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(VIDEO) El video de Joan Manuel Serrat que conmueve en las redes sociales

 Europa/España/Septiembre 2016/Video Musical/http://www.aporrea.org/

https://youtu.be/PMdjF3DSEnY

El cantautor catalán realizó un video para concientizar al pueblo europeo sobre las catástrofes humanitarias que suceden en el Mar Mediterráneo a consecuencia de las migraciones de refugiados por la guerra y el hambre.

Fuente:

http://www.aporrea.org/ddhh/n296930.html

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/vgJavEPfnHvZMntB1qTM9ky0Iff7ybHw-y1CdFLiDvZzymZWhwRpVwpZm9BuxsxYn3Y5Vg=s126

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La ética dialógica de Apel Otto Karl

Europa /Alemania/ Septiembre 2016/ Karl Otto Apel/ http://www.karl-otto-apel.de/

Se debemos reconocer en Apel la influencia de los análisis que sobre el lenguaje hiciera Wittgenstein. Para este pensador en el lenguaje cotidiano las palabras adquieren significado por su uso en un contexto dado. La corrección de una expresión lingüística depende de la comunidad lingüística en la que se profiera. Los que él llama “juegos del lenguaje” tienen un control de parte de esta comunidad que determina las reglas de esos juegos.

El lenguaje exige sus propias reglas en una comunidad de interlocutores, esto es lo que Apel ha llamado el a priori de la comunidad ilimitada de comunicación. La comunidad ideal presupone reglas a priori de orden trascendental, las reglas son trascendentales porque son aceptadas desde siempre (a priori) por los hablantes. Esta comunidad es ideal pues no la afectan las circunstancias socio-históricas o económicas. La comunidad ideal de lenguaje regula la comunicación y los acuerdos, todo tipo de argumentación es una apelación a esa comunidad ideal de comunicación. De esta manera Apel destaca los aspectos normativos y universalistas de la hermenéutica mientras que pensadores como Gadamer, Vattimo o Rorty han destacado los aspectos que hacen a la eliminación de todo lo que actúe como fundamentación, resaltando los que hacen a todo relativismo cultural.

Sin embargo se presentan algunas objeciones al concepto de comunidad ideal de comunicación. Según Medardo Plasencia (1995) deberíamos preguntarnos si la comunidad ideal de comunicación es una o son varias. El planteo puede resumirse así: si la comunidad surge de la intersubjetividad, de las relaciones de los sujetos concretos en un espacio y tiempo determinados ¿por qué deberíamos aceptar una comunidad ideal de comunicación válida para todas las culturas? ¿por qué no es posible, en todo caso, pensar en una diversidad de comunidades ideales de comunicación?

Estas preguntas nos llevan a considerar el difícil problema de juzgar una comunidad desde válidas para cada comunidad real respectiva se complica la posibilidad del diálogo. La comprensión de los valores de una comunidad real puede verse dificultada si se intenta desde “la” comunidad ideal considerada como única. Es por eso que el carácter ideal de la comunicación puede no implicar el de su universalidad.

En el mismo tono de la crítica moderna hacia su época precedente se ha desarrollado el pensamiento postitivista de progreso, el cual supone sociedades más desarrolladas que otras. Pero es obvio que este tipo de análisis exige un criterio, un parámetro que surge asimismo desde una comunidad de significaciones que valora tal parámetro de modo diferente a las sociedades consideradas menos avanzadas. En los tiempos que corren esto se hace patente al necesitar el capitalimso planetario incorporar al sistema a sociedades alejadas de sus pautas y criterios valorativos. En términos comunicativos podríamos hablar de imposición de significaciones, lo cual, evidentemente anularía los propósitos mismos de la comunicación entendida como participación dialógica en y por el lenguaje.

Este es el riesgo en Apel al establecer una comunidad ideal de comunicación única de carácter universal. Pero quizás sea excesivamente condenatoria la opinión de Samuel Arriarán (1995) al acusar a Apel, igual que a Habermas, de etnocentrismo enmascarado tras la noción de universalismo.

En defensa de la propuesta de Apel pensemos lo siguiente, si el lenguaje se edifica sobre significaciones y éstas son el producto de la intersubjetividad concreta y particular de una comunidad real ¿cómo podemos dialogar, es decir, compartir significaciones, con otras comunidades de lenguaje a menos que admitamos una comunidad ideal? Sin el supuesto de una comunidad ideal de lenguaje no habría posibilidad de comprender más significaciones que las propias. Por supuesto que no se trata de una puja en la que debe haber vencedores sino, en todo caso, de crear nuevas significaciones a partir de ese encuentro. La noción misma de argumentación, como forma especial de la comunicación, no tendría sentido si no hubiese la presunción de que el oyente entiende el argumento, por lo tanto, ambos se ubican más allá de lo fáctico discursivo, el diálogo los eleva a un plano ideal de comunicación donde puede producirse la comprensión.

Con todo, debemos volver a examinar, más adelante y con más detenimiento, la crítica al supuesto etnocentrismo de Apel al considerar su concepción de una superación de las éticas tradicionales.

La propuesta de Apel es llegar a establecer normas, criterios de juicio y, por ende, de acción desde una hermenéutica de la experiencia comunicativa, por eso el habla del concepto hermenéutico-trascendental del lenguaje. Esta perspectiva abre las posibilidades de una comunicación democrática que provea de acuerdos racionales no dependientes del poder o de intereses económicos.

Pero uno de los problemas que debe enfrentar su pensamiento es que intenta rescatar para la filosofía en general y para la ética en particular el carácter apriorístico, no empírico de sus afirmaciones en tiempos en que reina la necesidad de eliminar todo fundamento no sólo ontológico sino también de tipo trascendental tal como es la intención del propio Habermas. Este mismo autor ha criticado que Apel haya por un lado abandonado la filosofía de la conciencia pero no la aspiración a una fundamentación trascendental última de su pragmática. Parece necesario que la pragmática debe elaborarse desde las exigencias empíricas de las ciencias sociales. Sin embargo, Apel contestaría con el concepto de a priori situacional de Heidegger, es decir, toda situación tiene su a priori y, con ello, su aspecto universal, es la condición normativa de la argumentación.

Tanto Apel como Habermas coinciden en aceptar ciertos presupuestos de toda argumentación (inteligibilidad, verdad, veracidad y rectitud, a los que Apel agrega por su cuenta la pretensión de llegar a un acuerdo o pretensión de voluntad). Para Apel estas son condiciones trascendentales de validez para el pensar y para argumentar mientras que para Habermas deben ser probadas en forma empírica. Pero las cuatro pretensiones de validez aceptadas por Habermas también han de ser aplicadas a toda investigación empírica con lo que resulta que estas condiciones deben ser probadas (puesto que pueden ser falibles) por un método que las presupone probadas.

Lo que Apel no puede aceptar es una especie de invasión de las ciencias empíricas con su metodología sobre la filosofía. En cambio, defiende el método trascendental para la filosofía sin que esto implique volver a la metafísica, antes bien, prefiere hablar de una filosofía trascendental postmetafísica. Su problema es rescatar el carácter apriorístico (método trascendental) en tiempos de eliminación de todo fundamento (ontológico y trascendental). El nuevo sujeto trascendental es la comunidad ideal de comunicación.

Las pretensiones de validez son un resguardo para el relativismo extremo que impide toda comunicación. Si bien Apel postula un trascendentalismo fuerte de tipo Kantiano y Habermas postula un trascendentalismo débil, ambos aceptan la necesidad de supuestos de validez que otorgen un marco de racionalidad al debate.

