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En tierra de nadie, la odisea de los menores no acompañados en Grecia

Grecia / 14 de enero de 2018 / Autor: Lola López Mondéjar / Fuente: El Diario

El 28 de julio de 1951, los Estados del mundo ratificaron la convención relativa al estatuto de los refugiados, llamada Convención de Ginebra, con la que se creó un nuevo derecho humano universal: el derecho de asilo. Quienquiera que esté perseguido en su país de origen por razones políticas, religiosas o raciales tiene el derecho inalienable de atravesar las fronteras y de presentar una demanda de protección y de asilo en un Estado extranjero. Pero, en estos momentos la Unión Europea está liquidando ese derecho. Se erigen muros, se impide que hombres, mujeres y niños que huyen de la tortura, la mutilación y la muerte puedan presentar una demanda de asilo.

Jean Ziegler, miembro del Comité Asesor del Consejo de Derechos Humanos de la ONU

Según nos informa Boris Cherkirkov, representante de comunicación de Acnur en Atenas, en estos momentos hay tres mil trescientos menores no acompañados en Grecia. Dos mil de ellos están en lista de espera para obtener un refugio, pero el Gobierno griego, a quien ahora corresponde la gestión íntegra de los refugiados en el país, solo dispone de mil doscientas plazas en el continente. Algunos de estos menores permanecen, sin embargo, en las islas sin protección alguna, asegura. En Moira (Lesbos), el campo más problemático y superpoblado, donde la violencia es habitual, y cinco mil refugiados se hacinan donde solo hay capacidad para dos mil, siguen sobreviviendo trescientos menores no acompañados.

El vacío asistencial que afecta a estos jóvenes ha movilizado a Gaz Kishere, fundador junto a Victoria, su pareja, de una iniciativa todavía en pañales, CrossBorder, que pretende cubrir el hueco que la asistencia gubernamental deja en este pantanoso terreno. Kishere nos explica que las violaciones a menores, tanto en los campos como durante el trayecto desde sus países hasta Europa, han existido siempre, pero el tabú impedía hablar de un tema que ahora ha saltado a la prensa. Las violaciones de hombres, mujeres y menores son ya una noticia frecuente. En el caso de los menores no acompañados, a esas posibles violaciones se añade el  llamado survival sex, sexo de supervivencia, síntoma de la extrema vulnerabilidad de estos refugiados adolescentes que deambulan sin registrarse por el puerto de Patras y por los parques y plazas de Atenas, especialmente las de Omonia y Victoria. Allí son presa fácil de pederastas sin escrúpulos que, primero, consiguen su confianza ofreciéndoles lo que necesitan: comida, ropa, una ducha caliente, un techo, compañía; para abusar finalmente de los jóvenes. Según Kishere, mil ochocientos menores  han quedado atrapados en Grecia en una especie de limbo legal, pues temen buscar protección gubernamental registrándose como solicitantes de asilo, y que su deseo de viajar al norte de Europa se vea eventualmente truncado si esta solicitud es denegada por las autoridades griegas y pasan a disposición del fiscal, acabando retenidos en las cárceles o en los centros de detención.

Estos jóvenes se quedan pronto sin recursos económicos. La eventual aportación que reciben de sus familias no dura demasiado, por lo que algunos se entregan a la pequeña delincuencia, a la venta de drogas al menudeo o, directamente, a su consumo (sobre todo shisa, una potente droga sintética cuyo precio roza los dos euros, apodada “la cocaína de los pobres”), y se ven forzados a prestar servicios sexuales para sobrevivir.

Los servicios sociales griegos están poniendo en marcha los primeros recursos contra el tráfico humano, un requerimiento exigido por la UE, pero con las primeras medidas solo habrá un sistema que reconozca la existencia de ese tráfico, sin poder prestar aún el apoyo eficaz que precisan estos jóvenes.

