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Entrevista a Silvio Schachter: «Hay una generación que se ha formado con otra conciencia en relación al medio ambiente»

Por: Mario Hernández

Análisis de los fenómenos ecológicos que están afectando al planeta y a Argentina en particular.

M.H: Escribiste “Argentina en el horno” una nota que hace referencia a la situación que estamos viviendo, incendios, fracking, megaminería, la situación que se vive en la Costa atlántica con los proyectos de prospección petrolera. Me gustaría que compartieras los temas que desarrollás allí.

S.S: Son temas que venimos hablando hace un tiempo pero que me pareció oportuno retomar en función de la ola de calor que atravesó el país hace unas semanas y que esperemos que la gente no se olvide de lo que pasó porque aquí, a veces, el calor también derrite la memoria.

Es la síntesis de una sinergia de fenómenos que no son casuales, no es un destino divino, no es algo inevitable, no es algo natural, en todo caso es la respuesta natural de un planeta que suda fiebre porque ha sido muy enfermado y castigado por la actividad del hombre y entonces esa es su respuesta.

Lo importante es entender que esto se puede por lo menos mitigar. Hay fenómenos que son de carácter más general como todo lo que genera el calentamiento ambiental. Es algo que se ha adelantado en el tiempo respecto a las primeras predicciones que decían cómo iba a afectar al planeta y ya estamos recibiendo directamente las consecuencias del calentamiento en un sinfín de fenómenos bastante claros de diagnosticar y de reconocer.

Aquí en la Argentina estamos aportando un grano de arena importante para que estas cosas ocurran. La deforestación salvaje que se está haciendo en la zona de los pocos bosques que quedan, de los montes que se quitan.

M.H: Un tema en el que no hay grieta.

S.S: Ha habido una continuidad absoluta desde siempre. Aquellos que hablaban de la década ganada tienen que reconocer que en esa década ganada se multiplicaron los proyectos de megaminería, se amplió la sojización, fue en todo caso un gobierno peronista de Menem y con Solá a la cabeza en Agricultura, que autorizó la soja transgénica en la Argentina.

M.H: Hay toda una campaña que está llevando adelante la Agencia Paco Urondo (APU) más que justificando, promoviendo todo este tipo de iniciativas y respecto de la sojización y la soja transgénica, allá por el año 1996, dice “la única revolución agraria que se dio en la Argentina”, término que me sorprendió, yo creo que ni la burguesía agraria lo ha utilizado.

S.S: Cuando surge ese proceso el suplemento agrario de Clarín estaba dirigido por el Ingeniero Huergo, que tiene una trayectoria en el movimiento estudiantil de izquierda, de hecho había militado en un momento en una agrupación trotskista y después en esas parábolas que tiene la vida terminó defendiendo los intereses de las grandes oligarquías y las corporaciones internacionales, y se encargaba de escribir semana tras semana algo así como el poroto mágico.

Huergo fue el primero en utilizar esta idea de la revolución de la soja. Tuvo polémicas con alguna gente que ya en ese momento cuestionaba la falta de solidez de sus argumentos, entre ellos Alberto Lapolla, otro ingeniero agrónomo que fue un crítico muy duro y muy fundado de todos los fenómenos que iba a producir la sojización y que de hecho pasados 25 años el resultado ha sido ese.

Otro elemento que se maneja con respecto a la megaminería, al fracking, a la expansión del agronegocio en general o la explotación petrolera en zona de riesgo es que eso va a terminar con la pobreza, porque hoy el argumento es decir que con un país con el 40% de pobreza cómo te vas a negar a recibir inversiones.

La realidad es que después de 25 años de sojización tenemos 40% de pobreza, no hay ningún elemento serio que demuestre que haber utilizado la soja transgénica, haber liquidado un montón de áreas de producción local de otra escala de alimentos y otros tipos de alimentos, el haber expulsado con la polución de agua a comunidades enteras del campo, envenenado el agua, etc., eso no solamente contaminó sino que además generó una enorme pobreza.

La verdad que lo de la APU, dicho entre nosotros, es una vergüenza. El viraje que han producido yo no sé a qué atribuirlo, si es un tema económico que les genera financiación para su proyecto, pero la verdad que es vergonzoso cómo defienden los intereses de las corporaciones.

M.H: A mí me llama la atención incluso apelando a científicos.

S.S: Sí, hay gente que te fundamenta la tortura científicamente. Vos podés encontrar científicos, como diría Gramsci, cuando él hablaba del intelectual orgánico no solo se refería a un intelectual orgánico de la izquierda, la derecha también tiene muchos intelectuales orgánicos funcionales que escriben para que estas ideas se desarrollen. No solamente los periodistas, en las universidades y en otros ámbitos encontrás muchos también.

M.H: Sí, porque acá, más allá de esta anécdota, la APU polemiza contra lo que ellos llaman el ecologismo salvaje, pero evidentemente toda esta cuestión que estamos conversando ha pasado a ser una prioridad política del Estado.

S.S: Está basado en un modelo civilizatorio que ha puesto en peligro su naturaleza y la vida del planeta. Hay tantos argumentos incontrovertibles que ya no es un tema de podría pasar o de modelo teórico, es absolutamente comprobable que están desapareciendo especies, que está cambiando el clima, que en zonas áridas ahora hace frío, que ahora donde hacía frío hace mucho calor, tenemos crisis hídricas.

M.H: Dejaron caer el proyecto de la Ley de Humedales por tercera vez.

S.S: Yo en la nota digo que la única manera de defenderse contra el calor es cuidando los bosques, los humedales, los montes nativos, terminando de hacer este tipo de explotación del agua. Todos aquellos que defienden este modelo productivo que además es un modelo que nos retrotrae a una forma de explotación primitiva, que critican a la oligarquía y volvemos al modelo de exportación de productos primarios, a diferencia de lo que era la oligarquía en su momento ahora estamos devastando la tierra, devastando la vida en general porque están desapareciendo especies y no solamente en el mundo porque en la Ciudad a veces esa cosa de porteño-centrismo nos hace que miremos para otro lado, salvo cuando tenemos calor o se nos corta la luz.

