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España: Aprender de la Historia

Por: Rodrígo J. García/El País

El aprendizaje lo lleva a cabo esencialmente el alumnado utilizando estructuras en el mundo exterior para organizar sus propias estructuras de conocimiento.

Virginia (Profesora): “¿Recordáis que en el primer trimestre estuvimos colaborando con el Instituto ‘Ifach’’?”
– Marcos (Estudiante): “Sí… ¿Son los compañeros con los que trabajamos en #EDIAsomos larevolución, no?”
– Lucía: (Estudiante): “Sí, y también en el proyecto #RevoluciónEDU … ¡Ya nos seguíamos en Twitter
– Isabella (Estudiante): “Virginia, habías dicho que a lo mejor venían al final de curso al ‘insti’ para celebrar la Feria de la Historia ¿Vendrán al final?… Así los desvirtualizamos.»

Con este revuelo—cuenta Virginia Capilla— comienzan un nuevo trabajo de colaboración entre centros, una Unidad temática sobre ‘La Primera Guerra Mundial’, “aunque su enfoque puede ser aplicable a cualquier otro gran conflicto como la Segunda Guerra Mundial, la invasión de Iraq, las guerras de Vietnam o Afganistán”, según recoge la Guía didáctica.

Durante el curso escolar 2017/18, estudiantes y profesores de cinco centros educativos de diferentes comunidades autónomas pusieron en marcha una experiencia colaborativa intercentros de enseñanza de la Historia en primero de Bachillerato, siguiendo los principios metodológicos del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP).

La base común era el repositorio de Recursos Educativos Abiertos (REA) del Proyecto EDIA (Educativo, Digital, Innovador y Abierto), una iniciativa del Centro Nacional de Desarrollo Curricular en Sistemas no Propietarios (CeDeC), dependiente del Ministerio de Educación y Formación Profesional en colaboración con la Consejería de Educación y Cultura del Gobierno de Extremadura.

El proyecto EDIA sustenta y actualiza una documentación didáctica organizada en formato Web/Blog, a modo de repositorio, desde la que anima la creación de redes de desarrollo profesional de colaboración entre docentes. Desde este compromiso se posiciona, además, a favor de la utilización de software libre en educación, lo que supone un elemento diferenciador de gran valor educativo. Los contenidos documentales se elaboran con la herramienta de autor eXelearning ; de esta manera, se facilita al máximo la descarga desde la web. Estos recursos se pueden utilizar directamente, o ser modificados y adaptados por cada docente según el escenario educativo y las particularidades de aprendizaje del grupo de estudiantes.

En referencia a los contenidos de Geografía e Historia para Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, el repositorio proporciona un conjunto de unidades temáticas que impulsan a la colaboración de docentes y estudiantes en el aprendizaje de estas materias de manera estructurada, activa, motivada, abierta en internet e impulsora de conocimiento libre.

La experiencia que abordamos, a continuación, es una adaptación de dichos recursos que se concretó en un proyecto específico denominado Aulas EDIA: REadictas a la Historia. La iniciativa pedagógica creó una red de aprendizaje en torno a la materia Historia del Mundo Contemporáneo.

La red de docentes ‘Aulas EDIA: REadictas a la Historia’ estuvo formada por profesores y profesoras de distintas comunidades autónomas… Geles Fernández del Instituto Público de Educación Secundaria (IES) Ifach de Calpe, en Alicante; Virginia Capilla y María Adela Camacho del IES “Las Lagunas en Mijas-Costa (Málaga); Txema Gil del Colegio Sagrada Familia de Valencia, Eva María Campos del IES”Fernando Lázaro Carreter” de Utrillas (Teruel), Belén Santos del IES “Calderón de la Barca” de Pinto (Madrid).

La materia Historia del Mundo Contemporáneo de primero de Bachillerato quedó estructurada, tal y como proponía el Proyecto EDIA, en cinco unidades temáticas: Somos la revoluciónLa guerra que cambió el mundo, La guerra una y otra vez, El mundo es un tablero y un proyecto de clase para denunciar situaciones injustas y de desigualdad, que en el IES ‘La Laguna’ adoptó el nombre de ‘Pintura virtualizada’ (deconstruir una realidad histórica reflejada en un lienzo, en este caso, el Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga).

 

Esta andadura comienza con ‘Somos la Revolución”. La finalidad era que los estudiantes se aproximaran y adquiriesen el significado del concepto de Revolución y que tomaran conciencia de su vigencia y relevancia en sus vidas. Este tipo de apropiación se abordó con la búsqueda guiada de información, la utilización de recursos on-line y el despliegue de tareas de reflexión y publicación sobre la Crisis del Antiguo Régimen, la Revolución Francesa, las Revoluciones Burguesas, el Nacionalismo, la Revolución Industrial y el proceso de industrialización, y la Génesis y Desarrollo del Movimiento Obrero.

Somos la Revolución
Somos la Revolución. Proyecto EDIA. REA para Geografía e Historia CEDEC
El soporte didáctico lo encontramos en la Unidad temática (recurso educativo abierto) accesible desde la citada web del CeDeC y titulada ‘Somos la revolución’. Es un recurso que, como el resto del Proyecto EDIA, sirve de referencia y proporciona un contenido que podrá ser adaptado por cada docente. Está estructurado con la siguiente secuencia:

“‘Comprendiendo la revolución’. Tiene por objeto el análisis de fuentes históricas como los documentos escritos y las obras de arte.
Narrando la revolución’. Pretende desarrollar conocimientos acerca de la época de las revoluciones a través de la narración personal de los acontecimientos del siglo XIX con la creación de un canal de podcasts.
Viviendo la revolución’. Esta última tarea pretende estimular la reflexión del alumnado sobre el mundo actual y el entorno que le rodea, estimulando su implicación por el cambio en aquellos aspectos de la realidad que le gustaría mejorar.” (Guía didáctica. Somos la Revolución. CeDec)

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seguimos trabajando en , hoy con comité de expertos y proxima sesión volvemos a equipo base para explicar a nuestro equipo el acontecimiento histórico trabajado en los mapas mentales

El trabajo de esta Unidad temática acaba con la elaboración de una serie de producciones (en la mayoría de las ocasiones, recogidas como entradas de Blog) donde los estudiantes dan cuenta, explican, comparten sus conocimientos y elaboran un ‘diario de aprendizaje’, en soporte virtual o en el ‘cuaderno de clase’, en el que anotan los logros conseguidos, el modo de alcanzarlos, los recursos manejados y su utilidad, con quién los han aprendido, las dificultades que han encontrado, quienes pueden ayudarles… y su valoración sobre el grado de implicación en la tarea.

Esta reflexión tiene el valor añadido de invitar a un diálogo fundamentado sobre dudas y avances con el profesor y el resto estudiantes de su clase o de otros centros participantes, en muchas ocasiones con el uso de las redes sociales(rrss). El producto final del trabajo fue la creación de un manifiesto sobre un componente de su realidad que los estudiantes consideraban necesario transformar.

VIVIENDO LA REVOLUCIÓN. TAREA

 Ana Rey. Leyendo el manifiesto (CC BY-SA) Miguel Ángel Pereira Baz. Proyecto EDIA. REA para Geografía e Historia. CeDeC
Ana Rey. Leyendo el manifiesto (CC BY-SA)Redactar un manifiesto, como los de las revoluciones del siglo XIX, puede ayudarnos a comprender mejor algunos de los problemas del mundo actual. Al mismo tiempo nos obligará a adoptar una posición, a implicarnos de alguna manera.

Por tanto, en esta tarea, nuestro objetivo será redactar un manifiesto para una revolución que nos gustaría que comenzase hoy en día. Vuestro manifiesto abordará alguno o varios problemas que están presentes en el mundo actual y las exigencias de cambio que esos problemas plantean. Por último, incluirá diez propuestas concretas para cambiar o mejorar esa situación.

El manifiesto puede ser un texto o elaborarse en otro formato (canción protesta, obra de arte, vídeo…). Será una tarea individual en la que cada uno tendremos que escribir y presentar nuestro manifiesto. No obstante, podremos (y deberemos) recurrir a la ayuda de nuestros compañeros para evaluar y mejorar el trabajo final.

No es imprescindible que pensemos en un manifiesto para cambiar el mundo en general, sino que podemos elegir la escala que más nos interese.

Es decir, podemos optar por crear un manifiesto para transformar nuestra localidad, región o país, o centrarnos en un tema concreto (los inmigrantes, las relaciones familiares…) o en alguna institución a la que pertenezcamos. Muchas veces, los cambios más importantes en la Historia han nacido como consecuencia de muchos cambios pequeños, modestos, imperceptibles a los ojos de los historiadores.

Una vez finalizados los manifiestos, se dedicará una sesión en clase a presentarlosa los compañeros. Preparad una breve intervención oral de un minuto aproximadamente en la que expliquéis cuál es el objetivo principal de vuestros manifiestos, a qué ámbito de vuestra vida los habéis dirigido cada uno y cómo esperáis movilizar la conciencia de las personas a partir de ellos. Expresad vuestros puntos de vista con la máxima pasión y convencimiento de que seáis capaces. Esta guía para preparar una presentación oral puede servir de ayuda.

