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Educación 2.0: retos educativos en las sociedades hiper-conectadas

Por: Colombia Digital

a implantación de las tecnologías de la información y el conocimiento en el ámbito de la educación brinda extraordinarias oportunidades al ampliar el abanico de posibilidades, recursos y realidades de aprendizaje. Pero también, sin duda, plantea nuevos retos que se deben gestionar adecuadamente por parte de los distintos agentes que conforman los sistemas educativos, si se quieren convertir dichas oportunidades en fructíferas realidades.

La correcta apropiación e integración de estas tecnologías a la rutina educativa, la exigencia de adaptación a este contexto o la necesidad de hacer un uso conveniente de los recursos disponibles, son solo algunos de los desafíos a los que se enfrentan docentes, alumnos e instituciones en este entorno educativo, el cual se está cimentando en las sociedades hiper-conectadas.

Teniendo como objetivo analizar la pluralidad de situaciones que se presentan en el sistema educativo, en este volumen se han recopilado distintos proyectos internacionales que permitirán al lector profundizar en los retos que se plantean en el momento actual caracterizado por la Globalización (capítulo 1). Y ello, tanto desde la perspectiva de los diferentes niveles educativos: básicos (capítulo 2), intermedios (capítulo 3) y superiores (capítulo 4); como desde el estudio de la aplicación de la tecnología en el proceso enseñanza-aprendizaje de colectivos con características particulares: la enseñanza de personas adultas (capítulo 5) y la enseñanza de alta especialización ejemplifiada en una experiencia con profesionales de la medicina (capítulo 6).

Para leer, descargar aqui:

https://openlibra.com/es/book/educacion-2-0-retos-educativos-en-las-sociedades-hiper-conectadas

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Venezuela: Min.Educación elimina solicitud de documentos y requisitos para inscripción de estudiantes

Venezuela/21 julio 2016/Fuente: Venezolana de Televisión

Queda prohibida la solicitud de fotocopia de la cédula de identidad, así como partidas de nacimiento, por lo que para el momento de la inscripción, solo se necesita presentar el documento que corresponda

El Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE), a través de la circular número 1569, establece la eliminación de documentos y requisitos para la inscripción o prosecución de estudios en el subsistema de educación básica.

Esto corresponde con lo establecido en la Ley Orgánica de Simplificación de Trámites Administrativos, además la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley Orgánica de Educación.

Por tanto, queda prohibida la solicitud de fotocopia de la cédula de identidad, así como originales y fotocopias de las partidas de nacimiento de los representantes y los estudiantes, por lo que para el momento de la inscripción, solo se necesita presentar el documento que corresponda.

Del mismo modo, la circular establece que tampoco “podrán solicitarse constancias de trabajo ni de residencia, ni cualquier otro requisito similar, como condición para la inscripción o prosecución de estudios”, así como está prohibido solicitar la impresión de documentos, instructivos o encuestas que supongan un gasto de dinero para los interesados.

La exigencia de listas de útiles escolares, aportes económicos o en especies para la inscripción o prosecución de estudios en los planteles educativos también está prohibida, así como “las llamadas colaboraciones, como resmas de papel, materiales de limpieza o materiales de oficina, no podrán señalarse como condición para la inscripción”.

Igualmente, no se deben solicitar a los representantes fotocopias ni originales de documentos emitidos por el ministerio para la Educación.

En nota de prensa, se aclaró que la inscripción se realiza cuando un estudiante ingresa a un plantel por primera vez, como ocurre en educación inicial, primer grado de educación primaria, primer año de educación media o cambio de plantel. Con esto se garantiza el acceso a una educación gratuita, inclusiva y de calidad.

Fuente: http://www.vtv.gob.ve/articulos/2016/07/20/mppe-elimina-solicitud-de-documentos-y-requisitos-para-la-inscripcion-de-estudiantes-4216.html

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Corea del Sur: Desciende la edad de las víctimas de violencia escolar

Corea del Sur/21 julio 2016/Fuente: KBS World Radio

El Ministerio de Educación ha realizado un sondeo sobre violencia escolar en estudiantes entre el cuarto año de primaria y el último año de bachillerato, y los resultados reflejan que unos 39.000 niños y adolescentes declararon haber sido víctimas de violencia escolar en alguna ocasión.

