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“En la evaluación, la LOMCE ha sido un obstáculo en el camino que se había emprendido”. Entrevista a Francisco Luna

Europa/España/10 Mayo 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la Educación

Entrevista a Francisco Luna. Exdirector del Instituto vasco de evaluación e investigación educativa no universitaria

En las últimas semanas las evaluaciones han sido protagonistas. Hablamos con Paco Luna, experto en evaluación de Euskadi, sobre sus límites y sus posibilidades.

Con 18 años de experiencia en el mundo de la evaluación externa a sus espaldas, Francisco Luna sabe de lo que habla. Es sincero y las defiende en medio de un mar de críticas (“sería hipócrita decir que son inútiles cuando he vivido de ellas”), pero también rechaza cómo se están planteando. Al menos en determinadas formas. Las ideas fuerza del discurso de Luna respecto a las evaluaciones pueden resumirse en dos: son útiles, aunque no deben ser el único elemento que considerar cuando se evalúen sistemas educativos, solo uno más, y lo importante es preguntarse para qué se hacen y actuar en consecuencia.

Para fijar el marco de la entrevista, ¿cuál es su opinión general de las evaluaciones externas?

Desde mi posición de haber vivido de ellas en los últimos 18 años sería hipócrita decir que son inútiles. Las evaluaciones estandarizadas externas son un mecanismo potente, con posibilidades de describir suficientemente bien los sistemas educativos. Si hacemos las cosas bien, con criterios claros y sin cometer algunos errores que se están cometiendo, nos permiten disponer de información muy interesante. Son solo una fotografía, a veces borrosa, que tiene una gran capacidad para describir pero limitada para explicar por qué ocurren las cosas. No pueden ser el eje central de los sistemas porque es un error. Miden lo que pueden medir.

¿Qué no miden?

Hay aspectos del currículum y del aprendizaje que no somos capaces de medir. No podemos medir la capacidad de autonomía o iniciativa personal que tiene el alumno. Tenemos dificultades para medir la competencia de un alumno para participar en un equipo de trabajo, y no te hablo de las relacionadas con el mundo artístico, motriz, etc. Estas evaluaciones tienen una experiencia y un aval técnico muy grandes en determinados ámbitos (por ejemplo, sabemos hacer la medición de la competencia lingüísitica, matemática o científica), pero hay dificultades para medir otros como aprender a aprender o las competencias sociales. Si situamos las evaluaciones en su contexto, situamos para qué las queremos y le damos su espacio —pero no más— es un instrumento interesante y necesario.

¿Qué errores estamos cometiendo?

Desde los 90 todas las evaluaciones se han convertido en un eje central del cambio y la reforma de los sistemas educativos. ¿Qué ha hecho este movimiento general de implantación de las evaluaciones? Inocularnos una serie de parámetros que se utilizan a nivel mundial como eje de los cambios. Ahora no hay nadie que quiera hacer una reforma sin mencionar la excelencia, la evaluación, estandarización, rendición de cuentas, rankings, libre elección… Esta es la terminología que nos han inoculado. Pero todo esto nos lleva a un determinado sistema educativo. Por ejemplo, en las conclusiones de PISA se indica que una mayor autonomía escolar da mejores resultados si se relaciona con una buena rendición de cuentas. Para eso son necesarias unas evaluaciones estandarizadas que den datos y responsabilicen a los centros del proceso de aprendizaje. Esto es culpabilizar y poner en manos de los centros toda la responsabilidad de lo que ocurre. Los profesores tienen mucha responsabilidad en lo que ocurre, pero no toda. Este es un problema fuerte: meternos en una dinámica de evaluaciones que convierta todo el sistema en una responsabilidad de los centros.

Otro problema es que las evaluaciones estandarizadas externas cuestan mucho dinero si se quieren hacer con garantías. En España hay 17 comunidades autónomas. ¿Las 17 nos vamos a meter a hacer una evaluación con garantías? Estamos haciendo pruebas con garantías técnicas mediocres y la comparabilidad de resultados entre unas y otras deja que desear. Otro problema con estas evaluaciones tiene que ver con darles mayor importancia de la que tienen. Hasta 2015 en PISA teníamos unos resultados muy buenos. Con los resultados de 2012 en País Vasco estábamos por encima de las medias internacionales. Salían artículos de prensa que se preguntaban por qué Euskadi no se tomaba como referencia a nivel estatal de cómo debería ser un sistema educativo. Cuando recibimos los resultados de PISA 2015 se nos hundió el mundo. Un resultado en un año concreto, ¿puede poner en cuestión todo un sistema educativo? Si caemos en los rankings podemos tomar medidas erróneas.

¿Qué debe tener una buena prueba de evaluación?

