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12ª Reunión de la red de investigación RESNET de la Internacional de la educación

Fuente Ctera / 16 de mayo de 2016

Durante los días 11 y 12 de mayo se llevó a cabo en Bruselas, la 12ª Reunión de la Red de Investigación ResNet de la Internacional de la Educación.

Desde CTERA hemos participado de la misma con una representación a cargo del secretario de Educación Miguel Duhalde quien compartió el informe de avance del proyecto de Investigación que lleva adelante nuestra organización sobre “Tendencias privatizadoras ´en´ y ´de´ la educación argentina”.

En este evento, los miembros de la ResNet presentaron informes con resultados sobre las investigaciones llevadas a cabo en 2015. Además, se desarrolló el programa de investigación de la IE según lo que se había dispuesto por el 7° Congreso Mundial en mandato 2015-2019.

Se analizaron las condiciones de investigación a nivel mundial y las posibilidades de constitución de redes regionales. Entre las principales cuestiones se expuso sobre la campaña de respuesta mundial contra el aumento de la comercialización y la privatización en y de la educación. En este sentido, se debatió sobre las estrategias y desafíos en la integración de la investigación a nivel mundial y regional con la intención de promover actividades y alcanzar objetivos concretos de campaña.

Esta campaña implica el desafío de construir información con validez y rigurosidad por parte de las organizaciones sindicales a los efectos de proponer estrategias de difusión basada en resultados empíricos. En tal sentido, se ha analizado la situación de los sindicatos respecto de la disposición de unidades de investigación que permitan avanzar hacia este objetivo, como así también sobre los retos que significa para nuestras organizaciones pensar sobre los elementos más importantes a definir desde estas unidades  en tanto a temáticas relevantes, resultados accesibles para los afiliados, formas comunicacionales que permitan construir conciencia crítica de los docentes frente a los principales problemas de la educación en el mundo actual.

Un punto que concentró un importante debate fue la definición de indicadores en el marco de la “Agenda de Educacion 2030” y la perspectiva que sostiene la IE respecto a estas definiciones que se realizan a escala mundial. El informe estuvo a cargo de la “Comisión Internacional sobre la Oportunidad de Financiación Global” y las propuestas giraron en torno a la necesidad de pensar indicadores que permitan reflejar las diversidades a escala regional y nacional. Entre las principales críticas se encuentran la construcción de indicadores en base a categorías que en nuestra región están fuertemente cuestionadas como por ejemplo, competencias, oferta y equidad en lugar de igualdad. A su vez, hay indicadores que reducen y limitan la posibilidad de presentar resultados complejos sobre la realidad educativa y, asimismo, hay una tendencia a no diferenciar  la influencia público-privado en determinados resultados tendiendo a ocultar la presencia de la privatización en muchos de los aspectos relevados.

El otro punto de debate estuvo enfocado en el trabajo que realiza la IE con la OCDE, los desafíos futuros y las contradicciones que genera el hecho de acordar con algunas de las medidas y rechazar otras tantas que emanan de esta organización a nivel mundial.

Otras temáticas que se abordaron en la reunión estuvieron enfocadas en los derechos de los migrantes y refugiados, la renovación de los sindicatos en tiempos de crisis, la ética de la investigación, identidad docente y calidad de la educación e investigaciones sobre prácticas inclusivas.

Desde CTERA nos traemos el compromiso de seguir participando de este espacio como así también de promover y afianzar la Red en la Regional de América Latina y el Caribe a los efectos de tener a futuro una mayor presencia institucional y con resultados de investigación.

Esta reunión contó con miembros de la ResNet de América (Argentina, Brasil, Canadá, EE.UU., Trinidad  y Tobago); Asia (Corea del Sur, Japón); África (Nigeria, Zambia, Ghana, Costa de Marfil, Uganda); Europa (Alemania, Bélgica, España, Francia, Holanda, Irlanda, Noruega, Reino Unido, Suecia) y Australia.

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The panama papers, public education and democracy

What have the Panama Papers – the latest in a series of leaks on the rich, the powerful and data – got to do with public education and democracy? Lots, I am going to suggest in my presentation to an important policy and research conference hosted by Education International in Rome today and tomorrow, because they tell us something about the kind of society we have become, and why it is that a public good, like education, is increasingly viewed as unaffordable.

Governments view the challenges facing them as driven by too much public demand for services like education, health and other welfare services, and that what is needed is to wind back demand, and ramping up private contributions and responsibility .

But, what if we took a look at why governments are confronting these issues in the first place by asking a different set of questions?

Could it be that real problem is that it is those who are the very very rich – the 10% and the 1% of the 10% – as Thomas Piketty in his best-selling book Capital in the 21st Century shows – who have become so because of the ways in which governments have put into place policies that have enabled this highly inequitable state of affairs to flourish.

In short, high net-worth individuals and corporations are able to side-step their obligations to contribute to their respective societies through low tax rates and tax breaks, whilst at the same time convincing themselves and the wider public this is good for economic growth and development, and good for the workings of democracy.

The Panama Papers – a list released this past weekend of powerful and wealthy individuals who use the anonymity of tax havens – from Switzerland to the Bahamas and Luxembourg – to accumulate is one more nail in the coffin of evidence that something is seriously rotten in the corner of the kingdom.

Gabriel Sucman, in his ground-breaking book published in 2015 The Hidden Wealth of Nations, estimates that on average -and clearly averages conceal great differences between countries- around 8% of the worlds wealth is located in tax havens. And by this he does not mean deposits, but stocks, bonds and so on.

This wealth – in some cases difficult to track because of clever intermediary brokering such as creating shell companies – is not subject to tax, and thus not contributing to helping resource our public services as public goods. This 8% would if subject to tax – generate more than we need to fix public services. This 8% would bail out the Greek economy more than 21 times over. This 8% is the cause of much misery via austerity policies. This 8% has a name; ‘anti-democratic’, bordering on corruption, and it is a corrosion of character if we think this is all perfectly acceptable.

