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La generación Z y el cambio climático

Por: José María Manzano Callejo 

Existe un amplio consenso científico en que el cambio climático plantea un riesgo tremendo para la civilización humana. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC) de las Naciones Unidas, es inequívoco que las actividades humanas han impulsado y continúan intensificando el calentamiento global del planeta debido a la quema de combustibles fósiles y la liberación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Como resultado, cada una de las últimas cuatro décadas ha sido sucesivamente más cálida que cualquier década anterior desde 1850. Esto está dando lugar a fenómenos climáticos más severos caracterizados por frecuentes incendios forestales, olas de calor extremas, tormentas devastadoras, inundaciones y sequías. En consecuencia, los científicos advierten a los gobiernos de todo el mundo que se debe realizar un esfuerzo concertado para limitar el calentamiento a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales para evitar que estos eventos se vuelvan más peligrosos y catastróficos. Todas las publicaciones sucesivas del PICC están enviando el mismo mensaje de urgencia y advirtiendo sobre puntos de inflexión irreversibles: el cambio climático ahora se describe como una “ebullición global” y la humanidad ha “abierto las puertas al infierno”.

El PICC enfatiza la necesidad urgente de tomar medidas climáticas y resalta la amenaza para la existencia que representa alcanzar puntos de inflexión para el bienestar humano, la salud planetaria y las economías globales. El Informe de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial 2023 identifica el “fracaso en la mitigación del cambio climático” y el “fracaso en la adaptación al cambio climático” como las dos principales amenazas globales, destacando el riesgo de la dependencia de sectores intensivos en carbono.

Dada esta incómoda realidad, se espera que los gobiernos, las industrias, la sociedad civil y los individuos tomen medidas inmediatas para responder a la crisis climática. A pesar de algunos avances logrados en la 28ª reunión de la Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) sobre la transición para abandonar los combustibles fósiles y avanzar hacia la agricultura sostenible, las políticas climáticas actuales en todo el mundo no alcanzan la fuerza necesaria para abordar eficazmente la escalada de la crisis climática. La interconexión entre el cambio climático, la biodiversidad, la salud de los ecosistemas y la sociedad humana también es ampliamente reconocida y los impactos adversos del cambio climático inducido por el hombre continúan intensificándose y causando daños y pérdidas generalizados.

A pesar del consenso en la comunidad científica sobre la realidad y la importancia del cambio climático causado antropogénicamente y la abrumadora cantidad de evidencia de que el planeta se está calentando, muchas personas y organizaciones en todo el mundo todavía no apoyan los esfuerzos para mitigar las emisiones globales de GEI. En algunos casos, muchos todavía ignoran por completo la ciencia climática y sus advertencias. Esto está sucediendo en diferentes países y en diversos niveles de la sociedad, incluidos los líderes mundiales y los representantes gubernamentales. Por ejemplo, los problemas medioambientales globales son cada vez más cuestionados por conocidos líderes mundiales escépticos de la ciencia climática como el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que ha afirmado que el cambio climático es un engaño, y otro fuerte negacionista del cambio climático, el australiano ex primer ministro Scott Morrison. Esto tiene un impacto en la búsqueda de soluciones climáticas globales, genera controversia en torno a la ciencia climática y retrasa la acción para abordar urgentemente el cambio climático.

En la COP28 se logró un acuerdo global para acelerar la acción climática, pero su futuro depende de su implementación y compromiso efectivo en todo el mundo

Aunque en 2015, 196 países de todo el mundo se comprometieron a limitar el calentamiento global a muy por debajo de 2 °C, preferiblemente 1,5 °C, para mitigar los efectos devastadores del cambio climático en virtud del Acuerdo de París, el IPCC informó que, a pesar de progresos, el aumento de las temperaturas persiste debido a la falta de determinación política. En consecuencia, el IPCC declaró inequívocamente que el mundo tiene una ventana limitada hasta 2025 para alcanzar el pico de emisiones globales y debe reducirlas a la mitad para 2030 para tener alguna esperanza de limitar el calentamiento global a 1,5 °C. En la COP28 se logró un acuerdo global para acelerar la acción climática, pero su futuro depende de su implementación y compromiso efectivo en todo el mundo.

ANSIEDAD CLIMÁTICA

Los más jóvenes se ven especialmente afectados por las perspectivas del cambio climático a pesar de haber contribuido muy poco a la situación actual

La gente es cada vez más consciente de los peligros que plantea el cambio climático para la salud y el bienestar humanos. Este reconocimiento vital destaca las diversas formas en que el cambio climático afecta a la humanidad más allá de la salud física. Cuando las personas experimentan directamente eventos extremos, como grandes tormentas, sequías o incendios forestales, pueden afectar gravemente su estado mental y provocar trastornos de estrés postraumático. Esta comprensión subraya la urgencia de abordar el cambio climático no sólo como una cuestión ambiental, sino también como un problema complejo que afecta todos los aspectos de la vida humana. La ansiedad climática surge de una profunda preocupación por el cambio climático y sus consecuencias de gran alcance tanto para el medio ambiente natural como para la vida humana. Tal angustia puede manifestarse como pensamientos inquietantes o sentimientos abrumadores de preocupación respecto de futuros desastres climáticos y el destino continuo de la humanidad y el mundo. También puede traducirse en miedo, inseguridad, parálisis e inacción, así como sentimientos de ira, agotamiento, impotencia y tristeza. Abordar los desafíos del cambio climático y sus impactos en las generaciones futuras requiere un enfoque holístico que enfatice la necesidad de estrategias integrales para mitigar cualquier efecto adverso. Evitar la ansiedad climática pone de relieve la necesidad apremiante de actuar y buscar colectivamente soluciones de sostenibilidad para aliviar estas preocupaciones y asegurar un futuro estable para las generaciones venideras. Los más jóvenes se ven especialmente afectados por las perspectivas del cambio climático a pesar de haber contribuido muy poco a la situación actual.

INVESTIGACIÓN

Una nueva investigación de la Universidad Curtin de la Dra. Diana Marinova, ha demostrado que los jóvenes australianos tienen grandes preocupaciones sobre el cambio climático, que está teniendo un impacto significativo en sus vidas y podría tener consecuencias más amplias en las próximas décadas.

Publicado en Sustainable Earth Reviews, el estudio encuestó a estudiantes universitarios australianos pertenecientes a la Generación Z (personas nacidas entre 1995 y 2010) y encontró que el cambio climático era su principal preocupación ambiental.

La ansiedad climática ve la preocupación por el cambio climático manifestada en pensamientos inquietantes, angustia abrumadora por futuros desastres climáticos y el destino continuo de la humanidad y el mundo. También puede traducirse en sentimientos de miedo, inseguridad, ira, agotamiento, impotencia y tristeza.

