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Entrevista a Aurora Gómez «Una búsqueda con ChatGPT consume 10 veces más que una búsqueda en el Google antiguo»

Por: Olivia Carballar

Tu Nube Seca Mi Río trata de sensibilizar y actuar sobre el impacto ecosocial de los centros de datos. Hace unas semanas, fue referenciado por Naomi Klein en ‘The Guardian’. «Yo es que lo tengo que decir porque estoy muy orgullosa», afirma Aurora Gómez, la persona que está detrás del colectivo.

Si eres de los que se resisten a dejar las redes sociales por miedo a que el mundo se olvide de ti, puede que te interese esta entrevista. «En la España árida y con estrés climático, uno de los grupos que pide una moratoria a los nuevos centros de datos se autodenomina Tu Nube Seca Mi Río. El nombre es apropiado, y no solo para España. Se está tomando una decisión indescriptiblemente desalentadora ante nuestros ojos y sin nuestro consentimiento: máquinas sobre humanos, lo inanimado sobre lo animado, las ganancias por encima de todo lo demás». Quien escribe estas palabras es nada más y nada menos que Naomi Klein.

«Yo es que lo tengo que decir porque estoy muy orgullosa», afirma Aurora Gómez, la persona que está detrás de ese colectivo. Porque ni todos los días una sale en The Guardian ni todos los días te cita la autora de La doctrina del shock. «Y nos ha citado sin necesidad de estar en las redes sociales privativas. Yo solo estoy en Mastodon», argumenta como ejemplo de que habitar Internet de otro modo es posible.

Foto:
«Soy huérfana de río», dice Aurora Gómez. «Este es el mío adoptivo, el Júcar, a su paso por Cuenca». CEDIDA

De profesión psicóloga, Gómez viene de 25 años de lucha por el software libre y los derechos digitales. «Si bajas la resolución de la cámara, podremos hablar mejor. O si puedes cerrar pestañas», avisa ante las interrupciones al inicio de la entrevista, por videoconferencia. Fue unos días antes del apagón. Finalmente, optamos por el teléfono. «Ahora sí».

¿Cómo surge Tu Nube Seca Mi Río?

Somos un colectivo activista que nació con la idea de sensibilizar sobre el impacto ecosocial de los centros de datos. Empezamos hablando de impacto ambiental y tuvimos que hablar también de lo social, porque nos dimos cuenta de que los impactos iban, además, hacia la población. El colectivo surgió cuando anunciaron el centro de datos de Meta en Talavera de la Reina. Yo, que soy de Castilla-La Mancha, pensé que si lo ponían ahí, nos lo iban a poner en más sitios. Y no iba muy desencaminada. En mi región estamos enfrentando no solo el tema de los centros de datos sino también el extractivismo minero de las tierras raras.

Ahora empezamos a escuchar más que la IA consume mucha agua. ¿De qué impacto estamos hablando?

Hasta hace poco no sabíamos que los centros de datos consumían agua. Lo único que hacían, para refrigerarse, era consumir mucha energía. Y eso ya era un problema climático impresionante y deslocalizado. Pero cuando aparece la inteligencia artificial y otros tipos de demandas energéticas como el streaming o los juegos multijugador online, la cosa cambia. Los centros de datos hacen tres funciones. Son como una gran caja de zapatos y dentro están los ordenadores, que tienen que almacenar la información, procesar la información y distribuir la información. Y es en la parte de procesar la información donde la inteligencia artificial consume muchos más recursos. Antes era mucho menor, pero ahora es un gran problema. Es decir, han crecido los denominados centros de datos de hiperescala, que son los que utilizan energía y agua para refrigerarse. Y, en breve, van a suponer la mitad de los centros de datos en todo el mundo.

Entre quienes defienden el uso de la IA generativa, argumentan que con ella necesitan hacer menos búsquedas que antes, con lo que el impacto ecológico sería menor. ¿Esto es así?

Es absolutamente falso. Primero, porque la información no suele ser verídica. Segundo, porque una búsqueda con ChatGPT consume 10 veces más que una búsqueda en el Google antiguo. Imagínate la diferencia de lo que estamos hablando en tan poquito tiempo. Y, en tercer lugar, todas estas visiones tecnooptimistas de la IA son visiones colonizadoras, racistas y lanzadas desde el privilegio, porque tú estás dando por hecho que tu derecho a buscar esa información o hacer una imagen del Estudio Ghibli está por encima del derecho de alguien a beber agua en otra parte del mundo. Es decir, es un privilegio atroz pensar que tenemos derecho a usar la inteligencia artificial porque sí. ¿Por qué alguien se cree con el derecho a pisotear la salud, el clima o los derechos laborales de otras personas?

Hay gente comprometida con el medioambiente que dice que prefiere no saber las consecuencias. 

Sí. Es que hay gente que se ha comido el discurso tecnooptimista y no se ha dado cuenta de que ese discurso viene totalmente imbricado con el capitalismo. Y me voy a retrotraer. En la primera revolución industrial coexistían a la vez la esclavitud y las primeras fábricas. En las plantaciones de esclavos, los esclavos se estaban rebelando, estaban con sus movimientos abolicionistas. Y en las fábricas, los movimientos obreros estaban diciendo también «oye, queremos derechos laborales, queremos salud». Ellos no estaban conectados, pero los jefes eran los mismos.

Entonces, gente como Charles Babbage lo que hizo fue decir: vamos a utilizar la automatización que separa una tarea compleja en tareas más pequeñas de tal manera que le quitemos valor a la gente. Es decir, que en la idea misma de lo que es la raíz de la IA ya hay una base colonial, capitalista y extractivista. No es un fallo de diseño, es el diseño.

Es otro invento del sistema, dicen algunos lectores, porque lo que te llevaba un día, ahora te lleva un minuto. 

Te voy a poner un ejemplo que me gusta mucho. Yo soy de una zona de Ciudad Real muy cerquita de Almagro. Almagro es superbonito, con su teatro y demás, pero tiene una característica muy curiosa: el encaje de bolillos. Allí se hace mucho porque la gente lo trajo de sus migraciones a Holanda. Y es algo que requiere una habilidad manual espectacular. ¿Pero sabes qué hacen las mujeres de Almagro mientras hacen bolillos? Hablar entre ellas. El bolillo es secundario y hablar entre ellas es lo principal. Lo principal es que salen a la puerta de su casa las noches de verano más tórridas para poder hablar en grupo. Y se oye ese sonido que tengo grabado en la mente: tuturrutu-tuturrutu. Podían haberlo hecho muy rápido, con un telar, con mucho ruido, sin hablar y ser, así, eficaces. Pero la eficacia es algo que solo le importa al capitalismo.

¿Y por qué se eligen determinados lugares para esos centros de datos?

La mayoría de los sitios que se están eligiendo son regiones con alto estrés hídrico. O sea, desiertos. Son zonas despobladas, con muy bajo poder. A esas empresas les da igual que haya agua porque se la van a llevar ellas. Tienen contratos preferentes. Y eso es lo que ya hemos visto. Por ejemplo, en Estados Unidos, tú ves el mapa de las regiones secas, donde habría un cowboy por ahí dando vueltas, y es ahí donde están todos los centros de datos. Arizona, Virginia… En España, Aragón es la región que más está creciendo con diferencia. La siguiente va a ser Castilla-La Mancha. Y luego Andalucía. Madrid y Barcelona tienen los centros de datos antiguos. Porque en Madrid y Barcelona el terreno es más caro y nos les sale rentable. Básicamente, estos centros de hiperescala irán en la España despoblada.

Algunos gobiernos, además, promueven estos centros. ¿Deberían exigir a las empresas que informen del uso de agua que conlleva su actividad?

Hay una directiva europea aprobada en septiembre del año pasado que dice que tienen que informar de cuánto gastan, pero no se está aplicando. ¿Sabes el meme este de la independencia de Cataluña? ¿Primero que sí y luego que no? Pues cuando Escrivá, como ministro para la Transformación Digital, dijo en la misma noticia que iban a legislar sobre la IA y los centros de datos para que no consuman tanta agua y su uso sea transparente, yo dije: «¡Bien!». Pero a continuación añadió: «Y entonces vamos a hacer un kit digital para que todos los autónomos, pequeñas pymes, utilicen la IA». Y yo dije: «¡No!». Tienen un cacao con la transición ecológica y digital…

¿Y qué pasó con el decrecimiento? Se volvió a escuchar mucho cuando preguntó la reina Letizia. ¿Y ahora?

Yo la escribo a diario, muchas veces. Nosotros, por ejemplo, hablamos de decrecimiento digital. Hay gente que utiliza los términos de permacomputación o de ecofeminismo de datos, como Ana Valdivia. Hay muchas maneras de afrontar cómo podría ser un mundo con otro tipo de tecnología diferente.

En ‘La Marea’, que también ha dejado la redes del ‘mal’, nos anima oír esto.

Claro. No necesitamos estar en esos otros sitios del mal y alimentar el mal. Somos nosotros los que creamos contenido y los que queremos interaccionar. Y para esas dos cosas no necesitamos esas herramientas del mal.

Pero es difícil en mitad de la gran ola.

El fallo es verlo de manera individual. Yo llevo 25 años luchando, con lo cual para mí es medianamente fácil. Pero ¿te acuerdas de lo de la huella de carbono? Ahora están intentando hacer lo mismo: trasladar las culpas individuales. Pero nosotros no tenemos poder de manera individual, tampoco en una sociedad digital. Lo tenemos en colectivo.

Un ejemplo de nuestra capacidad de acción es lo que está pasando en las escuelas. Las asociaciones de familias se están juntando y haciendo pactos contra las pantallas, que no van a permitir que sus hijos e hijas utilicen móviles hasta los 16 años. De esa manera, sí puedes sacar a tus hijos de la pantalla .  Y es lo que te decía antes de los esclavos de las plantaciones en Jamaica y los luditas en Londres. No se conocían, pero yo, por ejemplo, la siguiente reunión que tengo es con alguien de Irlanda. Y a diario hablo con muchos colectivos, franceses, portugueses… Es una cascada de activismos que van levantándose, y cada uno lo hace porque ha visto a otro y le ha inspirado.

Y actuando.

Sí, porque más allá de la parte de visibilización, ya estamos con la parte de lucha. Por ejemplo, hemos hecho alegaciones a los centros de datos de Amazon de manera colectiva, con Ecologistas en Acción. Que las actuaciones tengan consecuencias.

En resumen: ¿es entonces imposible tener IA sin consumo de agua?

Aunque resolvieras el problema aquí con los centros de datos, seguiríamos teniendo una cadena de impactos ecosociales en toda la cadena de suministro, en otra parte del globo; es decir, sería imposible.

Fuente: https://www.lamarea.com/2025/05/20/aurora-gomez-una-busqueda-con-chatgpt-consume-10-veces-mas-que-una-busqueda-en-el-google-antiguo/

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Panamá: El secretario general del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción denunció el allanamiento a la sede sindical

Saúl Méndez confirma que fue allanada la sede del Suntracs en David

Por Bernabé Yangüez

La sede del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) en la ciudad de David, Chiriquí, fue allanada este martes, así lo conformó el secretario general del sindicato, Saúl Méndez.

