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La Covid-19 cuestiona el sentido de la vida

La Covid-19 cuestiona el sentido de la vida

Leonardo Boff

La irrupción de la Covid-19 alcanzando a todo el planeta y causando la muerte a más de un millón de vidas sin poder ser veladas ni recibir el cariño último de sus familiares, además de infectar a otros muchos millones de personas, plantea la inquietante pregunta: ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Por qué todo este sufrimiento? ¿Qué nos quiere decir la naturaleza con este virus invisible que ha puesto de rodillas a todas las potencias militares, haciendo ineficaces sus armas de destrucción masiva? La Covid-19 cayó como un meteoro sobre el sistema del capital y el neoliberalismo. Sus mantras fueron destrozados. ¿Sirvió para algo el lema de Wall Street “la codicia es buena”? Nadie come computadoras, ni se alimenta de los algoritmos de la inteligencia artificial.

¿Cuáles eran los dogmas de la fe capitalista y neoliberal?: Lo esencial es el mayor lucro en el menor tiempo posible, la competencia feroz, la acumulación individual o corporativa, el saqueo cruel de los recursos de la naturaleza, dejando las externalidades por cuenta del Estado, la indiferencia ante la tasa de iniquidad social y ambiental, la postulación de un Estado mínimo para escapar de sus leyes limitantes y poder acumular más libremente.

Si hubiésemos seguido estos mantras, el exterminio de vidas humanas habría sido incalculable. Sin políticas públicas, las personas serían tragadas por un destino atroz.

¿Qué nos ha salvado? Aquellos valores y actitudes ausentes en el sistema del capital y el neoliberalismo: darnos cuenta de que no somos “dioses” sino totalmente vulnerables y mortales, expuestos a lo imprevisible. Lo que cuenta no es el lucro sino la vida; no es la competencia sino la solidaridad; no es el individualismo sino la cooperación entre todos; no el asalto a los bienes y servicios de la naturaleza sino su cuidado y protección; no un estado mínimo, sino el estado suficientemente pertrechado para atender las demandas urgentes de la población. Dicho directamente: ¿qué vale más la vida o el lucro? ¿La naturaleza o su expoliación desenfrenada?

Responder a estas preguntas inaplazables es interrogarse sobre el sentido o el absurdo de nuestra vida, personal y colectiva. El aislamiento social es una especie de retiro existencial que la situación nos ha impuesto. Se crea la oportunidad de hacer estas preguntas ineludibles. Nada es fortuito en este mundo. Todo guarda una lección o un sentido secreto que debe ser revelado, por más desconcertante que sea la realidad. Lo que no podemos permitir es que este sufrimiento colectivo sea en vano. Funciona como un crisol que purifica el oro, que acrisola nuestra mente, y pone en jaque ciertos hábitos para ser revisados y otros nuevos para ser incorporados, especialmente en lo que se refiere a nuestra relación con la naturaleza y el tipo de sociedad que queremos, menos perversa y más solidaria.

Todo el mundo habla de la medicina, de la técnica, de los insumos y especialmente de la búsqueda ansiosa de una vacuna contra la Covid-19. Pocos hablan de la naturaleza. Pero es necesario considerar el contexto del brote del coronavirus. No está aislado. Vino de la naturaleza que durante siglos fue saqueada irresponsablemente por el proceso industrial del capitalismo y también del socialismo, en la falsa suposición de que la Tierra tendría recursos ilimitados. Hemos deforestado despiadadamente y destruido así los hábitats de miles de virus que viven en los animales e incluso en las plantas. Al perder su “morada natural”, buscan en nosotros un sitio para sobrevivir. Así hemos conocido una amplia gama de virus como el zica, el chikungunya, el ébola, las series derivadas del SARS, como el de la Covid-19, entre otros.

Se trata de un contraataque de la naturaleza o de la Madre Tierra contra la humanidad, con el que quiere darnos una severa advertencia: “detengan la agresión despiadada, que destruye las bases físico-químicas-ecológicas que sostienen vuestra vida; de lo contrario podríamos enviarles virus mucho más letales que podrían diezmar a miles de millones de ustedes, de la especie humana, y afectar gravemente a la biosfera, ese fino manto un poco mayor que el filo de una navaja que garantiza la continuidad de la vida”.

¿Prevalecerán estas advertencias vitales o el afán de acumular y asegurar intereses materiales? ¿Tendremos suficiente sabiduría para responder a la alternativa que el Ser que hace ser a todos los seres nos presenta?: “Te propongo la vida y la muerte, la bendición y la maldición; elige la vida para que puedas vivir con tu descendencia” (Dt 30,19).

Portadores de una fe en un Dios “apasionado amante de la vida” (Sab 11,26) apostamos todavía por un sentido de la historia y de la vida. Ellas escribirán la última página de la saga humana, construida con tanto esfuerzo en este planeta.

Esto, sin embargo, no debe desviar nuestra mirada de lo que está ocurriendo en el escenario mundial y específicamente en el brasilero, donde un jefe de estado negacionista no tiene como proyecto cuidar de su pueblo y de nuestra exuberante naturaleza. Con desprecio e ironía se comporta como Nerón que presenciaba como Roma ardía tocando la cítara.