La ética dialógica

 


En su teoría, Apel intenta superar el solipsismo del sujeto moderno y la filosofía de la conciencia. Esa visión eliminó la presencia de la comunidad en el sujeto e hizo derivar de su soliloquio la verdad, el sentido, el valor y las normas de toda acción.

Frente a lo anterior Apel propone un giro pragmático y hermenéutico. De esta manera pretende que la ciencia sea ubicada en medio de una comunidad de interpretación. En otras palabras, la ciencia no es el saber del sujeto sino acuerdo intersubjetivo no sólo entre científicos sino con toda la comunidad. El conocimiento entendido como relación sujeto-objeto supone la previa relación entre sujetos (en este caso de la ciencia). No hay conocimiento sin comunidad de intérpretes. La ciencia es el resultado de acuerdos intersubjetivos. De lo anterior se desprende que la comprensión no es un método válido solamente para las ciencias del espíritu como lo planteaba Dilthey, las ciencias naturales también interpretan en la medida que son el producto de acuerdos intersubjetivos que dan validez al conocimiento objetivo. La necesidad de validar los acuerdos intersubjetivos de la comunidad científica habla nuevamente de establecer límites para la libre interpretación de los hechos. Por lo tanto, la ciencia objetiva no monopoliza la racionalidad, se hace indispensable abrir el espectro de la racionalidad y considerar la razón hermenéutica.

La ética debe seguir un camino similar, es decir, el camino del acuerdo. Si el sujeto se constituye en la intersubjetividad, el otro me funda como sujeto. Esto significa que ese otro no me es completamente extraño como un opositor o un enemigo. Esta noción debe extenderse al cuerpo todo de una comunidad y una nación y de todos los hombres entre sí.

Pero por otra parte la ética se separa radicalmente de la ciencia en cuanto a que en la primera siempre debe haber normas éticas independientes de toda comprobación empírica.

Con la expresión pragmática trascendental del lenguaje Apel intenta reunir dos aspectos disociados en la filosofía de Kant: la teoría y la práctica. El subjetivismo de los modernos intentó ser superado por los mismos a través de una ética universal y racional. Pero la tajante separación entre una razón teórica y una razón práctica no colaboró con tal propósito.

La razón humana es dialógica, nace del encuentro intersubjetivo con el otro como sujeto al cual se presume en todo pensamiento, pues todo pensamiento es lenguaje y el lenguaje exige un interlocutor. Su ética discursiva intenta superar la reflexión abstracta alejada del mundo de la vida, más aún, la propone como un modo de solucionar los problemas actuales. Por eso su nivel de análisis no es sólo trascendental, como en Kant, sino pragmático, se trata también de volcar la mirada sobre lo contingente, esto agrega una responsabilidad histórica con la comunidad real y sus logros (especialmente los que permiten la producción de discursos argumentativos). Sin embargo, al hablar de una comunidad ideal de argumentación -supuesta en la práctica del diálogo por quienes lo practican- la concibe de tal forma que debe realizarse en la comunidad real.

La aceptación de una comunidad ideal de comunicación implica el reconocimiento de una ética que le es propia. Es decir, en el plano ideal todos los miembros de la comunidad tienen iguales derechos y responsabilidades. Esta concepción intenta ser superadora de una ética nacida del sujeto autónomo moderno, pues no se trata ya del yo pienso sino del yo argumento. Al argumentar el miembro de una comunidad real determinado y limitado por coordenadas históricas hace presente también a aquella comunidad ideal ilimitada. Toda argumentación tiene pretensiones de ser válida y pretende el derecho moral de proponerse como tal.

No es posible argumentar racionalmente sin la fundamentación del argumento en ciertas normas de carácter universal. Pero el discurso argumentativo debe sostenerse en el diálogo de manera tal que en la comunidad real es el consenso el que permitirá el establecimiento de las normas morales. Se trata de una verdadera ética de la corresponsabilidad en la que todos los miembros de la comunidad real deben participar.

Apel denuncia que lo que suele darse no es el consenso orientado por los principios éticos sino por las exigencias que imponen negociaciones, por cálculo de beneficios o riesgos. Este tipo de resultados consensuales violenta el sentido mismo de la ética del discurso. Por tal motivo Apel intenta llegar a un a priori irrebasable para acceder a un principio criterio lógico de la ética que permita alcanzar un fundamento de la misma.

La ética supone una pre-comprensión del mundo (en referencia a la comunidad real de comunicación) y la posibilidad de un acuerdo (en referencia a una comunidad ideal de comunicación). Debemos sumar a esto aquellos presupuestos éticos que surgen de las condiciones socio-históricas. Pero también debemos tener en cuenta que la comunidad ideal contrafáctamante anticipada aporta normas universales como la corresponsabilidad o la igualdad de derechos, la capacidad de consenso, que hacen a las condiciones ideales de comunicación.

La ley moral pasa a estar fundamentada así en la relación intersubjetiva como principio de una ética dialógica. La ética kantiana basada en un principio formal obviaba las condiciones situacionales. En cambio, la ética discursiva considera como tal los discursos reales y, con ello, quedan los intervinientes ligados obligatoriamente a la situación. Lo que estos discursos establecen puede ser revisado pero el procedimiento mismo mantiene su validez incondicional.

Todo lo anterior justifica la división que Apel realiza en su ética entre las partes A y B. En la primera trata de fundamentar un principio formal de procedimiento dirigido al establecimiento de normas universales a consensuar. En la segunda, trata de las cuestiones situacionales que hacen a una ética de la responsabilidad histórica.

El paradigma intersubjetivo de trascendentalidad no elimina la conciencia individual en la cual el individuo puede revisar el consenso alcanzado. Pero lo que no admite Apel es que el individuo tenga una vuelta obcecada a ese paradigma subjetivo de la conciencia desconociendo el consenso real. No existe pérdida de la autonomía porque ésta consiste en la posibilidad misma de otorgar consenso.

Apel distingue éticas tradicionales o convencionales de una ética planetaria. Las primeras responden al producto de la interacción dentro de pequeños grupos. El individuo responde en ellos convencionalmente a lo esperado por el grupo. Un momento sucesivo sería posconvencional en el que el individuo es capaz de alejarse de esas normas establecidas, tomar distancia y no actuar de modo ajustado a lo determinado. Debido a que la sociedad debería atravesar estos momentos esta posición ha sido criticada como etnocéntrica por Arriarán, como ya se ha indicado, puesto que para él implica una concepción jerárquica de sociedades inferiores y superiores. De esta manera Apel reproduciría un modelo evolutivo propio de la concepción moderna que tiene un modelo de racionalidad. En este sentido Arriarán se apoya en Charles Taylor (1989) para indicar que no existe un sujeto trascendental válido para todas las culturas. Taylor rechaza, por su parte, un solo modo de entender la racionalidad, una ética universal y un procedimiento aceptable para la obtención del consenso entre culturas.

De todos modos Apel defiende la teoría del consenso como una teoría de la verdad. No es que defienda la concepción realista de verdad, de ninguna manera, antes bien, resalta que los criterios de verdad que tenemos son débiles. Esto nos llevaría a enfrentar las diferentes verdades para lograr una especie de síntesis interpretativa de la verdad, procedimiento que no se realiza desde un sujeto aislado sino que requiere del consenso.

Objeciones


Uno de los puntos más criticados es la relación que Apel supone sin conflictos entre las partes A y B de la ética discursiva. Los consensos logrados son hechos históricos y como tales dependen de la tradición de la comunidad real. Este aspecto contingente parece resistir cualquier intento de una ética discursiva con aspiración universalista.

El problema del consenso es que no se tiene en cuenta la tradición. En la hermenéutica la tradición es rescatada como aquello que constituye mi forma de ser-en-el-mundo. En otras palabra, yo soy por mi tradición.

