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Regreso al pasado: a favor de los virus

Regreso al pasado: a favor de los virus

Salvador López Arnal

Un matiz (que suele ser concepto): no a favor de todos los virus, a favor de los fagos, de los bacteriófagos, unos virus descubiertos a principios del siglo XX por Frederick Twort y Félix d’Herelle (este último fue el inventor del nombre), utilizados entonces con éxito en el tratamiento de infecciones en humanos. Sin embargo, tras esa época inicial, fueron arrinconados y “su uso y estudio quedó restringido a los países de Europa del Este debido al descubrimiento y posterior edad dorada de los antibióticos”. Varios grupos de investigación de estos países continuaron con esta línea de trabajo debido, básicamente, a la baja disponibilidad de antibióticos y a su alto precio (Las autoras señalan que la mayoría de estas investigaciones mostraron resultados positivos aunque no seguían los criterios (¿nuestros criterios actuales?) “para una buena cuantificación clínica y carecían de grupos de control a los que no se les suministrase el tratamiento”).

La estructura de este buen y breve libro de divulgación científica: Introducción. 1. El micromundo que nos rodea (recordemos que fue en 1876 cuando Robert Koch, el descubridor de las bacterias causantes del cólera, la tuberculosis y el carbunco, empezó a estudiar ese mundo)  y las bacterias patógenas que se esconden en él (en 1928, Fleming realizó uno de los mayores descubrimientos del siglo, el primer antibiótico natural descubierto, la penicilina, por el hongo Penicillium notatum que producía la sustancia). 2. Los bacteriófagos: qué son y dónde están. 3. Un amplio abanico de aplicaciones. 4. Aislamiento y selección de fagos con potencial terapéutico. 5. Avances en la producción de bacteriófagos. 6. Requerimientos legales para el uso de bacteriófagos. Glosario. Bibliografía. No hay índice analítico-nominal, aunque no es necesario en este caso.

La principal virtud del libro: útil, muy útil, para personas no puestas (el firmante por ejemplo) que quieran informarse sobre el papel y los avatares de estos virus.

Un apunte sobre las autoras: Lucía Fernández es investigadora posdoctoral en el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC), instituto público que no ha caído en la ola privatizadora que nos invadió; Diana Gutiérrez es investigadora en el laboratorio de Biotecnología Aplicada de la Universidad de Gante; Ana Rodríguez es también investigadora del IPLA y coordina el grupo de investigación Fermentos Lácticos y Bioconservación; Pilar García es científica titular del IPLA. Sus ámbitos de investigación: estudio de los fagos y las endolisinas como armas frente a enfermedades infecciosas; nuevas estrategias basadas en los fagos para combatir enfermedades bacterianas; los fagos como herramientas para el desarrollo de nuevos agentes antimicrobianos aplicables en terapia humana y en seguridad alimentaria. Etc. Los fagos como elemento decisivo.

Unas breves notas que aspiran a justificar la recomendación de la lectura del libro:

1. Una definición para situarnos: Los bacteriófagos (o fagos) son los virus de las bacterias. Al igual que el resto de los virus, señalan las autoras, “tienen una estructura relativamente simple ya que están formados por proteínas y ácidos nucleidos”. Son parásitos intracelulares, necesitan infectar una célula (una bacteria en su caso) para multiplicarse”. Los fagos, pues, infectan bacterias, mientras que “los virus que ocasionan enfermedades en humanos (virus de la gripe, hepatitis o sida), en animales (virus de la rabia) o en plantas (virus del mosaico del tomate), necesitan una célula eucoriota (animal o vegetal) para multiplicarse” (p. 33). A pesar de esta similitud (en su estructura y en el modo modo de desarrollo entre los fagos y otros virus, “no comparten la capacidad de infectar indistintamente a unos y otros tipos de organismos debido a su alta especificidad”. Los fagos, asunto determinante, “no pueden infectar células de humanos ni de animales o plantas. Es imposible que causen ningún daño a los seres vivos”. Este hecho, señalan las autoras, es de vital importancia para evaluar la seguridad de los bacteriófagos en determinadas aplicaciones.