A pesar de todo esto, nuestra esperanza no muere. Como afirma la Fratelli tutti del Papa Francisco: “La esperanza nos habla de una realidad enraizada en lo profundo del ser humano, independientemente de las circunstancias concretas y los condicionamientos históricos en los que vive” (nº 55). Aquí resuena el principio esperanza, que es más que una virtud, es un principio, un motor interior que proyecta nuevos sueños y visiones, tan bien formulados por el filósofo alemán Ernst Bloch en El principio esperanza. Esta esperanza nos recuperará el sentido de vivir en este pequeño y amado planeta Tierra.

Aunque somos seres contradictorios, hechos simultáneamente de luz y de sombras, creemos que la luz triunfará. Muchos bioantropólogos y neurocientíficos nos confirman que somos por esencia seres de bondad y de cooperación. Prevalece una bondad fundamental en la vida.

El hombre común, que conforma la gran mayoría, se levanta, gasta un tiempo precioso en los autobuses, va al trabajo, a menudo duro y mal pagado, lucha por su familia, se preocupa por la educación de sus hijos, sueña con un país mejor. Sorprendentemente, es capaz de hacer gestos generosos, ayudar a un vecino más pobre que él y, en casos extremos, arriesgar su vida para salvar a una niña inocente amenazada de violación. En él está actuando el principio esperanza.

En este contexto, no me resisto a citar los sentimientos de uno de nuestros más grandes escritores modernos, Erico Veríssimo. En su famoso “Contempla los lirios del campo”.

Si en ese momento un habitante de Marte cayera a la tierra, se asombraría al ver que en un día tan hermoso y suave, con un sol tan dorado, la mayoría de los hombres estaban en oficinas, talleres, fábricas… Y si le preguntase a alguno de ellos: ‘Hombre, ¿por qué trabajas tan furiosamente durante todas las horas de sol?’ – escucharía esta singular respuesta: ‘Para ganarme la vida’. Y sin embargo, la vida allí se ofrecía a sí misma, en una milagrosa gratuidad. Los hombres vivían tan ofuscados por los deseos ambiciosos que ni siquiera se daban cuenta. Ni con todas las conquistas de la inteligencia habían descubierto una manera de trabajar menos y vivir más. Se agitaban en la tierra y no se conocían, no se amaban como debían. La competencia los convirtió en enemigos. Y hacía muchos siglos, habían crucificado a un profeta que se había esforzado por mostrarles que eran hermanos, sólo y siempre hermanos. (Ver Lírios do Campo, Civilização Brasileira, Rio de Janeiro 1973. p. 292).

La irrupción de la Covid-19 reveló estas virtudes, presentes en los humanos pero especialmente en los pobres y las periferias, porque se refugiaron allí, ya que la cultura del capital reina en las ciudades, con su individualismo y falta de sensibilidad ante el dolor y el sufrimiento de las grandes mayorías de la población.

¿Qué se esconde detrás de estos gestos diarios de solidaridad? Se esconde el principio esperanza y la confianza de que, a pesar de todo, vale la pena vivir porque la vida, en su profundidad, es buena y fue hecha para ser llevada con coraje que produce autoestima y sentido de valor.

Hay aquí una sacralidad que no viene bajo el signo de lo religioso sino bajo la perspectiva de lo ético, del vivir correctamente y del hacer lo que debe ser hecho.

El reconocido sociólogo austríaco-norteamericano Peter Berger, ya fallecido, escribió un libro brillante, relativizando la tesis de Max Weber sobre la total secularización de la vida moderna con el título: Un rumor de ángeles: la sociedad moderna y el redescubrimiento de lo sobrenatural (Voces 1973/2013). Allí describe numerosos signos (los llama “rumor de ángeles”) que muestran lo sagrado de la vida y el significado secreto que siempre tiene, a pesar de todo el caos y las contradicciones históricas.

Siguiendo a Peter Berger voy a dar sólo un ejemplo banal, conocido por todas las madres que cuidan a sus hijos por la noche. Uno de ellos se despierta asustado. Tiene una pesadilla, se da cuenta de la oscuridad, se siente solo y se deja llevar por el miedo. Grita llamando a su madre. Esta se levanta, toma al niño en su regazo y en un gesto primordial de magna madre le acaricia y le da besos, le dice cosas dulces y le susurra: “Hijito, no tengas miedo; mamá está aquí. Todo está bien, no pasa nada, querido”. El niño deja de sollozar. Recupera su confianza y poco después se duerme, tranquilo y reconciliado con la oscuridad.

Esta escena común esconde algo radical que se manifiesta en la pregunta: ¿no está la madre engañando al niño? El mundo no está en orden, no todo está bien. Y sin embargo estamos seguros de la madre no engaña a su hijo. Sus gestos y sus palabras revelan que, a pesar del desorden imperante, reina un orden profundo y secreto.

Así que creemos que los tiempos de la Covid-19, tan dramáticos, pasarán. Esperamos, y cómo esperamos, que por debajo y dentro de ellos se va fortaleciendo un orden escondido que irrumpirá cuando todo pase.

De esta manera, la sociedad y toda la humanidad podrán caminar hacia un sentido mayor, cuyo diseño final se nos escapa. Pero siempre hemos intuido que existe y que será bueno. Él será quien escriba la última página con un final feliz. Como escribió el filósofo del Principio Esperanza, Ernst Bloch, verificaremos que el verdadero génesis no fue al principio de las cosas, sino al final. Sólo entonces será verdad: “Dios vio todo lo que había hecho y le pareció muy bueno” (Gen 1,31).

