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Libro: «Cartas a las madres», homenaje a las colectivas de madres de desaparecidas y víctimas de feminicidio

Reseña: UNAM

 

Cartas a las madres es un libro de la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial, la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las Artes y la Cátedra Rosario Castellanos de Arte y Género. La coordinación estuvo a cargo de Julia Antivilo; la ilustración, de las artistas de Producciones y Milagros Agrupación Feminista, y el diseño, de Fernanda Zendejas, del Laboratorio Curatorial Feminista (LCF). Cartas a las madres se integra por los textos finalistas del concurso “Cartas a las madres de hijas desaparecidas y víctimas de feminicidio”, que fue convocado en mayo de 2020 por la artista Mónica Mayer, el LCF, el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT), la Cátedra Nelson Mandela y la Cátedra Rosario Castellanos. Cabe mencionar que este certamen está inspirado en la pieza de Mayer “Carta a mi madre” (1987), cuyo espíritu sigue vigente.

A lo largo de las siete misivas contenidas en el breve pero significativo volumen, “se les hace saber a las colectivas de madres de hijas desaparecidas y asesinadas que son nuestras ídolas, que admiramos su valentía y su insistencia infranqueable, y que las acompañamos en su lucha”. Entre las autoras se encuentran Andrea Casas Herrera, Francesca Gargallo Celentani, Gabriela Huerta Tamayo, Iliana Hernández, Margarita Robles, Natalia Stengel Peña, Vanessa Hernández Reyes y Esmeralda González Aquino.

Todas ellas se valen de la epístola para construir un discurso íntimo, sensible y respetuoso en torno a un tema que nos lastima a todas y a todos: las desapariciones y feminicidios de mujeres y niñas mexicanas. Así, la comunidad lectora encontrará en este libro un homenaje a la labor de las madres cuya pugna tenaz y amor inconmensurable las han convertido en “investigadoras, casi peritos”, en buscadoras incansables de justicia en un contexto de impunidad.

Cartas a las madres no se comercializará, al contrario: la distribución de ejemplares impresos, así como el acceso a la versión digital, será gratuita. Por ello, esta poderosa obra se encuentra hoy en acceso abierto a través del siguiente enlace de Libros UNAM Open Access: http://www.librosoa.unam.mx/handle/123456789/3179

A causa de las condiciones sanitarias, las entidades organizadoras llevarán a cabo una performance titulada Apapacho estético, que será realizada por la artista Mónica Mayer y la Brigada de Belleza Itinerante, y consistirá en entregar los volúmenes a las colectivas de madres, razón de este proyecto y destinatarias de las palabras impresas. Adicionalmente, la publicación acompaña una iniciativa paralela del CCUT: Árbol de Correspondencias

https://tlatelolcounam.mx/arbolccut, que aspira a la reflexión y la comprensión a través de cartas en distintos formatos.

Fuente: UNAM Global

Foto: ZonaDocs

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Libro (PDF): De la protesta a la propuesta : 50 años imaginando y construyendo el futuro

Reseña: CLACSO

David Barkin arribó a México en 1962. Sus investigaciones en torno a la obra de Lázaro Cárdenas fueron el inicio de una serie de críticas de las políticas públicas que se estaban implementando en aquella época. A pesar de su participación activa en los airados debates universitarios sobre la política económica en México y otras partes, él se alejó de la tendencia de incorporarse a la administración pública para reformar los caminos trazados por los defensores de los regímenes; recibió el Premio Nacional de Economía Política por identificar las contradicciones teóricas y reales de la política económica de la época. Su posición crítica se fortaleció con la incorporación de dimensiones socio-ambientales, generando una activa participación en los debates en torno a la integración económica internacional y norteamericana.

 

Autor/a:                               Barkin, David 
Editorial/Editor: Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
Siglo XXI Editores
Año de publicación:  2018

 

País (es): Mexico
Idioma: Español
ISBN : 978-607-03-0919-9
Descarga:   Libro (PDF): De la protesta a la propuesta : 50 años imaginando y construyendo el futuro
Fuente e imagen:

http://biblioteca.clacso.edu.ar/
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7 Películas Basadas En Filósofas

Reseña: Bloghemia

«Que nada nos defina. Que nada nos sujete. Que sea la libertad nuestra propia sustancia» Simone de Beauvoir

Hemos recopilado un listado de películas y documentales sobre mujeres que aportaron grandes ideas al maravilloso mundo de la filosofía, y cuya vida ha sido plasmada en el séptimo arte.

A continuación, el listado: 
 
