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Mundo: Denuncian que la precariedad laboral es el detonante de numerosos daños a la salud y a la vida de miles de personas en los últimos años

Denuncian que la precariedad laboral es el detonante de numerosos daños a la salud y a la vida de miles de personas en los últimos años

CGT afirma que las condiciones laborales de la clase trabajadora han involucionado en el último año con la excusa de la pandemia de Covid-19

La Confederación General del Trabajo (CGT) ha emitido un comunicado con motivo del Día Internacional de la Salud Laboral, que se conmemora cada 28 de abril, en el que apunta a las causas de la terrible situación, en cuanto a la salud en el trabajo, que padece miles de trabajadores y trabajadoras en la actualidad.

Para los anarcosindicalistas, en este día no toca celebrar absolutamente nada atendiendo a lo que ha ocurrido en los últimos meses de pandemia, donde se ha podido evidenciar la precariedad laboral, detonante de los numerosos daños a la salud y a la vida de quienes se ganan la vida en condiciones lamentables.

CGT considera que se antepuesto la economía a la vida de las personas, como se pudo comprobar en los primeros meses de la pandemia cuando muchísimos trabajadores acudían a sus puestos de trabajo sin medidas de seguridad para protegerse de la enfermedad que nos ha dejado el coronavirus. Las empresas han obligado en muchos casos a sus plantillas a trabajar aun sabiendo que estaban poniendo en riesgo sus vidas. Por desgracia, según este sindicato, esta actitud de los capitalistas unido en ocasiones a la falta de rapidez del Gobierno español a la hora de tomar decisiones y poner en marcha medidas para proteger a las personas trabajadoras, se ha traducido en muertes y contagios.

La organización anarcosindicalista recuerda que esta situación no es novedosa, sino que se arrastra desde hace muchos años. Las Reformas Laborales de PSOE y PP, indican desde CGT, solo han causado más sufrimiento a la clase trabajadora y han fomentado la precariedad laboral, el desempleo y la temporalidad, con mayor incidencia en las mujeres y en las personas jóvenes.

Desde CGT, en este 28 de abril, vuelve a reivindicar el fin de la precariedad laboral, principal causante del terrorismo patronal hacia las personas trabajadoras. CGT también recuerda la importancia de trabajar en la prevención de riesgos, para que se convierta en un conjunto de medidas reales y efectivas para proteger la salud y la seguridad de nuestra clase.

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/denuncian-que-la-precariedad-laboral-es-el-detonante-de-numerosos-danos-a-la-salud-y-a-la-vida-de-miles-de-personas-en-los-ultimos-anos/

 

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Mundo: Recesión, desempleo… ¿Es la educación una solución frente a la crisis económica y social?

Recesión, desempleo… ¿Es la educación una solución frente a la crisis económica y social?

 

Ante un 2021 incierto, en el que la recuperación no se espera hasta la segunda mitad del año, la formación es una herramienta clave para recuperar la competitividad

Por EC Brands

La crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia del covid-19 ha sacudido la economía global. Ante la proliferación de los ERTE, despidos y cierres de empresas, la ciudadanía se encuentra en un momento crucial para dar un revulsivo a su carrera profesional. Algunos indicadores económicos atestiguan el golpe sufrido por la economía española: según Eurostat, el PIB cayó un 23% en el primer semestre de 2020, mientras que la subida en la segunda mitad del año se quedó por debajo del 17%. Los efectos de la contracción se han sentido en el mercado laboral, cuya tasa de paro ha subido hasta el 16%, de acuerdo con cifras del pasado enero, lo que arroja un dato cercano a los cuatro millones de desempleados. La llegada de las vacunas resulta una esperanza, pero para que la economía vuelva a reactivarse a niveles previos a marzo de 2020, es necesario llegar a las previsiones establecidas por el Gobierno (un 70% de la población vacunada de cara al verano).

Ante este escenario, Naciones Unidas ha subrayado la importancia de la educación como herramienta para impulsar la salida de la crisis. En un informe sobre el sector educativo durante y después del coronavirus, la organización hizo una llamada a gobiernos de todo el planeta para repensar la educación y acelerar cambios en el modelo de enseñanza y aprendizaje. Entre los diferentes puntos que se deben potenciar, señala la ONU, se encuentra la eliminación “de obstáculos a la conectividad”.

«Lo que parece evidente es que el mundo que nos vamos a encontrar después de la crisis no es igual que aquel en el que habíamos vivido anteriormente. Por lo tanto, las armas que teníamos no nos van a servir. Esa es la razón por la que tenemos que formarnos», explica Nacho de Pinedo, CEO de ISDI, la escuela de negocios nativa digital. «La única manera de recuperar la competitividad es adaptándonos al nuevo entorno, y no cabe duda de que este es digital». En este contexto, la oferta formativa se presenta como una alternativa para todos los profesionales que quieran avanzar, ya sea porque han perdido su trabajo o porque quieren mejorar en sus empresas, adquiriendo nuevas capacidades e impulsando la transformación digital.

