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Marina Subirats: «Esta crisis nos puede traer más conciencia de comunidad y menos individualismo»

  • La socióloga Marina Subirats atribuyó a una ‘utopía disponible’ el gran aumento del apoyo al independentismo que se ha vivido en Catalunya los últimos años. No ve, sin embargo, ninguna ‘utopía disponible’ a la que pueda recurrir la ciudadanía ante el shock social que está causando la epidemia de este coronavirus

¿Qué repercusión tendrá la pandemia del Covid-19 en nuestra sociedad, tanto en cuanto a mentalidad individual como colectiva? Queremos analizar su impacto a través de la opinión de analistas con reflexiones interesantes a aportar.

La socióloga Marina Subirats atribuyó a una ‘utopía disponible’ el gran aumento del apoyo al independentismo que se ha vivido en Catalunya los últimos años. No ve, sin embargo, ninguna ‘utopía disponible’ a la que pueda recurrir la ciudadanía ante el shock social que está causando la epidemia de este coronavirus.

Estamos ante una situación inédita para las generaciones recientes. Millones de afectados, miles de muertes por un virus que desde China se extendió a todo el mundo. Los gobernantes imponen a la ciudadanía que se quede en casa y sólo salga en ocasiones excepcionales e imprescindibles. No nos lo habían dicho nunca. ¿Están nuestras sociedades preparadas para digerir esta situación?

Si hablamos desde el punto de vista sanitario, se ha demostrado que no. No era previsible que esto tomara esta dimensión. Es normal que no estuviera a punto. No había modo de responder muy rápidamente. Uno de los problemas más graves es que faltan mascarillas, guantes…, que parecen cosas relativamente baratas y sencillas. Sanitariamente estábamos seguramente más preparados que otros muchos países pero no lo suficiente.

Si hablamos desde el punto de vista personal, la mayoría de la gente está respondiendo bien. Se demuestra que hay un nivel de civismo relativamente elevado y que ante una pandemia, una situación que tensa mucho todo el sistema y que es angustiosa, la mayoría de la gente está respondiendo con civismo. Es cierto que nos encontramos con personas que no reaccionan así y que cuesta entender porqué se comportan así. Este es un problema diferente, que no afecta a los otros, los forasteros, los pobres, los jóvenes… Nos afecta a todos. Desentenderse es absurdo.

Políticamente, la respuesta que está dando España y su gobierno está a buen nivel. No soy médico y no puedo opinar de los aspectos técnicos de cómo se está atendiendo la sanidad pero viendo cómo está respondiendo el gobierno, dando la cara, preocupado… Si lo comparamos con Estados Unidos, da la impresión de que aquí los poderes públicos han respondido mejor.

Cuando esta pesadilla pase ¿todo volverá a ser igual que antes o prevé cambios en la mentalidad individual y colectiva?

De una manera inmediata todo seguirá igual. La globalización se ha desarrollado a ritmos diferentes dependiendo de los ámbitos. Se ha desarrollado muy rápidamente en la economía. No se ha dado en la política, o mucho más lentamente. Y culturalmente no sólo no se ha dado sino que ha generado un repliegue nacionalista o localista. En muchos casos, vemos expresiones de extrema derecha que van en esta línea.

La gente tiene miedo de perder identidad y la extrema derecha lo aprovecha. Se puede producir un inicio de cambio cultural en el sentido de que la gente entienda que esto nos afecta a todos, que lo que ocurre en un lugar tiene importancia global. Tenemos el fenómeno del calentamiento global que ya estaba produciendo esta sensación. La reacción ante la pandemia va en este mismo sentido. La gente se va dando cuenta de que la deforestación de Brasil también nos afecta aquí. Se empuja así una conciencia global que estaba muy retrasada respecto a la economía y se necesita porque, si no, hay un desequilibrio enorme.

¿Es previsible que la globalización que hemos vivido los últimos años encalle o retroceda por miedo a nuevas pandemias como esta? ¿Veremos una globalización diferente?

Cuando vemos que ya no hay invierno, que llueve de una manera diferente, esto difunde la idea de que la Humanidad está haciendo algo mal respecto a la naturaleza. Con esta pandemia, lo mismo. Vemos las guerras pero decimos que suceden lejos. Veíamos el virus Ébola pero decíamos que pasaba en África, donde son muy pobres y viven muy mal. Cuando esto toca al centro del mundo occidental, Estados Unidos, Europa, vemos que lo que pasa en China nos afecta plenamente. El mundo se ha hecho muy pequeño, todos participamos de todo y un problema generado en un lugar repercute en otros lejanos. Esto nos llevará a esta conciencia global que hasta ahora no se ve.

Hablamos mucho de globalización pero los afectados y los muertos nos impresionan más cuanto más cerca los tenemos. Los países actuales, las fronteras vigentes ¿siguen siendo la forma más acertada de organizar las comunidades humanas?

Cambiarán, pero no al día siguiente. La tendencia será ir hacia poderes supranacionales y a la vez poderes locales. Las fronteras que hemos conocido, que nos parecían inamovibles -España, Francia, Italia, etc.-, se irán diluyendo e irán apareciendo las de tipo Unión Europea por un lado y las de poderes locales, por otro, una descentralización, sea a escala de países, como Catalunya, o a nivel municipal. Las grandes ciudades están tomando una personalidad propia en el mundo. Iremos hacia un nivel más grande y uno más pequeño y el intermedio tenderá a diluirse. No se puede decir ni cuándo ni cómo porque hay muchos intereses en mantenerlo todo tal como está.

En la crisis de 2008 se llegó a decir que había que cambiar el sistema capitalista que la había gestado. No se ha hecho. ¿Esta nueva crisis la digerirá también el capitalismo sin problemas?

Esta crisis no cambiará el capitalismo. El capitalismo está en una etapa muy tóxica y muy negativa para la Humanidad. Crece la conciencia de que está en la base de los desastres que vemos (no en el caso del coronavirus, probablemente, pero sí en el ecológico y la desigualdad). Al mismo tiempo, no tenemos recambio y eso impide que desaparezca o que vaya extinguiéndose. Nos hemos quedado sin recambio. Durante una época había el equilibrio del terror. Los que querían huir del capitalismo iban al socialismo y al revés. Había una ‘utopía disponible’. Ahora tenemos utopías pero disponibles, no. Son utopías que alguien inventa pero no suficientes para que la gente crea que son posibles. Si tienes un vestido viejo y no tienes ninguno nuevo no te lo quitarás, aunque esté roto o hecho un asco. Esto es lo que está pasando con el capitalismo. Seguramente pasará mucho tiempo hasta que tengamos una manera de organizarnos diferente no sólo con ideas sino con un funcionamiento al que la gente se vaya adhiriendo. El capitalismo no desaparecerá de forma inmediata. Otra cosa es que cada vez hay más gente que piensa en su recambio.

Después de un derrumbe de estas proporciones, ¿tambaleará nuestro sistema de valores? ¿Cambiarán nuestras prioridades sobre lo que es importante en la vida y lo que no?

En general, no. La gente no vive demasiado bien quedarse en casa con la familia. Necesitamos rutinas y mucha gente está deseando volver a las rutinas. No sientes decir que la gente está contenta de poder estar con los hijos. Más bien, se quejan. Por lo tanto, cuando esto acabe, los niños volverán contentos a la escuela y los padres y las madres volverán contentos al trabajo y lo recordarán como algo que nos pasó una vez. No nos hará cambiar en cuanto a vida personal. Al día siguiente no haremos cosas diferentes de las que hemos hecho siempre. Lo que sí es cierto es que cada vez hay más conciencia de que podemos acabar con la vida sobre la Tierra.

La solidaridad entre personas y comunidades, la fraternidad humana y territorial ¿saldrá fortalecida o debilitada de este episodio?