2. El problema de fondo: La diversidad del mundo microbiano en los diferentes ambientes que nos rodean incluye microorganismos beneficiosos y otros causantes de enfermedades. Las bacterias beneficiosas son las responsables, por ejemplo, “de la fermentación de algunos alimentos y también las que habitan en nuestro tracto gastrointestinal, en nuestro sistema respiratorio o en nuestra piel” (p. 5). Por su parte, las patógenas tienen especial relevancia debido a su capacidad de “producir infecciones en humanos y animales, algunas de las cuales pueden llegar a provocar la muerte”. Pero recientemente, el tratamiento de estas infecciones se ha convertido en un serio problema “debido a la ineficacia de la mayor parte de los antibióticos utilizados en clínica y veterinaria”. La resistencia puede deberse a una mutación del material genético del microorganismo y transmitirse a las bacterias descendientes (la llaman transferencia vertical) o proceder de la incorporación de otras bacterias de la misma u otra especie (transferencia horizontal). Dicha resistencia, todos hemos oído hablar de ella, “se ha visto incrementada por el uso incorrecto de los antibióticos, así como por su inclusión durante un largo tiempo en el pienso de los animales de granja para facilitar su engorde”, una de las nefastas prácticas de la ganadería industrial (a lo que hay que añadir “los numerosos tratamientos que estos animales reciben a lo largo de su vida para combatir infecciones”). Consecuencia: hemos llegado a una situación en la que “el porcentaje de bacterias resistentes es tan elevado que el tratamiento con antibióticos no permite en muchos casos la eliminación de la infección”.

3. Las autoras señalan que el problema es de tal magnitud que informes recientes hablan de la muerte anual de 33.000 personas en la UE y de unas 700.000 en el mundo como consecuencia de infecciones bacterianas que en el pasado podían superarse con los usuales tratamientos antibióticos.

4. En este contexto de resistencia, de multirresistencia a los antibióticos, una de las posibles alternativas es la que se está llevando “a cabo con una intensa investigación científica sobre los fagos”, que recordemos son virus que infectan bacterias siendo totalmente inocuos, remarcan las autoras, para la humanidad, para las plantas, para los animales y, en general, para el medioambiente. Su morfología, añaden, junto con su particular forma de multiplicación, diversidad y abundancia, “los convierten en microorganismos interesantes por sus aplicaciones biotecnológicas y por el papel que juegan en el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas naturales”.

5. A día de hoy, en el sector hospitalario, los fagos pueden ser utilizados tanto para prevenir como para tratar infecciones en humanos (se le llama terapia fágica). Su aplicación es habitual en Rusia y en las antiguas repúblicas soviéticas (en Georgia, por ejemplo), también en Polonia. En los países occidentales, el tratamiento de infecciones con fagos queda restringido a paciencias individuales, y solo como uso compasivo (en Francia y Bélgica por ejemplo), es decir, “cuando no existen otras posibilidades para salvar la vida del paciente o simplemente para aliviar su sufrimiento”. A pesar de una falta de regulación clara en la mayoría de países de la UE, se están llevando a cabo ensayos clínicos en diferentes países con resultados prometedores.

Hay mucho más para contar, leer y comentar, incluidas propuestas de política de la ciencia, industrial y comercial.

La consideración central de las autoras: “queremos resaltar la clara necesidad de nuevas alternativas a los antimicrobianos actuales, lo que nos hace pensar que los bacteriófagos pueden tener un papel relevante en un futuro cercano, pero para ello es imprescindible el apoyo a esta línea de investigación”, una línea de la que las autores forman parte.

Fuente: El Viejo Topo, septiembre de 2020.

Autor: Salvador López Arnal

 

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Asumir el liderazgo: Docentes de todo el mundo se unen para celebrar el Día Mundial del Docente 2020

Asumir el liderazgo: Docentes de todo el mundo se unen para celebrar el Día Mundial del Docente 2020

5 de octubre, Día Mundial del Docente

El 5 de octubre, Día Mundial del Docente, la Internacional de la Educación acoge la mayor reunión virtual de docentes de la historia. Después de un año marcado por interrupciones y crisis, el evento en vivo de 24 horas brindará a docentes de todo el mundo la oportunidad de reunirse, celebrar sus logros y movilizarse para pedir que se aborden los problemas que la pandemia dejó dolorosamente claros.

