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Eva Ibeas: “Dar educación sexual no adelanta el comienzo de las relaciones de nuestros niños y niñas”

Por: 

Eva Ibeas es doctora del servicio de salud sexual y reproductiva de la Comunidad Valenciana. También forma parte de la Junta directiva de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) y hace unos días participó en la presentación de la renovación de la página web enanticoncepcionvivetuvida. Hablamos con ella de estas novedades y de la realidad de la educación sexual de las y los jóvenes.

Los datos son persistentes y pertinaces. En 2021, según los útlimos datos recabados por la Sociedad Española de Contracepción y el Ministerio de Sanidad, hubo 9.400 abortos entre menores de 19 años; 300 de ellos, entre chicas menores de 15 años. La edad de inicio de las relaciones sexuales entra nuestras y nuestros jóvenes cada vez en más precoz. Eva Ibeas explica que, según estiman en la SEC, debe estar en los 14 años. No está permitido que pregunten a menores de 16 sobre el tema, de forma que no pueden saberlo a ciencia cierta.

A esto se suma que la mayor parte de la responsabilidad de la salud sexual y reproductiva recae sobre las mujeres que, en algunas ocasiones, comenta Ibeas, no tienen las herramientas necesarias para negociar con sus parejas hombres sobre el uso de métodos anticonceptivos. Una combinación perfecta que pasaría por una educación sexual que debería empezar en primaria y alcanzar hasta la secundaria postobligatoria, como, recuerda esta médica, obliga la ley de 2010.

¿Nos podrías explicar los motivos de la presentación de la web enanticoncepcionvivetuvida? ¿A quiénes os dirigís, qué información ofrecéis?

La web lleva en marcha varios años, pero hace un año quisimos modernizar los contenidos y hacerlos más accesibles a público en general, con la intención de sacar una serie de campañas. Ya hemos hecho una de métodos anticonceptivos, haremos otra de falsos mitos, etc. La idea es lanzarlas a través de redes sociales de manera que seamos más accesibles a los y las jóvenes. Estábamos percibiendo que se tiene mucha información, pero que acaba desinformando. Tengo muchos datos, parece que se sabe mucho pero luego, lo que nos encontramos cuando vamos a los institutos o colegios, cuando vamos a hacer nuestras sesiones de educación que se hacen de forma puntual, y rascas un poco, nos damos cuenta de que los jóvenes están muy mal informados. Esto entraña unos riesgos que vemos en consulta: infecciones de transmisión sexual (ITS), todos los embarazos no planificados y las interrupciones voluntarias de esos embarazos.

Este era el objetivo, disminuir estos tres hitos, que son nuestras metas. Y lanzar las campañas tiene este objetivo, para llegar a más público, tener más difusión. Yo trabajo en Comunidad Valenciana y voy a los IES a hacer las sesiones de educación sexual y utilizo parte de estos materiales en las aulas. Creemos que puede ser muy interesante.

Los jóvenes están muy mal informados y esto supone infecciones de transmisión sexual, todos los embarazos no planificados y las interrupciones voluntarias de esos embarazos

Una de las cosas que me llama la atención de la web es el de las falsas creencias y mitos. ¿Cómo de extendidos están?

Son una realidad que vemos en consulta casi a diario. El método anticonceptivo más extendido es el preservativo pero cuando preguntas si lo usan siempre, en todas sus relaciones sexuales, ves que la mayoría de las personas te dicen que no. Con el aumento de ITS, entre las que el virus del papiloma humano (VPH) es el más extendido, cuando llamamos a las pacientes para decirles que en el cribado del cáncer de útero ha salido el VPH, te dicen que usan el preservativo en todas sus relaciones… Y cuando preguntas si en el sexo oral o anal también… “Ah, ¿pero se puede transmitir también por ahí?”.

En la web hemos puesto solo algunos. Queremos hacer dos vías, una de falsos mitos en las personas usuarias del servicio y otro entre el personal sanitario, que también tiene muchos mitos. Hay profesionales, por ejemplo, que siguen recomendando descansar de las pastillas anticonceptivas. Son cosas que no se recomiendan ya y que pueden ser desfavorables para las mujeres que las toman. Hay muchos mitos extendidos, incluso entre profesionales y lo vemos todos los días en la consulta. Hay personas que te preguntan: “Si tengo relaciones mientras me ducho ¿también puedo quedarme embarazada?”, Sí, también. O “no quiero tomarme estas pastillas porque voy a aumentar de peso” o “mi vecina se quedó embarazada con el DIU y prefiero las pastillas”. Aunque con el DIU tienes 10 veces menos posibilidades de quedarte embarazada que con el uso típico de las pastillas.

Nos encontramos casos en consulta de mujeres muy jóvenes, hablamos de 1º y 2º de la ESO, que ya están iniciando sus relaciones sin información casi

Repasaba algunos datos del Ministerio y de la Sociedad Española de Contracepción, de 2021. Me ha sorprendido la cifra de más de 9.000 interrupciones del embarazo entre menores de 19 años. ¿Cómo interpretas tú esta cifra?

Estamos viendo un incremento de los embarazos no deseados e interrupciones, especialmente en el grupo de las más jóvenes. Vemos este aumento y es bastante probable que cuando los datos del Ministerio se actualicen o hagamos la encuesta el año que viene, haya más incremento. En total hemos tenido casi 2.000 abortos más en 2021 frente a 2020. Lo estamos viendo.

La edad de inicio de las relaciones sexuales, según nuestra encuesta, está en 17,5 años. Pero si haces una división por rangos de edad, en las mujeres jóvenes entre los 16 y los 18 años, en ese rango, la edad de inicio está en 15,5 años. Y puede bajar más. Hay una tendencia en descenso. En las jóvenes entre 20 y 25, hablando de memoria, su edad estaba en algo más de 18. Pero las relaciones sexuales se inician antes. Pensamos que a esas jóvenes a las que no les podemos hacer la encuesta porque son menores de 16 años empiezan a tener relaciones incluso antes; estimamos que la edad puede estar sobre los 14 años.

Nos encontramos casos en consulta prácticamente todas las semanas de mujeres todavía más jóvenes, hablamos de 1º y 2º de la ESO, que ya están iniciando sus relaciones sin información casi. La información en colegios e institutos todavía no está desarrollada o no como debería o como se plantea en la Ley. Son jóvenes que no tienen acceso a preservativos o les da vergüenza decírselo a sus madres y padres y como tienen una percepción del riesgo de que esto le pasa a otras personas… Incluso aunque estén utilizando el preservativo, si se rompe, “no me va a pasar nada a mí”. Hace unos días, vino una chica acompañada de su madre, de 15 años, que le falló su método habitual, el preservativo, y no tomó la píldora del día después ni nada.

Esas interrupciones que estábamos viendo en mujeres jóvenes, pero no tanto, ahora lo vemos en las más jóvenes. Esto va a seguir así si no les damos la información. Es necesario que sepan qué tienen que hacer si se les rompe el preservativo, cómo se transmiten las ITC y qué tengo que hacer para evitar un embarazo.

¿Qué papel juega la educación afectivo-sexual en los centros educativos. Da la sensación de que no se le está dando importancia.

Lo que está pasando en España actualmente es que esta educación no se está ofreciendo de forma integral como establece la Ley, a pesar de que la ley de 2010 está planteada. No se ha cumplido. Además, cada comunidad autónoma lo hace de manera diferente. En algunas no se hace ningún programa, en otras hay algunos, en otras existió de forma intermitente… en cada sitio se hace de una manera diferente y no hay homogeneidad. Es un problema. En Comunidad Valenciana tenemos un programa específico de educación sexual, y es uno de los sitios en los que lo hay, pero vamos a dar una sesión de dos horas de duración en 1º y otra en 2º de ESO. Y ya está, y no se hace más. Nuestros niños y niñas, a los 16 años van a contar con cuatro horas de educación sexual, nada más. A no ser que desde el colegio o el municipio tengan cierta sensibilidad y hagan alguna otra cosa. Y somos de las pocas autonomías en las que hay un programa establecido.

En la Comunidad Valenciana, con un programa específico de educación sexual, se da una sesión de dos horas de duración en 1º y otra en 2º de ESO. Y ya está

¿A qué edad debería ser y cómo?

Debería ser algo integral, es decir, que la educación sexual debería formar parte del currículo escolar desde primaria hasta secundaria y bachillerato, como algo más y no como una actividad puntual en la que yo hago lo que puedo en dos horas y después no tendremos más contacto y nadie vuelve a decirles más nada. Debería ser integral. Está documentado, qué contenidos dar, cómo hacerlo, desde los más jóvenes, enseñarles la importancia de su cuerpo, “mi cuerpo es mío”, qué parte de su cuerpo es público y cuál es privada. Educar dentro de la diversidad, del cariño, del afecto, de saber manera nuestras emociones. Todo eso tiene que estar de manera integral, no solo a partir de los 12 años, sino desde que comienzan la primaria y hasta que termina la secundaria.

Una de las cifras que más me ha sorprendido, volviendo a los abortos, es que hubo 300 en menores de 15 años…

La edad de inicio de las relaciones ha bajado y tenemos que ser conscientes de ello. Ojalá no fuera así y estuvieran iniciando las relaciones a los 18, pero no es así. Vivimos en un mundo sin educación sexual, esta está viniendo de la pornografía que están consumiendo, de manera pasiva, incluso desde los 6 años. Con el acceso a internet y a los móviles esto es así.

Empiezan las relaciones súper jóvenes; relaciones que, cuando les preguntamos por su satisfacción, la mayoría te dice que ni fu ni fa; empiezan antes y, además, no disfrutan. Cuando vienen a consulta les preguntamos, en el caso de las chicas jóvenes, qué tal fue. Esperaban otra cosa, algo diferente: lo que han visto en el porno, una relación salvaje, que les guste y disfruten mucho, pero dejan de lado muchas cosas. En el porno no se ve respeto, comunicación, prácticas sexuales seguras, no hay preservativos prácticamente; prácticas, además, especialmente vejatorias para las mujeres. Muchas veces, las jóvenes te dicen que tienen relaciones sexuales de las que no disfrutan. Piensan que tienen un problema y te piden ayuda. Y, cuando preguntas un poco, lo que ves es absolutamente terrorífico.

Además, muchas veces no tienen herramientas para negociar con sus parejas sobre el uso de preservativo u otros métodos de barrera. Y está el tabú de pedirle a la familia, a mi madre, que me compre preservativos: “¿Qué van a pensar? ¿Cómo lo hago? Bueno, esto a mí no me va a pasar”. Y luego, nos pasa. En los centros donde nos lo permiten repartimos preservativos y recuerdo que una vez se nos acercó una niña para pedirnos porque estaba teniendo relaciones sin preservativos porque no tenía dinero y no quería pedírselo a sus padres por las consecuencias.

 La educación sexual debería formar parte del currículo escolar desde primaria hasta secundaria y bachillerato

El foco de la educación sexual está puesto siempre sobre las mujeres. La mayor parte de los métodos anticonceptivos están pensados para las mujeres. Entiendo que responde a una lógica patriarcal y mercantil…

Absolutamente, no responde a una lógica científica. Hay estudios que se hicieron hace años sobre métodos anticonceptivos para hombres como espumas, geles, pastillas, inyecciones… de todo. Se hizo un estudio de mercado y se vio que los hombres no iban a consumir estos productos. Se dejó de investigar en ello. Ahora han vuelto porque es verdad que hay una demanda, moderada, de hombres que quieren utilizar métodos anticonceptivos diferentes.

Cuando una mujer se queda embarazada no lo hace por sí misma, hay otra personas de por medio que también es responsable. Hay ocasiones en las que la mujer no puede utilizar un preservativo o el DIU, o ningún método hormonal. Y se ven capadas las opciones porque para el hombre solo existe la vasectomía o el preservativo, no hay nada más.

El 99 % de mis pacientes son mujeres. Cuando vienen a solicitar un aborto lo hacen sin sus parejas, que son corresponsables y deberían estar en la consulta

Hablas de corresponsabilidad, ¿Cómo habría que hacer para que los hombres se sintieran responsables?

Es triste… yo trabajo en una unidad de salud sexual y reproductiva y el 99% de mis pacientes son mujeres. Cuando alguien viene a solicitar una interrupción del embarazo son ellas y en la mayor parte de los casos vienen sin sus parejas, que son correponsables y deberían estar en esa consulta. Las acompañan, a veces, sus madres, pero vienen ellas, no la pareja.

¿Qué podríamos hacer? La educación sexual desde pequeños es básica para lograr esa corresponsabilidad que buscamos. Por otra parte, se debe investigar y llegar a fases tres y cuatro de ensayos clínicos para comercializar métodos anticonceptivos para varones y ojalá llegue el día en que te diga que el 50 % de mi consulta son chicos. Estaría encantada. Pero la realidad es la que tenemos.