 
1- Hannah Arendt (la banalidad del mal)
Biografía de la filósofa judío-alemana Hannah Arendt, discípula de Heidegger, que trabajó como periodista en el juicio a Adolf Eichmann, el nazi que organizó el genocidio del pueblo judío durante la II Guerra Mundial, conocida por «la solución final».
2- Rosa Luxemburgo
República de Weimar (1919-1933). Una vez terminada la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se produjeron en Alemania movimientos populares de protesta, al frente de los cuales se hallaban Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, que fundaron un partido político revolucionario de carácter comunista: los espartaquistas.
3- Edith Stein (La septima morada) 
Película  basada en la vida de la filosofa Edith Stein.  Stein es conocida filosóficamente principalmente por su trabajo fenomenológico sobre la empatía y la afectividad, sus contribuciones como asistente de investigación de Edmund Husserl y su antropología filosófica. Mantuvo conversaciones con los principales filósofos de su época, incluidos Husserl, Scheler, Heidegger, Conrad-Martius, Ingarden y Maritain. Su trabajo contiene enfoques originales de la empatía, la encarnación, las emociones, la personalidad, la intencionalidad colectiva, y la naturaleza del estado.
4- Simone de Beauvoir (No se nace mujer)
Documental donde se conmemora la publicación del «Segundo sexo» y se estudia la figura de Simone de Beauvoir.
Cuando apareció «El segundo sexo» en 1949, fue un escándalo inmediato. Simone de Beauvoir tenía cuarenta y un años cuando publicó esta exploración del mundo femenino.  Gracias, o debido a estas vehementes críticas, el libro se convirtió inmediatamente en un «bestseller» cuyo éxito nunca ha vacilado. Traducido en todo el mundo, sigue llegando, generación tras generación, a mujeres de todos los orígenes. Con la ayuda de numerosos testimonios, esta película recorre la personalidad y el rumbo de una mujer que descubrimos muy diferente a la que ha retenido la memoria colectiva …
5- Hypatia de  Alejandría (Ágora)
En el siglo IV, Egipto era una provincia del Imperio Romano. La ciudad más importante, Alejandría, se había convertido en el último baluarte de la cultura frente a un mundo en crisis, dominado por la confusión y la violencia. En el año 391, hordas de fanáticos se ensañaron con la legendaria biblioteca de Alejandría. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hypatia (Rachel Weisz), filósofa y atea, lucha por salvar la sabiduría del mundo antiguo, sin percibir que su joven esclavo Davo se debate entre el amor que le profesa en secreto y la libertad que podría alcanzar uniéndose al imparable ascenso del Cristianismo.
6- María Zambrano (María querida)
En 1984, tras regresar a España después de 45 años de exilio, la pensadora María Zambrano fue galardonada con el Premio Cervantes. En 2004 se cumplieron cien años de su nacimiento en Vélez-Málaga. Se trata de un intento de aproximación a la vida de una mujer que hizo del pensamiento un compromiso poético y personal.
7- Judith Butler y otros (Vidas examinadas) 
A lo largo del documental, su directora y guinista, Astra Taylor, acompaña a algunos de los pensadores más influyentes de hoy en una serie de excursiones únicas a través de lugares y espacios que tienen una resonancia especial para ellos y para sus ideas.
Fuente e imagen: https://www.bloghemia.com/2020/10/7-peliculas-basadas-en-filosofas.html
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Ecuador: Jorge Dávila Vásquez: «Por más que tratan de manchar, Correa era un tipo limpio»

Jorge Dávila Vásquez: «Por más que tratan de manchar, Correa era un tipo limpio»

El escritor cuencano es uno de los gigantes referentes de la literatura ecuatoriana contemporánea cuando hay que ponerse los trajes de narrador, poeta, dramaturgo, catedrático universitario, crítico literario y de arte.

El escritor cuencano Jorge Dávila Vázquez es uno de los gigantes referentes de la literatura ecuatoriana contemporánea cuando hay que ponerse los trajes de narrador, poeta, dramaturgo, catedrático universitario, crítico literario y de arte.

Dávila, quien nació un 14 de febrero en 1947, ha acariciado muchos galardones entre los que destacan: el Premio Nacional de la Casa de la Cultura de Quito en 1977 por Los tiempos del olvido y en 1990 por su obra teatral Espejo roto; el Premio Nacional “Eugenio Espejo” (2016) en reconocimiento por su contribución cultural y literaria al país; y una condecoración en grado de Caballero de la Orden de las Palmas Académicas, conferida por el Gobierno de Francia (1995).

Miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua (2012) y jurado en numerosos certámenes literarios, ha sido parte de Ferias Internacionales del Libro en Caracas, Santo Domingo, La Habana, Buenos Aires, Cali y Bogotá́, y en el Salón International du Livre de París.

¿Cómo se construye una atmósfera creativa?
Con paciencia, teniendo una idea, una percepción, evocando unos espacios en los cuales uno ha estado, uno ha vivido. Deseando, anhelando un ámbito en el que uno no ha estado, puede ser el ámbito del sueño justamente. O de manera realista simplemente trasponiendo (…) el realismo actual ya no es el realismo de antes, minucioso, detallista, pero pasando de la realidad algunos datos, un mundo, una atmósfera, un ambiente.

¿Escribe a partir del recuerdo?
Muy rara vez voy a un espacio y digo este espacio va a pasar al libro, al cuento, a la novela, muy raramente. Cuando yo escribí el teatro neoclásico de María Joaquina en la vida en la muerte, es otro teatro, no es el (teatro) Sucre necesariamente. Los telones bordados y todas esas cosas no tienen que ver precisamente con la realidad, porque la realidad es un punto de referencia. Yo diría que, a ratos, es más el teatro Colón de Buenos Aires -que yo no conocía en esa época más que por fotos-, que el teatro Sucre.
También vas mezclando atmósferas que tienen afinidades para construir tu atmósfera literaria.

Si la escritura no depende de la inspiración, sino de la motivación como usted lo ha afirmado en algunas oportunidades, ¿dónde se hallan esos estímulos?
En todas partes. En nuestra conversación, en este sitio (Parque Seminario -Iguanas-), en las evocaciones que estamos haciendo de una composición musical, en el recuerdo que estamos teniendo de los sitios en los que yo he estado, o que yo he descrito, en fin. Todo eso siempre se mira como un punto de partida, La ambientación es un punto de partida, el resto es trabajo.

¿Usted cree que el escritor se hace ante todo?
No, yo creo que nace; yo creo que todos tenemos el don, pero no todos lo desarrollamos. Todos nacemos escritores, pero es en potencia; en acto, digamos, eso ya es cuestión individual, personal.

