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Conocimiento rentable

Por: El País

La rentabilidad de la educación, entendiendo el término rentabilidad en su sentido más amplio, tiene aproximaciones que se entrecruzan y se oponen entre sí. La rentabilidad máxima y prioritaria de la educación está en que forma (o debe formar) personas con capacidad crítica, dispuestas a tener un criterio propio y preparadas para defenderlo. Desde esta aproximación, las enseñanzas en filosofía, historia, matemáticas y literatura son imprescindibles. Para la producción nacional, la educación es esencial porque contribuye a mejorar (en connivencia con el aparato productivo) el valor añadido y, a la postre, la riqueza del Estado. Cada euro invertido en educación puede transformarse en excedente y en PIB. Para el empresario, la educación debería mejorar los procesos de producción y para el asalariado tendría que elevar su situación económica y social. Pero todo lo anterior, que es cierto en mundos ordenados según criterios de mérito y de valor añadido transparente, se desmorona bruscamente en universos económicos y sociales que cristalizan de forma diferente. Como el actual.

Hoy, la educación ya no es el factor decisivo en el ascenso social. Durante buena parte del siglo XX lo fue en Europa. Las familias con rentas más bajas centraban sus esfuerzos, a veces sobrehumanos, en la educación de uno de sus hijos, con el objetivo manifiesto de que, Universidad mediante, llegara a brillar en profesiones de gran prestigio comunitario: médicos, arquitectos, ingenieros… Hoy la escala del ascenso mediante la educación ha sido total o parcialmente retirada. Los más escépticos suponen que la acumulación de riqueza y de posición se puede conseguir, incluso a pesar de un eventual analfabetismo, a través de la especulación financiera o el acceso a las ramas más pragmáticas de la política. No es necesario dar nombres. La formación educativa desemboca fatalmente (en especial desde 2007) en el paro, en el subempleo o en la emigración. Las consecuencias son devastadoras. En primer lugar, porque inhiben el interés en la formación superior; y después porque se destruye la esperanza en la equiparación. Cuando se disparan las lamentaciones sobre el aumento de la desigualdad se suele olvidar que uno de los factores de inequidad social es precisamente el bloqueo de la educación superior como factor de aumento de rentas y de posición.

El pronóstico sobre la educación es grave, aunque reversible. El crecimiento potencial es heterogéneo

—muchas regiones del planeta todavía tienen una gran capacidad de crecimiento, porque desgraciadamente están atrasadas en la alfabetización— y el negocio adyacente a la educación (sobre todo el que se refiere a la digitalización) también tiene capacidad de progresión. Sin embargo, el problema de fondo que tiene que resolver el sistema educativo (un servicio público, un bien esencial del Estado conectado a un mercado laboral) es el de mantener la identidad prioritaria (formar personas con capacidad crítica y de relación social) al mismo tiempo que recupera el impulso de promoción laboral.

En el caso de España, es difícil (quizá imposible, visto desde la perspectiva de hoy) instar ese debate, llegar a un diagnóstico y favorecer un acuerdo político que mantenga las políticas educativas necesarias para afrontar los próximos 25 años. Y es difícil porque los agentes políticos implicados no son capaces de abandonar las posiciones maniqueas (formación humanista-formación tecnológica), o la pelea en las cumbres del pensamiento entre humanismo y pragmatismo educativo. No es por ahí. En términos puestos a ras de tierra, resulta que existen sociedades avanzadas donde las presidencias de los consejos de administración están ocupadas por ingenieros o personas cuyo acceso al mercado de trabajo vino a través de la formación profesional. Y esas personas son capaces de identificar la batalla de Hastings o tener una posición sobre el debate entre Schmitt y Kelsen en torno a los guardianes de la Constitución.

Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2017/02/10/actualidad/1486746007_563467.html

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«Muchos todavía asocian la educación superior con campus extensos y varios escritorios»

Por: Margherita Cordano
Educación
El Mercurio

Hace 20 años, la institución donde trabaja se transformó en el primer establecimiento estadounidense que permitió obtener un título en línea. La tarea actual, asegura, es que quienes se inscriben en un curso web efectivamente lo terminen

Tina Jones es una paciente inquieta: cuando el estetoscopio está en su pecho o se hace necesario conectarla a una vía, la joven de 29 años suele quejarse de incomodidad. A pesar de sus alegatos, las enfermeras destacan que es buena conversadora, algo que no parece casualidad si se considera que Jones es una paciente virtual programada para responder 50 mil preguntas relacionadas con su historial médico y sus antecedentes familiares.

«La escuela de Enfermería usa el avatar para ayudar a sus alumnos a mejorar a distancia sus habilidades clínicas. El paciente virtual responde como cualquier persona con una personalidad fuerte y un historial clínico complicado, por lo que ofrece una oportunidad única para que los estudiantes practiquen sus habilidades diagnósticas e interpersonales, realizando evaluaciones clínicas de alto riesgo más de una vez si es necesario», explica Susan Aldridge.

Aumentar la calidad

La académica -socióloga, psicóloga y doctora en administración pública- es la persona a cargo de la plataforma web de la Universidad de Drexel, que en 1996 se transformó en el primer establecimiento estadounidense en ofrecer la obtención de un título profesional en línea, y que actualmente entrega más de 140 certificados (que pueden conducir o no a un grado) a estudiantes de todo el mundo. Su versión web hoy cuenta con 7 mil inscritos, quienes reciben clases mediante videos previamente grabados o sesiones que de vez en cuando se realizan en vivo.

Los cursos que incluyen el uso de realidad virtual o simulaciones como la de Tina Jones son parte de las novedades que se han ido introduciendo con el objetivo de poner fin a uno de los principales problemas de las clases en línea: muchas personas que se entusiasman en las primeras sesiones, pero pocas que efectivamente mantienen esa motivación y las terminan.

«Aunque en un principio los llamados MOOCs (sigla en inglés para cursos masivos y abiertos en línea) que ofrecían plataformas como Coursera y Udacity no fueron particularmente atractivos ni gratificantes para la mayoría de los inscritos, en el último par de años se han tomado medidas para mejorar su calidad. Así por ejemplo, se están utilizando tecnologías interactivas para hacer un curso más interesante y significativo. También se ha visto un cambio en cómo las universidades proporcionan por lo menos algún tipo de crédito reconocible; una insignia o certificado. Eso es un movimiento que definitivamente ha ayudado con la retención», explica Aldridge, cuando se le pregunta sobre un informe de Bloomberg dado a conocer en 2014, que planteaba que más del 90% de los alumnos inscritos en los cursos gratuitos que la Universidad de Harvard y el MIT ofrecen vía web, nunca los terminaban.

Aislados

De visita en Chile para participar en el Summit Internacional de Educación que la Universidad Católica realizó hace unas semanas, Aldridge también habló sobre otra de las polémicas que se asocian a la educación en línea y que refiere a la idea de la poca interacción con otras personas que tendrían quienes estudian frente a una pantalla.

«Como muchas personas todavía asocian la educación superior con campus extensos y varios escritorios, la idea de obtener un grado en línea puede ser un poco intimidante, incluso para aquellos que abrazan con entusiasmo el poder de la tecnología en todos los aspectos de su vida. Así que para ayudar a nuestros alumnos en línea a entender que trabajar a su ritmo no necesariamente implica ser anónimo o estar aislado, tratamos de proporcionar muchas oportunidades para que se conecten con sus compañeros de clases, personas que en su mayoría son adultos que están trabajando y que cuentan con grandes consejos para compartir», dice.