La encriptación, la robotización o la inteligencia artificial serán sectores al alza durante los próximos años. (EFE)

Uno de los aspectos que la pandemia ha puesto de manifiesto es la consolidación del canal ‘online‘. Internet fue uno de los motores económicos durante los meses de encierro casero, permitiendo una cierta normalidad en los hogares mientras los comercios, oficinas y escuelas permanecían cerrados. Pero ese auge de las nuevas tecnologías durante los últimos meses ha puesto de manifiesto una importante carencia del mercado laboral español. Según un informe de Infojobs, la mitad de los trabajadores reconoció no estar formándose en competencias digitales antes de la crisis sanitaria. Esa cifra contrasta con el 65% que ya entonces afirmaba que la transformación digital y la robotización habían alterado su puesto de trabajo.

De Pinedo explica que «hay que concienciarse de que no estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época» y que, por tanto, «la digitalización va a ir a más». «Si una persona quiere reconvertirse profesionalmente, lo primero que debe tener en cuenta es qué camino dentro del entorno digital le puede encajar mejor: uno más generalista o más especializado en las tendencias de empleabilidad actuales (data o la gestión de CRM, por ejemplo). Y, una vez claro, volcarse en la formación», apunta el CEO. No hay que olvidar, además, que los fondos de recuperación se repartirán bajo la premisa de fomentar la inversión en la transformación digital y las políticas medioambientales.

«Una media de 6,5 empresas están compitiendo por cada nuevo profesional titulado en competencias técnicas de transformación digital»

 

En esa elección más generalista entran ISDI y su MIB, un máster de especialización en negocio digital que, tal y como define su CEO, es «una especie de MBA de la era digital». Impartido en Barcelona y Madrid, así como de manera ‘online’, este programa ha sido diseñado por y para un entorno digital desde su nacimiento hace 12 años. Así, durante nueve meses y un total de 450 horas, los alumnos aprenden cómo adaptarse a un mundo en constante transformación, a través de una formación centrada en la práctica. «Los alumnos meten las manos en la masa y ponen en marcha un negocio ‘online’ real durante el programa, acompañados de destacados expertos digitales del país, profesionales en activo de líderes como Google o Amazon», explica Nacho de Pinedo. Además, desde la escuela afirman que «cada año cambiamos aproximadamente un 40% del contenido y cada dos meses y medio el consejo académico se reúne y analiza qué se va a ejecutar en ese periodo, porque en la era digital el ritmo de las actualizaciones es mucho más rápido».

Sin embargo, ¿qué hace realmente diferente al MIB? Según su CEO, «el modelo de aprendizaje basado en tres ‘tracks’: el primero, el conocimiento mediante una formación holística sobre diferentes temáticas, desde estrategia digital e innovación hasta liderazgo y transformación de empresas y emprendimiento, e impartido por profesionales digitales en activo». El segundo y tercer ejes se centran en la integración de dichos conocimientos. Por un lado, el proyecto troncal, donde los alumnos se encargan de digitalizar una pyme existente, apoyándose en metodologías ágiles (aprender haciendo). Y por otro, el denominado ‘challenge’, que consiste en lanzar una empresa al mercado desde cero. «Los alumnos tienen que generar un ‘e-commerce’, lanzarlo al mercado, empezar a facturar y ganar dinero. Además de la captación de clientes, tendrán que gestionar todo el ‘back office’ y las reclamaciones o problemas que hayan podido surgir en el proceso de compra para que los clientes repitan y les recomienden», indica De Pinedo. «Al final del programa, existe la opción de cerrar la empresa y entregar el dinero ganado a una ONG o quedarse con el ‘e-commerce’ y mantener el negocio».

El mercado laboral tras la crisis

Un informe del World Economic Forum publicado el pasado mes de octubre arrojaba datos interesantes acerca del futuro del empleo. El primero, la imparable adopción de nuevas tecnologías como la computación en la nube, el ‘big data’ o el comercio electrónico, a los que había que sumar nuevas oportunidades en terrenos como la encriptación, la robotización o la inteligencia artificial. De hecho, un estudio sobre empleabilidad y talento digital publicado por la Fundación VASS y la Universidad Autónoma de Madrid estableció que “6,5 empresas están compitiendo por cada nuevo profesional titulado en competencias técnicas necesarias para que las empresas den cobertura a sus procesos de transformación digital. Un colectivo de empleadores que podría llegar a los 160.000 cuando existen poco más de 25.000 egresados universitarios y ciclos de FP”.

Los estudios afirman que hasta el 44% de trabajadores de oficina podrán hacerlo desde casa cuando regrese la normalidad. (iStock)

En este nuevo escenario, acelerado por la recesión causada por el coronavirus, el World Economic Forum advertía de los cambios que se avecinan en los mercados laborales de las economías desarrolladas de cara a 2025. Hasta el 43% de las empresas admitían que tendrán que reducir su plantilla debido a la integración de nuevas tecnologías y un 41% tenía previsto aumentar la contratación de servicios de terceros para tareas especializadas.

En la misma línea, un sector que ha visto alterada su rutina por completo es la del trabajador de oficina. Hasta el 84% de estos empleados, según el informe, está llamados a digitalizarse en su día a día de manera cuasi inmediata y un 44% cuenta ya con las herramientas para trabajar desde sus hogares. «La pandemia ha hecho mucho más evidente la necesidad del cambio. Algo que tenía que ocurrir poco a poco, en un espacio largo de tiempo, ahora debe hacerse inmediatamente. Los negocios tienen que hacer esa transformación digital y para eso necesitan profesionales que conozcan cómo era el entorno anterior y que sean capaces de dibujarles un camino para adaptarse al nuevo entorno. Y por otro, necesitan especialistas que sepan enfocarse en algunas de las áreas clave, como pueden ser data o plataformas tecnológicas, para ejecutar esta transformación», concluye Nacho de Pinedo.

