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Violencia marca el universo infantil

Keila E. Rojas L

Panamá está entre los diez países a nivel mundial con la tasa más alta de homicidio infantil, según el informe ‘En deuda con la niñez’

Los diez países, de 172 a nivel mundial, con las tasas más altas de homicidios infantiles son todos de América Latina y el Caribe, entre ellos Panamá, de acuerdo con las conclusiones de un nuevo informe de Save the Children, sobre la niñez en el mudo.

El informe ‘En deuda con la niñez’ concluye que al menos para 30 millones de niños y niñas -y probablemente para millones más- la promesa del disfrute de una niñez plena se ha desvanecido antes de tiempo.

De acuerdo con el informe, América Latina y El Caribe es la región con las tasas de homicidio infantil más altas del mundo como consecuencia del aumento de los niveles de violencia. La probabilidad de ser matado es al menos 2.5 veces más alta para un niño, niña en América Latina y El Caribe que en cualquier otra región.

Panamá ocupa la posición novena de acuerdo al documento. Honduras, Venezuela y El Salvador son los tres primeros puestos seguidos por Colombia, Brasil y Guatemala. Trinidad y Tobago y República Dominicana ocupan el séptimo y octavo lugar del ranking de los diez países con las tasas más altas de homicidios infantiles, mientras que Belice se ubica en la última posición (ver gráfica).

Sufrir la violencia, presenciar la violencia o temer la violencia no debería formar parte de la etapa del crecimiento. ‘Esto (la violencia) no solo marca de manera negativa la vida del infante, si no también la de los adultos en su entorno y de la sociedad en general’, apunta la psicóloga Nilka Magallón.

Según el documento solo en 2015, más de 75 mil niños y niñas menores de 20 años fueron asesinados, el 59% de los cuales eran adolescentes de entre 15 y 19 años. Cada una de estas muertes representa a otros cientos o incluso miles de niños y niñas que viven en entornos de violencia o abuso, donde enfrentan constantes amenazas a su supervivencia y desarrollo sano.

Aunque cualquier persona puede cometer actos de violencia física contra los niños y las niñas, con frecuencia se cita como culpables a adultos en posiciones de confianza y autoridad.

En cuanto al tema, Magallón, psicóloga de niños y adolescente, afirma que ‘como el infante confía en que quienes tiene a su alrededor lo protegerán, regularmente su inocencia no los lleva a pensar que lo que le irán hacer o están haciendo es algo malo para el, hasta cuando ya tienen conciencia de lo que está pasando’.

VIOLENCIA ENTRE MENORES DE EDAD

El informe señala que los actos de violencia física contra la infancia también son comunes entre los mismos niños, niñas y jóvenes. ‘Lo que en ocasiones puede empezar con bromas si no es controlado sea en un ambiente escolar o lugar donde residen, puede convertirse en actos de violencia’, dice Magallón.

Agrega que las consecuencias de la violencia son ‘muchas’ las cuales, ‘si no son tratadas a tiempo afectarán la vida adulta de la personas’.

Según el informe publicado a nivel mundial ayer 31 de mayo, a razón del Día del Niño, la exposición a la violencia puede trastornar el desarrollo normal de un niño o una niña y afecta el bienestar tanto a corto como a largo plazo. Las consecuencias a veces incluyen trastornos del comportamiento, como la agresividad y la incapacidad de relacionarse con los demás; trastornos emocionales, como la depresión y la ansiedad; y trastornos relacionados con la salud, como el trastorno del sueño y las pesadillas.

En todos los países, tanto ricos como pobres, se producen homicidios infantiles y abuso infantil, pero las tasas más altas de homicidios infantiles se concentran en América Latina y el Caribe, donde los actos delictivos violentos han aumentado durante la pasada década.

En las comunidades donde la actividad de pandillas es frecuente, el temor a las pandillas a veces impide a los estudiantes ir a la escuela y a los jóvenes trabajar.

NIÑOS CON MAYOR RIESGO DE MORIR

En todas las regiones del mundo, las tasas de homicidio entre los niños son más altas que entre las niñas. La diferencia entre ambos sexos es especialmente chocante en América Latina y el Caribe, donde los niños tienen casi siete veces más probabilidades de morir asesinados que las niñas.

La violencia contra la infancia también provoca daños en toda la sociedad, incluidos los costos directos e indirectos que implica el aumento de los gastos sociales y la pérdida de productividad económica.

Otro de los peligros que enfrentan la niñez, sobre todo las niñas, en la región es la maternidad adolescente. Según el informe, la tasa de natalidad entre las adolescentes es la segunda más alta de todas las regiones, después de África: 1 de cada 13 niñas entre 15 y 19 años dan a luz anualmente. República Dominicana, Nicaragua, Guyana y Guatemala son los países con las tasas más altas.