Seguramente se establecerá una solidaridad mayor a nivel más local. Las salidas al balcón a las ocho de la tarde para aplaudir a los sanitarios o a golpear cacerolas contra el Rey, la gente que se ocupa de los vecinos que están solos y les llevan comida…, esto puede ayudar a romper las barreras psíquicas. Ahora casi no preguntábamos por la vida de nuestros vecinos. El nivel de solidaridad de la comunidad, de la escalera, de la calle, aumentará. Las personas hablarán más entre ellas a partir de ahora. Al menos, durante un tiempo. A nivel global, no. China está dando una lección. Ha pasado su enfermedad y trata de ayudar a los demás, les lleva material, técnicos… En Europa, solidaridad poca, y la Unión Europea tampoco ayuda a que se establezca esta solidaridad.

Que la dureza con que la dictadura china respondió al estallido de la epidemia se haya mostrado eficaz para contenerla ¿hará que la gente pierda confianza en los sistemas democráticos para hacer frente a emergencias como la que estamos viviendo?

No. Nadie quiere volver atrás y perder libertades. Se ha estimulado mucho el individualismo en el mundo occidental. Creemos que tenemos derecho a todo. Los derechos conllevan deberes y de los deberes no se habla nunca. En China han tenido durante mucho tiempo pocos derechos y muchos deberes. Es una población muy disciplinada. El tamaño de esta población es tal que o son disciplinados o no saldrían adelante. Hace falta que vayamos adquiriendo la idea de globalidad, que adoptemos otra actitud, pero eso no quiere decir que queramos una dictadura sino que pasemos del individualismo a una idea más comunitaria. Con una decisión voluntaria más que impuesta.

¿La dicotomía público/privado se reordenará después de esta experiencia? Ha quedado claro que la vida de las personas depende de la sanidad pública

Espero que sí. La privatización de la sanidad en Madrid y los recortes en Catalunya estamos viendo el desastre que significan. Menos mal que tenemos muy buena gente y muy dedicada en el mundo sanitario. La gente no está fallando. Está fallando la infraestructura. Esto tendrá un impacto político. Pedro Sánchez, en su discurso en el Congreso medio vacío, volvió a nombrar elementos socialdemócratas. Habló de reforzar la socialdemocracia, cuando había quedado arrinconada durante los últimos años. Se ha ido desmontando el estado del bienestar, atacándolo, poniéndolo en duda, poniendo en duda las pensiones… Es muy posible que la idea socialdemócrata vuelva a aparecer y sea una apuesta importante con el apoyo de la gente. La idea de que puedes ser un individuo que va por su cuenta y hace lo que le da la gana se aguanta pensando que todo funciona muy bien y que si hay algún problema alguien lo resolverá. Cuando vemos que esto no es así, que el sistema tiene debilidades, debemos preocuparnos más para que funcione. Quizás habrá una cierta retirada del individualismo y una exigencia mayor por reforzar lo público y las políticas socialdemócratas.

Las distancias entre personas acomodadas y vulnerables, entre países ricos y empobrecidos ¿aumentarán después de este episodio?

Esta dinámica viene del capitalismo. Mientras al capitalismo no le encontramos un sustituto no lo cambiaremos. Necesitamos una izquierda que dé otro tipo de mensajes y plantee otros escenarios. Entonces, tal vez la gente la apoyará y se podrá pasar a otro nivel. Mientras no sea así hay unos grupos poderosos que tienen las palancas del capital. ¿De qué se ha hablado estos días? De los aspectos médicos y de los económicos. Nadie ha hablado del miedo a que nos quedemos sin suficiente población o de otros problemas posibles. La pérdida de clases por parte de los niños y de los estudiantes se ve como un problema secundario. La gran preocupación es la economía. Sigue mandando la economía y está en manos de esta clase corporativa. A corto plazo no cambiará.

¿Necesitamos más que nunca unas Naciones Unidas potentes que tengan un peso determinante en las decisiones que afectan al conjunto de la Humanidad, como las relacionadas con el control y lucha contra esta pandemia o es una aspiración inútil, utópica? La Organización Mundial de la Salud ha declarado la pandemia pero las decisiones para combatirla parecen ser cosa de cada Estado por su cuenta

Las Naciones Unidas están en manos de estos grupos financieros. Nunca es directamente pero están sometidas a los grupos dominantes y, además, de manera creciente. Yo he ido observando los temas de feminismo y mujeres porque tuve relación con Naciones Unidas hace 25 años por esta cuestión y ha ido a peor. Lo que se hizo de feminismo en Naciones Unidas entre 1975 y 1995 hoy no se puede hacer por cambios en el punto de vista político. Naciones Unidas no es independiente, como tampoco lo es la Unión Europea. ¿Quién manda allí? ¿Quién tiene la fuerza para imponer unas directrices? Hay gente que pide una autoridad mundial. Para mí, no. La autoridad más mundial que tenemos en estos momentos puede ser el presidente de Estados Unidos y ya vemos qué tipo de desastre es. Con una autoridad mundial las imposiciones y las desigualdades probablemente crecerían. Mientras no haya una democratización real de la población y más criterios políticos, reforzar los grandes organismos es correr el riesgo de empeorar.

Lo mismo ocurre con la Unión Europea, que, en este momento, podría haber dado un salto adelante y en cambio se está deslegitimando ante la población. Al final, ha aprobado unos pequeños cambios económicos pero la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha sido decepcionante. Estas grandes organizaciones dependen mucho de en qué manos están y mientras estén en las de los gerentes del capitalismo no podemos esperar que se pongan al frente de mejoras para todos.

No hay ‘utopías disponibles’…

Utopías hay, pero disponibles, no. Hablé de ‘utopía disponible’ al hablar de la independencia de Catalunya. De alguna manera, este tema ha estado inscrito en la historia catalana desde la Renaixença. Es una idea subyacente, que aparece en muchos momentos y en los últimos tiempos se había hecho más visible. Cuando baja el impulso de la izquierda como utopía, en el caso de Catalunya surge esta otra. Que estaba disponible significa que estaba en la mente de mucha gente y que se vendió como si fuera rápidamente posible. No tenemos una utopía disponible de recambio del sistema económico y del capitalismo. La gente lo vive con angustia. Pedro Sánchez dijo el otro día que tenemos que revisar todo el sistema sanitario. Ya sería mucho si, a partir de ahí, sale reforzado el sistema sanitario y se crea esta conciencia de comunidad más elevada. Por otro lado, no tenemos unos objetivos colectivos entusiasmantes que puedan hacer que todo esto desemboque en una mejora.

¿2020 será un año muy importante en la historia de la Humanidad a raíz de esta pandemia?

No creo. Todo va tan deprisa que una cosa borra otra. En 1918 fue lo que se llamó ‘gripe española’ (que parece que de española no tenía mucho), murió muchísima gente y alguna vez se hace referencia a ella pero ese año se recuerda más por el fin de la Guerra Mundial. Cuando se derrumbaron las Torres Gemelas en Nueva York pareció que sería la fecha del siglo, que todo el mundo lo recordaría siempre pero el paso del tiempo no lo ha confirmado.

Personalmente, recordaremos estos días diferentes, en los que hemos roto las rutinas. Los niños y niñas recordarán aquellos días que estaban en casa y tenían a los padres a su disposición. Cuando salgamos de esto habrá las elecciones catalanas, cambiaremos de tema y volveremos a los temas de siempre. Y luego habrá otra cosa. Y así sucesivamente. A menos que esta pandemia sólo sea un primer episodio y se vaya repitiendo. Entonces sí marcaría mucho. Si ahora pasa y en dos o tres meses se liquida, dentro de un año lo recordaremos pero tampoco será muy fuerte.

¿Personalmente, qué la está impresionante más de esta crisis?

