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Los guardianes del clima se rebelan: indígenas y movimientos populares exigen financiación directa en la COP30

Por Bernardo Gutiérrez 

La sociedad civil global presente en Belém, liderada por los pueblos originarios, desborda a la ONU y mete presión a las negociaciones oficiales de la Zona Azul

Una docena de manifestaciones, una protesta con más de doscientas embarcaciones, performancesexposiciones críticas realizadas con cenizas de incendios, bloqueos en el acceso a la Zona Azul (como el protagonizado por el pueblo Munduruku el viernes), invasiones estratégicas de espacios (como la del Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra, el MST en la AgriZone financiada por el agro negocio). Y una acción subversiva histórica en el segundo día de la COP30: la irrupción de un grupo de indígenas en la Zona Azul. “Esa ocupación es todo lo que soñábamos en la Cumbre de Copenhague (la COP15 de 2009). Los pueblos indígenas lo consiguieron gracias a su autoridad moral”, asegura a elDiario.es el activista turco Selçuk Balamir, que estuvo presente en la Marcha Saúde e Clima (marcha salud y clima) que acabó ocupando la Zona Azul.

La marea social está desbordando la COP30. Aparte de la Cúpula de los Pueblos (una verdadera COP30 paralela que acoge a 1.300 movimientos sociales) y la Aldeia COP (con 3.400 indígenas de acampados), la cumbre del Clima de Belém cuenta con ochenta espacios paralelos. “Yo estoy aquí como parlamentaria, pero más centrada en la programación paralela”, confesaba el jueves a este medio Sâmia Bonfim, diputada del Partido Socialismo e Liberdade (PSOL), en un puesto callejero. Aunque miembros del gobierno de Brasil manifestaron preocupación tras la ocupación de la Zona Azul, algunos reconocen en off que esa presión les ayudará a negociar. “El gobierno brasileño hizo un esfuerzo para incluir a la sociedad civil en su delegación. Aunque no tenemos derecho a voto, podemos incidir en las personas que votan” asegura a elDiario.es la brasileña Caru Schwingel, representante no gubernamental, por parte de la Red de Innovación Política Latinoamericana (RINP) y Asuntos del Sur.

¿Será suficiente el desborde social de la COP30 para conseguir buenos acuerdos?, ¿se tomarán en cuenta las demandas de los pueblos indígenas que el gobierno brasileño ya define como “guardianes del clima”?

La Marcha del Clima más diversa

En la abertura de la Marcha Mundial por el Clima de este sábado, Sônia Guajajara, ministra de los Pueblos Indígenas, afirmó que la ONU tiene que entender que llegó la hora de escuchar a la Amazonia: “Estamos aquí junto a quienes cuidan de todos los biomas para decir basta. Vivimos en una emergencia climática. Por eso, esta manifestación se transforma ahora en la verdadera Zona Azul de la COP30”.

En medio de la Marcha Mundial por el Clima, el danés Lasse Marku, de 47 años, empujaba una estatua de la “plaga naranja” de Donald Trump. Lasse, que ha ido a casi todas las COP desde la Cumbre de Copenhague de 2009, se mostraba fascinado por la efervescencia social de Belém: “No había visto nada igual antes. Es con mucha diferencia la COP más potente”. La marcha fue un crisol transversal de pueblos indígenas, militantes afrodescendientes, sindicatos, feministas, movimientos rurales, ecologistas, militantes de partidos de izquierda, profesores. “Yo defiendo la diversidad sexual y el papel de cultura en la lucha climática”, declaraba el activista brasileño Jetskee Dream, mientras sostenía un escudo con la portada del libro O pacto de branquitude, de Cida Bento. Jetskee forma parte del Book Bloc, colectivo internacional que preparó escudos-libros con títulos ambientales para la marcha de la COP30.

En la Marcha del Clima de Belém estaba presente una verdadera “marea roja” de la izquierda tradicional. El lema de una camiseta sintetizaba el espíritu transversalizador de Brasil: “No hay justicia climática sin vivienda digna”. “El cambio climático nos afecta a todos Necesitamos una transición justa para todos, no solo una transición para las empresas”, reivindicaba Joisale Nunes, portavoz regional del sindicato Central Única de Trabajadores (CUT), el principal de Brasil.

La joven indígena Txai Surui, icono global tras su discurso en la COP26 de Glasgow en 2021, confesaba a elDiario.es al inicio de la marcha que la COP30 comenzó mal. “Anunciaron explotación de petróleo en la desembocadura del Amazonas… No tienen palabra. Aunque a veces cunda el pesimismo, nosotros indígenas tenemos la responsabilidad de tener esperanza”, aseguraba Txai, a quien Greta Thunberg, presente en Belém, considera la verdadera líder ambiental del mundo. Los carteles de la marcha del clima de Belém reformulan las narrativas ambientales: “Sin selva no hay clima”, “El futuro es indígena”, “Cuerpos y territorio en pie” o “yo soy cuerpo-territorio”. “Mi cuerpo es parte de él, no soy algo separado de la naturaleza”, explicaba la indígena brasileña Kenya Pataxó a este medio.

