Page 9 of 83
1 7 8 9 10 11 83

La imperdible Luna Azul de Halloween 2020: ¡un rarísimo fenómeno!

La imperdible Luna Azul de Halloween 2020: ¡un rarísimo fenómeno!

El 31 de octubre tendremos la Luna Azul, casualmente el día que marca Halloween. Pero, debes preguntarte: ¿qué significa esto? Después de todo, ¿qué es Blue Moon?

¿Qué es Blue Moon?

La Luna Azul, aunque tiene ese nombre, no es realmente azul.

Este nombre se debe al fenómeno lunar en el cual ocurre una luna llena adicional, es decir, generalmente solo ocurre una luna llena en un ciclo lunar (en un solo mes), sin embargo, cuando la segunda luna llena ocurre de manera inusual, ocurre lo que se conoce como la Luna Azul.

Este fenómeno ocurre cada dos años y medio.

En cualquier caso, este evento astronómico está rodeado de mitos, supersticiones, significados y misticismos. Aún más cayendo en el día dedicado a Halloween y Brujas, creando un egregore sobrenatural.

¿Cuándo volverá a ocurrir este fenómeno?

Las próximas fechas en las que se volverá a repetir este fenómeno serán:

  • 1 de agosto y 31 de agosto de 2023
  • 1 mayo y 31 de mayo de 2026
  • 2 y 31 de diciembre de 2028

Por lo tanto, asegúrese de disfrutar de este evento lunar y de toda la atmósfera de misterio y misticismo vinculado a la Luna Azul.

Curiosidades sobre la Luna Azul y origen de ese nombre

El nombre está relacionado con eventos que ocurrieron simultáneamente con éste, y que contribuyeron a que este satélite en nuestro planeta apareciera azul.

Los eventos relacionados con esto fueron:

  • La erupción volcánica del Monte Santa Elena, EE. UU., En 1980
  • La erupción del monte Krakatona, Indonesia, en 1983
  • La erupción del monte Pinatubo en Filipinas en 1991

Estos eventos geológicos liberaron partículas en el aire que hicieron que la luna se volviera de color azulado, y de ahí el nombre: “Luna Azul”.

Este video brinda más explicaciones, como:

  • La diferencia entre 3 tipos de calendarios y su relación con la Luna Azul
  • El origen y los significados asociados con este evento lunar

Esperando que el cielo no esté nublado!

¡Ahora esperamos poder disfrutar de otra luna llena con todo su encanto y magnetismo, embelleciendo el cielo nocturno del 31 de octubre!

Artículo en portugués

Compártelo en tus redes
Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/paises/luna-azul-de-halloween-2020/

 

Comparte este contenido:

Las pseudoterapias matan (también en pandemia) y no estamos haciendo nada

Las pseudoterapias matan (también en pandemia) y no estamos haciendo nada

Elena Campos Sánchez

Reforzadas bajo las redes sociales como nuevo boca a boca y amparadas bajo una malentendida “libertad de expresión”, las pseudoterapias calan hasta límites que parecerían rozar lo absurdo en personas cuya situación emocional de debilidad les hace susceptibles y víctimas de su contexto

El advenimiento de la pandemia de COVID-19 ha traído la muerte a cientos de personas en Irán por ingesta de metanol. Cayeron en la trampa de considerarlo un remedio preventivo y terapéutico frente a la infección por SARS-CoV-2, un bulo difundido a través de redes sociales.

Simultáneamente, el consumo de desinfectantes se hacía viral en países hispanohablantes, provocando varias muertes evitables. Es más, su inyección fue una de las propuestas estrella del presidente estadounidense, Donald Trump.

Solo en España, el Instituto Nacional de Toxicología ha reportado una treintena de intoxicaciones por consumo de MMS, siglas de “Miracle Mineral Solution”. Se trata de una conocida pseudoterapia basada en la mezcla de clorito de sodio con ácido débil para liberar dióxido de cloro, un gas altamente tóxico usado para desinfectar superficies o preparados.

El remedio goza de amplia aceptación desde el ámbito de las pretendidas “terapias alternativas” (también autodenominadas como “naturales”, “complementarias” o “integrativas”) como remedio universal –aunque falso– frente a malaria, autismo, cáncer, enfermedades parasitarias o degenerativas. Y hace un tiempo que está siendo promovido frente a la COVID-19 por grupos negacionistas.

Debilidad y desesperación

La aceptación gubernamental y social de pseudoterapias en nuestro día a día no es nueva. Ya sea por ignorancia, indiferencia o irresponsabilidad, la permisividad ante manifestaciones contrarias a la salud pública e individual es constante. Eso a pesar de la denuncia social y profesional. Y a pesar también del reconocimiento expreso de su letalidad por parte de la Presidenta de la Comisión Europea.

Reforzadas bajo las redes sociales como nuevo boca a boca y amparadas bajo una malentendida “libertad de expresión”, calan hasta límites que parecerían rozar lo absurdo en personas cuya situación emocional de debilidad les hace susceptibles y víctimas de su contexto. Calan, sobre todo, allí donde la medicina carece de una respuesta satisfactoria. Allí donde exista la desesperación por agarrarse a una posibilidad. Allí donde un movimiento de rasgos sectarios te atrapa y reclama, allí donde la fe en un pretendido profesional sanitario te empuja a creer en milagros. Allí donde quienes ostentan la responsabilidad de la salvaguarda de la salud y la ética profesional eluden su papel.

La consecuencia son miles de vidas rotas seducidas por un negocio altamente persuasivo e incapaz de obrar milagros. De acuerdo a estudios recientes, los pacientes con cáncer que creen complementar su tratamiento con remedios alternativos duplican su riesgo de fallecer. El riesgo se quintuplica ante la sustitución del tratamiento por una falsa, pero incorrectamente considerada, “medicina alternativa”.

