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Estado de excepción y guerra civil

Por: Giorgio Agamben

En un libro publicado hace algunos años, Stasis. La guerra civil como paradigma político, busqué demostrar que, en la Grecia clásica, la posibilidad —subrayo el término «posibilidad»— de la guerra civil funcionaba como un umbral de politización entre el oikos y la polis, sin el cual la vida política habría sido inconcebible. Sin la stasis, el hecho de que se subleven los ciudadanos bajo la forma extrema del disenso, la polis no sería tal. Este nexo constitutivo entre stasis y política era tan inevitable que, aun en el pensador que parecía haber fundado su concesión de la política sobre la exclusión de la guerra civil, es decir, Hobbes, la stasis permanece virtualmente posible hasta el final.

La hipótesis que querría proponer es que, si hemos llegado a la situación de absoluta despolitización en que nos encontramos ahora, es precisamente porque la posibilidad de la stasis ha sido, en los últimos años, progresiva e integralmente excluida de la reflexión política, incluso a través de su subrepticia identificación con el terrorismo.

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Una sociedad en la que está excluida la posibilidad de la guerra civil, es decir, la forma extrema del disenso, es una sociedad que solo puede encaminarse hacia el totalitarismo. Llamo totalitarismo al pensamiento que no contempla la posibilidad de confrontarse con la forma extrema del disenso, es decir, un pensamiento que solo admite la posibilidad del consenso. Y no es por azar que las democracias, como nos ha enseñado la historia, han caído en el totalitarismo precisamente a través de la constitución del consenso como único criterio de la política.

Como muchas veces ocurre, aquello que hemos excluido de la conciencia, vuelve bajo formas patológicas, y lo que hoy está ocurriendo a nuestro alrededor es que el olvido y la desatención de la stasis, como Roman Schnur lo observó en uno de los pocos estudios serios sobre la cuestión, va de par con el progreso de una especie de guerra civil mundial. No se trata solo del hecho, que no podemos descuidar, de que las guerras, como juristas y politólogos lo han subrayado desde hace tiempo, ya no son declaradas formalmente y, transformadas en operaciones policiacas, adquieren las características que se solían asignar a las guerras civiles. Hoy es decisivo que la guerra civil, formando un sistema con el estado de excepción, se ha transformado, como este, en un instrumento de gobierno. Si analizamos los decretos y los dispositivos puestos en marcha por los gobiernos en los últimos dos años, es evidente que están dirigidos a dividir a los ciudadanos en dos grupos contrapuestos, entre los cuales se establece una especie de conflicto perenne. Contagiados y sanos, vacunados y no vacunados, con pasaporte de vacunación o sin él, integrados en la vida social o excluidos de ella: en todo caso, la unidad entre los ciudadanos, como ocurre en una guerra civil, ha disminuido. Lo que ha ocurrido bajo nuestros ojos, sin que nos diésemos cuenta, es que las dos formas-límite del derecho y de la política han sido utilizadas, sin escrúpulos, como formas normales de gobierno. Y mientras en la Grecia clásica la stasis, que marcaba una interrupción de la vida política, no podía por ninguna razón ser ocultada ni trasformada en norma, hoy se ha convertido, al igual que el estado de excepción, en el paradigma por excelencia del gobierno de los seres humanos.

Fuente de la información: https://reportesp.mx

Ilustración de Dante de la Vega 
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Italia: Inicia la Anáhuac Summer Experience en la Universidad Europea de Roma

Inicia la Anáhuac Summer Experience en la Universidad Europea de Roma

La Experiencia de Verano Anáhuac, un curso de verano organizado por el Centro de Formación Integral, dentro de la Red Universitaria Anáhuac, se lleva a cabo estos días en la Universidad Europea de Roma.
El tema de la escuela de verano, que tendrá lugar del 17 al 31 de julio de 2022, es “Construye tu liderazgo desde las raíces de nuestra cultura”.