Como ejemplo menciona la apertura de foros de discusión, la incorporación de trabajos que se deben resolver entre dos o más personas -los que generalmente termina conectado a los compañeros a través de plataformas como Skype- o los grupos en redes sociales destinados a que personas en un mismo curso conversen entre ellas. La Universidad Católica (que desde 2016 cuenta con una dirección bautizada como UC online ) cuenta, por ejemplo, con una red social propia, donde todos los alumnos de su programa MBA tienen un perfil y desde donde se conectan automáticamente con todos sus compañeros de generación.

Fuente:http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=335058

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La comarca arrima el hombro por la educación en África

España / www.lne.es / 15 de Febrero de 2017

Los grupos locales de Manos Unidas trabajarán este año para construir ocho aulas en un centro en Sierra Leona

El Occidente puede presumir de ser «muy solidario y generoso» con aquellos que más lo necesitan. Lo afirman las responsables de la organización Manos Unidas, que ahora lanzan la campaña para el año 2017. En esta ocasión, el objetivo es mejorar la calidad educativa y aumentar las medidas de seguridad frente al ébola en Sierra Leona, mediante la construcción de nuevas aulas en un instituto de Secundaria. La actuación supone una inversión de 126.274 euros, que se irán recaudando a través de las diferentes actividades previstas por los grupos adscritos a los arciprestazgos del Eo, El Acebo y Villaoril.

El proyecto se localiza en uno de los barrios de la ciudad de Bo, en Sierra Leona. Su población es de 1,8 millones de personas, dedicadas en su mayoría a la agricultura de subsistencia y al comercio al por menor. Se trata de aumentar la capacidad de la escuela «Queen of the Rosary» para la educación de las mujeres y su emancipación social. Cuenta en la actualidad con 1.500 alumnas, con edades comprendidas entre los 10 y los 15 años.

En este centro, la gran demanda hace que la ratio de alumnos por clase sea de unos 100, un aspecto que no beneficia el aprendizaje. Además, el ébola no se ha controlado por completo, y se hacen más necesarias que nunca las medidas preventivas, como evitar en lo posible el contacto físico.

El proyecto de Manos Unidas consiste en construir y equipar ocho nuevas aulas, siendo los beneficiarios directos los alumnos y profesores que ocuparán esas aulas, unas 560 personas. En el proyecto se explica que los propios beneficiarios colaborarán activamente en el proceso, acarreando agua para la construcción y aportando piedras y otros materiales para los cimientos. El personal administrativo de la escuela colaborará con los gastos imprevistos, y realizando el transporte del mobiliario.

«Estamos hablando de una necesidad básica, como es la educación. Es algo que aquí damos por supuesto, pero que en lugares como en Sierra Leona tiene muchísimas carencias», explica María Luisa Villanueva, coordinadora del grupo de trabajo de Navia. Villanueva hace hincapié en la «gran necesidad» que existe en estos países en vías de desarrollo, y en la transparencia de la que hace gala Manos Unidas. «Cada euro llega a su destino», subraya. En Navia ya han comenzado con las actividades, como la campaña del hambre, para lograr el objetivo marcado.

En Luarca, la primera gran actuación será durante la Semana Santa, con la venta de farolillos durante las multitudinarias procesiones. «Somos un equipo coordinado en el Occidente, pero cada grupo trabaja de forma autónoma y realiza sus propias actividades, cada cual en su medida, para llegar a esta cifra a lo largo de todo el año», apunta por su parte la responsable valdesana Marilis González. «El Occidente de Asturias es una zona muy generosa e implicada», apostilla Victorina García, del grupo de Puerto de Vega.

Si todo sale bien, en un año se podría recibir una carta de agradecimiento como la remitida desde Malawi. Allí, y con financiación aportada por Manos Unidas de la comarca en 2016, se están construyendo veinte pozos de agua, que darán de beber a miles de personas en una de las zonas más deprimidas del mundo.

Fuente: http://www.lne.es/occidente/2017/02/13/comarca-arrima-hombro-educacion-africa/2056871.html

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¿Filosoqué?

