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Lola Cabrillana: “El profesorado no está impartiendo la historia y la cultura gitana dentro de su currículum, como marca la ley”

Por: Lucía García López

Publicada en www.educaciontrespuntocero.com

En las aulas españolas, como en la sociedad, se siguen dando conflictos racistas a diario. Así lo cree Lola Cabrillana, maestra de Infantil, escritora y tuitera. Hemos hablado con ella sobre cómo educar en el respeto y la tolerancia.

La maestra de Educación infantil Lola Cabrillana cuenta en su perfil de Twitter (@de_infantil) con casi 40.000 seguidores, un espacio en el que reflexiona y reivindica la importancia de construir una sociedad en la que el racismo y la intolerancia desaparezcan. Además, esta docente y escritora difunde en el aula la importancia de valores como el respeto, la empatía y la tolerancia, para que sus pequeños estudiantes -que aún no tienen prejuicios- puedan conocer desde edades tempranas qué es el racismo y por qué no debe tener lugar en la sociedad.

Cabrillana vive en Málaga y es de origen gitano, un pueblo que ha sufrido y sigue sufriendo el racismo y el ‘antigitanismo’ prácticamente a diario. Acaba de publicar su última novela, ‘La maestra gitana’ (Grijalbo Narrativa), en la que narra una historia protagonizada por una valiente profesora que lucha contra los prejuicios que hay en su entorno laboral por su origen étnico y por conseguir que las jóvenes gitanas continúen formándose y no dejen de lado sus estudios. Con él pretende también repasar la historia y la cultura de su pueblo desde una mirada positiva.

Hemos hablado con ella sobre el papel del racismo en las aulas españolas y cómo los docentes, pero también las familias, deben trabajar para educar a estudiantes críticos y empáticos.

La Maestra Gitana Lola Cabrillana

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Pregunta: ¿Sigue habiendo racismo en las aulas españolas?

R: Hay racismo en la sociedad española, por lo tanto en las aulas también. Pero estoy convencida que los docentes de este país no son permisivos al respecto y trabajan duro para combatirlo.

P: ¿Ha sufrido situaciones racistas en su entorno laboral por ser gitana? 

R: No he recibido nunca situaciones racistas en mi entorno laboral por la sencilla razón de que físicamente no encajo en lo que se espera de una mujer gitana. Pero sí he vivido en primera persona comentarios despectivos hacía mi pueblo, teniendo que expresar, siempre con educación, mi punto de vista.

P: ¿Por qué decidió escribir ‘La Maestra gitana’? ¿Ha recibido comentarios racistas por publicar este libro?

R: Escribí ‘La maestra gitana’ con el objetivo de mostrar la historia y la cultura del pueblo gitano desde otra mirada; una mirada respetuosa que mostrase la realidad que nunca se ve y que está distorsionada por programas de televisión guionizados. He recibido numerosos ataques racistas, en su mayoría de forma anónima, la mayoría de las veces amenazando con reseñas negativas para frenar el éxito del libro.

P: ¿Cree que en los currículos y materiales didácticos actuales se abordan suficientemente este tipo de problemas?

R: Creo que el profesorado no está impartiendo la historia y la cultura gitana dentro de su currículum, como marca la ley. Hay un material a su disposición excelente que no está siendo utilizado por la mayoría de los docentes.

P: ¿Qué se puede hacer desde las aulas para educar en la tolerancia y el respeto a los demás?

R: Creo que es muy importante educar en valores, aprender a respetar las diferencias y, sobre todo, disfrutar de la diversidad que hay en nuestras aulas. A veces no es cuestión de integrar, es mucho más favorable asimilar para enriquecernos.

«Es evidente que todas las manifestaciones de oído son modelos que se deberían evitar. Creo que si nuestros jóvenes tienen empatía y una forma de resolver los conflictos sin violencia, son menos influenciables por este tipo de actuaciones. El trabajo para que esto ocurra debe de empezar en las familias»

Lola Cabrillana

P: El reciente caso del futbolista Vinicius ha puesto sobre la mesa que el racismo sigue presente en muchos ámbitos como el deporte. ¿Cree que este tipo de actitudes entre aficionados puede influenciar en los comportamientos de seguidores más jóvenes?

R: Es evidente que todas las manifestaciones de oído son modelos que se deberían evitar. Creo que si nuestros jóvenes tienen empatía y una forma de resolver los conflictos sin violencia, son menos influenciables por este tipo de actuaciones. El trabajo para que esto ocurra debe de empezar en las familias.

P: Las redes sociales son también un canal en donde proliferan este tipo de comentarios y de situaciones que a menudo acaban en casos de bullying. ¿Cómo se puede concienciar al alumnado sobre su uso correcto?

R: Vuelvo a utilizar la palabra ‘empatía’. Faltan actuaciones donde el alumnado se ponga en la piel del otro. En una sociedad donde lo importante es el ‘like’, tenemos que educar para que sean críticos y que no todo valga para conseguirlo. Y esto tiene que ser un trabajo conjunto con las familias.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/lola-cabrillana-gitana/

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Amelia Valcárcel: “El feminismo es rebelde, pero no toda la rebeldía es feminista”

Por: Carmen Sigüenza y Cristina Bazán

La filósofa y feminista Amelia Valcárcel publica “La civilización feminista”, un ensayo en el que retoma la genealogía fundamental del movimiento por la igualdad “y la plena ciudadanía de las mujeres: sus distintas etapas, sus obras seminales y sus conceptos centrales”.

Un movimiento que, afirma en su último libro publicado por La Esfera de los libros, tiene una “agenda ética y política irrenunciable”, además de “completamente contraria” a la del “lobby” queer, que, en su opinión, “está pretendiendo sustituir fraudulentamente al feminismo”.

Un tema que ha estado sobre la mesa en los últimos años, pues hay diferencias entre los movimientos feministas sobre la inclusión o no de lo queer en la agenda por la igualdad que se han hecho cada vez más patentes.

Consultada por Efeminista sobre si cree que las divergencias que existen en el movimiento también se pueden deber a un asunto generacional, la catedrática de la UNED lo pone en duda y llama a volver siempre a la teoría. “No confundamos la rebeldía con la teoría. El feminismo siempre es en sí rebelde, pero no toda la rebeldía es feminista”.

“La civilización feminista”, de Amelia Valcárcel

P.- ¿Por qué ha considerado que era necesario escribir este libro?

R.- Es el número 20 de los libros que he escrito. En razón de mi carrera he tenido siempre que alternar uno de filosofía y otro de feminismo, por fin he conseguido introducir en un solo libro las dos cosas.

Estamos en los inicios de un enorme cambio social, que nos pide urgente reflexión y, sin embargo, debate sosegado.

P.- ¿Es el movimiento queer una amenaza para la emancipación de las mujeres?

R.- Primero, no es un movimiento, es un lobby. Numéricamente la doctrina queer es casi insignificante, pero en tanto que trata de redefinir el completo universo de discursos de lo que significa la libertad, y la libertad de las mujeres en la sociedad, en tanto que intenta suplantar al feminismo como teoría de la comunicación y de la agenda, es una novedad política en la que hay que interesarse.

El feminismo y la lucha LGBTI

P.- El movimiento feminista siempre ha sido un aliado de la lucha LGTBI y de otras minorías sociales. ¿Separar esas luchas no sería debilitar la transformación de la sociedad?

R.- El movimiento feminista es universalista, se empeña en todas aquellas acciones que persiguen afirmar las libertades individuales y públicas. No solo ha sido principal aliado de la causa LGB -no lgtbi- ha sido cabeza de esa causa. La normalización social y política de la homosexualidad es importante en una sociedad abierta. El feminismo ha estado en primera línea para conseguirlo.