El problema que tenemos es que las evaluaciones se han convertido en una línea educativa. Tenemos la dificultad de que los medios de comunicación se fijan solo en la posición. Pero lo importante es la distancia. Si tenemos tres alumnos con un 9, un 5 y un 3 la posición 1, 2 o 3 es importante. Pero si tenemos esa misma posición con esos mismos alumnos con un 7,5, un 6,5 y un 5,9 es menos importante la posición porque la distancia es menor. Tenemos que darle a la evaluación el espacio que tiene. Es imprescindible, sin duda. Pero estas evaluaciones cuantitativas son solo un primer paso. Importante, sustancial, necesario, pero un primer paso. Si anulamos el resto de los pasos lo que hacemos es darle una función que no tiene. Estas evaluciones explican una parte de la realidad, pongamos el 50% o 60% de la diferencia de resultados entre países. Pero hay una parte que no podemos describir. Si estas evaluaciones no se ligan a los siguientes pasos (como hacer investigación educativa para explicarnos por qué ocurren las cosas), no estaremos llegando hasta el fondo de los problemas. Si los datos no los contextualizamos a la situación política, social o cultural, estaremos tomando decisiones equivocadas. Si pensamos que las evaluaciones tienen que generar propuestas de arriba hacia abajo no nos daremos cuenta de que los sistemas educativos no se cambian así. Sabemos que los planes de formación, mejora y reforma institucionales no sirven para nada. Estas evaluaciones de centro aportan información para que puedan mejorar. Pero la tendencia de los políticos cuando se encuentran un mal resultado es buscar una solución global para todo el sistema. No funciona. El curso pasado una analista senior de la OCDE explicaba que en los últimos siete años se han hecho 430 reformas educativas a partir de los resultados de PISA en más de 30 países, pero no ofrecen resultados. Hay una tendencia a que las reformas no lleguen al aula, se quedan a nivel de centro, y si algo sabemos es que el cambio se hace en el aula. Otra razón por la que estas reformas no dieron resultado es porque la formación de los docentes, necesaria para ese cambio, había sido insuficiente o superficial. A veces nos conformamos con cursos de unas horas y a partir de ahí queremos poner en marcha un plan para desarrollar las competencias básicas en el currículum. Tenemos que darle un papel a las evaluaciones. ¿Para qué las queremos? Es un debate. Es distinto si queremos una evaluación con el objetivo de la equidad o la competitividad. Es distinto si los resultados son internos para que los centros hagan planes de reformas o públicos para que los padres elijan centro.

¿Y para qué se están haciendo las evaluaciones en España?

El desarrollo de la evaluación en el sistema español es joven, pero ya ha pasado por varias fases. Hubo una primera en la que las comunidades participábamos de lo que hacía el Instituto Nacional de Evaluación. Con la LOE surgieron las evaluaciones de diagnóstico, competencia de cada comunidad, que tuvo que crear sus propias evaluaciones. La mayoría hizo un modelo, para mí precario, que es una evaluación en la que la administración elabora las pruebas, las manda al centro, que las aplica y corrige y las mete en el sistema. Algunas, como Cataluña o La Rioja, lo hicieron con otro modelo: la administración creaba las pruebas, pero eran profesores de otro centro los que evaluaban a los alumnos, al contrario que en el anterior modelo. Hay una tercera, que es la que hacemos en Euskadi, donde hacemos las pruebas y aplicadores y correctores externos las aplican. Hubo incluso la evaluación general de diagnóstico, que era una evaluación conjunta de todas las comunidades. Por primera vez hubo una prueba aplicada por todas las comunidades para todo el Estado. Era una metodología que estaba empezando a funcionar. En ese momento vino la LOMCE, que transformó todo el debate que estaba más o menos asumido sobre qué eran las evaluaciones externas (tenían carácter interno para los centros, formativo e informativo para las familias). La LOMCE lo cambió: metió las reválidas, las convirtió en una prueba para pasar de una etapa a otra, un filtro, etc. y todo esto ha destrozado las evaluaciones y ahora hay una cierta crisis de la evaluación pese a que no tenemos la experiencia suficiente para tener esta crisis. Lo que se está haciendo son los últimos coletazos de una fenecida ley. Cada comunidad autónoma está haciendo las cosas de una manera, cuando se pensaba que se iba a unificar. En el tema de la evaluación, la LOMCE ha sido un obstáculo en el camino que se había emprendido.

¿Está justificada entonces la polémica y el rechazo a las pruebas?

Estas evaluaciones son técnicamente potentes, pero tienen limitaciones. Una muy fuerte es cuando se llega al nivel de resultados de alumnos. En ocasiones, los que estamos en este campo actuamos con una cierta arrogancia técnica, pensando que nuestros instrumentos son capaces de describir mejor la situación de aprendizaje de un centro que las pruebas que hace el propio centro. Y esta arrogancia está debajo de la decisión de que estas evaluaciones fueran condicionantes para superar la prueba. No hay ningún país europeo que haga las evaluaciones externas de esta manera. Sigo pensando que son útiles, pero si competimos con la evaluación académica, siempre saldrá perdiendo una evaluación externa. Nunca deben competir, son cosas distintas. Las evaluaciones externas son una foto, y en un centro tienen un vídeo. No puedes competir salvo que tengas la osadía de decir que no confías en lo que dice el centro o el profesorado con la información que recogen durante todo el curso. En este momento, las evaluaciones externas de la LOMCE son una especie de arrastre sin demasiado sentido que no llevan a nada.

Algunas cuestiones más específicas. Los profesores se quejan de que tengan que ser otros docentes quienes las hagan porque los chicos, dicen, se ponen más nerviosos. ¿Es apropiado?

