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«1 de Mayo: Trabajo y servicios públicos. Otro modelo social y económico es necesario»

Europa/España/22/04/2020/Autor y fuente: tercerainformacion.es

CCOO y UGT celebraran un 1º de Mayo dedicado a las personas trabajadoras que están en primera línea frente al COVID-19 y para reivindicar «Trabajo y servicios públicos. Otro modelo social y económico es posible». Un 1º de Mayo, en medio del confinamiento motivado por el COVID19, virus que recorre el mundo y que se ha manifestado con especial incidencia en nuestro país, que también es la mejor ocasión para reivindicar un nuevo orden mundial más justo y solidario que sitúe a las personas y su bienestar por delante de los intereses económicos de unos pocos.

MANIFIESTO

Celebramos el 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo, en medio del confinamiento motivado por el COVID19, virus que recorre el mundo y que se ha manifestado con especial incidencia en nuestro país. Todo se ha visto afectado por la extensión de la pandemia; miles de personas han fallecido, nuestro tejido productivo ha quedado gravemente tocado, millones de puestos de trabajo están en peligro y cientos de miles de personas se encuentran sin recursos frente a la crisis.

El 1º de Mayo, jornada de solidaridad internacionalista

El COVID-19 está afectando a todo el mundo, aunque lo haga con diferente intensidad y en todo el mundo se ha puesto de manifiesto la fragilidad e injusticia del modelo social y económico imperante. El 1º de Mayo es la mejor ocasión para reivindicar un nuevo orden mundial más justo y solidario que sitúe a las personas y su bienestar por delante de los intereses económicos de unos pocos. Es también la ocasión de recordar la memoria de los y las sindicalistas que son perseguidos, despedidos, amenazados o asesinados en cualquier lugar de la tierra por defender ese mundo más justo, en el que el reparto de la riqueza, el valor del trabajo y la libertad sindical van de la mano.

Enfrentar la crisis desde las instituciones europeas

Europa debe tener el protagonismo que hasta ahora no ha sido capaz de asumir. La crisis es de tal magnitud que está poniendo en duda los cimientos del logro más importante de nuestro continente: la Unión Europea.

Las instituciones europeas deben aceptar que las políticas de austeridad que han impuesto en la pasada crisis han debilitado los mecanismos de protección social y laboral en los que se está cebando la pandemia y renunciar a ellas definitivamente para enfrentar la crisis de forma verdaderamente solidaria.

Hasta ahora, a duras penas, se ha alcanzado un acuerdo para liberar una primera partida de medio billón de euros destinados a enfrentar los efectos más perniciosos de la crisis. Pero hace falta más decisión y voluntad política. Necesitamos una verdadera herramienta unitaria de inversión en Europa y una iniciativa fiscal coordinada. En esta coyuntura urge impulsar la capacidad para emitir deuda común que ayude a financiar un gran plan de choque europeo contra la crisis y por la reconstrucción económica. Los sindicatos españoles, junto a la Confederación Europea de Sindicatos, trabajamos en esa dirección, porque no está en juego únicamente la recuperación de las economías nacionales. Está en juego el futuro de la Unión Europea.

Una vía diferente. Enfrentar la crisis en nuestro país

Desde el primer momento las organizaciones sindicales hemos presentado propuestas para evitar que la crisis destruya empleo y deje en la pobreza más absoluta a amplias capas de nuestra ciudadanía: la promoción y primacía de los mecanismos de ajuste temporal, las suspensiones y reducciones de jornada -a través del mecanismo de los ERTE-; las prestaciones por desempleo a contador cero para todas las personas afectadas, tuvieran o no adquirido el derecho a las mismas; las ayudas y subsidios extraordinarios, etc. son, en gran parte, el resultado de la exigencia sindical en el marco del diálogo social. Son instrumentos aún insuficientes, pero que han situado la respuesta a la crisis en una vía diferente, centrada en la atención a los problemas de las personas y en una nueva forma de percibir las necesidades de este país.

Queda mucho por hacer

Ahora, es necesario prorrogar los mecanismos de ajuste temporal del empleo, diseñados para el estado de alarma, el tiempo que sea preciso para sostener nuestro tejido productivo y la supervivencia digna de las personas trabajadoras. Es imprescindible cubrir las necesidades de aquellas que carecen de cualquier tipo de prestación. Con esta finalidad, el movimiento sindical exige la regulación urgente de un Ingreso Mínimo Vital, como ya hicimos en la legislatura anterior promoviendo una Iniciativa Legislativa Popular. Y debe garantizarse que la recuperación de la actividad económica se lleva a cabo sin poner en riesgo la salud de los y las trabajadoras.

Pero hay que ir más allá y determinar las líneas de un nuevo modelo productivo y social que siempre hemos reivindicado y que la crisis del coronavirus demuestra que es inaplazable. Más y mejores servicios públicos: sanidad, atención a las personas mayores y a las dependientes, educación, etc. Intervención pública en los sectores estratégicos (energía, suministros, servicios financieros, industria) que garantice, al mismo tiempo, la respuesta ante situaciones críticas y una mayor eficiencia y menor dependencia de un mercado que se articula bajo el principio del máximo beneficio y que carece de sensibilidad ante los problemas de las personas. Inversión en ciencia, tecnología e innovación, que oriente la recuperación hacia un modelo de desarrollo económico justo y medioambientalmente sostenible.