En general, el feminismo no tiene nada de qué avergonzarse.

P.- ¿Cómo ve el movimiento feminista actual? ¿No cree que se está generando un movimiento reaccionario y de odio en las redes que no favorece al feminismo?

R.- El movimiento feminista es una cosa y las políticas del Estado son otras. En su mayor parte, las políticas son feministas a día de hoy. Es más importante para saber lo que verdaderamente ocurre preguntarse por la resistencia al feminismo que por el propio feminismo. Nadie se opone a la sanidad pública ni a la educación universal ni a la previsión social y todo su enorme aparato administrativo. Las sociedades que nos han precedido no solo no lo han tenido, tampoco lo necesitaban porque las mujeres habían de ocuparse de casi todo ello. Vivimos en un mundo nuevo de una enorme amplitud. Es importante enfocar bien el paisaje político.

El feminismo es una característica del conjunto social, de nuestro conjunto social y civilizatorio, por cierto, no muy bien admitida en otros circuitos civilizatorios.

Probablemente utilizando un recurso adecuado, podamos en breve evaluar la tasa de misoginia presente en el ambiente social. Habría que considerar cosas como la credibilidad de las mujeres, su derecho a la palabra, su derecho al transito público sin interrupciones, su derecho a la ambición, su capacidad de interrumpir la ley del agrado, en fin, muchas variables que seguro que una buena sociología puede fácilmente encajar. Pero si hablamos de impresiones, parece cierto que en los últimos tiempos la sistemática tergiversación del feminismo está contribuyendo a enrarecer el ambiente.

“El feminismo siempre es en sí rebelde”

P.- ¿Considera que estas divergencias pueden ser también un asunto de brecha generacional? 

R.- Comprender la sociedad en que vivimos y ser capaz de dar razón de cada uno de sus tiempos exige una capacidad de síntesis y conocimiento de la historia de la teoría de las ideas y de las acciones sociales, movimientos de tal magnitud que necesitan de una vida entera para conocerse en profundidad.

El feminismo no es ninguna emoción, es un conjunto teórico y explicativo muy extenso con enorme bibliografía. No confundamos la rebeldía con la teoría. El feminismo siempre es en sí rebelde, pero no toda la rebeldía es feminista.

Fuente de la información e imagen:  https://efeminista.com

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Marcela Huaita: La IA también puede reproducir violencia contra las mujeres

Por: Cristina Bazán

El surgimiento de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial (IA), también ha cambiado y exacerbado la forma en la que se ejerce violencia contra las mujeres en América Latina y esto se ha convertido en una de las principales preocupaciones del Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, más conocida como Belém do Pará.

“Tenemos que alertar a los Estados de que estamos a puertas de una nueva situación, que es la inteligencia artificial. Y la inteligencia artificial, como cualquier otra plataforma, también puede reproducir violencia, desde la identificación de algoritmos que pueden discriminar o situaciones de control hacia las mujeres”, afirma en una entrevista con Efeminista la presidenta del Comité, Marcela Huaita.

Aunque los datos sobre la violencia en línea hacia las mujeres son escasos en la región, algunos estudios locales y mundiales ya evidencian la magnitud de esta nueva forma de violencia: solo en México, 95 de cada 100 víctimas de violencia digital son mujeres y que 8 de cada 10 personas agresoras (identificadas) son hombres. Mientras que la relatora especial sobre la violencia contra la mujer de Naciones Unidas dijo en un informe en 2018 que el 23% de las mujeres y las niñas ha sufrido abuso o acoso en línea al menos una vez en su vida, y que por lo menos 1 de cada 10 ha sufrido alguna forma de ciberviolencia desde los 15 años.

Sin embargo, la también exministra de la Mujer de Perú, dice que la protección que otorga esta pionera Convención, que este 9 de junio cumple 29 años, está más vigente que nunca, a pesar del auge de nuevas formas de violencia, y que son los países los que deben empezar a cumplir con las obligaciones que tienen y trabajar para prevenir y erradicar la violencia, especialmente desde la educación.

29 años de la convención Belém do Pará
Pregunta: La Convención cumple 29 años, ¿qué importancia ha tenido este instrumento en la prevención de la violencia contra las mujeres en la región?

Respuesta: La importancia de la Convención es muy grande no solamente porque ha tenido repercusión a nivel de América Latina sino porque es la primera convención que aborda esta problemática en el mundo y que marca un parámetro que luego lo siguen otras regiones como Europa, que después de algunos años logra tener una convención similar.

Esta Convención surge del convencimiento de los Estados en la región de que deben intervenir para prevenir la violencia contra las mujeres y del esfuerzo en todos nuestros países de organizaciones de mujeres, porque nace de las organizaciones de la sociedad civil.

En segundo lugar, yo diría que para efectos de la prevención es clave generar diagnósticos y conocer y profundizar la problemática. La Convención habla de la violencia que se puede dar en el marco de la familia, en el marco de la comunidad y también la violencia que puede ser consentida o perpetrada por el Estado, en estas dimensiones podemos identificar diferentes situaciones en que los Estados tienen que abordar esta violencia haciendo no solo un trabajo de atención de las víctimas sino especialmente de prevención para hacer que la comunidad reconozca las diferentes formas en que esa violencia se produce.

La inteligencia artificial y la violencia contra las mujeres
P: ¿Qué temas o tipos de violencia son los que más le preocupan al Comité de Expertas?

R: La violencia, lamentablemente, reviste de diferentes formas y a raíz de la pandemia surge con mayor nitidez cómo la violencia, que es una práctica social, va a utilizar las herramientas que la sociedad tiene. Entonces pasamos de una interacción cara a cara a una interacción virtual, pero la violencia va a estar presente y se transforma ¿por qué? Porque lo que no se está transformando son estas visiones, esta cosmovisión, en donde todavía las mujeres tenemos un rol subordinado en la mirada de la sociedad.

Entonces una de las cosas en las que nos hemos venido pronunciando y haciendo algunas investigaciones y guías es justamente la violencia en el espacio virtual, que se ha colocado como un tema muy fuerte en el contexto de la pandemia y que nos preocupa porque se ha acelerado la exposición de niñas y adolescentes a estas plataformas virtuales, que por un lado pueden dar muchas oportunidades, pero por otro lado ya hay investigaciones que nos dicen que son estas plataformas virtuales las que pueden generar el contacto con redes de trata, a través de las redes sociales puede haber una serie de situaciones de violencia a mujeres que se expresan, por ejemplo, en Twitter o también el tema de las imágenes, que ahora es tan fácil compartir imágenes que pueden ser degradantes para las mujeres y que circulan sin autorización. Esto nos preocupa.

También tenemos que alertar a los Estados de que estamos a puertas de una nueva situación, que es la inteligencia artificial. Y la inteligencia artificial, como cualquier otra plataforma, también puede reproducir violencia, desde la identificación de algoritmos que pueden discriminar o situaciones de control hacia las mujeres, porque finalmente esto lo manejan personas que pueden trasladar el mismo sexismo o pueden desarrollar programas de ciberacoso o incluso situaciones como manipulación de imágenes o crear imágenes pornográficas a partir de datos.

Lo que no hemos cambiado todavía y que necesitamos seguir profundizando es este trabajo del cambio de la mentalidad. Aquí hay una responsabilidad del Estado, pero también hay una responsabilidad en todas las organizaciones de la sociedad.
P: ¿Y cómo esta convención, creada hace casi 30 años, puede seguir protegiendo a las mujeres y estar vigente ante estas nuevas formas de violencia?

