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Francia: Plan de Gobierno de enseñar árabe en las escuelas genera polémica

Europa/Francia/05 Junio 2016/Fuente y Autor: actualidad.rt

La ministra de Educación de Francia, Najat Vallaud Belkacem, afronta una ola de críticas tras su anuncio de un plan para incluir el árabe entre las opciones de idiomas para los niños de la escuela primaria desde los seis años de edad.

«Enseñaremos el árabe en escuelas primarias si existen los recursos humanos y si padres lo piden», afirmó este martes la ministra a la radio francesa BFM.

Las palabras de la ministra socialista han indignado a parte de la clase política. «Los jóvenes no necesitan esta herejía, sino [necesitan] cursos de francés y de historia reforzados para una asimilación exitosa», escribió el político ultraderechista del partido francés Frente Nacional, Louis Aliot, en su cuenta de Twitter.

«En Francia es la cultura francesa la que se debe estudiar en primer lugar», declaró por su parte el diputado francés Bruno Le Maire a BFM. «Al parecer, no le gusta Francia», concluyó Jean-Frédéric Poisson, del derechista Partido Demócrata Cristiano, en referencia a la ministra de Educación, a la que pidió que renunciara al cargo.

Asimismo, la política Annie Genevard advierte que la enseñanza de árabe sería un «caballo de Troya» que podría conducir a un «adoctrinamiento islámico».

Fuente de la noticia:https://actualidad.rt.com/sociedad/209291-francia-plan-ensenar-arabe-escuelas-indignacion

Fuente de la imagen:https://cdn.rt.com/actualidad/public_images/2016.06/article/57515c19c36188646f8b458a.jpg

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Entrevista a Sami Nair: La alfabetización de las familias, sobre todo de las madres, es esencial

Francia/01 junio 2016/Autor:Pau Rodríguez /Fuente: El Diario

¿Cuál es el impacto de la globalización en el sistema educativo?.Esta es la pregunta que debía responder Sami Naïr en una charla en la Universidad de Girona la semana pasada. Lo mismo estaba previsto para esta entrevista. Pero los recientes atentados de París lo han sacudido todo: también, como no podía ser de otra manera, las preguntas a este catedrático de ciencia política, filósofo, sociólogo y experto en movimientos migratorios. Sin buscar las causas concretas que han empujado a algunos jóvenes a cometer estas atrocidades, con Naïr intentamos averiguar el por qué de la exclusión social profunda que sufren las periferias francesas, el papel que juega el laicismo en las escuelas de un país que se cuestiona continuamente su identidad –»el Dios de la escuela es la razón», proclama Naïr– o como la globalización está minando lo común –donde se encuentra el sistema escolar– en beneficio del interés privado.

Se cumplen 10 años del estallido de violencia en las banlieues de París. Pero el problema viene de lejos. La haine, rodada en 1995, ya dejaba constancia de la exclusión profunda en la que viven miles de jóvenes. ¿Qué ha pasado durante tanto tiempo en las periferias francesas?

 Ante todo, hay que dejar claro que los atentados no tienen nada que ver con las banlieues. En Francia hay muchas  banlieues, sobre todo en ciudades industriales . Son barrios de exclusión y marginación, donde viven cinco o seis millones de personas. Es una catástrofe a nivel de vivienda, sanidad e integración laboral. Y es una situación económica y social que depende del fracaso de las políticas económicas del Estado. Además, en las banlieues  hay poblaciones determinadas, sobre todo provenientes de países excolonizados, como Argelia, Marruecos, Túnez u otros subsaharianos.

¿Qué entiende por exclusión?

Además de lo que le decía, las familias ya no juegan el papel tradicional de vector de la transmisión de valores. Se encuentran en situación de estallido. Son problemáticas, los vínculos están desapareciendo… Esto es lo que hace que una parte muy pequeña de los jóvenes, viéndose sin futuro, se conviertan en presas de la estrategia de movimientos integristas a escala regional, sobre todo de Oriente Medio. Se trata de un problema social global.

¿Por qué se ha llegado a este extremo de marginación en Francia?

Al igual que en España, Italia, Grecia: 25 años de políticas económicas dictadas por la comisión de Bruselas han reducido drásticamente los gastos de los estados, porque lo que interesa es el Pacto de Estabilidad. Han tansformado la función de los estados de creación de equilibrio social con políticas públicas.

Ante una problemática tan global, con unas familias descapacitades por su función, ¿qué papel juega el sistema educativo?

Depende de las políticas del Estado. Un sistema educativo sin recursos está condenado al fracaso.  Es así de sencillo. Basta sacar recursos a escuelas y universidades para que todo vaya mal. La respuesta de los que quieren recortar es: ‘Lo hacemos porque la gente no trabaja y hay privatizar’. Un sistema educativo privado significa que los que tienen dinero pueden acceder a la educación y los que no, son carne de banlieu. El sistema francés, sin embargo, sigue siendo muy competitivo en general, para la vieja tradición republicana y por el esfuerzo de los maestros. Pero cuando se ahoga el sistema no se le puede pedir tener éxito.