A pesar de que la tasa de natalidad entre las adolescentes ha disminuido desde fines de la década de los 90, esta permanece alta en zonas pobres y desfavorecidas. Según informes de Naciones Unidas, los índices de embarazos son de 3 a 5 veces mayores entre adolescentes de recursos limitados que entre adolescentes que cuentan con recursos económicos.

A pesar de estos hallazgos, se han registrado ciertos progresos en la región. La tasa de matrícula en la escuela primaria aumentó de 87% en 1990 a 94% en 2015 y se redujo la tasa de mortalidad de menores de cinco años en un 69% en el mismo período.

Sin embargo, el progreso no se ha dado de manera equitativa y millones de niños y niñas todavía ven interrumpida su niñez debido a quienes son o donde viven.

AMÉRICA LATINA

A pesar de las desfavorables cifras, hay aspectos positivos en la región

Chile, Costa Rica, Argentina y Cuba son algunos de los países con mejor desempeño en el índice

Estos cuatros países tienen tasas de violencia mucho más bajas que el resto de la región.

Cuba también tiene una de las tasas más bajas de mortalidad de niños y niñas menores de 5 años en el mundo.

Save the Children promueve la campaña Hasta el Último Niño y Niña a favor de los infantes.

Fuente del articulo: http://laestrella.com.pa/vida-de-hoy/familia/violencia-marca-universo-infantil/24004784

Fuente de la imagen: http://laestrella.com.pa/media/news/image/323840_800x600_crop_592f66218d3c2.jpg

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Nigeria: Plan Internacional alerta de toda ‘una generación de niños perdida’ para la educación

África/Nigeria/28 Mayo 2017/Fuente:diariosigloxxi /Autor:SERVIMEDIA

La violencia de Boko Haram en el noroeste de Nigeria ha dejado a toda una generación de niños y niñas sin educación, según alertó este martes Plan International con motivo del día de África, que se celebra el próximo 25 de mayo.

En la cuenca del Lago Chad, que se extiende por Nigeria, Camerún, Níger y Chad, cientos de miles de niños y niñas han visto negado su derecho a la educación porque las escuelas han sido quemadas, bombardeadas o utilizadas para luchar contra la insurgencia. Además, en muchos lugares, los profesores y profesoras han huido debido a los ataques.

En un comunicado, la ONG alertó del impacto de la emergencia en la infancia, sobre todo en las niñas, que son las más vulnerables en situaciones de crisis.

A su juicio, las adolescentes y mujeres jóvenes están más expuestas a sufrir violencia y abusos, embarazos precoces, matrimonios infantiles, esclavitud y tráfico.

Hussaini Abdu, director de Plan International en Nigeria, expresó su preocupación sobre “las consecuencias de una generación perdida. Los niños y niñas que hoy tienen 15 años tenían solo siete cuando comenzó este conflicto, en 2009.

En Nigeria, el acceso a la educación se ha visto especialmente afectado en el noreste del país, escenario de los peores ataques. Más de un millón de personas de la región se encuentran desplazadas de sus hogares, a menudo obligadas a huir de una comunidad a otra por la violencia, lo que dificulta la asistencia al colegio de los niños. En el caso de las niñas, los padres evitan su escolarización por el alto riesgo de secuestros y abusos, agregó Abdu.

Según sus estimaciones, más de 7.000 niñas y mujeres han sido víctimas de la violencia de Boko Haram en el noreste del país, incluyendo matrimonio infantil, violaciones y esclavitud.

“Sin acceso a la educación, los niños y niñas están en mayor peligro de ser reclutados por las organizaciones extremistas y las bandas criminales” o por grupos armados que los utilizan en ataques suicidas o como cascos humanos. A largo plazo, “todo esto dificultará el fin del ciclo de violencia que afecta a la región”, subrayó.

Fuente de la noticia: http://www.diariosigloxxi.com/texto-s/mostrar/238454/plan-internacional-alerta-toda-039una-generacion-ninos-perdida-039-educacion-nigeria

Fuente de la imagen: https://plan-international.es/sites/files/plan/styles/blog_index/public/media_wysiwyg/girl_on_way_to_school.jpg?itok=u-dP

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Entrevista con Oscar Cioncio-Cooperativa Ático. Argentina. Cultura Liberadora. Implicarte, terapia por otros medios

Argentina. Cultura Liberadora. Implicarte, terapia por otros medios: Entrevista con Oscar Cioncio-Cooperativa Ático

