Rosa Cañadell: No se debe tampoco agobiar a los chicos y chicas ni a sus familias con demasiadas obligaciones escolares

Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina entrevistan en exclusiva para OV

Rosa Cañadell es Licenciada en Psicología y Magisterio. Profesora de secundaria durante más de veinte años y cuatro como directora de Instituto; además ha sido delegada sindical y Portavoz del sindicato USTEC•STEs (IAC) durante 8 años.

Ha publicación artículos en varios medios, tanto nacionales como internacionales: entre ellos, Cuadernos de Pedagogía, Perspectiva escolar, El Viejo Topo, Público, El Periódico, eldebat.cat, eldiario.es, El diario de la educación, Docencia, Rebelion.org, Universidade y Sociedade (Brasil), Latin American Perspective (EEUU), y otras. Autora del libro "Qué pasa con la educación?" (Ed. Viejo Topo 2013) y coautora de varios libros, el último de ellos "Educación pública: de tod@s para tod@s". Coautora del documental

"Educar es la mejor forma de luchar&quot sobre la educación en el MST de Brasil. Colabora en el Máster "Cooperación y Desarrollo" de la UB. Cofundadora del SIEC (Seminario Itaca de Educación crítica). Además de todo es una incansable activista social en defensa de la educación pública y, está vinculada a varios movimientos sociales. Forma parte de Socialimo21, del Comité de apoyo al MST de Barcelona, del Grupo Promotor de la #ilpeducacio, del SIEC.(Seminari Ítaca d'Educació crítica).

El amigo Marc Casanova había insistido en que sería muy bueno que conociéramos a Rosa. Nos acercó algunos de sus textos, los cuales leímos entre compromisos y reuniones. Leer a Rosa es como dialogar con alguien a quien hemos conocido toda la vida; las coincidencias de perspectiva son enormes. Pero las tareas habían hecho esquivo el encuentro. Un proyecto editorial con los compañeros de Viento Sur y de la editorial Sylone hizo posible trabajar juntos, lo cual agradezco especialmente. Ahora, en el marco de construcción de un espacio de diálogo y encuentros entre dirigentes sindicales del magisterio, pedagogos críticos y educadores populares de nuestramérica + Cataluña ha hecho posible el que trabajemos juntes. Esta entrevista coloca de manifiesto el pensamiento contestatario de Rosa y estamos seguro que será de mucha utilidad para los lectores del portal OVE

 

Rosa, cuéntanos un poco tu historia de vida, ¿Cómo llegaste a la educación crítica, a la lucha gremial, a las pedagogías críticas?

Yo estudié Magisterio y después me licencié en Psicología, la Universidad de Barcelona. Los primeros 5 años trabajé en un Hospital psiquiátrico. Más tarde colaboré en una guardería y trabajé dos años en una escuela especial de minusválidos físicos (parálisis cerebral). Finalmente, hice oposiciones y entré como Profesora de Secundaria en un Instituto público de Formación Profesional, en el que trabajé más de 20 años y fui directora 4 de ellos.

El Instituto en el que trabajé estaba situado en un barrio popular con alumnado bastante marginal. Mi asignatura era Formación Humanística y ética.

Allí, junto a otros compañeros y compañeras tomamos conciencia de lo importante que era para aquel alumnado que comprendieran el funcionamiento económico y político en el que estaban viviendo y las causas de la desigualdad social. Y empezamos a enfocar las clases de historia y de ética desde una perspectiva crítica y emancipadora.

Trabajamos el tema de la economía, nociones de marxismo, anarquismo, el capitalismo y el neoliberalismo, las relaciones desiguales norte-sur, el imperialismo, las luchas obreras, los derechos laborales y sociales, la desigualdad de género, el racismo, el nazismo… Así como tratamos que el alumnado se auto-organizara con los Delegados de clase y las asambleas, tanto para tratar temas que a ellos les interesaba como para decidir cuestiones como las huelgas y protestas que se convocaban. Fue una experiencia muy enriquecedora y que me aportó muchas razones para defender una educación pública crítica y transformadora.

Posteriormente pasé a trabajar en el sindicato de enseñantes de Cataluña USTEC (Unión sindical de trabajadores/as de la educación de Cataluña), de la que era afiliada desde hacía más de 20 años. Este sindicato era, y continúa siendo, mayoritario en la educación pública en Cataluña y tiene como principio básico la defensa de la educación pública y de sus trabajadores y trabajadoras.