De hecho, le pedimos mucho al sistema educativo como compensador de unas desigualdades que provienen de la pobreza de las familias y de un urbanismo que las arrincona.

Todo junto. Las familias no transmiten la cultura como antes. Por razones sociológicas, son círculos familiares de sectores muy poco cultos. La televisión, las redes sociales… todo ello hace que la capacidad de transmitir unilineal de las familias haya estallado.

En esta Europa mestiza sobre la que usted escribe, y que ya es una realidad, ¿qué valores de convivencia puede transmitir una maestra que tiene un 90% de alumnos de orígenes en una docena de países diferentes? ¿Cuál es la identidad común que hay que reforzar?

Primero: no se debe hacer hincapié en las diferencias. En la escuela no hay diferencias de origen, se quedan en la puerta. El color de piel, la religión… No existen. En la escuela lo importante es el saber: los alumnos pasarán, pero el saber se queda. La ideología de la diferencia no debe entrar en la escuela, que es territorio de lo común. El bien común. Segundo: se ha de transmitir la cultura del país de acogida, en su caso la catalana. Conocer la historia, transmitir el pasado… Yo en Francia me identifiqué con los filósofos del siglo XVIII. Y tercero: hemos de inculcar los valores que nos permiten vivir conjuntamente. El valor de la razón, el de la crítica, el de la igualdad, la libertad y la solidaridad. Este es un núcleo de valores comunes, que integran en su interior todos lo demás, y los tenemos que transmitir de manera sistemática. Y en la escuela, con el valor de la razón por encima de todos.  El Dios de la escuela es la razón.

¿Qué papel juega en todo esto, precisamente en Francia, el laicismo? Una parte de la derecha ha hecho campaña por la retirada de los menús ‘halal’ en los centros amparándose en el laicismo . ¿ Le parece correcto?

El problema es de fondo. Los musulmanes y los judíos dicen que comen ‘halal’ y ‘kosher’, respectivamente. Pero es que en algunas cantinas el viernes no se come carne, sino pescado. ¿Por qué unos sí y otros no? Detrás de esto está el debate sobre el laicismo. Los franceses hicieron una guerra social para conseguirlo. La religión es un asunto privado, no público. Pero en ningún caso se trata de una guerra contra las religiones: la laicidad es una ideología de la emancipación, no de la dominación. Es la Ilustración. Pero las iglesias, mezquitas y sinagogas nunca han renunciado a ganar espacio público. Su sueño es volver a ser el centro de la educación.

Habrá quien le dirá que, si hacemos del sistema educativo un espacio únicamente de lo común, estamos negando las diferencias. ¿ La escuela no debería poder celebrar también la diversidad?

Las diferencias no se deben negar, pero son un asunto privado. Poner énfasis en la diferencia desemboca en la petición de diferencias de derechos. Y si tienes derechos diferentes, me puedes pedir no venir a clase el sábado, por ejemplo. No. En Canadá llegaron a aceptar que musulmanes tuvieran dos o tres mujeres en nombre del derecho a la diferencia. Podemos discutir filosóficamente al respecto, pero los cinco valores de los que hablábamos antes deben ser el núcleo duro de la educación, porque representan lo mejor de la civilización hoy.

¿Qué más puede hacer la escuela para revertir las bolsas de exclusión?

Muchísimo. Puede poner en marcha una política de recuperación escolar. La gente excluida del sistema debe ser recuperada. Es absolutamente necesario. Se debe abrir la escuela a los que la han dejado. Y la escuela –sé que es difícil, pero hay buenas experiencias– tiene que hacer un trabajo hacia las familias. Sensibilizar a los padres y las madres. La alfabetización de familias, sobre todo de las madres, es esencial.

Aquí hay escuelas que hacen venir las familias a hacer los deberes con sus  hijos Son experiencias cruciales. Y la mayoría de quienes participan son mujeres.

Las mujeres son el vector más importante de la modernización cultural. Se debe hacer un trabajo de recuperación y de ayuda a las madres en los espacios en los que viven los inmigrantes. Que los maestros tengan un espacio horario consagrado a los espacios de vida de la gente, en las casas de cultura. Es la reconstrucción del tejido social. Pero para ello se necesitan dos cosas: recursos y confianza en los maestros.

¿Cómo afecta a todo esto la globalización? Estos espacios que comenta, el tiempo para el debate, para el intercambio, para hablar de valores, quedan relegados ante un sistema que se rige cada vez más por los resultados.

Es curioso que lo que se globaliza es la competencia mercantil y no el saber.

