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El móvil entra pisando fuerte en las aulas

Por: Raquel Quelart

Los tiempos en los que el profesor requisaba el móvil solo por el simple hecho de verlo encima del pupitre han quedado atrás. Desde que en marzo del 2015 la entonces consellera d’Ensenyament, Irene Rigau, invitó a centros y docentes a potenciar el uso pedagógico de estos dispositivos en las aulas, decenas de escuelas e institutos los han incorporado en el día a día como una herramienta educativa más.

 “Es una tendencia clara”, comenta Jordi Miró Meix, director general de Atenció a la Família i la Comunitat Educativa de la Generalitat. A falta de un método para elaborar un listado de los centros que permiten el uso del móvil en clase, el principal medidor de este aspecto es el programa MSchools , cuyo objetivo es la adopción de las tecnologías como instrumento de innovación educativa en los institutos.
Al principio estaba mal visto que un profesor usara móvil en el aula

Eulàlia Franquesa

Profesora de Formación y Orientación Laboral del Institut Can Vilumara

Impulsado por Mobile World Capital Barcelona, el programa incluye, entre otras facetas, una propuesta curricular para la asignatura de informática de 4ºde ESO centrada en el diseño y desarrollo de aplicaciones. Desde el 2013, la participación de centros en App Education no ha parado de crecer –solo este año se han inscrito 334 institutos-.

“No hay reticencias a la hora de introducir el móvil en el aula”, asegura Miró. No obstante, normalizar su uso en escuelas e institutos no significa dar carta blanca a los alumnos. Ensenyament establece que incorporar estos dispositivos en los centros requiere “orientaciones precisas” relativas a su buen uso.

Centros con gran permisividad

Un referente en este ámbito es el Institut Pla Marcell de Cardedeu (Vallès Oriental). El centro ha señalizado cada espacio en función de la utilización que el alumno puede darle a su smartphone. Lo único que no se tolera, explica el director del centr, Àlex Salleras, es realizar llamadas.

En el recinto existen cuatro tipos de espacios: aquellos donde el móvil se puede usar con la única restricción de no tomar imágenes a compañeros sin su permiso; otros en los que el uso continúa siendo libre, pero con algunas limitaciones, como escuchar música a un volumen alto –biblioteca-; lugares en los que puede utilizarse siempre y cuando la actividad lo requiera, y otros donde su uso está prohibido –sitios de paso-.

Niños utilizando un móvil en un pasillo de una escuela
Niños utilizando un móvil en un pasillo de una escuela (Wavebreakmedia / Getty)

Los dispositivos móviles “están muy intrincados en la vida del centro”, reconoce el director, que añade que los alumnos los suelen utilizar como si fueran “miniordenadores” donde generan contenidos, se comunican a través de mensajes, correos electrónicos y comparten calendarios. “Los grupos de Whatsapp nos permiten organizarnos muy bien”, asevera.

El cambio revolucionario que está suponiendo la introducción de la tecnología móvil en la educación está relacionado también con la metodología para dar clase. Por eso no es de extrañar que proliferen cursos especializados en la materia, como el impartido en Aprèn Online por Eulàlia Franquesa dirigido a docentes.

Tenemos un cajón en dirección donde algunos alumnos dejan el móvil cuando entran

Àlex Salleras

Institut Pla Marcell

Franquesa, profesora de Formación y Orientación Laboral del Institut Can Vilumara (Hospitalet de Llobregat), fue una de las pioneras en introducir el smartphone como herramienta pedagógica. “Al principio estaba mal visto que un profesor usara móvil en el aula”, admite, “te sentías un poco mal”. En cambio, ahora, con la nueva directriz de Ensenyament, la docente se siente legitimada.

Aunque convencida de que las nuevas tecnologías se generalizarán en el sistema educativo, también reconoce que “está costando mucho”. Si bien es cierto que, según Franquesa, los profesores empiezan a ver este dispositivo con buenos ojos, sobre todo cuando se percatan de que “les facilita el trabajo”.

Cómo sacarle potencial al móvil en clase

La principal razón es la existencia de herramientas como el Moodle que permiten la realización de exámenes tipo test a través del smartphone. El programa es capaz de mezclar las preguntas de manera aleatoria para cada alumno y corregir las respuestas de manera automática.

Franquesa señala otras de las funcionalidades del móvil muy interesantes para educación: el desarrollo de aplicaciones específicas -por ejemplo, mediante el App Inventor-, el acceso a la información de manera inmediata –a través de Google, diccionarios, mapas-, el uso de herramientas como calculadora y cámara, además de otro tipo de aplicaciones y programas que favorecen la interactividad.

Tengo la impresión de que el móvil está más regulado en la escuela que dentro de casa

Jordi Miró Meix

Director general Atenció a la Família i la Comunitat Educativa de la Generalitat

Pero todavía hay centros donde el móvil está “súper prohibido”, admite la docente. “Facebook, Twitter y Whatsapp dan mucho miedo”, señala, y compara el rol que estas aplicaciones cumplen en el aula con lo que sucedía antaño cuando los estudiantes se enviaban mensajes en papelitos. Y concluye: “A los alumnos les encanta el uso del móvil en clase y cogen menos apuntes que antes”.

A pesar de estas bondades de los smartphones, el director general de Atenció a la Família i la Comunitat Educativa de la Generalitat, Jordi Miró Meix, admite que también tienen “un componente perverso”: el favorecer el acoso dentro y fuera de los centros de enseñanza. Por eso adelanta que próximamente su departamento lanzará una iniciativa de cara a minimizar el impacto de esta situación.

Los peligros del ‘smartphone’

Respecto a la preocupación que puedan tener los padres y madres del tiempo que pasan sus hijos frente a pantallas, Miró contesta: “Tengo la impresión de que esto está más regulado en la escuela que dentro de casa”. Y recuerda que la Generalitat ofrece algunos consejos para las familias a través de este enlace .