Para todo ello, es necesario un gran pacto. Un pacto al que las organizaciones sindicales estamos sin duda dispuestas, pero que para que tenga éxito debe contar con el compromiso del conjunto de fuerzas políticas. Estamos en un momento trascendental en la historia de nuestro país. Todas las fuerzas políticas, económicas y sociales deben actuar unidas si se quiere estar a la altura de las circunstancias.

Un 1º de Mayo dedicado a las personas trabajadoras que están en primera línea

Las personas que a pesar del riesgo de contagio y de los deficientes medios de protección están salvando vidas, ayudando a las personas mayores, dependientes y con discapacidad, las que garantizan el funcionamiento de los servicios esenciales que requiere nuestra economía son las verdaderas protagonistas de esta crisis. También lo son aquellas que teletrabajan y las que se han reincorporado a la actividad, las que han perdido el empleo o no lo tenían y les va a ser más difícil encontrarlo. Todas ellas son un ejemplo para este país y no debemos olvidarlo cuando esto pase. Para recordarlo hoy y siempre, en este Primero de Mayo el movimiento sindical les rinde homenaje.

Nuestras reivindicaciones en este 1º de Mayo

En tanto que organizaciones internacionalistas y solidarias, somos conscientes de que sólo una respuesta global puede ser la solución a una crisis global. La solidaridad y la colaboración sindical internacional tiene en este momento, en este Día Internacional, más importancia que nunca. Conscientes de que este es un 1º de Mayo especial, atrapados por el coronavirus y el confinamiento, sin manifestaciones en las calles y sin actos públicos, haremos de la movilización de las ideas en centros de trabajo, medios de comunicación y redes sociales nuestra principal manifestación:

  1. Reivindicamos un nuevo modelo económico y social cuya prioridad sean los derechos y el bienestar de las personas.
  2. Reivindicamos el trabajo como principal factor de cohesión social, ejemplarizado en este tiempo por las trabajadoras y trabajadores de los sectores esenciales y de los servicios públicos, de manera singular, por todo el personal sanitario.
  3. Reivindicamos condiciones de trabajo dignas y salarios suficientes, y denunciamos las reformas que se hicieron para devaluar y precarizar el empleo.
  4. Reivindicamos el papel de la mujer trabajadora en una sociedad más igualitaria y justa. Muchos de los sectores laborales que hoy están salvando vidas, facilitándonos la provisión de alimentos o evitando que se extienda la pandemia, son sectores feminizados, en los que muchas de estas trabajadoras no llegan ni a mileuristas.
  5. Reivindicamos, hoy con más fuerza si cabe, una Unión Europea más social y políticamente más unida y más solidaria.
  6. Reivindicamos algo que siempre hemos considerado un pilar esencial del Estado de bienestar, los servicios públicos, que sufrieron los recortes durante la gestión neoliberal de la crisis de 2008 y con los que algunos poderes autonómicos se han ensañado y que deben ser considerados un bien social ahora y siempre.
  7. Reivindicamos, ante el drama humano, social y económico que está causando el coronavirus, que las políticas públicas (y también privadas) atiendan sobre todo a las personas y sectores más vulnerables. En este sentido, hay que poner en marcha cuanto antes un Ingreso Mínimo Vital.
  8. Reivindicamos un Pacto de Estado para combatir el COVID19 y reconstruir la estructura económica y productiva de nuestro país, garantizando que no dejamos a nadie atrás. Sindicatos y organizaciones empresariales estamos llamados a jugar un papel determinante en este proceso.
  9. Reivindicamos el impulso de políticas sectoriales en el corto plazo en los sectores que más van a sufrir la caída de actividad, así como la recuperación de una base industrial para nuestro país que garantice el aprovisionamiento de bienes básicos. También la inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación, que en el ámbito sanitario, pero no sólo en él, se vuelven a demostrar imprescindibles para un país.
  10. Reivindicamos una estrategia económica y social de desescalada y salida de la crisis acompañada de un cambio de modelo productivo, respetuoso con el medio ambiente y asentado en el empleo estable y con derechos.

¡Viva el 1º de Mayo!

¡Vivan las trabajadoras y trabajadores de todo el mundo

Fuente e imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/2020/04/21/1-de-mayo-trabajo-y-servicios-publicos-otro-modelo-social-y-economico-es-necesario

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Entrevista a Emanuele Coccia: «La Tierra puede deshacerse de nosotros con la más pequeña de sus criaturas»

Por: Nicolas Truong

El filósofo explica por qué, en su opinión, la actual pandemia devuelve al ser humano a la naturaleza. Y cómo la ecología necesita ser repensada, para alejarla de la ideología patriarcal basada en el “hogar”

El filósofo Emanuele Coccia es profesor en la École des hautes études en sciences sociales y uno de los intelectuales más iconoclastas de su tiempo. Autor, en la editorial Payot et Rivages, de las obras La Vie sensible (2010), Le Bien dans les choses (2013), La Vie des plantes. Une métaphysique du mélange (2016), acaba de publicar Métamorphoses (Payot et Rivages, 236 páginas, 18 euros), un libro que recuerda cómo se relacionan entre sí las especies vivas, incluyendo los virus y los humanos, porque, según escribe “somos la mariposa de esta enorme oruga que es nuestra Tierra”. En la entrevista que sigue a continuación analiza los impulsores de esta crisis sanitaria mundial, y explica por qué, por mucho que sea necesaria, “la orden de quedarse en casa es paradójica y peligrosa”.

