Tres expertos analizaron el valor de las clasificaciones como referentes de calidad en la educación.
La cuestión surgió tras la no aparición de los colegios oficiales de Antioquia y Medellín en el escalafón 100 Mejores por Materia y Top 2018 de la firma consultora Sapiens Research; se preguntó por la calidad educativa en el departamento ya que incluso los colegios privados solo figuraron en puestos de poco relevantes.
Que Antioquia subió o bajó en las Pruebas Saber 11; que Colombia escaló en las Pruebas Pisa (de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos -OCDE-), que el listado de los Mejores 100 colegios del país y un largo etcétera de métricas inundan los titulares en los medios.
Pero, ¿en realidad estas clasificaciones pueden dar cuenta de si hay o no calidad en la educación?
Tres expertos, uno de ellos Néstor David Restrepo Bonnet, secretario de Educación de Antioquia; respondieron la pregunta y su conclusión es sencilla y contundente: no.
“La discusión grande contemporánea de la educación es que el ranquin como tal, no deja de ser un proceso arbitrario que no muestra la realidad educativa”, afirmó Juan Felipe Arámburo Rodríguez, coordinador de Formación Educativa de la Fundación Proantioquia, organización del empresariado regional que promueve la competitividad del departamento con base en la educación, entre otras.
La discusión grande contemporánea de la educación es que el ranquin como tal, no deja de ser un proceso arbitrario que no muestra la realidad educativa
Para el ingeniero y magíster en Desarrollo Humano y Políticas Públicas, estas clasificaciones generalmente solo miden logros (como las Pruebas Saber) o un número reducido de variables como pueden ser áreas de conocimiento (las PISA); sin embargo se quedan por fuera otras variables importantes dentro de la concepción de la escuela como institución social y “en el sector educativo cada vez hay más críticas hacia los listados porque no conducen a una información de valor”, enfatizó Aramburo.
En ello coincide el titular de la cartera educativa en Antioquia. Según el secretario, los escalafones son como las encuestas: “dependen de quién las realice”.
“Las pruebas Saber lo que hacen es medir la capacidad nemotécnica, de memoria de los estudiantes, pero ninguno tiene cómo argumentar, cómo debatir sobre lo que aprendió”, manifestó.
Por su parte, Guillermo Echeverri Jiménez, decano de la Escuela de Educación y Pedagogía de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB); se declaró también opuesto a los ranquin como herramienta de medición de la calidad en la educación, ya que para él, “no hay calidad de la educación en el sentido singular sino más bien calidades”.
¿Cómo se mide la calidad?
Al parecer en términos de calidad educativa, no todo es blanco o negro y dentro de ese contexto, definir incluso qué es calidad y cómo medirla, es un debate amplio e inagotable.
En ese orden de ideas, Aramburo considera que hay que ir mucho más allá de evaluar si se tiene un conocimiento en matemáticas, que resulta importante pero no determinante en términos de la función de la escuela en la actualidad.
“Pensar que la calidad educativa es únicamente logro, es un error. La calidad es un sistema multivariable y la escuela es una institución que tiene unos compromisos sociales más allá de que los chicos aprendan áreas temáticas. Por ejemplo formación de ciudadanía, inclusión, en promoción de la diversidad”, indicó.
El experto agregó que el escalafón no funciona cuando compara colegios ya que la realidad de un colegio en una zona rural de Antioquia tiene como reto de calidad que sus muchachos no deserten mientras que en un colegio estrato 6 de Medellín, el punto será otro muy distinto. “Es desconocer el rol social de la escuela”, puntualizó.
La escuela es una institución que tiene unos compromisos sociales más allá de que los chicos aprendan áreas temáticas
Procesos de aprendizaje (el estudiante), procesos de enseñanza (el maestro como mediador y relación estudiante – docente), integración de padres al proceso, indicadores de deserción, pertinencia en términos de contenido, modelos flexibles son; para el experto, algunas variables que deben incluirse para determinar la calidad educativa y ellas no aplicarán para todas las instituciones.
El decano Echeverri, por su parte agrupa el concepto de calidad en tres variables: infraestructura –no solo entendida como los edificios sino también como herramientas didácticas–; los maestros y los resultados de los estudiantes (como sumatoria de las dos anteriores).
En conclusión, hablar de calidad de la educación con base en la aparición o no de los colegios de Antioquia, de Medellín o de cualquier otra región en los distintas clasificaciones, resulta ser meramente un ejercicio métrico que refleja solo un instante, una foto, mas no la historia completa.