Esta cifra equivale al 0,9% del total de alumnos de primaria, secundaria y bachillerato de Corea del Sur, y es 1 punto porcentual inferior a 2015.

De los estudiantes de primaria, el 2,1% respondió haber sufrido o sufrir violencia escolar; mientras que el mismo dato fue del 0,5% entre los de secundaria y de un 0,03% entre los de bachillerato. La proporción de víctimas disminuyó entre los alumnos de secundaria y bachillerato, pero aumentó entre los niños de primaria, sobre todo entre quienes cursan cuarto año, cuyo porcentaje de víctimas superó al observado en los estudiantes de quinto y sexto año.

Por tipos de violencia, el mayoritario es la violencia verbal, seguido por exclusión intencionada y violencia física.

Fuente noticia: http://world.kbs.co.kr/spanish/news/news_Cu_detail.htm?No=51723&id=Cu

Fuente imagen:https://bombasoju.files.wordpress.com/2013/06/acoso.jpg?w=640

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Educación Superior: Fallas estructurales de la propuesta del gobierno

Por: José Joaquín Brunner

Estamos graduando anualmente más de 150 mil técnicos y profesionales que buscan empleos y oportunidades para desenvolver sus capacidades y de esa manera contribuir a la economía y generar ingresos para sí y sus familias. El país requiere elevar continuamente su capital humano pero, sobre todo, necesita usarlo.

I

El revuelo causado por el proyecto de reforma de la educación superior ha sido acompañado por una débil defensa del mismo por parte del MINEDUC. Los actores relevantes han tomado distancia: rectores de todo tipo de instituciones universitarias y no-universitarias; estudiantes agrupados en la CONFECH; partidos de la Nueva Mayoría (NM) y la derecha;  parlamentarios oficialistas y de oposición; editorialistas y columnistas de medios de comunicación; académicos especializados que investigan sobre el sector.

En un primer momento incluso el ministro de Hacienda  relativizó el objetivo-eje del proyecto; esto es, la gratuidad universal ofrecida para un futuro incierto pero que desde ya ordena el conjunto de materias contempladas en la ley.

La opinión pública, en tanto, ha reaccionado desfavorablemente frente a la iniciativa estrella del gobierno. Apenas un tercio de la población encuestada cree que la educación universitaria debería ser gratuita para todas y todos los jóvenes, incluyendo a los “herederos”, o sea, a los hijos de las familias con mayor capital socioeconómico y cultural. Solo algo más de un tercio piensa que la gratuidad debe favorecer exclusivamente a las universidades pertenecientes al CRUCH, sin considerar a las instituciones privadas ajenas a dicho organismo gremial. Por último, sólo un 18% de los encuestados cree que es muy o bastante probable que el gobierno logre un acuerdo con todos los actores políticos y sociales para aprobar la reforma educacional en el Congreso, mientras un 73% afirma que tal acuerdo es poco o nada probable (Plaza Pública CADEM, Número 130, 11 de julio de 2016).

No hay que confundirse, sin embargo. Los desacuerdos no pueden sumarse entre sí. Provienen de distintos ángulos, poseen una variable intensidad, responden a visiones y preferencias ideológicas de muy distinta naturaleza. Son, por tanto, “fuego cruzado”; aquel,precisamente,“que se hace contra un blanco desde varios lados, generalmente opuestos”, con motivaciones también diferentes y con proyectiles que recorren diversas trayectorias.

Construir acuerdos para una reforma de nuestra educación terciaria requeriría, al menos, compartir y articular visiones en torno a tres cuestiones centrales: (i) un diagnóstico del sistema, su organización y desempeño; (ii) el objetivo central de la transformación buscada y, (iii) los instrumentos necesarios y su calibración (incluyendo el financiamiento).