Al respecto ya Ricoeur en Etica y cultura  había señalado algunas observaciones que son dignas de destacar. Él remonta el tema a partir de los planteos de la Ilustración del siglo XVIII indicando que en ese caso la tradición era vista como opuesta a la razón. Esta antinomia debía resolverse en favor de la razón pues la tradición trababa su desarrollo. Frente a esto el Romanticismo produjo una inversión pues encontró mayor sentido en lo antiguo que en lo nuevo, se sobrevaloró la imaginación sobre la razón, el mito sobre el logos.

Hoy la oposición puede estar dada por la hermenéutica que intenta rescatar la tradición como conciencia histórica frente a la crítica de las ideologías que ven en la tradición la fuente de las distorsiones y alienaciones.

Para Ricoeur no es posible distanciarnos de la tradición en tanto que en medio de ella nacemos y nos conformamos, no podemos salir de la historia de la que somos parte, participamos de ella. Pero si podemos volvernos conscientes de este mismo fenómeno.

La pregunta es si el consenso puede respetar las tradiciones o no. Según Apel el acuerdo puede lograrse por pactos racionales. Se refiere a la razón ilustrada ¿cómo hacer intervenir a las tradiciones? La tradición es lo diverso ¿cómo lograr consenso sobre ese aspecto?

El pensamiento actual tiende a un nuevo espacio en el que se respete la tradición en lo que tiene de diversidad.

Las consecuencias pedagógicas


Los conceptos precedentes nos llevan al planteo pedagógico en términos científicos y éticos. Desde un concepto positivista la pedagogía como ciencia social debe ajustarse a los hechos pertenecientes al orden educativo. Esto nos lleva a considerar a la pedagogía como una ciencia empírico-nomológica, en su relación con la praxis quedaría limitada a una mera técnica del adiestramiento propio de una concepción conductista.

Como para Apel, lo mismo que para Habermas, las ciencias empíricas y la filosofía no tienen métodos antagónicos, es posible pensar en la pedagogía como ciencia sin la necesidad de colocarla en uno de esos dos ámbitos excluyendo al otro.

Podríamos relacionar lo anterior con el hecho que para Apel la pedagogía es un caso paradigmático de ciencia que está colocada entre la teoría y la praxis. Pero si la pedagogía sólo atendiera a la praxis quedaría reducida a una ciencia social empírico-analítica y circunscrita a ser una técnica utilizada para operar o más claramente como técnica de adiestramiento.

Por supuesto, que esta alternativa no debe extrañarnos si consideramos a la sociedad como un sistema de manipulación tecnocrática de la masa por un grupo. De esta manera quedarían por fuera del aspecto científico de la pedagogía todos los acuerdos fruto de la comunicación intersubjetiva entre los docentes involucrados en el proceso de la educación y entre el pedagogo (docente) y el educando.

Según Apel la pedagogía debe tener un carácter emancipatorio con relación a la manipulación social. De algún modo, la manipulación de parte de una pequeña élite es el producto de la falta de acuerdo social. Destaca como forma de manipulación concreta la que se da entre el docente y el alumno, acrecentada por la juventud del discípulo. De esta manera el alumno resulta ser objetivado con los criterios de las ciencias empírico-analíticas y sometido al producto más tecnológico de la pedagogía. Lo que está anulado en estos casos es el trato comunicativo con el alumno. Pero si bien en una primera instancia es inevitable la manipulación es necesario unir a ésta una comunicación provocadora que lleve al fin al sujeto de la educación a una toma de conciencia de lo que Apel llama los motivos no transparentes del proceso, por este camino, entiende él, que se llega a una discusión intersubjetiva, este es el fin que persigue la pedagogía emancipatoria.

El planteo pedagógico de Apel intenta complementar tanto el aspecto tecnológico y manipulador con el interés cognoscitivo y emancipatorio de la teoría crítica.

De todas maneras la emancipación que busca la pedagogía debe estar complementada con la emancipación de toda la sociedad la cual es objeto de manipulación por otras vías. Sin embargo, observa Apel que para lograr una emancipación de toda la sociedad debe producirse este proceso a nivel de los individuos. La pedagogía contribuye así con la emancipación de la sociedad y puede ser considerada como una ciencia social crítica.

La educación como hecho dialógico exige una ética de la intersubjetividad presente en quienes dialogan y argumentan. Las pretensiones de validez comunicativa (inteligibilidad, verdad, veracidad y rectitud) deben estar cumplidas. En este sentido la educación es un modo de realizar en el concreto histórico la comunidad ilimitada de comunicación.

Finalmente digamos que para Apel la cooperación entre la ética discursiva y la genética estructural de Piaget (en la determinación de etapas de desarrollo moral) puede surgir una fundamentación para la pedagogía.

Desde este punto de vista el sujeto no es un sujeto aislado cerrado en sí mismo que piensa desde sus categorías la realidad. Por ser un sujeto de lenguaje es un sujeto que se instaura como tal por la comunicación. La intersubjetividad es el territorio propio del sujeto, por lo tanto, se convierte en sujeto en relación a otro sujeto. No se trata de la relación clásica entre sujeto y objeto, pues esta relación sólo cobra sentido en referencia a otro sujeto. La necesidad de objetivar ya nos está señalando la presencia del otro por la cual es necesario nombrar las cosas. Siguiendo esta línea nos encontramos con que una comunidad de comunicación es educativa “porque forma y desarrolla al sujeto mediante la intersubjetividad”.  Esto significa que la educación no se limita a un proceso de incorporación de carácter puramente lógico o gramatical, en la intersubjetividad se aprende todo lo que es humanamente significativo. La vida excede el marco de una racionalidad lógico-formal,en la comunidad el sujeto aprende sus valores, creencias y todo lo que conforma la dimensión normativa y ética.

Por supuesto que la educación basada únicamente en una racionalidad lógico-formal se ajusta mejor a los tiempos en los que rige una sociedad técnico-industrial. Ésta última requiere de la precisión y por tal motivo todo lo que puede tener varias significaciones es rechazado. En una mentalidad calculadora todo lo que es creativo y susceptible de interpretación es contraindicado pues el peligro mayor es el error. De este modo gran parte de lo que es el desarrollo humano en cuanto tal es expulsado.

Cierre y apertura


Toda conclusión supone la posibilidad de responder ciertos interrogantes, de volver sobre los objetivos propuestos y de abrir nuevos interrogantes.

La propuesta Apeliana resulta atractiva en varios sentidos. En primer lugar, es una salida racional y práctica para la resolución de problemas éticos, evitando el peligro de la manipulación.

Por otro lado, es imposible desconocer la incidencia del giero lingüístico en el pensamiento contemporáneo, la propuesta de Apel retoma desde el diálogo y la argumentación este debate, al tiempo que busca cierto resguardo trascendental ante la consecuencia indeseable del relativismo.

En tercer lugar, en el plano epistemológico supone una posición intermedia entre el solipsismo moderno (innatista o empirista) y el relativismo culturalista extremo. Lo que permite considerar las peculiaridades de la comunidad dialógica real conciliándolas con principios universalistas necesarios para toda consideración ética. La consideración de un a priori no innatista, a diferencia del Chomskiano, supone la posibilidad de una superación del dualismo innatismo versus culturalismo. La dicotomía gnoseológica sujeto objeto se reestructura desde la tríada S- S- O , haciéndose constitutiva la intersubjetividad.

La ética dialógica es propuesta por algunos autores (Candela 1999) como método de trabajo aúlico, creo que en este sentido sería necesario un análisis exhaustivo a fin de no caer en un aplicacionismo.

Resulta imprescindible para la educación universitaria y particularmente para nuestra facultad de Psicología, evaluar qué tipo de aprendizajes éticos realizan los futuros psicólogos.