”La persecución llegó al edificio del Suntracs, en David, allí se está allando nuestra sede sindical, por parte del fiscal que lleva la causa de Jaime Caballero”, detalló.

Méndez definió el proceso legal que atraviesa Caballero como una causa “política” y su detención preventiva como propia de un “preso polítca”.

A Caballero se le siguen dos procesos, uno en David, por el cual tiene la medida cautelar de reportarse los 15 y 30 de cada mes por supuestamente atentar contra la personalidad interna del Estado y otro en Panamá por un presunto blanqueo de capitales, por la cual se le ordenó detención provisional por seis meses.

Este 16 de mayo la audiencia de control de garantías realizada en la sede del sistema penal acusatorio de Plaza Ágora, la jueza legalizó la aprehensión de Caballero, formalizó la imputación de cargos por delitos contra el orden económico en la modalidad de blanqueo de capitales y se concedió al Ministerio Público seis meses para llevar adelante la investigación.

La jueza de garantía también aplicó la medida cautelar de detención preventiva y la defensa apeló la medida, por lo que la audiencia de apelación será este 30 de mayo.

LA ESTRELLA

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La tecnología desnuda en educación

Por: Cristóbal Suárez Guerrero

La tecnología forma parte de nuestras vidas, y en esa convivencia la transformamos, pero también nos transforman, incluso desde hace más de 3 millones de años. Pero no todas las tecnologías son iguales, las digitales, dada su complejidad y su envolvente presencia, también influyen en la construcción de nuestra imagen y de las relaciones sociales, así como en la noción de realidad y sobre cómo intervenir en ella (Floridi, 2015). No somos ajenos a ellas y, contrariamente a lo que se dice sobre su capacidad de deshumanización, hay que considerar que, como las anteriores, forman parte consustancial de nuestro desarrollo (Diéguez, 2024). Pero, lo singular de las tecnologías digitales es que, además de permitirnos realizar muchas -y mejores- acciones, representan un desafío del pensamiento que exige ir más allá del escaparate de herramientas, la tecnología desnuda, y examinar tanto sus connotaciones internas y externas para darles significado.

Asumiendo que ninguna tecnología es neutral, puesto que cada una ofrece una forma concreta de hacer algo ajustada a su concepción y diseño, también nos invita a reimaginar -en conjunción a otros factores- modos de acción y representación de procesos tan delicados y ambiciosos como la educación. Y es ahí, aupado sobre su vertiginoso potencial, donde también descansa una narrativa sobre el valor y el poder de la tecnología digital en la educación. La narrativa EdTech, incluso donde no cabe pensar la educación sin tecnología (Dussel & Williams, 2023), es parte del imaginario pedagógico que tiene una gran influencia en las decisiones educativas (Matthews, 2020), pero también en la forma de delinear su futuro, donde, al parecer, la tecnología siempre está por delante (Selwyn et al., 2019).

Por ello no es de extrañar que surjan esfuerzos por desentrañar este tipo de narrativas EdTech, como aquellas sobre Inteligencia Artificial (IA) generativa que, según Cave et al. (2020) tienen un impacto real tanto en su devenir, su implementación o su regulación. Es más, la importancia de este mundo simbólico, la narrativa IA, es clave para entender que las diversas herramientas de IAtambién constituyen retos epistemológicos con implicaciones en la forma de entender y atender el aprendizaje (Silander, 2024). Pues bien, con toda la importancia que tiene la narrativa en las proyecciones y en las decisiones que tomamos sobre la tecnología en educación (Tondeur et al., 2017), y dada la alta complejidad de la actual tecnología digital, en esta entrada busco examinar una idea que tiene cierto prestigio en la narrativa EdTech: cuando hablamos de tecnología pensamos en herramientas.

Al hablar de tecnología digital en educación, especialmente en la prensa y la publicidad, tenemos una fuerte fijación en su parte más visible, las herramientas y sus grandes prodigios: las 10 aplicaciones móviles que revolucionarán el mundo educativo; el bot que personaliza, asiste y mejora el rendimiento escolar; la plataforma que gestiona eficazmente la atención a la diversidad; las aulas inmersivas 3D que garantizan la motivación del alumnado, etc. Y esto es lógico, ya que si hablamos de estas tecnologías en educación es preciso hablar de herramientas, claro, pero esto es una parte. Dado el brillo, la velocidad o la intensidad con que aparecen o se publicitan en el espectro educativo, existe la tendencia a centrarnos en las herramientas desnudas de sus complejidades tanto “de fábrica”, internas, como del contexto educativo, externas. ¿Cuál es la idea? A la complejidad educativa, en sí misma ya densa, heterogénea y multivariable, se le añade la de la tecnología actual que merece otra exigencia pedagógica. Una que, en principio, distinga que no es lo mismo desarrollo tecnológico en educación que desarrollo educativo con tecnología (Suárez-Guerrero et al., 2020).

Para empezar, existe una diferencia entre prestar atención a la herramienta y la tecnología: “El término tecnología es un paraguas bajo el que se incluyen, pues, elementos diversos. Aunque en el uso común es habitual identificar la tecnología con las máquinas o los aparatos, lo cierto es que tales cosas son la punta del iceberg de procesos más amplios y complejos” (Diéguez, 2024, p. 22). Cuando nos enfocamos solo en la herramienta, artefacto o aparato, ya sea por seducción o por aversión, dejamos de lado lecturas imprescindibles que forman parte de la tecnología, como el conocimiento científico implícito, las finalidades y valores de su diseño, las habilidades requeridas para su uso o las formas de producción. Cada potencial uso de la tecnología digital en educación también es una invitación a todo lo que ha dado forma y sostiene, incluida la herramienta. Así, ya que no es posible pensar una herramienta como neutral, no cabe una comprensión de la tecnología desnuda de sus complejidades que le son consustanciales y, por ello, hoy más que nunca no nos vale una narrativa educativa centrada únicamente en su funcionalidad o publicidad, sino abrir el foco a un análisis más amplio que permita entenderla mejor.

Pero, ir más allá del espectáculo mediático que se monta sobre las herramientas no es un esfuerzo mecánico, sino comprensivo. Esta exigencia pedagógica sobre el mundo EdTech supone, como señala Williamson (2021), examinar -claro está- una serie de herramientas (hardware/software), y asimismo entender la cada vez más intrincada variedad de actores (humanos y no humanos), organizaciones (públicas, privadas o multisectoriales), prácticas (docentes, diseñadores o promotores) y discursos educacionales de encuadre presentes en la tecnología. Dada la complejidad de la tecnología digital no cabe detenerse solo en la herramienta en sí, sino abrir el análisis a los condicionantes, las condiciones, los actores, los valores y las expectativas implícitas en sus diseños internos, pero también analizar y evaluar cómo la tecnología digital -además de la herramienta- se articula, alinea o sintoniza con los propósitos y contextos educativos donde se piensa aplicar. Por ejemplo, se puede aprovechar el potencial de un aula virtual y emplear datos para mejorar la experiencia de aprendizaje, pero también debemos preguntarnos sobre la calidad de esos datos, la propiedad y el tipo de acceso permitido, la competencia para analizarlos adecuadamente, la privacidad o los sesgos implícitos. Que la herramienta funcione no es la única razón, sí una parte, para admitirla en educación.

Las herramientas digitales no se “instalan” en una abstracción, sino en contextos educativos definidos. Pensar la tecnología desnuda de sus concionantes sociales, políticos, económicos o culturales que rodean a la educación, y que le dan cabida y sentido, puede llevar a un reduccionismo tecnológico que, por ejemplo, entienda el aprendizaje como una especie de acto reflejo producto de la exposición o uso de la herramienta o, más aún, entienda la herramienta como suficiente para revolucionar lo educativo. Como se sabe, la educación “no es analítica, estable y ordenada, sino sistémica, dinámica y cambiante” (Galán et al., 2014, p. 297) donde que intervienen muchos factores y, como señala Meirieu (2003) al distinguir entre la fabricación de objetos y la formación de personas, lo normal es que las cosas no funcionen como se espera; esta naturaleza exige una narrativa menos mecanicista de la tecnología. Para ir más allá de ese reduccionismo Edtech, que poco favor le hace a la comprensión amplia de la tecnología digital en educación, se pueden ensayar otros encuadres que examinen la tecnología articulada con los otros factores que también explican la educación, y la educabilidad mediada. Esta vocación holista podría ayudar a superar el vano esfuerzo, caracterizado como mito EdTech de la “bala de plata” (Suárez-Guerrero et al., 2023), de suponer que a la introducción de una poderosa herramienta le sigue, de forma causal, un cambio significativo -rondando casi lo mágico- en educación. Los negacionistas y los entusiastas de la tecnología digital tienen el mismo punto de apoyo, ese determinismo causal, ya que si no fuese así no podrían asumir que la tecnología se basta por si sola para ser causa de grandes efectos -buenos o malos- en educación.

Esta fijación por la herramienta, más cuando está en el pico de expectativa, además de llevarnos a posiciones extremas donde todo o nada es posible con tecnología, olvidan que la tecnología -por muy eficaz, inteligente o envolvente que sea- no está sola y coparticipa, se articula, con los otros factores que intervienen tanto en el aprendizaje como en la educación. Es más, como ya lo mencionaba Francisco Martínez (2016), este énfasis puesto en lo que puede hacer la herramienta deja en un segundo plano la explicación pedagógica, clave para delinear nuestras decisiones y acciones en didáctica o investigación.

La tecnología “funciona” en relación con muchos aspectos de la educación que no pueden soslayarse. Pensar que las herramientas digitales pueden ser el Santo Grial o la Caja de Pandora, según se vea, es invisibilizar la complejidad educativa. Por ello, cuando hablamos de la relación educación y tecnología sabe a poco un debate sobre su eficacia, hace falta una atención holista que examine el papel de tecnología digital -con todas sus complejidades- en el desarrollo de un proyecto humano que, por si no ha quedado claro, es más ambicioso que el propio proyecto tecnológico. Por ejemplo, se puede -y se debe- analizar la eficacia didáctica de las herramientas de IA, sin duda, pero también preguntarnos, si la promesa de automatización o las garantías de trasparencia de la IA actual encajan con los principios de los sistemas educativos. Que la herramienta funcione no es la única razón, sí una parte, de convertirse en deseable en educación.