“En este sentido los niños tienen que venir un poco enseñados de casa”, aclara. Y si no es así, la escuela también tiene sus propios recursos para mejorar los hábitos tecnológicos de niños y adolescentes, como expone el director del Institut Pla Marcell: “Tenemos un cajón en dirección donde algunos alumnos dejan el móvil cuando entran porque hemos acordado que era conveniente ayudarles a hacer una buena gestión de este dispositivo”.

Una demostración de que exprimir el potencial que ofrecen las nuevas tecnologías también en la escuela no es incompatible con que los más pequeños se acostumbren a dedicarles solo el tiempo necesario.

La Generalitat ofrece algunos consejos para las familias sobre nuevas tecnologías e infancia

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20161219/412666502257/movil-escuela.html

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Absentismo escolar: ¿solo aquellos estudiantes que no asisten al establecimiento?

Por: María Loreto Serra Rodríguez

Abordar el absentismo escolar en Chile es una tarea compleja. En primer lugar, debido a que en nuestro país dicho fenómeno no ha sido considerado un objeto de estudio relevante, lo que se evidencia tanto en las escasas referencias sobre este tema en la literatura científica; como también en la inexistencia de un indicador que dé cuenta de dicha realidad en los establecimientos educacionales del país. No contamos, tampoco, con fórmulas oficiales para calcular, por ejemplo, lo que sería la tasa de absentismo; aunque sí las hay para medir asistencia media, retiro o deserción escolar. En segundo lugar, no existe consenso en la literatura internacional respecto a lo que es, precisamente, el absentismo escolar, llegando a transformarse en lo que Rué (2005) ha categorizado como un “concepto-saco”, es decir, una categoría que da cuenta de un fenómeno originado en causas, factores, hechos y experiencias diversas. El reto es, por tanto, hacerse cargo de un fenómeno que, tanto para los índices oficiales del gobierno como para la investigación educativa en Chile, se encuentra invisibilizado.

Lo anterior no deja de ser paradojal, toda vez que constatamos a través de la literatura que se trata de un fenómeno relevante, pues constituye el proceso que antecede la deserción y abandono escolar (De la Fuente, 2009; Espinoza et al, 2014; Fernández et al., 2010; García, 2001; González, 2006; Ribaya, 2004; Rué, 2005). Sobre esto último, en el caso chileno, de acuerdo a los datos estadísticos entregados por el Ministerio de Educación (2013), el abandono escolar corresponde en términos generales (tasa de prevalencia año 2011) a un 9,5% entre los 15 y 19 años, y 16% entre 20 a 24 años; con una mayor concentración de jóvenes desertores en los quintiles más pobres de la población (I y II).

Quienes nos dedicamos a la docencia en el sistema escolar municipalizado y trabajamos con estudiantes pertenecientes a los quintiles más pobres, no solo observamos y vivimos en lo cotidiano el fenómeno del absentismo escolar, sino también entendemos que en él subyacen, de modo latente y dinámico, una multiplicidad de factores (sociales, culturales, familiares, económicos, etc.), como experiencias de vida y relaciones intersubjetivas que viven las y los jóvenes. Las problemáticas de la escuela, significan para nosotros los/as docentes, la visibilidad de rostros concretos, con nombres y apellidos, sus familias, sus vivencias e historias personales; pues conocemos, nos relacionamos y convivimos a diario con ellos/as.

La experiencia como docente de un liceo técnico municipal en la ciudad de Valparaíso y el diálogo cotidiano con mis colegas más cercanos, me hizo ver la necesidad de buscar comprender este fenómeno. Y es que si bien, las y los profesores estamos dispuestos a enfrentar numerosos desafíos, el no contar con la presencia de los propios educandos es algo que escapa a toda planificación. Podemos ser muy buenos profesionales, trabajar de manera cohesionada y en equipo, implementar diversas estrategias de enseñanza, etc., pero si no contamos con los actores claves del proceso educativo, la educación misma pierde su sentido. ¿Por qué la ausencia de jóvenes en las salas de clases? He ahí una interrogante clave.

Ubicado en una de las principales arterias de la ciudad y con 113 años de historia, el establecimiento en el que trabajo posee una matrícula de 1300 estudiantes y un índice de vulnerabilidad por sobre el 80%. En relación a la asistencia, según los datos del último Plan Anual de Desarrollo de la Educación Municipal (Padem), el establecimiento presentó una asistencia media del 85%, cifra que se encuentra justo en el límite del promedio requerido por la normativa vigente para promover de curso. Cabe señalar que esta cifra representa una tendencia a la baja que se da en el establecimiento desde hace un par de años atrás.

Asimismo, de manera más particular, al interior del establecimiento, las mayores tasas de inasistencia, repitencia y retiro se encuentran en primero medio. Solo en este nivel, dentro del primer semestre 2016, contabilizamos 89 estudiantes con una asistencia bajo el 85% requerido. Tales jóvenes hoy tienen el doble desafío de obtener las calificaciones necesarias para promover de curso y remontar su porcentaje de asistencia para aprobar en diciembre. Pero, ¿el absentismo se refiere solo a aquellos/as estudiantes que no asisten al establecimiento? El fenómeno me pareció mucho más complejo, puesto que el problema de fondo es que los o las jóvenes en cuestión no estaban presentes en las clases en el momento en que estas se realizaban. Lo anterior me llevó a desarrollar una mirada distinta acerca del fenómeno.

De este modo, considerando dichos antecedentes, en el marco de la tesis de magíster en educación que desarrollo y con el apoyo de la dirección y el equipo técnico del establecimiento, inicié un proceso investigativo a fines del año pasado, cuyo objetivo principal consiste en comprender cómo se configuran y desarrollan los procesos de absentismo escolar en estudiantes del Instituto Superior de Comercio Francisco Araya Bennett de Valparaíso. En concreto, me pregunto: ¿cómo y por qué se inician los procesos absentistas?, ¿cómo y qué factores familiares, socioculturales y escolares inciden en el desarrollo de los procesos absentistas?, y ¿qué sentidos atribuyen los estudiantes a la escuela y al proceso educativo? Esta investigación, concebida como estudio de caso instrumental, no solo nos permitiría comprender mejor el fenómeno en nuestro establecimiento, sino también contribuir con una perspectiva nueva para su comprensión desde la política nacional, agregando además un nuevo énfasis: los sentidos que tienen la educación en general y la escuela en particular para estos/as estudiantes. ¿Cuánta responsabilidad les cabe hoy a las instituciones educativas al respecto? Esa sería una reflexión ineludible al concluir la investigación.