En España, el 19,6 % de la población ha recurrido a pseudoterapias como la homeopatía o la acupuntura. Y un 5,2 % reconoce haberlo hecho en sustitución de un tratamiento médico, con la consiguiente pérdida de su oportunidad terapéutica. Lo peor es que esta pérdida de oportunidad terapéutica –por retraso, sustitución o falsa complementariedad– tiene un impacto socioeconómico, individual y colectivo incalculable por la inexistencia de herramientas que permitan su monitorización a nivel europeo o internacional.

Si nos centramos en el cáncer, los nuevos diagnósticos anuales rozan los 230.000 en España, superando los 3,7 millones en Europa. Lo peor es que se desconoce el porcentaje poblacional real de enfermos oncológicos que pueda estar poniendo en riesgo su salud o falleciendo prematuramente por uso de pseudoterapias, pero de extrapolarse los valores indicados, podrían ser miles. Se desconocen también las pérdidas económicas individuales y sociales derivadas de esta lacra. Como referencia, sólo en Francia la financiación pública de la homeopatía ascendió a 126,8 millones de euros en 2018.

Protección frente a las pseudoterapias

No es la primera vez que autoridades políticas, sanitarias y científicas advierten de la peligrosidad del uso o consumo de falsos remedios terapéuticos. A finales de 2018, el Gobierno de España lanzó el Plan de Protección de la Salud de las Personas frente a las Pseudoterapias. Dicho plan preveía la reevaluación de 139 técnicas que continuaban aplicándose, incluso por profesionales sanitarios, a pesar de la constancia de su ineficacia previamente evaluada en 2011.

Pero fue insuficiente. Cinco años después de aquella primera evaluación, y contrariamente al dictado legal que exige la aplicación de técnicas acordes al estado de la técnica basadas en la evidencia científica, una de ellas, la pseudoterapia “ortomolecular”, se vería involucrada en el fallecimiento de Mario Rodríguez (21 años), enfermo de leucemia. Otra de ellas, la homeopatía, aceleraba la despedida de Rosa Murillo (41 años).

A nivel europeo, Erling Mollehave (71 años, Dinamarca) sufrió los daños de una aguja de acupuntura en los pulmones y falleció. Otras pseudoterapias consideradas de riesgo sectario, como la Bioneuroemoción o la Nueva Medicina Germánica, ni siquiera aparecen en el listado del Plan de Protección. En cualquier caso, el goteo de casos de afectados es permanente. Porque aunque lo mínimo que se exige de un tratamiento es que sea eficaz, eso no se aplica en el caso de las (pseudo) “terapias alternativas”.

Entre otras cosas, el mencionado Plan de Protección de la Salud de las Personas frente a las Pseudoterapias señalaba a universidades y profesionales sanitarios pidiéndoles responsabilidad en cuanto a la formación que ofrecían, recibían y acababan poniendo en práctica. También proponía el cumplimiento normativo estricto en materia sanitaria y de publicidad.

Pero poco ha cambiado desde entonces. Hay universidades que siguen ofreciendo formación en pseudoterapias. Hay centros que ofrecen estudios superiores en pseudoterapias de manera irregular. Hay personal que, en ausencia de formación sanitaria, ofrece terapias e incluso se agrupa en “colegios profesionales”. Hay locales sin autorización que simulan establecimientos sanitarios con publicidad incluida.

Hay también profesionales sanitarios que incumplen su código ético, y jueces que desestiman denuncias de víctimas tras considerarlas responsables de su propio error. Irregularidades e ilegalidades que no se persiguen, a pesar de que su identificación está a un golpe de clic.

El problema de la homeopatía

En 2018, España trasladó a la Comisión Europea la conveniencia de modificar la Directiva 2001/83/CE, que sigue considerando medicamento a la homeopatía. Sin embargo, ante la falta de solicitudes similares de otros estados miembros, y apelando a la responsabilidad de los fabricantes y gobiernos de velar por el cumplimiento normativo en materia de etiquetado de estos preparados, dicha solicitud no prosperó.

La normativa de etiquetado exige a estos preparados incluir la leyenda “medicamento homeopático sin indicaciones terapéuticas aprobadas”, cosa que no ocurre, al menos en España. Cabe resaltar que Reino Unido ya actuó en 2019 y Francia ha decidido que dejará de financiar la homeopatía en 2021. Por su parte, Italia ha iniciado una campaña para sacarla de hospitales y clínicas. Mientras que en Alemania ya hay partidos políticos que piden su abolición.

Pseudoterapias versus medicina

El mundo de las pseudoterapias no es desconocido, como tampoco lo es su letalidad. La Medicina no es infalible, ni está exenta de riesgos. Pero cuenta con una probabilidad de éxito medida y protocolizada, legalmente exigida antes de ser comercializada.

Las (pseudo) “terapias alternativas” o “complementarias” optan por la comercialización directa, abusando de terminología técnica. Apelan, para excusarse, a su inocuidad, su uso tradicional, su exotismo. Y rebuscan cada resquicio legal, aprovechando la dejadez administrativa, acusando de injurias a quienes denuncian su situación irregular o falso argumentario, arruinando familias, campando libremente.

En definitiva, abusan de la necesidad de creer de tantos y tantos pacientes y familiares que buscan una oportunidad para vivir o hacerlo con calidad. Y no estamos haciendo nada para pararles los pies.

Elena Campos-Sánchez. Investigadora posdoctoral asociada a proyecto, Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO, UAM-CSIC), CSIC – Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Elena Campos-Sánchez es Presidenta de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas, que fue tenida en cuenta para elaborar el PLAN PARA LA PROTECCIÓN DE LA SALUD FRENTE A LAS PSEUDOTERAPIAS del Gobierno de España, en 2018.

Fuente: https://theconversation.com/las-pseudoterapias-matan-tambien-en-pandemia-y-no-estamos-haciendo-nada-147217?