¿Por qué?

Porque se privatiza el vínculo social, todos los espacios de la vida común. E sta es la lógica de la globalización: destrozar el bien común por el interés privado. Ante esto debemos defender los espacios de producción de los bienes comunes, como el saber. En la transmisión del saber no tiene que entrar la competencia. La UE introduce competencia en nombre de la construcción del gran mercado. Miremos el Plan Bononya: ¡ha sido un fracaso! Ha destrozado la capacidad de creación cultural de casi todos los países que tenían un buen sistema. Si no separamos la educación del mercado, esta desaparecerá y tendremos un sistema como el de EEUU. Anti bien común. No lo podemos aceptar. Se están creando desigualdades como nunca habían existido aquí en Europa.  Tenemos que luchar contra ello.

Usted dirá cómo.

De entrada, no podemos decir que no a Europa. Es un proceso histórico. Pero se necesitan reglas.  En primer lugar, hay que arreglar la situación del sistema monetario internacional, que es causa de competencia desleal a escala planetaria. Y en segundo lugar, hay que estabilizar la situación geopolítica mundial, y el gran foco a escala planetaria es ahora mismo el Mediterráneo. Allí están todas las contradicciones: identitarias, migratorias, ecológicas, económicas, militares. La comunidad internacional debe proponer a esta región un Plan Marshall para que se pueda desarrollar económicamente.

Fuente:

http://www.eldiario.es/catalunya/alfabetizacion-familias-madres-esencial_0_456705307.html

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Francia : película entre los muros .

Europa/Francia/2008/Dirigida por Laurent Cantet, con François Bégaudeau, Nassim Amrabt, Laura Baquela, Cherif Bounaïdja Rachedi, Juliette Demaille, Dalla Doucoure, Arthur Fogel, Damien Gomes.

La dialéctica es el tema de Entre los muros, la nueva y formidable película del francés Laurent Cantet. Pero no porque el film transcurra entre las paredes de un aula y con un profesor de lengua, sino porque desde su fondo y forma invita al debate, y no sólo de los temas que aborda sino de cómo esos personajes los afrontan, así como también apela a un lenguaje narrativo documental, a no actores que son alumnos y profesores en la vida real, para construir una ficción novedosa dentro de un subgénero tan trillado como el de alumnos y maestros. Precisamente, esas divergencias con el modelo habitual son producidas por la dialéctica. Es decir, por el diálogo que establece Cantet con los materiales que utiliza, y por la forma en que se los da al espectador para que éste, a su vez, elabore un nuevo diálogo con el film. Esta multiplicidad de voces en constante intercambio de ideas es la misma que ocurre dentro de un aula con los chicos.

Un ejemplo clave se da con la resolución de uno de los tantos incidentes que François Marin (François Bégaudeau), el profesor, sostiene con sus alumnos. Y que es fundamental también para la película porque desencadena otros eventos. Una discusión se va de cauce y el docente les dirá a dos chicas que determinada actitud las hace quedar como «zorras». Esto provoca un fuerte enfrentamiento, y lo interesante pasa por ver cómo los alumnos se aferran a lo dicho por el profesor para atacarlo –entienden que «zorra» es igual a «puta»–, mientras que François recurrirá a sus conocimientos lingüísticos para refutar el argumento del alumnado. En esa secuencia la dialéctica nos permitirá encontrar, de paso, la línea autoral que une a Entre los muros con las anteriores películas de Cantet: una línea que explora el poder y cómo se lo ejerce. Porque el profesor no evita ser arrogante –de hecho, los alumnos lo habían acusado de ello– a la hora de sostener su argumentación.

Bien se pregunta el cineasta durante toda la película: ¿qué otra cosa que una forma de la administración del poder es el sistema educativo? Es que hay una institución, y personas que responden a ella intentando por todos los medios construir a otros seres dentro de los límites que el propio sistema plantea. Por el otro lado tenemos a los alumnos que, obligados a participar, finalmente se resisten por una simple conducta humana de autodeterminación. Esa fricción es la que Cantet registra con una cámara que se planta en una justificadísima utilización del primer plano. Estos no son los muros de una cárcel, pero el sentido es el mismo. El clima del film, a pesar de cierta ligereza y de su atmósfera por momentos distendida, es opresivo, restrictivo. Y la forma es consecuente con el fondo porque la cámara nunca se aleja del colegio; porque no le interesa mostrar la vida de esos personajes más allá de esas paredes. Pero no porque no importe «lo demás». Al contrario, cada alumno es un universo muy propio al que uno adivina en sus problemas cotidianos. Sino porque en la película la realidad externa, el afuera, ingresa sólo a través de los mecanismos administrativos de la propia institución: una charla con los padres, una junta directiva.