Menores que viven en la calle

El problema es muy complejo, reconoce Clara Irvine, inglesa como su socio Jonny Willis, representante de Velos Youth,  una conocida asociación, registrada como ONG en Grecia, que ambos fundaron. Según Velos, el 70% de los menores y jóvenes no acompañados entre los dieciséis y los veintiún años, se encuentra viviendo en la calle sin protección. Una proporción alarmante en la que coinciden todas nuestras fuentes. Velos es una de las pocas asociaciones que se ocupa de ayudar a estos menores. Con la asociación colabora un equipo de diez jóvenes, cinco de ellos de la comunidad de refugiados, que reciben dinero para sus gastos, alojamiento y capacitación, a cambio de labores de traducción y de apoyo social.
 Cuentan también con tres trabajadores juveniles, dos de los cuales son psicólogos, que apoyan a los jóvenes y derivan los casos que así lo requieren hacia otras agencias donde puedan recibir un tratamiento psicoterapéutico continuado. En el piso que la ONG abrió hace unos meses en Atenas se ofrecen de lunes a viernes talleres de identidad y sesiones privadas de tratamiento, según las necesidades de los adolescentes. Algunos de ellos tienen problemas de alcohol y drogas, o sufren de síndrome de estrés postraumático; la mayoría requiere apoyo psicosocial y busca educación y un alojamiento seguro. Un grupo de cincuenta se ha vinculado a estos recursos de forma regular, mientras que otros ciento cincuenta al mes reciben ayuda esporádica en la ong, que efectúa también labores de guía para que conozcan y se dirijan a otros recursos. El almuerzo se prepara conjuntamente y se ofrece a las dos y media; de doce a seis de la tarde se realizan talleres de educación sexual, información sobre cómo conseguir asilo, sobre los squats (edificios generalmente públicos ocupados por voluntarios, donde pueden dormir y comer sin ser registrados), o sobre cómo hacerse con una red de amigos, entre otros asuntos necesarios para su supervivencia.

Como muchas de las organizaciones no gubernamentales que trabajan con refugiados en Grecia, la financiación de Velos Yough procede de entidades privadas, así como de particulares y de ONG de otros países, manteniendo estrictamente su independencia de los organismos oficiales.

La procedencia de estos jóvenes es muy variada. Según Clara, los afganos envían primero a Europa a sus adolescentes, los sirios vienen en familia, y es de Pakistán (sobre todo de la conflictiva región de Baluchistán) de donde proceden los más jóvenes: niños de entre doce o trece años, edad en la que allí ya comienzan a trabajar. Los menores suelen viajar hasta Grecia en grupos de iguales, a veces acompañados por un familiar adulto pero, muy frecuentemente, acaban separándose unos de otros durante el viaje y quedan en condiciones de extremada vulnerabilidad.

ONG Velos Youth en Atenas
ONG Velos Youth en Atenas

– Muchos vienen sin ninguna información sobre lo que significa ser refugiado. Son jóvenes y, simplemente, embarcarse hacia Europa les parece una buena idea – afirma Clara. Lo que nos lleva a pensar en el paralelismo con los jóvenes españoles que, tras al crisis, buscan trabajo en Europa.

La media de estancia en Grecia suele ser de un año.

No hay mujeres entre los menores no acompañados; las autoridades consideran a los jóvenes varones menos vulnerables que a las chicas, abocándoles a la calle, donde han de buscarse la vida. Por motivos culturales, además, las chicas rara vez viajan solas.

Acnur financia a una ong griega,  Arsis, que acude a los centros de detención para ayudar a los menores retenidos en las cárceles, ofreciéndoles apoyo legal y orientación. Praksis, y Metadrasi, nos informa Boris Cheskirkov, son otras dos ONG que trabajan con ellos. Desde primeros de agosto el proceso de financiación se modificó y el dinero de la UE no se le proporciona directamente a las ONG, sino al estado griego, que distribuye después la ayuda entre ellas.

La situación extremadamente vulnerable de estos menores se incrementa cuando se le añaden circunstancias como la pertenencia al colectivo LGTB, lo que les pone en un peligro aún mayor, tanto en la calle como en los mismos centros de detención. Opinión que también comparte C.S, una voluntaria española que pertenece a ese colectivo y que colaboró esporádicamente con Single Men, asociación que se ocupa de atender a estos chicos.

