Page 2 of 3
1 2 3

Entre gritos y esperanzas

Por: Tlachinollan

 

“El tiempo ha transcurrido sin saber nada de nuestros hijos. El dolor y la herida sigue marcando nuestras vidas porque nos siguen faltando 43. Estamos preocupados con la noticia de que un juez concede un amparo a José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles, y puedan salir impunes por el caso de la desaparición de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala. Estamos seguros que nuevamente la corrupción que prevalece en el poder judicial queda de manifiesto y demostrado que los jueces reciben sobornos, como cuando se liberó al Mochomo, a pocas horas de su captura”, comentó en el mitin en el antimonumento +43 don Bernabé Abraham, padre de Adán Abraham de la Cruz, joven desaparecido el 26 de septiembre del 2014.

A 71 meses de la desaparición de los jóvenes normalistas, las madres y padres de familia no dejan de alzar la voz. “Le decimos a México y al mundo que en un inicio el gobierno de Enrique Peña Nieto quiso callarnos con dinero, pero aquí seguimos buscando a nuestros hijos porque no hay verdad ni justicia”.

Las madres y padres de familia dijeron que las investigaciones se siguen realizando, hay nuevos hallazgos y un nuevo camino hacia la verdad científica. “A un mes de cumplir seis años de este crimen de Estado queremos decirle al mundo que no hay poder humano que nos detenga hasta llegar a la verdad y pueda haber justicia, porque no puede quedar en la impunidad y menos en el olvido”.

“Los policías municipales, policía federal, ministeriales y elementos del ejército han sido señalados que participaron y estuvieron presentes en los diferentes ataques que sufrieron nuestros hijos”. No hubiéramos conocido verdad alguna sin el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), señalaron las madres y los padres.

Doña Hilda Legideño, en su intervención, habló de la disposición que tiene el gobierno actual para seguir investigando y buscando a los jóvenes, pero se requiere del respaldo de todos los mexicanos que han acompañado y siguen para encontrar a nuestros hijos. Es muy importante que los culpables sean castigados para que no se siga cometiendo hechos como en Iguala. “Mientras nuestro grito siga existiendo la esperanza seguirá ardiendo como una luz en los caminos para encontrar a nuestros hijos”.

Por su parte, representaciones de las normales rurales sintetizaron su exigencia por la aparición con vida de sus 43 compañeros, primero, con la solidaridad incondicional hacia los padres para seguir luchando y, segundo, que sus compañeros en estos tiempos “deberían estar impartiendo clases si no fueran desaparecidos por el gobierno. El gobierno nos ha matado a nuestros compañeros y nos quitó a 43 camaradas. Exigimos justicia. Nosotros como normalistas no nos vamos a rendir hasta saber la verdad”.

“Las madres y padres estamos seguros que la justicia va a llegar, porque los que saben de los hechos tienen que hablar para poder saber el paradero de nuestros hijos. No vamos a parar hasta llegar a la verdad y se pueda hacer justicia. Reiteramos nuestra exigencia a las autoridades que encarcelen a las autoridades y/o personas que participaron en la desaparición de los 43 normalistas, sólo así se revelará la verdad”.

Fuente: Tlachinollan

Comparte este contenido:

México: Ayotzinapa entre la geopolítica de las drogas, los pactos de silencio y las filtraciones

            A Dónde Van Los Desaparecidos

En esta charla, el médico y psicólogo integrante del Grupo Interdisciplinaro de Expertos Independientes (GIEI) para Ayotzinapa, Carlos Beristain y el periodista John Gibler, autor de “Una historia oral de la infamia. Los ataques contra los normalistas de Ayotzinapa”, conversan sobre las nuevas revelaciones del gobierno sobre el paradero de los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre de 2014.

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/ayotzinapa-entre-la-geopolitica-de-las-drogas-los-pactos-de-silencio-y-las-filtraciones/

Comparte este contenido:

Mínimos, avances en investigaciones sobre desaparición de los normalistas: padres de los 43

América/México/29/04/2020/Autor y fuente: desinformemonos.org

Ciudad de México | Desinformémonos. A 67 meses de la desaparación de los 43 normalistas de Ayotzinapa, los padres de las víctimas criticaron que las investigaciones y búsquedas para dar con el paradero de los jóvenes y acceder a la verdad «han presentado avances mínimos» y «no son suficientes».