Fuente de la Información: https://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=1007
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Hecho en Latinoamérica: 6 inventores que cambiaron la historia

Hecho en Latinoamérica: 6 inventores que cambiaron la historia

De América Latina han surgido grandes inventores en campos como la química, la medicina y la tecnología, entre otros. Conoce algunos de los inventos más relevantes y populares.

Seguramente te sorprendería descubrir todas las cosas del uso cotidiano que no sabías que fueron creadas por latinoamericanos.

En el Día Internacional del Inventor, que se celebra cada 9 de noviembre aunque varios países han cambiado la fecha para conmemorar a sus propios inventores, Sputnik te trae seis de las creaciones más importantes de inventores latinoamericanos.

Inventos latinos que cambiaron la historia

  • Televisión a color 

El ingeniero mexicano Guillermo González Camarena fue el responsable de darle color por primera vez a la televisión. En 1940, creó el sistema tricromático secuencial de campos, más conocido como STSC, que permitía transmitir a color los contenidos televisivos.

¿Medios con información oficial?

Patentado en 1942, el sistema sirvió como modelo para el desarrollo y perfeccionamiento de la televisión a color alrededor del mundo.

  • Pastillas anticonceptivas

También oriundo de México, el químico Luis Ernesto Miramontes logró en 1956, con solo 26 años, sintetizar la hormona noretisterona, que inhibe la ovulación femenina y es el principal compuesto de la píldora anticonceptiva.

Píldora anticonceptiva

La investigación la realizó junto a su director de tesis, Carl Djerassi, y el director del laboratorio George Rosenkranz. Y aunque su responsabilidad ha sido discutida, el propio Djerassi ha afirmado que Miramontes fue el responsable de la síntesis de la hormona, asegura el medio de ciencia y tecnología mexicano Xataca.

  • Bolígrafo

Un húngaro naturalizado en Argentina llamado Ladislao José Biro inventó la pluma que escribe con una tinta a base de aceite que se desliza sobre el papel mediante una bola de tungsteno, más conocida como bolígrafo.

Un bolígrafo, imagen referencial

De hecho, en Argentina el Día del Inventor se celebra el 29 de septiembre, en honor al nacimiento de Biro. Además, por su nombre, al bolígrafo lo llaman «birome».

  • Corazón artificial

El médico argentino Domingo Liotta creó en 1958 el sistema de Dispositivo de asistencia ventricular derecha, o RVAD, y lo instaló por primera vez en un paciente con insuficiencia cardíaca avanzada irreversible.

Una cirugía de corazón

Aunque hubo diseños anteriores, este es considerado el primer corazón artificial total aplicable a pacientes con afecciones de este tipo.

  • Código Captcha

El responsable de los códigos Captcha que aparecen en ciertas páginas web es el informático y empresario Luis Von Ahn, oriundo de Guatemala.

Código Captcha

También profesor de Ciencias de la Computación en la Universidad Carnegie Mellon, es el fundador de las empresas Duolingo, Captcha y Recaptcha.

  • Bypass vascular

Otro médico argentino destaca entre los inventores latinoamericanos. Se trata del cardiocirujano René Favaloro, responsable de la creación de la cirugía de revascularización miocárdica, también llamada bypass vascular.

Operación de bypass coronario

Tras su invención, esta clase de cirugía comenzó a expandirse y ha salvado millones de vidas alrededor del mundo.

Fuente de la Información: https://mundo.sputniknews.com/america-latina/202011061093406730-hecho-en-latinoamerica-6-inventores-que-cambiaron-la-historia/

 

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Ecocide: Should killing nature be a crime?

Ecocide: Should killing nature be a crime?
From the Pope to Greta Thunberg, there are growing calls for the crime of “ecocide” to be recognised in international criminal law – but could such a law ever work?

In December 2019, at the International Criminal Court in the Hague, Vanuatu’s ambassador to the European Union made a radical suggestion: make the destruction of the environment a crime.

Vanuatu is a small island state in the South Pacific, a nation severely threatened by rising sea levels. Climate change is an imminent and existential crisis in the country, yet the actions that have caused rising temperatures – such as burning fossil fuels – have almost entirely taken place elsewhere, to serve other nations, with the blessing of state governments.

Small island states like Vanuatu have long tried to persuade large powerful nations to voluntarily reduce their emissions, but change has been slow – so ambassador John Licht suggested that it might be time to change the law itself. An amendment to a treaty known as the Rome Statute, which established the International Criminal Court, could criminalise acts that amount to ecocide, he said, arguing “this radical idea merits serious discussion”.

Campaigners are calling for the destruction of nature to be recognised as an international crime (Credit: Getty Images)

Ecocide – which literally means “killing the environment” – is an idea that seems both impossibly radical and eminently reasonable. The theory is that no one should go unpunished for destroying the natural world. Campaigners believe the crime should come under the jurisdiction of the International Criminal Court, which can currently prosecute just four crimes: genocide, crimes against humanity, war crimes and crimes of aggression.

If something’s a crime, we place it below a moral red line – Jojo Mehta

While the International Criminal Court can already prosecute for environmental crimes, this is only possible within the context of these four crimes – it does not place any legal restrictions on legal harms that occur during times of peace. While individual countries have their own rules and regulations to prevent such harms, ecocide campaigners argue that mass environmental destruction will continue until a global law is in place.