Entre los muros simula ser un documental, pero es una ficción. También parece ser sumamente espontánea, pero lo cierto es que Cantet trabajó con esos alumnos durante varios meses, siempre sobre la base del libro escrito por el propio Bégaudeau, docente en la vida real aunque con grandes cualidades para la actuación. Y sin embargo lo que termina generando el estilo del film es precisamente su procedimiento narrativo, propio del documental. Se podría decir que Entre los muros es un documental sobre el rodaje de una película que habla de una clase en una escuela. Siguiendo los diálogos y las discusiones dentro del aula, la cámara se mueve tratando de captar gestos, movimientos, acciones, cosas por fuera del eje de la situación. En una ficción pensada y racionalizada, la inclusión de planos de corta duración, aparentemente elegidos al azar, agrega espontaneidad y un interesante ritmo interno a las escenas.

La forma toda de este film redondea su concepto general: no hay acusaciones, ni dedos señaladores, ni demonizaciones. Y si uno lee cierto pesimismo en él, es porque nos dice que posiblemente estos docentes fueron antes esos chicos, que hoy traducen su disconformismo en su profesión. Si uno deja pasar la arrogancia de los docentes y se siente molesto ante la irreverencia de los chicos tal vez pueda descubrir cómo ha crecido, a qué lugar llegó. Precisamente, la falta de acusaciones y de voces en mayúscula es otro logro significativo de Cantet, sobre todo si tenemos en cuenta el panorama que enfrentaba: un colegio secundario en Francia es igual a una clase repleta de árabes, senegaleses, chinos, marroquíes, israelíes. El director, que por lo demás tal vez sea el autor de cine social más interesante de la actualidad, no se deja atosigar por la multiplicidad de voces e inteligentemente, cuando surge un comentario político en su film, deja que sea de los propios chicos. Así, las diferencias raciales y religiosas aparecen a través de una discusión sobre fútbol, un tatuaje o una pertenencia cultural. En ese contexto los docentes no tienen nada interesante para agregar. En cierta forma quieren comprender, pero a la vez se sienten alejados, impotentes ante un mundo que se les presenta inabarcable. Cantet usa el subgénero de profesores y alumnos, pero esquiva sabiamente las «voces autorizadas», las «enseñanzas de vida» y los adultos piolas encaminando a adolescentes descarriados. Lo documental permite leer –otra vez la dialéctica– la superficie de los géneros para reelaborarla.

En definitiva, a través de los tira y afloje de alumnos y profesores, pero también entre docentes y docentes y entre estos y los directivos, se impone una realidad: no hay romanticismo posible en la docencia. Cantet no dice que no lo haya habido alguna vez, pero con sus recursos administrativos, con sus rutinas, con sus frustraciones, enseñar se revela decididamente como un trabajo más. Cuando la educación deja de parecerse a una instrucción universal humana para convertirse en un recurso utilitario para conseguir un puesto en una oficina, o en una fábrica, ya no hay romanticismo posible en la imagen del profesor. ¿Y qué clase de profesional puede gestar a su vez un profesional frustrado? Pero no, no confundamos; una cosa son las lecturas que uno hace de una película y otra las conclusiones cerradas. Entre los muros habla de todo esto, pero no dice qué está bien y qué está mal. Despliega, en cambio, un estado de las cosas. Como bien lo dice desde su propia forma: se trata tan sólo de poner la cámara –el ojo– y registrar –observar–; luego, decodificar. Claro, la dialéctica.

Enlace: https://youtu.be/g7E6XwEgWFY

Imagen: http://www.incaatv.gov.ar/wp-content/uploads/2011/07/Entre-los-muros.jpg

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La educación de aquí a 2030: Una meta común, 15 años y muchos desafíos

París/ 31 de mayo de 2016/ Fuente: UNESCO

Esta semana, los días 25 y 26 de mayo, la UNESCO acogió la primera reunión del Comité de Dirección del ODS 4-Educación 2030, que tuvo lugar en París, en la Sede de la Organización.

El Comité de Dirección es una alianza democrática de múltiples interesados, que proporciona a la vez un foro de debate y una visión de futuro sobre cómo ejecutar la agenda educativa. En la reunión se lograron grandes avances, especialmente en la confirmación de la amplia base de representación, el establecimiento de un proceso democrático eficaz para el funcionamiento del Comité y el acuerdo en torno a su mandato, y el comienzo de los debates sobre la hoja de ruta para la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de garantizar “una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos”.

El Sr. Jordan Naidoo, Director de la División de la UNESCO de apoyo y coordinación para la Agenda Educación 2030, afirmó: “Estamos muy agradecidos a todos los miembros del Comité de Dirección por el éxito de esta primera reunión. Los miembros aportaron claridad sobre las cuestiones ejecutivas y analizaron en profundidad las prioridades, tales como la equidad, la calidad y el aprendizaje, así como los problemas y las oportunidades para la financiación de la nueva agenda”.