Entre los avances, consideraron los hallazgos que actualmente son examinados en los laboratorios de la Universidad de Innsbruck, las tres detenciones de implicados en actos de tortura para conseguir declaraciones y la orden de aprehensión contra Tomás Zeron de Lucio, ex jefe de la Agencia de Investigación Criminal «y uno de los que construyó la mentira histórica».

«Sin embargo, tales pasos no logran ser suficientes para dar con el paradero de nuestros hijos y para conocer la verdad y acceder a la justicia», aseguraron los padres de los 43.

Agregaron que les preocupa que la contingencia por coronavirus y sirva a «la inacción de las autoridades obligadas a buscar e investigar» el paradero de los normalistas, así como que «la agenda mediática concentrada en el tema sanitario invisibilice a los desaparecidos».

A 67 meses de la desaparición de los normalistas en Iguala, Guerrero, usuarios en redes sociales se unieron a una protesta virtual para exigir verdad y justicia por el Caso Iguala y que las autoridades cumplan su compromiso de dar con su paradero.

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/minimos-avances-en-investigaciones-sobre-desaparicion-de-los-normalistas-padres-de-los-43/

Comparte este contenido:

El reglamento a normales: poco ruido, pocas nueces

Por: Abelardo Carro Nava

En estos días en los que el normalismo mexicano aparece de nueva cuenta en el escenario nacional; esto, por la aprehensión de un delincuente de “poca monta” apodado del “Ranas,” pero que figuró – a decir de las propias autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) – en la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Gro., dos eventos, también normalistas y disímbolos entre sí, llamaron mi atención y que, en su momento, publiqué (brevemente) en mi página de Facebook: a) los resultados que la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE) dio a conocer con relación a la participación de varios docentes normalistas de todo el país, en el 2º Congreso Nacional de Investigación sobre Educación Normal (CONISEN) próximo a celebrarse en Aguascalientes; b) y, la publicación del Reglamento de Ingreso, Promoción y Estímulos (RIPE) que habrá de regular dichos procesos al interior de las escuelas normales de México.

Con relación al primero asunto, los datos que pude obtener de la página de la DGESPE son contundentes: para el 2º Congreso Nacional de Investigación sobre Educación Normal, se aprobaron 284 ponencias, 57 carteles, 54 talleres, 31 presentaciones de libros, 6 revistas y 12 videos. Contribuciones que, como ya he dicho (pero que en este momento complemento), fueron elaboradas por docentes y alumnos de las escuelas normales del país que así desearon participar. En números cerrados: 444 contribuciones se expondrán del 20 al 23 de marzo en Aguascalientes, Ags., sede de dicho Congreso.

Estos datos indudablemente invitan a la reflexión, análisis y a las posibles líneas de investigación que de tal evento puede desprenderse, y que en estudios como los que Verónica Medrano, Graciela Cordero o Patricia Ducoing vienen realizando sobre la educación normal, pueden exponerse y/o abordarse, porque a fuerza de ser sincero tenemos que reconocer, que los normalistas vienen haciendo investigación e investigación en serio.

Ahora bien, estos mismos datos, que son datos que usted puede consultar, repito, en la página de la DGESPE, me generaron, como ya decía, una serie de inquietudes y que ahora les comparto: ¿se imagina lo que pasaría si la Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de la DGESPE, convocara a los normalistas a un Foro Nacional para discutir, mediante una serie de propuestas curriculares, el plan de estudios que esa dependencia está diseñando en “ciertos” espacios y con “algunos” colegas, con el propósito de armonizarlo al nuevo modelo educativo?, ¿se imagina lo que habría pasado si se hubiera debatido entre los actores involucrados, el reglamento de ingreso, promoción y estímulos que ya entró en vigor a nivel nacional en el Subsistema normalista, pero que aún sigue debatiéndose en algunos estados porque pocas son las autoridades que conocen sobre las normales y sobre este asunto?, ¿se imagina lo que puede llegar a suceder si se ofrecen las condiciones para que los profesores y alumnos de las escuelas normales desarrollen y potencialicen sus capacidades, habilidades, valores e inteligencia en el campo que les compete y corresponde? Vaya, ¿por qué no hacerlo?

