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ACNUR llama a acciones urgentes para proteger a los niños refugiados.

América del Norte/Estados Unidos/07.01.2017/Autor y Fuente:http://www.unmultimedia.org/

Millones de niñas y niños forman parte de los números sin precedentes de personas que huyen de sus hogares debido a guerras, conflictos y persecución.

Protegerlos y encontrar soluciones a los enormes riesgos que afrontan es tema de un foro de dos días que se celebra en Ginebra a partir de este jueves, denominado «Niños en Movimiento”, organizado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

En su discurso de apertura del encuentro, el Alto Comisionado de ese organismo, Filippo Grandi citó algunos de los riesgos a los que están expuestos, especialmente si hacen ese viaje solos, sin acompañamiento, o bien si terminan separados de sus familiares.

«Están expuestos a contrabandistas y tratantes de personas. El hecho de que la mayoría de las veces no tienen protección, incluso de aquellos que viajan con ellos, los expone a todo tipo de explotación. No podemos aceptar esto. Necesitamos luchar contra ello, encontrar formas de abordar esta situación», dijo el Alto Comisionado.

Grandi explicó que los niños constituyen el 51% de los más de 21 millones de refugiados en el mundo. Muchos de los que están en movimiento acaban en centros de detención lo que les ocasiona un grave impacto para su salud mental y física y su desarrollo a largo plazo.

Laura Valencia, una joven de 19 años que huyó de Colombia cuando niña y está refugiada en Ecuador, alertó de la necesidad de acciones urgentes si no queremos heredar una generación perdida.

“Es muy importante facilitar la documentación legal para jóvenes y niños en el menor tiempo posible. Esto ayuda a las personas que estén migrando y se encuentren en una situación de riesgo se sientan a salvo, productivos, protegidos e integrados».

En este sentido, el Alto Comisionado de ACNUR sugirió soluciones oportunas que incluye la expansión de mecanismos legales como las oportunidades de reasentamiento y la reunificación familiar, además de acceso rápido a una educación de calidad.

Fuente: http://www.unmultimedia.org/radio/spanish/2016/12/acnur-llama-a-acciones-urgentes-para-proteger-a-los-ninos-refugiados/index.html#.WGt3v-XhAts

Imagen: http://www.unmultimedia.org/radio/spanish/wp-content/uploads/2016/07/RF241940__SSR3931.jpg

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Semana del aprendizaje mediante dispositivos móviles 2017, La educación en situaciones de emergencia y crisis humanitarias.

En la actualidad, el mundo está confrontado a las cifras más altas jamás registradas de grupos humanos desplazados. En 2015, según cálculos del ACNUR, 24 personas por minuto fueron obligadas a abandonar sus hogares, cuatro veces más que hace diez años, y uno de cada 113 habitantes del planeta se ha visto desplazado por motivos de conflicto o persecución. Además, el 51 por ciento de los refugiados del mundo son niños, muchos de los cuales se encuentran separados de sus padres o viajan solos.

A menudo, los dispositivos móviles se convierten en una de las posesiones más preciadas que las personas obligadas a huir de sus hogares llevan consigo, por lo que las personas desplazadas suelen disponer de un teléfono móvil de última generación.

Las tecnologías móviles constituyen cada vez más un vínculo vital con la educación, pues además de facilitar la integración en las comunidades de acogida, ayudan a estimular la imaginación, facilitan la recuperación y sirven de orientación en el tránsito de un presente incierto a un futuro más prometedor.

Este año, la Semana del aprendizaje mediante dispositivos móviles (MLW, por sus siglas en inglés), se celebrará del 20 al 24 de marzo en la Sede de la UNESCO y estará dedicada a examinar los modos en los que la tecnología puede ayudar a resolver las necesidades educativas de los refugiados y de los estudiantes desplazados por situaciones de crisis o emergencia.

La cifra total de refugiados en el mundo alcanza los 21,3 millones y el ACNUR calcula que los niños refugiados tienen cinco veces más probabilidades de verse privados de escolarización que los no refugiados. Hoy por hoy, sólo el 50 por ciento de los niños refugiados tiene acceso a la educación primaria y esta brecha se agranda conforme se avanza en edad: sólo el 22 por ciento de los refugiados se matricula en secundaria y sólo el uno por ciento accede a la enseñanza superior.