Es cierto que hay quejas en ese sentido, pero está muy relacionado con dónde sitúas la evaluación. Si lo haces como referencia única de un centro, entonces es normal que se pongan nerviosos, porque les estás dando una única fotografía que tienen que trasladar a las familias. Pero si les garantizas que es una información interna, sin rankings ni difusión de esa información, y que tienen autonomía para actuar a partir de esos resultados, no tiene por qué ser así. Si es una información complementaria periódica para compararte con otros centros y puedes analizar qué cambiar, estas evaluaciones aportan información y no tienen por qué ponerte demasiado nervioso porque no tienen consecuencias directas ni en el sueldo ni en los resultados académicos; es una información más para la toma de decisiones.

Cuando nosotros empezamos la evaluación teníamos quejas de este tipo, una reacción muy de preservar a los alumnos de cualquier ataque externo de un enemigo desconocido. Luego se dieron cuenta de que no pasaba nada de esto. Nos pasó que los centros les daba más fiablilidad que lo hiciéramos nosotros que ellos. De hecho, en algunas comunidades que lo hacían internamente dudaban de que los datos que se daban a partir de la corrección interna fueran comparables. Pero somos una intrusión en la vida normal del centro, intentamos hacerlo con las mayores garantías posibles, molestar lo menos posible. Aunque el observador siempre transforma el objeto observado. Por eso lo importante no es un dato puntual en un año concreto en una competencia específica, sino la tendencia. Indica mucho más.

¿Pueden hacerse a cualquier edad o hay un mínimo que no debería sobrepasarse?

En sentido estricto no, únicamente hay que adaptar los tiempos, los instrumentos, el contexto, la relación con el alumno. Se puede hacer desde infantil hasta bachillerato. El tipo más habitual para evaluaciones externas es a partir de mitad de la educación primaria en casi todos los países. En primaria la mayoría de los países tienen pocas evaluaciones externas. Son algo más frecuentes en secundaria y prácticamente universales en la etapa preuniversitaria. En estos momentos se está trabajando en el diseño universal de las evaluaciones. Se está pensando qué elementos tienen que tener estas evaluaciones para que no sean un obstáculo para percibir las competencias reales que tienen los alumnos y no afecten a las dinámicas de los centros. ¿Cuáles son los aspectos técnicos que una evaluación y un instrumento como las evaluaciones externas tiene que tener en cuenta para que sean equitativas? A veces las evaluaciones externas no recogen la diversidad de los centros. A veces pelean contra algunos enemigos. Las diagnósticas (sin consecuencias para los alumnos) son de alguna manera unas pruebas de bajo riesgo, no hay nada en juego para los alumnos. Pero hay una serie de factores culturales relacionados con el esfuerzo y la motivación que son importantes para estas pruebas. Las investigaciones dicen que una parte importante de la diferencia entre países vienen no tanto por la diferencia de competencias sino por la motivación para hacer estas pruebas. En España, los alumnos que hacen PISA empiezan muy bien, si tomáramos como referencia los primeros ítems el resultado sería muy alto. Pero, ¿qué ocurre? Que el decaímiento, el cansancio, baja con intensidad en España, mientras en otros países afecta menos. Este es un enemigo de esta evaluación. No te juegas nada, pero lo que contestas como alumno va a dar la fotografía del estado del sistema educativo y casi de un país. Hay que hacer mucho esfuerzo para motivar a los alumnos.

Imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2018/05/DSC2794-2.jpg

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/10/en-la-evaluacion-la-lomce-ha-sido-un-obstaculo-en-el-camino-que-se-habia-emprendido/

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España: El Ministerio de Educación lleva tres años pagando a maestros de Religión que no imparten clases

Europa/España/10 Mayo 2018/Fuente: El diario la Educación

Al menos una veintena de colegios denuncia ante la Consejería de Educación de Andalucía que desde 2015 están renovando a profesores sin carga horaria lectiva, mientras el Ministerio paga los salarios

El colegio de Infantil y Primaria Maestro Juan González, en el municipio gaditano de Los Barrios, tiene dos profesores de Religión en plantilla, pero sólo uno da clases. La otra no tiene carga horaria desde 2015, aunque sigue asistiendo regularmente a su puesto de trbajo y cobrando 1.400 euros netos al mes. La situación de esta maestra de Religión no es aislada, se repite en al menos una veintena de colegios andaluces consultados por este periódico. Todos ellos denunciaron por escrito ante la Administración educativa que les habían asignado un profesor de Religión de más, o que les habían contratado por más horas de las que su centro necesitaba para esta asignatura. Pero nadie ha corregido este desfase en tres años.

El Ministerio de Educación, que es quien contrata a los profesores de Religión de Infantil y Primaria en Andalucía, lleva tres años pagando a maestros que no dan clases, pero siguen acudiendo a su centro y cobrando. Esta situación se repite desde 2015, cuando el Gobierno de Susana Díaz redujo el horario de Religión en Primaria. Como consecuencia, sobraban maestros en mucho colegios. Sin embargo, el Ministerio ha seguido renovando sus contratos los cursos siguientes y la Consejería de Educación les ha confirmado sus plazas. Cuántos profesores de Religión están en esta situación y cuánto está costando a las arcas públicas son dos preguntas que ni el Gobierno ni la Junta de Andalucía han querido responder, pese a estar al corriente del problema desde el principio.