Yo hago una vida bastante de estar por casa trabajando, supongo que como toda la gente que nos dedicamos a escribir y leer. Necesitamos nuestro espacio. Se han suspendido los compromisos de viajes, conferencias, no voy al cine, no salgo a la calle… Me interesa ver cómo va reaccionando la gente. Los sociólogos no podemos hacer pruebas en los laboratorios. Si queremos estudiar la sociedad, situaciones como esta son experimentales, muy interesantes.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/26/esta-crisis-nos-puede-traer-mas-conciencia-de-comunidad-y-menos-individualismo/

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Luz Martínez Ten: «El impacto educativo del virus también tiene clases sociales»

Por Rodrigo Santamaria

Luz Martínez Ten se considera una «optimista impenitente». Por ello ve el momento actual como una oportunidad única en distintos frentes. A corto plazo, asegura, el cierre escolar podría aumentar la brecha social del alumnado, pero cuando todo pase, la Pública saldrá fortalecida. En su opinión, el confinamiento va a servir, además, para seguir extrayendo de la tecnología todo su potencial innovador e igualitario.

Es esta una entrevista que iba a tener lugar en persona y tuvo que realizarse por teléfono. Que en principio iba a abordar, con motivo del 8-M, los temas predilectos de Luz Martínez Ten (feminismo e interculturalidad) y tuvo que ampliar el espectro para no parecer una burbuja fuera del tiempo y del espacio.

Nacida en Madrid en 1960, Martínez Ten ha consagrado su carrera al ideal de la igualdad. De derechos reales entre hombres y mujeres. De oportunidades sin importar el origen social. En el respeto a herencias culturales diversas. Caminos convergentes donde la escuela pública -ha insistido en tantos escritos e iniciativas- debe ser siempre el asfalto que permite acelerar y rodar firme.

La madrileña ocupa desde 2015 la Secretaría de Mujer y Políticas Sociales en la Federación de Empleados/as Públicos/as de UGT.

Escuchando algunas opiniones, parece que el 8-M fue el origen de todos los males, que estamos como estamos porque la gente salió ese día a la calle a manifestarse. ¿Hay machismo en esta fijación?

Para sectores de la derecha supone una justificación perfecta para atacar al movimiento feminista, sin necesidad de admitir que no creen en la igualdad.

¿Se tenían que haber cancelado las manifestaciones?

¿Y todos los actos y contactos sociales que tuvieron lugar esos días? ¿Estaba el país cerrado? Era difícil prever que en una semana el brote iba a ser tan virulento.

Sabemos que la gran desigualdad educativa se origina fuera de la escuela. ¿Va a aumentar el confinamiento la brecha entre los alumnos con mejores y peores condiciones para el aprendizaje?

Es evidente. Las situaciones en casa son muy distintas, a nivel material y cultural, la costumbre de leer, etc.Y más teniendo en cuenta que muchas de las personas a las que no les queda otra que moverse trabajan en ayuda a domicilio, en residencias, en limpieza… Sus hijos e hijas van a tener más dificultades para ser atendidos en el hogar. El impacto educativo del virus también va a tener clases sociales.

¿Cuáles deben ser las prioridades educativas?

Hemos de aprender de entornos, como el rural, donde el aislamiento ya había obligado a poner en marcha iniciativas muy enriquecedoras de educación a distancia. Y no se trata de impartir clases teóricas a través de la pantalla, sino de proponer metodologías que pongan en manos de los alumnos la capacidad de investigar, analizar, crear, generar redes de discusión. Estamos ante una oportunidad de avanzar hacia la innovación.

Algunas empresas de enseñanza online ya se han apresurado a proclamar que, con o sin coronavirus, la institución de la escuela presencial se estaba quedando obsoleta. Los autores de Clase disruptiva vislumbraban en 2010 un futuro sin aulas físicas en un periodo de 20 años.

En absoluto hay que sustituir el espacio físico por el virtual. Pero sí tenemos que enseñar a los alumnos a utilizar internet para crear sociedad, y no obviar que quienes tienen identidades físicas y virtuales miméticas. Hay que explorar las posibilidades para crear una pedagogía realmente activa desde la convivencia presencial y también desde la virtual. Pienso, además, que este es un buen momento para avanzar hacia la igualdad de oportunidades entre el alumnado con alguna discapacidad o que esté en zonas rurales.

¿Temes que cuando volvamos a la normalidad se utilicen las consecuencias económicas como coartada para recortar en educación?

Sí, mucho. Pero aquí se está produciendo un doble discurso. Por una parte, probablemente estemos en la antesala de una crisis económica, y el mercado podría aprovecharla para restar derechos en la enseñanza pública. Al mismo tiempo, se está poniendo encima de la mesa la importancia de tener administraciones públicas que cuenten con cimientos de equidad. Hay una conciencia creciente de que, sin estos servicios públicos fuertes que hemos ido construyendo entre todos, nos habríamos ido al más allá. Solo si unimos esfuerzos y cedemos al colectivo conseguimos afrontar situaciones como esta.

No deja de ser curioso que ese esfuerzo colectivo demande que permanezcamos, más que nunca, aislados, atomizados, al menos físicamente. ¿Podría ahondar esta crisis en las tendencias individualistas de las sociedad occidentales?

Soy una optimista impenitente, por naturaleza. Y por eso soy sindicalista, porque creo en lo colectivo como la mejor forma de cambiar las cosas. Lo que observo estos días es la búsqueda de los demás, que es lo que hacemos cuando salimos a los balcones a aplaudir. Ayer mismo me dejaron una nota debajo de la puerta las vecinas preguntándome si necesitaba algo. Los seres humanos tenemos esta capacidad de responder de manera solidaria en situaciones de crisis. Y se echaba de menos esto. El neoliberalismo nos ha vendido que solos podemos sobrevivir; ahora nos hemos dado cuenta de que no.

Hay también algo de paradójico en que el confinamiento personal y la búsqueda de lo colectivo se estén retroalimentando.

Y también mucho de épico, que es lo que emerge en situciones de crisis. La necesidad de creer que juntos podemos solucionarlo es lo que ayuda a salir adelante. Épico es lo que está haciendo el personal sanitario, pero también las cajeras de supermercado, quienes limpian las calles, o atienden las farmacias. En estos momentos puede salir lo peor y lo mejor de nosotros, y creo que en España, por fortuna, tenemos un germen solidario muy positivo.

Hagamos un esfuerzo por abstraernos del monotema. Volviendo a uno de tus campos predilectos, te pido un ejercicio de máxima síntesis para destacar lo mejor que se está haciendo en la amalgama de iniciativas hacia una educación no sexista.

Es muy interesante que cada vez se analice con más detenimiento por qué sigue existiendo un fuerte sesgo de género, por ejemplo, a la hora de elegir o no opciones STEM. Un fenómeno sobre el que abundan las investigaciones, muchas enfocadas a la propia estructura curricular. O por qué muchas chicas frenan sus carreras a pesar de haber sido excelentes estudiantes. También hay muy buenos ejemplos de campañas de prevención de la violencia de género desde edades tempranas, aunque aún sigan teniendo casi siempre un papel marginal, poco sistemático. Sería importante también que empezáramos a enfocar el problema desde lo positivo, enseñando a amar bien. Los chavales ya saben lo que está mal, pero la razón y la emoción no siempre coinciden. Deberíamos trabajar desde la emoción para enseñar a querer bien.

Volvemos a la dicotomía bien/mal del ser humano, y a que determinadas condiciones favorecen que emerja lo uno o lo otro.

La investigación nos dice que niñas y niños no son racistas ni sexistas ni homófobos. A partir de cierta edad, aprenden a serlo absorbiendo lo que les dice el entorno y empezando a calificar. Hay que educar en valores desde las primeras edades, y en las etapas críticas, durante la adolescencia, cuando aparece el primer amor, etc. hay que enseñar qué son los buenos tratos y a amar en positivo.

