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Libro: Rúbricas y otras herramientas para desarrollar la escritura en el aula

Chile / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Carmen Sotomayor y otros / Fuente: CIAE

La escritura es una práctica que involucra una gran cantidad de habilidades y el desarrollo de conocimientos en niveles diferentes.

Por eso, a través de fundamentos teóricos y material práctico, el libro «Rúbricas y otras herramientas para desarrollar la escritura en el aula» ofrece una guía y un apoyo para docentes de educación básica en su proceso de en enseñanza de la escritura en el aula.

El libro surge a partir de una investigación realizada por el Centro de Investigación Avanzada en Educación y la Fundación Educacional Arauco y de la colaboración y el trabajo con docentes de aula, quienes adaptaron y aplicaron las rúbricas en sus salas de clase.

Autores: Carmen Sotomayor, Natalia Ávila y Elvira Jéldrez (coordinadores); Percy Bedwell, María Correa, Cristián Cox Puga, Ana María Domínguez, Liliana Fuentes, Gabriela Gómez y María Graciela Veas (autores).
Centro de Investigación Avanzada en Educación, Fundación Educacional Arauco

Link de descarga:

http://www.ciae.uchile.cl/download.php?file=publicaciones/rubricas_otras_herramientas_para_desarrollar_escritura_aula.pdf

Fuente:

http://www.ciae.uchile.cl/index.php?page=view_noticias&langSite=es&id=698&externo=banner

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Reinventando los caminos de Freire

Dentro de la serie “pensadores incómodos”, el último número de la revista Kavilando está dedicado al maestro brasileño Paulo Freire.

El volumen 9, número 1, correspondiente al período enero-junio de 2017, es un número especial de la revista semestral Kavilando que supone un acercamiento heterogéneo y comprometido a la vida y la obra del padre de la pedagogía de la liberación en el año en que se cumplen dos décadas de su desaparición.

Bajo el título “Reinventando los caminos de Paulo Freire”, cuenta con Alfredo M. Ghiso, educador popular y docente investigador emérito, como editor invitado con sus “Reflexiones de un educador freiriano” para hablar de la “educación con sentido”.

Decimos que el número es un acercamiento heterógeneo y comprometido porque entre sus artículos hay trabajos de especialistas de variadas procedencias: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, la Polinesia francesa o Perú; y porque son miradas muy diversas acerca de la labor del educador brasileño o sobre cómo su trabajo y su figura modificaron o construyeron otras maneras de entender la educación y el compromiso que conlleva.

Podemos leer, entre otros, “La educación como práctica de la libertad: una lectura antropológico pedagógica al pensamiento de Paulo Freire”, de Diego A. Muñoz Gaviria (Colombia); “La Escuela Autónoma Red Paulo Freire: experiencia de lucha contra la diferenciación y discriminación de las y los adolescentes desharrapados”, de Mauro Pérez Sousa (México); “Experiencia en el Bachillerato Popular Villa Soldati: entrecruzamientos entre la pedagogía de Paulo Freire y el feminismo”, de Marta Krynveniuk y Graciela Cuman (Argentina), o “Profundización teórica pedagógica de Paulo Freire y su legado intelectual: necesario para la pedagogía crítica transformadora en América Latina”, de Rolando Pinto Contreras (Chile).

En mi colaboración en esta edición especial denomino a Freire como pensador incómodo porque “para los poderes cualquier ser pensante, sobre todo si difiere de la línea que el poder profesa, es incómodo.” Realmente era un pensador y un activista social “Lo que le hacía, y le sigue haciendo hoy en día, un personaje perturbador para el statu quo y para el sistema porque ponía en duda lo establecido.”

El llamado “educador del continente” conocía de la importancia de la pregunta. “Para Freire era fundamental trabajar la pedagogía de la pregunta: ´Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho´. Pretendía evitar que se perdiera la curiosidad, base fundamental del aprendizaje, y recuperar el interés por cuestionarse y revivir las preguntas para conocer, conocerse, y educar, educarse.”

freire

Portada del número especial de la revista

 Kavilando dedicado a Paulo Freire

Concluyo mi artículo sobre el excelso pensador latinoamericano diciendo que “Si, tal como afirmaba el maestro, la educación es no sólo un acto político, sino también un acto de conocimiento y de creación, hagamos política y promovamos, desde la academia y desde la comunicación, una educación liberadora que haga posible una transformación que construya una verdadera justicia social.”

