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Moldavia: La implementación de la Educación en Derechos Humanos en el currículo nacional

Moldavia está yendo más allá de los marcos establecidos para garantizar que se ofrece una Educación en Derechos Humanos de calidad mediante un programa escolar a nivel nacional.

Lo que se introdujo hace casi diez años como una materia extracurricular se ha hecho ya un lugar en el currículo nacional de Moldavia gracias a un constante trabajo de incidencia. A lo largo de los últimos diez años, Amnistía Internacional Moldavia (AI Moldavia) ha sido fundamental para apoyar el desarrollo y la implementación de la Educación en Derechos Humanos (EDH) en el sistema de educación formal de primaria y secundaria. Actualmente, la educación cívica es una asignatura obligatoria en Moldavia, y la EDH, una asignatura optativa.

AI Moldavia desarrolló el primer currículo de Educación en Derechos Humanos y los primeros materiales de esta asignatura en 2010. Entre 2013 y 2016, el currículo se revisó y se introdujeron nuevos módulos sobre no discriminación y desarrollo sostenible, que fueron aprobados por el Ministerio de Educación y el Consejo Nacional sobre Planes de Estudio.

Ahora, diez años después, el mayor reto al que se enfrenta el país no es el currículo en sí, sino garantizar que quienes lo implementan tienen la capacidad y los recursos necesarios para hacerlo bien. Desde 2015, AI Moldavia está formando al profesorado y desarrollando su programa de Colegios Amigos de los Derechos Humanos en Moldavia. Sólo en 2018, recibieron formación aproximadamente 150 docentes.

Moldavia se independizó de la Unión Soviética en 1991, y el concepto de derechos humanos sigue estando en fase de desarrollo en la sociedad y en el sistema educativo moldavo. Por consiguiente, la EDH es una prioridad fundamental en el país. Moldavia se encuentra en un interesante contexto político. Por un lado, el ambiente político no es totalmente amistoso con los derechos humanos. Sigue habiendo importantes motivos de preocupación respecto a las libertades cívicas y el sistema de justicia, así como discriminación contra ciertos grupos (romaníes, LGBT+). La reducción del pluralismo de los medios de comunicación y el hostigamiento que sufren las ONG suponen obstáculos para los defensores y las defensoras de los derechos humanos.

Por otro lado existe una fuerte tendencia hacia el acercamiento —e incluso eventualmente la unión— a la Unión Europea. La EDH no es especialmente polémica a nivel nacional (comparada con cuestiones de derechos humanos más inmediatas) y el gobierno se ha comprometido a aplicar las recomendaciones del Consejo de Europa para que Moldavia se ajuste a las normas europeas de gobernanza democrática. Por tanto, la EDH goza de un apoyo relativamente bueno en las altas esferas, y AI Moldavia tiene un acuerdo con el Ministerio de Educación desde 2010.

No obstante, en la práctica el programa se enfrenta a problemas prácticos, especialmente en lo que respecta al profesorado y al sistema educativo. Muchos docentes realizaron su formación en la época soviética, cuando no se enseñaban los derechos humanos y las metodologías de enseñanza eran rígidas. En la actualidad, en Moldavia hay una gran rotación del profesorado, debido a una histórica falta de inversión, lo cual significa que los docentes que reciben formación un año puede que no estén trabajando el año siguiente.

En 2018, AI Moldavia se ha centrado en integrar la EDH en el sistema de educación formal. El trabajo que desarrolla AI Moldavia desde hace diez años ha supuesto una importante contribución para conseguir que la EDH pasara de ser una actividad extracurricular impartida en muy pocos centros de enseñanza a ser una asignatura que se ofrece como optativa en muchos centros de enseñanza secundaria y muy solicitada por el alumnado. En 2015, AI Moldavia firmó otro acuerdo con el Ministerio de Educación para incluir la colaboración en la formación del profesorado y en los Colegios Amigos de los Derechos Humanos. Además, ha trabajado junto con el Ministerio —en la práctica dirigiendo el proceso— en la elaboración del currículo de EDH.

Desde entonces, en colaboración con unos 20 colegios piloto, Amnistía Internacional ha desarrollado el currículo de EDH en rumano para cursos académicos concretos y ha incluido más asignaturas. En 2015, la EDH comenzó a ofrecerse como asignatura optativa en unos 100 colegios. En 2017, Amnistía comenzó a elaborar un currículo de EDH desde educación primaria hasta educación secundaria. Actualmente, el currículo de EDH abarca dos cursos académicos (14 y 15 años de edad), con una hora de clase a la semana.

Una profesora de primaria que participó en el ensayo piloto del currículo en 2018, afirmo que su visión del currículo normalizado había cambiado. Antes —señaló— consideraba que estaba enseñando al alumnado todas las asignaturas de forma exhaustiva. Pero tras realizar la formación en EDH para el profesorado, se dio cuenta de que hay muchas cosas que el alumnado necesita saber y que no están en el currículo normalizado. Antes de participar en el ensayo, esta profesora consideraba imposible enseñar derechos humanos a alumnos y alumnas de primaria.

Otros docentes indicaron que no se habían dado cuenta de la amplitud de los conceptos de derechos humanos, por ejemplo de que las emociones y los sentimientos forman parte de los derechos humanos. Como explica Neamțu Olga, profesora de primaria de Chisinau: “La EDH se basa en la formación de competencias para la vida, actitudes y valores; es la vida que vivimos día a día en diferentes grupos sociales. Es la resolución pacífica de conflictos, la comunicación asertiva y las decisiones objetivas que se toman. Para mí, el curso supuso crecimiento profesional y personal y experiencia, ya que sus frutos me han hecho comprender que una persona informada es una persona más protegida”.

