Tipo de Publicación: Manual o Guía de Trabajo
Año de Publicación: 2005
Autor(es): UNICEF, Ministerio de Educación
Páginas: 72
La vida en las escuelas ofrece una rara oportunidad para los estudiantes, los educadores críticos y uno de los principales teóricos educacionales dialoguen, disientan, cuestiones y amplien sus respectivos razonamientos y acciones en torno a las cuestiones éticas relacionadas con la educación escolar y la democracia en una sociedad capitalista, patriarcal y racista. Christine Sleeter, Universidad de Wisconsin, Parkside Prólogo a la segunda edición
“Con este libro, Peter McLaren se muestra como un camarada en el camino de raclamar y construir lo que es más excelente y misterioso en los seres humanos: su habilidad para protegerse de un mundo de opresiones, su anhelo de creación y su determinación a buscar caminos que lo nutran de nuevo”. Leonardo Boff, Río de Janeiro, Brasil Prólogo a la tecera edición.
“Sin duda, La vida en las escuelas de McLaren sigue siendo fuerte de esperanza e inspiración para miles de educadores alrededor del mundo que participan en la lucha de clases dentro de las escuelas públicas”. Ramin Farahmandpur, Los Ángeles, California. Prólogo a la cuarta edición.
Miriam E. Kriger. [Autora]
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Colección Grupos de Trabajo.
ISBN 978-987-1309-24-5
CLACSO. Grupo Editor Universitario.
Buenos Aires.
Diciembre de 2017
Libro: La Universidad del Siglo XXI. Boaventura de Sousa Santos
Año: 2007
(Autor de la Reseña: Alvaro Campana Ocampo)
Este breve pero inmenso libro publicado por el Programa Democracia y Transformación Global, es uno de los más fundamentales aportes que nos da Boaventura para romper con este inmovilismo y “defensismo” en que se ha sumido el movimiento universitario. Dividido en dos partes, el capítulo uno (el otro trata de la experiencia de la Universidad Popular de Movimientos Sociales), que es el que nos interesa en esta nota, tiene el sugerente subtítulo “Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad”.
Muchas intuiciones de quienes vimos en la militancia en el espacio universitario una apuesta más allá de la lucha economicista y corporativa por la “gratuidad de la enseñanza” y la autonomía, se encuentran sistematizados en este libro y nos muestran un mapa más claro para avanzar hacia una universidad articulada a la construcción de alternativas al capitalismo neoliberal y global.
En efecto, podemos comprobar la impotencia del movimiento universitario por su convocatoria a una defensa de la universidad pública, contra su privatización, y por su autonomía cuando la universidad ha sufrido un perverso y pasivo sometimiento, en todos sus poros, a las lógicas del mercado, así como un abandono absoluto por parte de un Estado cada vez más desnacionalizado y desdemocratizado en el contexto de la globalización.
Santos nos muestra una visión más profunda de la crisis de la universidad, que no implica solamente –especialmente en el caso peruano- una vetusta organización administrativa o institucional, o una privatización que se restringe al pago de matrículas o de algunos servicios: nos muestra la profunda privatización a la que se ha visto sometida, al ser descapitalizada producto del abandono del Estado y el estrangulamiento económico, la liberalización del mercado de la educación superior que ha generado una competencia desleal y la amenaza cada vez mayor de la transnacionalización del mercado universitario.
Pero, y en una mayor profundidad, nos muestra que la crisis de la universidad pública es una crisis de legitimidad y de hegemonía, además de una crisis institucional. En efecto, producto de los procesos descritos, la universidad pública ha perdido pertinencia frente a las necesidades sociales, e incluso a las del mercado para el que ya no es un espacio vital y estratégico tanto para ganar dinero como para producir sus cuadros.
Un cambio más profundo se ha producido en las relaciones conocimiento-sociedad que el mercado ha aprovechado rápidamente, y que las llamadas “izquierdas universitarias” han desaprovechado por su dogmatismo y/o conveniencia al ser cómplices de este statu quo.
