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Mundo: Las cosas del comer exigen un gran acuerdo social

Las cosas del comer exigen un gran acuerdo social

Por Blas VJ Simón Navajas

La agricultura y la ganadería generan servicios positivos e impactos negativos en las zonas donde se desarrollan. La economía, el empleo directo e indirecto, bienes socioculturales como ferias, gastronomía y medioambientales como el mantenimiento de la biodiversidad, secuestro de CO2 (producciones en pastoreo) y la gran disponibilidad de alimentos, estarían entre los positivos.

La patrimonialización del agua, la contaminación de aire, suelos y agua por nitratos, amoniaco, fito y zoosanitarios, efluentes de granjas (purines, estiércol y digestatos) emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), pérdida de fertilidad del suelo, contaminación de alimentos y producción de un gran número de residuos, todos ellos contribuyendo a la emergencia climática, estarían entre los negativos.

En los últimos 60 años, hemos pasado de una producción agraria natural, con un componente importante de autoconsumo, reutilización de los medios de producción, una gran población laboral poco ocupada y unos paisajes agrarios muy distintos a los actuales, a otra groindustrial orientada al mercado, muy dependiente de las compras externas de insumos, con unas prácticas mirando exclusivamente la productividad y dentro del sistema agroalimentario (SA) que engloba a la producción primaria, las industrias alimentarias y la distribución.

La agricultura y la ganadería generan servicios positivos e impactos negativos en las zonas donde se desarrollan

La mayor disponibilidad de alimentos conseguida con el sistema agroindustrial, no ha conseguido frenar la desnutrición en el mundo y al contrario ha producido en el primer mundo un incremento de problemas de salud por exceso y malnutrición.

El número de explotaciones agrarias se ha reducido, siendo ahora más especializadas e intensivas, buscando las economías de escala (tamaño, integración vertical) como reacción a la reducción de los márgenes unitarios. Las actividades también se han concentrado regionalmente para aprovechar sinergias, economías de situación o aglomeración.

Esta evolución, que en una situación de estabilidad tiene sus indudables ventajas económicas, convierte también a las explotaciones y las regiones en menos adaptables y menos flexibles ante los cambios que sin duda se avecinan. Los impactos negativos son así mismo más importantes, pues se concentran en explotaciones y zonas determinadas.

El sistema agroalimentario es global, muy pocas empresas transnacionales (ETN) dominan en el mundo tanto la producción de los medios de producción, como la comercialización y distribución de materias primas y alimentos. El comercio a lo ancho del mundo no tiene trabas ni aranceles, cambiando el paradigma de soberanía alimentaria, de la capacidad de producir a la capacidad de acceso en el mercado. Recientemente nos hemos apercibido que ésta es también una situación de riesgo. Las crisis de materias primas de los años 2007 y 2008, la Pandemia, las guerras y la inflación actual, debidos a problemas de abastecimiento ligados a la organización y/o especulación-financiarización y menos a las carencias de productos.

El dominio cultural que ejercen las empresas transnacionales a través de los medios de comunicación, ha propiciado una transición nutricional tendente a la homogeneización de las dietas a lo largo del mundo. Hoy hablamos de una dieta estándar mundial, que con algunas variantes regionales, impulsa el consumo de carnes, productos lácteos y cereales, junto con platos preparados y alimentos ultra procesados, alejados del producto original.

La mayor disponibilidad de alimentos conseguida con el Sistema Agroindustrial, no ha conseguido frenar la desnutrición en el mundo

En el reciente estudio realizado por Noelia Parajuá publicado en 2022 sobre el periodo 1980 – 2016, nos muestra que la participación de los productores en el valor añadido del sistema agroalimentario, pasó del 50,4% al 26,4%, la industria alimentaria se mantiene en promedio entorno al 21,5%, mientras que la Distribución fue del 27,6 % al 52,5%. Esa situación marca una tendencia, la distribución que fija condiciones y precios, distribuye los márgenes en los estratos inferiores y controla el sistema. De ésta forma actúa sobre su estructura, concentración de la producción y los impactos. Esa estructura no satisface ni al consumidor ni a la producción e industria, que continuamente se quejan de los precios y su pérdida de poder en el sistema.

La conexión directa entre el agricultor y ganadero con el consumidor, está rota. Todos los medios usados en el sistema agroalimentario, químicos, abonos, motorización y transporte, son altamente dependiente de una energía fósil barata, principal responsable de los GEI y con un alto riesgo de escasez y precios altos en el futuro, pero nos resistimos a producir de otra manera.

La presión de los lobbies de los sectores implicados en el Sistema Agroalimentario, argumentando continuamente contra cualquier medida que intente controlar los impactos negativos, retrasa e impide los cambios legales y los hace desaparecer del debate público. Para justificar se muestran sobre todo problemas del sector productor (catástrofes, precios, despoblación) que es el que más empatía suscita en la ciudadanía, sin llegar a analizar profundamente las causas que los provocan.

La garantía de alimentación y la protección del medio, están íntimamente ligadas y es sin duda urgente una concertación entre los sectores que intervienen en el sistema agroalimentario y la Ciudadanía, donde se analice, planifique y acuerde que hay que hacer y cómo financiar la multitud de medidas que habrá que poner en marcha a nivel local, regional y en cada sector productivo. Se requerirá un gran esfuerzo en investigación, desarrollo y difusión, sin olvidar la formación en los cambios de todos los actores del sistema agroalimentario.

El dominio cultural que ejercen las empresas, ha propiciado una transición nutricional tendente a la homogeneización de las dietas a lo largo del mundo

Las 3 acciones prioritarias serían:

Mitigar los daños causados, comenzando por las explotaciones y actividades más contaminantes, utilizando fundamentalmente métodos de la agroecología, reduciendo progresivamente los impactos negativos, como las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de abonos de síntesis y fito-zoosanitarios y aumentando las superficies captadoras de CO2.

