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Libro: Formación ética y ciudadana 2. Serie para la enseñanza en el modelo 1 a 1

Por: open.libra.

Serie para la enseñanza en el modelo 1 a 1 – Material didáctico para docentes de Formación Ética y Ciudadana, que forma parte de la Serie para la enseñanza en el modelo 1 a 1, desarrollada por educ.ar y el Ministerio de Educación.

La propuesta que queremos acercarles se basa en la posibilidad de integrar las nuevas tecnologías, sus herramientas y recursos y sus modos de utilizarlos, en las propuestas de enseñanza. Cuando hablamos de integración nos referimos a una inclusión significativa, en la que las tecnologías constituyan medios para enriquecer la enseñanza y el aprendizaje de determinados contenidos, en este caso, del área de la educación para la ciudadanía. Es decir, se trata de correr del centro de la escena a las tecnologías y concebirlas como herramientas a disposición de docentes y alumnos para cubrir sus necesidades pedagógico-disciplinares.

Fuente de la reseña: https://openlibra.com/es/book/formacion-etica-y-ciudadana-2-serie-para-la-ensenanza-en-el-modelo-1-a-1

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La Declaración Universal de los Derechos Humanos cumple 70 años

Por: UNESCO.

Defendamos la equidad, la justicia y la dignidad humana

El Día de los Derechos Humanos se celebra cada 10 de diciembre, coincidiendo con la fecha en que la Asamblea General adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos, en 1948. Este año celebramos el 70º aniversario Disponible en inglés de la Declaración. Por eso, hemos lanzado una campaña con la que queremos destacar la trascendencia de este documento histórico, que proclamó los derechos inalienables inherentes a todos los seres humanos, sin importar su raza, color, religión, sexo, idioma, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, propiedades, lugar de nacimiento, ni ninguna otra condición. Es el documento más traducido del mundo y está disponible en más de 500 idiomas.

La Declaración, cuyo borrador redactaron representantes de distintos contextos jurídicos y culturales de todo el mundo, expone valores universales y un ideal común para todos los pueblos y naciones. Además, establece que todas las personas tienen la misma dignidad y el mismo valor.

Gracias a este documento y el compromiso de los Estados con sus principios, la dignidad de millones de personas ha mejorado, y se han sentado las bases de un mundo más justo. Aunque aún quede camino por recorrer para que las promesas que recoge se cumplan plenamente, el hecho de que haya perdurado en el tiempo es una prueba inequívoca de la universalidad imperecedera de sus valores eternos sobre la equidad, la justicia y la dignidad humana.

La Declaración nos hace más fuertes a todos y los principios que recoge son tan relevantes en la actualidad como lo fueron en 1948. Debemos luchar por nuestros propios derechos y por los del prójimo. En nuestra vida cotidiana, podemos tomar medidas y participar para defender aquellos derechos que nos protegen a todos y así fomentar la unión de todos los seres humanos.

#LuchaPorLosDDHH

  • La Declaración Universal de los Derechos Humanos nos fortalece a todos.
  • Los derechos humanos nos conciernen a todos, cada día.
  • La condición humana se fundamenta en estos valores universales.
  • La equidad, la justicia y la libertad evitan la violencia y velan por la paz.
  • Cada vez que se olvidan o se dejan de lado los valores humanos, todos corremos un gran riesgo.
  • Debemos luchar por nuestros derechos y por los del prójimo.
  • Los Derechos Humanos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible

    Los Derechos Humanos son la base de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; sin dignidad humana, no podemos avanzar hacia el desarrollo sostenible. Los Derechos Humanos impulsan el progreso para alcanzar dichos objetivos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible solo se pueden impulsar si avanzamos en la consecución de los Derechos Humanos. En este paseo por los 70 años de progreso de los Derechos Humanos puedes ver cómo trabajan las agencias de la ONU para que los Derechos Humanos sean siempre el epicentro de su labor.

     

Fuente de la reseña: http://www.un.org/es/events/humanrightsday/

 

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Entrevista a Nacho Caldreón: educación inclusiva

Por: Educació Inclusiva.

Ignacio Calderón Almendros es profesor del Departamento de Teoría e Historia de la Educación y M.I.D.E. en la Universidad de Málaga (España), donde se doctoró en Pedagogía e imparte su docencia enTeoría de la Educación. Estudia la experiencia educativa a través de la Etnografía y la Investigación-Acción. Sus líneas de investigación se sitúan en la educación inclusiva, los estudios sobrediscapacidad, la desventaja sociocultural y los procesos de exclusión. Su trabajo, su producción científica, su implicación divulgativa y su compromiso con la erradicación de la desigualdad le convierten en uno de los principales referentes internacionales en Educación Inclusiva.

Sus libros abordan la desigualdad escolar desde el análisis de vidas concretas, de experiencias situadas, de vivencias de estudiantes y sus familias… Esta opción por lo particular, por las vidas y las experiencias de las personas que habitan las instituciones, es un acto de resistencia a la forma hegemónica de investigar y de entender las escuelas, ahora dibujadas por enormes estadísticas que imponen nuevos estándares deslocalizados.