Actualmente Amnistía Internacional Moldavia está aumentando su contribución al desarrollo del currículo de EDH a nivel nacional, además de apoyar su implementación mediante la formación del profesorado. El trabajo en el desarrollo y la implementación del currículo de EDH tiene mucha relación con el enfoque de Amnistía Internacional de Colegios Amigos de los Derechos Humanos AI Moldavia ha formado a más de 150 profesores y profesoras, y 50 de estos docentes se han hecho miembros de Amnistía Internacional. Actualmente más del 10% de los colegios ofrecen EDH como asignatura optativa, y cada año más de 2.000 alumnos y alumnas asisten al curso, participando en una hora semanal de clases de EDH. Una de las conclusiones del proyecto es que para conseguir buenos resultados es preciso un enfoque holístico: “No basta con tener actividades extracurriculares o grupos de alumnos y alumnas, y tampoco con que haya un currículo. Es necesario un enfoque holístico, que no consiste sólo en educar sobre los derechos humanos, sino en educar mediante los derechos humanos”, explica Violeta Terguță, coordinadora del Programa de EDH en AI Moldavia.

“Ha sido una gran oportunidad aprender sobre, mediante y para los derechos humanos y los derechos de los niños y las niñas en el marco de los cursos de formación, los cursos de verano y los intercambios de conocimientos de Amnistía. Podría intercambiar mis conocimientos y mi experiencia con colegas de todo el país. La labor que lleva a cabo AI Moldavia es fantástica, pues elaboran mucho material adecuado para los docentes, planes de clase, libros y guías, y todo esto puede utilizarse tanto para actividades escolares curriculares como extracurriculares”, explica Diana Galanton, profesora de secundaria en Bălți.

AI Moldavia organiza también otras actividades, como competiciones anuales de EDH que complementan la labor de los Colegios Amigos de los Derechos Humanos y de la educación formal y motivan más al alumnado para actuar y comprometerse a un nivel más elevado. Más de 100 alumnos y alumnas que asistieron al curso se hicieron miembros de AI Moldavia, formaron grupos escolares y participaron en actividades y campañas de Amnistía Internacional en general, así como en la promoción de los derechos humanos en su centro de estudios y su comunidad.

Daniel, alumno del Centro de Enseñanza Secundaria Olimp de Sîngerei, afirmó que el curso lo había ayudado a tener nuevos puntos de vista y opiniones: “Al asistir a las clases de derechos humanos descubrí que, desgraciadamente, tenía estereotipos. Ahora sé que todas las personas son diferentes, pero iguales. La gente debe ser tolerante y no discriminar”.[1] A Nicoleta, alumna del mismo centro, asistir al curso la ayudó a darse cuenta de las diversas formas en que podía defender los derechos humanos: “He aprendido que una persona, una firma puede cambiar el mundo. Todo el mundo debe implicarse, nadie debe limitarse a observar pasivamente. Voy a utilizar los conocimientos que adquirí durante las clases para defender a las personas cuyos derechos son violados y formular mis argumentos”.

A consecuencia de la demanda de los centros educativos que ya implementan el currículo de EDH, se ha producido un gran aumento en el número de alumnos y alumnas que participan en la maratón anual de envío de cartas de Amnistía Escribe por los Derechos, comparado con los que participaban hace 10 años. Ahora son los centros los que llaman a Amnistía para participar en la maratón, y no AI Moldavia la que tiene que llamar a los centros. Con los años, el número de cartas ha pasado de unas 700 a 40.000. Un motivo de este aumento son los cambios que se han ido produciendo con el tiempo en la calidad de las acciones, pues los alumnos y alumnas organizan los eventos de forma diferente y abordan las cuestiones con mayor profundidad.

Fuente de la Información: https://www.amnesty.org/es/latest/education/2019/06/moldova-national-human-rights-curricula/

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Moldavia: La implementación de la Educación en Derechos Humanos en el currículo nacional

Moldavia está yendo más allá de los marcos establecidos para garantizar que se ofrece una Educación en Derechos Humanos de calidad mediante un programa escolar a nivel nacional.

Lo que se introdujo hace casi diez años como una materia extracurricular se ha hecho ya un lugar en el currículo nacional de Moldavia gracias a un constante trabajo de incidencia. A lo largo de los últimos diez años, Amnistía Internacional Moldavia (AI Moldavia) ha sido fundamental para apoyar el desarrollo y la implementación de la Educación en Derechos Humanos (EDH) en el sistema de educación formal de primaria y secundaria. Actualmente, la educación cívica es una asignatura obligatoria en Moldavia, y la EDH, una asignatura optativa.

AI Moldavia desarrolló el primer currículo de Educación en Derechos Humanos y los primeros materiales de esta asignatura en 2010. Entre 2013 y 2016, el currículo se revisó y se introdujeron nuevos módulos sobre no discriminación y desarrollo sostenible, que fueron aprobados por el Ministerio de Educación y el Consejo Nacional sobre Planes de Estudio.

Ahora, diez años después, el mayor reto al que se enfrenta el país no es el currículo en sí, sino garantizar que quienes lo implementan tienen la capacidad y los recursos necesarios para hacerlo bien. Desde 2015, AI Moldavia está formando al profesorado y desarrollando su programa de Colegios Amigos de los Derechos Humanos en Moldavia. Sólo en 2018, recibieron formación aproximadamente 150 docentes.

Moldavia se independizó de la Unión Soviética en 1991, y el concepto de derechos humanos sigue estando en fase de desarrollo en la sociedad y en el sistema educativo moldavo. Por consiguiente, la EDH es una prioridad fundamental en el país. Moldavia se encuentra en un interesante contexto político. Por un lado, el ambiente político no es totalmente amistoso con los derechos humanos. Sigue habiendo importantes motivos de preocupación respecto a las libertades cívicas y el sistema de justicia, así como discriminación contra ciertos grupos (romaníes, LGBT+). La reducción del pluralismo de los medios de comunicación y el hostigamiento que sufren las ONG suponen obstáculos para los defensores y las defensoras de los derechos humanos.