Se están tomando medidas importantes para asegurar que la economía no se derrumbe. ¿Debería hacerse lo mismo para la vida social?

Frente a la pandemia, la mayoría de los gobiernos han tomado medidas firmes y valientes: no solo la vida económica se ha detenido en gran medida o se ha visto fuertemente ralentizada, sino que también la vida social pública ha quedado ampliamente interrumpida. Se ha instado a la población a quedarse en casa: se han prohibido las reuniones, las comidas compartidas, los ritos de amistad y de debate público y el sexo entre desconocidos, pero también los ritos religiosos, políticos y deportivos. De repente, la ciudad ha desaparecido o, mejor dicho, se la han llevado, ha sido sustraída del uso: se presenta ante nosotros como tras un escaparate. Ya no hay espacio público ni lugares para la libre circulación, abiertos a todos y a las actividades más populares y dispares, dedicadas a la producción de la felicidad tanto individual como compartida. La población se ha quedado sola frente a este enorme vacío, y llora la ciudad desaparecida, la comunidad suspendida, la sociedad cerrada junto con las tiendas, las universidades o los estadios: los directos de Instagram, los aplausos o los cánticos colectivos en el balcón, la multiplicación de  las arbitrarias y alegres carreras semanales son en su mayoría rituales de elaboración de duelo, intentos desesperados de reproducir la ciudad en miniatura.

Esta reacción es normal y fisiológica. La interrupción de la vida económica –que ya venimos experimentando cada domingo– ha sido objeto de un número infinito de reflexiones y medidas de anticipación y reconstrucción. En cambio, el gesto de suspender la vida en común, mucho más inédito y violento, ha sido abrupto y radical: sin preparación, sin seguimiento.

La necesidad de estas medidas está fuera de toda discusión: solo de esta manera seremos capaces de defender a la comunidad. Pero se trata de medidas muy serias: relegan a toda la población al hogar. Y, sin embargo, no ha habido ningún debate, ningún intercambio ni ningún otro discurso más allá del de la muerte y el miedo, por uno mismo y por los demás.

¿Cuál es la responsabilidad de los gobiernos en este olvido social del confinamiento? 

Es bastante infantil imaginar que se puede mantener a millones de vidas bajo arresto domiciliario únicamente a través de amenazas o difundiendo el miedo a la muerte. Es muy irresponsable por parte de estos mismos gobiernos el pretender obtener la renuncia de una comunidad a sí misma haciéndola sentir culpable o infantilizándola. El coste psíquico de esta forma de proceder será enorme. No se han tenido en cuenta, por ejemplo, las diferencias en cuanto al tamaño de los apartamentos, su ubicación, el número de individuos de diferentes edades que conviven en ellos: es casi como si, al tomar medidas en relación con la vida económica, hubiéramos optado por ignorar las diferencias en cuanto al volumen de negocio o al número de empleados de cada empresa.

No se ha tenido en cuenta la soledad, las angustias y especialmente la violencia que todo espacio doméstico a menudo oculta y amplifica. Invitar a cada uno a coincidir con el propio hogar significa producir las condiciones para una futura guerra civil. Podría estallar de aquí a unas pocas semanas.

Además, si para la vida económica hemos tratado de buscar un compromiso entre la necesidad de mantener a la sociedad viva y la de protegerla, para la vida social, cultural o psíquica hemos afinado mucho menos. Por ejemplo, hemos dejado abiertos los estancos, pero no las librerías: la elección de lo que se consideran “necesidades básicas” traslada una imagen bastante caricaturesca de la humanidad. Hay un tema iconográfico que ha atravesado la pintura europea: el de “San Jerónimo en el desierto”, representado con una calavera y un libro –la Biblia que estaba traduciendo–. Las medidas hacen de cada uno de nosotros y nosotras “jerónimos” que contemplan la muerte y sus miedos, pero que ni siquiera tienen derecho a llevar consigo un libro o un vinilo.

“¡Quédense en casa!”, dice el presidente. Ahora bien, en Métamorphoses, haces una crítica de este “todos para casa”, y de esta obsesión con asignar la vida a la residencia. ¿Por qué razones?

Esta experiencia inaudita de arresto domiciliario indeterminado y colectivo que se extiende de golpe a miles de millones de personas nos enseña muchas cosas. En primer lugar, experimentamos el hecho de que el hogar no nos protege, no es necesariamente un refugio: también puede matarnos.

Podemos morir por exceso de hogar. Y la ciudad, la distancia que implica cualquier sociedad, nos protege normalmente contra los excesos de intimidad y de proximidad que cualquier casa nos impone. Así que no hay nada extraño en el malestar que vive la gente estos días. La idea de que el hogar, la casa, es el lugar de la proximidad a la “naturaleza” es un mito de origen patriarcal. La casa es el espacio dentro del cual conviven una serie de objetos e individuos sin libertad, en el seno de un orden orientado a la producción de una utilidad. La única diferencia que existe entre las casas y las empresas es el vínculo genealógico que une a los miembros de las unas pero no de las otras. También por esto, cualquier casa es exactamente lo opuesto a lo político: de ahí que la orden de quedarse en casa sea paradójica y peligrosa.