Kavilando es una revista de ciencias sociales cuyo objetivo es “generar debate en torno a nuestra realidad social; una realidad marcada por la exclusión, por las estructuras que empobrecen al grueso de la población, por la indiferencia, por el saqueo de nuestras riquezas, por la eliminación sistemática, física o moral de toda forma de expresión, diferente a la oficial.”

Editada por Kavilando, Grupo Interdisciplinario de Investigación para la Transformación Social de la Universidad de san Buenaventura de Medellín (Colombia), es una publicación digital de acceso abierto bajo licencia creative commons en atribución, se pueden usar sus contenidos siempre que se den los créditos; no comercial, no pudiendo usarla para fines comerciales, y sin derivar, si se modifican los contenidos no se podrían distribuir, versión 4.0 Internacional.

La misión del grupo Kavilando es “propiciar espacios de constante reflexión y formación político – social desde los centros universitarios que permeen la sociedad, así como la construcción de una postura ética que favorezca el desarrollo de sujetos libres pensantes, críticos y facilitadores de una sociedad democrática, autónoma, socialmente justa y equitativa.” Su apuesta se basa, entre otras cosas, en las propuestas del maestro Estanislao Zuleta, quien en 1990 planteaba que “Una democracia participativa es el único remedio para los males que sufre Colombia. Un pueblo fuerte, organizado, capaz de reivindicar sus derechos, debe reclamar sus necesidades, es el único que puede remediar la trágica debilidad del Estado. Esperamos que, de tanta sangre derramada, de tanto sacrificio inútil, resulte al fin la clara voluntad de luchar por una sociedad justa y democrática.”

Dirigida por José Fernando Valencia, con la colaboración de Eulalia Borja, Alfonso Insuasty y Carlos H. Olaya, entre otros, y con un comité científico en el que se encuentran Estela Beatriz Quintar (IPECAL, México), Dario Azzellini (Instituto de Sociología de la Universidad Johannes Kepler en Linz, Italia), Marco Coscione (Universidad de Alcalá e Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, Italia) y Raúl Zibechi, (periodista y activista social, Uruguay), se concibe como “un espacio para la difusión del pensamiento con enfoque crítico.”

Fuente: http://www.nuevatribuna.es/articulo/america-latina/reinventando-caminos-freire/20170913125216143316.html

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Reporte de Tendencia Educativa: Mentoring

Por Edu-Trends

El mentoring es una relación flexible entre un mentor y un aprendiz que puede entenderse y desarrollarse de muchas maneras, tanto en las organizaciones empresariales como en los sistemas educativos, donde año con año gana prestigio.

El auge de los programas de mentoría ha sido tan notable en los últimos años que esta práctica está llamada a jugar un papel cada vez más relevante dentro del ecosistema de medios y prácticas en esta sociedad del conocimiento.

Esta edición ofrece un panorama general del mentoring como tendencia educativa, especialmente en el ámbito de la educación superior y el emprendimiento.

En esta edición podrás encontrar:

  • Un recorrido por la evolución delmentoring en 10 momentos clave de la Historia.
  • Una propuesta de definición dementoring.
  • Una descripción de las características, funciones y estrategias que conforman la labor y el rol del educador como mentor.
  • Un repertorio de procedimientos para evaluar la calidad de una mentoría.
  • Y más…

Descárgalo GRATUITAMENTE

Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-trends-mentoring

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Guía para la creación de materiales educativos interactivos

En este contenido se muestran indicaciones generales sobre aspectos técnicos y de estilo para la elaboración de los Recursos Educativos Abiertos (REA) del Centro Nacional de Desarrollo Curricular en Sistemas no Propietarios

Esta guía es una adaptación de Guía de estilo para el desarrollo de materiales, utilizada por la Junta de Andalucía – Consejería de Educación – Dirección General de Formación Profesional y Educación Permanente – Servicio de Educación Permanente

Ver la guia en: http://procomun.educalab.es/es/ode/view/1430007833050

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Las universidades no están formando mejores ciudadanos

Por: Julian De Zubiria

Hace dos décadas, la Comisión de Educación de los Estados Unidos invitó a las universidades a promover entre los jóvenes estrategias que les permitieran cualificar el manejo del dinero y seleccionar las ideas más relevantes al interpretar la información que circula a diario en las redes. Los expertos que la conformaban insistieron en que eran competencias muy poco trabajadas en la educación superior. Un estudio similar en Colombia realizado por Corpoeducación y la Universidad de Antioquia seleccionó doce competencias esenciales para trabajar en todas las carreras profesionales, la gran mayoría socioemocionales y comunicativas tales como trabajo en equipo, autodisciplina, inteligencia emocional, planeación, escucha, lectura y escritura.