R: La Convención y en general los tratados son documentos vivos, que si bien son suscritos por los Estados en un momento dado su contenido se va actualizando a través de la interpretación que dan los comités monitores de estos tratados. En nuestro caso, nosotras como Comité que hace el seguimiento de los Estados en relación con la Convención tenemos varios informes temáticos y especialmente cuatro recomendaciones generales sobre el tema de legítima defensa, sobre mujeres y discapacidad, sobre mujeres desaparecidas y otra sobre la violencia en adolescentes, relacionada con el embarazo temprano.

Todos estos problemas se dan en la región y nosotras a partir de la revisión de muchos informes de los Estados, pero también de otras investigaciones que hay en nuestra región, lo que hacemos son recomendaciones para que cuando se implemente esta Convención pueda leerse de una manera más actual. La Corte Interamericana de Derechos Humanos también aplica la convención y esto permite su actualización.

Además, podemos reconocer buenas prácticas y también vulneraciones para llamar la atención de los Estados para que cumplan con los estándares a los que se han comprometido.

“Nos preocupa la falta de educación en igualdad”
P: ¿Y qué deudas tienen los Estados de la región con relación a la prevención de la violencia?

R: Una de las cosas que nos preocupa más es la falta de profundidad en la línea de educación para prevenir la violencia contra las mujeres, la educación en igualdad. Porque la prevención de la violencia debe comenzar desde muy temprano en los colegios. Los Estados pueden integrar toda esta problemática de la prevención de la violencia en la propia formación del estudiantado y eso no es suficiente con colocar un buzón de quejas o un sistema de denuncias, porque lo que necesitamos es antes que eso, verificar cuáles son estos comportamientos discriminatorios que se pueden dar en el aula y cambiar para evitar las consecuencias de la violencia. Eso es un tema que nos preocupa mucho.

P: ¿Cree que los Estados le toman real importancia a esta convención como a otros tratados internacionales que no están relacionados a las violencias contra las mujeres?

R: En todos los Estados nosotras tenemos una interlocución muy importante especialmente con los mecanismos de la mujer que puede ser institutos o ministerios en donde hay un compromiso real de trabajo por estas temáticas, algunos con mayor fuerza otros realmente con una mayor debilidad.

En América Latina normalmente hay mecanismos de la mujer que también tienen sus propios debates a la interna porque son mecanismos que algunas veces no tienen el suficiente presupuesto, que dependen de otros sectores más fuertes, pero lo que yo sí podría decir es que todos los países se sienten comprometidos en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, que hay esfuerzos, aunque no suficientes.

Los hombres y la masculinidad
P: ¿Cuáles son los retos de la región con relación a la erradicación de las violencias?

R: Nosotras pensamos que el gran desafío de los próximos años o décadas tiene que ver con trabajar con los varones y en la reflexión sobre el ejercicio de su masculinidad. La situación de violencia basada en género afecta especialmente a las mujeres, pero no exclusivamente y en general hay un consenso en la sociedad en que esto se tiene que trabajar.

Las mujeres cada vez están más conscientes de que esto es algo que no deben soportar en sus vidas.
Entonces hay mecanismos, hay posibilidades de denuncias, de medidas de protección o infinidad de situaciones que pudiesen darse, pero hay un elemento importante que es quién ejerce la violencia y lamentablemente el mayor número de agresores son varones. Entonces este no es un tema que se va a resolver entre mujeres, se tiene que resolver con la sociedad en su conjunto y ahí creemos que todavía hay un importante sendero que caminar junto con los varones para ese cambio en el ejercicio de sus masculinidades. Este es el cambio que sentimos que está pendiente.

P: Las expertas dicen que América Latina tiene grandes leyes, pero que no se ejecutan. ¿Cómo hacer que se baje del papel esta convención?

R: Los Estados tienen compromisos que cumplir, pero es importante la demanda que se hace desde las propias organizaciones de sociedad civil, desde las organizaciones de mujeres. Necesitamos, y por eso la importancia siempre de tener una articulación con la sociedad civil, este carácter de hacerlo exigible, de reclamar para que esto no se quede en la norma, y por supuesto que se les dé el presupuesto suficiente, porque sin presupuesto las políticas públicas no son realistas, no van a poder llegar a las personas que están en los territorios.

Fuente de la información e imagen:  https://efeminista.com

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Luis Hernández Navarro: periodismo para transformar conciencias

Texto: Kau Sirenio

Foto: Programa contracorriente de Rompeviento Tv

 

La trayectoria de Luis Hernández Navarro es también la historia de las luchas democráticas del país. Por su pluma se han narrado los movimientos magisteriales, obreros, campesinos e indígenas que han buscado la transformación de México. Hoy, el periodista recibe el premio Carlos Montemayor, un reconocimiento para un hombre que ha contado y acompañado las luchas por la justicia, la democracia y la dignidad.

CIUDAD DE MÉXICO. – Sentado ante la imagen de Ricardo Flores Magón del Colegio de San Ildefonso, como un niño regañado, Luis Hernández Navarro suelta a bocajarro: “Espero que el maestro Magón no me de un zape”.

Luis Hernández está presentando su nuevo libro La pintura en la pared: Una ventana a las escuelas normales y a los normalistas rurales, un trabajo de memoria que recupera las imágenes y símbolos de lucha del magisterio democrático.

Este tipo de trabajos son los que han caracterizado a Luis Hernández Navarro durante su trayectoria como periodista. Su compromiso con la memoria y las luchas sociales que buscan transformar el país.

Por eso, Luis Hernández ahora también recibe el premio nacional Carlos Montemayor, un reconocimiento a personas que han aportado a la lucha democrática de México.

Sin duda, Luis Hrnández es merecedor de este galardón, pues es uno de los intelectuales que más arraigo tiene con las organizaciones sociales y sindicales en el país. Sus artículos de opinión en La Jornada dan prueba de ello. En ellos, se centra en contrastar el discurso oficial, hablando del magisterio, los sindicatos y las luchas indígenas.

En entrevista con Pie de Página, el director de la sección de opinión de La Jornada ahonda en torno al premio Carlos Montemayor, así como su relación con los movimientos sociales, sindicales, magisteriales y estudiantiles.

«Este premio es un honor y una responsabilidad»

–¿Qué significa para usted recibir este premio?

–Es un honor y una responsabilidad. Carlos Montemayor fue un gran intelectual, un hombre que siempre buscó contrastar el discurso de poder con la realidad de los movimientos populares, dedicó buena parte de su vida a visibilizar la lucha de sus compañeros que participaron en el Asalto a Cuartel Madera, porque la prensa los atacaba como si fueran forajidos delincuentes. Eso cimbró a Carlos. Es realmente un honor y una responsabilidad para dar continuidad con las actividades qué el realizó.

Sin soltar la conversación, Hernández Navarro discurre habla sobre su trayectoria y el inicio de su carrera como periodista. Un camino que va desde los movimientos sociales y su relación con cada uno de ellos, hasta el periodismo deportivo.

“Mi labor de periodista comenzó en una revista deportiva, ahí trabajaba como reportero de nota de color, y una de mis primeras entrevistas fue con La Cobra Muñante, cuando le acababan de romper la nariz” recuerda Hernández Navarro.

Pero después de su paso por las canchas, Navarro llega a su trabajo con los movimientos sociales. Recuerda su labor como asesor de los movimientos obreros.

“Como asesor sindical escribía artículos para un periódico que se llamaba Trabajadores en Lucha, esas vertientes de colaborar con la prensa alternativa, independiente, crítica y ganarme la vida en medios comerciales me hizo comprometerme más con la lucha social”.

 

Luis Hernández Navarro

La pluma y la militancia

Su relación con las organizaciones políticas fue generacional, dice Luis Hernández. Primero, recuerda su paso por el movimiento del 68. En ese entonces Luis Hernández tan sólo tenía 13 años.