Adaptación a los cambios previstos, estudiando las debilidades y amenazas sobre producciones y regiones. Implicará cambios en los usos del agua, el manejo de los ciclos de producción, la genética utilizada y la ubicación de las producciones, acompañados de las inversiones necesarias. Será importante en nuestro entorno la búsqueda de alternativa para las superficies en secano actuales o que se reconviertan por la gestión del agua, el empleo de herbívoros en pastoreo, como elemento de mejora del medio y la adecuación de la ganadería intensiva (aves, porcino, vacuno de leche, engorde de terneros).

Garantizar el suministro de alimentos a la población y la remuneración de los actores Hay que asegurar la supervivencia económica de los productores y la industria agroalimentaria en todo el periodo, para evitar su desaparición y eliminar resistencias.

Las limitaciones en el uso de los medios habituales de producción, si bien bajarán la presión sobre los ecosistemas, en un primer momento pueden suponer disminuciones en la producción y el riesgo de aumentos de costos. Estos aumentos se deberán repercutir bien sobre los consumidores o sobre el erario público, el consumidor deberá ser también consciente que los precios pagados hasta ahora, tenían un elevado costo social y ambiental.

El mayor riesgo de catástrofes climáticas implicará nuevas infraestructuras de protección, mantenimiento de mayores stocks de seguridad y reforzar los sistemas de seguros agrarios frente a siniestros.

Además de esas acciones anteriores, otras acciones debieran ser aplicadas:

– Formación y educación de los ciudadanos: Educación en nutrición y preparación de alimentos de niños y adultos. Adaptar las dietas a la nueva situación productiva y a un consumo saludable y responsable, reduciendo el consumo de productos ganaderos y exóticos.

– Reducir el desperdicio alimentario (evaluado entorno al 30% de la producción total de alimentos). En los países desarrollados, sobre todo en productos preparados (pan, lácteos, frutas..) por falta de concienciación o previsión, mientras que en los países en desarrollo la parte más importante es debida a la deficiente conservación de las cosechas, por la carencia de infraestructuras.

– Control de las empresas transnacionales (ETN)Acciones públicas para controlar el dominio económico y cultural de las ETN sobre el Sistema Agroalimentario, en el control de las técnicas de producción y las patentes sobre productos y seres vivos, que debieran pasar al dominio público. La Emergencia Climática es un problema mundial, sistemas de producción que en Europa occidental están siendo contestados por la población, por problemas medioambientales o de dominio sobre las producciones, como las integraciones de cerdos, aves y vacuno, las ETN los trasladan a los países del Este de Europa, Lejano Oriente o Sudamérica, con los mismos sistemas de producción y los mismos impactos.

– La distribución: No remunera adecuadamente ni a la producción ni a la industria, forzando la desaparición de explotaciones sin aportar valor a la nutrición del consumidor e influye concentrando la estructura de la producción. Debiera haber participación pública en la distribución de alimentos, con control de los precios y márgenes en la cadena de valor, la actual Ley de la Cadena Alimentaria, no es suficiente.

La distribución no remunera adecuadamente ni a la producción ni a la industria, forzando la desaparición de explotaciones sin aportar valor a la nutrición

Lo que hace unos años era urgente, hoy es crítico. Es necesario seguir las indicaciones de la ciencia, que estudia desde hace años la complementariedad de modelos productivos realmente sostenibles, con unas dietas suficientes para la población mundial.

El sector primario, utiliza y gestiona directa o indirectamente alrededor del 80 % de la superficie total y el 80% del agua regulada, es por tanto una actividad crítica en la lucha contra la emergencia climática además de la Seguridad Alimentaria.

Hay una gran resistencia a los cambios, pero la realidad es que a pesar de las advertencias que durante años se han hecho por la comunidad científica, propugnando poner rápidamente en marcha actuaciones de cambio, se retrasa lo más posible tomar medidas.

Se argumentan riesgos sobre el abastecimiento, cuando el problema es el acceso a los alimentos, el desperdicio alimentario y una consecuencia de la globalización, la dependencia en muchos países de las producciones de otros, tanto en materias primas y alimentos como en abonos nitrogenados indispensables. Más del 70% de los alimentos que consumimos dependen de esos abonos.

El empleo de químicos en la producción animal y vegetal, que a pesar de la legislación, sigue habiendo trazas de los mismos en los productos. No hay información histórica de las consecuencias, ya que no hace muchos años que se utilizan. Su reducción y eliminación a corto plazo, debe ser una prioridad para la salud humana.

Las empresas transnacionales disponen hoy de mejores tecnologías, que distribuyen según la posición de los países, vendiendo productos prohibidos en la Unión Europea por riesgo para la salud, en los países en desarrollo.

En los países desarrollados y entre la población de ingresos altos, el consumo de alimentos de origen animal está disminuyendo desde hace más de 20 años

En los países desarrollados y entre la población de ingresos altos, el consumo de alimentos de origen animal está disminuyendo desde hace más de 20 años, por una concienciación de los riesgos para la salud y ambiente. Las ETN, para seguir manteniendo el negocio, exportan el sistema productivo a otras partes del mundo, asociando la Dieta Estándar Mundial a una mejor situación económica de la población, cuando en realidad es lo contrario.

Otro argumento en contra de tomar medidas, es el crecimiento de la población mundial, deberemos alimentar a más humanos y tenemos que seguir produciendo más. Sabemos que cuando las mujeres pueden decidir, controlan la natalidad, como ha ido pasando históricamente. Solamente está previsto que aumenten la población en África y Oriente Medio, por lo que a medio plazo la población del resto del mundo se estabilizará y posiblemente decrecerá.

Debemos exigir a nuestros Gobiernos una información objetiva sobre la situación y poner urgentemente en marcha un debate abierto que evite la confrontación entre consumidores y productores, para desplazar el discurso que mantienen los negacionistas sobre el problema y que tanto gusta en algunas organizaciones y medios de comunicación.

