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Sistema Económico y Tecnología: Según la IA, la Humanidad depende de un “cambio radical” del sistema económico

Según la IA, la Humanidad depende de un “cambio radical” del sistema económico

En las últimas décadas, hemos visto con creciente preocupación cómo el sistema económico y político global está acelerando la destrucción del planeta. El problema radica en que este sistema está basado en el crecimiento económico constante, el cual se basa en el consumo de recursos naturales y la generación de residuos. Para mantener este crecimiento, las empresas y los gobiernos están constantemente buscando nuevas formas de explotar los recursos naturales y producir bienes y servicios.

Este modelo de desarrollo es insostenible a largo plazo, ya que está poniendo en peligro la capacidad del planeta de sostener la vida. Los principales problemas ambientales que estamos enfrentando, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, son el resultado directo de este modelo.

Además, el sistema económico y político global está dominado por unas pocas grandes empresas que tienen un enorme poder. Estas empresas tienen un gran interés en mantener el statu quo, ya que les beneficia económicamente.

Como resultado, estas empresas se resisten a los cambios que podrían ayudar a proteger el medio ambiente. Por ejemplo, se oponen a la adopción de medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que esto podría afectar a sus beneficios.

El sistema económico y político global también está muy fragmentado. No existe una autoridad global que pueda coordinar las acciones para proteger el medio ambiente.

Como resultado, cada país o región actúa de forma independiente, lo que dificulta la adopción de medidas globales. Por ejemplo, algunos países están reduciendo sus emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que otros las están aumentando.

Hay varios factores que contribuyen a que el sistema económico y político global sea insostenible. Entre ellos, destacan los siguientes:

  • La búsqueda del beneficio económico a corto plazo: Las empresas y los gobiernos están motivados por la búsqueda del beneficio económico a corto plazo. Esto les lleva a tomar decisiones que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente, incluso si tienen consecuencias negativas a largo plazo.
  • La falta de regulación: Los gobiernos no están haciendo lo suficiente para regular la actividad económica y proteger el medio ambiente. Esto se debe a que las empresas y los lobbies empresariales tienen un gran poder de influencia sobre los gobiernos.
  • La desigualdad social: El sistema económico global está basado en la desigualdad social. Esto significa que una pequeña minoría de personas controla la gran mayoría de los recursos naturales y del poder económico. Esta desigualdad dificulta la transición hacia un modelo de desarrollo sostenible.

El crecimiento económico es incompatible con la sostenibilidad

El sistema económico global se basa en el crecimiento económico indefinido. Este crecimiento requiere un consumo constante de recursos naturales, lo que inevitablemente conduce a la degradación ambiental.

Los recursos naturales son finitos, y el planeta tiene una capacidad limitada para absorber los residuos. A medida que la población mundial crece y la demanda de recursos aumenta, nos acercamos cada vez más al límite de la sostenibilidad.

El sistema político no está preparado para abordar la crisis climática

El sistema político global está dividido y fragmentado. Esto dificulta la adopción de medidas urgentes para abordar la crisis climática.

Los gobiernos nacionales están más preocupados por sus propios intereses que por el bien común. Esto lleva a la toma de decisiones cortoplacistas que perjudican al medio ambiente.

La sociedad no está preparada para un cambio radical

La sociedad está acostumbrada a un sistema económico y político que favorece el consumo y el crecimiento. Cambiar a un sistema más sostenible requeriría un cambio radical en nuestros hábitos y valores.

Esto es difícil de lograr, ya que la mayoría de las personas se resisten al cambio.

Conclusiones

El sistema económico y político global está intrínsecamente diseñado para destruir el planeta. Si queremos evitar un desastre ambiental, debemos cambiar radicalmente nuestro sistema económico y político. Esto requerirá un esfuerzo concertado de todos los sectores de la sociedad.

Algunas propuestas para un cambio radical

  • Una transición a una economía circular

Una economía circular es un sistema económico que se basa en la reutilización, el reciclaje y la reparación de los recursos. Esto reduce la necesidad de extraer recursos naturales y genera menos residuos.