“Otra vivencia que me llevó a tener mayor compromiso social en mi generación fue mi participación directamente el movimiento 68. Yo tenía 13 años. Ese eco del 68 me llevó con mucho otros compañeros de generación a comprometerme con las luchas sociales, primero en el movimiento obrero en el Valle de México, en la zona de Ecatepec, con los trabajares de muebles”.

Posteriormente, Hernández Navarro llega al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Ahí, inicia su militancia sindical, en la base, y después como secretario general del sindicato. Esta posición le permitió participar en la fundación de la Coordinadora Nacional de Trabajares de la Educación (CNTE). Desde ese momento empezó a acompañar a maestros en sus compromisos con las luchas sindicales y campesinas.

Pero la actividad política de Luis Hernández no sólo fue con la Coordinadora, por ejemplo, también trabajó con organizaciones cafetaleras. Estando en el movimiento campesino Luis vivió de primera mano el surgimiento del movimiento de los 500 años, y después el zapatismo.

“Estaba acostumbrado a trabajar con los compañeros de pueblos originarios en su carácter de productores, pero hubo una transformación tremenda de conciencias, en esos procesos estuve pendiente hasta que entré a trabajar de tiempo completo en La Jornada, esto me permitió ejercer periodismo crítico, ético y ganarme la vida misma”.

Contar el magisterio

Si alguien quiere conocer la historia de las normales rurales en México, sin duda Luis Hernández Navarro es una fuente imprescindible. Su relación con el normalismo rural empezó por dos vías distintas. Luis cuenta:

“Muchos de los principales dirigentes de la CNTE de aquellos años eran egresados de normales rurales, algunos recién egresados y otros ya tenían más tiempo. Después de la plática con ellos supe de las normales rurales”.

Desde esa cercanía, Luis Hernández comenzó a sistematizar las experiencia de la Coordinadora.

“Ahí me di cuenta en la importancia de las normales rurales, así que empiezo a tener cercanía con una de ellas. Por ejemplo, cuando sale el libro sobre el magisterio en la época moderna que se llama Cero en Conducta y lo presentamos en varias normales rurales, una de ella es Ayotzinapa” dice.
Pero su trabajo no se queda ahí, sino que que empieza con el dialogo permanente.

“Una compañera investigadora, Tanalís Padilla, que trabajó un libro que está por aparecer en español, extraordinario sobre las normales rurales, ese dialogo de ida y vuelta que enriquece mucho sobre el normalismo rural” señala.

Un momento clave que retrata el compromiso que tiene Luis Hernández con los normalistas sucede con el asesinato de Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús en la Autopista del Sol, el 12 de de diciembre de 2011.

“El asesinato me impactó mucho, estuvimos cerca de ese proceso que por cierto hasta ahora no hay justicia. Luego viene el 26 de septiembre de 2014. Me avisaron los maestros de Iguala, yo estaba en el periódico, era muy confuso, hasta que nuestro compañero corresponsal en Guerrero, Sergio Ocampo Arista nos dio una idea más acabado de lo que estaba sucediendo”.

La charla sigue su cuso, y las anécdotas de Luis Hernández son innumerables. Desde su pluma se han narrado los movimientos magisteriales, obreros, campesinos e indígenas que han buscado la transformación de México. Su legado y aportación a la historia del país es basto, y seguirá escribiéndose.

“A la prensa escrita le dieron 15 años de vida, pero mira: aquí estamos” concluye Hernández Navarro.

Fuente de la información:  https://piedepagina.mx

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Suiza: «La inteligencia artificial es la tecnología que define nuestro tiempo»

«La inteligencia artificial es la tecnología que define nuestro tiempo»

Catrin Hinkel está convencida de que la inteligencia artificial es el próximo gran paso en la evolución de nuestras interacciones con la informática. No obstante, la directora general de Microsoft Suiza cree que esta nueva tecnología será una «especie de copiloto» y no sustituirá a la inteligencia humana. Entrevista en la sede de Microsoft en Zúrich.

swissinfo.ch: En 2021 llegó a Zúrich desde su Alemania natal para dirigir la filial suiza de Microsoft. ¿Qué fue lo que más le sorprendió?

Catrin Hinkel: Me impresionó mucho la innovación y la creatividad en Suiza y en Microsoft. El pueblo suizo tiene una larga historia de innovación, y por otro lado, al equipo de Microsoft Suiza le encanta aportar soluciones nuevas e innovadoras. También me sorprendió el nivel de colaboración entre Microsoft y sus socios en Suiza.

Microsoft emplea a más de 1.000 personas en Suiza. ¿Cuáles son las principales tareas de esta filial?

Como CEO de Microsoft Suiza, soy responsable del equipo suizo de 600 personas encargado del marketing y las ventas en Suiza. Trabajamos en estrecha colaboración con nuestros clientes para ayudarles en sus viajes digitales. Además, Microsoft emplea a otras 400 personas en Suiza que forman parte del «equipo internacional».

¿Cuál es el papel del «equipo internacional» de Microsoft en Suiza?

Los empleados de este equipo están adscritos a las distintas unidades tecnológicas del grupo Microsoft y participan en el desarrollo de nuevos productos a escala internacional. Tanto el equipo suizo como los clientes suizos se benefician de las competencias de este grupo internacional, especialmente en los campos de la realidad mixta y aumentada.

El grupo Microsoft es conocido por comercializar sus productos a través de socios externos. ¿Siguen este modus operandi también en Suiza?

En Suiza, nuestras actividades empresariales están estrechamente vinculadas a 4.600 socios que dan empleo a unas 100.000 personas. Entre estos socios hay empresas mundiales como Accenture, Tata Consulting Services y KPMG, pero la mayoría de nuestros socios suizos son PYME o empresas locales muy pequeñas. Estos socios no reciben exclusividad para un territorio determinado o para productos concretos, pero sí les ofrecemos la formación adecuada.

A escala mundial, varias empresas como Google, Amazon, Twitter y Microsoft han reducido recientemente su plantilla. ¿Qué pasa con Microsoft en Suiza?

No podemos ofrecer cifras en detalle. Sin embargo, como empresa que opera en mercados tecnológicos muy competitivos y dinámicos, estamos obligados a adaptarnos con flexibilidad para satisfacer las necesidades de nuestros clientes. Es la norma en nuestro mercado. En consecuencia, estamos contratando nuevos empleados en áreas en las que estamos creciendo y en las que vemos futuro; por otra parte, en áreas en las que nuestro crecimiento no es tan fuerte, nos estamos posicionando en consecuencia para mantener nuestra agilidad.

¿Invierte Microsoft Suiza en start-ups (empresas emergentes)?

En Suiza, apoyamos a unas 400 start-ups de diversas maneras. En algunos casos, invertimos indirectamente en start-ups ofreciéndoles hasta 100.000 dólares en créditos para nuestros servicios en la nube. En otros casos, ponemos a las start-ups en contacto con nuestros propios clientes.

¿Qué relación tienen con el mundo académico? 

En Suiza, nuestros equipos internacionales y suizos colaboran estrechamente con las dos Escuelas Politécnicas Federales, entre otros institutos. Por ejemplo, financiamos cátedras e invertimos en centros de investigación. Además, fomentamos la transferencia de conocimientos y apoyamos los intercambios científicos dirigidos por Microsoft Research [la entidad del grupo Microsoft especializada en investigación].

¿Cómo les afecta la escasez de especialistas en informática en Suiza?

Esa falta de expertos es un grave problema, tanto en Suiza como en el extranjero, no solo para Microsoft, sino también para nuestros clientes y socios. Para ayudar a resolver este problema, lanzamos la iniciativa «Skills for Switzerland» en 2020. Eso nos ha permitido desarrollar competencias digitales para más de 630.000 personas en Suiza. Organizaciones como Adecco, con sede en Zúrich, y el Instituto CyberPeace, con sede en Ginebra, también participan en esta iniciativa. También estamos trabajando en otros proyectos con digitalswitzerland y Migros.