La actividad fue inaugurada con un saludo del Rector de la UER Padre Pedro Barrajón LC y una introducción del Padre Gonzalo Monzón LC, Director del Centro de Formación Integral.
El curso tiene un programa muy amplio. El objetivo es tocar los diversos aspectos de la Formación Integral y el Liderazgo de la acción positiva en la sociedad a través de una visión multidisciplinar, con un ciclo de
conferencias impartido por docentes universitarios.
Además de la actividad didáctica, están previstas visitas a Ostia Antica, los Foros Imperiales y el Coliseo, en Roma, y un día en Florencia.

 

Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/inicia-la-anahuac-summer-experience-en-la-universidad-europea-de-roma/

 

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Italia: “Maestros de la ternura”. Papa Francisco: “la experiencia y la sabiduría” de los mayores “ayudan a mirar el futuro con esperanza y responsabilidad”

“Maestros de la ternura”. Papa Francisco: “la experiencia y la sabiduría” de los mayores “ayudan a mirar el futuro con esperanza y responsabilidad”

“Nosotros, los mayores”, que “muchas veces tenemos una especial sensibilidad para el cuidado, la reflexión y el cariño”, somos, “o podemos llegar a ser, maestros de la ternura”. “La experiencia y la sabiduría” de los mayores “ayudan a los más jóvenes a mirar el futuro con esperanza y responsabilidad”. Estas son las palabras del Papa Francisco en el vídeo intención de oración del mes de julio, en el que, el día 24, se celebrará la segunda Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos, instituida por Francisco para “celebrarlos”, como dijo recuerda conectándose a la intención de oración de junio, dedicado a la familia, mes del décimo Encuentro Mundial de las Familias, que acaba de concluir en el Vaticano y en las diócesis de todo el mundo.

En este sentido, el Papa subraya que “no podemos hablar de familia sin hablar de la importancia que tienen entre nosotros los mayores”. Hablando en primera persona, reitera que “nunca hemos sido tan numerosos en la historia de la humanidad, pero no sabemos vivir esta nueva etapa de la vida: para la vejez hay muchos proyectos asistenciales, pero pocos proyectos de existencia. “. El envejecimiento de la población afecta sobre todo a los países más desarrollados, en los que lamentablemente el 25 por ciento de los ancianos viven solos.

Los abuelos son “el pan que alimenta nuestra vida”, dice el Papa Francisco que invoca, “en este mundo acostumbrado a la guerra”, una “verdadera revolución de la ternura”. En esto tenemos una gran responsabilidad hacia las nuevas generaciones. Recordemos, concluye el Papa: “los abuelos y los ancianos son el pan que alimenta nuestra vida, son la sabiduría escondida de un pueblo: por eso es hermoso celebrarlos, y he instituido un día dedicado a ellos “. “Oremos por los ancianos, que se convierten en maestros de ternura, para que su experiencia y su sabiduría ayuden a los más jóvenes a mirar el futuro con esperanza y responsabilidad”.

Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/maestros-de-la-ternura-papa-francisco-la-experiencia-y-la-sabiduria-de-los-mayores-ayudan-a-mirar-el-futuro-con-esperanza-y-responsabilidad/

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Italia: Presentado en La Habana “Centocellaros”, el nuevo libro de Vasapollo y Rosati. Una historia de revolución necesaria y posible (FOTOS)

Presentado en La Habana “Centocellaros”, el nuevo libro de Vasapollo y Rosati. Una historia de revolución necesaria y posible

El profesor Luciano Vasapollo, decano de economía de la Universidad La Sapienza de Roma, encabeza actualmente una delegación italiana en Cuba en la que están representadas numerosas realidades italianas, entre ellas la Red Comunista, la Red de artistas e intelectuales en defensa de la humanidad y el Padre Virginio Rotondi. Association for Peace Journalism, que promueve las pruebas FarodiRoma y PlaceStPierre. En la ocasión, en La Habana como en otras ciudades de la isla, se realizaron varias presentaciones del libro “Centicellaros. Las cien flores y la rosa de Jericó”, escrita por Vasapollo junto a Luigi Rosati.