  • Un cambio a energías renovables

Las energías renovables son fuentes de energía limpias e inagotables. Su uso reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, que son la principal causa del cambio climático.

  • Una reducción del consumo

El consumo excesivo es una de las principales causas de la degradación ambiental. Debemos aprender a vivir con menos, reduciendo nuestro consumo de bienes y servicios.

  • Un cambio en nuestra dieta

La ganadería es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero. Una dieta vegetariana o vegana es una forma efectiva de reducir nuestra huella ambiental.

  • Un mayor apoyo a la agricultura sostenible

La agricultura sostenible es una forma de producir alimentos que protege el medio ambiente. Debemos apoyar a los agricultores que practican la agricultura sostenible.

Estos son solo algunos ejemplos de las medidas que se necesitan para cambiar nuestro sistema económico y político. Si queremos evitar un desastre ambiental, debemos actuar ahora.

 

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Ambiente: ¿El colapso ecológico del planeta aún es evitable?

¿El colapso ecológico del planeta aún es evitable?

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Aunque puede haber cierta controversia y debate sobre la magnitud y el cronograma exactos de los riesgos ambientales, hay una creciente evidencia científica de que la actividad humana está causando impactos significativos en el medio ambiente y que estos impactos podrían tener consecuencias graves para la salud del planeta y la supervivencia de las especies, incluida la humana. El riesgo de colapso ecológico del planeta es una preocupación real y respaldada por la comunidad científica.

Algunos de los principales problemas ambientales que contribuyen al riesgo de colapso ecológico incluyen el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de los ecosistemas, la contaminación del aire y del agua, la deforestación, la acidificación de los océanos y el agotamiento de recursos naturales como el agua dulce y los combustibles fósiles. Estos problemas están interconectados y pueden tener efectos en cascada que afectan a múltiples aspectos de la vida en la Tierra.

Numerosos estudios y evaluaciones, como los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas y el informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), han advertido sobre los riesgos ambientales y han llamado a la acción para abordar estos problemas de manera urgente.

Algunos de los problemas ambientales más urgentes que enfrentamos incluyen:

  • Cambio climático: El calentamiento global está provocando el derretimiento de los glaciares, el aumento del nivel del mar y cambios en los patrones climáticos. Estos cambios están teniendo un impacto devastador en los ecosistemas y las comunidades humanas.
  • Extinción masiva: La tasa de extinción de especies es actualmente 100 veces mayor que la tasa natural. Esto se debe a la pérdida de hábitat, la contaminación y la caza furtiva.
  • Degradación de los ecosistemas: Los ecosistemas están siendo degradados por la contaminación, la deforestación y la sobreexplotación. Esto está teniendo un impacto negativo en la biodiversidad, la calidad del agua y el suministro de alimentos.
  • Agotamiento de los recursos naturales: Los recursos naturales, como el agua, el petróleo y los minerales, están siendo agotados a un ritmo alarmante. Esto está creando una escasez de recursos y aumentando los precios.

Si no se toman medidas para abordar estos problemas, el riesgo de colapso ecológico es real. Esto podría tener consecuencias catastróficas para la humanidad y el planeta.

Si bien es importante destacar que la humanidad tiene la capacidad de tomar medidas para mitigar estos riesgos y evitar un colapso ecológico catastrófico, la acción decisiva y la cooperación a nivel global son esenciales para abordar estos desafíos y trabajar hacia un futuro más sostenible y saludable para nuestro planeta y sus habitantes.

Hay muchas cosas que podemos hacer para reducir el impacto humano en el medio ambiente, aunque deberemos sortear algunos inconvenientes.

