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Memoria Federación Internacional de Fe y Alegría 2018 (PDF)

Reseña:

En esta memoria queremos compartir una infografía que recoge los temas y enfoques centrales de la Declaración Final de El Escorial, así como tres experiencias que evidencian nuestro trabajo en las fronteras. Una frontera geográfica, otra frontera socio-educativa y otra frontera de gestiones federativas en nuevos territorios.

Todo lo bonito y esperanzador que vemos en esta Memoria conlleva muchos retos. Pero, por su relevancia en esta etapa federativa, también se presenta la organización y liderazgo necesarios para dinamizar el momento actual. De manera especial se remarca la dinámica de los ejes prioritarios que se concretizan en las iniciativas federativas en redes y esta Memoria recoge los avances que hemos tenido en 2018. Finalmente, les invito a poner el pacto global por la educación, recientemente convocado por el Papa Francisco con base a su carta encíclica Laudato Si sobre “El Cuidado de la Casa Común”, en el corazón de Fe y Alegría, uniéndonos con todos los corazones que sueñan y luchan por un mundo mejor para todos y todas.

Querida familia Fe y Alegría, ¡somos parte de la humanidad al servicio de la misión de Jesús! Que la gracia de Dios nos ilumine y nos fortalezca hoy y siempre. Feliz misión en las fronteras.

Autores (as): Federación Internacional de Fe y Alegría Fe y Alegría en los países.

Editorial/Editor: Federación Internacional de Fe y Alegría Fe y Alegría en los países.

Año de publicación: Octubre 2019

País (es): Colombia

Idioma: Español

Descarga: Memoria Federación Internacional de Fe y Alegría

 

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Así son los centros educativos más innovadores del mundo

España  / Autor: Redacción / Fuente: Educación 3.0

Estamos acostumbrados a los sistemas educativos de los centros de nuestro alrededor, pero en el mundo existen auténticos ejes sobre los que se vertebra la innovación educativa. Y son muchos más de los que podríamos pensar. Aquí queremos mostraros algunos de los más innovadores. Situados en diferentes países y continentes, todos tienen un punto en común: la innovación educativa está siempre presente, ya sea en la construcción de los edificios o en las metodologías e ideas que se aplican.

Egalia School (Estocolmo, Suecia)

Con sede en Estocolmo, Suecia, Egalia es un centro de Educación Infantil en el distrito de Sodermalm que por sus edificaciones y contenidos podría pasar desapercibido. Sin embargo, la clave para su diferenciación se encuentra en el trato con el alumnado: se alejan de cuestiones de género al tratar a los estudiantes a través del género neutro. Así pues, no existen ‘ellos’ o ‘ellas’, utilizando equivalentes universales y neutros como por ejemplo ‘estudiantes’ o ‘amigos’, términos de género neutro en sueco. Y precisamente el lenguaje es una pieza clave para esta labor, y los profesores ponen especial cuidado en él.

 

 

En cuanto a las actividades a desempeñar, éstas son las propias de una escuela de Infantil pero con algunos cambios: la selección de libros y contenido se ha cuidado al máximo, optando por aquellos en los que los protagonistas no sean personajes masculinos o femeninos; mejor elementos neutros como, por ejemplo, animales. Por supuesto hay muchos juguetes, y evidentemente no existe una norma sobre su utilización: si un pequeño quiere jugar con una muñeca, adelante con ello. Todo con el objetivo de eliminar la barrera de género que supone tanto el lenguaje como el trato desde los primeros años de educación.

AltSchool (San Francisco, Estados Unidos)

Todos hemos oído hablar alguna vez de Silicon Valley, uno de los grandes centros de innovación tecnológica del mundo. Pues en esa localización de la ciudad de San Francisco, en la estadounidense California, se encuentra la AltSchool, un centro educativo que fomenta el aprendizaje individualizado y tecnológico a través de un currículo de actividades abierto y experimental. Creado en el año 2013, está en fase de expansión a otros estados como Nueva York o California, y su objetivo es ir abriéndose poco a poco a toda la nación.

Definido a si mismo como una ‘escuela-laboratorio’, AltSchool aprovecha los contactos con expertos, emprendedores e ingenieros del Valle, con los que los alumnos de la escuela —de entre 4 y 14 años— pueden colaborar en el desarrollo de ciertos proyectos, por ejemplo construyendo casas de muñecas con impresoras 3D o, para los más mayores, elaborando modelos de negocio alrededor del mundo de la tecnología. Otro de los puntos clave es el aprendizaje emocional que consiguen tratar a través de iniciativas construidas desde el punto de vista del alumnado, creando experiencias que les llenen tanto en la parte del aprendizaje como en la de la sociabilidad y el trato con los demás.

 

https://youtu.be/PvNrQt6fMQU

 

Summit Sierra (Seattle, Estados Unidos)

Con sede en Seattle, Washington, Summit Sierra es una escuela pública de reciente creación —fue fundada en 2015— avalada por Bill Gates como uno de los centros pilotos de su principal modelo educativo: el aprendizaje personalizado como método de optimizar la labor educativa. Actualmente ofrece enseñanza para edades de entre 14 y 16 años (Grades 9-10) y está en fase de expansión hasta los 18 (Grades 9-12), formando parte de un conglomerado de diferentes centros públicos Summit.

Con una base de sólo 200 estudiantes, éstos realizan tareas ideadas bajo una fuerte base experimental y de innovación educativa. Su principal baza es la de personalizar al máximo la enseñanza para cada alumno, basándose en un modelo en el que los estudiantes tienen el mismo tutor durante cuatro años consecutivos, y aprovechando las tecnologías —un software propio— para las tareas diarias y también para la evaluación del curso. Además, cada día se proponen tiempo para determinadas tareas, como por ejemplo lectura, resolución de problemas, charlas con expertos de diferentes materias, debate o tiempo dedicado a la comunidad, todo incluido dentro de las actividades cotidianas de la escuela.

 

 

P-Tech High School (Nueva York, Estados Unidos)

Con sede principal en Brooklyn, Nueva York, P-Tech es una escuela de educación superior más cercana a la educación universitaria que a los institutos de Secundaria. Creada en 2011 con el apoyo del gigante de la tecnología IBM, cuenta con 57 centros en Estados Unidos y Australia todos ellos con el objetivo de ofrecer una educación muy ligada al mundo profesional alrededor de la tecnología, principalmente ingenieros y carreras relativas a los principios STEM.

Para ello han ideado un plan de estudios con una duración de 6 años que pone el foco en las oportunidades laborales y las habilidades personales, entre otras características. Los estudiantes completan los cuatro primeros años aprendiendo en cada centro, y los dos últimos mejoran sus habilidades tanto en la universidad local como en empresas asociadas. Otro de los pilares es la diversidad y la educación en los sectores más desfavorecidos, afirmando que en estos segmentos sociales la educación proveerá de un mejor futuro a sus familias.