Dora Marinova, profesora de Sostenibilidad de Curtin, refiere que la ansiedad climática era un factor que contribuye a la sensación general de inquietud de la Generación Z hacia el futuro, que podría tener importantes ramificaciones en el futuro. «Estos jóvenes están muy preocupados y, en cierto modo, intimidados por la falta de medidas concretas para luchar contra el cambio climático», afirmó la profesora.

La Generación Z tiene serias preocupaciones que no solo afectarán su salud mental (que será algo con lo que la sociedad y el sistema de salud pública tendrán que lidiar) sino también las decisiones que toman los jóvenes: cómo gastan su dinero, si tienen familia, su elección de carrera y más.

El estudio también reveló que, a pesar de sus preocupaciones, sólo el 35 por ciento de la Generación Z participaba regularmente en el activismo climático tradicional, como la recaudación de fondos, la donación de dinero a causas nobles, el apoyo a campañas políticas o la participación en eventos como marchas o protestas.

La Dra. Diana Bogueva, describe que los encuestados utilizan regularmente las redes sociales para expresar sus inquietudes y obtener información. Por otro lado, afirma que, si bien sus actividades on line (en línea) eran importantes, es posible que la Generación Z necesite participar de otras maneras para aliviar la ansiedad climática e impulsar el cambio. La Generación Z debería considerar participar en áreas de activismo más tradicionales o convencionales, como campañas políticas, para interactuar con los responsables políticos y conectarse mejor con otras generaciones para influir en los tomadores de decisiones, acelerar la acción climática y ayudar a salvaguardar un planeta habitable para todos”, según la autora del trabajo.

La Dra. Bogueva enfatizó que no era responsabilidad exclusiva de la Generación Z resolver el cambio climático (un problema que ellos no crearon), pero tomar medidas significativas puede ayudar a aliviar los sentimientos de ansiedad e impotencia de un individuo: «esto puede incluir descubrir cómo pueden ser parte de la solución en sus vidas personales, ya sea eligiendo una carrera que tenga un impacto o ajustando los productos o alimentos que consumen, entre otras acciones».

Datos clave del estudio

1. Ansiedad climática generalizada: más del 80 % de la generación Z australiana encuestada expresa preocupación y ansiedad significativas por el cambio climático, lo que afecta su salud mental y sus perspectivas futuras.

2. Participación limitada en el activismo tradicional: a pesar de los altos niveles de preocupación, solo el 35% de la Generación Z participa en el activismo climático tradicional, y muchos prefieren las redes sociales como plataforma de promoción.

3. Llamado a un activismo diverso y acción personal: Los investigadores abogan por la participación de la Generación Z en una gama más amplia de activismo y cambios en el estilo de vida personal para combatir la ansiedad climática y contribuir a la acción climática.

Por último, compartir esta reflexión irónica de Mark Twain: «El paraíso lo prefiero por el clima, el infierno por la compañía”.

@JoseMariaManz18

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/sostenibilidad/generacion-z-cambio-climatico/20240309172431224576.html

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Grecia: Movilización estudiantil contra la privatización de la enseñanza superior

Vangelis Kalinterakis | Orestis Triantafyllou
Desde hace casi diez semanas, una oleada de asambleas, ocupaciones y manifestaciones recorre los campus universitarios griegos y las calles de las ciudades. Su objetivo es el proyecto de ley del gobierno de derechas (Nueva Democracia) para permitir la creación de universidades privadas.

La Constitución griega de 1975, que recoge algunos de los logros sociales y democráticos del periodo posterior a la caída de la dictadura colonial (1967-1974), prohíbe la creación de centros privados de enseñanza superior y establece explícitamente que la enseñanza superior sólo puede ser impartida por instituciones públicas. El proyecto de ley del gobierno es, por tanto, una violación directa de la Constitución, un golpe de fuerza legislativo.

Las protestas estudiantiles que estallaron al inicio del nuevo curso académico en enero son las mayores de los últimos 18 años. Siguen los pasos de la oleada de ocupaciones de 2006-2007, que duró casi 6 meses y logró desbaratar los planes del gobierno derechista de entonces, que quería revisar la Constitución para permitir (ya…) la creación de universidades privadas.

Hoy, decenas de facultades siguen ocupadas en más de 50 pueblos y ciudades, con la reivindicación central «No a las universidades privadas». Las manifestaciones han reunido a decenas de miles de estudiantes, y capas sociales más amplias apoyan la movilización.

Un gobierno en guerra con las y los jóvenes
Los rectores de todas las universidades del país, así como los sindicatos que representan al profesorado, investigadores y personal administrativo de la enseñanza superior, se opusieron al proyecto de ley, a quienes se unieron todas las organizaciones sindicales, así como muchas otras asociaciones y organizaciones profesionales. Los partidos de la oposición han declarado que votarán en contra del proyecto de ley en el parlamento y que tienen la intención de emprender acciones legales para demostrar su inconstitucionalidad y bloquear su aplicación. A pesar de la imagen que el gobierno intenta transmitir a través de los medios de comunicación, controlados en su totalidad por los oligarcas que apoyan al partido en el poder, los sondeos de opinión muestran que la sociedad está dividida sobre la cuestión, si bien entre los más jóvenes (de 17 a 44 años), el rechazo a las universidades privadas es abrumador (entre el 75% y el 80%).

Sin embargo, apoyándose en su mayoría parlamentaria y en su posición dominante en la arena política, el gobierno parece decidido a sacar adelante su plan, aunque ello le lleve a entrar en conflicto con toda una generación. Esta determinación se explica por la prolongada ofensiva que está llevando a cabo contra la juventud, en particular la estudiantil. Como parte de un ataque implacable contra las clases trabajadoras y populares durante los últimos cinco años, la derecha gobernante ha impuesto una reestructuración radical del sistema educativo, desde el nivel primario hasta el universitario, a través de seis proyectos de ley que contienen no menos de 1 090 artículos en 855 páginas de legislación.

El énfasis en la reestructuración de la educación -y de la enseñanza superior en particular- no es casual. Subraya su importancia para la estrategia de la clase dominante griega, que ha encontrado una gran resistencia en este ámbito durante las últimas décadas. De hecho, como volveremos a ver más adelante, el movimiento estudiantil ha logrado bloquear aspectos importantes de esta estrategia neoliberal y de las directivas europeas sobre educación. Al aplicar una política de choque, el gobierno intenta vengarse política e ideológicamente del movimiento estudiantil. El conflicto actual tiene, por tanto, un carácter estratégico: concierne al equilibrio de poder político e ideológico en el seno de la universidad para el periodo venidero.