10 motivos por los que la humanidad no logra detener el colapso ecológico

  1. Dependencia de los combustibles fósiles: La economía mundial todavía depende en gran medida de los combustibles fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón, para satisfacer sus necesidades energéticas. Estos combustibles emiten grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) cuando se queman, contribuyendo al calentamiento global.
  2. Intereses económicos poderosos: Las industrias relacionadas con los combustibles fósiles tienen un gran poder económico y político y han resistido los cambios hacia fuentes de energía más limpias debido a los beneficios financieros a corto plazo.
  3. Negación del cambio climático: A pesar de la abrumadora evidencia científica del cambio climático, ha habido una campaña de desinformación y negación por parte de algunos actores políticos y de la industria que han retrasado las acciones efectivas.
  4. Falta de cooperación global: La cooperación internacional es esencial para abordar la crisis climática, pero los intereses nacionales a menudo dificultan la adopción de medidas globales significativas, como el Acuerdo de París.
  5. Obstáculos tecnológicos: Aunque las tecnologías limpias avanzan rápidamente, todavía hay obstáculos tecnológicos y costos asociados con la adopción de energías renovables y soluciones de reducción de emisiones a gran escala.
  6. Desarrollo económico no sostenible: Muchos países en desarrollo están luchando por alcanzar un desarrollo económico rápido, lo que a menudo implica la construcción de infraestructuras intensivas en carbono. Esto dificulta la transición hacia una economía baja en carbono.
  7. Corto plazo frente al largo plazo: La política a menudo se centra en objetivos y resultados a corto plazo, mientras que la crisis climática requiere una visión a largo plazo y medidas sostenibles que pueden no generar beneficios inmediatos.
  8. Desigualdades económicas y sociales: La crisis climática afecta de manera desproporcionada a las comunidades más vulnerables y marginadas, lo que dificulta la movilización política para abordarla.
  9. Falta de conciencia pública: Aunque la conciencia sobre el cambio climático ha aumentado, muchas personas todavía no comprenden completamente su gravedad o no sienten la urgencia de tomar medidas.
  10. Inercia y resistencia al cambio: Cambiar los sistemas económicos y energéticos existentes es difícil y a menudo se enfrenta a resistencia de quienes se benefician del status quo.

 

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/colapso-ecologico-del-planeta/

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Conocimiento Libre: Cultura de la dependencia tecnológica

Cultura de la dependencia tecnológica

Fernando Buen Abad Domínguez

Acostumbrados como estamos a consumir (mayormente) lo ajeno, la tecnología no fue ni es excepción que honre a gobierno alguno en términos brutos. Aunque el consumismo tecnológico adquirió modalidades muy diversas, en cantidad y en calidad, el resultado es el mismo

Pagamos sumas incalculables (y con ellas todas sus consecuencias) cada minuto que se posterga la soberanía tecnológica amordazada con palabrerío de ocasión. No confundamos la oferta seductora, y sus facilidades para el endeudamiento, con la verdadera y concreta tarea de sustituir importaciones tecnologías en todas las áreas. Que el mercado se presente “seductor” con la oferta de “maravillas tecnológicas” a granel, deja sobre la mea de nuestras realidades la muy amaga impotencia que nos asalta ante los escaparates de lo inalcanzable o lo contradictorio. Aunque hagamos “sacrificios” para mantenernos al día.

También la concentración monopólica de la tecnología es una amenaza contra las democracias. Y parece que nos acostumbramos, a costos incalculables, a consumir mansamente, planificada y adictamente, todo cuanto nos imponen los consorcios tecnológicos trasnacionales frecuentemente con matriz en la industria bélica. Internet no nos dejará mentor, por ejemplo. Transferimos al aparato empresarial bélico, bancario y mediático -sin frenos y sin auditorias-, sumas ingentes. Entiéndase aquí “dependencia” en su sentido amplio que incluye las adicciones más variadas y las más “novedosas”. Adquirimos tecnología sin soberanía; no consolidamos nuestras fuerzas de producción, no creamos una corriente internacionalista para una tecnología emancipada y emancipadora; no creamos las usinas semióticas para la emancipación y el ascenso de las conciencias hacia la praxis transformadora; en la producción de tecnologías y no creamos un bastión ético y moral para el control político del discurso y el gasto. No es que falten talentos o expertos, no es que falte dinero ni que falten las necesidades con sus escenarios. Hizo estragos, nuevamente, la crisis de dirección política transformadora. Hablamos mucho, hicimos poco. Ni el “Informe MacBride” (1980) supimos escuchar y usar, como se debe.

