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Expertos en educación advierten: «La ‘ley Celaá’ renuncia a la meritocracia»

Por: Olga SanMartín.

 

La propuesta de Isabel Celaá de dar el título de Bachillerato con un suspenso ha causado perplejidad entre los profesores. No es sólo por la medida en sí, que las juntas de evaluación docente ya aplican de forma discrecional, sino por el demoledor mensaje en contra de la cultura del esfuerzo que envía toda una ministra de Educación cuando incluye este cambio entre las prioridades de su ley y lo justifica como «un favor» para la «autoestima» del estudiante.

El profesor Gregorio Luri advierte del peligro de «las medidas que se toman con buenas intenciones y que confunden la ayuda con la lástima», ese paternalismo pedagógico que al final perjudica más al alumno que menos tiene. Recupera las palabras pronunciadas en 1931 por el histórico socialista Fernando de los Ríos durante su discurso en las Cortes Constituyentes de la República: «Hay un problema ético para cada profesor, que consiste en no coadyuvar a la dramática falacia de que es víctima el escolar cuando se le da un título de capacidad sin tenerla. Este problema ético no depende de una disposición ministerial; depende del grado de madurez y sensibilidad de los centros».

«No es aceptable que la ministra desconfíe de los suspensos porque rebajan la autoestima del alumno», se enfada también el filósofo José Antonio Marina, que recuerda que Seligman Damon ya dejaron claro que «intentar mejorar la imagen de un estudiante, en lugar de mejorar su desempeño, es poner en marcha una sobreprotección dañina».

Expertos educativos avisan de que se avecinan nuevos viejos tiempos en la escuela, una vuelta a la Logse-LOE que trae otra vez la comprensividad y «renuncia a la meritocracia», en palabras de Nicolás Fernández, presidente del sindicato ANPE.

Porque hay más cambios que se suman al del título de Bachillerato con un suspenso. La ley Celaá quiere recuperar la antigua Selectividad, desvinculándola del título y ubicándola después de conseguirlo, a diferencia de lo que ocurre ahora. También eliminará los estándares de aprendizaje evaluables fijados por el Estado, suprimirá las evaluaciones externas censales al final de cada etapa, prohibirá los ránkings que permiten hacer comparaciones entre centros y entre autonomías y convertirá la repetición de curso en una medida «excepcional». Además, los alumnos de la ESO tendrán el mismo título que los de la FP Básica. En otras palabras, con la nueva ley se reducen filtros y controles para conocer qué es lo que saben los alumnos a lo largo de las distintas fases de su aprendizaje. Casi habrá que fiarlo todo a la Selectividad, que aprueba el 90% de los estudiantes.

Inmaculada Egido, catedrática de Educación Comparada de la Universidad Complutense de Madrid, cree que «este modelo no fomenta el esfuerzo ni el mérito en los alumnos», a diferencia de lo que ocurre en países de nuestro entorno donde, por ejemplo, se exige una prueba final de Bachillerato sin la cual no se puede conseguir el título. En Francia tienen el BAC, en Alemania el Abitur y en Italia la Maturità. Son exámenes muy duros. «Las reválidas en la etapa equivalente a la ESO no son frecuentes y es verdad que se puede titular con suspensos, pero hay un control externo de los niveles de conocimiento de los alumnos que es superior al que existe en el sistema educativo español».

Florencio Luengo, coordinador general del Proyecto Atlántida y promotor de la Red por el Diálogo Educativo, defiende que el modelo español no está tan mal planteado como parece, aunque sí que echa en falta más «exigencia» en las notas de corte de acceso a las carreras, para que «los alumnos no se duerman en los niveles inferiores». «No se trata tanto de que aprobar Bachillerato con un suspenso suponga bajar o subir el listón, sino qué tipo de conocimientos son hoy relevantes y qué significa aprobar competencialmente o por contenidos, incluido qué se entiende por el concepto de compensación», expresa. Eso sí, se muestra partidario de «revisar y probablemente no mantener» medidas como conceder el título de Bachillerato con un suspenso «porque están generando conflicto y lo prioritario es que haya un acuerdo educativo».