En reiteradas ocasiones he señalado (con conocimiento de causa) ciertas “áreas de oportunidad” – como en la SEP le llaman – en la propia SEP y también en la DGESPE, no obstante el CONISEN, desde mi perspectiva, ha sido uno de los aciertos que ha tenido esa Dirección que, dicho sea de paso, pudiera perfeccionar aún más, con el propósito de que más colegas normalistas puedan participar en el congreso en referencia.

Insisto, ¿por qué si los resultados fueron tan favorables, como los mismos datos lo demuestran y que les he compartido, no se tiene apertura en otros rubros como los que he referido?, ¿por qué las autoridades educativas estatales (por ejemplo) siguen haciendo oídos sordos a las voces que llaman al diálogo, al debate, al acuerdo, con el propósito de lograr los objetivos educacionales que se persiguen al interior de las normales?, ¿es temor, incertidumbre, desasosiego, o una simple, llana y vulgar imposición vertical que no admite otra opción, propuesta y visión de las cosas? Y es que mire usted (sigo con el ejemplo del Reglamento que ya entró en vigor), en el Acuerdo número 05/02/18 por el que se expiden las normas para el ingreso, promoción y otorgamiento de estímulos del personal académico en las escuelas normales y demás para la formación de maestros de educación básica dependientes de la Secretaría de Educación Pública, en los Transitorios, se lee:

CUARTO.- Para cumplir con el artículo 2 de este Acuerdo y propiciar la articulación de la educación normal con los imperativos de la calidad educativa y de la inclusión, así como con las necesidades de desarrollo del país, la Secretaría de Educación Pública, con pleno respeto al federalismo educativo, promoverá entre las autoridades educativas de las entidades federativas que impartan educación normal y demás para la formación de maestros de educación básica, la adopción y aplicación de las disposiciones del presente Acuerdo.

Para tales efectos la Secretaría de Educación Pública propiciará la suscripción de convenios dentro de los treinta días naturales siguientes a la publicación del presente Acuerdo”.

Al respecto, ¿sabe lo que ha pasado en buena parte de las entidades del país? Poco o muy poco. Esa es la respuesta y esa es la pregunta, porque si usted revisa el artículo 2º al que hace referencia el transitorio, en éste se lee:

“A efecto de atender el mandato constitucional de la calidad en la educación, se precisa conveniente que estas Normas sirvan de lineamientos orientadores de carácter general para que las autoridades educativas de los Estados y los organismos descentralizados de éstos, facultados para prestar servicios de educación normal y demás para la formación de maestros de educación básica, las adopten en sus propias disposiciones”.

Y créame, las autoridades estatales se han tomado muy en serio su papel y estos lineamientos los están “adoptando” pero a sus propios “intereses”; intereses de las “autoridades” que muchos de ellos ni siquiera se relacionan con lo que en la educación normal acontece; ya sea porque éstos (las autoridades) no tienen ni la más mínima idea de lo que sucede en las escuelas normales, y, otros más que, para acabar pronto, tan conocen el subsistema de educación normal, que hacen todo lo contrario de lo que indica esa norma. Ciertamente, si usted revisa todo el reglamento, en ningún momento se estípula que la autoridad educativa estatal debe convocar a los maestros de las escuelas normales para que trabajen en esa “adopción” a la que se hace referencia; no obstante, ¿quién vive y vivirá los procesos de ingreso, promoción y estímulos en las normales?, ¿las autoridades que son “pasajeras” o los docentes cuya trayectoria la han construido o la vienen construyendo en esas instituciones formadora de docentes? Si esto no es miopía, entonces no sé qué cosa sea.