Una nueva historia de los años ’60 y ’70 está al alcance de las nuevas generaciones de lectores y militantes, una de las tantas, entre las miles, vividas en el conflicto de clases que atravesó Italia tras la Segunda Guerra Mundial. Esta historia contada por Luigi Rosati y Luciano Vasapollo, ambos protagonistas de muchos de los hechos narrados en el libro publicado por Edizioni Efesto, sin embargo, tiene algo de particular, algo que, lamentablemente, es difícil de encontrar en la enorme bibliografía sobre el tema.

El libro descansa sobre dos tesis, que parecen ser tanto el motivo como el fin de la redacción de estas densas páginas. En primer lugar, los autores insisten en el hecho de que los acontecimientos del “período caliente” del choque revolucionario que tuvo lugar en Italia en las últimas décadas, los infames años 70, deben leerse desde una perspectiva histórica. Es imposible entenderlos si no los conectas con la resistencia partidista al fascismo nazi, con Portella della Ginestra, con la lucha y la organización obrera y campesina de esa explotación colectiva que hoy se llama boom económico, de que la historiografía oficial nos dice sólo cierta espera.

Pero Vasapollo y Rosati van más allá: de nada sirve contar la década del 70 si no está conectada también con lo que pasó después, con las décadas del gran reflujo, las de la despolitización forzada de la sociedad. En este sentido, la primera tesis del libro es clara: la narración de toda pequeña historia política debe tener lugar siempre en relación con la gran historia general, nunca debe estar cerrada o estancada en sí misma, y ​​es precisamente a partir de esta una recomposición que se deriva de la utilidad que la lectura del pasado, tanto de las grandes intuiciones como de los fatales errores, tiene para las nuevas generaciones.

El segundo argumento es en cambio social, en el sentido de que mira directamente a esas masas protagonistas del conflicto de clases en Italia. Los flujos migratorios internos, en particular el enorme movimiento sur-norte de las dos primeras décadas de la posguerra, no pueden leerse como cifras estériles de manual, sino que deben remontarse al desarrollo de las metrópolis del Norte y de Roma, de la que en particular se habla magistralmente del desarrollo urbanístico. La historia del municipio que se convierte en periferia y por tanto se entrelaza con la de sus habitantes, con ese cambio que los aleja del silencio político, hasta el punto de tomar la palabra como protagonista. De este fluir, de esta concentración de hombres y mujeres, y por tanto de diferentes lenguas, culturas, tradiciones, los autores ven nacer el humus social que será fundamental para el desarrollo de una oposición al poder que será posible sin mediación. El resultado es un mosaico compuesto de la realidad italiana pasada y presente, un fresco que nunca cae en el análisis sociológico o en la crónica estéril de los hechos, y sobre todo que no teme tocar nervios aún descubiertos, ayudando a la reflexión y a la correcta colocación de la hechos tendencias históricas que produjo un choque revolucionario único en Europa. Revolución es el sentido del momento histórico, dijo Fidel. Los centocellaros ayudan a encontrar este sentido histórico.

Los autores fueron, son y serán militantes políticos, y esto no es un detalle menor. Aunque distantes físicamente durante muchas décadas, uno en París y el otro en Roma, los autores nunca se separaron y nunca abandonaron el camino: Vasapollo y Rosati continuaron con su compromiso político cuando muchos optaron por el retiro político. Todavía están en sus
puestos de combate. Este es quizás el carácter fundamental que impregna estas páginas: Centocellaros es un libro que todavía quiere la Revolución, que la cree necesaria y sobre todo posible.

Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/presentado-en-la-habana-centocellaros-el-nuevo-libro-de-vasapollo-y-rosati-una-historia-de-revolucion-necesaria-y-posible-fotos/

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Italia: Construyendo “Una multicentricidad de gravedad permanente”. Diálogo entre el Sur global para superar las injusticias

Construyendo “Una multicentricidad de gravedad permanente”. Diálogo entre el Sur global para superar las injusticias