Para hablar del absentismo: diversas acepciones para un mismo concepto

Distintas acepciones han sido utilizadas para referirse a las características del proceso absentista. Por una parte, Costa-Lascoux (2002) ha enfatizado los aspectos emotivos imbricados en la escolarización y señala que este es parte de un proceso de desencanto del estudiante hacia la escuela; un proceso lento, progresivo y acumulativo. En una línea similar, investigaciones utilizan el concepto de desafección (García, 2001; Rué, 2005) para destacar una cara del absentismo, referida al distanciamiento afectivo del individuo con la escuela o a su inhibición al interior de ella. Por último, también se emplea el concepto de desenganche (Fernández et al., 2010; González, 2006; Pallarés, 2014), utilizados mayoritariamente en investigaciones españolas desde una perspectiva más amplia, que tratan de abarcar lo polifacético del fenómeno. Por otra parte, encontramos autores que se diferencian no solo por lo que consideran como absentismo, propiamente tal, sino también por los tipos de absentismo que reconocen y las variables que consideran para explicar el fenómeno.

¿Solo es ausencia física?

No existe acuerdo respecto a si por absentismo escolar se debe entender únicamente la inasistencia a clases por parte del alumno o si también deben incluirse y considerarse aquellos casos en los que existe una presencia “física” del estudiante, aunque no una implicación de este en los procesos de enseñanza y aprendizaje (Pallarés, 2014), sobre todo, aquellos que transcurren al interior del aula.

Entre quienes reconocen distintas formas de absentismo, encontramos un número importante de tipologías.

García (2001) introduce el concepto de absentismo virtual para referirse a aquellas situaciones donde los alumnos se inhiben dentro de la sala de clases y están allí, sin estar.

García (2001) introduce el concepto de absentismo virtual para referirse a aquellas situaciones donde los alumnos se inhiben dentro de la sala de clases y están allí, sin estar. Por otra parte, Blaya (2003) establece una distinción de cinco tipos de absentismo: de retraso (aquellos estudiantes que de manera sistemática llegan tarde a la primera hora de clases); del interior (estudiantes que, estando presentes en las clases, tratan de pasar desapercibidos e inadvertidos, esperando que el tiempo pase; estos estudiantes estarían en la escuela únicamente por la amistad que desarrollan con sus compañeros, mientras van acumulando dificultades escolares); elegido (a estudiantes que evitan ciertos aspectos puntuales de la experiencia escolar, y por ello no asisten en determinados momentos a clases); crónico (las reiteradas ausencias físicas de los estudiantes al establecimiento, con una alta frecuencia); y cubierto por los padres (aquellos estudiantes que se ausentan de clases por diversos motivos, pero que cuentan con la venia de sus padres, es decir, excusan sus faltas). Finalmente, Costa-Lascoux (2002) incorpora tres situaciones y realidades particulares: absentismo de los presentes ausentes, es decir, estudiantes que se encuentran en el aula, pero se descuelgan de la actividad escolar, en tanto no se involucran y evaden a los docentes; el absentismo esporádico, referido a los alumnos que se ausentan ocasionalmente, privilegiando otras actividades; y el absentismo dirigido o selectivo, que se origina cuando ciertos estudiantes, ya sea por creencias filosóficas o religiosas (sean suyas o de sus padres), no asisten a clases.

Un intento de síntesis y reagrupación de estas últimas categorías nos permitió identificar distintos perfiles absentistas en nuestro establecimiento (ver Cuadro 1).

NotaAbsentismoEscolarNumero59_Tabla

El absentismo en nuestro liceo

Con estos perfiles iniciamos una investigación cualitativa, sustentada en el desarrollo de entrevistas individuales a estudiantes que presentaran las características indicadas. Comenzamos hablando con quienes tenían porcentajes de inasistencia elevada al establecimiento, pero luego fuimos identificando perfiles de jóvenes que, si bien estaban dentro del liceo, llegaban atrasados/as prácticamente todos los días de la semana, así como también algunos que deambulaban por los patios mientras sus clases se desarrollaban, evitando ser vistos por inspectores y paradocentes de su nivel. Algunos de ellos evadían pruebas y trabajos, mientras que otros, simplemente, no querían ingresar a clases, pero sí estar junto a sus amigos y compañeros.

Al momento de escribir estas líneas, la investigación aún se encuentra en desarrollo; no obstante, el adentrarnos en las distintas tramas biográficas de los/as jóvenes que desarrollan trayectorias absentistas, nos ha permitido identificar algunas ideas clave para avanzar en la comprensión del fenómeno.

El abandono biográfico: jóvenes sin residencia fija, abandonados/as por sus padres cuando pequeños, entre otras, son experiencias que anteceden y acompañan el proceso mismo de desenganche con la escuela.

En primer lugar, si bien no tienen un carácter determinista, las desigualdades socioeconómicas y culturales son condicionantes relevantes de estos procesos: las experiencias de pobreza, drogadicción, conflicto y violencia (familiar, entre pares, etc.) aparecen con un importante significado en los relatos de vida. Asimismo, el abandono biográfico: jóvenes sin residencia fija, abandonados/as por sus padres cuando pequeños, entre otras, son experiencias que anteceden y acompañan el proceso mismo de desenganche con la escuela.