Todos los manifiestos serán evaluados por el profesor y recopilados para publicarse de manera conjunta. La recopilación puede hacerse en soporte digital o impreso. Lo más importante es que sirva para tener organizados todos los trabajos y también para ponerlos a disposición de otras personas.

En la retroalimentación encontramos las orientaciones y recomendaciones para esta tarea.

A continuación, mostramos un ‘vídeo/manifiesto contra el racismo’ elaborado por uno de los grupos de primero de bachillerado, el ‘Trío Guillotina (recordemos que estamos en tiempo de revoluciones). El manifiesto formula diez razones, percepciones, creencias, actitudes y comportamientos que sustentan actitudes racistas y enuncia otras tantas actuaciones colectivas y gubernamentales que podrían ayudar a su superación.

En el segundo trimestre del curso 2017-18 abordaron otras dos de las temáticas planificadas ”La guerra que cambió el mundo” y “La guerra una y otra vez”, ambas igualmente respaldadas en recursos educativos abiertos del Proyecto EDIA.

Los REAs de La Guerra
Los REAs de La Guerra VIRGINIA CAPILLA
En cada centro los docentes adaptaron dichas propuestas de acuerdo conuna serie de criterios: el número de grupos participantes, la experiencia del profesorado y de los estudiantes en el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación, los recursos tecnológicos disponibles, conocimientos previos en Historia…

Nos detendremos en comentar uno de ellos, que surcó internet con el hashtag #EDIALaGuerraquecambióelmundo; la Unidad didáctica de soporte fue elaborada por Miguel Ángel Pereira Baz, por entonces, director del CeDeC.

 La guerra que cambió el mundo . CeDeC
La guerra que cambió el mundo. CeDeC
La puesta en marcha comenzó con la presentación del proyecto. Un lunes a primera hora, aún medio dormidos visionaron un vídeo (se facilita a continuación) de apenas unos minutos sobre el nuevo proyecto. Virginiacomenta… “supe por sus caras que a Yhunnary y a Alejandroles gustó”.

La unidad temática parte de una recomendación de entrada: Pensar antes de estudiar y ofrece una información general y breve sobre lo que supuso el acontecimiento histórico de la Primera Guerra Mundial. En el IES ‘Las Lagunas’, se decidieron por la utilización del siguiente vídeo…

En este caso, el visionado se hizo en casa, a la vez que respondían a una serie de cuestiones ‘ad-hoc’ que les ayudaban a fijar la atención en determinados mensajes y datos.

Después de una reflexión individual y grupal de identificación de ideas previas y lagunas de conocimiento sobre la Primera Guerra Mundial, en clase iniciaron una primera tarea de investigación, que se muestra al final de esta entrada.

Aprender de la Historia

Virginia, comenta… “Aún recuerdo el primer día de curso cuando les explicaba cómo serían mis clases; me miraban extrañados, me imagino que pensando qué palabras tan raras les decía: flipped classroom, Aprendizaje Basado en ProyectosRúbricasPortfolios , Diarios de aprendizajeRecursos Educativos Abiertosedpuzzletiki-tokispreaker… y ya el colmo, al preguntarles si tenían móvil y, todos a una, respondieron sacándolos de sus bolsillos. Cuando AnaCarlosSamNadiaCristinaJudithSarayJulietaMaría… descubrieron que sería su herramienta de trabajo, les entusiasmó…. Aunque algunos alumnos se siguen sintiendo más cómodos con su boli y su libreta.”

Después de la recopilación y organización de datos compartieron en grupo y en rrss (Twitter) los que consideraron más relevantes. Elaboraron mapas conceptuales con la intención de sintetizar de manera lógica y secuenciada la información disponible.

  scoop.it. Primera Guerra Mundial.  Grupo 'Los Historiadores''
scoop.it. Primera Guerra Mundial. Grupo ‘Los Historiadores»
Continuando el trabajo de organización y síntesis de la información, llevaron a cabo agrupaciones de contenidos con sentido, asumiendo el rol de ‘Content curator’, y construyeron maquetas con scoop.it, que a modo de gacetillas, portadillas ‘on-line’, permitían ilustrar hechos relevantes y visiones complementarías sobre los acontecimientos. Los estudiantes enlazaron en sus diarios de aprendizajelas maquetas construidas, en condiciones, de ser compartidas y comentadas.

EMPEZAMOS A INVESTIGAR

BiblioArchives  LibraryArchives. Canadian troops marching past... (CC BY)      Miguel Ángel Pereira Baz.     Proyecto EDIA. REA para Geografía e Historia. CeDeC
BiblioArchives / LibraryArchives. Canadian troops marching past… (CC BY)
Cada uno de nosotros tendremos que buscar un recurso (vídeo, fotografía, texto, documento…) relacionado con la Primera Guerra Mundial. Buscaremos en Internet pero también podemos (y debemos) utilizar otras posibilidades como acudir a la biblioteca pública, consultar a conocidos y familiares, preguntar a profesores…

(Posterioremente….) presentaremos el recurso al resto de compañeros. Haremos una presentación breve (cinco o diez minutos) en la que describiremos el material, explicaremos cuál es su formato y contenido, de dónde lo hemos obtenido y por qué nos parece significativo.

Para recopilar todo lo que hayamos recogido, utilizaremos el mural virtual Padlet. En el caso de los recursos que no sean virtuales, haremos una foto de los mismos e incorporaremos esas imágenes al mural virtual.

En la evaluación de esta tarea participaremos todos. Utilizaremos como referencia esta rúbrica en la que todos valoraremos el trabajo de todos.

Algunas claves o sugerencias para esta primera tarea:

• No tienes por qué aportar mucha información escrita. Se trata de que nos trasmitas una visión general o algún aspecto concreto de la Primera Guerra Mundial.
• Aunque la propuesta es hacer la actividad individualmente, podemos decidir trabajar en parejas o grupos de tres personas…
• El mural virtual Padlet será un recurso que volveremos a utilizar a lo largo de la secuencia didáctica.
• Es muy importante que seamos originales y exhaustivos en la búsqueda. No se trata de limitarnos al primer enlace que encontremos.
• La presentación oral del recurso que hayamos elegido será la que se use para la evaluación del trabajo. Por lo tanto, es muy importante que preparemos una exposición clara, ordenada y sistemática.

•  Debemos buscar información no solo de batallas sino de otros aspectos del conflicto (víctimas civiles, obras de arte que lo reflejen, destrucción de algunos lugares, tratados de paz…).

Lo expuesto hasta aquí, es solo una muestra de lo que significa plantear la enseñanza y el aprendizaje de la Historia de manera alternativa, ‘haciendo realidad lo que por otra parte se predica’, replicando la actitud del investigador en la búsqueda de la verdad.

A raíz de las últimas entradas de este blog, podemos comprobar que la experiencia relatada comparte muchas concepciones con otras anteriores que, sobre la enseñanza de la Historia, hemos ido mostrando y de las que, de una u otra manera, viene participando un colectivo amplio de profesionales, agrupados bajo el nombre de claustro virtual, participantes, también, en jornadas como el Encuentro de buenas prácticas de profesores de Historia, con el hashtag #ProfesHist17.

No obstante, no queremos dejar este relato aquí, se crearon y pusieron en marcha otras tareas que sugieren más consideraciones dignas de ser compartidas, pero de eso ya nos ocuparemos en la próxima entrada…

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/10/31/escuelas_en_red/1541015387_902362.html

 

 

 

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España: El Gobierno entierra la ‘ley Wert’ con la nueva reforma educativa

Redacción: El País

El ministerio incluye planes personalizados para que los alumnos repetidores puedan salir adelante. Se eliminan los itinerarios y Religión no computará en Bachillerato

El Ministerio de Educación ya tiene lista su propuesta para reformar la actual ley educativa (LOMCE), conocida como ley Wert. A grandes rasgos, recupera muchos de los aspectos de la Ley Orgánica de Educación (LOE), la norma que aprobó el PSOE en 2006, aunque incluye novedades como el impulso de un plan personalizado para los alumnos repetidores, que podría incorporar contenidos y exámenes diferentes de los del resto del grupo. Serán los profesores los que decidan qué estrategia emplear en cada caso. Es la primera vez que una ley contempla un plan de este tipo. Según el informe PISA, uno de cada tres alumnos de 15 años estaba repitiendo curso en España en 2015, el triple que en la media de los países de la OCDE.

La oposición política a la LOMCE llevó en 2013 a los grupos parlamentarios —a excepción de UPyD y los dos diputados de UPN y Foro Asturiano— a acordar por escrito el compromiso de derogar la LOMCE en la siguiente legislatura.

La reforma se someterá a consulta de las organizaciones educativas y órganos de la Administración —como el resto de ministerios— y la propuesta definitiva se elevará al Consejo de Ministros a finales de año. Como ya adelantó la titular de Educación, Isabel Celaá, suprimen los llamados itinerarios en tercero y cuarto de la ESO; eliminan las reválidas —que en la actualidad están suspendidas—; se incluye Ética como asignatura obligatoria —bajo el nombre de Educación en valores cívicos y éticos—; queda eliminada la llamada demanda social para el acceso a la educación privada subvencionada (concertada); y la Religión ya no será materia de oferta obligatoria en 1º y 2º de Bachillerato. Las calificaciones que obtengan los alumnos que cursen la asignatura católica no serán computables para obtener la nota media de acceso a la Universidad.