Recursos insignificantes

A pesar de las distintas iniciativas, los recursos son casi insignificantes dada la magnitud de un problema que crece a razón de cien nuevos menores no acompañados al mes. Por eso Laila Ben Chaouat El Fassi, activista hispano-marroquí, ha fundado junto a una médico española y otras activistas, todas mujeres jóvenes, Holes in the borders, con sede en Madrid y Atenas, donde han abierto un piso en el que ocho jóvenes en riesgo de exclusión pueden residir y organizar su vida en Grecia o, con suerte, su marcha hacia el país deseado si consiguen el permiso de reubicación o de reunificación.

Cuando paseamos por la plaza de Omonia al atardecer de los días previos a Nochevieja, varios furgones de la policía vigilan el entorno. Las calles de Atenas están repletas de turistas y de nacionales que realizan sus compras para celebrar el fin de año. En el centro del enorme espacio irregular que es Omonia, algunos jóvenes inmigrantes permanecen reunidos en pequeños grupos.

Con el apoyo de las ONG habíamos previsto entrevistar a uno de ellos, pero decidimos no hacerlo. Nos parece una injerencia innecesaria, quizás humillante, una revictimización que ahondaría en su sufrimiento. Como bien señala Slavoj Zizek, la violencia subjetiva, aquella que es más visible, en este caso la de los pederasta contra estos adolescentes, esconde otra violencia mayor que la genera. Una forma sistémica de violencia que es producida por las consecuencias, a menudo catastróficas, del funcionamiento de nuestros sistemas económicos y políticos. Se trata de la violencia sistémica del capitalismo financiero, de los estados que excluyen y marginan, que expulsan y desatienden a los más necesitados de ayuda. El horror de la violencia que el filósofo llama subjetiva, la que sufren, insisto, estos adolescentes, “funciona como un señuelo que nos impide pensar”.

La noticia es oficial y no es necesario ponerle rostro: en diciembre de 2017 había tres mil trescientos menores no acompañados en Atenas, la mayoría deambula por las calles y las plazas buscando cómo sobrevivir. Cada día que pase se sumarán cien más. Todos empatizamos necesariamente con las víctimas, pero lo verdaderamente obsceno de esta realidad es la impunidad del sistema que las produce.

Fuente de la Noticia:

http://www.eldiario.es/murcia/murcia_y_aparte/tierra-odisea-menores-acompanados-Grecia_6_727287272.html

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Grecia, destino de las becas Onassis

Profesores universitarios, investigadores postdoctorales y aspirantes a doctor son los beneficiados de la nueva edición del programa de becas Onassis.

El programa anual de las becas internacionales Onassis celebra este año su edición número 24. Orientado al curso 2018-2019, existen ayudas dirigidas a profesores universitarios, investigadores postdoctorales y aspirantes a doctor.

Uno de campos en los que se puede solicitar una beca es el de Humanidades (filología, lingüística, filosofía y psicología educativa). La Fundación prevé una beca en cada categoría que se otorgará específicamente a un investigador que quiera trabajar en estrecha colaboración con el Cavafy Archive. También se otorgará una beca a trabajos que tengan relación con las valiosas colecciones de investigación de la Biblioteca Onassis.

Otro de los campos en los que se puede solicitar una beca es el de Ciencias Sociales, en las categorías de sociología de las ciencias políticas y la política social de estudios internacionales y europeos, excepto derecho. En el apartado de Economía, las categorías son finanzas y finanza pública, mientras que en Arte se ofrecerán becas para las categorías de artes visuales, danza, fotografía teatral, estudios de cine y gestión cultural. En Finanzas y Arte las becas se otorgarán prioritariamente a quienes participen en cursos y seminarios a través de programas de enseñanza o investigación organizados por la Fundación Onassis en universidades públicas griegas, durante un mínimo de ocho horas mensuales.

