Page 2 of 4
1 2 3 4

Revuelta estudiantil en Francia (Audio)

Francia / 29 de abril de 2018 / Autor: En Órbita / Fuente: Sputnik News Radio

Fuente de la Noticia:
https://mundo.sputniknews.com/radio_en_orbita/201804201078045561-revuelta-estudiantil-francia/
Comparte este contenido:

Repensando el acceso a la universidad (I)

Por: Blanca Heredia

López Obrador ha señalado reiteradamente que cuando él sea presidente no habrá rechazados en las universidades. En una entrevista grupal en Milenio TV, Silva-Herzog Márquez le preguntó si eliminar los exámenes de admisión no implicaba violar la autonomía universitaria. AMLO respondió que no, pues buscaría un acuerdo con todas las universidades (públicas y privadas) para ampliar los cupos en estas y lograr que todos los jóvenes interesados pudiesen ser admitidos.

El académico reviró recordándole al candidato de Morena que él había inaugurado el sorteo como medio para acceder a la universidad y preguntándole si consideraba que el azar –en lugar del mérito– era un buen modelo para el resto de las universidades. AMLO respondió que sí y explicó que el objetivo central de eliminar el examen de admisión en la UACM había sido el de evitar la marginación de los jóvenes.

Silva-Herzog Márquez puso el dedo en la llaga enfocándose en dos pilares sobre los que se sostienen los exámenes de admisión y la idea misma de universidad: el principio de la autonomía y el mérito como criterio eje para determinar el ingreso a la universidad. La primera, porque en ella se funda la vigencia de principios como la libertad de cátedra y la neutralidad valorativa en la búsqueda de la verdad dentro de la universidad, sin los cuales le resultaría imposible cumplir su función como generadora, guardiana y transmisora del conocimiento. El mérito, porque es el criterio de selección (para alumnos y profesores) que permite asegurar la persistencia de una comunidad conformada por personas con las capacidades y la disposición para dedicarse a las labores propias de la universidad.

López Obrador, por su parte, también trajo a la discusión dos temas clave. Primero, el tamaño de la oferta y, segundo, la inequidad y exclusión que producen, en la práctica, los exámenes de admisión a las universidades en un país tan profundamente desigual como México.

La condición material que explica la existencia de exámenes de admisión o de cualquier mecanismo de selección (incluyendo el sorteo) es que los espacios disponibles no alcanzan para satisfacer la demanda. En breve y sobre la base de la pura lógica numérica de oferta y demanda, si el número de postulantes no fuese mayor al de los lugares disponibles en las universidades, no habría necesidad mecanismos de selección.

Tiene razón, así, López Obrador en traer a la discusión el tema del tamaño de oferta. Básicamente, pues, si se ampliara y, en el extremo, se hiciera universal, ello cancelaría la necesidad de seleccionar alumnos, dado que habría lugar para todos los que quisieran entrar. Al respecto, sin embargo, resultan indispensables varias consideraciones.

Primero, ¿podría sobrevivir la institución conocida como “universidad” a la eliminación de mecanismos de selección basados en el mérito, entendido como la capacidad para aprovechar y contribuir a la función social de la universidad, más allá de que se cerrara la brecha cuantitativa entre oferta y demanda?

Segundo, México carece de los recursos para ampliar la oferta de espacios en las universidades tanto como para eliminar la necesidad de algún mecanismo de selección. Ello implica que tendremos que seguir discutiendo cómo asignar cupos escasos en las universidades.

Tercero, dado lo ocurrido con la vertiginosa ampliación de la cobertura educativa en México y sus costos en términos de calidad, así como de la imposibilidad de generar suficientes empleos calificados y productivos para traducir mayor escolaridad en mayor y mejor crecimiento económico, resulta indispensable valorar qué tanto conviene ampliar la oferta universitaria. La pregunta es central y no tiene una sola respuesta correcta.

La de AMLO es que es “mejor tener becarios que sicarios”. Yo coincido (¿quién no?), pero me pregunto si no habrá alguna manera de lograrlo sin acabar, en el camino, con las universidades del país.