La COP indígena

El pasado miércoles, el mítico cacique Raoni Mektutkire de la etnia Kayapó lanzó un ataque frontal contra la extracción de petróleo en la Amazonia. Disparó directamente contra su aliado Lula, con quien subió la rampa presidencial en enero de 2023. “Voy a pedirle una reunión y si hace falta, le tiro de la oreja para que escuche”, declaró el cacique a bordo de uno de los barcos de la barqueata, una protesta con más de doscientas embarcaciones en el río Guamá. En la cubierta del barco, Leo Cerda, indígena kichwa de Ecuador, reivindicaba financiación global para los indígenas. “Necesitamos financiación directa, gestionada por los pueblos originarios. El 20% que quieren entregarnos es insuficiente”, aseguró a elDiario.es, en referencia al Fundo de Florestas Tropicales para Sempre (TFFF), propuesta estrella de Brasil para la COP30. En las calles de Belém se ven muchos grafitis y murales pidiendo “financiación directa para quien cuida de la selva”. En las conversaciones oficiales y extraoficiales empieza a haber quorum para demandar que el 50% del fondo TFFF sea gestionado por las propias comunidades que cuidan de las selvas tropicales.

Sônia Guajarara, ministra de los Pueblos Indígenas, se enorgullecía el pasado jueves de estar trayendo la causa indígena al centro del debate global. Guajarara destacó que 900 indígenas están acreditados oficialmente en la Zona Azul, 360 de ellos brasileños. La ministra quiere ir más allá de la COP21 de Copenhague, que reconocía la importancia de los indígenas en la mitigación del cambio climático. Su principal apuesta es una declaración oficial para incentivar la demarcación legal de tierras indígenas. Para recoger las demandas de los pueblos indígenas de todo el mundo, la presidencia brasileña de la COP30 creó el Círculo dos Povos.

llegados a Belém estos días, 3.400 están acampados en la Aldeia COP. En el espacio, al que se accede con una acreditación propia (la de la ONU no sirve), carteles gigantes mandan recados: “Las respuestas no están en lo alto, sino en el suelo de los territorios.” Al lado del espacio Guardianas del Clima, Kako Pachi, indígena Pemón de Venezuela, sostiene que los indígenas garantizan el equilibrio climático: “Somos los guardianes del clima. Se habla mucho de inteligencia artificial, pero es más importante la inteligencia ancestral que va de la mano de la inteligencia natural”, aseguraba el jueves a elDiario.es. ¿Conseguirá la delegación brasileña incorporar las peticiones de los pueblos indígenas y de la Cúpula de los Pueblos, que mañana entregará su carta a la presidencia brasileña de la COP30?

La fuerza de la presión social

De momento, en el borrador de las negociaciones se ha colado la creación de zonas indígenas libres de petróleo, gas y extractivismo. José Carlos Carvalho, ministro de medio ambiente de Brasil entre 2002 y 2003, confesaba el martesa elDiario.esen la Zona Azulque confía en la diplomacia de su país: “La presión de los movimientos sociales es una tradición nuestra. Servirá de ayuda para negociar”. El activista ambiental Inti Bonomo, delegado no oficial de Argentina en la COP30, se muestra impresionado por el esfuerzo del gobierno brasileño por “intentar generar porosidad” con la sociedad civil. “Se nota que es una COP distinta. Y hay una oportunidad histórica de que Naciones Unidas dé voz y voto a los pueblos indígenas. Veremos si Brasil lo consigue”, declara a este medio.

En los bastidores de la Zona Azul, la diplomacia ambiental brasileña ya está deshaciendo bloqueos. Puede que Brasil consiga ya un compromiso oficial del mundo para comenzar a abandonar los combustibles fósiles. La experiencia de la cumbre del G20, celebrada en Río de Janeiro en noviembre de 2024, brinda algunas pistas. Un activista que prefiere mantenerse en el anonimato explica a elDiario.es que el gobierno Lula pagó la realización de acciones activistas. Los cientos de carteles y proyecciones callejeras en Río de Janeiro para tasar a los ricos no eran tan espontáneos. Contra todo pronóstico, Brasil consiguió incluir en el texto final una declaración a favor del impuesto a los millonarios.