Estos son algunos de los detalles de la reforma en sus puntos principales:

Conciertos y acceso. El objetivo primordial es “mejorar el sistema de admisión” que impera en la escuela concertada. Para ello, se eliminará la referencia a la demanda social, por la que la Administración debe garantizar a los padres plazas en centros concertados. Celaá ya consideró ese concepto “un eufemismo que ha servido para propiciar en algunos casos que la escuela pública pueda ser considera subsidiaria de la educación concertada”.

Para evitar la segregación por sexo, se prescindirá en el texto de la alusión a que “la educación diferenciada no se considera discriminación por género” y se dará prioridad en el régimen de conciertos a los centros en los que se coeduca.

Se modificarán los criterios de baremación para dar mayor puntuación a las familias monoparentales y a las víctimas de violencia de género y de terrorismo.

Equidad e inclusión.Se eliminarán los polémicos itinerarios educativos para asegurar que “cualquier opción” curricular elegida en la ESO conduce a la misma titulación. Ahora los alumnos tienen que decidir al acabar 3º de secundaria el camino a seguir, si Formación Profesional o Bachillerato. Y en 4º, asignaturas como matemáticas ofrecen dos niveles de dificultad en función del camino escogido, lo que, finalmente, determina si se obtiene un título u otro. “La segregación temprana, que da lugar a distintas titulaciones, impide que muchos alumnos con dificultades cursen Bachillerato o FP de grado superior”, señala el documento.

Se establece un plan individualizado para los alumnos repetidores. Serán los centros educativos y los docentes los que decidirán cómo configurarlo y si el alumno debe recibir unos contenidos distintos o someterse a exámenes diferenciados. Se incidirá en la necesidad de que los centros adopten “medidas educativas” que eviten la repetición del alumno para evitar su fracaso académico. Será la Junta de Evaluación la encargada de decidir la propuesta.

Religión. “Respetando los acuerdos con la Santa Sede”, dice el texto, se deja de considerar la Religión como una materia específica en 1º y 2º de Bachillerato, es decir, su oferta no será obligatoria en los centros. Así se evita que la calificación obtenida al cursarla se tenga en cuenta para calcular la media de acceso a la Universidad o la obtención de becas. Además, se elimina la obligación de cursar una materia alternativa a la Religión. Educación en valores cívicos y éticos pasa a ser obligatoria para todos los alumnos en un curso de primaria y en otro curso de secundaria aún por determinar.

Autonomía y dirección. El objetivo es evitar que el director “sea el único órgano de gobierno en los centros educativos”, señala la propuesta ministerial. La LOMCE quitó poder a los Consejos Escolares, que recuperarán ahora competencias. Además, se modificará su composición en los centros concertados para reincorporar al representante del Ayuntamiento.

Se modificará el procedimiento para la selección de los directores, aumentando la participación del Consejo Escolar (integrado por las familias y los docentes). En la actualidad, las comunidades autónomas deciden si la elección del director recae en la Administración o en el consejo escolar, lo que ha originado una gran dispersión de modelos.

Además, se evitará que la autonomía pedagógica de los centros dé lugar a la selección del alumnado, señala el documento.

Y se eliminará la posibilidad de contratar por “procedimientos diferentes a los ordinarios” a personas nativas para la enseñanza en otro idioma de diferentes asignaturas, algo que se ha detectado que ocurre en algunos establecimientos educativos.

Evaluación y reválidas. Se prohíbe utilizar los resultados de las evaluaciones efectuadas al alumnado para establecer una clasificación de los supuestos mejores y peores centros. Este punto se recupera de la LOE.

Las reválidas al final de 6º de primaria y 4º de la ESO se convertirán en “evaluaciones muestrales y plurianuales” que permitan conocer el estado del sistema educativo y favorecer la rendición de cuentas por parte de los centros para mejorar las políticas públicas.

Se implantará un “plan individualizado” con orientación académica y profesional para el alumnado que abandone el sistema educativo sin el título de secundaria obligatoria.

Etapas formativas. La educación primaria, de los seis a los 11 años se vuelve a organizar en tres ciclos de dos años cada uno. Ahora se evalúa a los alumnos cada año, curso a curso, de modo que pueden repetir curso si su momento de maduración no está al nivel esperado. Al evaluarlos cada dos cursos se espera que las capacidades de unos alumnos y otros se vayan igualando para pasar de ciclo con el menor fracaso posible.

Se eliminará la elección de todas las asignaturas a cursar en 4º de educación secundaria y Bachillerato. Solo se hará referencia a las materias comunes, las demás se dejarán para una regulación posterior —a través de real decreto— y, en el caso de las optativas, lo decidirán las comunidades autónomas.

EL GOBIERNO ESTABLECERÁ MÁS DEL 50% DEL CONTENIDO Y LAS HORAS DE CADA MATERIA

La propuesta de reforma de la actual ley educativa contiene un séptimo capítulo que con el nombre Modelo Territorial regula la distribución de competencias entre el Estado y las comunidades para definir los contenidos curriculares y el número de horas dedicadas a cada asignatura. El documento recupera la fórmula de la LOGSE(ley educativa de 1990) y de la LOE por la que el ministerio determina el 55% de los contenidos de todas las asignaturas que se cursan en las autonomías con lengua cooficial, y el 65% en el resto.

Eso quiere decir que, por ejemplo, en la asignatura de matemáticas, el ministerio fija el 55% del contenido y de las horas totales que deben impartirse de esa materia —en el caso de las regiones con lengua cooficial—. El otro 45% lo determinan las comunidades autónomas. Con ese modelo, el ministerio persigue un plan común para toda España, que no haya tantas diferencias en el programa académico entre una región y otra.

La actual ley (LOMCE) utiliza un sistema distinto: no emplea porcentajes. Divide las asignaturas en troncales (las obligatorias que fija el Estado), y opcionales y de libre configuración (que determinan las comunidades autónomas en su totalidad). Este otro modelo implica grandes diferencias entre las materias que se estudian en cada autonomía. El ministerio busca con el cambio que plantea, un mayor consenso y colaboración entre el Estado y las comunidades.

Respecto a la enseñanza de las lenguas cooficiales, el documento señala que se aprobará una “regulación acorde” a la sentencia del Tribunal Constitucional del pasado febrero. El fallo anuló los artículos de la LOMCE por los que el Gobierno español obligaba a la Generalitat de Cataluña a pagar ayudas para garantizar que los hijos de las familias que así lo solicitasen pudiesen estudiar en castellano. “El sistema diseñado por la ley para garantizar la enseñanza en castellano sostenida con fondos públicos no respeta el reparto de competencias” entre Administraciones, sostuvo la sentencia.

La LOMCE fijaba que la Administración autonómica tendría que compensar con hasta 6.057 euros (el coste de una plaza en un centro público) a los alumnos que quisieran recibir la educación en castellano y ante la falta de oferta de esa opción en el sistema público, se viesen obligados a matricularse en un centro privado. Este punto de la ley Wert recibió un fuerte varapalo de la justicia por invasión de competencias.

Sobre el porcentaje que deberán ocupar cada una de las lenguas, el documento no contiene ninguna especificación por el momento. El peso de los idiomas cooficiales en la escuela varía en cada comunidad, que dispone, a su vez, de un modelo lingüístico diferente: en Galicia se imparten las materias a partes iguales en castellano y gallego; en la Comunidad Valenciana se establece un 25% de horas en castellano, un 25% en valenciano y un 15% o 25% en inglés; en Baleares, al menos el 50% de las clases se imparten en catalán; en el País Vasco, los padres pueden elegir la escolarización en cualquiera de las lenguas cooficiales, aunque el modelo del euskera como idioma vehicular es el mayoritario. En Cataluña está el modelo de inmersión lingüística, donde todas las materias (excepto Lengua Castellana) se imparten en catalán.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2018/11/08/actualidad/1541684931_038197.html

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España: La pedagogía terapéutica crece a pesar de la incertidumbre en educación

Europa/España/merca2.es

La pedagogía cumple con una función muy importante para la sociedad puesto que esta es la ciencia encargada del estudio de la educación, estructurando el guion a seguir en el proceso de formación para cumplir una serie de objetivos, que van en la línea de la inclusión normal en la sociedad y cultura de la misma. En centros educativos, la pedagogía terapéutica es una función muy importante para aquellos alumnos en riesgo de exclusión social, un puesto que en los últimos años se está resintiendo gracias a los recortes a los que se somete la educación.

La educación es probablemente el servicio más importante al que atender por parte de cualquier país, durante los últimos años en España esta ha sufrido de altibajos, con la incorporación del nuevo gobierno, la Comisión Europea ha alertado sobre el clima de incertidumbre presente en la educación española, especialmente por no haber una perspectiva clara del cumplimiento de los objetivos educativos que se han acordado en la UE por parte del gobierno actual.

 

En plena incertidumbre, los centros educativos y especialmente en educación infantil siguen sufriendo recortes y reducción de personal en gran parte del país, esto afecta directamente a servicios complementarios que aportan calidad a los propios centros, de los que a menudo se tiene que prescindir para poder ahorrar, es lo que ocurre por ejemplo con la pedagogía terapéutica, pero en este caso particular el gobierno responde lo contrario.