Fuente de la Información: https://rebelion.org/las-pseudoterapias-matan-tambien-en-pandemia-y-no-estamos-haciendo-nada/

 

Comparte este contenido:

Europa exporta venenos prohibidos en sus propios países

Europa exporta venenos prohibidos en sus propios países

Sergio Ferrari

Europa exporta venenos prohibidos en sus propios países

Los pesticidas europeos invaden los cinco continentes. Para las multinacionales agroquímicas con sede en el Viejo Mundo no importa si sus productos no son autorizados para la venta en la misma Europa. Todo vale y la deontología, para ellas, no existe en el diccionario de la rentabilidad.

En 2018, grandes empresas de los países de la Unión Europea (UE) exportaron más de 81.000 toneladas de pesticidas prohibidos a la venta en el propio mercado continental por contener sustancias que afectan seriamente la salud humana o el medio ambiente.

Los principales exportadores fueron empresas del Reino Unido con 32.187 toneladas; de Italia 9.499; de Alemania 8.078; de los Países Bajos 8.010. En igual período, desde Francia se vendió fuera de la UE, 7.663 toneladas; desde España 5.182 y desde Bélgica 4.907. El destino: unos 85 países – las tres cuartas partes catalogados como “en desarrollo” o emergentes. Entre los cuales, en América Latina, Brasil, México, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Honduras, por citar solo algunos.

Entre los principales destinatarios de esos químicos prohibidos en suelo europeo se encuentran países que, paradójicamente, nutren, a la postre, a la Unión Europea con productos agrícolas. La UE permite así a sus empresas químicas y agroquímicas exportar desde su territorio sustancias que luego se encontrarán residualmente en las comidas consumidas por su población. Perversa práctica boomerang de mercado.

Dichas empresas aprovechan así de actividades económicas en naciones donde las reglamentaciones y controles son menos severos y los riesgos más elevados que en la misma UE, concluye la investigación elaborada por la ONG suiza Public Eye (el Ojo Público) en colaboración con Unearthed, célula de investigación de Greenpeace de Gran Bretaña. El estudio, cuyos resultados iniciales fueron develados a inicios del 2020, vuelve a ocupar hoy el espacio mediático a través de detalles y complementos difundidos a fines de septiembre.

Una pesquisa inteligente

Para evitar las respuestas edulcoradas de las multinacionales agroquímicas, durante varios meses, los investigadores de las dos ONG solicitaron informaciones, directamente, a la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA), encargada de regular las sustancias químicas y biocidas en el mercado continental.  Esta instancia procesa expedientes de ese tipo de productos y observa si respetan las normas. Se dedica también, en colaboración con los gobiernos nacionales, al análisis de las sustancias más peligrosas y en ciertos casos, pone el foco en aquellas que obligan a una mayor gestión de riesgos para proteger las personas o el medio ambiente. Colabora, además, con un centenar de organizaciones “acreditadas” ligadas a la producción, al medio ambiente, académicas, sindicales (https://echa.europa.eu/es/about-us/partners-and-networks/stakeholders/echas-accredited-stakeholder-organisations), entre las cuales, Greenpeace.

A través de la ECHA lograron recolectar “miles de notificaciones de exportaciones”, es decir, los formularios que, según la legislación europea, las empresas deben completar cuando se trata de productos que contienen sustancias químicas prohibidas para la comercialización en la Unión Europea. “Si a veces dichas notificaciones pueden diferir de los volúmenes efectivamente exportados, esa documentación constituye la fuente de información más completa” señala el estudio. Resultado: las dos ONG lograron elaborar una cartografía hasta ahora inédita de las exportaciones pesticidas prohibidas que salen de los diferentes países de la UE. (https://www.publiceye.ch/fileadmin/doc/Pestizide/202009_EU-export-pesticides_worldmap_FR.pdf)

Identifican un total de 41 productos de esa categoría. De los cuales se reconocen oficialmente algunos de los efectos más graves: toxicidad aguda; malformación genética; problemas reproductivos o del sistema hormonal; cáncer; contaminación de fuentes de agua potable; impactos perversos para los ecosistemas.

Como parte de la investigación, Public Eye y Greenpeace contactaron también a unas 30 empresas, de las cuales quince – incluida Syngenta- respondieron formalmente. Las mismas coinciden en cuatro argumentos retóricos repetidos: que sus productos son seguros; que están comprometidas con la reducción de riesgos; que respetan las leyes de los países donde operan – y que éstos deciden libremente sobre los pesticidas más adecuados para los agricultores locales. Y, en particular, que es normal que numerosos pesticidas vendidos al extranjero no sean registrados en la UE dado que el clima y el tipo de agricultura son diferentes a los europeos.

Círculo macabro: semillas de laboratorio y pesticidas

Producido por la transnacional química suiza Syngenta en su fábrica inglesa de Huddersfield, el Paraquat está prohibido desde 1989 en Suiza y desde el 2007 en la Unión Europea.

En 2018, funcionarios británicos la autorizaron a exportar nada menos que 28.000 toneladas de un producto que incorpora dicho veneno vendido en muchos mercados bajo el nombre de Gramoxone. La mitad, destinada a Estados Unidos, donde la multinacional agroquímica es acusada ante los tribunales por campesinos que padecen del Mal de Parkinson. La otra mitad, en dirección, principalmente de los principales consumidores mundiales como Brasil, México, India, Colombia, Indonesia, Ecuador y África del Sur. Aunque su comercialización se expande en buena parte del planeta, incluido muchos países latinoamericanos.