Efectos de la Ley Wert

Los maestros de Religión de Infantil y Primaria de Andalucía, Aragón, Cantabria, Canarias, Ceuta y Melilla dependen contractualmente del Ministerio de Educación, aunque sus horarios los establecen los gobiernos autonómicos. En Andalucía y Canarias la carga lectiva de Religión puede ser la mínima que exige la ley, pero la decisión final depende de cada colegio. En 2015, el Gobierno de Susana Díaz aprobó el decreto que adaptaba el currículum de Primaria a la nueva ley de educación del Ejecutivo de Rajoy (LOMCE), intentando amortiguar algunos de sus efectos. Una de sus decisiones fue reducir el tiempo mínimo dedicado a la asignatura de Religión, que pasó de una hora y media a 45 minutos semanales en cada curso (de 1º a 6º). La Consejería de Educación no impuso la reducción horaria de Religión a todos los centros de Primaria. Dictó una orden que delegaba en los colegios andaluces, dentro de su autonomía pedagógica, la decisión de mantener la asignatura en 90 minutos o reducirla a 45.

El 28 de mayo de 2015, la Consejería envió unas instrucciones a todos los centros públicos de Primaria de Andalucía para que “comuniquen el horario asignado al área de Religión” y lo registren en el sistema informático Séneca, que recopila los datos de todas las escuelas andaluzas. El objetivo era “poder remitir al Ministerio de Educación el horario del profesorado de Religión” para que ajustase las horas contratadas de este personal a las necesidades que requería cada colegio de Primaria de cara al siguiente curso (2015-2016). Muchos centros optaron por reducir la carga de Religión a 45 minutos para dedicar el tiempo restante a otras materias más importantes (Lengua, Inglés…), dejando a decenas de profesores de Religión sin carga lectiva en sus colegios. Donde antes hacían falta dos maestros, ahora bastaba con uno.

La sorpresa de estos centros fue que, al volver en septiembre para iniciar el curso escolar, la Consejería de Educación no había modificado sus plantillas: los profesores de Religión seguían asignados a su centro con el mismo horario que el curso anterior, pero sin ninguna función ni clases que dar. El Arzobispado, que selecciona a estos maestros, les había renovado su confianza; y el Ministerio de Educación les había renovado el contrato por las mismas horas.

El CEIP Juan González, por ejemplo, tiene desde hace tres años a una profesora de Religión con contrato a tiempo completo (25 horas lectivas y cinco de obligada permanencia), pero sin nada que hacer. La maestra afectada (ahora de baja) “se pasa las horas en la Sala de Profesores, se niega a colaborar en otras tareas porque dice que su contrato no le obliga, y se ha dedicado “a organizar su boda o a prepararse unas oposiciones, lo cual ha generado malestar con el resto de maestros”, dice su director, José Antonio Romero. En el CEIP Santiago El Mayor, de Medina Sidonia, hay tres profesores de Religión, uno titular a tiempo completo, que sigue dando clases, y las otras dos con horario partido, pero sin carga lectiva. Acuden al centro, firman el parte de asistencia y “se cruzan de brazos”. Cuando la maestra titular se puso de baja por enfermedad, las otras dos no pudieron cubrir su vacante, y la consejería tuvo que enviarles a otro profesor para sustituirla, explica su director, Manuel Sánchez.

Ministerio, Junta, Arzobispado

Todas las administraciones implicadas en este proceso -Ministerio, Junta y Arzobispado- fueron advertidas de la situación desde que comenzó el curso 2015-2016. Primero a través de la Inspección Educativa que visitó los colegios afectados y luego lo denunciaron directamente ante el servicio de Planificación de las Delegaciones Provinciales de Educación. “En septiembre de 2015, el inspector de zona nos convocó a los directores de los colegios afectados de Cádiz a una reunión en San Roque. Primero nos dijeron que lo solucionarían en 48 horas y, pasado el tiempo, nos contaron que la Consejería y el Ministerio no se entendían, y que se habían dado dos años para solucionarlo. Tres años después siguen tirando dinero público a la basura”, se queja Juan José Sánchez, director del colegio Don Luis Lamadrid.

Las denuncias por escrito ante las administraciones educativas, y en algún caso ante la Archidiócesis correspondiente, no han servido para solucionar este enredado conflicto, que ha provocado fricciones en muchos colegios, donde los maestros de Religión que se quedaron sin carga lectiva reprochan a sus directores que intentasen “dejarles sin sueldo y sin trabajo”. El director de uno de los centros afectados, que pide anonimato, se ha planteado denunciar la situación de su escuela ante los tribunales “un delito de prevaricación”. “A la Administración educativa le consta por escrito que está destinando recursos públicos a nada productivo, y sigue prolongando esta situación tres años después. Y durante ese tiempo hemos visto recortes de personal y de presupuesto en la escuela pública”, se queja.