Liderazgo docente en situaciones de crisis

2020 ha sido uno de los años más duros de la historia reciente. Con más del 90 por ciento de la población estudiantil mundial sin escolarizar en el apogeo de la pandemia, la educación se ha visto gravemente afectada por la propagación de la Covid-19.

Durante estos tiempos difíciles, docentes de todo el mundo se movilizaron y aceptaron el enorme desafío que tenían entre manos. Trabajando para encontrar soluciones en el marco de la enseñanza y el aprendizaje a distancia, distribuyendo comidas, libros e incluso ayudando al alumnado vulnerable a obtener acceso a Internet; el profesorado ha hecho todo lo posible para garantizar que la educación continúe. Han jugado un papel vital en guiar a estudiantes y sus comunidades a través de esta crisis sin precedentes.

David Edwards, Secretario General de la Internacional de la Educación, declaró: “El rol del profesorado ha sido absolutamente excepcional durante estos tiempos increíblemente difíciles. Ahora es el momento de unirnos, porque juntos podemos lograr un cambio real en el mundo. Somos la profesión de la enseñanza y el aprendizaje. El mundo ha de aprender las lecciones de la pandemia. Las y los docentes deben asumir el liderazgo. El 5 de octubre comenzamos.”

El 5 de octubre, docentes de todo el mundo asumirán el liderazgo para lograr un cambio real en sus escuelas, comunidades y en el mundo.  #DíaMundialDeLosDocentes
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Fuente de la Información: https://www.ei-ie-al.org/noticias/asumir-el-liderazgo-docentes-de-todo-el-mundo-se-unen-para-celebrar-el-dia-mundial-del

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Mundo: Injusticia climática y pandemia

Injusticia climática y pandemia

Un informe de Oxfam de septiembre 2020 sobre quien produjo el cambio climático entre 1990 y 2015, expone la lacerante desigualdad en el tema, que está directamente relacionado a la salud de los ecosistemas y de las personas. Las causas del cambio climático se entretejen con las de la pandemia: en ambos casos el sistema alimentario agroindustrial es uno de sus principales causantes.

Según el informe mencionado, el 10% más rico de la población mundial (630 millones de personas) generó 52% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) acumuladas, mientras que la mitad del mundo más pobre (3100 millones de personas) generó tan sólo 7% de las emisiones. O expresado de otra manera, la mitad más rica del mundo ha generado el 93% de las emisiones acumuladas.

En el lapso 1990-2015 las emisiones anuales de gases de efecto invernadero (gases como dióxido de carbono y otros que calientan la atmósfera en forma permanente) se incrementaron en un 60%, pese a que ya existía claro conocimiento de sus causas y el riesgo de colapso climático.

El 5% más rico de la población (aproximadamente 315 millones de personas) fue responsable de 37% de este aumento. El aumento total de las emisiones de apenas el 1% más rico fue en volumen tres veces mayor que el de todo el 50% más pobre.

Solamente 10 países son responsables de dos terceras partes de las emisiones históricas de GEI acumuladas desde 1850 –aunque esa referencia es engañosa, porque la gran mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero se realizaron en los últimos 50 años, y se aceleraron después de 1990. Estados Unidos encabeza esa lista. Con menos del 5% de la población mundial consume cerca del 25% de la energía global. En la última década, China se convirtió en el mayor emisor de gases de efecto invernadero y Estados Unidos pasó a segundo lugar, seguido de la Unión Europea e India. No obstante, medido en emisiones per cápita, Estados Unidos sigue emitiendo 10 veces más GEI que India y más del doble per cápita que China.

El 5% más rico de la población (aproximadamente 315 millones de personas) fue responsable de 37% de este aumento. El aumento total de las emisiones de apenas el 1% más rico fue en volumen tres veces mayor que el de todo el 50% más pobre.