La situación política en Grecia
Para comprender mejor el significado de las manifestaciones actuales, debemos echar un breve vistazo al contexto político más amplio en el que se están produciendo.

Éste se caracteriza ante todo por el dominio político de Nueva Democracia. La derecha, en el poder desde 2919, salió reforzada de las dos elecciones legislativas de mayo y junio de 2023, tanto porque no sufrió ningún desgaste electoral, a pesar de su política muy dura hacia las clases trabajadoras y de sus numerosos fracasos en una serie de cuestiones, como porque la oposición –en particular el centro-izquierda y la izquierda– se ha hundido. En concreto, Syrizasufrió una auténtica derrota, perdiendo casi la mitad de su electorado y pagando el precio de las políticas neoliberales que aplico durante su etapa en el gobierno (2015-2019) bajo el control quisquilloso de la Unión Europea.

En los meses posteriores a las elecciones legislativas, la crisis de la oposición parlamentaria continuó. Tras la elección como presidente del partido, el pasado mes de septiembre, de Stefanos Kasselakis, un armador afincado en Estados Unidos y antiguo operador de Goldman Sachs, la desintegración ideológica, política y organizativa de Syriza y su transformación en un partido liberal-centrista se aceleró. A pesar de una relativa recuperación electoral, el Pasok [el partido socialista en el poder durante la mayor parte del periodo 1981-2012] no muestra ningún impulso. También es un partido profundamente integrado en la gestión del sistema, estrechamente vinculado a los intereses del capital y fuertemente convergente con Nueva Democracia en casi todas las cuestiones estratégicas.

El resultado es un panorama político sin precedentes desde la caída de la dictadura, marcado por el dominio abrumador de la derecha, la marginación y fragmentación de la izquierda y la ausencia de cualquier oposición que pudiera representar una forma de alternancia, incluso dentro del marco neoliberal.

En el frente social, la política agresiva del gobierno hacia las y los trabajadores y trabajadoras y la juventud está alimentando incremento aterrador de las desigualdades, que está exacerbando el descontento social. En un momento en el que el capital griego se recupera de la larga crisis y los beneficios de las grandes empresas se disparan, los salarios reales siguen cayendo, mientras que partes esenciales del Estado social, como el sistema sanitario público y la educación pública, se privatizan o recortan. Sin embargo, el aumento del descontento popular no logró encontrar una expresión política y desafiar al gobierno.

Durante el periodo anterior, paralelamente al movimiento estudiantil, estallaron luchas sociales en varios sectores (agricultores, sector sanitario). Estas movilizaciones convergieron en la gran jornada de huelga del 28 de febrero, un año después del mayor accidente ferroviario de la historia del país, que se cobró la vida de 57 personas, la mayoría jóvenes. La jornada fue una oportunidad para denunciar la clara responsabilidad de Nueva Democracia y su prolongada política de devaluación y privatización de todo el sistema de transporte público. Las movilizaciones tenían las características de una acción de masas, pero carecían de la duración y la coordinación necesarias para ejercer una presión eficaz sobre el gobierno. Sólo el movimiento estudiantil, por su duración y su capacidad de organización y liderazgo, es capaz de librar una lucha prolongada, cualitativamente distinta de las movilizaciones a corto plazo y/o de las explosiones breves.

2019-2024: un lustro turbulento en las universidades griegas
Incluso antes de llegar al poder, la derecha neoliberal situó la reestructuración del sistema educativo en el centro de su agenda política. Las primeras iniciativas del gobierno surgido de las elecciones de 2019 fueron el intento de abolir el asilo universitario (es decir, la prohibición legal de que las fuerzas policiales entren e intervengan en las instalaciones universitarias) y de introducir una organización de los cursos destinada a disciplinar al alumnado. Al mismo tiempo, el gobierno se ha esforzado en restringir el campo de acción de los sindicatos estudiantiles y en desmantelar los órganos de representación estudiantil en las facultades. El punto culminante de las medidas represivas fue la ley por la que se instituyó una policía universitaria, un cuerpo especial instalado permanentemente en los recintos universitarios -sin equivalente en ningún lugar del mundo- que restringe el acceso del público a los establecimientos, incluso a través de entradas equipadas con verjas y cámaras de seguridad.

Este planteamiento formaba parte de una reestructuración global de la policía, con la creación, o reconstitución, de cuerpos militarizados en los barrios. Sin embargo, la introducción de un cuerpo de policía universitaria tenía como objetivo específico reprimir las acciones de la población estudiantil contra la aplicación de las políticas neoliberales en las universidades.

En 2022, la reacción masiva de los estudiantes para impedir que la fuerza policial especial entrara en los campus se saldó con detenciones, procesamientos y heridas graves a decenas de estudiantes. Impidió de factola creación de la policía universitaria y marcó así una importante victoria del movimiento estudiantil contra el gobierno de derechas, que se vio obligado a admitir que su creación no tenía posibilidades inmediatas de éxito. Estas movilizaciones fueron victoriosas en la medida en que las fuerzas de la izquierda radical consiguieron, mediante una forma de frente unido, movilizar a sectores más amplios de estudiantes en favor de una ruptura con el pasado. La unidad de acción de las fuerzas de la izquierda radical ha sido un punto de apoyo decisivo para las masivas movilizaciones estudiantiles que tienen lugar hoy en toda Grecia.

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Manifestación estudiantil en la plaza Syntagma, frente al Parlamento – Atenas, 1 de febrero de 2024 – foto Christos Avramidis – Jacobin Grecia

El proyecto de ley sobre universidades privada
El proyecto de ley sobre las universidades privadas, principal objetivo del actual movimiento estudiantil, es un intento de desmantelar el sistema de educación pública y gratuita que existe en Grecia desde hace 40 años.

Según la Constitución (artículo 16), las universidades están gestionadas por el Estado y deben ofrecer educación gratuita al estudiantado. A nivel universitario, está prohibida la introducción de tasas académicas. Se trata de una victoria del movimiento estudiantil y de las clases trabajadoras, conseguida gracias a las grandes luchas estudiantiles y populares desde la década de 1960. El gobierno intenta privatizar la enseñanza superior permitiendo que particulares abran universidades en asociación con universidades extranjeras. Lo hace en términos especialmente provocadores, ya que, en esencia, el proyecto de ley pretende permitir que las estructuras de enseñanza postsecundaria ya presentes en Grecia, mediante acuerdos de franquicia con instituciones privadas y públicas extranjeras, otorguen diplomas reconocidos como equivalentes a los de las universidades públicas, lo que hasta ahora ha sido imposible debido a la prohibición constitucional.