El programa cubre la investigación académica en Grecia. Para ser beneficiario de una de estas becas el interesado no debe tener ascendencia griega. Si se tiene ascendencia griega se puede solicitar la beca siempre que se resida, estudia o trabaje permanentemente en el extranjero. En algunos casos, como en las categorías de Finanzas, y la de Arte, las personas con ascendencia griega pueden solicitar la beca siempre que se tengan al menos diez años de carrera académica en una universidad o instituto de investigación extranjero, o estudios de postgrado fuera de Grecia. Los antiguos becarios de la Fundación pueden volver a solicitar una beca solo si han transcurrido al menos cinco años desde la beca previa. La extensión de la beca es desde octubre de 2018 a septiembre de 2019, sin que sea posible posponer o diferir la beca para un año académico posterior.

El proceso de solicitud se realiza online y los candidatos deben presentar todos los documentos solicitados antes del 28 de febrero, si bien quienes hayan solicitado una beca en los dos últimos años y quieran volver a presentar la solicitud no tienen que presentar todos los documentos requeridos, salvo el formulario de solicitud, un nuevo currículum y una nueva carta con la propuesta del proyecto.

Fuente: http://www.aprendemas.com/es/blog/becas/grecia-destino-de-las-becas-onassis-que-puedes-solicitar-ya/

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“Contramarea”, película documental en Lesbos

Reseña: La historia discurre a través de dos puntos de vista: la experiencia de una refugiada y los testimonios del equipo de la ONG andaluza Proem-Aid.

El realizador  Carlos Escaño, la periodista  María Iglesias y el operador  Jaime Rodríguez presentaron en Lesbos (Grecia) la «espantosa situación», como explican en la nota enviada, vivida por sirios, iraquíes, iraníes, afganos, paquistaníes, bangladesíes que llegan a una Grecia azotada por las crisis, tras su complicada travesía por el mar Egeo.

 

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=Xd6Akb270o8

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Cerca de 7.000 niños refugiados asistirán a clases en Grecia este año

Europa/Grecia/21 Octubre 2017/Fuente: spanish.peopledaily

 Alrededor de 7.000 niños refugiados y migrantes de entre 6 y 16 años de edad recibirán clases este año en escuelas y centros de recepción en Grecia, anunció hoy el Ministerio de Educación como parte del programa educativo anual.

El gobierno griego introdujo el año pasado un plan para impartir educación a miles de niños refugiados que quedaron varados en Grecia luego del cierre de las fronteras en la ruta de los Balcanes occidentales en febrero de 2016.

De acuerdo con el ministerio, 2.439 niños que viven con sus familias en apartamentos y hoteles rentados para solicitantes de asilo asistirán a clases por la mañana, mientras que 2.360 que actualmente viven en los campamentos de refugiados tomarán clases por la tarde en los centros de recepción.

George Angelopoulos, secretario general del Ministerio de Educación de Grecia, dijo que alrededor de 2.000 niños se registrarán en los próximos 15 días, informó la agencia AMNA.

Se espera que 1.000 escuelas públicas de todo el país participen en el programa de educación para refugiados y niños migrantes. Además, el próximo mes se incorporarán 30 jardines de niños al programa.

Dado que la mayoría no ha asistido a clases o ha estado más de dos años fuera del sistema educativo, el objetivo es ayudar a los niños refugiados a integrarse en la sociedad local.

A pesar de los problemas por la falta de maestros en las escuelas, Angelopoulos enfatizó que el programa ha recibido «una respuesta muy positiva de la comunidad educativa».

Fuente: http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2017/1019/c31618-9281869.html

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Greece: Education and migration: Challenges of our age