Solamente 10 países son responsables de dos terceras partes de las emisiones históricas de GEI acumuladas desde 1850 –aunque esa referencia es engañosa, porque la gran mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero se realizaron en los últimos 50 años, y se aceleraron después de 1990. Estados Unidos encabeza esa lista. Con menos del 5% de la población mundial consume cerca del 25% de la energía global. En la última década, China se convirtió en el mayor emisor de gases de efecto invernadero y Estados Unidos pasó a segundo lugar, seguido de la Unión Europea e India. No obstante, medido en emisiones per cápita, Estados Unidos sigue emitiendo 10 veces más GEI que India y más del doble per cápita que China.

Lo más terrible es que más de 100 países del Sur global, y la mitad de los habitantes más pobres del planeta prácticamente no emiten gases de efecto invernadero, pero son los que más sufren por las consecuencias del cambio climático, con inundaciones y sequías extremas, migraciones obligadas, por quedar sin casa ni vías de sustento, etc. En todo el mundo, dentro de cada país, los efectos del calentamiento global provocado por las minorías más ricas los sufren los más pobres y marginalizados, tanto en comunidades urbanas como rurales e indígenas, como entre otros, los efectos de huracanes en Nueva Orleáns, las inundaciones en Reino Unido o los incendios descontrolados de la costa Oeste de Estados Unidos, Australia, Brasil, Argentina, Indonesia.

Las causas del cambio climático son ya bien conocidas. Es una consecuencia del sistema de producción y consumo industrial a gran escala y basado en combustibles fósiles. Según el Panel intergubernamental de expertos en cambio climático (IPCC) los principales sectores emisores, por orden de magnitud, son la extracción y generación de energía, la deforestación y agricultura industrial, la construcción y transportes. Si de estas fuentes extrapolamos el uso de energía, uso de suelo, deforestación, transportes, emisión de gases por desechos orgánicos, se muestra que el sistema alimentario agroindustrial (desde las semillas y agrotóxicos, a los supermercados con empaques, refrigeración, transportes, desechos) es responsable de 40 a 55 por ciento de las emisiones de GEI. Ese mismo sistema agropecuario industrial es el factor principal en la generación de epidemias y pandemias.

Pero ni en el cambio climático ni en las pandemias, las políticas oficiales se dirigen a eliminar las causas: en ambos casos se privilegia volver a subsidiar a las poderosas industrias causantes de tan tremendas crisis, apoyando salidas tecnológicas que les garantizan nuevos mercados.

En la pandemia, con enormes inversiones públicas en vacunas escasamente evaluadas y que plantean nuevos riesgos (Ver Covid y vacunas transgénicas) dejando intocadas las causas.

En políticas climáticas, permitiendo que en lugar de reducir emisiones reales, las empresas y países se basen en el concepto perverso de “emisiones cero netas”, es decir, que puedan seguir contaminando con GEI, pero que supuestamente lo compensen con otras medidas. En la reciente Semana del Clima, realizada en Nueva York paralela a la Asamblea de la ONU, las mayores corporaciones globales expusieron varios proyectos en ese sentido, como tecnologías de geoingeniería y lo que llaman “soluciones basadas en la naturaleza”, que es un concepto para disfrazar megaproyectos de plantaciones y otras formas de explotar y mercantilizar áreas naturales.

Ni la injusticia climática ni las pandemias son naturales. Son producto de sistemas de producción y consumo que nos enferman y que tenemos que terminar.

Informe: https://tinyurl.com/info-oxfam 

Por Silvia Ribeiro. Investigadora del Grupo ETC www.etcgroup.org

Ecoportal.net

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/covid-19/injusticia-climatica-pandemia/

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Pasar tiempo al aire libre sin peligro durante la COVID-19

Pasar tiempo al aire libre sin peligro durante la COVID-19

UNICEF

Consejos para mantener segura a tu familia mientras disfrutan del tiempo al aire libre

La actividad al aire libre es un pasatiempo favorito tanto de los adultos como de los jóvenes. Pero debido a que la pandemia de la COVID-19 no remite, los progenitores se enfrentan a la dificultad de cómo disfrutar del tiempo al aire libre a la vez que protegen la salud de sus familias. ¡Estos recordatorios te permitirán mantener más segura a tu familia cuando salgan a pasarlo bien!