Y la historia, según los expertos consultados, es que hay un retraso histórico en materia educativa no solo en Antioquia sino en el país. Reconocen a su vez, que se han hecho esfuerzos importantes desde el punto de vista de inversión en infraestructura, formación y propuestas para hallar la mejor combinación de herramientas para cada contexto de los 117 municipios del departamento; pero que lamentablemente siempre se quedarán cortos.
Resulta ser meramente un ejercicio métrico que refleja solo un instante, una foto, mas no la historia completa
Los logros en educación
Para el secretario de Educación de Antioquia, durante esta administración se han alcanzado distintos logros.
Destaca la puesta en marcha de los programas planteados en la Plan de Desarrollo: el primero, Antioquia Libre de analfabetismo, con 37.000 personas más alfabetizadas y 34.000 ya focalizados, “lo que nos permite declarar a Antioquia libre de analfabetismo”.
Antioquia Líder en las Pruebas Saber (con la oferta segmentada según identificación de las necesidades particulares de los municipios y sus instituciones).
Otras de las iniciativas destacadas por el servidor público tienen que ver con procesos virtuales. El Bachillerato Digital (según el funcionario aportará en el cierre de la brecha de acceso en la educación media) y la Universidad Digital, de la que espera ver los primeros graduados antes de finalizar este gobierno en 2019.
El problema en Antioquia es la deserción escolar. Solo logramos que uno de cada tres estudiantes que ingresa a primero, terminan el bachillerato
Planes ‘personalizados’
Finalmente, Restrepo Bonnet, destacó como el logro más importante, la construcción de los Planes Municipales de Educación en el que participan 10 universidades y tiene en cuenta las diversas características, necesidades y realidades de cada zona ya que “es distinta la educación en Urabá que en Ciudad Bolívar”.
Este plan incluye por ejemplo, modelos con horarios flexibles que estén acordes con la cultura y contexto de cada población, especialmente los rurales.
La organización Save the Children ha alertado hoy de que la pobreza infantil ha crecido un 10,6 % en un año en Cataluña, tras conocer las cifras oficiales de pobreza, que revelan que la tasa de riesgo de pobreza de los menores de 16 años es del 28,5 %, 4,5 puntos más que el año anterior.
Según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2017 que ha hecho pública hoy el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), la tasa de riesgo de pobreza ha vuelto a subir en Cataluña y se ha situado en el 20 % de la población, ocho décimas más que el año anterior, y son los menores de 16 años los que más han sufrido este incremento, con una tasa del 28,5 %, 4,5 puntos más que hace un año.
Save the Children ha advertido que si en 2016 había 348.600 niños y niñas que vivían bajo el umbral de la pobreza, la cifra ha crecido hasta los 385.600 en 2017, lo que significa que hay 37.000 menores más que viven en familias que no pueden cubrir todas sus necesidades.
«Vivir bajo el umbral de la pobreza significa que una familia de dos adultos y dos niños viven con menos de 1.760 euros al mes. Una renta que no es suficiente para hacerse cargo de todos los gastos familiares en vivienda, educación y salud, teniendo en cuenta que estos han aumentado mucho durante los últimos años», ha señalado la responsable de políticas de infancia de Save the Children en Cataluña, Emilie Rivas.
La oenegé ha destacado que, además, la pobreza afecta más a los niños que a los otros colectivos ya que la tasa de pobreza infantil sigue siendo mucho más alta que la del resto de la población, en concreto 5,9 puntos.
La pobreza ha aumentado un 4,7 % en la población general mientras que en la infancia lo ha hecho en un 10,6 %.
Pese a estos datos, Save the Children ha denunciado que «Cataluña invierte muy poco en infancia, sólo el 0,8 % de su PIB, muy lejos de la media europea que se sitúa en el 2,4 %, y de la media española que invierte el 1,6 %».
Tal y como ya han reclamado las entidades del Tercer Sector, Save the Children también cree que la Renta Garantizada de Ciudadanía, aprobada en septiembre de 2017, «representa un avance para la infancia», pero denuncia que «su lenta implementación no permite aún hablar de un progreso real para los niños y niñas».
«A pesar de que Cataluña tiene leyes punteras en materia de infancia, la apuesta normativa no se ha materializado en una inversión consecuente y por eso aquí, hoy, todavía tenemos una alta tasa de pobreza infantil», ha abundado Rivas.
«La pobreza infantil -ha añadido- sólo se puede combatir con inversión, por lo que tiene que haber un presupuesto consecuente si no queremos ver cómo los niños y niñas más vulnerables siguen heredando la pobreza de sus hogares».