No obstante, todos los miembros del Comité reconocen la enormidad de la tarea que tienen ante sí. Preguntamos a algunos de los miembros del Comité de Dirección cuáles eran los retos más importantes que afrontan en la consecución de la Agenda Educación 2030.

Un mundo que se transforma: los retos tecnológicos

Dankert Vedeler, funcionario del Ministerio de Educación e Investigación de Noruega y Presidente del Comité de Dirección:

“Nuestra tarea primordial es seguir trabajando en el programa Educación para Todos –escolarizar a los niños y asegurarnos de que realmente aprenden cuando están en la escuela. Para lograrlo, tenemos que redoblar los esfuerzos en todos los países. Uno de los retos es el de los adelantos tecnológicos y su repercusión, tanto en la enseñanza como en la economía. Por el momento, no conocemos las consecuencias del uso de robots en los centros de trabajo: si van a “superar” a los seres humanos y qué competencias vamos a necesitar en el futuro. Mi labor, en tanto que Presidente, es encontrar las preocupaciones y experiencias comunes entre todos los interesados, a fin de trazar una hoja de ruta. Esta hoja de ruta debe tener una flexibilidad intrínseca, ya que hay numerosos problemas externos que afectarán nuestro trabajo en los próximos 15 años”.

El crecimiento demográfico: cómo financiar la educación

El Sr. Muhammad Humayun representa a los países del Grupo E9, en los que vive el 60 por ciento de la población mundial:

“En los próximos años, habrá aproximadamente 180 millones más de estudiantes en las escuelas, muchos de ellos en países del Grupo E9, que están ya muy poblados, y en los que el crecimiento demográfico medio es del 3 por ciento. Esto quiere decir, sin ambages, que vamos a necesitar más docentes y más escuelas. También quiere decir que es preciso mejorar las instalaciones de las que ya disponemos, porque la falta de electricidad, de agua o de vallas perimetrales hace que algunos padres no manden a sus hijos –especialmente, a sus hijas- a la escuela.  Esas nuevas instalaciones deberán construirse teniendo en cuenta las redes de transporte y las barreras sociales y culturales.

Nosotros, los países del Grupo E9, calculamos que esta iniciativa costará alrededor de 239.000 millones de dólares estadounidenses, y que, por lo tanto, tendremos un déficit de 39.000 millones. Tenemos la esperanza de que el Comité de Dirección pueda contribuir a la solución de este problema de financiación”.

Debemos recordar nuestros valores

Camilla Croso, Presidenta de Campaña Mundial para la Educación y representante de la sociedad civil:

“Creo que la dificultad primordial en la consecución del ODS 4 es garantizar la voluntad política. Con esto no quiero decir únicamente la financiación, sino la creación de todas las condiciones democráticas necesarias para que los ciudadanos puedan participar en el debate. Debemos valorar realmente a los docentes: lo mismo en las zonas rurales de Brasil que en el centro metropolitano de Hong Kong, los docentes necesitan autonomía y condiciones laborales propicias.

También tenemos que respetar la identidad de los estudiantes, en tanto que personas y no como números. Y esto sólo podremos lograrlo mediante un sólido sistema de enseñanza pública. El otro reto que afronta el Comité de Dirección es el de mantener la visión de una educación ‘inclusiva, equitativa y de calidad’, y no atascarse con los datos cuantitativos: también necesitamos de la dimensión cualitativa.

Nuestra labor debería basarse más en los aspectos temáticos: la manera en que este primer Comité de Dirección establezca la agenda para los próximos 15 será decisiva”.

Mirar al futuro

En su discurso de clausura, el Sr. Qian Tang, Subdirector General de Educación de la UNESCO, insistió en la importancia y singularidad del Comité de Dirección, que congrega a los más destacados agentes del ámbito educativo. El Sr. Tang hizo hincapié en que es preciso ampliar esas ventajas y recordó que las principales tareas de este órgano de coordinación, en su función de apoyo a los Estados Miembros y los asociados en la consecución del ODS4 de Educación 2030, son la promoción de base empírica, la comunicación, la evaluación del progreso, la definición de las lagunas y la coordinación de las actividades.