Jorge Luis Borges planteaba que una hipotética inmortalidad puede ser una condena humana. ¿Qué interpretación tiene acerca de la muerte?
Yo creo que es un proceso natural. Es doloroso. Muy doloroso cuando afecta a seres que amamos. Y eso duele mucho y yo perdí una hija hace 48 años y nunca me he curado. Tenía meses nada más de nacida. Y realmente es una llaga, una llaga palpitante. Mi madre murió hace 27 años, y el dolor por la muerte de ella persiste. Yo tuve amigos, grandes amigos que eran como mis hermanos. Ellos han muerto y pues, también ese dolor me queda. A veces digo, no tengo este dato, no sé esto o no lo otro; voy a llamar a Fulano o a Zutano, pero están muertos. Es dificilísimo llamarles…
Entonces, aunque la muerte sea parte del proceso vital, porque muerte y vida van de la mano, sin embargo causa un profundo dolor en el ser humano. Un profundo dolor que a mi modo de ver la religión puede atenuar, pero no eliminar. Es mi punto de vista, no es muy creyente ni muy religioso, pero yo pienso así. O sea que las creencias atenúan el dolor que provoca la muerte de los seres queridos.
(Las religiones) le consuelan a uno porque le hablan de la otra vida. Yo soy creyente de otra vida, evidentemente.

¿Qué sospecha que hay al otro lado de la vida?
Yo pienso que hay una vida espiritual, una vida que purifica al ser humano de preocupaciones, que une a una gran Providencia, llámese Dios, llámese Padre, llámese como quiera, pero esa no unión, esa otra vida, es una unión con una divinidad.

¿Existe, al modo y manera, como en su obra Espejo Roto?
Sí, yo creo que hay otra vida, pero esa otra vida, para mi modo de ver tiene una característica esencial y es que está libre de preocupaciones. Es una purificación. Es un estado puro del ser y eso le permite, digamos, mirar las cosas, incluso las más duras, las más dolorosas, con una cierta calma.

¿Cómo concebir, por ejemplo, las edades allí? O sea, uno muere, supongamos a los 80 años, otros a los 15, ¿permanece en ese estado?
Es incorpóreo. Es un relacionamiento de ánimas fundamentalmente con su Creador, de acuerdo con la noción cristiana.
Pero yo no creo que haya cambios de edad. Permanecen de alguna manera en un estatus de edad que les permite gozar de esa incorporación, pero que también suprime sus vínculos con lo terrenal. O sea, cuando más se preocupan por los seres de acá, y simplemente suplica por ellos, pero nada más. Si no estaríamos llenos de manifestaciones supranaturales.
Son ideas mías sobre lo supranatural, a lo mejor eso va a molestar a algunos estudiantes y yo no quiero ofender a nadie. O no creyentes también.

¿Existe Dios?
Sí, siempre he sido muy religioso. Una parte importante de mi poesía es de carácter religioso. Para mí es una fuerza suprema la fuerza de Dios. Está en nosotros. Nosotros solo somos manifestaciones de esa divinidad.

Eloy Alfaro decía que él era amigo de Dios, pero no del Papa…
Ahí entra la cuestión religiosa. Ahí no entra la cuestión de convicciones, no entra la cuestión de principios, ni de nada, sino ya entra la cuestión religiosa. En las religiones hay categorías, en el catolicismo puede ser el Papa, pero en otras religiones hay jerarquías peores, heredadas de profetas falsos, de gente que de pronto encontró una especie de forma de inmortalizarse y son sus sucesores los que siguen allí en esa especie de sóleo; siempre hay un jerarca, todas las religiones tienen jerarcas y no son precisamente sus mejores representantes.

Usted cree que si la religión no tuviese la promesa de una vida después de la muerte, ¿se derrumbaría como creencia?
Yo pienso que no se sustentaría, porque parte de la fe del creyente es en esa posibilidad de proyectarse hacia la eternidad.

La literatura tiene grandes temas: la muerte, Dios, el amor, ¿cómo usted construye el ideal del amor?
Yo, generalmente, no hablo del amor ideal. Hablo del amor como esta fuerza que mueve al mundo, como esta energía que está en todo ser y que de alguna manera se manifiesta en sus actos, que se manifiesta en sus formas de comportamiento. Y entonces, a partir de allí yo he desarrollado a lo largo de mi vida tanto en la poesía como en las narraciones e incluso en el teatro he desarrollado esta idea del amor como una fuerza motriz y creo firmemente que es eso. Que no hay formas perfectas del amor, no las hay; salvo las que unen al hijo con la madre o con el padre, no hay formas perfectas del amor, porque somos falibles. En ese sentido, ningún amor es perfecto.

Hasta ahora usted sigue estando con su esposa…
Sí, cumplimos 50 años (de matrimonio) en febrero.

¿Y cómo logra mantener el amor?
Primeramente, está una vieja relación que a veces la desgastan los años, pero que se mantiene, que persiste, están los gustos compartidos. Se parte de afinidades, pero en ninguna pareja se da un amor que sea de tal manera incondicional, porque eso ya sería servilismo, sería anulación de la personalidad del otro, y el amor no es anulación de la personalidad, sino enriquecimiento de la personalidad. Lo que ocurre es que a veces ya con los años hay un cierto desgaste, no en la cuestión afectiva, sino en la cuestión de convivencia, cambian los gustos, los caracteres se vuelven un poco más duros tal vez, pero pues yo creo que es el grado más alto de amor que se puede encontrar en una pareja, pero de ninguna manera es perfecto. Somos imperfectos.

¿Existe la fidelidad?
Sí, de hecho, por supuesto. Y para mí consiste fundamentalmente en estar ligado a la otra persona de una manera auténtica, genuina, sin que yo quiera decir que tú dejes de ser humano por eso.

¿Cómo los jóvenes escritores pueden gestionar su carrera literaria en el Ecuador?
Yo creo que es una cuestión de paciencia, de mucha, mucha paciencia.