Save the Children comparecerá el próximo 10 de julio ante la Comisión de la Infancia del Parlament para pedir al Govern y a las instituciones catalanas priorizar la infancia en esta legislatura.
La oenegé reivindica aumentar la inversión pública en protección social para la infancia hasta el 2,4 % del PIB, mejorar la cobertura de la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) y ampliar la cobertura de prótesis, audífonos, gafas, servicios psicológicos y psicosociales para menores de 18 años, incluyendo su coste total en la cartera de servicios del sistema de salud.
El autor de ‘El arte y la ciencia de no hacer nada’ se pregunta qué podemos entender sobre nuestra conciencia gracias al despertar de la inteligencia artificial
El 16 de abril de 1943, el químico suizo Albert Hofmann se convirtió en el primer hombre en consumir LSD aquella tarde en la que percibió “un flujo continuo de imágenes fantásticas y formas extraordinarias con un juego de colores caleidoscópico”. El 11 de mayo, el ordenador Deep Blue venció en una partida de ajedrez a Gary Kaspárov. Y el 6 de mayo de 2010, el día del “crack relámpago”, el Dow Jones cayó 600 puntos en cinco minutos a causa de un ataque informático. Son tres acontecimientos sin aparente relación que, no obstante, forman parte de la narrativa de ‘Más allá de ceros y unos‘, el último libro del científico e ingeniero Andrew Smart.
En el volumen, el colaborador de la Universidad de York se pregunta acerca del funcionamiento del cerebro humano desde una perspectiva neurológica y filosófica y sobre la posibilidad de que una inteligencia artificial pueda desarrollar una verdadera conciencia; entre nuestro cerebro y el fantasma en la máquina, el LSD se convierte en la bisagra olvidada que nos puede ayudar a entender por fin nuestra subjetividad. Una pregunta pertinente en un momento en los avances en inteligencia artificial nos hacen preguntarnos si en muy poco tiempo no podremos encontrarnos con un robot tan humano como cualquiera de nosotros. Smart no está muy seguro sobre dicha posibilidad, sugiriendo que aunque posible, quizá estemos exagerando las probabilidades.
Pero lo que de verdad interesa a Smart es comprender el funcionamiento de la conciencia humana, mucho más que el producto de un simple órgano gestor de información como la neurociencia actual parece defender. Como él mismo concluye en el libro, no cree “que sea una locura empezar a intentar diseñar ordenadores con el propósito de ofrecerles experiencias psicodélicas, pues es posible que al intentarlo logremos resolver por fin el misterio de la consciencia natural y artificial, y con ello salvar a la raza humana”. ¿De qué? Smart nos da la respuesta a través del correo electrónico.
Asusta que ni siquiera los ingenieros que construyeron esos sistemas puedan explicar cómo funcionan
PREGUNTA. Una idea que se repite en el libro es que estamos aún muy lejos de crear una verdadera inteligencia artificial, y que estamos exagerando las consecuencias negativas de que ello ocurra. Entonces, ¿quién y por qué esta interesado en que pensemos que una inteligencia artificial divina nos gobierne dentro de 30 años?
RESPUESTA. Mi sensación es que la tecnología de aprendizaje de las máquinas está acercándose a lo que los humanos hacen en determinadas áreas, como jugar al Go o reconocer una voz y mantener conversaciones aparentemente humanas. La gente se asusta porque nos estamos acercando al valle inquietante, así que atribuimos poderes mágicos a esos sistemas. Pero es importante recordar que la inteligencia artificial (o el aprendizaje de las máquinas) es una abstracción estadística de unos datos dados. No es más que utilizar una cantidad inimaginable de información con ordenadores súper rápidos y poderosos y algoritmos sofisticados para hacer predicciones cada vez mejores. Por supuesto que asusta que ni siquiera los ingenieros que construyeron esos sistemas puedan explicar cómo funcionan; por ejemplo, el aprendizaje profundo funciona muy bien en ciertas áreas, pero nadie sabe por qué.
La creencia en un Dios de la inteligencia artificial probablemente se deriva de ciertos impulsos religiosos residuales entre algunos grupos de Silicon Valley. Dios, en el sentido religioso, no existe, pero puede que ahora seamos capaces de resucitar (valga la redundancia) esa creencia en fuerzas sobrehumanas. Para mí la idea de una inteligencia artificial divina, como un oráculo que puede predecirlo todo, es ridícula. Es cuestionable si es posible, e incluso si lo es no quiero vivir en un mundo de dioses, sean ordenadores o no. En parte, hablar de dioses de la inteligencia artificial mola en términos de ciencia ficción, y hay mucha gente en Silicon Valley intentando llevar esas fantasías a la vida real.