¿En qué sentido el análisis ecológico de la crisis sanitaria te parece inapropiado, romántico en el mejor de los casos y reaccionario en el peor? 

La experiencia de estos días debería por lo tanto enseñarnos que la ecología, la ciencia que debería ayudarnos a reparar el planeta, debe ser completamente reformada, empezando por su nombre, que todavía alberga la imagen de hogar (oikos en griego significa hogar, casa). La ecología no solo es romántica, sino que sigue siendo esa ciencia profundamente patriarcal que, a pesar de todos los esfuerzos del ecofeminismo, no ha logrado liberarse de su pasado.

De hecho, al seguir pensando que la Tierra es el hogar de lo vivo, y que todas las especies tiene la misma relación privilegiada con un territorio que un individuo humano tiene con su apartamento, no solo nos empeñamos en someter a arresto domiciliario a la totalidad de las especies vivas, sino que además estamos proyectando un modelo económico en la naturaleza. La ecología y la economía de mercado nacieron al mismo tiempo, son dos gemelos siameses que comparten los mismos conceptos y un mismo marco epistemológico, y es ingenuo pensar que, desde la ecología, tal y como está estructurada hoy en día, se pueda llegar a luchar contra el capitalismo.

No, no hay casas u hogares ontológicos, ni para nosotros, los humanos, ni para los no humanos; en la Tierra solo hay migrantes, porque la Tierra es un planeta, es decir, un cuerpo que está constantemente a la deriva en el cosmos. En tanto que ser planetario, cada ser vivo está a la deriva, cambia de lugar, de cuerpo y de vida, constantemente. Es imposible protegerse de los otros, y esta pandemia lo demuestra. Solo podemos evitar algunas de las consecuencias del contagio, pero el contagio como tal, nosotros, como seres vivos, nunca podremos evitarlo.

Contrariamente a lo que nos gustaría imaginar, esta pandemia no es la consecuencia de nuestros pecados ecológicos: no es un azote divino que nos envía la Tierra. Es solo la consecuencia del hecho de que toda vida está expuesta a la vida de los otros, que todo cuerpo alberga la vida de otras especies, y es susceptible de ser privado de la vida que lo anima. Nadie, entre los vivos, está en su casa: la vida que habita en el fondo de nosotros y que nos anima es mucho más antigua que nuestros cuerpos, y también es más joven, porque seguirá viviendo cuando nuestro cuerpo se descomponga.

El virus se percibe como algo preocupante, por supuesto, pero también radicalmente diferente a nosotros. Y, sin embargo, en tu libro muestras que él es parte de nosotros. ¿En qué sentido es una de las caras de la metamorfosis de lo vivo?

Todos los seres vivos, cualquiera que sea su especie, su reino, su estadio evolutivo, comparten una sola y misma vida: es la misma vida que cada ser vivo transmite a su descendencia, la misma vida que una especie transmite a otra especie a través de la evolución. La relación entre los seres vivos, no importa si pertenecen a especies diferentes, es la que existe entre la oruga y la mariposa. Toda vida es tanto repetición como metamorfosis de la vida que la precedió. Cada uno de nosotros (y cada especie) es al mismo tiempo la mariposa de una oruga que se ha formado en un capullo y la oruga de mil futuras mariposas. Si somos mortales es únicamente por el hecho de que compartimos la misma vida. Porque la muerte no es el final de la vida, sino solo el paso de esa misma vida de un cuerpo a otros. Aunque no lo parezca, este virus también es una vida futura en ciernes –no necesariamente idéntica a la que conocemos, ni desde un punto de vista biológico, ni cultural–.

El virus y su propagación pandémica también tienen una importancia crucial desde otro punto de vista. Llevamos siglos contándonos a nosotros mismos que estamos en la cima de la creación –o de la destrucción–. Muy a menudo, el debate en torno al antropoceno ha derivado en el empeño por parte de unos moralistas perversos en pensar la magnificencia del hombre en la ruina: somos los únicos capaces de destruir el planeta, somos excepcionales en nuestro poder nocivo, porque ningún otro ser posee un poder semejante.

Con el brote del nuevo coronavirus, ¿estamos experimentando nuestra extrema vulnerabilidad?

Por primera vez en mucho tiempo –y a una escala planetaria, global– nos hemos topado con algo que es mucho más poderoso que nosotros, y que nos va a dejar paralizados durante meses. Tanto más porque se trata de un virus, que es el más ambiguo de los seres que pueblan la Tierra, un ser que es incluso difícil calificar de “vivo”: habita en el umbral entre la vida “química” que caracteriza a la materia y la vida biológica, y no alcanzamos a definir si pertenece a la una o a la otra. Es demasiado animado para la química, pero demasiado indeterminado para la biología.