El plan del gobierno llama la atención tanto por su total falta de garantías en cuanto a la calidad de la enseñanza impartida en estos futuros establecimientos como por la ausencia de toda previsión de inversión en infraestructuras, equipamiento científico y personal. Concede el acceso a estos establecimientos privados a personas cuyos resultados académicos están muy por debajo de los exigidos por las universidades públicas. Es revelador que, en las futuras facultades privadas de medicina, las y los estudiantes puedan ser admitidos con notas inferiores a la mitad de las exigidas para la admisión en una facultad pública. Así, quienes puedan pagar las matrículas podrán estudiar en centros de dudosa calidad y, de hecho, comprar diplomas equivalentes a los de las universidades públicas. Este proceso conduce tanto a una explosión de las desigualdades como a la formación de titulados y tituladas con competencias cuestionables, que sin embargo serán llamados a cumplir misiones sociales esenciales.

El objetivo es introducir la agenda neoliberal en todas las universidades. La esencia del proyecto es abolir la educación gratuita, como ya ocurre en varios países europeos, y transformar la educación en un producto financiero como cualquier otro, que funcione sobre la base del ánimo de lucro. Sin embargo, la privatización de la enseñanza superior es un modelo fracasado. Según los hechos, la tendencia mundial no es favorable a las universidades privadas, sino a las públicas. En la Unión Europea en particular, la mayoría de las y los estudiantes optan por la enseñanza pública, mientras que las universidades privadas se ven amenazadas de cierre, incluso en países donde tienen un peso particular en el modelo educativo (Estados Unidos, Reino Unido). Además, no es infrecuente que la supresión de la regulación estatal de la educación favorezca la impunidad de los poderosos intereses económicos.

Aunque las protestas estudiantiles son masivas y legítimas a los ojos de amplios sectores de la población, el gobierno se ha embarcado en una escalada represiva para disolver el movimiento. En un primer momento, gracias a su control de casi todos los grandes medios de comunicación, intentó denigrar el movimiento presentando a los estudiantes como «minorías autoritarias» implicadas en «ocupaciones ilegales». Fracasado este intento, movilizó a un estrato de mandarines que ocupaban puestos directivos en las universidades y que se esforzaron por desacreditar el movimiento. Ante un nuevo revés, las autoridades recurrieron a la represión. La policía intervino al menos en cinco ocasiones en los campus, maltratando a los estudiantes y deteniendo a muchos de ellos. Se incoaron numerosos procedimientos judiciales, principalmente contra estudiantes, pero también, por cierto, contra profesores que se negaron a castigar a los alumnos que participaban en el movimiento y a denunciar ante las autoridades a los autores de las ocupaciones, es decir, principalmente activistas políticos y sindicales. Sin embargo, ninguna de estas acciones consiguió quebrar la lucha.

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La manifestación se acerca a la plaza Omonoia, con el servicio de seguridad a la cabeza – Atenas 8 de febrero de 2024 – foto: página web de Unidad Popular

La estructuración del movimiento estudiantil, factor clave de la movilización
Por su estructuración y su grado de politización, producto de una larga historia de lucha, el movimiento estudiantil griego es un fenómeno sin igual en Europa. En cuanto se matriculan en la universidad, las y los estudiantes se afilian automáticamente a las asociaciones de cada facultad o departamento. Las asociaciones de estudiantes (φοιτητικοί σύλλογοι) son los organismos que proporcionan una estructura unificada e independiente y una representación de la población estudiantil lo más cercana posible a su lugar de estudio. Los estatutos que rigen su funcionamiento llevan la impronta de las luchas populares y estudiantiles contra la dictadura de los coroneles (1967-1974), así como de la politización y radicalización hacia la izquierda en los años posteriores a la caída del régimen militar.

Su acción goza de una amplia legitimidad en el seno del estudiantado, como forma de organización y reivindicación de mejores condiciones de estudio, pero también de discusión y deliberación sobre cuestiones políticas que superan el marco universitario. Las elecciones a las juntas de gobierno se celebran simultáneamente en todo el país, para reflejar la unidad del movimiento estudiantil. La participación sigue siendo significativa y los resultados sirven de indicador de las tendencias políticas dentro del mundo estudiantil.

El sindicalismo estudiantil griego se deriva, por tanto, de las actividades de estas asociaciones, que se organizan sobre la base de frecuentes asambleas generales (AG) (aunque con una asistencia muy desigual, según los periodos), en las que las y los estudiantes debaten todos los asuntos y deciden la línea de acción a seguir. Este proceso democrático, a la vez descentralizado y homogéneo a escala nacional, es uno de los principales factores que han contribuido a la aparición recurrente de movimientos estudiantiles estructurados y duraderos, capaces de ejercer una verdadera presión política. Estos movimientos se convierten en momentos de intensa politización para quienes acceden a la universidad.

Es sobre todo por estas razones que el gobierno actual y muchos gobiernos anteriores han intentado imponer reformas que llevarían al desmantelamiento de las asociaciones de estudiantes, consideradas con razón como focos permanentes de protesta y desestabilización de la estrategia burguesa en la enseñanza superior. Hoy, como siempre que el movimiento estudiantil cobra impulso, las asambleas generales desempeñan un papel decisivo en la organización de la lucha. Se reúnen semanalmente y deciden la organización de la lucha y sus objetivos: ocupación de locales, acciones diversas y manifestaciones en Atenas y en todas las grandes ciudades de Grecia. Casi la mitad de las facultades y departamentos universitarios llevan diez semanas ocupados, mientras que más del 60% de las AG han decidido al menos una vez ocupar sus locales.

Según nuestras estimaciones, entre 30 000 y 40 000 estudiantes han participado en estas asambleas generales y la gran mayoría ha votado a favor de las ocupaciones. El nivel de participación en las asambleas generales supera el 70% del de las elecciones estudiantiles (36 000 en 2023 sobre una población estudiantil real de unos 320 000). Al mismo tiempo, se produjeron importantes manifestaciones cada semana en muchas ciudades griegas. El 8 de febrero, estudiantes de todas las ciudades de Grecia se reunieron en Atenas en una manifestación nacional que fue la mayor de toda la comunidad educativa desde 2007. Los estudiantes coordinan la lucha entre asociaciones mediante procesos de coordinación no democráticos, en los que todos y todas tienen derecho a participar, que planifican el movimiento semana a semana en cada ciudad.