La conclusión de los dos estudios anteriores es significativa: a juicio de los empresarios, lo que se enseña en las universidades no es esencial para desempeñarse en el mundo laboral y, en cambio, lo que sí que requieren las empresas de sus trabajadores, las instituciones de educación superior no lo abordan.

Hay que enseñar a los niños a ser felices. 

Una reciente investigación elaborada también en Estados Unidos concluye que mientras el 96 % de los directores académicos de las universidades están satisfechos con la formación ofrecida, tan sólo el 10 % de los líderes empresariales la considera pertinente. La queja es similar a la que años atrás presentaban investigadores y miembros del gobierno, aunque ahora enfatizan en la carencia de pensamiento crítico, creatividad y capacidad para enfrentar problemas complejos y semiestructurados. Aun así, la crítica más generalizada sigue siendo la misma: en las universidades –dicen los empresario– no se desarrolla la inteligencia emocional de los jóvenes, debido a lo cual suelen presentar serios problemas de empatía, tolerancia, persistencia y capacidad para trabajar en equipo.

Varios grupos sociales también comparten esta queja. Les preocupa la ausencia de formación en competencias ciudadanas vinculadas con el respeto a la diferencia y la responsabilidad social de los egresados del sistema.

Lo extraño es que, pese a las reiteradas críticas de los sectores sociales y empresariales, no parece haber ningún cambio significativo en las universidades que siguen concentradas, casi de manera exclusiva, en un trabajo técnico y académico. Pero las evidencias de que esta lógica formativa no funciona no podrían ser más dramáticas: buena parte de los estafadores de “cuello blanco” han sido formados en universidades del país y la mayoría de ellos posee títulos de pregrado y maestrías. Un hecho desconcertante y simbólico en esta paradoja es el grado con honores que recibió Guido Nule en 2002 después de culminar su tesis titulada “Ética y responsabilidad social de las empresas”. Las instituciones de educación superior se defienden con el argumento de que son “casos aislados”. Pero no es cierto.

 ‘¿Cómo educar para no formar corruptos?‘

Hay que reconocer que las universidades fueron creadas bajo un enfoque tradicional que suponía que el papel de la educación era transmitir las informaciones científicas y que la formación ética y ciudadana debería realizarse por fuera de las instituciones educativas. Por eso, en ellas no hay evaluación ni mediación de actitudes: ser solidario o autónomo no incide en la promoción de semestre y los docentes dejan por completo de lado el trabajo ético. No se orienta a los estudiantes para que mejoren el conocimiento de sí mismos, no se cualifica el trabajo en equipo, ni se analizan los dilemas éticos que plantean la ciencia y la vida. Tampoco existe algún tipo de apoyo para construir de manera mediada el proyecto de vida personal. Más grave aún: el docente universitario realiza un trabajo casi por completo aislado e independiente. En este contexto de amplia fragmentación es imposible asumir la tarea colectiva de la formación de mejores ciudadanos.

Lo extraño es que, pese a las reiteradas críticas de los sectores sociales y empresariales, no parece haber ningún cambio significativo en las universidades que siguen concentradas, casi de manera exclusiva, en un trabajo técnico y académico. Pero las evidencias de que esta lógica formativa no funciona no podrían ser más dramáticas: buena parte de los estafadores de “cuello blanco” han sido formados en universidades del país y la mayoría de ellos posee títulos de pregrado y maestrías. Un hecho desconcertante y simbólico en esta paradoja es el grado con honores que recibió Guido Nule en 2002 después de culminar su tesis titulada “Ética y responsabilidad social de las empresas”. Las instituciones de educación superior se defienden con el argumento de que son “casos aislados”. Pero no es cierto.