This wouldn’t be the fluffy and arguably toothless rulemaking that often emerges from international processes – such as the Paris Agreement on climate change, where countries set their own emissions reductions targets. By adding a fifth crime of ecocide to the Rome Statute of the International Criminal Court, the perpetrators of environmental destruction would suddenly be liable to arrest, prosecution and imprisonment.

But it would also help to create a cultural shift in how the world perceives acts of harm towards nature, says Jojo Mehta, co-founder of the Stop Ecocide campaign.

“If something’s a crime, we place it below a moral red line. At the moment, you can still go to the government and get a permit to frack or mine or drill for oil, whereas you can’t just get a permit to kill people, because it’s criminal,” she says. “Once you set that parameter in place, you shift the cultural mindset as well as the legal reality.”

Jojo Mehta argues that a law against ecocide would hold to account people who cause significant damage to the environment (Credit: Ruth Davey/Look Again Photography)

Jojo Mehta argues that a law against ecocide would hold to account people who cause significant damage to the environment (Credit: Ruth Davey/Look Again Photography)

Campaigners believe the crime of ecocide should only apply to the most serious harms, encompassing activities like oil spills, deep-sea mining, industrial livestock farming and tar sand extraction. In 2010, Polly Higgins, a British barrister, defined ecocide as “extensive damage… to such an extent that peaceful enjoyment by the inhabitants of that territory has been or will be severely diminished.”

The mother of all battles is international: to ensure that this term is enshrined in international law – Emmanuel Macron

Last year, Higgins died aged 50, after being diagnosed with cancer. It was a blow for the ecocide movement – she had been its leading legal light and fiercest advocate, selling her house and giving up her high-paying job in order to dedicate her life to the campaign. Despite her passing, that the movement now appears to be gaining momentum. After decades of existing at the radical fringes of the environmental movement, ecocide is now being discussed by parliamentarians and leaders across the world.

Among them is Emmanuel Macron, the president of France, who has become one of ecocide’s highest profile supporters. Earlier this year, more than 99% of the French citizens’ assembly, a group of 150 people selected by lot to guide the country’s climate policy, voted to make ecocide a crime. That prompted Macron to announce that the government would consult with legal experts on how to incorporate it into French law. But he went further. “The mother of all battles is international: to ensure that this term is enshrined in international law so that leaders… are accountable before the International Criminal Court,” he responded to the assembly.

Elsewhere in Europe, Belgium’s two Green parties have introduced an ecocide bill that proposes addressing the issue at both a national and international level – an idea that also has support among Swedish parliamentarians. “We have all the conventions, we have all the goals. But the beautiful visions must go from paper into action,” said Rebecka Le Moine, the Swedish MP who submitted a motion to her national parliament. “If these actions should be anything more than goodwill or activism, it must become law.”

Pope Francis has also called for ecocide to be recognised as a crime by the international community, and Greta Thunberg has backed the cause too, donating €100,000 (£90,000) in personal prize winnings to the Stop Ecocide Foundation.

Supporters of a law against ecocide argue it would place emphasis on the environmental and human costs of issues such as climate change (Credit: Getty Images)

The International Criminal Court has itself placed increasing emphasis on prosecuting environmental crimes within the limitations of its existing jurisdiction. A 2016 policy paper on case selection highlighted the court’s inclination to prosecute crimes involving illegal natural resource exploitation, land grabbing and environmental damage. While this doesn’t change the status quo, it “could be regarded as an important step towards the establishment of a crime of ecocide under international law”, according to one paper.

Even so, the concept of ecocide has its limitations. Richard Whyte, professor of socio-legal studies at the University of Liverpool and author of a book called Ecocide, warned that an international law would not be a silver bullet that eradicates environmental destruction. Corporations cannot be prosecuted under international criminal law, which only applies to individuals, Whyte points out – and bringing down a CEO may not actually rein in the business itself.

“It’s really important to change our language and the way we think about what’s harming the planet – we should push through this crime of ecocide – but it’s not going to change anything unless, at the same time, we change the model of corporate capitalism,” he says.

While there is still a long way to go before ecocide could be recognised as an international crime, the movement continues to gather pace, says Rachel Killean, a senior lecturer in law at Queen’s University Belfast, who has recently written about alternative ways in which the International Criminal Court could address environmental harms.

“You can never say never – and it’s gaining momentum that we maybe would never have imagined previously – but the challenges are still so significant. First of all, you have political resistance. I think the chance of an assembly of state parties agreeing to an additional crime is unlikely, particularly one that might curb economic expansion,” she says.

Greta Thunberg is among those calling for ecocide to be recognised as a crime (Credit: Getty Images)

Greta Thunberg is among those calling for ecocide to be recognised as a crime (Credit: Getty Images)

An international law on ecocide would also be difficult from a legal perspective, adds Killean – lawyers would have to ensure that there were sufficient grounds for prosecution.

 “If you think about all the parts of the criminal prosecution, you need to have an individual – so who’s the individual that’s responsible for ecocide? There needs to be intention – so how do you prove intention for the destruction of a territory? All these different things that build up a criminal trial become really complicated when you’re thinking about ecocide.”

Campaigners like Mehta understand these difficulties. Her campaign group, Stop Ecocide, is currently pulling together a panel of top international lawyers to write a “clear and legally robust” definition of ecocide that countries could propose at the International Criminal Court.