La segunda particularidad del movimiento estudiantil griego es la fuerte presencia de la izquierda radical en las universidades. Los componentes de la izquierda radical, que hasta hace poco actuaban en la mayoría de los casos dentro de frentes comunes, obtuvieron un total del 18 % en las elecciones estudiantiles de 2023, un rendimiento muy superior al de las elecciones nacionales, donde, acumulativamente, no superan el 3 %. A esto hay que añadir las fuerzas del Partido Comunista de Grecia (KKE), que han visto crecer su influencia en los últimos años, y ahora ocupan el primer lugar con cerca del 35 % de los votos. Además de su rendimiento electoral, la izquierda radical cuenta con una fuerte dinámica militante y organizativa en las universidades. El radicalismo de la juventud, las características del sistema educativo y, sobre todo, la dinámica de las asociaciones estudiantiles son los factores que conducen a la sobrerrepresentación histórica de la izquierda radical en los campus.

Una larga historia de lucha
La especial importancia del movimiento estudiantil en la vida social y política de Grecia es inseparable de su trayectoria histórica. Su papel decisivo se afirmó durante la lucha contra la dictadura de los coroneles, en particular durante el levantamiento de la Escuela Politécnica en noviembre de 1973, que fue el catalizador de la caída del régimen nueve meses después. La capacidad del movimiento estudiantil para actuar como detonante y catalizador de aspiraciones populares más amplias se remonta a este periodo. La memoria histórica de esta secuencia se refleja en la manifestación anual del 17 de noviembre, que conmemora el levantamiento de 1973. Probablemente única en Europa para este tipo de acontecimientos, esta manifestación ha conservado su carácter masivo y su función de hito para el movimiento social en Grecia.

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Atenas, 17 de noviembre de 1973, frente a la entrada de la École Polytechnique ocupada – los tanques de la dictadura aplastan el levantamiento estudiantil y obrero – captura de pantalla

Pero no se trata simplemente de una cuestión de memoria. A lo largo de las décadas que siguieron a la caída de la dictadura, el movimiento estudiantil experimentó secuencias de intensa movilización que derrotaron una serie de proyectos gubernamentales, bien consiguiendo la retirada pura y simple de proyectos de ley (como en 1979 y 2006-2007), bien bloqueando su aplicación (como en 2010-2011, 2019 y 2021). A través de estas batallas, a menudo exitosas, el movimiento estudiantil ha logrado mantener la universidad como espacio de politización y protesta social. La mejor prueba de ello es el reconocimiento por parte del campo contrario, que se refleja en el viejo deseo de los gobiernos de desmantelar el movimiento estudiantil, sus formas de organización y sus órganos representativos.

Pero no son sólo los gobiernos los que están preocupados por el ambiente político en los campus griegos. La revelación por Wikileaks de decenas de documentos de la Embajada estadounidense en Atenas muestra, entre otras cosas, que los servicios estadounidenses están muy preocupados por la movilización y la influencia de la izquierda radical en el seno de la universidad. Este fue particularmente el caso a finales de la década de 2000, marcado por el levantamiento juvenil tras el asesinato del joven Alexis Grigoropoulos a manos de un agente de policía (diciembre de 2008), y después por las grandes movilizaciones del periodo 2010-2015 contra los planes impuestos por la Troika de la UE y el FMI. En un documento fechado el 13 de febrero de 2009, redactado por Daniel Speckard, embajador estadounidense destinado entonces en Atenas (tras haber ocupado importantes cargos en Irak en el seno de las autoridades estadounidenses de ocupación), y titulado significativamente «La triste situación del sistema educativo en Grecia, un desafío para la diplomacia estadounidense», leemos lo siguiente:

La naturaleza altamente politizada y a menudo izquierdista de muchas universidades en Grecia hace que sea peligroso para el personal de la Embajada visitar los campus e impide que participe en proyectos de asociación (…)
Estamos a favor del reconocimiento de los títulos universitarios privados en Grecia y llevamos mucho tiempo presionando para que se lleven a cabo reformas en este ámbito. Dada la sensibilidad de esta cuestión y el antiamericanismo rampante en la prensa griega, somos prudentes en nuestras declaraciones públicas sobre la cuestión de la reforma educativa en Grecia.
Reiteramos nuestro apoyo a la reforma, subrayamos la contribución de las instituciones de calidad afiliadas a EE.UU. en Grecia y destacamos la experiencia positiva de EE.UU. a la hora de elegir entre universidades públicas y privadas.

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«No a la Universidad del Mercado» – «Universidades libres de beneficios y corporaciones» – Atenas, 11 de enero de 2024 – foto de la página web de la Nueva Corriente de Izquierda (NAR)

Conclusión
El movimiento estudiantil en Grecia ha demostrado en los últimos meses que, incluso en condiciones políticas desfavorables, es posible combinar la resistencia con una perspectiva ofensiva. La especificidad histórica de este movimiento en el contexto griego, que combina un modo de organización bien estructurado con una fuerte presencia de la izquierda radical, lo hace capaz de proporcionar una orientación y una dirección colectivas a la lucha, una fuente de inspiración para movilizaciones sociales más amplias. Porque detrás de la lucha actual no sólo está la oposición a las universidades privadas, sino también la cólera de la juventud ante el violento deterioro de sus perspectivas de vida, la frustración de sus expectativas y la espectacular ampliación de las desigualdades sociales, que la reforma de la enseñanza superior no hará sino reforzar.

Aunque el gobierno parece decidido a hacer aprobar el proyecto de ley en el parlamento y aplicarlo, la lucha estudiantil ya ha logrado una importante victoria. La deslegitimación generalizada de las universidades privadas provocará grandes dificultades en la aplicación de la ley. La movilización también ha reabierto el debate, a escala masiva, sobre la necesidad de reforzar la educación pública y, más ampliamente, la oposición a la destrucción y privatización de los servicios públicos.

Las fuerzas de la izquierda radical deben demostrar una vez más que son capaces de aprender las lecciones del movimiento estudiantil. Deben intensificar su acción de base entre las amplias capas sociales golpeadas por las políticas neoliberales. Pero también deben reforzar los procesos de unión, en la perspectiva de una izquierda que rompa con el pasado, para poder desafiar la actual relación de fuerzas.

Vangelis Kalinterakis es licenciado en matemáticas aplicadas y ciencias naturales por la Universidad Politécnica Nacional de Atenas.

Orestis Triantafyllou es estudiante de ciencias físicas y matemáticas en la Universidad Politécnica Nacional de Atenas. Ambos son activistas de Unidad Popular – Izquierda Unitaria.

8/03/24

ContreTemps

Traducción: viento sur

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CII-OVE: Por qué son necesarias las pedagogías feministas?

Luz Palomino/CII-OVE 

Las pedagogías feministas están en permanente construcción, huyendo de la rigidez de recetas cerradas y de la pretensión de neutralidad del discurso educativo oficial. Se trata de tomar conciencia de qué contexto habitamos y cómo lo vivimos, sentimos, reproducimos y transformamos.