A diferencia de otros escritores, usted vende muchos ejemplares; otros escritores tienen que gestionar y no lo terminan consiguiendo.
Ahora, en cuanto, digamos, a la supervivencia base de los libros eso no existe. Vivir de los libros no existe. El vender libros, yo soy bastante bueno en esto de la venta de los libros, pero no gracias a mí, sino gracias a las editoriales con las que trabajo. Son en realidad las editoriales las que venden, no yo. Yo hace muchos, muchos años que no vendo libros. Al principio, en estas ediciones domésticas yo vendía los libros. Una edición doméstica es una edición que tú la haces por tu cuenta en la imprenta de la esquina.

Usted llevaba sus textos a la imprenta, ¿cuántas copias sacaba?
Mil, normalmente. No recuerdo de ninguna edición que se me haya quedado, porque no tengo libros de otras épocas, entonces eso demuestra que lo vendí o lo regalé.
Yo soy muy dado a regalar los libros. O sea, los libros que me dan a mí como muestras de las editoriales. Generalmente, yo les doy a mis nietos, a mis amigos cercanos, a mi familia. Yo no guardo los libros. Primeramente, nunca fui buen vendedor, me ayudaron a veces mis parientes, mis amigos lo colocaron en una parte, otra parte.

¿Cómo se dio a conocer?, ¿usted primero llevó los textos a la imprenta?, ¿cómo se empezó a formar la visibilidad de sus obras? Sabemos que es por la forma de escribir, naturalmente, pero más allá de eso, ¿cómo se fue dando notoriedad o eso fue un trabajo que lo hizo netamente la editorial de turno?
Yo hasta el año 1975 no había publicado prácticamente ningún libro. El alcalde de Cuenca -de la época, doctor en Filosofía e Ingeniero, Alejandro Serrano Aguilar- cuyo nombre lleva el estadio (de fútbol) de la ciudad, y que era un hombre absolutamente eminente, en una noche me dijo en una reunión familiar: “Sé que estás escribiendo mucho”, le dije “sí”, “¿por qué no me das algo?”, me respondió. Le di La nueva canción de Eurídice y Orfeo. Le dije: “Alejo, tengo listo un pequeño libro, está el poema, están las ilustraciones, está el prólogo que es como dos veces más grande que el poema; me dijo “dame”, entonces un lunes y quince días después estaba afuera el pequeño libro. Un tiraje de unos, posiblemente unos 300 ejemplares y no queda rastro de él.
Después, en 1976 yo gané el premio Espinosa Pólit con María Joaquina en la vida y en la muerte y se publicó junto con dos libros de cuentos. Y, de hecho, empezó a venderse muy lentamente, yo no puedo decir que soy un best seller ni mucho menos, empezó a venderse muy lentamente, pero a partir de allí siempre se ha vendido. Al principio, cuando yo hacía las pequeñas ediciones me ocupaba yo de la venta, pero después ya nunca más. Ya son muchos, muchos años y ya son las mismas editoriales las que se ocupan de la comercialización de los libros.

¿Es a partir del premio que recibe que usted deja de vender -individualmente- los libros?
No, todavía hay algunos que yo hago, como por ejemplo, algo acerca de los árboles que es mi libro más hermoso. Hago el libro de los sueños que ganó el premio Gallegos Lara. Hago algunas ediciones, no muchas. De esas sí tuve que encargarme de colocar los textos.

¿Cómo hace carrera un escritor con paciencia en Ecuador?
Mira, no queda más remedio que acudir a las instituciones. Las instituciones a veces demoran, a veces te dan largas. Un joven escritor me decía: “No puede ser que esté esperando un año y no me den todavía respuesta por mi libro”. Le dije: “Mira, yo estoy esperando 30 años porque hay una institución que me pidió un libro y no me publicó nunca”. Pasan esas cosas.

¿Qué obras son sus engreídas?
Bueno, yo pienso que aunque yo no hago mucho esfuerzo, pero María Joaquina sigue siendo muy engreída. Voy a cualquier lugar y me habla gente que normalmente no hubiera hablado de ella en otra época -digamos, muy religiosa-, porque María Joaquina es bastante suelta, bastante libre y desde el punto de vista moral puede tener reparos.

Oscar Wilde decía que no existen libros morales o inmorales, los libros están bien o mal escritos…
Así es, así es, pero el tema de lo moral o de lo no moralmente aceptado y universal se da, existe.

¿Qué piensa en relación a los premios de Literatura? Cortázar no recibió premios en vida, ni el Cervantes… ni el Nobel…
Un tipo como él que tiene la misma altura de Borges, exactamente, es tan grande como él.
Lo que pasa con los premios es que son estímulos, ayudan, pero un escritor nunca puede descifrar todo en el premio. A más que hay cosas así, hay premios que le maltratan a uno.

¿En qué sentido?
En el sentido en que a veces, por ejemplo, estás participando en un premio y lo declaran desierto con un argumento de lo más banal, de lo más tonto, de lo más infundado, pasa, pasa, me refiero en general a la posibilidad de que un autor, un texto, estén postulando para algún premio y de alguna manera sean rechazados. A eso me refiero. Y yo creo que para un escritor es muy doloroso que le rechacen su obra de esa manera. Yo soy, como jurado que he sido de innumerables concursos, enemigo de declarar desierto un premio; me parece ofensivo a quienes han participado.
Pero pienso que a veces, también, es medio intencionalmente ofensivo. Yo creo que el jurado declara desierto ese premio intencionalmente.

¿Por qué motivo?
Complejo de superioridad de los jurados, un poco de envidia muchas veces, la envidia es un feo sentimiento, repugnante, pero es un sentimiento que se da entre los escritores, ocurre.

Y eso que está en el ambiente, eso ¿no permite crecer a la literatura nacional?
No, no es para tanto. Todos hemos sufrido problemas de esa naturaleza y los hemos superado.

