Page 1955 of 2546
1 1.953 1.954 1.955 1.956 1.957 2.546

Los retos de las universidades japonesas

Por: Suzuki Kan (Hiroshi)

El desconcierto sigue reinando en la educación superior japonesa, acuciada por problemas como la falta de salidas laborales para los nuevos doctores (el llamado problema posdoctoral) o el fracaso de las escuelas de posgrado de derecho. La universidad se encuentra ante la necesidad de reformar sus estrategias con medidas como adaptar los exámenes de acceso al panorama global. En este artículo el experto en políticas educativas Suzuki Kan analiza el trasfondo y la dirección de las reformas universitarias en Japón.

Reformas que provocan confusión

Antes de empezar permítanme realizar un apunte sobre la idiosincrasia de las políticas educativas en Japón: aunque las nuevas políticas suelen aplicarse con éxito cuando pueden ejecutarse exclusivamente en el seno del Ministerio de Educación, los comités educativos o la comunidad escolar, la confusión reina cuando se trata de introducir nuevos sistemas abiertos que implican a terceras partes. Los nuevos sistemas educativos conllevan desconcierto porque se introducen sin un buen plan de acción concreto que defina variables cuantitativas como a cuántos estudiantes se aplicarán o qué resultados se esperan.

Un buen ejemplo de política que se ha llevado a cabo con éxito dentro de la comunidad educativa es la mejora del nivel académico de los estudiantes de 15 años. En 2012 Japón obtuvo la puntuación global más alta de los 34 países que participaron en el informe PISA —un estudio sobre el nivel académico que realiza la OCDE cada tres años—, superando a Finlandia en todas las materias evaluadas. Las actividades de lectura matutina que se llevan a cabo con diligencia en las escuelas primarias de todo el archipiélago han rebajado la tasa de estudiantes de primaria que no leen (es decir, niños que no leen ni un libro al mes) hasta el 3,8 %. La media de lectura de los niños de primaria japoneses es de 11 libros al mes, dato que ilustra la exhaustividad de las medidas de fomento de la lectura.

Los problemas de las escuelas de posgrado de derecho y los posdoctorados

Las dificultades que actualmente experimentan las escuelas de posgrado de derecho y los posdoctorados son ejemplos de políticas educativas de tipo abierto fracasadas. Primero el intento de ampliar la escasa plantilla de abogados del país mediante una serie de medidas aprobadas por el Gabinete falló por la oposición de la Federación de Colegios de Abogados de Japón. Y luego se rebajaron los requisitos para la constitución de nuevas escuelas de posgrado de derecho confiando en que la competitividad regularía la situación, pero se acabó generando un exceso de centros poco cualificados.

Algo parecido sucedió con la ampliación de los programas de posgrado. La iniciativa iba bien encaminada, ya que en el mundo hay cada vez más trabajos que requieren una formación doctoral. Sin embargo, las estrecheces financieras del Gobierno frenaron la creación de plazas en las universidades y los centros de investigación para los nuevos doctores, que tampoco encontraron su lugar en la empresa privada ni lograron abrirse camino como emprendedores. Así surgió lo que en Japón se conoce como el problema posdoctoral, que es la falta de salidas laborales con las que los nuevos doctores puedan explotar sus competencias.

Así pues, aunque al principio el lanzamiento de los nuevos sistemas educativos atrajo a un buen número de estudiantes con potencial, la falta de oportunidades laborales de los nuevos graduados acabó sembrando un clima de decepción que ahuyentó a los estudiantes cualificados de las siguientes generaciones. También el sector empresarial acabó decepcionado ante la escasez de graduados bien preparados para los puestos que habían creado.

En el trasfondo de este problema yace la costumbre de elaborar los presupuestos de educación de año en año y el protagonismo excesivo que otorgan las autoridades y los medios de comunicación a las políticas más “vistosas”. En su primer año de lanzamiento las políticas estrella suelen recibir los fondos necesarios, pero a partir del año siguiente el presupuesto se empieza a limar para fundar la siguiente remesa de políticas abanderadas. Eso obliga a lanzar políticas sin contar con la preparación suficiente. Sería mejor asignar los presupuestos de educación por quinquenios, pero el Ministerio de Finanzas se niega a adoptar ese sistema.

La priorización de las ciencias

Como desde el fin de la Segunda Guerra Mundial Japón ha venido dando prioridad a la financiación de la educación científico-técnica, los departamentos de ciencias e ingeniería de las universidades nacionales han conseguido mantener una proporción entre estudiantes y profesores a la par con la de los países líderes del mundo. Además el sistema de seminarios de investigación, en que los investigadores veteranos tutorizan a los novatos, ha permitido formar investigadores muy bien preparados.

Desde el año 2000 Japón ha cosechado una buena remesa de premios Nobel, algunos de los cuales procedían de universidades públicas regionales; son ni más ni menos que los frutos de décadas de generosa inversión en la educación y la investigación científico-técnica.