II

Respecto del diagnóstico sobre el estado de nuestra educación superior, el proyecto de ley del gobierno se funda en una visión catastrófica de la organización y el funcionamiento del sistema, aunque le reconoce tímidamente (y solo con remilgos) un resultado positivo. Cual es, haber expandido la cobertura.

En lo demás, todo parece ser negativo cuando no caótico: un mercado salvaje, una competencia destructiva, unos aranceles estratosféricos, unos proveedores privados dedicados al lucro y a la estafa, una absoluta falta de regulaciones, un proliferación de instituciones y programas, un régimen mixto mentiroso, una total falta de equidad, un desbalance entre formación académica y técnico-profesional, saturación de ocupaciones, etcétera.

En breve: anarquía, falta de un plan, escasa sistematicidad, ausencia de controles, riesgos de sobreoferta con subempleo. Todo esto repetido con cierto dramatismo pero con nulo apoyo en la evidencia disponible y sin ningún esfuerzo serio de comprensión y comparación.

Permítaseme  confrontar  ese diagnóstico con una serie de hechos.

Chile tiene un nivel de acceso a la educación superior (medido como tasa bruta de participación) que supera al del promedio de los países de Europa occidental y América del Norte y es el más alto de América Latina.

El rendimiento del sistema, medido como ratio de graduados de la enseñanza terciaria (técnicos superiores y profesionales) por millón de habitantes es el más alto de la región latinoamericana (cinco veces superior al de Uruguay, por ejemplo) y supera el de España y Portugal.

La tasa de primera graduación (porcentaje de graduados dentro del respectivo grupo de edad que obtienen su primer diploma como un bachillerato o una licenciatura) estimada por la OCDE es en Chile superior a la del promedio de esta Organización, situándose a la par con la de Austria y España y por encima de Suiza y el Reino Unido.

Chile ostenta también una tasa de primera graduación en programas terciarios técnicos o de ciclo corto superior a la del promedio de la OCDE, situándose en este indicador en un nivel similar con Estados Unidos y más alto que Letonia, Dinamarca y Hungría. El mito de que en Chile habría una escuálida  formación  de adultos jóvenes en carreras técnicas no pasa de ser eso, un mito. Aun así, claro está, puede haber un déficit (proyectado) de técnicos en ciertas áreas de la economía.

En el terreno de la equidad, medido por el Índice 20/20, esto es, el número de veces que la participación de jóvenes del quintil más rico supera la participación de jóvenes del quintil más pobre en la educación terciaria, Chile posee el segundo mejor Índice dentro de la región latinoamericana después de Bolivia, por delante de sistemas nacionales con “gratuidad” en sus instituciones estatales y con una proporción más reducida de provisión privada como México, Argentina, Venezuela y Uruguay.

Si bien la calidad de las universidades es difícil de medir, hay dos dimensiones que los rankings internacionales permiten comparar dentro de América Latina.

En primer lugar, el número de habitantes por “universidades reputada” según el ranking latinoamericano de QS-2016, que combina indicadores objetivos con una encuesta de percepción, es en Chile el segundo más favorable después de Panamá́ , siguiéndole Uruguay, Costa Rica y Argentina, en ese orden.

En segundo lugar, el número de habitantes por número de universidades que realizan investigación continuamente y de cierta complejidad ubica a Chile en tercer lugar dentro de Iberoamérica, después de Portugal y España, siendo seguido por Argentina, Brasil y Uruguay.

En este mismo orden de la calidad, y desmintiendo el aserto de que en Chile primaría un mercado desregulado y una mala calidad rampante próxima a la estafa,  conviene anotar que un 61,2% del total de estudiantes (universitarios y no universitarios) se  halla matriculado en instituciones acreditadas por 4 años y más, y un 30,5% adicional en instituciones acreditadas por 2 y 3 años, de manera que hay menos de un 10% de la matrícula en instituciones no-acreditadas.