Es nuestro desafío sostener en el ámbito educativo un espacio para el pensar reflexivo y creativo. En este sentido, ¿es posible plantear una educación democrática y solidaria sin considerar en su fundamento y en su praxis la necesidad de un diálogo abierto a la diversidad?

Bibliografía:
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APEL,K. El concepto hermenéutico trascendental del lenguaje en La transformación de la filosofía, Taurús, Madrid, 1985
APEL,K. El a priori de la comunidad de comunicación y los fundamentos de la ética,  en La transformación de la filosofía, Taurús, Madrid, 1985.
APEL,K. ¿ Ciencia como emancipación?  en La transformación de la filosofía, Taurús, Madrid, 1985.
APEL,K. Teoría de la verdad y ética del discurso,  Paidós ,Barcelona, 1991.
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BORGES, Jorge Luis., Historia de la noche, Obra Poética, Emecé, Bs. As., 1999 .
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Fuente:

http://bitnavegante.blogspot.com/2015/01/la-etica-dialogica-de-apel-2.html

http://www.karl-otto-apel.de/

Fuente  imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/8V6SPFKd2MqkuraY9Jds8pMq7kfVTIQ9CXRD-0MfwRKL1YClnAGDTSP69bGxBN2Jab_PVA=s128

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Entrevista a Antonio Lucena

Europa/España/Septiembre 2016/Ecologistas en Acción/http://www.ecologistasenaccion.org/article30331.html

Por: Ecologistas en acción 

Antonio Lucena fue ingeniero de minas y ecologista durante casi 40 años. Lúcido y con buen humor, nos recibió en su casa de Madrid. Sentado en su mecedora no paraba de moverse, inquieto por los recuerdos. Ese día, la enfermedad no hizo mella en su memoria. El 28 de marzo, una semana después de esta entrevista, Antonio Lucena nos dejó a los 81 años de edad. Revolucionario, rebelde e irreverente. Antonio Lucena es una de esas personas que te hacen desear haber nacido en otra época para asistir junto a él a las primeras asambleas ecologistas o para estar a su lado en una acción no-violenta.

El activista nos regala uno de sus libros: La economía al alcance de los economistas. El libro del que más orgulloso se siente: “Yo no tengo ni idea de economía, pero la crítica se da mejor que el estudio”.

¿Por qué un ecologista se pone a criticar la economía?

Le hacemos esta primera pregunta y nos contesta que en realidad la economía es una ciencia inventada y aplicada a este mundo para hacer a los ricos cada vez más ricos y a los pobres, más miserables: “Esa es la misión fetén de la economía. Hace poco leí un artículo sobre la bajada del precio del petróleo que decía que esto beneficiaba a las clases medias. Y en el texto se decía, literalmente, que los combustibles fósiles tan solo tienen un inconveniente: el cambio climático. Y, oigan ustedes, la destrucción del clima no es cualquier cosa”.

Continúa contando una anécdota: “Hace ya muchos años, me invitaron a un simposio en el que habló un economista defendiendo que los índices económicos tienen que crecer para que la sociedad funcione. Ante esto, yo no me pude quedar callado y le contesté: “Creo que las crisis de este siglo las ha provocado la economía y no otra cosa”. Y él me contestó de muy mal modo… pero, vamos, a mí no me convenció”.

Irreverente desde adolescente, recuerda los encontronazos con su padre por desavenencias ideológicas. La austeridad como filosofía de vida chocaba con la herencia de su familia, una de las más adineradas de Canarias: “Yo he sido muy austero en mi vida y eso me ha permitido ser más rico en sentimientos. En parte, fue el ecologismo y su gente quienes me enseñaron a vivir mejor con menos. Aunque en número de hijos no he sido austero. Tengo cuatro”. Enumera con orgullo sus nombres, sus respectivas ocupaciones y las aventuras con sus nietos.

Antonio Lucena fue uno de quienes fundaron de Ecologistas en Acción [2] y desde entonces es todo un referente en el campo del ecologismo social. Con su talante y su actitud dialogante fue una de las personas decisivas en el ensamblaje del ecologismo conservacionista y el ecologismo político dentro de esta organización.

¿Cómo te metiste en el movimiento ecologista?

Se ríe a carcajadas y haciendo memoria nos remontamos a las elecciones del año 1977.

“Yo estaba en un partido de izquierdas y no conseguimos casi ni un voto, claro. Y yo pensé: “esto va muy mal, la militancia política no es suficiente”. Entonces, me metí en el movimiento ecologista. Mi primera intención fue empezar a militar en el movimiento feminista. Pero yo soy ingeniero de minas y sé distinguir un kilovatio de un kilovatio hora, y me pareció que con mis conocimientos podía ser más útil en el ecologismo.

Yo he sido un ecologista un tanto extraño porque nunca he sabido distinguir con fundamento una patata de un pino. Me dediqué en profundidad a la cuestión energética. Podría decirse que soy un ecologista político. Nosotros dividíamos el ecologismo: el conservacionista y el político. Pero ninguno es más importante que el otro y todos vamos a lo mismo: a que se conserven los pajaritos y que las personas vivan dignamente y bien”.

Seguimos hablando de ecologismo y el escritor aprecia cierta diferencia entre activistas de entonces y de ahora. “Los ecologistas se han culturizado”. Se ríe. “En tiempos atrás se oía cada burrada… ahora el ecologista tiene unos conocimientos rigurosísimos. En este momento da gusto asistir a cualquier reunión de Ecologistas en Acción por lo abiertas que son, por la facilidad para dialogar y por lo que se aprende. Es una gozada intelectual asistir y empaparse de gente que lo hace muy bien y que está muy bien preparada”. De hecho, Antonio Lucena ha contribuido al estudio de diversas cuestiones socioambientales con la publicación de varios libros, entre los que se encuentran Energías alternativas y tradicionales: sus problemas ambientales y Consumo responsable.

De repente, recuerda un debate dentro del movimiento ecologista acerca de la escasa participación de las mujeres en las asambleas: “Y es que, cuando una mujer habla, inevitablemente, mete la cuestión de feminismo, y los valores femeninos son muy necesarios en la política”. Inevitablemente, aparece en la conversación Lola, su mujer, la persona que más le ha enseñado sobre feminismo. Lola Ferrero, con una larga trayectoria en movimientos sociales, participa desde hace tiempo en Mujeres por la Paz. Antonio recuerda un momento vital en su vida:

“Ella llegó un día muy entusiasmada porque se había apuntado a un curso de no violencia y me insistió en asistir. Abriéndote el corazón: yo siempre he tenido una contradicción muy gorda. Yo siempre he sido revolucionario y siempre me ha molestado terriblemente la violencia”.

Se emociona, golpea el brazo de la mecedora, tose y con lágrimas en los ojos, continúa…

“Esta contradicción se manifiesta cuando tú quieres cambiar las cosas pero no puedes hacer uso del arma más evidente: la violencia. Utilizar la violencia va contra otros principios… y entonces, te deja en un punto en el que no hay nada por aquí y nada por allá, solo impotencia. La violencia te deja sin principios.

Yo viví muy mal esa contradicción y esta gente del movimiento no-violento de Madrid me explicó cómo salvarla. Éramos unas 40 personas muy amigas y ellas me enseñaron muchísimas cosas… y me salvaron la vida, literalmente”.

Bebe agua. Yo trago saliva. Nos concedemos una cómplice mirada y seguimos conversando.

Los ecologistas alertaban de esta crisis hace ya mucho tiempo, ¿qué ha fallado?