En suma, culmino mis ideas reflexionando sobre dos asuntos: a) ¿un reglamento realmente mejorará la calidad educativa en las escuelas normales? Porque, como se ha visto con la reforma educativa, reglamentar no es sinónimo de educar. ¿Acaso no aprendieron de esa experiencia en la DGESPE?; b) el diálogo, en un país democrático como el nuestro, a pesar de posicionamientos encontrados, debe ser la bandera que permita fortalecer lo que puede ser fortalecido, mejorar lo que pueda ser mejorado, y corregir lo que deba ser corregido; al final de cuentas, actores van, actores vienen, pero el Subsistema, las normales y los normalistas, ahí han estado, tan vivos entre sus actores, pero tan olvidados por sus gobiernos. Por tal razón, mientras no se erradiquen este tipo de pifias en las entidades (disculpen si generalizo porque reconozco que si hay sus raras excepciones en el país), la educación y los “sueños” secretariales se quedarán en eso, en meros intentos por mejorar la educación en los estados y en las normales.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-reglamento-a-normales-poco-ruido-pocas-nueces/

Comparte este contenido:

Gritos en el silencio: ¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!

 

40 meses han pasado desde el trágico suceso de Ayotzinapa. Del paradero de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” nada se sabe. La verdad histórica de un exprocurador general de la república; la participación del grupo interdisciplinario de expertos independientes; las constantes falacias y esquivos por parte de las autoridades de la Secretaría de Gobernación; la miopía e hipoacusia, convertida en ceguera y sordera, de un Presidente que no ve ni escucha lo que sucede en el país que gobierna; las constantes expresiones de organismos internacionales que refieren la constante violación de los derechos y garantías individuales de los ciudadanos mexicanos; las incesantes manifestaciones que han realizado normalistas de las escuelas normales rurales del país en su sana exigencia de que aparezcan con vida sus compañeros desaparecidos; los decididos posicionamientos de académicos, investigadores e intelectuales sobre este lamentable asunto; la desesperación de 43 padres de 43 jóvenes que no aparecen por ningún lado; sí, todas y cada una de estas cuestiones, al gobierno le han valido un bledo.

¿Es un asunto de desaparición forzada? Por los hechos y de lo que de éstos se han desprendido, así es, todo lo confirma ¿Importan las leyes si los jóvenes no aparecen por ningún lado? Algunos le llámanos a éstas letras muertas, y es cierto… pero para los padres de los normalistas, ¿qué representan?

Se dice que la sociedad o las sociedades hemos creado a las instituciones con el propósito de que éstas coadyuven en el bienestar de los individuos pero, ¿acaso los hombres nos hemos equivocado en la toma decisiones?, ¿no deberían representar éstas la posibilidad, la grandísima posibilidad, de contar con instancias que atiendan con sensibilidad y en estricto apego a derecho sus encomiendas?, ¿quién está fallando entonces?, ¿la sociedad en depositar la confianza a través de su voto para que haya representantes – de esas instituciones – que actúen conforme a ciertos códigos de ética y valores, o son los mismos representantes de esos espacios los que han dado al traste a la legitimidad y credibilidad que son tan necesarias para el logro de los propósitos sociales?

Disidente es una palabra que suele emplearse para etiquetar aquel que cuestiona el actuar de las autoridades y la pertinencia de las instituciones. Fuera de lugar o del propio sistema también se emplea para clasificar a quien hace uso de sus facultades naturales para analizar, reflexionar y criticar con argumentos lo que desde su perspectiva es correcto, aceptando lo que el otro pueda ofrecerle. No obstante, ¿qué etiqueta o clasificación merece aquella autoridad que no ha dado respuesta a una demanda tan sentida de los padres de familia como lo es el que aparezcan sus hijos con vida?, ¿qué etiqueta o clasificación merece quien hasta el momento en que cierro estas líneas ha hecho oídos sordos a tales reclamos ciudadanos y de buena parte de la sociedad?