 Según datos del Instituto de Estadística de la UNESCO, los niños que viven en zonas en conflictos presentan tasas de escolarización cada vez más reducidas. Sin embargo, la educación, una valiosa herramienta para ayudar a romper el círculo de la violencia, no se tiene en cuenta en las primeras etapas de intervención en situaciones de crisis y emergencia.

La Sra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, ha querido subrayar lo importante que es garantizar la educación de los millones de niños y jóvenes cuyo futuro peligra por los conflictos, los desplazamientos y los desastres naturales. “Es necesario considerar la educación como un elemento de la respuesta temprana cuando se produce una crisis y ha de ser una parte esencial de cualquier estrategia de consolidación de la paz”, afirmó.

Urgencia e innovación

La MLW, auspiciada conjuntamente por la UNESCO y el ACNUR en colaboración con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UTI) –la organización de las Naciones Unidas especializada en  tecnologías de la información y la comunicación- congregará a líderes y expertos de los diferentes e interconectados sectores de la educación, las tecnologías y las crisis humanitarias para compartir prácticas innovadoras que se llevan a cabo en todo el mundo y dar visibilidad a las opciones de que disponen los gobiernos y otros organismos.

Mark West, especialista en TIC de la UNESCO, afirma que “el potencial de la tecnología móvil para facilitar el aprendizaje en situaciones de emergencia y crisis humanitaria es considerable, pero apenas empezamos a entender cuál es el mejor modo de potenciarlo y cómo aprovecharlo a gran escala.”

La UNESCO tiene un programa específico que investiga cómo las tecnologías móviles asequibles pueden potenciar el aprendizaje, especialmente entre los grupos humanos más vulnerables. El ACNUR, que también realiza estudios en torno al tema, ha creado una unidad para la innovación, encargada de elaborar soluciones que ayuden a los refugiados, y se ha asociado con otras organizaciones para formar el Humanitarian Education Accelerator (Programa acelerador de la educación humanitaria), con el fin de definir, apoyar y difundir las últimas innovaciones educativas. El ACNUR también trabaja en asociación con universidades, organizaciones y donantes en el marco del Consorcio de Aprendizaje Conectado para la Educación Superior de los Refugiados, que promueve y coordina el acceso a una enseñanza superior reconocida y de calidad en situaciones de conflicto, crisis humanitaria y desplazamiento.

 “Es fundamental que los niños que se encuentran en situación de desarraigo debido a las guerras y a la violencia no se queden aún más rezagados”, afirma Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. “Debemos ser creativos en la búsqueda de soluciones”.

Por su parte, la Sra. Jacqueline Strecker, responsable de la iniciativa Learn Labdel ACNUR en Kenya afirma: “Llevar la educación a los contextos donde hay refugiados es un camino plagado de obstáculos como la falta de recursos, docentes con una formación limitada y un sinfín de temas relacionados con la protección. Las tecnologías móviles ayudan a solventar estos problemas y para los estudiantes son una puerta abierta al mundo”.

La MLW, que es el principal evento de la conferencia anual de la UNESCO sobre el uso de las TIC en educación, llega a su sexta edición y a ella acuden representantes gubernamentales de más de 50 Estados Miembros de las Naciones Unidas. Este año participarán más de 100 ponentes. El plazo de inscripción está abierto y la UNESCO y el ACNUR invitan a proponer ponencias y talleres hasta el martes 17 de enero de 2017.

En la edición de este año se celebrará en primer lugar un simposio, el lunes 20 y el martes 21 de marzo; los talleres tendrán lugar el miércoles 22 de marzo; losStrategy Labs (talleres sobre estrategias) están previstos para el jueves 23 de marzo y, por último, el viernes 24 de marzo, habrá un Foro sobre Políticas del más alto nivel, realizado con la colaboración de la UIT.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/mobile_learning_week_2017_education_in_emergencies_and_c/

Imagen: http://www.unesco.org/new/typo3temp/pics/f01ed27f39.jpg;pv37787f0a1b2f7e4c

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La participación como herramienta para el futuro de la juventud refugiada en Ecuador.