L. Vasapollo

En días pasados ​​presentamos “Mediterráneo es… Nuestro Norte es el Sur”, un gran volumen colectivo con aportes de varios autores italianos, árabes, europeos, latinoamericanos editado por Rita Martufi y Luciano Vasapollo para EFESTO, al que la redacción de FarodiRoma dio su aporte. “Busco… una multicentricidad de gravedad permanente” se vincula a ese volumen, completando su discurso, que básicamente representa el segundo volumen de una sola obra dedicada al Sur del mundo y su capacidad de redención. Editado por Efesto con el apoyo de la Universidad San Pio V y los mismos curadores, Vasapollo y Martufi, “Busco… un multicentrismo de gravedad permanente” presta especial atención a América Latina y el Caribe, como lo demuestra el reflexión conclusiva hecha por Vasapollo con el histórico ministro de cultura de Fidel Castro, hoy presidente de la Casa de las Américas, Abel Prieto Jiménez,  en un diálogo entre el Sur, desde el Mediterráneo hasta el Caribe. Publicamos una presentación del volumen realizada por el economista Luciano Vasapollo.

La humanidad se encuentra ahora en una encrucijada. El virus del neoliberalismo -como lo llamó crípticamente Samir Amin- pone en serio peligro, por primera vez en la historia, la base natural de la existencia humana en la tierra. Al conflicto entre el capital y el trabajo -una contradicción que se amplía cada vez más, como lo demuestran las increíbles desigualdades y la inmensa polarización social que crea el capitalismo entre los centros hegemónicos y las periferias- se ha sumado lo que James O’Connor denominó “segunda contradicción”,  a saber, el que existe entre el capital y la naturaleza. Siguiendo los pasos del Comandante Fidel Castro -cuyo profético discurso en Río de Janeiro en 1992 recordamos con emoción- creemos que es imposible resolver la crisis ambiental, de la cual el calentamiento global es uno -aunque conspicuo- de los fenómenos, dentro de las compatibilidades capitalistas.

Tanto intelectuales militantes y críticos económicos como marxistas, los autores de “Buscando… un multicentrismo” intentan seguir el mismo método. Al igual que en los años en que Marx escribió sus obras más importantes, hoy vivimos en las mismas condiciones económicas y en el mismo modo de producción;  sin embargo, las diferencias dictadas por dos siglos de desarrollo capitalista son enormes. Sin dotarnos del riguroso método científico que nos proporcionó Marx, nuestros análisis se reducirían a la crítica de la degeneración moral, de la desintegración social y ética y de todos los aspectos más inhumanos de la sociedad del capital: para ello es claro cómo caen todas las necesidades teóricas y prácticas encaminadas a eliminar las contradicciones existentes. En otras palabras, nuestro papel secular ya no sería el de militantes comprometidos en la superación estratégica del capitalismo, sino sólo el de buenos benefactores católicos, o dogmáticos religiosos de diversa índole.

En este sentido, la ciencia marxista posee, a diferencia de las ideologías neoclásicas, una sólida teoría del valor. También es capaz de analizar fenómenos a partir de causas económicas radicales, sin perder por ello su dimensión crítica de economía política. A veces, a la luz de una visión superficial y, de hecho, interesada, se ha acusado al marxismo de economicismo. Más correctamente, esta acusación debería dirigirse a las teorías económicas neoliberales, cuyo único objetivo es la maximización de las ganancias de las empresas privadas.

Equiparse sólo con el núcleo de conocimiento científico necesario para comprender el funcionamiento básico del Modo de Producción Capitalista es, sin embargo, insuficiente: la dinámica del desarrollo capitalista requiere una actualización al presente de la teoría del modo de producción, una adaptación del Análisis leniniano del imperialismo, en general una nueva estructura teórica que, a la luz de lo que fue el siglo XX para bien y para mal de los movimientos obreros, pueda orientar a los actores de la transformación contemporánea hacia el socialismo posible en el siglo XXI. y por los derechos a la autodeterminación popular de toda la humanidad.