No sé cómo funcionan las cosas en Comunidad Valenciana. En Madrid, al menos, los servicios de planificación sexual en realidad son consultas ginecológicas en las que, si eres hombre, no puedes ir solo y si acompañas a tu parejas, puede haber reticencias. ¿Podría plantearse un servicio en el que fuera fácil o casi obligado que fueran los hombres?

En Comunidad valenciana ocurre parecido. En cada CCAA la salud reproductiva se regula y organiza de manera diferente. En Madrid, son consultas monográficas de ginecología. Cada vez una persona diferente que pasa la consulta sobre anticoncepción. En otras comunidades es diferente. En Comunidad valenciana hay una red de unidades de salud sexual y reproductiva que es una joya que no hay en otras comunidades. Nos ocupamos de todo lo que tiene que ver con la salud sexual y reproductiva tanto de mujeres como de hombres. En mi consulta veo, aunque sea en porcentaje anecdótico, a hombres también. Vemos todo lo que tiene que ver con enfermedades de transmisión sexual, desde la prevención, el seguimiento y el tratamiento. También participamos en los protocolos sobre las agresiones sexuales. Estamos en el seguimiento posterior durante los siguientes seis meses. Y en nuestra unidad contamos con una psicóloga o psicólogo clínicos, a parte del apoyo emocional.

A mí consulta podrían venir chicos, les invito a venir. De hecho, cuando diagnosticamos alguna ETS en la mujer, que es la que viene con sintomatología, ahí rascamos y preguntamos por las parejas y les pedimos que vengan para tomar muestras y esos son los casos anecdóticos de hombres que tengo en la consulta. Entre las mujeres, culturalmente, se tiene en cuenta la salud ginecológica; está claro que todas nos tenemos que revisar, y vienen las madres para hacer la primera consulta… En el caso de los chicos hay silencio absoluto. No hay trabajo de cuidado de la persona sana, de autocuidado en este aspecto. Nada, no hay nada. Estaría encantada de que vinieran los chicos a hacerse un cribado de ITS y pudiese tomarle muestras en función de tus prácticas sexuales: en la garganta, a nivel anal o uretral. Todo lo que hacen ellos, como mucho, es ir a su médico de familia y decirle: “Hazme una analítica, pero de todo, de todo”. Si tienen un médico avispado entiende que quiere hacerse un análisis de ETS pero, claro, en sangre se ven algunas, pero muchas otras no pueden verse. Ahí es donde entramos nosotras y nuestras unidades.

Por eso tiene que existir esa educación sexual en los jóvenes, para que se les expliquen que existen estas unidades en las que se les pueden hacer estos cribados de ETS y hacer un asesoramiento, con educación sexual personalizada, en la consulta, etc. Tiene que venir de ahí esa cultura.

En España, entre 2012 y 2019, ha habido un aumento de ETS en mujeres en general de 1.073 %. El 80 % de este aumento se da en mujeres entre 15 y 35 años

Igual que he visto información sobre abortos, no he encontrado mucha información sobre ETS entre adolescentes. No sé si hay datos y su evolución.

En España, entre 2012 y 2019, ha habido un aumento de ETS en mujeres en general de 1.073 %, no hablamos de un 50 %. En todas las edades. El 80 % de este aumento se da en mujeres entre 15 y 35 años.

¿Qué está pasando?

Está pasando que no hay educación sexual. Eso y que, antes, en nuestra sociedad las mujeres se casaban más o menos jóvenes y solo tenían una pareja sexual. Ahora ya no. Y te cuentan cada cosa, unas prácticas sexuales de riesgo que rozan la agresión sexual y estas son las consecuencias.

Nosotras vemos muchas personas con ETS y nos reunimos para hablar sobre los casos de clamidia, gonococo… Como no hay educación sexual, no están utilizando métodos anticonceptivos efectivos para prevenir embarazos ni de ITS.

Actualmente, las prácticas sexuales han cambiado y sobre todo entre los más jóvenes. Y las familias no hablan lo suficiente y cuando sus hijos son adolescentes no quieren escuchar porque le vale más lo que le dice el youtuber de turno que lo que le digan sus padres o, incluso, yo en la consulta.

El 70 % o más de las y los jóvenes han recibido alguna charla sobre sexualidad, pero cuando les preguntas si la información ha sido buena o suficiente, te suspenden

Los jóvenes, ¿de dónde sacan la información sobre métodos?

La mayoría viene de Internet, de amigos, la madre, profesores y los centros de orientación familiar están en el último lugar. Pero cuando se les pregunta sobre de quién creen que deberían recibir esa información, el profesional sanitario y los docentes están en primer y segundo plano. Pero no lo están en realidad. Es cierto que cuando les preguntas a los jóvenes, ves que te dicen en un 70 % que han recibido algún tipo de charla, pero cuando les preguntas si la información ha sido buena o suficiente, te suspenden. No ha sido suficiente.

Además, durante la pandemia no hemos hecho educación sexual. Durante tres cursos no han recibido absolutamente nada de educación sexual. Son los centros los que solicitan entrar en el programa, y siempre hay alguno que no lo solicita. A esos jóvenes no les llega la información, a pesar de que la ley marca que tiene que hacerse de manera obligatoria en el currículo escolar.

Entre vuestros datos leía que casi un tercio de adolescentes no utilizan métodos anticonceptivos. Muchos porque no tienen relaciones sexuales, pero muchos responden que no saben/no contestan. ¿Tenéis alguna hipótesis sobre esto?

La primera vez que leí la encuesta de la SEC, siendo yo residente, me sorprendió mucho, también cuando empecé a trabajar, ese porcentaje. En general es muy alto el porcentaje de mujeres que usan métodos anticonceptivos; el 22 % no lo hacen. En este grupo están, claro, mujeres con relaciones sexuales con otras mujeres, y no necesitan ciertos métodos. Otras que quieren quedarse embarazadas o que no tienen relaciones. Pero dentro del 22, hay un 34 % de mujeres que necesitan un método anticonceptivo y no lo usan. ¿Por qué? Tengo muchas mujeres en la consulta que te dicen que utilizan métodos como la marcha atrás, por ejemplo; que nunca han tenido ningún susto. Hasta que te llegan a la consulta de urgencia porque se han hecho un test y están embarazadas. A ver, la marcha atrás es más efectiva que no hacer absolutamente nada. Pero que no te haya pasado nunca nada no significa que te la puedas jugar. Es fundamental que esta información la tengan desde pequeñas.

Y no solo sobre embarazos no deseados. Les damos información sobre otros métodos más efectivos que el preservativo, y también sobre la posibilidad del doble método, para evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual. Es un doble filtro, una doble portería que si se rompe una, tengo otra.

Eva, la última pregunta. Este miedo, imagino, en relación a la educación afectivo-sexual, sobre que darles esta información es incitar a tener prácticas sexuales, ¿tiene alguna base?

No, no, es otro falso mito que podríamos tener en la web perfectamente. Cuanta más educación sexual tienen las y los jóvenes, mejor utilizan los métodos anticonceptivos en sus relaciones sexuales, menos riesgo hay de ITS, de embarazos no deseados y no implica que vayan a empezar sus relaciones antes. Las empezarán cuando les toque, pero lo harán con esa información y haciendo hincapié en que las relaciones sean respetuosas, seguras y en el momento en el que quieran, que sean libres.

Dar educación sexual no adelanta el comienzo de las relaciones sexuales de nuestros niños y niñas. Absolutamente no.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2023/03/20/eva-ibeas-dar-educacion-sexual-no-adelanta-el-comienzo-de-las-relaciones-de-nuestros-ninos-y-ninas/

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La mujer en el núcleo de un conflicto

Por: Alejandra Varela

La pensadora italiana Silvia Federici confronta en su ensayo Ir más allá de la piel con la interpretación performática de lo corporal que hace la filósofa norteamericana Judith Butler.

Para hablar de feminismo Silvia Federici necesita ir a los orígenes del capitalismo. Su tarea consiste en discutir con Karl Marx su teoría de la acumulación originaria y, de ese modo, ubicar a la mujer (desde un realismo crítico que amplía la sola conceptualización simbólica) en el núcleo de un conflicto político y económico.

En la obra del autor alemán la acumulación capitalista estaba exclusivamente ligada a la apropiación de las tierras, al dominio de los medios de producción y al uso de la fuerza de trabajo. Pero la autora italiana señala un dato sobre el que Marx no puso demasiada atención. Para el capitalismo de comienzos de la revolución industrial era fundamental la reproducción de la fuerza de trabajo.

Entonces Federici entiende que la acumulación originaria se hizo gracias a los vientres de las mujeres. Convertir a las mujeres en máquinas reproductoras, no solo para parir proletarios sino para conservar una fuerza de trabajo dispuesta y cuidada para enfrentar las largas jornadas en la fábrica, fue una estrategia que había sido desestimada hasta que Federici publicó su famoso libro Calibán y la bruja en el año 2004.

El feminismo será político

En la escritura de la intelectual y activista italiana, el feminismo siempre será político y tendrá que pensarse dentro de los mecanismos del poder económico. Por eso esta autora que vive en Nueva York desde 1967 empieza su libro Ir más allá de la piel (Tinta Limón) con la decisión de confrontar con la interpretación performática que hace del cuerpo y del género la filósofa norteamericana Judith Butler.

Para Federici entender el género como una construcción cultural, propia de la performatividad del discurso (Butler es especialista en retórica) le quita incidencia real a las capacidades de resistencia de los cuerpos, a la posibilidad de convertirse en límites del poder.

Según Fedrici, en Butler desaparecen los efectos del poder porque los sujetos son diseñados por la norma y toda liberación ocurre gracias a una falla en la repetición de esas reglas asignadas Lo que identifica Federici en Calibán y la bruja es que existía un conocimiento sobre la sexualidad y la medicina (que incluía técnicas abortivas) en la Edad Media y la caza de brujas se estableció para descalificar ese saber y para apropiarse de la reproducción como un recurso económico.

En Ir más allá de la piel llama a recuperar el protagonismo del cuerpo como materialidad social y a identificar la particularidad en que ese cuerpo se expresa hoy. En la moda de los tatuajes, Federici descubre una perspectiva crítica sobre los usos racionales del cuerpo y una resignificación de prácticas que en otras épocas eran marginalizadas.

Allí, en las conquistas actuales de los cuerpos jóvenes que son menos formales y que crean una estética ambigua desde el género, se podría encontrar el armado de otra forma de rebeldía .

Bajo las características desafiantes de estos textos reunidos (muchos de ellos son conferencias dictadas en los últimos años donde Federici polemiza con las expresiones actuales del feminismo y que en la traducción de Aránzuzu Catalán Altuna adquieren una voz dinámica y efectiva) está claro que la dimensión política del aborto no se expresa solo en la capacidad de decisión de las mujeres sobre sus cuerpos.

Lo esencial aquí es identificar que el capitalismo articuló su expansión económica con la facultad reproductiva femenina y estableció una ideología sobre las maternidades, la moral sexual de las mujeres, siempre ligada a los requerimientos del mundo del trabajo y la organización social.

Por esta razón, para la profesora emérita de la Universidad de Nueva York, la liberación sexual también está entrampada en una dimensión disciplinaria, en su escritura sigue existiendo un diseño de una conducta femenina que hace de las transformaciones, los logros, los cambios en la vida personal y profesional, nuevas etapas de un mismo sistema.

De la subrogación y la fecundación in vitro

Federici incorpora en su análisis las técnicas de subrogación de vientres y la fecundación in vitro donde el dispositivo de poder económico que se despliega inventa una figura legal para justificar que dar a luz no implica ser la madre de ese recién nacido y que no hay ninguna secuela genética en la conformación de ese niño . La vida llega a un nivel de mercantilización donde la propiedad de ese hijo se define en términos de clase.

Este libro puede leerse como una versión realista de muchas consignas que en la dinámica del feminismo parecen idealizadas. Federici llama a observar las contradicciones: elegir nuestro género, transformar nuestro cuerpo puede ser liberador pero también es un modo de darle más autoridad al dispositivo médico.

La autora italiana apela a crear formas autónomas, en ella se respira cierta nostalgia por un mundo precapitalista. Hay algo en su escritura que sugiere una leve desilusión con algunas manifestaciones del feminismo de estos días que le resultan demasiado adaptativas y que derivan de la inspiración , o son la consecuencia de la producción intelectual de Butler.

Federici es una feminista radical y, tal vez, se siente un poco incómoda con cierto feminismo que busca capitalizar algunos recursos como la belleza o la sexualidad como armas de poder, más que identificarlas únicamente como una obediencia a los deseos masculinos.

Si este libro podría funcionar como una puesta a prueba de la teoría de Federici, de su vigencia o del diálogo que sus escritos pueden establecer con la coyuntura más cercana y con los cambios del capitalismo, hay algo que las sociedades actuales no han logrado resolver: el reconocimiento del trabajo reproductivo, especialmente de aquel que se realiza en el interior de los hogares, como una instancia de creación de valor, donde las personas que lo realizan ( en su mayoría mujeres) no reciben retribución alguna.