P. Tendemos a creer a pies juntillas en la metáfora del cerebro como un ordenador. Una vez más, señala que es incorrecto. ¿A quién le conviene? ¿A compañías como Google/Alphabet, que comercian con información?
R. Es cierto que entre la gente que trabaja con la inteligencia artificial hay una visión profundamente arraigada de que el cerebro es, literalmente, un código que ejecuta algoritmos, neuronales en su caso. Intento refutar esta idea en el libro. No estoy seguro de quién puede beneficiarse económicamente de ello, pero es una conjetura popular incluso en la neurociencia –existe un campo llamado neurociencia computacional– que asume que el cerebro es un sistema de ordenador.
El autor, Andrew Smart.
Esta idea que apenas se ha discutido ha sido reforzada por los recientes avances en inteligencia artificial que han sido inspirados por las teorías sobre el funcionamiento del cerebro. Así que la lógica es la siguiente: desarrollamos algoritmos basados en las teorías del cerebro y funcionan muy bien, así que el cerebro está hecho de algoritmos. En el libro señalo que son modelos. Buenos, pero nada más que modelos. Esto nos lleva al debate filosófico sobre el realismo, y diría que soy un realista científico, pero no entendido como información o algoritmos. Creo que son invenciones culturales: el mundo no está hecho ni de información ni de algoritmos.
P. Al final del libro, recuerda que Google es ya un poco como una inteligencia artificial maligna, al reducir la experiencia humana a algoritmos. ¿Cuál es el peligro de herramientas como esa, ahora y en el futuro?
R. Lo que más asusta es que nuestro comportamiento está influido por nuestras interacciones con los ordenadores en formas de las que no somos conscientes, por lo que los algoritmos se perfeccionan y predicen mejor lo que haremos, lo que nos lleva a hacer aquello que han predicho los algoritmos, y nos empuja a un ciclo de retroalimentación donde nuestra libertad está constreñida a ser consumidores perfectos, clicando en las cosas en las que el sistema quiere que pinchemos. Tengo miedo de que el mundo algorítmico nos haga menos conscientes de nuestras decisiones, y que seamos empujados a patrones predecibles de consumo.
P. ¿Qué piensa de gente como Ray Kurzweil, Sergey Brin, Larry Page o Elon Musk? ¿Creen realmente en lo que dicen sobre el futuro, o simplemente están sirviéndose a sí mismos vendiendo trucos de magia?
R. No creo que crean de verdad en ello; si tienes razón o no, es otra cuestión.
P. Al mismo tiempo, muestra que, al contrario de lo que Kurzweil defiende, hay un gran margen para que ocurran graves errores de funcionamiento en los ordenadores que empleamos, por ejemplo, en el ‘high speed trading‘, que puede tumbar la bolsa en cuestión de segundos. ¿Estamos ciegos ante los problemas a los que podemos enfrentarnos si estos sistemas se viniesen abajo de repente?
R. Sí, es un área de investigación muy activa. Los defensores de la inteligencia artificial piensan que esta corregirá nuestros sesgos y debilidades humanas, pero recientes investigaciones recientes han mostrado que es al revés: el aprendizaje de las máquinas de hecho amplifica nuestros prejuicios. Por ejemplo, en la política predictiva o el sistema de justicia criminal, los algoritmos son más racistas que los policías y jueces humanos. Esto se debe a que los datos que alimentan los algoritmos vienen de informes policiales sesgados, que vigilan especialmente determinados barrios, así que si utilizas dichos datos un algoritmo estadístico preverá que hay más crimen donde hay una mayor presencia policial. Y sí, en términos de sistemas complejos y seguridad, puede haber eventos catastróficos acechando de los que no somos conscientes porque damos por hecho determinadas probabilidades. A medida que somos más dependientes de estos sistemas, más frágil será la economía global.
La creencia de que la naturaleza está formada por información es ideológicamente útil
P. ¿Nos hemos convertido en neoplatónicos que consideran que todo es información? ¿Cuál es el problema con este nuevo paradigma?