En las otras provincias están pasando fenómenos como, por ejemplo, en Córdoba se secan los ríos y las orillas están llenas de peces muertos, núcleos pesqueros que no tienen cómo sobrevivir, comunidades enteras que se tienen que ir porque el agua que sale de la napa está envenenada. Si vos leés los informes de organizaciones internacionales, en el mundo hay 120 millones de personas que se dedican a la pesca artesanal que están siendo amenazadas por el offshore. Ha habido movilizaciones inclusive en la sede de la empresa que quiere hacer la exploración acá en la Argentina. Cualquier cosa que se escriba a favor de esto, está claro que no puede ser considerada seria y solamente responde a intereses económicos cortoplacistas porque saben que a la larga van a pagar con la degradación de la Tierra.

M.H: Cuando se dieron las primeras movilizaciones el 4 de enero contra la explotación petrolera yo estaba en Gesell y participamos con mi compañera, éramos alrededor de 300 personas y me llamó la atención la cantidad de jóvenes, el 95% eran jóvenes menores de 30 años. Paralelamente a esta ofensiva extractivista se ha empezado a generar un movimiento importante. Vos mencionabas, por ejemplo, esta actividad que se dio el otro día frente a la embajada de Noruega, que fue parte de una actividad más general y una de las cosas que más me sorprendió también fue que charlando con el dueño del hotel, donde yo estaba vacacionando, no tenía muy claro de qué se trataba. Yo me pregunto cómo puede ser que la Cámara hotelera o los empresarios vinculados a la gastronomía y al turismo no reaccionen frente a esto.

Robo para la corona 

S.S: Es un debate que llevaría mucho tiempo. Lo fundamental es que hay una generación que se ha formado con otra conciencia en relación al medio ambiente, ser parte de la Naturaleza, no dominadora, sino parte. Me parece que no es un hecho casual y hay una cuestión generacional, nosotros que fuimos jóvenes también apostábamos al futuro y el futuro ahora es de ellos, en todo caso nosotros podemos ver una parte de la crisis pero si las cosas no cambian estamos condenando a la muerte a generaciones jóvenes o a vivir en un planeta hostil, y es lógico que ellos se preocupen por ese futuro porque es suyo.

También es cierto que hay una generación, para decirlo en palabras tradicionales, que está quebrada, que se ha amansado, ha perdido capacidad de resistencia y no logra seguir el ritmo de todo lo que está pasando en el mundo y sus alrededores y a veces por desinformación, por falta de voluntad o por agotamiento también de haber librado peleas perdidas, etc.

En la nota además de hacer referencia al medio ambiente hago referencia al tema energético y en particular a las transportadoras y productoras de electricidad y justamente estoy escribiendo una nota sobre eso porque se cumplen 30 años de la privatización de Segba con la Ley de reforma del Estado que dio lugar a la privatización de todas las empresas estatales y en particular a las de energía y rompió todo el sistema nacional de energía fragmentándolo en partes, privatizándolo de a pedazos.

¿Cuál es la parábola de la historia de la política argentina? ¿Quién fue uno de los operadores principales de esa mecánica feroz de desguace del Estado si no José Luis Manzano? Era primero jefe del bloque justicialista en el Congreso y después ministro del Interior de Menem en el momento que se realizan las privatizaciones. Todo lo que hizo Manzano en su gestión está explicitado en el libro de Verbitsky Robo para la corona porque era una frase característica de él cuando le preguntaban dónde iba a parar toda la plata de las privatizaciones y en un grupo de amigos dijo ‘yo no robo para mí robo para la corona’ y él era parte de la corona. Fue tal el escándalo que se fue para Estados Unidos, él dice que a estudiar, pero digamos que también debe haber ido para administrar un poco de los dineros que habrá recibido a cambio de los favores.

La parábola a la cual me refiero es que después de 30 años Manzano vuelve a la Argentina y va a ser el dueño de la empresa que privatizó, porque hoy en día el dueño de Edenor es el grupo Vila-Manzano. Además de comprar Edenor porque, así como Néstor le permitió a Mindlin apropiarse de Edenor y vaciarla, usar los subsidios y no hacer ningún trabajo para mejorarla, cuando Mindlin decide vender porque se va a dedicar a otras áreas de la energía, Pampa Energía, al transporte, a la producción, etc., además de sus negocios en fondos financieros, ahora Alberto Fernández le autorizó a Manzano quedarse con Edenor la principal distribuidora de electricidad del país.

Manzano es propietario de 49 medios en el país, entre radios y diarios, entre ellos una parte del Grupo América, incluido el canal A24 donde esta Feinman que es un enemigo feroz e infame del gobierno y a pesar que es la radio de alguien que tiene contactos regulares con Sergio Massa, porque son parte de la misma época y del mismo grupo, vos te acordás que Manzano empezó jugando políticamente con lo que en ese momento pensaba Antonio Cafiero de la Renovación peronista y después cuando gana Menem pega el salto y se pasa al menemismo. Y hace poco terminó de cerrar un acuerdo con el gobernador radical Gerardo Morales por una minera de litio en Jujuy.

Recuerdo las relaciones estrechas que tenía Manzano con otro personaje siniestro que es el “Coti” Nosiglia. Ambos pensaron el famoso Acuerdo de Olivos que le garantizó a Menem la reelección, y en el radicalismo se corría la voz que Manzano era el más radical de los peronistas.

Nadie le preguntó de dónde vino la plata para comprar toda esa cantidad de empresas que tiene de minería, de viñedos, una de las principales fortunas del país, alguien que tendría que estar preso por todo lo que estafó y se llevó del país. El gobierno le cede a este hombre el control de Edenor, después de la experiencia nefasta con Mindlin. Hubo otra vez 100.000 usuarios sin luz, imaginemos el drama de aquellos que viven en villas que tienen que soportar el calor, la falta de agua y no tener luz en condiciones precarias. Algunos que se llaman nacionales y populares la verdad es que de eso tienen muy poco.

Hay fenómenos internacionales, pero hay un aporte serio a la crisis ambiental por las políticas que se están siguiendo, cuando vos tenés 5 o 6 años de incendios seguidos no podés decir que te sorprendió; cómo puede ser que el presupuesto del ministerio de Medio ambiente este subejecutado cuando se están quemando bosques en todas partes del país, cuando sabés el papel determinante que están cumpliendo los bosques para preservar el clima, el agua, retener la humedad de la tierra.

Cualquier persona que supuestamente está en un ministerio de Medio ambiente no lo puede desconocer, pero en realidad tanto Cabandié como la chica que está en el área de salud, como otros personajes como Cafiero que está en la política exterior, como Manzur que es un delincuente, antiaborto, hace poco apareció el caso de la chica de 10 años que la obligaron a parir por abandono del Estado en una provincia donde Manzur y el ministro de Salud son antiaborto, cuando digo que es un delincuente es porque eso es un crimen. Ya todo eso configura un resultado donde los resultados son evidentes.