Primer productor de pesticidas del mundo y tercer fabricante de semillas, Syngenta constituye, junto con Monsanto, el símbolo de la agricultura industrial. En 2018, la organización suiza Multiwatch publicó la versión francesa de su Libro Negro de los Pesticidas. Esa asociación que se dedica a denunciar las políticas ilegales de las transnacionales, describe en su publicación que las tres cuartas partes de la actividad de Syngenta está consagrada a productos fitosanitarios y un cuarto a organismos genéticamente modificados (OGM).  “Asistimos a la apropiación de la naturaleza por parte de las multinacionales con el fin de constituir monopolios en el mercado de semillas y pesticidas”. Y denuncia el mecanismo diabólico que lleva a los campesinos, fundamentalmente en el Sur, a tener que comprar las semillas, “con el gran riesgo de aumentar sus deudas y de disminuir la biodiversidad”. Y de estar obligados a usar pesticidas, de las mismas multinacionales, responsables de la degradación de la salud de ellos y de las poblaciones expuestas a esos productos. Los ejemplos, no faltan: de Pakistán a Hawai, de la India al continente africano y en toda América Latina. Multiwatch dedicó este libro al militante social brasilero Keno, dirigente del MST (Movimiento de Trabajadores rurales sin Tierra) asesinado en el 2007 en Santa Tereza do Oeste, Estado de Paraná, por miembros de una sociedad privada de seguridad contratada por Syngenta, quien ocho años después fue condenada por tal hecho.

En esa publicación los militantes helvéticos retoman cifras que provienen de la misma ONU. El organismo internacional calculaba ya en el 2017 alrededor de 200 mil decesos anuales resultantes del uso de pesticidas. Y subrayan la gran capacidad de las multinacionales de cambiar de ropaje cuando el descrédito amenaza sus intereses. De la misma manera que la estadounidense Monsanto desapareció en 2017 al ser absorbida por el gigante alemán Bayer, la Syngenta suiza fue formalmente vendida en el 2016 a la Chemchina, aunque su sede principal sigue estando en Basilea, capital suiza de la industria química.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de septiembre del 2019 indicaba, por otra parte, que cada 40 segundos se produce el suicidio en una persona en algún lugar del planeta. El envenenamiento con pesticidas es uno de los tres métodos más usados. Y concluye que “la intervención con mayor potencial inmediato para reducir el número de suicidios es la restricción del acceso a los plaguicidas que se utilizan para la intoxicación voluntaria”.

Concesión a las multinacionales

En julio del año en curso Baskut Tuncak, por entonces todavía Relator Especial de las Naciones Unidas sobre productos tóxicos, pidió a los países ricos que pongan fin a la “deplorable” práctica de exportar productos químicos y plaguicidas tóxicos prohibidos a las naciones más pobres que carecen de «capacidad para controlar los riesgos».

Su declaración fue sostenida por otros 35 expertos del Consejo de Derechos Humanos. Entre ellos David Boyd, Relator Especial sobre derechos humanos y medio ambiente, Tendayi Achiume, Relator Especial sobre las formas contemporáneas de racismo, Francisco Cali Tzay, Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas, y Michael Fakhri, Relator Especial sobre el derecho a la alimentación.

Tuncak explicó que las naciones más ricas suelen aplicar un mecanismo cuestionable “que permite el comercio y el uso de sustancias prohibidas en partes del mundo donde las regulaciones son menos estrictas, externalizando los impactos sanitarios y ambientales en los más vulnerables… Estos vacíos legales son una concesión política a la industria”, que permite a los fabricantes de productos químicos aprovecharse de trabajadores y comunidades envenenadas en el extranjero… Hace mucho tiempo que los Estados deberían haber finalizado con esta explotación, concluyó.

Veneno para muchos -especialmente campesinos de países periféricos-, rentabilidad extrema para las grandes multinacionales agroquímicas. Cara y cruz de una realidad planetaria que sin embargo no se queda solo en la sanción sanitaria y ambiental del Sur. Va y viene, como un enorme boomerang interoceánico, y llega también, inexorablemente, al plato diario del consumidor europeo.

Fuente de la Información:https://rebelion.org/europa-exporta-venenos-prohibidos-en-sus-propios-paises/

Comparte este contenido:

América Latina: Carta de la Verdad. Disputas semióticas en los territorios de la Realidad

Carta de la Verdad. Disputas semióticas en los territorios de la Realidad

Fernando Buen Abad

“¿No es el primer deber del que busca la verdad dirigirse directamente a la verdad sin mirar a diestra o siniestra?” K. Marx

Conquistar la verdad es un trabajo… es una lucha. La verdad no es una moneda que pueda darse y recibirse, sin más, en el mercado de la información. No nos cuenten que la verdad es “incognoscible”, o subjetiva, porque el estado actual del conocimiento esté limitado, mientras fabrican escondites, o mentiras retorcidas, para dificultar el camino del saber. La verdad se alcanza, y se defiende, con el esfuerzo militante del pensamiento y la acción organizados. Se alcanza en la dialéctica tensional entre el error y la certeza. En el debate capital-trabajo. Al margen de reduccionismos. El problema de la verdad (tanto como la mentira) es un problema humanista de nuestro tiempo. Sólo se resuelve en la praxis.

Para nosotros es fundamental una concepción totalizante, e indisoluble, de la especie humana y el universo, en función, objetiva y subjetiva, transformadora del mundo. Para nosotros es fundamental un método crítico de toda información (sentido amplio) que produce la sociedad en que vivimos; por tanto, en función de esa crítica, como resultado de ella, necesitamos un plan de acción superadora, con un programa de transformación revolucionaria, para la creación de un tipo nuevo de relaciones entre los seres humanos hacia un nuevo orden mundial de la información y la comunicación. Con un punto de no retorno lógica y políticamente. La verdad al alcance de todos. La mejor contribución al proceso revolucionario es la crítica inspirada por la lealtad, la crítica científica que empodera a la razón de la lucha para profundizarla. La crítica sin complacencia, sin torpeza. La que alimenta a la revolución y esmerila al capitalismo. La verdad sea dicha.