Jóvenes refugiados y ecuatorianos viviendo en frontera de Ecuador con Colombia compartieron una jornada lúdica para analizar problemas de la juventud y proponer iniciativas de inclusion.

 

América del Sur/Ecuador/20.12.2016/Autor y Fuente:http://www.acnur.org/

Para Laura, su sueño más grande es llegar a ser como su mamá. Lo escribe en un globo detenidamente, en letras grandes y lo comparte con chicos como ella, de entre 14 y 18 años. Durante el resto del día, lleva este globo -y con él su sueño- con mucho cuidado en cada estación que compone el circuito de actividades del día.

En la siguiente estación, Laura y los demás jóvenes, la gran mayoría refugiados de origen colombiano pero también ecuatorianos, escriben los obstáculos que enfrentan para hacer sus sueños realidad. Las dificultades para adaptarse en su nueva escuela llenan una hoja de papel. Con las dificultades escritas, Laura guarda el papel en una vasija, llena de otras hojas de papel igual que la suya, y decide olvidar las malas experiencias.

“Toca seguir adelante y aprender”, añade esta joven adolescente estudiante de secundaria originaria de la ciudad de Cali, Colombia. Como una de los cerca de 60.000 refugiados que viven en Ecuador, las dificultades para integrarse en su barrio y escuela suponen limitantes para el proceso de construcción de una nueva vida en el país que les ha dado acogida tras huir de la persecución, la violencia y lo conflictos.

Escribir y compartir sueños y obstáculos fueron parte del diagnóstico participativo Que tu voz se escuche, la primera de una serie de acciones que lleva a cabo la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, con jóvenes de comunidades fronterizas procedentes de las provincias de Carchi, Sucumbíos e Imbabura, ubicadas en el norte de Ecuador.

“Poder escuchar de primera mano a los niños, niñas y adolescentes es crucial para realizar nuestro trabajo”, añade Holger Bastidas, Asociado de Programas de la oficina de ACNUR en Ibarra y Tulcán, al norte de la capital, Quito. Para él, esta actividad es clave en la protección a la niñez y permite sentar bases para un mayor enfoque en derechos individuales. “Es necesario escuchar a los jóvenes, comprender el día a día para así entender qué acciones concretas debemos realizar como agencia humanitaria”.

A través de una metodología lúdica, ACNUR y la organización HIAS recogieron las anécdotas, sugerencias y dudas compartidas por las y los jóvenes. Este mecanismo de participación juvenil que favorece el diálogo estructurado y un intercambio de ideas, permitirá al ACNUR sentar las bases para crear respuestas adecuadas que fomente procesos integrales, inclusivos, sostenibles y seguros para la integración local de la juventud refugiada en Ecuador.

“Me siento en confianza en un espacio así. Con los otros chicos. Afuera se puede hablar, pero no así como lo hacemos aquí”, explica Jenary, participante de 19 años proveniente de Colombia, quien también expresa su deseo de poder participar de forma regular en eventos de este tipo.

En palabras de Peter Janssen, Representante Adjunto del ACNUR en Ecuador: “Estas actividades brindan un espacio seguro donde la población joven refugiada puede expresarse. Es clave para generar un sentido de pertenencia, para poder trabajar de manera efectiva en su integración en su nueva comunidad, donde se pueden desarrollar como actores que aportan con su esfuerzo y habilidad. ”

En Ecuador, donde alrededor de 230.000 personas han solicitado protección internacional tras huir de la guerra y la persecución, el 21% de la población reconocida como refugiada tiene menos de 18 años. ACNUR trabaja para favorecer que niños, niñas, adolescentes y jóvenes, especialmente aquéllos solos y separados de sus familias, puedan reconstruir su vida en paz, favoreciendo la participación y fomentando que puedan desarrollar en el futuro medios de vida sostenibles.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/la-participacion-como-herramienta-para-el-futuro-de-la-juventud-refugiada-en-ecuador/

Imagen: http://www.acnur.org/fileadmin/_processed_/csm_12.2016.12_Ecuador_3ca9125714.jpg

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Guatemala: Las niñas y los niños centroamericanos enfrentan un duro camino hacia el norte.