Para crear necesitamos el caos no el orden. Picasso decía que cuando tenés la tela en blanco vos la vas a destruir con tus colores, con tus trazados, pasás por distintos momentos de caos hasta llegar a la producción final. El caos es creativo”. Así lo afirma del director de Ático Implicarte, psicólogo social y maestro en pintura, grabado, xilografía, aguafuertes e instalaciones con objetos, entre otras artes. Su infancia transcurrió en Colegiales y se formó en un colegio salesiano, con algunas singularidades: “Mi abuelo paterno era anarquista, con diagnóstico de delirio de persecución –paranoico- y vivía en casa. El abuelo materno era intendente de Escobar por el partido peronista. Uno anarco y otro cuello duro. Mi viejo era un gendarme socialista que renunció a esa fuerza luego de la “Fusiladora”, afirma Oscar. “Cuando fue el bombardeos del ’55 yo era muy pibe y veíamos pasar los aviones desde la terraza, acá, en la calle Amenábar”, recuerda. A la vez, el director de Ático Implicarte, narra que “para ir al colegio salesiano pasaba por el campito donde tenía relación directa con la villa, la murga y el barrio de los gitanos. La sede de Ático está en Colegiales y para mí fue volver a encontrar mi casa en el lugar de origen donde hago las actividades que tienen que ver con la calle, los manicomios, la cárcel y la murga. Yo sigo estando en la murga de Colegiales en la cual está toda la familia: mi hija, mi nieta, mi ex pareja, estamos todos. Respecto de su infancia, Oscar Ciancio evoca que: “Mi niñez fue feliz por lo activa y por las transgresiones. No era lo mismo estar en la villa que en mi casa o en el colegio de los curas donde era un total transgresor. Me echaron de ese colegio, a vieja no le gustó nada y mi abuelo me llenó de regalos”.

-¿Qué estoy nombrando cuando digo “Implicarte”?

-Estás nombrando a una forma de abordar lo artístico sea la pintura, la danza, la literatura, o cualquier expresión, combinada con militancia social. Me acuerdo de maestros como Antonio Berni o Juan Carlos Castagnino que utilizaban la pintura para mostrar el compromiso contra las injusticias. Ahora, respecto de la manera de trabajar con el arte implicado, refiere a hacer que los colectivos, barrios o instituciones sean parte de la producción artística, no se trata solo de tu producción sino de la inclusión de todos en lo elaborado. Así el artista se implica en cuanto a generar un espacio de creación tengan o no experiencia. Un mural puede ser pintado también por quienes nunca tomaron un pincel. Hay una estimulación permanente hacia una mirada activa y no pasiva. Por caso, nosotros acompañamos a los Familiares de Luciano Arruga, (joven torturado, desaparecido y asesinado por la Policía Bonaerense en 2009, por negarse robar para la “fuerza”, crimen que fue encubierto por diversas instancias estatales), desde la primera convocatoria e hicimos un mural bandera. En lugar de hacerse sobre una pared se hace sobre una tela. Ese mural luego se izó en el mástil la Plaza de Luciano y fue algo muy profundo para todos. Podemos hacer el mural en una pared, una gran tela o una placa, para poder trasladarlo. De ese modo, estamos rompiendo también con el usar solo el recurso de las técnicas tradicionales. No se trata de desecharlas. Las usamos con todo respeto para producir otro tipo de estética, con un compromiso ético en relación a lo social.

-¿De qué modo nace el concepto “arte implicado”?

-Si mi memoria no falla, Amnistía Internacional nace allá por los 60 y, luego, crea un programa por el cual las personas muestran su compromiso en la promoción y defensa de los derechos humanos vulnerados en el mundo a través del arte; y con el tiempo se fue enriqueciendo. También influenció para su surgimiento un gran movimientos de artistas, por ejemplo en nuestro país, como te dije: Berni, Castagnino o Benito Quinquela Martín, en La Boca. En la áreas donde se más se desarrolló es en pintura y en grabado.

-Siempre hablás de “educación por el arte” y de “arteterapia”…

-Sucede que duramente varios años fui docente en diversas escuelas y muchos de nosotros fuimos impactados por la corriente de “Educación por el arte”, creada por e Herbert Read, poeta y anarquista inglés. Se impulsaba que todo el sistema educativo esté relacionado al arte, trabajás Matemáticas, Historia o Geografía en forma sincronizada con el educador en arte. Esto de “Educación por el arte” tiene un hilo muy finito con el “Arteterapia”. Cuando yo empiezo a trabajar con el tema antimanicomial, obviamente, tomo ambos conceptos para mi labor de educador, porque el sistema educativo tiene que ver con lo organizativo: Se trata de una educación libertaria o popular frente a la tradicional.

Y en Arteterapia, a una persona que está internada en un manicomio, que no puede expresarse a través de la palabra, le brindás herramientas para hacerlo de otro modo, es una búsqueda de comunicación a través del hecho artístico. Se puede aplicar en las escuelas y en los tratamientos psicológicos, psicoanalíticos o psiquiátricos. Para dar un ejemplo: Hace unos días fuimos desde Ático a acompañar a Irma Caupán Perrioti y Jorgelina Araceli Méndez en el proyecto de Nodos de Promoción de Salud del Hospital Alvear y pusimos música desde un equipo. Inmediatamente se acercaron cuatro chicas que estaban internadas e hicimos un taller con ellas. Ahora vamos a reiterar la experiencia porque fue excepcional en estas Prácticas militantes en Salud. Y estamos seguros que vendrán muchas más, las chicas mismas nos pidieron seguir porque se quedaron con mucho entusiasmo a partir de la generación del vínculo. Y precisamente el vínculo es la necesidad esencial de la persona que te viene a ver.