Fuente de la Información: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2021-04-07/educacion-covid-19-transformacion-digital-bra_2996383/

 

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Mundo: ¿Comer el mundo o salvaguardar el mundo?

¿Comer el mundo o salvaguardar el mundo?

2021-04-25

Leonardo Boff

 “Comer el mundo”, y “salvaguardar el mundo”, son metáforas, frecuentes en la boca de líderes indígenas, que cuestionan el paradigma de nuestra civilización, cuya violencia casi ha hecho desaparecer a los indígenas. El virus Covid-19 ha caído como un rayo sobre el paradigma de “comer el mundo”, es decir, explotar ilimitadamente todo lo que existe en la naturaleza, bajo la perspectiva de un crecimiento/enriquecimiento sin fin. El virus ha destruido los mantras que lo sustentan: centralidad del lucro, alcanzado mediante la competencia, la más feroz posible, acumulado privadamente, a costa de la explotación de los recursos naturales. De obedecer estos mantras, estaríamos seguramente en mal camino. Lo que nos está salvando es lo ocultado e invisibilizado en el paradigma de “comer el mundo”: la vida, la solidaridad, la interdependencia entre todos y el cuidado de la naturaleza y de unos a otros. Es el paradigma imperativo de “salvaguardar el mundo”.

El paradigma de “comerse el mundo” es muy antiguo. Viene de la Atenas del siglo V a.C., cuando el espíritu crítico irrumpió y permitió percibir la dinámica intrínseca del espíritu que es la ruptura de todos los límites y la búsqueda del infinito. Tal propósito fue pensado por los grandes filósofos, por los artistas, aparece también en las tragedias de Sófocles, Esquilo y Eurípides y es practicado por los políticos. Ya no es el medén ágan del templo de Delfos: “nada en exceso”.

Este proyecto de “comer el mundo” tomó forma en la misma Grecia con la creación del imperio de Alejandro Magno (356-323), que con sólo 23 años fundó un imperio que se extendía desde el Adriático hasta el río Indo, en la India.

Este “comer el mundo” se profundizó en el vasto Imperio Romano, se fortaleció en la era colonial e industrial moderna y culminó en el mundo contemporáneo con la globalización de la tecnociencia occidental, expandida a todos los rincones del planeta. Es el imperio de lo ilimitado, traducido en el propósito (ilusorio) del capitalismo/neoliberalismo de crecimiento ilimitado hacia el futuro. Basta con poner como ejemplo de esta búsqueda de crecimiento ilimitado el hecho de que en la última generación se quemaron más recursos energéticos que en todas las generaciones anteriores de la humanidad. No hay lugar que no haya sido explotado para la acumulación de bienes.

Pero he aquí que ha surgido un límite insuperable: la Tierra, limitada como planeta, pequeña, superpoblada, con bienes y servicios limitados, no puede soportar un proyecto ilimitado. Todo tiene límites. El 22 de septiembre de 2020, las ciencias de la Tierra y de la vida lo han identificado como el Día del Sobregiro de la Tierra (The Earth Overshoot Day), es decir, el límite de los bienes y servicios naturales renovables, básicos para mantener la vida. Se han agotado. El consumismo, al no aceptar límites, conduce a la violencia, arrancando a la Madre Tierra lo que ella ya no puede dar. Estamos consumiendo el equivalente a una Tierra y media. Las consecuencias de esta extorsión se manifiestan en la reacción de la Madre Tierra agotada: aumento del calentamiento global, erosión de la biodiversidad (unas cien mil especies eliminadas cada año, y un millón en peligro), pérdida de la fertilidad del suelo y creciente desertización, entre otros fenómenos extremos.

Traspasar algunas de las nueve fronteras planetarias (cambio climático, extinción de especies, acidificación de los océanos y otros) puede provocar un efecto sistémico, haciendo que caigan las nueve e induciendo así el colapso de nuestra civilización. La irrupción del Covid-19 ha puesto de rodillas a todas las potencias militaristas, haciendo inútiles y ridículas las armas de destrucción masiva. La gama de virus previamente anunciados, si no cambiamos nuestra relación destructiva con la naturaleza, podría sacrificar a varios millones de personas y adelgazar la biosfera, esencial para todas las formas de vida.

En la actualidad, la humanidad se ve embargada por el terror metafísico ante los límites insuperables y la posibilidad del fin de la especie. El Gran Reinicio (Great Reset) del sistema capitalista es ilusorio. La Tierra lo hará fracasar.

 

En este dramático contexto es donde surge el otro paradigma, el de “salvaguardar el mundo”. Ha sido planteado en particular por líderes indígenas como Ailton Krenak, Davi Kopenawa Yanomani, Sônia Guajajara, Renata Machado Tupinambá, Cristine Takuá, Raoni Metuktire y otros. Para todos ellos existe una profunda comunión con la naturaleza, de la que se sienten parte. No necesitan pensar en la Tierra como la Gran Madre, Pachamama y Tonantzin porque la sienten así. Salvaguardan de manera natural el mundo, porque lo sienten como una extensión de su propio cuerpo.