Pues bien, y a modo de invitación, para remontar la narrativa EdTech centrada en la herramienta cabe generar otras problematizaciones -entendida como la caracterización de tópicos de estudio y análisis- de la tecnología digital en educación. Algunas ideas, grosso modo, desde lo que se puede entender como pedagogía digital crítica (Aguilera & Salazar, 2023; Suárez-Guerrero et al., 2024). Es posible, claro está, emplear herramientas de IA en la enseñanza, pero sin dejar de atender los dilemas de la algoritmización de la experiencia educativa (Giró Gràcia, & Sancho Gil, 2022), los límites que supone el cálculo estadístico en la experiencia educativa (Selwyn, 2024) o plantera el reto ético que las envuelve (Popenici, 2022); se puede, y debe, hablar del potencial didáctico de las herramientas digitales, pero además entender la forma de apropiación simbólica de la tecnología, una apropiación que supone expectativas, roles, hábitos y cultura escolar (Jarquín Ramírez, & Díez Gutiérrez, 2022); es importante conocer la capacidad de gestión del aprendizaje de los LMS (Learning Management Systems) en modalidades como el e-learning, pero también abrir el espectro a la noción de plataformización que admite otros puntos de análisis sobre la experiencia educativa mediada y mediatizada (Rivera-Vargas et al, 2023); claro que es posible automatizar procesos de evaluación del aprendizaje usando analíticas de datos, pero también exigirnos hablar de agencia, legibilidad y negociabilidad en la datificación de la experiencia educativa (Kuhn & Raffaghelli, 2023) y, por supuesto, frente al evidente imperativo comercial de que las herramientas funcionen, hay que buscar que sean significativas a la experiencia humana; no nos basta la eficacia, en educación hay que apostar por la equidad, justicia y desarrollo. Estas y otras visiones enriquecen la mirada sobre la herramienta ya que crean otros puntos de referencia para atender su complejidad y que, más temprano que tarde, inciden en nuestra imagen y práctica educativa.

Ya que existe una narrativa EduTech que estimula la tecnología digital como el producto estrella de la educación, hay que insistir en mirar más allá de los escaparates tecnológicos y construir una narrativa densa, contextual, política, exigente, utópica y crítica que arrope la desnudez con que se suele mirar la tecnología. Además de comprobar que la tecnología funcione, en educación necesitamos que tenga sentido y eso requiere, como vimos, atender la complejidad propia de la tecnología y, claro, la complejidad educativa donde se inscribe. Para ello, además de todo lo señalado, se puede recuperar un viejo ejercicio que también es parte de la tarea pedagógica: hacer preguntas (Meirieu, 2022; Suárez-Guerrero et al., 2020).

En pocas palabras, no basta con que una herramienta funcione en educación, hay que exigir -y exigirnos- un análisis de la tecnología en sentido integral, pero sobre todo sin perder la vocación educativa por un proyecto humano más justo y democrático. No se trata de huir de una amenaza tecnológica, como tampoco adherimos a lo que venga, se trata de ensayar una mirada, como comentara Neil Selwyn, crítica e ilusionante sobre la educación con tecnología.

Referencias

Aguilera, E., & Salazar, C. (2023). Critical Digital Pedagogy in the Platform Society. Oxford Research Encyclopedia of Education. https://doi.org/10.1093/acrefore/9780190264093.013.1888

Cave, S., Dihal, K., & Dillon, S. (eds.) (2020). AI Narratives: A History of Imaginative Thinking about Intelligent Machines Get Access Arrow. Oxford University Press.

Diéguez, A. (2024). Pensar la tecnología. Una guía para comprender filosóficamente el desarrollo tecnológico actual. Shackleton books

Dussel, I., & Williams, F. (2023). Los Imaginarios sociotécnicos de la política educativa digital en México (2012-2022). Profesorado, Revista De Currículum Y Formación Del Profesorado27(1), 39–60. https://doi.org/10.30827/profesorado.v27i1.26247

Floridi, L. (Ed.) (2015). The onlife manifesto: Being human in a hyperconnected era. Springer Nature. https://link.springer.com/book/10.1007/978-3-319-04093-6

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Jarquín Ramírez, M. R., & Díez Gutiérrez, E. J. (2022). Google en Iberoamérica: expansión corporativa y capitalismo digital en educación. Revista Española de Educación Comparada, 42,240–260. https://doi.org/10.5944/reec.42.2023.34322

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La tecnología desnuda en educación

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Trump y el cierre del Departamento de Educación, ¿giro al homeschooling?

Por: Horacio Sánchez de Loria* y Roberto Dante Flores**

En EE.UU ya son más de 3 millones, desde preescolar hasta los 12 años, los niños educados en sus propios hogares, lejos de las escuelas. Trump desmantela el sistema educativo y lo acusa de difundir la cultura woke. Cerró escuelas, prohibió palabras y peligra la instrucción de pobres y discapacitados.

El 19 de marzo, rodeado de estudiantes, Donald Trump dispuso el desmantelamiento del Departamento de Educación, equivalente a un ministerio según la configuración administrativa establecida por el presidente Jimmy Carter en 1979.

No es una medida aislada, sino que forma parte de la batalla cultural emprendida en forma virulenta, que en este caso beneficia al homeschooling, enseñanza en la casa. Desde sus orígenes en los Estados Unidos las familias educaban a sus hijos en sus propias casas.

Resulta significativo que Massachusetts, un tradicional Estado, fuera el primero en aprobar una ley de educación obligatoria (1789). Esa fue la cuna de la educación estadounidense y aún sigue siendo un faro de cultura con sus prestigiosas universidades: Harvard, MIT, etc. Pero definitivamente se estableció el sistema moderno de educación en el año 1852, a instancias del abogado y educador Horace Mann. Un argentino, Domingo Faustino Sarmiento, admirado por ese programa educativo visitó Boston, y años después contrató a sus maestras para enseñar en Argentina.

Luego de Massachusetts, otros Estados comenzaron a hacer obligatoria la asistencia a las escuelas e incluso prohibieron la educación en casa. Pero a mediados del siglo XX volvió el interés por el homeschooling, impulsado por el cuestionamiento social a la educación pública y el auge de las ideas de desescolarización. Posteriormente–en el contexto de las protestas de los estudiantes contra su participación en la guerra de Vietnam– John Holt, y otros educadores, promovieron por todo el país la enseñanza sin escuela.

Para la década de 1980 los Estados comenzaron a legalizar el homeschooling, reconociendo las diversas razones por las que los padres optan por esta vía educativa. El número de familias que educan a sus hijos en casa aumentó paulatinamente, alcanzando 3,1 millones de niños desde preescolar a los 12 años. Representan el 6 % del sistema educativo estadounidense y se ha extendido a otros países, incluso Argentina (National Home Education Research Institute, 2025).

La profesora de Harvard Elizabeth Bartholet señala que la mayoría de esas familias (según estimaciones, hasta el 90%) se rigen por creencias religiosas que buscan alejar a sus hijos de la cultura dominante. Y algunos de los padres son «ideólogos religiosos extremistas» que cuestionan la ciencia y promueven la sumisión femenina y la supremacía blanca (Harvard Magazine, 2020).

Ahora Trump argumenta que la oficina federal de Educación es innecesaria en un país donde los Estados regulan en gran medida la materia. Pero lo más importante: subraya que ha sido un cauce para expandir la cultura woke.

Es cierto que la financiación federal representa una porción relativamente pequeña –alrededor del 10%– de los presupuestos de las escuelas de gestión estatal. Sin embargo, hay Estados como Mississippi o Alaska, que dependen de este dinero para financiar más del 20% de los costos de los distritos escolares.

La pregunta ahora es: la secretaria de Educación Linda McMahon, ¿dejará de proveer dinero para ayudar a estudiantes pobres y discapacitados? Además, ¿que pasará con los préstamos estudiantiles?

Es cierto que la medida requeriría de una ley del Congreso, pero sabemos que las normas legales han perdido eficacia en el país del Norte, lo que augura una decadencia mayúscula. Varias de las casi 150 órdenes ejecutivas (decretos) que ha firmado Trump en pocos meses de gobierno violan disposiciones constitucionales que han sido denunciadas, pero a él poco le importa.

Ha cerrado decenas de bibliotecas, recortado subsidios a las universidades acusadas de permitir las protestas en favor de los palestinos o fomentar el wokismo. Utilizó el escándalo del watergate al Servicio de Impuestos Internos, Internal Revenue Service, como arma política contra sus adversarios. También prohibió alrededor de 200 palabras en la comunicación gubernamental, amén del apoyo a la censura sobre miles de libros, entre ellos 1984, de George Orwelll, o The Handmaid Tale, de Margaret Atwood.

La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, USCCB, al tiempo que recuerda que son los padres los principales educadores de sus hijos y deberían tener libertad para elegir la más adecuada, advierte sobre el peligro que corren los niños pobres y discapacitados de todas las escuelas del país con estas medidas.Evidentemente, todas ellas no tienen como horizonte el bien común, y fomentan aún más el individualismo, en una sociedad modelada por ese flagelo social.

* Miembro de la Academia Nacional de la Historia
** Historiador, Universidad de Buenos Aires

https://www.perfil.com/noticias/opinion/trump-y-el-cierre-del-departamento-de-educacion-giro-al-homeschooling.phtml

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Nada es gratis: la Inteligencia Artificial y el trabajo apropiado

Por Andrea Navarro

La inteligencia no surge de manera espontánea, requiere un proceso de formación, de exposición a ejemplos, de aprendizaje guiado por experiencia acumulada. En el caso de la inteligencia artificial, ese aprendizaje depende en gran medida de los datos que se le proporcionan. Sin una base de información, un modelo no puede identificar patrones, generar respuestas ni tomar decisiones. Alimentar a una IA implica diseñar, obtener, procesar y refinar los datos utilizados para entrenarla.

El conjunto de entrenamientos

El conjunto de entrenamiento o dataset es un elemento central en el desarrollo de un modelo de inteligencia artificial. La calidad, el tamaño y la composición de estos datos determinan el rendimiento, la precisión y también los posibles sesgos del modelo resultante. Es a partir de este conjunto que una IA “aprende” a realizar tareas.

Aspectos como el etiquetado, la variedad, el balance, la representatividad, la cantidad, y la presencia de sesgos o errores impactan directamente en la capacidad del modelo para desempeñarse de forma adecuada. Por eso, la creación y obtención de conjuntos de entrenamiento masivos y de alta calidad se ha convertido en una pieza clave dentro de la industria tecnológica.

Creación de datasets

Las empresas suelen almacenar datos relacionados con operaciones internas, rendimiento de sistemas, comportamiento de usuarios y datos de clientes. Esta información, recolectada de manera sistemática, puede ser utilizada posteriormente para construir conjuntos de entrenamiento para modelos de inteligencia artificial.

En el ámbito de la investigación científica o técnica, los datasets se generan a partir de datos antiguos y nuevos, acumulados progresivamente a lo largo de la experiencia. Los equipos recolectan, categorizan y almacenan información relevante de forma estructurada, haciendo que el conjunto de entrenamiento crezca y se refine con el tiempo.

En otros casos, los conjuntos de entrenamiento se generan de forma automática a partir del uso cotidiano de un sistema, software o servicio. Un ejemplo claro de esto son los algoritmos de recomendación de plataformas como Netflix, Spotify o YouTube, que recopilan datos sobre el consumo de contenido, palabras clave, categorías, historial de reproducción y feedback del usuario (como «me gusta», tiempo de visualización, o saltos de contenido). A partir de estos patrones, los sistemas aprenden a predecir gustos y preferencias de usuarios con perfiles similares.