Wolfgang Streeck, for Director of the Max Planck Institute in Germany – has written convincingly on what he calls the shift from the tax to the debt state. In a tax state – public goods were funded out of taxation. In a debt state, public goods are regarded as unaffordable, and must be funded out of household debt or by creative accounting manoeuvres by the state such as off-balance sheet accounting techniques which simply create an even bigger problem for future generations in a promise now and pay later.

Yet as Sucman reminds us, modern democracies are based on a fundamental social contract everyone pays on a fair and transparent basis, so as to access public goods and services. When those with privilege and resources avoid their responsibilities – such as paying tax almost entirely– then the modern social contract is at stake.

Education is rightly at the heart of the modern social contract. Education is one of those precious gifts that we have at our disposal – to learn how to live with respect with each other, to leave a world in better shape than we found it, and as one of today’s speakers at Education International’s Conference, Dennis Shirley, reminded us – to give life to the next generation in all of its fullness.

This is not just a gift that helps create the conditions for democracy to be possible – though that is true. It is a gift that requires from all of us, but especially in the education profession, a heightened sense of responsibility to guide us away from this rottenness to something way more noble and deserving of the next generation of learners.

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Estamos en un crisis mundial de educación: Martha Nussbaum

www.educacionfutura.org

Como de “proporciones masivas y grave importancia mundial” consideró Marta Nussbaum, filósofa estadounidense, la crisis que se vive en la actualidad en la educación, la cual podría ser “devastadora para el futuro de la democracia en el mundo”.

Nussbaum fue investida con unDoctorado Honoris Causa,por parte de la Universidad de Antioquía en Colombia, durante la ceremonia, la académica pronunció un discurso sobre los cambios radicales que se están enseñando a las y los jóvenes, los cuales “están descartando descuidadamente habilidades que son necesarias para mantener vivas las democracias” y que podría producir “generaciones de máquinas útiles, en lugar de ciudadanos completos”.

“Las humanidades y las artes están siendo eliminadas, tanto en la educación primaria/secundaria como en la técnica/universitaria, en prácticamente todas las naciones del mundo, vistas por los responsables políticos como adornos inútiles, en momentos en que las naciones deben cortar todas las cosas inútiles con el fin de mantener su competitividad en el mercado global, éstas están perdiendo rápidamente su lugar en los planes de estudio y también en las mentes y corazones de padres y niños”. 

Nussbaum aclaró que no tiene “ninguna objeción a una buena educación científica y técnica, y no sugiero que las naciones dejen de tratar de mejorar en este sentido”, su preocupación es que otras habilidades cruciales, “están en riesgo de perderse en el frenesí competitivo”

“Estas habilidades están asociadas con las humanidades y las artes: la capacidad de pensar de manera crítica; la capacidad de trascender las lealtades locales y acercarse a los problemas mundiales como un “ciudadano del mundo”; y la capacidad de imaginar comprensivamente la situación del otro”.

nussbaum2La filósofa acusó que una educación para el crecimiento económico despreciará las artes en la formación de un niño “ya que no parecen conducir directamente al crecimiento económico”.

“Por esta razón, en todo el mundo, los programas de artes y humanidades, en todos los niveles, están siendo eliminados a favor del cultivo de los programas técnicos. Pero quienes educan para el lucro harán más que ignorar las artes, les temerán. Ya que una afinidad cultivada y desarrollada es un enemigo particularmente peligroso de la torpeza, y la torpeza moral es necesaria para llevar a cabo programas de enriquecimiento que ignoren la desigualdad”. 

Para Nussbau, el choque de civilizaciones es, “dentro de la persona individual”, por lo que las sociedades “están perdiendo rápidamente la batalla, ya que se alimentan las fuerzas que conducen a la violencia y la deshumanización y dejan de alimentar las fuerzas que conducen a cultivar la igualdad y el respeto”.

“Si no insistimos en la importancia crucial de las humanidades y las artes, éstas se desplomarán, porque no generan dinero. Sólo hacen algo que es mucho más valioso que eso, hacen un mundo en el que vale la pena vivir, las personas que son capaces de ver a otros seres humanos como personas llenas, con pensamientos y sentimientos propios que merecen respeto y simpatía, y naciones que son capaces de superar el miedo y la sospecha en favor del debate comprensivo y motivado”.

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Bancos de alimentos: ¿excedentes alimentarios para combatir la malnutrición?

Una reciente declaración de la Aliança per la Sobirania Alimentària de Catalunya (ASAC) concluía: faltan políticas globales para erradicar la pobreza; no  se plantea el acceso a una alimentación sana y adecuada como un derecho de ciudadanía. Todo ello se substituye  por una política exclusiva   de reparto de alimentos. [1]Centrando la actividad en el reparto de alimentos se substrae la alimentación digna y  adecuada del ámbito de los derechos ciudadanos sustituyéndola por  dádivas arbitrarias. El derecho se trasforma en caridad que depende de la voluntad del donante. Se crea así una cultura de dependencia a voluntades arbitrarias desposeyendo a la ciudadanía de la capacidad de incidir y /o reclamar.

 

Generar dependencia, cronificar la pobreza

 

El perfil de los sectores en riesgo de exclusión incluye, un fuerte sentimiento de culpabilización que genera desmotivación y una profunda desconfianza en sus propias posibilidades de salir del pozo al que se han visto impelidos. Hay consenso entre los trabajadores de los servicios sociales en que esta situación emocional es la principal dificultad para que la gente empobrecida pueda salir a medio plazo de la situación en la que está. Generar autonomía a las personas, empoderarlas, requieren análisis pormenorizados, desde la proximidad y, sobre todo,  requiere participación de las propias personas empobrecidas.