Según Simone de Beauvoir, en El Segundo Sexo (1948), una mujer no nace sino se convierte en tal, por una serie de prácticas educativas que abarcan desde la familia hasta el estado, pasando por la religión, la cultura popular y las normas sociales y de etiqueta. Gabriela Mistral fue una maestra que abogó por la educación femenina, tanto en su Chile natal como en la Secretaría de Educación Pública fundada por Vasconcelos en el México pos-revolucionario.

De tal manera, creo que para abordar la relación entre la educación y los feminismos podemos plantearnos dos temas sobre los que dialogar. El primero es el nexo entre la educación formal e informal y diversas prácticas de inclusión o exclusión social. El segundo es el papel de la educación para la asimilación y repetición, o para la transformación de los roles sociales genéricamente asignados a las mujeres y los hombres.

Personalmente, considero que el nexo entre las prácticas sociales de inclusión y exclusión de grupos humanos específicos, mayoritarios o no, y las formas y contenidos de la educación, salta a la vista desde diferentes ángulos, siendo el primero, la elección y construcción de la validez de los conocimientos para sostener, posibilitar y reforzar los proyectos de los grupos que detentan el poder de gobierno, así como de los medios para transmitirlos, hasta imponerlos como los únicos subsistentes. Esto genera que siempre exista una tensión entre la educación formal y las corrientes políticas, sociales o culturales que disienten de las posturas hegemónicas en una determinada sociedad.

En este caminar, las pedagogías feministas proponen «entre – tejer» diversas experiencias desde lo educativo, entendido como un espacio de subversión de un sistema de poderes y privilegios sustentado en las desigualdades de género, clase, sexualidad, etnia, edad, etc. bell hooks (1994) nos recuerda:

 «The academy is not paradise. But learning is a place where paradise can be created. The classroom, with all it´s limitations, remains a location of possibility. In that field of possibility we have the opportunity to labor for freedom, to demand of ourselves and our comrades, an openness of mind and heart that allows us to face reality even as we collectively imagine ways to move beyond boundaries, to transgress. This is education as a practice of freedom».

 

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Informe: Femi(ni)cidios bajo la lupa en América Latina y el Caribe.

Entre las que sobreviven y las que ya no están: Datos y relatos de la violencia machista.

MundoSur* presento un nuevo informe, donde y analizan los datos sobre femi(ni)cidios perpetrados durante el 2023 en 16 países de América Latina y El Caribe.

A través de esta investigación, buscan visibilizar la importancia de registrar y tipificar las tentativas de feminicidios/feminicidios frustrados, entendidas como una manifestación extrema de la violencia contra las mujeres. Enfatizan la importancia de que las instituciones del Estado acompañen los procesos de sanación y reparación mediante el diseño e implementación de políticas públicas integrales.

Tentativas de femi(ni)cidios y/o femi(ni)cidios frustados

La visibilización de las tentativas de feminicidio, es un paso fundamental para dimensionar la magnitud de estos hechos que afectan a miles de niñas y mujeres en la región.

Estos datos dan una lectura más completa sobre el continuum de violencia, el cuál puede quedar invisibilizado si se analiza solo la forma más extrema.

Recuperar esta información permitiría mejorar protocolos y la debida diligencia, y lo más importante acompañar y proteger a las sobrevivientes de los feminicidios.

La ausencia de registros oficiales, consideramos, es una de las causas de las deficientes políticas públicas de prevención, protección y reparación contra la violencia machista.

Es urgente que las instituciones del Estado acompañen los procesos de sanación y reparación con el diseño e implementación de políticas públicas que tengan una mirada integral.

En esta sección del informe participa Gloria Piña – periodista de investigación especializada en género y derechos humanos, directora del documental “Las Sobrevivientes Olvidadas por la Justicia”.

Consideraciones sobre los datos estatales de femi(ni)cidios en 2023

El acceso a la información proveniente de las fuentes estatales es dificultoso. La producción de datos se ve afectada por los cambios políticos.

En el marco del relevamiento de sitios oficiales que vienen realizando desde 2020 han identificado que en Latinoamérica el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina (RNFJA), elaborado por Corte Suprema de Justicia de la Nación, presenta una metodología de trabajo con perspectiva de género y en clave interseccional. Ventaja de la fuente: Marco institucional; Cobertura geográfica; Cobertura temporal; Cobertura temática; Universo de análisis; Perspectiva de género; entre otras.

Cantidad de feminicidios (por país y total)

Se documentaron un total de 4599 feminicidios. Brasil encabeza la lista con 1706 crímenes registrados. Le sigue Guatemala con 601 casos y Colombia alcanzando 524 feminicidios durante 2023.

Cantidad de feminicidios por mes
Se registraron 383 feminicidios en promedio por mes durante el 2023siendo febrero el mes con menor registro y junio el mes con más casos registrados.

Si se analiza a nivel país, Brasil registró el mayor promedio de casos con 142 feminicidios por mes; mientras que Panamá, el país con menor registro (1 caso por mes).

Análisis comparativo (Anual 2022 vs 2023)

Se observa un aumento del 17% de la cantidad de femi(ni)cidios (de 2174 a 2211). Si se analiza por país, el país con mayor aumento de feminicidios fue Cuba, donde se registraron un 161,8% más de femi(ni)cidios que el año pasado. En cambio, Uruguay es el país con una caída en la cantidad de femicidios (-47,8%).

 *No se consideran Brasil, Bolivia y Guatemala ya que no se cuenta con información sobre los feminicidios para ese periodo de tiempo.

El país con mayor tasa cada 100.000 mujeres (ajustada por edad) es Honduras. Por su parte, el país que menor tasa registrada es Chile. Sin embargo, la tasa sin ajustar en Guatemala (6,58 por 100,000 mujeres) es una de las más altas en la región.

Edad de las víctimas

34 años de edad promedio de las víctimas. La más joven tenía menos de un año y la más adulta 91 años. La mayoría de las víctimas de feminicidios tenían entre 25 y 36 años, representando el 35,86% de los casos donde se conoce dicha información.

Hijxs a cargo

Al menos 1150 mujeres con hijxs a su cargo fueron víctimas de feminicidios, dejando al menos 2198 hijxs huérfanxs.

Relación víctima/victimario

62,52% asesinadas por su pareja o expareja. Si se consideran los agresores que conocían a la víctima, por ser familiares directos, familiares por afiliación, convivientes  o exconvivientes o personas conocidas, esta cifra asciende al 79,62%. Es decir, casi 8 de cada 10 feminicidios fueron cometidos por personas cercanas o conocidas por la víctima.