¿Usted está de acuerdo en que se deben de dar premios económicos o más bien simbólicos, como libros o algo similar?
Yo creo que para un joven autor que postula un premio es muy importante que se le dé un estímulo económico, aunque sea pequeñito. Es muy importante.

¿Por qué no siguió actuando?
Yo creo que no era un mal actor, recibí muy buena crítica y todo pero yo abandoné la actuación para dedicarme completamente a la escritura. Para mí era más factible escribir que actuar, en el sentido de que la cuestión del sostenimiento de la familia me exigía un cierto tiempo también, desde el punto de vista afectivo, exigía también un trabajo más sostenido, entonces me dediqué completamente a la escritura. Precisamente, dejando de lado mi gran pasión, porque el teatro fue mi gran pasión en una época, mucho. No solamente actué, dirigí, escribí, y ahora… escribo.

¿No regresaría a la actuación?
No, estoy muy viejo para ello.

El tema político…
Yo siempre me he mantenido un poco al margen de la política. Y creo que es una cuestión psicológica. Cuando yo tenía tres años mi mamá me entrenó como un monito de circo y me hizo aprender un discurso para un candidato ultraconservador y mi mamá fue conservadora. Entonces, maravilloso, pero su ideología era conservadora. Entonces, fui y di este discurso, no tengo la menor idea, pero me dijo un amigo mío de la época, mayor a mí con unos diez años, que el candidato se acercó y me abrazó. Me aterra.

Su primera actuación de teatro…
Sí, terrible. Y entonces, imagínate yo que no uso terno nunca, enternado, peinado con gomina y todo.

Se sentía incómodo en la formalidad…
Y entonces a partir de ahí creo que nace una especie de rechazo a la cuestión política. Yo me he mantenido con mi corazón a la izquierda siempre, definitivamente. Pero ni estilo militante, ni he sido una opinión que valga la pena tener presente en la cuestión política ni nada de eso.

Jean Paul Sartre decía en El existencialismo es un humanismo que “no elegir también es elegir”. E instaba a los escritores, en general en sus conferencias, a que tomaran partido con la historia. Usted cree en un arte parnasianista, el arte por el arte.
No, yo no creo en el arte por el arte; creo en un arte comprometido con la realidad, comprometido con el ser humano. A mí me interesa más que nada el compromiso con el ser humano. Toda mi producción es un compromiso con el ser humano. Pero yo hice panfleto político cuando yo era un autor joven, un autor teatral joven, hice panfleto político e incluso mi primer premio obtenido aquí en Guayaquil cuando tenía 22 años fue con una obra de corte político. Y después, mi obra más representada, que es Donde comienza el mañana, que es una obra política también. Sino que lentamente fui dejando de lado, digamos, y centrándome más en la cuestión humanística y humana.

Se alejó de la idea del partidismo…
Bueno, nunca estuve afiliado a nada, salvo al IESS, al seguro social, nunca estuve afiliado a nada… La verdad tuve muchos contactos con gente de la izquierda a la cual quiero.

¿Qué lecturas de izquierda lo marcaron?
En la Facultad de Filosofía y Letras en donde yo hice mis estudios, fuimos a un curso muy brillante con un profesor de filosofía que venía de la Universidad de Concepción, y él nos dio Hegel y nos dio Marx, dos cursos extraordinarios y muy bien puestos y entendimos perfectamente de lo que estábamos hablando.

Dialéctica del amo y el esclavo en Hegel, el concepto de plusvalía de Marx, ¿qué es lo que más le conmovió?
Me mueve mucho, digamos, esto de que hay siempre un conflicto de clases, esa idea de que siempre hay un conflicto de clases y que está determinado por lo económico.

El materialismo histórico, la historia está condicionada materialmente… y hay una lucha presente allí…
Sí, yo creo que se da eso.

En esa lucha, ¿cuál es su posición en la historia?
Por los que menos tienen siempre. Por los que son más débiles, por los que son más explotados siempre. Sin llegar al panfleto, pero yo te digo la verdad que ese es mi punto de vista.

¿Qué tal le parecieron los gobiernos del expresidente Rafael Correa?
Yo tuve una cierta simpatía por el gobierno de Correa, me parece que él estaba lleno de buenas intenciones. Hizo obras importantísimas. Creo que la Universidad de las Artes (UARTES), la Universidad Nacional de Educación (UNAE), la Universidad Yachay de la Ciencia, en realidad fueron hermosos sueños que luego, digamos, parece que todo ha contribuido a quererlo destruir, pero no es justo no, no está bien echar lodo contra la obra buena de un gobierno, haya sido como haya sido este gobierno. Él era muy apasionado, a veces se enfrentaba con la gente y creo que seguía enfrentándose (risas), pero evidentemente era un tipo limpio por más que tratan de involucrarlo, por más que tratan de manchar, era un tipo limpio.

¿Usted cree que existe, en efecto, una persecución judicial?
No, o sea, tanto así no, pero de hecho existe una serie de tendencias en distintos partidos sobre todo a tratar de manchar la imagen del antiguo mandatario, a tratar de liquidar su carrera política.

¿Será el hecho de envidiarle que ellos, individualmente, no lograron lo que sí logró Correa?
En ciertos casos es eso. Pero en ciertos casos va más allá, es ideología de grupo, defensa de intereses.

¿Defensa de la banca?
No, defensa de intereses en general. A veces son los banqueros los que están a la cabeza, lastimosamente confiados en que la gente tiene mala memoria. Pero a veces también son simplemente las personalidades de esa vieja y recalcitrante derecha ecuatoriana que aprovechan la menor ocasión para levantar la voz y hacerse notar.