Estamos bajo el fuego de (al menos) tres guerras simultáneas: una Guerra Económica desatada para dar otra “vuelta de tuerca” contra la clase trabajadora; una Guerra Territorial para asegurarse el control, metro a metro, contra las movilizaciones y protestas sociales que se multiplican en todo el planeta; y una Guerra Cognitivo-Mediática para anestesiarnos y criminalizar las luchas sociales y a sus líderes. Tres fuegos que operan de manera combinada desde las mafias financieras globales, la industria bélica y el re-editado “plan cóndor comunicacional” empecinado en silenciar a los pueblos.

En particular, la guerra cognitivo-mediática es extensión de la guerra económica imperial no se contenta con poner su bota explotadora en el cuello de los pueblos, quiere, además; que se lo agradezcamos; que reconozcamos que eso está “bien”, que nos hace “bien”; que le aplaudamos y que heredemos a nuestra prole los valores de la explotación y la humillación como si se tratara de un triunfo moral de toda la humanidad, como si se tratara de un patrimonio digno de ser heredado. El discurso financiado es un sistema de defensa estratégica transnacional operada desde las centrales imperiales con ayudas vernáculas. Para eso ha servido buen parte de la tecnología que nos imponen y buena parte de nuestras adicciones inducidas para el consumismo de sus “fierros”. Una parte del poder económico-político de las empresas trasnacionales productoras de tecnología tiene sus contrapartes cómplices vernáculas que operan de manera, unas veces desembozada y otras veces maquillada por prestanombres de todo tipo. Se trata de una doble articulación de la dependencia que supera a los poderes nacionales (muchos de ellos no tributan, no respeta leyes y no respeta identidades) mientras ofrece respaldo a operaciones locales en las que se inclina la balanza del capital contra el trabajo.

Nuestra dependencia tecnológica en materia de comunicación es pasmosa; gastamos sumas enormes en producir comunicación generalmente efímera y poco eficiente; nuestras bases teóricas están mayormente infiltradas por las corrientes ideológicas burguesas que se han adueñado de las academias y escuelas de comunicación; no tenemos escuelas de cuadros especializadas y no logramos desarrollar usinas semánticas capaces de producir contenidos y formas pertinentes y seductoras en la tarea de sumar conciencia y acción transformadora. Con excepción de las excepciones.

Han instrumentado modelos bancario-financieros de endeudamiento y dependencia económica inspirados en la retracción del papel del Estado para reducir y suspender el derecho histórico a la soberanía tecnológica.  Así les compramos desde medicamentos hasta instrumentos, desde maquinarias hasta Filosofías de la Tecnología. Compramos teléfonos, pantallas, trasponders más la catarata de refacciones pergeñada por la “obsolescencia planificada”. Nuestra independencia tecnológica duerme el sueño del “subdesarrollo” anestesiada por contratos jugosos que, además de someternos nos “educan” para estar agradecidos y embelesados con los avances tecnológicos más sorprendentes. Mayormente ajenos.

Esa dependencia es una emboscada porque incluso algunos intentos por desplegar fabricaciones propias suelen ir pegados a los modelos de producción y consumo diseñados por las ideas y las necesidades empresariales. Tan delicado como imitar contenidos es imitar formas. Las formas tecnológicas no son entidades a-sexuadas o inmaculadas, y no quiere decir esto que no se pueda expropiar (consciente y críticamente) el terreno de las formas para ponerlas al servicio de una transformación cultural y comunicacional pero debe tenerse muy en cuenta, qué realmente es útil y por qué no somos capaces de idear formas mejores.