Empeñarse en la búsqueda de la verdad, sobre una base semiótica concreta y científica es, en más de un sentido, un cambio histórico que revoluciona a la historia misma. Transforma a la búsqueda, y sus métodos, en un instrumento magnífico. No esperemos “bienvenidas” por parte de los poderes hegemónicos expresados en sus trincheras políticas, económicas ni académicas. La bienvenida deben darla, si se ofrecen resultados potentes, las bases en pie de lucha. Quienes asumen el deber de estudiar y defender el problema de la verdad, trabada en las luchas de clase que se verifican en sus entrañas, deben desarrollar métodos, hipótesis y teorías correctas capaces de ascender a la praxis correcta que no es otra más que la praxis emancipadora dirigida desde las bases.

Las premisas de una semiótica científica están íntimamente vinculadas al desarrollo histórico, a las condiciones objetivas de la economía y de la vida material determinadas por leyes objetivas y cargadas, a su vez, de significación histórica, aunque sea imperfectamente, explicado en su praxis misma. La base del carácter científico de la semiótica que debemos desarrollar exige, desde su definición, capacidades predictivas (y preventivas) sobre el destino marcado por el modo de producción de sentido que interesa a las clases dominantes y sus componentes esenciales. ¿Cómo están pensando y proyectando la “manipulación simbólica”?

Falsificar la realidad es una actividad sistémica del capitalismo, una religión en la que las falacias son esencia y necesidad vital para poner, fuera de la vista de la clase trabajadora, los modos y los medios de hurto contra el producto del trabajo. No sólo invisibilizan la plusvalía, además nos embriagan con ilusiones o espejismos que hacen de las víctimas cómplices solidarios de sus verdugos. La producción de embrutecimientos, borracheras y anestesias simbólicas tiende a expandirse y a producir mutaciones aberrantes, afamadas porque son muy rentables. A cualquier costo. No nos cansaremos de repetirlo.

Es una necesidad imperativa prever a dónde quiere llevarnos la maquinaria fabricante de falacias. Identificar sus horizontes, sus métodos, sus recursos y sus consecuencias. Es crucial la tarea de producir anticuerpos y desplegar de inmediato fuerzas para la defensa y para la vanguardia en el estudio de la realidad y la búsqueda de la verdad. Sin los relativismos tóxicos de las filosofías con sordina, sin las baratijas ideológicas de los individualismos ni las metafísicas del cangrejo. Ya está en el horno “el nuevo orden”, la “nueva normalidad”, el “happytalism” (capitalismo feliz y progre). Matrices teóricas y “categorías nuevas” de donde se desprenderán cifras y paisajes para anestesiarnos a golpes de silogismos espurios y “entretenimiento familiar”.

Hoy, la “clase dirigente” sabe bien lo que necesita para darse sobrevida y prepara lo necesario para frenar a las fuerzas revolucionarias que se mueven desde abajo. Es tarea de la semiótica emancipadora, luchar en cualquier frente de disputa simbólica para descubrir, explicar y combatir, toda forma de esclavitud. El cuento de que tanto la realidad como la subjetividad, son incognoscibles e impredecibles, debe combatirse con herramientas científicas que permitan probar cómo operan las herramientas de dominación económico-ideológicas y explicar cómo derrotarlas. La verdad, que no es propiedad privada, es un espacio de trabajo y lucha permanentes donde debe desplegarse una creatividad metodológica capaz de generar información correcta, con rigor ético, y sin esclavitudes mercantiles. La verdad no es un ente intocable ni místico, es una construcción social que reclama intervención colectiva, debate y consenso. Es una responsabilidad colectiva. Requiere fuerza científica y vigilancia irrestricta, sin amos, sin reformistas, sin oportunistas ni sectarios. Cultiven el santoral que cultiven.

No debemos temerle a la verdad, ni a los mitos fabricados para desfigurarla, ni a sus acólitos. No temerle a la verdad, mejor aún interrogarla, socializarla, democratizarla, re-politizarla y hacerla patrimonio de la humanidad bajo una práctica de acción directa y organización revolucionaria. Desatar todos los velos que la cubren y encierran, desmentir todas las falacias que la acorralan, desarticular los templos y los calabozos que la encierran. Emancipar a la verdad y combatir a las falacias, vengan de donde vengan, valgan lo que valgan, beneficien a quién beneficien. La verdad es un organismo social vivo, es dinámica y pertenece a todos. Hay que conocerla. ¿Por qué las mentiras de unos cuantos han de valer más que las verdades de millones?

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/bloggers/Carta-de-la-Verdad.-Disputas-semioticas-en-los-territorios-de-la-Realidad-20201008-0001.html

 

Comparte este contenido:

Ante la pandemia: ¿Economía o salud?

Ante la pandemia: ¿Economía o salud?

¿Qué dicen las estadísticas ante esta terrible disyuntiva?

Entramos en la segunda ola de la pandemia de COVID-19 y tras haber sorteado como se ha podido la primera ola, hemos constatado la factura y fractura económica que ha implicado y, por lo tanto, nos permite pensar acerca del coste que implica parar la actividad económica para esta segunda.

Esto nos ha llevado al debate entre qué debe priorizarse, si la economía o la salud de cara a sobrevivir a lo que se nos viene encima. Se ha estado debatiendo sobre si las medidas de distanciamiento social tomadas por muchos gobiernos pueden generar un perjuicio económico desproporcionado en comparación con el coste en vidas humanas que deviene por la pandemia.

No son pocas las voces tanto políticas como académicas que se han levantado contra las medidas de confinamiento poniendo el acento en que podría ser peor el remedio que la enfermedad. Pero a su vez, también economistas académicos europeos se han mostrado a favor de estas medidas de extrema cautela.

Este terrible dilema entre proteger la salud o la economía entraña un problema ético de gran calado pues ¿podemos establecer un precio a la vida humana? Se han dado ya en la primera ola situaciones en las que, a modo de dilema del tranvía, el personal sanitario se ha visto abocado a tener que priorizar a quien asignar respirador y a quien no.