A pesar de que CCOO en Madrid, asegura que hay menos docentes y profesionales con Máster Pedagogía con un puesto de atención especial en educación, desde la consejería de educación se ha respondido con rotundidad afirmando todo lo contrario, y es que se han anunciado la apertura de 73 nuevas aulas de atención especial y se han contratado un total de 50 profesionales de la pedagogía terapéutica, además de otros especializados en la audición y el lenguaje.

La disputa entre CCOO y el ministerio de educación sigue su camino por ver cuál de los dos organismos lleva la razón, pero lo cierto es que el servicio de pedagogía terapéutica sigue estando cada vez más presente en la educación española, y los profesionales cualificados en este sentido están reconocidos y demandados por los centros educativos, ya que realizan una labor de vital importancia en la reinserción de alumnos con problemas de adaptación.

Fuente: https://www.merca2.es/pedagogia-terapeutica-crece/
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“No se enseña a la gente a resolver problemas, se les enseñan rutinas de ejercicios y si te apartas de ellas es un desastre”. Entrevista a Francisco Marcellán. Presidente de la Real Sociedad Matemática Española.

Entrevista/08 Noviembre 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la educación

Francisco Marcellán asegura que se ha devaluado el nivel de conocimientos de quienes llegan a la docencia tras su paso por la universidad. Aboga por más y mejor matemática, pero no repetitiva.

Se acaba la entrevista y Francisco Marcellán, catedrático de Matemática Aplicada en la Universidad Carlos III de Madrid y presidente de la Real Sociedad Matemática Española, le hace el trabajo al periodista. “Básicamente, tenemos cuatro preocupaciones”, resume. “La forma en que se enseñan las matemáticas, el objetivo que tiene esa formación, la formación del profesorado y que los poderes públicos sean conscientes de que las ciencias necesitan unos procesos de aprendizaje no memorísticos, no rutinarios”, resume. De estos temas —y otros, como las oposiciones o la escasa presencia femenina en los estudios de ciencias en general y matemáticas en particular— charlamos con este profesor universitario y formador de ingenieros con varias décadas de experiencia a sus espaldas.

Empecemos por lo más básico. ¿Por qué es importante la educación en matemáticas?

Para despertar la curiosidad de los estudiantes ante problemas de la vida real y saber formalizar situaciones que pongan en contexto las respuestas matemáticas a sus problemas. Algo tan abstracto como decir qué tienen en común cinco bolsas de peras con cinco bolsas de manzanas ya en sí es un proceso de abstracción que va más allá de lo concreto para fijarse que hay elementos comunes, modelos, que rigen comportamientos en la vida cotidiana. En segundo lugar, las matemáticas son importantes en la medida que permiten buscar alternativas frente a respuestas unívocas. Una de las tareas matemáticas más importantes es la creatividad de respuestas, buscando no solo la originalidad sino la rapidez y la proyección a futuro en esas respuestas. El tercer elemento es que las matemáticas configuran un ámbito cultural en el sentido de que tienen conexiones con no solo las ciencias, sino también con humanidades, artes o ciencias sociales, en la medida, por ejemplo, en que las matemáticas están detrás de procesos de seguridad de datos, cuestiones relacionadas con riesgos financieros, etc. Están detrás de modelos que tienen que ver con la propagación de enfermedades, el control de la evolución de tumores, por ejemplo. Es relevante también que las matemáticas están vinculadas a la modelización de fenómenos naturales, que es un hecho que me parece que le da un valor especial.

¿Le preocupa la escasa presencia femenina en los estudios de ciencias en general y de matemáticas dentro de ellas?

En las matemáticas es un problema comprobado: el número de catedráticas es infinitamente menor que el de otras áreas. Catedráticas de universidad en matemáticas hay como un 20%, mientras el promedio en general es de un 40%. Ese problema real viene motivado por tres hechos: primero, las pocas vocaciones matemáticas que se despiertan en los estudios no universitarios. Un dato objetivo: en las Olimpiadas Matemáticas el número de mujeres es mínimo. No solo el número de las que se presentan, sino que en la última olimpiada española no había mujeres entre las medallistas. Segundo, puede haber un incremento de mujeres que estudian matemáticas en la universidad, se calcula que es un 40% ahora. Tenemos que fomentar que las mujeres estudien matemáticas. Tenemos la palabra simbólica STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés), que constituye uno de los objetivos importantes que se han fijado las comunidades científicas y los responsables educativos de los países: atraer mujeres a este ámbito. Pero también hombres, es importante que haya una base social estudiando esas carreras. El tercer problema son las dificultades que tiene el desarrollo científico para matemáticas porque es una investigación compleja. Una persona cuando acaba la tesis tiene que hacer un periodo postdoctoral, casi siempre en el extranjero. Y las limitaciones que hay para las mujeres por problemas de conciliación familiar son mucho mayores que para los hombres. En síntesis: estudios no universitarios en los que habría que fomentar para las ciencias, no solo las mujeres. A nivel universitario, incrementar el número de mujeres que estudia matemáticas pensando en una orientación no solo de servicio (con dedicación a la docencia) sino también a la investigación y el trabajo en empresas. Conciliar la vida familiar con la actividad científica, que es realmente muy exigente.

Pero esto último se da en un estadio avanzado. Antes de eso, ¿cómo se puede atraer a las mujeres a estas áreas?

Pienso que atraer a mujeres a áreas científicas y tecnológicas tiene dos componentes. Por un lado, los profesores juegan un papel central para estimular que vengan estudiantes para realizar aprendizajes en aspectos científicos. Eso se traduce a su vez en que quieren estimular el aprendizaje, no se tienen que limitar a aprender rutinas, hay que hacer más cosas: fomentar la curiosidad, las actividades creativas, etc., que implican una acción mucho más dinámica por parte de los profesores que sencillamente enseñar. Tienen que enseñar a pensar. Las ciencias implican algo más que el aprendizaje de rutinas. Implican despertar curiosidad, la búsqueda de alternativas y, sobre todo, el contraste de hipótesis y opiniones.

Entiendo por lo que dice que esto no se hace ahora.

En absoluto. Hay un documento que debería tener una publicidad absoluta, que es el discurso que pronunció el presidente de la Real Academia de Ciencias Físicas y Naturales, que lleva por título Un pequeño elogio de la ciencia pequeña. La ciencia pequeña, aplicada a las matemáticas, son esas matemáticas que detrás de ellas llevan unas reglas, pero que si no se saben explotar se convierten en rutinas. Ponía un ejemplo muy sencillo: un grifo llena el depósito en dos horas, otro lo hace en tres. Si se abren a la vez, ¿cuánto tiempo tardarán en llenar el depósito? Es un ejercicio matemáticamente elemental, pero que exige pensar, no solo dar la regla para resolverlo. Hay que saber qué hay detrás del problema. Esto es uno de los inconvenientes fundamentales. En mi opinión los profesores forman a los alumnos para aprobar exámenes, y en el caso de las matemáticas es especialmente preocupante. Buena parte de la educación secundaria en matemáticas está orientada a que los alumnos realicen ejercicios que les permitan pasar las pruebas de acceso a la universidad. Me parece un error gravísimo. El hecho fundamental es que la gente aprenda y, como consecuencia de ello, pueda superar las pruebas de acceso a la universidad, no fijarse como objetivo introducir unas rutinas mecánicas para aprender los ejercicios que van a ser propuestos en las pruebas de acceso. Esto es un error completo.

¿Cuánta culpa de esta situación los currículos? Sé que es un tema que les preocupa.

Nos preocupa de una manera fundamental. A la hora de plantear estadios y objetivos de aprendizaje hay que contar con la gente que sabe de matemáticas, va más allá de criterios pedagógicos. Hay que combinar de manera razonable criterios pedagógicos con criterios de contenidos, y en mi opinión se han primado los primeros sobre los segundos. Quienes tienen que enseñar matemáticas son personas que deben reflejar lo que han experimentado aprendiendo matemáticas. Las dudas no solo en las respuestas sino en las preguntas. No solo rutinas que están tabuladas en forma de contenidos. Un ejemplo significativo: la RSME organiza las olimpiadas matemáticas. Están orientadas no desde la perspectiva de un aprendizaje para todos sino para detectar talento matemático. Esos aprendizajes se hacen fuera de los horarios académicos porque somos conscientes de que el contenido académico regular no facilita esa detección del talento y el desarrollo posterior. Creemos que se tiene que combinar un fenómeno de equidad con otro de saber quién tiene predisposición especial para las matemáticas. Todo ciudadano tiene derecho a conocer las matemáticas, pero hay que desarrollar el talento de aquellos que están predispuestos para atender las matemáticas de otra manera, para formularse problemas e ideas que no sean comunes.

Una de sus preocupaciones son las ratios alumno/clase. ¿Es imposible enseñar matemáticas bien con 30 alumnos en una clase?