“Es cierto, nosotros predijimos esta crisis. Sabíamos que la burbuja inmobiliaria iba a estallar en algún momento, pero la prensa no se hizo voz de nuestros análisis. Hemos fallado en decírselo a la gente. Pero, sin duda, la gran culpa es de los periódicos que no tratan los temas importantes y vitales para la vida de las personas. El periodismo se ha convertido en un negocio. Ese es el problema. No poder contar la verdad de manera independiente. Todas las profesiones del mundo se pueden hacer bien, mal o regular. Y te puedes vender… o no”.

Terminamos hablando de política. Antonio lo tiene claro. “Dicen que la gente de Podemos no está preparada para gobernar… Bien. Supongamos que Pablo Iglesias hace una lista de ministros… esa la comparamos con la lista del Partido Popular. ¿Cuál sería peor? Yo apuesto que sería peor la del PP. ¡Vamos, apuesto toda mi confianza en ello! ¡Qué incapacidad más grande tiene la gente del PP para gobernar!”.

Hablamos de Marx y la propiedad privada: “El primer canalla fue aquel que valló un terreno y dijo: “todo esto es mío”. Y volvemos de nuevo a la economía. Pero esta vez, hablamos en positivo. Hablamos del emprendimiento social. Le cuento que la Economía Social y Solidaria en España es una realidad que cada vez emplea a más gente. Abre la boca sorprendido al saber que son cientos de cooperativas las que están funcionando con criterios sociales y ambientales.

Le regalo un billete de dos Boniatos de la I Feria de Economía Social y Solidaria de Madrid: “Veo que ya sois mayorcitos… con moneda propia y todo”. Nos echamos unas risas, él en su mecedora y yo en una cómoda silla. Es la primera vez que hablo cara a cara con Antonio Lucena y enseguida se ha creado un ambiente agradable y cálido.

Reflexiona: “Estamos consumiendo el mundo. Esta economía capitalista impone una medida negativa tras otra que solo sirven para destruir el planeta y las personas que vivimos en él. ¿Qué queremos que sea el mundo? ¿Qué debe ser? Yo solo sé que la solución no pasa por el consumismo, de ninguna manera”.

¿Cómo te gustaría que fuera el mundo?

“Un mundo mucho menos consumista, es decir, más austero en el consumo. Un mundo más colectivo, más cooperativo y más rico en valores”.

Su mujer Lola ha encontrado todos los libros que ha escrito Antonio. Los ponemos encima de la mesa: Los residuos sólidos, Transgenia y alimentación, El agua: un bien escaso. Llegan su hijo y su nieta. Lola me enseña el jardín trasero donde jugaba ella y ahora juegan sus nietos y cuenta con tristeza que hace poco talaron varios grandes árboles que eran como de la familia.

Nos despedimos con un abrazo. Antonio me dice: “Hoy he hecho algo que pensaba que no iba a ser capaz… no en estas condiciones… no tengo dolor, pero estoy molestísimo y me alegro de haber podido hacer frente a esta entrevista”

P.-S.

Fuente:

http://www.ecologistasenaccion.org/article30331.html

Fuente magen: 

https://lh3.googleusercontent.com/PiuBwBGESvEoieD29vg7Z2emua97s6400id1xmzeDdQMzf9jtE7nrgWV9w-UkFIg3rZW=s152

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“El nuevo escepticismo, o ‘escepticismo científico’, duda ante las afirmaciones pero se detiene en la roca dura de la evidencia científica.”

Por: Salvador López Arnal

Entrevista a: Angelo Fasce

Nos habíamos quedado en los negocios. ¿Negocio millonario? ¿Y qué empresas y empresarios están detrás de ese negocio?

El ejemplo paradigmático es Boiron, una multinacional de origen francés que es la que promueve y produce industrialmente homeopatía. Boiron se encarga de la difusión masiva e internacional de sus productos fraudulentos, y ha llegado a comprar cátedras universitarias. Como esta empresa hay otras, cada cual especializada en diversas pseudociencias. Cuando uno se mete dentro de ese negocio se da cuenta de que está todo muy bien organizado. Mucho más de lo que aparenta. No son pequeños iluminados que abren un centro, sino que se apoyan entre ellos y a veces funcionan casi como franquicias. Nunca verás a un acupuntor criticar a un quiropráctico o a un constelador familiar, porque están todos metidos en el mismo negocio.

Copio una parte de la información que me ha llegado de la organización del encuentro. El congreso “tiene un marcado carácter transversal, fomentando los intercambios entre diversos campos, como son la filosofía, la ciencia o el periodismo, e incorporando a editoriales y asociaciones de divulgación y pensamiento escéptico”. ¿Qué es eso del pensamiento escéptico? ¿Es lo mismo que el pensamiento crítico?

El pensamiento escéptico es como ha venido a denominarse al pensamiento crítico en los últimos años. No hay que confundirlo con el escepticismo clásico, que dudaba de todo de forma metódica y radical. El nuevo escepticismo, o ‘escepticismo científico’, duda ante las afirmaciones pero se detiene en la roca dura de la evidencia científica. La comunidad de pensadores escépticos está conformada tanto por científicos como por ciudadanos de a pie, y han desempeñado en estos años una labor realmente encomiable de feroz guerrilla contra la superchería y la pseudociencia. En nuestro país, al igual que en el resto de Europa, hay varias organizaciones muy grandes que se acercan a la gente por medios muy interesantes y cercanos (blogs, charlas en locales de ocio, centros de salud o colegios, iniciativas judiciales, etc.).

Es absolutamente imprescindible incorporarlos a un congreso como este y que la comunidad universitaria se vuelque con ellos, aprenda de su experiencia y ponga de relevancia su labor. Muchas veces son ellos los que tienen que enseñar al profesor o al catedrático cómo se han de hacer las cosas y cómo se llega a la gente, y el mundo académico puede enriquecer su labor a nivel técnico.

¿Existe en España filosofía interesada en la ciencia que tenga importancia y solidez?

Acabo de mencionar a los pensadores escépticos. Si se mira con detalle la labor que llevan a cabo uno se da cuenta de que son ellos los que están haciendo lo que la filosofía de la ciencia debería hacer. De hecho, ellos hacen lo que la filosofía de la ciencia hizo durante muchos años: mantener en vereda a la ciencia y luchar contra los fraudes pseudocientíficos. Eso hacían autores como Carnap, Popper, Lakatos, Grünbaum, Bunge y muchos otros. Pero, en algún momento entre el giro histórico, el estructuralismo, la hipertrofia en la atención a los modelos y al realismo, o planteamientos postmodernos como el programa fuerte de la sociología de la ciencia o algunos tipos de CTS, hemos perdido el norte respecto al problema de la pseudociencia, que es, al fin y al cabo, el problema de la naturaleza misma de la ciencia. Sin embargo, esta es nuestra responsabilidad social y no debemos perderla de vista nunca.

Dentro de la filosofía de la ciencia aún hay iniciativas muy interesantes. Ahí está la reciente compilación de Pigliucci y Boudry, el trabajo de autores vinculados al giro cognitivo como Thagard o Goldman; demarcacionistas actuales como Van Fraassen, Bunge, Ladyman o Hansson; o trabajos de relevancia filosófica e histórica como los de Braeckman o Nickles. La llama de este tipo de filosofía de la ciencia no se ha apagado, pese a las grandilocuencias de Laudan y de otros autores. Mantener la filosofía de la ciencia en las nubes de la completa abstracción y en el aislamiento respecto a la ciencia, donde está instalada hoy en día, sólo abocará a su paulatina desaparición como campo de estudio. Para bien o para mal, hay autores como Gordin, Sokal o el propio Dawkins que hacen filosofía de la ciencia más sólida y útil que la mayoría de filosofos de la ciencia profesionales.