El mercado de la nube está en pleno auge y, según IDC, debería superar los 11.000 millones de dólares en Suiza de aquí a 2026. ¿Cómo explicaría esta locura?

Gracias a los servicios en la nube de una empresa como Microsoft, nuestros clientes pueden externalizar su sistema informático y beneficiarse, entre otras cosas, de enormes economías de escala y competencias. En concreto, gracias a la nube, un gran número de empresas suizas de todos los tamaños tienen acceso a nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, a precios competitivos. Eso permite a las empresas innovar a su antojo y, en definitiva, puede decirse que la nube fomenta la innovación.

Siguiendo con el tema de la nube, el hecho de que los datos de sus clientes se almacenen a veces en el extranjero es motivo de preocupación…

Microsoft es una empresa global que presta servicios tanto a clientes locales como internacionales, por lo que nos esforzamos por ofrecer a nuestros clientes las soluciones más adecuadas. En Suiza, gracias a la presencia de nuestros cuatro centros de datos, podemos ofrecer soluciones locales sólidas. Esta oferta local también nos ha permitido ganarnos la confianza de las empresas suizas sujetas a requisitos locales: estoy pensando, por ejemplo, en los bancos de todos los tamaños, que están fuertemente regulados y supervisados por la Autoridad Suiza de Supervisión del Mercado Financiero (FINMA).

Sin embargo, a algunos diputados del Parlamento suizo les preocupa que usted mismo pueda tener acceso a datos sensibles de clientes. ¿Qué les diría?

Con los servicios en la nube, proporcionamos a nuestros clientes plataformas tecnológicas. No tenemos ningún interés en los datos de estas plataformas. Está totalmente fuera de nuestro alcance explotar estos datos o cederlos a otras empresas. Además, en nuestras plataformas, los datos de nuestros clientes están protegidos por encriptación. En definitiva, lo que nos interesa es la democratización de las nuevas tecnologías.

¿Qué piensa de los nuevos avances tecnológicos como el blockchain, los metavers y la inteligencia artificial?

Bien utilizada, la tecnología puede hacer la vida humana más sencilla, eficaz y agradable, sobre todo cuando se llevan a cabo tareas rutinarias. De heco, la tecnología seguirá siendo siempre una ayuda, una especie de copiloto, y nunca sustituirá a los hombres y las mujeres.

«La inteligencia artificial puede revolucionar muchos tipos de trabajo»

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La inteligencia artificial es la tecnología que define nuestro tiempo. La IA es también el siguiente gran paso en la evolución de nuestras interacciones con los ordenadores. En un mundo cada vez más complejo desde el punto de vista económico, la inteligencia artificial tiene la capacidad de revolucionar muchos tipos de trabajo.

¿Cuáles son sus principales aplicaciones de inteligencia artificial?

Nuestra inversión en inteligencia artificial se extiende a todo nuestro negocio, desde Teams y Outlook hasta Bing y Xbox. Ya estamos viendo un interés considerable por parte de nuestros clientes en Suiza, y estamos trabajando activamente en «casos de valor». Por ejemplo, nuestra aplicación Copilot puede extraer rápidamente datos esenciales de un informe anual de 300 páginas.

La inteligencia artificial plantea cuestiones éticas. Varios países están tomando medidas al respecto.

Precisamente por eso, en 2018, Microsoft definió una serie de principios éticos aplicables a todos nuestros usos de la inteligencia artificial. Por ejemplo, excluimos los prejuicios basados en la raza. También descartamos aplicaciones que aún no son completamente fiables y que, si fallan, podrían perjudicar a las personas; estoy pensando en el reconocimiento facial, por ejemplo.

Fuente de la Información: https://www.swissinfo.ch/spa/-la-inteligencia-artificial-es-la-tecnolog%C3%ADa-que-define-nuestro-tiempo—afirma-el-ceo-de-microsoft-suiza/48551008

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España – Juan Fernández (Investigación Docente): “No parece que haya pruebas como para afirmar que la educación de hoy sea peor”

Juan Fernández (Investigación Docente): “No parece que haya pruebas como para afirmar que la educación de hoy sea peor”

Juan Fernández es docente desde hace más de una década. Creó el proyecto Investigación Docente (@profesmadeinuk) en el que comenta libros y artículos sobre educación que no han sido traducidos al castellano.

Es autor del libro ‘Educar en la complejidad’ y ‘La evaluación formativa’, este último en coautoría con Mariana Morales. Ha escrito sobre educación para distintos medios, y ha participado como formador en diversas instituciones. Actualmente está realizando su doctorado en Psicología Educativa.

La Fundación SM contó con él como ponente el pasado mes de abril durante su Seminario Internacional de Educación Integral (SIEI) ‘Juntos renovamos la educación’ en España, Brasil, México y Chile de forma simultánea. En esta entrevista concedida a ÉXITO EDUCATIVO expone sus reveladores puntos de vista sobre la educación.

¿En qué estaba usted pensando cuando creó investigacióndocente.com?

Jajaja, pues en realidad la idea fue de Mónica, mi mujer. En principio, pensaba en tener a mano algunas notas que había tomado sobre un libro que me ayudó mucho: “Hidden Lives of Learners”. Pero a ella (también es profesora) se le ocurrió que tal vez esas notas fueran útiles para más gente. Lo que empezó con libros, fue creciendo en lectores y ahora ya hay contenido más diverso: recursos que he creado, enlaces a libros interesantes, y hasta una entrevista a un gran investigador sobre la motivación en el aula. Más de 18.000 visitas mensuales implican una gran responsabilidad de crear contenido de calidad.

Uno de los libros de los que es autor es ‘Educar en la complejidad’. Con el título se dice todo ¿Tan compleja es la cosa esta de la educación o lo complicamos?

La educación es un fenómeno en el que inciden muchos factores. La misma clase a distinta hora o la misma actividad con distinto alumno ilustran cómo las relaciones entre estos factores son complejas. En el libro trato de invitar a una reflexión sobre esta complejidad para que el debate no sea superficial. Lo que sucede es que, a veces, el debate educativo se complica en una sucesión innecesaria de eslóganes y siglas, detrás de las cuales hay mucho dinero en formación y muchos intereses en mantener ese statu quo. Además, todos hemos pasado por la educación, de un modo u otro, y los mensajes se entrelazan con nuestros afectos. Por lo tanto, sí, es muy compleja, porque también influye mucho nuestra memoria emotiva de lo que fue para nosotros la escuela.

¿Cómo ve usted la educación en España a día de hoy, pero, sobre todo, cómo ve la de pasado mañana, que ya sabe que el futuro se echa encima sin avisar?

La veo como una barca que avanza llevaba por la corriente. Al menos no se hunde, pero faltan estructuras que puedan direccionar la barca hacia un objetivo claro. Pasado mañana, ojalá se propicie un debate a fondo y un pacto educativo. Estructuras a modo de timón: relación con las facultades de formación del profesorado, generación de espacios de reflexión y de intercambios de experiencias a largo plazo (no de un día), y sobre todo una mayor relevancia de las ciencias del aprendizaje. Quizás no pasado mañana, sino la semana que viene. Algunos trabajamos intensamente para que suceda cuanto antes.

Actualmente se está especializando en psicología de la educación ¿Le falta al sector ponerle más cabeza que corazón, o es esta una pregunta idiota?