En los años que vieron el surgimiento del neoliberalismo en los países occidentales, los economistas, tanto los de la corriente principal como los llamados heterodoxos, debatían estérilmente la desaceleración del crecimiento económico;  incluso entonces los marxistas habíamos identificado cómo la caída de la tasa de ganancia en los países capitalistas maduros conduciría pronto a la explosión de una crisis sistémica, exactamente como sucedió. Esto no quiere decir que en ese momento tuviéramos la “bola de cristal”, como dicen tener muchos intelectuales, muchos economistas.

Esta deducción, si así puede llamarse, nació precisamente de un análisis anti-ideológico, que no se deja seducir por la alquimia y las generalizaciones de la economía pura -con su reduccionismo abstracto-;  como si las relaciones reales pudieran simbolizarse en cifras matemáticas. Lo primero que hay que señalar es cómo la crisis del capitalismo debe ser considerada “normal” y no como un momento coyuntural. El Modo de Producción Capitalista (MPC), de hecho, nunca está en constante crecimiento o equilibrio, más allá de los supuestos -de hecho más bien instrumentales para ciertos reajustes estructurales- de la teoría neoclásica. En nuestra opinión, Marx tenía toda la razón al identificar la crisis como una fase interna del ciclo en un modelo económico productivo de desequilibrio. Por lo tanto,  cuando se dan fases de sobreproducción -como a partir de la década de 1970, momento en que identificamos el inicio de la actual crisis sistémica del capitalismo- el MPC se ve obligado a la consecuente condición indispensable de quemar fuerzas productivas, es decir, destruir fuerza de trabajo y exceso de capital, material, tecnológico y financiero, a fin de recrear las condiciones de crecimiento capaz de alcanzar masas y tasas de ganancia consideradas “satisfactorias” y obtenidas mediante inversiones de plusvalía en nuevos procesos de acumulación de capital con mayor rentabilidad. La crisis del 29 no se originó por la especulación financiera, acusación que se repitió, incluso para la llamada Gran Depresión de 2007 -2008, sino por una profunda crisis de los fundamentos del propio Modo de Producción Capitalista (MPC). .

La salida de esta crisis se obtuvo -a diferencia de lo que pretende cierta vulgata historiográfica que aún tiene cierto éxito- con la Segunda Guerra Mundial, que permitió expandir dramáticamente las políticas económicas del keynesianismo militar y con la consiguiente reconstrucción post ’45 que vio la surgimiento de un solo gran polo imperialista, a saber, los Estados Unidos.

Hoy, a partir de las experiencias más que positivas de la planificación china, cubana, venezolana y de sus modelos económicos y sociales, se plantea la cuestión del cambio radical del estado de cosas existente, del cuestionamiento de los pilares sobre los que se asienta el “neo- venganza liberal” sobre el movimiento obrero y sobre las experiencias reales de transición. Este es el momento de cuestionar la hegemonía, en primer lugar, de la ideología totalizadora del capitalismo que a partir de la década de 1980 marcó una larga etapa histórica de retroceso y resistencia para el movimiento obrero.

En este sentido, también es necesario tener en cuenta los empujes hacia un mundo regionalizado, multipolar y multicéntrico, que ve la lógica del ascenso de actores considerados, hasta hace poco, periféricos o semiperiféricos. Ciertamente tenemos “altos ejemplos” de economías totalmente planificadas -el algo no quiere decir que no exista el mercado como quiere la vulgata ideológica neoliberal- como las cubanas, venezolanas y chinas. En el que, como se mencionó, existe el mercado pero la economía, en su conjunto, no está subordinada a intereses económicos privados. En cambio, con el mercado, los verdaderos intereses se ocultan en Occidente, es decir, los de los grandes monopolios y corporaciones que continuamente manipulan el mercado a su favor. Cuán ideológica es esta concepción, surge por sí misma. Pero también tenemos otros actores, como Rusia, Irán, Sudáfrica, India, que han comenzado, con mayor o menor éxito, a escapar de la lógica de la cadena imperialista. Estos fenómenos, como se ha dicho, son visibles en la crisis del dólar y en el auge de monedas como el rublo y el yuan que en el futuro podrían alejar al dólar de los grandes sectores que aún hoy, gracias al chantaje geopolítico, siguen monopolizar: uno de todos ellos, el del petróleo.