Los Obispos de Andalucía recurrieron en los tribunales la orden de la Junta que regula la etapa Primaria, y ahora culpan a la consejería por haber reducido el horario de Religión; la Consejería de Educación acusa al Ministerio de estar “destinando dinero público a personal laboral que no tiene ninguna función asignada”; y el Ministerio niega que esta situación se esté produciendo, a la vez que acusa a la Junta de Andalucía a de no querer dedicar esos recursos a otras tareas.

¿Cuántos profesores de Religión sin carga lectiva hay en estos momentos en los colegios de Primaria de Andalucía? ¿Cuánto dinero ha gastado el Ministerio de Educación en estos tres años en docentes que no imparten clases? La Consejería de Educación lleva semanas negando a este periódico un dato fundamental que podría servir, al menos, para dimensionar el alcance del problema: ¿Cuántos colegios decidieron en 2015 reducir el horario de Religión de 90 a 45 minutos, haciendo que sobrasen maestros para esta asignatura?

Una investigación pendiente

La consejera de Educación, Sonia Gaya, se enteró de esta problemática durante una comisión parlamentaria en septiembre del año pasado, a preguntas del coordinador regional de IU, Antonio Maíllo. Gaya no ocultó su asombro, dijo desconocer la situación y anunció que abriría una investigación interna para determinar en cuántos colegios estaba pasando. Meses después volvió al Parlamento para confirmar que el problema “es real”, y que se lo había dado traslado al ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, para dejar de “desperdiciar recursos públicos”. No aclaró en cuántos centros se sigue produciendo esta situación y por qué no se ha corregido en tres años, si los colegios afectados lo denunciaron desde el primer momento.

Este periódico ha comprobado que hay casos de profesores de Religión sin carga lectiva (total o parcial) destinados en una veintena de colegios de los municipios de Cádiz, Jerez de la Frontera, San Roque, Los Barrios, Los Cortijillos, Alcalá de los Gazules, Tarifa, Medina Sidonia, Algeciras, San Fernando, Málaga capital y Fuengirola. Todos denunciaron el problema ante la Consejería de Educación hace tres años, y volvieron a denunciarlo cuando los maestros de Religión afectados renovaron las mismas horas contratadas en el curso 2016-2017 y en 2017-2018.

Algunos centros han preferido no dar sus nombres, para evitar reproducir “situaciones tensas” que han vivido estos años con los maestros de Religión que se quedaron sin carga horaria. Otros colegios, en cambio, han preferido salir a la luz, o porque la situación es “insostenible”, o por todo lo contrario: han logrado normalizar “una situación surrealista”: el centro Maestro Juan González, el colegio Don Luis Lamadrid y el San Isidro Labrador, de Los Barrios; Los Cortijillos, de la pedanía del mismo nombre; el CEIP Santa María Coronada, de San Roque; el Santiago El Mayor, de Medina Sidonia; el colegio Guzmán el Bueno, de Tarifa.

En todos ellos hay maestros de Religión con horario completo o con horario parcial, pero sin carga lectiva alguna. “Llegan, firman en el registro de entrada y se quedan sus horas sentados en la Sala de Profesores sin hacer nada. No pueden ayudar en otras tareas del centro, porque su contrato laboral no les obliga, la Consejería no les ha reubicado en otras escuelas porque dice que no faltan maestros de Religión y el Ministerio les sigue pagando el mismo salario que a los demás”, dice el director del colegio Don Luis Lamadrid. El sueldo de un maestro de Religión con 25 horas lectivas a la semana (más otras cinco de obligada permanencia) es similar al de cualquier profesor de Primaria: en torno a 1.400 euros netos al mes.

Andalucía tiene ahora colegios donde tardan en cubrirse las sustituciones de maestros de baja, y una plantilla mermada porque aún no se han revertido del todo los recortes que se hicieron al inicio de la crisis (4.502 interinos perdieron su trabajo). En medio de este contexto, con el Parlamento andaluz a punto de debatir si se blinda por ley el 5% del PIB para gasto educativo, la Junta trata de calcular cuánto dinero público ha costado tener a profesores de Religión de brazos cruzados desde hace tres años en sus escuelas.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/07/el-ministerio-de-educacion-lleva-tres-anos-pagando-a-maestros-de-religion-que-no-imparten-clases/

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Cuando las apariencias engañan: gratuidad de aulas de 2-3 años a costa de calidad

Por: Alicia Alonso

Las aulas de dos años en los colegios son una solución aún peor para las criaturas de lo que lo han sido y son, con demasiada frecuencia, las de tres años que instauró la LOGSE en 1990.

En la Plataforma de Educación Infantil 06 nos preocupa extraordinariamente el avance que está teniendo la implantación de las aulas de dos años en los colegios y más aún el hecho de que se aliente su generalización desde Proposiciones de Ley (PL) y No de Ley (PNL) con argumentos que muestran el gran desconocimiento de la infancia, de sus derechos y necesidades.

Nos había alegrado mucho la noticia de que se pidiera tanto en el Congreso de los Diputados (PNL de 26 de septiembre) como en el Parlamento de Andalucía (PL de 16 de octubre) la gratuidad del primer ciclo de Educación Infantil, máxime cuando el primer documento reclama, además, un Real Decreto de requisitos y enseñanzas para el primer ciclo común a todo el Estado, reivindicación que motivó nuestro nacimiento como Plataforma.