Por consiguiente, el Comité de Dirección acordó que antes de su próxima reunión, que tendrá lugar en noviembre/diciembre de este año, definirá nuevos ámbitos de investigación, planificará consultas regionales y creará grupos de trabajo más reducidos sobre temas específicos. Hubo un consenso general acerca de la necesidad de debatir más acerca de la financiación y de identificar a otros órganos vinculados a la educación, con miras a crear más nexos, para que los debates futuros resulten tan enriquecedores como la primera reunión del Comité de Dirección.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/education_by_2030_a_common_goal_15_years_many_challenges/#.V0yBMPnhCUk

Imagen: http://2.bp.blogspot.com/-y_07Ecmzuh8/VvInY_J6ryI/AAAAAAAAAB0/4F6tEdxxw5sWmZSukfCyTqglhdjmYHnCQ/s1600/Sin%2Bt%25C3%25ADtulo.jpg

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Europa: Evaluar es cada vez más habitual

Europa/23 de Mayo de 2016/La Voz de Galicia

Es sabido el afán de Europa por medirlo todo, desde el tiempo a las distancias. De ahí que no resulte extraño que cada vez sea más frecuente la evaluación de los sistemas educativos. En alumnos, según Eurydice (la Red de Información de la Educación en Europa), en la UE-27 es una práctica en aumento, en la se pueden ver tres grandes grupos según el objetivo principal que buscan: los exámenes para evaluar el sistema, que son pruebas anónimas, como las que había en España en 4.º de primaria; con evaluaciones personales -con el nombre del alumno- pensadas para detectar problemas de forma precoz; y con afán excluyente, aquellas que hay que aprobar para poder seguir estudiando. Pero también se analizan centros y profesores:

Alumnos

Pruebas internas. Los alumnos son evaluados de forma constante. En siete Estados -Bulgaria, Irlanda, Chipre, Luxemburgo, Islandia, Liechtenstein y Noruega- no se contempla repetir curso. Y en cinco -Bélgica, Grecia, Chipre, Lituania y Polonia- se exige un título para pasar a secundaria. En medio, hay matices: en Reino Unido se pasa por edad; en Alemania, Luxemburgo, los Países Bajos, Austria y Liechtenstein la transición la decide el consejo escolar; y en Irlanda, España, Francia, Italia, Malta, Portugal y Rumanía, los alumnos deben aprobar todas las asignaturas del último curso de primaria.

Pruebas externas. Un aspecto de los exámenes nacionales que varía mucho entre países es el número de cursos en que se realizan estos test. Por ejemplo, Dinamarca, Malta, el Reino Unido y Noruega los llevan a cabo en casi todos los cursos de la educación obligatoria. En Bélgica, Chipre y Eslovaquia, solo en dos; y en Alemania hay un único examen. En Irlanda, Francia, Letonia, Lituania, Portugal y Noruega se pueden realizar dos pruebas nacionales en el mismo curso. España tiene ahora cuatro.

Centros

Europa. En todo el continente hay un control externo de los centros, no buscando responsables particulares sino valorando el trabajo en conjunto. Son los servicios de inspección los que se encargan de comprobar que en los colegios se cumple con los estándares de calidad mínimos. En 14 países el control es estandarizado, mientras en algunos lugares simplemente se mira si en la práctica se cumple el proyecto educativo que había decidido el centro previamente.

En Europa del Norte, la Administración educativa es municipal y cada departamento se encarga de controlar y corregir los problemas de los colegios de su distrito. Cada vez es más frecuente publicar el resultado de estos informes de centro en Internet.

España. El sistema contempla la inspección de la Administración como garante del buen hacer de los colegios. Las críticas que recibe es que muchas veces los inspectores están sobrecargados con la vigilancia de las normas burocráticas. En España no se publican los resultados.

 Profesores

Europa. En 21 países, además de esta evaluación externa del centro, hay un control del trabajo de los profesores, que realiza el director. Suele implicar la formación de un juicio sobre el trabajo de cada uno y la entrega de un informe personal.

En Grecia, Chipre y Luxemburgo, el proceso de evaluación no tiene por objeto los centros sino los profesores. En los países nórdicos es al contrario, sobre los docentes no hay control individual, sino una autoevaluación, que además suele ser voluntaria.

España. Los profesores solo se someten a control sistemático e individual en España al principio de su carrera profesional (con las oposiciones) y cuando optan a la promoción. Algo parecido ocurre en otros 11 países del entorno europeo (como Estonia o Irlanda).

Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/educacion/2016/05/24/evaluar-vez-habitual/0003_201605G24P3993.htm

 

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Reseña de Libro: Lectura en la Era Móvil. UNESCO

México/29 mayo 2016/ Fuente: UNESCO

Millones de personas no leen por una única razón:  no tienen acceso a textos. Pero los teléfonos móviles y redes celulares están transformando un recurso escaso en algo abundante.

Basándose en el análisis de más de 4.000 encuestas realizadas en siete países en desarrollo, y correspondientes entrevistas cualitativas, este informe  presenta un detallado cuadro sobre quién lee libros e  historias en dispositivos móviles, y por qué.

Los hallazgos dan a conocer, por primera vez, los hábitos, creencias y perfiles de lectores móviles. Esta información apunta a estrategias para expandir la lectura móvil y, por extensión, los beneficios educacionales y socioeconómicos asociados al incremento de la lectura.