Debemos considerar que, para bien o para mal, el período keynesiano terminó y por una serie de razones -tanto teóricas como sobre todo conectadas con la dinámica del desarrollo capitalista- no regresará ni será efectivo para relanzar la acumulación. proceso.

De esta manera, ya a mediados de la década de 1990, se destacaron dos factores importantes: el primero fue la constitución del polo imperialista europeo, que planteó el problema de la competencia global, es decir lo que en términos leninistas se identifica como un inter – imperialista; hubo y hay un problema de dominación internacional, de división de áreas, un problema político, económico, militar, comercial, de producción y distribución, pero también un problema de áreas monetarias y áreas monetarias. Como parte de la constitución de esa enorme jaula en que se ha convertido hoy en la Unión Europea, observamos cómo la crisis que se estaba incubando no sería una de las tantas crisis económicas, sino que habría afectado a los elementos estructurales del MPC, configurándose así como una crisis sistémica con un fuerte determinante de crisis cultural y civilizatoria que asfixia y trata de destruir la gran herencia de la multipolaridad transcultural de la milenaria y aún moderna Civitas del Sur de los muchos oprimidos, explotados, subordinados.

Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/construyendo-una-multicentricidad-de-gravedad-permanente-dialogo-entre-el-sur-global-para-superar-las-injusticias-por-l-vasapollo/

 

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Italia: Las periferias transformadas en centros industriales no han dejado de ser periféricas (Luciano Vasapollo, Rita Martufi)

Las periferias transformadas en centros industriales no han dejado de ser periféricas (Luciano Vasapollo, Rita Martufi)

La crisis ha acentuado la aparición de contradicciones entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE), es decir, el choque de diferentes polos imperialistas, dejando al descubierto los diferentes intereses existentes hasta ahora. Sin embargo, los últimos acontecimientos parecen desmentir la visión teórica de un enfrentamiento que involucra solo a los polos de Europa y Estados Unidos. En definitiva, es necesario analizar las complejas fracturas creadas por la pérdida de la hegemonía estadounidense, en ámbitos poco considerados por un marxismo que ha pecado a menudo de eurocentrismo. Las posiciones que coinciden con el antiimperialismo y el antiamericanismo están ya ampliamente superadas por más de treinta años de evolución histórica de los métodos de aplicación del capitalismo.

A partir de los años ochenta, los izquierdistas políticos y culturales occidentales empezaron a utilizar el término despectivo de “tercermundismo” para rechazar la teoría de la dependencia y las categorías de desarrollo desigual y subdesarrollo desarrolladas por autores como Paul Baran, Samir Amin, Gunder Frank, Hosea Jaffe y Giovanni Arrighi. Este pensamiento estaba ligado a las teorías que, desde Rosa Luxemburgo hasta Nancy Fraser, sostienen la necesaria presencia de factores exógenos, incluidos los relativos a las periferias, en el proceso económico (economías no capitalistas del Tercer Mundo) para permitir una alimentación continua de la acumulación ampliada.

En su obra, Samir Amin ha mostrado cómo las periferias transformadas en centros industriales no han dejado de ser periféricas y que, a pesar de estar integradas en el sistema capitalista, siguen (con importantes excepciones como China) enclavadas en el subdesarrollo. Esto se debe a que Estados Unidos, Europa y Japón se benefician del poder de los “cinco monopolios”: dominio y control exclusivos sobre los flujos financieros, las tecnologías avanzadas, los medios de comunicación de masas, los recursos naturales estratégicos y los medios de destrucción masiva. Estos monopolios garantizan a los titulares de los ingresos pasivos mientras colaboran con otros países como “subcontratistas”.

En resumen, extraen un tributo colonial del resto del mundo y lo reparten a favor de enormes apropiaciones. Los síntomas de esta condición son la estructura monopólica del comercio, el peso estratégico de la inversión extranjera, la industria subordinada a la metrópoli, la concentración de la propiedad de la tierra, la hipertrofia del sector de los servicios y una polarización entre centros y periferias aún más radical que la actual en los países occidentales.