Greece/October 10, 2017/Source. http://www.sify.com

Political and Business leaders discussed the connections between terrorism and education and the challenges posed by migration at the 15th Rhodes Forum organised by the Dialogue of Civilizations Research Institute (DOC). The fundamental importance of education as the key to a sustainable future for humankind was the focus of Leaders’ Club meeting at the 15th Rhodes Forum which was attended by various heads of state and government, and other high-profile speakers, to develop concrete approaches to solving key problems that is being faced by the countries.
Former presidents of Nigeria and Mali, Goodluck Jonathan and Dioncounda Traore, both stated that the «increased dissemination of knowledge» is vital to unlocking the vast potential of their «continent’s young generation».
They also stressed that broadening access to scientific research and factual information must be accompanied by the transfer of an ability to discern value.
Confronted with the threat of Boko Hara— a jihadist group that fundamentally opposes «Western» education—Goodluck Jonathan advocated «religious literacy» as an educational objective in its own right.
This inaugural session of the Leaders’ Club Summit considered the connections between terrorism and education. The level of complexity around the issue became clear during the discussion of migration and its causes.
Ian Goldin, South-African born Professor of Globalisation and Development at Oxford University and former Vice President of the World Bank, stressed that «education, in particular post-secondary school education, should not be seen as a panacea for all of society’s ills.»
Goldin said,»If it is not accompanied by a sense of perspective and an overall scenario of growth and development, education can even backfire. He pointed to the relatively high percentage of university educated individuals among suicide bombers and jihadists.»
Walter Schwimmer, former Secretary General of the Council of Europe, gave the example of an Austrian-financed university in Burkina Faso as proof that a properly educated young generation is less prone to leave their home country and emigrate. Graduates of that particular institution, Schwimmer said, instead seek to pursue their careers in Burkina Faso and can be seen in leadership positions throughout the country.
Others, such as Jan Figel from Slovakia, former EU commissioner and currently Special Envoy for the promotion of freedom of religion and belief outside the European Union, were more skeptical and stressed the fact that with higher education comes the ambition to improve one’s position in life. If their home country does not offer the anticipated opportunities, the lure of greener pastures elsewhere becomes almost impossible to resist.
Dioncounda Traore gave a powerful description of the pulling power that an education and a life in France or the US affect on his young compatriots. He also said he views the concept of transnational citizenship and identity as matter of fact. Migration is, he said, the hallmark of our age, whether we want it or not.
Ruben Vardanyan, Armenian-Russian entrepreneur and philanthropist, who yesterday received an award for his special contribution to the Dialogue of Civilizations, pointed «Due to historical circumstances most Armenians live outside their homeland, and they remain both faithful to their Armenian roots and responsive to their foreign environment, be it Singapore, France, Iran or the USA.»
Ruben Vardanyan in particular noted that «global citizens who have a local identity and education play a key role. This means that teachers bear particular responsibility for preparing coming generations for this globalised world.»

Source:

http://www.sify.com/news/education-and-migration-challenges-of-our-age-news-international-rkjscrgajehhc.html
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Greece: Bucking Tsipras, Education Minister Backs College Entrance Exams

Greece/ August 26, 2017/ Source: https://www.thenationalherald.com

Education Minister Costas Gavroglou said there should be changes to Greece’s university entrance exam methods but that students still need to be tested, at odds with Prime Minister Alexis Tsipras who said there shouldn’t be any requirements to get into college, in line with the Radical Left SYRIZA’s assault on excellence.

Gavroglou said the country needs a more reliable and fairer admissions system but didn’t offer a plan.

Currently, students can get into colleges and technical schools with failing grades because the method for placement is based on how many slots are available to be filled.

“The current system must change, but that does not mean that we should abolish university entrance exams,” Gavroglou said following a meeting of the government council on social policy, Kathimerini reported.

He said this year only 20 percent of candidates were accepted into one of their top five choices of school and that 18 percent were admitted despite failing their entrance exams. Greek education, at odds with its ancient origins, prefers rote memorization and parroting rather than critical thinking in many instances.

The Ministry of Education has released the results of the nationwide exams which were posted at schools across the country or on the ministry website.

According to ministry figures, a total of 104,965 students took the entrance tests this year, competing for 70,26 higher education spots, 43,758 at universities and 26,968 at technical colleges.

The centrist To Potami party earlier declared that “each day, the SYRIZA-Independent Greeks government shows in word and deed its ideological allergy to all forms of achievement and excellence.” Indeed, former education minister Aristides Baltas said “excellence in education is not a virtue,” suggesting students shouldn’t try or be tested.