Las universidades públicas japonesas se mantienen entre las primeras del mundo en el número de citaciones de artículos científicos: la Universidad de Tokio es la tercera en el campo de la física, la Universidad de Kioto es la cuarta en química, la Universidad de Osaka es la cuarta en inmunología y la Universidad de Tōhoku es la quinta en ciencia de materiales. Pero existen fuertes dudas sobre si Japón podrá mantener estos niveles en el futuro. Hoy en día los estudiantes más prometedores se marchan a trabajar a la industria tras terminar la maestría, y solo un 9,9 % continúa estudiando el doctorado. Mientras que otros países impulsan su inversión en educación superior e investigación, el presupuesto japonés lleva 15 años congelado, por lo que las universidades y los centros de investigación no han podido crear nuevas plazas para las nuevas horneadas de doctores.

Para que los posdoctorados japoneses puedan participar en la empresa privada, ser emprendedores y competir en el mercado internacional (en las universidades, instituciones de investigación y empresas de los países emergentes), Japón debe mejorar la calidad de su formación doctoral, no solo en términos de capacidad investigadora sino también en la capacidad de comunicación en un entorno global, el diseño y la gestión de proyectos, y la aplicación a la resolución de los problemas de la sociedad. Con ese fin se lanzó el Programa para Escuelas de Posgrado Líderes, que ofrece apoyo a 62 programas de 33 universidades japonesas. La primera promoción de los 3.300 estudiantes matriculados hasta la fecha se graduará en 2017.

Humanidades y ciencias sociales: las grandes olvidadas

Los estudios universitarios de humanidades y ciencias sociales arrastran aún más problemas que los de ciencias. Para empezar, Japón dedica un presupuesto raquítico a la educación superior comparado con los países occidentales; mientras que EE. UU. invierte un 2,6 % del PIB, Japón solo un 1,5 %. Como además Japón ha venido priorizando la inversión en los estudios científico-técnicos, los de humanidades y ciencias sociales llevan varias décadas pasando penurias.

La paupérrima situación de los estudios de humanidades y ciencias sociales se pasó por alto hasta mediados de los años noventa porque las grandes empresas se encargaban de suplir la falta de preparación de los jóvenes que reclutaban formándolos en su propio seno. Sin embargo, tras el estallido de la burbuja económica y la llegada del temporal de los despidos en masa, las empresas se quedaron sin margen para formar a los nuevos empleados. Al mismo tiempo la relajación de las regulaciones de subcontratación de personal impulsó la contratación de personal no regular, en el que las empresas no invierten ningún recurso formativo.

Los recortes de inversión en la formación del personal nuevo por parte de las empresas hicieron que la preparación de los jóvenes trabajadores cayese en picado, y con ello empezaron a crecer las expectativas y las exigencias de la educación superior en las ramas de humanidades y ciencias sociales. Aunque correspondía al Gobierno suplir el vacío formativo dejado por la empresa, las dificultades financieras, la carencia de liderazgo político y la falta de apoyo por parte de los contribuyentes impidieron asignar la inversión necesaria a la formación de las nuevas generaciones de mano de obra.

Una reforma a tientas para las letras

El sector industrial no comparte una opinión unánime sobre qué formación hay que exigir a las universidades ni de qué parte deben encargarse las propias empresas. Existe una postura que aboga por clasificar las universidades en dos tipos, globales y locales, y designar a las locales para impartir la formación vocacional práctica. En una publicación de septiembre de 2015 tituladaEnfoque sobre la reforma de las universidades nacionales, la Federación Empresarial de Japón (Keidanren) señala lo siguiente: “Lo que buscan las empresas no son recursos humanos que estén listos para trabajar de inmediato, sino personas que tengan cierta resistencia física y sentido moral, y que en la escuela primaria y secundaria hayan adquirido una educación amplia y capacidad para identificar y resolver problemas, comunicarse en idiomas extranjeros y expresar sus ideas y opiniones de forma lógica. Una vez en la universidad, esas personas deberán adquirir conocimientos especializados y conocimientos sobre la diversidad cultural y social mediante experiencias como las estancias en el extranjero”.

El Ministerio de Educación debate con tesón reformas educativas relacionadas con la conexión entre el bachillerato y la universidad. En agosto de 2015 el Ministerio señaló la necesidad del aprendizaje activo dirigido a la identificación y la resolución de problemas, así como la urgencia de medidas para mejorar la calidad y la cantidad de personal docente de bachillerato. También lanzó una política para cambiar el enfoque de los exámenes de acceso a la universidad y pasar de los actuales exámenes tipo test, que evalúan conocimientos y técnicas, a exámenes de redacción que evalúen la capacidad de reflexión, juicio y expresión. Paralelamente, en septiembre de 2015 la Asociación de Universidades Nacionales de Japón acordó ampliar al 30 % el cupo de estudiantes admitidos por recomendación del centro de bachillerato, con el objetivo de no limitar la admisión al examen de acceso y otorgar mayor valor a los méritos cosechados durante la secundaria.

El Ministerio de Educación también trabaja en una reforma del currículum universitario para introducir el concepto del aprendizaje basado en proyectos (PLB, por sus siglas en inglés), que nutre las capacidades de resolución de los problemas del mundo real.