No obstante, contra todas las dificultades y no pocos pronósticos pesimistas, los pueblos luchan desde fretes muy diversos y en condiciones asimétricas. Con experiencias victoriosas en más de un sentido es necesaria una revisión autocrítica de urgencia mayor. Intoxicados, hasta en lo que ni imaginamos, vamos con nuestras “prácticas comunicacionales” repitiendo manías y vicios burgueses a granel. La andanada descomunal de ilusionismo, fetichismo y mercantilismo con que nos zarandea diariamente la ideología de la clase dominante, nos ha vuelto, a muchos, loros empiristas inconscientes capaces de repetir modelos hegemónicos pensando, incluso convencidos, que somos muy “revolucionarios”. Salvemos de inmediato a las muy contadas excepciones.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/cultura-de-la-dependencia-tecnologica/

 

 

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OEI: Programa Iberoamericano de Transformación Digital en Educación

Programa Iberoamericano de Transformación Digital en Educación

El programa se enmarca en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y su objetivo es avanzar hacia modelos híbridos para ampliar la cobertura educativa en plena sociedad digital y “no dejar a nadie atrás” en Iberoamérica.

 

Cuando en marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma la pandemia producida por COVID-19, todavía no éramos conscientes de las implicaciones que eso iba a tener en el ámbito educativo. Pero, en la actualidad, mientras todavía continuamos aprendiendo y dando las respuestas necesarias para paliar esta crisis, la digitalización en educación ha recibido la importancia que realmente requiere y está siendo abordada desde todos los ministerios de Educación de la región.

¿Por qué la transformación educativa digital?

Este programa no es una más de las 400 iniciativas que la OEI tiene en marcha en la región. Se trata de una iniciativa que busca movilizar política, social y financieramente a diferentes actores para superar el 0,78 % del presupuesto regional que hay destinado para superar los efectos de la pandemia en educación.

  • La salida de la pandemia hace necesarios sistemas educativos más flexibles, inclusivos, resilientes y el desarrollo de competencias digitales que favorezcan la empleabilidad y productividad.
  • El contexto actual postpandemia en la región se caracteriza por: 
    • en promedio, más de un año académico sin presencialidad o con interrupciones prolongadas (CEPAL, 2021). La región del mundo con más horas lectivas presenciales perdidas.
    • se incrementará la “pobreza de aprendizaje” en más del 20% (Banco Mundial, 2021).​
    • aumentarán las tasas de abandono escolar entre adolescentes y jóvenes; así, 3,1 millones de jóvenes, niñas y niños habrían sido excluidos de la educación.​
    • la probabilidad de completar la educación secundaria en 18 países de América Latina caería del 56% al 42%, principalmente en adolescentes de familias con bajo nivel educativo, cuya probabilidad se reduciría casi 20 puntos porcentuales (Neidhöfer, Lustig y Tommasi, 2020 y 2021).​
    • profundización de las brechas existentes. Brecha económica, brecha social y brecha de género (“pandemia en la sombra”)​.​

¿Qué debemos tener en cuenta?

  • Agenda internacional 2030. Objetivos y desafíos de la nueva agenda 2030.
  • Que nadie se quede atrás. Prestar especial atención a los alumnos más vulnerables: el 40% que durante la pandemia no ha tenido opciones de educación virtual.
  • Identificar zonas y poblaciones de intervención prioritaria. Seleccionar aquellas áreas geográficas y comunidades más carenciadas.
  • Previsión, coordinación y acción. Definir una estrategia conjunta a partir de las necesidades detectadas con los ministerios de educación y en articulación con sus políticas públicas, y otras administraciones, organizaciones multilaterales, sociedad civil, etc.
  • Estrategias de cooperación avanzada. Fortalecimiento de capacidades, creación de redes; dialogo de políticas, compartir buenas prácticas: transformación desde la innovación.
  • Lecciones aprendidas y difusión. Sistematizar y evaluar toda la experiencia. Generación de conocimiento y compartirlo.
  • Apropiación social. Amplia difusión en redes sociales y medios de comunicación.

Antecedentes

Proyecto Regional con alcance nacional Luces para Aprender

«Luces para Aprender» es una iniciativa de carácter regional promovida por la OEI y aprobada en el año 2011 por los ministros de Educación de los países iberoamericanos en la XIX Conferencia Iberoamericana de Educación realizada en Asunción, Paraguay. Su fin es contribuir con la mejora de la calidad educativa de las escuelas rurales de la región, así como el desarrollo y bienestar de las comunidades a las que pertenecen.