Por otro lado existe una fuerte tendencia hacia el acercamiento —e incluso eventualmente la unión— a la Unión Europea. La EDH no es especialmente polémica a nivel nacional (comparada con cuestiones de derechos humanos más inmediatas) y el gobierno se ha comprometido a aplicar las recomendaciones del Consejo de Europa para que Moldavia se ajuste a las normas europeas de gobernanza democrática. Por tanto, la EDH goza de un apoyo relativamente bueno en las altas esferas, y AI Moldavia tiene un acuerdo con el Ministerio de Educación desde 2010

No obstante, en la práctica el programa se enfrenta a problemas prácticos, especialmente en lo que respecta al profesorado y al sistema educativo. Muchos docentes realizaron su formación en la época soviética, cuando no se enseñaban los derechos humanos y las metodologías de enseñanza eran rígidas. En la actualidad, en Moldavia hay una gran rotación del profesorado, debido a una histórica falta de inversión, lo cual significa que los docentes que reciben formación un año puede que no estén trabajando el año siguiente.

En 2018, AI Moldavia se ha centrado en integrar la EDH en el sistema de educación formal. El trabajo que desarrolla AI Moldavia desde hace diez años ha supuesto una importante contribución para conseguir que la EDH pasara de ser una actividad extracurricular impartida en muy pocos centros de enseñanza a ser una asignatura que se ofrece como optativa en muchos centros de enseñanza secundaria y muy solicitada por el alumnado. En 2015, AI Moldavia firmó otro acuerdo con el Ministerio de Educación para incluir la colaboración en la formación del profesorado y en los Colegios Amigos de los Derechos Humanos. Además, ha trabajado junto con el Ministerio —en la práctica dirigiendo el proceso— en la elaboración del currículo de EDH.

Desde entonces, en colaboración con unos 20 colegios piloto, Amnistía Internacional ha desarrollado el currículo de EDH en rumano para cursos académicos concretos y ha incluido más asignaturas. En 2015, la EDH comenzó a ofrecerse como asignatura optativa en unos 100 colegios. En 2017, Amnistía comenzó a elaborar un currículo de EDH desde educación primaria hasta educación secundaria. Actualmente, el currículo de EDH abarca dos cursos académicos (14 y 15 años de edad), con una hora de clase a la semana.

Una profesora de primaria que participó en el ensayo piloto del currículo en 2018, afirmo que su visión del currículo normalizado había cambiado. Antes —señaló— consideraba que estaba enseñando al alumnado todas las asignaturas de forma exhaustiva. Pero tras realizar la formación en EDH para el profesorado, se dio cuenta de que hay muchas cosas que el alumnado necesita saber y que no están en el currículo normalizado. Antes de participar en el ensayo, esta profesora consideraba imposible enseñar derechos humanos a alumnos y alumnas de primaria.

Otros docentes indicaron que no se habían dado cuenta de la amplitud de los conceptos de derechos humanos, por ejemplo de que las emociones y los sentimientos forman parte de los derechos humanos. Como explica Neamțu Olga, profesora de primaria de Chisinau: “La EDH se basa en la formación de competencias para la vida, actitudes y valores; es la vida que vivimos día a día en diferentes grupos sociales. Es la resolución pacífica de conflictos, la comunicación asertiva y las decisiones objetivas que se toman. Para mí, el curso supuso crecimiento profesional y personal y experiencia, ya que sus frutos me han hecho comprender que una persona informada es una persona más protegida”.

Actualmente Amnistía Internacional Moldavia está aumentando su contribución al desarrollo del currículo de EDH a nivel nacional, además de apoyar su implementación mediante la formación del profesorado. El trabajo en el desarrollo y la implementación del currículo de EDH tiene mucha relación con el enfoque de Amnistía Internacional de Colegios Amigos de los Derechos Humanos AI Moldavia ha formado a más de 150 profesores y profesoras, y 50 de estos docentes se han hecho miembros de Amnistía Internacional. Actualmente más del 10% de los colegios ofrecen EDH como asignatura optativa, y cada año más de 2.000 alumnos y alumnas asisten al curso, participando en una hora semanal de clases de EDH. Una de las conclusiones del proyecto es que para conseguir buenos resultados es preciso un enfoque holístico: “No basta con tener actividades extracurriculares o grupos de alumnos y alumnas, y tampoco con que haya un currículo. Es necesario un enfoque holístico, que no consiste sólo en educar sobre los derechos humanos, sino en educar mediante los derechos humanos”, explica Violeta Terguță, coordinadora del Programa de EDH en AI Moldavia.

Ha sido una gran oportunidad aprender sobre, mediante y para los derechos humanos y los derechos de los niños y las niñas en el marco de los cursos de formación, los cursos de verano y los intercambios de conocimientos de Amnistía. Podría intercambiar mis conocimientos y mi experiencia con colegas de todo el país. La labor que lleva a cabo AI Moldavia es fantástica, pues elaboran mucho material adecuado para los docentes, planes de clase, libros y guías, y todo esto puede utilizarse tanto para actividades escolares curriculares como extracurriculares”, explica Diana Galanton, profesora de secundaria en Bălți.

AI Moldavia organiza también otras actividades, como competiciones anuales de EDH que complementan la labor de los Colegios Amigos de los Derechos Humanos y de la educación formal y motivan más al alumnado para actuar y comprometerse a un nivel más elevado. Más de 100 alumnos y alumnas que asistieron al curso se hicieron miembros de AI Moldavia, formaron grupos escolares y participaron en actividades y campañas de Amnistía Internacional en general, así como en la promoción de los derechos humanos en su centro de estudios y su comunidad.