Es en este dato donde la autora que en los años 60 fue una de las impulsoras de la Campaña Internacional por el Salario para el Trabajo Doméstico, considera que los sujetos siguen siendo la variable económica insoslayable del sistema capitalista, más allá de la robotización y digitalización de las formas productivas.

Federici nos permite pensar que la masividad del feminismo, su euforia, está dejando de lado el análisis situado. En sus palabras se percibe el anhelo de un feminismo que se piense como una alternativa al capitalismo. Encontrarse hoy con sus textos nos ayuda a comprender que si no se modifican las condiciones materiales lo que se puede terminar construyendo es un feminismo ilusorio donde los resultados no lleguen a los sectores sociales más desfavorecidos.Ir más allá de la piel , de Silvia Federici (Tinta Limón).

 

Ir más allá de la piel , de Silvia Federici (Tinta Limón).

Ir más allá de la piel
Silvia Federici
Tinta Limón
Trad.: Aranzazu Catalán Antuna
​160 págs.

Fuente de la información e imagen:  https://www.clarin.com

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La misión de la OEA sobre la violencia política contra las mujeres en Argentina: «Hostigamiento, ataques e impunidad»

Por: Mariana Carbajal

«El ataque a Cristina Kirchner no vino del vacío»

La misión tuvo por objeto analizar los ataques sufridos por mujeres en su actividad política en el país. El grupo de expertas advirtió sobre los discursos de odio y cómo pavimentaron el atentado contra CFK.

 

“Los discursos de odio que se reflejan en redes sociales y portadas de medios” hacia la vicepresidenta Cristina Kirchner “pavimentan la situación” que desembocó “en el atentado contra su vida: el ataque no vino del vacío”, consideró en una entrevista con Página/12 la abogada peruana Marcela Huaita, presidenta del Comité de Expertas que integran el Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Mecsevi) de la Organización de Estados Americanos (OEA), al finalizar este viernes la visita oficial al país, que se extendió por tres días, para investigar la problemática de la violencia contra las mujeres en la vida pública y política Argentina.

El intento de magnicidio contra CFK fue uno de los casos abordados. “El tipo de imágenes con las que la representan en portadas de medios y en redes sociales constituyen violencia política por razones de género y naturaliza este tipo de violencia contra las mujeres. Tenemos otro atentado más reciente contra la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, y a una concejala en Bolivia directamente la han asesinado. Esto es algo muy grave que le hace daño a la democracia y a la sociedad. Hay que frenarla”, advirtió la experta.

Por la tarde, durante una conferencia de prensa, en un hotel del centro porteño, Huaita leyó el comunicado elaborado por la delegación del Comité de Expertas, en el que destacaron que los casos de violencia política contra mujeres en el país “no son hechos aislados” y dejaron un extenso pliego de recomendaciones a los tres poderes y a los medios de comunicación.

La delegación pudo evidenciar –expresó Huaita– que “el discurso de odio contra las mujeres políticas, especialmente las máximas figuras como la vicepresidenta, la presidenta de la Cámara de Diputados o las líderes sociales y políticas de las provincias, como en los casos de Milagro Sala en Jujuy y las Ramonas en Catamarca, genera un desorden informativo de características violentas que busca mermar su influencia pública”.

Además subrayó que “estos hechos se agravan por una evidente tolerancia por parte de los órganos del Estado, que parece ser sistemática”. En este sentido, señaló las asimetrías a nivel nacional y provincial, en especial en los procesos de administración de justicia. “En algunos casos, los resortes de atención e investigación de estas violencias pueden ser menos o más eficientes, dependiendo del nivel de tolerancia, aceptación y desarrollo de los mecanismos institucionales para combatir la violencia”, apuntó.

El impacto de la impunidad

–¿Cómo analiza el rol de los medios de comunicación? –le preguntó luego este diario a Huaita.

–Los medios van naturalizando estos discursos de odio. Esta violencia es un reflejo de la discriminación hacia la mujer. Los medios deben mirarse a sí mismos.

–¿Con qué impresión se va?

–Hay dos frases que hemos escuchado en las distintas reuniones que hemos mantenido que me impactaron: las mujeres se sienten solas y tiene miedo. Es una cuestión bastante potente, porque más allá de que hay normas e instituciones, no están funcionando. Los partidos políticos no están apoyando a sus propias militantes y esto se da en las provincias y a nivel nacional. Las mujeres hemos ocupado espacios pero los sentimos propios. Siguen sintiendo que no tienen respaldo y esto le hace daño a la democracia y es un mensaje que va calando en las nuevas generaciones. Hemos conquistado espacios, hemos llegado para quedarnos, pero necesitamos que haya un cambio cultural, que todos tenemos que construir.

“No son hechos aislados”

“Autocensura, hostigamiento, miedo e impunidad”: con estas cuatro palabras la delegación resumió su visión de la problemática que encontró en el país. En los tres días que duró la misión técnica, realizada a pedido del Gobierno, mantuvieron diversas audiencia privadas, entre ellas con la vicepresidenta CFK, la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, y dos de las “Ramonas Atrevidas”, las dirigentas catamarqueñas del radicalismo, sancionadas por la propia UCR por impugnar a un candidato denunciado por acoso y abuso sexual en esa provincia norteña.

El Comité de Expertas advirtió que “la impunidad” que rodea a estos hechos “tiene un enorme impacto en las mujeres y en las instituciones democráticas, en tanto la violencia política no solo agrede a las mujeres, sino que agrede a la democracia y a sus instituciones”. Y consideró que, de acuerdo a los testimonios recogidos, los mecanismos institucionales existentes en el país “no se están utilizando por una profunda desconfianza en la independencia y autonomía de los órganos tanto judiciales como partidarios, que deberían responder para garantizar el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia en el ámbito político”.

La delegación constató que las manifestaciones de violencia contra las mujeres en la política “no son hechos aislados”, que se trata de “una práctica ampliamente tolerada y que esto ocurre en todos los ámbitos de la vida pública, afectando a mujeres que se desempeñan en la función pública, en lo interno de sus partidos políticos, en los sindicatos, en las organizaciones sociales y de derechos humanos, y en los medios de comunicación”, dijo Huaita, al encabezar la rueda de prensa.

“Los actos de violencia son facilitados y exacerbados por algunos medios de comunicación social y el uso de las redes sociales, a través de mensajes y comentarios sexistas, símbolos, amenazas de violencia, divulgación de gestos e imágenes de naturaleza sexista o sexualmente humillante, principalmente por parte de parlamentarios, líderes políticos, funcionarios o exfuncionarios con poder y representación en los partidos políticos y distintos órganos de gobierno nacional, provincial y local”, agregó la experta peruana.

Principales preocupaciones

A lo largo de las reuniones mantenidas con autoridades y representantes del Estado, mujeres víctimas de violencia en el ejercicio de sus derechos políticos, organizaciones de la sociedad civil, academia y medios de comunicación, el Comité de Expertas destacó que pudo recabar información que da cuenta de la existencia de instrumentos para abordar la violencia en el espacio político. Sin embargo, constató que, “a pesar de estos instrumentos, subyace un clima de hostigamiento, ataques e impunidad contra las mujeres que participan en la vida pública y política”.

También escucharon a una delegación del Comité por la Libertad de Milagro Sala que expuso la persecución judicial que viene sufriendo en Jujuy la militante social encarcelada.

Prácticamente la totalidad de las entrevistadas durante las diferentes audiencias que mantuvieron “coincidió en que los hechos de violencia pretendían tener un carácter disciplinador por ejercer sus derechos en espacios que tradicionalmente no les pertenecían”, dijo Huaita. Además, agregó, “los diferentes testimonios escuchados apuntaron a que la violencia política contra las mujeres se ha visto exacerbadas por medios de comunicación y a través de redes sociales”.

Especial preocupación generó también al Comité “la situación de periodistas y comunicadoras sociales, así como defensoras de derechos humanos y sindicalistas, quienes manifestaron un claro retroceso en los espacios logrados y un elevado costo personal que obligó a muchas de ellas a silenciar su voz para protegerse, dándose así un proceso amplio de inhibición y autocensura”.

La visita

La misión estuvo conformada además por las expertas Leila Linhares Barsted, de Brasil, Lourdes Montero Justiniano, de Bolivia, y Sylvia Mesa Peluffo, de Costa Rica, y por la Secretaria Técnica del Mesecvi, Luz Patricia Mejía Guerrero. Estuvo junto a la delegación la experta independiente argentina, la abogada rosarina Susana Charotti.

En los tres días que duró la visita, la delegación mantuvo reuniones con autoridades de los tres poderes del Estado: representantes de la Cancillería, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, y el Ministerio del Interior; con la presidenta de la Cámara Federal de Casación Penal, Ana María Figueroa, con la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez, con la titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres, Mariela Labozetta, y con el presidente de la Cámara Nacional Electoral, Alberto Dalla Vía; también con diputadas, senadoras y representantes de partidos políticos.

Además tuvo encuentro con representantes de la sociedad civil, la academia y mujeres periodistas víctimas de violencia en el ejercicio de su profesión.

“Los actos de agresión en línea dirigidos en contra de mujeres con un perfil público o que son activas en los debates digitales son un ataque directo a la visibilidad de las mujeres y su participación plena en la vida pública, lo cual debilita al sistema democrático”, destacó Huaita.

Al respecto, el Comité consideró “importante” recordar que “esta violencia causa daños y sufrimientos graves a las mujeres, incluyendo daños psicológicos, físicos, sexuales, laborales y perjuicios económicos, quienes a menudo son objeto de victimización ulterior debido a estereotipos de género perjudiciales y negativos, prohibidos por el derecho internacional de los derechos humanos”.

Silenciamiento, ausencia de condena pública e impunidad

 

El Comité llamó la atención sobre el hecho de que existe “un silenciamiento y una ausencia de condena pública de estos hechos que profundiza, facilita, reproduce y magnifica la violencia contra las mujeres en la política”.

También dijo que en los casos donde convergen diferentes interseccionalidades como las condiciones de mujeres indígenas o las representaciones de las militancias por los derechos de las mujeres lesbianas o trans, “se evidencia que el racismo o el desconocimiento de estos derechos facilitan la falta de esclarecimiento de las denuncias”.

Fragilidad institucional y desconfianza

A pesar de la percepción de que existe una legislación robusta de protección de derechos de las mujeres en el país, con leyes que han supuesto importantes avances, “según la información recibida por el Comité se desprende que hacen falta mecanismos para la implementación de dichas leyes, como reglamentos y protocolos de actuación frente a las situaciones de violencia”.

Por otro lado, a través de los diferentes testimonios recibidos, Huaita dijo que el Comité constató que los mecanismos existentes “no se están utilizando por una profunda desconfianza en la independencia y autonomía de los órganos tanto judiciales como partidarios, que deberían responder para garantizar el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia en el ámbito político”.

“La falta de reacción institucional, en especial en materia de acceso a la justicia, verdad y reparación de las víctimas, legitima el círculo de la violencia que se presenta como un síntoma profundamente preocupante de debilitamiento no sólo de la institucionalidad democrática, sino de la democracia como valor fundamental del estado de derecho y de justicia. En este contexto la característica casi común de los casos de violencia contra mujeres en la política es la impunidad”, dijo Huatia.

Recomendaciones

A la luz de las observaciones preliminares que punteó Huatia en la conferencia de prensa, el Comité de Expertas, en ejercicio de su mandato y en cumplimiento de las obligaciones y estándares de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belém do Pará” y de la Ley Modelo Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en la Vida Política, solicitó al Estado de Argentina implementar las siguientes recomendaciones iniciales:

Al Estado Argentino

1. Incluir a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belém do Pará” dentro del boque de constitucionalidad. No tiene rango constitucional todavía.

Poder Ejecutivo

El Comité destacó la creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y de las iniciativas que se están desarrollando para la atención de las violencias contra las mujeres. Pero frente a “la gravedad de los hechos de violencia política y simbólica contra las mujeres políticas y periodistas” consideró necesario “la implementación de medidas urgentes” tendientes a:

  1. Establecer un protocolo que coordine la actuación de los órganos competentes para la prevención, atención y erradicación de la violencia contra las mujeres en la vida política, así como para la efectiva resolución de los casos;
  2. Incorporar la violencia contra las mujeres en la vida política en los protocolos de atención e investigación de violencia contra las mujeres;
  3. Desarrollar acciones para la investigación y recopilación de estadísticas sobre las causas, consecuencias y frecuencia de la violencia contra las mujeres en la vida política, determinando los medios para su divulgación
  4. Adoptar una metodología que permita evaluar el riesgo particular que pueden enfrentar las mujeres de sufrir violencia en la vida política debido a múltiples factores de discriminación como sexo, edad, raza, etnia y posición económica, entre otros, y diseñar las medidas para prevenirlo;
  5. Generar una revisión en colaboración con el órgano electoral, y el órgano contra la discriminación mediante un escrutinio estricto, de todas las normas y prácticas relacionadas con el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres, incluyendo los sistemas normativos y prácticas culturales, que puedan tener un impacto discriminatorio y violento contra las mujeres en la política.
  6. Desarrollar campañas de sensibilización sobre las implicaciones de la violencia contra las mujeres en la vida política, como un factor de debilitamiento de la democracia, así como de prevención e información sobre las rutas de atención y denuncia en casos de violencia en el ejercicio de los derechos políticos.
  7. Promover el cumplimiento efectivo de lo estipulado por la Ley 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en materia de violencia contra las mujeres en la vida política.