M.H: Es el país con mayor cantidad de agrotóxicos por habitante y uno de los mayores en el tema de la deforestación, en provincias como Chaco, Salta, Misiones.

S.S: Cuando uno ve los mapas satelitales de hace 20 años y los vas viendo secuencialmente el nivel de reducción de bosques en la Argentina es una cosa escalofriante.

M.H: A mí me sorprendió mucho, nosotros que frecuentamos el Delta, me ha sorprendido que se habla de una reducción del 40 % de su superficie.

S.S: En una época las bajantes grandes pasaban una vez al año, hoy las tenés cada 15 días, hace un mes hubo una bajante enorme tal es así que la lancha colectiva no podía hacer todo el recorrido y tenía que volverse mucho antes, y a la gente que estaba del otro lado del río la lancha no llegaba. Y bajaba tanto el agua que en los arroyos laterales prácticamente no había agua y no podían bombear agua, no tenían agua ni para lavarse con 40 grados de calor. Y eso son fenómenos que se dan en todo el río Paraná, en Rosario es una tragedia el tema del nivel del agua, las Cataratas están secas, es tan impactante que pareciera que no se puede hacer nada y sí se puede, así como se hace para destruir se puede impedir que se destruya.

Fuente: https://rebelion.org/hay-una-generacion-que-se-ha-formado-con-otra-conciencia-en-relacion-al-medio-ambiente/

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La venganza de los virus

Uno de los problemas que aquejan al pensamiento crítico en este periodo de casos sistémicos, se relaciona con el tiempo y, de modo particular, con cierta fijación en las coyunturas y en los acontecimientos, o en el tiempo corto, según el historiador Fernand Braudel. Como si lo decisivo fuera el último discurso del candidato, la nueva ley aprobada o la genial iniciativa de algún dirigente.

Para el historiador, los acontecimiento son polvo, sucesos que se los lleva el viento y que no dejan más que vagos recuerdos; si los dejan. Braudel no desestimó ninguno de los tres tiempos que estudió, pero siempre se mostró fascinado por la larga duración, el tiempo largo, el de las estructuras y las continuidades, al que llegó a definir como el tiempo de los sabios.

De algún modo, es el tiempo de los pueblos originarios. Mayores se refieren casi siempre a los cinco siglos con los que nombran el inicio de una nueva era, plagada de desastres. Raras veces se enfocan en las coyunturas, a las que suelen abordar, casi, como meras anécdotas.

En 1995, Immanuel Wallerstein que se decía inspirado por Braudel, escribió un texto que hoy tiene rabiosa actualidad: Así como hace 25 años al parecer alcanzamos un pico en el fortalecimiento de las estructuras estatales, es posible que también hayamos alcanzado un pico en el ataque mundial, que ya duraba dos siglos, contra las enfermedades infecciosas y contagiosas. Es posible que la arrogante utilización de soluciones dramáticas haya dañado algunos mecanismos ecológicos de protección, posibilitando la aparición de enfermedades epidémicas terribles antes desconocidas [*].

Una cita que daría para un seminario. En efecto, en esas dos frases aparecen varios conceptos fuertes.

Sabemos que dos siglos de ataque a virus y bacterias, incluyendo la sobreutilización de antibióticos y el consumo masivo de comida chatarra, han dañado las defensas del organismo humano, de los no humanos y del planeta Tierra. Wallerstein se refiere a dos siglos que coinciden con la aparición de las primeras vacunas y del comienzo del ataque sistemático, equiparable a bombardeos, contra virus y bacterias.

Lo más notable, desde mi punto de vista, es su capacidad de emparejar el devenir de los estados con el del combate a las enfermedades, lo que evidentemente sugiere que estamos ante dos facetas ineludiblemente entrelazadas. Existe un solo planeta y lo que suceda con una de las variables se relaciona, inevitablemente, con las demás. Esta realidad sólo la podemos aquilatar si la miramos con los lentes de la larga duración, que disuelve los compartimentos estancos que está reproduciendo el pensamiento crítico.

El segundo aspecto que me parece necesario destacar, es el que menciona como soluciones dramáticas que, a la larga, no solucionan nada. ¿Qué conclusiones podemos sacar de estos dos siglos de guerra contra los virus? Una fundamental es que los virus vuelven, retornan porque pueden mutar pero, sobre todo, porque son parte de la vida, esa que no se puede eliminar sin provocar algo así como el suicidio de la especie.

En este punto entran las vacunas, que empiezan a ser obligatorias en algunos países y que se proponen como la solución única a la pandemia. Debo aclarar que quien esto escribe está vacunado de dos dosis, de modo que no milito entre los antivacunas, aunque tenga dudas sobre su eficiencia y su conveniencia. El punto es otro.

Administrar vacunas masivamente puede ser un modo de atajar la pandemia, puntual y coyuntural, pero que no elimina las futuras pandemias y, como señala Wallerstein, puede estar agravando el daño a los mecanismos ecológicos de protección. Aquí aparecen dos cuestiones. Una, que si no se abordan las causas profundas de la pandemia, como la deforestación y los gigantescos criaderos de animales para el consumo de carne, los virus volverán y serán más dañinos.

Dos, que al parecer no hemos aprendido nada de estos dos siglos: el bombardeo sistemático a virus y bacterias para combatir infecciones y enfermedades ha dañado nuestro sistema inmunitario, quizá de forma irremediable. Pero seguimos insistiendo en la misma receta, sin hacer balance de lo que nos puede enseñar la larga duración.

La arrogancia de la humanidad, profundizada por gobernantes ególatras (de derecha y de izquierda), atontada con la zanahoria del consumo, utilizada y fomentada por el capital, hace muy difícil desandar el camino de la autodestrucción. Sólo pueblos originarios enseñan caminos diferentes, precisamente porque no han abandonado la cultura de la larga duración. Se vacunan pero además cultivan sin agrotóxicos, por poner un ejemplo.

Por último, confiar en los estados es tan ingenuo como confiar la salud colectiva a las multinacionales farmacéuticas, que sólo piensan en ganancias gigantes por su control monopólico del mercado. Una salud autónoma que se construya a contrapelo del mercado y del Estado, es tan posible como urgente.