Del mismo modo, empresas como Google y Amazon recolectan métricas de navegación, búsquedas, clics, interacciones, historial de compras, tiempo de permanencia en páginas, y otras señales que permiten entrenar modelos para personalizar resultados, optimizar anuncios, mejorar experiencias de compra o detectar fraudes.

Sin embargo, cuando se quiere que una IA aprenda a realizar una tarea específica que no responde a la operación cotidiana es necesario crear con un conjunto de entrenamiento diseñado especialmente para ese propósito. Esto implica no solo reunir una gran cantidad de datos relevantes, sino también asegurarse de que estén correctamente clasificados, etiquetados, organizados y normalizados. En el caso del aprendizaje supervisado, por ejemplo, cada dato debe incluir la «respuesta correcta» asociada. Si se desea entrenar un modelo para distinguir entre gatos y perros en imágenes, no basta con recolectar miles de fotos de animales en distintos contextos: también es indispensable que cada imagen esté claramente etiquetada como “gato”, “perro” o “ninguno”, y que haya una diversidad suficiente de razas, ángulos, calidades y escenarios para que el modelo generalice bien. Esta necesidad de precisión y volumen convierte la construcción de datasets específicos en una tarea altamente laboriosa. En algunos casos estas tareas de clasificación, corrección o generación de datos han sido obtenidas a través de trabajo humano remunerado, este es el caso en plataformas como Amazon Mechanical Turk[1] o Scale AI[2] donde se les paga a usuarios por completar tareas de clasificación, anotación y etiquetado . En los casos de datasets abiertas, aquellas son de acceso público, se ha utilizado crowdfunding para obtener la financiación requerida para cubrir estos costos. Proyectos como Mozilla Common Voice[3] han utilizado crowdsourcing logrando crear un dataset abierto a partir de la colaboración voluntaria de usuarios. Existen, sin embargo, otras metodologías menos directas que permiten obtener estos datos de los usuarios.

reCAPTCHA – El trabajo como parte de un servicio

Uno de los primeros casos populares de uso de habilidades humanas a gran escala para asistir a algoritmos de inteligencia artificial fue reCAPTCHA, desarrollado originalmente por el equipo del investigador Luis von Ahn y adquirido por Google en 2009. Esta tecnología reemplazó al CAPTCHA tradicional —que pedía a los usuarios ingresar letras o números distorsionados para verificar que no eran bots— por un sistema en el que los usuarios debían transcribir palabras difíciles de leer, extraídas de libros y periódicos digitalizados. Así, además de verificar que se trataba de un humano, el usuario ayudaba a entrenar algoritmos de reconocimiento óptico de caracteres (OCR).
Gracias a esta estrategia, Google logró en solo dos años digitalizar la totalidad del archivo de Google Books (la cifra exacta no es pública) y más de 13 millones de artículos del New York Times[4]. Parte de ese contenido se encuentra disponible en la plataforma Google Books, en versiones gratuitas o pagas, dependiendo de las restricciones de derechos de autor.

En 2015, Google enfrentó una demanda que argumentaba que los usuarios estaban realizando trabajo no remunerado al completar reCAPTCHAs[5]. Aunque el caso fue desestimado, abrió un debate sobre el uso de tecnologías que aprovechan el trabajo humano de manera gratuita para generar valor económico.

En 2012, reCAPTCHA evolucionó nuevamente: en lugar de texto, comenzó a mostrar imágenes y números provenientes de Google Street View, pidiendo a los usuarios identificar números de calles o fachadas, lo que ayudaba a mejorar los datos de Google Maps. Más adelante, introdujo los clásicos desafíos en cuadrícula, donde los usuarios deben identificar objetos como semáforos, bicicletas o autos, contribuyendo así a entrenar sistemas de reconocimiento de imágenes.

Desafíos virales – Trabajo disfrazado de entretenimiento

En el ámbito de las redes sociales, es posible generar conjuntos de entrenamiento mediante la colaboración de los usuarios, a través de desafíos, consignas o propuestas virales que promueven la creación masiva y rápida de contenido específico. Al estar acompañados de etiquetas o hashtags, estos contenidos pueden ser fácilmente filtrados y recolectados para su posterior procesamiento.

Uno de los ejemplos más comentados fue el “10-Year Challenge”[6], que se volvió viral en Facebook en 2019. El desafío invitaba a los usuarios a publicar una foto actual junto a una de hace exactamente diez años. Aunque Facebook ya contaba con acceso a las imágenes subidas por sus usuarios, este reto ofrecía una forma directa y estructurada de obtener pares de imágenes con diez años de diferencia de una misma persona, sin necesidad de búsquedas ni procesamiento adicional. Esta viralización masiva generó más de cinco millones de ejemplos potenciales en pocas semanas, lo que llevó a especulaciones sobre si la iniciativa pudo haber sido utilizada para entrenar modelos de reconocimiento facial capaces de predecir el envejecimiento o rejuvenecimiento facial.

Otro caso llamativo fue el Mannequin Challenge, que se popularizó en 2016. En este desafío, los participantes grababan videos en los que permanecían completamente inmóviles mientras la cámara se desplazaba alrededor de ellos, generando escenas con múltiples perspectivas estáticas. Más adelante, los videos etiquetados con el hashtag #MannequinChallenge fueron recopilados para construir un dataset público con el mismo nombre, utilizado para entrenar modelos de aprendizaje automático enfocados en la estimación de profundidad a partir de video[7].

A pesar de estos ejemplos, la falta de transparencia en la gestión de los datos y el control que ejercen los algoritmos de recomendación sobre qué contenidos se viralizan hacen difícil distinguir cuándo un desafío es una expresión orgánica de la comunidad o cuándo responde a una estrategia encubierta para recolectar datos con fines de entrenamiento.

Co-Pilot – Autoría y Licencias

GitHub Copilot fue lanzado para uso general en 2022. Es una herramienta de autocompletado de código desarrollada por GitHub en colaboración con OpenAI. Está basada en Codex, una versión del modelo GPT especialmente entrenada para generar código fuente. Los datos utilizados para su entrenamiento incluyen la totalidad de los repositorios públicos de GitHub, así como documentación técnica, comentarios y fragmentos de código obtenidos de diversas fuentes públicas en internet[8]. Copilot cuenta con una versión paga, y una gratuita disponible para estudiantes y mantenedores de proyectos open source.

GitHub, adquirido por Microsoft en 2018, es una de las plataformas más importantes para el almacenamiento, colaboración y administración de proyectos de software que utilizan el sistema de control de versiones Git. Antes de su adquisición por parte de Microsoft, estaba estrechamente asociado al movimiento del software libre y de código abierto.

El lanzamiento de Copilot generó un fuerte debate dentro de la comunidad de software libre. Una de las principales críticas fue que el modelo puede generar fragmentos de código muy similares —o incluso idénticos— a los utilizados durante su entrenamiento, sin incluir las atribuciones correspondientes. Esto podría constituir una violación de las licencias open source, especialmente de aquellas como la GPL (General Public License), que prohibe que cualquier software derivado se le aplique una licencia más restricitva . Además, se considera una contradicción con los principios de colaboración y transparencia que rigen el software libre.

La Free Software Foundation (FSF) expresó públicamente sus inquietudes éticas y legales en torno a Copilot, señalando que su uso podría agravar desigualdades estructurales en la industria tecnológica. La FSF ha planteado una serie de preocupaciones clave, entre ellas la posibilidad de que Copilot genere código que infrinja licencias como la GPL, la dificultad para que los usuarios verifiquen si el código producido respeta los términos de las licencias originales, y la legalidad del uso de software de código abierto para entrenar modelos comerciales bajo el principio de uso justo o fair use[9].

A esto se suma otra preocupación: las entradas que los usuarios proporcionan a Copilot (prompts, código, instrucciones) pueden ser utilizadas por el sistema para continuar su entrenamiento. Esto ha derivado en filtraciones involuntarias de datos sensibles, como claves privadas, contraseñas y credenciales embebidas en el código, lo que plantea serios riesgos de seguridad[10][11].

La complejidad legal se acentúa por la diversidad de licencias de software libre. Mientras que algunas permiten la reutilización libre del código, otras exigen atribución o imponen condiciones específicas. Algunas licencias libres sólo permiten la reutilización de código dentro de proyectos que adopten la misma licencia, lo que significa que incorporar sin saberlo una línea de código generada por Copilot basada en un repositorio con licencia GPL puede convertir todo un proyecto en código abierto. Dado que Copilot no proporciona información sobre la fuente, autor o licencia de sus sugerencias, es imposible determinar si el código generado es original, derivado o incluso si está protegido por copyright o sujeto a restricciones.

Se han presentado demandas legales contra GitHub y Copilot, tanto por violaciones de derechos de autor como por el incumplimiento de licencias open source. Mientras algunas de estas demandas fueron desestimadas, los casos centrados en licencias siguen activos. Para muchos críticos, este escenario representa una nueva forma de piratería automatizada, con implicancias legales aún no resueltas.

Generadores de imágenes y copyright

Los generadores de imágenes han experimentado un notable avance técnico en los últimos años, permitiendo crear imágenes que simulan estilos artísticos, medios y contenidos diversos a partir de simples descripciones en lenguaje natural. Sin embargo, el origen de los datasets utilizados para entrenar estos modelos ha generado controversias y demandas legales, especialmente por parte de artistas y creadores cuyos trabajos fueron incluidos sin autorización.

Entre estos modelos, Stable Diffusion ha mostrado un nivel de transparencia relativamente alto en comparación con otras herramientas similares. Su principal fuente de datos fue LAION-5B, un dataset de pares imagen-texto compuesto por más de 5.000 millones de ejemplos recolectados de contenido público en internet. Este conjunto incluye imágenes y descripciones obtenidas de redes sociales, sitios especializados en arte como ArtStation y DeviantArt, y otras plataformas como Pinterest, Flickr y Wikimedia Commons. Aunque el objetivo declarado de este dataset era democratizar la investigación en modelos generativos, su uso ha sido objeto de denuncias por parte de artistas que alegan que sus obras protegidas por derechos de autor fueron incluidas sin consentimiento. [12][13]

Estas demandas han puesto de relieve vacíos legales en torno al uso de obras protegidas para el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial, especialmente en lo que respecta a la minería de datos y a la interpretación del fair use o excepciones similares en distintas jurisdicciones. En el caso de LAION, su carácter de dataset público y de uso no comercial ha permitido cierto margen legal que es mantenido aunque empresas reutilicen ese conjunto con fines comerciales.

Por otro lado, modelos como Midjourney y DALL·E (de OpenAI) han sido mucho menos transparentes sobre las fuentes específicas utilizadas para su entrenamiento. Aunque se presume que utilizan datasets similares a LAION, el estilo de muchas de las imágenes generadas ha llevado a sospechas de que emplean datos adicionales obtenidos mediante web scraping (la extracción automatizada de datos de sitios web públicos) incluidos portafolios de artistas profesionales.

Mientras el debate legal continúa, muchas empresas que desarrollan estos generadores mantienen los derechos sobre las imágenes producidas por sus modelos, aunque permiten a los usuarios utilizarlas con fines comerciales. Sin embargo, los términos de uso de estas plataformas suelen indicar que cualquier responsabilidad legal derivada de un posible uso indebido o infracción de copyright recae exclusivamente en el usuario. Esto implica un riesgo legal latente en el uso de estas herramientas dependiendo del marco legal vigente [14].