La cultura  de la dependencia propia del reparto de alimentos complementa y profundiza el sentimiento de fracaso que genera  atribuir  la pobreza  a causas individuales. El complemento ideal para desarrollar este asistencialismo   son organizaciones privadas  verticales , donde el voluntario está separado del “usuario” en   roles diferenciados y jerarquizados que a menudo consolidan y  refuerzan estereotipos. La organización   vertical de dichas organizaciones constituye la cara interna de las relaciones que generan con el exterior. Muchas de ellas, como el Banco de Alimentos[2] , teorizan este funcionamiento comparándose con la empresa privada. La cantidad  de usuarios atendidos o de quilogramos distribuidos,  al mínimo coste,  son los indicadores  de la calidad de un trabajo que se entiende como un distribuidor eficiente de calorías. La visión empresarial de eficiencia y productividad  encaja bien con la visión de crear usuarios de servicios  entendidos como donaciones evaluables  como mercancías. Sin embargo estamos hablando de derechos de las  personas y su eficiencia   debería evaluarse según el  fortalecimiento de  sus capacidades para enfrentarse a las situaciones en las que se han encontrado.

El Banco de Alimentos(R) no aborda las causas profundas que están generando la pobreza en general y la alimentaria en particular y aún menos las alternativas que harían falta. Está claro que no es una solución a medio y largo plazo a los problemas de malnutrición que existen en nuestra sociedad. De hecho ni lo pretende. Pero al menos se le tendría que pedir que no fuese un obstáculo. Así, hemos visto que, generando dependencia, cronifica las situaciones de empobrecimiento que dice combatir.

Todo lo contrario de otras experiencias para combatir la pobreza, en este caso, de vivienda:

“El principal problema al que nos enfrentamos las víctimas de la crisis, cuando tocamos fondo y nos damos cuenta de que es imposible hacernos cargo de las deudas contraídas, es superar la vergüenza, el estigma, y el miedo asociado al proceso (…)
Por eso uno de los éxitos más importantes de la Plataforma (PAH) ha sido hacer visible el problema que se vive de manera individual, un problema que pocas veces conseguía traspasar la esfera de lo privado, y convertirlo en un problema social.
La PAH nos ha conferido autoestima, seguridad y una identidad colectiva que nos permite hacer frente a los bancos y medirnos con ellos de igual a igual.(…)  La PAH me dio los instrumentos y la fuerza para seguir adelante”[3].

 

Bancos de Alimentos(R):  ¿solución a la  emergencia?

 

En diferentes publicaciones hemos analizado que  el Banco de Alimentos®  se dedica  principalmente  a  transformar subvenciones públicas en alimentos comprados a la agro-industria para ser distribuidos entre los pobres. Podemos concluir que por lo bajo un 70% de lo que mueven está subvencionado con dineros públicos. Del resto, la parte más  importante son compras promovidas a las grandes superficies para luego ser donadas. Poco que ver con los excedentes[4].  El criterio de selección de los alimentos no está en las necesidades de la población sino en los intereses de la agroindustria en vender, gracias al dinero publico, partidas que no pueden colocar en los canales de distribución habituales. El resultado es que en un país en que el empobrecimiento hace que tengamos un problema de malnutrición con dietas con exceso de hidratos de carbono y sin productos frescos, la principal partida del banco de alimentos proporcione el tipo de alimentos que la dieta tiene en exceso y no suministra los alimentos que harían falta para equilibrarla y combatir la malnutrición.

Es por ello que l’ASAC en la citada declaración  concluía:

“Todo esto los convierte en un mecanismo totalmente ineficaz para combatir el problema de malnutrición existente, que requiere alimentos adecuados en el lugar y el momento adecuados en lugar de suministros decididos de forma  hiper-centralizada y en función de criterios ajenos a las necesidades alimentarias concretas de las personas en situación de malnutrición”.[5]

Podríamos añadir que subvencionar excedentes con la excusa de una utilidad social que no es tal, no es la mejor forma de combatir el desperdicio alimentario. No en vano el residuo mas sostenible es el que no se produce.

 

Cuando la ayuda a los pobres se convierte en un negocio

 

¿A dónde van todos  estos recursos públicos  invertidos en “ayuda a los pobres”? Pues a las grandes empresas que optan a la subasta del FEGA, a los grandes exportadores de frutas que cobran  sus frutas a la UE cuando caen los precios de los mercados europeos, los grandes supermercados a los que se  les organiza una venta masiva y una campaña de imagen y publicidad gratuita…  Dinero público invertido en engrandecer  los márgenes de estas empresas que expatrian sus ganancias. No es, pues, dinero que refuerce el tejido productivo local sino a sus depredadores. Se pierde así una ocasión de utilizar importantes partidas de compra pública en fortalecer las economías locales que son las generadoras de riqueza  y de trabajo distribuidos entre la población, dos elementos básicos para combatir, mas allá de la emergencia, la pobreza y con ella las carencias alimentarias.

 

Que las grandes empresas contribuyan a acabar con las situaciones de pobreza incluyendo la alimentaria, es muy fácil. Sólo hace falta que paguen los impuestos que les corresponden lo que permitiría un estado del bienestar capaz de dar un apoyo suficiente a la gente empobrecida. Pero esta solución tan elemental, y que sólo implica cumplir las leyes, no está en el programa del Banco de Alimentos(R)  porque no interesa a las grandes empresas ya que quieren que su responsabilidad social no vaya más allá de repartir las migajas con el mínimo coste posible y aquí es donde el Banco de Alimentos(R)  cumple su función.