Por último, cabe recordar que de acuerdo a la más reciente estadística de la OCDE, dentro de los países miembros y asociados Chile ocupa el segundo lugar después de EEUU y junto con Canadá en una escala de esfuerzo de inversión en la educación terciaria (gasto total, público-privado, en este nivel educacional expresado como porcentaje del PIB). En efecto, Chile alcanza hoy una cifra que equivale a un 2,5% del PIB,  esto es, alrededor de USD 6 mil millones. Sin embargo, a pesar de este magno esfuerzo, el gasto por estudiante es apenas superior a la mitad del gasto promedio por este mismo concepto en la OCDE, expresado en moneda de igual poder adquisitivo.

III
¿Significa que no hay motivos para cambiar nada? ¿Que todo lo que se necesita es mantener la dirección y una velocidad de crucero? Evidentemente no es así.

Hay al menos cinco aspectos en que se requieren cambios sustanciales para mejorar el desempeño, las funciones y la organización del sistema.

El primero, y más importante, ha vuelto a ser dramáticamente resaltado por el examen PIACC de la OCDE que mide las competencias de la población adulta en los dominios de comprensión lectora, numérico y de resolución de problemas en contextos ricos en tecnologías de información. El resultado para Chile es un fuerte llamado de atención. Nuestra población de 25 a 64 años con educación superior rinde –en los tres dominios mencionados–  a la par o por debajo de las personas con solo educación secundaria en la mayoría de los países de la OCDE.

Tenemos pues un primer problema y desafío; transforma la enseñanza en sus contenidos, forma, organización y métodos, de manera proveer oportunidades de calidad a todos los estudiantes, dotándolos de capacidades, destrezas, conocimientos y competencias requeridos  para el ejercicio de roles adulto en las sociedad, la polis, la familia, el consumo y en relación con la cultura y la naturaleza. Para esto deben revisarse las carreras, sus esquemas curriculares, la estructura de grados y títulos, la duración de los estudios, los énfasis prácticos y el uso pedagógico de tecnologías de comunicación y aprendizaje.

Segundo, relacionado con anterior, tenemos que preocuparnos de la inserción laboral de los jóvenes. Estamos graduando anualmente más de 150 mil técnicos y profesionales que buscan empleos y oportunidades para desenvolver sus capacidades y de esa manera contribuir a la economía y generar ingresos para sí y sus familias. El país requiere elevar continuamente su capital humano pero, sobre todo, necesita usarlo. Nada amenaza más nuestro futuro que una generación formada en el nivel superior que luego pudiera no encontrar trabajo y viera frustradas sus expectativas de contribución y de ingresos.

Tercero, en la medida que Chile se desarrolle y aumente la sofisticación de su economía y exportaciones y la complejidad de la división del trabajo y de sus fuerzas productivas, y que su sociedad civil y democracia se amplíen también y supongan grados más altos de racionalización, el país necesitará asimismo producir, transferir, adaptar y utilizar más intensamente conocimientos para innovar en todos los planos de la vida. En el mediano plazo, las actividades de investigación y desarrollo irán ocupando un lugar cada vez mayor en nuestra estrategia de desarrollo. Y  las universidades, junto con las empresas, deberán asumir funciones de conocimiento para las cuales hoy no están preparadas. Lo mismo pasa en relación al papel cada vez más importante que las instituciones académicas deberán jugar en la sociedad civil y la esfera pública, como órganos de racionalización de la política, la convivencia y la cultura.

Cuarto, robustecer la gobernanza del sistema y  sus regulaciones , ordenando estos elementos con vistas al desarrollo de un régimen mixto de provisión, el cual supone un equilibrio en el paralelogramo de fuerzas donde interactúan las organizaciones (universitarias y no universitarias), el Estado, la sociedad civil y los mercados. Al momento el Estado tiene un rol difuso y una escasa capacidad de conducción; carece de una estrategia de largo plazo para el sector, y el gobierno de la República no articula una gobernabilidad donde participan efectivamente las diferentes partes interesadas. Las organizaciones se han ido polarizando en torno al eje Estado-mercados, perdiéndose con ello el auténtico sentido de lo público. Los mercados funcionan con regulaciones débiles o contradictorias. Y, en general, la sociedad civil no aparece con la fuerza necesaria en el horizonte de actuación de las instituciones, cuando se supone que debería ser el elemento rector de un sistema que opera bajo un régimen mixto.