La ecología de lo profundo e integral, tal y como se recoge en la Carta de la Tierra (2000), en las encíclicas del Papa Francisco Laudato Si’: cómo cuidar nuestra casa común (2015) y Fratelli tutti (2020), y en el programa Paz, Justicia y Preservación de la Creación del Consejo Mundial de Iglesias, entre otros grupos, han asumido salvaguardar el mundo. El propósito común es garantizar las condiciones físico-químicas-ecológicas que sostienen y perpetúan la vida en todas sus formas, especialmente la vida humana. Estamos ya en la sexta extinción masiva y el antropoceno la está intensificando. Si no leemos emocionalmente, con el corazón, los datos de la ciencia sobre las amenazas que pesan sobre nuestra supervivencia, difícilmente nos comprometeremos a salvaguardar el mundo.

El Papa Francisco advirtió seriamente en la Fratelli tutti: “O nos salvamos todos juntos o no se salva nadie” (nº 32). Es una advertencia casi desesperada si no queremos “engrosar el cortejo de los que van hacia su propia tumba” (Z. Bauman). Damos el salto de fe y creemos en lo que dice el Libro de la Sabiduría: “Dios es el apasionado amante de la vida” (11,26). Si es así, Él no permitirá que desaparezcamos tan miserablemente de la faz de la Tierra. Así lo creemos y así lo esperamos.

Fuente de la Información: https://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=1022

 

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Uruguay: Nuevas formas de segregación y control social

Nuevas formas de segregación y control social

Fuentes: La Jornada

La segregación siempre fue una forma de dominación, al separar a las personas por su pertenencia de clase, de color de piel, de opciones sexuales y geografías. Los trabajadores siempre vivieron en barrios separados de las clases medias y altas, en áreas con menos servicios, peor calidad del aire y del agua, y con mucha menor cantidad de espacios verdes.

Los pueblos originarios y negros han sido despojados de sus territorios, proceso que se ha profundizado en las últimas décadas, condenándolos a vivir en las tierras menos productivas, a menudo en pendientes y zonas rocosas, como sucede con los nasa y misak, del Cauca colombiano.

Hay muchas más formas de segregación, pero ahora aparecen nuevas, con la excusa de la pandemia. Se perfilan pasaportes sanitarios para atravesar fronteras, incluyendo o excluyendo las vacunas que las multinacionales prefieren o rechazan.

Por ejemplo, un latinoamericano no podrá ingresar a Europa si fue vacunado con Sinovac, aunque es uno de los biológicos más difundidos en la región (https://bit.ly/3nebLmH). No sólo exigen vacunación, sino que discriminan por la geografía de donde proviene la persona, en una geopolítica sanitaria que agrava la segregación.

Estamos ante una ventana de oportunidades para quienes, con la excusa de la pandemia, buscan cercenar libertades engordando códigos penales. En Uruguay, el parlamento está a punto de aprobar una ley que crea el delito de peligro sanitario, que se aplicará a quienes incumplan las normas sanitarias.

Si el nuevo delito suena grave, el que se pueda penar con tres a 24 meses de prisión sin la necesidad de comprobar que la persona contagió a otra (https://bit.ly/3v94CqI), es muestra de la discrecionalidad con que se pretenden establecer las penas.

El presidente de la Asociación de Abogados Penalistas, Juan Fagúndez, calificó la ley de absolutamente fascista, pues considera un error inventar un delito en estas circunstancias y para este momento (https://bit.ly/3tDaHLr). Como sucedió durante la dictadura militar, otra vez va a caer sobre los jóvenes la punición de su conducta, algo que no tiene ninguna relación con la salud, sino con el disciplinamiento de generaciones enteras que no aceptan la imposición de conductas por el Estado y la policía.

Algo que se pretende penalizar son las fiestas y encuentros juveniles que producen aglomeraciones, figura que la policía está empeñada en criminalizar.

Meses atrás, el parlamento uruguayo aprobó una ley sobre un artículo de la Constitución, por la cual se suspendieron por cuatro meses las aglomeraciones de personas que pueden generar un notorio riesgo sanitario. Sin embargo, cuando se le pidió al gobierno que definiera lo que entiende por aglomeración y cuánta gente incluye, respondió que eso corresponde definirlo a la policía en el momento y sobre el terreno.

En suma, es la policía o el golpe de Estado permanente, en palabras de Michel Foucault, la que tiene la potestad para definir si existe riesgo sanitario cuando grupos de jóvenes se juntan. En los últimos meses, la policía ha llegado a disolver más de 100 aglomeraciones diarias, en un país de apenas 3 millones de habitantes (https://bit.ly/3sHS7jX). En algunos casos se trataba de grupos de apenas cinco personas en una playa, como muestran las redes sociales (https://bit.ly/2P7Kaaa).

De lo que se trata es de apretar las clavijas del control social, prohibiendo manifestaciones (la del 8M ya ha sido acusada en todo el mundo de expandir la pandemia), recortar derechos y libertades permitiendo el ingreso de la policía a las viviendas particulares, incluso por la noche, si hay una denuncia por riesgo sanitario.

Entiendo esta situación como parte de la militarización de nuestras sociedades. El control a gran escala, con policías, cámaras de seguridad y drones, se complementa con un control capilar, que invade todos los rincones de la sociabilidad popular.