En segundo lugar, si bien el absentismo se manifiesta como una respuesta biográfica connotada sociocultural y económicamente, depende de dinámicas interactivas y se desarrolla de manera distinta dependiendo del funcionamiento escolar. En el establecimiento donde se desarrolla la investigación se pueden apreciar las distintas valoraciones por parte de los/as estudiantes que existen hacia la política interna del establecimiento (ya sea relativa a las sanciones por faltas a la disciplina, así como también, por las mismas ausencias reiteradas) en los cuatro niveles de enseñanza, pues si bien hay un reglamento interno único, se observan diferencias en la forma de aplicar las sanciones en cada nivel. En una misma línea, en relación a los factores intraescuela, se reconoce una pérdida de sentido curricular, ¿para qué entrar a la clase?, ¿para qué llegar a la hora?, ¿por qué aprender tal o cual cosa? En fin, una significativa y variada gama de cuestionamientos que aluden a un currículum que ha perdido sentido para el proceso de los estudiantes y que no logra arraigar en sus vidas como algo que merezca alguna importancia. Del mismo modo, la existencia del ausentismo virtual, nos da a conocer una invisibilidad de los/as estudiantes, quienes no solo pasan inadvertidos para los/as docentes, sino que también en algunos casos son ignorados por sus propios/as compañeros/as de curso.

En las entrevistas vemos distintas circunstancias y motivos por los que los estudiantes se ausentan. Así, por ejemplo, hay algunas ausencias que cuentan con el consentimiento de los padres y se relacionan con tener tiempo de disfrute fuera del liceo:“mi mamá es muy liberá… y mi papá también es muy liberao. Los dos son […] [mi mamá] me decía que hagara la cimarra cuando quisiera, pero no tantos días seguidos […] Sípo, yo le avisaba, le decía ‘mamá estoy aquí en el centro… dame plata porque estoy sin plata…’, con las amigas. Y mi mamá me daba plata po […] íbamos a las dunas, llevábamos igual un pack de cervezas […] pero poco… más que comíamos cosas… así… Y la pasábamos súper bien. […]descansábamos y pasábamos el tiempo… porque ¡había que disfrutar la juventud po! Hubo como tres días que hice la cimarra, pero fueron mis tres días de momento de felicidad” (Entrevistado 1).

En otros casos, aluden al cansancio que les produce el tener otras responsabilidades fuera de la escuela: “a veces yo tengo que cuidar a mi sobrino, o sale por aquí o por allá un trabajo que hacer o algo, de repente no alcanza la hora porque hay que cuidar al sobrino y aparte hay que hacer los trabajos del liceo. Entonces levantarse de nuevo temprano en la mañana es como un cansancio de todas formas…” (Entrevistado 2).

Así también algunos expresan su descontento por el control de una disciplina a la que no encuentran sentido: “El inspector me retó por estar con gorro y me dijo que me quedo suspendida por dos días… O sea, sabe por qué tampoco me gustaba venir… porque los inspectores me agarraban mucho… me gusta estudiar, me gusta venir a aprender, pero no me gusta que estén ellos así criticándome, porque… cuando uso este polerón… sé que está mal el polerón, pero realmente el otro polerón lo tengo todavía mojado… o lo tengo sucio. Y como no he ido donde mi abuela, no lo puedo lavar. Entonces vine con este y… igual me retan… me retan porque estoy con gorro…” (Entrevistado 3).

Hay quienes también hacen ver que a ciertos profesores no les importa si faltan o no al liceo:“Me iba de la casa y me juntaba acá afuera… aquí mismo en el liceo. No me decían nada. ¡En la puerta! Nunca nadie se dio cuenta. Y de repente ahí nos juntábamos con mi amiga…íbamos a Concón, a las dunas… Sí, con la Juani… Una vez íbamos caminando y encontramos a una profesora trotando por ahí y nos miró ¡y se reía la profesora po!” (Entrevistado 4).

Las largas jornadas o el exceso de carga de trabajo es otra causa esgrimida por los estudiantes para ausentarse:“igual encuentro que el liceo tenga sus cosas, pero a veces igual nos explotan demasiado, los horarios, más que nada, que a veces salimos muy tarde” (Entrevistado 5).

Por otra parte, la indiferencia de los docentes y las/os propios compañeros, contribuyen a la configuración de un absentismo que no solo se expresa en la ausencia física, sino también virtual: “entonces igual me quedaba sola en los recreos y lloraba todos los días porque no quería ir al liceo. No tenía ni amigos ni eso po. […] y me sentaba al último porque nadie quería sentarse conmigo po. Y un día que te hagan eso, te lo van a hacer siempre. Entonces yo sabía que eso no iba a cambiar po, entonces… yo me sentaba atrás”.

Estas primeras aproximaciones muestran que, al cuestionar el absentismo, es clave que podamos ampliar la mirada, reconociendo que estamos, ante todo, frente a un fenómeno de carácter variable y heterogéneo, que se manifiesta de distintas formas. El absentismo no es solo la ausencia física, es más que eso. Pero, además, las causas que subyacen a sus distintas expresiones, son al mismo tiempo diversas. ¿Servirá por tanto una única política preventiva o de “retención”, como llamamos hoy a los fondos destinados a promover la asistencia a clases? Creo que no. Las políticas públicas educativas debieran abrirse desde la comprensión de estas diversas realidades, pues no se trata únicamente de inyectar dinero, sino también y fundamentalmente, de proveer los medios y recursos para atender las variadas necesidades de nuestros estudiantes (que no son pocas) y, asimismo, repensar la escuela de manera local, contextualizada y arraigada al territorio. Lo anterior implica, en primera instancia, volver la mirada sobre la educación pública.

Referencias

Blaya, C. (2003). Absentéisme des éleves: Recherchesinternationales et politiques de prévention. Recuperado de: http://www.recherche.gouv.fr/recherche/fns/blaya.pdf

Costa-Lascoux, J. (2002). Absentéismscolaire. Intervention de Jacqueline Costa-Lacoux. Recuperado de: http://lamaisondesenseignants.com/index.php?action=afficher&rub=37&id=1#top

De la Fuente Fernández, M. A. (2009). Derecho a la educación, deber de prevenir y reducir el absentismo y abandono escolar. Revista de Investigación en Educación, 6, 173-181. Recuperado de: http://webs.uvigo.es/reined/

Espinoza, O., Castillo, D., González, L., Loyola, J., Santa Cruz, E. (2014). Deserción escolar en Chile: un estudio de caso en relación con factores intraescolares. Educación y Educadores, 17(1), 32-50.