Daniel, alumno del Centro de Enseñanza Secundaria Olimp de Sîngerei, afirmó que el curso lo había ayudado a tener nuevos puntos de vista y opiniones: “Al asistir a las clases de derechos humanos descubrí que, desgraciadamente, tenía estereotipos. Ahora sé que todas las personas son diferentes, pero iguales. La gente debe ser tolerante y no discriminar”.[1] A Nicoleta, alumna del mismo centro, asistir al curso la ayudó a darse cuenta de las diversas formas en que podía defender los derechos humanos: “He aprendido que una persona, una firma puede cambiar el mundo. Todo el mundo debe implicarse, nadie debe limitarse a observar pasivamente. Voy a utilizar los conocimientos que adquirí durante las clases para defender a las personas cuyos derechos son violados y formular mis argumentos”.

A consecuencia de la demanda de los centros educativos que ya implementan el currículo de EDH, se ha producido un gran aumento en el número de alumnos y alumnas que participan en la maratón anual de envío de cartas de Amnistía Escribe por los Derechos, comparado con los que participaban hace 10 años. Ahora son los centros los que llaman a Amnistía para participar en la maratón, y no AI Moldavia la que tiene que llamar a los centros. Con los años, el número de cartas ha pasado de unas 700 a 40.000. Un motivo de este aumento son los cambios que se han ido produciendo con el tiempo en la calidad de las acciones, pues los alumnos y alumnas organizan los eventos de forma diferente y abordan las cuestiones con mayor profundidad.

Fuente de la Información: https://www.amnesty.org/es/latest/education/2019/06/moldova-national-human-rights-curricula/

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La República de Moldavia respalda la Declaración sobre Escuelas Seguras

Europa/Moldavia/PrensaIE

La Internacional de la Educación acoge con satisfacción la ratificación por parte de la República de Moldavia de la Declaración sobre Escuelas Seguras; un compromiso solemne del gobierno destinado a proteger a estudiantes, docentes, escuelas y universidades en tiempos de conflicto violento.

La República de Moldavia se convierte en el 86º Estado en respaldar la Declaración sobre Escuelas Seguras, un compromiso intergubernamental que tiene por objeto proteger escuelas y universidades de ataques y amenazas específicosasí como proteger a estudiantesdocentes y académicos de asesinatoslesionesviolacionessecuestros y reclutamientos por las distintas partes del conflicto. La Declaración cubre las instituciones educativas y el traslado hacia y desde dichas instalaciones. La rafiticación de Moldavia fue anunciada por la Coalición Mundial para proteger la Educación de Ataques (GCPEA, por sus siglas en inglés) el 17 de abril. 

Moldavia es también el 39° Estado participante en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, y el 37º miembro del Consejo de Europa que se ha unido a la creciente comunidad de Estados comprometidos con tomar medidas concretas para proteger la educación durante los conflictos armados.

«La ratificación de la Declaración sobre Escuelas Seguras por parte de Moldavia resulta especialmente significativa dados los desafíos para el sector educativo surgidos a raiz del conflicto congelado en Transnistria», afirmó la directora ejecutiva de la GCPEA, Diya Nijhowne. «La Declaración recoge el compromiso de promover políticas educativas sensibles al conflicto que fomenten la paz en lugar de alimentar las tensiones, lo que resulta particularmente relevante en este contexto«. 

Una conferencia clave sobre Escuelas Seguras se celebrará próximamente 

La ratificación de Moldavia se produce en el momento en que España se prepara para acoger la Tercera Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras, que tendrá lugar del 27 al 29 de mayo en Palma de Mallorca. 

Durante la conferenciagobiernosorganismos internacionales y organizaciones no gubernamentales compartirán su experiencia respecto a la protección de estudiantesdocentesescuelas universidades en situaciones de conflicto e inseguridadEn la conferencia se prestará una especial atención a las formas en que los ataques a la educación pueden afectar de manera diferente a las mujeres y las niñas que a los hombres y a los niños; se hará hincapié en la necesidad de mejorar la supervisión y la denuncia sobre ataques a la educación con el fin de documentar mecanismos de prevenciónmitigación y responsabilidad. Por último, se analizarán medidas concretas destinadas a evitar el uso militar de la infraestructura educativa. 

Un elemento fundamental de la Declaración sobre Escuelas Seguras es el compromiso de integrar las directrices para proteger las escuelas y las universidades del uso militar durante los conflictos armados en los marcos operativos y políticos nacionales pertinentes. 

Según el informe de la GCPEA, Education under Attack 2018en al menos 28 países de todo el mundo, entre los años 2013 y 2017, las fuerzas y los grupos armados utilizaron escuelas y universidades con ines militaresprivando a los estudiantes de su derecho a la educación y poniendo en riesgo la seguridad de los alumnos, los docentes y el personal educativo. 

Fuente; https://ei-ie.org/spa/detail/16239/la-rep%C3%BAblica-de-moldavia-respalda-la-declaraci%C3%B3n-sobre-escuelas-seguras

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Música para evitar la exclusión de los niños romaníes de Moldavia

Europa/Moldavia/07 Febrero 2019/Fuente: El país

La música nunca ha sido una de mis habilidades. A nuestros aliados de la Joven Orquesta Nacional de Moldavia, con una amplia formación musical, les llevó un tiempo convencerme a mí, una analfabeta musical, de que cantar en un coro podría tener numerosos beneficios para niños que, demasiadas veces, se enfrentan a la discriminación, como los de la comunidad romaní.