Se habla cada vez más de educar en valores, de cultivar la dimensión psicoemocional del alumno, pero al mismo tiempo parece que la educación vive una deriva utilitarista en el peor sentido, de corte economicista ortodoxo.

De alguna forma, la educación se está convirtiendo en un servicio de mercado, y es terrible. Hay cadenas internacionales de centros para élites, como un Burger King escolar, que venden a las familias que sus hijos van a tener un situación económica privilegiada, cuando tendríamos que educar, ante todo, ciudadanos, y ahí se incluye, claro, una vida profesional acorde con nuestros intereses y motivaciones. Deberíamos retomar una educación humanista con principios como los que estuvieron activos durante la Segunda República, cuando la escuela buscaba el desarrollo integral de la persona, que trabaja pero también ama, disfruta de la vida… Si todo está orientado al mercado, estamos educando jóvenes enormemente desgraciados y desgraciadas, empujándoles a elegir profesiones exitosas, aunque no les gusten.

Antes hablabas, en esa elección del futuro profesional, del sesgo de género en las opciones STEM. ¿No acaban de funcionar los programas para atraer a más chicas?

Marina Subirats, que ha estudiado mucho este tema, plantea que vamos adquiriendo los roles y esterotipos de género desde los primeros años. Y que -como ahora sabemos gracias a la neurociencia- el cerebro es increiblemente dúctil en cuanto al aprendizaje por reproducción. Si vamos dirigiendo a los niños a juegos de lógica y espaciales, y a las niñas a los cuidados, esto va configurando tanto la propia capacidad de aprendizaje, como tu mayor seguridad en campos donde te resulta más fácil moverte. Y, al final, influye tanto en las elecciones concretas como en la relación entre proyección vital y profesional. A los 6-7 años, normalmente las niñas ya se ven trabajando y formando una familia con hijos, mientras que los chicos imaginan solo su vida profesional. De nuevo, si queremos una auténtica educación en igualdad, hay que empezar antes.

Parece que en algunos sentidos vamos para atrás. Por ejemplo, las presión creciente que sufren las chicas, desde la primera adolescencia, en términos de imagen: maquillaje en cuanto salen de casa, obligación de ir monas a todas horas… Ocurre también entre los chicos, pero percibo una intensidad infinitamente mayor entre las chavalas.

Los modelos de ser mujer van cambiando con la historia. En estos momentos, la producción en torno a la imagen y la hipersexualización del cuerpo femenino son mecanismos del mercado. La ausencia de una formación en ética y autocuidado nos lleva a que se comercialicen estos espacios para traducirlos en dinero. Habría que enseñar a aceptar y querer nuestros cuerpos; quizá entonces chicas y chicos dejarían de intentar emular ideales, de pedir por ejemplo un aumento de pecho al terminar la universidad. Me da mucho miedo ese estímulo permanente del deseo de tener cuerpos inexistentes.

¿Resulta difícil introducir estas cuestiones en la escuela? No pocos dirán que aquí hablamos de elecciones libres y personales. Incluso, retorciendo cierto argumentario feminista, que la mujer siempre divina en realidad está «empoderada».

Todo forma parte de un sistema capitalista que ha logrado confundir deseos con derechos, poner al deseo por encima del propio bienestar. Aquí surgen cuestiones éticas y posibles límites al mercado. ¿Es ético que una chica de 16 años se opere el culo para tenerlo de tal forma? ¿Debemos permitirlo? Hay que pararse y reflexionar, en la escuela y en otros ámbitos, para que las nuevas generaciones puedan analizar e identificar esa manipulación que transforma derechos en deseos. Sin esa reflexión consciente -y con el bombardeo constante de publicidad, los likes en las redes sociales etc- resulta muy difícil escapar a estas presiones.

Has escrito mucho sobre cómo abordar conjuntamente interculturalidad e igualdad de género. Me surge una duda recurrente: ¿Cómo aunar ambos objetivos cuando la tolerancia y el respeto por otras culturas colisiona con patrones claramente machistas?

Desde una pedagogía feminista, el relativismo cultural tiene sus límites cuando choca con la dignidad de las mujeres, del ser humano en general. Por suerte, en este país tenemos un marco legislativo que establece esos límites. Pero esto no es incompatible con algo evidente: la igualdad se aprende. Desde el respeto, la convivencia y la igualdad de oportunidades. Cuando yo era pequeña, mi madre llevaba velo para ir a la iglesia. Y en mi casa, cuando mi padre (que era un hombre estupendo) hablaba, todos nos callábamos. Poco a poco, en mi familia fuimos aprendiendo a cambiar a través de la reflexión y la conquista de derechos. En ese aprendizaje, la escuela actual, donde conviven chicos y chicas con diversas herencias culturales (algunas con elementos machistas, españolas o de fuera), se antoja un entorno muy positivo. Sobre todo, ahora que hemos pasado de la llegada a la ciudadanía. Al principio, cuando las aulas españolas empezaban a ser interculturales, se celebraban jornadas tipo el día del chino, el día del africano… Y no se trata de eso, sino de trabajar la igualdad de derechos en la diversidad, construyendo identidades seguras.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/24/el-impacto-educativo-del-virus-tambien-tiene-clases-sociales/

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Formación Integral Y Aprendizaje A Lo Largo De La Vida

Por: Observatorio de Innovación Educativa

En esta entrevista, la rectora de la Universitat Jaume I, Eva Alcón, habla de los retos actuales en la educación superior, el aprendizaje a lo largo de la vida y la formación integral que busca esta institución académica española.

Transcripción de la entrevista

LOS RETOS PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR

Eva Alcón: Yo creo que son varios retos. Las universidades nos dedicamos especialmente a generar conocimiento, a transmitir ese conocimiento, y también, de alguna manera, a transformar las regiones en las que estamos ubicadas las universidades. Entonces, yo creo que tendríamos que diferenciar los diferentes ámbitos de actuación que tenemos las universidades: en el ámbito de la investigación creo que el reto mayor que tenemos es ya no generar conocimiento, porque generamos el conocimiento en las universidades y además lo hacemos bien, sino el reto mayor es cómo ese conocimiento que generamos llega a la sociedad y se convierte en innovación, creo que ese es un gran reto en investigación que tenemos.

En el ámbito docente, creo que formamos a la gente, formamos a la gente en estudios oficiales, de grado, de posgrado, y también en estudios propios. Yo creo que aquí el gran reto que tenemos es, por una parte, incorporar las nuevas tecnologías a la docencia, pero no como una cosa que sea añadido a la docencia, sino como instrumento para mejorar e innovar en la práctica docente. Y después, el otro reto que tenemos en la docencia es el aprendizaje a lo largo de la vida. Aprendizaje a lo largo de la vida, estoy hablando no solamente del aprendizaje que se realiza en las universidades para mayores de 55 años, que están muy consolidados en las universidades por ejemplo españolas, sino de ese aprendizaje que vamos a tener que ir construyendo conforme vayamos pasando por nuestra trayectoria profesional.

Hace unos años estudiábamos una titulación y con esos conocimientos pasábamos toda nuestra vida, eso ya no va a ser así, tenemos que ir hacia una formación mucho más integral de la persona, mucho más transversal y después ser mucho más flexibles para adaptar esos conocimientos a las realidades que vamos a tener que enfrentar y al mismo tiempo volver de nuevo a las universidades para seguir formándonos dentro de esa flexibilidad.

APRENDIZAJE A LO LARGO DE LA VIDA

Eva Alcón: La universidad de mayores, yo creo que es un ejemplo de lo que debería ser la formación a partir de una cierta edad, cuando uno ya no busca un título, cuando uno ya no busca ni siquiera adaptarse dentro de esa flexibilidad, sino que, de alguna manera, implica un envejecimiento activo que está dentro de esta sociedad a la que nos vamos. Como tú bien has dicho que cada vez vamos a vivir más años, es un factor clave, esa es por una parte una formación que tenemos.