Resulta perturbador constatar, en el propio cuerpo del virus, la clara oposición entre la vida y la muerte. Y, sin embargo, este agregado de material genético se ha liberado y ha puesto a la civilización humana –la más desarrollada, desde el punto de vista técnico, de la historia del planeta– de rodillas. Soñábamos que éramos los únicos responsable de la destrucción…. y estamos cayendo en la cuenta de que la Tierra puede deshacerse de nosotros con la más pequeña de sus criaturas. Es muy liberador: por fin nos hemos liberado de esa ilusión de omnipotencia que nos obliga a imaginarnos como el principio y el fin de cualquier acontecimiento planetario, tanto para bien como para mal, y a negar que la realidad que tenemos delante sea independiente de nosotros.

Incluso una minúscula porción de materia organizada es capaz de amenazarnos. La Tierra y su vida no nos necesitan a la hora de imponer órdenes, inventar formas o cambiar de dirección.

Fuente e imagen: http://lobosuelto.com/la-tierra-puede-deshacerse-de-nosotros-con-la-mas-pequena-de-sus-criaturas-entrevista-a-emanuele-coccia/
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Francia: segunda noche de protestas en los suburbios de París

Europa/ Francia/ 21.04.2020/ Fuente: www.mdzol.com.

Desde hace días, varios especialistas insisten en el riesgo de incendios y estallidos de violencia en los tres grandes departamentos que rodean a la famosa ciudad. En esos barrios la cuarentena es difícil de cumplir por el hacinamiento,la pobreza y la mala relación entre policías y vecinos.

Todos saben que se trata de zonas difíciles: en los alrededores de Paría, hay barriadas pobres, con familias hacinadas, que tienen mucha dificultad para cumplir con la cuarentena. Además, la relación con la policía francesa es históricamente pésima.

ya van dos noches de «incidentes» en Villeneuve-la-Garenne (24.000 habitantes, al noroeste de París, en un suburbio problemático), que vuelven a comenzar con fuegos de artificios para terminar horas más tarde con cargas policiales y utilización de gases lacrimógenos para «pacificar» a bandas de jóvenes incontrolados.

Tras un largo de rosario de incidentes en toda la «banlieue» parisina, los suburbios de la capital, la noche del sábado al domingo culminó con un accidente grave: un joven que corría, en moto, a cierta velocidad, se estrelló contra la puerta de un coche de la policía que intentaba detenerlo.

«¡Lo vas a pagar muy caro..!», gritaba el joven, herido de cierta gravedad, mientras forcejeaba, intentando liberarse, esperando una ambulancia. El primer joven herido, en Villeneuve-la-Garenne, pudo ser operado con urgencia, satisfactoriamente. Sus padres han decidido presentar una querella contra la policía, acusada de «violencias incontroladas».

La noche / madrugada del domingo al lunes, volvieron a estallar incidentes violentos en Villeneuve-la-Garenne y otra ciudad problemática, Aulnay-sous-Bois, en la «banlieue» / suburbios parisinos. Y anoche volvieron a repetirse.

A los primeros fuegos de artificios, de carácter «festivo», siguieron incendios de coches y cubos de basura. Las fuerzas del orden intervinieron con relativa rapidez y expeditivamente, usando gases lacrimógenos en varias ocasiones.

En pleno confinamiento, los jóvenes salieron a la calle, quemaron el mobiliario urbano de las cercanías de sus edificios. Así comenzó el incendio de vehículos de los vecinos, que estaban estacionados en el parking de los edificios, en un fenómeno similar al del estallido social del 2005 en los suburbios de París y las grandes ciudades francesas.

Desde hace días, varios especialistas insisten en el riesgo de incendios y estallidos de violencia en los tres grandes departamentos de la «banlieue» parisina: Seinte-Saint-Denis (93), Val de Marne (94) y Hauts-de-Seine (92).

Fuente de la noticia: https://www.mdzol.com/mundo/2020/4/21/francia-segunda-noche-de-protestas-en-los-suburbios-de-paris-74142.html

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Pasar de curso

Por: El Diaro El País. 

 

El Ministerio de Educación y las comunidades autónomas acordaron esta semana los términos en los que se procederá a la finalización del curso académico. Los alumnos de todas las etapas, desde primaria hasta bachillerato, pasando por formación profesional, promocionarán salvo en casos excepcionales. La fórmula no es un aprobado general, pero se parece bastante. Las circunstancias singulares que han marcado el tercer trimestre escolar, con las aulas vacías y unas precarias condiciones para impartir clases telemáticas, dificultan notablemente la evaluación de los alumnos en la recta final de curso.

No obstante, el acuerdo prevé que los docentes tendrán en cuenta las calificaciones de los dos primeros trimestres a la hora de determinar la nota definitiva y que el último tramo, dedicado a repasar y reforzar contenidos, solo contará para beneficiar al alumno, nunca para perjudicarlo. Esta salvaguarda permite que sean calificados de forma justa, valorando sus logros durante la etapa de confinamiento y sus necesidades de aprendizaje.

Las autoridades educativas coinciden en que, para ocho millones de alumnos no universitarios, repetir curso es una medida excepcional que deberá ser adoptada, y convenientemente argumentada, de forma colegiada por el equipo docente atendiendo a la evolución académica del estudiante antes del cierre de las aulas, hace ya más de un mes. La situación socioeconómica de las familias es un aspecto que no puede quedar al margen, toda vez que condiciona el acceso a la educación online y a las herramientas pedagógicas digitales.