Sabía que en el pasado había músicos romaníes conocidos como lăutari. Sin embargo, aunque estábamos sopesando la posibilidad de iniciar un proyecto de inclusión a través de la música, todavía tenía la impresión de que la práctica musical, especialmente la clásica, era una especie de privilegio; de que el arte es para expertos y personas con estudios superiores. Conocía a muchos jóvenes músicos con talento, que formaban parte de un grupo pequeño y selecto de personas con instrucción musical, la mayoría de ellas gracias a costosas clases privadas y propietarias de un instrumento profesional.

Una familia típica romaní de un pequeño pueblo moldavo no tendría los recursos necesarios para formar parte de ese mundo. De hecho, los romaníes son uno de los grupos minoritarios más desfavorecidos de Europa y Asia Central; también en Moldavia. La mitad de los niños romaníes en Moldavia no está en la escuela primaria ni secundaria, y solo uno de cada cinco va a la infantil. A menudo, estos niños entran tarde en el sistema educativo y lo abandonan antes debido al estigma, la discriminación y la pobreza. El matrimonio infantil y las tasas de abandono escolar están estrechamente relacionados, sobre todo en el caso de las niñas.

Take Zinaida Maristan vive en el pueblo de Ciocâlteni, en el distrito de Orhei, y tiene cuatro hijos. Ella no tuvo la oportunidad de desarrollar una carrera musical, pese a su talento natural. En la comunidad romaní en la que creció, las niñas raramente perseguían el sueño de la educación. Zinaida, como muchas mujeres romaníes en Moldavia, se casó joven. Muchas familias ven en el matrimonio una manera de proteger a las niñas y lo perciben como una tradición valorada. En realidad, estas bodas aumentan las desigualdades para las niñas y limitan sus oportunidades.

No para la hija de Zinaida, Elizaveta, que hace seis meses se incorporó al proyecto de inclusión musical de Unicef Moldavia. Su voz nunca se había escuchado más allá de su pequeña comunidad. Ahora Elizaveta es vocalista del coro La La Play, y ya ha experimentado cómo el poder de la música puede mejorar las vidas de los jóvenes. Me contó que se había sentido valorada y que ahora tiene un nuevo grupo de amigos que proceden de diferentes partes del país.

Lo que más me gusta de mi trabajo es dar oportunidades a niños y jóvenes como Elizaveta. El mundo está cambiando y nuestro trabajo contribuye a ese cambio. En Moldavia la música clásica era un privilegio para las élites, pero hoy está al alcance de los niños más vulnerables del país.

Son pequeños pasos que marcan la diferencia para los niños y jóvenes a los que es más difícil llegar. En un coro, todos los cantantes se funden en una sola voz. La música es inclusiva, representa el modelo de sociedad que queremos.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/02/01/planeta_futuro/1549023860_937714.html

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Feminismos Europeos 1700-1950 «Una historia política»

por OFFEN,KAREN

ISBN: 9788446032694
Editorial: AKAL
Fecha de la edición: mayo 2015
Encuadernación: 00
Nº Páginas: 560
Colección: FUniversitaria
En esta ambiciosa obra, rescata Karen Offen la historia de las luchas que libraron las mujeres europeas (y también los hombres) en contra de la dominación masculina. A lo largo de un recorrido de 250 años -desde la Ilustración hasta la era atómica-, la autora se marca diversos objetivos. Para lectores menos especializados y para aquellos que estén interesados ante todo en la crónica histórica, ofrece un estudio comparativo de gran aliento sobre los desarrollos feministas en las distintas sociedades europeas, así como una relectura de la historia europea desde una perspectiva feminista. En otro nivel, al ofrecer un análisis histórico amplio y preciso, el libro pretende desenmarañar algunas percepciones erróneas y arrojar luz sobre algunos confusos debates contemporáneos sobre la Ilustración, la razón, la naturaleza, la igualdad frente a la diferencia, y lo público frente a lo privado. La autora plantea que los feminismos históricos tienen mucho más que ofrecernos que meras paradojas lógicas y contradicciones, que tienen mucho más que ver con la política sexual que con la filosofía. Las victorias feministas no están relacionadas, en sentido estricto, con esgrimir las razones correctas, ni el género es tan solo «una categoría útil de análisis»; la diferencia sexual se encuentra en el corazón mismo del pensamiento y la política humana.

Fuente:

http://www.libreriaalberti.com/libros/feminismos-europeos-1700-1950-una-historia-politica/9788446032694/

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Joint programming in European science and technology policy