Las propuestas de López Obrador sobre el acceso a la educación superior dan mucho para analizar y discutir. Para empezar, ponen sobre la mesa la necesidad de enfocarnos a encontrar soluciones para los dilemas concretos planteados por la defensa de la autonomía universitaria y el mérito, en un contexto marcado por la escasez de espacios en las universidades y, sobre todo, por desigualdades sociales que excluyen a la mayoría de la población de la posibilidad de acceder a la universidad sobre la base del mérito. Seguiré con estos temas en columnas futuras.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/repensando-el-acceso-a-la-universidad-i/

Comparte este contenido:

Turquía ocupa la segunda posición en el acceso universitario

Turquía / 8 de abril de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: TRT

El primer ministro turco se ha pronunciado sobre la educación en Turquía

El primer ministro turco, Binali Yıldırım, ha dicho que Turquía ocupa la segunda posición en cuanto al acceso universitario.

Yıldırım se ha pronunciado en el Programa de Becas Extranjeras de Maestría en la sala de Şura del Ministerio de Educación Nacional en Ankara. Ha dicho que el porcentaje de los alumnos que reciben educación primaria en Turquía es 100%, el de la educación secundaria es 83% y el de la educación superior es 43%.

El número de universidades que es 2002 estaban a 76, subió a 186, ha indicado agregando que dentro de poco se abrirán otras 10 universidades más.

Ha contado que Turquía ocupa la segunda posición en el mundo en cuanto al acceso a universidades y que Grecia está en la segunda posición.

“No cuenten con Grecia. Es un país del tamaño de una provincia nuestra. Es un poco más pequeño que Estambul”.

Haciendo mención a la tensión en el Egeo, ha afirmado: “Mientras estén tranquilos, no tenemos nada que decir”.

Fuente de la Noticia:

http://www.trt.net.tr/espanol/ciencia-y-tecnologia/2018/04/04/turquia-ocupa-la-segunda-posicion-en-el-acceso-universitario-944394

Comparte este contenido:

El papel de la universidad en el proyecto de país

España / 1 de febrero de 2018 / Autor: Ma. Luz Martínez Seijo / Fuente: El Confidencial

A día de hoy, hemos comprobado que todas las medidas del Gobierno del PP tenían como denominador común la reducción del número de titulados universitarios

No hace tanto tiempo que escuchamos al responsable ministerial de Educación y Universidad que en España había demasiados universitarios, demostrando así que lejos de considerarlo una garantía de futuro y de posibilidades de desarrollo, era un demérito y un logro que debía ser corregido. En definitiva, el Gobierno dejaba entrever que aumentar el nivel educativo y formativo de la sociedad no estaba entre sus objetivos, muy al contrario, sí estaba restringirlo. Además, y sutilmente, introdujo eficaces mecanismos para determinar quiénes podrían ir teniendo acceso a la formación universitaria, imponiendo una serie de obstáculos insalvables para las rentas menos favorecidas. La realidad es que nos encontramos con una transformación a fondo del sistema universitario español en sus objetivos, forma y principios, por la vía de las modificaciones parciales.

A día de hoy, hemos comprobado que todas las medidas tenían como denominador común la reducción del número de titulados universitarios. La combinación de recortes presupuestarios, reformas legales y decisiones de gestión ha conducido a un cambio de modelo que implica una regresión importante en un derecho fundamental como es la educación, sacrificando la equidad, que había constituido una de nuestras mayores fortalezas, y dejando un futuro de oportunidades formativas solo accesible para unos pocos.

La subida del precio de las tasas universitarias ha propiciado que España sea el cuarto país de Europa con los precios más altos en matrículas. En el curso 2016/2017, España continuaba manteniendo uno de los niveles de precios públicos universitarios más elevados de la Unión Europea. Solo Irlanda, Reino Unido, Holanda e Italia nos superan. Y lo que es peor, se ha creado una absoluta disgregación de tasas de matrícula entre comunidades autónomas.