Su discurso siempre genera interrogantes acerca de lo que venimos entendiendo por educación, por escuela y por discapacidad, y ayuda a encontrar claves para afrontar nuevas etapas en este proceso de reconstruir las escuelas para hacerlas amables y respetuosas con todas las personas.

Entre su amplia bibliografía destacan libros como Fracaso escolar y desventaja sociocultural (UOC, 2016), Sin suerte, pero guerrero hasta la muerte (Octaedro, 2015) y Educación y esperanza en las fronteras de la discapacidad (Cinca, 2014), con el que obtuvo el Premio Discapacidad y Derechos Humanos (CERMI) y Mención Honorífica por la International Association of Qualitative Inquiry (EE.UU.).

Alusión especial merece la obra titulada Educación, hándicap e inclusión. Una lucha familiar contra una escuela excluyente (Octaedro, 2012, publicada en inglés por Sense Publishers, 2017) porque  tratándose de un ensayo –basado en la historia real de un joven con síndrome de Down y su familia– de  rigurosa investigación, con una potente intencionalidad contracultural, con cantidad de datos y análisis exhaustivos de los mismos, ha traspasado la frontera de la investigación científica y ha calado con fuerza reivindicativa entre cientos de familias que se han visto reflejadas, tanto en las vivencias que narra en relación al acceso a la educación, a los progresos de Rafael (su protagonista), a los conflictos experimentados con la institución escolar, etc., como a los argumentos de denuncia hacia las prácticas excluyentes.

Hoy, en un formato poco habitual para mí, tengo el placer de compartir esta entrevista que hemos realizado a Nacho Calderón, en la que nos responde, desde su certera mirada,  a 10 conceptos troncales de Educación Inclusiva.

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INCLUSIÓN PLENA

Nacho, siempre tratas de poner en cuestión algunos de los pilares de la educación que nos hacen pensar que las cosas son así por naturaleza y que no pueden cambiar. ¿Cómo debe darse la inclusión plena de los niños con discapacidad en la educación?

Es evidente que una de las condiciones previas es la presencia: cuando un grupo de personas no está en la institución, ésta no se ve en la necesidad de adecuarse a ese colectivo. Esto cobra especial relevancia hoy porque estamos en un momento crítico, ya que muchas familias están siendo “invitadas” a abandonar las escuelas comunes porque no van a ofrecerles lo que sus familiares necesitan.

Algunas de estas familias se ven forzadas al cambio; otras asumen que es lo mejor, porque son profesionales quienes lo indican, y “eligen” la educación segregada. Es evidente que en ninguno de los casos se trata de una elección, sino de un condicionamiento férreo. El caso es que demasiados niños y niñas son dirigidos a modalidades de escolarización excluyentes, ya sea en aulas específicas dentro de los centros ordinarios o en centros de educación especial, y esto es inadmisible.

Por eso, la presencia es una condición necesaria, pero en ningún caso con ella se acaba nuestra tarea. La presencia de las personas señaladas por la discapacidad en las escuelas ordinarias tiene que ir acompañada de una transformación de la cultura escolar, de modo que esa ciudadanía previamente excluida de la institución pueda aprender, participar y aprobar en ella.

Y esto, a pesar de que se ha malinterpretado demasiado, se construye a través del cambio de lo que hemos entendido por escuela, para que pueda dar cabida a esas personas que han sido excluidas de ella hasta tal punto que cuesta pensar que tienen un idéntico derecho a ejercer la ciudadanía desde la infancia, aprendiendo, participando y siendo reconocidos junto al resto de compañeros y compañeras. Por tanto, tenemos el reto de garantizar la presencia, pero para que esta presencia sea real es necesario que no pensemos en la escuela ordinaria ni en la escuela especial, sino en una nueva escuela que supere esta división tan violenta y dolorosa.

2

FAVORECER LA EQUIDAD

Un elemento arraigado en el acervo cultural de la llamada atención a la diversidad son las adaptaciones curriculares. Pero cuando  hablas de educación inclusiva te he escuchado decir que  esta “clasificación” justifica la devaluación de los aprendizajes y por lo tanto no puede favorecer la equidad. ¿Puedes explicar este punto de vista?

Es algo sencillo: las adaptaciones curriculares (que son entendidas casi exclusivamente como significativas e individuales) son la herramienta de la que se ha servido el sistema escolar para continuar sin ser cuestionado. Sirven como colchón para evitar la transformación de la escuela, porque vuelve a culpabilizar al niño o a la niña de lo que le ocurre. Por eso, se hace un plan específico únicamente para ellos (como si la diversidad se pudiera entender en la dicotomía normal / anormal) que además es devaluado: los aprendizajes bajo adaptación curricular significativa se entienden menos valiosos que los del resto del alumnado.

Tanto es así que en la mayoría de los casos no permiten la titulación en la educación obligatoria. Esto es completamente injusto, pervierte las relaciones académicas y sociales, baja las expectativas, es ineficaz… y, además, lo hacemos con nocturnidad, porque a menudo omitimos que esta adaptación será un obstáculo para la titulación. Y lo hacemos así porque a los profesionales, en nuestro fuero interno, nos avergüenza esta parte de lo que hacemos.