Huyendo de la violencia en El Salvador y Honduras, las niñas y niños corren el riesgo del ser víctimas de abuso por contrabandistas y cárteles de la droga en un trayecto desesperado por encontrar seguridad.

Por: ACNUR.

Carlos de nueve años de edad y Susana de cuatro años de edad, permanecen sentados en las bancas del Río Usumacinta en Guatemala con su padre, Gerónimo Vázquez*, mirando sobre el agua hacia México, a donde planean viajar por la tarde sin documentos.

Trabajando en El Salvador, su país nativo, como oficial de policía, Vásquez estuvo involucrado en un tiroteo en el que murió un miembro de una pandilla callejera. Como venganza, los miembros de la pandilla rociaron su casa con disparos mientras que su familia permanecía dentro.

Al día siguiente partió hacia Estados Unidos con su esposa y sus hijos en un desesperado viaje terrestre en busca de seguridad, lo que según él, está resultando especialmente difícil para su joven familia.

“Es difícil para los niños. Ellos no entienden lo que está pasando pero no podíamos dejarlos en casa con toda esa violencia”, dice Vázquez, levantando a su hija. “Es mejor que ellos vengan con nosotros, incluso si este es un camino duro”.

«No podíamos dejarlos en casa con toda esa violencia”.

El año pasado, alrededor de 110.000 personas huyendo de las pandillas y otros tipos de violencia en los países del Triángulo Norte de Centroamérica, región comprendida par Guatemala, El Salvador y Honduras, buscaron asilo en el extranjero, cinco veces más desde 2011, según cifras del ACNUR.

La mayoría busca protección en Estados Unidos y México, aunque la cifra real de aquellos que corren por sus vidas es mucho mayor, pues algunos huyen sin documentos y no presentan solicitudes formales de asilo por falta de información o miedo a ser detenidos y deportados.

Entre los que corren una serie de peligros en el camino hacia el norte, hay un número creciente de niños. Además de los peligros físicos de cruzar los ríos fronterizos, las selvas y los desiertos, corren el riesgo de ser secuestrados por delincuentes vinculados a cárteles de la droga, y son vulnerables a los abusos sexuales. Otros quedan a merced de los traficantes de personas, cuya única preocupación es ganar dinero.

En este desordenado asentamiento fronterizo, sólo en el norte de Guatemala alrededor de 300-400 personas emprenden viaje hacia México a través del río cada día, según un funcionario de la Cruz Roja Guatemalteca, muchos pagan 150 quetzales, alrededor de $20 dólares, para cruzar en bote de remos, evitando los puestos fronterizos.

Aproximadamente 1 de cada 4 personas en dirección al norte son menores, algunos acompañados por sus padres, como Carlos y Susana, mientras que otros realizan el viaje solos.

“Es algo que asusta…Cuando sigues este camino sabes que estás poniendo tu vida en gran peligro”, dice Rodrigo Barrera*, de diecisiete años de edad, quien huyó de Honduras debido a la violencia generada por las pandillas, llegando a La Técnica sin un centavo en sus bolsillos.

«Sabes que estás poniendo tu vida en gran peligro”.

Como muchos menores no acompañados, no tiene idea del camino que tomará, dónde se quedará o cómo reaccionará si la policía lo detiene.

Los niveles de violencia en el Triángulo Norte han alcanzado niveles nunca vistos. Aquellos que corren por sus vidas a menudo llevan a sus pequeños hijos con ellos. Los niños lidian con raciones esporádicas de comida y con la falta de sueño durante el camino, descansando en autobuses, trenes, moteles, albergues o en el monte, afirman los trabajadores humanitarios.

En el módulo de la Cruz Roja Guatemalteca ubicado en la zona, la paramédica Miriam Castañeda describe cómo ella atiende a niños con diarrea, fiebre, tos y malnutrición. Castañeda afirma que frecuentemente las familias se ven obligadas a caer en manos de los llamados coyotes, o traficantes, que cobran alrededor de $6.500 dólares para llevar a las personas centroamericanas a Estados Unidos sin documentos. Estos coyotes hacen que los grupos sigan adelante, incluso si un niño está enfermo.