Otra formación que tenemos es aquella que va destinada a adaptarse a las nuevas necesidades que requiere el mercado laboral y para eso nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo para conectar la universidad con el sector productivo y el sector productivo con la universidad, y a mí me gusta decir que esa relación tiene que ser bidireccional, es decir, las empresas tienen que saber lo que las universidades le podemos ofrecer pero, al mismo tiempo, la universidad debe saber lo que la empresa necesita. Además, tenemos la gran suerte de contar con un parque científico y tecnológico en nuestra universidad, que es SPAITEC, que es un ecosistema para la innovación, y ese parque, SPAITEC, cada vez va a ganar más fuerza, cada mes van a tener más que aportar, esas empresas que están en contacto con la universidad y van a tener que aportar también más las empresas a la universidad y la universidad a las empresas.

Yo creo que esos son algunos de los retos que tenemos. Otros retos que también tenemos es la innovación educativa y, como he dicho, las tecnologías de la información y la comunicación, en esa transformación digital a la que nos vamos a tener que someter las universidades como otras instituciones y empresas.

EL IMPACTO Y RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN LA SOCIEDAD

Eva Alcón: Que las universidades tenemos un impacto grandísimo en el territorio, somos motores de transformación socioeconómica, y la Universitat Jaume I es un magnífico ejemplo de eso. Por ejemplo, en el tema cultural, en el tema cultural vamos de la mano de las instituciones, vamos de la mano del ayuntamiento, de la Generalitat. ¿Para qué?, pues, para hacer de Castellón un catalizador de cultura, donde de alguna manera sumamos fuerzas, buscamos sinergias para que la gente tenga acceso a la cultura, entendemos la cultura como un valor añadido.

Entendemos también que la universidad, o nos gustaría que la universidad, fuera el espejo al que se mira la sociedad, por eso es tan importante para nosotros la celebración de días como el Día contra la Violencia de Género, como el Día de las Personas con Discapacidad, el Día de la Diversidad Lingüística. ¿Por qué?, porque de esa manera ponemos en valor lo que somos como universidad, una universidad plural, una universidad inclusiva, una universidad donde no importa la raza, de dónde provengas, vas a tener espacio. Una universidad donde apostamos por la igualdad de oportunidades, tenemos cada vez más becas, tenemos un programa de becas propio sencillamente para evitar que nadie quede excluido de la universidad por motivos económicos.

Hemos hecho un gran esfuerzo por aumentar la partida destinada a becas, hemos hecho también un gran esfuerzo para que la información de las becas esté toda, de alguna manera, agregada, cuando un estudiante nuestro llegue a la universidad pueda tener acceso a toda la información que existe y pueda planificar su propio proceso de aprendizaje. No nos olvidemos que, para nosotros, el estudiantado es la razón de ser de las universidades y, por lo tanto, que ese estudiantado tenga oportunidades de acceso, que tenga garantías de poder continuar y evitar el fracaso una vez entre en la universidad se convierte en una de nuestras prioridades, junto con la empleabilidad, para favorecer las condiciones para esa empleabilidad.

EL RETO DE LA FORMACIÓN INTEGRAL

Eva Alcón: Yo creo que, en la universidad, formamos a las personas para facilitar la inserción profesional, la inserción laboral, y de ahí los contenidos curriculares de los títulos, pero a mí también me gusta decir que el paso por la universidad no solamente nos encargamos de formar profesionales, sobre todo formamos a personas.

Toda esa formación integral cada vez es mayor, necesitamos personas capaces de trabajar en grupo, necesitamos personas capaces de saber comunicar y en más de una lengua, necesitamos personas capaces de liderar proyectos, de buscar el consenso, necesitamos personas capaces de manejarse con las nuevas tecnologías, y además aportar una visión humanística del uso de las nuevas tecnologías. Todo eso implica ir más allá de los simples contenidos curriculares de los planes de estudios, pero ese es nuestro reto, nuestro reto es cómo educar a una ciudadanía crítica que tendrá que vivir en un mundo cada vez más global, cada vez más cambiante, cada vez más flexible, bueno, y en eso estamos.

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Reshma Saujani: “La programación es tan importante como las Matemáticas o la Historia”

Por: Laura Román.

 

Reshma Saujani es la fundadora Girls Who Code, una organización que ayuda a las mujeres a adentrarse en el mundo de la programación tratando de reducir la brecha de género que sigue latente en este ámbito. Pero además, Saujani es activista y fue la primera mujer india-americana que se postuló para el Congreso de los Estados Unidos.

En la colección publicada por Edebé (‘En código amigas’, ‘Equipo de amigas. Carrera hacia la meta’ y ‘Música, luces y a programar’) las protagonistas son cuatro niñas que empiezan a programar. Uno de sus objetivos es que las estudiantes se vean reflejadas en niñas como ellas, a las que les interesan los mismos hobbies pero que ven en la programación un proyecto de futuro con el que resolver problemas de la vida real.

Pregunta: En esta colección, un grupo de amigas están apuntadas a un club de programación en el colegio. ¿Cuáles son los valores y conceptos relacionados con esta materia que aparecen en estas historias?

Respuesta: Estos relatos se centran en enseñar a las niñas lo mucho que pueden hacer aprendiendo código. Cuando les enseñas a codificar, les enseñas a resolver problemas y también valentía. Y van a ser capaces de adquirir esas habilidades y usarlas en todas las áreas de su vida.

P: ¿Qué pueden aprender las estudiantes leyendo estos relatos?

R: Sobre codificación, pero también sobre hermandad entre mujeres y sobre representación. En ‘Girls Who Code’, siempre decimos que no puedes hacer lo que no puedes ver. Así que es muy importante que las chicas tengan libros en los que vean a otras chicas utilizando código para resolver problemas. Y las chicas de estas historias trabajan juntas, eso es hermandad. Nuestros programas están construyendo una hermandad internacional de mujeres y niñas que se levantan y se apoyan mutuamente. Eso es lo que las mantiene en la disciplina y estos relatos muestran eso.

Reshma Saujani
Girls Who Code Founder and CEO Reshma Saujani is photographed with participants at the IAC building in New York, NY on July 25, 2018. Photo: Carey Wagner

P: Las cuatro amigas deciden aprender programación porque les ofrece respuestas a sus propios problemas en la vida real. ¿Se podría considerar Aprendizaje Servicio?

R: Absolutamente. Las chicas aprenden a codificar y van a cambiar el mundo. Lo vemos todos los días. Estas chicas están aprendiendo a resolver problemas y usan sus habilidades de codificación para averiguar cómo resolver lo que les afecta a ellas y al mundo que les rodea.

P: ¿Cómo se puede utilizar esta obra en el aula para fomentar el acercamiento de las materias STEAM a las estudiantes?

R: Los personajes, que se parecen a ellas y que están interesados en el ámbito STEAM, pueden enseñar a las chicas que esta industria es para ellas. Necesitamos más representación de jóvenes interesadas en la tecnología, en los libros o en las películas y este es un gran primer paso.

«Nuestros programas están construyendo una hermandad internacional de mujeres y niñas que se levantan y se apoyan mutuamente»

P: ¿Qué se debe cambiar en las escuelas para que las alumnas tengan interés por aprender a programar? ¿Y entre el profesorado?

R: Hay que cambiar la cultura en torno a la programación. Tenemos que combatir los estereotipos sobre quién puede ser programador. Y eso tiene que suceder en nuestras escuelas, en los libros, en los medios de comunicación… También hay que formar al profesorado para evitar los prejuicios en torno a la informática de forma que animen a todos los estudiantes a conocerla y no sólo a los chicos que se encuentran en el aula.

P: ¿La programación debería convertirse en una materia curricular?