Me parece una pregunta muy relevante. La emoción y la cognición van unidas, por lo tanto, la cabeza y el corazón trabajan juntos. Sin embargo, en mi opinión existe un desequilibrio claro hacia el lado afectivo. En ocasiones me han reprochado en redes el hecho de compartir artículos, como si fuera una especie de blasfemia contra el dogma común de que en educación todo vale si se hace con buena intención. Por eso pienso que existe la creencia de que la investigación educativa no tiene nada relevante que decir y sólo importa la experiencia del día a día en el aula y el cariño que uno le pone. Me preocupa experimentar a veces que somos una profesión que vive de lo inmediato, pero que es ajena a lo que desde su propio ámbito de conocimiento se aporta para mejorar el aprendizaje.

Gracias a su blog, el sector está al tanto de las últimas investigaciones en materia educativa. Los avances en este campo siempre son notorios, pero ¿por qué existe la sensación en la calle de que la educación es hoy peor que la de generaciones atrás? Ya sabe que, con o sin bromas, empieza reivindicarse la denostada EGB como un referente, a la vista de lo posterior…

Para estas cosas sirve la investigación educativa, por ejemplo. No parece que haya pruebas como para afirmar que la educación de hoy sea peor. Probablemente tiene algunos problemas comunes con el pasado, y otros nuevos. Existe la tendencia a creer que todo tiempo pasado fue mejor. Y aquí, como decíamos en la pregunta anterior, la experiencia del día a día no vale, porque está sesgada por la percepción de cada uno y por lo que pasa en mi contexto concreto. Cuando se analiza el contexto global de la educación, no podemos afirmar que haya un empeoramiento. Esto no quiere decir que haya aspectos preocupantes y problemas inmediatos que se deberían solucionar lo antes posible.

¿Qué les pasa a los jóvenes escolares que se les ve apáticos y aparentemente desinteresados en los centros educativos?

De nuevo, la respuesta la tomo de “Educar en la complejidad”. No hay un único factor. Hay gente que se esfuerza, fracasa y se rinde enseguida. Hay gente que no se esfuerza porque quiere ajustarse al barrio, o al grupo. Hay gente aparentemente desinteresada sólo por pasar desapercibida en clase. Hay una apatía que se explica por la falta de desafío en algunas tareas. Otros son tal vez más parecidos a nosotros de lo que nos gustaría reconocer. Habría que atajar las causas por varios frentes, pero nunca bajo la idea de que existe “una juventud” que comparte causas y consecuencias.

Supongo que lo habrá observado también: se trata de una apatía que alcanza a la universidad ¿Tiene algo que ver esto con que la adolescencia se prolonga más en el tiempo que antes?

Quizás sí que percibo una cierta pasividad que no es exclusiva de la juventud, sino de la sociedad en su conjunto. Tal vez nos hemos cansado en cierta manera de perseguir ideales, tal vez estamos de vuelta de la promesa de que algún día seríamos totalmente libres. Tal vez estamos encerrados en nuestro bienestar individual, y los proyectos colectivos van perdiendo capacidad de movilizar voluntades. Por eso, y disculpen los lectores si cito de nuevo mi libro, la visión del bien común me parece imprescindible para el futuro de la educación. Habría que reflexionar sobre si generamos espacios de aprendizaje donde se potencian las cosas que nos unen, y no las que nos separan.

¿Se atreve con un consejo para aquellos profesores que dan todo lo que saben y pueden, innovando tecnológicamente incluso, pero que no terminan de animar a sus alumnos?

Me atrevo a darles todo mi apoyo, y mi compromiso para seguir leyendo y compartiendo lo que leo en aras de dar respuesta a situaciones como estas. Como digo, existen varias causas. Lo importante es que sientan el apoyo constante de la sociedad, el reconocimiento a su trabajo y esfuerzo, y entre todos aportemos claves para mejorar su desempeño profesional. La mejor manera de ayudarles a apoyar la investigación educativa y la transferencia de esos hallazgos a la práctica docente, para que no tengan que ser ellos los que la descubran en un constante prueba y error que desgasta mucho.

 

Fuente de la Información: https://exitoeducativo.net/juan-fernandez-investigacion-docente-no-parece-que-haya-pruebas-como-para-afirmar-que-la-educacion-de-hoy-sea-peor/

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Entrevista a Claus Offe ¿Tiene futuro la sociedad del trabajo?

El sociólogo Claus Offe es uno de los más reputados analistas de las sociedades capitalistas de todo el mundo. En esta entrevista, publicada en 2018, habla del futuro del trabajo y del Estado del bienestar, de las trampas de la reducción de la jornada laboral y de la falsa promesa de libertad en los contratos de trabajo. Claus Offe es uno de los sociólogos políticos más importantes de la posguerra. Sus estudios sobre los problemas estructurales del capitalismo tardío, así como sus intervenciones más recientes sobre la política europea, son decisivos para la investigación sociológica y la política de izquierdas. «Es su función crítica lo que hace interesante a la sociología», escribe Offe en uno de sus ensayos más conocidos. En la entrevista que reproducimos aquí, la científica social Maya Razmadze habló con Offe sobre las contradicciones del trabajo capitalista, la ambivalente relación entre capitalismo y Estado del bienestar y el futuro de la sociedad del trabajo.

La filósofa Hannah Arendt muestra que una característica específica de la modernidad fue la valorización del trabajo como actividad humana básica. Al mismo tiempo, lamenta que en el siglo pasado esto condujera a que la sociedad en su conjunto se convirtiera en una «sociedad del trabajo». Usted también ha hablado en su obra de un «modelo de sociedad centrada en el trabajo». ¿Cuáles son las características de esta sociedad?

Nadie lo ha presentado mejor que Max Weber. Él muestra cómo se ha convertido hoy en día en una evidencia cultural que las personas plenamente funcionales son las personas con ocupación. Es decir, personas que ejercen una actividad laboral de por vida y sin alternativa, una actividad laboral que se desarrolla en el marco de los contratos de trabajo. Una determinación tal con el empleo remunerado sería aceptable si realmente todo el mundo tuviera la oportunidad de obtener tal empleo remunerado en cualquier momento y con un cierto grado de fiabilidad y seguridad, y asumir el papel de trabajador. Pero no es el caso, porque por razones coyunturales y secundarias cada vez es más dudoso que se pueda trabajar por dinero. Depende de circunstancias que el propio trabajador no puede controlar de forma fiable. Incluso si el trabajador potencial hace todo lo posible por cualificar su propio trabajo y hacerlo así más atractivo para los empresarios potenciales, todos los demás harán lo mismo. Entonces sirve aquel bonito refrán: «Si todos se ponen de puntillas, nadie puede ver mejor».

A esto se añade la devaluación del trabajo fuera de la esfera del empleo remunerado: cualquiera que no realice un trabajo remunerado en el capitalismo avanzado es inferior, en sentido literal. El o ella no puede permitirse participar en pie de igualdad en la producción social, se encuentra a menudo en una relación de dependencia con respecto al cónyuge u otros miembros de la familia. El trabajo reproductivo, la crianza de los hijos, el trabajo infantil, etc., también es, por supuesto, trabajo, pero a menudo no es empleo remunerado. Estas actividades no son remuneradas y no llevan a ingresos monetarios. La nobleza del empleo remunerado, es decir, su énfasis como fuente central o incluso única de sustento y sentido de la vida, es un rasgo cultural universal de nuestra sociedad.

Ha mencionado el papel de los contratos de trabajo. Algunos de sus estudios describen cómo los empleados y los empresarios son formalmente iguales en las relaciones contractuales, pero en realidad están en una relación de dominación. ¿Puede explicarlo?