voxeu.org/08 de julio de 2016/Por: Paul Hünermund, Georg Licht

Resumen: Los países europeos están coordinando cada vez más sus políticas nacionales de investigación y desarrollo. Sin embargo, los programas supranacionales I + D conllevan problemas desde un punto de vista de la gobernabilidad. En esta columna se discute el problema de las subvenciones cruzadas entre los países participantes. iniciativas de programación conjunta europeos generalmente están diseñados para evitar la transferencia de pagos internacionales. La evidencia empírica sugiere que ello viene a costa de una menor eficiencia. Sin embargo, el 87% del gasto público en investigación y desarrollo (I + D) en 2014 todavía se mantuvo en el level.1 nacional Este paisaje fragmentado de la I interno y los sistemas de apoyo D complica la orientación internacional de ciencia y conduce a una duplicación de los esfuerzos de investigación dentro de la UE. El aumento del número de iniciativas de programación conjunta, por tanto, es una prioridad política clave para la Comisión Europea (OCDE 2012). La puesta en común de las contribuciones nacionales a un programa europeo con un presupuesto común (el llamado «real bote común ‘) plantea problemas desde el punto de vista de gobierno. En particular, las tasas de éxito podrían ser geográficamente desequilibrada si subvenciones concedidas a determinados países no corresponden a la cuota de contribución del país. Este debate sobre las transferencias netas entre los participantes se conoce como justa compensación en los círculos políticos. Además, las autoridades podrían estar tentados a reducir la financiación nacional y libre de paseo en las contribuciones de los países socios. Con el tiempo, crear y distribuir un presupuesto único a nivel supranacional podría requerir cambios en las condiciones marco legales para los países participantes de la OCDE (2012). Para evitar estos problemas, el 80% de las iniciativas de programación conjunta europeos están organizadas como ‘ollas comunes virtuales «(VCP) (Moretti y Villanova 2012). Un VCP emula un verdadero fondo común (RCP) en la medida en la calidad de los proyectos que soliciten subvenciones se evalúa de forma centralizada por una sola autoridad pública, que es responsable de todos los países participantes. Cada país se compromete a respetar el ranking de evaluación de la agencia central, pero sólo paga los fondos a sus propios candidatos nacionales. En consecuencia, la preocupación por el parasitismo y justo retorno se mitigan y hay menos necesidad de armonizar los marcos legales. Sin embargo, un VCP hace que el proceso de asignación de las subvenciones de I + D más complicado. Las propuestas de proyectos son generalmente presentadas por consorcios internacionales como las iniciativas de programación conjunta destinadas a promover la cooperación entre países de I + D. Por lo tanto, las limitaciones presupuestarias tienen que ser holgura en todos los países involucrados. Para ilustrar el funcionamiento de un VCP, supongamos que hay cuatro países que participan en un programa conjunto – A, B, C y D. Cada país aporta un presupuesto para financiar exactamente dos subvenciones. En consecuencia, hay un presupuesto total de exactamente ocho becas. Además, supongamos que hay propuestas de proyectos por seis consorcios internacionales y cada socio del proyecto requiere de una subvención para llevar a cabo el proyecto. Todas las propuestas de proyectos se evalúan según un ranking de calidad central, que puede ser como sigue:

Tabla 1 . El funcionamiento de un fondo común virtual de

Un consorcio formado por dos socios del país B y uno del país A ha presentado su propuesta mejor evaluada. Otro consorcio de países B y C presenta el segundo mejor proyecto, y así sucesivamente. En un fondo común, se concederían las tres aplicaciones de más alto rango, después de lo cual se agotaría el presupuesto común de ocho. En una olla común virtual, por el contrario, las limitaciones presupuestarias nacionales individuales deben ser respetados. La primera propuesta recibe fondos como antes. Entonces, sin embargo, el país B utiliza su presupuesto de dos y el segundo clasificado proyecto renuncia a la financiación. Para la tercera propuesta, los solicitantes de diferentes países, allí de nuevo están disponibles los recursos suficientes. También el quinto clasificado propuesta reúne los requisitos para la financiación en un VCP en este ejemplo.

La Tabla 1 ilustra tres cosas. En primer lugar, en un fondo común, ningún socio de un país D recibe una subvención. En su lugar, todo el presupuesto D’s se paga a los socios del fondo de otros países. El fondo común virtual se supone que previene precisamente esta situación. En segundo lugar, el PCV deja huecos de proyectos no financiados que de otro modo se otorgan en un PCR.En tercer lugar, y lo más importante, el rango promedio de calidad de los proyectos financiados es inferior en un VCP. Por lo tanto, si el impacto de las subvenciones se incrementa con la calidad del proyecto, se financian proyectos menos eficientes. Esto lleva a un compromiso entre el equilibrio geográfico de un VCP está diseñado para inducir y una asignación eficiente del presupuesto del programa.

En un artículo reciente, Hünermund y Czarnitzki (2016) estimar el efecto de Eurostars, un programa conjunto de 33 países (incluidos los cinco países no pertenecientes a la UE) destinados a I + D rendimiento de las pequeñas y medianas empresas, en el crecimiento firme y la creación de empleo. El programa contó con un presupuesto total de 472 millones € entre 2008 y 2013, de los cuales el 25% fue co-financiado por la Comisión Europea (Makarow et al. 2014). Una ventaja práctica del hecho de que no todos los proyectos de alto rango quedan formalizadas en VCP es que facilita la identificación de los efectos causales. Mientras que los mejores proyectos siempre son financiados en un PCR, un VCP permite a los investigadores comparar las empresas financiadas con sus vecinos directos en el ranking de evaluación. Para ponerlo en términos econométricos, la variación exógena en la disponibilidad presupuestaria, generada por el PCV, sirve como un instrumento para la recepción de subvenciones de las empresas. Hünermund y Czarnitzki utilizan este y muestran que el impacto de las subvenciones de I + D en la creación de empleo es de hecho una función creciente de la calidad del proyecto (véase la Figura 1). Puesto que un VCP financia proyectos con una calidad media más baja es la relación estimada se traduce en un trabajo subvención inducida que es un 27% más costoso en comparación con un PCR.

Figura 1 . El crecimiento del empleo inducida por las subvenciones de I + D en el programa Eurostars dependiendo de la calidad del proyecto

Aunque un VCP tiene ventajas desde la perspectiva del gobierno, la evidencia empírica muestra que reduce la eficiencia de las políticas conjuntas de I + D. Los números exactos serán diferentes para otros programas, en función de la relación entre la calidad del proyecto y el impacto de políticas. Sin embargo, siempre habrá una pérdida de eficiencia siempre y cuando la relación no es completamente plana. Por consiguiente, un mejor equilibrio entre el equilibrio geográfico y la eficiencia podría ser una combinación de un PCR y un VCP. En un modo mixto de este tipo una parte del presupuesto total se utiliza para financiar los proyectos mejor clasificados, con independencia de su origen geográfico. La parte restante todavía puede ser asignado como VCP para lograr una tasa de concesión uniformemente distribuida. Hünermund y Czarnitzki simular un modo mixto para el programa Eurostars y ha constatado que la contribución de la Comisión Europea del 25% había sido asignado como un verdadero fondo común, una gran parte de los costes adicionales debido a la VCP se habría evitado.