En ambos documentos se resalta la importancia que para el futuro de las criaturas, incluso de la sociedad, tiene la escolarización temprana, pero solo en el estatal se alude a su calidad, condición fundamental que reflejan todos los estudios internacionales para que se alcancen esos beneficios. También se argumenta en ambos su existencia con un concepto erróneo de conciliación, pues esta ha de partir del mundo laboral y son políticas públicas sociales, laborales y sanitarias las que, en coordinación con las educativas, deben resolver.

La gratuidad de la Educación Infantil, algo imprescindible para que haya equidad, no va a dar respuesta por sí sola a las necesidades de la infancia si no hay calidad mínima en la oferta que se hace. La institucionalización de las criaturas en lugares extremadamente inapropiados, con ratios que siguen siendo excesivas, con una organización inadecuada y una problemática distribución de profesionales, insistimos, no es la respuesta. ¿A costa de qué se va a escolarizar gratuitamente a parte de estas criaturas de un primer ciclo que se rompe con ello?

En el documento estatal (PNL) la petición número 3 exhorta explícitamente al Gobierno a incentivar la creación de nuevas plazas para el alumnado de 2 a 3 años ubicadas en centros públicos de Infantil y Primaria. El documento autonómico (PL) es más sutil, al recordar como concreción lo que la LOE legalizó en su artículo 15.4: “De acuerdo con lo que establezcan las Administraciones educativas, el primer ciclo de la educación infantil podrá ofrecerse en centros que abarquen el ciclo completo o una parte del mismo”.

Y es que ya tenemos muy mala experiencia. Las aulas de dos años en los colegios son una solución aún peor para las criaturas de lo que lo han sido y son, con demasiada frecuencia, las de tres años que instauró la LOGSE en 1990. Se prometió entonces que se adaptarían espacios y relaciones a las características de estos niños y niñas, pero no ha sido así: en relación con su cuerpo, porque no se acepta que también es educar el asumir que en estas edades los esfínteres presentan escapes y se exige a las familias que lo resuelvan; en relación con su personalidad global, porque se les somete a aprendizajes y formas de adquirirlos impropios; en relación con los espacios en los centros, porque nunca acabaron de acondicionarse para acoger a estos niños y niñas.

Así pues, parece que aquella fórmula -primero las metemos y luego vemos si creamos las condiciones para ello- se mantiene, ahora también para las aulas de dos años.

En todas las comunidades donde se han instaurado se ha hecho sin pensar realmente en las necesidades y derechos infantiles, con prisas, sin garantías y con una gran diversidad. Por ejemplo, se han planteado dos figuras diferentes para educar: una, la maestra, se ocupa de la cabeza y otra, la técnico superior en Educación Infantil (TSI), de las necesidades biológicas corporales. ¿Dónde queda la necesaria globalidad educativa y el desarrollo de una imagen de sí integral?

Ratios iniciales como las de Cantabria, cuyas aulas de dos años nacieron en 2003-2004 con 16 criaturas, al cabo de dos cursos aumentaron a 18, y con las épocas de crisis vieron en 2012 cómo se quedaban exclusivamente en manos de una TSI. En el País Vasco las sucesivas regulaciones fueron reduciendo exigencias, por ejemplo, en el capítulo de espacios. En todas las comunidades ha habido problemas de adecuación, por ejemplo, en Aragón llegaron las criaturas a centros que no tenían ni cambiadores y donde, cuando se han incorporado, ha sido en el baño general y distante de la clase. En Valencia ocurrió igual, incluso se retrasó el proyecto porque en septiembre aún no había siquiera una Orden administrativa que lo regulase y la bolsa de educadoras no estaba disponible. Hay comunidades en que las TSI son funcionarias o personal laboral, en otras son contratas privadas las que proporcionan personal mal pagado y en otras conviven ambos modelos. También hay afortunadamente comunidades en las que, como en Asturias (AEIPA 0-3), la lucha de profesionales de las Escuelas Públicas parece que van deteniendo los intentos políticos de instaurar estas aulas de momento.

Es el derecho a una educación cálida y de calidad desde el nacimiento lo que justifica la existencia de instituciones para estas edades, pero instituciones de calidad, bien pensadas y diseñadas que complementen a la familia y la compensen cuando sea preciso. Demandamos una oferta de 0 a 6 años universal, pública y gratuita, pero con calidad. La universalización y gratuidad de los dos años debe darse con garantías, en las escuelas infantiles, lugares que sí reúnen las condiciones necesarias. Creen puestos escolares de calidad en ellas y no encajen a los niños y niñas en condiciones y en espacios inapropiados. No pretendan dar respuesta a una necesidad creando un problema mayor. Nos jugamos demasiado como sociedad.

*Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/11/14/cuando-las-apariencias-enganan-gratuidad-de-aulas-de-2-3-anos-costa-de-calidad/

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España: Cientos de personas reclaman en Pamplona la reversión de los recortes en educación

Por: eitb.eus/09-05-2018

Asimismo, buscan lograr un pacto para mejorar la calidad educativa y una ley de financiación de la escuela pública.

arios cientos de personas han participado este sábado enPamplona en la manifestación convocada por los nueve sindicatos representados en la mesa sectorial de Educación en Navarra para revertir los recortes, lograr un pacto para mejorar la calidad educativa y una ley de financiación de la escuela pública.