No obstante, si nos atenemos al comportamiento que han demostrado los diferentes países a lo largo del segundo trimestre del 2020, los datos ofrecen una lectura interesante. Our World in Data de la Organización Mundial de la Salud recoge datos en relación con el desempeño de los diferentes países ante la pandemia.

En el gráfico podemos confrontar para cada país el número de muertes confirmadas por Covid-19 por millón de personas frente a su tasa de crecimiento anual del último trimestre.

Sin tomar en cuenta otras posibles variables que pudieran mediar entre la irrupción de la pandemia y el desempeño de cada país, una relación en la que hay que decidir entre proteger la economía o la salud debería ser positiva.

Es decir, aquellos países con mejor desempeño en salud deberían mostrar peores resultados económicos, mientras que aquellos que optaron por lo económico, deberían tener un mayor número de muertes confirmadas por cada millón de habitantes. Eso implicaría un gráfico en el que los países se distribuirían en una diagonal creciente.

Pero no. Lo que apreciamos es lo contrario. Hay países que han preservado su economía y han gestionado la pandemia mejor en términos de salud como Polonia, Indonesia, Dinamarca o Taiwan y, en cambio, los hay que han sufrido una debacle como Reino Unido, España y Perú.

Se podría investigar si el comportamiento de los peores países podría estar correlacionado con la fortaleza o debilidad de cada sistema de salud pública en términos relativos, pero no parece que ni España ni el Reino Unido dispongan de sistemas de salud peores que la media.

En consecuencia, si partimos de la existencia razonable del dilema entre proteger la salud o la economía en el orden de gestión de la pandemia dentro de un país, pero se observa a nivel macroeconómico que entre países hay quienes protegen o desprotegen ambas dimensiones a la vez, debemos concluir, desde una perspectiva multinivel, que otras variables diferenciales y estructurales de cada país deben ser las que justifiquen la ubicación de cada país en una diagonal de pendiente positiva. Eso le permitiría moverse a cada país a lo largo de su propia diagonal.

Si asumimos como cierto esta idea, significaría que aquellos países que comparten posición a lo largo del mismo eje-diagonal, dispondrían de comportamientos, instituciones y estructuras similares de cara a afrontar la pandemia.

Por ejemplo, Japón e Indonesia dispondrían de elementos similares y luego cada uno asumiría si quiere estar más del origen del gráfico primando más la salud o más alejados primando más la economía.

En cualquier caso, ambos tienen una relación de intercambio entre variación entre PIB y variación del número de fallecimientos por COvid-19 similar (similar pendiente del eje-diagonal). Tanto Japón como indonesia y países similares, evitar la caída del PIB le cuesta un leve aumento de fallecimientos. 

Por otro lado, Francia e Italia compartirían el mismo eje-diagonal con el mismo sentido, pero con una tasa de intercambio entre Economía y Salud tal que para caer menos del PIB les cuesta más fallecimientos que en el caso de Japón e Indonesia.  En el caso de Alemania y Dinamarca esa tasa de sacrificio de salud en favor de la Economía es más baja que en Francia e Italia.

En cambio, en España y Reino Unido, dos de los peores países en su gestión frente a la pandemia, su estructura, comportamiento y funcionamiento de las instituciones diferenciales respecto de los anteriores países mencionados justificarían que la tasa de sacrificio de salud para lograr paliar la crisis económica es mucho más alta en términos de fallecimientos.

Este análisis no es concluyente, pero nos permite indagar y avanzar en las hipótesis del debate de cuál es la relación entre salud y economía frente a la pandemia y qué papel han jugado los diferentes gobiernos, instituciones y comportamientos diferentes entre países que justifiquen las diferencias en el desempeño para luchar contra la pandemia.

Deben quedar fuera del debate serio y experto las excusas de orden político que buscan eludir responsabilidades vendiendo eslóganes. Aunque ellos no lo quieran aceptar, nos jugamos mucho más que las próximas elecciones. Nos jugamos la vida.

Fuente de la Información: https://es.aleteia.org/2020/10/09/ante-la-pandemia-economia-o-salud/

Comparte este contenido:

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU gana el Premio Nobel de la Paz

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU gana el Premio Nobel de la Paz

 

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU fue galardonado este viernes con el Premio Nobel de la Paz, anunció el Comité Nobel en Oslo, subrayando que la necesidad de soluciones multilaterales a problemas mayores como el hambre es “más evidente que nunca”.

El PMA recibe este galardón por “sus esfuerzos en la lucha contra el hambre, su contribución para mejorar las condiciones de paz en las zonas afectadas por los conflictos y por haber impulsado los esfuerzos para no convertir el hambre en un arma de guerra”, declaró la presidenta del Comité Nobel, Berit Reiss-Andersen. AFP

Un logotipo de la organización humanitaria del Programa Mundial de Alimentos se ve en un avión en el Aeropuerto Nacional de Minsk, Bielorrusia, el 19 de abril de 2018. REUTERS / Vasily Fedosenko / Foto de archivo.

Los trabajadores llevan la ayuda proporcionada por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) para su distribución en Pissila, Burkina Faso, el 24 de enero de 2020. Fotografía tomada el 24 de enero de 2020. REUTERS / Anne Mimault / File Photo.

Una mujer observa cómo el Programa Mundial de Alimentos distribuye dinero en Bainet, Haití, el 28 de enero de 2020. REUTERS / Valerie Baeriswyl / Foto de archivo.