Quinto, es imprescindible articular un estrategia sustentable de financiamiento que permita al país mantener el alto nivel de gasto que hoy destina a este sector y, progresivamente, elevarlo aún más en función de una inversión creciente en la transformación de la enseñanza; la expansión de la investigación en ciencia, tecnología e innovación; la vinculación con el medio social; la diseminación de la cultura y la internacionalización de sus programas.

En suma, nuestra educación superior ha experimentado un potente desarrollo que desmiente los diagnósticos catastróficos pero experimenta a la vez nuevos problemas y desafíos.

Durante los últimos dos años,  mi argumento ha sido que la administración Bachelet y la NM tienen un diagnóstico equivocado (catastrofista) de nuestra educación superior que los llevan a errar también la identificación de los problemas y desafíos y por ende la definición de su política.

IV

Señalamos al comienzo que hay otras dos cuestiones –adicionales al diagnóstico– que requieren una visión compartida para poder avanzar en la reforma de la educación superior. Por un lado, la definición común de un objetivo central para las transformaciones buscadas y, por el otro, la selección de los instrumentos adecuados (incluyendo los de financiamiento) y su adecuada calibración. Me referiré más extensamente a ambos aspectos en las próximas columnas.

Por ahora me limito solo a enunciar la importancia que reviste definir correctamente el objetivo central de la reforma y a anticipar por qué, a mi juicio, el gobierno ha errado también en este asunto clave.

La definición del objetivo central de la reforma impulsada por el gobierno ha sido planteada por la ministra de Educación como “desmontar un sistema de educación de mercado”, mismo objetivo declarado en el programa presidencial de la administración y reiterado a lo largo de los primeros casi 30 meses, identificándolo como un verdadero “cambio de paradigma” de la política en este sector que rompería con la política (neoliberal) de los anteriores gobiernos de la Concertación.

Esta formulación ambiciosamente anacrónica, estilo socialdemocracia nórdica de los años del gran auge del Estado de Bienestar, se propone implantar la gratuidad universal como un ariete para “desmontar” el esquema mixto (estatal-privado) de financiamiento de la educación superior, junto con producir una progresiva estatalización de todos los aspectos claves del sistema a través del control del acceso, la admisión, las vacantes, los programas, la apertura de sedes, los currículos, la estandarización de los grados y títulos (vía marco nacional de cualificaciones), la gestión interna, la acreditación (sancionatoria), el autogobierno (vía una supervisión panóptica) y el financiamiento (estatal) del cual todas las instituciones se tornarían dependientes en el mediano plazo, con excepción de unas pocas universidades elitistas de mercado donde las propias familias pagarían la socialización cultural de sus “herederos” y se reproduciría una élite estamental.

Este objetivo pone fin por tanto al régimen construido históricamente en el país, aunque sea a plazo según el calendario elaborado por el ministro de Hacienda.

El gobierno insiste en que éste no es su propósito, pero el esquema de financiamiento y controles expuestos termina precisamente con todas las condiciones y características de un régimen mixto.

Este último no consiste, como equivocadamente cree el gobierno y su tecnocracia, en la mera coexistencia de instituciones estatales y privadas, lo que constituye una visión estrechamente propietaria del asunto.

Consiste, como argumentaremos más ampliamente en la próxima columna, en un arreglo institucional que optimiza el carácter público de las instituciones, fortalece su autonomía, combina competencia con cooperación, financia por igual a las instituciones y sus estudiantes, fomenta activamente la diversidad y el pluralismo de misiones y proyectos, descansa al máximo posible en dinámicas de autogobierno de las organizaciones y de autorregulación del sistema, introduce todas las regulaciones de mercado que aseguren su correcto funcionamiento, respeta la decisión de las universidades en materias de vacantes y programas sujetándolas sin embargo a reglas consistentes de acreditación, promueve esquemas de costos compartidos y exige rendición de cuentas y accountability ante la sociedad y el Estado.