Fuente: https://www.eldiario.es/internacional/guardianes-clima-rebelan-indigenas-movimientos-populares-exigen-financiacion-directa-cop30_1_12771109.html

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NO a las reformas neoliberales propuestas por el presidente Noboa

Mayoría de ecuatorianos se opone a bases militares extranjeras y defiende derechos sociales y ecológicos

Con el fin de consolidar su proyecto neoliberal, Daniel Noboa a pocos meses de ser electo presidente de Ecuador convocó a un referéndum -que tuvo lugar el 16 de noviembre de 2025- en torno a dos puntos cruciales: la sustitución de la Constitución progresista de 2008 y la autorización para instalar bases militares extranjeras en el país; además de otros dos asuntos que apuntan a reducir el peso del poder legislativo y eliminar el financiamiento público de los partidos políticos.

La respuesta del pueblo ecuatoriano ha sido un NO contundente.

Un NO a la instalación de bases militares extranjeras, en la consulta no se especifica el país, pero se refiere al plan de Noboa de instalar dos bases militares de Estados Unidos, una en Manta -donde estuvo la base cerrada por el gobierno de Rafael Correa en 2009- y otra en Salinas (ambas en la costa).

Un NO a sustituir la Constitución de Montecristi (2008), una de las constituciones más progresistas del mundo que garantiza los derechos de la Naturaleza y reconoce que Ecuador es un Estado Plurinacional.

Un NO al debilitamiento del cuerpo legislativo único que es la Asamblea ecuatoriana. Y otro NO a la eliminación del financiamiento público de los partidos políticos.

El NO ha sido la bandera de los movimientos sociales, principalmente del movimiento ecologista que trabajó arduamente para denunciar los intentos de arrasar con los derechos de la Naturaleza garantizados por la Constitución de 2008. Como lo explicó Alberto Acosta, presidente de la Asamblea Constituyente (2007-2008): «Cuando protegemos la Naturaleza, la asumimos como una condición básica de nuestra existencia y, por lo tanto, también como la base real de los derechos colectivos e individuales de libertad».

El NO ha sido la bandera del Movimiento Indígena, en defensa de la Madre Tierra, en oposición al plan económico neoliberal y al autoritarismo del gobierno. Recordemos que en los meses de septiembre y octubre, la gran movilización indígena contra el alza del precio del combustible y del costo de vida fue violentamente reprimida. Tres comuneros murieron por el accionar de las fuerzas represiva y muchos otros sufrieron heridas de gravedad.

El NO ha sido también la bandera del principal partido político de oposición, Revolución Ciudadana.

Tras la bandera del NO se han movilizado artistas y jóvenes realizando performances en plazas y calles, cantando canciones, filmando videos, dibujando caricaturas, haciendo fotografías, murales y pinturas. El movimiento por el NO vibró con energías renovadas y entusiasmo por la defensa de la Naturaleza, del país todo y su gente -de la costa a la sierra. Y más allá del referéndum, esta presencia de las nuevas generaciones irrumpiendo en la vida político social es el mejor augurio de que un futuro mejor es posible en todas las regiones del país.

Cabe preguntarse, ¿cómo pudo Noboa sobredimensionar de tal manera su fuerza política convocando a un referéndum que en lugar de ampliar su margen de maniobra lo disminuyó considerablemente? Algunos replanteos deberá hacer el partido gobernante.

Por otra parte, el rechazo popular expresado en las urnas a las reformas neoliberales impulsadas por el gobierno de Noboa crea las condiciones ideales para el surgimiento de un Frente Amplio opositor que pueda aunar esfuerzos en la resistencia, priorizando lo que los une -preservación de la Naturaleza y de la soberanía nacional, entre otros puntos- y secundarizando las diferencias.

Así, acompasado por un NO rotundo, se esboza un futuro mejor: la posibilidad de conformar a lo largo de la próxima etapa un frente amplio, abarcador de los diferentes movimientos sociales y políticos, capaz de formular un proyecto económico que beneficie a las grandes mayorías preservando la Naturaleza en el marco de un Estado Plurinacional. Y con ello, se podrá restablecer la paz social en el convulsionado Ecuador. Un país y un mundo mejor es posible.

Fuentes: Rebelión – Imagen del pintor ecuatoriano Pavel Egüez.

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Con impulso del peronismo, la Educación Emocional está a un paso de ser ley en la Provincia de Buenos Aires

La Legislatura bonaerense dio media sanción a un proyecto que incorpora la educación emocional como contenido obligatorio desde el nivel inicial —a partir de los 45 días— hasta la secundaria. La iniciativa, impulsada por la diputada Luciana Padulo, del Frente de Todos, tuvo el apoyo de todos los bloques, a excepción de la izquierda que la rechazó. En esta nota analizamos qué propone la educación emocional, la mirada de pedagogos que sostienen que tiene un enfoque neoliberal y por qué plantea una respuesta individual a un problema de raíz social.