GDPR y legislación

El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea establece un marco riguroso para la recopilación y el procesamiento de datos personales, incluyendo su uso en el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial (IA). La legalidad de este uso depende de varios factores, como la base jurídica que lo sustenta, la naturaleza de los datos involucrados y las salvaguardas implementadas para proteger los derechos de las personas. El GDPR es actualmente la regulación de protección de datos más estricta a nivel global, por lo que muchas empresas internacionales lo adoptan como estándar para operar en Europa sin tener que adaptar sus políticas por región.

En diciembre de 2024, el Comité Europeo de Protección de Datos (EDPB) emitió una opinión en la que afirmó que el «interés legítimo» puede servir como base legal para entrenar y desplegar modelos de IA, siempre que se realice una evaluación exhaustiva y se implementen medidas adecuadas. Entre estas se incluyen garantizar el anonimato, filtrar datos personales, evitar que estos aparezcan como salida del modelo, asegurar la transparencia, implementar pruebas rigurosas, auditorías periódicas y medidas de seguridad robustas. Esto reconoce la legalidad del entrenamiento de modelos de IA incluso si los datos utilizados pueden clasificarse como datos personales. [15]

Estas regulaciones están comenzando a impactar en la industria tecnológica, aunque su aplicación sigue limitada principalmente al ámbito de influencia del GDPR. Un ejemplo claro es el caso de Meta, que utiliza publicaciones y fotografías públicas de usuarios de Facebook e Instagram para entrenar modelos de IA. Mientras que los usuarios europeos pueden optar por no participar en esta recolección (lo que llevó a Meta a suspender el lanzamiento de su IA en Europa) esta práctica continúa en otras regiones sin restricciones similares. [16]

Asimismo, la plataforma X (anteriormente Twitter) ha estado bajo investigación por utilizar datos personales de sus usuarios para entrenar su modelo de IA, Grok, sin el consentimiento adecuado. A raíz de estas investigaciones, X se vio obligada a suspender el procesamiento de estos datos para los usuarios de la Unión Europea [17]

Conclusión

La inteligencia artificial no surge en el vacío ni su funcionamiento se limita a su código fuente: se construye sobre inmensas cantidades de datos generados por seres humanos. Parte de estos conjuntos de datos es creada conscientemente por personas que colaboran de forma remunerada o voluntaria. Sin embargo, una porción aún mayor proviene de individuos que muchas veces no son conscientes de su participación. Los usuarios no solo contribuyen al entrenamiento de modelos al utilizar servicios, navegar por internet o interactuar con plataformas; también lo hacen al producir contenido, como escribir textos, tomar fotografías, grabar videos, crear código o publicar en redes sociales. Incluso al interactuar directamente con sistemas de IA, están alimentando su aprendizaje. Esta situación es evidente y cada vez más común en modelos de lenguaje ampliamente utilizados como ChatGPT, Gemini o DeepSeek, cuyo entrenamiento se basa en grandes volúmenes de datos cuyo origen no es transparente para los propios usuarios

Esta realidad plantea dilemas éticos y legales complejos en torno a la autoría, el consentimiento, el uso justo de la información y la noción misma de trabajo. A medida que los modelos se vuelven más poderosos, también crece la necesidad de establecer marcos regulatorios claros, transparentes y equitativos que protejan los derechos de usuarios, creadores y comunidades.


Referencias[1] Amazon Mechanical Turk. (s. f.). Recuperado 11 de abril de 2025, de https://www.mturk.com/[2] Accelerate the Development of AI Applications | Scale AI. (s. f.). Recuperado 11 de abril de 2025, de https://scale.com/[3] Mozilla Common Voice. (s. f.). Recuperado 11 de abril de 2025, de https://commonvoice.mozilla.org/[4] Morreale, F., Bahmanteymouri, E., Burmester, B., Chen, A., y Thorp, M. (2024). The unwitting labourer: Extracting humanness in AI training. AI & SOCIETY, 39(5), 2389-2399. https://doi.org/10.1007/s00146-023-01692-3[5] Avanesi, V., y Teurlings, J. (2022). «I’m Not a Robot,» or am I?: Micro-Labor and the Immanent Subsumption of the Social in the Human Computation of ReCAPTCHAs. International Journal of Communication, 16, 1441-1459.[6] Martin, N. (s. f.). Was The Facebook «10 Year Challenge» A Way To Mine Data For Facial Recognition AI? Forbes. Recuperado 7 de abril de 2025, de https://www.forbes.com/sites/nicolemartin1/2019/01/17/was-the-facebook-10-year-challenge-a-way-to-mine-data-for-facial-recognition-ai/[7] Social media virals as training data for AI algorithms. (s. f.). Recuperado 7 de abril de 2025, de https://www.linkedin.com/pulse/social-media-virals-training-data-ai-algorithms-oguzhan-gencoglu[8] Verdi, S. (2023, mayo 17). Inside GitHub: Working with the LLMs behind GitHub Copilot. The GitHub Blog. https://github.blog/ai-and-ml/github-copilot/inside-github-working-with-the-llms-behind-github-copilot/[9] GitHub Copilot is ‘unacceptable and unjust,’ says Free Software Foundation. (s. f.). InfoWorld. Recuperado 7 de abril de 2025, de https://www.infoworld.com/article/2268189/github-copilot-is-unacceptable-and-unjust-says-free-software-foundation.html[10] GitHub Copilot Security and Privacy Concerns: Understanding the Risks and Best Practices. (2025, marzo 27). GitGuardian Blog – Take Control of Your Secrets Security. https://blog.gitguardian.com/github-copilot-security-and-privacy/[11] Cai, Y. (2023, marzo 11). Legal and Ethical Concerns behind Github Copilot. SI 410: Ethics and Information Technology. https://medium.com/si-410-ethics-and-information-technology/legal-and-ethical-concerns-behind-github-copilot-3359d25c0001[12] Robert Kneschke vs. LAION e.V.: Legal Battle over AI and Copyright. (s. f.). Recuperado 10 de abril de 2025, de https://www.fairlicensing.com/en/blog/robert-kneschke-vs.-laion-e.vlegal-battle-over-ai-and-copyright[13] Schuhmann, C., Beaumont, R., Vencu, R., Gordon, C., Wightman, R., Cherti, M., Coombes, T., Katta, A., Mullis, C., Wortsman, M., Schramowski, P., Kundurthy, S., Crowson, K., Schmidt, L., Kaczmarczyk, R., y Jitsev, J. (2022). LAION-5B: An open large-scale dataset for training next generation image-text models. https://arxiv.org/abs/2210.08402[14] Part 10: Copyright and AI: Responsibility of providers and users. (s. f.). Recuperado 11 de abril de 2025, de https://www.vischer.com/en/knowledge/blog/part-10-copyright-and-ai-responsibility-of-providers-and-users/?utm_source=chatgpt.com&cHash=f1c2f719b3c2939909a237f8b0eb7a67[15] EU Privacy Regulators Confirm That Legitimate Interest Is a Valid Legal Basis for AI Model Training and Deployment. (s. f.). Wilson Sonsini Goodrich & Rosati Professional Corporation Home Page – Palo Alto, Silicon Valley, San Francisco, New York, Seattle, San Diego, Washington, D.C., Shanghai, Hong Kong, Brussels – EU Privacy Regulators Confirm That Legitimate Interest Is a Valid Legal Basis for AI Model Training and Deployment. Recuperado 10 de abril de 2025, de https://www.wsgr.com/en/insights/eu-privacy-regulators-confirm-that-legitimate-interest-is-a-valid-legal-basis-for-ai-model-training-and-deployment.html[16] Taylor, J. (2024, septiembre 11). Meta’s AI is scraping users’ photos and posts. Europeans can opt out, but Australians cannot. The Guardian. https://www.theguardian.com/technology/article/2024/sep/11/meta-ai-post-scraping-security-opt-out-privacy-laws[17] Murphy, H., y Hammond, G. (2024, julio 26). Musk’s X faces questions from watchdog over AI data grab. Financial Times. https://www.ft.com/content/1e8f5778-a592-42fd-80f6-c5daa8851a21

Nada es gratis: la Inteligencia Artificial y el trabajo apropiado – Por Andrea Navarro

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Entrevista a Gabriel Aguirre, integrante de Capítulo para la Paz en Colombia.

Por: Pablo Ruiz

En América Latina y el mundo existen diversas organizaciones y movimientos que trabajan por la paz, en hora buena. Entre ellos, encontramos al Movimiento Global “Un mundo más allá de la guerra” (WBW, World BEYOND War) organización que tiene presencia en los cinco continentes y que “utiliza la educación, el activismo y la comunicación para promover la causa de poner fin a todas las guerras y establecer una paz duradera”, como señalan.

Conversamos con Gabriel Aguirre quien es el organizador para América Latina de WBW, es de Venezuela, pero tiene su sede actualmente en Bogotá, Colombia. Gabriel Aguierre “ha sido un activista y luchador por la paz, la justicia social, la solidaridad internacional y los Derechos Humanos, y posee más de 13 años de experiencia en el trabajo social y comunitario”.

En la siguiente entrevista conversamos sobre el peligro de las bases militares en América Latina, de la base militar de EE.UU. en Guantánamo, donde están encarcelando migrantes; del encuentro del presidente de Ecuador con el fundador de Blackwater; de lo positivo que podrían resultar las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia, donde EEUU es el mediador, y aunque se una “paz imperfecta” se podría alcanzar un alto al fuego; de Palestina; y de los tambores de guerra que promueven los líderes europeos contra rusia; entre otros temas.

– Lo primero, quisiera saber un  poco más de tu organización ¿Qué nos puedes contar? Entiendo que tienen capítulos en algunos países…

Primero mencionarte que nuestro movimiento global es una organización que se fundó en el año 2014. Es un movimiento que se propone, en principio, abolir la guerra como institución; es decir, como forma para resolver y gestionar todos los conflictos en el mundo. Es una organización que se propone poner fin al militarismo, a las bases militares, y trabajar en la construcción de una cultura de paz. Es una organización que trabaja desde la interseccionalidad; es decir, entendiendo los distintos espacios y esferas de acción y de influencia que van ocurriendo en el mundo.

Nuestros fundadores, David Swanson, que es nuestro director ejecutivo, y David Hartsough, vieron la necesidad de construir un poderoso movimiento global que pusiera en el centro de la discusión sobre la gestión y la problematización de los conflictos que van surgiendo a distintos niveles en la esfera internacional, en la esfera regional, en la esfera local, y cómo desestimar, cómo sacar a la guerra, dentro del tablero de posibilidades, y de opciones que se manejan para dirimir los conflictos.

