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Uruguay: La atención que quedó huérfana. Sin datos, respaldo, ni dinero.
Noticia/ 08 de mayo de 2016 / Por: Mariana Castiñeiras. El País
Nicolás permanece serio. Tiene siete meses y cuelga, cual muñeco de trapo, de los brazos de su madre. Tiene los ojos bien abiertos, la mirada perdida y aunque las profesionales que lo rodean intentan llamar su atención poniendo la voz aguda y moviendo las manos, apenas las mira. Son cuatro las mujeres de túnicas coloridas que atienden a la madre y a su bebé en el consultorio, sentadas a su alrededor casi como un tribunal que no para de hacer preguntas y evaluar documentos médicos.
“¿Qué pasó?”, le pregunta la neuropediatra Sandra Berta a Nicolás. “Ey, reíte un poco”, dice y le sacude la mano. El bebé apenas mueve los dedos en respuesta.
La fisioterapeuta, pediatra, psicóloga y neuropediatra de la Unidad de Atención Temprana (UAT) del centro de salud de las calles Carlos María Ramírez y Grecia, ponen manos a la obra. Mientras una conversa con la madre, las otras se abalanzan sobre Nicolás. Lo desvisten, lo revisan, le hablan y hasta le hacen cosquillas, pero el bebé sigue serio.
De pronto, su mamá lo llama y por fin se le escapa la primera sonrisa tímida, con esa picardía de los ojos de un bebé que entra en confianza. “Menos mal que te reís, menos mal que le encontraste la gracia a algo”, le festeja Berta con una entonación exagerada que esconde el alivio.
Al rato Nicolás es otro. Llora, agita sus bracitos y hasta rota su cuerpo.
Niños maltratados, poco estimulados, mal alimentados, que nacieron prematuros o con algún riesgo biológico son algunos de lo que se acercan a las UAT del programa de Seguimiento de Recién Nacidos de Alto Riesgo (Serenar), que Berta coordina. En la última década, Serenar trabajó para minimizar y prevenir la discapacidad en niños de hasta seis años y, según afirman quienes lo dirigen, han atendido a más de 5.000 pacientes. Se enfocan en los primeros pasos, cruciales para el desarrollo de los niños más vulnerables de la sociedad, los que la izquierda marcó como prioridad desde sus comienzos en el gobierno.
Y sin embargo, el nombre Serenar apenas suena dentro de ASSE. Su presupuesto en 2013 fue de 18 millones de pesos, el mismo que, por ejemplo, se le asignó a la Casa Militar de Presidencia. Actualmente, se puede estimar que apenas supera los 11 millones de pesos, que alcanzan para los salarios pero no cubren gastos de funcionamientos ni inversiones.
El programa carece de un sistema que le permita evaluar la efectividad del trabajo que hacen los 35 integrantes del equipo en siete departamentos, según un informe reciente realizado por la Dirección de Gestión y Evaluación (AGEV) de Planeamiento y Presupuesto (OPP).
La “gesta” de la prevención. El caso de Serenar es raro. Es un programa que está instalado en los barrios, es conocido y fundamental en zonas como el Cerro, pero no está considerado dentro de la estructura de ASSE, dice la coordinadora del programa. “Acá no tenemos dificultades en la operativa, eso funciona. Los integrantes hacen lo que deben hacer, pero en el organigrama no estamos”.
Reunidos en una pequeña oficina dentro del Hospital Pereira Rossell, el director de la cátedra de Neuropediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, Gabriel González, la directora de Serenar, Cristina Scavone, y su coordinadora cuentan cómo surgió el programa. Los problemas de hoy se remontan a los orígenes de lo que llaman la “gesta” de la atención temprana, un cambio en el encare y trabajo de la neuropediatría.
Serenar se creó en 2006, como consecuencia de esta corriente, enfocada en la prevención de problemas del desarrollo durante la primera infancia que surgió en la Facultad de Medicina. El plan concebía que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) aportara la experiencia de 25 años de trabajo en el tema y financiara la instalación del programa y recursos por dos años. Al tercero, se retiraba y el Estado uruguayo tomaba la posta, con coordinación entre la Facultad de Medicina, ASSE y el Ministerio de Salud. Ya desde entonces, muchos de sus cargos eran honorarios.
