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Estados Unidos: Mil empresas, estados y ciudades contra Trump por su «grave error» sobre el Acuerdo de París

Estados Unidos/Junio de 2017/Fuente: Noticias Ambientales

Gobernadores, alcaldes, empresas y universidades denunciaron en una carta con más de mil firmas el «grave error» del presidente Donald Trump de retirarse del Acuerdo de París sobre el clima y prometieron a la ONU luchar para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
En una carta abierta titulada «Aún estamos dentro» y coordinada por el multimillonario Michael Bloomberg, actual enviado especial de la ONU para el clima y exalcalde de Nueva York, los firmantes aseguran que seguirán «apoyando acciones por el clima para cumplir con el Acuerdo de París».
La carta fue enviada al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, y a la jefa para el clima de la organización, la mexicana Patricia Espinosa.
«En la ausencia de liderazgo de Washington, estados, ciudades, universidades y empresas que representan un porcentaje significante de la economía estadounidense buscarán metas ambiciosas por el clima, trabajando juntos en favor de acciones concretas y para asegurarse de que Estados Unidos siga siendo un líder global en la reducción de emisiones», asegura la carta.
Los signatarios de la misiva (entre ellos los gobernadores de Nueva York y California, pero también empresas como Nike, Google o Apple) subrayan que en Estados Unidos son las autoridades locales y las empresas las mayores responsables de una importante reducción de las emisiones, y que seguirán acelerando su lucha en los años venideros, sin importar lo que decida el gobierno federal.
Fuente: http://www.noticiasambientales.com.ar/index.php?leng=es&nombremodulo=Compromiso+ambiental&id=9765
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Especialistas internacionales sostienen que el cambio climático es innegable y “la decisión de EEUU, desacertada”

América del Norte/Estados Unidos/04 Junio 2017/Fuente: /Autor:

Expertos académicos internacionales en temas medioambientales analizan los efectos que traería la decisión del presidente Donald Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París.

“La decisión tomada por el presidente Donald Trump es un gran punto de inflexión porque es realidad que existe un calentamiento global, se exigen acciones y Estados Unidos es un país que tiene un alto índice de emisión de gases de efecto invernadero, y, en ese marco, no es posible considerar la decisión como acertada sino más bien desacertada frente a los intereses del globo”, dijo Jefferson Galeano, profesor de Educación Ambiental de la Universidad de La Sabana, respecto a la decisión del mandatario estadounidense de retirar a su país del Acuerdo de París contra el Cambio Climático, argumentando que el pacto global es “desventajoso” para los trabajadores y los contribuyentes estadounidenses.

Según publicó el diario El Heraldo, Galeano considera que esta decisión podría generar consecuencias. Por un lado Estados Unidos comenzaría a perder participación en un tema de gran importancia para el desarrollo del mundo, y por otro, muchos países se verán afectados por la falta de recursos, al ser Norteamérica el mayor inversor en proyectos de innovación e investigación a nivel mundial en lo referente al cambio climático.

“Estados Unidos es un país muy grande, cliente de grandes países del mundo que extraen materia prima para comercializarla, y con una decisión de estas se podría estar enviando un mensaje de que no son para nada importantes estos temas”, señala el docente, al tiempo que reconoce que la decisión puede generar riesgos para el mundo en general.

Adicionalmente manifiesta que en este escenario los más afectados son los países en vía de desarrollo, porque seguramente muchas poblaciones en algunos años serán desplazadas mediomabientales y al ocurrir este fenómeno empezarán a buscar lugares donde asentarse, que muy seguramente serán los países desarrollados por sus buenas condiciones para vivir, trayendo como consecuencia pobreza y violencia.

Lo que se espera

Dayana Milena Agudelo Castañeda, docente del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de La Costa, manifestó que al ser EE UU uno de los mayores generadores de emisiones de gases de efecto invernadero (el segundo), el retiro del Acuerdo de Cambio Climático puede traer muchas repercusiones a corto y mediano plazo. “Con esta decisión le cede el liderazgo en el tema ambiental a Europa y China (que se encuentra dentro del grupo del Acuerdo de Cambio Climático). Con esta decisión Estados Unidos ahora queda atrapado en la industria del carbón que probablemente no tiene un futuro, solo ganancias económicas a corto plazo, en comparación con las energías alternativas como la solar y la eólica”, añadió Agudelo. Continuó diciente la docente que seguramente, según lo que muchos entendidos han dicho sobre el tema, es que esa nación está cayendo ante los que financiaron su campaña, la industria del carbón.