Modalidad del crimen

Principal modalidad el uso de arma de fuego (42,7%). Le siguen el uso de arma blanca (28,34%), por asfixia (12,15%) y por golpes (5,89%). En algunos países más de la mitad de los femicidios fueron cometidos con un arma de fuego.

Indicios de violencia sexual

Si analizamos los datos donde se conoce dicha información, en el 8,05% de los casos se encontraron indicios de violencia sexual ejercida hacia el cuerpo de la víctima.

Denuncias previas al victimario
Al menos 1 de cada 4 feminicidios podrían haberse prevenido. Entre los 1786 casos con datos verificados, se revela que en el 25% de ellos el agresor había sido denunciado previamente.

Conclusiones 

Para efectivamente garantizar que todas las mujeres y niñas puedan gozar del derecho humano a la dignidad, la integridad y a la vida, es esencial que, en primer lugar la lucha contra la violencia de género constituya una política de Estado y no de gobierno; y en segundo lugar, que las respuestas se elaboren mediante una estrategia multiactor, multinivel y multilateral.

*Sobre MundoSur

MundoSur es una Asociación Civil, con sede en Francia y Argentina, que visibiliza e impulsa los cambios sociales y políticos necesarios para la construcción colectiva de sociedades inclusivas, participativas, diversas y democráticas en América Latina y el Caribe.

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Afganistán empieza su tercer curso escolar sin mujeres en educación secundaria

Afganistán vuelve a excluir una vez más a las mujeres de un derecho básico como es la educación. Este miércoles, las escuelas de secundaria han inaugurado un nuevo curso, el tercero en el que este colectivo tiene prohibido acceder a las clases de secundaria.
Los talibanes prohibieron a las chicas asistir a las escuelas secundarias en marzo de 2022, después de expulsar al antiguo Gobierno respaldado por Occidente y recuperar el poder en agosto de 2021.
El Ministerio de Educación anunció el martes el inicio del nuevo curso escolar «en todas las provincias con el toque de la campana escolar en una ceremonia» en Kabul.
En la invitación enviada a los medios de comunicación se especificaba que las mujeres periodistas no podían cubrir la ceremonia, revela la agencia de noticias France-Presse.
El Gobierno talibán impuso una austera interpretación del islam que ha restringido los derechos de las mujeres. La ONU ha calificado estas medidas como un «apartheid de género».
Las universidades también empezaron recientemente su año académico, igualmente sin mujeres, que han sido vetadas desde diciembre de 2022.
https://www.eldebate.com/internacional/20240320/afganistan-empieza-tercer-curso-escolar-mujeres-educacion-secundaria_183251.html
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La educación, otra víctima más de la violencia en Haití

Por Milo Milfort/Puerto Príncipe (EFE).-

La educación es otra de las muchas víctimas de la violencia en Haití: las escuelas son objetivos de las bandas armadas, refugio de desplazados y los alumnos pierden decenas de días al año de horas lectivas.

Y, si hay algo en lo que creen los haitianos, es en la educación. Los padres prefieren pasar hambre para gastar el dinero en la educación de sus hijos, apuestan por ella para salir de la pobreza y contribuir al progreso de Haití, como queda patente con el dicho ‘Si la escuela vale algo, la nación lo vale todo’, pues se considera que, cuando la escuela no funciona, el país se paraliza.

En el pasado las escuelas se conservaban y respetaban, pero ahora se están convirtiendo en objetivo de bandas armadas. Profesores, alumnos y directores han sido secuestrados y asesinados y muchos centros educativos han sido blanco de tiroteos, saqueos e incendios.

En 2023, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estimó que la violencia armada contra las escuelas deHaití se había multiplicado por nueve en un año.

Ejemplo de ello es una escuela cuyas paredes están plagadas de agujeros de bala de todos los calibres en el barrio de Cité-Soleil, en la zona de Brooklyn, centro de un conflicto entre dos coaliciones armadas que luchan por controlar el territorio.

“Se puede ver lo nueva que es nuestra escuela, pero tenemos que abandonarla y dar clase a los niños en un espacio estrecho”, dice la responsable de una institución humanitaria que trabaja en Cité-Soleil, donde miles de personas viven en la miseria extrema, lejos de servicios básicos como el agua, la electricidad y la sanidad.

Las escuelas se vacían

La educación en Haití ya no es la misma, se deteriora, por lo que las escuelas tienen que revisar su funcionamiento, reinventarse o desaparecer, lo que repercute en el rendimiento escolar.

Michelle, que se dedica a la enseñanza desde hace al menos diez años, puede dar fe de ello: “Hacemos muy pocos ejercicios. Solo nos centramos en lo esencial. Es como si preparáramos a los niños para los exámenes, mientras que antes la escuela preparaba a los niños para la vida”.

“Organizábamos días de recreo y días llenos de color. Dada la situación del país, ya no podemos hacerlo. Antes podíamos hacer visitas, llevar a los niños a sitios históricos, pero ya no podemos hacerlo. Ya no es posible por la inseguridad”, afirma Michelle, quien se queja de que hace dos semanas que no puede dar clase ni llevar a su hija a la escuela.

Educación en Haití, bloqueada por la brecha de desigualdad

Para suplir las carencias y seguir funcionado, algunas escuelas recurren a la tecnología, como los grupos de WhatsApp o las plataformas de aprendizaje virtual, pero en un país donde solo alrededor del 25 % de la población tiene acceso a la electricidad y donde la alimentación prima sobre otras necesidades lo que esto hace es crear desigualdades.

“Los deberes que se dan en la escuela exigen que los niños investiguen en internet. Se dan muy pocas clases. Ya no se trabaja los sábados”, explica a EFE Sandrine, una joven educadora.

La educación es otra víctima de la violencia en Haití: las escuelas son objetivos de las bandas armadas y refugio de desplazados.
Fotografía de personas refugiadas en una escuela tras abandonar sus hogares debido a la violencia de las pandillas en Puerto Príncipe (Haití). EFE/ Johnson Sabin

Además, las escuelas y también las universidades se enfrentan a una importante pérdida de alumnos en los últimos años, o bien disminuye la cifra de matriculados o bien el número de estudiantes que van a diario a clase se reduce jornada tras jornada. La culpa de ello la tienen los ataques de bandas que obligan a las familias a abandonar sus casas y los programas humanitarios que facilitan a los haitianos la salida del país

También escuelas y universidades se están vaciando de profesores que optan por abandonar el país. Además, unas familias cada vez más empobrecidas no pueden mandar a sus hijos al colegio.