Se buscan profesores preparados

La clave para materializar las reformas de las que hablábamos es captar un personal docente cualificado en humanidades y ciencias sociales y mejorar la proporción entre estudiantes y profesores en esas ramas que se han descuidado durante décadas. Para ello es imprescindible aumentar el presupuesto público, la inversión privada y las tasas de matrícula. Sin embargo, en Japón sigue existiendo un estereotipo muy arraigado de la educación universitaria como un período de vacaciones de cuatro años que impide reunir consenso sobre la necesidad de aumentar los fondos para los estudios de humanidades y ciencias sociales.

Por otro lado las empresas no reconocen las universidades de letras (humanidades y ciencias sociales) japonesas como el destino de su contribución. También un sector de los estudiantes de bachillerato más brillantes y los docentes e investigadores más reputados ha despreciado estas instituciones, y cada vez son más los que eligen desarrollar su carrera en universidades estadounidenses.

Ahora bien, las tasas de matrícula de las universidades privadas más prestigiosas de Estados Unidos cuestan diez veces más que las de las universidades nacionales japonesas de humanidades y ciencias sociales. Y además de que en países como Reino Unido, EE. UU. o Australia las tasas universitarias de las universidades públicas son más altas para los estudiantes japoneses que para los autóctonos, las becas también se otorgan prioritariamente a los estudiantes del país. Así que solo los japoneses de mejor nivel económico o académico pueden acceder a estudios de humanidades y ciencias sociales reconocidos internacionalmente. Por eso es crucial garantizar en Japón una educación universitaria a la que puedan acceder cuantos más estudiantes mejor. Y los medios de comunicación deben encargarse de difundir este problema.

La universidad requiere una gestión estratégica

La única forma para las universidades y el Ministerio de Educación de recabar la comprensión y el apoyo necesarios para mejorar el sistema de la educación superior es llevar a cabo iniciativas que engendren éxitos visibles. La gestión estratégica de la universidad levanta grandes expectativas en ese sentido. El Ministerio de Educación ha emprendido acciones como el proyecto Mejores Universidades Globales, el proyecto de apoyo a las universidades investigadoras y el refuerzo de la autoridad de los rectores universitarios (enmienda de la Ley de Educación), con las que se espera imprimir un carácter propio que haga destacar a las universidades japonesas.

A pesar de todo, ¿es posible o conveniente aplicar a la universidad una estrategia de “selección y concentración” como la del sector empresarial? ¿Quién debe hacerse cargo del coste de la reforma y cómo debe hacerlo? Se impone someter estas cuestiones a un debate serio y minucioso entre los distintos actores sociales implicados. Las universidades no deben esperar a que sea el Gobierno quien prepare la mesa para debatir, sino que deben tomar las riendas para emitir su propio discurso, educar la opinión pública y liderar un debate fructífero.

Suponiendo que se lograse decidir la estrategia a seguir, actualmente las universidades carecen de las herramientas necesarias para buscar, formar, explotar, evaluar y gestionar al personal necesario para llevar la empresa a buen puerto. Además, antes que nada urge analizar la gestión universitaria e identificar en qué se parece y en qué difiere de la gestión empresarial y la gubernamental.

En la década de los ochenta el sistema universitario estadounidense se enfrentó a problemas parecidos a los que ahora afronta Japón. El presupuesto nacional de defensa y energía sufrió grandes recortes, y hubo que cambiar radicalmente el modelo de gestión de las universidades. En aquellos tiempos la gestión universitaria empezaba a establecerse como profesión con estudios reglados. Ahora que Japón se ve ante la necesidad de diseñar y poner en marcha un nuevo modelo de gestión universitaria, puede tomar el caso estadounidense como referencia e identificar los puntos que tienen en común y aquellos en los que divergen a causa de los factores contextuales. En cualquier caso, parece que la dolorosa transición del sistema de la educación superior japonesa todavía va a alargarse una buena temporada.

*Fotografía del encabezado: Ceremonia de graduación celebrada en marzo de 2015, en el campus de Hongō de la Universidad de Tokio, con 3.160 participantes. (Cortesía de Jiji Press.)

*Articulo tomado de: http://www.nippon.com/es/in-depth/a05101/?pnum=2

Comparte este contenido:

En Chibuleo, una escuela guardiana de las lenguas indígenas

Ecuador/ Eric Samsom/ 11 de mayo de 2016/ Fuente: RFI

La UNESCO lo afirma: de aquí al final del siglo, la mitad de los 6.000 idiomas del mundo habrá desaparecido si nada está hecho. Con ellos, saberes ancestrales y visiones propias del mundo están también en peligro. En Ecuador, el gobierno ha iniciado la construcción de escuelas centradas en la protección de las lenguas indígenas. Nuestro corresponsal Eric Samson ha visitado la primera de esas escuelas “guardianas de la lengua” en la comunidad andina de Chibuleo, a tres horas al sur de Quito.