Al Órgano Electoral

  1. Establecer un protocolo de actuación de carácter interno que identifique las dependencias responsables, así como las medidas y sanciones aplicables ante los casos de violencia contra las mujeres en la vida política que conozcan;
  2. Fortalecer la capacidad de generar estadísticas sobre violencia contra las mujeres en la vida política en el ámbito electoral que permita diagnosticar el problema y diseñar acciones concretas;

Al Órgano Legislativo:

Incorporar dentro de su reglamento, tanto del Congreso de Diputados como del Senado, la obligación de prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en la vida política e incluir acciones disciplinarias entre pares para sancionar los actos de violencia contra las mujeres en el ejercicio de sus funciones.

  1. Implementar protocolos para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
  2. Actuar de manera inmediata y con la debida diligencia contra actos y discursos violentos en el ejercicio de la actividad parlamentaria que menoscaban la participación política de las mujeres en igualdad de condiciones y sin discriminación.

A los Órganos Judiciales y Ministerio Público:

  1. Actuar con debida diligencia reforzada frente a casos de violencia contra las mujeres en la vida política para garantizar el efectivo acceso a la justicia a las víctimas, la investigación expedita de los actos de violencia, la sanción y reparación y no repetición.
  2. Garantizar a las mujeres víctimas de violencia en la vida política su derecho a todas las garantías establecidas en la legislación nacional de violencia contra las mujeres.

A los Medios de Comunicación:

  1. Promover que los medios de comunicación y las redes sociales no violenten los derechos de las mujeres, la imagen de las mujeres que participan en la vida pública y su privacidad, y combatan los contenidos que refuerzan, justifican o toleran la violencia contra las mujeres en la vida política;
  2. Generar políticas internas con los medios de comunicación y las empresas de redes, así como códigos de autorregulación dirigidos a desnaturalizar las agresiones en línea y sensibilizar entorno a sus impactos en las personas y la sociedad. En este sentido, las políticas deberán estar orientadas tanto a quienes habitan hoy el espacio digital, como a niños, niñas y jóvenes que lo harán en el futuro.
  3. Eliminar como parte de una política editorial interna toda expresión que desprestigie a las mujeres con base a estereotipos de género y asegurar el respeto a los derechos políticos de las mujeres y a la reputación de las mujeres que participan en la vida política.
  4. Prohibir toda propaganda en contra de los derechos políticos de las mujeres y toda apología del odio en base al género y/o sexo que constituya incitaciones a la violencia contra las mujeres en la vida política, o cualquier otra acción ilegal similar contra las mujeres o grupo de mujeres que participan en la vida política, por motivos de sexo y/o género.
  5. Promover el uso responsable y respetuoso de la comunicación, a través de las nuevas tecnologías de información y comunicación, en relación a los derechos de las mujeres y su participación política, con particular atención al periodo legal de campaña electoral.

Fuente de la información e imagen: https://www.pagina12.com.ar

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Borja Mediero: “Si no reciben educación sexual, los jóvenes buscarán en Internet y normalizarán lo que ven a través de la pornografía”

Por: Lucía García López

Hablamos con el enfermero escolar Borja Mediero sobre la labor de estos profesionales para fomentar, educar y ayudar a los estudiantes a tener una vida saludable.

Atender al alumnado con diabetes, ayudar a los estudiantes con problemas de movilidad, realizar talleres sobre salud afectivo-sexual, fomentar hábitos saludables, prevenir conductas tóxicas… Estas son algunas de las funciones de las enfermeras escolares, una figura sanitaria que está presente solo en algunos centros del país: en aquellos que cuentan con alumnado con alguna enfermedad crónica o problemas de movilidad.

Borja Mediero es uno de estos profesionales y solo hace falta echar un vistazo a su perfil de Twitter para darse cuenta de la importancia que tiene para él la educación para la salud. De hecho, utiliza la red social como altavoz para luchar y concienciar sobre la necesidad de que se incluya dentro de los currículos escolares.  Actualmente trabaja en el IES Europa de Rivas Vaciamadrid (Madrid) y da charlas sobre igualdad, diversidad y afectivo sexual en diferentes colegios e institutos. Hemos hablado con él sobre los beneficios de contar con una enfermera escolar, sus labores y su papel para prevenir conductas perjudiciales para los estudiantes.

Pregunta: En qué consiste la figura de la enfermera escolar? ¿Crees que se tiene suficiente información sobre su labor?

Respuesta: Es una profesional de Enfermería que trabaja dentro de la comunidad educativa para atender tanto al alumnado con enfermedades crónicas (diabetes, epilepsia, sondas etc) como también las diferentes urgencias que pueden surgir en el día a día de un centro escolar; asistimos a los estudiantes, solucionamos el problema en la medida de lo posible y fomentamos así la conciliación familiar. A su vez, una de sus labores fundamentales es la educación y promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, con intervenciones comunitarias continuadas a lo largo del curso escolar.

La figura de la enfermera escolar cada vez se conoce más y esto es debido a la necesidad que ven tanto los profesionales del centro como las madres y los padres del alumnado. Se ha podido demostrar que en todos los centros que tienen la figura de la enfermera escolar se ha reducido notablemente el absentismo, ha mejorado la conciliación familiar y, sin duda, han mejorado los estilos de vida de los jóvenes.

P: ¿Cómo es el día a día laboral de una enfermera escolar?

R: Nuestro día a día es imposible predecirlo porque cada uno de ellos es diferente. Nuestra prioridad son siempre los estudiantes con enfermedades crónicas que necesitan control, también la atención de urgencias o talleres en las clases. Pero también tenemos una labor de gestión que implica realizar un control de stock, pedido de material fungible, cuestionarios de salud para todo el alumnado, somos también el enlace con los diferentes estamentos de salud, asociaciones…

P: En España, solo los centros que tienen alumnado con enfermedades crónicas o con problemas de movilidad cuentan con esta figura. ¿Tendría que estar presente en todos? ¿Cuál es el principal beneficio de contar con un especialista de este tipo?

R: Nuestra lucha es que exista la figura de la enfermera escolar en todos los centros educativos de España, que todo el alumnado tenga el mismo derecho a la salud y no sean discriminados por el tipo de enfermedad que tienen (ya que no se considera que todas las enfermedades crónicas precisen de la atención de la enfermera escolar, con la discriminación que esto conlleva).

El principal problema que tenemos en España es que nuestro modelo de salud es ‘hospitalocentrista’, es decir, nos centramos en la enfermedad aguda y crónica y nos olvidamos de la prevención. Esto mismo ocurre con la figura de la enfermera escolar, donde se nos contrata por estudiantes con enfermedades que precisan de controles durante el horario escolar, pero se olvidan de la importancia que tiene la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud. Este modelo de prevención requiere de una inversión económica inicial que se traducirá en un futuro en un mayor ahorro, porque evitaremos ingresos hospitalarios y enfermedades que se pueden prevenir con una educación en hábitos de vida saludable desde edades tempranas. El objetivo es que todos los ciudadanos sean agentes de salud.

Borja Mediero

P: ¿Cómo actúa una enfermera escolar en la detección de conductas como el consumo de sustancias tóxicas entre los jóvenes, la violencia de género y otras problemáticas habituales hoy en día? ¿La intervención en estos casos está dentro de vuestras competencias o si lo hacéis es de manera voluntaria?

R: El estar durante toda la jornada escolar dentro del centro educativo hace que los estudiantes nos conozcan: no somos una figura extraña que viene del exterior, somos la máxima autoridad sanitaria dentro del centro y eso hace que seamos una figura de confianza para ellos. A la hora de detectar los diferentes problemas entre los jóvenes, tenemos una doble vía de actuación. En primer lugar realizamos intervenciones comunitarias continuadas (no son solo talleres de un solo día donde se da la información y ahí acaba todo, sino que realizamos evaluaciones previas, vamos adaptándonos a las necesidad y cambios que puedan surgir, las realizamos a lo largo del curso y lo apoyamos con las escuelas de padres).  En segundo lugar es importante destacar que conocemos a los estudiantes y ellos nos conocen a nosotros. Ante cualquier problema suelen acudir a la enfermera escolar porque es parte de su ‘familia’ en la escuela. Saben que somos sanitarios y que tenemos un abanico de soluciones ante los problemas de salud que puedan tener. Tampoco olvidemos la visión amplia que tiene la enfermera: ve a la persona como un todo, analiza su entorno desde la salud y la enfermedad. Esto es básico para la detección de conductas poco saludables.

«Necesitamos que desde el Ministerio de Sanidad se incluya la educación para la salud en el propio currículum escolar»

Borja Mediero

P: Las enfermedades de transmisión sexual se han incrementado notablemente en los últimos años. ¿Crees que el alumnado recibe suficiente educación afectivo-sexual? ¿Cómo podría mejorarse?

R: La educación afectivo-sexual es escasa por no decir nula. Es un tema que aún genera controversia, ya que hablar de sexo aún sigue siendo un algo oscuro, un tema tabú que genera vergüenza y rechazo. Evidentemente la sexualidad es algo que está implícito en el ser humano y si no se recibe educación sexual, nuestros jovenes buscarán en Internet información que muchas veces no es fiable y normalizarán lo que ven a través de la pornografía.

Las enfermeras escolares estamos en lucha por romper con estos estigmas y realizar una correcta y completa educación afectivo sexual. Esta educación no es solo desde el miedo a la enfermedad, sino desde un punto de vista de salud, un enfoque humano, afectivo y al respeto a la propia diversidad del ser humano, aportando total normalidad a la sexualidad y el sexo, educando en vivir una correcta sexualidad y tratar estos temas con madurez.

P: ¿Debería tener la educación para la salud un mayor papel en el sistema educativo? 
R: Debería tener un papel principal, educar en hábitos de vida saludables y formar en salud a toda la sociedad para que seamos todos agentes de salud, nos apoyemos entre iguales y así podamos vivir una vida plena, sana y en armonía. Para ello necesitamos que desde el Ministerio de Sanidad se incluya la educación para la salud en el propio currículum escolar.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/borja-mediero/

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Julio Carabaña: “Se han exagerado las consecuencias de la segregación escolar sobre el rendimiento de los alumnos pobres”

Por: 

El sociólogo Julio Carabaña concluye en su último informe que la segregación apenas influye en las diferencias de resultados en PISA entre centros españoles. Carabaña sostiene en esta entrevista que la escuela pública y concertada seleccionan alumnado por igual, aunque utilizando distintas estrategias. Y afirma que hacen falta más investigaciones que pongan el foco a escala local, donde altas concentraciones de alumnado vulnerable sí podrían estar produciendo efectos nocivos.

Catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, Julio Carabaña (Cuenca, 1948) lleva décadas diseccionando el sistema educativo español. Suele hacer gala de su férrea independencia cuando investiga sobre sus temas predilectos, en especial la desigualdad educativa y el informe PISA.

A petición de la Fundación Europea Sociedad y Educación (EFSE por sus siglas en inglés), Carabaña ha dedicado su última investigación a medir (basándose en el PISA de 2012 y, en menor medida, en los de 2003 y 2018) la magnitud de la segregación escolar en España y su influencia en el rendimiento de los alumnos. Sus conclusiones sorprenderán a muchos. Según La segregación social en las escuelas, un dudoso problema del sistema escolar, este fenómeno no alcanza en nuestro país, al menos desde una óptica sistémica, altos niveles (estamos en la media OCDE) ni afecta significativamente a la desigualdad en los resultados. Sobre todo si nos comparamos con otros estados de la Unión Europea. En España, la segregación explica solo el 2% de las diferencias de puntuación PISA entre centros. Por debajo, solo se encuentran algunos países nórdicos como Finlandia o Noruega. Francia y Alemania rondan ambas el 20%.

Carabaña presentó su informe el pasado martes 21 en la sede de EFSE en Madrid. Luego atendió a este diario sin límite de tiempo y con ganas de poner luz sobre algunos de los temas que más dividen a la comunidad educativa en España.

Parece que la segregación escolar no es un gran problema, ni por su magnitud ni por su efecto sobre el rendimiento académico.