«Las repercusiones en el tema ambiental son diversas, debido a que muchas de las industrias que utilizan el carbón como combustible generan además de gases de efectos invernadero, emisiones con contaminantes tóxicos y cancerígenos al medio ambiente.

Emisiones que a largo plazo contaminarán aún más el medio ambiente atmosférico y aumentará él ya existente riesgo de cáncer por la contaminación atmosférica (según la International Agency of Research on Cáncer)”, afirmó la profesional.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, afirmó este viernes con rotundidad que el cambio climático es un hecho “innegable” y representa una de las mayores amenazas actuales y futuras del planeta. Durante un encuentro con la prensa en el Foro Económico Internacional en San Petersburgo, Rusia, António Guterres instó a todos los gobiernos del mundo a que sigan comprometidos con la implementación del Acuerdo de París sobre cambio climático en beneficio de toda la humanidad.

Tras el anuncio el jueves de la retirada de Estados Unidos de ese tratado, Guterres se mostró convencido de que los Estados, las ciudades, el sector empresarial y la sociedad civil continuarán involucrados en el acuerdo y apostarán por la economía del futuro, la economía verde.

El titular de la ONU manifestó que los países que continúen en esa senda serán los líderes de la economía del siglo XXI.

La decisión

El anuncio de Trump se realizó el jueves pasado en los jardines de la Casa Blanca, señalando: “En el día de hoy, Estados Unidos cesará toda implementación del acuerdo de París y las pesadas cargas financieras y económicas impuestas a nuestro país”.

Sin embargo, el mandatario buscó dejar abierta una puerta, al afirmar que su gobierno está dispuesto a negociar un nuevo acuerdo. “De forma que estamos saliendo pero vamos a comenzar a negociar y veremos si podemos alcanzar un acuerdo justo. Si podemos, será excelente. Si no podemos, también.

Como presidente, no puedo poner otra consideración por delante del bienestar de los estadounidenses”, expresó. Como resultado de esta decisión, Trump dijo que todos los compromisos no vinculantes adoptados por la adhesión al acuerdo cesarán “el día de hoy”, con efecto inmediato.

Un rechazo “al futuro”

En tanto, el ex – presidente Barack Obama, uno de los negociadores fundamentales del Acuerdo de París, afirmó en una nota que la decisión de retirarse del entendimiento global es un “rechazo al futuro”. “Incluso con la ausencia del liderazgo estadounidense, incluso cuando este gobierno se une a un puñado que rechaza el futuro, tengo confianza en que nuestros estados, ciudades y empresas saldrán adelante y harán ahora más en liderar el camino y proteger el futuro de generaciones del único planeta que tenemos”, indicó Obama en un comunicado.

El alcance de esta decisión llega mucho más allá del tema climático ya que da una indicación sobre el lugar que Estados Unidos aspira ocupar en la arena internacional en los próximos años. En un artículo de opinión publicado el miércoles por el Wall Street Journal, dos de los principales asesores del presidente, el general H.R. McMaster y Gary Cohn, aseguraron, en referencia al eslogan de campaña, que “Estados Unidos primero” no quiere decir “Estados Unidos solo”.

Salir del pacto de París dejará por mucho tiempo a Estados Unidos en una posición poco confortable a nivel internacional. Para Mitt Romney, candidato republicano a la Casa Blanca en 2012, la decisión tendrá consecuencias a largo plazo: “Se trata también del lugar de Estados Unidos como líder mundial”.

Pekín defiende el acuerdo
Poco antes del anuncio, China y la Unión Europea defendieron con vigor el Acuerdo de París, que apunta a limitar el alza de la temperatura global “por debajo de 2ºC” con respeto a la era pre-industrial. Desde Berlín, en donde se reunió con la canciller Ángela Merkel, el primer ministro chino Li Keqiang, aseguró que su país respetaría el compromiso.