Fuente: https://rebelion.org/la-venganza-de-los-virus/

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Córdoba: despiden a médico por brindarle medicina a un niño con leucemia

América del Sur/Argentina/Autor y fuente: ANRed

 

El Doctor Medardo Ávila Vázquez fue despedido de la clínica privada Caraffa, en la ciudad de Córdoba. Llevaba 18 años trabajando como jefe del Servicio de Neonatología y Pediatría. El motivo fue haber comprado un medicamento llamado Deltisona para el tratamiento de un niño con leucemia. “Esto no se maneja como un almacén y tampoco somos una clínica de caridad” fue la respuesta recibida por uno de los hijos de los dueños fundadores de la clínica. Luego de una discusión, el pasado lunes 8 de junio, el médico fue despedido.

El episodio, además de disparar el debate sobre la privatización de la salud y la respuesta cruel ante situaciones tan delicadas, también muestra la problemática de los pueblos fumigados y el uso de agrotóxicos.

Medardo Ávila Vázquez es un importante médico pediatra, neonatólogo y también conocido por expresar públicamente las responsabilidades políticas del modelo agroexportador que año a año contamina campos, cursos de agua y hasta escuelas y zonas urbanas con pesticidas como el glifosato.

También se desempeña como perito en una causa judicial que investiga el nivel de contaminación del agua en Pergamino que se instruye en el juzgado federal de San Nicolás y tiene procesados a tres productores agrícolas e imputados a dos ex funcionarios municipales. “Es una falta de respeto para la población de Pergamino y para todos. El agua no puede tener venenos. ¿Cómo le va a dar a sus vecinos, como responsable de la salud de su población, agua con veneno, por más que sea poquito?”, expresó en una radio dirigiéndose al Intendente Javier Martínez.

Ávila Vázquez, además, fue coordinador del 1º Encuentro Nacional de Médicxs de Pueblos Fumigados, realizado en 2010 en la UNC donde participaron más de 160 profesionales de la salud de las provincias de Córdoba, Santa Fé, Buenos Aires, Neuquén, Santiago del Estero, Salta, Chaco, Entre Ríos, Misiones y Catamarca; como así también de seis universidades nacionales. El encuentro fue importante como espacio que para generar análisis y reflexión académica y científica sobre el estado sanitario de los pueblos afectados por los agrotóxicos, así como “escuchar y contener a los miembros de los equipos de salud que vienen denunciando y enfrentando este problema”.

En 2015 participó del Primer debate sobre Agroquímicos en el Senado Nacional donde dio testimonio de su compromiso con la salud de los pueblos, detallando una investigación que realizaron conjuntamente desde la Universidad Nacional de Córdoba y de La Plata sobre el impacto medioambiental en el pueblo Monte Maíz, ubicado al sureste de la Provincia de Córdoba.

Desde la Coordinadora Por una Vida Sin Agrotóxicos en Entre Ríos, Basta es Basta, califican como un atropello el despido del doctor Medardo Ávila Vázquez, y se solidarizan a través de un comunicado donde le agradecen “profundamente su enorme compromiso y valentía cuando levantó su voz clara para denunciar los efectos devastadores del modelo agroindustrial sobre la salud de embarazadas, bebés y niños y niñas”.

A continuación compartimos la carta escrita donde Medardo  relata lo ocurrido

Me despidieron tratando a un niño fumigado con leucemia

Hasta ahora y desde hace 18 años me desempeñaba como jefe del Servicio de Neonatología y Pediatría de una clínica privada de la ciudad de Córdoba (Clínica Caraffa), el pasado jueves 4 de junio me llaman desde la obra social de los empleados de la Provincia (APROSS) para que recibamos un niño de 2 años con supuesta bronquiolitis.

T.F. vive en Villa de María de Rio Seco, este es un pueblo del norte cordobés donde se extendieron los cultivos de soja y maíz a base de agrotóxicos y los niveles de contaminación son altísimos y también las protestas de los vecinos que tratan de que dejen de fumigarlos. El padre de T.F. murió en un accidente de tránsito, ahora vive con su madre, tíos y el abuelo. Su abuelo lo llevó ese día al centro de salud municipal porque está muy flaquito y hace 3 semanas que tiene fiebre. Desde el centro de salud lo mandaron directamente a Córdoba (a 300 km), con la ropa puesta, sin plata y en plena cuarentena. En realidad tenía una LEUCEMIA, al llegar volaba de fiebre y estaba sumamente debilitado y asustado llorando sin parar aterrado y dolorido. Solo acompañado de su abuelo paterno (un trabajador de la leña de los montes que destruye el agronegocio), porque su madre esta internada en Deán Funes teniendo otro bebe… El niñito lloraba llamando a su madre, quien no va a venir y quizás por mucho tiempo más aún. Al pobre niño le tuvimos que hacer todo tipo de intervenciones, incluso punción de medula ósea. Su estado era muy delicado, con una anemia severísima, lo trasfundimos y logramos compensarlo un poco. Al día siguiente, el viernes 5, teníamos confirmado el diagnostico de leucemia linfocítica aguda de células B.

El panorama se empezaba a esclarecer ya que es fuertísimo el vínculo entre exposición a agrotóxicos en la madre y leucemia en los hijos, incluso en revisiones de “medicina basada en la evidencia” como el metanálisis que ilustra esta crónica. En este estudio de Wigle et al. revisando 14 estudios publicados la conclusión es que la madres expuestas a agrotóxicos tiene dos veces y media más posibilidades de que sus hijos desarrollen una leucemia comparado con el riesgo norma de las madres no expuestas a estos venenos. Algo que se verifica claramente en nuestro paciente T.F. Y también verifica la injusticia ambiental y social de este caso, familia pobrísima que solo recibe las consecuencias sanitarias del agronegocio que destruye el ambiente y enferma a los vecinos.

A la tarde de ese viernes nuestra onco-hematóloga nos pide que empecemos con las altas dosis de Deltisona B (metilprednisona). No teníamos en gotas y la farmacia de la Clínica me informa que recién el lunes podría conseguir…. Deltisona B gotas hay en todas las farmacias y sale $470. Le aviso al Director médico que no teníamos la deltisona, pero que los pediatras la podríamos comprar en la farmacia del lado y arreglamos el lunes, todo OK. El sábado concurro nuevamente a ver los pacientitos y compro en la farmacia unos autitos de juguete, una segunda Deltisona B porque por las altas dosis que necesitaba el niño solo alcanzaban para día y medio y en el almacén comestibles y bebidas para el padre.