 

La estrecha imbricación entre las estrategias del Banco de Alimentos(R) y las estrategias de las grandes empresas va mas allá de incrementar su facturación con  compras financiadas con fondos públicos.
La teoría se confirma cuando vemos quién dirige el Banco de Alimentos(R). Empezando por su presidente Antoni Sansalvadó y Tribó, antiguo directivo de logística y actual accionista en Áreas y Serunion. Esta empresa, filial de la multinacional Elior, líder en el sector de la restauración colectiva, suministra comidas a 2800 centros (comedores escolares, hospitales, etc. y mayoritariamente  en instalaciones públicas) y factura diariamente 450.000 comidas. Serunion está también representada por su presidente y director general Antoni Llorens i Tubau con el cargo de vocal. Nestlé está representada a través  de Eduard Arruga i Valeri, directivo de Cereal Partners España, una filial del grupo Nestlé. El  vocal Alfons Carnero i Suñol: representa, entre otros, a Ebro Agrícolas. Los vocales Javier Riera- Marsá  y Lluis Carulla i Font garantizan  respectivamente la presencia de las sagas familiares Riera-Marsá y Gallina Blanca, determinantes en el cluster agroalimentario catalán. No podía faltar la organización propia de la gran patronal que está directamente representada por el director general de AECOC (Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores): José María Bonmatí Pérez.[6]

 

Hay alternativas desde la soberanía alimentaria

 

Sin embargo  una política general de derechos podría solucionar el problema de la pobreza incluyendo la alimentaria que no es mas que una de las múltiples caras de un problema único. Una  Renta  Básica Universal  garantizaría  una vida digna a toda la población incluyendo  el derecho a la alimentación. Derecho que debería ser parte de la enseñanza, la sanidad, los trabajos de cuidados…

 

En el camino de conseguir estos derechos  aquellas situaciones que requieren de medidas paliativas podrían  ser abordadas  desde otros paradigmas como ya se estaá haciendo en múltiples lugares. A continuación se puede leer una parte de las medidas paliativas que en julio pasado proponía la Aliança por la Soberania Alimentària de Catalunya, recogiendo lo que ya se está impulsando en el territorio.

 

 

ANEXO:

Alternativas en clave de Soberanía Alimentaria a la gestión neoliberal de la pobreza alimentaria (extracto: medidas paliativas)
Documento de junio de 2015 de la Aliança por la Soberania Alimentària de Catalunya

B. Transformar el modelo dominante de ayuda alimentaria
Dada la situación de emergencia social que vive el país y los efectos contraproducentes que tienen la mayoría de medidas orientadas a paliar la pobreza alimentaria, es necesario y urgente transformar el modelo dominante de ayuda alimentaria. A continuación, se proponen medidas en esta dirección relacionadas con dos ámbitos de actuación diferentes.
B.1. Becas comedor y compra pública
De entre los problemas de malnutrición que sufre la población catalana, es especialmente doloroso  el  que afecta a los y las menores de 16 años. En este sentido, una de las principales prioridades debe ser acabar con la malnutrición y la subnutrición en la infancia y la adolescencia. Dentro del derecho a  una educación universal hasta los 16 años se debería incluir, como parte inseparable, garantizar el derecho a disfrutar de una alimentación suficiente y adecuada.
La falta de becas comedor está convirtiendo en crónica dado el aumento de la pobreza infantil de los últimos años y el reducido presupuesto que el Departamento de Enseñanza dedica. Aumentar en 185.636 más las actuales 69.000 becas, garantizar el 100% de la comida, recuperar las becas comedor en secundaria y definir mecanismos para poder otorgar becas a lo largo de todo el curso son las medidas planteadas por la Fapac (Federacion de Padres y Madres de Alumnos de Catalunya)  y que apoyamos.
La enseñanza pública puede ser también el ámbito desde el que abordar de forma no estigmatizadora la subalimentación infantil en otras comidas no estrictamente escolares, por ejemplo mediante mecanismos como la fiambrera solidaria, becas para cubrir desayunos, meriendas, comidas en las actividades extraescolares , los centros diarios, los centros de vacaciones, etc.
Los gastos que implicaría implementar estas medidas son perfectamente asumibles. Es sólo un problema de prioridades. Significarían una importante inversión en bienestar y derechos de la infancia y la adolescencia. Aumentar las actuales becas según la propuesta de la Fapac hasta llegar a la cifra de 254.636 significaría un desembolso de 141,5M de euros por parte de la administración (3,5 veces el desembolso actual). Es cierto que estamos hablando de un gasto importante de dinero público destinado a la compra de alimentos pero insistimos en que son perfectamente asumibles.
El gasto público para la compra de alimentos para responder a las situaciones de emergencia alimentaria representa un volumen de dinero público elevado y, por tanto, tiene un importante impacto económico. Desde la perspectiva de la Soberanía Alimentaria la compra pública de alimentos debería ser realizada mediante Sistemas de Pago Condicionados al cumplimiento de determinados criterios nutricionales, socioeconómicos y ambientales, orientados a:
acabar con la malnutrición y la subnutrición fomentando una alimentación adecuada y de calidad basada en productos frescos, de temporada, de proximidad, ecológicos y culturalmente adecuados;
fortalecer los comercios tradicionales y en general las pequeñas y medianas empresas agroalimentarias vinculadas a la Economía Social y Solidaria; apoyar los métodos justos y sostenibles de producción, distribución y comercialización de productos agroalimentarios propios de la Agroecología.
En el ámbito educativo, los Sistemas de Pago Condicionados deberían ir acompañados de un trabajo y unos medios orientados a promover la transición de la alimentación escolar hacia la creación de Comedores Escolares Ecológicos, y de una propuesta pedagógica coherente con esta opción.
En el ámbito de la protección social, aplicar los Sistemas de Pago Condicionados que se proponen supondría promover la distribución de lotes de alimentos agroecológicos, comedores sociales agroecológicos y prestaciones económicas para la compra de productos agroecológicos. En última instancia, significaría fomentar que las personas empobrecidas tengan acceso a una alimentación adecuada desde el punto de vista nutricional, socioeconómico y ambiental.
B.2. Medidas paliativas
Con el fin de tender a acabar con las situaciones de empobrecimiento en lugar de tender a cronificarlas , las acciones de ayuda alimentaria no pueden limitarse a satisfacer las necesidades alimenticias de estas personas. Deben promover que dichas personas  ganen control y poder sobre sus vidas para que sean las protagonistas en  la construcción de las soluciones a sus propios problemas. Dicho de otro modo, deben fomentar la autonomía y el empoderamiento de las personas.
La prestación de medidas paliativas debe enmarcarse en proyectos que fomentan el empoderamiento haciendo que su buena marcha dependa de la implicación y la corresponsabilidad de las personas participantes; basándose en el funcionamiento horizontal; y concretándose en propuestas de intervención a medio plazo orientadas a fomentar la promoción de las personas, el desarrollo de sus habilidades sociales y el fortalecimiento de sus vínculos sociales.