-¿Cómo te incorporaste a Ático?

-Fue a partir de una invitación de Alfredo Grande. Cuando lo conozco el hablaba de psicoanálisis implicado y yo venía con esto del arte implicado. Y apenas lo escuché me identifiqué inmediatamente porque encontré una relación total con lo que él planteaba. Y luego, la amistad y el trabajo conjunto me confirmaron que no estaba equivocado. Ático es una cooperativa de trabajo en salud mental donde tenemos múltiples iniciativas y una matriz en la que coincidimos todos. Yo siento que allí puedo desarrollar la tarea para la que me formé durante gran parte de mi vida y lo sigo haciendo porque el aprendizaje no termina nunca.

-¿Qué fue la experiencia de “Voces de los muros?

– “Voces de los muros” nació en el Borda, donde trabajamos en el Frente de Artistas, con Alberto Sava, “La colifata” y otros espacios que funcionaban en el Hospital. Yo estaba coordinando el Taller de Plástica y cuando decidimos pintar el frente del galpón surgió la idea de hacer un taller de murales y luego, ese taller se transformó en Voces de los muros. Y después de la represión nos fuimos del Borda y se transformó en una organización social. Recordemos que en ese 2013 donde nos reprimieron estaban en la Ciudad, Mauricio Macri, Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. Teníamos un compromiso muy grande, íbamos todos los domingos y realizábamos una tarea muy efectiva y a la vez gratificante, aunque como sucede con toda la militancia le quitás tiempo a la vida familiar.

-Tenés dos hijas que también están vinculadas a la salud mental. Bajaste línea, según parece…

-Sí, bajé línea, pero nunca lo hice desde la imposición. Vivimos en una especie de casa-taller por darte una idea aproximada, yo no concibo vivir escindido de lo que pienso, digo y milito. En mi casa se respiró ese clima, entonces ellas lo vivieron como algo cotidiano, no como una obligación y lo eligieron como su opción de vida: Una es psicóloga y la otra se está preparando para trabajar con niños autistas.

-Vos distinguís la lucha antimanicomial de la desmanicomialización…

-Sí, acá en la Argentina a la desmanicominalización se la relaciona con el proceso de Trieste, Italia, con Franco Basaglia como su impulsor, donde se cerraron los manicomios. Pero lo que sostengo es que no es suficiente con cerrar los manicomios, instituciones como el Borda, el Moyano o el Tobar García. Porque si vos vas a cualquier hospital público hay también un estado manicomial. La manera en que es atendida una persona te lo dice de modo contundente, recibe un maltrato cruel, porque están colapsados y otras razones. Si vos venís un día y no te atienden luego de horas de cola, si te dan fecha a la larga para algo urgente, si tenés que quedarte a dormir en el piso para conseguir que te atiendan al otro día, entre otras barbaridades, estás viviendo en un estado manicomial.

-Te escuché poner énfasis al diferenciar entre crueldad y violencia…

-Así es, prefiero usar el término “crueldad de género”, cuando un hombre golpeador y abusador de una mujer la somete. Puede que ella tenga una reacción violenta, pero esa es una violencia legítima, defensa propia y nada tiene que ver con la crueldad. Hoy tenemos casos en los que el sistema penal condena esa defensa legítima y lo que está sancionando es el ejercicio de un derecho.
La sociedad, el sistema, la cultura represora ejercen diversas crueldades y luego reprueba las respuestas violentas que promueven las mismas. Fijate los chicos que el sistema tira a la calle, a la selva, a veces responden con una violencia que suele ser su defensa. O, por caso, yo estoy vinculado con luchadorxs de diversidad de género. Las mujeres trans hace tiempo se organizaron y obtuvieron conquistas valiosísimas. Pero todas ellas fueron pibas sometidas a mucha represión, familiar, social, grupal, institucional, entre otras, por no acatar la lógica biológica. Y empezando por la familia hubo crueldad al no escucharlas, porque si hoy es una mujer, cuando ella decía que era una nena, era una nena.

-La forzaban a ser lo no que no era por todos los medios…

-Eso, exactamente, hizo la cultura represora, devastó a muchas y te podría hablar de cualquier otro área de discriminación, que fueron luchando y creando un espacio de resistencia. Allí, hubo quienes enfrentaron al “orden sagrado”, y se produjo ese caos creativo nada menos que para defender la vida, la integridad y el derecho a ser lo que deseo ser.