Noticia Original:

The pooling of national contributions to a European programme with a common budget (a so-called ‘real common pot’) poses problems from a governance standpoint. In particular, success rates might be geographically unbalanced if grants paid out to certain countries do not correspond to the country’s contributing share. This debate about net transfers between participants is known as ‘juste retour’ in policy circles. In addition, policymakers might be enticed to lower national funding and to free-ride on partner country’s contributions. Eventually, creating and distributing a single budget at the supra-national level might require changes in the legal framework conditions for participating countries (OECD 2012).

The virtual common pot

To avoid these problems, 80% of European joint programming initiatives are organised as ‘virtual common pots’ (VCPs) (Moretti and Villanova 2012). A VCP emulates a real common pot (RCP) insofar as the quality of projects applying for grants is evaluated centrally by a single public authority, which is responsible for all participating countries. Each country is committed to respect the evaluation ranking of the central agency, but only pays funds to their own national applicants. Consequently, concerns about free-riding and juste retour are mitigated and there is less need to harmonise legal frameworks. However, a VCP makes the allocation process of R&D grants more complicated. Project proposals are usually submitted by international consortia as joint programming initiatives aimed at promoting cross-national R&D cooperation. Thus, budget constraints need to be slack in all countries involved.

To illustrate the working of a VCP, suppose there are four countries participating in a joint programme – A, B, C, and D. Each country contributes a budget to fund exactly two grants. Consequently, there is a total budget of exactly eight grants. Further, suppose that there are project proposals by six international consortia and each project partner requires one grant to conduct the project. All project proposals get evaluated according to a central quality ranking, which may look as follows:

Table 1. The working of a virtual common pot

A consortium formed by two partners from country B and one from country A submitted the best evaluated proposal. Another consortium from countries B and C presented the second-best project, and so forth. In a real common pot, the three highest-ranked applications would be granted, after which the common budget of eight would be exhausted. In a virtual common pot, by contrast, the individual national budget constraints need to be respected. The first proposal receives funding as before. Then, however, country B used up its budget of two and the second-ranked project forgoes funding. For the third proposal, by applicants from different countries, there are again sufficient resources available. Also the fifth-ranked proposal qualifies for funding in a VCP in this example.

Table 1 illustrates three things. First, in a real common pot, no partner from country D receives a grant. Instead, D’s entire budget is paid out to fund partners from other countries. The virtual common pot is supposed to prevent exactly this situation. Second, the VCP leaves gaps of non-funded projects that otherwise would be granted in an RCP. Third, and most importantly, the average quality rank of funded projects is lower in a VCP. Thus, if the impact of grants increases with project quality, less efficient projects are funded. This leads to a trade-off between the geographical balance a VCP is designed to induce and an efficient allocation of the programme’s budget.

The Eurostars Joint Programme

In a recent paper, Hünermund and Czarnitzki (2016) estimate the effect of Eurostars, a joint programme of 33 countries (including five non-EU countries) targeted at R&D-performing small and medium-sized enterprises, on firm growth and job creation. The programme had a total budget of €472 million between 2008 and 2013, of which 25% was co-funded by the European Commission (Makarow et al. 2014).

A practical advantage of the fact that not all high-ranked projects get granted in a VCP is that it facilitates the identification of causal effects. Whereas the best projects always get funded in an RCP, a VCP allows researchers to compare funded firms with their direct neighbours in the evaluation ranking. To put it in econometric terms, the exogenous variation in budget availability, generated by the VCP, serves as an instrument for firms’ subsidy receipt. Hünermund and Czarnitzki use this and show that the impact of R&D grants on job creation is indeed an increasing function of project quality (see Figure 1). Since a VCP funds projects with a lower average quality the estimated relationship translates into one grant-induced job that is 27% more costly compared to an RCP.

Figure 1. Job growth induced by R&D grants in the Eurostars programme depending on project quality

Although a VCP has advantages from a governance perspective, empirical evidence shows that it reduces the efficiency of joint R&D policies. Exact numbers will differ for other programmes, depending on the link between project quality and policy impact. However, there will always be an efficiency loss as long as the relationship is not completely flat. A better trade-off between geographical balance and efficiency might therefore be a combination of an RCP and a VCP. In such a mixed mode a share of the total budget is used to fund the best-ranked projects, irrespective of their geographical origin. The remaining share can still be allocated as a VCP to achieve an evenly distributed granting rate. Hünermund and Czarnitzki simulate a mixed mode for the Eurostars programme and find that if the European Commission’s contribution of 25% had been allocated as a real common pot, a large fraction of the additional costs due to the VCP would have been avoided.