Nuestra tarea es educar, no clasificar a la infancia. Lo uno es encomiable, lo otro deplorable. Todo niño y toda niña tiene que titular en la etapa obligatoria. Por tanto, tenemos que cuestionar y trascender las categorías escolares que nos impiden pensar que una niña o un niño (cualquiera) no tiene derecho a aprender con los demás y a ser reconocido como el resto.

Los impedimentos no están en sus cuerpos ni en sus historias personales, sino en lo que entendemos por discapacidad, la normalidad que estructura nuestra mente y prácticas, los tiempos y espacios escolares, la división del conocimiento en asignaturas, los niveles, las clases, etc. Las escuelas que están rompiendo estas estructuras son esperanzadoras. Se trata de flexibilizar el sistema, y no de esconderse detrás de las ACIs.

3

PARTICIPACIÓN

Y propones que una de las principales claves para generar transformaciones que hagan justicia a colectivos históricamente castigados es la participación. ¿Qué papel juegan los alumnos en este proceso de inclusión? ¿Te refieres a que deben ser partícipes activos en las discusiones sobre esta transformación?

Por supuesto. Esta es la condición para la transformación de las escuelas. Dos de mis libros sobre fracaso escolar precisamente se centran en la voz del alumnado, porque es el sector menos escuchado, aunque paradójicamente sea el más afectado. Y dentro del colectivo de estudiantes, menos valor se le da a las voces de esos chicos y chicas que son llamados “malos alumnos”. Al ser preguntados son capaces de mostrar con una claridad meridiana las virtudes y las miserias de las escuelas. Cada una de estas voces, en sus historias particulares, remite a cuestiones universales, y contienen claves de gran interés para trascender los actuales límites de la institución.

Tampoco han sido escuchadas las personas denominadas por su discapacidad, que son continuamente objeto de las decisiones que otras personas toman por ellas. Por ello, es uno de esos colectivos definidos por terceros. Revertir esta situación es fundamental para que las escuelas puedan cambiar: quienes han sido nombrados por la discapacidad y eclipsados por ella tienen que participar para poder dejar de ser reducidos a lo que justamente no pueden hacer. La escuela debe relanzar la humanidad que les ha sido robada a través ese proceso de cosificación –el de convertirlas en síndromes, enfermedades o lo que no hacen–, y que solo puede ser combatida con la participación de ese alumnado segregado.

4

ORIENTACIÓN ESCOLAR

Recientemente habéis llevado una experiencia participativa que habéis denominado Workshop Orienta. En este caso, contasteis con la participación de familias y profesionales para volver a pensar la Orientación escolar. ¿Cómo fue esta experiencia?

Pues resultó algo emocionante. Era algo que estaba por hacer: contar con la construcción de conocimiento acerca de la inclusión a partir de las elaboraciones de personas muy implicadas en el proceso de transformación de las escuelas. Son construcciones emergentes, que superan el estado actual de las cosas.

En este caso, los profesionales llegaron con el deseo de aprender de las familias. Se facilitó un proceso de diagnóstico participativo de la situación del sistema escolar acerca de la orientación, del que emanaron tres líneas de trabajo en forma de preguntas: «¿Qué pasa en las escuelas donde algunos niños y niñas no caben?», «¿para qué están sirviendo los informes psicopedagógicos?», «¿qué impide o qué ocurre para que nos digan que legalmente no puede estar ahí?».

A partir de ellas, familias y profesionales colaboraron para detectar problemas, descubrir las relaciones entre ellos y establecer posibles soluciones. Desde entonces nos hemos organizado en diferentes comisiones que siguen trabajando en redes por una educación sin exclusiones. Son comisiones originales y rompedoras, que pretenden cuestionar lo que hay, responder a los elementos excluyentes del sistema escolar, y proponer y promover alternativas. Pienso que por aquí han de venir las soluciones: los profesionales debemos aprender del alumnado y sus familias, construir verdaderas comunidades, para elaborar juntos propuestas más educativas y justas.

Fuente de la entrevista: http://www.educacio-inclusiva.net/entrevista-a-nacho-caldreon-educacion-inclusiva/

 

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Libro: Niñez y derechos humanos: herramientas para un abordaje integral de Lucía Belaunzará (Coord.)

Por: Open Libra. 

Este manual ofrece a la comunidad herramientas legales para abordar y resolver colectivamente la vulneración de los derechos de la niñez y la adolescencia. No es obra de una persona sola, encerrada en una oficina, sino que en su proceso de construcción fueron fundamentales tanto lo colectivo e interdisciplinario como lo territorial. El equipo del programa Niñez, Derechos Humanos y Políticas Públicas, dependiente de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, lo llevó adelante a la luz de diversas experiencias de trabajo territorial en la región que comprende La Plata, Berisso y Ensenada.