 

Fuente de la Información: https://www.lapatilla.com/2020/10/09/el-programa-mundial-de-alimentos-de-la-onu-gana-el-premio-nobel-de-la-paz/
Comparte este contenido:

UNESCO: La educación emocional, clave para la enseñanza-aprendizaje en tiempos de coronavirus

La educación emocional, clave para la enseñanza-aprendizaje en tiempos de coronavirus

La pandemia del COVID-19 ha causado un fuerte impacto psicológico en la comunidad educativa y la sociedad en general. El cierre de los centros educativos, la necesidad del distanciamiento físico, la pérdida de seres queridos, del trabajo y la privación de los métodos de aprendizaje convencionales han generado estrés, presión y ansiedad, especialmente entre los docentes, el alumnado y sus familias, asegura la UNESCO en su informe Promoción del bienestar socioemocional de los niños y los jóvenes durante las crisis (2020).

Para abordar y contrarrestar la ansiedad social y la carga emocional que ha desatado el COVID-19 en la comunidad educativa es más necesario que nunca desarrollar habilidades socioemocionales entre el profesorado, las familias y sobre todo los y las estudiantes, afirman diversos organismos internacionales. Pero ¿cómo conseguir que la educación emocional sea una realidad tanto en tiempos de coronavirus como en circunstancias normales? En este monográfico, expertos y fuentes consultadas aportan propuestas para facilitar que la educación emocional esté cada vez más presente y se incluya de forma explícita en el currículum educativo.

La importancia de la educación emocional antes, durante y después del coronavirus

La educación emocional «es un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo humano, con objeto de capacitar para la vida y con la finalidad de aumentar el bienestar personal y social«, según la definen Rafael Bisquerra y Nuria Pérez, investigadores de la Universitat de Barcelona.

Toda crisis, desde guerras hasta pandemias como la que se vive actualmente por el COVID-19, conlleva fuertes respuestas emocionales negativas, como pánico, estrés ansiedad, rabia y miedo. Desarrollar en las personas habilidades de aprendizaje socioemocional ayuda a que las situaciones estresantes se aborden con calma y con respuestas emocionales equilibradas. Además, estas competencias permiten fortalecer el pensamiento crítico para tomar decisiones mejor informadas en la vida, señala la UNESCO.

«Si no se atiende al desarrollo emocional de forma apropiada, lo más probable es que haya un incremento de ansiedad, estrés, depresión, consumo de sustancias, comportamiento sexual de riesgo, impulsividad descontrolada, violencia, etc. Hay estudios que señalan esto desde antes del coronavirus, y en el contexto actual hay elementos que lo van a incrementar. La conclusión sería tomar conciencia de la importancia de la prevención. Lo cual pasa por una educación emocional que cumpla con los requisitos mínimos señalados por las investigaciones«, afirma por su parte Bisquerra, presidente de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB) en entrevista a Educaweb.

Asimismo, otros expertos en educación emocional coinciden en que las situaciones de miedo y estrés tienen un impacto negativo en la salud y la habilidad para aprender de todas y todos los estudiantes. Por ello, la Asociación Española de Educación Emocional advierte que el sistema educativo y todos los profesionales de la educación deben ser conscientes de que la enseñanza-aprendizaje solo podrá ser efectiva a partir de un equilibrio emocional y una salud mental adecuada del alumnado. De ahí la importancia de la educación emocional.

La educación emocional, ausente del currículum de todas las etapas

La educación emocional no figura en el currículum de ninguna etapa educativa en España. «La implantación de la educación emocional es claramente insuficiente, cuando no totalmente ausente, tanto en cantidad como en calidad», asegura Bisquerra.

Diversas investigaciones revelan que introducir explícitamente en el currículum la impartición de las habilidades socioemocionales tiene una fuerte correlación con un mejor desempeño académico. Además, la falta de educación emocional en los sistemas educativos puede dar como resultado pérdidas en la productividad de hasta un 29% del Producto Interior Bruto, advierte la UNESCO.

Por todo ello el organismo insta a los gobiernos a integrar el aprendizaje de competencias socioemocionales en toda la educación, formal, no formal e informal, y en todos los niveles, implantándolas como una necesidad en los objetivos fundamentales de la enseñanza-aprendizaje, y asignando tiempo suficiente en el currículum para su desarrollo. También recuerda que los programas de educación emocional eficaces deben ser científicamente rigurosos y empíricos, así como participativos e inclusivos.

En el proyecto de ley de la LOMLOE se menciona de forma explícita la necesidad de trabajarla en todas las áreas de la Educación Primaria y Secundaria. ¿Será este un indicador de que la educación emocional podría cobrar más protagonismo en el currículum?

Formación en educación emocional, necesaria para toda la comunidad educativa

Más allá de que la educación emocional forme o no parte del currículum, un factor esencial para que esta se desarrolle en el contexto educativo es contar con un profesorado bien formado, que sepa gestionar sus propias emociones y que esté preparado para que los y las estudiantes adquieran las habilidades socioemocionales necesarias para afrontar diversas situaciones.

No obstante, más del 90% de los y las docentes no han recibido nunca formación en educación emocional «de forma sistemática, fundamentada en las investigaciones científicas y suficiente en cantidad (tiempo) y calidad», asegura Bisquerra. «El profesorado que sí se ha formado, en general, lo ha hecho por su cuenta y riesgo, dedicándole tiempo, esfuerzos y presupuestos».

En ello coinciden también Xavi Corbella y Martín Merlo, docentes de la Fundació Siuriana, en su artículo para Educaweb, y señalan que, a diferencia de lo que sucede con las asignaturas ya existentes en el currículum, «la educación emocional implica más que un manejo teórico, involucra el manejo de las propias emociones y este punto no es trabajado en la formación curricular del docente».

Para mejorar la formación de los docentes en el ámbito socioemocional, la UNESCO hace las siguientes recomendaciones en su informe Promoción del bienestar socioemocional de los niños y los jóvenes durante las crisis (2020).