 

 

Steve JobsSchool (Amsterdam, Holanda)

En Holanda se creó la primera Steve JobsSchool, unas escuelas nacidas a partir de la filosofía de Steve Jobs, co-fundador de Apple y uno de los líderes de la industria y la innovación tecnológica de los últimos años. Su decálogo de promesas a los niños es imprescindible para entender la mentalidad de esta serie de centros educativos, y cómo quieren innovar en este campo de la sociedad.

Escucha, soporte a las inquietudes, colaboración y trabajo en equipo o la imaginación son algunos de los puntos clave de estos centros. Desde el punto de vista más práctico también hay algunas iniciativas muy llamativas y diferentes respecto de la educación más tradicional: por ejemplo, eliminan el concepto de ‘clase’ para optar por grupos de trabajo que son diferentes en cada día, y que incorporan a chavales de varias edades. Tampoco existe la figura del tutor: en su lugar, los profesores juegan el papel de instructores especialistas en cada materia. Por supuesto, los horarios y los temas a tratar en cada día son flexibles y se adaptan a lo que los estudiantes necesiten en cada momento.

 

 

Stanford d.school (Stanford, Estados Unidos)

Dirigidas a los estudiantes universitarios de la propia universidad de Stanford, la d.school es un centro para la innovación en el que el objetivo es aprender a partir del design thinking, de la creatividad y de la innovación desde el punto de vista más práctico. Disponen de una muy amplia variedad de cursos categorizados como ‘Core’ (básicos), ‘Boost’ (avanzados) y ‘Popup experiences’ (sesiones más específicas).

Respecto de nuestro tema, la educación escolar, merece especial atención el K12 Lab Network, una de las secciones de la d.school centrada específicamente en la innovación educativa a través de la metodología design thinking, y cuyos programas de trabajo tienen como objetivo reinventar las escuelas y el trabajo de los profesionales de la educación en todos los entornos. Merece la pena echarle un vistazo con mayor profundidad.

 

 

STAR School (Flagstaff, Arizona)

Una escuela de educación secundaria hasta octavo grado creada en 2001 bajo la filosofía del ecologismo. El centro vive con 245 paneles solares y dos aerogeneradores. Situada muy cerca de la reserva nativa americana más grande del país, la Reserva de los indios Navajo, tiene más de 130 estudiantes, muchos de ellos de la Nación Navajo.

La sostenibilidad es la clave principal del desarrollo escolar. Con programas como “la granja a la escuela” en el que cultivan sus propios almuerzos en granjas vecinas, los estudiantes aprenden a cuidar de los demás en un entorno natural. La escuela también organiza visitas a las granjas Navajo más cercanas para que aprendan más sobre agricultura, medio ambiente y sobre la propia comunidad local.

 

 

Luminar (São Paulo, Brasil)

Aunque inició su andadura en São Paulo, Luminar tiene ya centros en varios puntos de Brasil y llegará próximamente a Estados Unidos. La gran innovación de estas escuelas es que, guiados por un tutor, cada alumno puede elegir su propio horario semanal. Con mosaicos de actividades interactivas, ellos mismos son responsables de su propio aprendizaje.

 

 

Clintondale Middle School (Clinton, Michigan)

El objetivo de esta escuela es ayudar a los estudiantes a superar las limitaciones que les impiden estudiar en casa. Para hacerlo utilizan el concepto de “aula invertida”, que consiste en que el tiempo que los estudiantes pasan en clase lo invierten en trabajar en proyectos y tareas. De esta manera, cuando llegan a casa solo tienen que dedicar una hora a repasar las lecciones del día siguiente.

 

https://youtu.be/a8xooxkQ9ks

 

Fuente de la Reseña:

https://www.educaciontrespuntocero.com/experiencias/centros-educacion-innovadores-del-mundo/44652.html

ove/mahv

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6 estrategias para mediar los encuentros con los libros

Escrito por: Camila Londoño

Para fomentar la creatividad, la lectura, la escritura y el amor por el libro, el profesor de lenguaje Roberto Contreras, sugiere estas sencillas actividades para realizar en la sala de clase.

En el marco del taller ¿Cómo mediar la lectura del libro álbum?, organizado por la Editorial Zig Zagy la Biblioteca Escolar Futuro, el Profesor de Lenguaje de la Universidad de Chile, Roberto Contreras expuso contenidos relacionados con la estructura del libro álbum, las estrategias de mediación lectora y la optimización de los espacios de lectura. También compartió 7 actividades que además de fomentar la lectura, son perfectas para generar un vínculo entre los niños y los libros. Las 7 actividades son sencillas de hacer, casi todas funcionan de forma individual o grupal y son una excelente oportunidad para generar un acercamiento al libro como un todo; desde su exterior hasta su interior.

1. La puerta de entrada al libro

La actividad tiene una duración aproximada de 15 a 25 minutos.. El profesor debe invitar a sus estudiantes a que seleccionen libros según sus portadas. Después se plantean preguntas como: ¿qué me dice esta portada?, ¿un libro vale por sus tapas?, ¿las portadas anuncian su contenido? o ¿qué se puede inferir a partir del título?

Por otra parte, Contreras sugiere que se comenten las portadas de libros que han leído y creen nuevas portadas para dichos libros, incluyendo, títulos, ilustraciones y colores.

2. Anatomía del libro

Esta actividad tiene una duración aproximada de 10 a 30 minutos. También se realiza antes de la lectura. El profesor debe explicar a los niños que los libros tienen una estructura-esqueleto que les permite ser lo que son. Las partes de dicho esqueleto son: la portada (cara frontal), el lomo (borde externo donde está el título y el nombre del autor), contraportada (la parte posterior), la solapa (borde plisado hacia el interior donde aparece la biografía del autor u otros títulos y colecciones) y finalmente la reseña (texto final sobre el contenido).

Contreras sugiere que los niños revisen una amplia variedad de libros para luego exponerlos a sus demás compañeros, describiendo cada una de las partes de su esqueleto.


3. Un tesoro de palabras

La actividad se realiza a lo largo de todo el semestre, durante y antes de la lectura. El profesor debe hablar del valor del vocabulario y la importancia de aprender cada día nuevas palabras. La idea es confeccionar un cofre con una caja de cartón decorada donde irán dejando las mejores expresiones. Éste será una especie de tesoro de curso. El objetivo es que se escoja una palabra o una expresión a partir de la lectura diaria.

Una de las sugerencias de este profesor de lenguaje es contarle a los niños que el escritor de Charlie y la fábrica de chocolate, Roald Dahl, al iniciar su carrera anotaba en un cuaderno un listado de palabras similares; así cuando quería describir a un personaje malvado no escribía “era muy malo” sino “un malandrín perverso e infame”.