Fuente: http://kaosenlared.net/argentina-cultura-liberadora-implicarte-terapia-por-otros-medios-entrevista-con-oscar-cioncio-cooperativa-atico/

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Entrevista a Patricia Gordon: “Hay que trabajar en la educación de los varones”

30 Abril 2017/Fuente y Autor:elmarplatense

Con el femicidio de Araceli Fulles, la cruel estadística marca que en Argentina fueron asesinadas 28 mujeres en los primeros 28 días de abril. El número es escalofriante y mantiene en vilo a la sociedad, dentro de una problemática compleja, en la que los especialistas coinciden en que requiere de un abordaje integral.

En diálogo con El Marplatense, Patricia Gordon, psicóloga de Mar del Plata y titular de la ONG En Red, que asiste a las víctimas de violencia género, remarcó la importancia de trabajar en la educación de los varones, desde niveles iniciales, para empezar a reducir los niveles de violencia sobre las mujeres. Además, indicó que en General Pueyrredon se cumplen “muy pocos puntos” de la emergencia en violencia de género, aprobada en junio del año pasado.

“Hay muchas autoras que vienen estudiando el tema y que vienen planteando que esto tiene que ver con un mensaje que se inscribe en el cuerpo de las mujeres. Lo tenemos que analizar desde distintos puntos de vista y hay algo muy importante, que es la educación, la prevención y que es con lo que vamos a tener que seguir trabajando, pero no solamente con las posibles víctimas, sino con los varones. Esto tiene que empezar desde las etapas iniciales de la educación, para que en algún momento esta realidad se pueda transformar”, explicó Gordon.

Ante la cantidad de femicidios que ocurren en Argentina, Gordon indicó que “estamos pasando por un momento muy duro, muy crudo y muy alarmante. El tema es que acá no se puede analizar desde una sola perspectiva: tenemos que tener en cuenta muchas variables. A veces hacemos recaer todo en la Justicia y me parece que, más allá de las falencias de la Justicia con el tema de los violadores y la reincidencia, estamos hablando de una violencia que es estructural y que lamentablemente siempre recae sobre el cuerpo de las mujeres”. Y agregó: “Creo que este tema del femicidio está estrictamente relacionado con el poder y con el ejercicio de ese poder en el cuerpo de las mujeres, con la dominación, con la descalificación. Y vos fijate que desde los medios masivos de comunicación tenemos programas de televisión que continuamente descalifican a las mujeres y la mujer sigue siendo tomada como un objeto de consumo. El violador, el femicida, también toma a la mujer como un objeto que puede controlar”.

“El violador lo que hace es tomar a la mujer como una cosa, como un objeto con el que puede hacer lo que quiere. Inclusive matarla, quemarla y descuartizarla, como fue el caso de Araceli”, sostuvo Gordon.

“A NIVEL LOCAL TENEMOS SERIOS PROBLEMAS”

Con respecto a la situación en Mar del Plata, Gordon manifestó que el problema “no es tomado con la seriedad que se merece”. “El propio intendente (Carlos Arroyo) dijo que esto era una moda”, recordó.

“A nivel local también tenemos serios problemas. Hemos logrado una emergencia en violencia de género, pero se cumplieron muy pocos puntos de esa ley. Y hemos tenido mensajes del propio intendente, que dijo que esto era una moda”, expresó Gordon. “Me parece que el tema no es tomado con la seriedad que se merece. No es una cuestión de alarmismo, es la realidad con la que nos encontramos: en abril ya mataron a 28 mujeres. O sea que la cifra esa de que matan una mujer cada 30 horas no corre más. Ahora es cada 18 horas”, concluyó.

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TAPIA: “HAY QUE PENSAR ESTOS CASOS CON PERSPECTIVAS DE GÉNERO”

Para el juez de Garantías, Juan Tapia, la justicia debe trabajar sobre los femicidios bajo una perspectiva de género. “Hay que remarcar la necesidad de pensar estos casos con una perspectiva de género, que es una herramienta metodológica  que permite ampliar la  visión  y  entender estos  contextos  de desigualdad para pensar, sobre todo, de qué modo intervenir  cuando  hay  pequeñas alertas  de casos de violencia  para que el  Poder  Judicial pueda disponer a  tiempo esa  batería  de  medidas orientadas a  la  protección  de la mujer”, remarcó Tapia.  “Hay que pensar en la  capacitación de los operadores judiciales con  una  perspectiva de género en las áreas universitarias, con temáticas especificas para prevenir estos casos y  para  investigarlos, para llegar  a tiempo cuando hay un  primer aviso o un  alerta,  de cómo intervenir  de una manera efectiva”, agregó.