En este asunto también hay clases y geografías. Para disipar cualquier acusación de conspirativismo, un estudio sobe movilidad en Montevideo (1.5 millones) con datos de Google, dice que cayó 51 por ciento la movilidad en plazas, parques y playas; bajó 48 por ciento en restaurantes, cafeterías y centros comerciales, y más de 40 por ciento en el transporte público; pero aumentó 10 por ciento en las zonas residenciales, o sea en los barrios de clase media alta y alta (https://bit.ly/3n83SiB).

¿No estamos acaso ante un panóptico a cielo abierto, una gigantesca cárcel cuyos barrotes son poco visibles, porque sus guardianes son nuestros vecinos, y hasta nosotros mismos? ¿Cómo se escapa de una cárcel así?

No lo sabemos, porque las formas de dominación van mutando, las nuevas se superponen a las viejas, sin sustituirlas. Lo seguro es que no hay salidas individuales y sin estar organizados. Lo demás habrá que improvisarlo, probando, errando y volviendo a probar, hasta abrir brechas.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/04/23/opinion/016a1pol

Fuente de la Información: https://rebelion.org/nuevas-formas-de-segregacion-y-control-social/

 

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América Latina y el Caribe: Cierre de asimetrías, financiamiento para el desarrollo y bienes públicos globales, claves para una recuperación transformadora en línea con la Agenda 2030

Cierre de asimetrías, financiamiento para el desarrollo y bienes públicos globales, claves para una recuperación transformadora en línea con la Agenda 2030

Participantes en los debates del segundo día de la cuarta reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, que se celebra de forma virtual bajo la Presidencia de Costa Rica, plantearon la necesidad de cerrar las actuales asimetrías financieras, climáticas y sanitarias presentes en el mundo, garantizar financiamiento para el desarrollo y crear bienes públicos globales -entre ellos una vacunación equitativa contra el COVID-19- para avanzar hacia una recuperación transformadora en línea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Durante la Mesa 1: Salud y economía ¿un falso dilema? se destacó el hecho de que “sin salud no hay economía ni sociedad posible” y que el bienestar de la población es prerequisito para una recuperación sostenible en América Latina y el Caribe. También se enfatizó la urgencia de contar con instituciones sólidas para enfrentar la actual pandemia, fortalecer la capacidad de los Estados de anticiparse a nuevas crisis, garantizar la participación de todos los actores, entre ellos de la sociedad civil, y fomentar la transparencia y la rendición de cuentas de parte de las instituciones públicas.

El panel se inició con reflexiones de Carissa F. Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y continuó con intervenciones de Joy St. John, Directora Ejecutiva del Organismo de Salud Pública del Caribe; Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI); y Blanca Margarita Ovelar de Duarte, Senadora Nacional del Paraguay y Presidenta de ParlAméricas.

A ellos se sumaron Mónica Jasis, punto focal del grupo de interés Personas Migrantes y Desplazadas por Desastres o Conflictos, de la Mesa de Vinculación del Mecanismo de Participación de la Sociedad Civil en la Agenda de Desarrollo Sostenible y en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible; Román Macaya, Presidente Ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social de Costa Rica; Daniel Innerarity, Director del Instituto de Gobernanza Democrática de España; y Martha Delgado Peralta, Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, con la moderación de Alberto Arenas, Director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL.

En una intervención especial, Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), reiteró la importancia del multilateralismo ante las graves asimetrías globales, regionales y nacionales que se han evidenciado y magnificado durante la pandemia, entre ellas, las asimetrías financiera, climática y la de salud y de acceso a las vacunas contra el COVID-19. “Es el momento de que América Latina y el Caribe piense colectivamente” y potencie su integración a través, por ejemplo, de mecanismos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), especificó.

“Nuestra sociedad tiene que construir resiliencia y la única salida es crear una sociedad del cuidado, que privilegie la protección social, los bienes públicos, a través de nuevos pactos políticos y sociales”, dijo.

La Mesa 2: Crisis, recuperación y transformación en la década de acción para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en tanto, contó con la participación de Cristina Gallach Figueras, Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe de España; Camillo Gonsalves, Ministro de Finanzas, Planificación Económica, Desarrollo Sostenible y Tecnología de la Información de San Vicente y las Granadinas y Presidente del Comité de Desarrollo y Cooperación del Caribe (CDCC); y André Lara Resende, Investigador Principal Adjunto en la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia.

Intervinieron también José Francisco Pacheco, Director de la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica; Maurizio Bezzeccheri, Director para América Latina de Enel; y Laura Becerra Pozos, punto focal suplente del grupo de interés Redes, Colectivos, Organizaciones y Plataformas de ONG, de la Mesa de Vinculación del Mecanismo de Participación de la Sociedad Civil en la Agenda de Desarrollo Sostenible y en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, con la moderación de Mario Cimoli, Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL.

La pandemia ha obligado a los países a reaccionar rápidamente a numerosos desafíos y hace imperativo repensar las actuales políticas para acelerar una recuperación transformadora, plantearon los representantes en dicho panel. Esto implica aumentar la productividad y preparar las economías para el futuro, así como eliminar la pobreza y reducir la desigualdad social. La necesidad de avanzar hacia Estados de bienestar en el marco de un cambio del modelo de desarrollo también fue resaltada, así como la importancia de la cooperación internacional.