Y es algo que está muy presente en el día de hoy. Tú bien has mencionado sobre la realidad que estamos atravesando, y la coyuntura en la cual nos encontramos, que es precisamente el problema y la amenaza latente de la guerra, de la confrontación de una tercera guerra mundial, que como han dicho algunos pensadores pondría en peligro la propia existencia de la especie humana, y que, ciertamente, existen distintos movimientos a nivel mundial que también trabajan en el mismo campo de la paz. Si nosotros decimos que la paz es un camino, entonces hay distintas formas, por supuesto, de emprender ese camino.

Naturalmente hay puntos de coincidencia, hay puntos de encuentro, porque coincidimos en la importancia, en la necesidad, en resumidas cuentas, de construir un futuro para la humanidad de paz, donde podamos contar nosotros con justicia social, donde podamos contar no sólo con una humanidad mucho más humana, una humanidad mucho más solidaria, una humanidad mucho más cooperativa, una humanidad que no se decante o no se determine por la violencia o que esté marcada por el hecho de la violencia que, en resumidas cuentas, conduce a la guerra.

Entonces, nuestro movimiento se organiza a nivel global a través de sus capítulos, en cada uno de los países; nosotros tenemos, actualmente, presencia en los cinco continentes. No podemos hablar de todos los países, pero sí en los cinco continentes.

Cada región del mundo, cada rincón del mundo, con sus particularidades, pero también nos organizamos a través de organizaciones aliadas, afiliadas a “World Beyond War”, a “Un mundo más allá de la guerra”, que son organizaciones con las cuales trabajamos, porque nos reconocemos como parte de un gran ecosistema, de un gran movimiento de organizaciones, de plataformas, y de espacios internacionales que también trabajan en el mismo campo, que se proponen, de distintas formas, también lograr los objetivos que nos hemos propuesto, que no son otros, por ejemplo, en el caso de América Latina, que construir, y hacer de nuestra región una América Latina como una verdadera zona de paz.

Y para eso es importante, por ejemplo, el cierre de las bases militares. Para eso es importante que en nuestra región no existan armas nucleares, para eso es importante que en nuestra región no exista la presencia de la OTAN, que es el “dedo en el gatillo” del imperialismo. Para eso es importante que se desmantele el Comando Sur, que es una instancia que, igualmente, actúa con base a la lógica guerrerista impuesta por EEUU para extender su dominio, y mantener su papel de potencia hegemónica en el mundo, pero en particular, en América Latina.

Entonces, hay muchas cosas que todavía hay que trabajar para lograrlas, y, naturalmente, entre las distintas organizaciones podemos cooperar, podemos contribuir, y debemos sobre todo trabajar en unidad. En unidad y en alianza para poder entender y afrontar los nuevos desafíos que nos exige hoy la realidad del mundo.

– Justamente, mencionaste el tema de las bases militares. En febrero, el mes pasado, se realizó el Día Mundial Contra las Bases Militares. ¿Por qué la oposición a las bases militares? ¿Por qué el movimiento por la paz se opone a que haya esta “colaboración” entre los países?

Mira, efectivamente, la guerra tiene distintas formas de estructurarse. Hay estructuras que conforman y que permiten potenciar la guerra. Una de ellas son las bases militares. Por eso, EE.UU. posee hoy más de 900 bases militares alrededor del mundo. En América Latina son 76 bases militares y, contando, porque aún no han desistido del esfuerzo de seguir construyendo y estableciendo, sembrando en el corazón de nuestro continente, nuevas bases militares.

Para nosotros, realmente, el tema de las bases militares es un problema, y para el mundo en general, porque desde allí se desarrollan operaciones que, por supuesto, van dirigidas a mitigar los esfuerzos de los movimientos y de las organizaciones que trabajan en la construcción de un mejor futuro de su pueblo, que trabajan por la construcción, y sobre todo por lograr conquistar derechos civiles , democráticos, sociales, de todo tipo. Y es desde las bases militares, justamente, donde se desarrollan operaciones de todo tipo: operaciones de inteligencia, operaciones de interdicción, operaciones que tienen que ver, particularmente, con el perfilamiento de dirigentes y de infiltraciones de los movimientos a distintas escalas.

Desde otra perspectiva, alrededor de las bases, cuál ha sido el argumento que se ha empleado históricamente para establecer bases militares en un país: bueno, que supuestamente las bases militares van a permitir incrementar los niveles de seguridad en ese país. Bajo esa lógica, entonces, los gobiernos suscriben acuerdos con EEUU y con la OTAN, en algunos casos, para establecer instalaciones militares en ese territorio. Bien sea visto desde la forma de cooperación directa o bien sea visto desde el establecimiento de una base propiamente militar con personal estadounidense en ese territorio, etc.

Y la gran verdad – que nos ha demostrado la historia – es que no hay un sólo caso en el mundo donde la existencia de una base militar haya mejorado los niveles de seguridad de ese país. Haya acabado con el crimen organizado; haya puesto fin al crimen transnacional, todo lo contrario: los indicadores y las estadísticas nos señalan que, donde se han establecido bases militares, se han disparado los niveles de inseguridad, se han disparado la presencia de grupos irregulares, se han disparado los niveles de operaciones del crimen transnacional, y por supuesto, otros fenómenos que ocurren alrededor de las bases militares como son, por ejemplo, las violaciones a los derechos humanos de las poblaciones.

Hay que mencionar un caso muy particular, aquí en Colombia, el caso de Olga Castillo y su hija, compañera que tuvimos el honor de conocer, hace algún tiempo, el pasado año. Ella murió de cáncer exigiendo justicia para su hija. Su hija que había sido violada por los militares estadounidenses de una de las bases que está establecida aquí, en Colombia, y que, por supuesto, en el marco de la inmunidad y de la impunidad fueron devueltos a EEUU y Olga murió reclamando justicia para su hija. No pudo hacerlo el Estado colombiano, menos lo hizo EEUU, por supuesto protegiendo a sus militares, y casos como estos hay múltiples, múltiples casos en el mundo, y en América Latina en particular.

Otros fenómenos que producen las bases militares, en los lugares donde son establecidas, es que terminan contaminando el medioambiente. Hemos visto, por ejemplo, todo lo que fue la presencia de las instalaciones militares en Vieques (Puerto Rico), una zona completamente militarizada, donde se probaban armas, donde se probaban productos y armas químicas, que se tradujo en perjuicio en la  salud de toda la población viequense y que, entre otras cosas, se utilizaron armas, donde se colocaron minas en el suelo de Vieques, y se habla que hasta el año 2033, después de la retirada del ejército estadounidense, será entonces cuando se pueda hablar de un desmilitarización completa del territorio viequense.

Entonces contaminan el agua, generan perjuicios al medioambiente, se violan los derechos humanos, se incrementan los niveles de inseguridad. Adicionalmente, despilfarran cuantiosos recursos que deberían ser utilizados para realmente resolver los problemas estructurales de nuestra sociedad en acceder a derechos como el derecho a la salud, como el derecho  a la educación, como el derecho a la cultura, la recreación, al deporte, lo que permitiría una normal existencia de la vida humana se termina traduciendo en un despilfarro cuantioso de recursos. Basta con dar una mirada  a lo que es el gasto militar en el mundo y lo que EEUU invierte en la guerra y, por supuesto, un gran porcentaje de esa inversión a la guerra, que va en armas, que va a tropas, un gran porcentaje de eso va a las bases militares.

Sólo con el 3% del presupuesto que destina EEUU para la guerra en el mundo,  sería posible ponerle fin al hambre en África, sólo con el 3% de lo que se destina a la guerra. Entonces estamos viviendo en un mundo, en una sociedad que en general, con mucha inmoralidad, con mucha hipocresía, que nos mencionan, y nos dicen que se preocupan por el problema de la hambruna mundial, pero entonces invierten cuantiosos recursos para fortalecer sus bases militares y sus guerras. Y en América Latina ya lo hemos visto: ha sido precisamente desde las bases militares estadounidenses donde se han generado acciones que han ido en contra de lo que han decidido los pueblos como forma para destinar y construir su futuro.

Desde las bases militares de Colombia se ha desarrollado múltiples acciones de agresión hacia el pueblo venezolano, en distintas oportunidades, generando operaciones de organización en alianza con grupos terroristas, en alianza con fuerzas mercenarias, en alianza con otros sectores, y Venezuela se encargó de denunciar, durante muchísimo tiempo, que nos oponíamos a la existencia de esas bases militares.

En el caso de Honduras, desde la base militar Soto Cano, en Palmerola, fue desde donde se extrajo al presidente electoManuel Zelaya, en ese momento, y se le colocó en Costa Rica, por supuesto, violentando la soberanía del pueblo hondureño y la decisión del pueblo hondureño de construir un futuro con un presidente que en ese momento era el compañero Manuel Zelaya.

Entonces, para eso han servido las bases militares. No nos han generado ningún tipo de beneficio a nuestros pueblos y, en consecuencia, pensamos que es necesario, si queremos realmente poner fin a la guerra, es necesario cerrar todas las bases militares.

Nosotros tomamos el 23 de febrero porque es un día simbólico, un día significativo. Es el día en el cual se recuerda aquel tratado inmoral suscrito por el gobierno de Cuba, en 1903, por el gobierno de ese entonces, con el gobierno de los EEUU para tomar posesión de la bahía de Guantánamo que hoy es el principal centro de tortura y violaciones a los derechos humanos en el mundo y que, además, hoy está siendo utilizado por el gobierno de EEUU para enviar a los inmigrantes de todas las nacionalidades; entre esas, venezolanas; amenazarlos con enviarlos a esta prisión, que lo sabemos por todas las denuncias que se han presentado por distintos organismos internacionales, entre ellos por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, y que están ocupando de manera ilegal, están ocupando en contra de la voluntad del pueblo de Cuba y que debería ser restituido a quien legítimamente le corresponde, ese territorio, que es al pueblo cubano.

– El tema de las bases militares, como bien dices, es un problema de todo el mundo y, de hecho, en Europa la presencia de bases militares de EEUU, las que comenzaron a rodear Rusia, se transformó en un problema, en un problema que llevó a la guerra en Ucrania con Rusia. Actualmente, el presidente Donald Trump está impulsando negociaciones de paz y, por otro lado, a la gran mayoría de los países de la Unión Europea les gustaría que continuara la guerra. Sin duda la guerra es un gran negocio, pero un gran negocio para pocos. ¿Qué piensas tú de las negociaciones o la guerra?

Mira, desde nuestro movimiento hemos clamado desde que se inició la guerra, hemos clamado la importancia y la necesidad de detenerla, de poner fin al conflicto, de poner fin a la guerra; por supuesto, sabemos que los actores involucrados, en este caso, todos y cada uno de ellos, aducen importancia y necesidades geopolíticas de emprender este conflicto que ha sumido a Europa del Este en una gran confusión, en una gran situación complicada, particularmente.

Sabemos que la OTAN ha sido uno de los grandes artífices de este conflicto, uno de los principales promotores los que realizaron un plan bien estructurado, que durante muchísimos años viene ejecutando para poder ir cercando, progresivamente, militarmente a Rusia, expandiendo sus fronteras, anexando nuevos países a la OTAN, inclusive países que se denominaban que eran países neutrales, por ejemplo, como Finlandia, como Suecia, que en el 2023 pasaron a formar parte de la OTAN y, recientemente, han declarado que tienen el interés de destinar más fondos para la guerra en Ucrania.