Los resultados superaron los objetivos iniciales y Serenar era el ejemplo que la Aecid mostraba en el exterior, recuerdan. Pero el mayor mérito que tuvo, quizás, fue descentralizar la neuropediatría de Montevideo al interior del país.
Las complicaciones empezaron después de que la Agencia se retiró. En 2010 Serenar pasó del Ministerio de Salud a la órbita de ASSE. “En ASSE no sabían muy bien en qué lugar habíamos quedado nosotros”, dice Berta. “De hecho, ante cada autoridad que cambia necesitamos todavía ir a explicar qué es Serenar, dónde está y cómo funciona”.
Según el informe publicado por AGEV, los problemas comienzan con la falta de una sede, materiales de trabajo y un sistema informático que nuclee la información de forma eficiente. También señala que los médicos trabajan más horas de las que se les pagan, hay falta de coordinación y desconocimiento por parte de los pediatras de ASSE -principal fuente de captación de pacientes- de la existencia y criterios de derivación al programa. Los registros de Serenar estuvieron, hasta hace poco, totalmente separados del sistema informático de ASSE. Computadoras que se rompían y nadie arreglaba, policlínicas sin conexión a Internet y otros conflictos hicieron que hoy la principal base de datos esté en papeles y notas. Por esta razón, la dirección no cuenta con información concreta y exacta sobre la totalidad de sus pacientes, y mucho menos la de los médicos que los atienden dentro del sistema de Salud Pública.
La consecuencia de esto se hace visible en la consulta de Nicolás. Las doctoras no pueden encontrar quién lo atendió cuando tenía tres meses y ya presentaba síntomas que anticipaban un problema de desarrollo. Al final, terminan preguntándole por la apariencia de la neuropediatra, su estatura y el clima de la época en que lo atendió -para saber cuándo fue- y evaluar por qué no se lo ingresó en ese momento al programa, cuando ya era parte de la población de riesgo.
Según datos analizados por AGEV, hay en todo el país 39.000 niños de 0 a 6 años con factores de riesgo, y Serenar está desplegado en departamentos que solo totalizan una población objetivo de 18.358 niños. Aún así, en función de sus capacidades y pese a que no hay datos que permitan hacer una evaluación exacta, AGEV calculó que Serenar atendió a poco más del 13% de la población objetivo y apenas 6% de todos los pacientes potenciales.
Al principio, los funcionarios de Serenar iban maternidad por maternidad a captar pacientes. Solamente en el Pereira Rossell, la más grande del país, casi un 90% de los niños que nacen podrían ser considerados “de riesgo” por alguna razón, explican los coordinadores. Ese trabajo artesanal no perduró y hoy hay dos fuentes principales de captación de pacientes: los centros CAIF y los pediatras. En su informe, AGEV destaca que Serenar debería mejorar su coordinación con el programa Uruguay Crece Contigo y el programa Aduanas.
Neuronas en obra.
Decir discapacidad psicológica, neurológica y sensorial no hace justicia a la importancia de la atención temprana. Pero niños que no pueden moverse, aprender como deberían y comunicarse normalmente, dan un panorama de las posibles consecuencias. Tanto es así, que la OPP eligió evaluar este programa precisamente por la importancia que tiene para el gobierno la atención a la primera infancia. El mismo Tabaré Vázquez lo ha enfatizado una y otra vez, incluso dedicando parte de sus actos políticos en plena campaña para explicar lo determinantes que son los primeros años de vida en el desarrollo de un niño: “El futuro de los niños es siempre hoy, mañana será tarde”.
“Cuando el niño nace, su cerebro tiene millones de neuronas que están esperando conectarse. Lo pueden hacer bien o mal”, explica el director de la cátedra de Neuropediatría. Solamente en el primer año de vida el tamaño de su cerebro se duplica. Cualquier obstáculo para este proceso, ya sea la mala alimentación, el maltrato, la falta de atención y estímulo o distintas patologías pueden definir su futuro, si será un niño con capacidades plenas o tendrá alguna limitación.
Si se ignora cuando el niño no sigue la mirada de los padres como debería, no logra incorporar su cuerpo en el momento dado o no mueve sus brazos y piernas en la edad establecida, después no podrá caminar, hablar o aprender. Una vez que llega a los seis años el trabajo para revertirlo o mejorar su situación es mucho más costoso, en todo sentido.