Por: María Díaz ReckDocente y congresal de Suteba La Plata/ María Eugenia MaureguiDocente – Agrupación Marrón

Mientras la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) ha sido objeto de cuestionamientos y depende en gran medida del compromiso docente frente a la falta de recursos estatales, la “Educación emocional” avanza en las agendas escolares, promovida por espacios de distinto signo político. En Misiones, Jujuy, Corrientes, en Chaco (cuando Capitanich -peronista- aún era el gobernador) y recientemente en la ciudad de Buenos Aires, se promulgaron leyes de educación emocional. A los problemas educativos y sociales, los gobiernos responden con prácticas socio emocionales adaptativas.

El proyecto presentado por la legisladora bonaerense Padulo modifica artículos centrales de la Ley Provincial de Educación N° 13.688 para integrar recursos pedagógicos que apunten al “autoconocimiento, la autorregulación emocional, habilidades sociales y la empatía”, como se plantea en el artículo 27 ( inciso h) del proyecto. La comunidad educativa no ha sido consultada ni tenida en cuenta para esta reforma que implica la modificación de los diseños curriculares, nuevas tareas en la labor docente y un enfoque adaptativo que algunos pedagogos vienen cuestionando por su ética neoliberal.

El debate sobre la educación emocional no es nuevo. En los últimos años, distintas fundaciones y actores del ámbito educativo impulsaron la incorporación de la llamada “educación emocional” como herramienta para enfrentar el malestar juvenil. Es importante detenernos a analizar qué hay detrás de esta pretendida “ innovación pedagógica”, que tiende a individualizar problemas que son esencialmente sociales.

Como plantea el dictamen presentado por la diputada del Frente de Izquierda Unidad, Laura Cano, la educación emocional patologiza el malestar social, despolitiza el sufrimiento juvenil y sugiere que es el individuo quien “falla”, sin considerar el peso del contexto económico, cultural y material en el que viven niños y adolescentes. El avance global de programas de educación emocional y neurociencias en la escuela responde a una visión adaptativa y normalizadora que busca regular o controlar emociones consideradas negativas, como la ira o la frustración, promoviendo conductas dóciles y funcionales al sistema productivo.

“Lo que se dieron cuenta las grandes empresas es que tienen que tener a sus CEOs y colaboradores desarrollados desde chicos, para evitar problemas en el futuro”, declaró Lucas Malaisi, egresado de la UCA y director de la fundación Educación Emocional.

Este enfoque coloca el foco casi exclusivamente en las personas. Sus propuestas despolitizan los conflictos sociales y se presentan desligadas del contexto económico, cultural y político en el que viven niñas, niños y adolescentes. En consecuencia, tienden a invisibilizar las contradicciones de clase, género y raza que atraviesan a las sociedades contemporáneas, especialmente en el marco del capitalismo y el patriarcado.

Como se plantea en esta nota, se priorizan competencias como resiliencia, autoconfianza, trabajo en equipo y manejo del estrés porque son funcionales a la productividad capitalista y a la naturalización y aceptación de condiciones precarias de trabajo y en consecuencia, de vida.

Como señala Abramowski al describir el ethos terapéutico contemporáneo, “la narrativa terapéutica se nutre de una promesa: la de la felicidad”, cuestionando que se tipifican y categorizan las emociones en buenas y malas. Esta perspectiva individualiza el proceso educativo y reduce el aprendizaje a una experiencia puramente personal, debilitando la construcción colectiva del conocimiento, fundamental para una pedagogía crítica y transformadora. Y citando las investigaciones de Val Gillies respecto de los programas de educación emocional en el Reino Unido, va a afirmar que en su estudio, la pedagoga encuentra que las complejas emociones que viven los estudiantes (ansiedad, miedo, preocupación, tristeza) son desoídas y aplastadas por el ideal de calma y control emocional proclamado por el SEAL (Social and Emotional Aspects of Learning). Si bien el programa plantea “compartir” las emociones en el aula, las actividades pautadas limitan y encauzan qué sentimientos y pensamientos se pueden expresar, así como los modos apropiados de hacerlo, reproduciendo modelos y valores de las clases privilegiadas.

La educación emocional es parte del mismo enfoque por el cual se promueven departamentos de felicidad en las grandes empresas, que buscan aumentar la productividad y reducir costos, a partir de iniciativas que promueven espacios de relajación, respiración consciente y mejoren las relaciones interpersonales.

No es individual, es social: La crisis social en las infancias y juventudes

La situación de violencia, pobreza y deterioro de la salud mental que atraviesan las infancias y juventudes en la Argentina se profundiza y se expresa a diario en las escuelas y en los barrios.
Según el último informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, el 66,1% de los niños y adolescentes vive en situación de pobreza, cifra que trepa al 76,6% en el conurbano bonaerense, mientras que un 16% se encuentra en la indigencia. La falta de acceso a alimentos, salud, vivienda y educación configura un escenario de vulnerabilidad extrema que, advierten especialistas, tiene efectos directos sobre el bienestar psicosocial.