Abraham Suyen, quien trabaja para la Iglesia Católica a favor de los migrantes y refugiados en la zona, dice que las complicaciones psicológicas resultan ser más severas entre los niños en movimiento.

“Tenemos a niños que son forzados a huir de sus hogares, se van llorando, desesperados, estresados y tienen miedo de ser secuestrados”, dice Suyen. “Es un trauma muy fuerte que los marca para toda la vida”.

Suyen también señala los riesgos de explotación sexual para los menores.

«Existe el temor de ser víctimas del trata con fines de explotación sexual. Esta es probablemente su mayor preocupación», dice. «Podrían decir que tienen 22 años, cuando se ven de 15. Quieren ocultar su edad porque saben que son un blanco fácil».

Las autoridades guatemaltecas han reportado más de 5.000 víctimas de trata o de explotación sexual en un período de cinco años, de acuerdo con un informe de UNICEF de 2016. Según el reporte, más de la mitad de las víctimas son menores, siendo el grupo más vulnerables las niñas de 12 a 17 años, muchas son de Honduras y El Salvador.

A lo largo de la frontera mexicana, los cárteles de la droga como los Zetas, llevan a cabo secuestros masivos de migrantes y refugiados a cambio del rescate, frecuentemente asesinando a aquellos que no pagan.

ACNUR aboga enérgicamente por la protección de las personas desplazadas por la fuerza. Salvaguardar los derechos de las niñas y los niños que huyen en busca de seguridad presentando su propio conjunto de desafíos.

“Ellos son vulnerables, por ser menores y estar en desplazamiento”, dice Paula Worby, jefa interina de la oficina del ACNUR en la región de Petén, Guatemala.

Gran parte del apoyo actual a los que están huyendo proviene de una combinación de albergues administrados por iglesias, módulos de la Cruz Roja y voluntarios. A veces, los residentes ayudan espontáneamente a los menores no acompañados.

A pesar de los peligros y las dificultades del camino muchos, como José Barrera, no ven alternativas. Regresar a casa no es una opción, pues teme por su vida, y las vías migratorias regulares para buscar protección internacional a través de rutas más seguras son extremadamente limitadas. Él dice que está decidido a seguir adelante, con la esperanza de llegar a Houston, Texas.

“Quiero seguir adelante, porque detrás hay sólo maldad”, dice Barrera. “Tengo miedo pero también tengo la esperanza de tener una mejor vida”.

*Todos los nombres de los refugiados han sido modificados por cuestiones de protección.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/las-ninas-y-los-ninos-centroamericanos-enfrentan-un-duro-camino-hacia-el-norte/

Imagen: http://www.acnur.org/fileadmin/_processed_/csm_12.2016.09_Ni%C3%B1os_Centroamerica_c1b91aa8ad.jpg

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La clave de un futuro sostenible para refugiados y sus comunidades.

América del Norte/Estados Unidos/01.11.2016/Autor y Fuente:http://www.acnur.org/

La educación para niños y jóvenes refugiados constituye un componente fundamental del mandato internacional de protección de refugiados del ACNUR. La educación también contribuye a soluciones a largo plazo, asegurando que las generaciones de desplazados cuenten con las herramientas necesarias para la reconstrucción de sus vidas y de sus comunidades, tanto en el país de asilo, como en el momento de su retorno al país de origen, o tras el reasentamiento a un tercer país.

La Agencia de la ONU para los Refugiados responde actualmente a la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. La mitad de ellos son niños menores de 18 años, por lo que la urgencia de una educación para estos jóvenes, así como para niños y jóvenes apátridas, nunca ha sido tan elevada. Se estima que solamente la mitad de los niños refugiados se encuentra matriculada en educación primaria, y uno de cada cuatro se encuentra cursando estudios secundarios. Solo el uno por ciento de jóvenes refugiados tiene la oportunidad de acceder a estudios superiores.