Es de lamentar, no obstante, que las comunidades de Madrid, Andalucía y Castilla y León (presididas por el PP) hayan decidido desmarcarse del documento presentado por el ministerio y se empeñen en exigir al Gobierno que fije el número máximo de asignaturas suspensas para que los estudiantes puedan pasar de curso o titularse. El País Vasco apela a la defensa de las competencias para aplicar su propio plan y Cataluña ultima su particular decreto. La disparidad de criterios en función del territorio redunda, a efectos prácticos, en una evidente desigualdad de los estudiantes, que verán condicionada la obtención de un título o la posibilidad de presentarse a la prueba de acceso a la universidad.

Actitudes como las exhibidas por el PP y grupos nacionalistas ponen de relieve las dificultades intrínsecas a la hora de alcanzar pactos estables y duraderos en el ámbito educativo y sitúan una materia tan sensible en el centro de la rencilla política, una vez más. Perseguir un provecho partidista o actuar con afán de desgastar al Gobierno central en una situación extraordinaria como la actual tiene difícil defensa, más cuando los afectados son niños y niñas.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2020/04/17/opinion/1587138399_750715.html

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España: Educación en la crisis. Intuición ignorante

Europa/ Epaña/20.04.2020/ Fuente: www.laopiniondemurcia.es.,

 

«Sería deseable que las decisiones sobre algo tan trascendente como la educación pública se tomaran por expertos capaces de proponer programas de adaptación y progreso que no dependan del día a día o de lo que ocurra a corto plazo»

«En un alarde de compromiso, esfuerzo y optimismo, profesores y alumnos se han lanzado a un tipo de enseñanza para el que no se les ha preparado técnica ni intelectualmente»

Está claro que el estado de alarma sanitaria que el Gobierno de España decretó hace ya más de un mes ha cambiado mucho y de forma radical e inesperada lo que consideramos normal. Aceptamos con resignación las diferencias con las que cada familia esta viviendo el confinamiento, porque lo vemos consecuencia de la historia personal y familiar. Se activan todos los mecanismos de resiliencia viendo a través de los medios de comunicación y, sobretodo, la ‘ventana indiscreta’ de la televisión, cómo evoluciona la pandemia. Nos sentimos impotentes y asombrados por el creciente número de personas infectadas, enfermos ingresados en UCI y muertos por la infección. Nos resignamos ante la presencia en escena de personajes que hacen gala de la opulencia de sus casas, mientras que nuestro entorno es más reducido y con menos diseño, alentados quizás por el espejismo de nuestra imaginación e ilusiones y el hecho de que el coronavirus nos asusta a todos por igual.

En este escenario de desigualdad hemos aceptado el teletrabajo, sabiendo que no es lo mismo teletrabajar en una habitación con intimidad y con medios informáticos potentes, que en una mesa de camilla con nuestros hijos haciendo los teledeberes y compartiendo unas exiguas velocidades de red. Creo que lo aceptamos porque nos atañe a los adultos dentro de nuestra responsabilidad ciudadana y porque no nos queda otro remedio.

Ahora bien, es vivir en la inopia admitir que estas diferencias de capacidades dentro del ámbito de la familia y su entorno no afectan al desarrollo adecuado de las capacidades de aprendizaje y rendimiento escolar de los alumnos que están sufriendo el confinamiento.

España es un Estado social en el que existe el compromiso de la igualdad de oportunidades cuyo pilar es la enseñanza pública. El acceso igualitario al desarrollo intelectual es el mayor valor de nuestra convivencia social democrática; una sociedad inteligente identifica y asegura el resto de servicios básicos para todos los ciudadanos. Sin este principio y por la falta de oportunidades, es seguro que muchos profesionales no hubiéramos llegado a bachiller y a la universidad. La enseñanza pública presencial equilibra muy significativamente las diferencias económicas y sociales, ya que los alumnos tienen acceso por igual a los medios necesarios para desarrollar sus capacidades. Sabemos también que las diferencias socioeconómicas juegan un papel complementario, pero no es excluyente. La educación pública presencial es un vínculo fundamental de equidad social y, a su vez, motivador para el esfuerzo, puesto que no se ven coartadas las capacidades de los estudiantes.

Estos últimos días se ha abierto el debate sobre qué hacer con este curso escolar tan atípico, con un tercio del programa sin desarrollo presencial. En un alarde de compromiso, esfuerzo y optimismo, profesores y alumnos se han lanzado a un tipo de enseñanza para el que no se les ha preparado técnica ni intelectualmente. También, siguiendo son ese optimismo temerario, las Administraciones están recogiendo datos de conexión, seguimiento, aprovechamiento del programa (todo virtual), con conclusiones dispares según a quien se le pregunte. Pero creo que es necesario imaginar varios escenarios:

1) un estudiante con medios adecuados, intimidad espacial en el hogar y asesoramiento particular;

2) varios hermanos compartiendo medios informáticos entre ellos y con el tele-trabajo de papá y/o mamá, en la mesa de camilla o el comedor familiar, sin acceso a asesoramiento adecuado; y para terminar,

3) alumno en un hogar empobrecido al extremo sin medios informáticos ni capacidad de intimidad en el entorno familiar. Es imposible que se cumpla en ellos el pilar social de la igualdad de oportunidades, como es evidente. Pues bien, hay políticos y Gobiernos que se instalan en la inopia y consideran que el rendimiento escolar en estas circunstancias puede ser evaluado con equidad, cuando para unos ha supuesto un esfuerzo equivalente a un paseo por la playa (escenario 1) y comparado con el de subir una pared vertical sin ayuda técnica (escenario 3). El esfuerzo en cada escenario es absolutamente diferente y es un insulto a la inteligencia natural pensar que una evaluación del rendimiento sería justa. Solo cuando haya aulas de estudio en cada esquina de las ciudades, informatizadas y con profesores de apoyo, podríamos decir que todos los estudiantes pueden acceder a teleenseñanza en igualdad de condiciones. Y este no es el caso.