Por: Pablo Bujalance.

Los profesores de Filosofía de los institutos de la provincia mantuvieron ayer una reunión en la Universidad en la que se les informó del procedimiento a seguir en la próxima Selectividad, o lo que sea, o como se llame. Y, bueno, la cosa no difiere mucho de lo que ya dictaminó el Gobierno: únicamente optarán a examinarse de Filosofía los estudiantes que aspiren a subir nota.

Como materias obligatorias quedan, entre otras, Lengua Española e Historia de España, lo que, y que Dios me perdone, no deja de resonar a valores del Movimiento. Pero hay un detalle que me resulta altamente significativo: para los (a todas luces pocos) exámenes de Filosofía que se celebren en Selectividad, Reválida, PAU, Sacramento de la Confirmación o como quieran llamarlo, queda exenta la filosofía contemporánea. Es decir, nada de Marx ni de Nietzsche. Ni nada posterior a Santo Tomás, por si las moscas. Su poquito de Platón, su poquito de Aristóteles y va que chuta. Es curioso, pero leí hace poco un artículo sobre las susceptibilidades que despierta todavía el estudio de la filosofía marxista en no pocas universidades estadounidenses, dada la alegría con la que se confunde este estudio con la divulgación del comunismo.

Pues bien, los temerosos guardianes del conservadurismo académico yanqui son unos pardillos al lado de nuestros próceres educativos. Resulta rematadamente difícil justificar semejante disparate con una excusa distinta del control ideológico.

La filosofía, y muy especialmente la de Marx, Nietzsche, Foucault, Sloterdijk (ya puestos) y demás indeseables, contribuye a hacer de las personas ciudadanos críticos. Es una invitación continua a zafarse de la caverna platónica, de lo asentado y establecido, y mirar qué hay al otro lado. Y, claro, a los que echan la culpa al viento de que los días de más frío coincidan con los máximos del precio de la electricidad les puede gustar cualquier cosa menos un ciudadano crítico.

Los que cantaban felices la derogación de la ley mordaza no se dan cuenta de que la normativa sigue vigente y enterita con efectos proactivos; al cabo, resulta mucho más rentable y eficaz negar el alimento al espíritu cuando se está a tiempo que liarse a cerrar bocas cuando ya es demasiado tarde.

El mayor problema, sin embargo, no es tanto que quien pueda ahorrarse agentes díscolos de antemano lo lleve a cabo, sino que quien teóricamente no debería permitirlo haga la vista gorda, mire para otro lado o incluso dé por buena la medida. El criterio competitivo y economicista en la educación no proviene únicamente de Ciudadanos ni del credo neoliberal: su éxito procede del hecho de que la mayor parte de la sociedad española, empezando por no pocos profesores y continuando con una amplia gama de la izquierda, se ha tragado el sapo de que los jóvenes tienen que estudiar cosas útiles, que les sirvan para prosperar en un medio agresivo y para devorar al adversario. Que hay que darle a Europa y a PISA lo que piden, y sin rechistar. Entonces, bueno, lo de la Filosofía puede considerarse un precio menor a pagar. Qué le vamos a hacer. Luego, cuando ves a los adalides de la tecnocracia horrorizados por la reproducción de clichés machistas, violentos, catetos, racistas, patrióticos y deshumanizados en las aulas, casi entran ganas de reír. ¿No queríais peones? Pues aquí los tenéis.

Fuente: http://www.malagahoy.es/opinion/articulos/Filosoque_0_1108089685.html

Imagen: https://yt3.ggpht.com/–y3DecVqQ-M/AAAAAAAAAAI/AAAAAAAAAAA/T2UMCdPJk4A/s900-c-k-no-mo-rj-c0xffffff/photo.jpg

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España: » Los libros nos protegen de lo que pasa ahi afuera»

Europa/España/14.02.2017/Autor: María Jesús Espinosa De Los Monteros/Fuente:http://insurgenciamagisterial.com/

Lola Larumbe, propietaria de la librería Rafael Alberti de Madrid, recomienda libros como un doctor receta medicamentos.