R. Científicamente es importante dirigir nuestras conjeturas sobre la naturaleza de la realidad en la dirección correcta, de lo contrario nos perderemos en cuestiones absurdas, por ejemplo, buscando información en el cerebro. El otro problema que veo es que esta creencia de que la naturaleza está formada por información puede funcionar a un nivel ideológico, ya que se supone que todos somos consumidores racionales de información. Esto puede entorpecer los movimientos críticos y la organización social contra el poder del capital. También me resulta interesante la relación entre la información y el capital: nadie piensa que el universo esté formado por capital, y aun así hay una equivalencia entre el capital y la información como ideas abstractas que sin embargo tienen un impacto real en el mundo. ¿Por qué somos tan rápidos al asumir que las cosas están hechas de información, y suena absurdo decir que los átomos son capital?
P. Una de las posibilidades relacionadas con la inteligencia artificial es que terminemos creando algo muy parecido a una conciencia, que hable como una conciencia, se comporte como una conciencia e incluso piense como una conciencia… pero que para nada sea una conciencia. ¿Es imposible saber si hemos creado realmente una conciencia semejante a la humana, o siempre habrá un margen de duda?
R. Es una pregunta muy difícil de contestar pero estoy de acuerdo en que muy pronto tendremos sistemas que no será fácil diferenciarlos de los humanos. No estoy seguro de si habrá un robot humanoide así, pero mientras interactúes con un ordenador, será cada vez más difícil saber si es una persona o una inteligencia artificial. Si no estás seguro, siempre habrá preguntas que solo un humano con cierta experiencia pueda responder. Esta prueba de conciencia subjetiva es muy difícil: por ejemplo, asumimos que todos con los que interactuamos son también conscientes, pero no podemos comprobarlo más que observando un comportamiento que asumimos que el de un humano consciente. Podemos medir toda actividad cerebral relacionada con las distintas etapas de la conciencia; pero incluso en esos casos, no sabemos si “objetivamente” alguien está experimentando algo. Así que una vez los ordenadores comiencen a comportarse de formas cada vez más humanas, ¿cuál es la diferencia? No conozco la respuesta, porque por supuesto, si le preguntas al ordenador si es consciente, te dirá “sí”. Pero a menos que veamos a una persona desmayarse, no le vamos a preguntar “¿estás consciente?”
P. Mientras leía el libro, recordé su anterior trabajo, ‘El arte y la ciencia de no hacer nada‘. Me hizo pensar que quizá no hacer nada, ser un poco vago, puede jugar un papel semejante al del LSD que propone en su libro: ¿podría una inteligencia artificial decidir ser vaga, al igual que los humanos pueden hacerlo? ¿Qué demostraría?
R. Por ahora la inteligencia artificial no tiene sus propios objetivos. La arquitectura de la red neuronal está creada por humanos, así como los datos que los alimentan, y el algoritmo de aprendizaje, y las tareas… y por ahora ninguno ha aprendido a cambiar sus objetivos o su propio algoritmo, pero esto está evolucionando, y probablemente más rápido de lo que algunos creen. Pronto serán capaces de aprender a aprender: es lo conocido como “metaaprendizaje”. Pero no está fuera de nuestras posibilidades que en el futuro cercano un sistema de inteligencia artificial pueda ser capaz de entender algo sobre su proceso de aprendizaje, y entonces darse cuenta que determinadas cosas le pueden ayudar, ¡como descansar! Si esto ocurre, puede ser muy interesante.
Albert Hofmann.
P. En el libro defiende que el LSD es una herramienta para comprender cómo funcionan nuestra percepción y conciencia (tanto para humanos como para robots). ¿Cuál es el mito más peligroso que existe sobre el LSD?
R. El LSD, junto a la terapia de conversación, tiene un enorme potencial para ayudar a la gente adicta a otras sustancias o al alcohol. Aunque suene paradójico, hay muchas investigaciones sobre esto en los años sesenta que se han perdido a causa de la histeria que existe sobre la droga en EEUU. Así que durante 50 años podríamos haber disfrutado de un tratamiento muy efectivo para la adicción que nadie podía conseguir a causa de esta controversia sobre la droga. Albert Hoffmann terminó decepcionado por lo que ocurrió con el LSD, ya que realmente creía en su potencial terapéutico y creo que tenía razón. Afortunadamente ahora está resurgiendo esta clase de investigaciones.
P. ¿Qué cree que ocurrirá con el LSD en el futuro inmediato? ¿Volverá a ser investigado desde un punto de vista médico? ¿Se convertirá en una forma habitual de conocernos a nosotros mismos en las sociedades occidentales, quizá poniéndose de moda en Silicon Valley?