¿Qué le parece Eduardo Galeano?
Yo he tenido siempre una gran admiración por él, es decir, escribir con un sentido profundamente político como lo hizo él y escribir con tanta calidad es muy raro.

¿Qué obras son las que más le gustan?
Para mí, Las venas abiertas de América Latina. Aunque yo no cito tal o cual obra, sus textos en general a mí me parecieron conmovedores, bellamente escritos, poéticos, intensos y mira él mantuvo siempre su posición, eso es bien importante.

Es raro estar tan comprometido y coherente.
Así es.

¿Qué piensa de los movimientos feministas de los últimos tiempos en el Ecuador?
Yo soy una persona muy respetuosa de la figura de la mujer, incluso algunos, algunas autoras sobre todo, han afirmado que mi literatura es la literatura que más alto deja la figura de la mujer en el Ecuador. Normalmente, partiendo de mi viejo poema La nueva canción de Orfeo y Eurídice, la imagen de la mujer está en primer lugar, luego con María Joaquina, y con los cuentos de las criaturas de la noche, con relatos mil, siempre, la mujer está siempre en primer plano. Yo respeto muchísimo a la mujer luchadora, a la mujer que trabaja por la causa de su familia, de sus hijos, y que tiene una ideología. Yo te decía que mi madre fue una mujer absolutamente ejemplar, ella tenía su ideología de derecha y era absolutamente respetable.

¿Eso le generó algunas fricciones con ella?
No, nunca; nunca, nunca. Supimos mantener las cosas muy delicadas, muy sutilmente. Nunca nos enfrentamos con mamá por causa de esto, por nada mismo. Nuestra relación fue perfecta. Yo sabía exactamente lo que ella pensaba. Yo creo que ella intuía lo que yo pensaba.

Por otra parte, finalmente, en la sociedad existen personas que no están muy dadas a leer, ¿cómo se cambia ese comportamiento cultural?
Lo que pasa es que el primer taller de lectura tendría que ser la familia. Pero a veces la familia no está en capacidad de iniciar al niño en la lectura. Entonces queda la escuela. Y a veces, la escuela tampoco es muy eficiente. Pero la mente cada vez se supera más y más eso, cada vez los maestros leen más. Es admirable, por ejemplo, aquí entre los maestros guayaquileños cómo leen, es una cosa impresionante, realmente impresionante.

¿Usted cree que el campo de batalla está en la escuela?
Sí, en la escuela.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/opinion/Jorge-Davila-Vasquez-Por-mas-que-tratan-de-manchar-Correa-era-un-tipo-limpio-20200702-0042.html

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OVE reseña: Fernando Buen Abad «Semiótica de la Semiótica»

Mundo/América Latina/14-03-2021/Autor: Carlos A. Reyes*/Fuente: OVE

Este lunes 01 de marzo tuvo lugar un nuevo encuentro en el Seminario Internacional el ciclo de debate denominado «La Otra Educación Posible». Estos Seminarios son posibles gracias al trabajo de la Alianza Pedagógica Social Internacional CEIP-Histórica de Argentina, MAEEC-CLACSO de México; KAVILANDO de Colombia; MASA CRÍTICA de Panamá; RED GLOBAL GLOCAL por la Calidad Educativa de América Latina; SAVIA de Paraguay; Universidad de Panamá; CIPCAL de América Latina; KAICHUK MAT DHA de México; EMANCIPACIÓN de Chile; Organización Social, Feminista, Pedagógica Mujer-Pueblo-Magisterio CNTE Durango, el Centro Martin Luther King de Uruguay y CII-OVE de Venezuela

En esta oportunidad la exposición estuvo a cargo de Fernando Buen Abad sobre «Semiótica de la Semiótica». La moderación de la actividad estuvo a cargo de Tomás Paredes Duque y Elpidio Gónzalez del colectivo Masa Crítica.

Para Freire (2013), la pregunta es una forma de construir nuestra realidad, pues permite edificar a partir de la pregunta, proponer ideas, alternativas y posibilidades de dialogo, sin embargo, también es la pregunta, una posibilidad de romper los esquemas hegemónicos que gobiernan en una realidad incuestionable, de lo que se nos ha dado y dicho como parte de esa realidad. Así entonces, estamos frente a un ejercicio dialéctico, entre el sujeto y el objeto, donde los significados y significantes de tal relación, permite asociar múltiples lecturas de esa realidad. En este sentido, Fernando Buen Abad nos exhorta a pensar el campo de la semiótica como un campo de estudio propio de sí, es decir, a cuestionar la semiótica de la semiótica.

Pero, ¿qué es la semiótica? Buen Abad nos propone en inicio, diferenciar entre semiótica y semiología. La primera, nos dice que dada su origen en la Escuela Norteamericana con Peirce (considerado el padre de la semiótica), alude a una cuestión de estudio teórico metodológico, orientado a las relaciones lógico matemáticas y, la segunda, desde una tradición francófona, con un estudio más particular en la lingüística, sin embargo, ambas aluden al estudio de los signos: de su conocimiento, las experiencias y expresiones cotidianas.

El estudio de los signos a partir de su conocimiento, las experiencias y expresiones cotidianas, derivan en la forma de comunicar, comunicar para “sí” y para el “otro”, lo que ha establecido que todo objeto sea objeto de un significado y significante, pues la comprensión e interpretación del mismo objeto por el sujeto, está determinado por un contexto que responde a las esferas de lo político, lo económico, lo social, lo cultural… Por tanto, el signo, es una forma de comunicación que establece dominios de pensamiento y que son arraigados sin que eso conlleve a preguntarse el ¿por qué? Y el ¿para qué? Pues ese signo, es y forma parte de ese contexto normalizado históricamente.