R: Tiene que estar en el plan de estudios para todos los estudiantes. Es tan esencial como las Matemáticas y la Historia. Ayuda a preparar a los estudiantes para nuestro mundo tecnológico y les enseña a resolver problemas.

En Girls Who Code abogamos para que los centros escolares incluyan la informática en sus escuelas y para que se registren los datos de los estudiantes que están realizando estos cursos. Sin embargo, las asignaturas extraescolares de programación también pueden ser útiles para las chicas si las clases de informática en horario lectivo solo están llenas de chicos. Por eso ofrecemos ‘Clubes de Chicas que codifican’, para que las estudiantes se animen a  aprender a programar y puedan construir una hermandad.

P:  ¿El futuro de la programación será de las mujeres?

R: En Girls Who Code buscamos acabar con la brecha de género y asegurarnos de que todo el mundo tenga acceso a esta industria. Es importante que la tecnología sea construida por un equipo diverso y que piense en cómo impactará en las comunidades de todo el mundo. Así que necesitamos más mujeres para así lograr una representación igualitaria cuando miramos a los trabajadores o a los líderes tecnológicos.

P: ¿Qué te llevó al mundo de la programación?

Empecé con Girls Who Code sin saber cómo codificar. Me postulé para un cargo público hace casi una década y visité muchas escuelas durante la campaña. En cada escuela, noté algo. Frente a cada fila de ordenadores, había una fila de chicos, pero no había ninguna chica.

Sabemos que la tecnología tiene algunos de los trabajos mejor pagados y de más rápido crecimiento y yo sabía, incluso entonces, que si las chicas no aprendían programación en el colegio, tenían pocas o ninguna posibilidad de entrar en la industria. Así que empecé con Girls Who Code. Compré la URL, le pedí prestado una oficina a un amigo y recluté 20 estudiantes para el primer programa de verano que hicimos.

P: ¿Qué te sugieren estas tres palabras? STEAM, alumnas y robótica

R: Todas estas palabras me recuerdan el futuro. Estamos entrenando a nuestros estudiantes para construir la tecnología del mañana. Y estos estudiantes, especialmente las chicas, me impresionan cada día. Son hábiles en codificación, pintura, actuación o construcción. Y todo eso va a tener un impacto en la tecnología que vamos a usar dentro de 10 años.

Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/programacion-tan-importante-como-matematicas-historia/

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La decepción de Europa del Este: Entrevista a Ivan Krastev

Por: Claudia Detsch

Los países de Europa del Este abrazaron acríticamente el capitalismo liberal occidental. Hoy, asisten a la crisis profunda de ese modelo y hay quienes aprovechan para llevar agua al molino autoritario. ¿Qué pasa en esa parte de Europa a la que nunca se le presta la suficiente atención? Ivan Krastev, reconocido politólogo e intelectual búlgaro, analiza la situación política de Europa del Este en esta entrevista.

Usted llama los 30 años posteriores a la caída del muro de Berlín la «edad de la imitación», cuando los Estados nacionales de Europa central y oriental se suponía que debían imitar a las democracias liberales de Occidente en lugar de seguir su propio camino. ¿Cómo habría sido un verdadero modelo de desarrollo de Europa del Este?

Al finalizar la Guerra Fría, el capitalismo democrático se convirtió en sinónimo de modernidad, por lo que no tiene nada de extraño o equivocado que las sociedades de Europa del Este decidieran imitar las instituciones y los estilos de vida occidentales. Lo que me parece preocupante es que nos hayamos sorprendido tanto de que se haya producido una reacción contra la política de imitación precisamente cuando el modelo liberal entró en crisis en el propio Occidente y, al mismo tiempo, las sociedades de Europa del Este tuvieron la sensación de que se las trataba como discípulos que nunca podrán graduarse.

¿Cuánto peso tuvo la política de Occidente en el rumbo tomado por Europa central y oriental y cuánto se debe a factores endógenos? ¿Hubo una suerte de engaño o estaban realmente ansiosas por convertirse en Estados y sociedades de estilo occidental?

Sería injusto culpar a Occidente del fracaso de las democracias de Europa del Este. Pero sí podría culparse a Occidente por la falta de curiosidad ante la compleja transformación que vivió esta región de Europa. Incluso los analistas occidentales más empáticos parecen no darse cuenta de que la crisis democrática en lugares como Rumania o Bulgaria es en gran medida resultado de la decepción popular con las democracias occidentales y los sistemas que anteriormente estos países habían admirado e intentado emular.

Cuando el primer ministro albanés, en medio del debate del Brexit, comentó por televisión que la Cámara de los Comunes le recordaba al Parlamento bosnio, intentaba transmitir la idea, compartida en toda la región, de que la desarticulación simultánea de las normas e instituciones democráticas en el Este y el Oeste son expresiones de la misma crisis subyacente.

¿Aprendieron la lección los liberales arrogantes de antaño?

Hoy la mayoría de los liberales están enojados o asustados. Se sienten traicionados por la historia o, para ser más precisos, por la idea del «fin de la historia». A fin de aprender la lección, deben estar preparados para reconocer que no todo lo que sus críticos dijeron estaba errado.

¿Es definitivo el fracaso del liberalismo en Europa del Este, teniendo en cuenta que el éxodo de personas jóvenes y formadas perjudica las posibilidades de los partidos liberales?

Los temores demográficos desempeñaron un papel fundamental en el surgimiento de los regímenes políticos antiliberales de la región. En las sociedades del Este, que envejecen y se reducen demográficamente, muchos jóvenes están convencidos de que si quieren vivir en un país democrático, lo mejor que pueden hacer es irse al extranjero en lugar de luchar por cambiar el gobierno.

Pero, al mismo tiempo, sería un error hablar del fracaso definitivo del liberalismo en la región. Lo que presenciamos es el resurgimiento de un nuevo liberalismo pospopulista, como resultado de la experiencia de sociedades que viven bajo paradigmas populistas. Este liberalismo es diferente del liberalismo imitativo de los años 90. Por ejemplo: el presidente de Eslovaquia y el recién electo alcalde de Budapest no hablan inglés; hablar idiomas extranjeros era uno de los símbolos del nuevo liberalismo de Europa del Este.

¿Por qué el fantasma de la inmigración masiva es un relato tan poderoso para los líderes populistas de Europa del Este, mientras que probablemente la mayor amenaza para sus sociedades es la emigración masiva?

Como George Steiner escribió una vez, «los árboles tienen raíces, mientras que la gente tiene piernas», y la gente usa sus piernas para irse a lugares que le parecen mejores, donde cree que podrá vivir una mejor vida. Los europeos del Este somos muy conscientes de esto porque somos migrantes. Paradójicamente, la hostilidad de los europeos orientales hacia la inmigración es producto del trauma provocado por la huida de muchos de sus compatriotas que decidieron abandonar el país, y del temor a la diversidad étnica presente en el ADN de los Estados de Europa oriental. Ese temor se originó con la desintegración de los imperios continentales multiculturales de Europa –Habsburgo, Otomano y Soviético.

En el siglo XX, las revoluciones, las guerras mundiales y las olas de limpieza étnica cambiaron el mapa étnico de Europa. Todos estos traumas y trastornos dejaron atrás una Europa cuyos Estados y sociedades son más homogéneos étnicamente, y no menos. En el siglo XX, la homogeneidad étnica se pensó como vía para reducir las tensiones, aumentar la seguridad y fortalecer las tendencias democráticas. Las minorías eran vistas con desconfianza.

La homogeneización étnica es particularmente visible en Europa central y oriental. En 1939, casi un tercio de la población de Polonia no eran polacos étnicos: había importantes minorías alemanas, judías, ucranianas, entre otras. Hoy en día, los polacos étnicos representan más de 95% de los ciudadanos polacos. En este rincón de Europa, muchos consideran que la homogeneidad étnica es esencial para la cohesión social.