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Tapia hizo hincapié en la responsabilidad del Estado y señaló que “el término femicidio    obedece a una situación interpersonal derivada de una violencia de género, pero el término feminicidio obedece a la responsabilidad del Estado cuando toma conocimiento de una situación de violencia y no interviene a tiempo como para prevenir un resultado agresivo mayor. En ese sentido también hay una responsabilidad por omisión del Estado. Me parece  que dentro de  este problema complejo, hay también una responsabilidad del Poder Judicial que tiene que ser puesta en consideración, sobre todo para capacitar con perspectiva de género a los operadores”.

Por último, el juez de Garantías se refirió a la especificidad que debe tener el abordaje de este tipo de delitos adentro de las cárceles.  “También hay que tomar en cuenta a la cárcel, porque una vez que encontramos al autor de un delito de este tipo, se necesita un  tratamiento específico. No es lo mismo tener en un pabellón al que vende drogas, al que roba autos, al  que comete una estafa con una tarjeta de crédito o a un hombre violento. Cada uno de estos autores de delitos deberían un tener tratamiento específico para pensar en  una resocialización. En ese tratamiento, el hombre violento necesita una terapia específica para desarmar estructuras y patrones violentos, algo que evidentemente la cárcel hoy no puede brindar”, analizó.

Fuente de la entrevista: http://elmarplatense.com/2017/04/29/femicidios-hay-que-trabajar-en-la-educacion-de-los-varones/

Fuente de la imagen: http://elmarplatense.com/wp-content/uploads/2016/10/marcha-lucia-perez-1.jpg

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UNICEF: urge a prohibir los castigos corporales en escuelas de Malasia

Asia/Malasia/Kuala Lumpur, 27 abr (PL)
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) urgió hoy a Malasia a prohibir el castigo corporal en las escuelas y evitar así sucesos como la muerte de un alumno tras recibir una golpiza.

La vocera de esa organización aquí, Marianne Clark-Hattingh, calificó esa práctica de cruel, inhumana y degradante, y criticó que sea vista como la única forma de disciplinar a los menores, sobre todo en sus centros de enseñanza.

‘Hay consecuencias para nuestra inacción (…) las heridas que le causamos a los niños ahora se convertirán en cicatrices físicas, pero sobre todo emocionales el resto de sus vidas’, aseguró, al referirse también al impacto socioeconómico del problema y exigir respeto a los infantes.

En ese sentido, Clark-Hattingh lamentó el fallecimiento ayer de Mohamad Thaqif Amin Mohd Gaddafi, de 11 años, después de ser azotado por un trabajador de su escuela con una manguera. Antes de morir los médicos le amputaron ambas piernas por una infección.

La funcionaria de Unicef advirtió que ese incidente es la clara evidencia del resultado de recurrir a la violencia y la agresión como supuesto método educativo.

El incidente causó conmoción nacional y la policía arrestó al responsable bajo los cargos de abuso y asesinato.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=81707&SEO=unicef-urge-a-prohibir-los-castigos-corporales-en-escuelas-de-malasia

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Nigeria: Las niñas supervivientes de Boko Haram: «Nuestra vida aún corre peligro»

Nigeria/Abril de 2017/Fuente: El Periódico

Sa’a estaba a punto de cumplir 15 años cuando un grupo de hombres armados irrumpió, en plena noche, en el colegio en el que ella estaba entonces interna. Corría la primavera del 2014, pronto hará tres años, y era ya la segunda vez que las 276 alumnas de aquella escuela de educación secundaria de la región de Chibok -en el norte de Nigeria- vivían un ataque como ese. «Aquellos hombres hablaban una lengua que nosotras no entendíamos y las chicas, aterrorizadas, no sabíamos qué hacer», explica esta joven de dulces rasgos, que oculta tras unas enormes gafas de sol. «Las uso porque mi vida está aún en peligro. También Sa’a, el nombre que utilizo, es un nombre falso», cuenta.

«Aquel día pensé que iba a morir, no sabía ni qué hacer ni dónde esconderme… Los asaltantes nos preguntaron dónde estaban los chicos, pero nosotras respondimos que nuestros compañeros solo venían por la mañana, que no había chicos de noche», sigue relatando la joven. «Poco rato después supimos que eran hombres de Boko Haram«, desvela. Los terroristas reprocharon a gritos a las niñas que estuvieran estudiando y les recriminaron que, a su edad, no estuvieran todavía casadas.

Si Sa’a está este sábado narrando su historia en el foro Global Education and Skills, que se organiza en Dubái, es porque aquella noche del 2014 se atrevió a saltar en marcha del camión en el que aquellos hombres armados amontonaron a las estudiantes. «Habíamos viajado durante varias horas, íbamos sentadas las unas sobre las otras y cuando entramos en una zona de bosque le dije a la chica que tenía al lado que yo iba a saltar y que ella saltara conmigo», explica serena y con voz firme. «No quise hacerlo sola porque pensé que si me perdía en el bosque o si en el salto me rompía algo, iba a necesitar de la ayuda de alguien», prosigue.