En el curso 2016/2017, España continuaba manteniendo uno de los niveles de precios públicos universitarios más elevados de la Unión Europea

Es importante recordar que los precios asequibles de las tasas universitarias eran un mecanismo tradicional en España para garantizar el acceso de las clases medias y trabajadoras a la formación universitaria, y que se complementaban con un sistema creciente de becas y ayudas al estudio, y así fue hasta el año 2012. A partir de ese momento, se produce la más letal de las combinaciones, mediante la subida de tasas y la reducción de becas. Por primera vez en España, muchas familias tienen que elegir cuál de sus hijos estudia porque no pueden afrontar el precio de la matrícula universitaria y los estudiantes viven con la angustia de tener que obtener un rendimiento más alto que los que tienen una familia que puede pagarles sus estudios. A esta creciente desigualdad, se suma la desorbitada diferencia de precio entre CCAA, demostrando la falta de previsión del Gobierno del PP.

Los socialistas consideramos que España no se puede permitir este retroceso y que es preciso adoptar medidas correctoras a tiempo, si queremos que en España el Estado siga garantizando un acceso a la enseñanza superior solo limitado por las condiciones académicas, y no por las socioeconómicas y territoriales.

Creemos firmemente que es necesario apostar por una economía que se sustente en el valor del conocimiento y que dicho desarrollo pueda ser participado por todos los ciudadanos, combinando desarrollo y cohesión social. La formación superior debe ser entendida como un derecho individual y un recurso del conjunto de la sociedad para su desarrollo. De ahí que nos propongamos que la formación, en este caso la universitaria, sea accesible y no una carrera de obstáculos discrecionales.

Queremos acercar el modelo universitario español a lo que es una realidad en muchos otros países europeos, donde el acceso a la formación universitaria es gratuito. Al tiempo, nuestro objetivo es alejarnos de aquellos que han convertido la formación universitaria en un motivo de exclusión o de endeudamiento de por vida para alumnos y familias (que incluso puede calificarse de burbuja de las matrículas universitarias), como ha sucedido en Reino Unido o Estados Unidos.

Queremos acercar el modelo universitario español a lo que es una realidad en muchos otros países, donde el acceso a la universidad es gratuito

Nuestra propuesta pretende acordar un modelo de financiación que nos permita converger en un plazo de cuatro años con la media de gasto en educación superior e investigación universitaria de la Unión Europea y de los países de la OCDE, con una suficiencia de recursos para la formación y la investigación, que garantice la equidad y genere estímulos consistentes para la mejora tanto de los resultados como de la calidad. Con este incremento, se podrá afrontar la partida presupuestaria de becas y ayudas al estudio en los próximos y sucesivos años para sufragar la primera matrícula. Este incremento permitirá aumentar el umbral de renta paulatinamente para la compensación de la primera matrícula, comenzando con los tramos de renta familiar más bajos hasta alcanzar el 100% en cuatro años.

Ciertamente, la ‘gratuidad de primera matrícula’ es la parte más llamativa de una decisión por la cual la sociedad española asigna a su sistema universitario un papel protagonista al cambio de modelo de crecimiento sustentado tanto en la investigación, el desarrollo y la innovación como en la capacitación y formación de nuestro capital humano.

Apostemos por una economía que se sustente en el valor del conocimiento, apostemos por un modelo de desarrollo que pueda ser participado por todos los ciudadanos, apostemos por crecimiento y cohesión sociales. Para ello, debemos avanzar y considerar la formación superior como un derecho individual y un recurso del conjunto de la sociedad para su desarrollo.

Fuente del Artículo:

https://blogs.elconfidencial.com/espana/tribuna/2018-01-24/el-papel-de-la-universidad-en-el-proyecto-de-pais_1510555/

Comparte este contenido:

La universidad española se rompe: Cada vez menos dinero y matrículas más caras

Por: Hector G. Barnés.

Las universidades españolas se encuentran en una difícil encrucijada de la que depende su futuro. Entre 2009 y 2015, sus ingresos no financieros totales disminuyeron un 20,2%, a causa de la caída de la financiación pública en un 27,7%. No solo eso, sino que esta reducción en inversión afecta de forma diferente a cada comunidad autónoma, algo que ocurría ya antes de la crisis, pero que se ha acentuado en los últimos años, como muestra la diferencia entre el 12,9% de La Rioja y el 33,3% de Castilla-La Mancha. Las tasas universitarias han aumentado, pero ni siquiera eso ha servido para compensar la reducción en financiación pública de las universidades españolas. Las cuentas no salen.