Sin embargo, el siglo XXI está aportando más diversidad. Si el siglo XX fue en Europa el siglo de la pureza, el siglo XXI es el de la mezcla étnica. Detrás del desafío de la migración al que los países de Europa central y oriental se ven enfrentados, existe un desafío intelectual: para hacer frente con éxito a la migración, estas sociedades tendrán que desaprender lo que muchas de ellas todavía ven como la principal lección del siglo XX: que la diversidad étnica y cultural es una amenaza para la seguridad.

La reputación del liberalismo en la región nunca se recuperó de la crisis de 2008. ¿Podría una reforma integral del capitalismo quitar el viento en las velas populistas, o ya zarpó el barco?

Cuando terminó la Historia y comenzó la Era de la Imitación, en 1989, el Este se enamoró del Oeste. Simultáneamente, y en parte como resultado, el Oeste se enamoró de sí mismo. Halagados por el deseo del Este de rehacerse según el modelo de Occidente, los legisladores occidentales perdieron toda perspectiva crítica sobre las deficiencias de sus propias sociedades.

Ahora quedó claro que el cambio de modelo económico es una condición previa para restablecer la confianza de los ciudadanos en la democracia liberal. En la segunda mitad del siglo XX, la democracia logró domar al capitalismo; en el siglo XXI no ha podido hacerlo. Pero el cambio de modelo económico no va a significar el retorno de las políticas económicas del periodo socialdemócrata clásico. La nostalgia no es tan poderosa como para volver el tiempo atrás.

¿Sigue siendo optimista respecto del proyecto europeo, o lo hemos echado a perder?

Lo que optimistas y pesimistas comparten es una visión determinista de la historia. Ser optimista o pesimista implica pretender saber lo que vendrá en el futuro. Para mí el futuro es la invasión de lo desconocido, así que no soy optimista ni pesimista. Estoy preocupado pero esperanzado: preocupado porque creo que la desintegración de la Unión Europea es una opción realista, pero también esperanzado porque no quisiera vivir en una Europa post-Unión Europea.

Ivan Krastev es investigador del Instituto de Ciencias Humanas de Viena. Escribe regularmente en The New York Times. Ha escrito numerosos libros sobre la democracia, el liberalismo y la Guerra Fría.

Traducción: Rodrigo Sebastián

Fuente e imagen:  https://nuso.org/articulo/europa-este-crisis-liberalismo-politica/

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Entrevista a Silvia Barrera Ibáñez: “No se puede dar un dispositivo conectado a Internet sin normas ni límites”

Por: Jennifer Tejada

¿Cuándo dar a los niños y niñas su primer teléfono móvil? ¿Cómo les afecta la ‘cultura del like’? ¿De qué forma pueden controlar los padres a sus hijos en la Red? Estos son algunos temas de los que hemos tratado con Silvia Barrera, inspectora de policía, experta en cibercrimen y autora de ‘Nuestros hijos en la red: 50 cosas que debemos saber para una buena prevención digital’.

“Lo primero que pensamos es: ‘Las desgracias solo le pasan a otros’… hasta que pasan”, afirma la inspectora de policía y experta en cibercrimen Silvia Barrera Ibáñez. Con un máster en Seguridad Informática y años de experiencia como jefa del grupo de investigación en redes sociales de la Policía y del grupo forense digital de la Unidad de Investigación Tecnológica, ha plasmado todos sus conocimientos en un libro: ‘Nuestros Hijos en la red: 50 cosas que debemos saber para una buena prevención digital’. En él analiza los riesgos y las consecuencias a las que se enfrentan los jóvenes cuando hacen un uso inapropiado de Internet y ofrece pautas básicas a los padres para evitar situaciones de adicción, estafas económicas, robo de datos o acoso, entre otros.

Pregunta: En su libro recoge 50 cosas que deben saber las familias para que sus hijos hagan un uso responsable de dispositivos electrónicos conectados a la red. ¿Cuáles destacaría de entre todas ellas y por qué?

Respuesta: Es difícil destacar alguna, cada una tiene su parcela de importancia. Es importante saber que a partir de una determinada edad, no es aconsejable prohibir a nuestros hijos que estén en la Red. Es el mundo en el que les ha tocado vivir y debemos conocer su cibermundo; que se manejen bien con la tecnología no implica que conozcan sus riesgos o que tengan herramientas de control. No deberían proporcionar un dispositivo conectado a Internet sin normas ni límites establecidos previamente y una supervisión de la navegación.

Y por último, como padres, debemos conocer los riesgos y enseñarles a navegar de la forma más segura posible porque no podemos exigirles ciertas precauciones cuando nadie se los han enseñado.

Niñas haciéndose un selfie - Silvia barrera

P: La generación Z está creciendo inmersa en la cultura del ‘like’ y de las correcciones físicas en fotos gracias a filtros de aplicaciones como Snapchat. Esto afectará su autoestima y su percepción de la realidad en el futuro. ¿Qué otras consecuencias reales se empiezan a ver a raíz de estas prácticas?

R: Lo primero que te pregunta un menor cuando le enseñas las redes sociales es cuántos seguidores tienes. Si tienes muchos, se sorprenden y te admiran porque entonces eres alguien ‘guay’ o importante. Por ello, cualquier comportamiento que contribuya a hacerles tan ‘guay’ como tú será seguir a referentes ¿Cuáles? Los que escuchen en el cole o con sus amigos que pueden no ser los más aconsejables.

Esto puede generar conductas imitativas, en cualquier sentido. Si los referentes (las personas a las que siguen) que escogen no son positivos, tendremos niños hipersexualizados, muy preocupados por su imagen, dependientes del móvil y del feedback que reciben de desconocidos. Pueden estar sobreexponiendo su identidad digital al tener mucha actividad virtual: publicando imágenes, vídeos o comentarios.

Además, corren el riesgo de volverse dependientes de un sistema de gratificación rápida y con poco esfuerzo; imitan conductas violentas, agresivas o contenido sexual típicas de adultos o generando relaciones afectivas tempranas bajo un control mutuo por medio del móvil.

P: El cibermundo puede ser vertiginoso y alberga una lista larga de riesgos: sexting, vishing, botnets, child grooming… ¿Cómo pueden los padres controlar y educar para que los jóvenes sepan actuar ante estas situaciones?

R: Huyo de los anglicismos ahora tan de moda para poner nombre a conductas nocivas y, en otros casos delictivas, que muy pocos padres conocen.

También es aconsejable estar pendientes de sus hábitos a la hora de navegar y controlar sus reacciones emocionales y comportamientos poco habituales que puedan poner de manifiesto la existencia de situaciones de acoso, u otros problemas como dependencias, insomnio, retraimiento, excesivo recelo en el cuidado de su privacidad, etc.

adolescentes con sus teléfonos móviles

P: ¿Qué responsabilidad tienen las familias cuando sus hijos acosan a otros? ¿Qué pueden hacer?¿Realmente sirven de algo los controles parentales? ¿Son protección suficiente?

Hay que advertirles antes de facilitarles un móvil que este tipo de conductas tienen consecuencias, entre ellas castigos. Y, por supuesto, no justificar ni tolerar estos comportamientos.

Los controles parentales, bien configurados, son un medio, un plus más, para limitar de forma técnica los posibles riesgos y controlar parte de su navegación pero no son infalibles ni debemos delegar toda nuestra supervisión en ellos. Deben ir acompañados de más medidas de control. Además, tenemos que tener en cuenta que habrá hijos que traten de evadir (y encontrarán cómo) este tipo de controles.

Es aconsejable estar pendientes de sus hábitos a la hora de navegar y controlar sus reacciones emocionales y comportamientos poco habituales”

P: Cabe la posibilidad de que muchas familias consideren que estos peligros en la red son cosa de otros y que a sus hijos no les pasará. ¿Podría relatar un caso real que le haya dejado huella?