4. “En un bosque oscuro y hondo… ”

Esta actividad de 60 o 90 minutos se realiza después de la lectura. El eje de ésta será el bosque. El bosque como espacio de cuentos es un escenario clásico y referencial para contextualizar una situación de asombro, sorpresa y aventura, dice Contreras. Entonces, la idea es empezar la actividad con la frase: “En un bosque oscuro y hondo… ”. Los niños tendrán que completar esa frase. Para esto, es importante que lean varias historias que tengan como referencia los bosques (Caperucita Roja, Hansel y Gretel, El bosque, ¡Mira lo que tengo!… ). Así, los niños podrán experimentar el efecto y la finalidad que tiene utilizar un bosque como espacio narrativo de una trama.


5. “Yo soy el héroe”

“Yo soy el héroe” es una actividad colectiva que puede durar de 60 a 90 minutos. Se realiza después de la lectura y consiste en esto: Se toma una historia que le guste a los niños para que ellos puedan transformarla como si ellos fueran los personajes. La reescritura del cuento no es individual pues busca promover el trabajo colaborativo, de modo que cada integrante del grupo tenga un rol dentro del proceso creativo. Mientras uno cuenta la historia, otro la escribe y un tercero corrige. Todos deben revisar la coherencia del texto.


6. “Dime”: conversar sobre las lecturas

Se realizará después de la lectura y durará de 25 a 30 minutos. Dime es básicamente un enfoque de mediación de la lectura que busca promover una “conversación literaria” para generar un diálogo, usando un repertorio de preguntas sencillas, directas y que apunten a pensar sobre lo que se ha leído más allá de la pregunta: “¿te gustó?”.

Algunas de las preguntas que se deberían hacer son: ¿Qué te llamó la atención del cuento?; Si dejaste de leer ¿en qué parte fue y por qué?; ¿Pudiste predecir lo que venía?; ¿Has leído otros libros como este?; ¿Qué le dirías a un amigo sobre este libro?; Si el autor te preguntara qué mejorarías del libro ¿qué le dirías?; ¿Se puede saber quién está contando la historia?; ¿Lo que leíste te hizo recordar algo?

Fuente reseña: http://www.eligeeducar.cl/6-estrategias-mediar-los-encuentros-los-libros.
Fuente imágenes: Domi Baus/Elige Educar
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La escuela secundaria de todos, con todos y para todos. Análisis desde la investigación y la estadística educativa

Por Luz Albergucc

La escuela secundaria en la Argentina, como en todo el mundo y particularmente en América latina, viene siendo un tema de debate en todos los ámbitos posibles, desde los ministerios de Educación, los medios masivos de comunicación y la opinión pública. Algunos agoreros del “todo pasado fue mejor” la califican como un nivel en crisis, y suelen utilizar algunos datos duros –estadísticas educativas– para sustentar sus discursos. ¿Es cierto que la escuela secundaria “no puede más”? ¿Debemos volver a aquel pasado para pensar en la escuela secundaria actual?

En las líneas siguientes se hará un recorrido sobre los ejes de inclusión y calidad en la escuela secundaria, utilizando los datos estadísticos disponibles y realizando un recorrido histórico para acercarnos a posibles respuestas a estos interrogantes.

Suele repetirse en el discurso actual político y mediático “todo lo que falta” para cumplir con los objetivos que nos planteamos como país en 2006 con la sanción de la Ley de Educación Nacional (LEN) que hizo obligatorio el nivel secundario y le otorgó al Estado la responsabilidad indelegable de garantizar el derecho a la educación de todos los niños/as, adolescentes, jóvenes y adultos de nuestro país. Sin embargo, pocas veces se discute desde dónde partimos, cuál era nuestra línea de base en 2006 y qué recorrimos hasta el momento. Y este tipo de lecturas catastróficas, que paralizan o espantan, están muy alejadas de la realidad cuando podemos hacer un poco de historia y reflexionamos sobre el camino realizado. Las líneas siguientes buscan también poner en evidencia lo que el Estado, los docentes, los jóvenes y la sociedad en general han avanzado en los últimos años, que está muy lejos de los discursos del ex ministro de Educación y Deportes de la Nación, Esteban Bullrich, quien repetía un diagnóstico desesperanzador, definido en términos de “fraude educativo”, que nos coloca a todos los actores de la escuela secundaria en la paralización que provoca el “pánico”.

Por un lado, no hay dudas de que el cumplimiento de la obligatoriedad del nivel secundario es aún una deuda del Estado y un desafío de la sociedad argentina. Pero no podemos perder de vista que este desafío lo asumimos en diciembre de 2006 con la sanción de la LEN y que, por lo tanto, han pasado solo 10 años de aquel compromiso. Nuestro país demoró 90 años en cumplir con la Ley 1420 (de 1884) que establecía la obligatoriedad del nivel primario. Con esto no decimos que deben pasar 80 años más para lograr lo mismo en el nivel secundario, lo que expresamos es que no puede hacerse análisis sencillos a procesos que son complejos.

A diferencia de aquella época, hoy la sociedad tiene plena convicción de la necesidad de la escuela secundaria, demanda cada vez más y mejor educación obligatoria. Este elemento es definitivamente un factor importantísimo para que los objetivos planteados se cumplan cada vez con mayor rapidez. Otro elemento que motoriza el cumplimiento de la obligatoriedad radica en que, luego de varios años de trabajo con cada una de las jurisdicciones, hoy tenemos escuelas secundarias conformadas en todo el territorio del país. No olvidemos que con la sanción de la LEN debió realizarse un proceso de reconversión y modificación de la escuela –que implicó políticas de infraestructura, modificación de planes curriculares, etc.– para que el viejo tercer ciclo de la educación general básica y el polimodal de la anterior Ley Federal de Educación se constituyan en la escuela secundaria que hoy está en marcha. Y, por último, aún hoy tenemos el desafío de romper con la matriz fundacional de la escuela secundaria, aquella escuela elitista, para privilegiados, para pocos, y convertirla en una escuela de todos, con todos y para todos. Camino que se ha venido construyendo, como veremos más adelante, y que debe profundizarse.

El hecho de constituir una única escuela secundaria, a través de la unificación de las dos instituciones formadas por la normativa anterior, es un elemento estructural de posibilidad para reposicionar a la escuela secundaria que hoy necesitamos. En efecto, desde la sanción de la LEN, las escuelas secundarias completas pasaron de 5.100 a 11.000, con lo que vemos un incremento del 115%. Es decir, se duplicó la cantidad de escuelas secundarias completas mediante la unificación de los ciclos básicos (ex Tercer Ciclo de la EGB) y los ciclos orientados (ex Polimodal), reduciéndose entonces la cantidad de escuelas atomizadas. En 2015 –último dato disponible– sólo quedan 193 escuelas de ciclo orientado, 2.294 escuelas de ciclo básico –principalmente en el ámbito rural–, y las escuelas secundarias completas ascienden a 10.952 (elaboración propia sobre la base de los Relevamientos Anuales de Información educativa 2006 a 2015, Dirección Nacional de Estadística Educativa, Ministerio de Educación y Deportes de la Nación).