Entonces, sencillamente, es cómo estallamos y desarrollamos un conflicto, ¿verdad? Proponemos que se desarrolle un conflicto que, en resumidas cuentas, se traduzca en un mayor aislamiento a nivel internacional de Rusia, debilitamiento desde el punto de vista militar, político y geopolítico y nosotros, (la OTAN), progresivamente, vamos testeando de qué forma sería o de qué forma respondería una potencia nuclear en el marco de esta confrontación.

Para nosotros, lo peligroso de esto es que estamos señalando que en este conflicto se han sumado potencias nucleares. Lo ha declarado así la Agencia Internacional de Energía Atómica, donde Rusia posee cerca de 1530 cabezas nucleares, EEUU posee cerca de 1800 cabezas nucleares, otras tantas más en Reino Unido y en Francia.

Entonces, muy lamentablemente, parece que los gobiernos de Europa, porque no podemos hablar de los pueblos de Europa, no han aprendido nada de la historia, de los fenómenos y de las causas que se tradujeron en el estallido de la Primera y Segunda Guerra Mundial. Hoy parecieran repetirse como copia y calco de cada uno de los hechos internacionales que fueron ocurriendo para que estallaran esas guerras.

Frente a la propuesta de paz, nosotros debemos señalar que, aunque sea una paz imperfecta, tiene que parar la guerra, tienen que dejar de morir personas, jóvenes, niños, mujeres, ancianos y ancianas en Ucrania y en Rusia. Porque en resumidas cuentas, eso es en lo que se traduce la guerra. Mueren personas, se genera sufrimiento en las familias. Entre otras cosas, se devastan pueblos y ciudades enteras. Entonces, la guerra debe tener un punto de finalización. Sabemos que las conversaciones de paz no son espacios o discusiones y conversaciones que sean fáciles.

Estamos seguros que en los procesos de negociación y diálogo tienen que ceder ambas partes y creo que pareciera que existe, por fin, una opinión más o menos coherente y lógica sobre la necesidad de poner fin a esa guerra. Es muy irónico, porque la propuesta surge de parte de EEUU que es el principal promotor de guerras en el mundo y que, paralelamente, dice que debemos poner fin a la guerra en Ucrania y en el siguiente mensaje, en el siguiente tweet en la red “X”, escribe: “Bueno, y si Hamas no respeta el alto al fuego, que se desate el infierno en la Franja de Gaza”.

Entonces, tú no puedes entender cómo alguien que se propone construir la paz, lo hace para un conflicto en una esquina del mundo y para otro propone entonces desatar un infierno entero que significa la muerte de más personas de los ya 40 mil muertos en la Franja de Gaza a través de la intervención y del genocidio sionista y genocida que ha propuesto y que ha desarrollado Israel, el estado sionista de Israel. Entonces, es bastante irónico, ¿no?. Naturalmente hay que aprovechar las circunstancias, hay que aprovechar el contexto. Si está planteada una negociación para poner fin a la guerra, es un esfuerzo que se debe acompañar.

Es necesario detener inmediatamente no solamente la guerra en Ucrania, sino todos los conflictos que están en desarrollo en el mundo, porque no es solamente Ucrania, no es solamente Palestina, qué nos duele muchísimo lo que ocurre en ambas naciones, sino que también son las guerras que están ocurriendo en África, por ejemplo, que muy poco se habla. Entonces, sabemos que hoy, eso es algo importante. Ojalá esos esfuerzos se traduzcan realmente en avances concretos para detener la guerra, para construir una paz justa para todos los pueblos y para los pueblos involucrados: el pueblo de Ucrania y el pueblo de Rusia.

Una paz estable, que no permita que cualquier acción o inestabilidad en la región produzca un nuevo estallido en la guerra, y, por supuesto, duradera. Que le permita al pueblo ruso y al pueblo de Ucrania desarrollar, elegir sus destinos, construirse como sociedades, construir un mejor futuro para sus pueblos, alcanzar el desarrollo en sus distintos espacios, niveles, áreas y campos, y que le permita también a la humanidad entender la importancia de ello.

Es importante que Europa no continúe su plan que lo ha develado hace unas pocas semanas a través de sus principales voceros; el presidente de Francia, Emmanuel Macron, de ponerse en una carrera armamentista contra Rusia y ganarla, además, han dicho.

Entonces parecieran los mismos discursos previo a la Primera y a la Segunda Guerra Mundial muy peligrosos, muy delicados, y que genera una sensación  de que estamos a las puertas de una nueva guerra mundial, de que estamos efectivamente gambeteando en ese espacio, en ese escenario, y la posición, desde los movimientos sociales y de nuestros pueblos, tiene que ser poner fin a la guerra, poner fin a la locura, que se propone desarrollar una nueva confrontación a nivel global, y, por supuesto, insisto, las capacidades destructivas hoy son, al menos, 100 veces superiores a las que existían durante la Segunda Guerra Mundial.

Treinta minutos de una guerra nuclear significaría la muerte de más de 3 mil millones de seres humanos – casi la mitad de la población – en sólo 30 minutos de confrontación con armas nucleares. Entonces, estamos hablando de un contexto bastante difícil, bastante complejo, pero que estamos seguros que nuestros pueblos sabrán oponerse a ello, estamos seguros que en los pueblos en Europa hay resistencia, hay movimientos que están desarrollando iniciativas. Ahora, en el mes de junio, se va a desarrollar en Europa la contracumbre de la OTAN, justamente para denunciar lo que se va a discutirse allí en la OTAN; que no van a hacer otra cosa más que ver cómo siguen reforzando su estructura y su alianza militar global que ya hemos dicho, ahora en la entrevista, que es el dedo en el gatillo del imperialismo.

Es posible también que tengamos una nueva edición del Congreso de Neutralidad (que se realizó en Colombia) sobre estas fechas como espacios de confluencia de las plataformas a las que tú hacías mención al inicio de la entrevista como espacios para la construcción y para la articulación y para el desarrollo de una agenda común, una agenda en conjunto, que ponga en el centro la importancia de alzar nuestra voz para la paz, de pedirle y decirle a los gobiernos que detengan esta locura militarista.

– En estos días se supo  que el presidente Daniel Novoa, de Ecuador, sostuvo una reunión con el fundador de Blackwater. ¿Qué opinas de esto? A mí, primero me dio risa, porque el año pasado, con EEUU se firmaron una serie de acuerdos, entregaron las Islas Galápagos,  y que todo esto iba a ayudar a resolver el tema de las bandas criminales, del narcotráfico, vimos imágenes bien impactantes de un grupo tomándose un canal de televisión ¿Qué opinas?

Mira, yo creo que ya no hay acción en contra de la voluntad, en contra de los intereses de los pueblos, que Daniel Novoa no haya realizado, en el caso de Ecuador. Desde que este caballero fue electo, y digo caballero con el respeto de los verdaderos caballeros, en el Ecuador naturalmente se tomaron un conjunto de decisiones que iban totalmente en contra de la voluntad del pueblo, porque bien lo has relatado, si hacemos una revisión, digamos en las acciones que se fueron desarrollando en el tiempo, una de las primeras fue, justamente, pasar el proceso de militarización completo de las Islas Galápagos invitando al ejército estadounidense a participar de operaciones de interdicción, de operaciones supuestamente contra el crimen transnacional, cuando utilizaron el Ecuador. Los grupos criminales transnacionales han sido  utilizados, y el paso de la droga, el tránsito de la droga, tema quehay que por supuesto estudiar, y trabajar para una próxima entrevista, utilizaron ese pretexto para establecer allí tropas en las Islas Galápagos.

Luego, se invitó abiertamente a tropas militares estadounidenses a territorio ecuatoriano. Luego se invitó al FBI, luego se invitó a la CIA y, más recientemente, bueno, entre otras cosas, se propuso cambiar el Artículo 5 de la Constitución ecuatoriana para permitir el establecimiento de bases militares extranjeras en el territorio, algo que había sido prohibido expresamente en la Constitución a partir de lo ocurrido en los desarrollos y el cierre de la base militar de Manta, donde, el ex-presidente Rafael Correa en ese momento declaró algo realmente brillante: recordamos una entrevista que le hicieron en EEUU sobre por qué estaban retirando la bases militar de Manta, si esa era una base militar cooperativa con el Ecuador: “Estamos cerrando la base militar de Manta, porque el día que ustedes nos permitan poner una base militar ecuatoriana en Florida, entonces nosotros dejaremos esa base militar estadounidense en Manta”.

Una respuesta sencilla, pero contundente, con mucha fortaleza, ahora, esto se agudiza y esto, por supuesto, se agrava en el hecho de las recientes entrevistas y publicaciones, donde Daniel Novoa con Erik Prince, el principal contratista de mercenarios en el mundo, enemigo declarado de los pueblos, enemigo declarado de Venezuela, por ejemplo. Ya lo ha dicho en múltiples oportunidades, que él, con su ejército de mercenarios va a proponerse, y va a llegar a Venezuela, y de forma fantasiosa van a derrocar el gobierno legítimamente electo por el pueblo venezolano, y van a colocar a los títeres para ser serviles a los intereses del imperialismo estadounidense y que, durante toda sus historia, no han hecho más que promover acciones desestabilizadoras contra los gobiernos; golpes de estadocontra los países y los gobiernos legítimamente electos, y, en resumidas cuentas, colocar a personas que no representan los intereses genuinosdel pueblo.

Hay que decirlo: Daniel Novoa no representa los intereses del pueblo ecuatoriano. Daniel Novoa representa los intereses de la clase económica mundial de las fuerzas y los polos de poder mundial que sencillamente se proponen seguir subordinado a los pueblos arrancándoles derechos, viendo como siguen alimentando, incrementando sus arcas en términos económicos. Entonces eso es un poco los comentarios sobre esto hay que seguir viendo los desarrollos, lo que va a continuar realizándose y desarrollándose en el caso de Ecuador, nosotros tenemos mucha claridad y hemos adelantado una campaña para poner fin a las bases  militares.

– Uno de mis temas, es el tema del entrenamiento. Colombia, Chile, Perú son, entre tantos  otros, países que siguen enviando tropas a la Escuela de Las Américas, y también viajan instructores estadounidenses a nuestros propios países. El entrenamiento es otro fenómeno del intervencionismo estadounidense en América Latina y en el mundo. ¿Qué opinión tienen ustedes sobre este asunto?

¿Cuál es la razón principal por la cual EEUU se propone crear escuelas de entrenamiento para nuestros militares de los países latinoamericanos? No es para otra cosa más de que aprendan la doctrina ya caduca de cómo oponerse, cómo debilitar a cualquier movimiento, cualquier grupo de fuerzas, desde el punto de vista de la sociedad civil, que se proponga reestablecer la verdadera democracia en esos países, en los países donde no existe democracia. Por ejemplo, sucedió mucho en la Escuela de las Américas donde existían las dictaduras donde habían movimientos que se oponían a las dictaduras y EEUU se encargaba de entrenar a los militares de esos países para golpear, para cercar, para confrontar a esos movimientos que se oponen desde distintas formas de acción. Nosotros, por supuesto, siempre reivindicamos las  formas de acción no-violentas entre esas formas no violentas de organización de los pueblos para poner fin a esas dictaduras y que también eran perseguidos por los militares, eran asesinados por los militares, eran encarcelados por los militares, y sabemos todas las violaciones a los derechos humanos, casos como esos.