En la escuela de Chibuleo, el día empieza con un momento de instrucción cívica en kichwa, español e inglés. Si bien el colegio cuenta ahora con nuevos edificios y laboratorios modernos, su rector Alberto Huapisaca recuerda que antes “el Estado te daba una aula, viejos bancos y ya; para tener una clase decente, tenías que pedir financiamiento a ONG u organismos internacionales”.

Tras pensar seriamente en dimitir por esta falta de recursos y perspectivas, Alberto Huapisaca decidió quedarse. Nunca lamentó una decisión que le permite hoy contribuir al mejoramiento de la educación indígena bilingüe marcada durante años por el racismo. “En mi colegio, era el único indígena: la primera cosa que me impusieron fue ponerme traje y corbata de uniforme”, cuenta. Martha Gigalo, indígena y profesora en el colegio de Chibuleo, tampoco escapó a esta discriminación de niña.

Este problema no se repetirá en Chibuleo. En un país en el que los estudiantes de escuelas fiscales deben llevar uniforme, aquí esta obligación sólo vale para los estudiantes mestizos. “No hay uniforme para los alumnos indígenas; les pedimos usar ropa típica de su comunidad”, explica Doris Borja, profesora.

Otro cambio con relación a un pasado no tan lejano es el respeto entre estudiantes y profesores: “Nos llamamos Mashi entre nosotros; significa amigo, compañero en kichwa”, cuenta el vicerrector académico del colegio, Marco Bolaños alias Mashi Marco. Desde sus inicios modestos como pequeña escuela indígena de dos aulas, Chibuleo ha cambiado mucho. Es hoy una Unidad Educativa del Milenio, de esas escuelas ultramodernas que el gobierno ecuatoriano construye en todas las provincias del país. Aquí, nada de lujos pero todos los laboratorios y equipos necesarios.

Sin embargo, por ser “guardiana de la lengua”, esta escuela tiene objetivos adicionales, según el ministro ecuatoriano de Educación, Augusto Espinosa: “Deseamos que la población que se define como miembro de nacionalidad indígena pueda fortalecer su identidad, gracias al conocimiento de su historia y la preservación de su lengua de origen”.

El trabajo no faltará en Ecuador, donde hay 14 nacionalidades indígenas reconocidas. Muchas de hecho están amenazadas. Algunos idiomas en particular son hablados por unos pocos centenares de personas. No es el caso del kichwa, una minoría lingüística todavía numerosa en Ecuador pero cuya lengua no está a salvo.

Desde los primeros cursos de primaria en Chibuleo, el kichwa es el idioma principal en todas las clases. A nivel del bachillerato, el kichwa es todavía hablado varias horas a la semana. Un desafío para los numerosos estudiantes mestizos del colegio.

Más allá del idioma nativo, los docentes del colegio de Chibuleo trabajan para que sus estudiantes indígenas sean orgullosos de su cultura. Como todos los jóvenes, los estudiantes aquí están influenciados por el mundo globalizado que descubren en internet y los medios masivos de comunicación, pero para los profesores, es importante que haya una revalorización de la cultura indígena, lejos de esta imagen de “pobreza, tristeza e ignorancia” difundida por los profesores mestizos, explica Alberto Huapisaca.

Además, hay una voluntad de ir contra la idea de que los indígenas son peones que sólo pueden trabajar la tierra, demostrando que pueden hacer cualquier empleo y ofreciéndoles otro futuro. Y los resultados se han dado, en pocos años. Una vez bachilleres, numerosos estudiantes encuentran trabajo, por ejemplo en las 400 cooperativas de ahorro y crédito de la región.

La fuerza de la escuela guardiana de la lengua de Chibuleo es, según sus docentes, tener lo mejor de dos mundos, dos cosmovisiones, una andina y la otra universal, occidental. De allí una educación basada sobre el estudio de tres idiomas mínimo, según destaca el ministro de Educación, Augusto Espinosa. Cada escuela guardiana de la lengua debe desarrollar sus propios métodos de enseñanza, adaptados a la historia, cultura y costumbres de la comunidad donde está instalada. En Chibuleo, los estudiantes siguen el mismo programa que en cualquier otra escuela pero con clases adicionales de cosmovisión andina, etnociencias, etnohistoria o etnomatemáticas.

La escuela es igualmente eficiente para promover a las mujeres indígenas. En los Andes, muchas se casan muy jóvenes y abandonan la escuela. Pero cada vez menos en Chibuleo.

A pesar de tener pocos años de existencia, la escuela de Chibuleo supo crear un ambiente en el cual los estudiantes, mestizos e indígenas, pueden crecer con libertad. Es una experiencia todavía muy reciente para sacar un balance definitivo. Sin embargo, los primeros resultados son prometedores, tanto en el campo académico que en el de la integración intercultural. Hasta el momento, dos escuelas guardianas de la lengua han sido construidas en Ecuador. Todavía faltan muchas, según el ministro de Educación quien estima que en un primer momento se construirán 14 escuelas, una para cada nacionalidad, y después más aún.

País dolarizado exportador de petróleo, Ecuador vive este año una situación económica muy difícil, marcada por un dólar fuerte y un barril de crudo en caída libre. A pesar de todo, el ministro de Educación no quiere atrasar el ritmo de construcción de las escuelas. Para Augusto Espinosa, el futuro de algunas etnias, como los epera o tsáchila, no puede esperar.