Los desafíos del socialismo en el siglo XXI —y esto es lo que enfrentan las revoluciones en Cuba y Venezuela, es decir, las relaciones internacionales entre pueblos y gobiernos progresistas revolucionarios y democráticos, frente a un capitalismo agresivo, luchando contra una crisis estructural de más de treinta años y con la elaboración de una estrategia sistemática de guerra imperialista— son complejos, sobre todo porque es necesario retomar —después de 1989— el camino de la construcción de la sociedad socialista de tal manera que desaparezcan las referencias internacionales.

Los gobiernos de Cuba y Venezuela han implementado medidas muy avanzadas de carácter económico-social, igualitario y universal, además de las condiciones reales de sostenibilidad de la estructura económico-productiva; por ejemplo, con una fuerte cobertura de seguridad social universal que ha garantizado y garantiza el trabajo para todos, la vivienda para todos, la educación y la salud gratuitas para todos, el deporte gratuito para todos.

Luciano Vasapollo

Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/las-periferias-transformadas-en-centros-industriales-no-han-dejado-de-ser-perifericas-luciano-vasapollo-rita-martufi/

 

 

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Italia – Papa Francisco: “Toda guerra representa no sólo una derrota de la política sino también una vergonzosa rendición a las fuerzas del mal”

Papa Francisco: “Toda guerra representa no sólo una derrota de la política sino también una vergonzosa rendición a las fuerzas del mal”

“Si tuviéramos memoria, sabríamos que la guerra, antes de que llegue al frente, hay que detenerla en los corazones. El odio, antes de que sea demasiado tarde, debe ser erradicado de los corazones. Y para ello hace falta el diálogo, la negociación, la escucha, la diplomacia y la creatividad, una política con visión de futuro capaz de construir un nuevo sistema de convivencia que ya no se base en las armas, en el poder de las armas, en la disuasión. Toda guerra representa no solo una derrota de la política sino también una rendición vergonzosa frente a las fuerzas del mal”, escribe el Papa Francisco en la introducción al ensayo “Contra la guerra. El coraje de construir la paz” (Solferino – Libreria Editrice Vaticana), a partir de mañana en librerías y quioscos con el “Corriere della Sera”.

“La paz de Jesús no domina a los demás, nunca es una paz armada, ¡nunca!”, advierte el Papa, que en la audiencia general de hoy se ha referido una vez más a la guerra de Ucrania. “Las armas del Evangelio son la oración, la ternura, el perdón y el amor gratuito al prójimo, el amor a todo prójimo”, reitera el Papa: “Así se lleva al mundo la paz de Dios”. “Por eso la agresión armada de estos días, como toda guerra, representa un ultraje a Dios, una traición blasfema al Señor Pascual, prefiriendo a su rostro manso el del falso dios de este mundo”, la advertencia por el conflicto en actuar: “La guerra es siempre una acción humana que conduce a la idolatría del poder”, añade Francesco de improviso.

“La paz que Jesús nos da en Pascua no es la paz que sigue las estrategias del mundo, que cree que puede obtenerla por la fuerza, con conquistas y con diversas formas de imposición”, explica de nuevo el Papa en la catequesis. “Esta paz, en realidad, es sólo un intervalo entre guerras: lo sabemos bien”, la referencia a hoy: “La paz del Señor sigue el camino de la mansedumbre y de la cruz: es hacerse cargo de los demás”. “Cristo, en efecto, tomó sobre sí nuestro mal, nuestro pecado y nuestra muerte”, recordó Francisco: “Así nos liberó. Él pagó por nosotros. Su paz no es el resultado de algún compromiso, sino que proviene del don de sí mismo. Esta paz dulce y valiente, sin embargo, es difícil de acoger. De hecho, la multitud que alababa a Jesús es la misma que al cabo de unos días grita ‘Crucifícalo’ y, asustada y desilusionada, no mueve un dedo por él”. “La paz que Jesús nos da en Pascua no es la paz que sigue las estrategias del mundo, que cree que puede obtenerla a través de la fuerza, de las conquistas y de diversas formas de imposición – dice Bergoglio, pensando en la guerra de Ucrania – Esta paz, en realidad, es solo un intervalo entre las guerras”. Luego el Papa habla del significado de la paz cristiana. “La paz del Señor -explica- sigue el camino de la mansedumbre y de la cruz: es hacerse cargo de los demás. En efecto, Cristo tomó sobre sí nuestro mal, nuestro pecado y nuestra muerte. Así que nos liberó. Su paz no es el resultado de algún compromiso, sino que nace del don de sí mismo. Esta paz dulce y valiente, sin embargo, es difícil de acoger”, observa el Pontífice. “Hay una forma en que el mundo nos da la paz y una forma en que Dios nos da la paz, son dos formas diferentes”, añade el Papa de manera improvisada, en la catequesis de la audiencia de hoy.