Blas VJ Simón Navajas | Veterinario especialista en producción animal, Investigador en Historia del sector agrario

Fuente: https://www.nuevatribu

Fuente de la Información: https://rebelion.org/las-cosas-del-comer-exigen-un-gran-acuerdo-social/

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ONU: Un nuevo órgano consultivo aprovechará la inteligencia artificial para potenciar el desarrollo sostenible

Un nuevo órgano consultivo aprovechará la inteligencia artificial para potenciar el desarrollo sostenible

Expertos con amplia experiencia en los ámbitos de la administración pública, el sector privado, la tecnología, la sociedad civil y el mundo académico reciben el encargo de apoyar los esfuerzos de las Naciones Unidas para garantizar que la inteligencia artificial se utilice en beneficio de la humanidad.

Los miembros del Órgano Asesor sobre inteligencia artificial (IA), presentado este jueves por el Secretario General, examinarán los riesgos, las oportunidades y la gobernanza internacional de esta tecnología.

António Guterres destacó el extraordinario avance de las capacidades y el uso de la IA en el último año, por ejemplo, a través de chatbots, clonación de voz, generadores de imágenes y aplicaciones de vídeo.

Potenciar el desarrollo sostenible

«El potencial transformador de la IA para el bien es difícil incluso de comprender», dijo, destacando la urgente necesidad de abordar la cuestión, ya que los países se enfrentan a los impactos del cambio climático y los esfuerzos hacia el desarrollo sostenible se estancan.

«La IA podría ayudar a cambiar esta situación», afirmó. «Podría potenciar la acción climática y los esfuerzos para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030″.

En este sentido, el Secretario General cree que la IA podría ampliar y amplificar el trabajo de los gobiernos, la sociedad civil y las Naciones Unidas, desde la predicción y la respuesta a las crisis, hasta el despliegue de servicios públicos de salud y educación.

Potencial y dificultades

Para los países en desarrollo supone «la posibilidad de dejar atrás tecnologías obsoletas y llevar los servicios directamente a las personas que más los necesitan, y para los países en desarrollo».

“Pero esto dependerá de que la inteligencia artificial se aproveche de forma responsable y sea accesible para todos”, añadió.

En la actualidad, los conocimientos especializados se concentran en un puñado de empresas y países, lo que podría «profundizar las desigualdades mundiales y convertir las brechas digitales en abismos».

Entre los posibles perjuicios que podrían desencadenarse figuran la aceleración de la propagación de la desinformación, el afianzamiento de los prejuicios y la discriminación, la vigilancia y la invasión de la privacidad, el fraude y otras violaciones de los derechos humanos.

Además, el uso malintencionado podría socavar la confianza en las instituciones, debilitar la cohesión social y amenazar la democracia.

Al comienzo de la presentación, Guterres relató su propia «experiencia surrealista» con una aplicación de vídeo, en la que se vio a sí mismo pronunciando un discurso en un chino impecable (sus labios se movían en sincronía con cada palabra) a pesar de no hablar el idioma.

«Este es solo un ejemplo de las increíbles posibilidades, y los peligros potenciales, de la IA», afirmó.

Acerca del Órgano Asesor

Está formado por 39 expertos de todo el mundo. Su composición es equilibrada en cuanto a género, diversidad geográfica y es multigeneracional.

Se espera que el órgano formule recomendaciones para finales de año sobre los ámbitos de la gobernanza internacional de la inteligencia artificial, la comprensión compartida de los riesgos y desafíos, y las oportunidades y los factores clave para aprovecharla con el fin de acelerar los Objetivos de Desarrollo.

Las recomendaciones contribuirán a los preparativos de la Cumbre del Futuro del próximo mes de septiembre, destinada a reafirmar el compromiso con el desarrollo sostenible, y concretamente a las negociaciones en torno a la propuesta de Pacto Digital Mundial, cuyo objetivo es garantizar que todos se beneficien en la nueva era tecnológica.

Hacia una gobernanza eficaz de la inteligencia artificial

Al enviado del Secretario General para la Tecnología, se le preguntó cómo pueden los expertos hacer frente a la desinformación, dado que los esfuerzos de gobernanza mundial no siguen el ritmo de los avances de la IA.

Amandeep Singh Gill dijo que los miembros reúnen los conocimientos más recientes sobre el impacto de la tecnología en las sociedades, las economías y la política, «de modo que podamos reducir la brecha entre el avance tecnológico y la respuesta de la gobernanza«.

También estudiarán la respuesta a estos retos emergentes, y las lagunas existentes, para que la gobernanza de la IA pueda ser más eficaz.

«Este es el primer paso en esa dirección, y esperamos tener más de esto el año que viene», dijo Gill.

«El Pacto Digital Mundial nos brinda la oportunidad de integrarlo en una perspectiva más sostenible a largo plazo para que no nos pille desprevenidos la rápida evolución de la tecnología».

 

Fuente de la Información: https://news.un.org/es/story/2023/10/1525252

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Ambiente: El mundo puede ser mejor con energía renovable según estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza

El mundo puede ser mejor con energía renovable según estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza

AMBIENTALISTAS SE MANIFIESTAN CONTRA UNA MINA DE CARBÓN EN ALEMANIA OCCIDENTAL

Un sistema energético impulsado por energías renovables será mucho mejor, entre dos y 16 veces, para las personas, la vida silvestre y el planeta, proyectó un estudio divulgado este viernes 3 por el no gubernamental Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF en inglés).

Marcene Mitchell, vicepresidenta de cambio climático de WWF dijo que “los resultados nos ayudan a centrarnos en el panorama general y dejar claro que las energías renovables son significativamente mejores para la naturaleza y las personas, ahora y en el largo plazo”.

El estudio, “Construyendo una transformación energética positiva para la naturaleza”, fue realizado junto con la firma estadounidense de consultoría Boston Consultin Group (BCG), estima el impacto general de una transición energética a través de 30 métricas clave (valores medibles) en ocho áreas de impacto.

Su primera conclusión es que un sistema energético impulsado por energías renovables tendrá un impacto positivo en una variedad de recursos, incluidos la calidad del aire y el agua, la salud humana, la biodiversidad y los ecosistemas.