Con seguridad, por el trajín de la vida al que estamos acostumbrados, puede ser que muchos mexicanos se hayan olvidado del peregrinar de los padres de familia de los alumnos normalistas o de ciertas organizaciones civiles que se han pronunciado sobre este hecho; es más, puedo pensar que hasta cierto hartazgo les pudiera generar el que éstos se manifiesten en diversos espacios públicos, lo cual altera el orden y el sentido de lo que es público para ellos, y es normal, es natural todo ello. Sin embargo, bien se dice que cuando muchos nos equivocamos, es porque estamos en lo correcto, y también es cierto.

Nos equivocamos por seguir pugnando por el esclarecimiento de los hechos; nos equivocamos por exigir que aparezcan con vida los normalistas de Ayotzinapa; nos equivocamos por escribir sobre este y otros asuntos. ¡Pero que belleza hay en tal equivocación! La posibilidad de discernir entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, entre lo legal y lo ilegal, abren la puerta a infinitas posibilidades de análisis, reflexión y crítica con sustento.

¿Acaso no somos seres humanos? ¡Desde luego! Seres humanos imperfectos, pero con la perfecta posibilidad de ser más humanos, más perfectos. ¿Acaso no es lo que pretende toda educación en el mundo entero?

Sí, estás líneas son un grito en silencio: ¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!

Y es que al normalismo mexicano le siguen haciendo falta 43 estudiantes que están vivos en el corazón de un pueblo.

Un pueblo que reclama con ansia desmedida, justicia y la aplicación irrestricta de un estado de derecho. Un pueblo que ante la indiferencia del gobierno, ha buscado la manera de exigir lo que puede exigir en un país democrático como el nuestro.

40 meses han pasado y cientos de gritos en silencio siguen retumbando en México.

Claro, no podría ser de otra forma, porque mientras las autoridades y los responsables de tal siniestro sigan escudándose ante una ley que los cobija, las palabras, los gritos, las marchas, lograrán que el mundo sepa que estos jóvenes siguen vivos.

Podrán callar ciertas bocas, eso no lo dudo, pero jamás la maravillosa posibilidad que nos brinda la libertad de pensamiento, y eso, créanmelo, nadie, absolutamente nadie podrá coartar, aún y cuando sea un alto funcionario del gobierno.

40 meses han pasado, y seguiremos en la lucha, porque:

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

¡Ayotzi vive! ¡La lucha sigue!

Por: Bernardo, Felipe, Benjamín, Israel, José Ángel, Marcial, Jorge Antonio, Miguel Ángel, Abel, Emiliano, Dorian, Jorge Luis, Alexander, Saúl, Luis Ángel, Jorge, Magdaleno, José Luis, Jesús, Mauricio, José Ángel, Jorge Aníbal, Geovanni, Jhosivani, Carlos, Israel, Adán, Abelardo, Christian, Martín, Cutberto, Everardo, Marco Antonio, César Manuel, Christian Tomás, Luis Ángel, Leonel, Miguel Ángel, José Eduardo, Julio César, Carlos Iván, Antonio.

Con especial cariño para mi padre, normalista egresado de tenería.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/gritos-en-el-silencio-vivos-se-los-llevaron-vivos-los-queremos/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2014/10/6c5523b94331684a3a59faa10c0

Comparte este contenido:

México: Navidad sin los 43

México/11 enero 2018/Fuente: Insurgencia Magisterial

Centro de derechos humanos de la Montaña, Tlachinollan

El ambiente consumista de la navidad nos seduce y nos sumerge en una realidad ficticia. Se crea una atmósfera propicia para que la gente piense que la felicidad está en comprar cosas, en consumir en exceso y en echar la casa por la ventana, por el instinto compulsivo que nos esclaviza. Prevalece la frivolidad y la mercantilización de la fiesta. La navidad es un buen pretexto para los empresarios y gobernantes, porque es una fecha propicia para obtener grandes ganancias. Para los dueños del dinero se trata de la mejor temporada del año y para quienes ostentan cargos públicos es el tiempo más esperado porque tienen la oportunidad de dilapidar los recursos públicos, asignándose sumas estratosféricas vía aguinaldos o compensaciones especiales.