Son los datos que muestra el estudio ‘¿Quién financia la Universidad? Comparación entre comunidades autónomas en España, Europa y la OCDE, 2009-2015’, realizado por el Observatorio del Sistema Universitario de la Universidad Complutense, y que señala una nueva dirección para la educación superior española, más cercana al modelo británico de matrículas altas y reducción del número de alumnos. Un cambio de paradigma que considera que estudiar ofrece, ante todo, un beneficio personal al alumno, por lo que debe ser él quien costee sus estudios. Es el modelo de países donde “la financiación pública es muy inferior pero los ingresos totales son superiores”, como explica a El Confidencial la autora del informe, Vera Sacristán, presidenta del Observatorio del Sistema Universitario.

El dinero por estudiante que tienen las universidades ha disminuido, lo que ha impedido que se renueven las plantillas de profesores

La mayoría de comunidades encajaran, en opinión de la autora, ente ese modelo y otro intermedio en el que “se sigue considerando que el beneficio público de estudiar es superior, pero no consiguen hacer el mismo esfuerzo de inversión”. En el que no encaja ninguna comunidad española es en el de las regiones “donde hay una enorme financiación pública, los estudiantes no pagan por matricularse y obtienen beca-salario, porque se entiende que el trabajo de ese joven es estudiar”, matiza la investigadora. Un traducción práctica de las palabras de Montserrat Gomendio, que calificó en 2015 el sistema universitario español de “insostenible” por sus grandes tasas de acceso y el bajo coste de sus matrículas.

Foto: Observatorio del Sistema Universitario.
Foto: Observatorio del Sistema Universitario.

El gráfico muestra la diferencia entre comunidades respecto a la financiación pública de sus centros en un período en el que ha menguado en todas. Como recuerda Sacristán, esta divergencia en las decisiones de financiación “no está directamente relacionada ni con la riqueza de cada comunidad ni con el número de estudiantes que hay que atender, y por lo tanto son condiciones que no se entiende bien a qué responden, por lo que probablemente se trata de cuestiones políticas de cada comunidad”.

Foto: Observatorio del Sistema Universitario.
Foto: Observatorio del Sistema Universitario.

La financiación pública oscila entre los 8.429 euros por estudiante del País Vasco y los 4.730 euros de la Comunidad de Madrid. El valor máximo como proporción del PIB corresponde a Andalucía (0,87%) y el mínimo a las Islas Baleares (0,23%). En cuanto a los ingresos por tasas y precios públicos, el valor mayor se da en Cataluña, con 2.123€ de media por estudiante. A continuación se encuentra Madrid, con 1.715€. El importe en Cataluña es más de 2,55 veces el importe mínimo. Se trata de Galicia, con 832€.

Estos datos desvelan algo “preocupante”, en opinión de la autora, incluso en el caso de que la tendencia se modere o revierta, como muestran los datos de 2015, el último año disponible: que la cantidad de dinero por estudiante se ha reducido. Ello se traduce en que, junto a los recortes y la tasa de reposición, las universidades no puedan renovar su plantilla de profesorado e investigadores. Esto ya se reflejaba en un estudio previo realizado en Cataluña que mostraba que “las plazas de doctorandos e investigadores postdoctorales se habían reducido significativamente en los últimos años”. “Hay una generación de personas con expedientes brillantes que no han podido ingresar”, lamenta la profesora.

En línea descendente

España se encuentra actualmente muy por debajo del resto de países de la OCDE y de la Unión Europea en cuanto a gasto por estudiante; en concreto, un 13,1% en el primer caso y un 16.8% en el segundo. Un vuelco absoluto, ya que en 2009 nos encontrábamos por encima de la media de ambas instituciones; desde entonces, estas han crecido mientras que nuestro gasto ha menguado. Una vez más, vuelve a haber diferencias sustanciales entre regiones. Las Islas Baleares solo alcanzan un 82,2% de la media de España (6.479 euros por estudiante), mientras que La Rioja, que ha reducido su número de estudiantes, se encuentra un 26,9% por encima (10.000 euros).