R. Sinceramente espero que las investigaciones continúen desde un punto de vista médico, y esto está ocurriendo de forma exponencial. Puede llegar a generalizarse. Sin embargo, espero que la cultura cambie para integrar la experiencia del LSD, en lugar de simplemente utilizarlo para ser más productivo como alguna gente hace con las microdosis. Incluso la gente en Silicon Valley se ha dado cuenta de que estamos en crisis y que se necesita una transformación cultural fundamental para atajar el cambio climático, la desigualdad y la fragmentación/polarización. El LSD por supuesto que podría facilitar esta clase de cambio, como empezó a hacer en los años 60, pero hay poderosos intereses que no desean que se produzca una transformación cultural a un mundo más consciente, medioambientalmente viable, igualitario y justo. Como en los 60, podría haber una especie de reacción si comienza a cambiar la cultura. Lo veo como una coproducción: la cultura debe ser receptiva a ser transformada y el LSD puede conseguirlo.
A través de un acuerdo del 10 de junio, el ministerio de Eduacación establece que los niños podrán ingresar con 3 años y ocho meses a Educación Inicial 2. Este nivel del sistema escolar no es obligatorio, pero sí recomendado por las autoridades educativas.
Aleyda Matamoros, subsecretaria de Educación Especializada e Inclusiva, explica que el cambio en la edad se realizó para tener una mayor uniformidad entre los estudiantes.
Esta reforma será aplicada a partir del año lectivo 2018-2019 para régimen Sierra-Amazonía, a partir de inscripciones continuas, y desde el año lectivo 2019-2010 para el régimen Costa. La reforma también señala que finalizado este período ninguna institución educativa fiscal, municipal, fiscomisional o particular del Sistema Nacional de Educación podrá registrar ingreso alguno para el subnivel 2 de Educación Inicial.
El que los niños ingresen a esta edad es opcional para lo padres de familia, ya que en el sistema escolar la obligatoriedad se establece desde el primer año de educación basica, es decir a partir de los 5 años.
Mientras que en el régimen Costa, el cambio en la edad de ingreso regirá desde abril de 2019.
Alerta sobre una solapada campaña oficial antidespenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
Cuando los vientos de libertad soplan fuerte en Santiago del Estero, siempre hay fuerzas oscuras que plantean volver a la provincia conservadora y represiva de antaño. Luisa Paz, presidenta de ATTTA y coordinadora del Programa de Diversidad en la Escuela de Innovación Educativa de la Universidad de Santiago del Estero (UNSE), comunicó a SOY consternada por la realización de un Congreso muy flojo de papeles destinado a docentes en contra de las teorías de género, auspiciantes del método de reconversión y de la objeción de conciencia.
¿Éste es el primer Congreso Internacional de Educación en el Amor (sic) que se dicta en Santiago del Estero?
-No, ellos nos vienen siguiendo los pasos, nos respiran en la nuca. El año pasado hicieron uno, un mes después de nuestro primer congreso de ESI (Educación Sexual Integral). Este año ampliaron bastante la temática. Ya no son más sutiles: piden mamá y papá, demonizan las teorías de género, tocan el tema del aborto y desparraman la falacia de las “dos vidas”.
Lo que se lee en la grilla de temas es una batería de argumentaciones en contra de libertades individuales como la identidad de género y despenalización del aborto que van a ser propaladas nada menos que por maestros y maestras. ¿Vos creés que es una reacción ante la avanzada de la ley de despenalización del aborto?
-Hoy y mañana se van a hacer terapias de reconversión, hablarán sobre el derecho de Objeción de Conciencia, debatirán sobre “la banalización sexual” y otras cuestiones. Lo de la media sanción de la despenalización del aborto los volvió locos.
La ley de género hace bastante que se implementa… el hecho de adoctrinar con argumentos en contra. ¿No implica un delito?
-Sí, absolutamente. Implica infligir la ley y eso es grave. El Estado, a través de sus representantes, lo sabe. Hay representantes del Estado que avalan esa infracción a la Ley de Género, que lleva el número 26.743. Vemos que con mucha naturalidad están auspiciando, acompañando este congreso. Ellos se escudan tras la libertad de expresión. Nosotras les decimos que eso es libertad para oprimir.
En el folleto dice que otorga puntaje docente…
-Sí. Además estuvieron corriendo rumores de que consiguieron resolución ministerial del Ministerio de Educación de la Provincia de Santiago del Estero y que contaba con la adhesión de la cámara de Diputados, del Concejo Deliberante. Nosotres consultamos al Ministerio de Educación y niegan terminantemente tanto el auspicio como el puntaje a docentes asistentes como figura en la folletería engañosa. Asimismo, el Superior Gobierno de la Provincia expresó que esta actividad no cuenta con su aval institucional, “ya que no está en el espíritu de integración e igualdad que promueven en su gestión”.