“Pero, por supuesto, esperamos contar con la cooperación de los demás”, añadió. Pekín fue, junto con el gobierno estadounidense de Obama, uno de los principales artífices del acuerdo histórico de diciembre de 2015. Merkel consideró, en declaraciones a la prensa, que el acuerdo es “esencial”.

Rusia, uno de los países que más contaminan, firmante del pacto, consideró que la ausencia de “actores esenciales” podría complicar su aplicación. Macron parafrasea a Trump.

Por su parte, el presidente francés habló en inglés durante un discurso televisivo después del anuncio de Donald Trump y dijo: “Make our planet great again” (Devolvamos la grandeza a nuestro planeta), parafraseando el eslógan de campaña de Trump.

El presidente francés Emmanuel Macron habló en inglés después de emitir una primera declaración en francés, en un guiño a los estadounidenses, modificando el lema de la campaña de Trump “Make America Great Again” (Devolvamos la grandeza a EEUU).

Fuente de la noticia: http://misionesonline.net/2017/06/03/especialistas-internacionales-sostienen-cambio-climatico-innegable-la-decision-eeuu-desacertada/

Fuente de la imagen: http://static0.misionesonline.net/wp-content/uploads/2017/06/ContaminacionEEUU-3pm1p1j00ovg-520×245.jpg

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Cuba: Acuerdos de París son insuficientes: científicos piden cero emisiones de gases contaminantes

Cuba/Abril de 2017/Fuente: Cuba Debate

El Acuerdo sobre cambio climático de París fue calificado por muchos como “histórico” y como “insuficiente” por otros tantos. Paradójicamente puede que todos tengan razón… es un acuerdo histórico sí, pero a tenor de los últimos estudios sobre calentamiento global, resulta que también va a resultar insuficiente.

El pasado mes de marzo fue el segundo más caluroso desde que se tienen registros históricos, es decir desde hace 137 años. El primero fue, por supuesto, marzo de 2016… Abril comenzó también de manera inusual y ya se ha registrado la primera tormenta tropical del año. La batalla contra el cambio climático se está perdiendo y muchos investigadores elevan sus críticas a los objetivos de Paris tachándolos de escasos y poco realistas.

El último estudio sobre el tema, publicado esta semana en Nature Comunications, avisa que el panorama futuro está tan crudo que ya no basta con reducir las emisiones de gases invernadero, el objetivo debe ser inexcusablemente alcanzar las ansiadas cero emisiones.

En la actualidad, y según datos del Banco Mundial, la humanidad obtiene más del 80% de la energía total de los combustibles fósiles. Si tenemos en cuenta que desde la década de los años ’60 hasta la actualidad, es decir en los últimos 50 años, apenas hemos reducido un 15% ese porcentaje, se necesitaría un cambio radical en las próximas décadas cambiando toda nuestra manera de conseguir energía hacia métodos más limpios e igualmente eficaces.

En los Acuerdos de Paris los líderes se comprometieron a lograr la descarbonización global y neta de las actividades humanas antes de 2100. Este logro detendría e incluso revertiría el cambio climático antropogénico mediante la eliminación neta del carbono de la atmósfera. Sin embargo, los documentos de París contienen pocas prescripciones específicas para la mitigación de las emisiones, lo que deja a varios países a perseguir sus propias agendas.

Además, el Acuerdo señala que se realizar un esfuerzo para limitar el aumento de la temperatura (promedio mundial) a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, añadiendo además que las partes se comprometen a realizar reducciones rápidas de acuerdo con los mejores conocimientos científicos disponibles.

El estudio contempla estos objetivos mediante diversas simulaciones matemáticas y concluye que para alcanzarlos se necesitaría alcanzar las cero emisiones antes del año 2100… un propósito que, salvo un cambio completo de dirección en las políticas e infraestructuras de muchos países, parece inalcanzable.

El Acuerdo de Paris fija unos objetivos y sin embargo no señala las directrices necesarias para conseguirlos. En el análisis publicado en Nature se barajan diversos escenarios futuros y la conclusión es que para conseguir lo que se acordó en Paris la humanidad debe alcanzar en las próximas cinco décadas la meta de las cero emisiones… algo que parece prácticamente imposible hoy por hoy.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2017/04/24/acuerdos-de-paris-son-insuficientes-cientificos-piden-cero-emisiones-de-gases-contaminantes/#.WQDI87jau01

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Caos climático ¿verdad o consecuencia?