El problema es que 30 alumnos en clase pueden tener diferentes predisposiciones a aprender y lo que se obtiene a consecuencia de ello es un programa de mínimos. Pero en modo alguno da significado a aquellos que tienen especial predisposición. En el momento en el que la clase se acaba, el profesor, la única posibilidad que tiene es estimular a aquellos que destacan y lo tiene que hacer al margen de la estructura académica. Esto es un problema realmente importante. Enseñar en la diversidad significa que no todo el mundo está en condiciones de avanzar en las matemáticas. Esto significa que cada uno pueda dar de sí según sus capacidades. El clásico ejemplo: una persona puede ser un buen corredor de fondo, pero difícilmente podrá ser buen corredor de velocidad. La tarea importante es distinguir unos y otros para estimular que en su capacidad sea el mejor posible. Ese es el problema que creo que hay en el sistema escolar: por intentar igualar estamos haciendo perder oportunidades para aquellos que creen que pueden mejorar y creen en ellos una sensación de frustración que puede ser importante.

Le he leído criticar la formación de los profesores. Ya ha comentado que le disgusta que se prime lo pedagógico sobre el conocimiento. ¿Qué más le preocupa?

La primera cuestión es que la apuesta por una mejora de la formación de los profesores de secundaria es un hecho fundamental de un sistema educativo. Aquí hablamos mucho de Finlandia, pero creo que en nuestro caso tenemos unos procesos en los que tenemos unos grados de educación primaria y luego unos másteres. Es fundamental que los másteres formen matemáticamente a los profesores que van a impartir la materia en Secundaria. Formar en matemáticas, no en dinámicas concretas. Esto significa conocer la base matemática, conocer cómo se generan problemas, cómo se pueden dar alternativas a los problemas, porque a medida que el profesor se forma en esas cuestiones las transmitirá a los estudiantes. Un profesor enseña lo que sabe, un profesor debe transmitir las dudas que experimentó él ante un conocimiento. Si se limita a reproducir métodos e ideas sin ningún tipo de posicionamiento, el alumno va a reproducir ese tipo. El tercer elemento que me parece fundamental es que el profesor no nace, se hace. Esto significa que la formación que tiene en el máster de Secundaria la tiene que contrastar, de manera que cuando se incorpore a un sistema educativo haya experimentado las dificultades que se vaya a encontrar a la realidad. Podríamos tener unos másteres de Secundaria maravillosos, pero si el profesor no ha practicado con los alumnos y se ha enfrentado a las dificultades que presenta el aprendizaje, me parece un suicidio que el profesor que ha sacado una brillante oposición cuando llegue a la realidad se enfrente con ella, con un coste durísimo para él, los alumnos y el sistema educativo. De ahí que el MIR educativo del que se habla, bien planteado, puede ser una buena herramienta. El médico se ha formado en una facultad de medicina, pero no es suficiente, tiene que tener un periodo práctico y durante ese periodo experimenta con las realidades que se va a enfrentar profesionalmente. Lo hace con unas garantías, un salario digno y sobre todo con una vocación de trabajo colectivo que va más allá del problema personal que puede significar enfrentarse a los alumnos.

Hemos mencionado las oposiciones. En Matemáticas es habitual que haya muchos suspensos. ¿Ve una explicación? ¿Qué solución tendría?

Tiene una explicación bastante lógica. Yo acabé la carrera en el año 73. Buena parte de mis colegas que querían dedicarse a la Secundaria estaban un año dando clase, preparaban las oposiciones y las aprobaban al año siguiente. Muchos eran catedráticos de instituto al año siguiente de licenciarse. Había un modelo de oposiciones que reflejaba muy bien los contenidos de lo que se enseñaba en la universidad. La situación actual es que buena parte de los matemáticos optan por la Secundaria en un 20%, aproximadamente, porque hay un nicho de trabajo. Eso no cubre la demanda de profesores. Está ocurriendo entonces que determinados sectores profesionales con altas cotas de paro (arquitectos, físicos, químicos, determinadas ingenierías) están optando a estas plazas. El problema es que la formación matemática de esa gente se ha reducido tras Bolonia [el espacio educativo superior europeo] en un 50%. No tienen la formación matemática necesaria para afrontar los contenidos matemáticos que hay en muchas oposiciones. De ahí que en algunas comunidades autónomas la tasa de fracaso sea preocupante, por ejemplo, en Madrid. En otras comunidades autónomas no se ha dado porque había un alto número de gente con formación matemática que se presentaba. Por tanto, dos opciones: una es destacar que ha disminuido de manera importante la formación matemática. Otra, que los matemáticos encuentran nichos de trabajo fuera del ámbito educativo.

No basta entonces con el nivel de una ingeniería para dar clase en Secundaria.

En mi opinión, en absoluto. Yo soy profesor de ingeniería industrial. Las matemáticas que dábamos en ingeniería industrial hace 40 años no tienen nada que ver con las de ahora. No solo en intensidad, se ha reducido. Esas personas que quieren optar a dar clase de matemáticas, ante unos exámenes que se plantean en las oposiciones, igual hace 30-40 años las podían afrontar tranquilamente; ahora no los pueden afrontar. No se enseña a la gente por ejemplo a resolver problemas. Se les enseñan rutinas de ejercicios y en el momento en el que te apartas de la rutina es un desastre.

Una duda tonta que leí el otro día en algún sitio. ¿Las matemáticas se inventaron o se descubrieron?

Surgieron de la realidad. Surgieron de problemas tan elementales como la astronomía, conocer la posición de los astros. Surgieron con problemas relacionados con el reparto de tierras, en relación con la herencia, surgieron por entender el mundo, en el fondo como la Filosofía. La idea era tratar de dar una explicación racional a efectos que se veían de manera natural en el ámbito cotidiano. En un momento determinado esas experiencias que surgen de lo natural necesitan una abstracción. Ahí surge la matemática, como la Filosofía, como un intento de superar lo concreto para intentar entender la realidad. Ver si esos modelos, ante nuevas situaciones, pueden dar respuestas. Si el modelo no da respuestas, automáticamente hay que revisarlo. Esa es la esencia de las matemáticas.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/08/no-se-ensena-a-la-gente-a-resolver-problemas-se-les-ensenan-rutinas-de-ejercicios-y-si-te-apartas-de-ellas-es-un-desastre/

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El atronador silencio de los docentes en la política educativa

Por: Julio Rogero

Necesitamos a los expertos más allá del poder, cosidos a la práctica del profesorado de la educación básica, acompañando el placer y el dolor que con frecuencia produce la tarea titánica de hacer realidad el derecho de todos a la educación.

Cuando los partidos de oposición acceden al poder, tras unas elecciones o una moción de censura como ha sucedido, ponen en marcha toda una forma de hacer que quiere mostrar que sus respuestas son diferentes y alternativas a las de los que estaban anteriormente gobernando. También sucede con los nuevos administradores en el Ministerio de Educación y Formación Profesional. Sin embargo, las urgencias de hacer llevan a cometer errores que se convierten en habituales. En unos casos porque siempre queda poco tiempo y hay que mostrar resultados para poder seguir postulándose para continuar con la buena obra comenzada y así captar el apoyo de los ciudadanos en las siguientes elecciones. En otros porque se entiende que es suficiente con rodearse de buenos consejeros-expertos que conocen bien los problemas de la sociedad y tienen las soluciones para resolverlos.

El pasado 6 de noviembre se celebró, convocado por el MEFP, un foro en día laboral dedicado a la profesión docente: “Educar para el siglo XXI. Desafíos y propuestas sobre la profesión docente”. El contenido son paneles de debate con expertos sobre formación inicial del profesorado, inducción a la profesión docente, formación permanente y evaluación docente. A él estaban invitadas las consejerías de Educación de las autonomías, representantes de diversos colectivos y organizaciones educativas. Se hacían llamadas a la participación a todo el profesorado a través de las redes sociales.

Cuando los docentes ven las propuestas de los expertos en estos foros y lo lejos que están de los problemas que se viven cotidianamente en los centros educativos la decepción se acrecienta y las esperanzas de cambio se frustran. También ven las propuestas acertadas que incluyen, pero consideran que se hacen desde fuera y sin ellos. Y muchos dicen que sigue el “despotismo ilustrado educativo” de los expertos de la educación: “Todo para el profesorado sin el profesorado”. Con frecuencia se sienten expropiados de su capacidad de ser sujetos de su propio desarrollo profesional desde la formación inicial y a lo largo de su quehacer docente. ¿Alguien ha leído las voces clamorosas del silencio de los docentes que cada día consumen sus energías en las dinámicas, a veces demoledoras, a veces gratificantes y regeneradas, que se viven en las relaciones educativas que se dan en el espacio y el tiempo escolar?

A veces solo piden que se les tenga en cuenta, que se les escuche, que se valore su trabajo, que se mejoren sus condiciones laborales, que se dediquen más recursos económicos a la educación, que se facilite la mejora de su formación… Sin negar la necesidad de cambiar lo que sea necesario para que su profesionalidad mejore con todas las exigencias necesarias y se ponga a la altura de un sistema educativo inclusivo que dé respuesta adecuada al derecho a la educación de la máxima calidad de todos los ciudadanos.