Los mejores resultados ocurren en 27 de las 30 métricas de impacto medidas.

Las mayores diferencias se encuentran en las áreas mineras, la calidad del aire y el agua, la pérdida de biodiversidad, la tierra perdida y degradada por los impactos climáticos, el riesgo de pobreza, la exposición a la escasez crónica de agua, los cambios de bioma, el estrés por calor y el riesgo de inundaciones.

Esos mejores resultados son posibles en gran medida gracias al desmantelamiento de las minas de carbón, la reducción de la quema de combustibles fósiles y los menores impactos del cambio climático en un futuro de transición rápida.

El estudio proyecta que una rápida transformación creará el doble de puestos de trabajo, lo que tendrá un impacto positivo en la fuerza laboral.

También, que reducir la frecuencia y la intensidad de los desastres provocados por el cambio climático ahorrará dos billones (millones de millones) de dólares al año en daños a la infraestructura.

Señala que la transición a las energías renovables podría imponer demandas adicionales sobre el uso del agua, la huella de la tierra y los ríos que fluyen libremente, pero el informe describe estrategias para evitar o minimizar drásticamente estos riesgos.

La demanda de metales críticos (litio, níquel, grafito, neodimio, cobre, cobalto, acero, silicio, plata, aluminio) aumentaría entre dos y 15 veces. Sin embargo, solo representarían cinco por ciento de la producción mundial total de metales en 2050.

Para entonces, el escenario de transición rápida tendría 30 % menos de superficie total de tierra dedicada a la minería (76 000 kilómetros cuadrados en vez de 115 000) y de minas activas (2300 en lugar de 3400) en comparación con el de mantener la actividad como ahora, debido principalmente al desmantelamiento del carbón.

El estudio sostiene que en un futuro impulsado por combustibles fósiles, la cantidad de tierra perdida por inundaciones, desertificación e incendios forestales será considerablemente mayor que la huella del desarrollo de energías renovables.

En cuanto a calidad del aire, el escenario de transición rápida implica una quema significativamente menor de combustibles fósiles, lo que se traduce en grandes mejoras en la calidad del aire y la salud humana.

También se proyecta hasta 90% menos de eutrofización de agua dulce (exceso de nutrientes inorgánicos procedentes de la actividad humana), al disminuir la minería del carbón y de los vertidos directos de aguas residuales, y una disminución de hasta 76 % de los riesgos para la biodiversidad.

Con otras métricas, sostiene que la transición rápida puede crear hasta 36 millones de empleos al año en lugar de los 14 millones con la economía como hasta ahora, y los costos en infraestructura y suministro de alimentos bajarían hasta en 50 %.

Los riesgos de pobreza, estrés por calor y de inundaciones disminuirían entre 65 y 70 %, y en general los impactos relacionados con el cambio climático hasta 80 %.

El informe proporciona a los formuladores de políticas, administradores y partes interesadas una “caja de herramientas de soluciones” para facilitar una transición que sea rápida y cuidadosa, y establece un marco para evitar y minimizar los impactos de una transición rápida.

Entre sus advertencias incluye que para construir a la velocidad y escala necesarias, los procesos de planificación deben involucrar a las partes interesadas afectadas desde el principio y con frecuencia, especialmente las comunidades locales, y al mismo tiempo abordar las necesidades ambientales y del sistema energético.
Fuente de la Información: https://www.aporrea.org/internacionales/n387604.html
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Economía: El lado oscuro del algoritmo

El lado oscuro del algoritmo

Por Alejandro Marcó del Pont

Algoritmo, una palabra para que los errores de los programadores sean aceptables

Vivimos en la época de los algoritmos. Las decisiones que afectan a nuestras vidas no están hechas por humanos, sino por modelos matemáticos. Estos esquemas se diseñaron para permitirnos, entre otras cosas, ahorrar tiempo, pero además se los popularizó como procesos más justos y objetivos. Antes estas técnicas la resolvían seres humanos, trabajadores ineficientes, según el progreso por estar dotados de un cúmulo de problemas: familia, horarios, prejuicios, arbitrariedades, etcétera, escarbando en montaña de papel para obtener un ¡deficiente! resultado.

Gracias a estos imperdonables e inútiles resultados nos vendieron la innovación, programas de computadora capaces de procesar miles de datos de manera rápida e “imparcial”. Nadie sabe bien cuál es el objetivo del progreso, ni cuál la prisa, menos aún la necesidad imperiosa del avance tecnológico. Como decía Hegel, “Tengan cuidado, hombres de acción, porque ustedes son meros instrumentos de los hombres de pensamiento”, y claramente la mayoría no está entre estos últimos. Los beneficios de los algoritmos son para los que piensan, no para los que lo ejecutan.

Para tratar de optimizar algo, reducir la incertidumbre, predecir el futuro, transformar plomo en oro, se ha echado mano a una antigua disciplina filosófica que combina elementos, la tan mentada alquimia, que en la actualidad, y dada la modernidad, su nombre mutó al de “modelos matemáticos”. Estos pueden ser opacos, oscuros e irrefutables, sobre todo esto último, yo diría incuestionables, incluso cuando están equivocados, pero esa es una de sus mayores virtudes. Lo más llamativo es, aunque la gente no lo sepa, que apuntalan a los afortunados y castigan a los oprimidos: bienvenido al lado oscuro del big data.

La matemática Caty O’Neil nos presenta los modelos que dan forma a nuestro futuro, no solo como individuos sino como sociedad. Estas “armas de destrucción matemática”, como titula su libro, califican a maestros y estudiantes, ordenan currículos, niegan préstamos, evalúan a los trabajadores, dirigen a los votantes, monitorean nuestra salud, las redes sociales y las inversiones, entre otras cosas. Gracias a los extraordinarios poderes de las matemáticas combinados con la tecnología pueden de manera científica multiplicar el caos y la desgracia y promoverse con casi nula controversia como: provechosa.