La Estrategia Educativa del ACNUR (2012-2016) tiene como objetivo incrementar las oportunidades de niños y jóvenes refugiados para acceder de forma segura y estable a una educación de calidad, desde las primeras etapas de la educación primaria hasta el nivel universitario. La Agencia de la ONU para los Refugiados trabaja conjuntamente con autoridades nacionales para la inclusión de niños refugiados y apátridas a los sistemas educativos nacionales y en el desarrollo de oportunidades educativas de calidad en situaciones en las que esto no es posible. El ACNUR trabaja también con un variado grupo de socios a nivel mundial para velar por el derecho a una educación de calidad para todos los niños y jóvenes desplazados de acuerdo con el Objetivo de Desarrollo Sostenible #4.

“En medio del contexto devastador de los conflictos y el desplazamiento, la educación brinda una luz de esperanza a niños y jóvenes refugiados para imaginar y construir un futuro estable”.

Fuente: http://www.acnur.org/que-hace/asistencia/educacion/

Imagen: http://www.acnur.org/fileadmin/_migrated/pics/educacion.jpg

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Colombia: Niños de la Paz en Colombia y Ecuador.

América del sur/Colombia/01.11.2016/Autor y Fuente:http://www.acnur.org/

El proyecto “Mejorando el acceso a la educación y la protección para los niños afectados por el conflicto colombiano (Colombia y Ecuador)”  comenzó a implementarse en el 2013 por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La realización de este proyecto ha sido posible gracias al apoyo de la Unión Europea, ganadora del Premio Nobel de la Paz 2012, que decidió donar parte del dinero del premio al ACNUR para la protección de miles de niños refugiados y desplazados colombianos que han huido del conflicto armado interno.

“Estamos encantados de que la Unión Europea haya decidido apoyar a las víctimas más vulnerables de una crisis que no llega a los titulares muy a menudo”, dijo el Alto Comisionado para los Refugiados, António Guterres. “La educación es una de las necesidades más apremiantes de los niños colombianos afectados por el conflicto, y es un importante gesto compartir este premio con ellos”.

Los colombianos siguen sufriendo los efectos de un conflicto armado que ha persistido durante décadas. Hay aproximadamente 4 millones de personas registradas oficialmente como desplazadas internamente en Colombia y decenas de miles de refugiados fuera del país, incluyendo más de 55.000 refugiados registrados en Ecuador. El 60% de ellos vive en zonas urbanas, mientras que el otro 40% reside en zonas de frontera, en áreas a menudo aisladas y con infraestructura poco desarrollada, donde el acceso a los servicios básicos puede ser muy limitado.

Del número total de refugiados reconocidos en Ecuador, 12.838 son niños y adolescentes. Ellos son particularmente vulnerables a los efectos del conflicto armado colombiano y necesitan especiales medidas de asistencia y protección. En Ecuador a menudo encuentran dificultades para proseguir sus estudios. Debido a los escasos recursos económicos pueden estar en la imposibilidad de adquirir uniformes y materiales escolares, mientras que la falta de los registros de Colombia puede representar un obstáculo a la hora de inscribirse a la escuela en el Ecuador.

En Colombia, según la Defensoría del Pueblo, los niños y adolescentes están en riesgo de ser reclutados forzosamente por parte de los grupos armados ilegales, lo que suscita graves preocupaciones con respecto a las tasas de abandono escolar. Las minas antipersonales y la presencia de cultivos ilícitos en determinadas zonas del país representan otros graves factores de riesgo. Los niños y adolescentes en Colombia pueden disfrutar de una mejor protección también gracias a actividades educativas y a la creación y mejora de espacios escolares protegidos, como medida de prevención del reclutamiento forzado y otros efectos del conflicto armado.

Gracias a la contribución de la Unión Europea es posible proporcionar apoyo educativo a 4.750 niños y adolescentes colombianos, incluyendo a 3.200 refugiados en Ecuador y a 500 niños y adolescentes pertenecientes a pueblos indígenas amenazados por el conflicto armado. El apoyo incluirá becas, entrega de uniformes escolares, materiales y actividades educativas y lúdicas. Además, se renovarán algunas escuelas en los barrios y zonas con más necesidades, beneficiando tanto a los niños desplazados como a los de las comunidades locales.