Se me viene a la cabeza la cita que se atribuye a Mark Twain: “Los rumores sobre mi muerte han sido notablemente exagerados”. De igual forma, las supuestas consecuencias de la segregación para los alumnos con un estatus socioeconómico bajo han sido notablemente exageradas. Afecta muy poco en España, Finlandia o incluso EEUU, que tiene una alta segregación social, en su caso de carácter racial. Allí se han hecho el 80% de los estudios sobre este tema y se han llevado a cabo —más que en cualquier lugar del mundo— políticas activas para reducir la segregación en las escuelas, sobre todo en los años 60 con aquellas iniciativas conocidas como busing: llevar en autobús a alumnos negros y de origen irlandés a escuelas fuera de sus barrios. Ni en España ni en EEUU es un problema grave. Y, sobre todo, es un problema difícilmente remediable.

Los costes de intentar atajar el problema a nivel sistémico, señala en su informe, no merecerían la pena para el impacto que tendrían sobre la mejora de resultados.

Desde una óptica de eficiencia, el coste es muy alto para el beneficio que se obtendría. Pero no solo eso, el coste político y moral sería elevado. Son razones que no deben en absoluto desdeñarse. ¿Una autoridad, por legítima que sea, tiene derecho a negar a las familias (o a algunas sí y a otras no) el derecho a elegir centro? O dicho de otra forma: ¿Existe el derecho a utilizar personas como instrumentos de política? Podrá utilizar recursos, ¿pero personas?

Los públicos seleccionan a través de distintos medios. Hay uno que me llama particularmente la atención porque es muy progresista, inclusivo, etc.: tener prácticas pedagógicas innovadoras, que son más aptas para alumnos de nivel académico bueno

Su estudio tiene un enfoque de sistema. Analiza los datos por país o por comunidad autónoma. ¿Existen estudios rigurosos a nivel más local, donde el supuesto efecto pernicioso de la segregación podría ser más acusado? Pensemos, por ejemplo, en Vallecas, aquí en Madrid. Ver la composición del alumnado centro a centro, públicos y concertados, y analizar cómo esto afecta en el rendimiento de los estudiantes más desfavorecidos.

Se da la casualidad de que conozco bien el caso de Vallecas. Y le diré algo: seleccionan igualmente alumnado los centros públicos y concertados. No hay ninguna diferencia entre ellos. Los públicos seleccionan a través de distintos medios. Hay uno que me llama particularmente la atención porque es muy progresista, inclusivo, etc.: tener prácticas pedagógicas innovadoras, que son más aptas para alumnos de nivel académico bueno. Probablemente a los alumnos de nivel académico malo les vengan mejor las pedagogías más directivas.

¿Entonces no existe en determinadas zonas una segregación particularmente acusada dependiendo de la titularidad de centro que afecte a los resultados del alumnado?

Cuantitativamente no es muy importante, explica aproximadamente el 4% de los 154 puntos de desigualdad que España tiene entre centros en el PISA de 2012. Y, en cualquier caso, hay que tener en cuenta que las diferencias en la composición del alumnado en centros públicos y concertados se deben muchas veces a factores como el lugar de residencia o a la propia elección de los padres. Por ejemplo, las familias musulmanas normalmente no llevan a sus hijos a concertados católicos. Pero hay además un punto relevante que quiero destacar: le segregación no debe nunca abordarse suponiendo que los centros concertados son mejores y que, por tanto, la segregación priva a alumnos pobres de asistir a un centro mejor.

¿Necesitamos saber más sobre los procedimientos de selección en la red de centros financiados con fondos públicos?

Sin duda habría que ver cuánta gente se queda sin plaza en el centro que eligió en primera opción. Y hasta qué punto los criterios de admisión se aplican justamente. Necesitamos más estudios rigurosos que vayan barrio por barrio detectando altos niveles de segregación. Yo lo he intentado dos veces, pero he desistido porque resulta extremadamente complejo. Los datos disponibles no son fácilmente inteligibles, acceder a las comisiones de selección no resulta sencillo, en algunos casos la rotación del alumnado es muy alta… En una ocasión, junto a una colaboradora fuimos preguntando a las familias de dos zonas de Andalucía sobre su elección de centro. Casi siempre tenían una buena razón: por el comedor, porque estaban allí los primos del alumno… En un centro había elevados porcentajes de alumnado de origen marroquí, pero los motivos eran bastante sensatos. También salía, por cierto, que algunas familias españolas habían cambiado a sus hijos de centro porque no les gustaba que hubiera tantos musulmanes. ¿Y ahora me convierto yo en político y digo que esto está mal?

Le segregación no debe nunca abordarse suponiendo que los centros concertados son mejores y que, por tanto, priva a alumnos pobres de asistir a un centro mejor

¿Resulta habitual que las familias españolas cambien a sus hijos de escuela cuando empieza a haber alta concentración de alumnos de otros orígenes étnicos? ¿Como un white flight [fenómeno de EEUU por el que los blancos se van de su barrio cuando van a vivir allí negros] a la española y solo escolar, sin implicar necesariamente un traslado de residencia?

Sí existe a nivel escolar, pero no mucho. Si ves la distribución de los inmigrantes por centros, es difícil creer que tal cosa esté ocurriendo a escala sistemática. Hay centros con un 30 o un 40% de inmigrantes, pero lo normal es que haya un 10 o un 20%, reflejando la demografía del área en el que están, ya que en España, por el momento, no hay guetos, salvo casos como Usera [otro barrio de Madrid] con la población china o las barriadas gitanas, aunque ese es otro tema. El white flight en EEUU hunde sus raíces en la esclavitud y en los profundos racismo y segregación que le siguieron. Pienso que en España somos menos racistas.

Otra conclusión sorprendente de su informe: la segregación de alumnado de origen extranjero apenas influye en los resultados académicos una vez se controla estadísticamente el estatus socioeconómico. Es, si acaso, un tema de clase social, pero no de origen étnico o cultural.

Mi impresión es que esto tiene que ver precisamente con la ausencia en España de guetos reales, físicos, de inmigrantes y sus sucesivas generaciones. Aquí no han llegado a copar barrios enteros, como en otros lugares de Europa, aunque quizá con el tiempo ocurra.

Usted denuncia que se hable de la segregación escolar como algo malo en sí mismo, pero sin mucho conocimiento de causa. Y atribuye su mala prensa al auge de las políticas de inclusión en las últimas décadas.

También se habla mucho más de ella porque tenemos mucha más información al respecto. Ahora disponemos de muchos más datos sobre el hecho de que la segregación escolar existe, aunque tienda a sobredimensionarse. Hay muchos informes sobre la segregación escolar en sí, pero sabemos mucho menos en cuanto a sus consecuencias para el rendimiento de los alumnos.

En España, por norma, los centros tienen una composición que suele reflejar la composición del ambiente, salvo algunos ejemplos extremos

También afirma, en sus reflexiones al hilo de la investigación, que los poderes públicos deberían aducir —puesto que el efecto en el rendimiento es mínimo— otras razones para reducir la segregación. Por ejemplo, favorecer la cohesión social.

Imaginemos un centro medio, con la composición aproximada de España: 20% de hijos de profesionales, 20% de hijos de obreros… Ahora, otro de estatus socioeconómico alto: 50% de hijos de profesionales y el resto de otras ocupaciones. Y otro de estatus socioeconómico bajo: 50% de hijos de obreros. ¿Facilita la cohesión que los hijos de obreros vayan a un centro donde el 50% de los alumnos son hijos de profesionales? ¿O es suficiente con que haya un 10%? ¿Cambia mucho? Lo importante es que en España, por norma, los centros tienen una composición que suele reflejar la composición del ambiente, salvo algunos ejemplos extremos. Y si miramos las diferencias entre concertados y públicos, en los primeros hay un 30% de hijos de profesionales y en los públicos alrededor de un 20%. Traducido a una clase, la diferencia no es grande.

Dice que en España, donde la segregación escolar explica solo el 2% de la desigualdad de resultados, nos devanamos los sesos para ponerle remedio. Y mientras, en Alemania y otros países de Centroeuropa los porcentajes superan el 20%.

Los datos son demoledores. Aquí decimos que ese 2% conlleva muchos males y terribles consecuencias. Y otros países en el corazón de Europa donde existe un sistema de fuerte segregación académica (que da lugar a mayor segregación social) tienen, lógicamente, cifras de desigualdad entre escuelas mucho más altas. En Alemania llevan años discutiendo este tema. El propio Andreas Schleicher se opone firmemente al modelo segregador alemán, pero los partidarios de la escuela comprensiva no han ganado.

Volviendo a España, en lugar de intentar reducir la segregación, digamos, natural, ¿habría simplemente que supervisar que los criterios de admisión se cumplen, que no se hacen trampas? ¿Y, con esto garantizado, apoyar más a los centros que escolarizan altos niveles de alumnos de estrato socioeconómico bajo?

Sería lo lógico. Los gobiernos pueden disponer a voluntad de las cosas, al menos de aquellas que se compran con impuestos, pero no pueden disponer de la voluntad de la gente. Habría que resolver los problemas in situ, sin mover a la gente de un lado a otro. Pero esto ya se hace.

¿Se hace lo suficiente?

La pregunta es qué es lo suficiente y cuándo los rendimientos empiezan a ser decrecientes. Es decir, cuándo se ha llegado al óptimo de la eficiencia y, dando más recursos a los que consideremos centros prioritarios, estás empeorando las cosas. Pongo un ejemplo. En los años 80 se crearon en España centros de compensatoria. Se dio la circunstancia de que los alumnos peores empezaron a ir a esos centros, cuando la idea era que los centros que tenían alumnos con necesidades específicas recibieran más fondos por una situación ya existente. Al final, lo que ganabas dando más recursos a algunos centros lo perdías concentrando en ellos a alumnos con problemas. Hay que ser muy prudente con este tipo de medidas.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2023/02/23/julio-carabana-se-han-exagerado-las-consecuencias-de-la-segregacion-escolar-sobre-el-rendimiento-de-los-alumnos-pobres/

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“En la organización y las prácticas comunitarias, la fuerza de las mujeres es muy visible”

Por: Alessia Dro

La socióloga mexicana y escritora, Raquel Gutiérrez, brindó una extensa entrevista a La tinta. En esta primera parte, habla sobre su experiencia guerrillera en Bolivia, las discusiones de ese momento histórico y las experiencias que, en la actualidad, tienen vínculos con un pasado cruzado por problemáticas similares a las de hoy. 

Raquel Gutiérrez concentra su deseo con vitalismo en cada palabra, como un río implacable que lleva la corriente de reflexiones vivenciales amplias y frontales. Mexicana, socióloga, matemática, profesora en sociología en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla durante una década y, actualmente, embarcada en sostener un semanario de reflexión, traducción y debate llamado Ojalá, fue integrante -en la década de 1980- del Ejército Guerrillero Tupac-Katari, un esfuerzo político-militar, principalmente aymara, que operó en el altiplano boliviano. Durante cinco años, estuvo presa en la cárcel de Obrajes, en la ciudad de La Paz, en Bolivia.

Raquel ha empeñado toda su vida en tejer tramas antipatriarcales, por lo común a través de diversas geografías. Recientemente, participó en el prólogo para la reedición del célebre libro de la feminista italiana Carla Lonzi, Escupamos sobre Hegel. En los años anteriores, compiló tres volúmenes llamados Movimiento Indígena en América Latina: resistencia y transformación social. Entre sus aportes, se encuentra especialmente el libro Los ritmos del Pachakuti. Movilización y levantamiento popular-indígena en Bolivia (2000-2005), que ha sido fuente de reflexión colectiva en formaciones políticas hasta en Kurdistán.

Desde los procesos de la lucha anticolonial y feminista en Abya Yala, pasando por la herencia del pensamiento de la italiana Carla Lonzi hasta los rasgos de la lucha antipatriarcal en Rojava (Kurdistán sirio), sus palabras se tejen a partir de resonancias: la asunción de los quiebres, la importancia de la simbolización y el reto -urgente de estos tiempos post-pandémicos- de la rearticulación de la fuerza de las mujeres y disidencias desde y a través de los territorios.

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Para repensar hoy las autonomías, te refieres a una fuerza utópica material. En reflexiones comunes, tus escritos han generado un enriquecedor debate hasta en Kurdistán. Ahí sentí la experiencia comunitaria del confederalismo democrático en Rojava en un diálogo inter-histórico con tu experiencia de lucha.

—Para conectar con las luchas en Kurdistán, sería muy interesante contar cómo la experiencia del Ejército Guerrillero Tupac-Katari (EGTK) entra también en resonancia y tiene ciertas similitudes a la lucha zapatista del EZLN. Ambas son experiencias guerrilleras tardías, desplegándose después de los grandes momentos y de las derrotas de las anteriores olas y prácticas revolucionarias más centradas en estrategias Estado-céntricas (fueran foquistas o guerra popular) en este continente. Es decir, los grandes movimientos rebeldes e insurgentes de Argentina, de Chile, de Uruguay.

Cuando yo llego a la vida adulta a comienzos de 1980, estaba ocurriendo la guerra civil en Centroamérica. A mediados de esa década, hay una experiencia y coyuntura interesante en Bolivia, que se va a llamar EGTK, que articuló diversas luchas. Desde el flanco que yo lo viví, se trata de la decisión y creación de un grupo de personas muy jóvenes que habían sido exiliadas de las dictaduras militares, de las universidades. Fuimos conociéndonos, acercándonos en discusiones y mi participación plena se resolvió después una experiencia muy amarga en El Salvador.