González destaca todo lo que Serenar significó a nivel académico: formación en neuropediatría y un campo para realizar estudios. Uno de estos, aún en proceso, se centró en las diferencias del desarrollo en niños en situación de vulnerabilidad de ASSE y otros pertenecientes a jardines del ámbito privado. “Es como si fueran dos países diferentes”, dice Berta. González agrega: “Que la pobreza genera menor desarrollo intelectual, eso es así. Pero eso no es herencia, no es genético; tiene que ver con lo que uno puede incidir para mejorar las condiciones de vida”.
Consulta personalizada.
“Yo no sabía qué hacer para estimularlo. Nunca me explicaron nada, no conozco qué tratamiento o seguimiento hacer. Ahora sé lo que tengo que hacer y veo que mi hijo está agarrando más fuerza. Lo dejo en la cama y lo agarro de las manitos como me explicaron”, cuenta la madre de Nicolás a las doctoras. “Él solito se da vuelta en la cama. Él ahora levanta la cabeza. Antes la tenía siempre apoyada en el colchón”.
Nicolás tiene desnutrición, llegó sucio a la consulta y las doctoras creen que su caso es complejo. La pediatra Ana Fraga llegó a la familia a través del centro CAIF de la zona donde viven y lo llevó a Serenar. Berta compara la actitud del niño con la de un animal asustado, amenazado, que se encierra en sí mismo para no ser atacado. La madre cuenta que tanto ella como el padre de Nicolás están desempleados y que la tensión que eso les genera podría influir en el bebé, pero niega que haya violencia dentro de su hogar.
Una vez que deja el consultorio, las profesionales fruncen los labios. Quieren descartar que Nicolás se esté enfrentando a algún riesgo de tipo biológico. A las doctoras les parece raro que a los tres meses le habían dado el alta y que desde entonces haya ocurrido este estancamiento. Saben que se trata de una familia muy pobre, y por las condiciones en que llegó el bebé y cómo respondió a los estímulos, es muy probable que se trate de algo ambiental. La madre se va de la clínica con hora para varias consultas y espera afuera a Fraga, quien se ofreció a llevarla en su auto hasta el barrio donde vive. También le prometió que iba a intentar conseguir dinero -que probablemente salga de su bolsillo- para que pueda tomarse el ómnibus y así llevar a su hijo a Serenar.
En una mañana Berta atiende a cuatro niños. De los muchos que pasaron por la consulta, eligieron a los más complicados porque, al ser coordinadora, solo está sustituyendo una vacante. El equipo no puede seguir trabajando sin un neuropediatra y las profesionales se lo hacen saber. Eso sin perder la simpatía y calidez del consultorio. Una de ellas incluso está en pie de guerra por un aumento de sueldo que, afirma, le reconocen desde ASSE pero no se lo pagan. Desde que empezó no pasa más información a la computadora. Si no renuncia, dice, es porque le encanta lo que hace.
Ellas comparan el nivel de atención de su consultorio con el del sistema privado: son cuatro que están a disposición de la familia. Desde afuera, se escuchan los aplausos de la sala de lectura que las pediatras de la clínica formaron y no dudan en señalar con orgullo. Esa mañana llevaron a un escritor para que les cuente un cuento a los niños mientras esperan. Desde el pasillo uno de los tantos niños que esperan para ser atendidos le pide a la pediatra Fraga: “No demores mucho”.
¿Cómo llega entonces un programa ya instalado, con el impulso económico de una agencia extranjera y que apunta a un problema tan prioritario para el país a ser prácticamente ignorado durante tantos años por parte de las autoridades? Los coordinadores de Serenar no pueden explicarlo del todo.
“Es como si en el cambio de guardia te quedara gente sin pasar”, dice Berta. “Yo lo atribuyo al cambio político que se dio y el momento de surgimiento del Sistema Nacional Integrado de Salud”. Scavone puntualiza: “No es que arrancamos con Serenar y no veíamos las dificultades, nosotros las veíamos. El tema es que hay cosas que dependen del apoyo económico que se tenga”.
Desde Serenar se han presentado varias propuestas para mejorar el panorama y las autoridades parecen estar dispuestas a escuchar. “Eso es lo que está faltando. Que alguien diga ‘ya’”, dice Scavone.
Cada día que pasa es una oportunidad menos para evitar que el drama de haber nacido en un hogar extremadamente pobre trunque ya desde los primeros años el futuro de un niño.