Como cualquiera podrá apreciar, la gente a la que cito es toda del ámbito anglosajón, donde los grandes centros de investigación científica tienen departamentos de filosofía de la ciencia muy activos. La explicación es sencilla, y es que en el mundo hispanohablante la situación es desoladora. Hay pocos autores de relevancia en España e hispanoamérica realmente interesados por la ciencia y por hacer que la filosofía de la ciencia tenga utilidad real. La mayoría prefieren continuar aislados y enfrascados en los clásicos problemas y debates de salón. El problema, además, es estructural: los autores jóvenes interesados en este tipo de filosofía de la ciencia tienen la entrada a las facultades más complicada que aquellos que siguen en las nubes y en los círculos endogámicos de publicaciones. Sería interesante que este congreso sacara a relucir la potencia de esta forma de entender la filosofía de la ciencia, todos los puentes por construir y el ingente trabajo intelectual y social por hacer. En España también puede tener lugar. No hay nada especial en el mundo anglosajón, sólo las ganas de hacer las cosas.

Algunas preguntas sobre lo que acabas de apuntar. Hablabas del programa fuerte de la sociología de la ciencia. ¿Qué programa es ese? ¿Por qué es un programa postmoderno?

Me refiero a lo que ha venido a llamarse ‘Escuela de Edimburgo’, con el añadido de autores como Latour. El programa fuerte predica que para entender el contenido mismo de las teorías científicas, incluido su éxito y su aceptación social, lo primordial es el análisis sociológico. Se trata de una visión profundamente constructivista y relativista del conocimiento científico. Genética mendeliana y lysenkismo están al mismo nivel: una es una creación social de la Inglaterra victoriana y la otra un producto del régimen soviético. Nada más. Las evidencias, la capacidad explicativa o predictiva quedan totalmente de lado en su análisis, porque, se supone, son construidas por los científicos. Digo que se relaciona directamente con la postmodernidad porque está íntimamente relacionada con los principales lineamientos de este, por llamarlo de alguna manera, ‘movimiento’. Rorty, por ejemplo, es un autor muy influyente en ellos.

¿Qué es eso del CTS? ¿Ciencia, Tecnología, Sociedad? ¿Qué autores, que corrientes filosóficas están detrás de esas siglas?

Si, son los estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad. Estos estudios son muy interesantes cuando están bien hechos y no se extralimitan ideológicamente. Se trata de analizar los condicionantes y las implicaciones sociales y políticas en la tarea científica. El problema de la CTS es que se ha terminado convirtiendo en un coladero de posmodernidad, relativismo y sociologismo, que han acabado desvirtuando un campo de prometía ser más interesante de lo que es. Tengo la intuición de que todo comenzó a ir mal a raíz de la lectura radical de Kuhn y de la hipertrofia del alcance de su concepto de gestalt .

No es mi intención criticar toda la CTS, hay estudios muy serios y gente muy válida en el campo. Antes, durante los 70′ y 80′ era un campo muy interesante con aportaciones de relevancia respecto a las relaciones entre la ciencia, la sociedad y la política. Pero hoy en día la perspectiva del programa fuerte, la visión de la actividad científica de Woolgar o los desarrollos típicamente posmodernos de Latour han ido ganando terreno. En la CTS actual uno puede encontrarse una fervorosa actitud anticientífica, lo cual podría estar bien si dicha actitud estuviera bien fundamentada en lugar de emanar de posiciones puramente ideológicas.

Aparte del mundo anglosajón, ¿no habría que considerar otros mundos que también están en éste? Pienso, por ejemplo, en alguien tan francés, pero tan analítico y científico como Jacques Bouveresse. ¿No merece reconocimiento su obra al hablar de estos temas?

La obra de Bouveresse es muy interesante, pero está bastante aislado en Francia, donde es prácticamente una anomalía. Efectivamente, en todos los contextos podemos encontrar ese tipo de filósofo, ya sea en el alemán, el argentino, el italiano o el sueco. Pero me he referido al contexto anglosajón porque es el más floreciente y activo respecto a la filosofía de la ciencia demarcacionista y con estrechas relaciones con la práctica científica.

No he dicho que Bouveresse no merezca reconocimiento, y como él, muchos otros. Simplemente me he centrado en el espacio más potente.

En cuanto a España, ¿no eres un pelín injusto? Te cito algunos nombres: que me vienen a la mente en estos momentos Jesús Mosterín, Antoni Domènech, Andoni Ibarra, Gustau Muñoz, Luis Vega Reñón, Manuel García-Carpintero, por no hablar de la importante tradición epistemológica de tu propia Universidad, la de Valencia

No creo estar siendo especialmente injusto. Esos nombres que me has dado son de filósofos muy respetados, con aportaciones interesantes, pero casi todos nacidos entre los años 50′ y 60′. Hoy en día muchos de ellos ya superan los 70 años y su actividad es bastante baja. No ha habido un relevo generacional. Además, algunos de ellos son más bien filósofos analíticos, que no es lo mismo que ser filósofo de la ciencia. Sin querer dejar de lado las aportaciones de García-Carpintero o de Luis Vega (quien, por cierto, será uno de los ponentes del congreso), salvo Mosterín, ninguno de ellos está realmente vinculado con la práctica real de la ciencia. Muchos se centran en cuestiones generales de teoría de la argumentación, en problemas de salón como cierta filosofía de la mente, o en desarrollos de la metateoría estructuralista ya bastante dejados de lado.

Con esa filosofía de la ciencia es muy complicado establecer puentes y generar sinergias con la comunidad científica. Necesitamos a gente joven con planteamientos nuevos porque hay caminos que se han ido agotando en las últimas décadas. La filosofía general de la ciencia ha de comenzar a ser más empírica y práctica, y para hacer filosofía especial de la ciencia (de la psicología, de la biología, de la física), es necesario tener conocimientos sólidos de esos campos. El filósofo de la ciencia del siglo XXI tiene que salir de las facultades de filosofía y comenzar a visitar otras.

Ya lo hacen muchos según creo. Sobre los problemas de salón no digo nada. En cuanto al periodismo científico, ¿dónde practicarlo por ejemplo? ¿En diarios, en televisiones, en revistas?

Entiendo que te refieres a dónde debería tener lugar la divulgación de la ciencia.

Sí, sí, a eso me refiero.

Todos los formatos son buenos, pero cada cual tiene su propio lenguaje y hay que saber manejarlo. Una cosa importante de la divulgación es que no es un show. Muchas veces se entiende por divulgar hacer explotar cosas, líquidos cambiando de color y demás, como si fuera un show de magia. Eso está bien para los niños, pero la divulgación ha de ser mucho más. Se ha de poner de relevancia las implicaciones que tienen los descubrimientos científicos en la vida diaria de la gente, en las cosas que les afectan, incluidas cuestiones de índole filosófico como el sentido de la vida o en cosas serias como las enfermedades. La divulgación no tiene que ser, necesariamente, divertida. Lo que sí tiene que ser es entretenida y cercana.

Los periodistas científicos hacen una labor muy importante, pero en el caso español la cosa puede mejorar bastante. A veces los artículos de ciencia de los grandes diarios se basan en divulgar cosas peregrinas o pseudocientíficas que seleccionan según el interés del lector medio. Otras veces son bastante aburridos y se limitan a exponer una serie de datos y poco más. Hay que mejorar mucho eso, porque es un gran déficit social español. La mayoría de la gente saca los datos científicos que sabe de programas como Cuarto Milenio o de los experimentos de El Hormiguero, y eso, en una sociedad que aspira a lo que nosotros aspiramos, no puede ser.