Uno podría pensar que esta mujer es algún tipo de apóstata de la modernidad, pero no es así. Fue profesora de universidad de Barnard College, que compartía con la Universidad de Columbia el departamento de Matemáticas. Decidió cambiar radicalmente su carrera profesional y comenzó a trabajar como analista cuantitativa para D. E. Shaw, un destacado fondo de cobertura. Con el tiempo, y con la crisis del 2008, entendió que se afianzaba un mal uso de las matemáticas, los algoritmos se ponían más de moda y se extendían a un creciente número de áreas. Comprendió que funcionaban veinticuatro horas al día procesando inmensas cantidades de información, en gran parte datos extraídos de las redes sociales o de páginas web, como dejamos expuesto en el artículo Big Tech, el dominio de la economía del siglo XXX.

En lugar de prestar atención a los movimientos de los mercados financieros mundiales, se dedicaban cada vez más a analizar a los seres humanos. Los matemáticos y los especialistas en estadísticas estudiaban nuestros deseos, nuestros movimientos y nuestro poder adquisitivo. Predecían nuestra solvencia y calculaban nuestro potencial como estudiantes, trabajadores, amantes o delincuentes. Esta era la economía del big data, y prometía ganancias espectaculares.

En 1997, el Banco Central sueco concedió el premio a las ciencias económicas en honor a Nobel, a Myron Scholes y Robert C. Merton por “un nuevo método para determinar el valor de los derivados”. Por cierto, un derivado es un producto financiero cuyo precio parte del precio de otro activo, futuros del petróleo, por ejemplo, y dependen del valor del activo principal, el barril de petróleo.

Estos señores habían fundado tres años antes –junto con John Meriwether, antiguo vicepresidente de Salomon Brothers– un fondo de inversión de carácter especulativo, Long Term Capital Management o LTCM. ¿Se acuerdan de él? Obtuvo elevados rendimientos en los primeros años, por lo que todo el mundo los consideraba unos genios. Pero en 1998, sus modelos de riesgo se fueron al garete: el fondo perdió 4.600 millones de dólares en menos de cuatro meses, provocando la intervención de la Reserva Federal de los Estados Unidos, el rescate por otras entidades financieras y el cierre a comienzos de 2000.

En el 2019, un estudio publicado en la revista Science reveló que era mucho menos probable que un algoritmo de predicción de atención médica, utilizado por hospitales y compañías de seguros en los EE. UU. para identificar a los pacientes que necesitaban programas de “gestión de la atención de alto riesgo», fueran afroamericanos. En cambio, el algoritmo recomendaría pacientes blancos para estos programas y no a pacientes negros. El estudio encontró que el algoritmo usaba el gasto en atención médica como un indicador para determinar la necesidad de atención médica o el puntaje de un individuo, lo que anulaba, para obviar largas razones, a hombres y mujeres de color.

Como se ve, trabajos, inversiones y salud, al menos con los ejemplos expuestos arriba, están condenados por los algoritmos. Pero la idea es que entendamos cómo se fabrica el modelo y así comprender lo que sucede. El ejemplo que da en su libro Caty O’Neil es muy ilustrativo y simpático. Sería como diseñar la estructura de cómo detener a Messi, pero en beisbol, un deporte que deja marcas más fáciles de explicar y no el regateo que puede tener el mediocampista, y cuya tendencia es indeterminada.

Antes de comenzar quisiera destacar una aclaración que da la misma autora, y es que el cerebro humano realiza las mismas tareas que un algoritmo. Ella da una explicación acerca de la preparación de la cena para sus tres hijos, lo que expone un modelo informal de algoritmo cerebral que como madre emplea a diario. Cada noche, cuando se pone a cocinar de manera intuitiva, piensa recabando información cuánto apetito tendrá cada uno de los miembros de mi familia. Sabe además que uno de sus hijos comerá solo la pasta, que el otro comerá pollo y el último es fanático de las hamburguesas. Los datos de entrada del modelo son la información que tiene sobre su familia, los ingredientes que tiene en la cocina, el tiempo, las ganas, etc. La evaluación del éxito será cuánto cenen o cuánto dejen. El problema radica en su ausencia, si ella sale y sus hijos se quedan con la abuela, ¿se puede transmitir el algoritmo, toda la información obtenida en él para que la abuela haga la cena?, la verdad, no.

Para afianzar este punto enfoquémonos en cómo hacer para parar a un jugador específico en el beisbol. Un equipo cambio de posición a sus jugadores porque descubrió que la tendencia de bateo de quien les había hecho daño en el primer partido era la misma, siempre al mismo lugar, siempre a la derecha, supongamos, así que puso a su mejor jugador a la derecha para que atrapara los batazos del contrario. En la actualidad todos los equipos lo hacen, de hecho, el algoritmo se va nutriendo con las estadísticas de cada bateo, de cada juego. Y todas las preguntas que se nos ocurren son las que nutren el modelo. La respuesta del modelo es ejecutar diferentes escenarios en cada coyuntura para dar con las combinaciones de respuestas óptimas en cada instancia del partido. El problema está en las preguntas que lo alimentan.

Si las respuestas son los gastos en salud y estos gastos dan puntajes para ingresar a ciertos programas, los afroamericanos que no gastan en salud, por no tener recursos, harán que el algoritmo los deje fuera, porque se nutre de gastos para decidir y brindar puntaje, es decir, el diseño de las variables que nutre las estadísticas está pensado para dejarlos fuera. Eso sí, de manera matemáticamente justificada, imparcial y científica. Y aquí está el centro de la mentira y ella da un ejemplo en el que señala sus características destructivas poco a poco.

El nuevo alcalde de Washington decidió corregir la situación de las escuelas deficientes de la ciudad, las que tenían malos alumnos, de los cuales muy pocos llegaban a graduarse del primario. La teoría generalmente aceptada por el neoliberalismo era que los alumnos no aprendían lo suficiente porque sus profesores no trabajaban bien. De modo que, en 2009 se planteó un plan para extirpar del sistema a los docentes de bajo rendimiento. ¿Cómo?, pues evaluando a los profesores con una prueba llamada IMPACT, deshacerse de los peores y colocar a los mejores donde se pueda producir el mayor efecto positivo posible.