El programa Seguimiento de Recién Nacidos de Alto Riesgo (Serenar), atiende a niños de cero a seis años con factores de riesgo. Los problemas que sufren pueden determinar su futuro. Sin embargo, en diez años, apenas se pudo cubrir a un pequeño porcentaje de la población bajo riesgo. El programa es como un fantasma en la estructura de ASSE, no tiene recursos suficientes y ni siquiera sistematiza datos que permitan evaluar su eficacia.
La familia y el contexto, lo que escapa al consultorio.
La obsesión a futuro de la directora de Serenar, Cristina Scavone, es trabajar con la familia y en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social. Eso es lo que ella considera atención temprana de calidad, ocuparse de la salud “con el nuevo concepto de atención temprana, del niño, de su familia, de su madre, de su entorno”.
En la consulta, esto se traduce con cada pregunta y los gestos de las profesionales, que en ocasiones colaboran con ropa, boletos o transporte, aunque no sea su deber. En ese sentido, muchas mantienen contacto con el Mides, aunque los directores del programa reclaman que debe haber un interlocutor designado tanto para la salud como para la atención social para que el vínculo sea institucional.
Una de las propuestas a futuro es ir a buscar a los pacientes en los barrios. “Si logramos tener a la familia vinculada a nosotros a través del niño, además del trabajo social con todo el núcleo, se le podrá hacer un seguimiento al niño. No será un milagro, pero avanzaremos”, explica Scavone.
Indicadores: una carta, un testimonio o una visita
Dentro de lo destacado por el informe de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto se señalan varios aspectos a mejorar para Serenar. El más importante es contar con información que permita evaluar el desempeño del programa, algo que influye además en el seguimiento de los casos.
De momento, desde la dirección de Serenar cuentan con los testimonios y el progreso de los casos como evidencia de su éxito. En un mensaje enviado a la coordinadora Sandra Berta, una madre decía lo siguiente: “Esta es una nota de vida, experiencia y gratitud. Agradezco a todos por su profesionalismo, dedicación y amor que han brindado a mi hijo.
Aquí he aprendido y he crecido como mamá y como persona. Mi hijo termina sexto de escuela con muchísimo esfuerzo. De seis años de escuela solo repite uno. Es una satisfacción compartir con usted que el año entrante comienza una nueva etapa. Que no va a ser fácil, lo sabemos. Pero nada de esto hubiera sucedido sin la ayuda tan amorosa de ustedes”.
Fuente: http://www.elpais.com.uy/que-pasa/atencion-que-quedo-huerfana.html
Foto: Serenar / Ricardo Antúnez (ADHOC).
En México: Escuela que discriminó a Axan debe pagar 96 mil pesos por daños
Pablo Novarro/ May 07, 2016 /Equilibrio Informativo
«Creo que los reglamentos de cada escuela son muy claros, cada padre de familia que determina inscribir a su hijo en una escuela privada da su consentimiento para aplicar su reglamento, en este caso concreto, debemos esperar para conocer formalmente una postura de la Conapred, no una filtración que se ha hecho, vamos a esperar a ver en sí cuál es en su totalidad el contenido de la mencionada reglamentación», apuntó Ernesto de Lucas Hopkins. Según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) la escuela deberá pagar 96 mil 239 pesos al menor por daños y tendrá que adaptarse a las normas de la Constitución mexicana.
El hashtag #AxanDecide se viralizó y para muchos, según los miles de comentarios que reunió, fue una muestra real de la defensa de la madre a su hijo en contra de la discriminación y los prejuicios basados en roles de género. «, para que se le permitiera a su hijo Axan entrar a la escuela con el cabello largo, luego de que se le expulsara y se le restringiera el acceso a las instalaciones del colegio por el motivo mencionado, violentando así su derecho a la educación».
Estefanía Vela Barba, especialista en temas de sexualidad y género académica del Centro de Investigación y Docencia Económica, dio la noticia vía Twitter del caso que inició en septiembre pasado cuando la madre del pequeño interpuso un denuncia contra el colegio IMARC, en Hermosillo.
Ocho meses después de iniciada la polémica porque los directivos de una escuela en el norteño estado de Sonora expulsaron a un niño de 4 años que insistía en usar el cabello largo, las autoridades federales fallaron en favor del menor.