Fuente: http://es.rfi.fr/americas/20160511-en-chibuleo-una-escuela-guardiana-de-las-lenguas-indigenas

 Imagen: http://scd.es.rfi.fr/sites/espanol.filesrfi/dynimagecache/0/244/2448/1216/360/179/sites/images.rfi.fr/files/aef_image/img_1582.jpg

Comparte este contenido:

No culpe a los genes de las malas notas

www.abc.es/12-05-2016/Por: J.de Jorge/Madrid

Investigadores descubren 74 marcadores genéticos relacionados con el éxito escolar, pero dicen que su influencia es mínima.

¿De qué depende que un niño saque malas notas o, por el contrario, tenga éxito en los estudios? Seguramente hay muchas respuestas para esta pregunta, que incluyen un buen número de factores sociales y culturales, pero siempre queda la duda de si los chavales vienen «formateados» de fábrica para llevarse bien con los libros. Eso de que «el que vale, vale». Pues bien, un equipo internacional de investigadores ha analizado el material genético de unos 300.000 personas para comprobar si existen genes clave que lleven a quienes los poseen a estudiar durante más tiempo. En efecto, han encontrado 74 marcadores genéticos fuertemente relacionados con el número de años de educación formal, pero advierten de que su influencia es minúscula. Por sí mismos, dicen los científicos en la revista Nature, esos marcadores no pueden predecir el rendimiento de una persona en la escuela.

En total, los autores del estudio identificaron 9 millones de variantes genéticas que, como grupo, tienen cierta influencia en el éxito escolar; éstas incluyen los 74 marcadores genéticos que muestran una fuerte influencia individual. Las variantes podrían explicar diferencias en el nivel de instrucción entre los individuos del 3,2%.

No es mucho. Los investigadores estiman que una persona que lleve dos copias de la variante genética que tiene el efecto más fuerte conocido completaría nueve semanas más de escolarización durante toda su vida que una persona sin ninguna copia. Además, como en el trabajo se examinaron solo a personas de ascendencia europea, no está claro si los resultados son aplicables a aquellos con raíces en África o Asia.

La influencia social
Los autores también informan de que los marcadores se encontraron en superposición con otros asociados con un mejor rendimiento en las pruebas cognitivas, reforzando la idea de que el nivel de instrucción es un indicador de la inteligencia. Con todo, incluso si se conocieran todos los contribuyentes genéticos a nivel de estudios, los investigadores creen que su efecto sería probablemente eclipsado por otros factores, como el nivel socioeconómico y educativo de la familia del niño. Como dice Christopher Chabris, coautor del trabajo y psicólogo cognitivo en el Union College de Schenectady, en Nueva York, sería «irresponsable» utilizar estos resultados genéticos para hacer una predicción sobre el éxito académico de una persona.

Según Nature, estas conclusiones han generado división de opiniones. Algunos investigadores esperan que el trabajo pueda ayudar a los estudios de biología, medicina y política social, pero otros dicen que el énfasis en la genética oscurece factores que tienen un impacto mucho mayor en los logros individuales, como la salud, la actitud de los padres y la calidad de la enseñanza. Incluso los propios autores insisten en su importancia.

Comparte este contenido:

La colombiana que ‘hackeó’ la toalla higiénica para cambiar la vida de las niñas en África.

(CNN Español)/ 12-05-2016/Por Paula Bravo Medina

Para millones de mujeres en el mundo la menstruación es algo normal –quizá molesto– con lo que deben lidiar cada mes. Para muchas más, especialmente cuando son niñas, sus periodos no sólo son incómodos, sino que por falta de recursos se convierten en una carga, una dificultad que se interpone en su vida normal y las excluye socialmente y –a futuro– económicamente.

Es el caso de muchas niñas africanas que no tienen acceso a productos de higiene femenina para manejar sus periodos mensuales y terminan usando lo que tienen a la mano: trapos, paja seca, y trozos de tela gruesos que les pueden causar llagas en las piernas puedes por lo general deben caminar varias horas para llegar a la escuela. Muchas veces, por temor a manchar sus uniformes, se quedan en casa y faltan 4 o 5 días a la escuela. Este drama se repite cada mes.

Diana Sierra, una diseñadora industrial colombiana, está decidida a cambiar eso, para que las niñas vivan con dignidad, se eduquen más y mejor y sean más productivas.

Según cifras de Unicef, 1 de cada 10 niñas africanas en edad escolar falta al colegio o se retira completamente de la escuela por asuntos relacionados con su menstruación.

Estas niñas no pueden darse el lujo de perder ni un día de educación. De acuerdo con la organización Girl Effect, «si una niña va al colegio por más de siete años, se casa más tarde en su vida y tiene menos hijos. También será más probable que posponga tener relaciones sexuales, que sea menos propensa a que la obliguen a tener sexo y, si es sexualmente activa, es más propensa a usar métodos anticonceptivos. Una niña educada aporta al Producto Interno Bruto de su país y es esencial para sacarla a ella, a su familia y a su comunidad de la pobreza»

Sierra conoce de primera mano el valor de la educación. Nació en Santuario, Risaralda, una pequeña población de 15.000 habitantes en el centro-occidente de Colombia. Cuando se graduó del colegio pudo acceder a una beca para niños de bajos recursos, lo que le permitió estudiar en la Universidad de los Andes en Bogotá.