Bueno, el lunes 08 el niño estaba mucho mejor, las enfermeras le habían traído ropa y juguetes para él, nosotros ropa al padre, las chicas de laboratorio le compraron comida, agua y golosinas. Esa mañana, como a las 09:00 fallece Débora una niña de 6 años con un cuadro neurológico metabólico progresivo incurable que cuidábamos desde hace más de un mes, su estado era terminal y fue algo muy triste y doloroso para la familia y para todos nosotros. Mientras estábamos acompañando a la familia en ese momento tan desgarrador y humano, justo en ese momento me llama el joven y neoliberal abogado que junto con otra joven contadora, hijos de los dueños fundadores están manejando la clínica desde hace muchos meses. Bueno, me llama este gerente para reprocharme y retarme muy enojado por haber comprado la Deltisona supuestamente sin autorización, vociferarme diciéndome que esto no se maneja como un almacén y tampoco somos una clínica de CARIDAD!, situación que emotivamente me sobrepaso harto de meses de bullyng y falta de respeto y lo reputie como la situación, por lo menos, se lo merecía.

Conclusión, al medio día me llama para despedirme… y que arregle con su padre los términos de mi indemnización después de 18 años.

Sorprendido aunque sentía que este final no estaba muy lejos. En todos estos años trabaje como empleado en negro (como casi todos los médicos en dependencia privada de esta provincia) bajo mi responsabilidad estuvo el cuidado de más de 12.000 niños y 1800 recién nacidos y por suerte y dedicación tuvimos una excelente sobrevida y alta satisfacción de las familias, claro que también cometimos muchos errores, a algunos no pudimos ayudar a sobrevivir otros no supimos tal vez, pero no dejamos nunca de aprender de ellos. También forme varias camadas de residentes de los que me siento absolutamente orgulloso. En toda esta época, si bien la clínica era un negocio para los dueños, para nosotros era un lugar más para cuidar y ayudar a niñes enfermos y nos manejamos con amplio criterio hospitario, seguramente que esta condición se lograba porque la sociedad de los propietarios de la clínica eran en un 80% médicos que también trabajaban allí mismo. Esta situación desapareció, hoy la maneja un exclusivo criterio empresarial y este quedo expuesto en la patética situación de mi despido.

Y en medio de la pandemia, esta situación parece ser la gota que colmó el neoliberal vaso de los empresarios, seguramente les dolía que siempre apoye los reclamos por los derechos de los residentes, que siempre reclamamos por nuestro sueldo retrasado y los insumos y medidas de protección adecuadas, seguramente les molestaba de sobremanera que era público mi rechazo a la Declaración Jurada individual de que no tenemos Covid… y que si hay contagios es culpa del médico y deslinda de responsabilidad a las empresas y ministerios. Y que en todo mi sector de la clínica no pudieron hacérselo firmar a ningún médico. En esta época donde se mezcla en la trituradora los intereses de la “economía”, los derechos de los trabajadores de la salud y la salud como valor social, en esta trituradora, aprovecharon y me despidieron.

Están supuestamente prohibidos los despidos, pero si Techint lo hace con 1400 operarios, porque Clínica Caraffa no lo va a hacer conmigo, parece ser la realidad.

No me arrepiento de nada, volvería a hacer lo mismo, volvería a proteger como pueda a ese niñito fumigado y enfermo de muerte, volveríamos a comprarle su remedio y sus juguetes y volvería a decirle al patrón que no me lo diga por teléfono, que venga a decírmelo aquí en la cara que te voy a cagar a trompadas.

Fue un enorme placer para mí haber trabajado con todos los compañeros de esa Clínica, siempre todos tratando de dar una buena atención de salud. Los médicos de todos los servicios, las excelentes enfermera/os, las administrativas, camilleros, personal de limpieza, de la cocina, de mantenimiento, de diagnóstico. Gracias amigos y compañeros, nosotros cada uno de nosotros sabemos todo lo que ponemos, cuanta pasión, cuanta compasión, cuanto dolor, para tratar de ayudar al enfermo, al doliente, al desvalido, porque esa es nuestra función en esta vida. Les agradezco poder haber trabajado con ustedes, muchas gracias a todos. Y si, se aprovechan de nuestra nobleza, pero algún día tendremos que levantarnos para defender nuestra dignidad.-

Dr. Medardo Avila Vazquez

Médico Pediatra y Neonatologo MP. 16696

Fuente e imagen: https://www.anred.org/2020/06/19/cordoba-despiden-a-medico-que-estaba-tratando-a-un-nino-fumigado-con-leucemia/

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“Los pueblos indígenas son los grandes perdedores del modelo sojero”

“Los pueblos indígenas son los grandes perdedores del modelo sojero”

Por Enric Llopis

“La diversidad de los cultivos en los campos de los agricultores ha disminuido y las amenazas están aumentando”, concluye la FAO; y subraya que, de las 6.000 especies de plantas cultivadas para la obtención de alimentos, no alcanzan a 200 las que contribuyen –de manera importante- a la producción alimentaria mundial; asimismo el 24% de las cerca de 4.000 especies silvestres alimentarias (plantas, peces y mamíferos) se están reduciendo, según el documento El estado de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura en el mundo (2019).

El  organismo de Naciones Unidas también informa de que 820 millones de personas sufren hambre y malnutrición en el planeta, mientras que 2.000 millones padecen inseguridad alimentaria (cerca del 14% de los alimentos se pierden después de la cosecha hasta que llegan al comercio minorista). “El problema del hambre no tiene que ver con la producción, sino con la distribución y el acceso a los alimentos”, apunta la periodista Nazaret Castro, autora de La dictadura de los supermercados (Akal, 2017).

Otro punto significativo es la acción de los mercados sobre las denominadas commodities: “Mediante sus actividades de trading los bancos son los principales especuladores en los mercados de contratación directa y a término de materias primas y productos agrícolas”, escribió el investigador Eric Toussaint (CADTM, 2014). También el relator de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación en 2010, Olivier de Schutter, atribuyó en buena medida el incremento y la volatilidad de los precios de los alimentos durante la crisis mundial de 2007-2008 a “la aparición de una burbuja especulativa”; en concreto, a “la entrada de grandes y poderosos fondos de cobertura, fondos de pensiones y bancos de inversiones en el mercado de derivados financieros basados en productos alimentarios”.