Pero fue su compañera la que se hizo daño en el tobillo. Estaban en un lugar inhóspito, lejos de cualquier punto conocido. «Nos encaramamos como pudimos a un árbol hasta el dia siguiente y cuando amaneció mi amiga me animó a marcharme sola«, continua Sa’a. Solo recordando ese momento se le entrecorta la voz. «‘¿Cómo le voy a decir a tu padre que te he dejado morir?‘, le respondí y salí en busca de ayuda», cuenta. Encontró a un pastor que las llevó en su bicicleta y las alejó de allí.

DAR VOZ A LAS MENORES AÚN DESAPARECIDAS

Sa’a pasó los siguientes cuatro meses escondida en casa de sus padres. «Estaba aterrada, porque los de Boko Haram nos habían dicho que si escapábamos nos buscarían donde fuera y que nos matarían, a nosotras y a nuestras familias». Pero su familia insistió en que no se dejara vencer, que no abandonara los estudios. «Comprendí que tengo que ser la voz de las más de cien compañeras de curso aún están secuestradas». Sa’a es también la voz de los padres, los hermanos, los maridos en algún caso, de las chicas que siguen en manos de los terroristas y «que no son una cosa o un capítulo del libro sobre el que se pueda pasar página», dice.

A su lado, sobre el escenario de la sala de congresos del opulento hotel Atlantis de Dubái, donde se celebra el encuentro educativo, una tímidisima Rachel (también con grandes gafas de sol y también con nombre ficticio), apenas susurra mientras explica cómo Boko Haram mató a su padre y sus tres hermanos menores. «Yo no formaba parte de las niñas secuestradas, pero comparto su dolor», afirma. «En aquella época yo soñaba con ser médico… Ahora ya no, ahora quiero ser un alto cargo militar para poner fin a todo lo que está pasando en mi país», clama.

Las niñas secuestradas en abril del 2014 por Boko Haram han sufrido constantes violaciones sexuales por parte de los milicianos y muchas se han quedado embarazadas y han dado a luz a uno o más hijos en el cautiverio. Uno de los últimos videos de la organización terrorista, divulgado el pasado agosto, mostraba a algunas de las menores y aseguraba que muchas de ellas habían resultado heridas en bombardeos del Ejército nigeriano y que cerca de 40 habían sido casadas a la fuerza.

LA EDUCACIÓN DEBE CONTINUAR

Sa’a y Rachel están estudiando actualmente en Estados Unidos. Sa’a hace Medicina, lo que la convierte en la primera de aquellas niñas secuestradas que llega a la universidad. Ambas forman parte del programa Education Must Continue (la educación debe continuar), que atiende a jóvenes que han sido víctimas de situaciones traumáticas como las suyas, por culpa de la guerra o por alguna crisis humanitaria. «Lamentablemente, la educación en esos casos se convierte en una causa invisible«, lamenta la directora general de la Unesco, Irina Bokova, que también participa en las jornadas de Dubái.

Solo en Nigeria, explica Bokova, hay más de un millón de niños sin escolarizar. En Siria, hay niños que llevan cinco y seis años sin ir al colegio, «lo que significa toda una generación perdida», subraya. «Es necesario, urgente, que los gobiernos de esos países tomen consciencia de la situación y creen programas para estimular la educación: que consigan que las escuelas sean lugares seguros, que habiliten programas alimentarios escolares, que sensibilicen a las familias contra el trabajo infantil y que aumenten la presencia de mujeres en la profesión docente, porque son figuras clave para que las chicas sigan estudiando», defiende la directora general de la Unesco.

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/supervivientes-boko-haram-nuestra-vida-aun-corre-peligro-5907976

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In South Africa the faulty logic of xenophobia drives hostility to immigrants

Sudáfrica/Abril de 2017/Autor: Anthony Egan/Fuente: America Magazine

RESUMEN: Una nueva ronda de xenofobia a finales de febrero en Sudáfrica fue acompañada por violentas manifestaciones dirigidas por sudafricanos nativos y contra-manifestaciones de inmigrantes que ahora residen aquí. Esta vez se produjeron manifestaciones contra Sudáfrica en Lagos, Nigeria, lo que provocó reuniones diplomáticas entre los ministros de relaciones exteriores de ambos países. A medida que el humo desaparece, deben hacerse preguntas sobre por qué esta disrupción civil sucedió de nuevo. Es fácil señalar a los dedos: La intolerancia de los ciudadanos comunes y idiota y mal elegido declaraciones, excusas o negaciones por los políticos de todas las partes también se destacan. El lenguaje de la xenofobia ha sido frecuentemente puesto en juego en los últimos meses: que los extranjeros están robando empleos de los sudafricanos, traficando con drogas y anillos de prostitución y son los principales responsables de otros crímenes. ¿Pero los inmigrantes nigerianos, zimbabuenses, paquistaníes y otros están «robando» puestos de trabajo de sudafricanos? Según un informe del Instituto de Relaciones Raciales de Sudáfrica, «Los inmigrantes de Sudáfrica-Construyendo una nueva economía», muchos de estos inmigrantes «están llegando a un país donde no pueden hablar el idioma y, a menudo, no tienen documentos de trabajo» Lo que significa más «típicamente lucha para encontrar trabajo».