Entonces, en mí, hay un afán de ir a Bolivia y contribuir a armar una experiencia guerrillera allá, muy ligada al movimiento de masas -que siempre fue muy fuerte en aquel país-, bajo un conjunto de ideas que se orientaban por lo que, en aquel momento, se conocía como “estrategia de la guerra de todo el pueblo”, que recuperaba las experiencias de lucha vietnamitas.

En Bolivia, esos jóvenes mestizos y urbanos empezamos a trabajar una alianza con un segmento de dirigentes sociales y militantes aymaras de la parte del Altiplano, de la zona lacustre, que venían de las experiencias kataristas del indianismo: una filosofía de autoafirmación fuerte del sujeto colectivo indígena, que se afirma en la indianidad para ir en contra del modelo civilizador colonial capitalista y que convierte en fuente de fuerza colectiva la recuperación de sus propias tradiciones de lucha y de su propia capacidad productiva y política, de su capacidad simbólica y ritual, de su religiosidad, de lo que han recreado a lo largo de los siglos de colonización y, después, durante la República de Criollos.

Ellos eran bastantes jóvenes, nadie tenía más de 40 años en ese momento y nosotros no teníamos 25. Ellos venían escapando de una experiencia de incursión al terreno electoral que les había salido mal. Hubo fracturas en una estructura partidaria que armaron: se registraron en el sistema político, participaron, pero quien fue elegido diputado no respondió a la base -como siempre ocurre-. Venían muy decepcionados y con mucho ánimo de entrar en otros procesos organizativos.

¿Cómo surgió el movimiento?

—Ahí empezamos a conocernos y a conocer directamente sus pensamientos, las discusiones kataristas. Profundizamos nuestras conversaciones y fuimos enlazándonos, aprendiendo muchísimo de ellos. Sobre todo, compenetrando nuestros sentires: fueron muchos años en donde logramos tejer una articulación de diversas activistas, que funcionaba mediante prácticas de respecto muy hondo de lo que cada parte proponía y sabía, sin diluir las instancias que nos diferenciaban, pero disponiéndonos a cultivar asuntos comunes.

Fueron años de mucho trabajo, muy intensos, bajo la idea de promover la sublevación de los ayllus* y de la clase obrera. Trabajamos mucho en la recuperación histórica de la forma de luchar de los levantamientos anteriores desde los ayllus y comunidades; las grandes rebeliones que habían puesto en crisis el poder colonial y que sostuvieron la fuerza que permitió mantener grandes ámbitos de riqueza material, el agua y la tierra sobre todo, en disputa con el control colonial y republicano.

La colonización española es bastante distinta de la colonización inglesa o de la colonización francesa, en el Caribe o en África, que son todavía más brutales: la colonización española permitió, durante dos siglos, la existencia de “dos repúblicas”, una de indios y la otra de la así llamada “gente de razón”. Esto separaba y jerarquizaba a las sociedades de criollos y de indios, pero permitía la recreación de alguna vida colectiva que pervivió en el tiempo.

Por su parte, Bolivia, que en época colonial se conocía como Alto Perú, era una tierra económicamente muy importante para la Colonia, porque ahí estaban las grandes minas de plata. Pero era una zona muy difícil en términos políticos por ser una zona alta y fría, una región de difícil acceso, muy poco comunicada. Nunca existió ahí una estructura política colonial tan sólida, comparable, por ejemplo, al virreinato de Nueva España -que es lo que hoy es México-. Esto es un elemento importante a considerar, pues si bien las comunidades indígenas en el actual Altiplano boliviano y en la región centro-sur padecieron un régimen tributario duro, siempre tuvieron una gran capacidad de impugnarlo, dada la capacidad colectiva de sostenimiento de su vida material que conservaron y recrearon en el tiempo. El régimen colonial en el Alto Perú sujetó y drenó a las comunidades y ayllus, pero no las arrasó ni logró perforar muchas de sus prácticas comunitarias; estas se regeneraron y adaptaron constantemente, manteniendo una riquísima vida ritual, productiva y política muy a flor de piel. Lo que pervivía de ese mundo comunitario tan resistente, recreado muchas veces, es lo que los compañeros aymaras nos permiten conocer y nos invitan a practicar. Como mestizos del EGTK, logramos parcialmente ser parte de eso durante unos años, mediante el proyecto de promover esa gran sublevación de los ayullus y los trabajadores, que era lo que imaginábamos.

¿Qué preguntas nacían en esos años de formación?

—Se empiezan a presentar una serie de discusiones que también se han dado en los mismos años en el pueblo kurdo, sobre todo, en relación a los pueblos sin Estado. ¿Queremos un Estado o no? ¿Lo necesitamos? ¿Cómo negociamos con el nacionalismo? ¿Queremos o no un nacionalismo indígena?

Esos debates estuvieron muy al orden del día y conocimos una idea organizativa muy propia de los Andes -que resuena también en prácticas organizativas en Ecuador y Perú-, que tiene que ver con la articulación de segmentos autónomos desde las prácticas comunitarias.

Me refiero a prácticas productivas y políticas, y, por supuesto, también rituales y afectivas, que cultivan la autonomía material mínima, reconociéndola como fundamento de la autonomía política.

Entonces, las prácticas productivas y políticas para sostener la vida material se establecen como ejes de cualquier alianza: de ahí que la articulación de segmentos autónomos constituya la manera de enlazarse y expandir la fuerza. Esta noción teórico-práctica es central en la cosmogonía indígena de tierras altas en los Andes. La puedes ver reflejada en la wiphala, la bandera ancestral de los pueblos de tierras altas que se asemeja a un vistoso tejido multicolor.

Sobre esa idea, fuimos armando nuestro propio tejido: hubo momentos en que nos presentábamos como una unidad, y hubo otros, cuando nos convenía presentarnos de modo desagregado. Lo que ocurría en tales formas organizativas es que siempre se mantenían a la vista las diferencias y se ensayaban todo tipo de metáforas para plantear nuestra presencia de manera articulada.

Por ejemplo, la alianza que teníamos entre los compañeros aymaras y mestizos -obreros y de clase media-, que trabajábamos mucho en las zonas periurbanas de las ciudades, principalmente con los sindicatos, la explicábamos así: el cóndor vuela con dos alas, hay una parte de la organización que está centrada en cuestiones estrictamente clasistas, que aprende de lo comunitario, y una que está centrada más en las prácticas comunitarias productivas y políticas, que aprende de los conocimientos -sobre todo, técnicos- que se adquieren en la ciudad y en el trabajo. Desde esas diferencias, se organizaba la articulación. Yo aprendí a hacer política sobre esa base: las diferencias se ponen sobre la mesa, se gestionan distancias, se cultivan cercanías, se producen acuerdos colectivos que nos obligaban a todos, se trataba de ensayar maneras de articulación donde nadie se sujetara a los otros. Eso era para nosotros la autonomía política.

Por mi parte, ya tenía para entonces una crítica muy dura al llamado “centralismo democrático” de la izquierda clásica y los compañeros comunitarios tenían también una crítica práctica a esa manera de concebir lo organizativo. Ellos siempre ponían, en primer lugar, la deliberación sistemática y profunda de lo que hacíamos. Partíamos de la deliberación y discusión profunda de las cosas colectivamente, no se acataban ordenes de nadie. A través de la deliberación y, sobre todo, de observar quiénes cumplían lo que se había decidido colectivamente, se producía confianza y podíamos caminar juntos. Si había confianza, se podían gestionar las diferencias que a veces brotaban con fuerza.

Nuestra principal actividad política fue organizar la rebelión, que era el camino de la liberación. Poníamos nuestras fuerzas en impugnar y desafiar lo que los gobiernos iban imponiendo. Así fuimos conformando un movimiento guerrillero clandestino muy extendido durante esos años, que también era parte del movimiento de masas. Cuando pensábamos en el futuro o, más bien, en el programa, considerábamos que eso tenía que ir brotando de la propia práctica generalizada de lucha; iría precisándose sobre la marcha, por supuesto, desde algunas ideas rectoras. La idea guía era regenerar el “ayllu universal”, liberar sus capacidades; esa era nuestra forma de nombrar la expansión de las capacidades comunitarias en términos geográficos y en términos políticos. En ciertos momentos, esto era más una imagen relacionada con prácticas de lucha concreta. Teníamos procesos formativos muy fuertes y reuniones y discusiones cada vez más amplias.

Entre muchas tareas a las que personalmente me dedicaba, enseñaba a los compañeros muchas cosas técnicas e iba simultáneamente aprendiendo una cosmogonía que me iba absorbiendo y de la cual fui parte hasta donde me fue posible, considerando mi propia historia personal. Varios años me encargué de la prensa y propaganda, además de muchísimas tareas logísticas. Eso me daba la posibilidad de conocer y discutir con muchos compañeros dentro de la organización para difundir y hacer conocer sus ideas.

Fueron varios años en esa intensa preparación. En 1991, decidimos comenzar la rebelión: aparecimos públicamente, nos movilizamos en diversas regiones del país y comenzamos a recibir golpes bastante duros por parte de la represión. No porque la represión fuera todavía muy organizada, aunque sí fue eficaz. Considero que fuimos bastante incautos: en momentos ya bastante duros, seguíamos teniendo un funcionamiento asambleario al interior, aunque las tareas militares comenzaron a comer nuestra atención. Los golpes llegaron hacia cuadros que hacíamos función de conexión e intermediación. Y cayeron también cuadros de dirección. Todo esto pasó a comienzos de 1992.

Estuviste presa en la cárcel. Y, desde ahí, salió el libro ¡A desordenar! Por una historia abierta de la lucha social, donde emerge tu reflexión sobre el ser mujer en la práctica revolucionaria.

—Sí, ahí viene el periodo de la cárcel. Cumplí 30 años en la cárcel. Estuve presa de 1992 a 1997, cinco años. En ese tiempo, vamos reconstituyendo muchos vínculos públicos y restableciendo redes, pero cambia mucho la perspectiva de cómo organizarnos y, sobre todo, de cómo valorar la centralidad de la guerra en la estrategia general. Nos damos cuenta -es lo que discuto en el libro ¡A desordenar! Por una historia abierta de la lucha social– que, en algún momento, decidimos privilegiar el trabajo militar y nos volvimos mucho más rígidos: esta es la parte del proceso interno que pongo a crítica en ese trabajo.

Desde mi perspectiva, nos ocurrieron problemas que ya habíamos detectado en otros movimientos guerrilleros anteriores: la irradiación política que habíamos alcanzado en un momento dado, de alguna manera, se comenzó a diluir y la cuestión militar, que se volvía mucho más rígida, se colocó en el centro y nos volvió más frágiles. En ¡A desordenar!, voy reflexionando por qué nos pasó esto.

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Este libro lo escribo mientras estoy en la cárcel, en medio de un proceso penal. Ponía algunos puntos de debate duros entre nosotros y ahí emerge con claridad, para mí, vivirme-mujer. En aquellos años, no lo percibí tan complicado, porque continuaba sumergida en la fantasía de la pareja paritaria que tuve la posibilidad de experimentar durante unos años, en la juventud temprana, entre los 20 y los 30.

En años previos, había tenido buena relación con las compañeras de la organización que eran de origen aymara. Me habían enseñado la idea de dualidad entre los sexos que existe en los Andes y, aunque sabíamos que esa idea de dualidad incluye una fuerte jerarquización interna, a mí me costaba mucho trabajo someterla a crítica. Las culturas indígenas que tienen una clara división del trabajo entre los sexos y una nítida estructuración del significado del parentesco mantienen una relación de género que es menos brutal que la relación moderna de absoluta negación de la fuerza femenina. En la organización y las prácticas comunitarias, la fuerza de las mujeres es muy visible, siempre hay un lugar para las mujeres, aunque también siempre hay una tensión y una incomodidad ahí.

Yo aprendí mucho de mis compañeras aymaras: técnicas para regular a los varones, para tener fuerza juntas. Justo me tocó colaborar en la discusión sobre la cuestión de la organización autónoma y específica de las mujeres al interior de organizaciones mixtas. Esta discusión había quedado abierta desde años anteriores. En la guerra en Centroamérica, había aprendido sobre esta discusión: la especificidad de la organización de mujeres no se ponía tanto en duda, pero sí su autonomía. Es decir, existían organizaciones específicas de mujeres, su existencia era admisible. Lo que no era admisible es que esas organizaciones fueran autónomas verdaderamente, que pensaran con su propia cabeza, que decidieran sus pasos y sus riesgos. Esa discusión sobre la autonomía de las “mujeres campesinas” -así se llamaba la organización social en esos años- fue la que comenzamos a dar.