Si existiera una escuela para aprender a ser librero, Lola Larumbe debería ser su jefa de estudios. En ella se concentran todas aquellas virtudes que un buen librero debe conservar: disposición, amabilidad, conocimiento, sentido crítico, paciencia, inteligencia. Lola recomienda libros como el doctor receta medicamentos, con la exacta convicción de que lo que proponen a sus pacientes-clientes-lectores tiene la extraordinaria cualidad de salvar y animar vidas.

Leí a Lola antes de conocerla. Ella escribió el hermoso prólogo del libro Mujeres y libros, de Stefan Bollmann. Allí Lola, recordando la España franquista, incidía en la necesidad de que las mujeres leyeran libros como herramienta para conquistar la independencia. Después de conocerla, entendí que ninguna otra persona hubiera sido mejor para introducir ese impecable ensayo. Lola ha dicho en alguna ocasión que el oficio de librero es hermoso si tú lo haces hermoso. Ella no ha dejado de intentarlo desde que llegó a principios de los años 80, en un convulso y revolucionario Madrid.

Cinco años antes Enrique Lagunero había abierto esta librería en pleno barrio universitario. “Nosotros somos ahora la segunda generación. La librería se llama Rafael Alberti para homenajear al gran poeta que estaba en el exilio y del que Lagunero era muy amigo, pero también a toda una generación esencial en nuestro país”, explica la librera, que también recuerda los años furibundos en los que grupos de extrema derecha campaban a sus anchas por todo Madrid atentando contra periódicos, librerías o revistas. “Cuando heredamos la librería, intentamos mantener el espíritu abierto y de talante progresista que todavía conserva”, relata Lola.

Interior de la librería Rafael Alberti de Madrid.
Interior de la librería Rafael Alberti de Madrid.
 En su librería uno viene a comprar libros, por supuesto, pero sobre todo, viene a refugiarse; cuando has tenido un mal día, cuando el mundo no te gusta, cuando las cosas fallan… la librería Alberti deja que te quedes allí, sin ser molestado, mientras observas cómo van recibiendo a un tipo insólito de ser humano: aquel que “está dispuesto a compartir la lectura y el placer la amistad”.

Cada sábado realizan actividades infantiles para ir propagando este placer —el de la lectura y el de la amistad— a los más pequeños. Sin embargo, hay una actividad que brilla especialmente en este refugio: “Desde el año 2002 hasta ahora, y con la ayuda de la editorial Pre-Textos y del Colegio Mayor Chaminade, desarrollamos un programa que se llama Encuentros en Alberti, en el que intentamos poner en contacto a autores con sus lectores”, explica Larumbe. Comenzaron escribiendo y enviando cartas a los escritores que más les conmovían —los poetas Muñoz Rojas y Joan Margarit, entre otros— y les invitaban a acudir al encuentro. Lola tiene grabado a fuego el primero de ellos: “Fue con Bernardo Atxaga. El almacén era un galpón lleno de libros y de cajas. Hicimos un gran esfuerzo para ordenarlo y limpiarlo. Alquilamos las sillas de un sitio de bodas cercano y las trajimos todas en mi coche”, comenta entre risas.

Es difícil imaginar ahora, en una época en la que las promociones de libros proliferan durante todo el año, la titánica labor de esta mujer, esforzándose por concitar a un grupo de 60 o 70 personas para escuchar a autores que venían de cualquier parte del país. Y pese a esta dificultad, en el año 2005, la librería se llevó el premio que concedía el Ministerio de Cultura y que valoraba su fantástico e ingente trabajo.