Antonio Cabrales, catedrático de Economía en la University College London, apunta que «la legislación tiene sus límites como instrumento y a veces la sociedad se autoorganiza para superarlos». Recuerda que los ránkings de colegios y universidades que elabora la iniciativa privada ya sirven «como espuela» a los estudiantes para competir y mejorar, de la misma forma que los buenos alumnos se ponen las pilas para poder entrar en las universidades más prestigiosas.

Fuente del artículo: https://www.elmundo.es/espana/2018/11/18/5bf07fc3468aeb0b6e8b45ea.html

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Dinamarca: Un informe europeo constata la relación directa entre educación inclusiva e inclusión social

Europa/Dinamarca/22 Noviembre 2018/Fuente: El diario la Educación

La Agencia Europea por las Necesidades Educativas Especiales acaba de publicar un informe en el que concluye que las personas con discapacidad que han recibido una educación inclusiva tienen más posibilidades de tener una vida autónoma que aquellas que han sido escolarizadas en centros segregados.

La Agencia Europea para las Necesidades Educativas Especiales y la Inclusión Educativa ha revisado alrededor de 200 estudios y artículos publicados en los últimos años en Europa y países como Estados Unidos y Australia en los que se aborda la cuestión de la inclusión social de las personas con discapacidad y la relación que este proceso de inclusión tiene con el tipo de educación que han recibido. A partir de aquí, ha publicado un informe –que tiene una versión larga de 81 páginas, y una resumida de 16 disponible en español– donde concluye que las personas con discapacidad que reciben una educación inclusiva tienen más posibilidades de tener una vida más autónoma en los ámbitos social, laboral y familiar.

Esta agencia es un organismo independiente con sede en Dinamarca que recibe financiación de la Comisión Europea y que está formado por representantes gubernamentales de 31 países (que son todos los de la UE, menos Rumanía, además de Suiza, Noruega, Islandia y Serbia). La voluntad de informes como este es que los responsables de las políticas públicas de los diferentes países tengan más elementos de juicio a la hora de definirlas.

En concreto, el informe se ha querido fijar en todos los estudios que traten de dar respuesta a estos dos interrogantes. 1) ¿Qué relación existe entre la educación inclusiva y la inclusión social? 2) ¿Qué dicen las investigaciones actuales sobre el potencial que tiene la educación inclusiva como instrumento para promover la inclusión social?

La segregación escolar minimiza las oportunidades de inclusión social

“Las pruebas de las investigaciones aportadas en la revisión –se lee en el informe– sugieren que asistir a centros segregados minimiza las oportunidades de inclusión social tanto a corto plazo (durante el periodo en el que los niños con discapacidad van a la escuela) como a largo plazo (tras graduarse en centros de educación secundaria). El hecho de asistir a un centro especial se relaciona con bajas cualificaciones académicas y profesionales, trabajos en talleres protegidos, dependencia económica, menores oportunidades para llevar una vida independiente y escasas redes sociales tras la graduación”.

El informe se fija especialmente en la relación con el mundo laboral y con la vida en comunidad, y concluye que una educación inclusiva aumenta las probabilidades de la persona de encontrar una salida en el mercado laboral ordinario, ya sea con la modalidad de empleo con apoyo, un empleo abierto o incluso la actividad autónoma, mientras que la educación en un centro segregado conduce a un tipo de trabajo en un taller protegido, cosa que “probablemente contribuya más al aislamiento que a la inclusión social” de la persona con discapacidad.

Lo mismo sucede en el ámbito de la vida independiente. Una educación inclusiva “aumenta las oportunidades de llevar una vida independiente”, si bien esta no depende únicamente de este factor, sino que influyen también las políticas de bienestar social. El informe menciona que este impacto de la educación inclusiva sobre la capacidad de la persona de tener una vida independiente se debilita a medida que pasa el tiempo desde su graduación. Y dice también que los jóvenes con discapacidad que van a centros segregados “tienen menos probabilidades de crear amistades y redes sociales en su vida adulta”.