Un andamiaje de mentiras, pero que al final pueden dar resultado, puede haber una alta convocatoria en el FORUM (Foro de última generación donde se realizan actos institucionales provinciales, municipales e internacionales). ¿Los ves con fuerza?
-Tienen poca llegada, poco auspicio, pero lo que pregonan es volver a algo muy fuerte, muy poderoso, que es la opresión patriarcal. Lo llamativo, lo curioso es que ellos proponen el “Congreso para el Amor”. Nosotres estamos tratando de demostrar esas técnicas, con esos criterios, nos hacen un daño social enorme. El lunes pasaron dos cosas horribles en Santiago: el homicidio de una joven, muy cruento, con agresión a su madre, a su cuñada y encontramos a una compañera trans con muerte dudosa. Un congreso del amor dictado en este marco es muy contradictorio.
En su segunda edición, la Escuela Internacional de Posgrado “Paradigmas críticos de la emancipación en el Caribe y América Latina” se desarrollará entre el 25 y el 29 próximos en la Casa, en ocasión del aniversario 200 del natalicio de Carlos Marx.
Es por ello que el tema principal de los análisis será justamente el pensamiento crítico marxista y su vigencia para la emancipación del Caribe y la América Latina. Se dedicará además especial atención al tema de la revolución en el pensamiento crítico marxista caribeño y latinoamericano, así como al análisis de las experiencias iniciadas en Haití a finales del siglo XVIII, en Cuba, Granada, Nicaragua y Venezuela.
La conferencia inaugural (lunes 25 a las 10:00 a.m.) estará a cargo de Isabel Monal (Cuba), y llevará por título “Carlos Marx, a 200 años de su natalicio”, en la Sala Manuel Galich de la Casa; y el 26 llegará desde Argentina el filósofo Nestor Kohan, quien impartirá la conferencia “El marxismo latinoamericano y el pensamiento de Karl Marx sobre las periferias del sistema capitalista mundial” a las 9:00 a.m.
Ese mismo día, entre las 3:30 p.m. y las 5:30 p.m., tendrá lugar el taller Para estudiar El Capital de Carlos Marx, con Carlos Perzabal Marcué (México), y conducido por Francisco Cerezo (México), en el Instituto de Filosofía (Calzada y J).
El miércoles 27 en la mañana, el cubano Jorge Luis Acanda hablará sobre “La centralidad de la concepción marxiana sobre las clases y las luchas de clases”, en la Sala Manuel Galich; y a las 3:30 p.m. se proyectará el filme El joven Marx (2017, Raoul Peck), en el Pabellón Cuba, seguido de un debate sobre el mismo conducido por Astrid Santana.
La conferencia “La idea de clase social en la época post fordista”, abrirá la jornada del jueves, impartida por Carlos Pérez Soto (Chile) y presentada por Matías Bosch Carcuro (Fundación Juan Bosch, República Dominicana), en la Sala Manuel Galich.
Finalmente, el viernes 29 a las 9:00 a.m. Yves Dorestal, de Haití, impartirá “Marx y Haití. El marxismo haitiano dentro del marxismo latinoamericano”, conferencia presentada por Camila Valdés León (Casa de las Américas, Cuba), en la Sala Manuel Galich.
El Archivo Histórico del Camp de la Bota y La Mina presenta el vídeo ‘Aulas de arena’, que expone cómo se aplicaron por primera vez en España teorías educativas como la ‘Pedagogía del oprimido’ de Paulo Freire
“Las barracas del Camp de la Bota fueron testimonio de muchos episodios de solidaridad y lucha por la dignidad”, afirma Josep Maria Monferrer, educador y presidente del Archivo Histórico del Camp de la Bota y la Mina. La consciencia colectiva del barrio nació a la par que se gestaban sus colegios.Todo este legado es el que presenta Aulas de arena, un documento audiovisual que recoge la revolución pedagógica que tuvo lugar en el Camp de la Bota a partir de mediados de la años cincuenta. Lo hace mediante el testimonio de los protagonistas de la historia: sus profesores.
El documental ha sido realizado por un grupo de alumnos de cuarto del grado de Comunicación Audiovisual (CAV) y del doble grado de Información y Documentación y Comunicación Audiovisual(INFOCOM) de la Universtat de Barcelona, en colaboración con el Archivo Histórico del Camp de la Bota y La Mina.