En paralelo, los jóvenes de sectores populares son con frecuencia objeto de discursos estigmatizantes. Referencias que los vinculan con la delincuencia o iniciativas como la baja de la edad de punibilidad —impulsadas por sectores políticos liberales— profundizan esa criminalización simbólica.

Un panorama crítico en salud mental

En este contexto, los problemas de salud mental entre niños y adolescentes se multiplican: ansiedad, depresión, baja autoestima, trastornos de atención e hiperactividad, consumo problemático de sustancias y diversas formas de sufrimiento subjetivo. El suicidio, además, se consolidó como un problema de salud pública de magnitud creciente.La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años. En Argentina, las tendencias acompañan la preocupación global: estudios recientes indican que más del 70% de los adolescentes experimentó síntomas de ansiedad, soledad o insatisfacción vital, mientras que hubo un aumento del 32% en intentos de suicidio y del 85% en autolesiones entre 2022 y 2023.

Como señalamos acá la respuesta estatal viene siendo el descarte. A nivel global, el gasto público en salud mental “sigue siendo apenas el 2% del presupuesto total en salud, un porcentaje que no ha variado desde 2017”mientras que, desde su sanción en el 2010, la Ley de Salud Mental no se ha cumplido.

La comunidad educativa: Convidada de piedra en este debate

Docentes, equipos de orientación escolar y especialistas en salud mental advierten que la discusión sobre educación emocional no se está dando con la participación de la comunidad educativa y que las necesidades urgentes pasan por otro lado.

Se necesitan más psicólogos, psicopedagogos y trabajadores sociales en todas las escuelas, presupuesto para implementar plenamente la Ley de Salud Mental y la Educación Sexual Integral (ESI), además de capacitaciones gratuitas en servicio para el personal docente.
Esta es una demanda muy sentida en la comunidad educativa, en un contexto donde se profundizan situaciones de violencia en las escuelas, como se vio en distintos distritos de la Provincia de Buenos Aires.

Hoy más que nunca urge que la problemática sea abordada definiendo claramente los verdaderos responsables de esta crisis social. Si la gran mayoría de las adolescentes hoy están sumergidas en la pobreza, si su proyecto de futuro es de total incertidumbre y la respuesta que se les da, es que tienen que adaptarse a los padecimientos, difícilmente puedan liberarse de los padecimientos de la salud mental. Es imprescindible poder construir otra perspectiva, otro imaginario en el que las grandes mayorías puedan tener un futuro que merezca ser vivido.

https://www.laizquierdadiario.cl/Con-impulso-del-peronismo-la-educacion-emocional-esta-a-un-paso-de-ser-ley-en-la-Provincia-de

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México: Con acciones en más de 20 estados, CNTE desafía continuidad neoliberal de la 4T

La nueva jornada nacional de lucha de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) marcó un punto de inflexión, pues en más de 20 estados del país miles de maestras y maestros realizaron bloqueos, tomas de oficinas gubernamentales, liberación de casetas, marchas y acciones coordinadas en defensa del derecho a una jubilación digna y por la abrogación de la ley neoliberal del ISSSTE de 2007.

El magisterio disidente, que por décadas ha enfrentado las reformas privatizadoras y la persecución política de distintos gobiernos, vuelve hoy a colocarse a la vanguardia de la resistencia contra el sistema de Afores y los intereses del capital financiero, que lucra con los ahorros de millones de trabajadorxs.

El paro nacional —que se extendió por Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Guerrero, Zacatecas, Aguascalientes, Baja California, Durango, Colima, Sinaloa, Yucatán, Estado de México, Ciudad de México y otras entidades— no fue únicamente una jornada de protesta, sino que fue la expresión concentrada de años de agravios acumulados contra el magisterio y contra la educación pública. La indignación que recorrió el país es resultado directo de la continuidad neoliberal que los últimos gobiernos han sostenido, preservando el desfinanciamiento educativo, la precarización laboral, la privatización disfrazada y el abandono de la infraestructura escolar.

En Durango, el propio temor de las autoridades a que la CNTE tomara la Secretaría de Educación las obligó a abrir un diálogo improvisado —más bien un intento desesperado de contención— para evitar que la movilización desenmascarara la parálisis gubernamental. En Zacatecas, la fuerza del magisterio irrumpió con una marcha de más de 25 mil docentes hacia el Congreso local, dejando claro que las bases ya no están dispuestas a tolerar la simulación ni los acuerdos cupulares.

Y en la Ciudad de México, el plantón de la CNTE prácticamente cercó la Cámara de Diputados, a pesar de que el gobierno desplegó un violento operativo de granaderos para encapsular, hostigar y bloquear el acceso al recinto legislativo. Este cerco policial mostró que, ante las demandas legítimas del pueblo trabajador, la primera mujer presidenta responde con represión y blindaje institucional para proteger las reformas neoliberales y los intereses del capital financiero.