Una de las evluadas era Sarah Wysocki, maestra de quinto grado, que llevaba trabajando solo dos años en el colegio MacFarland, pero el director del colegio y los padres de sus alumnos tenían ya una excelente opinión de ella. Elogiaban lo atenta que era con los niños; “una de las mejores maestras con las que he tratado nunca”. La maestra Wysocki sacó una penosa puntuación en su evaluación de IMPACT, esa puntuación, generada por un algoritmo, la dejaba debajo del umbral mínimo, por lo que ella y 205 maestros más fueron despedidos. Obviamente, Sarah Wysocki pensó que los números eran terriblemente injustos y quiso saber de dónde venían.

¿Cómo estaba diseñado el algoritmo?, ¿qué lo nutria? Bien, el primer problema fue que la ciudad contrató una consultora que tenía un sistema llamado Mathematica y dicha consultora no podía revelar su formato, porque la habían contratado porque tenía el conocimiento para hacer la evaluación. El modelo en sí es una caja negra, su contenido, un secreto corporativo fieramente guardado. De este modo, las consultoras con sistemas como Mathematica pueden cobrar más, aunque este secretismo sirve también a otros propósitos. Intentar puntuar la eficacia de un docente analizando los resultados de una prueba de solo veinticinco o treinta alumnos no tiene solidez estadística y es, incluso, ridículo. Pero ¿cómo puede confirmar el sistema que su análisis fue correcto? No puede. Una de las variables que alimentaba al algoritmo era los resultados de años anteriores. En ellos los docentes ayudaron a sus alumnos a realizar pruebas para que el establecimiento quedara bien parado; con esta profesora, eso no pasó.

Lo que nutre el algoritmo es lo que se llama “bucle de retroalimentación” Las empresas, por ejemplo, utilizan cada vez más las calificaciones de solvencia crediticia para evaluar a los posibles candidatos para un trabajo. Se basan en la creencia de que las personas que pagan pronto sus facturas tienen más probabilidades de llegar puntualmente a su puesto de trabajo y de cumplir las normas. Pero buenos trabajadores tuvieron la desgracia de quedarse desempleados porque su empresa cerró, por lo que tardan en pagar facturas, lo que hace que tengan una mala calificación crediticia. No obstante, esta idea de que dicha mala calificación está relacionada con un mal rendimiento en el trabajo hace que las personas que tienen una calificación más baja tengan menos probabilidades de encontrar trabajo. El desempleo los empuja a la pobreza, lo que a su vez empeora aún más sus calificaciones de solvencia, con lo que les resulta aún más difícil encontrar trabajo.

Un algoritmo procesa un montón de estadísticas y produce como resultado una cierta probabilidad de que una persona concreta pueda ser un mal empleado, un prestatario de riesgo, un terrorista o un pésimo maestro. Esa probabilidad se condensa en una puntuación, que puede llegar a destrozar la vida de alguien. Y, sin embargo, cuando esa persona decide defenderse, las “sugerentes” pruebas en contra del veredicto son insuficientes para aclarar las cosas.

Después de la terrible sorpresa de su despido, Sarah Wysocki solo estuvo unos cuantos días desempleada. Había mucha gente dispuesta a responder por su trabajo como maestra, entre ellas su director, y en seguida la contrataron en un colegio privado de un próspero distrito al norte de Virginia. La consecuencia final fue que, gracias a un modelo altamente cuestionable, un colegio pobre perdió a una buena maestra, y un colegio rico, que no despedía a los docentes por las puntuaciones que obtuvieran sus alumnos, ganó una.

Fuente: https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2023/10/29/el-lado-oscuro-del-algoritmo/

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Coalición por el Acceso al Conocimiento contra el cobro por préstamos en bibliotecas públicas

Coalición por el Acceso al Conocimiento contra el cobro por préstamos en bibliotecas públicas

Por Red en Defensa de los Derechos Digitales

 

La Coalición por el Acceso al Conocimiento (A2K) ha hecho público su rechazo a que se discutan los cobros por “derechos de préstamo” en la 44ª sesión del Comité Permanente de Derecho de Autor y Derechos Conexos (SCCR) de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), a realizarse del 6 al 8 de noviembre en Ginebra.

La Coalición A2K ─de la cual R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales forma parte─ está compuesta por organizaciones que representan a educadores, investigadores, estudiantes, bibliotecas, archivos, museos, además de otros usuarios del conocimiento y comunidades creativas de todo el mundo. Los miembros comparten la visión de un sistema de derechos de autor justo y equilibrado que se sustenta en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El grupo presentó un análisis de los principales puntos del día que se abordarán en la sesión, entre los que destaca una propuesta de estudio propuesta promovida por tres países acerca del pago por el derecho al préstamo público, que no es más que una exigencia de que las bibliotecas públicas paguen una “compensación” por el préstamo no comercial de libros y otras obras de sus colecciones.

El análisis insta a los miembros del Comité de la OMPI a “no dedicar valioso tiempo” en esta discusión, ya que considera que este tipo de prácticas solo existen en un pequeño número de países ─concentrados en Europa, Australia, Canadá, Israel y Nueva Zelanda─ y muchos funcionan como parte de la política cultural estatal, no de los derechos de autor.

La Coalición también considera que el cobro por préstamo público implicaría el pago de tasas a autores extranjeros y nacionales, lo que podría significar que los países en desarrollo terminen pagando importantes montos a las editoriales del Norte Global.

Así mismo, la Alianza de la Sociedad Civil Latinoamericana para el Acceso Justo al Conocimiento ─donde R3D también es partícipe─ publicó recientemente una posición similar, la cual defiende la naturaleza del préstamo público como mecanismo imprescindible para garantizar el derecho fundamental de acceso y participación en la cultura.