La participación es el aspecto clave de la educación inclusiva

Otro aspecto en el que también inciden las conclusiones presentadas por esta agencia es que el concepto de educación inclusiva no es equivalente a escolarización en un centro ordinario. Y pone mucho el énfasis en la participación como termómetro de la inclusión. “Las políticas que consideran la educación inclusiva como mera asignación en un centro escolar ordinario obstaculizan la participación del alumnado con discapacidad y, por lo tanto, no conducen a la inclusión social”, dice el informe. “Para que la educación inclusiva tenga impacto en la inclusión social es necesario garantizar, a través de las políticas y las prácticas, que el alumnado con discapacidad participe en igualdad de condiciones que el alumnado sin discapacidad en todos los aspectos del sistema escolar”, añade.

Entre las decenas de referencias citadas en la bibliografía sólo hay tres españolas. El estudio INCLUD-ED (Successful Educational Actions for Inclusion and Social Cohesion in Europe), coordinado por el catedrático de la UB Ramón Flecha en colaboración con varias otras universidades europeas y publicado en 2015 por Springer, y dos artículos publicados en las revistas International Journal of Inclusive Education y Journal of Intellectual and Developmental Disability por las profesoras de la Universidad de Girona Maria Pallisera, Judit Fullana y Montserrat Vila.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/20/un-informe-europeo-constata-la-relacion-directa-entre-educacion-inclusiva-e-inclusion-social/

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Fernando Rey: «Soria, en educación es la ‘Finlandia’ de España»

Europa / España/ 21.11.2018/ Fuente: sorianoticias.com.

«El Informe Pisa dice que Castilla y León es la ‘Finlandia’ de España y Soria es la ‘Finlandia’ de Castilla y León». Con estas palabras, el consejero de Educación, Fernando Rey, ha ensalzado en San Esteban de Gormaz el alto nivel del alumnado soriano respecto al resto del país y también de la Comunidad refiriéndose a las altas calificaciones que el Informe Pisa otorga a la provincia.

Rey, que acudía al centro de Eduación de Adultos Doña Jimena para impartir una charla sobre la Constitución, se ha referido a las «desigualdades educativas del país», y ha mostrado su disconformidad con las intenciones del Gobierno en esta materia, las cuales son «populistas» ya que permiten a los alumnos pasar de curso con asignaturas pendientes en Bachillerato. Algo que «rebaja y desploma el nivel» haciendo que al estudiante no se le exija en función de sus capacidades.

El consejero se ha mostrado favorable al impulso en la educación en el medio rural y se ha mostrado favorable a potenciar la Formación Profesional de manera «específica» y donde «falta mucho por hacer» a la vez que son precisos más recursos para desarrollarla. De igual modo se ha referido a la Educación Secundaria y al Bachillerato que deben de ser valorados, si bien ha exigido «más recursos» para dar continuidad a la formación del alumnado ya que es la Comunidad quien hace frente a estos gastos.

En su presencia en la localidad sanestebeña, Rey giraba visita al colegio Virgen del Ribero, donde existe un aula sensorial para escolares con discapacidades motoras y psicológicas. Unas instalaciones que la Junta prevé hacerlas extensivas a un mayor número de centros de la Comunidad, si bien en colegios de Educación Especial ya existen y mejor dotadas. Un modelo de educación inclusiva por el que todos los niños, con discapacidades «incluso severas» puedan estar en centros de carácter ordinario, buscando la eficiencia de espacios en los colegios y haciendo común este servicio a todos los centros.

Fuente de la noticia: http://sorianoticias.com/noticia/2018-11-19-fernando-rey-soria-educacion-es-finandia-espana-53493

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Día Universal del Niño

Por: Unicef. 

El Día Universal del Niño, que se celebra todos los años el 20 de noviembre, es un día dedicado a todos los niños y niñas del mundo.

Es un día de celebración por los avances conseguidos, pero sobre todo es un día para llamar la atención sobre la situación de los niños más desfavorecidos, dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.