La narrativa oficial quedó en evidencia desde la madrugada del inicio del paro de 48 horas. Mientras Rosa Icela aseguraba que el “diálogo con la CNTE está abierto de manera permanente”, Palacio Nacional amanecía blindado por vallas y un despliegue policial desproporcionado. La política real del gobierno de Claudia Sheinbaum —ejecutada junto con el dirigente charro Alfonso Cepeda— consistió en descuentos salariales de decenas de miles de pesos, sobrecarga administrativa como castigo y represión directa: granaderos gasearon a las y los docentes mientras la presidenta utilizaba su conferencia matutina para criminalizar al movimiento y presentarlo como un obstáculo, desviando la atención de los negocios millonarios que las Afores y los bancos obtienen gracias al régimen individual de pensiones.

A esta ofensiva se sumó una acusación particularmente grave: intentar equiparar a la CNTE con la derecha. Nada más lejos de la verdad. La Coordinadora tiene 46 años de lucha contra el charrismo del SNTE, contra los gobiernos del PRI, PAN y PRD, y contra las reformas estructurales que buscan privatizar la educación pública. La CNTE enfrentó la reforma educativa de Peña Nieto, sufrió represiones como en Nochixtlán, encarcelamientos, ceses masivos y asesinatos. Quienes hoy acusan al magisterio democrático de estar “del lado de la derecha” son, paradójicamente, quienes mantienen intacto el sistema privatizado de Afores y preservan los privilegios del capital financiero.

La represión también ha golpeado a quienes han buscado articular sus luchas con el magisterio. Un ejemplo reciente es el despido injustificado de la Dra. Belén Benítez López, dirigente de FINTRAS, despedida por denunciar las condiciones precarias e insostenibles en IMSS-BIENESTAR. Que este ataque ocurra bajo un gobierno que se reclama “progresista” y dirigido por la “primera mujer presidenta” demuestra una verdad contundente: no llegamos todas, y las trabajadoras que luchan siguen siendo reprimidas cuando cuestionan los intereses que se benefician del desmantelamiento de la salud pública.

Sin embargo, ni la campaña mediática ni el cerco policial han logrado frenar el impulso del movimiento. El plantón se mantiene combativo, nutrido y respaldado por contingentes de todo el país. Incluso algunos espacios mediáticos dieron voz a las maestras y maestros; desde muy temprano, Pedro Hernández, dirigente de la Sección 9 democrática, desmontó las calumnias presidenciales y reafirmó que la CNTE no está al servicio de ningún grupo político: es un movimiento de base, genuino y profundamente democrático.

Frente al intento del gobierno y del charrismo de aislar la lucha, se abre una perspectiva decisiva, que es la de avanzar hacia la unidad en la acción con otros sectores del pueblo trabajador. Paralelamente, urge fortalecer la democratización de las escuelas y la autoorganización de las comunidades escolares. Extender y consolidar los Comités de Lucha de la CNTE es fundamental para preparar un paro nacional unificado, donde el magisterio mexicano despliegue toda su fuerza histórica, sin permitir que los charros sindicales bloqueen la voluntad de la base.

La clase trabajadora tiene una oportunidad estratégica. Mientras el gobierno defiende con firmeza los intereses de banqueros y Afores, el magisterio marca un camino distinto, el de la independencia política, la organización desde abajo y la lucha decidida por nuestros derechos.

Hoy no hay medias tintas, o se está con el capital financiero o se está con las y los maestros democráticos de la CNTE. Enfrentar esta política neoliberal, conquistar la abrogación de la Ley del ISSSTE 2007, impedir la profundización de la reforma educativa Peña–AMLO y pelear por un presupuesto que priorice educación, salud, vivienda y seguridad social (y no a las Fuerzas Armadas como la Guardia Nacional) requiere una fuerza colectiva mucho mayor.

El paro nacional mostró un rumbo posible. Ahora toca redoblar esfuerzos: seguir con paros y acciones hasta recuperar el sistema solidario de pensiones y defender cada uno de los derechos que nos han intentado arrebatar.

¡Gobierne quien gobierne, los derechos se defienden!

¡Fuera las Afores!

¡Por jubilaciones dignas y un sistema solidario para todo el pueblo trabajador!

¡Los charros no pasarán!

*Maestra de educación secundaria adscrita a la SEP.

Fotografía: Egbert Méndez

Fuente de la información e imagen:  https://insurgenciamagisterial.com/

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Libro: Entramando pedagogías críticas latinoamericanas. (PDF)

Notas teóricas para potenciar el trabajo político-pedagógico comunitario

Fabián Cabaluz Ducasse. [Autor]

Desarrollar pensamiento pedagógico crítico, implica avanzar de la mano con la generación de insumos teórico-políticos para desenmascarar, desacralizar y visualizar las múltiples formas que adquiere la dominación, la explotación y la exclusión, tanto del capital, del patriarcado, de la racialización, del adulto-centrismo, etc., lo que implica poner todo el caudal argumentativo de las tradiciones críticas del pensamiento al servicio de los/as oprimidos/ as. Desde esta perspectiva, necesitamos desarrollar un pensamiento pedagógico autónomo, propio, ajeno a las necesidades de los centros de poder, un pensamiento que emerja desde nuestras condiciones económicas, políticas y culturales, desde nuestras condicionantes geo-históricas y geo-políticas, desde nuestros territorios de lucha y esperanza.