Además de esta recomposición estructural de la escuela secundaria, en los últimos años vemos un crecimiento exponencial en la cantidad de adolescentes y jóvenes que acceden a ella. Se incorporan desde 2006 hasta 2015 cerca de 500.000 estudiantes más a la escuela secundaria común, lo que implica un crecimiento de matrícula del 14%. Pero también se evidencia un aumento en la matrícula del nivel secundario de la modalidad de jóvenes y adultos, en un 40%. Por lo tanto, en 9 años se ha logrado la incorporación de más de 500.000 jóvenes a la escuela secundaria, además de los adultos que logran la finalización de sus estudios. Este crecimiento de matrícula secundaria también puede verse plasmado en las tasas de asistencia a la escuela de la población de 12 a 17 años: en 1960 asistía el 53% de la población; en 1980 lo hacía el 68%; en 1991 la asistencia ascendía a 76%; el 87% en el año 2001, y en 2010, el 89%, mientras que en 2014 asciende a 93 por ciento.

En síntesis, se han logrado fortalecer las condiciones estructurales de la escuela secundaria, no sólo a través de la unificación de los ciclos básicos y orientados constituyendo un único establecimiento educativo, sino también con la implementación de múltiples políticas de protección y ampliación de derechos: la Asignación Universal por Hijo o el Progresar, la implementación de los Planes de Mejora de la educación secundaria y las políticas de inclusión tecnológica a través del Programa Conectar-Igualdad, el programa nacional de formación docente, la distribución de libros, los programas socioeducativos, entre otras. Sin dudas, estas políticas impulsaron la escuela secundaria, la dotaron de recursos y colocaron a los sujetos en situaciones de igualdad, elemento primordial para la garantía de derechos y la educación pública de calidad.

Cuando se coloca el foco de análisis en los resultados de la escuela secundaria, suele utilizarse para su análisis la medida de egreso o medidas de rendimiento de los aprendizajes. Es cierto que “los resultados” siempre son una variable a mirar; sin embargo, no puede ser la única cuando lo que se busca es recorrer el camino hacia una escuela secundaria para todos y de calidad. No es posible hablar de “resultados exitosos” si estos son para pocos, por lo que ningún indicador de “resultado” debe leerse sin los indicadores de “acceso” que analizamos anteriormente. Dicho en otros términos, no podemos disociar la inclusión de la calidad.

El egreso del nivel secundario en la Argentina es aún una variable que debemos mejorar, aunque se ha avanzado a pasos agigantados. Cuando se dice “sólo la mitad de los jóvenes terminan el secundario”, se utiliza como medida la “tasa de egreso”. Este indicador estadístico mide la “trayectoria ideal” de los jóvenes –aquellos que empiezan el secundario en la educación común y logran terminarlo sin más de dos repeticiones en la misma educación común–. Es decir, no considera el millón de jóvenes y adultos que lograron su titulación a través del Plan de Finalización de Estudios (FINES) y la modalidad de adultos; tampoco tiene en cuenta el pasaje de estudiantes entre escuelas –común y de adultos– o bien entre los sectores estatal y privado. Sin embargo, incluso con todas estas salvedades, esta misma tasa de egreso era en 2005 de sólo el 36,1%. Con lo cual, tomando esta medida estadística, desde la sanción de la LEN se ha logrado un crecimiento de 10 puntos en la tasa de egreso. Pero además, si miramos la población con título secundario completo –independientemente del tipo de trayectoria educativa que realizó–, encontramos que en 2006 el 62% de la población de 18 a 29 años tenía secundaria completa y en 2013 ascendía a 65% (según elaboración del Instituto Marina Vilte de la Secretaría de Educación de CTERA, en base a los Censos Nacionales de Población y, para 2013, la Encuesta Permanente de Hogares, segundo cuatrimestre). Y en el segmento de población de 25 a 29 años, el 68% tiene secundario completo. Es decir, que 2 de cada 3 jóvenes completan el nivel secundario.

Entonces, si bien es cierto que aún debemos dar grandes pasos para alcanzar una secundaria de todos, con todos y para todos, no menos cierto es que se evidencian avances importantes para alcanzar el cumplimiento de la obligatoriedad de la escuela secundaria.

En la última década se desarrollaron diferentes marcos normativos en el seno del Consejo Federal de Educación (CFE) tendientes a garantizar la educación de calidad, colocando al Estado nacional, a los Estados provinciales, a los docentes y sus organizaciones sindicales como sus promotores activos y protagonistas. En esa línea, se ha valorado a la institución educativa como el ámbito productor de claves para afrontar una realidad compleja y en transformación permanente, como el lugar privilegiado para la inclusión social y la ampliación de derechos, y al docente como productor de conocimiento. Nos interesa desarrollar, a continuación, una experiencia que buscó promover estos procesos de reflexión y autoevaluación en las escuelas a través del Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente –PNEOyFD– (Resolución 188/12, CFE) y el Programa Nacional de Formación Permanente “Nuestra Escuela” (Resolución 201/2013, CFE).
El PNEOyFD estipuló objetivos para todos: ampliar y mejorar las condiciones de acceso, permanencia y egreso de todos los jóvenes; fortalecer las trayectorias escolares generando mejores condiciones para la enseñanza y los aprendizajes, y fortalecer la gestión institucional ampliando las estrategias educativas para todos los adolescentes y jóvenes. Junto con ello, se implementaron los Planes de Mejora Jurisdiccionales e Institucionales (PMI) en los que se establecían objetivos específicos para alcanzar aquellas metas macro de la escuela secundaria. Para fortalecer el diseño e implementación de las acciones del PMI, desde el Ministerio de Educación de la Nación se propuso la elaboración de un índice para todas las escuelas de educación secundaria, llamado Índice de Mejora de la Educación Secundaria Argentina (IMESA).

Un “índice” es un indicador estadístico que sirve para recortar y sintetizar en un solo número realidades sociales que son multidimensionales y sumamente complejas. Esta información estadística resulta necesaria para objetivar la realidad, ponerla en valor y poder realizar un seguimiento a lo largo del tiempo, siempre que se mantengan los mismos mecanismos de cálculo y recolección.