Ustedes, conocen muy bien todo lo que ocurrió en Chile en la época de Pinochet, sabemos todo lo que ocurrió en la Argentina, durante las dictaduras en el Uruguay, durante la dictadura en el Paraguay,etc. Entonces si hay alguien que sabe de cómo se entrenaron a los militares para confrontar, desaparecer, para asesinar, para reprimir a los pueblos, es precisamente en el Cono Sur. Entonces, la gran realidad es que EEUU no ha abandonado esta práctica. Lo que se ha es automatizado, lo que se ha es tecnificado, lo que ha es modificado las formas, inclusive les han dado nuevas estéticas. Por ejemplo, ahora, en Colombia, se aperturó recientemente un centro de excelencia de la OTAN, es decir, donde vienen militares de todas partes del mundo a formarse en el arte de la guerra, de cómo asesinar personas, y cómo hacerlo “de mejor forma”.

Entonces, es realmente una gran amenaza. Como tú bien lo decías, muchos de los países latinoamericanos han invitado a tropas militares estadounidenses, y en algunos casos ni siquiera  invitaron; en algunos casos bajo coerción y presión de parte de EEUU de “bueno, mira: si no haces esto”, un poco lo que sucede hoy con la guerra comercial que ha desatado Trump en el mundo, que “si no haces esto, entonces te voy a imponer aranceles”. Lo ha hecho así con el tema de las tropas militares estadounidenses: “Mira, si tú no haces esto, si tú no permites ejercer mi tropas en ese territorio yo te voy a colocar tal cosa o, a nivel internacional, te voy a debilitar o te voy a aislar”, y, bueno, gobiernos que no son soberanos, gobiernos que realmente no tienen una posición de defensa nacional ceden ante eso fácilmente y algunos otros son bastante cooperativos. En el caso de Perú,  ha sido bastante cooperativa.

– En el caso de Chile, con Gabriel Boric, ha habido muy buenas relaciones con el Comando Sur, cosa que sorprende.

Por supuesto. De hecho, el año pasado, y eso era parte de lo que te iba a mencionar también, América Latina lo visitó el portaaviones “George Washington”, que es un portaaviones con capacidad nuclear, que visitó siete países de la región, entre estos Chile, Argentina, Brasil, etc., con lo cual, al final es abrirle las puertas al ejército estadounidense para desarrollar ejercicios militares conjuntos los cuales, por supuesto,  crean un impacto al medioambiente, los cuales terminan reforzando la doctrina de dominación del imperialismo estadounidense en nuestro continente, lo cual representa una amenaza clara a la paz y algo muy peligroso que nosotros denunciamos y señalamos en ese momento que era el tema de que estos portaaviones, con capacidad nuclear, son los laboratorios de ensayo para mirar cómo reacciona la región frente a la posibilidad de establecer en nuestro territorio armas nucleares.

Actualmente, en América Latina no existen armas nucleares. Hay países que desarrollan la energía nuclear como Argentina, por ejemplo, pero no existe, al menos conocida, la presencia de armas nucleares. Entonces, todas estas son tentativas para ver de qué forma reacciona nuestro continente, nuestra región. Nosotros, en el movimiento popular lo denunciamos en su debido momento. Por supuesto, pensamos que es importante que los gobiernos también lo denuncien, porque si eso no ocurre, más temprano que tarde, en este continente se van a establecer y se van a sembrar armas nucleares, y nos van a poner nuevamente en un nuevo teatro de operaciones de la confrontación a nivel global.

Nosotros lo hemos dicho con claridad: EEUU debe cerrar todas sus bases militares en el continente. Debe retirar sus tropas y sus ejércitos de nuestra región. Debe desmantelar el Comando Sur, porque todos estos representan auténticas y genuinas amenazas para la paz regional.

América Latina no necesita bases militares, América Latina no necesita ejercicios militares conjuntos con el ejército estadounidense, América Latina necesita trabajar en sus problemas y en sus preocupaciones y desafíos que no son otros más que poderle garantizar a nuestros pueblos una salud gratuita, una educación gratuita, pública y de calidad, poderle garantizar derecho a la vivienda, poderle garantizar derecho a la recreación, al arte, la cultura, el deporte.

Esas son nuestras realidades, trabajar en nuestros procesos de integración regional, trabajar en nuestros procesos de solidaridad entre nuestros pueblos. Esas son nuestras principales preocupaciones, no tiene que ser si aquí hay un portaaviones de tal capacidad o con tal equipamiento militar, o si le cambiamos a nuestros militares el fusil número tal por el fusil número tal que tiene tal capacidad más destructiva. O sea, esas no son nuestras preocupaciones. No deberían ser el centro de nuestras preocupaciones.

Foto: Gabriel Aguirre, junto a las compañeras del Capítulo para La Paz de Colombia de WBW en Bogotá.

* Pablo Ruiz es integrante del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile y editor de la Revista El Derecho de Vivir en Paz www.derechoalapaz.org

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Ciencia abierta para combatir la desinformación climática

La ciencia abierta está revolucionando la forma en que entendemos y abordamos problemas complejos como el cambio climático. Su objetivo es hacer que los resultados de la investigación científica sean accesibles y reutilizables para todos, lo que incluye la publicación de datos, métodos y resultados de manera transparente.

En lo que respecta al estudio del clima, este paradigma permea en todas las fases del proceso de investigación: desde modelos numéricos de código abierto, pasando por datos de libre acceso o la validación de los resultados por parte de una comunidad independiente. También afecta a la comunicación ética de los avances.

Al hacer que la investigación sobre el clima sea transparente y accesible, la ciencia abierta contribuye a la toma de decisiones informadas. Genera, así, un impacto positivo en la percepción social sobre cómo se construye la ciencia y fortalece la confianza de la ciudadanía en los resultados científicos.

El acceso libre al conocimiento sobre el clima

La ciencia del clima vive una época dorada en lo que se refiere a la producción, recopilación, acceso y difusión de la información.

Construida con observaciones y modelos, la climatología ha avanzado significativamente en la última década. No solo disponemos de datos con mayor frecuencia y detalle, sino que también tenemos una comunidad más comprometida con el acceso a ellos.

Pilares de la ciencia abierta, según UNESCO. UNED a partir de diagrama de UNESCO.CC BY

Igual ocurre con las publicaciones, donde el acceso abierto está ganando terreno al tradicional muro de pago a pesar de los costes desorbitados.

Detrás de este avance están investigadores, instituciones y gobiernos, quienes han puesto recursos y esfuerzos para confeccionar una base de datos sobre el clima de dimensiones sin precedentes.

Gracias a ellos, disfrutamos de iniciativas como CopernicusNASA Earth Data o el Proyecto de Intercomparación de Modelos de clima acoplados (CMIP). Su finalidad es la de proporcionar herramientas a la ciudadanía para conocer, monitorizar y combatir el cambio climático antropogénico.

Transparencia en el desarrollo de la actividad investigadora

Igual de importante que el acceso libre a los resultados es que el proceso que ha llevado a obtenerlos sea confiable. Para ello, resulta fundamental que los autores faciliten la trazabilidad de su trabajo, incluyendo el acceso a los datos y a los métodos para reproducir los resultados. Esta auditoría no debe entenderse como algo negativo, sino como la manera de avanzar en ciencia.

El escrutinio de los resultados por parte de una comunidad independiente no solo supone un acto de higiene científica, sino que también es beneficioso, ya que aumenta el impacto de la investigación y minimiza la proliferación de la denominada mala ciencia.

Por el contrario, la opacidad menoscaba el prestigio de la ciencia, promueve el escepticismo dentro de la comunidad científica y refuerza la desconfianza de la ciudadanía. Afortunadamente, cada vez son menos las revistas de referencia que admiten estas prácticas en sus publicaciones.

Para garantizar la transparencia, las editoriales siguen la política del triple acceso abierto: datos, código y publicación. Un ejemplo de esta tendencia se observa en el campo de la climatología.

De los tres pilares, compartir el código es quizás el que más impacto genera dentro de la propia comunidad científica. La inspección del código permite seguir las decisiones que el investigador ha tomado a la hora de abordar un problema, como si de un diario se tratase. Con este acceso abierto, el autor favorece que otros investigadores refinen el trabajo original.

Sentar las bases para la investigación del mañana

Avanzar a partir del código generado por otros no es nuevo para los climatólogos. Varios de los modelos que utilizamos en el campo están cimentados bajo esa premisa. Es el caso del Community Earth System Model (CESM), que ha crecido gracias a una comunidad de investigadores multidisciplinar. Su código está disponible enteramente en GitHub y es un ejemplo claro de transparencia y buenas prácticas.

Este tipo de iniciativas refuerzan la confianza dentro de la comunidad científica y en la sociedad en general, ya que dan soporte a la toma de decisiones informadas. Además, este ambiente de colaboración y transparencia contribuye a evitar escándalos como el Climategate y fortalecer la credibilidad en el método científico.

El buen hacer en la comunicación de los resultados

Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la comunidad científica es comunicar el papel que desempeña la incertidumbre en nuestros análisis.

Resumen gráfico sobre la estimación de la incertidumbre en la distribución de las zonas bioclimáticas del mundo. (a) Mapas de distribución de biomas de Whittaker para las observaciones de referencia y los diez mejores modelos. (b) Grado de acuerdo entre observaciones y modelos. (c) Concordancia entre los distintos modelos. Andrés Navarro, adaptación basada en un artículo del autor publicado en Nature.

Pensemos, por ejemplo, en la evolución futura de los bosques afromontanos. Los modelos, que son la herramienta principal para estudiar el clima del futuro, no se ponen de acuerdo sobre cómo cambiarán estos ecosistemas de bosque tropical que crecen a más de 800 metros sobre el nivel del mar.

Fuera del mundo académico, la falta consenso se percibiría como algo negativo y podría favorecer posiciones escépticas frente al cambio climático. Sin embargo, esta incertidumbre es más una forma de mostrar el abanico de escenarios posibles, cada uno con diferentes probabilidades de ocurrencia.

Aclaraciones como esta son posibles cuando se ofrece suficiente espacio a los expertos. Pero una mayor visibilidad no debe confundirse con sobreexposición.

La difusión de los resultados también debe ser realista y honesta. De lo contrario, si el exceso de información acaba saturando a la audiencia, podría provocar un efecto adverso.

Esta premisa es difícil de cumplir en contextos muy competitivos, donde los investigadores buscan posicionarse mejor para asegurar los recursos necesarios que les permitan continuar con sus líneas de trabajo.

Andrés Navarro. Profesor ayudante doctor. Física aplicada, Universidad de León

Fuente: https://theconversation.com/ciencia-abierta-para-combatir-la-desinformacion-climatica-253651

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