Para avanzar en esta dirección, las Pedagogías Críticas Latinoamericanas debemos acoger la invitación de articularnos con el pensamiento y las epistemologías que emanan desde el Sur, con todas aquellas formas de conocer comprometidas contra la dominación de los pueblos y las comunidades, con todos aquellos conocimientos y saberes-otros, presentes más allá de la modernidad/ colonialidad, y emergentes desde las voces, subjetividades, experiencias y memorias silenciadas y subalternizadas. Se trata así de configurar un pensamiento pedagógico complejo, no-contemplativo sino que de la praxis, denunciante y desvelador de las múltiples caretas del patrón de dominación actual, propositivo de nuevas relaciones sociales, revelador de alternativas y caminos posibles.

Descargalo aqui: Entramando
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Venezuela: Docentes de la UCV vuelven a exigir soluciones ante la crisis salarial

Por: Radio Fe Y Alegría 

El Consejo Universitario (CU) de la Universidad Central de Venezuela (UCV) calificó el pasado 6 de noviembre como una “injusticia intolerable” el fraccionamiento del bono navideño y advirtió que los salarios actuales “impiden cubrir las necesidades básicas” de los docentes y, por ende, dificultan la formación de profesionales de excelencia.

José Gregorio Afonso, presidente de la Asociación de Profesores de la UCV (APUCV), informó en el programa Punto y Seguimos de Radio Fe y Alegría Noticias que el gremio ya presentó al gobierno una propuesta para elevar el salario mínimo docente a 200 dólares.

Sin embargo, reconoció que podrían negociar montos menores, entre 120 y 180 dólares, según la disponibilidad de recursos.

“Hay una poca comprensión por parte del gobierno venezolano del papel que ocupa la ciencia en la posibilidad de generar progreso y bienestar para la gente”, opinó.

A la espera de diálogo con el Ministerio de Educación Superior
Afonso resaltó que desde julio la APUCV ha buscado diálogo con el Ministerio de Educación Superior, presentando indicadores para el bono vacacional y recreacional, pero hasta ahora no ha recibido respuesta.

“Se comprometieron a trabajar con nosotros en una mesa de diálogo y todos los días prendemos el teléfono esperanzados de que nos llamen, pero no ha habido ningún llamado”, lamentó.

También indicó que respaldan la propuesta del gremio de maestros de un bono navideño compensatorio de 400 dólares.

Los peores pagados del planeta

El académico criticó que los profesores universitarios venezolanos sean los peores remunerados del planeta, ya que tabla salarial oscila entre 1 y 3 dólares y el salario base del profesor de más alto nivel es de apenas 522 bolívares mensuales.

En ningún caso, dijo, la bonificación de fin de año supera los 40 dólares. Lo que se recibe adicional, 40 dólares de cestaticket y 120 por el llamado “bono de guerra”, no se incluye en el cálculo de aguinaldos, bono vacacional, prestaciones sociales ni otros beneficios, lo que, según él, ha destruido el sistema de remuneraciones.

El mérito dejó de valer

Afonso señaló que los docentes de más alto nivel, con mínimo 15 años de docencia, doctorado y estudios de investigación, cobran lo mismo que quienes tienen un año de actividad docente o no han ascendido en el escalafón. “No vale el mérito, la experiencia ni las responsabilidades”.

Alertó que esta situación desnaturaliza la carrera académica, elimina incentivos para ascender, investigar o publicar, y genera un frenazo en todas las vertientes de la ciencia.

Asimismo, enfatizó que los resultados de las investigaciones realizadas por los universitarios pueden aportar soluciones a grandes problemas nacionales.

https://www.aporrea.org/educacion/n412248.html

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Sin derechos de la Naturaleza, la libertad es una ilusión

Por: Alberto Acosta

NO a la destrucción de la Madre Tierra

«Nosotros mismos somos tierra. Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta». -Papa Francisco (Encíclica Laudato Si)

Ecuador sorprendió y sacudió al mundo con los Derechos de la Naturaleza. La honda expansiva que provocó el sacudón constitucional de Montecristi es imparable. Estos derechos ya son una realidad en una cuarentena de países, distribuidos en todos los continentes. Se cristalizan a través de múltiples vías legales. El hecho de que nuestro país sea un pionero en este esfuerzo de alcance civilizatorio, indispensable para superar el colapso ecológico y social, debería llenarnos de orgullo.