Así, el IMESA se presentó como una herramienta de trabajo en el Programa “Nuestra Escuela”, como una apuesta a la inclusión con calidad, en tanto no se concibe una escuela de calidad que no garantice a todos el derecho a todo. El IMESA fue pensado en clave de derechos y de responsabilidades, para que cada escuela pueda mirarse a sí misma, reflexionar e indagarse respecto de su propia historia y contexto y, a partir de allí, planificar sus diversas estrategias en pos del cumplimiento de los objetivos planteados.
El IMESA, como punto de partida y herramienta de evaluación y seguimiento, sintetizaba la relación entre inclusión y calidad a través de sus tres componentes:

* La regularidad de la trayectoria: es deseable que los alumnos realicen su recorrido en la escuela evitando en lo posible repeticiones de año. En general, este aspecto de la trayectoria escolar se mide a través del Tiempo Mediopara completar el nivel. Idealmente, cuando los alumnos no repiten ningún año de estudio, este indicador es igual a la cantidad de años del nivel secundario, y es mayor si los estudiantes demoran más en completar el nivel.

* La finalización de los estudios: es necesario que todos los alumnos que inician el nivel lo completen. La conclusión de los estudios se refleja en la Tasa de Egreso del nivel. Si todos los alumnos logran culminar el nivel, la tasa asume el valor de 100. Su cálculo combina los valores de promoción, repitencia y abandono, e indica el porcentaje de alumnos que se inscriben en primer año y que completarán el nivel si la situación se mantiene constante –con los mismos niveles de promoción, repitencia y abandono–.

* Los resultados de evaluación de desempeño: además de aprobar cada año en el tiempo ideal –Tiempo Medio– y concluir sus estudios –Tasa de Egreso–, otro requisito es que todos se apropien de los conocimientos establecidos para el nivel y los manejen adecuadamente.

Es importante remarcar que un valor de IMESA similar puede indicar desafíos diferentes. Por ejemplo, si una escuela tiene alto rendimiento en las evaluaciones de aprendizaje y una trayectoria de sus alumnos cercana a la ideal, pero no se pudo sostener las trayectorias de los alumnos con mayores dificultades y, por lo tanto, la Tasa de Egreso es muy baja, el índice no llegará a sus valores máximos. Del mismo modo, si un establecimiento promueve a sus alumnos de un año al siguiente y los retiene hasta el egreso, pero los resultados en las pruebas de aprendizaje no son satisfactorios, también obtendría valores más bajos del índice. De este modo, si la primera escuela debía plantearse en su PMI estrategias de retención para que los jóvenes no abandonen la escuela, manteniendo a su vez altos desempeños en las pruebas de aprendizaje; la segunda escuela ejemplificada hubiera necesitado poner el foco en las estrategias de enseñanza, las formas de evaluación y el seguimiento de los contenidos curriculares que se trabajen cotidianamente.

Desde la perspectiva que considera que inclusión y calidad son conceptos intrínsecamente relacionados, indisociables, se combinaron estos indicadores para ponerlos a disposición de los docentes y directores, constructores de conocimiento y actores protagonistas de las acciones de mejora. Por ello, el IMESA fue comunicado y trabajado con los directores de cada escuela secundaria en jornadas específicas, para pensar sobre los desafíos actuales de la educación secundaria y como una primera instancia de reflexión sobre la propia realidad institucional. De este modo, nunca se concibió al IMESA para la constitución de rankings que estigmatizan y descalifican a algunas escuelas en oposición a otras, tampoco como mero instrumento de control. Se trató de una herramienta que, lejos de “señalar”, pretendía “orientar” la reflexión y el planeamiento de estrategias para la mejora, siempre partiendo del contexto real de cada escuela, de sus integrantes y sus modos de trabajo, favoreciendo la reflexión institucional en aras de mejorar las trayectorias educativas y garantizar las condiciones de acceso, permanencia y egreso de todos los jóvenes al nivel secundario.

En la actualidad estos caminos recorridos fueron borrados. El Programa “Nuestra Escuela” tiene hoy una nueva impronta, pensada más en términos instrumentales de enseñanza y de aprendizaje, y centrada en los resultados. Hoy el IMESA tampoco se coloca como herramienta que favorezca los procesos de autoevaluación institucional. De hecho, no se ha calculado el IMESA con los datos del nuevo operativo de evaluación de aprendizajes (APRENDER), y a cambio, se ha construido desde el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación un índice que combina resultados de las pruebas APRENDER con indicadores de vulnerabilidad social que se calculan principalmente por el lugar donde está localizada la escuela. Se las llama “escuelas faro”. Un “faro” se coloca para advertir a los navegantes que por allí circulen. Con ello, lejos de ser un instrumento para “orientar” la reflexión en las escuelas, está siendo utilizado para “señalar”. Y no se trata solamente de una cuestión semántica de “índice de mejora” a “escuelas faro”; se trata de la actual negación del docente como sujeto constructor del saber pedagógico institucional, y de las escuelas y las organizaciones sindicales como los ámbitos para realizarlo colectivamente. Se trata de una negación de los espacios colectivos, negación de encuadres político-educativos y pedagógico-didácticos que puedan interpelar las prácticas, recuperando logros y asumiendo desafíos.

 

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Reseña: La educación, función civilizadora

Por Luis Maldonado Venegas*

José Vasconcelos, primer titular de la SEP, fue el gran democratizador de la instrucción

Ciertamente, hubo cierta disparidad de fechas en torno de la creación institucional de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en 1921:

Se constituyó el 25 de julio de ese año, por decreto del presidente Álvaro Obregón, aunque el documento se publicó en el Diario Oficial de la Federación casi nueve semanas después, el 3 de octubre de 1921. En los días que corren, una de las más nobles de nuestras instituciones cumpliría 96 años al servicio de la nación.

En su edición del jueves 13 de octubre de 1921, Excélsior dio cuenta de la toma de protesta (el día anterior) de José Vasconcelos Calderón como primer titular de la SEP, con un escueto pie de foto informativo, a una columna en interiores, y una cabeza sobria también: “Prestó la protesta de ley el Secretario de I. (Instrucción) Pública”. El texto del pie daba cuenta, asimismo, de la designación como subsecretario del maestro guerrerense Francisco Figueroa Mata, exgobernador provisional de su estado natal en 1911 y diputado en el Congreso Constituyente de 1916-1917.

Ambos nombramientos los hizo el Gral. Álvaro Obregón, entonces Presidente de la República.

En ese año, en 1921, había en el país 25 mil 312 maestros de enseñanza primaria; 35 escuelas preparatorias, 12 colegios de abogados, siete de médicos alópatas, una escuela de médicos homeópatas, cuatro de profesores de obstetricia, una de dentistas, seis de ingenieros, cinco de farmacéuticos, 36 de profesores normalistas, tres de enfermeras, dos de notarios, diez de bellas artes y siete de clérigos, de acuerdo con datos consignados en la historia oficial de la SEP.