Tras una pancarta con el lema «Kalitateko eskola publikoaren alde. No a los recortes/pacto ya» la marcha ha recorrido el centro de Pamplona convocada por LAB, STEILAS, ELA, AFAPNA, CCOO, UGT, ANPE, CSI-F y APS, al grito de diferentes lemas que reclamaban «Más financiación para educación», «Más millones para sustituciones» o «Menos maderos y más lapiceros», y advertían de que «En la docencia se acaba la paciencia».

En declaraciones a los periodistas al inicio del acto, en nombre de los convocantes, Alberto Goikoa (LAB) ha enmarcado la movilización de hoy en las reclamaciones que llevan haciendo en una Mesa de trabajo desde hace más de un año «reclamando la reversión de los recortes, y la recuperación de unos elementos referenciales que nos den pie a poder trabajar en pro de una enseñanza de calidad».

Como puntos esenciales, ha recordado reivindicaciones como la disminución de las ratios profesor/alumnos, la bajada de las horas lectivas, o la inmediatez en las sustituciones.

Además de todo esto, ha pedido «aportación de medios económicos» para poner en marcha medios estructurales que evidencien «una enseñanza de calidad desde una base medianamente normalizada y adecuada».

*Fuente: http://www.eitb.eus/es/noticias/economia/detalle/5572371/cientos-personas-piden-pamplona-reversion-recortes-docentes/

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España: El Ministerio de Educación paga a maestros de Religión que no imparten clase

España/08 de mayo de 2018/Fuente: https://www.huffingtonpost.es

Varios colegios andaluces tienen en plantilla a profesores de Religión que no imparten clases pero sí que cobran. Las escuelas denunciaron ante la administración que se les había asignado un profesor de Religión más, pero en tres años nadie ha corregido este fallo.

Por tanto, el Ministerio de Educación, que contrata a los profesores de Religión en Andalucía, lleva tres años pagando a maestros que no dan clase, aunque siguen acudiendo al centro y cobrando. Lo cuenta este lunes eldiario.es, que afirma que esta situación se lleva dando desde que el Gobierno de Susana Díaz redujo el horario de Religión en Primaria. Esto hizo que ni hiciesen falta tantos profesores, pero el Ministerio sigue renovando sus contratos.

Un desfase entre Gobierno central y gobiernos autonómicos

El Ministerio de Educación es responsable de los maestros de Religión de Infantil y Primaria en Andalucía, Aragón, Cantabria, Canarias, Ceuta y Melilla, pero sus horarios los establecen los gobiernos autonómicos. Por eso, en 2015, Susana Díaz redujo el tiempo de la asignatura de religión de 90 minutos a 45, pero el ministerio sigue haciendo contratos como si fuesen 90.

Fuente de la Noticia:

https://www.huffingtonpost.es/2018/05/07/el-ministerio-de-educacion-paga-a-maestros-de-religion-que-no-imparten-clase_a_23428528/

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Educación española aboga por fomentar la asignatura de Filosofía porque es necesario construir una ciudadanía crítica y responsable

Europa/ España/ 07.05.2018/ Fuente: www.juntaex.es.

El secretario general de Educación, Rafael Rodríguez de la Cruz, se ha referido a la necesidad de mantener y fomentar la asignatura de Filosofía, “una materia desde donde se puede construir una ciudadanía crítica y responsable” y ha destacado la importancia de su presencia en las aulas para “propiciar el diálogo constructivo en una época en la que el ruido mediático y de las redes sociales invitan a conclusiones apresuradas y enfrentamientos estériles”.

Rodríguez de la Cruz ha hecho estas declaraciones durante el acto de clausura y entrega de premios de la V Olimpiada Filosófica de España, en la que han resultado clasificados alumnos y alumnas de las comunidades autónomas de Madrid, Castilla La Mancha, Cataluña, Aragón, Canarias, Andalucía y Galicia.

Así, en la Modalidad Disertación la ganadora ha sido Adela Cebeiro Munín, de Galicia, mientras que el segundo y tercer premio han recaído en la andaluza Ana Rosa López Rodríguez y en Gabriela Rodríguez Galdona, de Canarias, respectivamente; mientras que en la Modalidad Dilema han resultado ganadores José Javier Ramírez Rodríguez, de Canarias; Estela Bescós García, de Aragón, y Raquel Sánchez Herrera, de Cataluña.

En la Modalidad de Vídeo los tres premios han sido para Paula Mestro Martín, de Castilla La Mancha; Miriam Sánchez Rodríguez, de Madrid; y Jorge Marín Escribano, también de la capital de España; mientras que en la Modalidad de Fotografía han resultado ganadores el andaluz José Jesús Santiago, la madrileña Marta Manzaneque Palau y la riojana Ángela Ramírez Carrillo.