Al cabo unos años fui nombrada portavoz del sindicato, por lo que mi trabajo consistía en hablar con los medios de comunicación, ir a debates televisivos y radiofónicos, escribir artículos, hacer declaraciones, etc. Fueron unos años de mucha lucha, pues en Cataluña se discutió una nueva Ley de Educación (LEC), que se aprobó en 2009 con la oposición de la mayoría de la comunidad educativa. Tuvieron lugar cuatro huelgas generales de educación y grandes manifestaciones en contra de esta ley, que consolidaba los principios más neoliberales en educación: privatización, direcciones empresariales, precariedad laboral, destrucción de la gestión democrática de los centros, autonomía de centros y competitividad entre ellos… todo ello unido a los posteriores recortes (con la excusa de la crisis), fue uno de los ataques más virulentos contra la educación pública en Cataluña.

En estos años, participé también, en dos Foros Sociales de Porto Alegre y en los Foros Sociales Europeos de Atenas, París, Londres y Turquía. En ellos organizamos un grupo de personas vinculadas con la educación de diversos países de Europa con los que discutíamos y publicábamos artículos sobre como el neoliberalismo iba penetrando en la educación (entre ellos estaba Nico Hirtt, Richard Hatcher y otros).

Finalmente, mi vinculación con MST del Brasil, me dio la posibilidad de conocer sus prácticas educativas en acampamentos, asentamientos, así como en la Escuela Nacional Florestan Fernandez, con lo que aprendí mucho de los compañeros y compañeras del MST, de sus luchas y de su filosofía y práctica educativa (En 2011 realicé un documental sobre ello: https://www.youtube.com/watch?v=eoinvZ0X9yg  “Educar es la mejor forma de luchar”)

 

Para ti ¿Cuáles son los elementos relevantes de la crisis del sistema educativo español en general y el de Cataluña en particular? 

Primero, hablemos de la Escuela neoliberal: desde finales de los años 90 la política educativa a nivel internacional se ha redefinido en virtud de las necesidades del capitalismo en su versión neoliberal. En muchos países de la UE, incluyendo el nuestro, la política educativa oficial se ha modificado con el objetivo de responder a la sociedad de mercado y a las necesidades del mundo financiero. La educación, así entendida, pasa a estar al servicio de la economía en su doble vertiente: por un lado, debe ser “adaptada” a las necesidades de las empresas y del mundo laboral y, por otro, debe ser “rentable”, o sea gestionada con criterios empresariales y ser susceptible de negocio privado

Segundo, está el tema de la privatización y la doble red educativa:  la privatización es uno de los objetivos de este asalto neoliberal a la educación. Su objetivo es doble: por un lado, disminuir el presupuesto público y por otro abrir el mercado educativo. Nuestro país es un buen alumno en los dos aspectos. La disminución de los presupuestos dedicados a educación ha llegado a límites de vergüenza: España es el sexto país de la UE con el menor gasto público destinado a Educación del conjunto de la UE, un 4% del PIB (un 3,2 % en Cataluña), frente al 5 % de media europea, a años luz de Dinamarca (6,9 %), Suecia (6,6 %), Finlandia (6,2%) o Portugal (6%).

Junto a la disminución del presupuesto público avanza la privatización. En nuestro país, ello se concreta con el aumento de los centros privados subvencionados con dinero público, con la progresiva externalización de los servicios (educación infantil, comedor, transporte, limpieza, evaluación, nuevas tecnologías, etc.) que están ya en manos de empresas privadas, con el aumento de las tasas en las Universidades públicas y con la creación de las Universidades privadas.

En España, la escuela concertada acoge a cerca de un millón de alumnos y alumnas y emplea a 130.000 profesores en 3.500 centros, con un presupuesto de dinero público destinado en 2017 de 6.179 millones de euros, distribuidos de manera desigual en los distintos territorios. La mayoría de los centros están situados en comunidades de renta alta o tradición “ideológica” de escuela privada. En cifras globales, estos centros acogen a uno de cada cuatro estudiantes en la enseñanza obligatoria (el 30% del alumnado en todo el Estado, 40 % en Cataluña y 58 % en la ciudad de Barcelona), cifras superadas únicamente por Bélgica en el número de alumnos matriculados.

Es de destacar que el 64% de las escuelas concertadas son directamente propiedad de la Iglesia o instituciones ligadas a ella y que algunas de ellas segregan por sexo, argumentando, además, que su labor es de verdadera ayuda al Estado.

La subvención de centros privados con dinero público (conciertos educativos) tiene efectos negativos parael conjunto del sistema educativo. Son socialmente segregadores, en tanto estratifican los centros educativos según el nivel económico de las familias y según el origen cultural creando una gran “fractura social”. Son económicamente injustos, ya que con el dinero de todos y todas se pagan los privilegios de los más privilegiados. Son pedagógicamente negativos, ya que educar en la pluralidad, tanto ideológica como social,  está demostrado que aumenta la capacidad de aprendizaje y ayuda a socializar en valores comunes. Son también ideológicamente peligrosos, ya que dejamos la educación de casi la mitad de nuestros jóvenes, en manos de patronales religiosas, con valores conservadores y algunas claramente reaccionarias (como pueden ser las del Opus Dei).