¿Se puede propagar la COVID-19 en los espacios abiertos?

Por desgracia, sí. La COVID-19 se puede propagar en cualquier lugar donde uno entre en contacto con una persona infectada. Recuerda que el virus se propaga sobre todo por medio de las microgotas respiratorias que las personas infectadas emiten al toser, estornudar, hablar o cantar, y que a continuación penetran en la boca, la nariz o los ojos de las personas que están cerca. Es posible que también se transmita por vía aérea (o en aerosol), sobre todo en espacios que están poco ventilados o muy concurridos. Y uno también puede contagiarse si se toca la boca, la nariz o los ojos después de haber tocado una superficie que esté contaminada con el virus.

Teniendo en cuenta esto y lo que se conoce sobre el virus, podemos concluir que el riesgo de transmisión es mucho menor al aire libre que en los espacios cerrados; aunque también influirán las medidas de precaución que estén adoptando las personas, como, por ejemplo, guardar la distancia de al menos un metro de los demás; usar una mascarilla de tela cuando estén cerca de otros; lavarse las manos con frecuencia; y verificar antes de salir de casa que no tienen síntomas de la COVID-19.

¿Cómo puedo mantener segura a mi familia mientras disfrutamos juntos al aire libre?

Mantenerse activo físicamente es lo mejor que pueden hacer todos los miembros de la familia para conservar la salud de cuerpo y mente. La adopción de algunas medidas básicas puede ayudarte a minimizar el riesgo de que tu familia se exponga al virus de la COVID-19.

  • Cuando planifiques las salidas, procura evitar las horas punta y los lugares muy concurridos, y opta por itinerarios en los que haya menos congestión de tráfico siempre que sea posible.
  • Recuerda llevar contigo un desinfectante para las manos que contenga como mínimo un 60% de alcohol, además de toallitas desinfectantes, pañuelos de papel, mascarillas de repuesto y bolsas con cierre para guardar la mascarilla cuando no se esté usando (por ejemplo, mientras comen o beben).
  • Antes de salir de casa, asegúrate de que todos los miembros de la familia se encuentran bien y que no presentan síntomas.
  • Es importante que durante el tiempo que estén fuera, se recuerden unos a otros la importancia de cumplir las normas básicas de precaución, como guardar una distancia física de al menos un metro de los demás, usar la mascarilla cuando se acerquen a otras personas que no sean de la familia, no tocarse la cara (ojos, nariz, boca) o la superficie de la mascarilla, y lavarse o desinfectarse las manos con frecuencia.
  • Si deciden comer fuera, lleven su propia comida y utensilios, y si esto no fuera posible, elijan la opción más segura, como, por ejemplo, pedir comida para llevar, en lugar de comer en el interior de un local. No olviden lavarse o desinfectarse las manos antes de comer.
  • Cuando regresen a casa, recuerden, primero que todo, lavarse las manos con jabón durante al menos 20 segundos.

¿Es peligroso si mi familia se reúne con un pequeño grupo de amigos cercanos? ¿Cómo decidir si es seguro o no pasar tiempo con alguien?

Cada familia debe tomar sus propias decisiones basándose en su situación. Estos son algunos factores que conviene tener en cuenta:

  • Mantente informado de cuál es el grado de transmisión de la COVID-19 en tu comunidad. En general, cuanto mayor sea el índice de transmisión, más elevado será el riesgo de exposición en los espacios públicos.
  • Si en la familia hay personas que corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves por la COVID-19 (abuelos, parientes ancianos o que padezcan trastornos médicos subyacentes), toda la familia deberá adoptar precauciones adicionales para protegerlas. Estas medidas podrían consistir, por ejemplo, en evitar el contacto de tus hijos con otras personas (sobre todos los encuentros con amigos), o si esto es difícil –como puede ocurrir cuando los niños regresen a la escuela–, en mantener a tu hijo apartado de esos familiares siempre que sea posible.
  • En cuanto a los encuentros en persona, lo mejor es que tengan lugar al aire libre y que sean breves. Procura que el grupo sea muy reducido y asegúrate de que los familiares o amigos que lo integran practican también las medidas preventivas cotidianas.