En sus palabras de cierre, Alicia Bárcena alertó sobre los diversos riesgos a los que se enfrentan los países de la región en su camino hacia un futuro distinto, entre ellos, la reprimarización de las economías y la ineficiencia de la insostenibilidad ambiental y la desigualdad. “El actual modelo de desarrollo está anclado a una estructura y nuestras sociedades no están creando riqueza, sino extrayéndola”, explicó, citando a la economista Mariana Mazzucato. “Tenemos que generar valor. Ahí hay una fuente de desigualdad muy grande”, expresó.

“El llamado que nos hace el Caribe es muy importante. Se necesita alivio de la deuda hoy, es un imperativo, es insostenible. La única forma en que puede salir adelante es con inversiones en adaptación climática”, concluyó.

La cuarta reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, que por primera vez en su historia se realiza de manera virtual, reúne a más de 1.200 representantes de gobiernos, sociedad civil, organismos internacionales, sector privado y academia, quienes hasta el jueves 18 de marzo revisarán los avances y desafíos de la implementación de la Agenda 2030 en América Latina y el Caribe, la región en desarrollo más impactada por el COVID-19 desde el punto vista sanitario, económico y social.

El programa completo de la cuarta reunión del Foro está disponible en el sitio web especial del encuentro.

 

Para consultas relacionadas con la cobertura periodística del evento, contactar en Santiago de Chile a la Unidad de Información Pública de la CEPAL. Correo electrónico: prensa@cepal.org; teléfono: (56) 22210 2040.

Participantes en los debates del segundo día de la cuarta reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, que se celebra de forma virtual bajo la Presidencia de Costa Rica, plantearon la necesidad de cerrar las actuales asimetrías financieras, climáticas y sanitarias presentes en el mundo, garantizar financiamiento para el desarrollo y crear bienes públicos globales -entre ellos una vacunación equitativa contra el COVID-19- para avanzar hacia una recuperación transformadora en línea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Durante la Mesa 1: Salud y economía ¿un falso dilema? se destacó el hecho de que “sin salud no hay economía ni sociedad posible” y que el bienestar de la población es prerequisito para una recuperación sostenible en América Latina y el Caribe. También se enfatizó la urgencia de contar con instituciones sólidas para enfrentar la actual pandemia, fortalecer la capacidad de los Estados de anticiparse a nuevas crisis, garantizar la participación de todos los actores, entre ellos de la sociedad civil, y fomentar la transparencia y la rendición de cuentas de parte de las instituciones públicas.

El panel se inició con reflexiones de Carissa F. Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y continuó con intervenciones de Joy St. John, Directora Ejecutiva del Organismo de Salud Pública del Caribe; Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI); y Blanca Margarita Ovelar de Duarte, Senadora Nacional del Paraguay y Presidenta de ParlAméricas.

A ellos se sumaron Mónica Jasis, punto focal del grupo de interés Personas Migrantes y Desplazadas por Desastres o Conflictos, de la Mesa de Vinculación del Mecanismo de Participación de la Sociedad Civil en la Agenda de Desarrollo Sostenible y en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible; Román Macaya, Presidente Ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social de Costa Rica; Daniel Innerarity, Director del Instituto de Gobernanza Democrática de España; y Martha Delgado Peralta, Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, con la moderación de Alberto Arenas, Director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL.

En una intervención especial, Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), reiteró la importancia del multilateralismo ante las graves asimetrías globales, regionales y nacionales que se han evidenciado y magnificado durante la pandemia, entre ellas, las asimetrías financiera, climática y la de salud y de acceso a las vacunas contra el COVID-19. “Es el momento de que América Latina y el Caribe piense colectivamente” y potencie su integración a través, por ejemplo, de mecanismos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), especificó.

“Nuestra sociedad tiene que construir resiliencia y la única salida es crear una sociedad del cuidado, que privilegie la protección social, los bienes públicos, a través de nuevos pactos políticos y sociales”, dijo.

La Mesa 2: Crisis, recuperación y transformación en la década de acción para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en tanto, contó con la participación de Cristina Gallach Figueras, Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe de España; Camillo Gonsalves, Ministro de Finanzas, Planificación Económica, Desarrollo Sostenible y Tecnología de la Información de San Vicente y las Granadinas y Presidente del Comité de Desarrollo y Cooperación del Caribe (CDCC); y André Lara Resende, Investigador Principal Adjunto en la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia.

Intervinieron también José Francisco Pacheco, Director de la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica; Maurizio Bezzeccheri, Director para América Latina de Enel; y Laura Becerra Pozos, punto focal suplente del grupo de interés Redes, Colectivos, Organizaciones y Plataformas de ONG, de la Mesa de Vinculación del Mecanismo de Participación de la Sociedad Civil en la Agenda de Desarrollo Sostenible y en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, con la moderación de Mario Cimoli, Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL.

La pandemia ha obligado a los países a reaccionar rápidamente a numerosos desafíos y hace imperativo repensar las actuales políticas para acelerar una recuperación transformadora, plantearon los representantes en dicho panel. Esto implica aumentar la productividad y preparar las economías para el futuro, así como eliminar la pobreza y reducir la desigualdad social. La necesidad de avanzar hacia Estados de bienestar en el marco de un cambio del modelo de desarrollo también fue resaltada, así como la importancia de la cooperación internacional.