La UE fue el tercer mayor donante del ACNUR en 2012. Financia principalmente ayuda humanitaria centrándose en poblaciones vulnerables y apoyando especialmente a víctimas de las crisis olvidadas en el mundo. Al mismo tiempo, la UE apoya los objetivos del ACNUR a largo plazo tanto dentro como fuera de Europa, incluida la reintegración socioeconómica de los refugiados retornados, el desarrollo de los sistemas de asilo y el fortalecimiento de instituciones estatales para mejorar la asistencia gubernamental para desplazados y refugiados.

Ayuda de la Unión Europea para los niños en situación de conflicto:

El Premio Nobel de la Paz 2012 fue entregado a la Unión Europea por sus enormes logros en mantener la paz en el continente europeo. La Comisión Europea decidió donar el dinero del Premio Nobel a los niños que no tienen derecho a crecer en paz. Por su lado, la Unión Europea decidió redoblar el monto, lo que ha permitido instituir un fondo común de 2 millones de dólares para financiar cuatro proyectos para la educación de niños afectados por situaciones de conflicto en diferentes zonas del mundo.

Fuente: http://www.acnur.org/que-hace/asistencia/educacion/echo-y-acnur-por-la-educacion/ninos-de-la-paz-en-colombia-y-ecuador/

Imagen: 

http://www.acnur.org/fileadmin/_processed_/csm_ACNUR_SAguilar3_70__5e505a2608.jpg

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ECHO y ACNUR por la educación.

Por: ACNUR.

Niños de la Paz:

La mitad de las víctimas de los conflictos en el mundo son niños, quienes son las víctimas más vulnerables y con frecuencia los más afectados por los conflictos. Cuando la Unión Europea recibió el Premio Nobel de la Paz en el 2012 decidió utilizar el dinero del premio para crear un legado duradero en la forma de la Iniciativa de la UE Niños de Paz. La iniciativa financia proyectos humanitarios dirigidos a niños en zonas afectadas por conflictos, que ayuden a facilitar el acceso a escuelas donde los niños puedan aprender en un ambiente seguro y además contar con apoyo psicológico para superar las traumáticas experiencias a las que se han visto expuestos.

Gracias al proyecto “Niños de Paz” implementado por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se están llevando a cabo proyectos en Colombia y Ecuador y se están iniciando en México y Centroamérica para mejorar así la protección de miles de niños refugiados y desplazados en la región que han huido del conflicto y la violencia.

Niños de la Paz en Colombia y Ecuador:

El proyecto “Mejorando el acceso a la educación y la protección para los niños afectados por el conflicto colombiano (Colombia y Ecuador)”  comenzó a implementarse en el 2013 por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) y ACNUR.  Gracias a la contribución de la Unión Europea se ha brindado apoyo educativo a cientos de niños y adolescentes colombianos, incluyendo a niños refugiados en Ecuador y a menores de edad pertenecientes a pueblos indígenas amenazados por el conflicto armado. El proyecto ha permitido entregar becas, uniformes escolares, materiales educativos, realizar actividades educativas y lúdicas con los niños y renovar algunas escuelas en los barrios y zonas con más necesidades, beneficiando tanto a los niños desplazados como a los de las comunidades locales.

ACNUR y ECHO iniciarán el proyecto de “Niños de Paz” en San Marcos y Petén en Guatemala, y en Ixtepec, Tenosique y Tapachula, al sur de México para promover la protección de la niñez no acompañada centroamericana a través de actividades educativas, recreativas y lúdicas. “Niños de Paz” se enfoca en la protección de los menores que se encuentran en albergues y/o centros de detención migratoria en México o Guatemala a través de actividades educativas y recreacionales, el fortalecimiento de las capacidades de autoridades e instituciones claves y de la sociedad civil, en mejorar la infraestructura de los centros y albergues y establecer mecanismos de identificación de los menores con necesidades educativas y de protección

Fuente: 

http://www.acnur.org/que-hace/asistencia/educacion/echo-y-acnur-por-la-educacion/?sword_list[]=educacion&no_cache=1

Imagen: http://www.acnur.org/fileadmin/_migrated/pics/enlace_ninos_de_paz_colombia.jpg

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