«Todo lo que soy y todo lo que tengo, todo lo que forjé, se lo debo a mis estudios», dice Sierra conmovida, afirmando que la educación es una de sus pasiones, además del diseño.

Sierra llegó a diseñar productos para Panasonic, Nike, Hewlett Packard y más. «Sentí que había cogido el cielo con la manos. Yo vengo de un pueblo pequeñito, nosotros no tenemos semáforos, es muy rural, y no se me ocurrió jamás que iba a estar trabajando en un estudio en SoHo en Nueva York».

Pero un día cambió la tecnología por los calzones y las toallas higiénicas.

Durante su maestría en Columbia fue a hacer su pasantía en Uganda con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y allí, mientras trabajaba con campesinos caficultores, se dio cuenta de que había niñas en el grupo porque habían faltado tanto al colegio durante sus periodos que tuvieron que salirse y dedicarse a trabajar.

«Supe que tenía que hacer algo. Y me dije: ‘Bueno, yo no soy política, ni experta en salud, soy diseñadora’. Entonces cogí una toalla higiénica y dije: ‘La voy a hackear'».

Sierra creó así su primer prototipo con los materiales que tenía a la mano: un producto hecho de tela de mosquitero y el material del que fabrican las sombrillas.

En términos sencillos imita las características principales de un producto sanitario de este tipo: por una parte tiene un material impermeable, del otro una malla de tela. El producto tiene un espacio que las niñas pueden rellenar con el material que prefieran, y como una toalla higiénica, tiene alas, pero en lugar de adhesivo tienen botones que permiten ajustarlas a la ropa interior.

«Eso funcionaba muy bien, pero había lugares a donde llegábamos en los que las niñas nos decían que no tenían ni siquiera ropa interior para ponerse la toalla», recuerda Sierra.

Sierra creó un el segundo producto: panties con un bolsillo integrado y los mismos materiales impermeables.

«Las niñas pueden ir a la escuela, atender a clase, concentrarse, aprender y volver a casa sabiendo que no van a tener una mancha de sangre, van a estar seguras, limpias, tranquilas, les damos independencia y dignidad», afirma.

Así nació Be Girl, la empresa que fabrica estos productos y que comenzó como un proyecto personal de Sierra en 2011. De la mano de su socio, el ecuatoriano Pablo Freund, se convirtió en un emprendimiento en 2014 después de que un inversor quiso financiar su proyecto después de enterarse de lo que hacían a través de un artículo en el Huffington Post.

Actualmente los productos llegan a 12 países: Uganda, Malawi, Tanzania, Ruanda, Malí, Jordania, Marruecos, Islas Salomón, Georgia, Etiopía, Somalia y ahora en Estados Unidos.

Be Girl hace llegar las toallas sanitarias y la ropa interior a estos países, pero también los vende en línea. Por cada producto que se venda –hay también ropa interior para los hombres– se dona uno para las niñas en África, que también educación de salud reproductiva.

Estos productos reutilizables también tienen un impacto ambiental, pues en promedio una mujer usa unos 150 productos sanitarios como tampones o toallas higiénicas al año, según cifras de Be Girl.

Las etiquetas de los productos de Be Girl que ahora reciben cientos de niñas dicen: “Diseñadas con amor para una niña poderosa como tú».

Según Sierra, esa es la esencia de lo que hacen, lograr que ellas tengan más oportunidades, que triunfen, y que se sientan orgullosas de ser niñas.

Comparte este contenido:

Home: documental donde los científic@s nos dicen que solo tenemos 10 años para cambiar.

Estamos viviendo un periodo crucial. Los científicos nos dicen que solo tenemos 10 años para cambiar nuestros modos de vida, evitar de agotar los recursos naturales y impedir una evolución catastrófica del clima de la Tierra.