 

Dentro de este ámbito, desde la perspectiva de la Soberanía Alimentaria la medida estrella debería ser la promoción de huertos sociales y comunitarios. En este tipo de iniciativas, el empoderamiento de las personas participantes se promueve, por un lado, posibilitando que cultiven parcelas de huerta para autoabastecerse parcialmente de verduras; y, por otra parte, promoviendo que trabajen en grupo, participen activamente en la gestión y el desarrollo de los proyectos y se vinculen a la comunidad local donde se emplaza la iniciativa. Por medio de esta doble estrategia, en el marco de los proyectos de Agricultura Social se incentiva que las personas empobrecidas mejoren su dieta, su condición física y anímica, sus habilidades sociales y su autoestima; aumenten su autonomía; y aprendan a autoorganizarse, a autoabastecerse de parte de los alimentos que necesitan  resolviendo sus problemas por sí mismas.
El ámbito periurbano y el medio rural cuentan, a día de hoy , con miles de hectáreas de tierra agraria abandonada o infrautilizada. En este contexto, la proliferación que actualmente están experimentando las iniciativas de Agricultura Social constituye una muy buena oportunidad para revertir la degradación de los agroecosistemas que tiene lugar cuando la tierra agraria se abandona, y para recuperar la doble vocación productiva y social que tiene la tierra agraria. Pero para que las personas empobrecidas y la ciudadanía en general pueda autoabastecerse parcialmente de alimentos, idealmente a través de huertos sociales o comunitarios, se necesitan políticas y programas que faciliten tanto el acceso a la tierra como su gestión colectiva o comunitaria; y necesitan también programas de formación y acompañamiento.
(…)
Por otra parte, hay que destinar más recursos públicos a las prestaciones económicas directas encaminadas a paliar las situaciones de emergencia alimentaria. Se ha constatado que estas prestaciones permiten que las personas que ven vulnerado su derecho a la alimentación puedan gestionarse sus necesidades alimenticias de forma autónoma y, de este modo, se contribuye a dignificar sus situaciones vitales y prevenir  su estigmatización. Esta modalidad de ayuda alimentaria permite, además, implementar el tipo de Sistemas de Pago Condicionados que se han descrito más arriba.
También hay que tener presente que las necesidades alimenticias son concretas para cada persona y momento. Es por ello que la forma de responder adecuándose a esta realidad debe ser descentralizada y el más a pie de calle posible. En este sentido, los servicios sociales municipales, si se les dota con medios suficientes, son las herramientas ideales para hacer este trabajo adecuándose a cada circunstancia concreta. Llevar a cabo este tipo de acciones de forma descentralizada y cercana a las necesidades de la población local es la forma más adecuada de ganar el máximo de eficacia y eficiencia.
Del mismo modo, este seguimiento cuidadoso a cada circunstancia mediante servicios cercanos a las personas ha de insertar las ayudas concretas en planes integrales de apoyo y empoderamiento. Esta es la forma de conseguir que estas medidas sean limitadas en el tiempo, sin que ello signifique dejar a las personas desatendidas, sino que se han creado otros mecanismos que den respuesta a las situaciones de empobrecimiento promoviendo la autonomía para que las personas sean capaces de salir por sí mismas de la situación de vulnerabilidad en que se encuentran y puedan prescindir, al menos parcialmente, de las ayudas directas.

 


[1]   “Alternatives des de la Sobirania Alimentària a la gestió neoliberal de la pobresa alimentària” ASAC,  Barcelona, Juliol 2015. La parte dedicada a alternativas  de esta misma declaración està como anexo a continuación de este artículo.

[2]          El Banco de Alimentos es una palabra que tiene una doble acepción. Por una parte es un genérico que se utiliza para toda entidad que recoge alimentos para redistribuirlos, pero, también, es una organización centralizada y federada. Esta última organización   tiene registrada una marca que en casos utiliza contra las experiencias autorganizadas de barrios (como ha sido el caso del barrio Tetuan de Madrid). A ella nos referiremos llamándola: Bancos de Alimentos(R)

[3] Jose Coy en el prólogo del libro  Vides Hipotecades, de Ada Colau y Adrià Alemany.