En sus palabras de cierre, Alicia Bárcena alertó sobre los diversos riesgos a los que se enfrentan los países de la región en su camino hacia un futuro distinto, entre ellos, la reprimarización de las economías y la ineficiencia de la insostenibilidad ambiental y la desigualdad. “El actual modelo de desarrollo está anclado a una estructura y nuestras sociedades no están creando riqueza, sino extrayéndola”, explicó, citando a la economista Mariana Mazzucato. “Tenemos que generar valor. Ahí hay una fuente de desigualdad muy grande”, expresó.

“El llamado que nos hace el Caribe es muy importante. Se necesita alivio de la deuda hoy, es un imperativo, es insostenible. La única forma en que puede salir adelante es con inversiones en adaptación climática”, concluyó.

La cuarta reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, que por primera vez en su historia se realiza de manera virtual, reúne a más de 1.200 representantes de gobiernos, sociedad civil, organismos internacionales, sector privado y academia, quienes hasta el jueves 18 de marzo revisarán los avances y desafíos de la implementación de la Agenda 2030 en América Latina y el Caribe, la región en desarrollo más impactada por el COVID-19 desde el punto vista sanitario, económico y social.

El programa completo de la cuarta reunión del Foro está disponible en el sitio web especial del encuentro.

 

Para consultas relacionadas con la cobertura periodística del evento, contactar en Santiago de Chile a la Unidad de Información Pública de la CEPAL. Correo electrónico: prensa@cepal.org; teléfono: (56) 22210 2040.

Fuente de la Información: https://www.cepal.org/es/noticias/cierre-asimetrias-financiamiento-desarrollo-bienes-publicos-globales-claves-recuperacion

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Las mujeres inmigrantes mantienen unida a la sociedad durante la pandemia

Las mujeres inmigrantes mantienen unida a la sociedad durante la pandemia

El año pasado se produjeron varios confinamientos como resultado de la pandemia, lo que repercutió profundamente en la educación, el empleo y la forma en que trabajamos a nivel mundial. Estos factores han tenido un efecto especialmente marcado para las mujeres.

 

Las escuelas, para más de 168 millones de niños en todo el mundo, estuvieron cerradas durante casi todo un año, lo que según UNICEF les obligó recurrir al aprendizaje a distancia desde casa. Durante los confinamientos, en la mayoría de los hogares,l as mujeres han sido las que han soportado la mayor parte de la carga de la educación en el hogar.

Mientras tanto, incluso cuando trabajar desde casa se ha convertido en la nueva normalidad, la pandemia ha provocado la pérdida de 24,7 millones de puestos de trabajo, según una estimación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Es probable que la desigualdad económica empeore, advierte la OIT, ya que la crisis del empleo afecta de manera desproporcionada a las mujeres y a los inmigrantes. En América Latina las frecuentes restricciones y confinamientos han marcado la vida durante la pandemia, cuyo impacto social ha recaído de manera desigual sobre las mujeres. Esto ha llevado a muchas mujeres a dejar la vida laboral debido a la creciente presión ejercida sobre ellas para cuidar a sus familias, especialmente porque la brecha salarial de género significaba que era posible que no fueran las principales aportadoras del hogar.

En los casos en los que las mujeres intentan conservar sus empleos, al tiempo que asumen la mayor carga de las tareas domésticas en comparación con los hombres, a veces, la única opción disponible, si pueden permitírsela, es contratar a un trabajador del hogar para que realice los diversos tipos de cuidados como cocinar, limpiar, cuidar a niños o a los ancianos, algo que no puede ser realizado fácilmente por una mujer que trabaje. Según datos proporcionados por la ONU en Mujeres en 2016, una de cada seis trabajadoras del hogar es una inmigrante; de estos trabajadores, el 73,4 por ciento son mujeres. Así que el trabajador del hogar es casi por norma una mujer inmigrante.

Debido a la naturaleza precaria de los trabajos del hogar y al insuficiente poder político de las empleadas del hogar, sus condiciones laborales son espantosas. Según datos proporcionados por Alliance for Solidarity, el 57% de quienes se dedican al trabajo doméstico carece de un horario laboral fijo. Eso significa que estas empleadas del hogar no controlan cuánto tiempo trabajan al día ni cuándo pueden salir de sus lugares de trabajo, tampoco controlan sus descansos ni el horario de sus comidas.

Empleadas del hogar

Durante la pandemia empeoró la situación de las trabajadoras del hogar. Y tuvieron que afrontar decisiones difíciles: o se quedaban en la casa de su empleador mientras durara el confinamiento y descuidaban por ello a sus propias familias, o elegían viajar y arriesgarse a perder sus trabajos porque sus empleadores temían que pudieran llevar el virus a sus hogares. Los sindicatos de las trabajadoras del hogar han protestado contra esta terrible disyuntiva. Pero sus voces no aparecen en los medios de comunicación, en gran parte porque estas mujeres se encuentran marginadas y son tratadas como partes invisibles de la sociedad. Las trabajadoras domésticas forman parte de una gran comunidad de trabajadoras informales, muchas de las cuales han mantenido unida a la sociedad durante esta pandemia. Son estas trabajadoras informales las que han estado atendiendo la distribución de alimentos, limpiando espacios públicos y trabajando en pequeñas tiendas de alimentación y otros comercios. Corren un alto riesgo de infectarse no solo por la naturaleza de su trabajo, sino también por sus largos desplazamientos en transporte público. En América del Sur, estos trabajos están en gran parte ocupados por mujeres migrantes, muchas de las cuales tienen un estatus de residencia inseguro.