Santos afirma que se ha producido un cambio de paradigma pasando del conocimiento universitario al conocimiento pluriuniversitario. En este nuevo paradigma la vieja ciencia moderna y sus presupuestos se han vuelto obsoletos. Ahora, sociedad y conocimiento están mucho más entrelazados. La sociedad ha dejado de ser una interpelación de la ciencia para pasar a ser sujeto de interpelación a la ciencia. El saber se hace cada vez más contextual, aplicado, heterogéneo, flexible. El mercado y su lógica ha puesto esta realidad a su servicio y a su lógica desarrollando investigación, formación y extendiendo los servicios universitarios en función de los flujos mercantiles de la búsqueda de las ganancias y de la innovación que permanentemente necesita.
Sin embargo con este cambio se abren también oportunidades para que se logre tanto la legitimidad, una nueva hegemonía y una nueva forma institucional recuperando la universidad pública y poniéndola al servicio de un proyecto alternativo, de los movimientos sociales y de la disputa del Estado en el marco global en función de los intereses de las mayorías populares.
La lucha por la universidad pública se hace más integral y fundamental que la búsqueda de su captura para transformarla hasta el día después de la toma del poder como pensaba la vieja izquierda. Se trata de desprivatizarla en el sentido más profundo y realista. Desde una perspectiva emancipatoria se trata de hacerla útil a las necesidades de los sectores menos favorecidos de la sociedad y de aquellos que luchan por alternativas, abriéndola a los mismos, estableciendo un diálogo horizontal y formas de producción de conocimiento más colectivas y sociales.
¿Cómo? ¿Qué hacer? Son preguntas pertinentes porque esta es sobre todo una tarea política de quienes luchamos por construir una sociedad alternativa al capitalismo dentro de nuestros países periféricos. Boaventura nos habla de una alianza en la que deben participar las mismas universidades, el Estado nacional en disputa, la sociedad y los movimientos sociales así como sectores del capitalismo nacional (si los hubiere).
Aquí exponemos brevemente las propuestas, siendo la tarea del lector profundizar al respecto:
Redefinir el problema integralmente, como lo hemos expuesto aquí, yendo más allá de soluciones institucionalistas o reivindicativas. Se trata de reconquistar la legitimidad, hacer de la universidad una institución pertinente para los intereses de las mayorías sociales y de plantearse estrategias a escala local, nacional, continental y global. Además reivindicando la naturaleza de productora crítica de conocimiento y formadora de la universidad.
Respecto al acceso: se debe establecer alianzas con las escuelas, entregar becas y no préstamos, una acción afirmativa de las minorías étnicas, una relación diferente, abierta con la sociedad. La Extensión Universitaria debe ser una forma de apoyo solidario a la resolución de los problemas de exclusión y contrapuesto a la idea de la ganancia y la lógica del dinero, que es lo que ocurre hoy al ser esta tarea una extensión de servicios dentro del mercado.
Desarrollar procesos de investigación acción, contextualizando los procesos de formación e investigación a partir de las necesidades sociales, así como una perspectiva de lo que denomina la ecología de saberes, que implica un diálogo horizontal entre saber académico y saberes populares. Articular universidad- producción. Establecer una ética de responsabilidad social de la universidad.
En lo institucional plantea la construcción de redes. Esta propuesta debe articular a la universidad pública nacional con otras universidades tanto a nivel nacional como del sur del planeta, desarrollando una convergencia en las tareas de formación e investigación en alianzas, en red y de manera cooperativa. Desarrollar una democracia tanto interna como externa, la implementación de la evaluación participativa, una necesaria regulación del sector privado para que no haya competencia desleal, obligando al Estado a hacerse participe de esto y obtener su atención prioritaria en medio de la reelaboración de los proyectos nacionales y además establecer el necesario diálogo continental sur- sur.
Y ¿una nueva hegemonía? No, simplemente se trata de trabajar por una redefinición de la universidad para ponerla al servicio de la construcción de alternativas.
Para descargar el libro, haga clic aquí:
Fuente de la Reseña:
http://alvaropampa.blogspot.com/2007/09/resea-de-la-universidad-popular-del.html
Teaching colonial history and national identity development among palestinian students in Israel
Resisting colonisation through student activism
Ibrahim Makkawi. [Autor]
Este artículo fue publicado originalmente en karisma.org.co el 14 de noviembre de 2017.