En las páginas de este manual, dialogan y se complementan los saberes académicos del derecho y los saberes acumulados por las organizaciones barriales, que día a día trabajan contra la arbitrariedad, el autoritarismo y los prejuicios de clase en funcionarios policiales y judiciales (prejuicios flagrantes en esos estamentos, pero de ninguna manera limitados a ellos). Frente a los obstáculos para acceder a la justicia y las incertidumbres que esto produce entre las poblaciones más desaventajadas, el manual pone a su disposición diversos protocolos y recursos de actuación.

 

Fuente de la reseña: https://openlibra.com/es/book/ninez-y-derechos-humanos-herramientas-para-un-abordaje-integral

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La educación saudí en el odio

Por: Félix Flores.

El número de yihadistas dispersos por el mundo es casi tres veces mayor que en el 2001, cuando se cometieron los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, mientras que conceptos ideológicos fanáticos y de odio que alimentan el yihadismo siguen apareciendo en los libros de texto de Arabia Saudí, que no solo se utilizan en este país sino que se exportan o llegan a la mayoría de países existen comunidades musulmanas, sean mayoritarias o minoritarias.

Dos informes estadounidenses han venido a coincidir estos días en un momento en que el asesinato del periodista Jamal Khashoggi ha puesto el foco en el reino saudí. El primero, del Center for Strategic and International Studies (CSIS), analiza “La evolución de la amenaza salafista-yihadista” después de la aparente derrota del Estado Islámico y señala que actualmente existen 67 grupos yihadistas, con un total de entre 125.000 y 230.000 miembros (un margen quizá demasiado grande).

Actualmente existen 67 grupos yihadistas, con un total de entre 125.000 y 230.000 miembros

El segundo informe se fija en los libros de texto saudíes de enseñanza primaria y secundaria para el curso actual. En ellos se dicen cosas como estas:

-“La cristiandad en su estado actual es una religión pervertida y no válida”.

-“Entre los más prominentes efectos del sionismo en el mundo están la difusión de drogas y enfermedades sexuales y otras en muchos países musulmanes”.

-“Los pueblos que son originalmente infieles, como los judíos, los cristianos y los paganos (…) Llamar a estos pueblos infieles es una obligación, porque aquel que no les llame infieles o dude de su carácter infiel es él mismo un infiel”.

Delegados saudíes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, bajo el techo pintado por Barceló, el pasado 5 de noviembre
Delegados saudíes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, bajo el techo pintado por Barceló, el pasado 5 de noviembre (Fabric Coffrini / AFP)
 

Los extractos pertenecen a Teaching Hate and Violence: Problematic Passages from Saudi State Textbooks for the 2018–19 School Year (Enseñando odio y violencia: pasajes problemáticos de los libros de texto saudíes para el año escolar 2018-19), que ha sido publicado por la Liga Antidifamación, un poderoso lobby judío estadounidense, y su autor es David Andrew Weinberg, un hombre que lleva años dedicado a los libros de texto saudíes, antes como miembro de la neocon Foundation for the Defense of Democracies.

En este empeño, Weinberg declaró en el 2016 ante el Congreso de EE.UU., pidiendo que interviniera ante Arabia Saudí. Decía entonces lo siguiente: “En el 2014 expuse en una monografía que el Departamento de Estado había destinado medio millón de dólares de los contribuyentes a un estudio de los libros de texto saudíes destinado a ser publicado, pero en lugar de esto fue congelado para evitar comprometer a los saudíes o la administración de EE.UU. Sus hallazgos, muy detallados, fueron ocultados durante años y solo fueron expuestos ante los saudíes de alto nivel después de que los libros que habían sido evaluados ya estaban obsoletos”.

El Estado Islámico utilizó libros saudíes para su adoctrinamiento hasta que editó los suyos propios

El problema con los libros saudíes es que alcanzan todo el orbe. Las autoridades y fundaciones religiosas y benéficas saudíes hacen proselitismo por todo el mundo del wahabismo, su propia versión del salafismo suní, que ha sido repetidamente calificada de oscurantista y radical. Desde el siglo XVIII, los wahabíes han sido aliados de la familia Al Saud y un pilar del régimen a partir de la fundación del estado saudí en 1932. El hecho de ser país custodio de La Meca y Medina y el recurso del petróleo ha permitido a los saudíes construir miles de mezquitas, escuelas coránicas y centros islámicos desde el norte de África hasta el sudeste asiático, pasando asimismo por Europa. Con todo ello van los libros y su propia versión del Corán.

Este influjo ha ido imponiendo una única manera de ver las cosas en países de cultura islámica diversa, y ha fomentado, indiscutiblemente, el radicalismo. La prueba más evidente es que el Estado Islámico estuvo utilizando libros saudíes para su adoctrinamiento hasta que empezó a editar los suyos propios, y aun así continuó basándose en las ideas wahabíes.