Foto: Observatorio del Sistema Universitario.
Foto: Observatorio del Sistema Universitario.

Eso provoca que comunidades como Baleares se sitúen por debajo de países como Eslovaquia en financiación por estudiante, mientras que La Rioja se encuentre por encima de Austria. Una problemática diferencia entre regiones que ya se puso de manifiesto en el último informe PISA, que mostraba que regiones como Navarra, Castilla León o Madrid se encontraban en los primeros puestos (y mejorando) y otras como Andalucía o Extremadura en los últimos y empeorando). El estudio, no obstante, advierte de que la disminución de la financiación pública no guarda relación con la disminución de su riqueza.

Los efectos del sobrecoste económico se verán a largo plazo. La familia que ya ha decidido que su hijo va a ir a la universidad no cambia de opinión

El futuro a corto y largo plazo

¿De qué manera pueden impactar estas tendencias en financiación y coste en la sociedad española y en el número de familias que pueden permitirse que sus hijos estudien? Como recuerda Sacristán, lo más probable es que los cambios se noten dentro de unos años, quizá en la siguiente generación, no inmediatamente. “Los economistas recuerdan que en el ámbito educativo y universitario la elasticidad de la demanda es muy grande, por lo que los efectos del sobrecoste económico se verán a largo plazo”, explica la investigadora. “La familia que ya ha decidido que su hijo va a ir a la universidad no va a cambiar de opinión tan fácilmente”.

Es algo similar a lo que ha ocurrido en Gran Bretaña, donde los universitarios pueden terminar pagando hasta 10.000 libras (14.300 euros) por sus matrículas anuales. El pasado verano, los datos de UCAS (el servicio inglés de admisión universitaria) mostraban que se había producido un descenso de un 5% en el número de matriculaciones en las universidades inglesas en el curso 2016-2017, pero que los efectos del aumento de los precios en 2012 no se había notado en el lustro anterior. Otro factor a tener en cuenta es que el descenso en la natalidad de los países occidentales también impactará en el número de estudiantes.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2018-01-16/universidad-espanola-financiacion-coste_1506514/

Comparte este contenido:

Retrato de una universidad en crisis: menos financiación pública, más gasto privado y más lejos de Europa

España / 21 de enero de 2018 / Autor: Daniel Sánchez Caballero / Fuente: El Diario

*En seis años de crisis las comunidades autónomas han bajado su inversión en universidad un 27%, caída que han tratado de compensar subiendo las tasas un 31%

*Pese al aumento de los precios públicos, los campus han perdido un 20% de sus ingresos entre 2009 y 2015

*España es el sexto país que menos invierte en educación terciaria respecto al PIB de toda Europa y ha pasado de hacerlo por encima de la media a quedar por debajo

Cada vez peor financiada por el estado, cada vez más cara para los estudiantes, cada vez más lejos de los modelos europeos. La Universidad española se desangra por las decisiones políticas tomadas durante la crisis, según el retrato que realiza el Observatorio del Sistema Universitario catalán, presentado el martes en Madrid.

El trazo grueso del informe ¿Quién financia la universidad? Comparación entre comunidades autónomas en España, Europa y la OCDE, que se presentó ayer en la Universidad Complutense de Madrid, dibuja una universidad española que ha visto cómo disminuían sus ingresos totales un 20% entre 2008 y 2015 (último año del que hay datos oficiales) porque la subida de los precios públicos (un 31%) no compensó el desplome de la financiación de las administraciones (-27%). Aunque la caída de una partida y el aumento de la otra se manejan en porcentajes similares, el montante total de la financiación pública es mucho mayor que lo que reciben las universidades por las tasas, de ahí el descenso.