Once that’s in place, the next step would be for a country to back it at The Hague. While Vanuatu has raised the issue, it did not submit a formal proposal to amend the Rome Statute, and whether there will be a government brave enough to do so remains an open question – leading on such an issue requires a certain level of diplomatic clout. Mehta believes that such a move is becoming more likely due to the growing number of governments that have expressed their theoretical support. “There’s safety in numbers,” she says. “It’s less of a political risk.”

But the journey wouldn’t end there. Once a proposal is submitted, it would have to be adopted by a two-thirds majority vote – in practice, that means it needs the support of 82 countries. No country has veto power, and all nations have the same voting power regardless of size or wealth. It’s a process that Mehta envisages taking anywhere between three and seven years.

Whether or not the process happens so quickly, or if it even happens at all, ecocide has proved to be a powerful idea. It has crystallised a concept that often gets lost in discussions of policy and technology: that many see that there is a moral red line when it comes to destroying the environment. And it is a reminder that it is not a victimless act: when forests burn and oceans rise, humans are suffering around the world. Moreover, the perpetrators of these acts are not blameless. For campaigners like Mehta, criminalising ecocide is a way to call time on the destruction of the Earth’s ecosystems and those who live in them.

Fuente de la Información: https://www.bbc.com/future/article/20201105-what-is-ecocide

 

 

 

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Hubble Examines Massive Metal Asteroid Called ‘Psyche’ That’s Worth Way More Than Our Global Economy

Hubble Examines Massive Metal Asteroid Called ‘Psyche’ That’s Worth Way More Than Our Global Economy

A new study by the Hubble Space Telescope has revealed a clearer picture than ever before of one of the most intriguing and most valuable asteroids we know of.

It’s also one that NASA is planning to visit in 2026.

Here’s everything you need to know about “16 Psyche.”

What and where is ‘16 Psyche?

About 230 million miles/370 million kilometers from Earth, Psyche—as it’s commonly known—is one of the most massive objects in the Solar System’s main asteroid belt orbiting between Mars and Jupiter.

It’s about 140 miles/226 kilometers-wide and—unlike most asteroids, which are rocky or icy—Psyche appears to be metallic.

In fact, it’s so dense and metallic that Psyche is thought to be the leftover core of a planet that failed during its formation—a “protoplanet.”

What is ‘16 Psyche’ made of?

“We’ve seen meteorites that are mostly metal, but Psyche could be unique in that it might be an asteroid that is totally made of iron and nickel,” said Dr. Tracy Becker, a planetary scientist at the Southwest Research Institute in in San Antonio, Texas, and author of the new paper published in the Planetary Science Journal this week.

Iron and nickel are often found in metallic meteorites and in the dense metal cores of planets. “Earth has a metal core, a mantle and crust,” said Becker.

Psyche is truly a one-of-a-kind object in the Solar System.

How much is ‘16 Psyche’ worth?

Some think that the metals that comprise Psyche could make be worth about $10,000 quadrillion. The global economy was worth about $142 trillion in 2019.

What happened to ‘16 Psyche?’

“It’s possible that as a Psyche protoplanet was forming, it was struck by an-other object in our solar system and lost its mantle and crust,” said Becker.

‘16 Psyche’ was studied in the infrared by the Hubble Space Telescope.

‘16 Psyche’ and the Hubble Space Telescope

Becker’s study had the Hubble Space Telescope observe the asteroid at two specific points in its rotation to view both sides of Psyche. It also viewed the asteroid in ultraviolet wavelengths of light to get as much detail as possible of its surface. “We were able to identify for the first time on any asteroid what we think are iron oxide ultraviolet absorption bands,” said Becker. “This is an indication that oxidation is happening on the asteroid, which could be a result of the solar wind hitting the surface.”

The solar wind is a stream of charged particles from the Sun’s hotter outer atmosphere called its corona. Often called “space weather,” it’s also what causes aurora at Earth and could, at Psyche have caused excessive “space weathering.”

A surface of pure iron?

Becker saw that the asteroid’s surface could be mostly pure iron, though noted that the presence of even a small amount of iron could dominate ultraviolet observations, and in practice it could just be that 10% of the surface is actual iron.

However, while observing Psyche, the asteroid appeared increasingly reflective at deeper UV wavelengths. “This is something that we need to study further,” said Becker. “This could be indicative of it being exposed in space for so long. This type of UV brightening is often attributed to space weathering.”

However, what Becker’s paper makes very clear is that while it’s tricky to quantify the amount of iron that may be present on the surface of Psyche, it’s a unique object so scientists cannot compare it with anything else.

NASA's orbiter will spend 21 months in orbit mapping and studying Psyche's properties.

NASA and SpaceX’s mission to 16 Psyche

The only way we’ll ever get to see a close-up of what the core of a planet is really like is to pay a visit to Psyche. That’s exactly what NASA is planning to do.

Due to launch in August 2022 from Florida’s Kennedy Space Center atop a SpaceX Falcon Heavy rocket, NASA’s Psyche mission is part of its Discovery Program of low-cost robotic space missions.

The orbiter is due to arrive at Psyche in January 2026 to begin at least 21 months in orbit mapping and studying the asteroid’s properties.

“To understand what really makes up a planet and to potentially see the inside of a planet is fascinating,” said Becker, who describes Psyche and other asteroids as the building blocks of the Solar System. “Once we get to Psyche, we’re really going to understand if that’s the case, even if it doesn’t turn out as we expect … any time there’s a surprise, it’s always exciting.”