Fernández Enguita, M., Mena Martínez, L., Rievere Gómez, J. (2010). Fracaso y abandono escolar en España, Colección de Estudios Sociales N° 29. Barcelona: Fundación La Caixa.

García Gracia, Maribel (2001). L`Absentisme Escolar en zonessocialmentdesfavorides. El cas de la ciutat de Barcelona. Tesi Doctoral, UniversitatAutònoma de Barcelona. http://www.tdx.cesca.es/TESIS_UAB/AVAILABLE/TDX-0114102-162443/mgg01de16.pdf

González González, M. T. (2006). Absentismo y abandono escolar: una situación singular de la exclusión educativa. Reice, 4(1), 1-15.

Ministerio de Educación. (marzo, 2013). Medición de la deserción escolar en Chile, Serie Evidencias. Centro de estudios Mineduc, 2(15), 1-11. Recuperado de: http://centroestudios.mineduc.cl/tp_enlaces/portales/tp5996f8b7cm96/uploadImg/File/A15N2_Desercion.pdf

PallarésPirquer, M. (2014). El absentismo en la educación secundaria: detección, seguimiento y respuesta de los centros educativos y de los servicios sociales. Revista Electrónica de Investigación y Docencia (REID), 11, 49-68. Recuperado en: http://www.revistareid.net/revista/n11/REID11art3.pdf

Ribaya Mallada, F. J. (2004). El absentismo escolar en España. Saberes, 2.

Rué Domingo, J. (2005). El absentismo escolar como reto para la calidad educativa. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia.

Fuente: http://www.revistadocencia.cl/absentismo-escolar-solo-aquellos-estudiantes-que-no-asisten-al-establecimiento/

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Singapur es el mejor en educación por sus docentes y presupuesto

Singapur/22 diciembre 2016/Fuente: El Telegrafo

El país asiático destina el 20% de sus recursos al sistema académico estatal. Los profesores, a través del método cognitivo, observan el desarrollo del alumno.

Mérito, esfuerzo, bilingüismo, presión familiar, docentes capacitados e inversión pública en educación son las claves del éxito de Singapur en las últimas pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA).
Los estudiantes del país asiático obtuvieron 564 en matemáticas, 535 en comprensión lectora y 566 ciencias en el examen de 2015 (fue el primero en todas las categorías).
Mike Thiruman, presidente del Sindicato de Maestros de Singapur, contó a un medio internacional que el sistema educativo que funciona en su país pasó por cuatro fases: supervivencia, eficiencia, de formación de habilidades y desarrollo del talento de los estudiantes.
Hasta 1978 -detalló- se nacionalizó el sistema educativo y se construyó un currículo nacional enfocado en ciencias y matemáticas. Aunque el inglés no es la lengua nativa, fue el idioma de instrucción para los estudiantes.
http://www.eltelegrafo.com.ec/images/cms/EdicionImpresa/2016/Diciembre/20-12-16/20-12-16-SOC-SINGAPUR.jpg?1482202994072
Cuando se estabilizó la economía -continuó- se pagaba mejor a los docentes en las escuelas privadas. “Los buenos profesores emigraron hasta que el Estado se planteó un reto: mejorar los salarios y construir un currículo para que los catedráticos que no estuvieran en el nivel alto logren capacitarse”, recordó a un medio colombiano. En cuatro años todos los catedráticos se capacitaron y sus salarios aumentaron.
El exministro de Educación del Ecuador, Augusto Espinosa, explica que el éxito de la nación oriental se debe a que consideró que la educación es la base fundamental del desarrollo de toda sociedad.
Singapur destina el 20% de su presupuesto estatal al sector. “En la historia de esa nación nunca se ha recortado en educación. Ni siquiera en los tiempos de crisis económica”, expresó Harvey Sánchez, director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval).
El método educativo de Singapur surgió hace 50 años y se basa en la cognición, es decir, el profesor observa el desarrollo del alumno para aprender y pensar.
Los profesores y directivos son seleccionados por el Gobierno por sus méritos. La educación es gratuita en los 12 años.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en Singapur, la mejora de los resultados educativos ha sido notable, porque se ha apostado fuerte por atraer, desarrollar y retener al mejor talento humano. “No puede ser que solo se conviertan en maestros aquellos que no saben a qué otra cosa dedicarse”.
Asimismo, se recluta al 5% de los mejores graduados para que se dediquen a la cátedra.
Situación de Ecuador
Espinosa recuerda que los profesores ecuatorianos recibían la peor remuneración de América Latina en la década del noventa. En la actualidad -dice- el salario para estos profesionales está en un nivel medio: un docente ingresa al magisterio con un sueldo de $817.
A esto se suma la actualización profesional de cada maestro. Hoy el país cuenta con un programa público de 330 horas.
En ese lapso actualizan sus conocimientos sobre las innovaciones tecnológicas de la academia. A esto se suman los 5.000 profesores beneficiados con una beca posgrado y los catedráticos de idioma extranjero que se capacitaron en el exterior con el programa Go Teacher.
Por su parte, Wilmer Santacruz, coordinador de la Red de Maestros, considera que la capacitación de su gremio ha sido la clave en el desarrollo de la educación nacional.
El líder del gremio resaltó la necesidad de formación permanente para los educadores. Anualmente, el gremio recibe cerca de 100 horas de capacitación.
Espinosa es optimista en cuanto a los resultados de la primera participación de Ecuador en las pruebas PISA (ya se hizo un piloto de la evaluación). El exministro sostiene que el país se ubicará en un rango medio. Es decir, sus resultados serán similares a los obtenidos por Uruguay o Costa Rica. La media internacional es de 493 en ciencias y lectura, y de 490 en matemáticas.
De acuerdo con la Unesco, Ecuador es el país de la región que más ha mejorado en calidad educativa. En nuestro territorio está previsto que los estudiantes realicen los exámenes en 2017. Los resultados se conocerán en 2018. (I).
Perú es el país de la región que más progresó en la última evaluación
En 2012, Perú ocupó el último lugar entre los 65 países valorados por la Prueba Pisa.
Entonces las alarmas se dispararon: los bajos niveles de comprensión de lectoría, la falta de desarrollo en habilidades matemáticas y una pobre relación con el desarrollo científico, aparecieron como los indicadores causantes de esa ubicación.
Cuatro años después, Pisa vuelve a dar resultados, esta vez, alentadores para el campo educativo. De acuerdo con las mediciones realizadas en 2015 a 7.000 estudiantes, con edad promedio de 15 años, Perú es el país con mayor progreso en ciencia, lectura y matemáticas.
Escaló 10 puestos por encima de la última posición: dentro de los 73 evaluados en esta ocasión, Perú ocupa el puesto número 63. Es el cuarto país que más ha crecido en la relación entre el estudiante y la ciencia, el quinto que más ha avanzado en temas de lectoría, y el sexto que más ha mejorado en matemática.
La Prueba Pisa se repetirá en 2018 y se espera que para ese año gran parte de la brecha de desigualdad entre educación pública y privada en este país se haya reducido, permitiendo que los resultados sean positivos.