Cada uno de nosotros debe participar en el esfuerzo colectivo, y es para sensibilizar al mayor número de personas.
El documental narra la situación actual de la Tierra, de su clima y de cómo nosotros, como la especie dominante, alteramos su futuro. Un tema expresado a lo largo del documental es el de la vinculación, es decir, de cómo todos los organismos y la Tierra están conectados entre sí, en un «delicado pero crucial» equilibrio y cómo un organismo no puede ser autosuficiente.
A partir de imágenes de grandes paisajes volcánicos, Home explica los orígenes de la evolución de las algas unicelulares presentes en las células de los bordes de los muelles volcánicos. Se explica el papel esencial de estas algas en la evolución de la fotosíntesis, así como el hecho de que una inmensa cantidad de especies de plantas se originan a partir de este organismo unicelular.
Desde aquí, el documental adquiere una enfoque centrado en las actividades humanas, hacia el ámbito de aplicación, que muestra la revolución agrícola y sus repercusiones, antes de pasar a hablar sobre el aprovechamiento del petróleo (dando lugar a incendios), la industria, las ciudades y la desigualdad como nunca antes se ha vivido. Se retrata la dura situación actual de los criaderos de ganado, la deforestación, la alimentación y la escasez de agua potable, la crisis de sobre-explotación de canteras y la escasez de energía, es decir, electricidad. Ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Tokio, Jaipur y Dubái en particular, son un ejemplo para mostrar la mala gestión y despilfarro de la energía, el agua y los alimentos. La recesión de los glaciares y los pantanos se muestran a través de enormes fotografías aéreas de la Antártida, el Polo Norte y África, mientras se prevén emigraciones masivas de refugiados ante una catástrofe medioambiental.
Es en este punto cuando el documental se centra en el calentamiento global y en la crisis de carbono. Home muestra cómo el deshielo de los glaciares, el aumento del nivel del mar y los cambios en el clima están causando estragos en las personas que tienen menos que ver con este tema, pero también la forma en que muy pronto se verán afectadas las zonas densamente pobladas.

 

 

Comparte este contenido:

Mitos sobre la custodia compartida

Por Diana García Bujarrabal.

La custodia compartida sigue siendo un régimen excepcional en España, así como un asunto controvertido, que levanta ampollas. Sin embargo, en los últimos años se ha ampliado su uso y en algunas comunidades autónomas se ha convertido incluso en la opción preferente.

Todo lo que rodea a un divorcio es doloroso. Desde la ruptura sentimental en sí hasta el vértigo que da emprender una nueva vida. Pero si además hay hijos en la pareja las dificultades y el drama se acrecientan. El régimen de guarda y custodia de los hijos es siempre fuente de conflictos, incluso cuando no hay grandes desavenencias entre los progenitores. Y es que el miedo a perder el contacto con los hijos y las posibles responsabilidades económicas que se deriven del régimen acordado o establecido por el juez generan diferencias a veces muy difíciles de limar.

A pesar de las reticencias que despierta en muchos sectores por considerarlo un ataque a los derechos de las mujeres, o bien por el posible perjuicio de convertir al menor en un ‘niño maleta’, lo cierto es que el régimen de custodia compartida es cada vez más habitual en nuestro país. Según los último datos del INE, en 2014 se produjeron un total de 100.746 divorcios, y este régimen fue otorgado en el 21,3 por ciento de los casos. El año anterior, en 2013, fueron el 17,9 por ciento. Al final, «depende mucho de los juzgados», precisa Álvaro Soto, letrado de ABA Abogadas especializado en derecho de familia.

Por otra parte, existen muchos mitos en torno al régimen de custodia compartida que hacen que disuaden a las partes a la hora de pedirlo. Desgranamos junto con el abogado algunos de ellos.

Mito: Obtener la custodia compartida es imposible si no hay acuerdo entre las partes.

Es cierto que el Código Civil establece este régimen como excepcional si no hay acuerdo entre las partes. Sin embargo, Soto precisa que desde 2013 la situación ha cambiado a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo que crea jurisprudencia y que establece que este régimen debe considerarse normal e incluso deseable porque permite que sea efectivo el derecho que los hijos tienen a relacionarse con ambos progenitores.

Diferencias por Comunidades Autónomas:

Las posibilidades de obtener una custodia compartida son mayores en comunidades como Aragón o Cataluña donde existen leyes autonómicas que establecen este régimen como preferente. En Cataluña no se habla de custodia compartida, sino de ‘responsabilidad parental compartida’, y se desliga el uso de la vivienda de la custodia, otorgando ésta a quien quede en peor situación económica.

La importancia de la opinión del menor:

Más allá de las interpretaciones judiciales, Soto señala la importancia que los jueces suelen conceder una gran importancia a la opinión del menor. «A partir de los nueve o diez años se les somete a una exploración judicial en la que se le pregunta directamente». Antes de esa edad es el equipo psicosocial adscrito al juzgado el que emite un informe que también suele tener mucho peso. «Se trata de comprobar que son personas equilibradas, que efectivamente podrán ejercer la custodia compartida, y que no van a transmitir al menor odio por su expareja«.

Mito: La custodia compartida siempre se regula por meses, quincenas o semanas

Es éste otro mito bastante extendido y que desde ABA Abogados se esfuerzan por desmontar. Hay profesiones (médico, piloto…) que por sus peculiares características no tienen unas jornadas y horario fijos y que llevan a pensar que son incompatibles con la custodia compartida. Sin embargo, Soto señala que «el juez puede estipular que se facilite el calendario de trabajo un mes antes y se adapte el régimen«. Señala además que la custodia compartida no significa que los niños pasen exactamente el mismo número de días con cada progenitor. «Puede existir un reparto de un 60% – 40% de días y seguir considerándose una custodia compartida«.

Por otra parte, señala que cada vez es más habitual que se establezca un régimen de visitas tan ampliado que a efectos prácticos sea casi como una custodia compartida.