Por Silvia Ribeiro

El 4 de noviembre 2016 entró en vigor el Acuerdo de París sobre cambio climático.  Mirando los datos reales, los festejos por este “logro” parecen un teatro del absurdo.

Abundan afirmaciones engañosas de fuentes oficiales y empresariales para desviar la atención de la gravedad del caos climático, dando así coartada y protección a quienes lo han causado: transnacionales de energía (petróleo, gas, carbón), agronegocios, construcción, automotrices; y el 10 por ciento de la población mundial más rica que con su sobreconsumo es responsable del 50 % de las emisiones de gases de efecto invernadero.

El primer objetivo del Acuerdo es “mantener el aumento de la temperatura media mundial [para el año 2100], muy por debajo de 2 º C con respecto a los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 ºC… ”

Pero la misma semana que entró en vigor el Acuerdo de París, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente publicó el informe “Brecha de emisiones 2016”, donde señala que con el actual curso de emisiones, habrá un aumento de 1,5 º C,  ya en 2030 o antes. Agrega que sumando los “compromisos” oficiales que han declarado los gobiernos a la Convención sobre Cambio Climático, la temperatura aumentará 3, 5 pc hasta fin de siglo. (http://tinyurl.com/jr3n9mk).

¿Por qué dos organismos de Naciones Unidas dan mensajes tan contradictorios?  Para empezar el Acuerdo de París pone una meta “ideal” –que se propagandea y festeja como si fuera real– pero permite que cada país haga contribuciones voluntarias de reducción de emisiones llamadas Contribuciones Previstas Determinadas a nivel Nacional. No son vinculantes, no obligan a tomar medidas para cambiar el curso de la crisis climática y peor aún, lo que declaran ni siquiera son necesariamente reducciones reales (en sus fuentes y por parte de quienes se benefician con el consumo), porque la “contribución” de muchos de los principales países emisores no es tal: se basa en gran parte en mecanismos fallidos como mercados de carbono y tecnologías no probadas ni viables.

El artículo 4.1 del Acuerdo de París agrega que para cumplir los objetivos, se propone que “las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero alcancen su punto máximo lo antes posible, (…) y a partir de ese momento reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, (…) para alcanzar un equilibrio entre las emisiones antropógenas por las fuentes y la absorción antropógena por los sumideros en la segunda mitad del siglo…”.

Si las metas son teóricas, la forma de llegar a ellas que establece el Acuerdo es surrealista:  primero se puede seguir emitiendo –hasta alcanzar un punto máximo o “pico” que no se define cuánto es- y luego hay que reducir rápidamente (lo cual no se podía hacer antes, pero al alcanzar el pico mágicamente sí se podrá) y luego, continúa sin hacer reducciones, sino que se trata de “alcanzar un equilibrio” entre emisiones y absorción “antropógena”, o sea, por medios tecnológicos, no naturales.

Esta última parte es particularmente perniciosa, porque justifica el concepto fraudulento de “cero emisiones netas” o hasta negativas. No son reducciones sino compensaciones, es decir, contabilidad no realidad. Presupone que se puede seguir aumentando la emisión de gases de efecto invernadero porque se “compensarán” con tecnologías de “emisiones negativas”.

Las tecnologías a las que se refieren mayoritariamente son captura y almacenamiento de carbono en fondos geológicos y bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (CCS y BECCS por sus siglas en inglés), ambas consideradas técnicas de geoingeniería.  En sí mismas conllevan riesgos importantes –todos los estudios recientes sobre BECCS muestran que las plantaciones para bioenergía en la escala requerida tendrán un impacto devastador en suelos, agua, ecosistemas y producción de alimentos. CCS es una vieja técnica de la industria petrolera que no se usa porque es cara e ineficiente: se llamaba antes Recuperación Mejorada de Petróleo pero cambiaron el nombre para venderla como tecnología para el cambio climático. Se trata de inyectar CO2 para empujar a la superficie reservas profundas de petróleo y dejar el carbono en el suelo. No es técnica ni económicamente viable –tampoco sirve para el cambio climático porque aumenta el consumo de petróleo– pero si se paga con subsidios públicos, es un jugoso negocio para las empresas que causaron el problema.  Cuando en unos años sigan sin dar “emisiones negativas” y el planeta se siga calentando, dirán que para enfriarlo sólo quedan otras formas aún más riesgosas de geoingeniería.