A través de un comunicado de prensa el organismo señala que la violencia en contra deAxan es responsabilidad de la Secretaria de Educación Pública (SEP) federal y estatal atender el artículo 4º Constitucional y a la Convención sobre los Derechos del Niño.
Fuente: http://equilibrioinformativo.com/2016/05/escuela-que-discrimin-a-axan-debe-pagar-96-mil-pesos-por-da/
Paraguay: Estudiantes repudian el “himno” a McLeod
Paraguay/ 07 de Mayo de 2016/abc color
Durante una sentata, estudiantes del Centro Regional de Educación repudiaron que en el Centro Educativo Municipal se cante “un himno a autoridades corruptas”, en referencia a las-los para la intendenta Sandra McLeod.
Los alumnos del Centro Regional de Educación (CRECE) “Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia”, realizaron una sentata entre las 7:00 y las 11:00 de ayer, y anunciaron que seguirán protestando la próxima semana. Por un lado, exigen que el presidente Horacio Cartes firme un documento comprometiéndose a una mayor inversión en educación y la provisión de libros de estudio a todos los colegios del país.
Por otro lado, la sentata es en solidaridad con los alumnos del Centro Educativo Municipal, quienes desde hacía cinco años cantaban loas a la intendenta local, Sandra McLeod de Zacarías (ANR), en actividades oficiales y en olimpiadas. Se trata de una canción considerada un himno –aunque no lo es por resolución ministerial– que fue compuesta por el profesor Justo Pastor Piñánez y que afirma que “con Mc Leod Zacarías, Ciudad del Este es un edén”. Su entonación fue prohibida por la propia jefa comunal luego de que los medios de comunicación cuestionaran esta práctica.
Aplaudida por sus compañeros de colegio, la dirigente del Centro de Estudiantes del CRECE, Pykasu Gamarra, dijo durante la sentata: “En el colegio del Área 5 (Raúl Peña) nuestros compañeros que protestaban fueron tildados de vándalos por sus profesores, que no les dejaron entrar al colegio, mientras en el Centro Educativo Municipal (CEM) los compañeros son obligados a cantar un himno a autoridades corruptas. ¡Si van a cantar un himno, que sea a nuestro país y no a los corruptos!”.
Agregó que lamentan la actitud de los padres que apoyan la entonación de la canción, “porque eso no está bien”. “Eso no es un símbolo de tiranía?”, se cuestionó.
La dirigente contó que recibieron información de que los alumnos del CEM no tienen centro de estudiantes porque no se les estaría permitiendo. “Nosotros no tenemos contacto con ellos. Desde hace años lo intentamos, pero no logramos conversar con ellos, porque a la entrada nos hacen esperar. ‘No se puede’ o ‘no están’, nos dicen. ¿Por qué no quieren que entremos?”, dijo la joven, quien añadió que en el 2014 acudieron al colegio.
Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/estudiantes-repudian-el-himno-a-mcleod-1477743.html
Dos maestras de Costa Rica ganan concurso latinoamericano de Lego Education
Grettel Prendas, /Sábado 7 Mayo, 2016/ La Republica.net
China: Región autónoma noroccidental china de Xinjiang reforzará educación preescolar bilingüe
Noticia/ 06 de mayo de 2016 / Por: Spanish.xinhuanet.com
URUMQI, 6 may (Xinhua) — La región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, está ampliando la educación bilingüe en preescolar en las áreas rurales y de pastos para permitir que más niños tengan acceso a este tipo de educación.
Con fondos del gobierno central, Xinjiang planea ofrecer tres años de educación preescolar bilingüe en lugar de los actuales dos años en las zonas rurales de la región durante el periodo 2016-2020, indicaron hoy viernes fuentes de las autoridades educativas regionales.
Xinjiang tiene como objetivo garantizar que el 85 por ciento de los niños en edad preescolar de la región tengan acceso a este tipo de educación en 2020. El 77 por ciento de los menores preescolares asistieron a guarderías bilingües el año pasado, según las cifras oficiales.
El gobierno central ha invertido más de 1.000 millones de yuanes (153,7 millones de dólares) este año en la construcción de 552 guarderías bilingües en Xinjiang, principalmente en la parte sur y en las áreas rurales y de pastos. La región creó 2.500 guarderías bilingües en áreas rurales en los cinco años anteriores.