El proyecto ha beneficiado a 25.934 estudiantes y 1.197 docentes de 556 escuelas rurales de comunidades aisladas que no contaban con energía eléctrica ni conectividad, en 13 países de la región.

 

 

Fuente de la Información: https://oei.int/oficinas/secretaria-general/programa-regional-de-transformacion-digital-en-educacion-2/contexto

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Universo: Científicos extraen rocas de Zelandia, el continente hundido en el océano, y crean su mapa más completo

Científicos extraen rocas de Zelandia, el continente hundido en el océano, y crean su mapa más completo

Casi toda Zelandia se hundió hace millones de años. Ahora, investigadores recién logran conocer cuán grande era.

Hace millones de años, un séptimo continente se extendía sobre el océano Pacífico, donde ahora permanece sumergido casi por completo. Zelandia se encuentra 94% bajo el agua e identificar cuán grande era no ha sido tarea sencilla, pero tampoco imposible. Recientemente, un equipo de científicos neozelandeses consiguió elaborar el primer mapa completo de esta misteriosa extensión de tierra, a partir de rocas extraídas de su oculto suelo.

El origen de Zelandia

Zelandia se originó hace más de 80 millones de años al suroeste del océano Pacífico. Según investigaciones, conformaba el gran supercontinente Gondwana, que existía millones de años atrás, antes de que sea dividido por acción de fuerzas geológicas en los continentes que hoy conocemos.

Contrario a lo que investigaciones anteriores insinuaban, el hundimiento de Zelandia no fue causado por un deslizamiento de una placa de la corteza terrestre, sino que se produjo durante el proceso de estiramiento y separación de Gondwana; puesto que su corteza (de 20 km de profundidad) es más delgada que la de mayoría de continentes (suelen tener el doble).

 Topografía de Zelandia. Foto: NOAA

Mapa del continente hundido

Según el nuevo estudio, Zelandia tiene una extensión total de 5 millones de kilómetros cuadrados. La investigación ha permitido refinar los mapas ya existentes y revelar la ubicación del eje del arco magmático (cadena de volcanes).

 Mapa de Zelandia, completo hasta la actualidad. Foto: Tectonics

Mapa de Zelandia, completo hasta la actualidad. Foto: Tectonics

«Este trabajo completa la cartografía geológica de reconocimiento en alto mar de todo el continente de Zelandia», afirmaron los investigadores.

Para lograr armar un mapa de Zelandia, un equipo de científicos, liderados por el geólogo Nick Mortimer, estudió muestras de rocas recogidas de afloramientos insulares, xenolitos volcánicos y pozos de prospección petrolífera.

Se identificaron basaltos (rocas volcánicas) de 40 millones de años, areniscas (rocas sedimentadas) de 95 millones de años y guijarros (piedras pequeñas causadas por erosiones) de 130 a 110 millones de años.

Fuente de la Información: https://larepublica.pe/ciencia/2023/09/29/cientificos-extraen-rocas-de-zelandia-el-continente-hundido-en-el-oceano-y-crean-su-mapa-mas-completo-434536

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Ciencia y Tecnología: ¿Cómo podría la IA ayudar a la industria farmacéutica a crear nuevos medicamentos?

¿Cómo podría la IA ayudar a la industria farmacéutica a crear nuevos medicamentos?

Se estima que para los próximos 10 años, el desarrollo de fármacos mediante inteligencia artificial podría generar alrededor de 50 terapias novedosas por un valor que supera los 50.000 millones de dólares.

El desarrollo de un nuevo fármaco requiere una amplia investigación en laboratorios con equipos de científicos que evalúen metodológicamente los datos y los resultados de múltiples ensayos que contribuyan a descubrir los potenciales compuestos para su elaboración.