La tecnología móvil puede fomentar la alfabetización y el aprendizaje en comunidades desfavorecidas alrededor del mundo. Este informe muestra cómo.

Para descargar el libro haga click en el enlace:

http://unesdoc.unesco.org/images/0023/002338/233828s.pdf

Fuente de la Reseña:

http://www.unesco.org/new/es/unesco/themes/icts/m4ed/mobile-reading/reading-in-the-mobile-era/

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FRANCIA: 145 años de cerezas y barricadas: la banda sonora de la Comuna de París

La música popular es un buen termómetro de la degradación de una sociedad. El hecho, muy cacareado, es que los movimientos y mareas surgidos alrededor del 15M tienen que recurrir a la banda sonora de las viejas canciones antifranquistas de los 60. Una constatación palpable del abismo que existe entre la realidad de nuestra sociedad y lo que los medios nos hacen llamar «música»: mero bien de consumo sin otro valor que los 99 céntimos de iTunes Store. Como mucho, la familiaridad con los nombres y eventos musicales sirve de visado para integrarse en la élite de los entendidos hip, cool o it, es decir, un valor tremendamente reaccionario.

En cambio, en Estados Unidos, la lucha de los negros por los derechos civiles tuvo la mejor banda sonora posible de soul, funk y free jazz. Las protestas contra Vietnam contaron con las voces de los folk singers de Greenwich Village cantando las cuarenta al Tío Sam. Los coroneles griegos inspiraron los mejores himnos de Theodorakis. El antifranquismo catalán produjo una inolvidable generación de cantautores. La cantinela favorita de los estudiantes parisinos en mayo de 1968 dio a conocer a Renaud, la futura gran figura del rock francés. Históricos son los grupos chilenos contrarios a Pinochet o los grupos punk británicos que surgieron en 1976 de la crisis laboral. Una canción de Idir cantada por Khaled fue la banda sonora de las revueltas argelinas de 1988. La lista es infinita.

No olvidemos los corridos de la revolución mexicana, ni a los soldados de nuestra Guerra Civil que convirtieron en consignas sus canciones favoritas. Pero en este mes de mayo de movimientos callejeros globales y de aniversarios de otras manifestaciones y revueltas (mayo 68, 15M), vamos a viajar mucho más atrás en el tiempo, a la primavera de 1871: a la Comuna de París. Tres meses heroicos de poder popular. Mejor dicho, dos meses y medio escasos que dejaron huella en la historia, en el pensamiento y también en la música. Lo trágico es que algunas de estas canciones podrían cantarse hoy día sin cambiar una coma.

1. Le temps des cerises – Juliette Greco

(Antoine Renard, Jean Baptiste Clément, 1868).

Es una canción romántica sobre el triste recuerdo de un amor perdido: la primavera, los pajaritos, las cerezas y las locuras amorosas. Llevaba un par de años sonando cuando la cruel venganza gubernamental y los fusilamientos en masa convirtieron el rojo de las cerezas en las gotas de sangre de los comuneros. Existen infinidad de versiones, pero escuchamos a la musa del existencialismo, Juliette Greco. Al piano, su marido y director musical, el enorme Gerard Jouannest, coautor de muchas canciones de Jacques Brel.

2. La Canaille – Francesca Solleville

(Joseph Darcier, Alexis Bouvier. 1863).

“Son un ejército enorme con harapos y zuecos, pero hoy la vieja Francia les llama a defender su bandera”. Redobles militares, como de pelotón de fusilamiento y una voz llena de ira. Francesca Solleville es una cantante engagée de origen italiano. Ha cantado a los poetas y también las canciones de los movimientos obreros y de la Revolución francesa.

3. Le mouvement du 18 mars  –  Rosalie Dubois

(Pierre Dupont, Ferré Léger. 1871).

El pueblo parisino se levanta contra las tropas y el Gobierno tiene que huir a Versalles. Se trata de una canción anterior de los mismos autores,  Chanson des soldats, con nueva letra que es prácticamente una letanía de amenazas contra los poderosos. Rosalie Dubois es una cantante especialista en revitalizar las canciones revolucionarias. Su carrera se extiende desde 1959 hasta la actualidad.

4. Jean Misère – Mouloudji

(Max Rongier, Eugène Pottier. 1880).

“Con salarios escasos y sin poder descansar, es preciso que aguantemos o que reventemos” dice la letra, llena de tristeza y serenidad en contraste con las otras canciones guerreras y ardientes. Cantante y actor de origen cabil, Marcel Mouloudji era un anarquista que bordaba las canciones románticas y costumbristas. En 1970 montó un espectáculo titulado La Commune en chantantdel que se han extraído algunas de las grabaciones que recogemos.