[4]   Un analisis mas detallado se puede encontar en Alimentos desperdiciados. Un análisis del derroche alimentario desde la soberanía alimentaria (Barcelona & Quito: Icaria & Instituto de Altos Estudios Nacionales . Se puede descargar enhttps://www.academia.edu/8769890/Alimentos_desperdiciados_Un_an%C3%A1lisis_del_derroche_alimentario_desde_la_soberan%C3%ADa_alimentaria_Montagut_X._Gasc%C3%B3n_J._._Barcelona_Quito_Icaria_IAEN._2014

[5]   “Alternatives des de la Sobirania Alimentària a la gestió neoliberal de la pobresa alimentària” ASAC,  Barcelona junio 2015

 

es economista. Ha trabajado últimamente temas como la agricultura, la alimentación y el consumo responsable. Es autor de varios libros sobre estas materias.
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Harold Kroto: «La ciencia es una forma de pensar, solo cuenta lo que es verdad»

Por: Nuño Domínguez

El Nobel de Química Harold Kroto confiesa en esta entrevista que sufre “la misma enfermedad que Stephen Hawking” y que “pronto” ya no podrá hablar.

Hace algo más de un año, en medio de una rueda de prensa durante el festival científico Starmus, un brioso Harold Kroto se lanzó a una discusión acalorada con dos astronautas del programa Apolo. Los dos héroes de la carrera espacial negaban que los humanos estuviesen acelerando el cambio climático y eso fue más de lo que este acérrimo defensor de la ciencia como forma de comprender el mundo podía soportar. Aunque nada en su actitud lo delataba, ese día Kroto ya sabía que padecía una enfermedad de la neurona motora, un grupo de dolencias neurodegenerativas.

“Tengo la misma enfermedad que sufre Stephen Hawking”, explicó Kroto a El País hace dos semanas, durante la presentación en Londres de la Medalla Stephen Hawking, a la que acudió en una silla de ruedas para sorpresa de muchos asistentes. “Ahora no puedo andar y mi voz se está yendo”, detalló.

El científico británico ganó el Nobel de Química en 1996 por descubrir los fullerenos junto a los estadounidenses Robert Curl y Richard Smalley. Estas moléculas esféricas de carbono muy parecidas en estructura a un balón de fútbol eran interesantes por su potencial aplicación en nuevas terapias, aunque su hallazgo surgió de la más pura curiosidad por la formación de estos compuestos en las estrellas.

Kroto (Wisbech, Reino Unido, 1939) ha sido siempre una mente inquieta. De no haber descubierto los fullerenos podría haberse dedicado al diseño gráfico, otra de sus pasiones. También ha hecho importantes apuestas por la divulgación científica, en especial entre niños y jóvenes, y ha mantenido una activa vida política que le ha llevado a criticar públicamente a papas y presidentes. Ahora está jubilado. “Lo que hago es trabajar en mi página web, publicando en ella todo lo que he hecho, pero pronto no podré hablar”, reconoce. En esta entrevista, breve por el visible cansancio que le produce hablar, el científico discurre sobre la importancia del hallazgo que hizo en 1985 y sobre la necesidad de redirigir la investigación hacia los verdaderos problemas de la humanidad.

Hay que dirigir la investigación hacia criterios de interés humanitario
Pregunta. ¿Qué ha sido lo más excitante en su campo de trabajo?

Respuesta. Lo más excitante es que la predicción que hice hace 27 años se ha hecho realidad, que las moléculas de C60 [el fullereno hecho de 60 átomos de carbono] están por todo el universo.

P. ¿Qué implicaciones tiene eso?

R. Puede que sea esta la molécula que transporta carbono al lugar en el que se forman los planetas. La implicación es que el C60 puede sobrevivir y después romperse en moléculas más pequeñas

P. ¿Cree que hay vida en otros planetas?

R. Supongo que hay bacterias, formas primitivas de vida.

P. ¿Y vida inteligente?

R. Bueno, no hay vida inteligente aquí. Creo que ese es el problema. El mismo impulso que ha hecho que lleguemos hasta donde estamos actualmente puede ser autodestructivo. A medida que se desarrolla la tecnología, la gente puede usarla para destruirnos. Ahora mismo estamos mandando señales por toda la galaxia y aún no hemos visto nada. Tenemos radiotelescopios muy sensibles, pero por ahora no hay nada obvio de que haya formas de vida tan avanzadas desde el punto de vista tecnológico como nosotros.

P. En 1996 dijo que sin educación científica la humanidad no durará más allá del siglo XXI ¿Cree que han mejorado las cosas?

R. Es cierto. Mira por ejemplo el uso de combustibles fósiles. Necesitamos un gran descubrimiento rompedor en ciencia y tecnología para evitar una catástrofe. No estamos lo suficiente preparados en ese aspecto. Un montón de gente se cree falacias. La ciencia es como es y la gente no la quiere reconocer. La ciencia es una forma de pensar, mantiene que solo lo que es verdad merece ser contado. La gente que inventa cosas puede ser muy mala. Es lo que vemos hoy cada día, la gente se cree cosas y hace cosas horribles. Por ejemplo, el terrorismo. Antes tenías que matar a la gente de uno en uno, ahora puedes matar a 90 de una vez y serán posibles armas que podrán destruirnos a todos.

Si tu móvil fuese tan efectivo como rezar no lo comprarías
P. La crisis económica ha empujado a muchos gobernantes, incluidos los españoles, a reducir el presupuesto para investigación ¿Qué les diría?

R. Deberían reconocer que nuestra única esperanza es la tecnología, pero esta debe estar guiada por criterios humanitarios y no por el beneficio económico. Yo no quiero que se desarrollen aviones de combate. Tenemos que pensar en este asunto y dirigir a la sociedad y a la investigación hacia criterios de interés humanitario.

P. ¿Cuál cree que será la próxima revolución científica?

R. Soy un científico, no tengo ni idea. Pero una cosa es segura, la próxima será una gran sorpresa y vendrá a través de la ciencia básica, la fundamental, no la que usa la ciencia para hacer dinero. Mi descubrimiento se hizo gracias al interés por las estrellas, no en la nanotecnología, y ese es el problema.