  • Incluir las habilidades socioemocionales en los programas de formación docente, tanto en la formación inicial como en la práctica de la docencia, y en programas de desarrollo profesional, a fin de abordar el estrés e impulsar las competencias emocionales y sociales en el aula.
  • Garantizar que los directores de los centros educativos asignen tiempo a los docentes para su formación socioemocional y les den la oportunidad de adquirir estas habilidades.
  • Promover la comunicación y la creación de redes entre docentes. Es decir, crear comunidades de prácticas entre el profesorado dentro de los centros educativos y entre escuelas distintas para fomentar el aprendizaje de las habilidades socioemocionales, el apoyo mutuo y el bienestar continuos.

Al respecto, Susanna Arjona BorregoMiembro de la Red de Expert@s del Col·legi de Pedagogs de Catalunya, señala en su artículo para Educaweb que «el momento nos reclama flexibilidad y creatividad. También la necesidad de crear red, cooperar entre todos los agentes educativos. Hoy, la gestión de cada centro, el equipo directivo y el director o directora como líder y gestor emocional de su equipo, es básico».

Asimismo, conseguir que el alumnado y el profesorado adquieran competencias socioemocionales no pasa solo por facilitar la formación docente en educación emocional, «y su consiguiente abordaje transversal en el currículo, sino que es igualmente necesario formar a las familias«, propone la orientadora educativa Laura Carpintero en su artículo para Educaweb.

De hecho, la evidencia obtenida en países afectados por crisis similares a la pandemia del COVID-19 indica que se pueden mitigar los efectos adversos del estrés y la ansiedad provocada por esta situación si los niños y las niñas tienen relaciones positivas con sus familias y con docentes que hayan logrado un buen manejo de las habilidades socioemocionales y que desarrollen actividades explícitas de aprendizaje socioemocional. «Esto facilita a los y las estudiantes sanar experiencias traumáticas y regresar a una vida normal», advierte la UNESCO. De ahí la importancia de que la formación en habilidades socioemocionales llegue a toda la comunidad educativa.

La alerta sanitaria, ¿una oportunidad para potenciar la educación emocional?

La alerta sanitaria constituye una oportunidad para que la educación emocional cobre importancia entre la comunidad educativa y las administraciones, coinciden los expertos. De hecho, diversas AMPAS, colectivos de docentes y grupos políticos han propuesto que en el próximo curso escolar se le dé más relevancia y se incluya en el currículum de todas las etapas educativas para que se imparta de forma sistemática y transversal lo antes posible.

La educación emocional está más presente a raíz de la pandemia, según las fuentes consultadas. Así lo indica que durante la crisis sanitaria se haya hecho hincapié, incluso desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional, en la necesidad de proporcionar herramientas de educación emocional a la comunidad educativa.

Por lo anterior, se han lanzado diferentes recursos y apoyo, entre ellos el proyecto Emocrea en casa, desarrollado por docentes de la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna. Emocrea (Educación emocional y creatividad) es la asignatura obligatoria que se ha establecido en Canarias desde 2014, y que a raíz de la pandemia ha tenido que desarrollarse a distancia creando materiales didácticos para trabajar las competencias emocionales desde los hogares, «para dar una respuesta inmediata a la necesidad de las familias y los y las docentes de paliar los efectos emocionales dañinos del confinamiento», señalan sus creadores.

La oferta formativa al respecto crece en formatos de programas de posgrados i másteres en el país y fuera, y se han organizado eventos virtuales alrededor de esta materia en tiempos de coronavirus. Como ejemplo se encuentra el ciclo de seminarios sobre inteligencia emocional en crisis que ofrece la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB), a los que se puede acceder a través de la página web de esta entidad.

Asimismo, existen diferentes proyectos educativos, iniciativas y redes de centros que, más allá de la pandemia, promueven la educación emocional. Se trata de proyectos de centro o incluso de comunidades autónomas.  Es el caso del programa Educación responsable de la Fundación Botín y la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria; o bien la Red Extremeña de Escuelas de Inteligencia Emocional. También existen recopilaciones de buenas prácticas de educación emocional en los centros escolares, como las de la Generalitat de Catalunya.

No obstante, hay que tener presente que, si bien se hacen esfuerzos por llevar la educación emocional a los centros educativos, esta solo será efectiva si cumple ciertas pautas. «Cuando se analizan con un poco de profundidad las prácticas reales se observa que no tienen la efectividad esperada. Muchas veces esto es debido a que no se cumplen los requisitos necesarios y a que todavía hay gente que cree que a cualquier cosa se la puede denominar educación emocional. Pero esto no es así», afirma Bisquerra.

Recomendaciones para que la educación emocional sea efectiva

Para una educación emocional efectiva, sea en un contexto de crisis o no, se necesitan los siguientes ingredientes, según los expertos y fuentes consultadas:

  1. Implantar la educación emocional explícitamente en el currículum de todas las etapas educativas y como parte de los objetivos fundamentales de la enseñanza-aprendizaje.
  2. Determinar las competencias socioemocionales a desarrollar en cada nivel educativo.
  3. Formar al profesorado en educación emocional, tanto en su formación inicial como en la permanente. Para que la formación tenga garantías de éxito es necesario que los y las docentes estén sensibilizados sobre la importancia de la educación emocional, además de aprender a gestionar sus emociones y así alcanzar también una salud emocional.
  4. Desarrollar actividades de educación emocional cuya eficiencia haya sido comprobada.
  5. Coordinar al profesorado para que la educación emocional sea un trabajo en equipo por parte de la comunidad educativa, incluyendo a las familias.
  6. Adoptar un modelo de educación emocional que sea a largo plazo y que cubra toda la escolarización, con técnicas activas, participativas y experienciales.
  7. Llevar a cabo un plan de evaluación de estos programas que permita analizar el impacto de su realización y obtener la información necesaria para la mejora de estos.

Fuente de la Información: https://www.educaweb.com/noticia/2020/05/27/educacion-emocional-clave-ensenanza-aprendizaje-tiempos-coronavirus-19205/

 

Comparte este contenido:
Page 9 of 83
1 7 8 9 10 11 83