El fracaso escolar

La vida ha cambiado para los alumnos, que pierden decenas de días al año de clase con el consiguiente impacto en el nivel escolar. Cuando no son las bandas las que ocupan los colegios, lo hacen los desplazados que huyen del terror de las bandas armadas (hay más de 300.000 desplazados, según las últimas cifras de la Organización Internacional para las Migraciones).

Tampoco se ven ya imágenes antes habituales, como cuando caía la noche a finales de año y los estudiantes se preparaban para los exámenes finales u oficiales bajo las torres eléctricas y en las plazas públicas. Ahora, cuando cae la noche, las calles se vacían.

Niños juegan en una escuela donde varias familias permanecen refugiadas tras abandonar sus hogares debido a la violencia de las pandillas, el 13 de marzo de 2024, en Puerto Príncipe (Haití). EFE/ Johnson Sabin

A ello se une unos alumnos cada vez menos motivados e interesados, lo que provoca un aumento del fracaso escolar.

La infancia ya no es la misma. Vive al ritmo de los disparos, los desplazamientos forzosos y la pérdida de sus padres. En la escuela, las calles y los barrios, los tiroteos forman parte de su vida cotidiana. Ahora los niños no necesitan estar enfermos o que lleguen los fines de semana para no ir al colegio, simplemente muchas veces no pueden acudir.

*Foto de portada:

Fotografía de la Escuela de Nacional de Guatemala donde varias familias permanecen refugiadas tras abandonar sus hogares debido a la violencia de las pandillas, el 13 de marzo de 2024, en Puerto Príncipe (Haití). EFE/ Johnson Sabin

https://efe.com/mundo/2024-03-20/la-educacion-otra-victima-mas-de-la-violencia-en-haiti/

 

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Libro: Internacionalización universitaria y movilización política (PDF)

Introducción

La internacionalización solidaria, el derecho a la universidad y la sociedad pospandemia

Apenas estamos saliendo de una pandemia que trastocó todos los órdenes de la vida, con consecuencias aún imprevisibles. En el terreno de la educación superior, entre otros cambios, obligó a la rápida virtualización de la enseñanza y el aprendizaje, lo que forzó su desenvolvimiento en contextos no siempre adecuados para llevar adelante ese proceso, sometió a les docentes y otres trabajadores de la universidad a cambios acelerados en sus lugares y modos de trabajo y, probablemente, naturalmente realizó vectores de desarrollo que hasta el momento prepandémico habían sido los espacios privilegiados de la expansión mercantil de los estudios superiores.

La ampliación de los modos de acceso a distancia a distintas actividades académicas (clases, reuniones, cursos, seminarios, congresos, etc.) y la potenciación que con ella obtuvieron algunas de las corporaciones tecnológicas que dominan la economía digital permiten imaginar que algunas tendencias, en particular la de la internacionalización mercantilizada y privatizada de la educación superior, se pueden ver fortalecidas, mucho más si se advierte el crecimiento de las fuerzas conservadoras y elitistas y el deterioro de las condiciones de vida de los sectores populares a nivel mundial.

A su vez, la pandemia puso en evidencia el rol estratégico que juegan y jugarán los conocimientos (tanto en su faceta científico-tecnológica como en los saberes humanísticos y artísticos) en el mundo que se está configurando. Hablamos de conocimientos que ya no son producidos en el gabinete o en el estudio, sino colectivamente, en red, en interacciones internacionales que se dan a través de múltiples plataformas colaborativas (independientemente de que esos resultados, incluso los financiados con fondos estatales, sean muchas veces apropiados por el capital privado).page13image27259456

En el encuentro, quedó en claro que el organismo dedicado a la educación y la cultura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) está abocado a dejar atrás una idea que había plasmado de manera inequívoca en la primera conferencia (París 1998): que la educación superior es un bien público y un derecho no sujeto a regulación comercial. El modo en que fue convocada y organizada la conferencia (incluso se intentó realizar en 2021, cuando muchos países estaban aún con medidas de distanciamiento social, lo que hubiera implicado una representación más acotada menos democrática que la que tuvo), el modo en que se desarrolló, la incidencia que tuvieron en ella los factores mercantiles y concentrados y los alcances apenas testimoniales de los documen- tos resultantes advierten respecto a que UNESCO se encuentra más condicionada y alineada con el sector corporativo y mercantil, y con menos capacidad de acción para las coaliciones garantistas. Lo cual puede verificarse con solo mirar los auspicios y las actividades, mayoritariamente cooptadas por patrocinadores privados vinculados a la mercantilización.

se supo mantener en un contexto de oleada neoliberal en los gobiernos de la región el principio de que la universidad es un derecho humano universal y un bien público social, el Instituto de Educación Superior para América Latina y el Caribe (IESALC) no solo decidió no llevar ese posicionamiento al seno de la Conferencia Mundial sino que incluso la participación de referentes de América Latina y el Caribe a través de IESALC fue muy reducida.

Por eso, creemos fundamental en este momento no solo retomar los problemas que el proceso de la internacionalización de la educación superior torna centrales sino hacerlo desde una historia y una perspectiva que las fuerzas democráticas de la región latinoamericana y caribeña han venido construyendo desde hace más de un siglo. Una perspectiva que les permitió, sobre todo durante los años de consolidación de los proyectos progresistas y nacional populares pero también al tener que enfrentar sucesivas reacciones conservadoras en sus países, solidificar una red de integración que sostenga y promueva una idea de universidad como derecho humano universal, bien público social y obligación de los Estados, un proceso de internacionalización basado en esos principios y una puesta en escena en el escenario global de un modo de pensar la educación superior que no pase por la mera competencia lucrativa.page15image27222080

En este marco, consideramos imperiosa la necesidad de seguir impulsando un modo solidario de internacionalización universitaria, que no acate acríticamente la demanda del hemisferio norte de que el resto del mundo se encadene a sus ritmos, sus temas, sus necesidades, sus modos de enseñanza y producción de conocimientos y sus mismas instituciones. Consideramos también que eso no solo se logrará con las políticas públicas sino, muy en especial, como se ha logrado hasta ahora: con la movilización social y con el constante trabajo académico de les actores de la educación superior. Este es el sentido político que nos interesa darle a este libro.

Comenzamos este libro con la exposición de lo que entendemos son las líneas principales que demarcan un “modelo” de universidad latinoamericana, que no necesariamente corresponde a una institución o un tipo de instituciones en particular sino, más bien, a un concepto que ha servido para modelar un horizonte de democratización. Entendemos que esta “idea de universidad” está en el trasfondo de lo que, como hito, nuestra región concretó en la Conferencia Regional de Cartagena de Indias en 2008 (CRES 2008): la definición de la universidad como derecho humano.

Descarga el libro completo aqui: Internacionalizacion-universitaria (5)

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