A algunos de estos aspectos se hizo referencia durante la presentación, en la tienda de Oxfam Intermón en Valencia, de Los monocultivos que conquistaron el mundo. Impactos socioambientales de la caña de azúcar, la soja y la palma aceitera (Akal, 2019); en el acto participó la periodista Laura Villadiego, coautora del libro junto a las también periodistas Nazaret Castro y Aurora Moreno; el ensayo es resultado de una investigación de siete años.

Las tres investigadoras forman parte de Carro de combate, colectivo surgido en 2012 y que ha publicado libros como Amarga dulzura, una historia sobre el origen del azúcar (2013); Carro de combate. Consumir es un acto político (2014) o la Agenda 2020 de consumo responsable; en el último Informe de combate analizan el incremento acelerado de la demanda de aguacate –por ejemplo en Estados Unidos se triplicó durante el periodo 2010-2017-, en parte al promocionarse como un  “superalimento con cualidades nutricionales supuestamente excepcionales”; el informe detalla los impactos socioambientales del  monocultivo de este fruto, por ejemplo en la provincia chilena de Petorca (desvío de ríos, y pozos ilegales).

Brasil es el principal productor (y también exportador) mundial de caña de azúcar (que representa cerca del 86% de los cultivos de azúcar), seguido de India; son los dos grandes productores del planeta; además de azúcar, y etanol para el uso como combustible, permite generar electricidad (con el excedente de bagazo), tejidos o los denominados bioplásticos; requiere un uso intensivo de agua (OCDE/FAO, 2019), y “es probablemente el cultivo que ha supuesto una mayor pérdida de biodiversidad en el mundo, debido a las inmensas plantaciones”, afirman las autoras de  Los monocultivos que conquistaron el mundo (en noviembre de 2019 el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, revocó mediante decreto la Zonificación Agroecológica de la Caña de Azúcar, lo que reduce la protección ambiental para la producción e incrementa los riesgos sobre el Amazonas, el Gran Pantanal, en el estado de Matto Grosso del Sur, y las áreas protegidas de la sabana de El Cerrado, denunció WWF).

En Guatemala, el negocio azucarero se reparte –en forma de oligopolio- entre 12 grandes ingenios y siete familias, un cartel presuntamente relacionado, asimismo, con prácticas de evasión fiscal (investigación de El Faro y eldiario.es, abril 2017). Sobre Tailandia -tercer productor mundial de caña y segundo exportador mundial de azúcar-, diferentes medios difundieron en febrero de 2019 un reportaje del corresponsal de la Agencia Efe, Noel Caballero, titulado  “Polución y diabetes por la adicción de Tailandia al azúcar”; las fuentes médicas consultadas en el artículo cifraban en cerca de 200.000 los nuevos casos de diabetes anuales en Tailandia, mientras “la quema de los cañaverales ahoga al país”.

El ensayo publicado por Akal dedica un capítulo a lo que Aurora Moreno, Nazaret Castro y Laura Villadiego califican como “el nuevo oro rojo”. Indonesia y Malasia son los dos principales proveedores de aceite de Palma (OCDE/FAO, 2019), de manera que cerca del 85% de la producción mundial –que aumentó desde 15,2 millones de toneladas en 1995 a 62,6 millones en 2015 (European Palm Oil Alliance)- se concentra en ambos países. En septiembre de 2018, activistas de Greenpeace ocuparon una refinería que procesa aceite de palma en la isla indonesia de Sulawesi, perteneciente a Wilmar International; señalaron a esta compañía como la principal distribuidora de aceite de palma del planeta, y “proveedora de marcas como Colgate, Mondelez, Nestlé y Unilever”.

Una semana antes de la acción, Greenpeace denunció en un informe (La cuenta atrás. Ahora o nunca: es la hora de reformar la industria del aceite de palma) que 25 empresas productoras deforestaron 130.000 hectáreas de bosque tropical, desde finales de 2015, en Papúa Nueva Guinea y Papúa indonesia; la investigación añadía que una docena de grandes marcas, como General Mills, Hershey, Kellogg’s, Kraft Heinz, L’Oreal o PepsiCo, “se han abastecido de al menos 20 de estos productores”. Ejemplo de los efectos que tiene la destrucción del hábitat por la industria es, según los ecologistas, la eliminación en 16 años de la mitad de la población de orangutanes en la isla de Borneo. El texto de las tres periodistas se hace eco del informe, y amplía el foco a otros países.

Por ejemplo Colombia, donde destacan que las plantaciones más extensas de palma se ubican en zonas que han sufrido especialmente la violencia paramilitar, como Magdalena Medio, Nariño, Chocó o Montes de María; Colombia es líder de América Latina en producción de aceite de palma, y pasó de 158.000 hectáreas sembradas en 2000 a 517.000 en 2017 (SISPA-Fedepalma); algunas consecuencias de los macroproyectos fueron “la pérdida de biodiversidad, la contaminación de las aguas y la desaparición de modos de vida tradicionales”, apuntan Laura Villadiego, Nazaret Castro y Aurora Moreno.

También abordan la expansión de este monocultivo en África; en septiembre de 2019, la Alianza contra las Plantaciones Industriales en África Occidental y Central contabilizaba 49 concesiones para grandes plantaciones de palma aceitera en 2.740.000 hectáreas, ubicadas principalmente en Liberia, Congo-Brazzaville, Sierra Leona, Nigeria, Camerún, la República Democrática del Congo, Gabón y Costa de Marfil; las tres multinacionales con más superficie concesionada son SOCFIN, de Luxemburgo; Wilmar y Olam, las dos de Singapur. La “fuerte resistencia” de las comunidades contra el acaparamiento de tierras fue uno de los factores más importantes para frenar, en los últimos cinco años, el avance de las macroplantaciones, explica el informe de la Alianza.

Brasil y Estados Unidos son los dos mayores productores y exportadores de soja del planeta, y China el principal importador (OCDE/FAO, 2019). Por otra parte, Argentina es el primer exportador mundial de harina de soja. El Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agro-biotecnológicas (ISAAA) señala, en el informe de 2019 (con datos del año anterior), que desde 1996 la superficie de cultivos genéticamente modificados aumentó en 113 veces; los cinco mayores países en siembra de cultivos transgénicos –Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá e India- concentran el 91% del área total mundial (en cultivos de estas características, de los que la mitad corresponde a la soja, seguido del maíz y el algodón).