“Es como escalar una montaña de 8.000 metros de altura: los resultados de la Prueba Pisa son apenas la indicación de que hemos recorrido los primeros 1.000, no debemos dejar que el triunfalismo nos limite el crecimiento”, comentó Jaime Saavedra, ministro de Educación. (I)

Fuente:http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/4/singapur-es-el-mejor-en-educacion-por-sus-docentes-y-presupuesto

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Venezuela: Misiones fortalecen la transformación del sistema educativo venezolano

Venezuela/22 diciembre 2016/Fuente: Mppeuct

La Misión Sucre que representa un plan nacional de acceso a la educación universitaria de vanguardia y con pertinencia social.

El Gobierno Bolivariano ha implementado distintas políticas públicas en aras de transformar la educación universitaria en un factor que desarrolle habilidades, destrezas y actitudes orientadas a la construcción de una sociedad democrática y participativa.

En este sentido, fue impulsada por el Comandante Hugo Chávez en el año 2003 la Misión Sucre, que representa un plan nacional de acceso a la educación universitaria de vanguardia y con pertinencia social, orientada a la transformación, difusión y aprovechamiento creativo de los saberes y haceres.

Asimismo resulta un espacio para la participación y el ejercicio de la ciudadanía como una estrategia que promueve el desarrollo local, regional y nacional.

La Misión Sucre ofrece diversas oportunidades y modalidades de estudio. Además, trabaja a través de las Aldeas Universitarias, que son diferentes espacios distribuidos en todo el territorio nacional, destinados a favorecer el acceso a la formación universitaria.

Con objetivos similares, se creó en el 2009 la Misión Alma Mater, un programa que contempla la creación de universidades territoriales, así como la transformación de los IUT (Institutos Universitarios de Tecnología) y CU (Colegios Universitarios) en universidades experimentales politécnicas.

Para estas nuevas universidades se desarrollaron los Programas Nacionales de Formación (PNF), con articulación y vinculación entre todos los sectores que conforman el ámbito universitario, las comunidades y distintos entes.

Los PNF tienen tres ejes fundamentales: la formación sociopolítica, la formación académica y los proyectos endógenos comunitarios, basados fundamentalmente en el humanismo y el ejercicio de la ciudadanía democrática.

Se complementan con los Complejos Universitarios Socialistas Alma Mater (Cusam), que son los espacios, servicios y recursos destinados para la actividad universitaria, de acuerdo con lo que refieren los portales de ambas misiones.

Fuente: http://www.mppeuct.gob.ve/actualidad/noticias/misiones-fortalecen-la-transformacion-del-sistema-educativo-venezolano

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En la escuela, todo está por hacer y todo es posible!

Por: Nati Bergadá Bofill

Los niños son muy creativos y muy activos. Continuamente tienen ideas, quieren hacer cosas, experimentar, probar, descubrir … Pero en las escuelas a menudo no los escuchamos. Estamos tan preocupados por los contenidos que hemos de transmitir, por las fichas y libros que hemos de terminar, por las evaluaciones que están a punto de llegar …. que olvidamos lo que realmente es importante, LOS NIÑOS!

Todo ello es una incoherencia gigante! Estamos hablando de educar a los niños pero sin tener en cuenta los niños. Es evidente que si lo hacemos de esta manera no nos funcionará, cada vez estamos más alejados de los alumnos y ellos, a su vez, están más alejados de nosotros y de la escuela.

Hay que paremos y reflexionemos sobre qué estamos enseñando, como estamos enseñando y porque lo estamos enseñando. Si en lo que hacemos en el día a día en la escuela no nos podemos responder a estas preguntas es que es necesario que pensamos. No de manera negativa para desanimarnos y sentirnos malos maestros. Sino con ganas de mejorar, de disfrutar enseñando y de ver ilusión en los ojos de nuestros niños.

Espero que este artículo te ayude a reflexionar y te anime a innovar en tu tarea docente. Todos lo podemos hacer, si tienes ganas lo conseguirás!

Lo que NO debemos hacer en la escuela

Lamentablemente en las escuelas hacemos cosas que, sin darse cuenta de ello, nos alejan de los niños. En este apartado he hecho un pequeño listado de aspectos que considero que debemos evitar hacer en las escuelas.

  • aburrirse
  • censurar
  • limitar
  • descontextualizar
  • negar
  • imponer
  • Olvidar los niños
  • obligar
  • regañar
  • imposibilitar
  • enfadó
  • igualar
  • estandarizar
  • censurar
  • desilusionar

Lo que SÍ tenemos que hacer en la escuela

Por otro lado hay una serie de actuaciones, de actitudes, de dinámicas … que propician la participación activa de los niños tan necesaria para la adquisición de aprendizajes.