UNICEF trabaja todo el año para conseguir cambios reales en la vida de los niños y las niñas, y el Día Universal del Niño es un momento clave para sumarnos a este llamamiento mundial a favor de la infancia y de los niños más vulnerables.

Para celebrarlo en 2018, hemos pedido de nuevo a los dirigentes mundiales que se comprometan a hacer realidad los derechos de todos los niños y adolescentes de hoy y de las generaciones futuras, y a que todo aquel que quiera se pinte de azul haciendo o vistiendo algo de color azul el 20 de noviembre.

¿Cuándo se celebra el Día Universal del Niño?

Naciones Unidas celebra el Día Universal del Niño el 20 de noviembre, fecha en la que la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 . Esta declaración, que no tenia legalmente carácter vinculante, no era suficiente para proteger los derechos de la infancia. Tras diez años de negociaciones con gobiernos de todo el mundo, líderes religiosos, ONG, y otras instituciones, se logró acordar el texto final de la Convención sobre los Derechos del Niño, el 20 de noviembre de 1989, cuyo cumplimiento es obligatorio para todos los países que la han firmado.

¿Qué se celebra?

La Asamblea General de la ONU recomendó en 1954 destinar un día a fomentar la fraternidad entre los niños y las niñas del mundo, y promover su bienestar con actividades sociales y culturales.

Naciones Unidas celebra este Día Internacional del Niño en honor a la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y a la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989, el tratado internacional más ratificado de la historia.

¿Para qué sirve el Día Universal del Niño?

El objetivo del Día Universal del Niño es recordar a la ciudadanía que los niños son el colectivo más vulnerable y, por tanto, que más sufre las crisis y los problemas del mundo.

Este día mundial recuerda que todos los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar del mundo en el que hayan nacido.

Dedicar un día internacional a la infancia también sirve para hacer un llamamiento mundial sobre las necesidades de los más pequeños y para reconocer la labor de las personas que cada día trabajan para que los niños y niñas tengan un futuro mejor.

¿Por qué UNICEF conmemora el Día Internacional del Niño?

UNICEF es la principal organización internacional que se encarga de proteger los derechos de la infancia y conseguir cambios reales en las vidas de millones de niños. Llevamos más de 7 décadas trabajando por los derechos de los niños. Nuestra labor se basa en la Convención sobre los Derechos del Niño, que se aprobó un 20 de noviembre y cambió nuestra forma de trabajar.

En esta fecha UNICEF se une a la comunidad internacional en la promoción y defensa de los derechos de la infancia.

¿Qué se puede hacer en este día?

El 20 de noviembre es una ocasión especial para que todo el mundo conozca los derechos de los niños y para recordar la importancia de trabajar para conseguir el bienestar de todos los niños y las niñas del mundo.

Es un buen día para conocer las distintas formas de colaborar con los niños más vulnerables, para que sus derechos sean reconocidos y garantizar su bienestar y desarrollo.

Fuente de la reseña: https://www.unicef.es/causas/derechos-ninos/dia-internacional-nino

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Libro: Ética planetaria desde el Gran Sur de Leonardo Boff

Por: Trotta Editorial. 

Traducción de Francisco José Domínguez García

Hay una amplia discusión en todas las sociedades sobre la necesidad de un ‘ethos’ mundial. Las voces dominantes provienen del Norte, desde donde se controla el proceso de globalización. Son pocas las voces que llegan desde el Sur. La determinación del lugar social no es indiferente, pues cada lugar social está caracterizado por intereses y opciones previas, de los que, en la mayoría de los casos, no se tiene conciencia. Como se trata de alcanzar una perspectiva global, es importante que se superen tales limitaciones.

El interés por el patrimonio natural común de la vida y de la humanidad, considerablemente amenazado en nuestros días, nos obliga a ciertos consensos mínimos. Del mismo modo, el agravamiento de la pobreza, de la degradación del medio ambiente y del desempleo estructural exigen un nuevo pacto ético de la humanidad, sin el cual el futuro puede ser amenazador para todos.