Fuente de la Información: https://www.forbes.com/sites/jamiecartereurope/2020/10/26/hubble-views-massive-asteroid-called-psyche-that-could-worth-more-than-our-global-economy/#1ce57693515a

 

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Petróleo cae casi 3% ante alza de casos de covid-19 y temores sobre la demanda

Petróleo cae casi 3% ante alza de casos de covid-19 y temores sobre la demanda

REUTERS

El precio del petróleo bajaba cerca de 3 por ciento, prolongando las pérdidas de la semana anterior ante el aumento de casos de coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad covid-19 en Estados Unidos y Europa, lo que incrementa la preocupación sobre la demanda de combustible, aunado a una mayor producción que afectaba a la confianza.

El referencial internacional Brent perdía 1.11 dólares, o 2.66 por ciento, a 40.66 dólares el barril, mientras que el West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) también cedía 1.11 dólares, o 2.79 por ciento, a 38.74 dólares el barril. El Brent retrocedió 2.7 por ciento y el WTI entregó 2.5 por ciento la semana pasada. https://www.milenio.com/negocios/petroleo-ve-impactado-alza-casos-covid-19-eu-europa

Estados Unidos reportó su mayor número hasta la fecha de nuevas infecciones de coronavirus en dos días hasta el sábado, mientras que los nuevos casos en Francia tocaron un récord de más de 50 mil el domingo, subrayando la gravedad del brote. En lo referente al suministro, la Corporación Nacional del Petróleo de Libia puso fin el viernes a la fuerza mayor a las exportaciones de dos puertos clave y dijo que la producción alcanzará el millón de barriles por día (bpd) en cuatro semanas, un aumento más rápido del previsto por analistas.

«Los nuevos barriles de crudo libio llegan en un momento en que el mercado petrolero acaba de enfrentar la decepción por el panel ministerial de la OPEP+ recientemente concluido, en el que la organización no hizo nuevas propuestas de política», dijo Avtar Sandu, de Phillip Futures en Singapur.

La OPEP+, un grupo de productores que incluye a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia, tiene previsto incrementar su bombeo en 2 millones de bpd en enero de 2021, tras recortar su producción en una cantidad récord más temprano en el año. El presidente ruso, Vladimir Putin, indicó la semana pasada que podría acceder a extender las reducciones de bombeo de la OPEP+.

Fuente de la Información: https://www.milenio.com/negocios/petroleo-ve-impactado-alza-casos-covid-19-eu-europa

 

 

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Día mundial de acción por el cuidado: los sindicatos de la educación se unen al llamado mundial para una mayor inversión en el sector del cuidado

Día mundial de acción por el cuidado: los sindicatos de la educación se unen al llamado mundial para una mayor inversión en el sector del cuidado

 

El 29 de octubre, Día Mundial de Acción por el Cuidado, la Internacional de la Educación se unirá al llamado sindical mundial por condiciones de trabajo decentes y salarios justos para los trabajadores del cuidado. Esta convocatoria global reconoce la enorme contribución a la sociedad que hacen los trabajadores de los sectores de la salud, la atención y la educación, ya sea que trabajen en hospitales, hospicios, escuelas, residencias, hogares privados o como trabajadores domésticos, ya sea en el sector público o privado. La Internacional de la Educación invita a las organizaciones miembros y a los ciudadanos interesados ​​a seguir dos seminarios web que abordarán estos problemas.

La salud y la atención son fundamentales para nuestro bienestar y existencia. 
La pandemia de COVID-19 ha puesto al descubierto los efectos devastadores de décadas de subinversión en los sistemas de atención y salud pública y las dañinas políticas de austeridad.
Si bien muchos países no estaban preparados para hacer frente a la escala y la naturaleza en rápida evolución de la pandemia, millones de trabajadores sanitarios y de atención, en su mayoría mujeres, se quedaron sin acceso a equipo de protección personal esencial y otras medidas de salud y seguridad.
La pandemia ha subrayado la importancia fundamental de la salud y la atención para nuestro bienestar y existencia.
El 29 de octubre, los sindicatos subrayarán que la necesidad de una inversión adecuada en sistemas de atención y salud públicos equitativos y de calidad es más evidente y urgente que nunca.
Los sindicatos actúan por una economía solidaria 
La Internacional de la Educación invita a sus organizaciones miembros y ciudadanos preocupados de todo el mundo a unirse al Día Mundial de Acción sobre la Atención al pedir a los gobiernos que inviertan en la atención. Esto significa:
  • Invertir en la atención y la salud pública, incluida la salud mental, el cuidado de los niños, la educación de la primera infancia, el cuidado de los ancianos y otros servicios de atención social para garantizar la creación de empleo, salarios justos y condiciones de trabajo decentes; y cerrar las brechas de género en la participación en la fuerza laboral.
  • Garantizar un salario y unas condiciones laborales dignas, incluida la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor, oportunidades de formación y salud y seguridad ocupacional para los trabajadores de los servicios de salud y asistencia, incluidos los trabajadores domésticos y de asistencia domiciliaria.
  • Garantizar la equidad y la no discriminación en la contratación, la retención, el acceso a la formación y las oportunidades de promoción para los trabajadores en los sectores de la salud y la atención.
  • Garantizar que se respeten los derechos a la libertad de asociación y a la negociación colectiva para todos los trabajadores de los sectores de la salud y la atención, ya sea en la economía formal o informal.
  • Financiar una protección social universal, con perspectiva de género, accesible para todos los trabajadores, independientemente de su situación laboral o migrante, origen racial o étnico, discapacidad, género, expresión de identidad u orientación sexual, e incluye a los trabajadores de la economía informal.
  • Garantizar la accesibilidad de todos a servicios de atención y salud pública de calidad, incluidos los refugiados y los migrantes, independientemente de su situación.
Serie de seminarios web «¡Invierta en atención, ahora!» 
Una serie de seminarios web, con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert, contará con las voces de los trabajadores de la salud y el cuidado en primera línea y destacará lo que significaría una inversión adecuada en el cuidado para la igualdad de género, sociedades equitativas, desarrollo sostenible y economías que funcionen para todas las personas.
El primer seminario web, “¡Invierta en atención, ahora!” – Voces de Asia Pacífico ” , se llevará a cabo el 28 de octubre de 08:00 a 09:30 CET. Contará con oradores comerciales clave de Australia, India, Indonesia, Nueva Zelanda y Filipinas.
El segundo seminario web, «¡Invierta en atención, ahora!» , tendrá lugar el 29 de octubre de 16.00 a 17.30 CET con la participación de sindicalistas de Canadá, Chile, Nigeria, Túnez y Estados Unidos.
Ambos eventos se transmitirán en vivo en la página de Facebook de la Confederación Sindical Internacional .
Más información y materiales están disponibles en el sitio web de la Confederación Sindical Internacional: https://www.ituc-csi.org/invest-in-care
Fuente de la Información: https://www.ei-ie.org/en/detail/17002/global-day-of-action-for-care-education-unions-join-global-call-for-increased-investment-in-the-care-sector
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Las epidemias han sido una constante en la historia