La radiografía del sector también revela que nunca fue más cierto el dicho de que hay 17 sistemas universitarios en España, según demuestra la disparidad de comportamientos —y resultados— que ha habido durante los años de crisis según la Comunidad Autónoma (quienes tienen la competencias en educación). Al menos en cuanto a la estructura de ingresos, hay 17 Españas, sostienen los autores del informe.

Evolución de la financiación pública de la Universidad entre 2009 y 2014.
Evolución de la financiación pública de la Universidad entre 2009 y 2014.

Así, por citar algunos indicadores, tras ocho años de vaivenes, las universidades riojanas ingresan 10.000 euros por estudiante, un 54% más que Islas Baleares (6.479); los centros vascos reciben casi el doble de financiación pública por alumno que los madrileños (8.429 euros frente a 4.730); Andalucía gasta casi el cuádruple en relación al PIB que Islas Baleares (0,87% frente al 0,23%) y el precio de las tasas en Cataluña más que duplica el gallego (2.123 euros frente a 832). Son solo algunos ejemplos.

Desde el Observatori, Vera Sacristán, profesora de la Universidad Politécnica de Catalunya y autora del estudio, destacó que estas variaciones tanto en la financiación como en el valor de las tasas no responde ni a la evolución de la riqueza de las comunidades autónomas ni a cómo ha variado el número de estudiantes. O sea, son decisiones políticas. «La Universidad pública española tienen un problema estructural de financiación», zanjó Carlos Andradas, rector de la UCM y anfitrión del evento.

Las que más recortan son más caras

Bajando al detalle, se observa una tónica común en cuanto a la evolución de los ingresos de las universidades: cae la financiación de las administraciones públicas (las comunidades autónomas aportan el 95% de estas partidas) mientras suben las tasas universitarias, el dinero que aportan los estudiantes. Dicho de otro modo, los gobiernos regionales han cargado a las familias sus recortes.

Así, de media las universidades reciben un 27,7% de fondos menos hoy que hace seis años. Destacan en este apartado Castilla-La Mancha (-38,2%), la Comunidad Valenciana (-35,3%) y Madrid (-33,7%). Las que menos han recortado son Navarra (-18,4%), La Rioja (17,5%) y Aragón (17%).

Estos datos se entienden mejor cuando se cruzan con las subidas en el precio de las tasas aplicadas en estos años. Con algún pequeño cambio, las regiones que más recortaron son las que más han elevado sus precios públicos. Cataluña (un 67,6% más cara), Comunidad Valenciana (59,4%) y Madrid (40,7%) lideran esta tabla, que cierran País Vasco (2,2%), La Rioja y Galicia (que los han rebajado un 7,2% y un 15,7%, respectivamente).

Esto, a nivel nacional. El informe también evalúa la universidad en relación al resto de Europa y a la OCDE. Y el sistema español sufre en la comparativa.

Cada vez más lejos de Europa

El estudio del Observatorio  recoge un informe elaborado por la European University Association que divide los países del continente en cinco grupos según el comportamiento que hayan tenido con sus universidades respecto a la crisis. Según los datos, España, Grecia y Chipre componen la categoría de naciones que han rebajado la financiación universitaria más de lo que ha caído su PIB. Los otros grupos reúnen a países que han subido la financiación bien sea por encima del PIB o por debajo o que la han bajado menos de lo que ha caído el PIB o lo han hecho pese a que ha subido el PIB, caso este último de las naciones del Reino Unido, Letonia, Lituania, Hungría y Suecia.

Por último, Sacristán explicó que la crisis está alejando a España cada vez más de sus vecinos europeos en el sector universitario. Así, nuestro país invertía 14.191 dólares constantes por estudiante en 2009, por encima de la media tanto de la UE de los 21 como de la OCDE. Cinco años después, España se ha pasado al otro lado de la tabla: gasta 13.464 dólares por alumno y está por debajo tanto de la UE como de la OCDE.

Esta circunstancia se repite en todos los indicadores. En el gasto en universidad respecto al PIB, España ha pasado del 1,11% al 1,08% (y con un PIB en retroceso, lo que quiere decir que si el gasto no se hubiera tocado el porcentaje habría subido). En este apartado, España es el sexto país de la UE que menos gasta y cinco comunidades autónomas (Baleares, Navarra, La Rioja, Cataluña y Castilla-La Mancha) están por debajo de todos los países europeos en inversión en educación terciaria.