Con algunas compañeras aymaras, le dimos bastante empuje -antes de caer presas- a la Federación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa, como organización específica de mujeres campesinas de Bolivia que, según nosotras, las del EGTK, tenía que ser autónoma. Pero aquí los compañeros se oponían y decían: existe una organización matriz mixta y esta “sección” de mujeres puede ser solo una parte de la “organización principal”. Entonces, ahí quedaba siempre el problema de las compañeras reducidas a un sector dentro de la lucha.

En esas circunstancias, con las compañeras aymaras, inventamos una formulación que nos parecía adecuada: nosotras dábamos una lucha dentro de la lucha.

Ahora, a mis 60 años, te diría que esa idea está mal planteada, pero la sentíamos necesaria y correcta en ese momento. Esta mal planteada porque admite que la lucha de las mujeres sea sectorializada, admite que las mujeres son un sector y no una experiencia histórica distinta, plenamente valiosa. Ahora tengo muy claro que las mujeres no somos un sector: como mujeres, encarnamos una experiencia histórica contradictoria, que rechazamos y subvertimos desde nosotras mismas; desde ahí, nosotras pensamos la generalidad de las transformaciones que requerimos. En aquellos años, la idea de “lucha dentro de la lucha” como clave de la práctica de las mujeres rebeldes sí reconocía que hay una específica forma de expropiación de las fuerzas, energías y creaciones de las mujeres de los diferentes pueblos, que va variando según los contextos, asumiendo un terreno común de tales expropiaciones y de las maneras de enfrentarlas. Sin embargo, esa formulación sectorializaba las luchas de las mujeres: no concedía al pensamiento femenino la posibilidad de pensar cómo subvertir y trastocar lo general.

Personalmente, me costó mucho trabajo superar esa formulación. Sin embargo, la experiencia de la cárcel con las otras presas políticas, rodeadas de todas las presas comunes, con los hombres repartidos en otras cárceles y las mujeres separadas de ellos, fue muy importante para mí. En nuestras cárceles, podíamos hacer todo lo que se nos ocurría y eso hicimos… Todo lo que pudimos e imaginamos, lo llevamos a la práctica y fuimos nosotras las que desafiamos al sistema judicial y, así, logramos salir todos, varones y mujeres, unos años después.

*Por Alessia Dro para La tinta / Fotografía de portada: A/D.


*Ayllu: forma andina de autogobierno comunitaria, anterior al periodo incaico y a la colonización española.

Fuente de la información e imagen: https://latinta.com.ar

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María Rodríguez: “Las personas jóvenes somos discriminadas por ser jóvenes y, sobre todo, como estudiantes”

Por: 

María Rodríguez Alcázar es una joven española que, desde el 1 de enero, presidirá el Foro Europeo de la Juventud. Es una etapa más en su trayectoria en la participación juvenil. Una etapa que nació en la asociación de su instituto en el murciano pueblo de Beniel (Región de Murcia) y que la ha llevado, algo más de 12 años después, a Gante (Bélgica), a hacer un doctorado y a presidir la más importante organización de jóvenes de todo el mundo.

María Rodríguez es una joven extremadamente curtida en la participación juvenil. Empezó en el instituto, como ella misma cuenta. De ahí, a la presidencia de la Federación de Asociaciones de Estudiantes de la Región de Murcia, de donde saltó a presidir Canae, a participar como asesora técnica de la Fundación de Infancia (presidida por su antiguo homólogo Carles López, expresidente de Canae). Después de esto, ocupó la vicepresidencia del Consejo de la Juventud de España y, de ahí, saltó, en 2020, Foro de la Juventud Europea, organización que presidirá dentro de unos días durante dos años.

Rodríguez no se pone más límite que el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas o participar en las administraciones públicas legislando sobre derechos. El día que decidió que la participación y la incidencia políticas eran lo suyo, comenzó un camino que, ahora mismo, la ha llevado a su doctorado en la Universidad de Gante en colaboración con el Instituto universitario de Naciones Unidas, de la mano de una beca de la Fundació laCaixa. Hablamos con ella de qué es la participación, por qué es importante y qué retos se plantea en los próximos dos años, durante su mandato.

Quería empezar por tus principios. Repasando tu trayectoria, vas a presidir desde enero el foro Europeo de la Juventud. Pero antes has estado vicepresidiendo el Consejo de la Juventud de España, has pasado por la Plataforma de Infancia, presidiste Canae… Llevas 12 años en organizaciones de juventud ¿cómo empezaste toda esta andadura y por qué?

Empecé en la asociación de estudiantes de mi instituto, un centro del pueblo de Beniel, en la Región de Murcia. Es un pueblo bastante pequeño. Siempre he tenido muchas ganas de participar, de involucrarme en proyectos. En cualquier cosa que organizaba el instituto o el ayuntamiento yo siempre estaba ahí. Además, vengo de la Huerta y no había muchísimas oportunidades de ocio.

Un día un compañero de clase me dijo que había una asociación de estudiantes en el IES y que estaban intentando reactivarla. Me preguntó si me apetecía participar en una reunión en un recreo; nos invitaron a un evento a nivel regional con otras asociaciones de estudiantes, con la Federación Murciana de Asociaciones de Estudiantes. Ahí me enamoré de la estructura, de la gente que estaba allí, con muchas inquietudes. Gente diferente a la que tenía yo en mi contexto. Me gustó el ambiente y con la asociación del instituto empezamos a hacer actividades para estudiantes; hacíamos algunos debates en ese momento en el que empezaban los recortes en educación, con lo que empezamos a hacer cosas de política educativa también. Con la Federación Murciana, que era la que daba más formación, que nos enseñaban las estructuras para participar en el instituto en el consejo escolar; o de qué forma los delegados de clase podrían cumplir una función que fuera útil más allá de ir a por tizas y hacer fotocopias que era, por desgracia, en muchos institutos se dedican. Ahí empezó esa conciencia y luego seguí participando en la Federación Murciana, de la que fui presidenta y luego en Canae, ya a nivel estatal.

Esos fueron ya tus primeros pasos de incidencia…

Bueno, en realidad lo fueron en el instituto, en el consejo escolar.

¿Conseguisteis algún cambio entonces?

En aquellos años el equipo directivo en aquel momento era bastante contrario a la participación estudiantil en el sentido de que creían que si los estudiantes se organizaban la iban a liar. Y, quizá la liábamos un poco, pero también hacíamos muchas propuestas. De las cosas que más orgullosa me siento es cuando nos reunimos todos los delegados, después de haber tenido una conversación con nuestras clases, para hacer propuestas para mejorar el instituto. Elaboramos un documento que presentamos al equipo directivo con nuestras propuestas. Lo recuerdo con bastante cariño.

En el momento en el que comencé a participar en asociaciones de estudiantes me di cuenta de que estaba siendo más crítica con el mundo a mi alrededor

¿Por qué es importante la participación de la juventud?

Es la forma de activar la conciencia con el mundo. Desarrollar un pensamiento crítico y preguntarnos por qué las cosas son como son y por la forma en la que podemos cambiar las que no nos gustan.

Para mí fue un momento de inflexión cuando comencé a participar en asociaciones. Antes hacía cosas que me daban satisfacción personal, me gustaban, pero realmente no desarrollaba una conciencia social. En el momento en el que comencé a participar en asociaciones de estudiantes me di cuenta de que estaba siendo más crítica con el mundo a mi alrededor. Por esto es por lo que creo que tiene sentido que sigamos promoviéndolo. Es lo que genera que seamos ciudadanos y ciudadanas activas más allá de votar cada cuatro años, que nos preocupemos del mundo a nuestro alrededor.

¿Hasta dónde crees que se consigue incidencia real mediante las organizaciones de juventud?

Creo que las organizaciones de juventud tenemos el gran handicap, incluidas las de estudiantes, de ser jóvenes. En muchas ocasiones no se nos tiene en la misma consideración que a otros colectivos por el hecho de ser jóvenes. Vamos a los espacios y siempre es lo mismo: “Anda, mira, si hace propuestas, qué bien hablas”. Perdona, no necesito que me digas lo bien que hablo, solo necesito que cojas mis propuestas y las implementes. En muchas ocasiones vivimos esa discriminación, y sobre todo como estudiantes. Creo que es el ámbito en el que más lo he sufrido. Cuando vas a una reunión del consejo escolar y tienes a padres y madres y a profesores y a estudiantes de 12, 13 y 14 años, cuando cuentas tus propuestas nadie te tiene en consideración con un nivel de seriedad que esperarías de cualquier otra persona.

Más allá de esto, conseguimos tener bastante incidencia política. Pero tenemos que romper la barrera de que se nos tenga en consideración como a cualquier persona. Una vez que lo conseguimos, tenemos incidencia con enmiendas en leyes, en proyectos como el Plan de Choque por el Empleo Joven que lo hicimos desde el Consejo de la Juventud de España… Tenemos incidencia pero nos cuesta mucho más porque tenemos una gran barrera que romper.

En muchas ocasiones no se nos tiene en la misma consideración que a otros colectivos por el hecho de ser jóvenes

Empiezas en 2010, con los primeros recortes de la crisis. Las personas jóvenes lleváis media vida, por no decir que entera, en una crisis continua. La situación que tenéis es muy complicada. ¿Cómo lo ves tú?

Esta es la línea discursiva que tenemos. Las personas de mi generación, desde que estamos en la educación secundaria, hemos tenido crisis; las personas más jóvenes que yo, han nacido con sus familias en crisis o con la palabra crisis instalada en sus vidas.

El gran problema es que las medidas que se tomaron para paliar la crisis de 2008 no atendieron bien a al juventud. No estaba tanto en el punto de mira, lo que nos llevó a que en 2020, con la crisis del Covid, una gran cantidad de la juventud estuviera en situación de pobreza, un tercio estaba en riesgo de pobreza y exclusión social. Esto nos ponía en una situación súper vulnerable, con trabajos precarios (quien los tenía), sin capacidad de emanciparnos. Con las crisis del covid y la inflación e incluso con la crisis de la democracia que estamos viviendo es más difícil emprender nuestra vida de manera independiente.

El Consejo de la Juventud de España (CJE) tiene ahora una campaña: “La maldición de la eterna juventud”, y efectivamente, estamos constantemente posponiendo nuestros planes, lo que nos lleva a la situación de perder la motivación, a tener muchos problemas de salud mental que, por suerte, con la crisis del coronavirus se han empezado a visibilizar más. Aún así no es solo cuestión de visibilizar, sino de darles respuesta. Me alegro de que durante esta crisis del coronavirus la juventud haya estado en el punto de mira, en la política. De hecho, esto ha llevado a que 2022 fuera el Año Europeo de la Juventud, reconociendo que la juventud ha sido uno de los colectivos que más ha sufrido la crisis del coronavirus social y económica. Pero lo que queremos es que esta situación perdure, que la juventud siga en el punto de mira constantemente y no volvamos a la situación en la que siempre pasamos desapercibidos de las políticas. Con temas de salud mental, las organizaciones de jóvenes llevamos años reclamando que se tomen medidas, y solo con el coronavirus, cuando otros colectivos empezaron a sufrir mucho más, cuando se ha puesto más en la esfera política. Parece que nuestros problemas son menos improtantes o se acepta socialmente que podamos sufrir un poco porque en unos pocos años, cuando tengamos 30, nuestra vida será mejor. Lo que vemos es que las cosas no funcionan así. Necesitamos medidas que pongan remedio a nuestros problemas ahora, en el presente. La juventud no es el futuro, es el presente.

Me gusta esto porque siempre que hablamos de juventud o infancia, se habla de los adultos del mañana, como si las dos o tres primeras décadas de vida fueran una preparación para lo de verdad…

Creo que tenemos que pensar esto en términos de sociedad. Ahora, con la pirámide de población, que está envejeciendo… si los jóvenes ahora no pueden trabajar y no contribuyen a la Seguridad Social, ¿quien va a pagar las pensiones? Nos tenemos que poner en un plano mayor, no es simplemente los problemas de ahora de la juventud, también son los problemas que como sociedad vamos a vivir o cómo vamos a sostener el Estado de Bienestar.
En los últimos tiempos también se habla de la solidaridad intergeneracional, pero la tenemos que instalar mucho más en el discurso.

Necesitamos medidas que pongan remedio a nuestros problemas ahora, en el presente. La juventud no es el futuro, es el presente

Quería preguntarte por tu presidencia del Foro. Empiezas en pocos días. No me puedo imaginar qué significa esto, ¿qué esperas de estos dos años?

En realidad, me hace mucha ilusión porque en este periodo vamos a tener la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea . Es un buen momento de conexión de Esapaña con el resto de la UE. Creo que se pueden amplificar discursos y cosas que se están haciendo bien en España y pueden ser referencia o viceversa. Además, tenemos elecciones al Parlamento Europeo, quizá uno de los acontecimientos más grandes que tenemos. Y el reto que tenemos por delante es que haya muchas más personas jóvenes en el Parlamento. Este sería uno de los objetivos, así como que haya más partidos que adopten esas recomendaciones que hacemos desde las organizaciones. Pero sobre todo más presencia de personas jóvenes que lleven nuestra voz al Parlamento.