Animan a la violencia contra judíos, cristianos, musulmanes chiíes y sufíes, mujeres, personas que practican el sexo anal…”

Washington ha sido siempre consciente del influjo destructivo del wahabismo, pero, que se sepa, no abordó la cuestión con los saudíes hasta casi diez años de los atentados del 11-S, 15 de cuyos 19 autores eran de esa nacionalidad. Con los años, y siguiendo el relato del propio David Weinberg, el gobierno saudí ha ido anunciando “reformas”, pequeños cambios de vez en cuando…

Según Weinberg, los textos que rigen en el curso académico saudí actual –y que afectan a la enseñanza primaria pero sobre todo a la secundaria– son algo menos intolerantes que en el curso 2010-2011, en que se decía que dios convirtió a los judíos en monos y cerdos y daba por auténticos los llamados Protocolos de los sabios de Sión, un clásico histórico del libelo antisemita, publicado en Rusia en 1902 y que ha sobrevivido durante décadas (de forma notoria, en la Europa del este tras la caída del muro de Berlín).

Sin embargo, señala el autor, esos libros “aún contienen pasajes que animan al fanatismo o a la violencia contra numerosas categorías de personas, incluidos judíos, cristianos, musulmanes chiíes y sufíes, mujeres, personas que practican el sexo anal y cualquiera que se mofe o se aparte del islam”.

Jóvenes saudíes ante una imagen de Mohamed bin Salman en un acto de la Fundación Misk, destinada por el príncipe heredero a la formación de nuevos cuadros
Jóvenes saudíes ante una imagen de Mohamed bin Salman en un acto de la Fundación Misk, destinada por el príncipe heredero a la formación de nuevos cuadros (Fayez Nureldine / AFP)
 

Más ejemplos:

-”Pegar a las mujeres está permitido cuando es necesario”.

-”Uno de los casos más serios de imitación de los infieles: unirse a los infieles en sus celebraciones, ya que esta es una de las mayores en términos de daño y perjuicio y la más extendida entre los musulmanes, y esta participación está prohibida por lo que contiene en términos de aceptación hacia ellos con algo que no es de nuestra propia religión”.

En otros términos: nada de dejarse invitar a compartir fiestas religiosas, ninguna convivencia con el vecino… Este mensaje –dado que no hay otra religión que el islam en el país– está obviamente orientado a la separación de la mayoría suní de la minoría chií. Fuera de Arabia Saudí, da argumentos a políticas como las que aplicó el Estado Islámico en la ciudad iraquí de Mosul, donde siempre habían convivido suníes, chiíes, kurdos, cristianos, judíos y otras confesiones minoritarias.

Velada musical en Mosul, donde los yihadistas del Estado Islámico destruyeron auditorios e instrumentos
Velada musical en Mosul, donde los yihadistas del Estado Islámico destruyeron auditorios e instrumentos (Zaid Al-obeidi / AFP)

Si nos fijamos ahora en el estudio del Center for Strategic and International Studies de Washington sobre el estado actual del yihadismo, resulta que este think tank muy ligado al poder señala que la marginación de los suníes en Irak nutrió las filas del Estado Islámico, pero no reconoce que lo facilitó el apoyo estadounidense a un gobierno sectario chií.También atribuye el resurgimiento de Al Qaeda y la aparición del Estado Islámico a la retirada de las tropas norteamericanas y occidentales.

El CSIS admite al menos “un componente importante –quizás el más importante– de la política occidental debería ser ayudar a los regímenes que afrontan el terrorismo a mejorar su gobernanza y a resolver de manera más efectiva los agravios –en lo económico, lo sectario…– que han sido manipulados por los grupos salafistas yihadistas”.

Fuente del artículo: https://www.lavanguardia.com/internacional/20181123/453091260858/arabia-saudi-educacion-odio-yihadismo-jamal-khashoggi.html

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Leontxo García: «Los niños que juegan al ajedrez obtienen mejores rendimientos en matemáticas y en comprensión de textos»

Argetina – España / 9 de diciembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Infobae

El periodista más prestigioso de habla hispana especializado en la disciplina analizó en Infobae los beneficios que la práctica genera en el desarrollo mental durante los años de escolaridad

Inteligencia emocional, pensamiento flexible, espíritu crítico, conceptos como lateralidad, psicomotricidad y concentración son algunos de los parámetros con los que, según diversos expertos, los niños podrían enriquecerse en la escuela gracias a la materia del ajedrez. Ese deporte tan complejo y con cientos de millones de variables tiene la capacidad de entretener a los más pequeños y al mismo tiempo alimentar su educación en campos como la matemática y la lengua.

El español Leontxo García fue jugador semi profesional y a lo largo de los últimos 35 años se convirtió en el periodista especializado en ajedrez más prestigioso de habla hispana. Cubrió para el diario El País uno de los grandes duelos de las leyendas Garry Kasparov y Anatoli Karpov en 1985 y todavía mantiene una columna diaria en el periódico ibérico.

Entre su rol como comunicador de los grandes eventos de ese deporte, García también se desarrolla, desde hace 15 años, como impulsor del ajedrez en el sistema educativo, tanto para escuelas primarias como secundarias. En los últimos días, el español arribó a la Argentina para participar de una iniciativa promovida por el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, en un intento de acercamiento de este juego a la educación.

El evento se realizó en el Centro Cultural Fontanarrosa de Rosario, adonde acudieron unos 150 alumnos pertenecientes al Plan Escolar de Ajedrez de la provincia de Santa Fe.

El ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, promovió la charla de Leontxo García en el Centro Cultural Fontanarrosa, en Rosario

El ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, promovió la charla de Leontxo García en el Centro Cultural Fontanarrosa, en Rosario

A su vez, el prestigioso periodista brindó una entrevista a Infobae en la que analizó los detalles el enriquecimiento académico que puede aportar el milenario deporte a los alumnos en una escuela.

—Si tuviese que darle a un padre razones de por qué un niño debería aprender a jugar al ajedrez…

—El ajedrez es una escuela de vida. Gran parte de lo que uno aprende en el tablero de ajedrez es transferible a la vida real, salvo que caigas en la obsesión, que es el pequeño riesgo que existe, pero que solo se produce en un porcentaje realmente muy pequeño. O sea, esa imagen de que los ajedrecistas están locos está tan extendida como falsa es. Si tomamos, por ejemplo, la lista de los 100 mejores jugadores del mundo y adoptamos una definición de loco muy flexible, yo creo que apenas encontraríamos tres o cuatro de ellos que podrían calificarse como personas muy fuera de lo común, digamos, extravagantes, por decirlo así. Por tanto, el ajedrez es una gran escuela de vida que desarrolla muchísimas habilidades, virtudes, valores, desde los niños de dos años hasta las personas de 102, porque también es un gran gimnasio mental para retrasar el envejecimiento cerebral, por ejemplo.

—¿Cuál es una edad recomendable para aprender ajedrez? ¿Y para poder jugarlo de una manera competitiva?

—Como herramienta educativa, se puede emplear desde los dos años. Ahora bien, como para jugar al ajedrez hace falta haber desarrollado la inteligencia abstracta, eso no ocurre salvo en los niños superdotados, hasta los cinco o seis años. A esa edad se pueden enseñar los movimientos de las piezas. Si usted quiere que su hijo o su hija sea uno de los mejores jugadores del mundo, tendrá que empezar a trabajar deportivamente antes de los 10 años porque el ajedrez, junto con la música y las matemáticas, es la disciplina que produce más niños prodigio. De alguna forma, la precocidad en el ajedrez es natural, y por tanto, insisto, si lo que quiere es convertir a esos niños en algunos de los mejores jugadores del mundo, hay que empezar antes de los diez años. Pero, y este pero va con mayúsculas, si usted simplemente quiere disfrutar del ajedrez o utilizarlo como herramienta educativa, social o incluso terapéutica en algunas aplicaciones, para eso vale absolutamente cualquier edad, cualquier nivel de inteligencia, cualquier tipo de persona.

Desde 2003, Leontxo García intenta acercar el ajedrez al sistema educativo

Desde 2003, Leontxo García intenta acercar el ajedrez al sistema educativo

—¿Qué valores adquieren, toman y aprenden los niños que tienen al ajedrez como materia en la escuela?

—Bueno, la lista de valores que desarrolla el ajedrez es tan enorme, que haría esta respuesta interminable. Así que voy a seleccionar la edad que creo que va a ser más llamativa para nuestros espectadores, que es la de los niños de 2 a 5 años. Utilizando una herramienta tan sencilla como un tablero gigante en el suelo y una música agradable que tiene una letra que, por ejemplo, enseña a mover los peones, hacemos que los niños sean las piezas. Usted es un niño de 3 años y yo le digo que como usted es muy valiente es un peón que solamente camina hacia adelante, nunca va hacia atrás. Entonces, le digo que esta es su columna y que tiene que esperar para poder jugar a que juegue primero su compañero. Fíjese de qué manera tan sencilla le estoy transmitiendo valores importantísimos a esa edad: lateralidad, psicomotricidad, memoria, concentración, atención, respeto por las normas, respeto por el compañero, diagonal, horizontal, vertical, control del primer impulso, algo importantísimo, no sólo para los niños sino también para los adultos en el siglo XXI. Con qué facilidad le damos al botón del celular o a cualquier otro dispositivo, y a veces cometemos errores por darle demasiado rápido.

En fin, hay una serie muy larga de valores que se transmiten a través del ajedrez a los niños de 2 a 5 años. Imagínese usted si vamos elevando la edad. Por ejemplo, en secundaria estaríamos hablando de tomar decisiones de forma razonada, pensamiento crítico, pensamiento flexible, importantísimo en un mundo como el que nos espera, dentro de solo diez años, donde buena parte de nuestros niños actuales, quizás más de la mitad, van a ejercer profesiones que hoy no existen. Y por tanto, eso requiere un pensamiento muy flexible y el ajedrez te obliga a tener flexibilidad de pensamiento porque en una partida, la posición, la evaluación de una posición puede cambiar mucho con una sola jugada de cualquiera de los dos. Y si uno está acostumbrado a que su cerebro funciona así porque juega al ajedrez con frecuencia, eso es transferible a la vida real.

Leontxo García es periodista especializado en ajedrez desde hace más de 30 años

Leontxo García es periodista especializado en ajedrez desde hace más de 30 años

—¿Cuánto le sumaron y cuánto le restaron al ajedrez histórico, al romántico, al tradicional el uso de las computadoras y la inteligencia artificial?