Las epidemias han sido una constante en la historia

El ADN de unos restos humanos del Neolítico indica que ya sufrieron la peste bubónica hace 5.000 años

La pandemia de la Covid-19 nos ha sorprendido y ha puesto de manifiesto las debilidades del progreso científico y material de la humanidad. Pero la expansión de un virus por todo el planeta no es nada nuevo ni nada que no pudiera preverse. Algunos epidemiólogos lo habían advertido. Y los historiadores han estudiado episodios similares desde tiempos remotos e incluso mucho más letales.

Las enfermedades como una constancia histórica queda perfectamente reflejada en la pequeña exposición instalada dentro de la permanente del Museu d’Història de Cat alunya (MHC). Comisariada por el historiador Lluís Marí i Sala, la exposición explica, a través de 16 plafones colocados en las salas de distintos periodos históricos, el impacto de las grandes enfermedades infecciosas, con especial atención a Catalunya. Y cada jueves hasta diciembre se organizan visitas guiadas para grupos de diez personas.

Los epidemiólogos ya habían advertido del peligro de una pandemia también en el siglo XXI

Hasta el siglo XVIII existía la creencia que las epidemias eran un castigo de los dioses o que eran fruto de las conjunciones de los astros o de determinados fenómenos atmosféricos. Pero la ciencia puso fin a estas supersticiones. “Lo que hemos aprendido de la gripe de 1918 –escribía el microbiólogo José María Eiros Bouza– es que necesitamos una vigilancia pandémica continua, líneas de investigación continuamente activas y una planificación para el momento en que surja un virus pandémico, que surgirá más tarde o más temprano”. Lo publicó el 30 de octubre del 2018, como se expone en el primer plafón de esta exposición del MHC, pero como otras advertencias quedó en el olvido.

Y eso que recientemente se ha sabido que incluso en las sociedades neolíticas, con muchas menos movilidad y más vida al aire libre, ya existió una peste bubónica de terribles efectos. Gracias a un estudio del ADN dental en restos humanos enterrados en Suecia, de una antigüedad de unos 5.000 años, se ha sabido que murieron como consecuencia de la Yersinia pestis . Y probablemente fue el inicio de la decadencia de la cultura neolítica, según explica el historiador Lluís Marí.

El primer texto conocido sobre una epidemia es de Tucídides sobre la ‘plaga de Atenas’

El segundo caso que relata la exposición es la conocida como plaga de Atenas, entre el 430 y el 426 aC, la primera epidemia de la que se conoce un texto escrito debido a Tucídides. No se sabe cual fue el agente patógeno que la provocó pero si que en solo dos años provocó la muerte del 40% de la población de Atenas, muy castigada también por el hambre y las guerras con Esparta. Y la descripción de Tucídides sobre la repentina fiebre, la voz ronca, los estornudos y el mal aliento tiene algo y mucho de actualidad.

Con el imperio romano se producen también no menos de dos graves brotes epidémicos. La llamada Peste Antonina, seguramente a causa de la varicela, habría provocado entre 5 y 10 millones de muertos entre los años 165 y 180 dC. Y posteriormente, ya en el siglo III, la peste de Cebrián, de origen no aclarado, provocó también entre 3 y 5 millones de muertos y significó el inicio de la decadencia del imperio. Tito Livio señaló que fue mayor el impacto económico que el sanitario, porqué no fue una peste tan mortífera, pero la gente se encerró en sus casas, se dejaron de cultivar muchos campos y faltaron alimentos.