Fuente del Artículo:

http://www.eldiario.es/sociedad/Espana-Grecia-Chipre-universitaria-PIB_0_729677855.html

Comparte este contenido:

Estados Unidos: La Universidad de Harvard, bajo la lupa de la Justicia tras una denuncia racial

Estados Unidos / 26 de noviembre de 2017 / Autor: Amanda Mars / Fuente: El Periódico de México

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha abierto una investigación sobre el proceso de selección de alumnos de la prestigiosa Universidad de Harvard a raíz de una denuncia que decenas de agrupaciones de asiático-americanos impulsaron en 2014 alegando que se sienten discriminados frente a blancos, negros y latinos. El caso, recogido por la prensa estadounidense, abre el debate sobre los criterios de ingreso de los campus comprometidos con la diversidad y sus sistemas de discriminación positiva hacia minorías, que algunos blancos han criticado porque consideran que les perjudica.

En Estados Unidos, este tipo de políticas arrancan en los años 60 y están plenamente vinculadas a las luchas por los derechos civiles. Se considera el primer ejemplo oficial una orden ejecutiva de John F. Kennedy de 1961, que instaba a la Administración a evitar discriminación en el acceso a sus empleos, o de los empleos de sus empresas contratistas, a cualquier persona por motivos de raza, credo u origen étnico. Es significativo que en inglés, el concepto de discriminación positiva no lleva consigo dicha palabra, sino que se traduce literalmente como “acción afirmativa”.

Un estudio de 2014, recoge que en las pruebas de acceso a la universidad los asiático-americanos registran el menor ratio de aceptación con relación a su puntuación

En Harvard, el primer plan oficial que buscaba de forma deliberada la diversidad étnica de su alumnado, y que por tanto suponía favorecer la incorporación de negros y latinos, data de 1971. Los pleitos se han sucedido desde entonces tanto en Harvard como en otros campus, que siguieron los pasos de la prestigiosa universidad de Massachusetts. Y la justicia, aunque prohíbe la aplicación de cuotas sí ha bendecido las medidas de discriminación positiva. Así lo decidió el Supremo en junio de 2016, al fallar en contra de una joven blanca que había demandado a la Universidad de Texas por haber sido rechazada pese a que, según argumentaba, tenía mejores calificaciones que algunos alumnos de otras razas que sí fueron aceptados.

Pero ahora no son estadounidenses blancos, sino otro grupo, el asiático, el que denuncia que, para poder tener las mismas probabilidades de ingreso en Harvard necesita unas calificaciones muy superiores a la media. Según un estudio citado en su queja de 2014, en las pruebas de acceso a la universidad los asiático-americanos registran el menor ratio de aceptación con relación a su puntuación. En concreto, necesitan marcar 140 puntos más que un blanco, 270 más que un hispano y 450 que un negro. Su porcentaje en el total del alumnado ha menguado desde 1993, afirman, cuando superó el 20%, pese a que la población asiática en EE UU ha crecido.

Harvard asegura que no discrimina a los asiáticos y recalca que no selecciona a sus estudiantes en función de su raza u origen, sino que se realiza un análisis holístico de cada candidato en el que, su aporte a la diversidad, suma. Es muy difícil entrar en esa universidad o cualquier otra de la denominada liga de hiedra (Ivy League): el ratio de rechazo ronda el 90% de los solicitantes. Un estudio recogido este verano en The New Times revelaba quiénes más probabilidades de entrar y eso es algo que no tiene mucho que ver con la raza: hay muchos más alumnos -casi los duplican en número- correspondientes al grupo social del 1% de los mayores ingresos que del 60% de menor riqueza. Como dicen muchas veces en Estados Unidos, el color dominante, en realidad, es el verde, verde dólar.

Fuente de la Noticia:

http://elperiodicodemexico.com/nota.php?id=873551

Comparte este contenido:
Page 2 of 4
1 2 3 4