P. Hace unos años firmó una carta de condena del Papa Benedicto XVI ¿Qué piensa del nuevo?

R. Bueno, ha hecho cosas buenas. El anterior era antagonista de lo secular. Por ejemplo, no reconocía que el 50% de la gente en Reino Unido declara no tener religión. No podía simplemente ignorarlos. Por eso gente como yo, que solo aceptamos la validez de la verdad, de la evidencia, reconocemos que lo que la gente inventa, las religiones, pueden ser peligrosas. Como podemos ver en Oriente Medio. El papa actual es mucho mejor que el anterior pero, aún así, se puede hacer mucho con el humanismo. El humanismo reúne todo lo bueno que hay en la religión y nada de lo malo.

P. ¿Hay algún lugar para Dios en la ciencia?

R. Yo creo que no. Nueve de cada diez científicos de élite son escépticos, solo aceptan evidencias, pruebas. Depende de a qué llames Dios. Si dices que es la naturaleza entonces sí, pero si quieres que sea el concepto de la iglesia, no hay ninguna prueba. La ciencia se basa en probar si las cosas funcionan y, si lo hacen, entonces tu móvil funciona. Si fuese tan efectivo como rezar, no lo comprarías. Las ecuaciones de Maxwell están probadas y funcionan cada vez que enciendes tu teléfono, cada vez. Billones y billones y billones de pruebas a favor de esas ecuaciones.

P. ¿Por qué le gustaría ser recordado?

R. No me importa mucho. Creo que he sido un tipo bastante decente. Intento ayudar a la gente a través de la educación, con mi web, a través de unos cuantos proyectos humanitarios, como por ejemplo escribir cartas a favor de Raif Badawi, un bloguero que está en prisión en Arabia Saudí, o hace ya tiempo escribir a Bush y Blair para que no invadieran Irak. Ese tipo de cosas son las más importantes. Ya que gané el premio Nobel, lo usé para intentar mejorar un poco las cosas.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/12/28/ciencia/1451325056_934944.html

Fotografía: anbolivia.blogspot

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Mi vida como… educadora en derechos humanos en formación

De Laura Maria De Marco

Laura Maria, de 30 años, educadora en derechos humanos en formación, pudo escoger su destino y controlar su propia historia. Sin embargo, recuerda que para muchas mujeres de su familia esa posibilidad no estuvo nunca a su alcance. Utiliza su experiencia personal como ejemplo de cómo la educación desempeña una función decisiva en la vida de las personas. Aquí nos explica lo importante que es trabajar sobre los derechos humanos con la gente joven.

“La educación en derechos humanos empodera a las ciudadanas y ciudadanos del futuro. La escuela puede ser el lugar idóneo y, un libro, una herramienta importante para facilitar este proceso. Como dijo Malala Yousafzai: ‘Un niño, un profesor, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo’.

Es un mensaje contundente, pero quizá para quienes ya gozan del derecho a la educación puede resultar difícil de entender. La educación es un derecho, pero también una necesidad: aporta las habilidades necesarias para darse cuenta de las injusticias, protegerse a uno mismo y ofrece más oportunidades.

Mi historia personal es la común storia contadina (historia rural) del sur de Italia. Tanto mi abuela materna como sus hermanas eran analfabetas. Eran huérfanas y vivieron la Segunda Guerra Mundial. Empezaron a trabajar en el campo cuando eran pequeñas. Ir a la escuela era solamente un sueño.

A mi madre le esperaba un destino parecido: habría llegado a ser profesora, pero mi abuelo la obligó a dejar la escuela a los 16 años y tuvo que ir a trabajar a una fábrica como costurera. Era mujer, he ahí la razón.

La historia de mi hermana y la mía han sido diferentes. Nosotras escogimos nuestro destino, somos libres, algo que en la actualidad es posible.

«Este ha sido nuestro desagravio”.

La historia de mi hermana y la mía han sido diferentes. Nosotras escogimos nuestro destino, somos libres, algo que en la actualidad es posible. Este ha sido nuestro desagravio.

Palabras que contrastan, visiones diferentes

Como educadora en formación, Laura ha trabajado con estudiantes y docentes en actividades en el aula, como charlas introductorias sobre los derechos de las personas refugiadas, o involucrando a colegios en campañas de derechos humanos. “Amnesty Kids” es uno de los proyectos de educación en los que ha participado y que aspira a hacer accesibles los derechos humanos en las escuelas de primaria y secundaria de toda Italia:

“El objetivo de ‘Amnesty Kids’ es empoderar a todos los niños y niñas para que puedan sentirse como activistas de derechos humanos. Para ello enviamos a las 130 clases participantes materiales didácticos, como libretas, folletos o libros ilustrados. Es útil entender la importancia de promover los derechos humanos y hacer que todo el mundo se involucre en ellos.

Con el equipo también estamos trabajando en la maratón de envío de cartas de Escribe por los derechos y nos centramos en el caso del caricaturista político malasio Zulkiflee Anwar “Zunar” Ulhaque, que se enfrenta a una larga condena de prisión por ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de expresión. Pedimos a más de 100 clases que pasaran a la acción y recibieron el material de “Acción Urgente para niños y niñas”, en el que se explica la campaña. Para mí fue muy interesante ayudar a redactar el texto final de la acción, dirigido a las niñas y niños, y ver cómo el mensaje tenía que ser claro pero atractivo al mismo tiempo.

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Tras las clases sobre personas refugiadas y derechos humanos, los estudiantes de la escuela de secundaria Jacopone da Todi exhiben mensajes de bienvenida a los refugiados. Todi, Italia, octubre de 2015 © Amnesty International

Durante este periodo, el equipo también organizó una clase sobre personas refugiadas y derechos humanos en la escuela de secundaria Jacopone da Todi. Fue una experiencia apasionante y emotiva. Los estudiantes redactaron una lista de palabras clave que asociaban a las personas refugiadas y su travesía a Italia: escuchamos visiones muy diferentes y también palabras muy bonitas, como “esperanza”, “travesía”, “cambio”, “trabajo”, “sueño” y “oportunidad”.