La región autónoma tiene una gran presencia de población de etnia uygur. El gobierno afirma que la educación bilingüe, basada en la lengua oficial, el chino mandarín, y lenguas minoritarias como la uygur ayudará a mejorar las perspectivas laborales de los grupos étnicos.
Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2016-05/06/c_135339979.htm
Foto: http://spanish.peopledaily.com.cn/mediafile/201205/21/F201205211657171853218883.jpg
EE.UU:Nueva York reconoce labor de inmigrante mexicano en la educación
América del Norte/EE.UU/Mayo 2016/Fuente:Radiolaprimerisima /Autor: Notimex
El alcalde Bill de Blasio, así como la Asamblea del estado, reconocieron la labor del inmigrante mexicano Jaime Lucero para impulsar la educación universitaria de jóvenes que, como él, ingresaron a Estados Unidos sin documentos.
Representantes del alcalde de Nueva York y de la Asamblea neoyorquina entregaron las proclamas a Lucero durante una ceremonia en la que el Instituto de Estudios Mexicanos de la Universidad de la Ciudad de Nueva Yorkadoptó de manera oficial el nombre de su benefactor más importante.
Así, el primer centro de estudios sobre México en la costa Este de Estados Unidos adoptó el nombre de Instituto de Estudios Mexicanos Jaime Lucero, una entidad encargada de promover la educación universitaria de jóvenes sin importar su condición migratoria.
Originario de la sierra de Puebla, Lucero emigró en 1975 a Estados Unidos sin haber terminado siquiera sus estudios de secundaria y sin hablar inglés. Para principios de la década del 2000, no obstante, Lucero ya contaba con una empresa distribuidora de ropa con una flotilla de 25 camiones.
La proclama de la ciudad destacó que ahora Lucero “está allanando el camino para que otros jóvenes neoyorquinos mexicanos alcancen su pleno potencial”.
Creado en 2012, el Instituto de Estudios Mexicanos ha otorgado hasta el momento 63 becas universitarias a estudiantes que en su mayoría han sido inmigrantes mexicanos que llegaron al país sin documentos y en consecuencia con escasas oportunidades de recibir financiamiento para su educación.
Este año, el Instituto de Estudios Mexicanos Jaime Lucero entregó becas a 35 estudiantes, que pueden estudiar en cualquiera de los 35 diferentes campus del sistema de CUNY en la ciudad.
Lucero ha sido el principal donante para las becas, aunque el financiamiento ha provenido también del Instituto de los Mexicanos en el Exterior; de la Fundación Juntos Podemos; y de organismo como la Asociación de Profesionistas y Empresarios Mexicanos (APEM).
Por su parte, la proclama de la Asamblea de Nueva York asentó que el Instituto “sirve como una senda hacia el sueño americano para los mexicano-estadunidenses que viven en Estados Unidos y, más importante, encarna el lema de Lucero: empoderamiento político y económico mediante la educación”.
En la ceremonia, estuvieron presentes James Milliken, rector de CUNY; así como Alyshia Gálvez, directora del Instituto de Estudios Mexicanos Jaime Lucero; Carlos Menchaca, miembro del Concejo de la ciudad de Nueva York; y Sandra Fuentes Berain, cónsul general de México en Nueva York.
En su breve intervención, Lucero se dirigió a sus tres hijos: “deben dejar un mundo mejor al que encontraron. Ya ustedes lo harán, a su propio tiempo”.
Una de las graduadas este año de CUNY gracias al apoyo de una beca, Amalia Rojas Enríquez, traída por sus padres a Estados Unidos a los dos meses de edad, descubrió que vivió toda su vida como indocumentada en Estados Unidos hasta que fue aceptada en la universidad.
Con la voz quebrada, Rojas Enríquez recordó que sin posibilidad de acceder a financiamiento para emprender sus estudios universitarios, su madre le aconsejó que mejor olvidara sus ambiciones educativas.
“Mi mamá me dijo que mejor me dedicara a limpiar departamentos, pero gracias a Jaime Lucero ahora me estoy graduando de la universidad”, afirmó Rojas Enríquez.
Fuente de la noticia: http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/inmigrantes/202798/nueva-york-reconoce-labor-de-inmigrante-mexicano-en-la-educacion-
Fuente de la imagen: http://www.radiolaprimerisima.com/img/noticia/280×280/nueva-york.png






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