‘¿Qué tipo de ciudadano queremos formar?‘

Hay que reconocer que las universidades fueron creadas bajo un enfoque tradicional que suponía que el papel de la educación era transmitir las informaciones científicas y que la formación ética y ciudadana debería realizarse por fuera de las instituciones educativas. Por eso, en ellas no hay evaluación ni mediación de actitudes: ser solidario o autónomo no incide en la promoción de semestre y los docentes dejan por completo de lado el trabajo ético. No se orienta a los estudiantes para que mejoren el conocimiento de sí mismos, no se cualifica el trabajo en equipo, ni se analizan los dilemas éticos que plantean la ciencia y la vida. Tampoco existe algún tipo de apoyo para construir de manera mediada el proyecto de vida personal. Más grave aún: el docente universitario realiza un trabajo casi por completo aislado e independiente. En este contexto de amplia fragmentación es imposible asumir la tarea colectiva de la formación de mejores ciudadanos.

Los seres humanos somos el resultado de múltiples procesos de mediación sociocultural, histórica, familiar, institucional y personal, de ahí que sería equivocado responsabilizar sólo a uno de ellos de los resultados. Lo que haga un docente y una universidad en un momento dado es sólo uno de los factores que influyen el desarrollo. Lo que sí sería muy grave es que no hiciéramos todo lo posible para garantizar una mejor formación integral en la universidad. Desafortunadamente, no lo estamos haciendo.

No basta formar contadores si al mismo tiempo no analizamos los costos morales de la doble contabilidad. De nada sirve formar buenos abogados, si ellos creen que el derecho no tiene que ver con la ética. De muy poco le sirve a la sociedad un administrador cuya finalidad es la maximización de las utilidades, si ella implica la subfacturación de costos y la evasión tributaria. Nuestros científicos sociales le agregarían poco a la sociedad si creyeran que la corrupción es natural a la vida y salieran a hacer política pensando en las próximas elecciones y descuidando a las próximas generaciones. Nuestros científicos naturales quedarían en deuda con la sociedad si fueran indiferentes al cambio climático o si, ante el dilema ético que representa botar desechos, primaran exclusivamente los intereses económicos de las empresas para las que trabajan.

Las universidades colombianas tienen que asumir de manera íntegra el compromiso que el momento histórico les demanda. La tarea para la educación en las próximas décadas tendrá que ligarse a la construcción de la paz e impulsar un cambio que permita superar una cultura heredada de las guerras y las mafias. Pero esto es válido desde la educación inicial hasta el doctorado. Estamos ante la infinita posibilidad de superar un pasado bañado en sangre y se requiere de un esfuerzo colectivo y conjunto de toda la sociedad para lograrlo. Obviamente no será una tarea exclusiva de los educadores, pero universidades y colegios tendrán necesariamente un rol protagónico en las nuevas condiciones históricas que nos correspondió vivir. Se trata de garantizar una formación más integral, que garantice un trabajo que involucre el cerebro, el corazón y el cuerpo. Se trata de reconocer que el papel esencial de toda educación es formar un mejor ser humano y que ello sólo se garantizará si todos los docentes, de todas las asignaturas y carreras, entendemos que la formación de mejores ciudadanos es una responsabilidad colectiva.

 ¿qué no es necesario enseñar hoy en día en la escuela?

Un trabajo integral exigiría abordar propósitos y contenidos que ayuden a los jóvenes a pensar, valorar y hacer en cada una de las carreras y asignaturas. No se trata de crear cátedras formales, aisladas y desarticuladas, como ha sido la costumbre equivocada en Colombia, sino de asumir colectivamente y de mejor manera nuestra profunda responsabilidad con la historia.

Lo primero que hay que entender es que el propósito de la educación universitaria, necesariamente debería consistir en desarrollar procesos y competencias de carácter más general y no aprendizajes de carácter particular y fragmentado. Eso implica que la educación –tanto en la básica como en la universidad– debe estar focalizada en el desarrollo integral y no en el aprendizaje particular. Sin embargo, ello no será posible de alcanzar con currículos diseñados desde la fragmentación y la súper especialización. Por ello, una condición previa es elevar la reflexión pedagógica en las universidades colombianas –la cual es hasta el momento muy baja– para gestar nuevos currículos y nuevos modelos pedagógicos.