Son las elites económicas y políticas las beneficiarias de esta bonanza festiva de fin de año. Son tiempos para la juerga sin freno por parte de la alta burocracia acostumbrada a derrochar el dinero público. Se desentienden totalmente de sus responsabilidades para darse vida de reyes. Actúan como una burocracia parásita que solo aparecen en eventos sociales y en inserciones pagadas en los periódicos para promover su imagen. No están para atender los problemas más sentidos que plantea la población mayoritariamente pobre. Su ausencia forma parte de este desgobierno, porque no hay quien ponga orden, ni quien haga frente a una situación que se desborda por la violencia.

La aspiración de los políticos no es asumir las causas por las que lucha la gente, sino cómo llegar a un cargo público para tener dinero y poder. La disputa no es por el proyecto de sociedad que se quiere construir, sino por los millones de pesos que llegan a las arcas públicas. El atraco desde las entrañas del poder es el negocio más boyante y vertiginoso. En la primera navidad los nuevos gobernantes se transforman en millonarios porque son los tiempos en que hay que acabarse los presupuestos, y los que saben de estas triquiñuelas, nada les cuesta cuadrar las cuentas con comprobaciones hechizas. La última navidad para los gobernantes que dejarán el cargo el año próximo, representa su última oportunidad para el saqueo a manos llenas. No hay una instancia confiable que se los impida y el mismo ambiente de corrupción que prolifera en las instituciones gubernamentales, fomenta y tolera este atraco que no se da de manera aislada o esporádica, sino que es una práctica institucionalizada que tienen su origen en las altas esferas del poder. Si existiera rendición de cuentas y sanciones efectivas para quienes delinquen con los recursos del erario, no tendríamos una clase política voraz y depredadora que nos ha sumido en la pobreza y en la violencia.

La navidad que celebramos con tanta algarabía, nada tiene que ver con fuegos artificiales, foquitos de colores, ni personajes como Santa Claus, que forman parte del coloniaje cultural y consumista proveniente de Estados Unidos. Toda la parafernalia que se crea en torno al nacimiento de Jesús en un pesebre, es para descontextualizar la situación de pobreza y exclusión que enfrentaron dos forasteros, como lo fueron José y María. El relato bíblico nos dice que María dio a luz a su hijo, lo envolvió y lo acostó en un pesebre porque no había lugar para ellos en el albergue. Ellos dejaron su tierra y se marcharon para ponerse a salvo de la amenaza del rey Herodes, quien había ordenado la matanza de inocentes.

La navidad que experimentan las madres y padres de familia, es la que vivieron José y María que se sintieron amenazados por el imperio romano. Ellas y ellos no solo han sentido el desprecio de los gobernantes, sino que han tenido que soportar todos los golpes y ofensas que les han propalado, al difundir irresponsablemente que sus hijos fueron incinerados en el basurero de Cocula. Las reticencias de las autoridades para profundizar en las líneas de investigación trazadas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), es una muestra clara de la complicidad que existe entre las altas esferas del poder con los autores materiales e intelectuales de las desapariciones de los 43 estudiantes normalistas.

La navidad la han tenido que pasar fuera de sus casas y lejos de su comunidad, porque no pueden regresar sin sus hijos, mucho menos se perdonarían abandonar la lucha y borrarlos de su memoria. Para los padres y madres no hay tregua, mucho menos claudicación. Es una entrega total y permanente. Una búsqueda constante. No hay instante que den cabida para otras actividades que hagan a un lado su objetivo principal, de encontrar a sus hijos.

Estos días se tornan muy pesados porque sienten que la gente los abandona, que los excluye y que ya no tienen grabados en sus corazones los rostros de sus hijos. A pesar de estos momentos difíciles, la llama de la solidaridad sigue viva. Han encontrado cobijo entre las organizaciones y colonias populares que celebran la navidad compartiendo lo poquito que tienen. Les dan posada y cobijo, como sucedió con José y María. Lo mejor es hacerlos sentir en familia para transmitirles ánimo a las madres y padres que sienten el corazón desgarrado, por estos 39 meses que llevan en vela esperando el retorno de sus hijos.