Así entonces, el signo se articula por su significado y significante, atributos que el hombre le da a través de la historia. En este sentido, el hombre todo el tiempo trata de nombrar al objeto, buscándole un sentido de ser, de existir, de pertenencia para comunicar(se). De modo que el hombre, en todo momento comunica a través del signo, pero también, sigue produciendo signos en la medida de encontrar históricamente vida a lo que le rodea. Entender esto en la propia historia del hombre, nos advierte que lo que hoy somos, no es más que el producto de la manera de comunicar. Y esta advertencia, hoy en día forma parte para establecer una hegemonía y dominio en la individualidad y la colectividad del sujeto social.

En términos históricos, el hombre, siempre ha producido signos y seguirá produciendo: esta producción de signos ha sido por la inmediatez de encontrar el sentido a todo lo que nos rodea. Desde la búsqueda de un origen de la existencia de la humanidad, hasta la conceptualización de su devenir como animal en sociedad. Esta producción de signos, viene acompañado de conceptos de orden global, como el consumismo, la manipulación y la (de)formación de identidades de apropiación. Desde esta lectura, el signo conlleva a situar un dominio por lo que es y no lo que debería de ser, en sentido estricto, si somos un producto cultural de los signos, ¿qué signos gobiernan nuestra cultura?

Atender y ocupar el estudio del signo en nuestra cultura, conllevaría a pensar no solo el signo, sino las prácticas determinadas de ese signo, de su estrategia y su dinamización social. Pues un signo, puede estar en contextos ricos de diversidad pero pobres de autenticidad, significando y siendo significante plural para los sujetos sociales pertenecientes a esos grandes sistemas hegemónicos. De modo que, la semiótica, responde a una idea propia de estudio, un análisis que no puede ser fuera de la semiótica, sino todo lo contrario, desde dentro de la misma, generando así, su propia edificación epistémica.

El signo entonces, tiene un sitio abstracto, pero también indeterminado, que no solo tiene idea de figura, forma y fondo, pero sí de representación simbólica. Por tanto, la semiótica de la semiótica, conlleva a una resistencia cognitiva y conductual, de asumir esquemas de los que históricamente el hombre ha sido parte. Preguntarse por el signo y su coproducción, es hasta cierto punto una forma de ir en contra de la historia misma. Ejemplo de esto, es la definición conceptual de sujetos, procesos, contenidos y que recientemente ha derivado en expresiones simbólicas, teniendo como objetivo transitar “nuevas formas de pensamiento”.

Finalmente, los ejemplos que Buen Abad nos pone en la mesa de debate, alude a cuestiones propias de cotidianeidad, de ese momento tan común, de aceptación y de participación, pues pensar la forma en que pensamos y del porqué pensamos esa forma de pensar, es un ejercicio que quizá supera nuestras propias condiciones de sujetos sociales; Giroux (1999) llamaría a lo anterior, como el pensamiento dialectico, el pensamiento de pensar la forma en que pensamos, aunque, estamos dispuesto a ¿pensar la forma en que pensamos nuestro pensamiento?

A continuación, el video completo del debate:

 

Referencias:

Freire, P. y Faundez, A. (2013). Por una Pedagogía de la Pregunta. México: Siglo XXI Editores.

Giroux, H. (1999). Teoría y resistencia en educación: una pedagogía para la oposición. Ed. en español. México: Siglo XXI Editores.

Otras Voces En Educación. (2021, marzo 1). Fernando Buen Abad: Semiótica de la Semiótica [Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=0f7X32Aae4Q

 

*Colaborador de OVE. ITESM | MÉXICO.

Fuente del Video: https://www.youtube.com/watch?v=0f7X32Aae4Q

Imagen: Alianza Pedagógica Social Internacional

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La serie protagonizada por una mujer que enseña a programar

‘TXAC Planet’ es una serie de televisión dirigida al alumnado de Primaria y Secundaria para aprender sobre programación, pensamiento computacional e Inteligencia Artificial. Se puede ver en el País Vasco, Andalucía y Navarra, así como a la carta en la web de sus televisiones autonómicas.

¿Te imaginas una serie de televisión que permita a los estudiantes de Primaria y Secundaria desarrollar el pensamiento computacional y adquirir los fundamentos de un lenguaje de programación mediante la resolución de problemas? De eso trata ‘TXAC Planet’, una serie compuesta de una primera temporada y 30 episodios inspirados en la plataforma gratuita ToolboX.Academy, que enseña al alumnado los fundamentos de la programación y la Inteligencia Artificial, y que ha sido desarrollada por Francisco Vico, catedrático de Inteligencia Artificial de la Universidad de Málaga.

La serie se emitió en diciembre en el País Vasco, en ETB3, en versión euskera, mientras que en Andalucía se emite desde enero en Canal Sur. En este último, se encuentra dentro del programa La Banda, con un episodio el sábado y otro el domingo. Aunque también está accesible para visualizar a la carta en las webs de estas cadenas (aquí y aquí) y también en la página de Kanaldude, un canal de Navarra.

Objetivos: futuro TIC y combatir la brecha de género

‘Txac Planet’ ofrece una narrativa sencilla: una estación espacial orbita el lejano planeta Txac, con el objetivo de explorarlo con ayuda de sus robots. Ada, la astronauta que encabeza la expedición, es una ‘coder’ (‘programador’ en inglés), es inteligente y audaz, y disfruta programando sus robots y comunicándose con otros ‘coders’ de la Tierra.

Serie TXAC Planet programación

Para Vico, la creación y difusión de una serie con esta temática supone un impulso en el aprendizaje de la programación, el pensamiento computacional o la Inteligencia Artificial entre el alumnado. “Necesitamos activar el aprendizaje de las Ciencias de la Computación desde los primeros cursos de Primaria, ya que el futuro pasa por el uso de estas tecnologías”.