Esta será la base del trabajo porque, las elecciones serán en 2024 pero, para trabajar en ellas, tenemos que ponernos ya con los partidos tanto para convencerlos de que presenten candidaturas jóvenes y para que incluyan nustras propuestas y las de otras organizaciones europeas. El Foro de la Juventud Europeo está compuesto por consejos de la Juventud de toda Europa, no solo de la UE. Y a nivel nacional nos va a tocar trabajar mucho con todas las personas que candidaten a las elecciones.

La juventud pasa completamente desapercibida y nuestros derechos no se toman tan en serio como los de otros colectivos

Somos la organización que representea a la juventud en el marco de Naciones Unidas. Llevamos años reinvindicando que haya una Convención para la protección de los derechos de las personas jóvenes. Mi trayectoria en el ámbito de infancia es bastante relevante aquí porque ha estado muy relacionada con los derechos de la infancia y he trabajado con la Convención de Derechos de la infancia. Queremos promover algo parecido a esto en el marco de la ONU. Es algo que ya está avanzado, llevamos años de trabajo y, de hecho, cada vez hay más recomendaciones de Naciones Unidas que hablan de los derechos de la juventud. Lo que estamos intentando es que haya un mecanismo específico que defienda los derechos de las personas jóvenes, por todo lo que comentábamos: no solo en España o Europa, sino en todo el mundo, la juventud pasa completamente desapercibida y nuestros derechos no se toman tan en serio como los de otros colectivos, o de la población adulta. Necesitamos mecanismos específicos que evalúen cómo se ejercen los derechos entre la juventud. Ese es el gran paso que intentamos.

Y, justo a nivel europeo, estamos trabajando una cosa: una directiva para prohibir las prácticas no remuneradas. Es un gran proyecto que he liderado estos dos últimos años desde el equipo directivo del Foro Europeo. Esperamos que la Comisión Europea apruebe una directiva de carácter vinculante para prohibir las prácticas no remuneradas y establecer ciertos criterios de calidad. En España, hace un par de meses, se aprobó el Estatuto del Becario que, de hecho, es un buen precedente que se puede trasladar a otros países.

A colación de lo que cuentas, quería preguntarte cuáles son los derechos más específicos de la juventud.

No es que haya unos derechos específicos de la juventud, perdón si lo he formulado así. Por ejemplo, se trata de derecho como al empleo o a una vivienda, derechos de toda la población.

Por ejemplo, vovlamos a las prácticas no remuneradas. Hace un par de años presentamos una demanda colectiva en el marco del Consejo de Europa, por la Carta de Derechos Sociales. Una demanda colectiva contra Bélgica en la que argumentamos que el país estaba violando los derechos de la juventud: el derecho a no ser discriminado y a una remuneración justa por el trabajo. Todo ello por el asunto de las prácticas no remuneradas. Lo hicimos contra Bélgica porque era el país con más prácticas no remuneradas de Europa. Presentamos la demanda y recibimos la respuesta este año: efectivamente se vulneraba el derecho de la juventud a no ser discriminada por razón de edad y el derecho a recibir una remuneración justa al hacer prácticas no remuneradas después de graduarse.

Este es un ejemplo muy concreto de discriminación por edad. O cuando no tenemos la oportunidad de conseguir un empleo; o el derecho a la educación: cuando ha habido gente que no ha podido pagar la matrícula universitaria porque era muy alta o no tenían acceso al sistema de becas para compensarlo, también se vulneraba el derecho a la educación. También existe el derecho a la salud, que no solo física, también mental. Las personas jóvenes no pueden acceder a terapia o ni siquiera al recurso para saber si tienen o no un problema de salud mental. O con el derecho al medioambiente.

No es que haya derechos específicos de la juventud, pero sí hay discriminación por edad y, en las principales transiciones de la vida como, por ejemplo, de la educación al trabajo; de vivir con la familia e independizarse, somos más vulnerables. Y es necesario que haya una atención específica de los derechos de la juventud. Ese es el principal argumento del Consejo de Derechos Humanos de ONU y que identifica diferentes ámbitos. Uno de ellos es el acceso, de hecho, a los espacios políticos. La juventud está infrarrepresentada en todos los espacios políticos. Y es más difícil para una persona joven ser candidata a unas elecciones. Por eso se tienen que potenciar aquellos espacios de promoción de la participación, de educación democrática para conseguir que haya más personas jóvenes en ls espacios de representación.

Hoy por hoy, en el Parlamento Europeo solo hay cinco personas jóvenes, menores de 30 años.

Eso te iba a preguntar, hasta dónde se considera a alguien joven.

Hay diferentes regulaciones en Europa. En España es hasta los 29. Pero hay distintos criterios a nivel autonómico. No hay una edad concreta establecida. De hecho hay mucho debate ahora sobre si considerar joven a personas hasta los 35 años porque, ahora al llegar a los 30 no tienes esa vida independiente que se suponía que tendrías al final de su juventud. Por eso está la cuestión de alargar la juventud hasta los 35 años. Me parece terrible aunque entiendo la filosofía que hay por detrás; antes con 25-27 años podrías tener una vida independiente y ahora, se pospone hasta los 35. Es terrible, dramático.

Desde las administraciones públicas se debe apoyar el asociacionismo y la participación y con esto me refiero también a que haya financiación para esas organizaciones

Lo es, efectivamente. No deja de ser un problema de acceso al trabajo, la vivienda o los servicios…

Un problema de acceso a los derechos que se nos deberían garantizar como ciudadanos.

Hams hablado ya de algunos de los pilares de tu campaña a la presidencia del Forum de la Juventud: de los problemas de acceso a los derechos; también sobre la inclusión socioeconómica de la juventud. Me gustaría que habláramos un poco más del reconocimiento de las organizaciones de juventud, el tercero. ¿Cómo debería articularse?

Empiezo por el reconocimiento de la existencia y la posibilidad de que todas esas organizaciones sean fuertes. Desde las administraciones públicas se debe apoyar el asociacionismo y la participación y con esto me refiero también a que haya financiación para esas organizaciones. Entre las principales consecuencias de la crisis de 2008 y del Covid, pero sobre todo el 2008, hubo un debilitamiento del movimiento asociativo porque se acabó con muchas de las subvenciones que tenían estas organizaciones para organizar cursos y formar a gente. Las entidades de juventud hacen, sobre todo, una labor educativa. Son lugares donde aprendemos a hacer incidencia política, aprendemos de política educativa, a trabajar con otra gente, a muchísimas cosas. Lo principal, y es otra de las recomendaciones de la Convención sobre el Futuro de Europa, es que hay que apoyar a las asociaciones de la sociedad civil, especialmente a las juveniles y a través de financiación.

Luego está el reconocimiento. Que desde las adminsitraciones públicas de cualquier nivel, local, regional, estatal y también europeo, se tenga en consideración a estas asociaciones a la hora de legislar. Me refiero a que se incluyan en el diseño de las políticas públicas. A nivel europeo estamos demandando que haya un análisis de impacto de todas las políticas a las personas jóvenes. En el caso de que tuvieran un impacto negativo, que se desarrollen medidas de mitigación. El tercer pilar es que se incluya a las personas jóvenes y a las organizaciones que las representan en la valoración de esas políticas que les pueden afectar.

A nivel europeo estamos demandando que haya un análisis de impacto de todas las políticas a las personas jóvenes

De esta manera, se estudiaría si una política afecta o no a las personas jóvenes; si es que sí, incluimos a estas personas en el desarrollo de las políticas. Si hay impactos negativos, desarrollamos medidas para mitigar. Esto es crucial. Que desde las administraciones públicas tuvieran esta conciencia de traer a colectivos de jóvenes: sindicatos, asociaciones, juventudes de los partidos, el Consejo de la Juventud de España… a la conversación para escuchar sus propuestas sobre lo que les afecta y si una medida determinada puede o no solucionar sus problemas.
Que esto sea sistemático, creo que puede suponer el gran cambio.

Además, a nivel estatal vemos que no hay un ministerio que aborde los temas de juventud. Ahora mismo, se aborda desde la Agenda 2030 en el Ministerio de Servicios Sociales. Desde el CJE hemos demandado siempre, en España y Europa, que la juventud se aborde desde presidencia de Gobierno, o desde una estructura que sea similar y esté vinculada a presidencia. Se debe asegurar así que juventud no es algo específico, sino transversal en los diferentes ministerios. Se habla de juventud desde Sanidad, desde Transición Ecológica, Derechos Sociales, Empleo, Educación… se debe asegurar una coordinación en un espacio con poder en el Gobierno para trasladar las necesidades de la juventud.

Si conseguimos aumentar el nivel de conversación sobre juventud, creo que las organizaciones juveniles tendrán más impacto y los temas que tratan tendrán más espacio en la agenda pública.

Tratamos de promover que las personas jóvenes a partir de los 16 años puedan votar. Estamos muy convencidos desde el Forum Europeo, también desde el CJE

Yo no tenía más preguntas, pero no sé si me he dejado algo que fuera importante.

Sí. hablando de los pilares de la campaña recuerdo que, vinculado a las elecciones europeas y en muchos países europeos durante 2023 y 2024, tratamos de promover que las personas jóvenes a partir de los 16 años puedan votar. Estamos muy convencidos desde el Forum Europeo, también desde el CJE, y es una propuesta que parte de las organizaciones juveniles.

En los últimos años ha habido también bastante desarrollos y mejoras en Europea. En Malta se aprobó hace unos años el voto a partid de los 16 y de hecho en las últimas elecciones ya lo implementaron. En Austria llevan unos cuantos años también. Este últimos años, Alemania y Bélgica aprobaron que en las próximas elecciones europeas se pueda votar a partir de lso 16 años. Todavía no a nivel nacional. Se están dando pasos con este tema y esperamos que pueda extenderse por otros países europeos.

Y, sobre todo, que ahora que habrá elecciones en muchos países, España también, es buen momento para incluir esta propuesta en los programas de los partidos políticos.

A los 16 años puedes trabajar pero no puedes votar a partidos que van a regular tus condiciones laborales. No tiene sentido

Ciertamente entre los 16 y los 18 años hay importantes divergencias, de manera que votas con 18 aunque puedes trabajar, por ejemplo, desde los 16… ¿crees que un paso interesante podría ser que la mayoría de edad bajase de los 18 años?

No sé si esta es la solución porque tal vez sí hay cuestiones que mejr sean a los 18, pro sinceramente, a partir de los 16 es cuando acaba la educación secundaria obligatoria, es el momento en el que esa educación que se supone que todo el mundo debe tener en el estado ya estaría cubierta. El argumento de la educación ya no debería existir porque, además, se puede reforzar la educación cívica. Hay diferentes derechos y obligaciones a los que puedes acceder a los 16 años, como el poder trabajar y el contribuir a la seguridad social. Puedes trabajar pero no puedes votar a partidos que van a regular tus condiciones laborales. No tiene sentido. Pero, además, si nos ponemos en un plano más macro, la población joven está disminuyendo y la adulta, sobre todo por encima de los 40 años, estará más sobrerrepresentada que ahora en los espacios políticas. Reduciendo la edad de voto conseguimos, uno, que los partidos presten más atención a los problemas de la juventud y pongan más medidas que nos afecten porque ampliamos el electorado; y ya sabemos que las campañas electorales y los programas responden al electorado. Y, luego, podemos conseguir más personas jóvenes que estén activas en la esfera política e, incluso, puedan acceder a las instituciones mucho antes. De hecho, nos alegró mucho que tras trabajar este año con el Comité de las Regiones a nivel europeo, y que aprobase hace unos días la Carta Europea por la Juventud y la Democracia. Se trata de un acuerdo interno del Comité con el Foro de la Juventud, para implementar en todos los niveles territoriales, y que habla de los derechos de la juventud en el ámbito político. Una de sus recomendaciones es valorar la reducción de la edad de voto a los 16 y también, por ejemplo, aumentar el reconocimiento político y económico de las organizaciones juveniles, así como otras propuestas. Es muy buen documento de referencia.

A parte de todas estas cosas que haces desde 2010, además sigues estudiante. Estás haciendo un doctorado en Bélgica. ¿A dónde quieres llegar? ¿Dónde está el límite?

Ahora estoy haciendo mi doctorado en Gante con la Universidad de Naciones Unidas. Es un ámbito, el de derechos humanos, que me gusta mucho. La protección de derechos, la incidencia política en este ámbito, en las ONG… lo que me encantaría, como trabajo ideal, sería trabajar en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Ese sería como el objetivo final. Mientras tanto, me veo trabajando en incidencia política en ONG europeas o españolas. Es un ámbito en el que me siendo muy cómoda y, por qué no, en algún momento, podría llegar a estar en Administraciones regulando yo misma.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/12/20/maria-rodriguez-las-personas-jovenes-somos-discriminadas-por-ser-jovenes-y-sobre-todo-como-estudiantes/

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