Los estudiantes galardonados han sido seleccionados durante las pruebas celebradas ayer, en el IES ‘El Brocense’ de Cáceres, y hoy en el IES ‘Santa Eulalia’ de Mérida, una Olimpiada Nacional en la que Extremadura ha estado representada por los alumnos ganadores en la fase autonómica: Antonio Ruslán Bautista, del IES ‘San Fernando’ de Badajoz, en la Modalidad Disertación; Ana Karoline Da Silva Oliveira, del IES ‘Santa Lucía del Trampal’ de Alcuéscar, en la Modalidad Dilema, y María Pilar León Bermúdez, del IES ‘Virgen de Gracia’ de Oliva de la Frontera, en la Modalidad Fotografía.

Durante su intervención, el secretario general de Educación ha valorado los ejercicios que han tenido que realizar los participantes en esta Olimpiada, que este año se ha centrado en el tema ‘Revolución y Utopía’, diciendo que “deberían constituir referentes innovadores de las metodologías didácticas que habitualmente se usan”.

En este sentido Rodríguez de la Cruz ha explicado que tanto los ejercicios tradicionales como las disertaciones y la discusión de dilemas, como los más actuales como el uso filosófico de la imagen fotográfica y el vídeo, “son fundamentales en una educación del siglo XXI”.

Por último, el secretario general ha animado a docentes y alumnado “a seguir en esta maravillosa tarea de pensar por cuenta propia y riesgo”.

Fuente: http://www.juntaex.es/comunicacion/noticia&idPub=24886#.WvDQ56QvyUk

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España destaca las enseñanzas artísticas en la IX Semana de Música y Teatro de Los Califas

Europa/ España/ 07.05.2018/ Fuente: www.20minutos.es.

El delegado de Educación de la Junta en Córdoba, Antonio José López, ha inaugurado este lunes la IX Semana de Música y Teatro del Colegio Público de Infantil y Primaria (CEIP) Los Califas, donde ha destacado el «gran trabajo» y «esfuerzo» del alumnado, del profesorado y de toda la comunidad educativa que «colabora en la infraestructura», a la vez que ha destacado el valor de las enseñanzas artísticas

En este sentido, López ha señalado que la Junta cree y apuesta por las enseñanzas artísticas, por lo que «esta semana cultural del CEIP Los Califas se suma a esa promoción que desde la Delegación y la Consejería de Educación hacemos», pues «estas enseñanzas nos permiten, entre otras cosas, aumentar la autoestima del alumnado, aprender a respetar y convivir en grupo y conocer y controlar sus emociones, lo que fomenta nuestro objetivo de desarrollo integral de los niños».

Por su parte, la directora del centro, Concepción Cerro, ha señalado que el «alumnado descubre lo que es la disciplina y la constancia en el trabajo, además de desenvolverse entre el público, reforzarles tareas académicas como la lectura y la literatura y ayudarles en la socialización, principalmente a los niños y niñas que tienen dificultad para comunicarse. Asimismo, el alumnado mejora la concentración y la atención, se les transmite e inculca valores y promueve que reflexionen».

Esta semana cultural, dedicada a las artes escénicas y musicales, ha comenzado este año con la representación de la obra ‘Ojos de botella de anís’, interpretada por el alumnado de 3ºA, mientras que a continuación ha tenido lugar la actuación del magnífico coro del centro, «merecedor de premios y actuaciones en diferentes colegios y actividades promocionadas por otras entidades u organismos», ha señalado Cerro, quien ha añadido que «este año sus 53 participantes nos han sorprendido aumentando el número con instrumentistas acompañando al coro». El delegado de Educación ha agregado que «gracias a este tipo de actividades se estimula la creatividad y la imaginación del alumnado, pero lo mejor es ver la ilusión y el esfuerzo con que los niños se enfrentan a esta semana repleta de actividades».

A lo largo de toda la semana, los alumnos del Colegio Los Califas van a poder disfrutar cada día de la actuación del Coro Los Califas y de cinco representaciones teatrales distintas: ‘Atasco’, ‘Un monstruo en mi país’, ‘Ojos de botella de anís’, ‘La magia de la amistad’ y ‘Una familia de opereta’, llevadas a cabo por los cursos de 1º A y B, 3º A y B y 6º C, respectivamente, para todo el centro. Por último, el delegado de Educación ha atendido a los niños del programa Andalucía Profundiza del CEIP Los Califas, los cuales le han realizado una entrevista para el informativo de la televisión del centro.

El alumnado le ha preguntado por su trayectoria y retos como delegado de Educación. Este curso, desde el mes de marzo y hasta el mes de junio, se desarrolla en diferentes centros educativos de Córdoba y provincia el programa de profundización de conocimientos Andalucía Profundiza, consistente en la realización de proyectos de investigación en horario extraescolar.

En Córdoba se desarrollarán 32 proyectos, 13 de Educación Primaria y 19 de Educación Secundaria, siendo más de 523 alumnos y 32 profesores los que participan este año. El alumnado destinatario del programa está escolarizado en los cursos comprendidos entre 3º de Educación Primaria y 4º de Educación Secundaria Obligatoria, distribuido en diversas modalidades.

Fuente de la noticia: https://www.20minutos.es/noticia/3333529/0/educacion-junta-destaca-ensenanzas-artisticas-ix-semana-musica-teatro-califa

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