado emocional en cada realidad. Hemos de pensar y organizar los diferentes espacios para poder reducir las ratios: el aula, el dentro y el fuera, para dar vida a esta escuela abierta y herida. Del mismo modo, debemos acoger las realidades vividas de las familias y los niños. Encontraremos familias más vulnerables que han tenido que hacer frente a muchas dificultades a lo largo del confinamiento y otras que han podido disfrutar reencontrando espacios y tiempo con sus hijos. Debemos encarar un curso con protocolos que nos irán marcando desde fuera. No podemos disfrazar ni eludir esta realidad. Con una actitud positiva y activa, el virus no nos puede detener.

P: ¿Son optimistas?

R: Sí, somos optimistas. Muchos espacios en las etapas de los más pequeños ya dan visibilidad a unos escenarios lejos de los pavimentos de caucho “rebota niños” y repletos de plástico que se van convirtiendo en escenarios verdes no solo para plantar, sino para encontrar nuestro vínculo con la naturaleza sintiendo esta necesidad desde nuestro interior. Estamos esperanzados, lo que hagamos ahora incidirá en el futuro de la infancia.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/07/06/mamas_papas/1594030147_785486.html

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