Somos seres que pensamos, sentimos y actuamos. De allí que una educación universitaria que no le asigne el mismo valor a la formación de mejores ciudadanos, seguirá en deuda con la sociedad. Esa deuda histórica debe ser saldada, sin falta y de manera general y estructural, por las universidades colombianas en las próximas décadas. De lo contrario, estaremos dejando que nos roben la esperanza de vivir en un país en paz, tal como de manera inspiradora, ética y profunda nos recordaba el papa Francisco en su reciente visita a Colombia.

Fuente del artículo: http://www.semana.com/educacion/articulo/formacion-en-competencias-socioemocionales-en-universidades-colombianas/540281

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Red de Educación Continua de las Universidades del Estado realizó el Primer Seminario de Educación Continua: Universidad para toda la Vida

América del Sur/Chile, 16 de septiembre de 2017. Fuente: utem.cl     Autora:  Daniela Bozo Villarroel.

El Museo de la Educación Gabriel Mistral fue el escenario escogido para celebrar el Primer Seminario de Educación Continua: Universidad para toda la Vida, organizado por la Red de Educación Continua de Universidades del Estado de Chile, en colaboración con la Oficina Regional de UNESCO para América Latina y el Caribe.

La importancia de contar con instituciones que brinden espacios de formación y perfeccionamiento una vez terminada la carrera universitaria, responde también al interés de los profesionales por una constante capacitación en sus áreas, iniciativa que además, es valorada en el mundo laboral.

Ante este escenario, la Red de Educación Continua, integrada por las universidades del Estado de Chile, entre ellas la Universidad Tecnológica Metropolitana, trabaja constantemente por mejorar y ampliar los espacios y ofertas de capacitación, en función de las necesidades de los profesionales.

Así, el desarrollo de este seminario tuvo por objeto la reflexión sobre el rol de la universidad en la trayectoria de aprendizajes a lo largo de toda la vida, reflejado en las experiencias de distintas empresas y organismos, públicos y privados, que han recurrido a capacitar a sus trabajadores con alguna de las universidades del Estado.

Juan José Cárcamo Hemmelmann, subdirector de Servicio al Cliente del Instituto de Previsión Social; Jaime Veas Sánchez, director del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas del Ministerio de Educación; y Daniel Calderón Magaña, director de INDO Consultores y Colaboral, fueron algunos de los participantes en el bloque de experiencias.

En el caso de la UTEM, José Antonio Maiza Melero, gerente General de CICAL limitada, compañía industrial de caucho, dedicada a hacer equipos y repuestos para minería, se refirió a su relación con la Institución, de acuerdo a la experiencia de su empresa.

“Nos relacionamos a través de distintas personas que trabajan en la empresa que se capacitaron con ex alumnos de la UTEM, y con ellos hicimos un par de proyectos que los postulamos a la CORFO para mejorar nuestra tecnología. Con ellos hicimos un proyecto para mejorar la calidad del aire en la empresa, y otro para mejorar el proceso de granallado, que es uno de los procesos productivos que tenemos”, comentó Maiza.

Además, el encuentro contó con la participación de Cecicilia Barbieri, directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO), quien centró su charla en las interrogantes para repensar la universidad en el siglo XXl, orientadas al proyecto de Educación 2030.

En la exposición se reconoció la importancia que la educación de adultos tiene para el proceso formativo general, con miras a alcanzar prontamente la garantización de una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promocionar mayores oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida.

Por su parte, Claudia Barbosa Herrera, Directora de Capacitación y Postítulo de la UTEM, y representante de la Institución en la Red, sostuvo que la organización de este encuentro se plantea como una necesidad colaborativa a nivel regional, y cómo desde la UTEM, a través de la Vicerrectoría de Transferencia Tecnológica y Extensión, la vinculación con el medio se ha vuelto una pieza clave para la educación continua.

“Responde a un sistema de colaboración entre la universidades estatales, frente a una política que todavía no está regularizada en temas de educación continua. Nuestro objetivo principal es generar un estándar donde las universidades sean colaborativas a nivel regional y potenciar de cierta forma el conocimiento en áreas especializadas” señaló la Directora.

El encuentro permitirá seguir avanzando en lo que se traduce como un proyecto de largo aliento, donde las universidades han sabido trabajar en conjunto, enfocadas en un compromiso país con la educación para toda la vida.