Ésta es la razón de nuestro texto. Ha surgido de los debates en diversos foros en Brasil y en el extranjero y de las aulas en el curso de postgrado de la Universidad del Estado de Río de Janeiro. Aquí se pretende reafirmar la perspectiva del gran Sur que, en realidad, significa la óptica de los pobres y de los excluidos, pero teniendo siempre en cuenta la necesidad de convergencia entre los interlocutores del Norte y del Sur de cara a un beneficio común de la Tierra y de la Humanidad.

Link para descarga: https://drive.google.com/file/d/0B8QYKxCkf3l-VWZld1VXLUFjQVE/view

Fuente de la reseña: https://www.trotta.es/libros/etica-planetaria-desde-el-gran-sur/9788481644128/

 

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España: La educación, «la mejor escalera para sacar a los niños de la pobreza»

Europa/ España/ 20.11.2018/ Fuente: www.europapress.es.

En el mundo 262 millones de niños no van a clase y entre quienes lo hacen, no todos reciben una educación de calidad

«La educación debe ser vista como un derecho básico puesto que es la mejor escalera para salir de la pobreza», defiende la directora ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Henrietta H. Fore. De hecho, está recogido en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero 70 años después de la aprobación de este texto es aún una quimera para millones de niños.

Sin embargo, reconoce Fore en una entrevista concedida a Europa Press, «hay 262 millones de niños y jóvenes que se están perdiendo su educación, aproximadamente un tercio de los cuales viven en países afectados por la guerra o los desastres naturales».

En concreto, según datos de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), 64 millones de niños no reciben educación primaria, 61 millones no reciben educación secundaria y 138 millones de adolescentes de 15 a 17 años no realizan sus estudios de secundaria superior.

Dejar a estos niños sin educación tiene un coste. Según esta agencia de la ONU, si todos los adultos del mundo completaran la educación secundaria el número de personas en la pobreza podría reducirse en más de un 50 por ciento.

EL GÉNERO Y LOS INGRESOS CONDICIONAN EL ACCESO A LA EDUCACIÓN

El acceso a la educación está fuertemente condicionado por el género. Las niñas tienen menos probabilidades que los niños de su edad de ir a la escuela e incluso aquellas que logran iniciar sus estudios es más probable que nunca los terminen. Cuando llegan a la adolescencia, muchas familias optan por que se queden en casa ayudando en las tareas del hogar o cuidando de sus hermanos menores. El matrimonio infantil es otro obstáculo que impide que las adolescentes puedan continuar sus estudios.

Esta disparidad de género queda particularmente patente en el África Subsahariana. Aquí, según los datos de UNESCO, por cada 100 niños en edad de recibir educación primaria que no van a la escuela, hay 121 niñas que ven denegado este derecho.

El otro factor clave que determina el acceso a la educación son los ingresos familiares. Según explica UNESCO, existe una brecha significativa en cuanto a las cifras de los niños que van la escuela en los países ricos y los de los más pobres. La brecha comienza en primaria, con el 80 por ciento de los niños escolarizados en los países pobres frente al total en los ricos, y se agrava en secundaria, con un 60 por ciento sin escolarizar en los primeros países frente a un 6 por ciento en los segundos.

Pero también hay brecha a nivel interno en los países, puesto que algo menos del 20 por ciento de los países garantiza 12 años de educación gratuita y obligatoria. Las familias con menos recursos se ven por tanto incapaces de enviar a sus hijos a clase o, al menos, no a todos ellos, primando en ese caso a los varones en lugar de las niñas. Volviendo al África Subsahariana, solo el 65 por ciento de los niños de familias pobres van a la escuela, rente al cien por cien de los hijos de familias ricas.

ESCUELAS ATACADAS

Y en los últimos años, ha surgido un tercer factor cada vez más determinante: las escuelas se han convertido en objetivo de ataques. Pese a que, conforme al Derecho Internacional Humanitario, los centros educativos por su carácter civil nunca deberían ser un objetivo, son muchos los grupos armados y terroristas, pero también las fuerzas gubernamentales las que los han atacado en el marco de operaciones antiterroristas o conflictos.