La organización GRAIN, de apoyo a los pequeños campesinos y la biodiversidad alimentaria, caracterizó a ISAAA como “agente de propaganda de las grandes corporaciones biotecnológicas”, y respondió al informe anual de esta entidad, en 2017, con una veintena de argumentos. Entre otros, que la imposición de la soja transgénica significó “la creación de un desierto verde de más de 54 millones de hectáreas en Brasil, Argentina, Paraguay y el sur de Bolivia. Asimismo, con la adopción de la soja genéticamente modificada, el uso en América Latina del glifosato (herbicida que comercializó por primera vez la multinacional Monsanto en los años 70 del siglo XX) “creció a más de 550 millones de litros anuales, con dramáticas consecuencias sanitarias en todos los territorios” (la OMS calificó en 2015 este agroquímico como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”).

Otro punto es la construcción de un oligopolio empresarial. La directora para América Latina del grupo ETC por la diversidad cultural y ecológica, Silvia Ribeiro, destaca que cuatro corporaciones controlan las semillas transgénicas a escala global: Bayer (que adquirió Monsanto), ChemChina-Syngenta, la estadounidense Corteva Agriscience (fusión de las empresas Dow y DuPont) y BASF; así como el 75% de los agrotóxicos (“México, la devastación transgénica y la resistencia”, en desInformémonos, agosto 2019). “Los pueblos indígenas son los grandes perdedores del modelo sojero”, rematan las investigadoras de Carro de Combate. Por ejemplo el pueblo guaraní, en Paraguay, al que pertenecen “la mayor parte de los desaparecidos, ejecutados y cientos de miles de desplazados por el avance de este monocultivo”.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/los-pueblos-indigenas-son-los-grandes-perdedores-del-modelo-sojero/

Fuete de Imagen: Rebelión

Autor: Enric Llopis

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Argentina – Pigüe: Fumigaciones sobre escuelas, impunidad y lobby empresarial

En el marco de la jornada mundial contra Monsanto conocimos y luego entrevistamos al grupo de ambientalistas autoconvocados de Pigüé. Este pueblo ubicado en el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires, es uno más de los tantos lugares afectados por las fumigaciones con Glifosato, y por eso nos pareció importante recoger el testimonio de un grupo que como ellos mismos señalan apuestan a la “concientización y la resistencia desde un lugar independiente” de los partidos políticos.

Quienes impulsamos La Izquierda Diario apostamos a la construcción de una fuerza política anticapitalista y revolucionaria, y nos parece importante visibilizar las distintas organizaciones que resisten contra las políticas extractivistas que destruyen el ambiente, y poder abrir el debate.

A menos de una semana de las elecciones, desde este periódico y con las figuras políticas del Frente de Izquierda Unidad, venimos denunciando que respecto al ambiente no hay ninguna grieta, sino una enorme complicidad de distintas fuerzas políticas en la defensa de un modelo económico donde la naturaleza es solo considerada una fuente de ganancias, sin importar su destrucción.

Transcribimos a continuación la entrevista:

DB: Primero que nada nos gustaría conocer un poco de ustedes y la realidad que están viviendo en Pigüé. En el 2017 denunciaron fumigaciones sobre escuelas rurales. Cuéntenos un poco sobre esa denuncia, las fumigaciones con agrotóxicos en la zona, y como fue el proceso que pasaron para conformarse como grupo de ambientalistas autoconvocados.

AAP: En el 2017 surgió la necesidad de reunirnos para tratar la problemática con respecto a las fumigaciones, entonces convocamos a una reunión la plaza del pueblo y ahí conocimos a marcela, docente de la escuela rural de Altavista, quien ya venía padeciendo fumigaciones incluso en horario escolar, sufriendo consecuencias en su salud y la de sus estudiantes. En esa oportunidad Marcela nos conto que si bien había hecho las denuncias correspondientes al consejo escolar y a la Secretaria de Producción y Medio Ambiente Municipal, estos se ampararon en la reglamentación vigente el cual se contradice con el Derecho Constitucional.

DB: Las imágenes documentales y los informes de las consecuencias que recaen sobre los pueblos fumigados son impactantes. Sin embargo pareciera que en las grandes ciudades no hay magnitud del problema, pese a que grandes estudios revelaron que más del 60% de las frutas y verduras que llegan a los centros urbanos están contaminados con agrotóxicos en niveles prohibidos. ¿Qué rol creen que juegan los grandes medios de comunicación para que no se visibilice lo que sucede con el glifosato?

AAP: Si bien estos últimos años los medios están haciendo más visible estas problemáticas (ya sea por cuestiones de agenda o porque ya es imposible taparlo), sabemos que estas empresas cuentan con un gran poder de lobby para lograr sostener este modelo de producción. Pensamos que el rol de los medios es central para correr del eje la atención a las verdaderas problemáticas de la sociedad.

DB: Como ustedes hay montones de organizaciones ambientalistas a lo largo y a lo ancho del país que también pelean contra las fumigaciones, la mega minería, el fracking y recientemente surgieron también organizaciones juveniles contra el cambio climático. ¿Qué niveles de coordinación hay actualmente entre las distintas organizaciones? ¿Creen que una gran coordinación nacional o provincial puede ayudar a que los reclamos tengan mayor impacto en la opinión pública?

AAP: Si bien hay una relación en red entre distintas agrupaciones ambientalistas, por ahora tenemos una relación bastante informal y de intercambio de experiencias. Si bien es importante estar conectados con distintas organizaciones, nosotros apostamos a un movimiento regional debido a las distintas legislaciones que existen en los distintos lugares afectados.

DB: Como parte del programa del frente de izquierda señalamos la necesidad de expropiar a los 4.000 grandes terratenientes que tienen la mitad de la tierra cultivable, para recuperar ese territorio y que deje de producirse bajo una lógica de ganancias privadas para pasar a regirse bajo la lógica del beneficio colectivo. ¿Creen que atacar la concentración de la tierra en pocas manos y la lógica de la ganancia privada puede ayudar a pasar un nuevo modelo de producción basado en la agroecologia?

AAP: No. Si bien pensamos que la expropiación de las tierras puede ser una de las aristas del tema, seria inteligente plantearnos si esto es realmente posible desde una organización vertical como la del Estado, que ocupa una parte fundamental en fomentar y permitir este modelo de producción.