Por otro lado, este proyecto televisivo, protagonizado por una mujer, intenta combatir la brecha de género en el ámbito científico, evitando caer en estereotipos que sitúan la ciencia y tecnología como disciplinas masculinas, e invitando a las niñas a que experimenten y jueguen con la programación. “Las escuelas superiores de Informática, Telecomunicaciones o las Ingenierías se están perdiendo ahora mismo a casi la mitad de la población: las mujeres, que no se matriculan en estas titulaciones. Y esto no solo deriva en la educación, sino posteriormente en el empleo y la economía”, señala el catedrático.

Detrás de la idea

El origen del proyecto se encuentra en las herramientas que tanto Francisco Vico como la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad de Málaga han creado con el objetivo de “democratizar la enseñanza de la programación”: ToolboX y ToolboX.Academy. ToolboX establece un entorno sencillo donde crear programas que resuelven un conjunto de tareas planteadas. Estas actividades pueden proponer que un robot móvil (en pantalla) realice una actividad concreta, o bien un problema de trigonometría, cinemática, genética o de cualquier área donde se enseñan algoritmos.

programación serie niños

Por su parte, ToolboX.Academy (la plataforma de programación dirigida a los centros educativos) surgió como iniciativa tras comprobar que existen limitaciones reales para incluir la programación en el currículo preuniversitario. “Los esfuerzos para enseñar programación de ordenadores son insuficientes. No estamos ofreciendo la formación tecnológica necesaria al alumnado, en una época en la que es determinante para su desarrollo personal, social y profesional. Por eso decidimos elaborar una plataforma amigable y gratuita que pudiera adoptarse fácilmente por los centros y fuese intuitiva para el estudiante y el profesorado”, concluye Vico.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/txac-planet-serie-protagonizada-mujer-ensena-programar/

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Guasón, una lectura cercana

Reseña: Santos Y Pecadores

En 2019 se estrenó «Joker» o, traducida, «Guasón»; el film dirigido por Todd Phillips y protagonizado por Joaquín Phoenix y Robert De Niro ha sido merecedor de varios premios internacionales, entre ellos, el Óscar al mejor actor (Phoenix).

Pero más allá de los créditos, la recaudación y las circunstancias que debió afrontar la película, se hace necesario reflexionar brevemente sobre su mensaje ya que, lejos de haber quedado relegado, permanece y nos interpela hasta nuestros días.

En medio de la basura sólo se puede producir basura. Y aún así, la certeza de que lo que falla es lo que se construye con odio.
Ciudad Gótica bien puede ser Nueva York, Madrid o Buenos Aires.
Lugares donde los ricos tienen que «caer», parafraseando al estadista de tinglado y ex presidente de la Argentina, Mauricio Macri, en el metro, o en las avenidas donde los olvidados y caídos del mapa también habitan.
Pero el odio no sólo es vertical y viene de arriba, a través de la falta de asistencia social a enfermos, o del recorte presupuestario para instituciones vitales, o de políticas neoliberales que dejan más personas afuera que adentro.
El odio también viene de abajo, cuando los individuos se mimetizan con las bolsas de basura apiladas en toda la ciudad y caminan como ratas hasta que alguien les da una mano o los mata. Muchos se cobran lo que el mundo les arrebata: posibilidades.
Guasón es cruda por la particular historia de vida del personaje.
Una construcción que no sólo produce brutalidad sino también, una especie de vindicador impensado.
Afuera en la calle hay quienes están dispuestos a burlarse de cualquiera que no encaje en el sistema.
Y no sólo a burlarse sino también a golpear, ningunear o estigmatizar.
Desde las familias, pasando por los mandatos, la escuela, los entornos, todos colaboran en la construcción del molde. Y sino, castigo.
Arthur, el nombre del personaje, recibe cuando niño el mandato maternal de «hacer reír a los demás y ser feliz», pero ese decreto no es inocente. Y los que vean la cinta lo entenderán.
El hombre golpea puertas buscando en vano un reconocimiento como cualquiera lo necesita. Busca trabajos de comediante en tugurios y de acompañante terapéutico de niños enfermos.
Pero él sabe que no se puede ser feliz en un mundo de infelices que caminan entre la bosta. Y así como se cruza con personas que se creen superiores y puestas en el mundo blanco de la comodidad y el confort, se cruza con semejantes, con víctimas que también lo golpean, creyéndose a salvo del caos que el sistema produce.
Algo así como apoyar un golpe de Estado en nombre de la libertad.
Guasón debe verse porque conmueve, paraliza, rebela, y cuestiona brutalmente el orden de las cosas. Además de estar realizada al mejor estilo de los trabajos de Scorsese o Coppola, con una estética setentista alejada de los pochoclos.
Es un llamado a la razón desde la locura.
Y también es una denuncia porque frente a millones de espectadores, en un programa donde el conductor encarnado por Robert De Niro, lo invita para reírse de él, Guasón dice: «hoy ya nadie se pone en los zapatos del otro» y el desenlace de la escena es desgarrador.
Lo que Guasón logra en ciudad Gótica, sin buscarlo, pero con sugerencias de haberlo deseado, es que desde abajo hacia arriba los «nadies» se hagan oír y arrasen con todo.
Desde todas las lecturas posibles, con una música y creación de climas memorables, Guasón es el producto de un tiempo infame, desigual, que se traduce, por ejemplo, en derechas envalentonadas, xenofobia, ajuste y represión.
Un relato que emociona porque en ningún sitio está escrito que tengamos que vivir entre la basura, rodeados de personas que odian y producen gobiernos de odio.
Conclusión: hay que verla allí donde la encuentres.
El actor Joaquín Phoenix, memorable.
Fuente e imagen: https://www.tercerainformacion.es/blog/04/02/2021/guason-una-lectura-cercana/
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