¿Tienes en mente algún ejemplo de estos artículos que acabas de señalar? Por ejemplo, y en sentido contrario, no parece que Javier Sampedro sea un mal divulgador científico

Tengo muchos en mente. El tratamiento que se dio hace poco a toda la polémica de la carne roja fue en ocasiones bastante deficiente. También son típicos los titulares sensacionalistas como: ‘Stephen Hawking afirma que los agujeros negros no existen’ o ‘La cura para el cáncer ya está aquí’. Al final resulta que van a comentar una puntualización introducida por Hawking respecto a las características de los límites de los agujeros negros, o van a comentar un ensayo en modelos animales de un nuevo planteamiento terapéutico que aún está muy verde. Luego están los que no son capaces de reconocer ciencia y pseudociencia, que también abundan.

Javier Sampedro es un gran divulgador, ¿alguien ha dicho lo contrario?

Nadie, nadie, yo sólo recordaba su trabajo. Junto a la ponencias, me baso de nuevo en la información sobre el congreso, “a cargo de un panel de invitados de excepción, se presentarán varias asociaciones de divulgación y defensa de los derechos de los consumidores, se leerá un manifiesto contra las pseudoterapias, se realizará una exposición artística y habrá un mercado de libros de divulgación científica y pensamiento crítico”. ¿Qué invitados de excepción serán esos?

Estamos muy orgullosos del panel de ponentes que tenemos. Nos están todos los que podrían estar (el evento sólo dura dos días), pero creemos que la selección es más que interesante. Los ponentes serán Luis Alfonso Gámez, Ramón Nogueras, Luis Vega, J.M. Mulet, Fernando Cervera, Jesús Alcolea y Fernando Frías, a los que acompañarán para abrir y cerrar el acto Johan Braeckman (de la Universidad de Gante) y Sven Ove Hansson (del Real Instituto de Tecnología de Suecia), que son un auténtico lujo. Todos ellos son autores muy destacados en la divulgación y en el tema de la pseudociencia, y dan al evento una enorme diversidad de puntos de vista.

Habláis también de derechos de los consumidores. ¿Qué derechos son esos?

En el contexto sanitario, la gente tiene derecho a no ser engañada respecto a la efectividad de la terapia que va a recibir. Tiene derecho a recibir el mejor trato sanitario que sea posible y a ser defendida contra las pseudoterapias. También está el derecho de los alumnos a recibir una educación de calidad, que les permita sostener creencias funcionales basadas en la evidencia. Todo eso está en los códigos deontológicos de científicos y educadores. Está también en el código penal y hasta en la constitución.

Es sorprendente que se defiendan más los derechos de los compradores de productos de la teletienda o de agencias de viajes, que los de los usuarios de terapias o los de alumnos de colegios y universidades.

Pseudoterapias… ¿En qué estáis pensando?

Una pseudoterapia es todo acto médico que se dice terapéutico sin tener evidencia a su favor. El problema de la pseudoterapias es un auténtico escándalo. Los que las ofertan se aprovechan de una serie de vacíos legales y de la pasividad de las instituciones públicas que deberían velar por el tema. Hay muchos ejemplos de pseudoterapias, tanto en medicina como en psicología. Antes he dicho algunas, y para una lista más exhaustiva se puede consultar la web de la APETP (Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas). Una asociación que, por cierto, leerá un manifiesto contra las pseudoterapias durante el congreso.

Gracias, muchas gracias. Lo dejamos aquí si te parece.

Papeles de relaciones ecosociales y del cambio global Angelo Fasce fue el coordinador de la comisión de organización del congreso de Pensamiento crítico.

Fuente: Papeles de relaciones ecosociales y del cambio global, n.º 133, primavera de 2016, pp. 129-140

Link: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215282

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Jesús Salinas: EL rol docente en los escenarios futuros de aprendizaje

Europa/España/Septiembre 2016/Jesús salinas/http://ticenfid.org/

Los alumnos que se encuentran en nuestro sistema escolar pertenecen a la llamada net-generación (o nativos digitales, etc..), una generación que inicia su existencia con recursos o medios para comunicarse de manera electrónica a través de la red, que viven en una sociedad conectada a Internet, que son consumados internautas y que usan la red con más frecuencia que los adultos, pero eso no quiere decir que nos encontremos ante una generación que incorpora ya competencias de manejo de la comunicación digital.

En general, son usuarios formales de los ordenadores, trabajan con las TIC  en la escuela  y en el hogar, y, sobre todo, las utilizan como fuente de entretenimiento y medio de comunicación. Pero, los datos que periódicamente vamos conociendo apuntan a la necesidad de estudiar, generar pautas  e intervenir  en este ámbito tan complejo como es el de la comunicación e interacción mediante sistemas digitales. Abordar este tema requiere ocuparse de  un conjunto de competencias  asociadas al tratamiento de la información y del mundo digital y que, entre otras cosas, supone:

  • Utilizar las nuevas fuentes de información  (para adquirir nuevos conocimientos y resolver problemas): navegar por hipertextos e Internet sin perderse, buscar, seleccionar, valorar de manera reflexiva y crítica (contrastar), recopilar, organizar, relacionar…, y procesar información de manera inteligente con medios TIC.
  • Dominar los lenguajes básicos (textual, sonoro, icónico) y manejar los nuevos códigos expresivos y las nuevas posibilidades comunicativas (muy diferentes de la lectura y escritura en papel): presentaciones multimedia, hipertextos, simulaciones, mundos virtuales, gráficos 3D, mensajes por Internet y teléfonos móviles, videoconferencia…
  • Comunicarse con otros y  trabajar colaborativamente en la red
  • Respetar las normas y uso responsable de Internet,  al mismo tiempo que conocer los riesgos.

Todo ello tiene  importantes implicaciones en la formación de los docentes actuales –y futuros. Estos con sus modos, medios y técnicas necesitan nuevas competencias para enfrentarse a estas demandas. Trabajar con la competencia digital docente resulta, entonces, imprescindible… pero no es suficiente. Los continuados avances de las tecnologías suponen la aparición –mejor, la construcción- de nuevos espacios de comunicación que  traen consigo nuevas posibilidades en una gran variedad de situaciones comunicativas en las que deben desenvolverse: entornos institucionales –campus virtuales, entornos virtuales,…-, informales –redes sociales,…- y personales. Entornos que tanto los usuarios de la formación como formadores y, sobre todo, los docentes en formación deben acomodar, apropiarse, dominar, para que se produzca el aprendizaje, para lograr la consolidación de diversas competencias, la construcción personal del conocimiento, la realidad del conocimiento compartido desde los valores, creencias y experiencias personales.

El desarrollo de estas competencias pedagógicas para el mundo digital se enfrenta a distintos desafíos que provienen de una nueva forma de entender el aprendizaje a lo largo de la vida, a lo largo del trabajo, y con los otros  (en un mundo digital). Es decir, el futuro próximo se está caracterizando, en nuna nueva configuración de los escenarios, por un aprendizaje embebido (cada vez toma mayor importancia el aprendizaje en las otras actividades vitales  y dentro del trabajo sin solución de continuidad), continuo (asociado a una gestión personal del aprendizaje, sin solución de continuidad en el tiempo y en el espacio, disminuyendo la diferencia entre vivir, trabajar  y aprender) y basado en el aprendizaje social (desde el momento que existe una organización colectiva y contributiva del aprendizaje, con valorización de los aportes y del apoyo entre pares).

Estos desafíos requieren, sin duda, un perfil en permanente cambio de los docentes. Se trata de manejarse en ambientes que al mismo tiempo que incorporan estos tipos de aprendizaje van a requerir nuevas competencias para manejarse en los nuevos escenarios.  Se trata de un docente caracterizado por la conectividad que facilita el manejo adecuado de la ‘affordance’ pedagógica (ya sea desde la perspectiva tecnológica como puede ser la usabilidad, desde la social  en relación a la facilidad para realizar actividades, promover la interacción, percepción de la acción, etc.., o  educativa que compromete la correspondencia real con el modelo educativo utilizad), un nuevo manejo del conocimiento y la participación en redes o entornos de aprendizaje (enriquecimiento del entorno personal junto a una potente red de aprendizaje).