Tercero está el tema del currículum: porque no se trata sólo privatizar, el modelo neoliberal necesita, además, controlar aquello que se enseña en las escuelas, y poner el currículum, la metodología y los valores al servicio de las necesidades del mundo financiero y empresarial.

Educación por competencias. Entre finales de 2007 y principios de 2008 comienza una reflexión sobre los «nuevos empleos» y las habilidades apropiadas para estos puestos de trabajo. Se trata de definir las «competencias» que los empresarios necesitan de sus trabajadores. Así aparecieron lo que se denomina «competencias básicas», que ya se están imponiendo como la «mejor forma de educar» dejando de lado los contenidos humanísticos, artísticos y filosóficos. Aparcando, de este modo, todo aprendizaje que vaya en el sentido de ampliar la cultura, estimular el espíritu crítico, fomentar la creatividad, el pensamiento libre, la capacidad de análisis de la realidad, la capacidad de transformar la sociedad…

Cuarto, las evaluaciones y el control: para imponer todo ello, han inventado otro mecanismo: la evaluación externa. Se trata de valorar el rendimiento educativo y comprobar los resultados de los alumnos en la adquisición de las Competencias básicas en diversos estudios y pruebas externas y, en especial, en los llamados informes PISA. Cuanto más se impone este sistema de medición, más se estrecha el cerco de lo que debe ser enseñado y aprendido, y más autonomía pierden los maestros. La libertad de cátedra es un fenómeno en peligro de extinción. Y la ideología que se transmite es la que conviene a los que detentan el poder.

Quinto, la gestión empresarial: otro de los mecanismos para poder implementar esta nueva tendencia neoliberal dentro de los centros educativos es la gestión de los centros públicos que cada vez es más autoritaria. Se debe reforzar la autoridad y las funciones de las direcciones para que puedan tomar decisiones en la gestión de los centros al margen del profesorado, de las asociaciones de padres y de los Consejos escolares. Es evidente que una gestión en la que las direcciones desempeñan funciones propias de la patronal (eligiendo al profesorado), supone avanzar hacia un modelo de gestión autoritaria que elimina la participación y la capacidad de decisión de la comunidad educativa y dificulta el trabajo en equipo que es, precisamente, la mejor garantía del buen funcionamiento de un centro educativo.

Sexto, todo el tema de la autonomía de los centros y los proyectos singulares: la autonomía de centro es otro de los nuevos «mantras» de la educación neoliberal con la que se pretende solucionar todos los problemas. De hecho, los centros educativos públicos siempre han gozado de una cierta autonomía, pero lo que ahora proponen nuestras administraciones educativas es muy distinto de lo que los centros necesitan e implica una nueva concepción de la educación pública, con consecuencias muy negativas. La más importante es el desmantelamiento del “sistema público” entendido como un todo, al pasar a considerar a cada uno de los centros educativos como una entidad independiente, con proyectos propios y bien diferenciados y en competencia unos con otros, lo cual implica la creación de centros públicos de distinta categoría. Un proceso que está aumentando la fragmentación social entre los centros públicos y que se suma a la ya existente entre públicos y privados concertados, imposibilitando, cada vez más, la igualdad de oportunidades que todo servicio público tiene la obligación de ofrecer.

Séptimo, la nueva innovación educativa: en realidad, la innovación (entendida como renovación pedagógica) dentro de los centros educativos ha existido siempre, entre otras cosas, porque constantemente hay cambios: el perfil del alumnado, el equipo directivo, las normativas, las nuevas tecnologías, los nuevos problemas, etcétera. Por lo tanto, siempre se ha de adaptar la tarea educativa a la realidad del aula. Pero el debate y las propuestas últimamente ya no salen de las aulas sino de organizaciones privadas, bancos y empresas, y se difunden en los medios de comunicación, en las charlas y las jornadas de formación.

La pregunta clave es: ¿estamos asistiendo a una verdadera “renovación pedagógica” que intenta mejorar la educación (pública) de nuestro país, o estamos disfrazando la innovación para implementar todo el decálogo neoliberal en educación?  ¿Estamos tratando de mejorar nuestras metodologías para dar una mejor, más global y más equitativa formación a nuestro alumnado, o estamos cambiando la educación actual para pasar a formar “futuros emprendedores de sí mismos “, para que todos nuestros jóvenes interioricen los principios de la sociedad neoliberal: individualismo, competitividad, libre mercado, con sus subsiguientes consecuencias: desigualdad, precariedad y pobreza?

Rosa ¿Cómo es la relación entre el gobierno y los gremios, especialmente con la USTEC-IAC?