Fue muy interesante comparar los puntos de vista de los estudiantes sobre las personas refugiadas con los mensajes que se transmiten a través de la prensa y los medios italianos o la opinión pública en general. En Italia, la situación es difícil: muchos políticos están contra las personas refugiadas y su discurso busca asustar a la gente para lograr compromisos políticos. Al mismo tiempo, nuestros problemas económicos y sociales hacen que aumente el racismo”.

Historias inspiradoras y encuentros estimulantes

Laura dice que los momentos intensos que compartía con jóvenes cuando abordaban casos e historias reales la ayudaron a darse cuenta de la importancia de brindarles oportunidades para involucrase en acciones de derechos humanos:

“Hacía mucho que no iba a la escuela, por lo que fue divertido y emocionante participar en octubre en un seminario en un centro de enseñanza primaria. El seminario formaba parte de las actividades educativas que promovían los derechos humanos a través de libros ilustrados. Además, los estudiantes asistieron a la lectura de Sogni di Libertà (Sueños de libertad).

Las palabras y las ilustraciones los ayudaban a debatir sobre sus derechos y a conocer las historias personales de los defensores y defensoras de los derechos humanos. Los estudiantes entendieron que el coraje de esas personas merece nuestra admiración y apoyo.

Durante mi formación, tuve la oportunidad de conocer a Naila Alabbasi, una mujer siria. Agentes del gobierno se llevaron de su casa a su hermana Rania, su marido y sus seis hijos y desde entonces no se los ha vuelto a ver. Desde 2013, Naila no sabe por qué los detuvieron ni ha recibido información de las autoridades sirias sobre ellos. El encuentro se produjo en una escuela de secundaria en Roma, en la que los estudiantes ya habían participado en otros proyectos educativos anteriormente. Los estudiantes quedaron impresionados con la historia de Naila y tuvieron la oportunidad de entender la situación de Siria. Estábamos conmovidos y nuestro silencio lo decía todo. Fue un honor para mí conocer a una mujer tan extraordinaria como Naila.

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Naila Alabbasi, de Siria, explica a estudiantes italianos cómo agentes gubernamentales se llevaron a su hermana Rania, sus seis hijos y su marido en 2013, sin que se haya vuelto a tener noticias de ellos. Roma, Italia, diciembre de 2015 © Amnesty International

Estoy contenta de haber tenido la oportunidad de hablar sobre derechos humanos en una escuela con muchos niños y niñas, adolescentes y el profesorado. Di un poco de mí y recibí mucho más a cambio.

Creo que trabajar con amor nos hace felices y que nuestros esfuerzos pueden ayudar a cambiar el mundo y a combatir las injusticias.

El cambio supone recorrer un “largo camino”, pero podemos hacerlo, paso a paso.

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Película: La Ola

“La Ola” es una película inspirada en los sucesos que tuvieron lugar en una escuela secundaria de California en el año 1967. En aquel momento, el profesor de historia William Ron Jones tuvo que interrumpir el proyecto con el que pretendía demostrar a sus alumnos que aún era posible el retorno de un sistema totalitario.

Esta película trata de un profesor alemán que intenta enseñarle a sus alumnos que la dictadura en su país, en nuestros tiempos, es posible que se vuelva a dar.

Comienza su clase como si se tratara de un juego, el que sus alumnos hagan todo lo que él dice, y ellos se lo toman como un juego. Poco a poco su mentalidad va cambiando, se vuelven más agresivos y autoritarios, piensan que quienes no pertenecen a su grupo son inferiores, la unidad, el » compañerismo» les hace crecerse y así todo empieza a empeorar.

Comienza así un experimento que acabará con resultados trágicos. En apenas unos días, lo que comienza con una serie de ideas inocuas como la disciplina y el sentimiento de comunidad se va convirtiendo en un movimiento real: «La Ola». Los jóvenes se entusiasman, mejoran notablemente en autoestima e iniciativa, superan sus diferencias raciales y sociales, se implican en el diseño de lemas y logos, y hasta adoptan un uniforme común, compuesto por pantalón vaquero azul y camisa blanca. Las críticas de varias alumnas al experimento —cuestionado también por otros profesores y por grupos anarquistas— llevan la situación mucho más allá de lo que nadie había imaginado. Al tercer día, los alumnos comienzan a aislarse y amenazarse entre sí. Cuando el conflicto finalmente rompe en violencia, el profesor decide no seguir con el experimento, pero para entonces es demasiado tarde, «La Ola» se ha descontrolado…

Datos cinematográficos:

La ola. Die Welle

2008 Alemania. 108 min.

Dirección: Dennis Gansel

Guión: Dennis Gansel y Peter Thorwart; basado en el relato corto de William Ron Jones y en la obra de Johnny Dawkins y Ron Birnbach.

Producción: Christian Becker, Nina Maag y David Groenewold.

Música: Heiko Maile.

Fotografía: Torsten Breuer.

Montaje: Ueli Christen.

Interpretación: Jürgen Vogel (Rainer Wenger), Frederick Lau (Tim), Max Riemelt (Marco), Jennifer Ulrich (Karo), Christiane Paul (Anke Wenger), Elyas M’Barek (Sinan), Cristina Do Rego (Lisa), Jacob Matschenz (Dennis), Maximilian Mauff (Kevin), Ferdinand Schmidt-Modrow (Ferdi)

Premios: La ola ha concursado en el Festival de Sundance, en los Premios del Cine Europeo 2008, tiene dos premios y dos nominaciones de los Premios Alemanes de Cinematografía y estuvo nominada al tráiler extranjero más original en los Golden Trailer Awards.

 

 

Referencias consultadas: http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/temaslaola.htm

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