  • potenciar
  • apoyar
  • innovar
  • escuchar
  • ayudar
  • guiar
  • dar libertad
  • impulsar
  • orientar
  • acompañar
  • estimular
  • ofrecer
  • propiciar
  • dar autonomía
  • motivar
  • emocionar
  • incentivar
  • felicitar
  • favorecer
  • mejorar
  • dejar hacer
  • disfrutar
  • dialogar
  • plantear retos

Como podemos innovar en nuestra escuela?

La escuela tiene que cambiar mucho y, en estos momentos, todos lo sabemos. Pero el cambio no vendrá de golpe y acompañado de un manual de cómo hacerlo. El cambio lo tenemos que hacer posible nosotros, cada uno de los maestros que estamos en la escuela.

Lo primero que tenemos que hacer es dialogar mucho, hablar con los compañeros de la escuela, los ciclo y claustro, las familias, los alumnos … Todos los implicados en el mundo educativo tenemos mucho que decir. Saber qué opinan de la educación, ¿cuál es su idea de educar, qué propuestas tienen … es muy importante para ver todos los puntos de vista y las divergencias de opiniones.

Otro aspecto importante es ver modelos de buenas prácticas para descubrir propuestas educativas que se pueden llevar a cabo. Estas propuestas se pueden realizar a diferentes niveles, de aula, de ciclo, de claustro, de escuela … En la web del CESIRE (Centro de Recursos Pedagógicos Específicos de Apoyo a la Innovación y la Investigación Educativa) podrás encontrar información sobre innovación y investigación, proyectos transversales y actividades y recursos dirigidos al profesorado en su tarea innovadora.

A menudo verás que convives con compañeros / as que no sienten la misma necesidad que tú de innovar, de cambiar metodologías, de probar nuevas dinámicas ni estrategias educativas. Este hecho no debemos vivir como un problema pero tampoco nos debe limitarse. Tenemos que encontrar un punto de acuerdo en el que todos se sientan libre ya que la libertad es necesaria para que haya felicidad.

Por último hay que pruebes con tus alumnos nuevas maneras de educar. Tendrás dudas, miedos, incertidumbres, sí, pero quien ha dicho que son malas? No debemos pretender saberlo todo de todo para poder enseñar a los alumnos, esto realmente no es lo más importante. Lo que realmente necesitas es acompañar a los niños con ilusión en sus descubrimientos, guiándolos, asesorándolos, escuchándolos y dándoles libertad y autonomía para que puedan construir su conocimiento.

El conocimiento no vendrá dado exclusivamente por ti, sino que el construiréis conjuntamente dialogando, buscando información, trabajando en equipos de manera autónoma, haciendo experimentos, investigando, haciendo proyectos … Toda esta serie de actuaciones que llevarás a cabo conjuntamente con los niños verás que estará llena de sentido, con coherencia, con unos objetivos claros y una significatividad. Descubrirás lo que realmente quiere decir educar y de qué manera los niños se implican y se motivan cuando encuentran sentido a lo que están haciendo.

conclusión

La escuela parece que sea como una rueda que alguien ha impulsado. Gira con inercia, siempre en una misma línea y sin tener nada en cuenta lo que se encuentra por el camino. Gira sin parar, sin detenerse, sin plantearse nada …. sólo rueda y avanza en una dirección. Cuando se le acaba la fuerza cae, sin sentido, vacía, agotada …

Tenemos que romper esta inercia, nosotros podemos acompañar la rueda para que se adapte a lo que se encuentre en el camino, podemos cambiar la dirección, podemos elegir hacia dónde queremos ir, podemos conducir la rueda muchas manos juntas, podemos darle sentido a su rodar y trazar nuevos caminos.

Estamos en el momento ideal para cambiar la forma de enseñar. Actualmente ha quedado demostrado que el sistema tradicional no funciona. Educar ya no significa transmitir unos contenidos a unos niños callados, quietos y sentados para que los memoricen y los «vómito» en un examen. Esta concepción de la educación en el momento actual en el que vivimos no es válida, está totalmente obsoleta y fuera de contexto. Pero esto no es un problema sino una oportunidad enorme!

Tenemos el gran privilegio de ser los impulsores del nuevo modelo educativo, de ser precursores, de probar nuevas dinámicas educativas, de explorar el campo educativo … Como dijo Martí i Pol, todo está por hacer y todo es posible!

Este optimismo, estas ganas de hacer, estas inquietudes que nos revuelven por dentro son el motor que necesita enseñanza. Son la fuerza que hará arrancar la escuela que ha estado parada, olvidada, abandonada, descuidada, menospreciada en los últimos tiempos.

Sólo me queda decir que disfrutes de estos momentos y que desde tu aula, tu escuela … haz oír tu voz !! Puedes aportar mucho y sobre todo, puedes disfrutar mucho!

Llevas a cabo algún proyecto innovador en tu aula o escuela? Conoces alguna buena práctica? Comparte a los comentarios. Muchas gracias 😉

Fuente noticia: https://translate.google.co.ve/translate?hl=es&sl=ca&u=http://natibergada.cat/&prev=search

Fuente imagen: http://1.bp.blogspot.com/-5oxf4ozkwOs/VT0dERAZm3I/AAAAAAAABkI/p3pu1i9mYEQ/s1600/IMG_20150423_093829.jpg

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Cuba presenta en foro global red social educativa

Cuba/22 diciembre 2016/Fuente: Tn8

El ministerio de Educación de Cuba desarrolló una red social para que estudiantes y profesores de distintas escuelas de la isla caribeña aprovechen internet para compartirse contenidos y aprendizajes, dijo funcionario cubano.

La red social educativaUla Ula” se creó el año pasado y actualmente conecta alumnos y docentes de 1.600 planteles para que puedan intercambiar información, imágenes, videos y conversar sobre su aprendizaje, señaló el director de la Informática Educativa del ministerio de Educación, Fernando Ortega.