Sin embargo, la reforma del gobierno camina en el sentido exactamente contrario. Más bien propone, a través de su política y particularmente del proyecto de ley presentado al Congreso, avanzar en sentido inverso. Estatalizar el sistema, someterlo a una administración político-burocrática, reducir  lo público a la propiedad estatal, estandarizar y controlar al máximo posible, homogeneizar las instituciones, restringir su autonomía y capacidad de decisión y financiar exclusivamente con gasto fiscal toda la operación del sistema, convirtiéndolo, en la práctica, en un servicio del Estado.

Fuente:http://www.brunner.cl/?p=14593

Fuente imagen: http://static.diario.latercera.com/201208/1591738.jpg

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Colombia: MinEducación hizo reconocimiento a docentes y rectores de colegios públicos

Colombia/21 julio 2016/ Fuente: Caracol Radio

Gina Parody exaltó y reconoció la labor de 190 rectores y docentes de los colegios con mejores resultados en el Índice Sintético de Calidad de cada Entidad Territorial Certificada.

La ministra de Educación Nacional, Gina Parody, se reunió con los 95 rectores y 95 docentes de las Instituciones educativas oficiales que obtuvieron los mejores resultados en el Índice Sintético de Calidad Educativa – ISCE en cada una de las Entidades Territoriales Certificadas, con el fin de destacar y agradecer su labor diaria en la construcción de la paz y la formación de los niños y jóvenes del país.

En el encuentro, la titular de la Cartera Educativa felicitó a cada uno de los educadores por su compromiso y constancia.

“Hoy estoy muy contenta de estar junto a los 95 rectores y 95 profesores de los colegios que alcanzaron el puntaje más en el Índice Sintético de Calidad Educativa (ISCE) en sus respectivas Entidades Territoriales Certificadas (ETC). Ustedes representan a todas las instituciones educativas del país, que están apostando por elevar el nivel de la educación del país, a partir del trabajo cuidadoso con cada uno de sus estudiantes y con toda la comunidad”, expresó Parody.

En el marco de este encuentro, la ministra entregó un reconocimiento a cada uno de los docentes y rectores, quienes, a través de sus estrategias pedagógicas, están aportando su grano de arena para hacer de Colombia el país mejor educado de América Latina en el año 2025. Asimismo, les extendió una invitación para seguir trabajando por la educación de los niños y jóvenes, y por la paz que se empieza a construir en nuestra nación. “Nuestra invitación en este emotivo homenaje es recordarles que si las balas escribieron nuestro pasado, la educación escribirá nuestro futuro. Por esto, entregamos a ustedes el Balígrafo, una herramienta simbólica que les recordará esta frase en cada una de sus metas diarias. Porque reconocemos su labor y necesitamos de su inspiración para llegar hasta las mentes y corazones de nuestros niños. El aula de clase es y será siempre el segundo hogar de cualquier ser humano”, aseveró Gina Parody.

Adicionalmente, la ministra resaltó las actividades y programas que se adelantan desde el Ministerio por brindarles mejores oportunidades de progreso, capacitación y formación a los docentes del país. Destacando dos iniciativas fundamentales: los ‘Encuentros de Bienestar Docente’, en los cuales se capacita a los profesores para que mejoren su bienestar laboral, cuenten con espacios de trabajo más agradables y se dignifique mucho más su profesión.

Durante el primer semestre de este año, 46.755 docentes de ciudades como Medellín, Leticia, Sahagún, San Andrés, Leticia, Palmira, Pasto, Soledad, Dosquebradas, Buenaventura, Quibdó, Floridablanca, Cúcuta, Manizales e Ibagué, entre otras ya han participado de estos encuentros. La meta al terminar el 2016 es lograr capacitar a 136 mil docentes.