Monferrer llegó hace más de treinta años a la Mina para hacer de maestro en un colegio del barrio. Allí entró en contacto con muchos alumnos que venían del Camp de la Bota. “Les pedía fotografías para hacer un archivo que recogiera el legado de la vida en las barracas”, asegura Monferrer. Ahora, el Archivo Histórico del Camp de la Bota i La Mina cuenta con más de 2.000 fotografías de este barrio suburbial. Muchas de ellas, son testimonio de como se gestó una revolución pedagógica que llegó de la mano del escolapio Francesc Botey.
Teorías pedagógicas inauditas
“Botey fue a Cuba y Brasil durante los cuarenta y aprendió mucho de las teorías pedagógicas liberadoras de Paulo Freire”, destaca Monferrer. Unas teorías donde los alumnos eran los protagonistas de su aprendizaje. Cuando volvió a España, juntamente con dos escolapios más, construyó una pequeña barraca muy cerca del parapeto del Camp de la Bota.
Botey se paseaba entre las chabolas animando a los niños a ir al colegio a aprender. En aquel contexto, los alumnos aprendían de aquello que les despertaba interés. “Estos métodos no hubieran sido aceptables en ninguna aula de la escuela franquista”, señala Monferrer.
Alumnos jugando en la playa (Arxiu Històric del Camp de la Bota i la Mina)
Botey formó un equipo de profesores dispuestos a todo para promover la escolarización en una zona donde más del 80% de los residentes eran deetnia gitana. Algunos no tenían los estudios de magisterio pero tenían un carisma especial con los jóvenes.
Al detectar que muchos niños no tenían ningún interés por las aulas, fueron ellos mismos los que fueron a buscarles. “Se desplazaban a la playa donde jugaban los niños y captaban su atención contándoles cuentos de la mitología romaní”, explica Monferrer. A través de los cuentos y losjuegos, los pequeños aprendían pequeñas nociones de lectura y escritura. “Un día llovía y los mismos niños le propusieron a la maestra de ir al colegio para poder continuar con la lectura sin mojarse. Fue ahí donde empezaron a adquirir el hábito de ir a las aulas”, añade el director del archivo.
El castillo del Camp de la Bota acogió hasta unos 400 alumnos
A a partir del año 1952, las aulas se ubicaron en el castillo del Camp de la Bota, que había frenado su actividad militar a raíz del Congreso Eucarístico celebrado este mismo año. Durante los sesenta, la fortaleza acogió hasta unos 400 alumnos. Más allá de hacer de escuela, el espacio también acogía la vida cultural y social del barrio. “Había una sala de baile y se hacía teatro. Era un auténtico centro social”, cuenta Monferrer.
Conjunto de las escuelas gitanas ubicadas en el Camp de la Bota (Arxiu Història del Camp de la Bota i la Mina)
Paralelamente, los vecinos de etnia gitana construyeron con sus propias manos un colegio y una guardería. En esta última, las madres hacían turnos para cuidar de los hijos de todas mientras las otras iban al colegio.También había una escuela de artesanía, donde aprendían a elaborar cestas y otros objetos de decoración que después podían vender. “Era una manera de salir de la marginalidad”, apunta Monferrer. Estas actividades promovieron una gran red de solidaridad entre todos los vecinos del Camp de la Bota.
Los estudiantes de cuarto del grado de Comunicación Audiovisual (CAV) y del doble grado de Información y Documentación y Comunicación Audiovisual (INFOCOM) de la UB que han participado en el documentalson Uri Hosta (dirección y guión), Alba Medina (producción y documentación audiovisual), Miriam Nassin (producción), Lara Bautista (directora de arte y grafismo) y Laura Gomá (realización y postproducción).
Las últimas barracas
A principio de los años setenta el castillo se derrumbaba a causa de su mal estado. Por ese motivo, y tras fuertes protestas vecinales, el Ayuntamiento de Barcelona construyó una nueva escuela que se inauguró en 1972. Era el colegio Manuel de Falla. “Un espacio precioso, muy espacioso”, define Monferrer.
En 1989, con los juegos olímpicos muy cerca, se derribaron las últimasbarracas del Camp de la Bota. Los colegios funcionaron hasta entonces, aunque muchos vecinos ya se habían trasladado a la Mina durante los setenta.
Según Monferrer, la metodología que se aplicaba en aquellas aulas partía de las necesidades que vivían esos niños en situaciones tan precarias. Opina que hay mucho que aprender de aquella época. “La educación no puede perder de vista nunca esta perspectiva, sino los pobres siempre estarán marginados”, opina.
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