Me asombra mucho el ver cómo la sociedad acepta estas posturas expresadas por los representantes de la Administración con competencias educativas. No sé por qué no hay una respuesta solidaria y contundente contra tal desatino. Me pregunto si no estamos un poco anestesiados por el confinamiento, o porque tanta noticia WhatsApp/Twiter/etc, nos está haciendo insensibles e inactivos.

En el desarrollo de las capacidades intelectuales, la posibilidad para alcanzar las metas es el motor de la motivación para el esfuerzo personal. La equidad de medios y oportunidades para que cada estudiante alcance el máximo de sus capacidades es un compromiso social, que no puede verse fracturado en ninguna situación. Ahora se está poniendo encima de la mesa que se evalúe por igual el rendimiento escolar que depende de situaciones diametralmente opuestas. Creo que esto significará truncar por motivos arbitrarios (posiblemente en el marco de ineptitud e interés político) las expectativas de muchos jóvenes con capacidad de llegar a ser grandes profesionales. Cualquiera de ellos puede ser quien descubra la vacuna definitiva contra el coronavirus, el remedio contra el cáncer, asegure nuestra seguridad y salud, encuentre la solución a los problemas del hambre y el deterioro medioambiental del planeta; y casi todos ellos serán buenos ciudadanos que harán mejor a nuestro país. No podemos permitir que decisiones de estrategia política nos priven de ello.

Sería deseable que las decisiones sobre temas trascendentes se tomaran por expertos capaces de proponer programas de adaptación y progreso que no dependan del día a día, o de lo que ocurra a corto plazo. Lo que estamos viendo es que las decisiones van en un sentido u otro como reacción a lo que ocurra en el momento inmediatamente anterior a la espera del posterior inmediato. Esto produce una sensación de vértigo, que aceptamos como normal en el caso de la sanidad, que ha de reaccionar ante la urgencia de la enfermedad; pero no entiendo por qué ha de ser así en educación.

Se debería plantear un programa de respuesta y adaptación de largo recorrido y con mucha probabilidad de poder ser aplicado. Por ejemplo, el destino de la EBAU (antes selectividad) es tan incierto que nadie es capaz de apostar a que se pueda celebrar un examen multitudinario en el mes de junio o julio. Sin embrago, no se ha puesto encima de la mesa un plan alternativo a este examen, que sea equitativo y justo. Seguimos esperando hasta el ultimo momento y ya improvisaremos, guiados por la intuición ignorante (como se esta poniendo de manifiesto hasta el momento).

La intuición ilustrada está brillando por su ausencia para la toma de decisiones en educación. Parece que esta intuición ilustrada está siendo utilizada únicamente por los profesionales de la sanidad a pie de cama, menos mal que ahí sí esta funcionando.

Fuente de la noticia:  https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2020/04/20/educacion-crisis–intuicion-ignorante/1108238.html

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Italia renuncia a abrir las escuelas este curso por la pandemia

Europa/ Italia/ 21.04.2020/ Fuente: www.leonoticias.com.

Tras cinco semanas de confinamiento en todo el territorio nacional, Italia comienza a imaginar cómo podrá ser la vida una vez que expire el cerrojazo el 4 de mayo. Mientras parece confirmarse que las escuelas permanecerán cerradas como pronto hasta el próximo curso, los presidentes de 4 regiones (Lombardía, Véneto, Piamonte y Sicilia) presionan al Gobierno de Roma para que no alargue las restricciones y permita la reapertura de las actividades económicas lo antes posible.

La pandemia se acerca ya a los 170.000 contagiados, de los que 40.000 se han curado y 22.000 han fallecido. Más de la mitad de esas muertes se han registrado en Lombardía, cuyo presidente regional, Attilio Fontana, estaría barajando considerar también el sábado y el domingo como días laborables, según informan los medios locales. Se pretenden establecer turnos con jornadas y horarios diferenciados dentro de las empresas para reducir así los flujos de trabajadores tanto en las oficinas como en el transporte público.

Es al Gobierno central al que le corresponde decidir cuándo levantará las restricciones. Antes de tomar esa decisión, el primer ministro, Giuseppe Conte, analizará los pros y los contras con los dos comités que le asesoran: uno formado por médicos y científicos y otro por expertos encargados de proponer nuevas formas de organización laboral. Son cada vez más los sectores que piden una reapertura cuanto antes de las actividades económicas en las empresas donde se pueda garantizar la distancia de seguridad y el resto de medidas para evitar los contagios.

En la llamada ‘fase dos’ se podrían mantener las restricciones a la movilidad de las personas de más de 70 años, las más vulnerables al coronavirus, y a los menores de edad, por la dificultad para que respeten la distancia de seguridad. A los niños y jóvenes les cayó este viernes otra jarra de agua fría al reconocer la ministra de Educación, Lucia Azzolina, que resulta casi imposible que se vayan a retomar las clases en lo que queda de curso.