Según el informe ‘Educación atacada 2018’, elaborado por la Coalición Global para Proteger la Educación de Ataques –de la que forman parte UNICEF, UNESCO y ONG como Save the Children o Human Rights Watch (HRW)–, entre 2013 y 2017 41 países experimentaron más de cinco ataques contra la educación en los que al menos uno de ellos fue un ataque directo o mató a al menos una persona. En total, hubo más de 12.700 ataques en este periodo.

Niñas y mujeres fueron objeto de ataques contra la educación por su género en al menos 18 de los 28 países analizados en el informe, mientras que se detectó el uso militar de escuelas o universidades en al menos una ocasión en 29 países. En este último caso, los centros educativos fueron empleados como base, cuarteles, refugio temporal, depósito de armas, posición de ataque o centros de detención.

El uso militar o la destrucción de los centros de enseñanza priva a miles de niños de ir a clase, o disuade a sus padres de enviarles por miedo a que puedan ser víctimas de un ataque, algo que ocurre con frecuencia en países como Nigeria, donde Boko Haram se ha cebado con las escuelas secundarias femeninas, o en Camerún, donde los separatistas de la región anglófona han tomado a los profesores y escuelas como objetivo.

NO TODOS RECIBEN EDUCACIÓN DE CALIDAD

Pero, según resalta la directora ejecutiva de UNICEF, no basta con ir a clase, sino que es necesario que la educación que se recibe sea de calidad y que los niños estén en disposición de aprender, algo que aquellos con problemas de desnutrición no tienen tan fácil. Entre quienes sí van la escuela, «muchos no están aprendiendo lo básico, mucho menos habilidades útiles que les permitirán florecer en el mundo digital, cambiante y moderno actual», explica.

«Seis de cada diez niños y jóvenes no alcanzan los estándares mínimos de lectura y matemáticas», subraya Fore, advirtiendo de que «para cualquier país es difícil prosperar si la mitad de su población es incapaz de leer o escribir».

Según la UNESCO, pese a los avances en la materia a día de hoy todavía hay en el mundo 750 millones de personas analfabetas, de las que dos terceras partes son mujeres. De ellas, 102 millones tienen entre 15 y 24 años. El sur de Asia es la región con más personas analfabetas, el 49 por ciento del total, seguida por el África Subsahariana, con el 27 por ciento.

«Con las tendencias actuales, para 2030 habrá 2.000 millones de personas con entre 10 y 24 años en el planeta que necesitarán más de 10 millones de puestos de trabajo al mes», advierte la directora ejecutiva de UNICEF.

La educación, «la mejor escalera para sacar a los niños de la pobreza»

NIÑOS EDUCADOS QUE GENERARÁN CRECIMIENTO COMO ADULTOS

«Si esta enorme población está educada y cualificada, tendrá una oportunidad mejor de lograr un trabajo o emprender, generando la oportunidad de que productividad en su conjunto aumento y los estándares de vida mejoren», defiende Fore, que añade que esto a su vez «conduce a un mayor crecimiento económico, mejor financiación pública para los sectores sociales y más dinero disponible para garantizar un crecimiento sostenible  y justo para todos».

Así las cosas, defiende la necesidad de invertir en la educación de niños y jóvenes, «especialmente los niños refugiados y los que viven en países en conflicto». UNICEF trabaja con sus socios «en algunos de los lugares más duros del mundo, formando a profesores, construyendo escuelas, creando espacios seguros para que los niños consigan su educación y encontrando nuevas maneras de ofrecer oportunidades de aprendizaje alternativas».

«Pero no podemos hacerlo solos», reconoce Fore. «Necesitamos más apoyo para dar a los niños la educación que se merecen, y necesitan, para forjar una vida mejor para ellos mismos y para sus países», reclama aprovechando la celebración del Día del Niño este 20 de noviembre.

Fuente de la noticia: https://www.europapress.es/internacional/noticia-educacion-mejor-escalera-sacar-ninos-pobreza-20181120082633.html

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