El desafío que planteaba la época es que buena parte de la enseñanza en todos los niveles se concentraba en la capital de la República. Era necesario democratizarla. Baste señalar que en 1919 en la Ciudad de México estaban abiertas solamente 48 de las 344 escuelas existentes en 1917, según la misma fuente.

Para cumplir con esa democratización, y con los postulados del Artículo 3° Constitucional, no era suficiente declarar la educación gratuita, laica y obligatoria; se necesitaban, además, medidas para hacerla federal.

Un mexicano excepcional hizo buena parte del trabajo organizador: José Vasconcelos Calderón, abogado, pensador, escritor y educador oaxaqueño. Vale decir que este compatriota ilustre ya había sido, en dos ocasiones, titular del Departamento de Instrucción Pública y Bellas Artes, que convirtió en Universidad Nacional a la que legó su lema emblemático: “Por mi raza hablará el espíritu”, y de la que fue su primer rector. Para 1921, Vasconcelos ya merecía el sobrenombre de El maestro de la juventud de América.

No sorprendió, pues, que la exposición de motivos del decreto de Obregón para crear la SEP la escribiera José Vasconcelos. El 28 de febrero de 1921 se discutió el proyecto en el pleno y se aprobó al día siguiente con 142 votos en favor y dos en contra. Tampoco fue sorpresa que Obregón nombrara a José Vasconcelos primer secretario de Educación Pública de México.

Así, el 25 de julio de 1921 apareció el decreto de la creación de la SEP. En él quedó previsto que iniciaría sus funciones hasta que contara con presupuesto, lo que ocurrió una semana después.

Es vastísima la obra literaria, cultural e intelectual de José Vasconcelos. Por hoy, es imprescindible recordar que, en medio de la turbulencia de su vida (inclusive fue candidato presidencial), tuvo la claridad diáfana de aportar talento y previsión al futuro de millones de jóvenes mexicanos, con el establecimiento de una institución federal cuyas “funciones civilizadoras” —escribió— llegarán “no sólo a una porción privilegiada del territorio, no sólo al Distrito Federal, sino a toda la República, necesitada, de un extremo a otro, de la acción del poder público y de la luz de las ideas modernas”.

Honor para el discípulo de Justo Sierra, creador de El Ateneo de la Juventud, impulsor de la cultura, apóstol de la educación rural y constructor de la conciencia hispanoamericana.

*Presidente de la Academia Nacional de Historia y Geografía de la UNAM

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¿Qué son las secuencias didácticas?

Al cierre de año escolar se evalúan logros de las planificaciones y al comienzo de un nuevo año escolar las maestras se dedican, entre otras tareas, a pensar en que forma van a organizar la enseñanza que volcarán en sus programaciones. En algunas oportunidades surgen dudas acerca de las diferencias y características de las distintas estructuras didácticas que pueden elegirse para planificar, entre las que podemos mencionar:

  •  Unidades Didácticas
  •  Proyectos
  •  Secuencias didácticas

Dedicaré esta entrada a esclarecer algunos aspectos relacionados con las secuencias didácticas.
Las secuencias didácticas son un conjunto de actividades organizadas, sistematizadas y jerarquizadas, que posibilitan el desarrollo de conceptos, habilidades y actitudes. Se integran por una serie de actividades de complejidad progresiva, las cuales se presentan de manera ordenada, estructurada y articulada.

Se elaboran a partir de un “eje” -que puede ser temático- abordado en forma continua y compleja. Puede coexistir, dar origen, desprenderse o integrar Unidades Didácticas y Proyectos.
Por ejemplo una propuesta de juego, de educación vial, de trabajo habitual con el nombre propio, los intercambios orales del inicio de la jornada, los juegos de mesa, el trabajo con las efemérides, realizar una serie de situaciones para informarse sobre un tema de interés o actualidad, sin elaborar un producto, entre tantas otras.

Para planificar una secuencia didáctica es preciso determinar con claridad qué contenidos se decide abordar a fin de que las actividades guarden coherencia con aquello que se quiere enseñar y se vinculen entre sí configurando una sucesión ordenada en las que cada actividad se relaciona con una o varias actividades anteriores y otras posteriores.

Las actividades sientan bases para la o las siguientes, y a la vez recuperan saberes incorporados a las anteriores. Posibilita presentar varias oportunidades para acercarse a un mismo objeto de estudio/conjunto de saberes/eje.

La habitualidad de una práctica, el sostenimiento de ciertas propuestas en días diferentes y fijos de la semana, la instalación de la continuidad de un tema en períodos extensos, la vuelta a un mismo texto con otros propósitos, la indagación de fuentes, la selección de información para preparar y estudiar en un cierto plazo prolongado, son experiencias que deberían estar presente en el diseño de una secuencia didáctica.

Los saberes que se van adquiriendo no se agotan en una única instancia de acercamiento a ellos; las situaciones sucesivas que se proponen en una secuencia van ayudando a los niños a regresar con otra intencionalidad y anticipar cómo puede seguir.

Laura Pitluk  propone planificar secuencias didácticas en forma paralela a la Unidad Didáctica y/o Proyecto, para evitar integraciones forzadas cuando propósitos y contenidos no se vinculen con el recorte que se está abordando. Esto implica formular propósitos, seleccionar contenidos y organizar una secuencia de actividades vinculadas entre sí, oponiéndose al planteo de actividades desarticuladas, sin continuidad en función de aquello que se quiere enseñar y centradas en acciones aisladas más que en el acercamiento paulatino a los saberes a ser abordados.

Juegos matemáticos, experiencias científicas, narraciones, poesías, se constituyen en una serie articulada de actividades estructuradas y vinculadas entre sí, que se planifican siguiendo un orden temporal a fin de que cada una de ellas permita que los pequeños complejicen, profundicen y enriquezcan sus conocimientos.

Las secuencias didácticas pueden denominarse de diferente manera:

  • Los mini proyectos: terminología específica para el Jardín Maternal. Son propuestas secuenciadas similares a los proyectos o unidades didácticas pero acotadas en cuanto a duración y  grado de complejidad. Plantean entre cuatro a siete actividades secuenciadas en función de dos o tres contenidos y materiales.
  • Los itinerarios didácticos:  estas propuestas didácticas articuladas implican un alejamiento de lo estrictamente disciplinar  y reconocen, más claramente,  la posibilidad de repetir actividades como parte de los  aprendizajes a promover, sin necesidad de complejizar.
  • Los trayectos: secuencias a más largo plazo. Por ejemplo un trayecto que integra una unidad o recorrido didáctico puede ser continuado en la siguiente planificación periódica.

Lo importante a destacar es que todas ellas son propuestas secuenciadas que implican tanto la posibilidad de complejizar como de reiterar o establecer una variante, y articulan el trabajo de las diferentes áreas en propuestas integradoras y significativas.