Los Herodes de este gobierno se empeñan en sostener la verdad histórica para no evidenciar la trama delincuencial que se encuentra enmarañada dentro de los sótanos del poder. Impidieron que el GIEI continuara con este trabajo científico, que logró desmontar su verdad histórica. En el mismo análisis de los expedientes fueron encontrando datos relevantes que les permitieron abrir otras líneas de investigación. La acción desproporcionada y bien coordinada por parte de las corporaciones policiales y del mismo ejército, obliga a que las autoridades investiguen su involucramiento en la desaparición de los 43 estudiantes.  Estas líneas son las que no avanzan porque queda claro que afectaría a una clase política que irresponsablemente se coludió con el crimen organizado.

Este 26 de diciembre las mamás y papás peregrinarán a la basílica de Guadalupe, donde serán recibidos por el obispo Raúl Vera. Llegan con mucho fervor y esperanza porque como creyentes también le piden a Dios y a la virgen que escuche su oración. Rezarán juntos en una de las capillas de la basílica para pedir de nueva cuenta por la presentación de sus hijos. Su fe en la virgen de Guadalupe los mueve a clamar justicia en el cerro del Tepeyac, donde la virgen se apareció al indio Juan Diego. Saben que ella prefirió a una persona pobre, que para el sistema político y eclesiástico no tenía ninguna importancia, sin embargo, ella optó por darle la buena noticia de que se quedaría con la gente sencilla, para atender sus clamores.

El movimiento de los 43 no se entiende sin esta red de solidaridad que se mantiene viva a lo largo y ancho del país. Las madres y los padres son un emblema de dignidad y persistencia en la lucha, son también un referente nacional por la autoridad moral que se han ganado en estos 39 meses en el que han demostrado ser un movimiento auténtico que lucha contra la impunidad y exige justicia y verdad. Es un movimiento que ha desenmascarado a un sistema político que lleva en sus entrañas el cáncer de la corrupción y mantiene ligas con el crimen organizado. Todo su sacrificio por saber la verdad los ha llevado a peregrinar por todo el país para enlazar las luchas y unir las voces contra este sistema que pisotea los derechos de las víctimas y que es cómplice de miles de personas desaparecidas en el país. La navidad sin los 43 no es la misma para quienes vemos en José y María a una pareja pobre y forastera que se vio obligada a salir de su tierra para poner a salvo a su hijo Jesús y darnos esperanza de que es posible construir una sociedad de iguales, defendiendo el derecho de los pobres. La lucha de las madres y padres de los 43 es también una lucha que nos da luz y esperanza en este caos que nos atrapa por la violencia y la impunidad de los gobernantes.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/navidad-sin-los-43/

Comparte este contenido:

México: Padres de los 43 desaparecidos en Iguala siguen reclamando justicia.

América del Norte/México/29.08.2017/Autor y Fuente: http://www.prensa-latina.cu/
Estudiantes, maestros y pobladores en una acción conjunta convocada por los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014, reclaman hoy al gobierno mexicano su presentación con vida y cumplir las diversas líneas de investigación.
Alumnos de la normal de Amilcingo, así como profesores de Morelos y pobladores de Tepoztlán, interrumpieron el tránsito en la autopista La Pera-Cuautla. Pancartas y voces exigen que el presidente Enrique Peña Nieto cumpla con las promesas de llegar hasta el final con las indagaciones y castigue a los culpables de la desaparición forzada de sus hijos.
Los integrantes del movimiento estudiantil en defensa de Tepoztlán -territorio indígena- también exigen justicia ante las continuas desapariciones de personas, así como la cancelación de la ampliación de la vía La Pera-Cuautla porque afecta su patrimonio. En los bloqueos participaron además maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación, del Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres, y de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero.
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=110944&SEO=padres-de-los-43-desaparecidos-en-iguala-siguen-reclamando-justicia
Imagen: https://elcomunista.files.wordpress.com/2017/07/padres-de-los-43-desaparecidos-en-iguala-siguen-pidiendo-justicia.jpg
Comparte este contenido:
Page 2 of 3
1 2 3