El uso de la inteligencia artificial (IA) y los algoritmos de aprendizaje automático contribuirán a que la industria farmacéutica reduzca los costos de la fabricación de medicamentos, además de acelerar el tiempo de comercialización. Estas tecnologías podrían investigar y cruzar datos en base a la información de cientos de experimentos de laboratorio, con la finalidad de identificar moléculas prometedoras para la creación de futuros tratamientos farmacológicos.

El banco de inversiones Morgan Stanley estimó que, en el transcurso de los próximos diez años, el desarrollo de fármacos mediante IA podría generar alrededor de 50 terapias novedosas por un valor que supera los 50.000 millones de dólares. Por otro lado, en el informe anual de la Convención sobre Ingredientes Farmacéuticos (CPHI, por sus siglas en inglés) se sugirió que aproximadamente el 50 % de los fármacos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés), hacia 2030, involucrarán a la IA en su desarrollo y producción.

Actualmente, algunas empresas biotecnológicas están realizando pruebas clínicas de los fármacos fabricados a partir de la IA en humanos. No obstante, se tiene documentado el caso reciente de un nuevo medicamento para tratar la esquizofrenia elaborado con IA que falló en dos ensayos clínicos de la última fase, antes de ser aprobado para su uso.

Confiando en la IA para crear medicamentos innovadores

Ante las posibles dudas que genera la utilización de la IA en el sector farmacéutico, incluyendo el eventual desinterés en esta tecnología, el director ejecutivo de la compañía Dotmatics, Thomas Swalla, expuso en un artículo publicado este viernes por Fox News sus argumentos sobre cómo este sistema informático ayudará a la fabricación de tratamientos nuevos y rentables.

De acuerdo con Swalla, las empresas farmacéuticas están adoptando nuevas infraestructuras y herramientas informáticas para gestionar cantidades masivas de información a través de la creación de bases de datos, que posteriormente se utilizarán para encontrar, desarrollar y fabricar medicamentos innovadores.

Sin embargo, la administración de grandes volúmenes de datos plantea un desafío a corto plazo para estas compañías, ya que se espera que la velocidad de información generada por investigaciones aumente considerablemente. La industria farmacéutica deberá realizar un uso eficaz de la IA y garantizar el correcto manejo de la información que se recopile.

«Las empresas de ciencias biológicas deben poder utilizar el conocimiento que sus investigadores obtienen de objetivos abandonados y fracasos clínicos para que el desarrollo continuo de nuevos tratamientos sea rentable», indicó Swalla. Pese a las posibles ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías, Swalla consideró que su implementación será complicada, pues este proceso, que abarca desde la actualización tecnológica hasta el análisis de los resultados de las pruebas clínicas fallidas, es «lento y arduo».

Aunque reiteró que la futura «aplicación exitosa de la IA» por parte de las empresas farmacéuticas permitirá avances en el almacenamiento y procesamiento de los datos, lo que se traducirá en un «cambio transformador» de los procesos para la producción de fármacos.

 

Fuente de la Información: https://actualidad.rt.com/actualidad/480903-como-ia-ayudar-industria-crear-medicamentos

 

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Internacional: Pensamiento complejo para el futuro de la educación

Pensamiento complejo para el futuro de la educación

El pensamiento complejo permite interrelacionar diferentes aspectos de la realidad para resolver problemas de la vida real.

Inés Gutiérrez Jaber

La capacidad de resolver problemas o tomar decisiones acertadas y bien razonadas es una herramienta que todo profesional necesita para su desarrollo personal, por eso en universidades de todo el mundo se enseña pensamiento complejo.

“Lo que la industria moderna exige de las universidades es que sus graduados posean habilidades que un algoritmo de inteligencia artificial no puede proporcionar . En eso puede ayudar el pensamiento complejo”, dice José Carlos Vázquez Parra , profesor de la Facultad de Humanidades y Educación e investigador del Instituto para el Futuro de la Educación (IFE) en entrevista con TecScience .