 Aspectos importantes a considerar:

1– Si bien podemos “entrar a la planificación” por cualquiera de los componentes didácticos (propósitos, contenidos, estrategias, actividades, materiales, espacios…) partir de la selección de los propósitos y los contenidos (saberes a ser enseñados) posibilita la elección de propuestas significativas y articuladas en función de los mismos.

2– La secuencia debe plantearse sobre la base de los contenidos y no de los materiales, para que tenga unidad de sentido y continuidad. Pensarla desde los materiales puede llevarnos a diseñar una secuencia que no tenga significado como tal, en las que se trabajen contenidos sin coherencia entre sí, porque se sustenta en sostener el mismo material.

3– Existen actualmente diferentes términos para denominar las secuencias didácticas: los itinerarios didácticos, que se diferencia de las secuencias didácticas por referirse a lo disciplinar e implicar necesariamente la necesidad de complejizar; los trayectos, secuencias a más largo plazo. Lo importante es comprender y poner en marcha esta necesidad de realizar propuestas secuenciadas que impliquen tanto la posibilidad de complejizar como de reiterar o establecer una variante, y articulen el trabajo de los diferentes núcleos de aprendizajes en propuestas integradoras y significativas.

4– Para que se cumpla con los propósitos del trabajo con propuestas secuenciadas es fundamental plasmar esta relación en cada una de las actividades, cerrándolas con los aspectos que se abordarán en la siguiente, y retomando al iniciar cada propuesta lo trabajado en las actividades previas de la secuencia.

5– ¿Cómo se complejizan los itinerarios de las actividades?
– Variando la consigna de trabajo
– Incluyendo materiales que complejizan
– Proponiendo el uso de otras herramientas
– Planteando una nueva acción/actividad
– Dando oportunidad para la repetición de la actividad
– Cambiando los espacios y escenarios
– Con la intervención del/la docente a través de estrategias oportunas, variadas y pertinentes a la situación
– Planteando nuevos obstáculos cada vez
– “Tomando” lo que producen los chicos para que lo incluyan los demás
– Planteando “actividades problema” a grupos trabajando en paralelo que permiten resoluciones posibles para todos los chicos involucrados

Componentes de una Secuencia Didáctica:

  • Titulo de la Secuencia Didáctica (en donde quede claro a qué responde y qué áreas están involucradas).
  • Contenidos
  • Actividades (nombradas explicitando el grado de continuidad entre una y las otras. Es importante que además de nombrarlas, se aclare, en líneas generales, cómo llevarlas a cabo).
  • Recursos/Materiales
  • Tiempo de duración
  • Evaluación.

Para seguir leyendo:

Aportes para pensar las secuencias didácticas en el aula.

http://www.laurapitluk.com.ar/Articulos/LauraPitluk_reflexionando.pdf

http://www.educaciontdf.gov.ar/docentes/gestion_curricular/inicial/planificacionNivelInicial.pdf

Laura Pitluk .Educar en el jardín maternal.Novedades Educativas

Ejemplos de secuencias didácticas

Expresión corporal (sala de 3 años)

Secuencia didáctica de literatura (sala de 2 años)

Secuencia didáctica de Ciencias

Secuencia Didáctica «Día de la Bandera»

Fuente: https://salaamarilla2009.blogspot.com.ar/2014/02/que-son-las-secuencias-didacticas.html

Sandra Luz

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¿Cómo planificar con Unidades Didácticas?

Autor: Mi sala amarilla

¿Qué son las Unidades Didácticas?

Es una estructura didáctica compuesta de objetivos, contenidos, actividades, recursos, evaluación que se puede organizar alrededor de determinados “contextos geográficos” o “recortes”de la realidad social y/o natural, algunos hechos (actuales o pasados), y/u objetos sociales, en todos los casos lo suficientemente complejos como para que su conocimiento ofrezca múltiples miradas. Cualquiera de ellos o todos se convertirán en objeto de indagación o estudio por parte del grupo de niños.

 No se deben seleccionar “temas”, sino parcelas que respeten las articulaciones y el particular entramado que ofrece la realidad. Temas clásicos en la historia del Jardín, como “la casa”, “los medios de transporte, “mi cuerpo”, “las comunicaciones”, “las estaciones del año”, son muy amplios y resultan poco significativos para el pensamiento de los niños de estas edades.

Lo cercano y lo conocido para el pensamiento de los niños no necesariamente implica la cercanía espacial y temporal, pues los medios ponen a los niños en contacto con informaciones y representaciones que trascienden la experiencia vivida en su entorno físico.

 El objeto de conocimiento puede girar en torno a un contexto seleccionado del ambiente social o natural circundante al niño y la escuela (ejemplo: la panadería, la plaza, la granja, la biblioteca de la escuela, el museo de arte, el teatro, etc.), un hecho social relevante (del pasado o actual, como por ejemplo: las elecciones, el mundial de fútbol), un objeto real significativo del entorno y de valor socio-cultural (el diario, el/los libro/s, los juguetes). Este “contexto, recorte o eje” se convertirá en “objeto de estudio” para una indagación sistemática y organizada.

Son aceptadas diversas modalidades de planificar los recortes. Pueden ser “Los animales de la granja…” o “La granja de….”. La mirada puede ponerse de manifiesto en los animales focalizando, el contexto en el cuál viven; o estar puesta en el funcionamiento de la granja, los roles, y funciones de las personas, en relación con estos animales.

Al enseñar con Unidades Didácticas no pretendemos clasificar el conocimiento: éste aparece inmerso en el orden que le da la realidad social. Pero aunque la Unidad Didáctica no clasifica el conocimiento desde las disciplinas, sí recurre a ellas porque pueden ayudar a preguntar. Así, es posible acercarse al “recorte” de la Unidad Didáctica y preguntar como matemáticos, preguntar como artistas, preguntar como científicos, etc.

  Posible estructura de la Unidad Didáctica

• Recorte : se enuncia el recorte seleccionado.

• Red de contenidos( o preguntas problematizadoras) : es una  lista exhaustiva de lo enseñable sobre el objeto-recorte, elaborada a partir de un relevamiento o indagación previa. Implica el planteo de preguntas o problemas para seleccionar aquello que se va a enseñar y establecer las relaciones entre los diferentes contenidos.
Las respuestas a las preguntas hay que buscarlas en las diferentes disciplinas o áreas.
Suele resultar muy práctico partir de un torbellino de ideas o conceptos y luego realizar el análisis que permita buscar las relaciones e
inclusiones pertinentes entre los diferentes elementos que componen el objeto de conocimiento seleccionado.

•  Objetivos( o propósitos):  tienen siempre una acción (conocer, profundizar, realizar una aproximación, etc.) y un objeto sobre el que recae esa acción (el recorte que elegimos).  Por ejemplo: “indagar y profundizar sobre las prácticas, saberes y objetos que se nuclean en la…(recorte)”.