Photo: Eurokinissi/Stelios Misinas

Source:

Bucking Tsipras, Education Minister Backs College Entrance Exams

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Grecia: La precocidad, clave de la alfabetizació

Agosto del 2017/http://es.unesco.org

Cada 8 de septiembre, con motivo del Día Internacional de la Alfabetización, recuerdo a las mujeres iletradas de mi infancia. Hace unas pocas décadas, en mi Grecia natal la pobreza y los conflictos étnicos eran profundos y causaban a la educación los mismos problemas que hoy.

En el decenio de 1930, cuando era raro que las niñas del campo fueran a la escuela, mis dos tías contrataron en Atenas a una joven campesina. Como eran maestras, le enseñaron concienzudamente a leer la ortografía griega, que es relativamente coherente. María aprendió las letras, pero nunca supo distinguir otra cosa que palabras aisladas. Terminó renunciando. Cuidó a niños que estudiaron, pero se fue iletrada de este mundo, cumplidos los 90 años.

Los conflictos étnicos y los desplazamientos privaron a mi tía paterna de escolaridad. Su familia huyó de Turquía a Grecia en 1922, sus padres murieron, y ella nunca fue a la escuela. Con cuarenta años cumplidos, aprendió los rudimentos de la lectura de su hija, que era docente. Vivió la mitad de su vida en una gran ciudad, rodeada de inscripciones. Cuando tenía 97 años examiné sus conocimientos y comprobé que solo reconocía las mayúsculas con muchas vacilaciones. A lo sumo podía leer el nombre de las líneas de autobús.

Sofía, que me crió, alcanzó un nivel muy diferente. Huida de Turquía también en 1922, comenzó la escuela primaria antes de acabar huérfana y sin hogar. Ella fue quien me ayudó cuando aprendí a leer. Leía nuestros manuales escolares con voz vacilante, haciéndonos reír. Pero como lograba leer frases enteras, continuó practicando y mejorando. Al final de su vida, se ponía las gafas, abría el periódico y le leía las noticias a mi madre.

Dislexia adulta

© Radu Dumitrescu

Muchos años después, siendo especialista en educación del Banco Mundial, examiné varios proyectos de alfabetización de adultos con el fin de evaluarlos. A pesar de los esfuerzos de gobiernos y ONG en materia de alfabetización de adultos en los años 1980 y 1990, las situaciones descritas en los informes me recordaron imágenes de mi niñez. En Bangladesh, después de haber estudiado un año entero, los estudiantes apenas balbuceaban. En Burkina Faso, al final de la formación, los adultos se detenían en cada palabra y les costaba descifrar incluso su propia escritura. Sin embargo, todos aquellos que habían ido a clase en la infancia, aunque fuera brevemente, leían con facilidad, igual que Sofía. El contraste era sorprendente.

No sólo leen con dificultad los adultos que no han estudiado. Los extranjeros educados que aprenden un idioma cuyo alfabeto es diferente del propio experimentan los mismos problemas. Un investigador o un trabajador humanitario “occidental” que haya vivido durante décadas en Etiopía o Bangladesh y hable el idioma local con fluidez quizá lo lea toda su vida como un niño de primer grado. Se enfrenta a una maraña de letras que debe desentrañar una a una. Puede que la lectura le resulte demasiado tediosa y entonces la evita.

Estos hechos ilustran un fenómeno singular que puede denominarse “dislexia del adulto neoalfabetizado”. Al parecer, se hace significativo a los 19 años y probablemente nos afecta a todos. Los estudiantes universitarios que deben aprender un nuevo alfabeto después de los 18 años leen lentamente y durante décadas tienen dificultades para descifrar un texto. Varios estudios cognitivos y neurocientíficos muestran dificultades de lectura persistentes entre los adultos. La dislexia de los adultos puede explicar en parte los malos resultados de los programas de alfabetización de adultos en todo el mundo. Pero ha pasado desapercibida. Los educadores atribuyen estos fracasos a problemas sociales, falta de motivación de los alumnos o a defectos de organización. Sin duda, estos factores deben tomarse en cuenta, pero los resultados son igual de decepcionantes en alumnos tenaces. Y como esta extraña dislexia permanece invisible, es poca la investigación directa que se le ha dedicado.