El día de hoy la Fundación Karisma lanzó la tercera edición de ¿Dónde están mis datos?, un informe que busca impulsar prácticas de transparencia entre las empresas que dan acceso a internet.
La información que producimos y compartimos en internet genera huellas que pueden ser rastreadas, registradas, acumuladas o compartidas por empresas privadas y gobiernos. Es por eso que es indispensable que quienes dan acceso a internet sean transparentes sobre la forma como cuidan los datos de las personas y ,en general, como protegen los derechos a la intimidad y a la libertad de expresión.
Por tercer año consecutivo, la Fundación Karisma, una organización líder en derechos digitales en Colombia, con el apoyo de las organizaciones internacionales Electronic Frontier Foundation y Access Now, publicó el informe¿Dónde están mis datos? 2017. Este informe analiza las políticas de las empresas que son utilizadas por millones de personas en el país para dar acceso a internet: Telefónica-Movistar, Claro, ETB, Tigo-UNE, DIRECTV, Emcali y Telebucaramanga.
El informe permite identificar las buenas prácticas frente al respeto de los derechos humanos en el entorno digital y resalta a las empresas que las implementan, más allá de verificar si cumplen con las obligaciones legales. Igualmente, identifica espacios donde pueden mejorar.
En el informe ¿Dónde están mis datos? 2017, se analizan los compromisos de estas empresas en cuatro ejes temáticos: compromisos políticos, intimidad, libertad de expresión y seguridad digital. Adicionalmente, este año Karisma analizó las políticas de las empresas seleccionadas en términos de la promoción de la equidad de género y el apoyo a las personas con discapacidad, encontró que es un aspecto en el que están trabajando varias de ellas.
Las personas que usamos los servicios de las empresas que dan acceso a internet dependemos de ellas para que protejan nuestra intimidad. «El principal hallazgo en 2017 es que ETB, empresa nacional que no tiene vínculos con multinacionales, fue la primera en publicar su informe de transparencia donde ofrece información sobre las solicitudes de datos que le hace el gobierno», asegura Carolina Botero, directora e investigadora de la Fundación Karisma. «Esta información, confirma que hay un gran abanico de entidades estatales que piden información de quienes usan sus servicios, es decir que no solo lo hace la Fiscalía», agrega Botero.
Los datos que las empresas entregan con base en esas solicitudes pueden revela una gran cantidad de información sin que la persona afectada sepa lo qué está sucediendo, ni puede impugnar o limitar su alcance. El mecanismo no ofrece ninguna garantía; por ejemplo, es diferente de lo que sucede en un allanamiento a la casa de alguien para encontrar información. En este caso la persona se da cuenta y puede actuar.
Aunque publicar informes de transparencia es común para compañías internacionales como Telefónica-Movistar o Tigo-UNE, no lo hacen de forma sustantiva para Colombia. Adicionalmente, la evaluación en 2017 establece que la mayoría de las empresas se comprometen a notificar a sus clientes cuando hay solicitudes de información, aunque no es posible saber si efectivamente lo hacen, su compromiso nos permite ser optimistas.
Por otra parte, estas empresas están en capacidad de bloquear contenidos y cancelar cuentas, pudiendo afectar gravemente la libertad de expresión de las personas. Todas las empresas mencionan que lo hacen cuando se trata de contenidos de abuso sexual de menores, pero ninguna explica cómo lo hacen y, de acuerdo con la información publicada por ETB, hay también bloqueos de contenido por orden judicial y por phishing, sin que tengamos claro cuál es el procedimiento y cómo se protegen los derechos de las personas afectadas.
Finalmente, Karisma revisó los compromisos de las compañías en temas de seguridad digital para proteger la información de las personas, verificó si informan sobre su actuación frente a brechas de seguridad y si usan el protocolo HTTPS en sus páginas web. Las empresas que dan acceso a internet y que tienen la mayor parte del mercado en el país (Telefónica-Movistar y Claro) no obtienen resultados positivos en este aspecto.
El informe ¿Dónde están mis datos? 2017 se puede consultar aquí.
Fuente: https://www.ifex.org/colombia/2017/11/20/empresas-acceso-internet/es/