El funcionario presentó el proyecto que forma parte de los esfuerzos del gobierno cubano para integrar las tecnologías de la información en el sistema educativo dentro del 11º Foro para la Gobernanza de Internet 2016 (IGF), que reunió por tres días a más de 3.000 representantes de 80 países en la ciudad de Zapopan, estado de Jalisco (este).

Ortega expuso que “Ula Ula” ha permitido que estudiantes de educación básica de diferentes provincias se conozcan, platiquen sobre su vida y puedan interactuar con profesores de otras escuelas para plantearles dudas o comentarios.

 Los alumnos tienen libertad de publicar cualquier comentario o tema relacionado dentro del contexto educativo porque el objeto de la red es que socialicen  al tiempo que aprenden en una dinámica de colaboración, señaló el funcionario en la mesa “Cuba“.

 Ortega aseguró que actualmente 22.000 estudiantes y 40.000 docentes cubanos tienen acceso pleno a internet en los laboratorios escolares, a pesar de que  apenas hace unos dos años la isla pudo comenzar a introducir fibra óptica para ampliar el uso de la red.

 “Es una muestra de la política de nuestro país. No hay limitaciones, lo que pasa es que las condiciones tecnológicas a veces nos impiden poder llegar a más,   en eso estamos trabajando”, apuntó.

Foto: La joven cuba
Foto: La joven cuba

 Expuso que, como consecuencia del bloqueo impuesto por Estados Unidos desde 1960, Cuba accedía a internet hasta hace un par de años mediante satélite  y con limitaciones que obligaban a enfocar la red hacia los servicios médicos, universitarios y empresariales.

 No obstante, el ministerio de Educación se las ha ingeniado para incorporar las tecnologías de la información en las aulas a través de programas para  formar docentes, estudiantes y padres de familia, indicó Ortega.

 Ejemplificó que la isla no importa contenidos educativos pero sus maestros y programadores han desarrollado 86 softwares para la enseñanza, además de  emprender proyectos digitales como el portal “Cuba Educa” y “Juntando Aulas“, que enlaza a escuelas de su país con planteles de Colombia, Costa Rica y  Nicaragua.

La red “Ula Ula“, que ha tenido aceptación y demanda entre los estudiantes, se desarrolló a partir de la propuesta de pedagogos de la provincia de Cienfuegos para crear una red social educativa, abundó.

Destacó que el desafío que las autoridades enfrentan es lograr que la totalidad del sistema educativo cuente con tecnologías de la información, lo que implica una cobertura para casi 2 millones de alumnos y 125.000 maestros.

“Es voluntad del partido, del gobierno, lograr la informatización del sistema de educación y para eso se trabaja. En la medida en que las posibilidades económicas nos lo permitan iremos conectando centros y centros”, afirmó Ortega.

La edición del IGF, un espacio convocado por Naciones Unidas para que los gobiernos, expertos, empresarios y activistas deliberan sobre las políticas de internet.

Fuente: http://www.tn8.tv/cronica-tn8/391900-cuba-presenta-foro-global-red-social-educativa/

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Aprender y enseñar en la cultura digital

España/22 diciembre 2016/Autora: Inés Dussel/Fuente: Openlibra

La presencia de las nuevas tecnologías en las aulas ya no tiene vuelta atrás. Si hasta hace unos años las autoridades y los docentes podían pensar que los medios digitales debían restringirse a algunas horas por semana o a algunos campos de conocimiento, hoy es difícil, si no imposible, ponerle límites a su participación en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Experiencias como los modelos 1 a 1 (una computadora por alumno), las pizarras electrónicas, los laboratorios de informática móviles, o incluso la convivencia cotidiana con celulares y otros artefactos digitales, muestran que las nuevas tecnologías llegaron para quedarse.

Este diagnóstico general de expansión de las nuevas tecnologías debe matizarse en varios aspectos. Un primer aspecto es que aún subsiste el problema del acceso. Los esfuerzos que están haciendo los gobiernos de la región por volver accesibles las nuevas tecnologías y la conectividad son fundamentales para achicar la brecha digital y emparejar las oportunidades sociales de acceder a los nuevos bienes. Sabemos que esa brecha está determinada en gran medida por desigualdades sociales, territoriales y de género; por eso es importante que las políticas educativas y sociales contribuyan a una distribución más equitativa de las posibilidades de acceso a los nuevos medios digitales.

El documento que presentamos en este foro busca desarrollar estos argumentos a partir de lo relevado en algunas investigaciones recientes sobre las formas de enseñar y aprender con nuevas tecnologías. Se organiza en cuatro partes. La primera propone una revisión conceptual sobre los cambios didácticos y propone algunas líneas de análisis sobre esas transformaciones. La segunda presenta los resultados de estas investigaciones sobre las actitudes de los docentes frente a los cambios y frente a la expansión del acceso de las nuevas tecnologías; busca definir con más precisión sus percepciones, identificando los elementos que provocan temor y los que dan confianza y esperanza sobre las nuevas dinámicas. La tercera parte se centra en la descripción de los usos más frecuentes de las nuevas tecnologías en las aulas, y también introduce algunas experiencias de usos más ricos y relevantes que surgen de entrevistas en profundidad con profesores. Este capítulo proporciona elementos para entender el repertorio de prácticas con nuevas tecnologías que hoy están usando los docentes. La cuarta y última parte retoma los argumentos anteriores para discutir cuánto hay de cambio y cuánto de continuidad en la forma en que se están introduciendo las nuevas tecnologías en las aulas. Este capítulo quiere abordar el debate sobre la forma en que están cambiando o deberían cambiar los sistemas educativos, y las pretensiones de transformación radical o incluso desaparición de la escuela tal como la conocemos.

Para leer, descargue aquí: https://openlibra.com/es/book/download/aprender-y-ensenar-en-la-cultura-digital

Fuente:https://openlibra.com/es/book/aprender-y-ensenar-en-la-cultura-digital

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