Habla con tu hijo acerca de tu decisión y explícale bien por qué la has tomado y por qué es importante. Decidas lo que decidas, es esencial que mantengas una comunicación abierta con tus hijos. Anímales a que compartan sus preocupaciones y a que sean honestos cuando no hayan cumplido las reglas. Esto es especialmente importante en el caso de los niños mayores y de los adolescentes, que suelen ser más propensos a correr riesgos o a ceder a la tentación de reunirse con sus amigos. Procura orientarles y reencauzarles mediante argumentos científicos (lo que sabemos y lo que no sabemos), con empatía y compasión.

¿Es seguro usar los baños públicos?

Anima a tu familia a que usen el baño antes de salir de casa y procura evitar en lo posible el uso de aseos públicos, que pueden estar muy concurridos. Si tienen necesidad de usar un baño público, guarden una distancia de al menos un metro de los demás, utilicen la mascarilla y lávense las manos con jabón inmediatamente después. Si no hay agua y jabón, empleen un desinfectante de manos que contenga como mínimo un 60% de alcohol.

¿Es seguro dejar que mi hijo vaya a nadar (al aire libre o en una piscina cubierta)?

Por el momento no hay pruebas de que el virus de la COVID-19 pueda propagarse en los cuerpos naturales de agua o en aguas recreativas como las piscinas. Si estás pensando en ir a darte un baño con tu familia, infórmate antes sobre cuáles son las directrices más recientes emitidas por las autoridades de tu localidad, que pueden variar dependiendo de cuál sea el grado de propagación de la enfermedad en el lugar. En el caso de que esté permitido abrir las playas y piscinas, convendrá pensar en los siguientes aspectos:

  • La ubicación: La seguridad de la instalación para nadar dependerá también de la masificación que haya en el lugar y del comportamiento del público asistente.
  • La hora: Elije una hora en la que sea más probable que haya menos gente.
  • La edad de tus hijos: Piensa en si serán capaces de mantener el distanciamiento físico.
  • Las medidas de prevención: Cerciórate de que en la instalación se adoptan medidas para prevenir la propagación del virus y otros riesgos para la salud. Por ejemplo, verifica que haya escaleras para evitar el hacinamiento y vigila la limpieza y la desinfección; la ventilación, si se trata de una piscina climatizada; y la salubridad de los sistemas de agua.

Si deciden ir a darse un baño, abandonen el lugar cuando comience a haber demasiada gente, pasen el menor tiempo posible en espacios cerrados como los vestuarios, eviten comer en la zona de baños y supervisen a los niños en todo momento.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/coronavirus/pasar-tiempo-al-aire-libre-sin-peligro-durante-covid19

 

 

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Las escuelas sin paredes

Las escuelas sin paredes

Manuel Gil Antón

¿Quién lo iba a decir? En estos días, sin poder ir a las escuelas, nos ha sido dado entrar a conocerlas. Hoy, cuando están cerradas, vaya paradoja, han quedado abiertas a la mirada de millones. Ingresamos al sitio secreto, ese espacio que al cerrar la puerta es caja negra, territorio incógnito, lugar sin ventanas donde rige, manda y ordena una persona. Ella, en el rol que ocupa la silla del saber, dice lo que hay que hacer y dicta el deber. El aula tradicional perdió los tabiques o el adobe que impiden asomarnos. Amaneció traslúcida. ¿Vemos lo que pasa adentro, el misterio se revela?

Ocurre sin querer. Los actores principales de conducir el proceso escolar están a la vista. A través de su voz, movimientos y acciones paridas por instrucciones superiores, muestran, a las claras, lo que la autoridad educativa concibe como lo que ha de ser una clase: pantomima.