Mito: los gastos que generen los hijos se pagarán siempre a la mitad

Soto recuerda que el Código Civil lo que prioriza es que no descienda el nivel de vida del menor. No obstante, respecto a quién debe asumir los gastos y cómo se trata de que cada progenitor contribuya en función de su capacidad económica.

Mito: El uso de la casa familiar será siempre compartido

Compartir la casa familiar, de forma que los progenitores entren y salgan en función de cuando les toque convivir con el menor, es solo una de las opciones posibles. De esta forma se evita que el niño o los niños tengan que hace constantemente las maletas para pasar de una casa a otra. No obstante, si la vivienda es en propiedad dice Soto que habitualmente «intenta que se liquide esta vivienda» para que cada uno de los progenitores pueda establecerse por su cuenta en viviendas cercanas.

Por otra parte, si la vivienda es propiedad de uno solo de los progenitores, puede reclamar su uso en exclusiva.

La custodia compartida en el extranjero:

Los ejemplos en nuestro entorno son diversos, no obstante la custodia compartida es la norma recomendada en países como Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. En otros, como Portugal o Noruega, la práctica es más parecida a España, es decir, se concede sobre todo en caso de acuerdo entre las partes.

Publicado originalmente en: http://www.que.es/ultimas-noticias/sociedad/201602110801-mitos-sobre-custodia-compartida.html

Imagen: http://www.que.es/archivos/201602/custodia_nor-672xXx80.jpg

Comparte este contenido:

Costa Rica: Dos bloques sindicales llaman a huelgas en contra de la ley para racionalizar el gasto público

Costa Rica/ 11 DE MAYO DE 2016/ Juan Lara/ Fuente: nación

Vista la mañana de hoy organizada por representantes sindicales del Colectivo Sindical Patria Justa, Centrales Sindicales y el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC)

Bloques sindicales hicieron hoy conferencia de prensa a la misma hora para anunciar más medidas de presión contra proyecto de ley para recortar el gasto en convenciones y cesantías.

Como pregoneros gritando en la misma esquina, dos grupos sindicales se están peleando quién protagonizará la organización de una próxima huelga en los servicios públicos.

Este miércoles a las 10 a. m., el Colectivo Sindical Patria Justa, que agrupa a centrales sindicales y el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense, hizo una conferencia de prensa en San José para anunciar que se acerca «una inminente huelga indefinida».

“nosotros vamos de frente y no queremos contubernios con partidos políticos que luego nos afecten. Esa es la gran diferencia entre ellos y nosotros: han hecho pactos  políticos de los cuales nos han excluido por oponernos», Luis Chavarría, secretario general de Undeca y miembro de Bussco

Así, buscan detener el avance del proyecto N.° 19.923, Ley para racionalizar el gasto público. A la misma hora, en otro punto de San José, el llamado el Bloque Unitario Sindical y Social (Bussco) brindó otra conferencia de prensa para recalcar su rechazo al plan de ley. El mensaje fue igual: si avanza el proyecto de ley N.° 19.923, habrá huelga indefinida.

Bussco agrupa a los trabajadores inscritos en la Unión Nacional de Empleados de la Caja y de la Seguridad Social (Undeca), a los de la Asociación Nacional de Educadores y de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza, principalmente.

Patria Justa prevé la huelga a partir de que se apruebe en el Congreso una moción para darle vía rápida a la iniciativa de ley, afirmó Olman Chinchilla, de la Central del Movimiento de Trabajadores Costarricenses.

El proyecto de ley que desata amenazas de huelga de estos bloques propone, entre otras cosas, que la cesantía de todo empleado público sea de ocho años como máximo. Hoy, algunas instituciones pagan hasta 20 años.

Además, todas las empresas del Estado deberían pagar los salarios de manera quincenal y no bisemanal. Las convenciones colectivas caducarían nueve meses después, al concluir su vigencia. Hoy, no hay un plazo de caducidad, aunque sí existe un plazo de dos años que obliga a renegociar.

Pese al objetivo común, la desunión entre ambas corrientes sindicalistas no para de crecer.

«Somos un bloque fortalecido. Ellos han hecho pactos con grupos políticos, nosotros no vamos por ahí. Tuvimos un gran movimiento el 29 de octubre pasado. Ellos, en cambio, organizaron ‘La madre de todas las huelgas’ unos días luego y fue un fracaso», manifestó  Luis Chavarría, secretario general de Undeca y miembro de Bussco.

Por su parte, Albino Vargas clamó por la unidad sindical y hasta extendió una simbólica rama de olivo por la paz, ofreciendo negociar con voceros de Bussco para lograr alguna cohesión. Contradictoriamente, Vargas negó la desunión gremial al afirmar que «la unidad sindical existe, porque es un proceso, que es algo diverso y cambiante».

Fuente: http://www.nacion.com/nacional/trabajo/Sindicatos-pulso-marchas_0_1560044029.html

Imagen: http://www.nacion.com/nacional/servicios-publicos/sindicalistas-Patria_Justa-BUSSCO_LNCIMA20160511_0073_5.jpg

Comparte este contenido:
Page 1955 of 2546
1 1.953 1.954 1.955 1.956 1.957 2.546