Una relación contractual significa que se establece formalmente de forma voluntaria y no, por ejemplo, en relaciones feudales de dependencia en las que uno se encuentra por nacimiento. Un contrato es una declaración de voluntad consensuada de partes formalmente libres e iguales. Y tan pronto la voluntad deja de existir, el contrato puede rescindirse. Lo que para mí es interesante y que Marx deja claro y cristalino, es que este contrato formalmente libre radica en realidad en una relación de poder. Es decir, una relación en la que una parte depende más de la otra, más fuerte. Al fin y al cabo, la parte más débil de los y las trabajadoras no tiene la opción de no mantener tales contratos. A la libertad de celebrar un contrato se opone, pues, una realidad de dependencia asimétrica.

Otra característica especial del contrato de trabajo es que justifica una doble propiedad: El empresario, como comprador de la fuerza de trabajo, tiene un derecho contractual para extraer beneficio del trabajo del trabajador. Por otra parte, la fuerza de trabajo pertenece al trabajador, que debe aportar sus capacidades intelectuales y físicas. El trabajador no solo debe trabajar, sino también debe querer trabajar. Si no quiere hacerlo, puede ser sancionado. En este sentido, además de la dependencia asimétrica, también existe una relación interna de dominación entre empresarios y trabajadores, que se expresa a través del derecho de mando por parte del empresario.

Por eso hablo de una doble relación de poder: Hay una relación de poder en el mercado de trabajo y una relación de poder en la organización del trabajo. Por un lado, los y las trabajadoras se ven obligadas de facto a celebrar un contrato de trabajo: ésa es la situación de partida desigual. Y, por otro lado, el jefe dice a los y las trabajadoras lo que debe hacerse hoy, en función de la situación de los pedidos.

La crítica a esto, por cierto, no solo se encuentra en Marx, sino también en Max Weber. Él describe cómo el hecho de que el trabajador deba cumplir cuidadosamente las obligaciones del contrato de trabajo puede conducir a una completa situación de “degeneración” (Fellachisierung) de la mente, a una rutina superficial y sin sentido de la ejecución de las tareas laborales, a un completo vaciado del sentido. Simplemente tiene que funcionar y no tiene alternativa. En este sentido, la formulación de Weber y el sentido aportado por Marx al concepto de alienación están muy próximos.

Además, los conflictos también surgen de esta situación desigual.

Exactamente. Toda la dinámica del conflicto de clases se puede entender en última instancia a partir de esta relación de dominación. Los que ofrecen fuerza de trabajo intentan nivelar la relación de poder, que les coloca en una posición de dependencia e inferioridad, organizándose colectivamente en sindicatos. Porque, naturalmente, los empresarios necesitan de la fuerza de trabajo en su conjunto tanto como los trabajadores dependen de sus salarios. Así pues, los sindicatos intentan invertir o al menos modificar el desempoderamiento estructural de la parte más débil. Los empresarios, por su parte, quieren asegurar y ampliar su posición de superioridad. Se trata de un constante forcejeo micro y macroeconómico, en el que se utilizan recursos, acciones colectivas, pero también con apelaciones a normas de justicia, etcétera.

El Estado social es también una herramienta que puede utilizarse para reducir la dependencia de los trabajadores con respecto a sus empleadores. ¿Es, en cierto sentido, una alternativa a la sociedad del trabajo?

El Estado social es un logro histórico del desarrollo social increíblemente complejo y en constante cambio. Se lo puede imaginar como un edificio que tiene un sótano, un primer piso, una primera planta y así sucesivamente. En el sótano está la asistencia social premoderna para los pobres, que a menudo era comunitaria y solía consistir en prestaciones en especie. En la primera planta está la autorización a los sindicatos para actuar, con el derecho a la huelga. Luego, en el segundo piso, están los seguros, es decir, se pagan contribuciones que sirven para obtener transferencias de prestaciones sociales en caso de necesidad, en primero lugar para la vejez y la enfermedad, más tarde también en caso de desempleo y mucho más tarde, en caso de necesidad, de cuidados. En el tercer nivel llegamos a transferencias sociales para, por ejemplo, las prestaciones por hijos, que no están vinculadas a la relación laboral y son relativamente nuevas. También hay servicios, de los cuales los más importantes son las prestaciones de educación. Éstas tampoco están vinculadas a las relaciones laborales, sino a la condición de ciudadano.

El funcionamiento del Estado social depende de todos estos sistemas, todos ellos en constante transformación. Pero también depende de que el tejado de este edificio esté herméticamente cerrado. Esto significa que debe haber casi plena ocupación. El pleno empleo es importante no solo porque la riqueza del país debe asegurarse con el gasto de la mayor cantidad posible de fuerza de trabajo, sino también porque el propio Estado social se financia en gran medida con las contribuciones del empleo remunerado, y solo en menor medida con los impuestos. Estas contribuciones solo pueden recaudarse si existe algo parecido al pleno empleo. Si no hay pleno empleo ni crecimiento continuo de los ingresos reales procedentes del pleno empleo, surgen los problemas. Por lo tanto, se puede decir que el Estado social es, por un lado, un correctivo a la sociedad del trabajo capitalista, pero al mismo tiempo depende de su funcionamiento.

Usted afirma que la competencia de sistemas entre el bloque del Este y el Occidente capitalista fue decisiva para la aparición y el desarrollo del Estado del bienestar tras la Segunda Guerra Mundial. ¿Puede explicarlo?

Sí, los historiadores también lo ven así. En Escandinavia, por supuesto, ya existían instituciones del Estado del bienestar desde los años treinta, en Estados Unidos estaba el New Deal, y todo eso fue antes de la Guerra Fría. Pero la Guerra Fría fue una fuerza motriz fundamental para el desarrollo y la expansión del Estado del bienestar occidental.

También en Alemania, el Estado del bienestar probablemente no se habría desarrollado como lo hizo si Konrad Adenauer no hubiera tenido la hipótesis – completamente errónea a posteriori – de que podría llegar a ser atractivo allá en el Este; tanto en términos de ingresos como de seguridad social. Temía que los comunistas construyeran allí una sociedad que muchos preferirían y, en consecuencia, pensó que Occidente debía estar preparado para ello y tomar precauciones. Así, en 1957 se produjo un hecho extraordinario hasta entonces: la dinamización de las pensiones. Las pensiones se calcularon no solo en función de los años trabajados y de los ingresos percibidos, sino en función de los ingresos actuales. Así se ganó con mayoría absoluta la campaña electoral de 1957. Después de que los comunistas estuvieran acabados, se terminó también con la dinamización.

La fase de construcción del Estado del bienestar en la posguerra en el caso alemán duró unos 30 años, exactamente de 1949 a 1974. Esta primera fase estuvo dominada por la idea de la economía social de mercado en nombre de la justicia: prosperidad para todos, pero también seguridad para todos, bajo las condiciones motivadoras del marco de la Guerra Fría. Luego vino una segunda fase en la que el capital y los gobiernos conservadores en el poder en EE.UU. y Gran Bretaña llegaron a la siguiente conclusión: Esto nos está saliendo demasiado caro. A continuación, se produjo el desarrollo de lo que se denominó política social inversionista. Aquí ya no se trata solo de satisfacer demandas justas, sino que debemos hacer inversiones que merezcan la pena. Por ejemplo, se invierte en formación, pero también en construcción de vivienda y en medidas de fomento del empleo. Inversión (“Investiv”) significa que la política social no se dirige a satisfacer las necesidades sociales, sino a aumentar la eficiencia de la economía nacional en su conjunto.

La tercera fase del desarrollo del Estado del bienestar se inicia entonces tras el fin del socialismo de Estado.