En una investigación publicada en abril pasado titulada Emprendimiento social, pensamiento complejo y autoeficacia empresarial: estudio correlacional en una muestra de estudiantes mexicanos , Vázquez Parra y un grupo de investigadores analizaron la relación entre el desarrollo de proyectos de emprendimiento social, el desarrollo del pensamiento complejo, y autoeficacia empresarial en un grupo de estudiantes de diferentes universidades de México.

«Encontramos que los tres elementos están correlacionados: los emprendedores sociales desarrollan un pensamiento complejo y una autoeficacia empresarial sobre la marcha», afirma el experto.

¿Qué es el pensamiento complejo y cómo se puede enseñar?

El pensamiento complejo es el desarrollo de habilidades cognitivas que permiten interrelacionar diferentes aspectos de la realidad para afrontar problemas y situaciones de la vida real, muchas veces más complejas que las planteadas en el aula.

En general, esto implica la capacidad de integrar la información abstracta o compleja involucrada en otras subhabilidades o habilidades como el pensamiento creativo, el pensamiento crítico, el pensamiento científico, el razonamiento, el desarrollo de conceptos, la resolución de conflictos y el análisis moral y ético.

“El pensamiento complejo juega un papel en cualquier práctica educativa en la que los estudiantes tengan que tomar decisiones racionales, tomar decisiones complejas y resolver problemas o desafíos”, explica Vázquez Parra.

Para él y sus compañeros investigadores, era importante comprender si existía algún proceso en otras disciplinas que pudiera desencadenar esta forma de pensar. Entonces, observaron de cerca a los estudiantes que trabajaban en propuestas de emprendimiento social para descubrir si las había.

El emprendimiento social busca resolver problemas sociales o humanos de una manera innovadora y sostenible. Según el experto, los estudiantes absortos en el proceso de generar nuevas ideas para un proyecto también desarrollan otras habilidades importantes.

Entre estas habilidades se incluye la autoeficacia emprendedora , que permite a los estudiantes integrar las habilidades cognitivas y actitudinales que necesitan para evaluar la probabilidad de que su proyecto de emprendimiento social tenga éxito, a pesar de la incertidumbre natural del entorno.

Tiene que ver con si creen que su proyecto va a ser viable y exitoso”, dice Vázquez Parra. Esta habilidad es crucial para afrontar el mundo real y poder proponer soluciones opuestas.

Un estudio piloto para fomentar el pensamiento complejo

El equipo de investigación integrado por Vázquez Parra, Patricia Alonso, Paloma Suárez y Martina Carlos del IFE , junto a Marco Cruz del Centro para el Futuro de las Ciudades , implementaron una metodología en línea para probar la relación entre estos tres elementos.

Este constó de tres fases: diagnóstico inicial, actividades formativas y evaluación final. En la etapa de diagnóstico inicial, se utilizaron instrumentos de medición basados ​​en preguntas para evaluar si los estudiantes ya poseían habilidades de emprendimiento social, pensamiento complejo y autoeficacia empresarial sin que se les hubiera enseñado nada.

En la etapa de actividad formativa, se pidió a los estudiantes que idearan, desarrollaran y crearan un prototipo de un proyecto de emprendimiento social. En la etapa de evaluación final se utilizaron los mismos instrumentos de medición para determinar si estas tres competencias habían cambiado como resultado de la capacitación.

“Lo que descubrimos fue que estas tres habilidades están interrelacionadas y se impulsan entre sí”, explica Vázquez Parra.

Pensamiento complejo para el futuro de la educación

Vázquez Parra y los investigadores que participaron en el estudio pertenecen a R4C-IRC , un grupo de investigación interdisciplinario que busca escalar el pensamiento complejo en estudiantes de pregrado y posgrado.

Su visión es contribuir al futuro de la educación para adaptarla al mundo cambiante en el que vivimos y empoderar a las personas que contribuyen a la mejora de las sociedades humanas y al desarrollo sostenible.

“Queremos llevar nuestro conocimiento del pensamiento complejo y las herramientas necesarias para afrontar el futuro un poco más allá del límite establecido”, concluye Vázquez Parra.

Fuente de la Información: https://tecscience.tec.mx/en/human-social/complex-thinking-for-the-future-of-education/

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