«No tenemos derechos laborales, solo condiciones laborales»

Angélica Venega se fue de Perú a Chile para ganar más dinero y poder sufragar la educación de su hija. Un familiar la puso en contacto con Sinducap, un sindicato de trabajadores del hogar y de empleados en actividades afines. Sinducap, fundada en 1988, forma parte de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar. Sinducap, me dijo Venega, le permitió negociar las condiciones de trabajo claramente definidas para el hogar donde trabaja. Estos términos de empleo incluían las horas de trabajo, el suministro de comidas y dinero para el transporte, el pago de la seguridad social, el requisito o no de llevar uniforme así como la especificación de las labores a realizar durante las horas de trabajo.

Emilia Solís Vivano, presidenta de Sinducap, me dijo que hay más de 300 personas en el sindicato. Los miembros del sindicato no son solo trabajadores del hogar, sino que también tienen cabida los limpiadores, proveedores de catering, jardineros y limpiadores de ventanas. Estos trabajadores ayudan a mantener una mejor forma de vida para sus empleadores. Desafortunadamente, no es aplicable lo mismo para ellos. La situación de las trabajadoras, ya de por sí precaria antes de la pandemia, ha empeorado en los últimos meses. “Debido a la estigmatización de las trabajadoras del hogar como posibles [portadoras] del virus”, me dijo Venega, “muchos empleadores nos piden que vivamos en su casa para evitar usar el transporte público. Ésta no es exactamente una oferta. Si no aceptas esta oferta quedas despedido. Te despiden, pero como te hacen una oferta que rechazas lo llaman renuncia. Si renuncias [no] hay beneficios legales. En una pandemia no tenemos derechos laborales. Solo tenemos condiciones». La exigencia de que los trabajadoras del hogar vivan en su lugar de trabajo, dijo Venega, no es solo por la pandemia, el miedo a las enfermedades y los protocolos de salud. La pandemia, dijo, está siendo utilizada por los empleadores para extender la jornada laboral a cambio de un salario menor. Cuando vives en la misma casa donde trabajas la jornada laboral puede terminar siendo dictada por la conveniencia y las condiciones laborales fijadas por los empleadores, quienes pueden exigir más atención una vez que llegan a casa del trabajo, durante los fines de semana al recibir visitas, o a tenor del horario de sus hijos. Estas son condiciones, me dijo Venega, que los empleadores de los trabajadores del hogar no tolerarían en sus propios lugares de trabajo donde están empleados, pero no dudan en imponer condiciones tan terribles a los propios trabajadores del hogar. Los empleadores a menudo reducen los salarios de los trabajadores del hogar alegando que sus propios salarios se han visto reducidos debido a la pandemia. Si una trabajadora está infectada por la covid-19, es despedida de forma fulminante. Y en ese caso las propias trabajadoras son las responsables de pagar por su tratamiento médico y donde pasan el período de cuarentena. Esto es aún más terrible para una inmigrante que tal vez no tenga una casa a la que ir o una familia donde refugiarse. Ser despedida podría significar la deportación.

La nueva normalidad, me dijo Venega, no es tan nueva. Es parte integral de cómo eran las cosas incluso antes de la pandemia. «Lo que se está volviendo normal, dijo, es la codicia».Taroa Zuñiga Silva es coeditora con Giordana García Sojo de Venezuela de Vórtice de la Guerra del Siglo XXI (2020)Es miembro de la Secretaría de Mujeres Inmigrantes en Chile. También es miembro de la Mecha Cooperativa, un proyecto del Ejército Comunicacional de Liberación

 

Fuente de la Información: https://vientosur.info/las-mujeres-inmigrantes-mantienen-unida-a-la-sociedad-durante-esta-pandemia/

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El experimento de una profesora de Harvard con sus alumnos que revela hasta qué punto llegan los sesgos de género

El experimento de una profesora de Harvard con sus alumnos que revela hasta qué punto llegan los sesgos de género

Fuentes: https://www.publico.es/

Un experimento de Mahzarin Banaji, profesora de Sociología de la Universidad de Harvard, muestra hasta que punto los sesgos de género condicionan nuestro pensamiento.

La profesora e investigadora pidió a sus alumnos que identificaran palabras sobre la carrera científica y sobre los cuidados. Así, Banaji plasma en una pantalla dos columnas. En la izquierda Masculino-Carrera, en la derecha Femenino-Hogar. Durante unos segundos, se proyectan palabras y los alumnos deben decidir a viva voz a que columna deben de ir vinculadas. En esta fase del experimento todos los alumnos realizan las asociaciones al unísono y con gran velocidad.

Después, la investigadora invierte las reglas y coloca en una columna el ítem Femenino-Carrera y en la otra Masculino-Hogar. El resultado es sorprendente y los alumnos tardan más del doble del tiempo en asociar palabras a cada una de las columnas, una muestra de hasta que punto pueden llegar los sesgos de género.

Lorena Fernández

Fuente: https://www.publico.es/tremending/2021/04/18/el-experimento-de-una-profesora-de-harvard-con-sus-alumnos-que-revela-hasta-que-punto-llegan-los-sesgos-de-genero/

Fuente de la Información: https://rebelion.org/el-experimento-de-una-profesora-de-harvard-con-sus-alumnos-que-revela-hasta-que-punto-llegan-los-sesgos-de-genero/

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