A new round of xenophobia at the end of February in South Africa was accompanied by violent demonstrations led by native-born South Africans and counter-demonstrations by immigrants now resident here. This time anti-South African demonstrations broke out in Lagos, Nigeria, prompting diplomatic meetings between both countries’ foreign affairs ministers. As the smoke clears, questions must be asked about why this civil disruption happened again.

It is easy to point fingers: The intolerance of ordinary citizens and idiotic and poorly chosen statements, excuses or denials by politicians from all parties also stand out. The language of xenophobia has been frequently put into play in recent months: that foreigners are stealing South Africans’ jobs, running drugs and prostitution rings and are the main perpetrators of a host of other crimes, too.

But are Nigerian, Zimbabwean, Pakistani and other immigrants “stealing” jobs from South Africans? According to a report from the South African Institute of Race Relations, “South Africa’s Immigrants—Building a New Economy,” many of these immigrants are “arriving in a country where they can’t speak the language and often have no working papers,” which means most “typically struggle to find work.”

Closer inspection suggests that they are actually creating jobs, not just for themselves but for the South Africans they employ. Many are even prospering, with many able to start up businesses ranging “from small convenience stores to wholesalers.” This has been a source of resentment, with many South Africans envious of the success of immigrants or objecting to being employed by “foreigners.” But their success compared to native born South Africans often boils down to better educations and a more entrepreneurial mentality than South African counterparts.

If this is so, is this the immigrants’ fault? The Economist reports that “in a league table of education systems drawn up in 2015 by the OECD club of mainly rich countries, South Africa ranks 75th out of 76.” According to an article in The Economist, many of South Africa’s educational gaps indeed can be linked to apartheid. “The Bantu Education Act of 1953,” it states, “set out to ensure that whites received a better education than blacks…who were to be educated only enough to be ‘hewers of wood and drawers of water.’” This meant that black students in South Africa also received about a fifth of the funding of white students.

But 23 years of post-apartheid education strangled by bureaucracy, crippled by self-interested teachers unions and battered by corruption has not created a new generation of well-educated and entrepreneurial young South Africans. Two decades is surely enough to clear away the worst of the legacy of apartheid education and create a more effective alternative. This has not happened—but this is a social problem that cannot be laid at the feet of “foreigners” who have no influence on education policy.

As to the question of organized crime, the picture is complex. While it is true that after 1994 foreign-based crime syndicates moved into South Africa—South American drug cartels, the Russian mafiya, Chinese triads, as well Nigerian and other syndicates from elsewhere on the continent—they did not exactly enter virgin territory. South Africa has a long history of local gangs and crime organizations—many of which formed alliances with the new arrivals in the more open society that emerged after 1994.

All organized crime groups have benefited from a poorly-trained and underprepared police service that has largely served as a crowd control mechanism, subject since 1994 to internal crises and general decline in morale further undermined by political appointments at its highest echelons. There is sadly also considerable evidence of endemic corruption throughout the service.

Did “foreigners” corrupt the police force? While a number of police have been revealed to have had corrupt relationships with gangsters (some of whom were foreign), this is hardly proof. According to a report from Reuters, many refugees and migrants, in fact, claim they have “suffered corruption and worse at the hands of police and immigration officers.”

NGO Corruption Watch also found, in a study of about 300 foreigners, that all had “complained of extortion, threats and solicitation from government officials.” Last month, South African President Jacob Zuma warned about the dangers of corruption, stating that this system of “bribes for permits” posed a major risk for South Africa.

Similarly the problem of illegal immigration lies in public policy and practice. Labyrinthine immigration laws make legal immigration difficult, as do confused policies over refugee status and corruption in the public service.

Hostility to immigrants—legal or illegal—in South Africa is fundamentally economic. The majority of the nation’s native-born citizens remain poor and undereducated. They have not benefited from democracy. This societal lapse is exacerbated by a cultural mindset that sees success as a zero-sum game, that is, “if someone succeeds, someone else must lose.”

This entitlement mentality is spurred on by the promises of politicians and the growing sense that those who lead do not really care about average South Africans except as vote fodder. But unwillingness to express disaffection by voting for an opposition party means that there is little impetus by politicians to do what is necessary—improve education, fight police and public service corruption and create conditions to build the economy.

The disaffected need a scapegoat; the immigrant is a handy target. For a time scapegoating may make one feel better, but it changes nothing.

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