Lo más cruel de este teatro es que el problema del caos climático es real, nos afecta a todos, se conocen claramente las causas y responsables, pero la mayoría de las propuestas oficiales y empresariales son falsas “soluciones”.   Por el contrario, muchas organizaciones y movimientos sociales muestran que hay una gran diversidad de alternativas que funcionan, son viables y benefician a la mayoría de la gente y el planeta.  La más fuerte por su alcance y capacidad de contrarrestar el cambio climático son los sistemas agroalimentarios campesinos, agroecológicos y locales. Pero también energías renovables con las comunidades, sistemas de basura cero, recuperar ferrovías, buen transporte colectivo de bajas emisiones y muchas otras. Cada una no es suficiente, pero juntas tienen un enorme y potencial real, viable económica, ambiental y socialmente.  Lo criminal es seguir con el mismo modelo de producción y consumo, aumentar la civilización petrolera, su devastación ambiental y social y sus dueños hagan nuevos negocios con tecnologías para “compensarlos”.

– Silvia Ribeiro, Directora para América Latina del Grupo ETC

www.etcgroup.org

Ecoportal.net

ALAINET

http://www.alainet.org/

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Calentamiento global: cavando la propia tumba

Por: Mariana Zegers

Actualmente, el consenso respecto del proceso de calentamiento global que estamos experimentando es casi total en el mundo de las ciencias y la política. Debemos, sin embargo, restar a algunos ignorantes y/o corruptos que alegan, por ejemplo, que el hombre no tiene tal capacidad de transformar la naturaleza, que eso constituye un acto propio de Dios. Debemos restar a aquellos que tienen sus intereses comprometidos en los negocios que el calentamiento global pone en jaque; pues para hacerle frente es necesario sustituir los combustibles fósiles por energías limpias; y en dicho sentido habría que preguntarse a qué intereses sirve el progreso de la ciencia y la tecnología. Pero el calentamiento global también pone en jaque los modos de vivir, en especial las formas y niveles de consumo.

Nos referimos a tres conceptos clave concatenados entre sí: efecto invernadero, calentamiento global y cambio climático. El efecto invernadero es un suceso natural, que permite la vida, tal como la conocemos en nuestro planeta. Los gases de efecto invernadero en la atmósfera de la Tierra retienen parte de la energía solar, conservando e incrementando la temperatura de su superficie. Sin la presencia de estos gases la Tierra sería inhabitable para nuestra especie y muchas otras, debido a sus frías temperaturas. El problema radica en que los gases de efecto invernadero han ido aumentando, por efecto de la contaminación humana; en particular por la deforestación y la quema de combustibles fósiles. Sabemos también que el consumo de carne de vaca es muy contaminante, pues se necesita una gran cantidad de tierra y energía para la mantención de las vacas y la producción de carne.

Debido al incremento de estos gases, la atmósfera retiene más calor, por lo que la temperatura del planeta sube. Esto es lo que llamamos calentamiento global.Durante los últimos 150 años la temperatura global ha aumentado. Este calentamiento de la Tierra ha generado el cambio climático. El estudio de las variaciones del clima que ha experimentado nuestro planeta, asociadas a factores como las alteraciones en la circulación de los océanos, la actividad solar, volcánica y geológica, en la composición de la atmósfera, permite entender con mayor claridad el fenómeno del calentamiento global (Estudio UNAM).

El cambio climático es definido en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático como “un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a actividades humanas que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”. Las transformaciones climáticas que acompañan este fenómeno no son despreciables: tormentas en mayor intensidad y número, incendios, desertificación, olas de calor y sequías, inundaciones y alteraciones en el ecosistema, además de los nocivos efectos de la contaminación en la salud de los contaminantes.