5. L’Insurgé – Raymond Souplex

(Pierre Degeyter, Eugène Pottier . 1884).

Muy panfletaria, con versos como: “Contra la clase patronal (el insurrecto) hace la guerra social que no acabará mientras en el mundo haya quien se haga rico sin trabajar y mientras un obrero pase hambre”. Raymond Souplex es el actor que interpretaba al comisario Bourrel en la célebre serie de televisión de los 60. En el siglo XXI se han reeditado algunas de sus grabaciones. A su muerte, la ciudad de París le dedicó una plaza.

6. Le chant des ouvriers – Marc Ogeret

(Pierre Dupont, 1846).

Es un brindis por la unidad de los obreros: “Amémonos y, cuando podamos unirnos para beber todos juntos (…) ¡Bebamos!”. Marc Ogeret es un sindicalista parisino que ha peleado duramente por los derechos de los artistas. Canta con la misma fiereza las canciones de cabaret de la Belle Époque, las tonadas revolucionarias y las de los poetas.

7. En avant la classe ouvrière! – Ensemble Madrigal de l’Île-de-France y Les Octaves

(Pierre Degeyter, Eugène Pottier. 1880).

Muy pimpante. Esta es la versión del álbum La Commune en chantant que interpreta el Ensemble Madrigal de l’Île-de-France y Les Octaves. Algunas frases son adaptación de una canción anterior titulada Fanfan la Tulipe. Podría cantarse ahora mismo: “Un monstruo abre sus mandíbulas. Ese tiburón gigante se llama feudalismo financiero”. Pottier es el autor de la letra original de La Internacional.

8. La Semaine Sanglante –  Les Amis d’ta femme

(Pierre Dupont, Jean-Baptiste Clément. 1871).

Una versión de 2005 de un grupo alternativo de Nancy que se disolvió hace unos diez años. Le han dado aires de folklore balcánico y pompe de jazz manouche. La Semana Sangrienta fue el trágico capítulo final de la Comuna. Esta canción se titulaba originalmente Chant des Paysans, pero el comunero Clément escribió la nueva letra contando cómo las tropas gubernamentales “dan caza, encadenan y fusilan a todo lo que encuentran: a la madre al lado de su hija, al niño en brazos del anciano”.

9. Le Capitaine «Au mur» – Armand Mestral con Les Octaves

(Max Rongier, Jean Baptiste Clément. 1872).

Impresionante instantánea musical del militar que decide los fusilamientos: “Aquí está la lista con los nombres de cientos de bribones, mujeres e hijos de comunistas. ¡Fusiladme a todos estos sinvergüenzas!”. Armand Mestral era un cantante lírico y actor parisino que participo en la Resistencia. Esta es una de sus apariciones en el álbum La Commune en chantant. Los coros están a cargo de Les Octaves, un cuarteto vocal de Troyes, todavía en activo, que acompañó en ocasiones al gran Mouloudji.

10. Elle n’est pas morte! – Germaine Montero

(Victor Parizot. Eugène Pottier. 1886).

Es alucinante cómo encaja en la actualidad: “Periodistas policiales, vendedores de calumnias, han propagado sobre nuestras sepulturas sus oleadas de ignominias”. Pottier compuso esta canción sobre una melodía teatral, T’en fais pas Nicolas.Germaine Montero, actriz y cantante parisina, fue intérprete de Lorca y de Brecht en escena y en microsurco. También trabajó en cine en España. Esta grabación procede de una serie de álbumes del sello Le Chant du Monde titulada Histoire de France par les chansons.

11. La Commune (1871) – Jean Ferrat

(Jean Ferrat. 1971).

Ferrat es uno de los grandes de la canción francesa engagé. En sus canciones trata todos los temas de la contestación progre, desde el Acorazado Potemkin hasta esta canción sobre la Comuna que compuso con ocasión del centenario de aquellos acontecimientos.  En la letra se refiere a los autores de las canciones: “Dejadme cantar a Pottier“ y “Escuchad cantar a Clément”.

L’Orgie Parisienne (Rimbaud) Parte I y II – Ute Lemper

(Michael Nyman, 1989).

El último día de mayo de 1871, Arthur Rimbaud estaba fuera de sí viendo regresar triunfantes a las autoridades y burgueses que habían huido de París por miedo a la Comuna. Escribió una violenta diatriba contra ellos. Les llama “Idiotas quejicas, vejestorios, marionetas, lacayos”. El pianista londinense Nyman le puso música y, en 1992, la voz hiriente de Lemper grabó está versión escalofriante.

Imagen tomada de: http://images.eldiario.es/cultura/Comuna-Paris_EDIIMA20160527_0435_19.jpg
Artículo, originalmente publicado en http://www.eldiario.es/cultura/musica/cerezas-barricadas-sonora-Comuna-Paris_0_514799376.html
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