Por eso, cuando se encuentran con foros sobre el profesorado en los este está ausente, el malestar por sentirse ninguneados crece. Y quizás no se haga con mala voluntad, porque desde el poder se cree que su voz silenciada la encarnan los expertos. La realidad es que parece haber una gran distancia entre lo que los expertos expresan y lo que dicen los docentes. Es suficiente asomarse a las redes sociales estos días para ver esa lejanía que constatan tantos docentes entre lo que viven y lo que se dice en estos foros diseñados desde arriba y que solo se nutren de personas que no son maestros/as en activo, en un horario que excluye directamente la participación de los verdaderos protagonistas. Esto es algo de lo que se manifiesta públicamente en algunas redes sociales, como ejemplo podemos ver en Twitter: #Yosoyprofe, #EllosNoSonProfes. Eso dicen algunos de los que hablan y quieren tener voz, desde la indignación y el malestar que sienten. Es verdad que parece una sinfonía caótica de voces discordantes, pero coincidentes en que la voz la tienen los que no conocen las aulas de la educación básica. Estas reacciones contradicen el balance positivo que, según la ministra, ha tenido esta jornada entre el profesorado.

La mayoría de los docentes sigue en silencio. Un silencio que es necesario leer e interpretar, quizás como síntoma de otras demandas y otras necesidades múltiples no manifestadas con la fuerza y la intensidad que se debiera porque son muchas las realidades impuestas que las aplastan y ocultan. Generalmente, las políticas educativas no son sensibles a estas realidades opresivas y más bien las acentúan cuando no tienen un norte de apoyo decidido a la educación y al profesorado de la educación básica de la escuela pública. En ese silencio se inscriben y manifiestan a gritos muchas cosas como la falta de apoyos, el exceso de ratios, la inestabilidad laboral de un amplio colectivo de docentes, el exceso de burocracia, la escasez de recursos, los recortes de las plantillas, la privatización creciente y el desvío de recursos de todo tipo a la enseñanza privada o la mala calidad de determinados servicios privatizados.

Todos conocemos a muchos de los expertos que han intervenido en este foro. De algunos sabemos de su valía y buen hacer cuando están pegados a la vida cotidiana de los centros educativos. Sin duda, se les necesita cuando son demandados por los docentes para sentirse apoyados en la definición de ser docentes hoy. Pero no se bastan solos para dirigir la función a la que son convocados por la administración de turno. Les necesitamos más allá del poder, cosidos a la práctica docente del profesorado de la educación básica, acompañando el placer y el dolor que con frecuencia produce la tarea titánica de hacer realidad diariamente el derecho de todos a la educación en las aulas, a pesar de las inciertas políticas educativas de hoy y las lamentables de ayer.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/08/el-atronador-silencio-de-los-docentes-en-la-politica-educativa/

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“Las aulas en las que se da clase responden a otro tipo de sociedad. Hoy no sirven y hay que cambiarlas”. Entrevista a Mariano Fernández Enguita

Entrevista/08 Noviembre 2018/Autora: Laura Galaup/Fuente: El diario la Educación

El catedrático de sociología de la educación Mariano Fernández Enguita abre el debate sobre la profesión docentes planteado por el Ministerio de Educación.

El Ministerio de Educación ha iniciado este martes un debate para la reforma de la profesión docente. La titular del departamento, Isabel Celaá, ha inaugurado un foro en el que más de una decena de expertos han planteado algunas propuestas. En su discurso de apertura, la ministra ha abierto la puerta a la elaboración de un sistema de “evaluación riguroso” para los profesores. Uno de los participantes, el catedrático de Sociología de la Educación de la Universidad Complutense, Mariano Fernández Enguita, aboga en una entrevista con eldiario.es por una modificación completa del sistema de acceso a la impartición de clases.

¿Qué opina sobre las evaluaciones a docentes que ha planteado la ministra?

Estoy por la transparencia y creo que la oposición a la evaluación, es la oposición a la transparencia. Los centros son opacos, hubo un tiempo en el que no se podía preguntar nada a un centro. Nadie defiende que se va a evaluar a los profesores por las notas de sus alumnos. Son maneras de fomentar miedos. Si tenemos transparencia, la evaluación viene sola. Si las cosas se ven, el centro lo ve, los compañeros lo ven, las familias lo ven y la dirección también.

¿Cómo cree que se puede mejorar la profesión docente?

Lo dividiría en tres fases. Creo que hay un amplio acuerdo en lo que sería la mayor novedad, la inducción o periodo de prácticas. Es necesario que sea selectivo, no puede ser que todo estudiante vaya ahí. Debe haber una prueba. También tiene que haber una selección de los centros, no vale cualquier centro. Tienen que ser buenos centros, que sean innovadores o de calidad. Se debe seleccionar a los mentores, no se aprende con cualquier profesor.

Por supuesto, que también tendría que regularse el salario: entre el salario mínimo y las [becas predoctorales] FPI o FPU. Si hacemos eso, podremos librar a la formación universitaria del prácticum. Sustituiremos los tres o siete meses, según el máster o magisterio equivalente, del prácticum que nadie controla por dos años de un buen prácticum.

Después de una evaluación positiva de ese periodo de inducción, ya se debería habilitar al profesor en todo el territorio nacional. Tendría que ser una habilitación única a la que las comunidades autónomas puedan añadir requisitos adicionales, no alternativos. Si quieren ir a Catalunya y País Vasco y les requieren la lengua, adelante, que se la exijan. Pero no que les planteen que tienen que estudiar otro temario de geografía. Hay que mantener la movilidad del profesorado, que las personas y los trabajadores se puedan mover libremente por España,

Dentro de su planteamiento, ¿en qué punto quedan las oposiciones?

No veo al profesorado pasando del periodo de prácticas al funcionariado, haciendo corriendo la oposición. Creo que la oposición no es un buen método y se debería mirar a la universidad. Antes, en los campus no había nada más que la inestabilidad y luego la oposición. En la práctica se ha configurado un periodo intermedio. La carrera típica de un profesor universitario son cuatro años de beca, otros tantos de ayudante y luego contratado doctor, antes de ser funcionario. Podríamos pensar en periodos contractuales como profesor de pleno derecho, con una contratación laboral. Un par de periodos de cinco años, en los que habría que revalidar la acreditación.

El sistema universitario también ha recibido críticas por favorecer la endogamia o casos [como en el Instituto de Derecho Público de la URJC] que han demostrado que los profesores jóvenes tienen que encontrar a alguien que les tutele para poder crecer profesionalmente…

Endogamia, no. Antes, había mucha. Tenías que encontrar a alguien que te tutelase y que podía tutelar al mejor candidato o a su sobrino. Hoy no hay eso, pero hay un tremendo localismo, si no estás dentro no hay manera de entrar. Es muy difícil moverse en la universidad. En términos estrictos antropológicos es una matrilocalidad, no te mueves de donde está tu madre. No te mueves de la universidad en la que entraste por primera vez. Pero eso no tiene lugar aquí porque no procede.

Aquí hay que asegurar una oferta formativa, que tendría que consistir en ofertar en parte toda la formación inicial que el profesor tuvo a su disposición y no usó. Por ejemplo, no aprendió nada sobre autismo y ahora le parece que debe hacerlo. En segundo lugar, hay que apostar por una formación determinada por los programas de las comunidades autónomas, por las necesidades de los centros. Y en tercer lugar, dar un poco de margen para la barra libre. Si alguien piensa que hay que estudiar mindfulness, que lo estudie. De ahí puede venir un poco de innovación, sin pasarnos. Esa formación tendría que ser parte de la carrera docente.

También apuesta por modificar los criterios de movilidad que tienen los profesores…

Creo que hay que cambiarlos. La antigüedad podrá dar dinero pero la asignación a un centro deben hacerla los centros, grupos de centros o autoridades locales. Hay muchos métodos para eso. Tienen que ser seleccionados por concurso de méritos y no por antigüedad. Por ejemplo, si se necesita a alguien que trabaje sobre minoría gitana o sepa trabajar con alumnos con dificultades del lenguaje. El centro dice qué necesita y se realiza un concurso público regulado. En Japón los centros plantean sus necesidades y una instancia local saca un concurso al que la gente se presenta con sus méritos y se decide. Entre esos méritos se podría incluir haber tenido iniciativa, haber emprendido innovaciones o haberse formado en cosas relevantes.

¿Considera que el sistema actual valora estos méritos?

El sistema actual es absolutamente burocrático. Al contrario, el sistema actual desmoraliza a los profesores que se lo toman en serio. Da igual tomárselo en serio, que no. Da igual hacer un curso bien, que firmar. Da igual hacer algo que tiene que ver con las necesidades que tú vives, que hacer lo te viene bien porque es el miércoles a las cinco. Da igual, se ha burocratizado de tal manera que sirve de poco. Hay gente que sobrevive en eso porque tienen conciencia profesional, ven lo que hay que hacer y buscan la manera de hacerlo, pero el sistema no ayuda.

¿Cómo se consiguen que las ideas que está planteando usted y sus compañeros se implementen?

Creo que hay una cierta oportunidad en la inestabilidad política, paradójicamente. Nadie puede dictar sus condiciones. Si hay un acuerdo para poner en pie eso que llamamos inducción, sí que creo que hay una oportunidad.

El fracaso del pacto educativo ha demostrado las dificultades que tienen los grupos políticos para llegar a un acuerdo…

Creo que hay que abandonar la idea de un pacto educativo, creo que lo que hay que hacer son muchos pactos educativos. Creo que no es posible un acuerdo educativo porque cada cual tiene su veto. Es un sistema de pactos cruzados que hace imposible la decisión. Pactemos sobre las lenguas, sobre la carrera docentes, financiación, ordenación básica del sistema, sobre la autonomía de los centros, la distribución de capacidades y decisión de los centros.