El programa Aprende en Casa II, al no poder (ni tratar de evitar) la estructura de “la clase”, sino recargarse en ella (enseñar un tema específico de equis materia, de tal hora a tal hora para cada uno de los grados en todo el país) hace visible lo que, se supone, acontece por parte de quienes somos maestras o maestros todos los días en millones de espacios escolares. Según ellos, los meros jefes, nos retrata de cuerpo entero.

Desde este punto de vista, no son vehículo de información que llega, sino espejo en que nos reflejan, como creen que somos y hemos de ser, los que mandan. Es representación de lo cotidiano que imaginan para las y los niños, con el único cambio que no se puede preguntarle a la tele ni tiene botón de pausa: ¿no entendiste? ¿No te dio tiempo de hallar en tu casa una caja de cartón? ¿Buscaste una goma de borrar y al regresar ya estaban en otro tema? Lástima.

Estos días, enciendo el espejo (perdón, la tele) y veo, filmado, lo que “ocurre” cada día en miles de salones de los primeros grados de primaria, según los expertos hacedores de la farsa: una señora, o dos; a veces un señor y una señora hacen las veces de maestros. Saludan con afecto afectado por lo cursi a las niñas y los niños que suponen están atentos a sus palabras y gestos más allá de las cámaras. Siempre me ha dado coraje que a las criaturas pequeñas les hablen como si fuesen tontos, con un tonito que, en sí mismo, los coloca en la galería de los infelices inferiores infantes carentes de voz. Me imagino a la niña pensado: ¿por qué me hablará como tarada la maestra de la tele de tercero? Chorrean miel y falso aprecio: les abunda la soberbia, la superioridad del adulto que condesciende a hablar con animalitos del señor.

Lo peor es cuando se hacen los graciosos: aprendices malos de payasos de fiesta infantil, creen que impostar la voz y dar saltitos de alegría mientras dicen que aprendieron mucho es educativo. No se dan cuenta que es ridículo, sí, penoso a secas. Hablar claro no es lo mismo que fingir que la comunicación tiene que ser lenta y la voz lo más aguda posible, so pena que no me entiendan quienes ignoran todo.

“Pongan atención. Hay dos características de los sonidos: tono y duración. TO-NO. Hay dos tipos de tono: GRA-VE y A-GU-DO, escribe el maestro en el pizarrón, aunque la lección sea para quienes no saben aún leer. Y el del suéter verde brinca de emoción más falsa que un sábado que se cree martes. ¡YU-PI! Ya aprendí”.

Circo pedagógico, espejo de la idea dominante de enseñanza, forma segura de no aprender. Espejo de la idea educativa de los que no han pisado un salón. O, ¿así es? Sería terrible.

Autor: Manuel Gil Antón

Fuente de la Información: http://www.educacionfutura.org/las-escuelas-sin-paredes/

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Mundo: Las personas son una ‘amenaza mucho mayor’ para los mamíferos, que el clima

Las personas son una ‘amenaza mucho mayor’ para los mamíferos, que el clima

Muchas de las 5.700 especies de mamíferos que existen en el planeta se enfrentan a graves amenazas existenciales y es probable que se extingan en un futuro próximo.

Eso dice un equipo de científicos que ha utilizado la simulación por computadora y el modelado bayesiano para rastrear el destino de los mamíferos desde el comienzo del Pleistoceno tardío hace más de 120.000 años. Lo que han descubierto es que los humanos han tenido un impacto mucho mayor en la extinción de mamíferos que los cambios climáticos, que han tenido “un impacto insignificante”.

“Los mamuts, por ejemplo, sobrevivieron varias edades de hielo antes de la última y no hay ninguna razón climática por la que no deberían estar vivos en Siberia hoy”, señala Daniele Silvestro, un biólogo computacional que fue autor de un nuevo estudio .

Eso puede sonar contradictorio frente a las diversas amenazas del cambio climático, sin embargo, “el tamaño de la población humana es capaz de predecir extinciones pasadas con un 96% de precisión”, argumentan los expertos. “Basándonos en las tendencias actuales, predecimos para el futuro cercano una escalada de tasas de una magnitud sin precedentes”, escriben.