Entre los otros puntos abordados por el análisis de la agenda de SCCR, la Coalición A2K apoya la implementación de la propuesta del Grupo Africano para mayores excepciones y limitaciones al derecho de autor frente al derecho a la educación y el derecho de acceso a la cultura.

Así mismo, la coalición también mostró su oposición a la propuesta del Tratado de Radiodifusión, sugiriendo que se elimine de la agenda. Este tratado pretende establecer nuevos “derechos exclusivos” para los radiodifusores, de modo que abarquen las transmisiones por Internet y, por ende, generen nuevas regalías.

“No existe ningún racional para un tratado antipiratería para contenidos que ya se encuentran protegidos por otros tres tratados digitales de la OMPI, así como el cifrado de señales”, señala el análisis.

Fuente: https://r3d.mx/2023/10/05/la-coalicion-por-el-acceso-al-conocimiento-se-posiciona-en-contra-del-cobro-por-prestamo-publico-a-bibliotecas/

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ONU: Importancia de reducir el desperdicio y pérdida de alimentos para el mundo

Importancia de reducir el desperdicio y pérdida de alimentos para el mundo

Las Naciones Unidas subrayan que reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos ofrece una triple ventaja: beneficia al clima, garantiza la seguridad alimentaria y contribuye a la sostenibilidad de nuestros sistemas alimentarios.

Reducir el desperdicio de alimentos se traduce en un uso más eficiente de los recursos naturales y en una disminución de la contaminación innecesaria.

Disminuir el desperdicio de alimentos podría resultar en avances significativos en dos desafíos críticos de nuestro tiempo: la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental, como lo revela un reciente informe del Banco Mundial. Incluso antes de que la pandemia de Covid-19 perturbara las cadenas de suministro a nivel nacional, lo que llevó a algunos agricultores a desechar cultivos no vendidos, aproximadamente un tercio de todos los alimentos producidos anualmente se perdía durante el cultivo, el transporte, el procesamiento o se desperdiciaba en las etapas de venta o consumo minorista.

El vicepresidente de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial, Juergen Voegele, señaló: «Las estrategias destinadas a reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos pueden aportar una serie de beneficios. Junto con otras políticas e inversiones, estas estrategias pueden desempeñar un papel fundamental en la mejora de la salud de la población, la economía y el medio ambiente de los países».

Una forma de contaminación innecesaria

Reducir el desperdicio de alimentos se traduce en un uso más eficiente de los recursos naturales y en una disminución de la contaminación innecesaria. Generar alimentos que no se consumen no solo consume valiosos recursos naturales, sino que también conlleva la emisión de gases de efecto invernadero, tanto durante su cultivo como durante su descomposición. De hecho, las emisiones asociadas a la pérdida y el desperdicio de alimentos representan aproximadamente el 8 % de las emisiones totales en el mundo, lo que convierte la reducción de este problema en una estrategia prometedora para mitigar el cambio climático.

Las Naciones Unidas subrayan que reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos ofrece una triple ventaja: beneficia al clima, garantiza la seguridad alimentaria y contribuye a la sostenibilidad de nuestros sistemas alimentarios. Por lo tanto, en un contexto de creciente inseguridad alimentaria, malnutrición y hambruna a nivel global, este asunto debe convertirse en una prioridad.

Mientras muchas personas dan por sentada la disponibilidad de alimentos en la actualidad, millones de individuos en todo el mundo sufren hambre o inseguridad alimentaria, lo que demuestra que la garantía de acceso a alimentos no es una realidad para todos.

Lo que revelan las estadísticas

En términos generales, se estima que 3.100 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a una dieta saludable. Por otro lado, alrededor del 14 % de los alimentos producidos globalmente, con un valor de 400.000 millones de dólares al año, se desperdician una vez recolectados antes de llegar a los comercios. Además, un 17 % adicional, equivalente a unos 931 millones de toneladas de alimentos, termina en la basura, tanto en los comercios como en los hogares de los consumidores. Sorprendentemente, gran parte de este desperdicio de alimentos ocurre en nuestros propios hogares.

La pérdida y el desperdicio de alimentos imponen una carga innecesaria sobre el medio ambiente y los recursos naturales utilizados en su producción. Básicamente, esto implica una utilización ineficiente de los recursos de la tierra y el agua, genera contaminación y emite gases de efecto invernadero (GEI) de forma evitable.

Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos puede tener un impacto positivo en la seguridad alimentaria. Aunque un enfoque comúnmente adoptado por los gobiernos de países de ingresos bajos y medios es mantener artificialmente bajos los precios de los alimentos para abordar la inseguridad alimentaria, esto tiene consecuencias negativas, ya que los precios bajos no reflejan los verdaderos costos ambientales de la producción de alimentos y no brindan incentivos para preservar los recursos. La disminución de la pérdida y el desperdicio de alimentos puede aumentar la disponibilidad de alimentos y, por ende, hacer que estos sean más asequibles para los consumidores sin necesidad de aumentar la producción ni seguir agotando los recursos naturales.

Posibles soluciones

El derecho a una alimentación adecuada supone que los alimentos deben estar disponibles y ser accesibles para todas las personas. Esto requiere que los sistemas de producción, procesamiento y comercialización estén alineados con la demanda, de modo que los alimentos no se pierdan o desperdicien a lo largo de la cadena de suministro debido a problemas en la cosecha, distribución o precios. Esta problemática amenaza la capacidad de las personas para acceder a los alimentos que necesitan.

Además, la pérdida y el desperdicio de alimentos tienen un impacto negativo en cuestiones tan relevantes como el cambio climático, la pobreza, el comercio y, en última instancia, en la realización del derecho a una alimentación adecuada. Por ejemplo, en los sistemas actuales de producción de alimentos, las emisiones de gases de efecto invernadero aumentan en un ocho por ciento.

Aquí presentamos algunos consejos valiosos para reducir el desperdicio de alimentos:

-Compre de forma inteligente.