¿Qué responsabilidad tiene la situación actual de la profesión docente con las altas tasas de fracaso escolar de nuestro país?

Muchísima. En toda institución la profesión es decisiva, da igual que sean los tribunales, los hospitales o los Ejércitos. En una fábrica, no. En una fábrica el decisivo es el ingeniero o el patrón, el resto más o menos obedecen. No quiero simplificar. Todos tienen su importancia, pero las órdenes vienen de arriba y están muy reglamentadas.

En las instituciones la profesión manda. Otra cosa es que el profesional individual esté limitado. Está limitado por la reunión colectiva de los profesionales, llámese claustro; está limitado por los editores de los libros de texto, pero los que los hacen también son profesores; está limitado por los ministros y consejeros, que son profesores; o por la herencia del pasado, que la han formado los profesores y los estudiantes de universidad que dicen que no cambie nada, que se han preparado para esto. Todo eso es la profesión. La profesión es esencial, es la que puede arreglar las cosas y puede estropearlas.

¿Qué papel juega en esa afirmación los recortes o los aumentos de ratio?

La ratio es un problema maldito, no tiene solución. Cuanto más pequeño es un grupo y más intenta un profesor diversificar la enseñanza, no puede tener tiempo. Cuanto más intenta diversificar, más mareado está con la ratio. Me parece que hay otras formas. Hay algo que llamo la hiperaula, para lo que hay que olvidarse de un profesor, un grupo de alumnos y un aula, y pensar más en grandes grupos, con varios profesores, que cambian constantemente de configuración.

Esto que llamamos el aula, que en inglés lo llaman classroom, que es más exacto porque quiere decir la habitación de la clase y no la habitación en la que damos clase, responde a otro tipo de sociedad. Hoy no sirve y hay que cambiarlo. Eso lo inventaron los curas entre los siglos XVII y XIX, es un plagio del monasterio y de la fábrica de la Primera Revolución Industrial.

Una de las críticas que se ha planteado es la escasa retroalimentación que hay entre profesores en nuestro país. ¿Por qué los docentes españoles no meten en sus clases a observadores o a otros compañeros para recabar opiniones?

Se debe a la desconfianza. En un país que no ha sido democrático durante cerca de medio siglo se genera una desconfianza hacia el poder y las instituciones. Por lo tanto, el maestro y el profesor piensan que si les ven, algo malo les va a pasar. Creo que hay una conciencia de que uno nunca está a la altura de la tarea. Cuando pregunto a los profesores el balance siempre es el mismo, al principio sienten pánico y luego un alivio enorme. Al final, el gran problema de un profesor no es que le vean y le evalúen.

El problema es que un niño se ha cortado y qué haces con los otros treinta, o que te atascas y no sabes responder a una cuestión. La docencia no es una técnica precisa, estar con otras personas es mil veces mejor.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/07/las-aulas-en-las-que-se-da-clase-responden-a-otro-tipo-de-sociedad-hoy-no-sirven-y-hay-que-cambiarlas/

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La transformación de la profesión docente: una oportunidad para el consenso

Por: Saray Marqués

El Ministerio de Educación convoca hoy un foro de debate en torno a los desafíos y propuestas sobre la profesión docente. El grado de acuerdo sobre la necesidad de reformularla roza la unanimidad.

El sistema debe reformularse si realmente quiere “educar para el siglo XXI” y no puede hacerlo sin la ayuda de los docentes. Precisamente por eso, y con ese título, el Ministerio ha organizado un debate hoy en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en el que un plantel de 15 expertos analizará aspectos como la formación inicial, la inducción, la formación permanente y la evaluación como aspectos clave de la profesión docente.

Una reciente encuesta impulsada por Proyecto Atlántida y Fundación Cotec ha mostrado un consenso casi absoluto entre los 772 docentes encuestados. Un 93% considera adecuado actualizar su profesión, definir un nuevo modelo. El Ministerio acepta el reto de comenzar a analizar la cuestión, en las voces de José Antonio Marina (padre del Libro blanco de la profesión docente y su entorno escolar encargado por el ministro José Ignacio Wert) o Álvaro Marchesi (padre de la LOGSE), pasando por Carmen Fernández, presidenta de la Conferencia de Decanos de Educación, y representantes del Foro de Sevilla, el Colectivo Lorenzo Luzuriaga y del Proyecto Atlántida. “Que no falte nadie”, parece haber sido la premisa del Ministerio al celebrar un acto en el que compartirán mesa el que fuera presidente del Consejo Escolar del Estado, Francisco López Rupérez, hoy director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela, y Miguel Soler, director de FP con Ángel Gabilondo como ministro y hoy secretario de Educación e Investigación en la Generalitat Valenciana. Ambos hablarán sobre inducción a la profesión docente, con la que tres de cada cuatro encuestados por Cotec se muestran de acuerdo.

Consensos y disensos

A ambos les hemos preguntado por sus expectativas respecto a las futuras políticas en torno al profesorado. Si para Soler la redefinición de la profesión docente es “una de las cuestiones más relevantes” dentro de las actualizaciones que requiere el sistema educativo, López Rupérez es más tajante, y asegura que es “la prioritaria”: “Lo es por la evidencia empírica disponible, dado que el factor de calidad del profesorado explica el 30% de la varianza de los resultados de los alumnos dentro del 50% de factores sobre los que se puede intervenir [el 50% restante se relaciona con capacidades innatas]. Y lo es porque buena parte de los países que están obteniendo buenos resultados en las evaluaciones internacionales se pusieron en su día a la tarea de mejorar las políticas centradas en el profesorado”.

Fracasado el pacto -un fracaso que un 84% de los encuestados atribuye a los intereses de los partidos políticos-, a ambos les parece buena idea centrarse en cuestiones que generan consenso entre los distintos grupos, como esta. “El hecho de que se necesite un pacto global, social y político, no sustituye al hecho de que haya acuerdos parciales. Por los diferentes documentos y declaraciones públicas, hay un alto grado de coincidencia en que en la formación de los futuros profesores debe ganar mucho más peso el periodo de formación en el centro de trabajo, esto es, en el centro educativo, emulando a la FP. Se debe poder responder mejor a las demandas de los centros educativos, definir el perfil del profesor del siglo XXI, lo que conlleva repercusiones tanto en la formación inicial como en el acceso a la función docente. El acuerdo es unánime en que hay una serie de competencias profesionales que el futuro profesor solo adquirirá en un centro junto a un tutor experimentado”, expone Soler.

López Rupérez, por su parte, siempre se ha mostrado partidario de “empezar por lo que nos une”. De hecho, reconoce que tras comparecer en la subcomisión para el pacto educativo del Congreso para hablar precisamente de políticas centradas en el profesorado tuvo la sensación de que el acuerdo era posible. Tras el fiasco, no pierde la esperanza. Acuña una máxima de Julián Marías -“Que por mí no quede”-, y agradece el detalle del Ministerio al invitarle. Eso sí, apunta que “para que la inducción se beneficie de toda su virtualidad es imprescindible que se inserte en un modelo robusto de profesión docente (formación, acceso, desarrollo profesional, evaluación, incentivos, promoción), que le dote de significado y de potencia transformadora”.

Mientras, Soler es partidario de rescatar una propuesta del Ministerio que se quedó en un cajón a finales de 2011. Abordada en varias reuniones con los sindicatos, consistía en modificar el acceso a la función pública docente de forma que, aprobada la fase inicial, en que se valoran los conocimientos científicos y didácticos, se introdujera un año de prácticas, “de verdad, no meramente formal”, en que un aspirante a profesor de secundaria tendría 10 horas lectivas semanales y otras 10 para estar en el aula con el tutor, aprendiendo sobre la práctica, asistiendo a reuniones de departamento, tutorías… Todo ello en centros de prácticas seleccionados que, además, incorporarían al candidato a funcionario de carrera a su proyecto de mejora. El aspirante defendería finalmente su memoria didáctica ante un tribunal, así como su contribución. Para Soler, se trataría de “una forma mejor que la actual de completar la formación inicial y de demostrar que se sabe ser profesor”.

“Creo que es un buen comienzo. No evita que haya otros cambios, que se introduzcan numerus clausus para evitar que se estudie el máster profesionalizante de secundaria ‘por si acaso’, que se planifique cuántas plazas se van a necesitar los próximos 20 años en educación, igual que en sanidad… pero si se hubiera materializado en 2011 todas las oposiciones que se han celebrado en estos siete años podrían haber aplicado este modelo y no habría venido mal para mejorar la formación del profesorado”, plantea Soler. “¿Que el ideal es un modelo global? Sí, pero las medidas parciales suman siempre que no entren en contradicción con un futuro modelo global. Merece la pena empezar a hacer cosas ya”, proclama Soler, que considera un lastre, además, que en esta cuestión se mezclen debates: “Hasta que se logre el modelo más adecuado habrá que implantar medidas transitorias, por ejemplo, para el profesorado interino. Pero no se puede condicionar el modelo a un colectivo u otro. Si no, tendremos parches permanentes”.