Durante los últimos 126.000 años, no menos de 351 especies de mamíferos se han extinguido en la Tierra y alrededor de 80 especies lo han hecho solo en los últimos 500 años, desde los llamados tigres de Tasmania en Australia hasta los tigres autóctonos de Bali.

Y a medida que las poblaciones humanas continúan creciendo en gran parte del planeta con crecientes impactos ecológicos, la tasa de extinción de mamíferos se está acelerando a una tasa que es 1.700 veces más alta que a principios del Pleistoceno tardío. En general, cuanta más gente vive concentrada en un área determinada, mayor es la tasa de extinción entre los mamíferos más grandes de sangrado lento allí, según los científicos que emplearon modelos informáticos para llegar a su conclusión.

Sabemos desde hace mucho tiempo que la pérdida continua de hábitat y la caza furtiva o la caza pueden poner en gran peligro a las poblaciones de mamíferos, especialmente en lugares con un gran número de personas. Sin embargo, incluso relativamente pocas personas pueden causar estragos en animales en peligro de extinción.

Basándose en las tendencias actuales, los investigadores predicen que hasta 558 especies de mamíferos se habrán extinguido en la naturaleza a finales de este siglo. “Para el año 2100, pronosticamos que todas las áreas del mundo habrán entrado en una segunda ola de extinciones”, advierten, y agregan que la tasa de extinción entonces será 30.000 veces el nivel natural.

En algunas áreas del planeta, las extinciones masivas de mamíferos más grandes ya están en marcha como resultado de las actividades humanas. “Descubrimos que Australia y el Caribe en particular ya han entrado hoy en la segunda ola de extinciones basadas en las extinciones que han ocurrido durante las últimas décadas”, escriben los científicos.

Esto suena bonito, pero no todo está perdido. Al menos no todavía. “Podemos salvar a cientos de especies de la extinción con estrategias de conservación más específicas y eficientes”, subraya Tobias Andermann, biólogo de la Universidad de Gotemburgo, primer autor del estudio.

“Pero para lograr esto, debemos aumentar nuestra conciencia colectiva sobre la inminente escalada de la crisis de la biodiversidad y tomar medidas para combatir esta emergencia global”, agrega. “El tiempo apremia”.

Por Daniel T. Cross. Artículo en inglés

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/animales/personas-amenaza-mamiferos/

 

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Ciencia y Tecnología: En menos de 24 horas dos enormes asteroides atravesarán la órbita de la Tierra

En menos de 24 horas dos enormes asteroides atravesarán la órbita de la Tierra

Dos asteroides de unos 100 metros de diámetro cada uno cruzarán la órbita de la Tierra la semana que viene con menos de un día de diferencia, mientras otra roca espacial, del tamaño de la pirámide de Giza, se desplaza hacia nuestro planeta, según el centro de estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA (NEO, por sus siglas en inglés).

Se estima que el primer asteroide, denominado 2020 RO, tiene hasta 130 metros de ancho y se acercará a la Tierra el 25 de septiembre a las 04:10 GMT a una velocidad de 11,84 kilómetros por segundo.

Entretanto, el segundo asteroide, el 2020 SM, de hasta 100 metros de diámetro, pasará cerca de la Tierra unas 20 horas después a una velocidad de 18,43 kilómetros por segundo.

Ambos cuerpos están clasificados como asteroides Apolo, lo que significa que cruzarán la órbita de la Tierra en su viaje por el espacio, si bien no se cree que representen una amenaza para nuestro planeta.

Unos días después, el 29 de septiembre, un asteroide de hasta 200 metros de diámetro pasará a una distancia de alrededor de 2,86 millones de kilómetros de la Tierra. 

(Con información de RT)

Fuente de la Información: http://www.cubadebate.cu/noticias/2020/09/19/en-menos-de-24-horas-dos-enormes-asteroides-atravesaran-la-orbita-de-la-tierra/#.X2dftvZKh0w

 

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