Fachada de la librería Rafael Alberti.
Fachada de la librería Rafael Alberti.
 Pese a que el barrio no conserva muchas de las cualidades que sí tenía en su origen (“Era un barrio con muchos bares y cuando los alumnos salían de la universidad venían aquí”), y ahora ha sido sustituido por otros como Lavapiés, Chueca o Malasaña que han sido “higienizados, modernizados y gentrificados”, a la librera le gusta este aroma de los años 70 que se respira en este “barrio transversal que no está de moda pero que tiene una caída hermosa hacia el Parque del Oeste y desde el que se puede ver una preciosa puesta de sol”.

Unos días antes de la última Navidad, la librería sufrió un accidente a causa de una negligencia que rompió las cañerías e hizo desplomarse el techo: “Hubo bastante destrozo material y destrozo anímico también, porque a veces te fallan las fuerzas. Si no vendes libros dices ‘pues tengo que mejorar’, pero si es una negligencia de alguien, pues te vienes abajo”. Sin embargo, la librería, gracias a la gran red de amigos que ha ido fabricando, mimando y cuidando en este tiempo, consiguió un enorme apoyo y una solidaridad inaudita: “Tanto apoyo nos dio muchas ganas de mejorar, de dejar el espacio más bonito y con nuevas ganas de recibir a gente”, concluye Larumbe.

La librera cree tanto en sus amigos-clientes-lectores como en los libros que dispensa con fervor: “Los libros nos protegen de lo que pasa ahí fuera, de todas esas cosas que no siempre son tan bonitas como querríamos. El libro te aguarda, te recoge, es un sitio para estar”. Aunque sospecho, antes de despedirme, que para Lola los libros son nada más —y nada menos— que la más hermosa de las excusas para iniciar nuevas amistades. La nuestra, por supuesto, acaba de comenzar.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/los-libros-nos-protegen-de-lo-que-pasa-ahi-fuera/

Imagen: http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2017/02/elpais11.jpg

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El debate equivocado

Por: Felix Ruiz Cardador.

El debate educativo camina cada vez más claramente por la senda de lo inútil, dirigido hacia un choque de trenes entre un presunto modelo público y un presunto modelo concertado o semiprivado como si ambos no fuesen parte de un mismo modelo educativo común. Esto es así porque cuando hay recortes todo el mundo busca enemigos facilones, y en parte también porque la Junta se ha vuelto muy hábil en eso de buscar subterfugios cuando llega el informe Pisa y le saca las vergüenzas. Así que en la Consejería de Educación supongo que estarán felices al comprobar que lo que se debate es si la concertada debe crecer o disminuir, pues con esa filfa se evita el debate que habría de ser obligado: el de la ineficacia educativa del PSOE en una Andalucía donde, tras casi 40 años de gobierno autonómico monocolor, no se han alcanzado ni de lejos los resultados que podían esperarse. Los responsables de lo educativo, tan dados ellos a los actos con cadenetas y guitarritas por la mañana y al tijeretazo siniestro por la tarde, deberían centrarse de hecho en una gran pregunta que nunca responden y que incluso niegan mientras los demás nos miramos abochornados. ¿Y qué pregunta es?

Pues muy sencilla: ¿por qué la mayoría de los centros que acumulan exceso de demanda en estos años de baja natalidad son concertados, y no me refiero sólo a religiosos? ¿Será sólo por los idearios de cada centro o porque esos colegios son edificios vivos con comunidades ilusionadas durante todo el día y todo el año, mientras que muchos centros públicos quedan muertos como cualquier animalote burocrático cuando suena el timbre y cada mochuelito sale volando hacia su olivar? Luchar por la mejora de lo público requiere, en fin, de más esfuerzos e ideas de los que ofrece la Junta, que en esto hace tiempo que se maneja de forma mecánica y sin ilusión.