Las implicaciones del calentamiento global en el respeto de los derechos humanos se hace cada vez más patente. Este fenómeno no solo impacta negativamente en el medio ambiente, sino también en el crecimiento económico, en la salud de las personas, en el desarrollo de las culturas. El aumento del nivel y temperatura del mar, los fenómenos meteorológicos extremos ya descritos, tienen y tendrán consecuencias directas e indirectas en el ejercicio cabal de los derechos humanos. Basta con pensar en las migraciones masivas, producto de la desaparición de territorios y medios de subsistencia, y los problemas de abastecimiento de agua y alimentos.

El calentamiento global es una amenaza para el pleno goce de una gran diversidad de derechos humanos. Como en general ha sucedido en la historia de nuestra humanidad, son los grupos más vulnerables los más afectados, en primera instancia. Son los más pobres, los pequeños países insulares que menos contaminan, los países africanos, los pueblos indígenas, que mantienen un lazo vital con sus tierras. Pero a la larga todos sufriremos sus embates; la naturaleza no discrimina por etnia, clase social, género, sexo, creencias políticas o religiosas. Recientemente, los medios informaron que Chile está en el top 10 de los países más afectados por el cambio climático, ¿debiera ser esta noticia un motivo para acelerar la marcha?

Los líderes mundiales se reunieron a debatir en torno al cambio climático en la COP 21, Conferencia de Naciones Unidas que tuvo lugar en París en 2015, con el fin de generar medidas para afrontar y mitigar los efectos del calentamiento global. De estas conversaciones y negociaciones surgió el Acuerdo de París, instrumento jurídico constituido por una combinación mixta de disposiciones vinculantes y no vinculantes. El acuerdo principal que regulará el proceso internacional será vinculante para las Partes. Cabe preguntarse, ¿su carácter vinculante significa que su incumplimiento es punible? (Fuente Naciones Unidas).

El Acuerdo de París  tiene por objeto reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza. Para ello, la meta es mantener el aumento de la temperatura de la Tierra muy por debajo de los 2° Celsius con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento a 1,5° Celsius.De igual forma, se buscar reforzar la capacidad de adaptación a los efectos hostiles del cambio climático, promoviendo el desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero y elevando el apoyo financiero para mitigación del calentamiento global y resiliencia al cambio climático. Para la obtención de los objetivos ya señalados, cada país, de los 195 reunidos en la COP 21 de París, presentan voluntariamente sus planes de reducción de gases contaminantes. Todo el que firme y ratifique el Acuerdo de París, debiera, en teoría, cumplir con los compromisos adquiridos. A la fecha, Chile no ha ratificado el acuerdo.

Si bien los países más contaminantes han firmado este acuerdo, como China, Estados Unidos e india;  las medidas resultan insuficientes. A pesar de que una parte considerable de los países ya presentó sus respectivos planes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en el mismo Acuerdo de París se manifiesta preocupación porque las emisiones de gases contaminantes resultantes de las contribuciones previstas por cada Estado Parte no son compatibles con el objetivo de mantener el alza de la temperatura del planeta por debajo de los 2° Celsius. En este contexto, se  afirma que “se requerirá un esfuerzo de reducción de las emisiones mucho mayor que el que suponen las contribuciones previstas determinadas a nivel nacional”. Por ello, se han establecido mecanismos de revisión con el objeto de que cada Estado aumente sus compromisos.

La última instancia de encuentro de los mandatarios de los países fue la COP 22, con sede en Marrakech, celebrada en noviembre de este año. Esta conferencia continúa lo iniciado en la COP21, buscando poner en acción los acuerdos recogidos, que giran en torno a tres ejes: mitigación, adaptación y financiación. El comunicado de prensa de la Naciones Unidas señala que, dentro de las numerosas iniciativas lanzadas, se invertirán billones de dólares para apoyo de tecnologías limpias. Asimismo, celebra que “los Gobiernos han fijado un corto plazo, hasta 2018, para completar las normas de aplicación del Acuerdo de París con el fin de asegurar la confianza, la cooperación y su éxito en años y décadas venideros”. Sin embargo, no podemos obviar que esta ponderación positiva respecto de los avances en el marco de las últimas dos conferencias viene de muy cerca. La realidad es que, si bien se ha progresado en el reconocimiento de la gravedad del problema, las medidas a tomar son completamente insuficientes, incluso para los objetivos delineados en el Acuerdo de París.