Para López Rupérez existe un riesgo: “No soy partidario de subordinarlo todo, incluso la calidad del modelo, a un amplio consenso. Podríamos caer en el espejismo de que avanzamos cuando realmente permanecemos más o menos en el mismo sitio”. Para él, cualquier inducción que se precie debería entenderse en el marco de un modelo MIR, esto es, la trasposición del actual esquema sanitario al ámbito educativo. “Si decimos: vamos a empezar con una cosita por aquí y otra por allá, iremos rápido, pero el resultado no se parecerá en nada a la inducción característica del sistema sanitario, que es una de las claves del éxito de nuestro Sistema Nacional de Salud”. Un modelo habilitante de postgrado, en el que la selección precede a la formación (según su cálculo, solo un tercio de quienes obtienen el grado como maestros tiene cabida real en el sistema, contando con una tasa de reposición del 100%), de ámbito nacional y de carácter universal, que afecte igualmente a quienes se vayan a dedicar a la docencia en la pública, en la privada o en la concertada: “Solo así el Estado garantizará a la sociedad que esos profesionales cuentan con la cualificación y la competencia profesionales adecuadas para satisfacer el derecho fundamental a la educación en condiciones de calidad, y de igual calidad”, subraya. “Es un modelo que se podrá matizar en función de quién esté en el poder cuando toque legislarlo e implementarlo, de sus compromisos con las comunidades autónomas y los distintos grupos de interés, pero si no se dan esas cuatro características no se puede llamar MIR”, concluye.

¿Qué cambiarías tú?

A Miguel Soler le gusta recordar que cuando aterrizó para dar clases de Matemáticas por primera vez, la bienvenida fue: “Buenas, segunda aula a la derecha”. En la encuesta de Cotec y Atlántida, la formación práctica insuficiente para la llegada al aula, la brecha entre los centros educativos y la universidad, junto con la ausencia de una carrera profesional clara y atractiva y la escasa experiencia en proyectos colaborativos, destacan como debilidades del modelo actual para los docentes encuestados.

Estefanía Pastor (36) fue una de las participantes en el sondeo. Es maestra, con experiencia en puestos de dirección, en la universidad y en formación para preparar a opositores. Para ella, revisar la formación inicial es clave: “Los centros educativos deberían transformarse en entornos formativos para la gente que empieza, a imagen de los hospitales universitarios. Hoy es todo muy observacional. Ves qué hacen los otros, y se te permite poco margen, hay poca implicación en el día a día del centro. Además, los periodos de prácticas son muy cortos”.

Pastor es partidaria de definir mejor las capacidades necesarias para ser profesor y de establecer diferentes itinerarios formativos para especializarse en distintos ámbitos, nuevamente imitando las especialidades en medicina. “Parece que en docencia tengamos que saber de todo, y en formación permanente muchas veces te formas en muchas cosas y acabas sabiendo un poquito de cada una pero sin llegar a ser especialista en grandes temas, con lo que se pierde eficacia en determinados ámbitos”, señala.

De los hospitales universitarios envidia el trabajo en equipo, la cultura de centro: “Medicina y educación no son campos idénticos, pero echo en falta esa forma de cuidar a los profesionales por vocación, ese rigor en la formación Si te vas a dedicar a la educación, el valor más preciado es la formación. Ejercerás ante alumnos que no dejarán de evolucionar, con lo que hacen falta personas dinámicas, con capacidad de trabajar en equipo, de ofrecer soluciones a alumnos, familias…”. Algo que el actual sistema de oposiciones, para ella, no mide: “Genera injusticias. No es un sistema de selección del profesorado de calidad. Está concebido como un mero filtro”.

Otro de los participantes en la encuesta es el director de instituto Carlos Arrieta (58). Cree que debe haber una inserción en el aula previa al inicio de la vida laboral, y ve atractivo el formato MIR. “Es positivo que se comprometa a profesores con cierta experiencia como tutores reales, no meramente documentales, encargados al final de firmar una lista de cotejo, como ahora: ‘¿Buen clima de aula? Sí ¿Programa sus actividades? Sí…’. Este periodo debería ser de, al menos, dos años para garantizar una experiencia directa y amplia, con un alto grado de interacción y empatía con el tutor”, apunta. “A mí me resulta aterrador que una persona sin ninguna experiencia, sin necesidad de haber aprobado siquiera las oposiciones, se haga cargo de un 2º de bachillerato sin cotejo previo. Las cosas suelen salir bien, por un principio de profesionalidad, pero no deberíamos estar en manos de la casualidad o la buena suerte”, reflexiona. A su vez, aspira a superar la concepción de la formación permanente como mero trámite -“Cada 100 horas, un sexenio”-. Y considera que debería introducirse la evaluación docente desde el punto de vista constructivo, con la Inspección implicada no solo en la supervisión procedimental y documental, también en visitas de aula y puesta en común de experiencias: “Debería haber algún modo de acreditar el trabajo en las aulas, sin reducir la escala al número de años, de forma que se generen expectativas, que no sientas que vas a entrar y a salir con la misma categoría”.

Anna Solans (25) lleva mes y medio como maestra. Antes estudió el Grado de Educación Primaria dual de la Universitat de Lleida. Antes había estudiado Empresariales, pero entonces no había descubierto su verdadera vocación. Considera que su formación inicial ha sido bastante buena, pues ha realizado muchas prácticas: “Sé que no siempre es así. A veces hay mucha distancia con la universidad, lo veo por otros compañeros. Para mí está claro que existe un vínculo entre la teoría y la práctica, pero es necesario que te ayuden a establecer ese vínculo”. En los tres primeros años de carrera, Solans pasó cada curso por una escuela, dentro del modelo dual. El primero, por una escuela estándar. El segundo, por una zona escolar rural. El tercero, por un centro de máxima dificultad. Así, dos días a la semana. “A mí me reafirmó en que esa era mi vocación, del mismo modo que hay personas que cuando se enfrentan a las prácticas descubren que no es lo suyo”, explica.

Josep Borràs tiene 63 años y no quiere oír hablar de jubilación. Es coordinador y director de la Zona Escolar Rural L’Eral (Lleida), director de la escola d’Alfés, tutor de los alumnos que aterrizan en su centro para ser docentes… “y portero”, añade: “Cuando estás en una escuela pequeña se te acumulan los cargos. Te da una visión global, la escuela es poco menos que tu casa”.

Valora del proyecto de formación inicial de la Universitat de Lleida la interacción escuela-universidad “más real”: “Es una reivindicación perpetua. Echo la vista 40 años atrás, cuando estudiaba Magisterio, y ya se criticaba la excesiva separación entre teoría y práctica. Los profesionales en activo desmontaban buena parte de las teorías de la universidad. Es un problema de comunicación que siempre ha estado ahí. Y creo que por ahí habría que empezar, por cambiar el esquema de formación inicial de los maestros, renovando, al tiempo, los contenidos de docencia”.

Otro paso, a su juicio, es introducir la variedad de escuelas que existen en esa formación inicial. Es otro aspecto que valora de la modalidad dual de la universidad de Lleida, de la que se declara fan, que saque a los alumnos de esas escuelas “normalitas” que a priori elegirían para sus prácticas, que se enfrenten al “fantasma del multicurso” en la escuela rural, que se enamoren al conocerla, en muchos casos… -“Casi, casi debería ser obligatorio para todos los maestros pasar por una escuela rural para pensar en la globalidad de la escuela, no solo en lo que pasa en su clase y poco más”, apostilla-, que descubran el reto de la diversidad en escuelas de gran dificultad… “Se trata, eso sí, de un modelo más pesado que el normal, pues requiere una gran coordinación, un plan de trabajo que involucre realmente a la escuela y al alumno”, reconoce. “En parte, por eso no cambian las formaciones iniciales, por comodidad. En una profesión, al funcionarizarte, es fácil caer en esa comodidad, ir suprimiendo las cosas que más te cuestan”, asevera.

Para él, las oposiciones constituyen un gran problema: “Tenemos oposiciones porque no somos capaces de encontrar un método mejor, no porque de por sí sean buenas. Al opositar demuestras que cuentas con una base suficiente para evolucionar a partir de ahí… pero superada esta evaluación en la escuela pública no tienes que demostrar nada más. Yo creo que es necesario que haya fases posteriores a las oposiciones, o anteriores, de interinaje, para filtrar a quienes no tienen el carácter apropiado para la profesión, por más que sean capaces de desarrollar trabajos teóricos. Si una persona no es empática con los niños, no debería trabajar en esto. Debería ser un condicionante de entrada, pues va a ser infeliz ella y a hacer infelices a los niños. La selección debería ser mucho más rigurosa. También nosotros, al relacionarnos, muchas veces tenemos miedo de valorar mal a los compañeros, cuando deberíamos estar siempre a favor de los niños; deberían ser lo primero”.

El balance, con todo, es positivo. Borràs ha coincidido con muchísimos compañeros y compañeras “fantásticas, ilusionadas, con muchísimas cualidades, con enorme prestigio”, pero “en medio, ha habido algunos elementos que no sabes cómo han logrado colarse dentro del sistema, que no deberían estar”. “Yo no culpo a la universidad, sino a los filtros posteriores que se deberían crear para que no ocurran estas cosas”, zanja.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/06/la-transformacion-de-la-profesion-docente-oportunidad-para-el-consenso/

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