—La informática en general ha revolucionado por completo el ajedrez. El actual es muy distinto al que yo conocía, al que yo jugaba como jugador profesional. Para cosas buenas y malas. Es decir, ahora hay un peligro de que haya trampas con ayuda de computadoras. Yo puedo estar jugando una partida aquí mismo y tengo un auricular invisible metido en el oído, que incluso puede ser un auricular que pase sin ser detectado en los controles. Entonces, yo estoy conectado con un amigo mío, que es usted, y usted puede estar en su casa muy lejos de aquí, pero está siguiendo mi partida de ese torneo en directo por internet, con la ayuda de una máquina que calcula millones de jugadas por segundo, y me está soplando la mejor jugada en mi posición. Entonces, por eso hay detector de metales, hay inhibidores de ondas, por ejemplo, hay cantidad de medidas para prevenir las trampas en los torneos. Esa es la parte mala del progreso.

Pero claro, la parte buena es que cuando yo jugaba, si me invitaban a un torneo en Buenos Aires, y por ejemplo era un torneo de diez jugadores, para obtener información de mis nueve rivales, tenía que empezar a moverme meses antes por correspondencia, yo qué sé cómo, para conseguir partidas de esos jugadores en sus países, por algún contacto que yo tuviera, una revista. Ahora, escribo el nombre de cualquier jugador en mi base de datos, que tiene 6.600.000 partidas, perfectamente clasificadas, jugadas desde el siglo XV hasta ayer, y en muy pocos segundos tengo todas las partidas que ha jugado ese rival en toda su carrera. Y bueno, el ajedrez es el único deporte que se puede practicar por internet, o que se puede enseñar por internet con enorme eficacia. Todo eso es la parte positiva de la aplicación de la informática al ajedrez.

—¿Qué diferencias habría entre un niño que se formó en una escuela primaria o secundaria con clases de ajedrez respecto a un colegio en el que no pudo tener esa oportunidad?

—Según los estudios científicos que conocemos en diversos países, por ejemplo, estoy acordándome de España, Alemania, Reino Unido y Dinamarca, entre otros, los niños con quienes se ha utilizado el ajedrez como herramienta educativa desarrollan más su inteligencia en múltiples parámetros, incluida la inteligencia emocional, que es importantísima en el siglo XXI, y obtienen mejores rendimientos académicos en general y sobre todo en matemáticas y en comprensión lectora, que en muchos países de Latinoamérica son precisamente los dos ámbitos donde nuestros niños fallan más de acuerdo con el famoso Informe Pisa. El ajedrez incide exactamente ahí, pero además, como hemos comentado, desarrollan muchos otros valores.

Un último informe presentado en agosto por el Observatorio Argentino por la Educación titulado «Radiografía de los aprendizajes de Matemática en Argentina» reveló que el 69% de los alumnos argentinos tiene problemas para resolver operaciones sencillas y, en el plano internacional, los estudiantes locales ocupan los últimos puestos. A su vez, en las pruebas PISA 2012, las últimas en las que el país participó con una muestra válida, Argentina quedó en el puesto 59 entre 65 sistemas educativos que participaron

—Alguien que vive del ajedrez de un modo profesional, ¿cuántas horas y cuántos años necesita mantener a este ritmo de estudio para estar entre los cien mejores del mundo?

—Alguien que está entre los cien primeros del mundo tiene el tablero en su cabeza como una especie de idioma materno 24 horas al día. Por supuesto, a partir de ahí ya varían los métodos. Hay algunos que llevan un entrenamiento sistemático de ocho, diez o 12 horas diarias, dividiéndolo entre las aperturas, es decir, la primera fase del juego, la estrategia, la táctica, la técnica, de las posiciones finales con pocas piezas, la preparación psicológica, la preparación física, todo eso es importante. Y luego hay otros, como el actual campeón del mundo, el noruego Magnus Carlsen, que huyen de cualquier planteamiento sistemático pero están 24 horas al día con el ajedrez conectado y pueden estar caminando por la calle y están pensando en el análisis de una posición que no resolvió ayer y de pronto está caminando por la calle y se le ocurre una jugada genial. Claro, pero es un genio y es el campeón del mundo.

Fuente de la Entrevista:

https://www.infobae.com/sociedad/2018/12/04/leontxo-garcia-los-ninos-que-juegan-al-ajedrez-obtienen-mejores-rendimientos-en-matematicas-y-en-comprension-de-textos/

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¿De verdad es la evaluación un problema?

España / 9 de diciembre de 2018 / Autor: Manuel Jesús Fernández Naranjo / Fuente: EvaluAcción

La evaluación es el proceso más complejo de cualquier organización. Decidir qué, quién, cómo, cuándo, a quién y para qué evaluar resulta, en la mayoría de los casos, una de las decisiones más difíciles de tomar. Y lo estamos viendo con el globo sonda, repetitivo en la mayoría de las administraciones, de la evaluación docente. Pero, no quiero entrar en este tema, no por su complejidad, sino porque es sólo un ejemplo de lo anterior y no el tema de esta entrada.