“La paz de Jesús no domina a los demás, nunca es una paz armada, ¡nunca!”, advierte el Papa, que en la audiencia general de hoy se ha referido una vez más a la guerra de Ucrania. “Las armas del Evangelio son la oración, la ternura, el perdón y el amor gratuito al prójimo, el amor a todo prójimo”, reitera el Papa: “Así se lleva al mundo la paz de Dios”. “Por eso la agresión armada de estos días, como toda guerra, representa un ultraje a Dios, una traición blasfema al Señor Pascual, prefiriendo a su rostro manso el del falso dios de este mundo”, la advertencia por el conflicto en actuar: “La guerra es siempre una acción humana que conduce a la idolatría del poder”, añade Francesco de improviso.

“Este es el engaño que se repite en la historia, la tentación de una falsa paz, basada en el poder, que luego lleva al odio y a la traición de Dios. Y tanta amargura en el alma”, subraya el Papa, comentando “una gran historia de Dostoievski”, la Leyenda del Gran Inquisidor, definida como “siempre vigente”. Al final de Los hermanos Karamazov, cita a Francisco en la catequesis, “se dice de Jesús que, después de varios siglos, vuelve a la Tierra. Inmediatamente es recibido por la multitud que lo vitorea, quien lo reconoce y lo vitorea: ‘¡Ah, has vuelto, ven con nosotros!’. Pero luego es arrestado por el Inquisidor, quien representa la lógica mundana. Este último lo cuestiona y lo critica ferozmente. La razón final del reproche es que Cristo, aunque pudo, nunca quiso convertirse en César, el rey más grande de este mundo, prefiriendo dejar libre al hombre antes que someterlo y resolver sus problemas por la fuerza. Pudo haber instaurado la paz en el mundo, doblegando el corazón libre pero precario del hombre en virtud de un poder superior, pero no quiso, respetó nuestra libertad”. “Tú -dice el Inquisidor a Jesús-, aceptando el mundo y la púrpura de los césares, habrías fundado el reino universal y dado la paz universal”, cita el Papa: “y con una sentencia azotadora concluye: ‘Si hay alguno quien merecía nuestra estaca más que todos, eres Tú’. Al final, el Inquisidor quisiera que Jesús ‘le dijera algo, tal vez incluso algo amargo, terrible’. Pero Cristo reacciona con un gesto dulce y concreto: ‘se le acerca en silencio, y lo besa dulcemente en los viejos labios exangües’” . Al final de la audiencia general, el Papa volvió sobre la tragedia de Ucrania. “Este año celebraréis la Semana Santa y la Pascua de una manera especial: junto con muchos invitados ucranianos”, dijo a los peregrinos polacos, al final de la audiencia de hoy. “La Pascua es una celebración familiar y vosotros, al abrirles vuestras casas, os habéis convertido en su familia”, el homenaje de Francisco: “Aunque la mayoría de ellos celebrará estas fiestas una semana después, según la tradición oriental, ya ahora todos de vosotros juntos contemplar el Crucifijo, y esperar la resurrección de Cristo y la paz en Ucrania”.

Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/papa-francisco-toda-guerra-representa-no-solo-una-derrota-de-la-politica-sino-tambien-una-vergonzosa-rendicion-a-las-fuerzas-del-mal/

 

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