«El Gobierno tomará una decisión en breve. Pero con la actual situación sanitaria cada día que pasa se aleja la posibilidad de reabrir en mayo. Significaría hacer que cada día se movieran más de ocho millones de estudiantes», comentó Azzolina en una entrevista con el ‘Corriere della Sera’. Respecto al modo de reapertura en septiembre, la ministra informó de que se ha constituido una comisión para estudiar las diversas posibilidades, pues es necesario «un gran proyecto de innovación».

Dentro del sector educativo hay serias dudas de que se puedan retomar las clases presenciales antes de que haya una vacuna contra el coronavirus. «Las personas que frecuentan las escuelas son casi nueve millones. Lo que significa que harían falta nueve millones de mascarillas que habría que ir sustituyendo. Y habría que mantener la distancia de seguridad entre estudiantes, lo que resulta imposible en el 80-90% de las escuelas italianas, porque son muy antiguas y tenemos clases masificadas, las llamadas clases gallinero», advirtió Mario Rusconi, dirigente de la asociación nacional de directores de escuelas, en el canal TV2000.

Fuente de la noticia: https://www.leonoticias.com/internacional/union-europea/italia-renuncia-abrir-colegios-20200417150718-ntrc.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.co.ve%2F

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La Comunidad baraja volver a las aulas de forma paulatina

La Comunidad baraja volver a las aulas de forma paulatina

El consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha manifestado este jueves que están barajando «distintos sistemas de vuelta a las clases», como, por ejemplo, «empezar primero por los de 2º de Bachillerato, que son los más necesitados por las pruebas de la EvAU, los de 4º de la ESO, que igualmente titulan este año» y «los de FP que titulan».

Ossorio ha explicado, en una entrevista en Onda Madrid recogida por Europa Press, que esta opción permitiría «distribuir mejor» a los alumnos y «esponjar» la vuelta a los centros educativos, y ha agregado que «respecto a los exámenes, exactamente igual».

El consejero madrileño ha criticado que el Ministerio de Educación haya dejado «al albur de cada comunidad autónoma que dictamine con cuántos suspensos titula», porque de una autonomía a otra «esos títulos valen igual», y ha asegurado que en Madrid va a ser con «cero suspensos».

En cuanto a la tercera evaluación, ha rechazado que solo sea «diagnóstica», como ha planteado el Ministerio, y ha explicado que la Comunidad de Madrid está de acuerdo con que hay que «tenerla en cuenta con la máxima flexibilidad», tomando en consideración el acceso de cada uno de los alumnos a medios telemáticos y las dificultades de aprendizaje, pero que apuesta por una «evaluación académica».

Así, ha aclarado que para los alumnos madrileños la tercera evaluación «va a tener valor académico», pero «no va a perjudicar a los alumnos en ningún caso con respecto a las dos primeras evaluaciones que fueron presenciales», que «evidentemente tienen que ser lo fundamental».

«Tiene que tener valor académico porque si no, estamos echando por tierra el enorme esfuerzo que han hecho los alumnos y los profesores durante estas difíciles semanas que han tenido que reinventarse para seguir con la educación a distancia», ha recalcado.

Tras hacer hincapié en que «nadie por una evaluación que no ha tenido clases presenciales, que ha podido tener dificultades, especialmente algún alumno, se va a ver perjudicado por esa evaluación», ha incidido en que en la Comunidad tendrá «efectos académicos aunque no tenga efectos perjudiciales».

En cuanto a los que hayan suspendido las dos primeras evaluaciones, ha dicho que tendrán que examinarse en el mes de junio, cuando van a tener lugar las pruebas de evaluación, que en convocatoria ordinaria serán hasta el 15 de junio y en extraordinaria hasta el 25.

Modalidad de exámenes

Respecto a la modalidad de los exámenes, ha puesto de manifiesto su deseo de que sean presenciales, pero ha reconocido que «dependerá del criterio de las autoridades sanitarias», y ha puntualizado que «si no son presenciales habrá que ver vías telemáticas».

A propósito de la continuación de la actividad docente ‘online’, el consejero ha precisado que la instrucción es ir avanzando en los «contenidos fundamentales», pero ha reconocido que es «imposible» dar todo el temario previsto.

Por otro lado, ha dicho que la Comunidad de Madrid pidió al Ministerio «un esfuerzo más allá de las palabras», con las clases de refuerzo voluntarias en el mes de julio dentro un plan «cofinanciado por el Estados y las comunidades autónomas», y ha dicho que es bueno aprovechar el mes de julio porque además no se sabe «lo que va a pasar en otoño».

Ossorio ha insistido en acusar al Ministerio de Educación «dejación» y ha asegurado que «no le gusta nada el esfuerzo, le tiene grima», al tiempo que ha señalado que el acuerdo que se suscribió el miércoles en la conferencia sectorial dio lugar a que un medio de comunicación hablase de aprobado general, «un mensaje malísimo».

Fuente de la Información: https://www.madridiario.es/comunidad-baraja-volver-aulas-forma-paulatina-primero-2-bachillerato-4-eso

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