Pero, ¿qué es una lectura fluida?, y ¿por qué es importante? Percibida como un banal rito de paso de la niñez, requiere no obstante cambios cerebrales específicos.

“Vacunar” contra el analfabetismo a los niños

La lectura es el resultado del aprendizaje perceptivo; durante los primeros milisegundos, está desconectada de toda comprensión. Con la práctica, el cerebro aprende a reunir y descifrar al mismo tiempo el contorno de las letras. Lo hace más eficazmente cuando ha aprendido los símbolos por separado, insistiendo en las analogías formales. La práctica combina unidades pequeñas en unidades más grandes. Aprender algunos alfabetos y sistemas ortográficos requiere más tiempo que otros. Pero en todas las culturas, de Francia a China, el hombre utiliza las mismas estructuras cerebrales para leer.

En un primer momento, el alumno descodifica las letras por separado mediante un esfuerzo consciente. Después de docenas de horas de ejercicio, este tratamiento migra a una parte del cerebro que reconoce las palabras como si se tratara de rostros. A continuación, basta un vistazo para descifrar una secuencia de letras, como si fueran los rasgos de un rostro. Al mismo tiempo, la lectura se convierte en fácil, automática. No podemos ya dejar de leer, del mismo modo que no podemos dejar de reconocer los rostros de las personas que conocemos. La velocidad así alcanzada es de 45 a 60 palabras por minuto.

Con el aprendizaje perceptivo, el hombre puede aprender a reconocer una huella, la notación musical, los números, las ecuaciones matemáticas, las constelaciones o los signos tempranos del tiempo que va a hacer. Y puesto que esa función visual se adquiere y se ejerce con regularidad, permanece en la memoria. Podemos pues “inmunizar” a los niños contra el analfabetismo.

Curiosamente, no es necesario conocer un idioma o su escritura para poder leerlo de corrido. Con fines religiosos, millones de niños de todo el mundo aprenden a leer textos en un idioma que les es desconocido y cuya escritura difiere de la de su lengua nacional. El aprendizaje es mucho más fácil cuando existe correspondencia entre las letras y los fonemas, como en español o hindi, a diferencia del inglés o el jemer, cuyas ortografías no son coherentes. Pero para comprender un texto tiene que haber fluidez: las presiones de la memoria a corto plazo requieren velocidad. Un adulto educado lee de 250 a 350 palabras por minuto.

Los niños que abandonan la escuela después de haber adquirido esa automaticidad son capaces de leer las inscripciones presentes por su entorno y de ejercitarse lo suficiente como para mantener y mejorar sus habilidades de lectura. Tal fue el caso de Sofía, mi ama de llaves. Pero si salen de la escuela sin ser capaces de leer con fluidez, el descifrar letra por letra se hace demasiado tedioso. Como María y mi tía paterna, pueden pasar ante un cartel o el nombre de una calle sin poder leerlos.

Por desgracia, esta capacidad de automatizar la lectura de un gran número de símbolos tiene una vida limitada. Algunos circuitos neuronales subyacentes a la percepción tienen períodos sensibles y experimentan en la adolescencia una desaceleración gradual. Si el proceso de automatización se interrumpe durante varios años, el niño puede perder un tiempo valioso que ya no podrá volver a recuperar.

La fluidez debe adquirirse antes de los 18 años

El desplazamiento masivo de refugiados en el siglo XXI ha provocado una grave crisis de analfabetismo. Muchos niños han visto sus estudios interrumpidos en una edad crucial. Trasplantados de Siria a Grecia y a Alemania, tal vez nunca automatizarán el conocimiento perceptivamente exigente de los caracteres árabes. Para algunos, la ruptura, sin duda, será definitiva. Y el exilio no es la única amenaza que pesa sobre la alfabetización de los niños. Los países de bajos ingresos han ampliado sus sistemas escolares sin saber bien cómo enseñar a los desfavorecidos, produciendo una generación de analfabetos escolarizados. Esta situación se ve agravada por el uso del inglés o del francés, de ortografía compleja. Por lo que un gran número de estudiantes africanos son capaces, a lo sumo, de descifrar algunas letras o palabras en ambos idiomas. Algunos asistirán de adultos a clases de alfabetización, pero según el Banco Mundial es probable que sea demasiado tarde para que puedan adquirir los automatismos necesarios.