La primera gran pandemia de la historia apareció en Constantinopla en el año 542. Conocida como la peste de Justiniano, primero afectó a Bizancio pero luego se extendió por Europa, Asia y África. Provocó entre 25 y 50 millones de muertos en dos siglos, lo que equivalía al 15 o 30% de la población mundial. Y los análisis de ADN han certificado que se trataba de peste bubónica. Fue también el detonante de la caída del imperio bizantino. Y tuvo efectos que perduraron en el tiempo. Sin olvidar que otras enfermedades com el sarampión, la viruela o la lepra eran también plagas endémicas que azotaban a la población de forma constante.

Las mejoras en la agricultura, la aparición del arado normando, las nuevas técnicas de barbecho, dieron lugar a un aumento de la productividad y a un crecimiento demográfico intenso entre los siglos XI y XIII. Y como si se tratase de una trampa fue también la espoleta para la segunda gran pandemia: la peste bubónica que aparece en 1346. Parece que la enfermedad se extiende desde Crimea hasta los puertos del mediterráneo como Venecia, Mesina, Génova y Barcelona, traslada da por las ratas que iban en los barcos, y posteriormente se extiende ya por vías terrestres. No existían los desplazamientos aéreos que en el siglo XXI han sido el foco principal de la extensión. Las bajas temperaturas de esos años redujeron también las cosechas y provocaron hambre entre la población. Quizás por eso los efectos fueron más dramáticos. Murieron unos 48 millones de personas, solo en Europa, el 60% de su población.

En Catalunya, apareció a finales de 1347 y acabó con dos tercios de la población. Los brotes de peste se repitieron durante los siglos XV y XVI con menor intensidad. El último, en 1589, en Barcelona provocó 11.000 muertos. Esta crisis sanitaria coincidió además con un periodo en el que se repitieron varios terremotos, lo que contribuyó a la sensación de inseguridad. En la exposición se reproduce una hoja de pergamino que se encontró enganchada en la tapa de una manuscrito de la Biblioteca de Montserrat que describe como uno de estos seísmos provocó la caída de varios edificios y del rosetón de la iglesia de Santa Maria del Mar de Barcelona, lo que provocó la muerte de 42 personas.

Todas esas circunstancias explican que Catalunya pasase de los 500.000 habitantes del primer tercio del siglo XV a 225.000 a principios del XVI. Sin embargo, esa caída demográfica sería compensada pronto por la llegada de numerosos contingentes de inmigrantes franceses.

El siglo XVII dio paso a grandes descubrimientos científicos pero tampoco frenó la peste. En Sevilla, en 1649, mató a 60.000 personas (el 46% de la población). Un texto del historiador Diego de Ortiz indica que de los 26.000 enfermos que entraron en el Hospital de la Sangre solo salieron con vida unos 3.000. En Londres, en 1665, fallecieron 100.000 personas, y en Viena, en 1679, otras 76.000.

Poco a poco, las mejoras higiénicas y sanitarias, la introducción de productos agrícolas de América y avances médicos como la vacuna contra la viruela (1796) facilitaron un crecimiento demográfico. Y la peste bubónica se extinguió en Europa, siendo el último brote el de 1720 en Marsella.

El siglo XIX, aún siendo más tranquilo, tuvo episodios esporádicos complicados. En 1812 la fiebre amarilla atacó a Barcelona (18.000 muertos en solo seis meses) y algunas poblaciones del Baix Ebre. Y entre 1834 y 1835 fue el cólera el que provocó en España otros 776.000 muertos.

En 1918 llegó la tercera gran pandemia, la mal llamada gripe española(puesto que se sabe que arranca de los soldados norteamericanos desplazados a Europa). Aún hoy es imposible determinar el número de muertos y las cifras oscilan entre los 50 y los 100 millones.

La exposición del MHC de Catalunya recoge una crónica de La Vanguardia del 8 de octubre de 1918 donde cuenta la llegada al puerto de Barcelona de un barco con 900 personas que habían acudido a Francia a la vendimia.
“Todos ellos, a pesar de que llevaban la patente de sanidad limpia –es decir, algo así como los PCR actuales– fueron inspeccionados detenidamente a su llegada por los funcionarios del servicio sanitario”.

El sida sería la cuarta gran pandemia con 30 millones de muertes desde 1981

Ha sido especialmente tras el final de la II Guerra Mundial cuando se ha producido un espectacular crecimiento en el mundo que nos ha llevado hasta los 7.800 millones de habitantes (eran 1.500 en el año 1900). Se han descubierto vacunas contra el sarampión, la poliomelitis o los catarros. También es cierto que aún no hay un remedio eficaz contra el ébola o contra el sida (que desde 1981 ha provocado 30 millones de muertes). Y no se puede olvidar que la gripe causa cada año otras 650.000 muertes.

El comisario de esta muestra Lluís Marí reconoce que en algún momento ha tenido la sensación de que se trataba de un relato excesivamente crudo y dramático. Pero también lamenta que las voces que nos alertaban de esos peligros no fuesen escuchadas. Por eso, la exposición termina con una frase premonitoria de Albert Camus en su novela La peste: “Quizás llegará un día que, para desgracia y aleccionamiento de los hombres, la peste despertará sus ratas y las enviará a morir a una ciudad feliz”.

Fuente de la Información: https://www.lavanguardia.com/cultura/20201025/484281406713/pandemias-covid-museu-historia-catalunya-lluis-mari-gripe-espanola.html

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