-Cocine de manera más eficiente.

-No descarte frutas y verduras con «apariencia imperfecta».

-Asegúrese de que su nevera funcione correctamente.

-Siga el método «salga primero lo que entró primero».

-Aprenda a almacenar alimentos adecuadamente.

-Comprenda las etiquetas de fecha en los alimentos.

-Pida porciones más pequeñas cuando coma fuera.

-Aprecie las sobras y deles un nuevo propósito.

-Fomente su creatividad en la cocina.

-Comparta alimentos con otros: utilice aplicaciones específicas.

-Done alimentos no deseados a organizaciones benéficas.

-Aproveche la tecnología para reducir el desperdicio.

-Composte los restos de alimentos en lugar de desecharlos.

Mejorar los métodos en la cadena de suministro, desde la cosecha hasta el procesamiento y el consumo, es fundamental para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos. Además, esto contribuye de manera significativa a garantizar el derecho de todas las personas a una alimentación adecuada.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/telesuragenda/importancia-reducir-desperdicio-perdida-alimentos-mundo-20231020-0029.html

 

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Sistema Económico y Tecnología: Según la IA, la Humanidad depende de un “cambio radical” del sistema económico

Según la IA, la Humanidad depende de un “cambio radical” del sistema económico

En las últimas décadas, hemos visto con creciente preocupación cómo el sistema económico y político global está acelerando la destrucción del planeta. El problema radica en que este sistema está basado en el crecimiento económico constante, el cual se basa en el consumo de recursos naturales y la generación de residuos. Para mantener este crecimiento, las empresas y los gobiernos están constantemente buscando nuevas formas de explotar los recursos naturales y producir bienes y servicios.

Este modelo de desarrollo es insostenible a largo plazo, ya que está poniendo en peligro la capacidad del planeta de sostener la vida. Los principales problemas ambientales que estamos enfrentando, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, son el resultado directo de este modelo.

Además, el sistema económico y político global está dominado por unas pocas grandes empresas que tienen un enorme poder. Estas empresas tienen un gran interés en mantener el statu quo, ya que les beneficia económicamente.

Como resultado, estas empresas se resisten a los cambios que podrían ayudar a proteger el medio ambiente. Por ejemplo, se oponen a la adopción de medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que esto podría afectar a sus beneficios.

El sistema económico y político global también está muy fragmentado. No existe una autoridad global que pueda coordinar las acciones para proteger el medio ambiente.

Como resultado, cada país o región actúa de forma independiente, lo que dificulta la adopción de medidas globales. Por ejemplo, algunos países están reduciendo sus emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que otros las están aumentando.

Hay varios factores que contribuyen a que el sistema económico y político global sea insostenible. Entre ellos, destacan los siguientes:

  • La búsqueda del beneficio económico a corto plazo: Las empresas y los gobiernos están motivados por la búsqueda del beneficio económico a corto plazo. Esto les lleva a tomar decisiones que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente, incluso si tienen consecuencias negativas a largo plazo.
  • La falta de regulación: Los gobiernos no están haciendo lo suficiente para regular la actividad económica y proteger el medio ambiente. Esto se debe a que las empresas y los lobbies empresariales tienen un gran poder de influencia sobre los gobiernos.
  • La desigualdad social: El sistema económico global está basado en la desigualdad social. Esto significa que una pequeña minoría de personas controla la gran mayoría de los recursos naturales y del poder económico. Esta desigualdad dificulta la transición hacia un modelo de desarrollo sostenible.

El crecimiento económico es incompatible con la sostenibilidad

El sistema económico global se basa en el crecimiento económico indefinido. Este crecimiento requiere un consumo constante de recursos naturales, lo que inevitablemente conduce a la degradación ambiental.

Los recursos naturales son finitos, y el planeta tiene una capacidad limitada para absorber los residuos. A medida que la población mundial crece y la demanda de recursos aumenta, nos acercamos cada vez más al límite de la sostenibilidad.

El sistema político no está preparado para abordar la crisis climática

El sistema político global está dividido y fragmentado. Esto dificulta la adopción de medidas urgentes para abordar la crisis climática.

Los gobiernos nacionales están más preocupados por sus propios intereses que por el bien común. Esto lleva a la toma de decisiones cortoplacistas que perjudican al medio ambiente.

La sociedad no está preparada para un cambio radical

La sociedad está acostumbrada a un sistema económico y político que favorece el consumo y el crecimiento. Cambiar a un sistema más sostenible requeriría un cambio radical en nuestros hábitos y valores.

Esto es difícil de lograr, ya que la mayoría de las personas se resisten al cambio.

Conclusiones

El sistema económico y político global está intrínsecamente diseñado para destruir el planeta. Si queremos evitar un desastre ambiental, debemos cambiar radicalmente nuestro sistema económico y político. Esto requerirá un esfuerzo concertado de todos los sectores de la sociedad.

Algunas propuestas para un cambio radical

  • Una transición a una economía circular

Una economía circular es un sistema económico que se basa en la reutilización, el reciclaje y la reparación de los recursos. Esto reduce la necesidad de extraer recursos naturales y genera menos residuos.

  • Un cambio a energías renovables

Las energías renovables son fuentes de energía limpias e inagotables. Su uso reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, que son la principal causa del cambio climático.

  • Una reducción del consumo

El consumo excesivo es una de las principales causas de la degradación ambiental. Debemos aprender a vivir con menos, reduciendo nuestro consumo de bienes y servicios.

  • Un cambio en nuestra dieta

La ganadería es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero. Una dieta vegetariana o vegana es una forma efectiva de reducir nuestra huella ambiental.

  • Un mayor apoyo a la agricultura sostenible

La agricultura sostenible es una forma de producir alimentos que protege el medio ambiente. Debemos apoyar a los agricultores que practican la agricultura sostenible.

Estos son solo algunos ejemplos de las medidas que se necesitan para cambiar nuestro sistema económico y político. Si queremos evitar un desastre ambiental, debemos actuar ahora.

 

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