Pero la buena voluntad de los políticos no basta. Los modelos de previsión y consumo a los que debiéramos encaminarnos no se ajustan a los sistemas extractivista y neoliberal. Lo que cada vez queda más claro es que no podremos mantener mucho tiempo más el estilo de vida del que han gozado los países desarrollados; reflexión que nos conduce a otra mayor: hay una tarea en educación ciudadana pendiente respecto del calentamiento global.

La temperatura del planeta aumenta, amenazando con romper el equilibrio que ha permitido nuestra existencia. Esto parece absurdo: estamos preparando un entierro y sabemos que es el nuestro, pero la inercia de muchos y la codicia de algunos entorpece el campo de acción. Es un escenario vergonzoso que muchos tratan de evitar, por todo lo que implica revertir o al menos mitigar este fenómeno ya instalado. Sin embargo, es la Tierra la que nos recuerda la gravedad del calentamiento global. Y será la Tierra la que nos exhorte a actuar con la urgencia y determinación que esta realidad exige; en caso de no ser demasiado tarde.

fuente:http://radio.uchile.cl/2016/12/14/calentamiento-global-cavando-la-propia-tumba/

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El Acuerdo de París contra el cambio climático entrará en vigor en un mes tras ratificarlo la UE

El secretario general de la ONU asegura que se trata de un «momento histórico» en el combate contra el calentamiento global.

Europa/ Bruselas/elespanol

El pleno de la Eurocámara ha despejado este martes el último obstáculo para la entrada en vigor en tiempo récord del Acuerdo de París para combatir el cambio climático. Durante una ceremonia solemne a la que ha asistido el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, los eurodiputados han aprobado ratificar este protocolo por 610 votos a favor, 38 en contra y 31 abstenciones. La ratificación de la UE permite alcanzar los umbrales necesarios para que el Acuerdo se convierta en jurídicamente vinculante dentro de un mes.

«Estoy muy orgulloso de poder ser testigo de este momento histórico», ha dicho Ban en la Eurocámara. «Hemos visto un impulso extraordinario desde todos los rincones del planeta para dar vida al Acuerdo de París este año«, ha resaltado. El pacto entrará en vigor menos de un año después de que se cerrara en París en diciembre de 2015, un logro sin precedentes ya que su antecesor, el protocolo de Kioto, tardó siete años en ratificarse.

«Nosotros los europeos somos los líderes mundiales en materia climática. Fue Europa la que negoció el primer acuerdo global jurídicamente vinculante sobre clima. Fue Europa la que construyó la coalición de ambición que hizo posible el Acuerdo en París», ha presumido el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker.

Sin embargo, la UE ha estado esta vez a punto de quedarse descolgada del Acuerdo de París. Estados Unidos y China se le adelantaron y ratificaron conjuntamente el protocolo a principios de septiembre. Y hasta ahora sólo 7 de los 28 países miembros (Eslovaquia, Hungría, Austria, Francia, Alemania, Malta y Portugal) han concluido sus procedimientos nacionales de ratificación. España no puede hacerlo por falta de Gobierno, según la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.

ENTRARÁ EN VIGOR EL 7N

No obstante, los ministros de Medio Ambiente de los 28 acordaron el pasado viernes que la UE ratifique como bloque el protocolo, superando las reservas de Polonia, cuya economía es muy dependiente del carbón. La Eurocámara ha completado este martes el proceso dando su consentimiento. Para que el Acuerdo de París entre en vigor se necesita que al menos 55 de los firmantes lo hayan ratificado y que esos países representen el 55%. El protocolo entra en vigor automáticamente un mes después de que se superen estos umbrales.

Hasta ahora, 62 países que representan casi el 52% de las emisiones mundiales han ratificado el texto. Con la contribución de la UE, que supone el 12% de las emisiones globales, se superará el umbral del 55%. La UE -y también los siete países que han completado sus procedimientos nacionales- tiene previsto depositar los instrumentos de ratificación en la sede de la ONU en Nueva York de aquí al 7 de octubre.

De ese modo, el Acuerdo de París entrará en vigor el primer día de la cumbre del clima de Marrakech (COP22), que se celebra entre el 7 y el 18 de noviembre.

Fuente: http://www.elespanol.com/ciencia/ecologia/20161004/160484457_0.html

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