Fuente de la reseña:  http://www.utem.cl/2017/09/14/red-educacion-continua-las-universidades-del-estado-realizo-primer-seminario-educacion-continua-universidad-toda-la-vida/

 

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El preocupante nivel educativo en México

Pese a los esfuerzos por mejorar el acceso a la educación en México, más de la mitad de la población adulta se quedó en la secundaria, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En 2016, el 53% de los adultos jóvenes (de 25 a 34 años) en México sólo contaba con educación por abajo de media superior, cifra que aumenta al 63% en el caso de personas entre 25 y 64 años, según el estudio Panorama de la Educación 2017 de la OCDE.

El porcentaje de mexicanos que no cursó la educación media superior es mucho mayor a los promedios de los países de la OCDE, que es de 22% para personas de 25 a 64 años y de 16% para personas de 25 a 34 años.

Aunque se trata de una gran proporción de mexicanos, la OCDE advierte que sí hay una mejoría sobre las personas que se quedan en la educación secundaria respecto a hace 16 años.

«A pesar de la gran proporción de adultos jóvenes que no cuentan con estudios de educación media superior, esta proporción ha disminuido en 10 puntos porcentuales», informó la OCDE en un comunicado.

Pocos universitarios

Las mejoras tampoco son suficientemente grandes en el caso de los mexicanos que logran llegar a las universidades o posgrados en el país.

Solo el 17% de los jóvenes de entre 25 a 64 años de edad en México había cursado la educación superior (universidad) en el 2016

Solo el 17% de los jóvenes de entre 25 a 64 años de edad en México había cursado la educación superior (universidad) en el 2016, la proporción más baja entre los países de la OCDE, según datos del estudio.

Los adultos con un grado superior ganan un 56% más en promedio que aquellos con un título de escuela secundaria solamente.

«Esto es 20 puntos porcentuales abajo del promedio de la OCDE (37%), pero más alto que en algunos países socios, como Brasil (15%), China (10%), India (11%), Indonesia (10%) y Sudáfrica (12%)», se lee en la ficha para México del Panorama de la Educación 2017.

Y, ¿en qué nos afecta?

Los adultos con título de educación terciaria ganan un 56% más en promedio que aquellos con educación secundaria y tienen 10% más probabilidades de ser empleados, según la OCDE.

Y también tienen implicaciones a la salud mental. «Es menos probable que sufran de depresión que sus colegas con menor nivel educativo. Aquellos con un nivel menor a la educación media superior ganan en promedio 22% menos que los que la concluyeron», se lee en el estudio.

Esto significa que a mayores estudios, mayores salarios y empleos y menos personas deprimidas, es decir, muchos más beneficios.

Los adultos con título de educación terciaria ganan un 56% más en promedio que aquellos con educación secundaria y tienen 10% más probabilidades de ser empleados, según la OCDE

«La educación terciaria promete enormes recompensas para las personas, pero se requiere que los sistemas educativos expliquen mejor a los jóvenes qué estudios ofrecen las mayores oportunidades en la vida», dijo el Secretario General de la OCDE Angel Gurría sobre los resultados del estudio.

También alentó a los países a redoblar esfuerzos para garantizar que la educación cubra las necesidades de los niños y sus aspiraciones al futuro. «Una educación equitativa y de alta calidad fomenta la satisfacción personal, así como el crecimiento económico», dijo.

Algunas buenas noticias

Una hallazgo alentador sobre la educación en México es que el país tiene una de las mayores proporciones de estudiantes que ingresan a la educación superior en el campo de la ciencia entre los países de la OCDE.

En el 2015, el 32% de los alumnos de nuevo ingreso a la educación superior eligieron áreas relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, 5 puntos porcentuales más que el promedio de la OCDE.

Esto sitúa a México entre los seis primeros países de la OCDE respecto a estudiantes que eligen carreras en el campo de las ciencias.

Otra noticia alentadora es que ahora hay más jóvenes matriculados en programas de capacitación técnica mientras terminan sus estudios de bachillerato, algo que la OCDE atribuye a la política educativa del gobierno mexicano para promover la educación tecnológica.

«Como resultado de esta política, el 15% de los jóvenes de 15 a 19 años en México estaban matriculados en programas de educación media superior técnica en el 2015, frente al promedio de la OCDE de 25% . Esto representó más de un tercio de la matrícula total de la educación media superior en México, en comparación con el promedio de la OCDE que es de 46%», se lee en el informe.

Fuente de la reseña: https://www.weforum.org/es/agenda/2017/09/el-preocupante-nivel-educativo-en-mexico

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