En definitiva hablamos de un perfil docente que viene definido por el dominio de los procesos de curación de contenido (filtro, manejo, organización del conocimiento), la colaboración, el co-aprendizaje, la facilitación, el apoyo a todo el proceso de aprendizaje  y la inspiración (conectada con la creatividad y el cultivo de la misma).

Estos nuevos escenarios vendrán proyectados  en espacios  de aprendizaje cada vez más experienciales, y para ello se requiere que dichos espacios promueva y fomenten la colaboración, la creatividad  y el aprendizaje interdisciplinario. Es decir, el escenario donde el nuevo docente tendrá que desenvolverse va a ser un espacio creativo, colaborativo y de aprendizaje interdisciplinar. Y desarrollar la competencia para explotarlo pedagógicamente, se nos presenta como un atractivo desafío.

Jesús Salinassalinas
Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación. Universidad Islas Baleares 1988 Tesis Doctoral: El vídeo como instrumento didáctico. Consideraciones sobre el diseño, producción y evaluación de programas didácticos en vídeo. (Dirección: Dr. Antoni J. Colom Cañellas).
Licenciado en Filosofía y Letras (Sec. CC Educación) Universitat de les Illes Balears 1981.
Diplomado en Profesorado de EGB Universidad de Zaragoza 1976

Fuente :

http://ticenfid.org/el-rol-docente-en-los-escenarios-futuros-de-aprendizaje/#prettyPhoto

Fuente imagen :

https://lh3.googleusercontent.com/ClA18_Dttv4IBP0C8ZMKIFpEuaH1HTae21EEha3NK8pRCiMVmW_t0siHZdclyFsmcD-1jg=s114

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En Alemania, Karsai insta a refugiados a volver a Afganistán

Europa/Alemania/Septiembre 2016/Noticias/http://www.dw.com/

El expresidente de Afganistán Hamid Karsai, quien se encuentra en Alemania, llamó a los refugiados afganos que residen en Alemania a retornar a su país. Karsai enfatizó que debe ponerse un punto final al éxodo. «Nos faltan jóvenes calificados, los necesitamos urgentemente», dijo el exmandatario en la ciudad de Dortmund.

«Por lo tanto, apelo a mis jóvenes compatriotas: No se vayan. Sé que estamos pasando por tiempos difíciles, pero otros países también lo han podido superar», agregó. Al mismo tiempo, Karzai defendió la política de refugiados de la canciller Angela Merkel: «Ella ha hecho lo correcto».

Muchos alemanes no son plenamente conscientes de cuánto ha aumentado el prestigio de Alemania en el mundo gracias a la generosa acogida de refugiados, dijo (dpa).

Fuente :

http://www.dw.com/es/en-alemania-karsai-insta-a-refugiados-a-volver-a-afganist%C3%A1n/a-19542803

 

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/4RZdw8scZ-8rHgEPLtx5Hz-bsc7H2rHchDTHr6Ur1YGT_8pVe1MBdBtX5d64QeQgFfYgkQo=s129

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Unos 57 millones de niños en el mundo no tienen acceso a la educación primaria, según Save the Children y World Vision

España/Septiembre de 2016/Europa Press

Misiones Salesianas alerta de que más de 24 millones de niños, niñas y adolescentes no pueden acudir a la escuela debido a los conflictos en sus países

Unos 57 millones de niños en todo el mundo no tienen acceso a la educación primaria en 2015 y un total de 250 no están aprendiendo las habilidades básicas de lectura, escritura y matemáticas a pesar de que la mitad han asistido a la escuela por lo menos cuatro años, según datos de la UNESCO.

Así lo han recordado las organizaciones Save the Children y World Vision, con motivo de la celebración del 50 aniversario del Día Internacional de la Alfabetización este jueves 8 de septiembre, al tiempo que han advertido que para garantizar la educación inclusiva y de calidad para todos y promover el aprendizaje permanente, «los líderes mundiales deben centrarse de nuevo en el papel de la educación en la reducción de la pobreza».

En este sentido, las organizaciones consideran que hay que asegurarse de que «los niños no sólo acudan a la escuela, sino que están aprendiendo cuando llegan allí» porque, a su juicio, la alfabetización «desbloquea el potencial humano y es la piedra angular del desarrollo» lo que conduce a «una mejor salud, mejores oportunidades de empleo, y sociedades más seguras y estables».

Desde 2011, World Vision y Save the Children trabajan en un programa de alfabetización infantil para mejorar las habilidades de lectoescritura de 1,5 millones de niños en 17 países de África subsahariana y Asia meridional. El proyecto se implementará en un total de 27 países en 2017. «Leer es lo que más me gusta», afirma Sakhi, de 8 años, al tiempo que asegura que también le gustan las actividades en las que dibuja o escribe algo que haya aprendido en el grupo de lectura. «Nos lo llevamos a casa y lo guardamos en nuestros rincones de lectura», explica.

Según han dado a conocer las ONG, la puesta en marcha de este programa ha dado importantes resultados en comunidades de Ghana y Senegal. Así, en Ghana, se ha constatado un aumento del 34% en la presencia de libros de texto en los hogares de los jóvenes que estudian, un 50% más que en los hogares de los niños que aún no participan. Además, el 60% de los estudiantes de los programas de alfabetización eran lectores con un alto nivel de comprensión, frente al 19% de los niños que no están en el programa y comprenden el contenido de los textos que leen.

En Senegal, según han detallado, un estudio muestra que los estudiantes del programa podrían identificar correctamente el 64% de lo que leen, mientras que sus compañeros identifican el 45% de las palabras.

«Como ONG, académicos, organismos gubernamentales y socios, debemos seguir trabajando en alfabetización pues es de importancia vital en la vida de un niño y el cambio dramático que puede tener en el camino que toma un niño en el camino hacia el éxito. La educación y la alfabetización deben ser la base sobre la que construimos para asegurar que todos los niños viven la vida en toda su plenitud», han destacado.

Por su parte, también con motivo de la celebración de esta efeméride, Misiones Salesianas ha pedido «un verdadero compromiso con la educación de niños, niñas y jóvenes de todo el mundo» y ha alertado de que más de 24 millones no pueden acudir a las escuelas debido a los conflictos en sus países.

La organización ha detallado que Siria, Sudán del Sur, Afganistán o Níger son algunos de los lugares en los que ir a la escuela supone jugarse la vida. «Así, la vuelta al cole 2016 se ha convertido en una de las más difíciles de los últimos años para miles de niños y niñas en todo el mundo», ha advertido la portavoz de Misiones Salesianas, Ana Muñoz.

Asimismo, Muñoz ha manifestado que «son muchos los que creen que la educación es la herramienta clave para la lucha contra la pobreza, pero se necesita una apuesta honesta para que la educación sea universal». Más de un millón y medio de niños y niñas en edad escolar van a escuelas y centros de formación salesianos.

«Sin embargo, no nos conformamos. Queremos que todos los niños y niñas del mundo tengan las mismas oportunidades y puedan ejercer su derecho a la educación», ha añadido, para después explicar que por esa razón la organización ha lanzado la campaña ‘El Otro colegio. Más que un colegio’ con la intención de concienciar sobre la importancia de la educación de los más jóvenes.

Fuente: http://noticias.lainformacion.com/educacion/escuelas/educacion-Save-Children-World-Vision_0_951505739.html

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