Si hay una situación que me llegó a angustiar de forma personal, fue al poco de empezar a investigar en redes, en el año 2006. El informe que surgió de ese trabajo fue muy impactante y fue una de las primeras llamadas de atención sobre los riesgos y conductas nocivas que nos podemos encontrar en la Red.

La Fiscalía de Menores nos solicitó un informe a petición del Defensor del Menor en el que había una web con cometido apologético de la anorexia y la bulimia.

Al comprobar su contenido, vimos que había imágenes de chicas jóvenes y menores anoréxicas, con tips para perder peso muy agresivos e historias donde las chicas relataban lo mal que lo pasaban teniendo que comer. Descubrimos que este blog enlazaba a más webs y estas a su vez, a otras, llegando a identificar más de 400.

Todas ellas narraban el sufrimiento de jóvenes, muchas de ellas menores (también había algún chico) con fotos escalofriantes, tips para no comer o para no ganar peso, muy lesivos y fotos con lesiones autoinfligidas por ‘saltarse’ la disciplina “autoprometida” de no comer.

Pueden estar sobreexponiendo su identidad digital al tener mucha actividad virtual: publicando imágenes, vídeos o comentarios”

P: El teléfono móvil, ¿a partir de qué edad?

R: Depende. No hay una edad. Hay encuestas que ponen de manifiesto que es el regalo estrella de la comunión o de los Reyes por anticipado, pero los niños están conectados desde que tienen uso de razón a través de los dispositivos que hay por casa o de los padres, que se los damos para que ‘se entretengan’.

Una vez que le compramos su primera tableta o móvil, adquieren más independencia pero, hasta ese momento, ya llevan años aprendiendo en Internet y consumiendo información (y no nos hemos dado cuenta). Y, si no hemos limitado el acceso, habrá visto muchas cosas siempre que le hayan suscitado interés. Cualquier cosa.

¿La edad? Teniendo en cuenta que viven y van a seguir conectados, sería aquella en la que decidamos enseñarles a navegar, poner normas y límites y supervisar su navegación. Si prescindimos de ese paso tan importante, ya podemos dejar de darle vueltas al tema de la edad porque los riesgos y las herramientas emocionales para gestionar un problema en la Red son los mismos tengan 12, 13 o 14. Nadie nace aprendido.

R: Desde contactar con desconocidos que usan identidades de menores para conocer a otros menores con fines sexuales, hasta cargos en tarjetas bancarias al efectuar micropagos para adquirir herramientas, superpoderes, avatares mejores, subir de nivel, etc.

Los videojuegos incorporan también chats online de forma que pueden hablar e interactuar con otros. Existe el riesgo de contactar con desconocidos que pueden tratar de enviarle enlaces maliciosos a sus ordenadores para infectarlos y obtener información personal como fotos y contraseñas, etc. Pero esto son casos extremos, si hay algo que sí ocurre con más frecuencia, son las adicciones como consecuencia de no limitar el tiempo de conexión.

Con los videojuegos, “Existe el riesgo de contactar con desconocidos que pueden tratar de enviarle enlaces maliciosos a sus ordenadores para infectarlos y obtener información personal como fotos y contraseñas, etc.”

P: ¿Un último consejo para los padres?

R: Internet es una herramienta estupenda, llena de posibilidades, pero los niños no nacen aprendidos y somos los responsables de velar por su seguridad, enseñándoles a navegar. Debemos conocer y estar en su cibermundo porque son nativos digitales y la presencia en la Red es algo que no podemos evitar, tarde o temprano, querrán estar ahí, como el resto.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/silvia-barrera-dispositivo-conectado-internet-sin-normas/

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Pere Vila: «La inteligencia artificial es algo más que un simple robot»

La irrupción de la inteligencia artificial en los medios de comunicación es un hecho. Cada vez más redacciones incorporan este tipo de herramientas que ayudan al profesional a hacer su trabajo de una forma más completa. Por ello, la regulación de la inteligencia artificial y su uso es fundamental. La Comisión Europea el pasado 19 de febrero dio a conocer su propuesta de Libro Blanco para regular esta tecnología.

Pere Vila, director de Planificación e Innovación Tecnológica de Radio Televisión Española (RTVE), considera que queda mucho trabajo por hacer y ver todas las posibilidades tecnológicas que estas herramientas pueden ofrecer al periodista.

¿Cómo percibe la irrupción de la inteligencia artificial en los medios de comunicación?

La inteligencia artificial es algo más que un simple robot que va redactando noticias, sino que está aplicada a la producción de noticias y, con ello, varios elementos diferentes independientes unos de otros. Hay un elemento que que es sean sistemas de alertas a los periodistas y que realmente puedas programarlo y trabajarlo. La creación de metadatado automático en televisión también sería una buena aplicación de inteligencia artificial.

Va entrando poco a poco a diferentes velocidades y con distintos ritmos en cada uno de estos ámbitos. Las alertas de noticias, por ejemplo, es un ámbito que está maduro, pues hay varios en el mercado que están bien. En el tema de las redacción automática de textos empiezan a haber cosas, pero el ámbito de la aplicación es un poco limitado, igual que con los temas de metadatado automático. Tengo la sensación de que cada día va entrando más y que, como son sistemas que aprenden de ellos mismos, cada año que pasa van mejorando y poco a poco ocuparán una parte importante del trabajo que hacemos ahora. Esto no quiere decir que vayamos a quedar fuera, pero que del 100% del trabajo a lo mejor en cinco años un 15 o un 18% del trabajo lo estamos haciendo mediante herramientas de este tipo.

«En cinco años, un 15 o un 18% del trabajo será mediante herramientas de inteligencia artificial»

¿Qué desarrolla Radio Televisión Española (RTVE) en esa línea? 

Lo que estamos haciendo en RTVE es monitorear diferentes fases. Pensamos que sí hay que monitorizar cada uno de estos y en la medida que sea posible y que sea útil ir entrando poco a poco, porque hacer todo el cambio de golpe es muy difícil.

¿Han encontrado dificultades éticas en el desarrollo de su labor?

Nos da la impresión de que el momento en el que estamos ahora es un tema de reflexión, no que tenga aplicación inmediata. Creo que hay que prever y reflexionar sobre inteligencia artificial, pero ahora estamos más interesados en chequear y ver las posibilidades reales que en analizar.

«La Comisión Europea tiene que ir trabajando»

¿Qué opinión tiene sobre la consulta pública del Libro Blanco de regulación de la Comisión Europea sobre la inteligencia artificial?

En principio, no tengo una opinión asentada. Es un tema en el que la Comisión Europea tiene que ir trabajando. Tenemos que ir publicando y compartiendo.

¿Tiene alguna sugerencia en esa línea de puntos sobre inteligencia artificial que deberían tomarse en cuenta  para regularla en la Unión Europea?

Hay varios campos y temas de reflexión. Por ejemplo: en el tema de personalización de la información y de la detección automática de texto. Creo que hay ámbitos de trabajo en los que hay que desarrollar y profundizar.

¿Cree que va a repercutir en los medios de comunicación esta propuesta de la Comisión Europea?

Va a repercutir y tiene que repercutir. Hay medios que ya no se hacen porque son muy caros para hacerlos, pero se podrían hacer de manera automática. Por ejemplo, en un contenido neutro como la previsión meteorológica, estaríamos haciendo una sola previsión y con la personalización de contenidos darías a cada persona lo que le interesa en función de sus gustos e intereses. Vamos a poder personalizar todos estos temas y ahí habrá que entrar. Las noticias que tienen implicaciones políticas o sociales complican las cosas, porque ahí será necesaria regulación y seguimiento.

*Entrevista elaborada por Kelly Robledo y Belén Sanch

Fuente: http://www.aikaeducacion.com/entrevistas/pere-vila-la-inteligencia-artificial-es-algo-mas-que-un-simple-robot/

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