Existe una relación administrativa, como manda la ley, en la que los asuntos relativos al profesorado deben discutirse con los sindicatos de la educación. Los resultados dependen, básicamente, de la correlación de fuerzas. Si hay mucha movilización es más fácil conseguir lo que propone nuestro sindicato, sino, normalmente no se logran los objetivos que USTEC se propone.

 

¿Consideras que la formación de los y las futuras maestras(os) se corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI? 

Según cual sea la concepción y los objetivos de la educación, la formación de los futuros maestros y maestras será de una forma u otra. Para mí, las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo 21 están íntimamente ligados a un cambio de rumbo en la sociedad. La educación, en tiempos de crisis, económica, social y ecológica, y con una sociedad cada vez más desigual e insolidaria, lo que se necesitaría es que la escuela tuviera una función emancipadora y de compensación de desigualdades. Esto implicaría que la formación del futuro profesorado se basara en contenidos, estrategias y metodologías encaminadas tanto a la emancipación personal de todos y cada uno de los alumnos y alumnas (cultura, valores, preparación intelectual y profesional) como a la mejora de sociedad (capacidad de analizar la sociedad y herramientas para mejorarla). Ello implicaría maestros y maestras bien formados desde la perspectiva intelectual, pedagógica, social y política, con capacidad de análisis y crítica, y con implicación social

Evidentemente no es ésta la dirección en la que se está formando a los futuros maestros y maestras.

 

¿Qué ha significado el Coronavirus en lo educativo? ¿Consideras que las medidas educativas tomadas en el marco de la pandemia afectan al derecho a la educación? 

La primera consecuencia ha sido el cierre de todos los centros educativos, desde el 14 de marzo. Ello ha significado un replanteamiento de lo que se debería hacer con la educación. Como no ha habido normas claras, cada centro y cada profesor/profesora ha desarrollado estrategias diferentes. Des de clase on-line, hasta sólo conversar y mantener el contacto con el alumnado. Una de las grandes dificultades es que un 30 % del alumnado no está en condiciones de seguir una educación on-line, o bien porque no tiene acceso a internet, no tiene los instrumentos para conectarse o no tiene unas condiciones de hábitat y familiares que se lo permitan. Esto ha hecho saltar todas las alarmas, ya que significaba aumentar la desigualdad educativa que existía antes de la pandemia.

En general, y nuestro sindicato así lo ha recomendado, la tesis más extendida es que no hay que dar contenidos nuevos, no se debe tampoco agobiar a los chicos y chicas ni a sus familias con demasiadas obligaciones escolares, y lo que sí es imprescindible es mantener el contacto (por teléfono, Tablet, video-conferencia, etc.) con todo el alumnado y dar soporte emocional, así como proponer actividades que refuercen sus conocimientos culturales, artísticos e intelectuales.

 

¿Cuáles consideras que son las propuestas más importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Si queremos revertir esta situación y volver a conquistar el derecho a una educación que haga posible la equidad social y una formación humana, técnica y profesional para todos los futuros ciudadanos y ciudadanas, debemos actuar en diferentes frentes:

La lucha por los recursos y los presupuestos. Se trata de recuperar unos presupuestos que hagan posible un buen funcionamiento de los centros públicos y unas condiciones dignas para el trabajo docente, así como la revalorización de la escuela pública por encima la privada, con la desaparición progresiva de los conciertos educativos y la segregación que esta doble red implica.

La lucha por el cambio de las leyes y la orientación del sistema educativo. Es fundamental situar la reivindicación de un determinado modelo de educación pública dentro de las reivindicaciones más globales. Hay que dejar bien claro que no se trata solamente de la defensa de más recursos, sino también de la defensa de un modelo de educación que se aleje del paradigma neoliberal. No es suficiente con ganar la batalla de los recursos, es necesario también ganar la batalla de las ideas.

La lucha y organización dentro de los centros educativos. Dentro del centro es importante recuperar el funcionamiento democrático y participativo, con decisiones conjuntas, tanto a nivel pedagógico, organizativo como reivindicativo

Nunca debemos olvidar que la escuela es tanto un espacio de transmisión de la ideología dominante, como un espacio de resistencia y confrontación, y que este espacio permite al profesorado dejar de ser fieles servidores de los grupos dominantes y trabajar por valores, contenidos y objetivos alternativos.

La denuncia del discurso dominante y la concienciación de las consecuencias futuras. Es imprescindible extender un discurso contra hegemónico que desvele los objetivos ocultos detrás de las nuevas innovaciones. Hace falta mucha pedagogía y mucho debate en torno a las nuevas propuestas, tanto entre el profesorado, como en la comunidad educativa en general. Es preciso denunciar el papel de las empresas y los bancos en la educación, denunciar las consecuencias negativas de la privatización.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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