• Contenidos: se seleccionan aquellos que nos permiten trabajar el recorte elegido y según el diseño y el proyecto de cada institución ..Para una mejor organización y claridad, una posibilidad es que los contenidos se dispongan por disciplinas o áreas, pero no será necesario involucrar a todas ellas.

• Actividades ( o propuestas de enseñanza):
Antes del trabajo con los niños el docente debe buscar información; conocer el lugar u objeto de conocimiento; realizar un diagnóstico de los recursos institucionales y familiares disponibles;

Cuando ya se inicia el desarrollo con los niños, es conveniente que las actividades se presenten ordenadas con algún criterio.
Un modo clásico de ordenarlas es el siguiente:

  1. Actividades de inicio:  Relacionadas con la presentación del recorte . Proponer actividades que permitan indagar los conocimientos previos del grupo y dejar planteados los problemas y preguntas que se irán aclarando o dilucidando en el desarrollo. Se pueden indagar los saberes previos mediante propuestas tales como diálogo o conversaciones, elaboración de registros gráficos, dramatizaciones, entre otras.
  2. Actividades de desarrollo:  incluyen variedad de actividades para buscar información: actividades de exploración, de observación (salidas o situaciones experimentales), actividades con informantes, con libros, revistas, enciclopedias, videos. Se puede registrar la información mediante dibujos, grabaciones, escritura del adulto, fotografías o videos. Asimismo, es necesario realizar actividades de sistematización y organización de la Información para la elaboración de relaciones y comparaciones, además de la verbalización de las acciones, mediante confección de cuadro de doble entrada, dramatización de situaciones, elaboración de maquetas, murales, carteleras, cuadros cronológicos, líneas de tiempo o de procesos sencillas; elaboración de libros, folletos, revistas escolares.
  3. Actividades de cierre: es el momento para la elaboración de conclusiones sencillas y comunicación de lo realizado. Puede valerse para esto del relato de acciones y explicitación de conclusiones, elaboración de informes gráficos, juego dramático, juego con maqueta, exposición de lo realizado.

• Evaluación: de la propuesta general y de las diferentes instancias llevadas a cabo, de todos los componentes didácticos, de los aprendizajes de cada niño, de lo grupal; incluye la auto evaluación docente. Se puede tener en cuenta como  instrumentos de recolección de datos: el análisis de las producciones de los niños , la observación sistemática del juego, las entrevistas y filmaciones.
En relación con la evaluación de los aprendizajes logrados con el desarrollo de la Unidad , la mirada será cualitativa, considerando avances, retrocesos y disrupciones.

Algunas consideraciones sobre las Unidades Didácticas

A la hora de proponer experiencias a los niños, y ya que el espíritu de la Unidad Didáctica es la indagación, se deberán diseñar situaciones de juego, de diálogo, de producción y de intercambio en las que todo ayude a promover esa actitud. Por ejemplo:

• Al proponer juego dramático,incluir materiales nuevos vinculados al recorte y sus características e intervenir ocasionalmente, complejizando las concepciones de los niños sobre los usos y sentidos de esos materiales.

• Al proponer el juego-trabajo, considerar en qué rincones será apropiado teñir el juego de los contenidos y preguntas vinculados al recorte y rediseñarlos para ese fin. Puede intervenirse agregando materiales, o proponiendo nuevos modos de usar los existentes.

• Al proponer una experiencia directa, debería elegirse un lugar que represente genuinamente el recorte de la Unidad Didáctica. La experiencia directa es una vivencia central de la
Unidad Didáctica, y por eso amerita ser cuidadosamente anticipada, planificar las actividades que se van a realizar en el lugar, tener recursos para registrar y recabar información y recuperar todo eso ordenadamente en los días posteriores a la salida.

• Ya sea durante la experiencia directa o en cualquier otro momento de la Unidad Didáctica, es oportuno realizar alguna entrevista a alguien que pueda informar sobre el recorte. Al hacerlo, se tiene la oportunidad de ejercitar el mayor de los procedimientos del niño como activo protagonista en la construcción del conocimiento: la pregunta. Es una de las ocasiones privilegiadas para hacer realidad aquel rasgo de la Unidad Didáctica de permitir al niño “indagar curiosa y profundamente” la realidad.

• Al proponer situaciones de diálogo e intercambio grupal, sería oportuno prever algunos ejes que sirvan para problematizar y ampliar las ideas de los niños. Partir de sus palabras, sus intereses y su experiencia no significa limitarse a ellas, sino tomarlas como envión inicial, para potenciar y expandir.
Reconocer diferentes puntos de vista y analizarlos, proponer juegos imaginativos a partir de sus ideas, dejar preguntas abiertas sobre el recorte que inviten a ser retomadas en la experiencia directa o la entrevista.

• Al proponer actividades de producción,ya sea que se trate de producción artística, literaria, de la fabricación de objetos, o cualquier otra actividad que involucre la elaboración de productos
visibles y susceptibles de ser socializados, es oportuno preguntarse de qué modo esa propuesta aporta al conocimiento del recorte. ¿Pone a los niños en situación de enfrentarse a algunos desafíos que están presentes en el recorte? ¿Les da la ocasión de familiarizarse con objetos o materiales que pertenecen al recorte? ¿Los invita a vivenciar roles relacionados con el recorte?

Aclaración:

El hecho de que se sugiera aquí una etapa de actividades de sistematización y cierre que incluya la socialización de producciones amerita dos aclaraciones. En primer lugar, que si bien se suele señalar la existencia de un producto como un rasgo propio del proyecto áulico, en modo alguno se trata de un rasgo excluyente. La diferencia esencial es que el proyecto se organiza íntegramente alrededor de ese producto, y la Unidad Didáctica, no.

La segunda observación tiene que ver con la compatibilidad de ambas estructuras didácticas. Los proyectos áulicos, especialmente aquellos breves y específicos, con sus productos incluidos, cómodamente “caben” dentro de una Unidad Didáctica. A modo de ejemplo: en la Unidad Didáctica sobre la panadería, sería viable incluir un proyecto breve centrado en la fabricación de “panes creativos” para emplear en una feria del plato.

Fuentes consultadas:

Lineamientos Curriculares para la Educación Inicial , Entre Rios, 3º parte. 

Diseño curricular Nivel Inicial de la prov. de Córdoba

Planificar con Unidades Didácticas y Proyectos.2012.Igualdad y Calidad Educativa. Gobierno de Córdoba

La Planificación en el Nivel Inicial. María Andrea Poggi

Fuente: https://salaamarilla2009.blogspot.com.ar/2015/08/como-planificar-con-unidades-didacticas.html?m=1
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