Pero lo fácil es esto: quedarse en el frentismo artificial que no beneficia a nadie y que sólo aplaza la verdadera necesidad de apostar por la escuela pública allí donde flaquea con más recursos, un mayor compromiso, más respeto hacia el profesorado y otro espíritu mucho más intenso y ambicioso. El debate equivocado, que es el que vivimos, nos conduce hacia un problema infinito. La pugna artificiosa a una fragmentación social que sólo beneficia a los sectarios y que no tiene justificación.

Fuente: http://www.eldiadecordoba.es/opinion/articulos/debate-equivocado_0_1107789784.html

Imagen: https://lajovencuba.files.wordpress.com/2016/09/debate.jpg?w=350&h=200&crop=1

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Consensuar la planificación escolar.

Es bueno aprender del pasado y no subordinar nunca más las necesidades educativas a la especulación inmobiliaria que acaba en segregación urbana.

Por: Xavier Martinez Celorrio.

Por primera vez, los municipios catalanes y la Generalitat van a acordar los criterios de planificación escolar para los próximos años. Es una buena noticia que pone fin a un estilo opaco e improvisado de planificación educativa al que se nos había acostumbrado. La participación de los municipios es fundamental para equilibrar los criterios y reconocer mejor las necesidades, superando el anterior modelo centralista con que la Generalitat decidía y anunciaba la supresión de centros y aulas.

El anuncio de esos cierres se hacía coincidiendo con el periodo de prematriculación y siempre en detrimento de la escuela pública, dado que no afectaba a la oferta de la escuela concertada que siempre se concreta en septiembre, tal y como establece la legislación española. Así, ciertas escuelas quedaban señaladas con el estigma de que iban a ser cerradas y las familias ya no las escogían.

GESTIÓN ABIERTA

Al fin, el Departament de Ensenyament acepta una gobernanza más abierta y participada de la planificación escolar, con un modelo de corresponsabilidad que incluye a los municipios y, tras ellos, las demandas de la ciudadanía más activa con las asociaciones de madres y padres al frente. Este cambio de gobernanza va a tener que gestionar, desde el consenso, el aumento demográfico en 40.000 plazas escolares más en la ESO hasta el curso 2020-21. Supone todo un desafío que hay que regular de forma eficiente y equitativa para no reproducir los efectos perversos del pasado. Aún estamos lejos de una verdadera planificación pública que integre a la concertada y que reduzca los efectos de segregación y dualidad que van contra la educación pública. La concertada puede aumentar aulas mientras se cierran y masifican aulas públicas. Todo un despropósito para la equidad escolar.

CODICIA INMOBILIARIA

Pero la planificación escolar va más allá de las decisiones de política educativa. En ella intervienen otros actores como los agentes inmobiliarios y la planificación urbanística que, en el pasado, no han estado a la altura. En los años de crecimiento económico hasta el 2008, la planificación urbanística apenas tuvo en cuenta la necesidad de nuevos equipamientos escolares. La prioridad era construir y obtener el máximo rendimiento ocupando todo el territorio y sin previsión de futuro ni construcción de nuevas escuelas en los nuevos barrios residenciales. Se antepuso la codicia inmobiliaria de constructores y ayuntamientos en detrimento de una planificación equitativa del espacio público.

Ahora, apenas hay suelo y espacio para construir nuevas escuelas, aunque el sistema necesita 40.000 plazas más. La solución será, de nuevo, recurrir a los barracones. Como es una medida impopular, se requiere un nuevo consenso y una gobernanza más participada en la planificación. Es bueno aprender del pasado y no subordinar nunca más las necesidades educativas a la especulación inmobiliaria que acaba en segregación urbana y privatización del espacio público. También es necesario acabar con los privilegios de la red concertada y responsabilizarla de su función social para que deje de segregar y excluir incumpliendo la normativa.

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/consensuar-planificacion-escolar-articulo-martinez-celorrio-5796983

Imagen: http://estaticos.elperiodico.com/resources/jpg/1/0/los-barracones-del-institut-viladomat-1450125520201.jpg

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