Porque me quiero centrar en un hecho que vengo experimentando durante estos últimos años y es que la evaluación se convierte en una ayuda para los actores del proceso de aprendizaje y no es ningún problema. En definitiva, mi tesis es que la evaluación no es un problema sino que es el principal elemento de cohesión de la comunidad educativa.

Pero, vayamos a las causas, según mi punto de vista, de por qué la evaluación educativa se ve como un problema que pone de los nervios a toda la comunidad educativa.

  • La evaluación confundida con calificación
  • La evaluación como una meta y no como un proceso
  • La evaluación con instrumentos limitados
  • La evaluación como castigo
  • La evaluación como una decisión individual

Y, ahora, veamos los argumentos para afirmar que la evaluación no es ningún problema, que evaluar es algo que facilita y fundamenta el aprendizaje auténtico. Para ello, me gustaría recordar varios ejemplos de cosas que pasan en las aulas donde comparto aprendizajes con el alumnado.

En primer lugar, lo que una alumna me comentó hace poco cuando le entregué una rúbrica para que se autoevaluara:¡cómo me voy a poner yo la nota si el maestro eres tu!. Y en segundo lugar, lo que otra alumna dijo cuando después de reflexionar sobre lo que había hecho durante lo que llevábamos de trimestre: yo ya no merezco el 10, maestro. Creo que estas dos anécdotas de aula reflejan todo lo que evaluación es ahora mismo y, también, lo que no debería ser, ya que se piensa  y se tiene más que asumido mayoritariamente que la evaluación es una responsabilidad exclusiva del docente y que el alumnado no tiene ninguna responsabilidad en la valoración de SU aprendizaje. Porque no lo olvidemos, si queremos que el alumnado aprenda de verdad debe ser responsable de su aprendizaje, para empoderarse, para ser autónomo y competente. Y no lo es en absoluto, por su relativa inmadurez, por la falta de hábito y, sobre todo, por un sistema de evaluación radicalmente vertical y nada participativo.

ben-mullins-785450-unsplashSin embargo, como pasa en esas aulas donde comparto aprendizajes con el alumnado, la evaluación cuenta, en primer lugar, con instrumentos muy variados como rúbricas, pruebas cooperativas, juegos, actividades individuales, en pareja y en grupo, explicaciones, creación de productos, trabajo en el aula, etc., lo que provoca que se vaya asimilando algo que yo les digo continuamente: no hacemos exámenes, pero nos examinamos continuamente. Además, también usamos estrategias variadas como flipped, trabajo cooperativo y colaborativo, cumplimiento de plazos o autoevaluación y coevaluación. De esta forma, la evaluación se empieza a entender, porque cuesta trabajo cambiar hábitos adquiridos que se entienden como inmutables, como un proceso y no como un resultado, como un camino y no como una meta y, por ello, la evaluación no se confunde con calificación, aunque administrativamente haya que ponerla, sino que se empieza a entender como el resultado de lo realizado y aprendido durante un tiempo determinado y de lo que ellos son responsables y, esto es muy importante, participan. Por eso, también, la evaluación se convierte en una ayuda eficaz para mejorar el aprendizaje y no se ve como la posibilidad de un castigo por no hacer algo bien, sino un manera de aprender para hacerlo mejor.

Y termino con el comentario de estas experiencias de aula con una anécdota de ayer mismo. En mi centro se hacen desde el curso pasado exámenes comunes para todos los niveles, (algo que me parece completamente contrario a los principios de la educación del siglo XXI como diversidad, inclusión, personalización, evaluación formativa, por ejemplo, pero que asumo como docente del centro) y un alumno de 1º de ESO me comentó que cómo iban a hacer ellos un examen común “si no habíamos dado nada”. Entonces, yo le pregunté qué era el Ecuador y me dijo: “la línea que divide a la tierra en dos mitades” y le insistí preguntándole cuáles eran los movimientos de la tierra, y me dijo: “rotación y darle la vuelta al sol”, e insistí más preguntándole cuál era la cordillera que divide Europa y Asia y, sí, me dijo, “los Urales”. Entonces entendió, entendieron, que no quería decir “dar” sino “estudiar de memoria”. Creo que hace falta comentar poco más.

En definitiva, podemos concluir que la evaluación deja de ser un problema si podemos hacer que ocurra lo siguiente:

  • Hacer de la evaluación un proceso que reduzca, hasta hacerla irrelevante, la importancia del final, de la meta.
  • Hacer al alumnado responsable de su aprendizaje y, lógicamente por eso, de su evaluación y, por tanto, también enseñarles a participar de manera objetiva en su propia valoración y en la valoración de sus compañeros.
  • Utilizar estrategias e instrumentos muy variados de forma que el alumnado tenga la certeza de que su evaluación es formativa, de que aprende evaluando y evalúa aprendiendo.

Yo estoy en ello y observo que cuando el alumnado asume el proceso, sabe que su evaluación es para mejorar y entiende que su “nota” depende de él y no de mí, todo es mucho más fácil y mucho menos problemático. Y sí, las familias lo asumen también con naturalidad.

Fuente del Artículo:

http://evaluaccion.es/2018/11/26/de-verdad-es-la-evaluacion-un-problema/

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