Correcto. Entonces se dijo que los propios necesitados tenían que aprender a contribuir a su propia seguridad. Activación (Aktivierung) era el término clave. Por ejemplo, un economista social extremadamente neoliberal, Lawrence Mead, enumeró una serie de deberes que toda persona -como ciudadana del Estado y de la economía- debe observar. De lo contrario, puede irse tranquilamente a la mierda. En su versión más suave, esto significa que el ciudadano no solo es responsable de mantener su capacidad de obtener ingresos por sí mismo, sino que también debe hacer previsiones privadas para su propia seguridad, es decir, debe ahorrar. Ya no se puede confiar solo en la parte de la pensión de jubilación.  Solo es el 40% de los ingresos que se perciben en la vejez y el resto se basa en el ahorro, el apoyo de las familias, las herencias, etcétera. Además, también debería haber más copagos para el seguro de enfermedad, y tasas para las escuelas, las universidades, pero también para las guarderías. Todo esto significa una mercantilización secundaria: es decir, las prestaciones de asistencia social que el Estado ha proveído hasta ahora como transferencias o derechos sociales, se convierten en mercancías por las que cada individuo debe pagar. Esto es lo que expresa en última instancia el concepto de activación: debes proveerte por ti mismo e incluso continuar garantizando tu capacidad para trabajar. Éstas son las tres fases del desarrollo de posguerra, y la tercera fase se acelera esencialmente con el fin del socialismo de Estado. Los temores de Adenauer se han evaporado, el pensamiento socialista de Estado ha perdido toda hegemonía.

Una expresión de esta tercera fase en Alemania fueron las reformas Hartz. Se justificaron alegando que una política activadora del mercado laboral, el giro de la promoción a la exigencia y el foco en la competitividad eran adecuados para luchar contra el desempleo y, por tanto, también para asegurar la base financiera del Estado del bienestar. El hecho de que desde entonces Alemania se haya desarrollado económicamente mejor que los países europeos vecinos se cita como prueba de que las reformas fueron acertadas. ¿Qué opina al respecto?

Yo era muy escéptico en aquel momento y todavía lo sigo siendo hoy. La relativa estabilidad económica de la República Federal en contraste con otros Estados miembros de la UE no se debió a las reformas, sino a un excedente de exportación que surgió de los efectos favorables del euro. De ello depende un número considerable de puestos de trabajo. Una política económica que basa el crecimiento solo en las exportaciones y no en la demanda interna no solo es arriesgada y dependiente de las coyunturas globales, sino también es inmoral, porque se aprovecha de la debilidad exportadora de otros países.

Además, no se dice en absoluto que la evolución supuestamente favorable del mercado de trabajo haya sido realmente una evolución positiva. A menudo se mide por el hecho de que en diez años hemos visto un aumento de la población activa, es decir, de las personas que toman parte en la vida laboral. De 38 millones a casi 45 millones: más de la mitad de la población residente en Alemania tiene trabajo. ¡Fantástico! O también podría decirse patológico. Porque es precisamente la antes mencionada sociedad entregada al trabajo asalariado (Berufsmenschentum) la que ha marginado todas las relaciones vitales y las esferas de actividad.

También hay que decir que, a pesar de este elevado número de personas empleadas, el número de horas trabajadas al año se mantiene constante. Esto significa que se ha trabajado un menor número de horas por trabajador porque ha aumentado el empleo a tiempo parcial, el empleo insignificante, etc. También se ha producido una precarización del trabajo, es decir, una flexibilización forzosa que se extiende al lugar de trabajo, las tareas laborales, las condiciones de trabajo, el horario laboral, etcétera. Muchas personas no pueden decir literalmente qué harán dentro de dos meses, de qué vivirán. Eso es un factor de estrés que tiene implicaciones sanitario-sociales. Y el trabajo está muy desigualmente repartido. Muchas personas están sometidas a un estrés permanente porque no saben qué harán dentro de cinco años.

Por último, hablemos del futuro de la sociedad del trabajo. Hoy observamos evoluciones contradictorias: Por un lado, un trabajo seguro y bien remunerado y avances satisfactorios hacia la reducción de la jornada laboral por parte del IG Metall, por ejemplo; por otro, un trabajo precario e inseguro que no asegura el sustento. ¿Hacia dónde va el camino?

Para empezar con la reducción de la jornada laboral: Uno de los eslóganes políticos de más éxito en la historia de la República Federal fue un cartel con un obrero y una niña cogidos de la mano en el que la niña decía: «¡Los sábados son para papá!». Fue el descubrimiento del fin de semana. Los éxitos más recientes del IG Metall en materia de política horaria se incluyen aquí y son, por supuesto, de suma importancia. Se puede compensar a los trabajadores pagándoles salarios más altos o se puede, como pensaron Marx y Keynes, reducir la duración del empleo remunerado. De este modo, se puede pagar a los trabajadores con dinero o con tiempo o con una combinación de ambos.

Al mismo tiempo, ahora resulta, sorprendentemente, que los trabajadores no siempre valoran más el tiempo, sino normalmente mucho más el dinero. ¿Por qué? Para empezar, porque no se puede ahorrar tiempo. Porque 20 minutos más hoy y 20 minutos más mañana no suman 40 minutos más el fin de semana. El tiempo es «gelatinoso» (sticky), por así decirlo, y tiene diferentes valores en diferentes momentos. Los miércoles por la mañana tienen menos valor porque todo el mundo está trabajando y resulta aburrido ser el único que tiene tiempo libre. En cambio, el fin de semana es mucho más valioso. En segundo lugar, el tiempo en sí solo es atractivo si tienes dinero para hacer algo interesante, viajar, ir a un restaurante, etcétera. Para eso hace falta dinero. Así que siempre debe tratarse de una combinación de dinero y tiempo.

En términos mucho más generales, probablemente se pueda decir sobre el futuro de la sociedad del trabajo que nunca volveremos a tener pleno empleo en el sentido de una ocupación permanente, segura, a tiempo completo y adecuadamente remunerada según los estándares actuales. Y en un 20%, porque la producción se realiza en otros lugares y no aquí. En India y China, la producción es más barata y al mismo nivel técnico que aquí. Tenemos que aceptarlo. Pero el 80% principal se debe a la automatización, es decir, al hecho de que disponemos de inteligencia artificial, de que podemos digitalizar los procesos y provocar un cambio técnico que ahorra mano de obra. Las posibilidades técnicas de sustituir mano de obra son enormes.

Al mismo tiempo, nos movemos hacia una fase de estancamiento económico. Cuanto más ricas son las economías nacionales, menor es su crecimiento posterior. Esto significa que la distribución de la riqueza social a través de los contratos laborales y los salarios es un modelo que ya no es suficiente. Por lo tanto, debe haber otros modelos, como la renta básica, las transferencias, los dividendos nacionales, es decir, la distribución de todas las prestaciones económicas y los beneficios a los ciudadanos y ciudadanas, y no solo a los y las trabajadoras.

Claus Offe
enseña Sociología Política en la Hertie School of Governance en Berlín. Ha sido profesor de Ciencias Políticas y Sociología Política en las Universidades de Bielefeld y Bremen, así como en la Universidad Humboldt de Berlín. Ha sido profesor visitante en, entre otros, los Institutos de Estudios Avanzados de Stanford, Princeton y la Universidad Nacional de Australia, así como la Universidad de Harvard, la Universidad de California en Berkeley y la Universidad New School, Nueva York. Es co-presidente del Grupo de Trabajo «Europa y la región MENA ‘en el Foro Dahrendorf.

Fuente:

https://jacobin.de/artikel/claus-offe-hat-die-arbeitsgesellschaft-eine-zukunft-arbeitszeit-wohlfahrtsstaat

Traducción:Jaume Raventós

https://sinpermiso.info/textos/tiene-futuro-la-sociedad-del-trabajo-entrevista-a-claus-offe

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