Así mismo, se crearon las ´Becas a la Excelencia Docente´, en las cuales se otorgan créditos beca 100% condonables para que los docentes cursen estudios de Maestría en 22 universidades acreditadas en alta calidad, con el compromiso de replicar su aprendizaje en la institución educativa y compartirlo con sus colegas docentes.

“En Colombia tenemos 318.000 maestros, de los cuales apenas el 28% tienen posgrado, es decir 90.558 profesores. A través de este programa queremos elevar esa cifra hasta el 34% (108.120 docentes). Tenemos la meta de entregar 17.000 becas para 2018, para que igual número de docentes adelanten estudios de maestría en las mejores universidades públicas y privadas del país. Adicionalmente, el Ministerio también tendrá 700 Becas para Directivos Docentes”, puntualizó la ministra.

Finalmente, la jefe de la Cartera Educativa recordó que estos 190 educadores serán los invitados especiales del Presidente de la República en el desfile que conmemorará los 206 años de independencia de Colombia y recibirán un homenaje como los nuevos héroes que forjarán a una Colombia mejor desde las aulas.

Fuente: http://caracol.com.co/radio/2016/07/20/nacional/1469017590_131211.html

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España: Educación reduce al mínimo el acceso de alumnos a becas Erasmus

España/21 julio 2016/ Fuente: Las Provincias

Excluye a los matriculados en la privada, disminuye el periodo de la ayuda y el joven que quiera hacer un máster no podrá disponer de los fondos.

La Conselleria de Educación ha publicado las condiciones para que los alumnos valencianos puedan optar a una beca Erasmus. Estas ayudas que concede la Generalitat son complementarias a las que concede la propia Unión Europea o el Ministerio de Educación, según la que consigue el solicitante.

Es más, las becas de la Generalitat sólo se conceden a aquellos estudiantes que han conseguido una beca o bien de la Comisión Europea o del Ministerio de Educación.

Vicent Marzà anunció en febrero que iba a doblar la cantidad de los 300.000 euros que concedía el anterior gobierno a 600.000 para los 400 o 500 alumnos que se benefician anualmente.

 Pero lo que el conseller no dijo fue que los 600.000 euros se repartirían en dos años de forma que la cantidad no sólo no ha aumentado sino que ha disminuido en términos globales. Frente a los 308.100 euros que se destinaron en 2015, la Conselleria aportará en la convocatoria de este año 300.000, una reducción de cerca de un 3%.

No es la única promesa incumplida por la Conselleria de Educación. El periodo de disfrute de las becas para los alumnos también se ha reducido. Si el año anterior fue de cinco meses, en esta ocasión es de nueve pero divididos en dos ejercicios, lo que supone un total de 30 días menos.

Sí que es cierto que ha aumentado la cantidad de las becas. Así para los alumnos que elijan Austria, Dinamarca, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Liechtenstein, Noruega o Suecia el importe es de 300 euros frente a los 120 de la convocatoria anterior. Además los alumnos que elijan Alemania, Bélgica, Chipre, Croacia, Eslovenia, Grecia, Islandia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, República Checa y Turquía recibirán 250 euros frente a los 100 de hace un año, mientras que los que se desplacen a Macedonia, Bulgaria, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y Rumanía percibirán 150 euros frente a los 80 de anteriormente.

Más restricciones al acceso

Sin embargo, frente a estas aparentes ventajas la Generalitat ha incluido una serie de requisitos que reducen considerablemente el número de alumnos que pueden acceder a estas ayudas.

Por un lado, los alumnos que cursen estudios en las universidades privadas no podrán beneficiarse de estas ayudas como hasta ahora de acuerdo con la decisión tomada por la Conselleria de Educación el pasado mes de mayo.

Pero no es la única restricción. La Conselleria de Educación no concederá becas complementarias europeas a aquellos alumnos que no hayan sido beneficiario de alguna de las becas del sistema general de ayudas al estudio concedidas por el Ministerio de Educación o por la Generalitat durante el año anterior al de la realización de la movilidad en algún país de la Unión Europea.