Estas realidades neurológicas también tienen implicaciones para los Objetivos de Desarrollo Sostenible(link is external). Según el ODS 4.6, de aquí al año 2030 los gobiernos deben garantizar que todos los jóvenes y una considerable proporción de hombres y mujeres adultos puedan leer, escribir y contar. Para facilitar el aprendizaje y apoyar a los maestros en su tarea, debe existir una implicación de la investigación neurocognoscitiva.

Activar la función del aprendizaje perceptivo no requiere actividades pedagógicas especialmente elaboradas. Los docentes deben enseñar las analogías grafofonológicas y multiplicar, debidamente comentados, los ejercicios en clase. El ejercicio práctico ayuda a vincular las unidades pequeñas a las grandes, las palabras y las frases. Es esencial usar libros voluminosos o una gran cantidad de libros para facilitar el desarrollo de la competencia de reconocimiento “facial”. Los libros deben estar impresos en letras grandes y espaciadas para satisfacer las necesidades visuales del cerebro. La escritura apoya la lectura, debemos pues adquirir vocabulario para comprender los textos. Como el proceso de lectura es universal, de 45 a 60 palabras pueden ser el criterio aproximativo del automatismo en casi todos los idiomas y alfabetos. Para que el niño aprenda por los textos el placer de la lectura esta velocidad debe alcanzarse a fines del segundo grado.

Los donantes y los gobiernos reciben una gran cantidad de consejos confusos en materia de lectura. Los métodos tradicionales de aprendizaje letra por letra, más adaptados al funcionamiento del cerebro, se han sustituido por un enfoque global de las actividades del lenguaje que refleja los puntos de vista de la clase media. Esto puede tener graves consecuencias para los pobres. Los alumnos de lenguas gráficamente coherentes pueden desde el primer año progresar en lectura lo suficiente como para resistir a las interrupciones ulteriores de la escolaridad. Esto era posible con los antiguos silabarios. Pero la introducción de métodos “modernos” ralentiza este proceso y expone a los escolares a los imponderables de la vida, así como al riesgo de convertirse en analfabetos funcionales.

El Día Internacional de la Alfabetización nos recuerda que debemos asegurar la automaticidad desde la infancia. Como esta función tiene un límite temporal, es preciso que a los 18 años a más tardar todos los niños lean con soltura en uno o más alfabetos. En el futuro, puede que la investigación biomédica mitigue este fenómeno neurológico, pero de aquí a 2030 el objetivo es claro. Las guerras y los desplazamientos de poblaciones parecen ser inherentes a la evolución humana, y la comunidad educativa debería estar dispuesta para afrontar estos fenómenos. Los gobiernos y los donantes deben aplicar las investigaciones existentes para la adquisición de la automatización desde el primer año de escuela. Así, si una emergencia llegara a interrumpir el proceso educativo, los adultos tendrán un futuro similar al de Sofía, y no al de María.

Helen Abadzi

Helen Abadzi (Grecia) es psicóloga e investigadora en la Universidad de Texas (Arlington, EE.UU.). Trabajó durante 27 años como especialista principal de educación en el Banco Mundial. Sus investigaciones se basan en la psicología cognitiva y la neurociencia para mejorar los resultados de las inversiones en educación. Desde 2015 hasta junio de 2017 fue uno de los cinco miembros del jurado de los Premios Internacional de Alfabetización de la UNESCO. En 2016 presidió este organismo.

Fuente: http://es.unesco.org/courier/2017-julio-septiembre/precocidad-clave-alfabetizacion

Imagen: https://lh3.googleusercontent.com/1cTraSp-nWhWmBbHKokiQHq_Hkqg612qKAVgVZWvVxZYHgDPawwieFCUcOOsLRjdYdk_qQ=s85

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