References

European Commission (2008), “Towards joint programming in research: Working together to tackle common challenges more effectively”, Communication from the Commission to the European Parliament, the Council, the European Economic and Social Committee and the Committee of the Regions, 11935/08, COM (2008) 468

Hünermund, P, and D Czarnitzki (2016), “Estimating the Local Average Treatment Effect of R&D Subsidies in a Pan-European Program”, ZEW Discussion Paper No. 16-039

Makarow, M, G Licht, I Caetano, D Czarnitzki, and S Elçi (2014), “Final Evaluation of the Eurostars Joint Programme”, Ref. Ares (2014) 3906990

Moretti, P F, and L M Villanova (2012), “Coordinating European national research programmes: the process towards Joint Programming Initiatives”, Consiglio Nazionale delle Ricerche, DTA 10-2012

OECD (2012), “Meeting Global Challenges through Better Governance: International Co-operation in Science, Technology and Innovation”, OECD Publishing

Tomado de: http://voxeu.org/article/joint-programming-european-science-and-technology-policy

Imagen: https://www.google.com/search?q=Joint+programming+in+European+science+and+technology+policy&espv=2&biw=1366&bih=667&site=webhp&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjb28nP_-PNAhXDez4KHdbUAJMQ_AUIBygC#tbm=isch&q=european+continent&imgrc=YNC7jRaz20gXpM%3A

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Europa facilita a los investigadores no comunitarios crear empresas

El Economista/20 de mayo de 2016

Noelia García | 19/05/2016 – 17:07

Una nueva directiva simplifica y actualiza los trámites burocráticos para la estancia de postdoctorales, estudiantes, voluntarios y ‘au pairs’ de fuera de la UE, con el objetivo de atraer talento, retenerlo y potenciar su desarrollo

Las nuevas reglas de entrada a la Unión Europea harán que las universidades europeas atraigan más estudiantes e investigadores de otros países no comunitarios. Se espera que con la fusión de las dos directivas existentes (una de estudiantes y otra de investigadores, Directivas 2004/114/CE y 2005/71/CE) en unas normas burocráticas más simples ayuden a atraer a más inmigrantes cualificados a la UE. Las nuevas normas también mejoran las condiciones de los voluntarios, alumnos y au pairs.

Este tipo de iniciativas han sido necesarias para el conjunto del continente, puesto que conseguir que la enseñanza superior europea sea atractiva y competitiva era uno de los objetivos de la Declaración de Bolonia, aprobada en junio de 1999.

Asimismo, los estudiantes e investigadores pueden permanecer en Europa al menos nueve meses después de terminar sus estudios o investigaciones con el fin de buscar un empleo o crear una empresa, la cual debe establecer entre sus objetivos beneficiar a la UE dentro de su marco sectorial. Los Estados expedirán, previa solicitud del investigador o estudiante, un permiso de residencia a favor del nacional de un país tercero para que desarrolle su actividad empresarial.
15 horas de trabajo

Los estudiantes de terceros países tendrán derecho a trabajar al menos 15 horas semanales al margen del tiempo de estudio, con el fin de permitirles cubrir parte del coste de los estudios. Es decir, el tiempo mínimo que a los estudiantes se les permite trabajar ha aumentado de 10 a 15 horas semanales.

En el futuro, estos profesionales de terceros países no tendrán que presentar una nueva solicitud de visa, tan sólo notificar al Estado miembro al que se están moviendo, por ejemplo, para hacer un intercambio de un semestre. Antes, los estudiantes necesitaban una solicitud completa.

Los investigadores también podrán moverse durante períodos más largos que los que hasta ahora se han permitido. Además, los miembros de la familia de los investigadores estarán autorizados a acompañarlos, y también disfrutarán del derecho de movilidad mejorado dentro de la UE.

Antes de la revisión de la Directiva, la entrada en la UE de los miembros de la familia era totalmente discrecional y no tenían absolutamente ningún derecho en cuanto a movilidad ni derechos para acceder al mercado laboral.

La categoría de alumnos y voluntarios del Servicio Voluntario Europeo se añaden a la norma como categoría obligatoria y, por su parte, los au paires como una categoría opcional. Debe tenerse en cuenta que es la primera vez que se recibe protección para au paires a través de una norma de la UE.

Directiva muy respaldada

La Directiva, que ha sido respaldada por 578 votos a favor, 79 en contra y 21 abstenciones, entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial Europeo. Los Estados miembros tendrán entonces dos años para transponer sus disposiciones en su legislación nacional.

Estas mejoras, que se han unificado para todos los colectivos, significan «que las universidades europeas serán capaces de fortalecer su competitividad en el ámbito mundial y ser más atractivas», indica la europarlamentaria Cecilia Wikström, quien defendió la nueva directiva ante el Parlamento europeo. «Más estudiantes extranjeros e intercambios internacionales impulsarían el crecimiento económico, promoverían la innovación, crearían más puestos de trabajo a largo plazo y harían que nuestros Estados miembros fueran más competitivos», añadió la parlamentaria.

Cabe destacar que la UE invierte menos en I+D que EEUU y Japón, dos grandes potencias caracterizadas por sus ilustres investigadores. Esto ha provocado que muchos de los mejores no se queden en el Viejo Continente para desarrollar sus innovaciones. Además, los expertos coinciden en que la imposición de la burocracia dificulta la recepción de mentes creativas y productivas que sólo quieren hacer su contribución a nuestras sociedades. Por tanto, la aplicación de la Directiva no favorecerá la fuga de cerebros de los países emergentes o en desarrollo. En colaboración con los países de origen y a fin de establecer una política global de inmigración, se adoptarán medidas destinadas a facilitar la reintegración de los investigadores en sus países de origen.

A su vez, es importante recordar que la creación de un mercado de trabajo abierto para los investigadores de la Unión Europea y de países terceros se consideró también uno de los objetivos prioritarios del Espacio Europeo de Investigación, espacio unificado en el que circulan libremente investigadores, conocimientos científicos y tecnología.

Dado que los esfuerzos que se han de realizar para alcanzar el objetivo de invertir el 3 por ciento del PIB en investigación afectan en gran medida al sector privado, «debe estimularse en este sector, cuando proceda, la contratación de más investigadores en los próximos años», indica el nuevo texto normativo aprobado este mes.

Fuente: http://ecoaula.eleconomista.es/universidades/noticias/7576382/05/16/Europa-facilita-a-los-investigadores-no-comunitarios-crear-empresas-.html

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