Fue un logro posible por una suerte de mestizaje jurídico que recuperó elementos vitales de las culturas indígenas emparentadas por la vida, que entienden con sobradas razones que la Madre Tierra o Pacha Mama –como un espacio territorial, cultural y espiritual– merece respeto y admiración. Simultáneamente, influyeron las luchas de diversos grupos de la sociedad que defienden el ambiente sano para los seres humanos. Vivíamos un momento de creación que se inserta en el proceso de emancipación de la Humanidad.

No fue fácil. Bien sabemos que el derecho a tener derechos siempre ha exigido un esfuerzo político para cambiar las normas que niegan los derechos nuevos, como fueron los derechos de las mujeres, de los esclavos, de los indígenas. Y eso fue lo que se plasmó en los Derechos de la Naturaleza en Ecuador; ver sobre todo los artículos 71 a 74 de la Constitución.

Estos derechos no son equiparables a los derechos ambientales, pero si complementarios. En su centro está puesta la Naturaleza, que obviamente incluye al ser humano. La Naturaleza vale por sí misma, sin importar los usos que le den los humanos, implicando una visión biocéntrica. La Naturaleza o Pacha Mama, donde se reproduce y realiza la vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos. Toda persona, comunidad, pueblo o nacionalidad puede exigir su cumplimiento ante autoridad pública. Se establece el derecho de restauración independiente de la obligación que tienen el Estado y las personas naturales o jurídicas de indemnizar a los individuos y colectivos que dependan de los sistemas naturales; obligación de se deriva de los Derechos Humanos a un ambiente sano. Por igual se incorporan los principios de precaución y restricción para evitar para las actividades que puedan conducir a la extinción de especies, la destrucción de ecosistemas o la alteración permanente de los ciclos naturales. Estos derechos no defienden una Naturaleza intocada; se fijan en los ecosistemas, en las colectividades, no solo en los individuos, sin tolerar en ningún caso la tortura de ningún ser vivo.

En la práctica legal se avanza. Con cada vez más sentencias, incluso algunas de la Corte Constitucional, se reconoce a la Madre Tierra como sujeto de derechos. Simultáneamente, como un punto medular, estos derechos se han transformado en una poderosa bandera de lucha para quienes defienden sus territorios. Y todo como parte de un indudable proceso de pedagogía política de alcance global.

El mensaje es claro. No hay derecho para explotar sin límites la Naturaleza y menos aún para destruirla, sino solo derecho a una relación ecológicamente sostenible. Las leyes humanas -incluyendo las económicas, por supuesto- deben estar en concordancia con las leyes de la Naturaleza. Y, además, tengamos presente, que, en realidad, la Naturaleza es la que nos da el derecho a la existencia a los seres humanos, y que ella, en su permanente búsqueda del equilibrio, no se equivoca; solo algún despistado puede llegar a afirmar que la Naturaleza no es un ente vivo.

De hecho, cuando protegemos la Naturaleza, la asumimos como una condición básica de nuestra existencia y, por lo tanto, también como la real base de los derechos colectivos e individuales de libertad. Así como la libertad individual solo puede ejercerse dentro del marco de los mismos derechos de los demás seres humanos, la libertad individual y colectiva solo puede ejercerse en armonía con la Naturaleza, es decir respetando los Derechos de la Naturaleza, pues sin dichos derechos la libertad misma es una ilusión.

La historia detrás de estos derechos, más allá del trascendental paso que se dio en Ecuador, es de larga data y tiene muchas entradas. Estos derechos no son, entonces, el resultado de una novelería jurídica; son parte de respuestas cargadas de una ética global para garantizar la sostenibilidad de la vida.

En la medida que estos derechos se expanden, crece, sin embargo, la resistencia de quienes pretenden proteger sus privilegios sostenidos en la explotación de la Naturaleza y de los humanos. Por eso hay grupos que proponen derogarlos a través de una nueva Asamblea Constituyente, impulsada por el presidente Noboa. La regresión en estos Derechos de la Naturaleza y otros muchos derechos, que constituyen la base para construir una sociedad afincada en la justicia social y ecológica, sería un duro golpe: provocaría, entre otras afectaciones, una avalancha de las actividades mineras y petroleras con brutales impactos sobre las comunidades y la Naturaleza. La ambición desmedida puede destruir lo que nos importa.

Las razones para proteger la actual Constitución son múltiples. Defender derechos, es asegurar la posibilidad de construir una sociedad más justa en todos los sentidos. En última instancia, decir NO a las pretensiones del presidente ecuatoriano implica, además, frenar la posibilidad de que se consolide un gobierno cada vez más autoritario y extractivista. Se trata de defender la democracia y la vida misma.

Todo esto está en juego en la consulta popular del próximo 16 de noviembre.

Alberto Acosta: Presidente de la Asamblea Constituyente 2007-2008

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