Además, la orden de la Conselleria de Educación tampoco concederá las ayudas a los estudiantes que pretendan obtener un máster, un doctorado o un título propio de una universidad durante su estancia en el exterior como sí había estado previsto en las convocatorias anteriores de estas ayudas.

Fuente: http://www.lasprovincias.es/comunitat/201607/21/educacion-reduce-minimo-acceso-20160721000028-v.html

 

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Banco Mundial: América Latina, escuela para todos pero hay que mejorar la calidad

21 julio 2016/Autora:Isabelle Schaefer/Fuente: EL País

La cifra es difícil de concebir en la América Latina de hoy, pero hace apenas un par de generaciones (en los años 60) menos del 10% de los niños lograba completar la escuela secundaria, según el estudio «Profesores excelentes» del Banco Mundial.

En poco más de medio siglo, el avance ha sido asombroso. Hoy el 82% de los niños y niñas latinoamericanos de entre 6 y 12 años están en primaria. La cifra es aún mayor si se incluye a los niños fuera de ese rango (más grandes o más pequeños) que cursan la primaria. En el caso de la escuela secundaria la matrícula es del 93%, independientemente de la edad.

“Durante los últimos 50 años, los países de América Latina y el Caribe han logrado una ampliación masiva de la cobertura de educación, algo que demoró más de dos siglos en muchos países de la OCDE”, se puede leer en el reporte del Banco Mundial.

El mismo reporte muestra que mientras en 1960 la población de América Latina y el Caribe completaba en promedio 4,3 años de escolarización, en 2010 ya eran más de 10 años.

Se han hecho avances hacia la educación universal en todo el mundo, según un reporte del Banco Mundial sobre los indicadores mundiales del desarrollo, con 92% de los niños a nivel global que completan la primaria.

Sin embargo, la inscripción a nivel terciario, la educación después de la secundaria, aún es alrededor del 30%. “Más acceso a la educación superior es necesario para lograr una fuerza laboral productiva, talentosa y diversificada, así como una ciudadanía empoderada”, se afirma en el documento. En América Latina, un 44% de los jóvenes están inscritos en instituciones de educación superior, según los Indicadores de Desarrollo Mundial.

Educación para todos

La cuarta meta de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas es precisamente “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.

Es una meta necesaria, ya que 57 millones de niños y niñas a nivel global no van a la escuela, según las Naciones Unidas.

En América Latina el acceso a la escuela ha hecho grandes avances. Pero no significa que no haya retos.

En el 2012, la prueba del programa para la evaluación internacional de alumnos (PISA por sus siglas en inglés) de la OCDE mostró que había una diferencia de casi 100 puntos entre el promedio en matemáticas de los países de la OCDE y el promedio de los ocho países latinoamericanos que habían participado. Esto representa, según el reporte del Banco Mundial “Profesores Excelentes”, una diferencia de habilidades que equivale a más de dos años de enseñanza en matemáticas.

Por ejemplo, el promedio en Shanghái, China, mostraba una diferencia de habilidades equivalentes a más de cinco años de enseñanza de las matemáticas, comparado con el promedio de los alumnos latinoamericanos de los países que habían participado.

También hay diferencias entre los países de la región. En la misma prueba, Chile tuvo una diferencia de 72 puntos en ciencias comparado con el Perú, lo cual equivale a casi dos años de enseñanza.

Pero incluso en este ámbito, la situación está mejorando en la región. Siempre según la prueba PISA, Brasil, por ejemplo, aumentó 57 puntos en matemáticas entre 2000 y 2012; y Perú 76 puntos.

“Cuando se analiza la tendencia de las tasas de progreso, las mejoras anuales en matemáticas y en lectura de los tres países de América Latina y el Caribe que más avanzaron entre 2000 y 2012 – Chile, Brasil y Perú – están muy por encima de las tasas anuales de mejoras registradas en Estados Unidos, Corea y la mayoría de los demás países de la OCDE”, se puede leer en el reporte.

Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/20/america/1468965762_039611.html

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