Fuente de la Información: https://www.laizquierdadiario.com/Pigue-Fumigaciones-sobre-escuelas-impunidad-y-lobby-empresarial

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El veneno que nos legó Monsanto

Por: Silvia Ribeiro
Ya son más de 13 mil juicios iniciados contra Monsanto (ahora propiedad de Bayer) por haber causado cáncer a los demandantes o a sus familiares con el uso del herbicida glifosato, a sabiendas de los peligros que implicaba y sin informar de los riesgos a las personas expuestas. Son, en su mayoría, personas que aplicaban el agrotóxico sea en su trabajo agrícola, de jardinería o parques. En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el glifosato es cancerígeno para animales y probable cancerígeno en humanos.

El primer juicio que ganó una víctima, en agosto de 2018, fue la demanda de D. Lee Johnsson, un jardinero que aplicó glifosato por dos años en una escuela, a partir de lo cual contrajo el cáncer linfoma no-Hodgkin. (https://tinyurl.com/y5umrtt3). Un juez de San Francisco condenó a Monsanto-Bayer a pagar 289 millones de dólares en primera instancia, pero luego de que Bayer apelara quedó en 78 millones. En otro juicio, en marzo 2019, se dictaminó que Monsanto-Bayer debe pagar 80 millones de dólares a Edwin Hardeman por ser responsable de su enfermedad. Está a punto de concluir en Oakland el tercer juicio similar, iniciado por el matrimonio Pilliod contra Monsanto. Tienen 70 años y ambos padecen cáncer. Se espera que nuevamente sea un dictamen multimillonario en favor de las víctimas. (https://usrtk.org/monsanto-papers/)

Paralelamente, en Europa, Monsanto perdió por tercera vez, en abril de 2019, el juicio iniciado por el agricultor francés Paul François, quien sufre daños neurológicos por el uso del herbicida Lasso, con otro componente agrotóxico.

Bayer, que finalizó la compra de Monsanto en 2018, ha perdido hasta el momento más de 30 mil millones de dólares por la disminución del valor de sus acciones, por el impacto negativo de los resultados de los juicios sobre glifosato. El 26 de abril 2019, 55 por ciento de accionistas de Bayer votó contra las estrategias del directorio, liderado por Werner Baumann, que defendió la compra de Monsanto.

El glifosato, inventado por Monsanto en 1974, es uno de los herbicidas más usados en el mundo. Se vende bajo muchas marcas, como Faena, Rival, RoundUp, Ranger y otras. Las cantidades aplicadas aumentaron exponencialmente con la liberación de cultivos transgénicos resistentes a herbicidas. El aumento de su uso produjo resistencia en más de 25 tipos de malezas, creando un círculo vicioso de aplicar cada vez más glifosato. Se han encontrado cantidades elevadas de residuos de glifosato en alimentos, fuentes de agua y test de orina, sangre y leche materna en varios países y continentes, fundamentalmente en los mayores productores de transgénicos.

En todos los casos de juicios nombrados, los jueces dictaminaron en favor de las víctimas porque hallaron que Monsanto sabía de los riesgos y no lo explicó en etiquetas ni estrategia de venta de los productos. El punto es central, ya que el argumento de Monsanto es que las agencias regulatorias, como la Agencia de Protección Ambiental en Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) anuncian el glifosato como un herbicida de bajo riesgo.

No obstante, en el curso de los juicios Monsanto ha tenido que liberar documentos internos que prueban que tenía estudios propios muy tempranos que mostraban el potencial carcinogénico del glifosato y que pese a ello se dedicó durante décadas a escribir artículos que lucieran como si fueran científicos negando la toxicidad del glifosato, que luego acordaron con diferentes autores supuestamente científicos que los publicaran en su nombre sin mencionar a Monsanto.

Varios de esos artículos fueron listados por la EPA para determinar que el glifosato era casi inocuo a la salud. La organización US Right To Know ha publicado en su sitio dedicado a los juicios contra Monsanto documentos desclasificados hasta 2019 con pruebas y nombres de varios autores y artículos falseados (https://usrtk.org/monsanto-papers/).

En un reciente artículo de Nathan Donley y Carey Gillam en The Guardian, denuncian que Monsanto nunca realizó estudios epidemiológicos del uso de glifosato para ver su potencial cancerígeno, y en su lugar dedicó enormes sumas de dinero (hasta 17 millones de dólares en un año) para hacer campañas de propaganda, artículos de opinión de periodistas sesgados y actuar como escritor fantasma de artículos científicos que afirman que el glifosato es inocuo o no tiene grandes riesgos. Esto aumentó luego de la declaración de la OMS en 2015 (https://tinyurl.com/yxkrw4l9).

También dan a conocer correos electrónicos de Monsanto con la consultora de estrategia e inteligencia política Hakluyt, en julio de 2018, que revelan que la Casa Blanca afirma que le guardará la espalda a Monsanto en cualquier caso y que pese a los estudios que muestran toxicidad no votarán nuevas regulaciones. (https://tinyurl.com/yxcbswp5)

Son abrumadoras las evidencias de que se debe prohibir el glifosato. Varias ciudades estadunidenses y algunas latinoamericanas ya lo han establecido. El tema no es solamente este tóxico o sólo Monsanto-Bayer. Todas las trasnacionales de agronegocios tienen estrategias parecidas para vender veneno a costa de la salud y el medio ambiente. Hay que avanzar en la eliminación de todos los agrotóxicos.

* Investigadora del Grupo ETC

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2019/05/11/opinion/019a1eco

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Charlas con B y OVE presenta a Alonso Ojeda:La agroecología desde una visión natural libre de agrotóxicos. (Video)

Redacción OVE

Las ciencias sociales en Venezuela han tenido un espectacular desarrollo en los últimos setenta años. Grandes maestros y maestras formaron a generaciones de científic@s sociales en todos los campos y áreas del conocimiento.

Sin embargo, la instrumentalización de la investigación muchas veces invisibiliza la importante labor que se realiza. En Charlas con B nos proponemos el ambicioso proyecto de abrir una ventana semanal para dar a conocer el trabajo científico que se realiza en Venezuela.

No lo haremos a través de los decisores, ni de quienes gestionan los centros de investigación, sino dándole voz y rostro a los y las investigadores(as).

*Alonso Ojeda: Docente de la Escuela de Biología en los cursos: Principios de Biología, Ecología de Poblaciones, Ecología de Suelos, Ecología de Comunidades, y Ciencia del Suelo; y en posgrado en el curso: Biofertilidad de Suelos. Investigación en los temas: Manejo agroecológico de sabanas de buen drenaje, con énfasis en el manejo de pasturas mediante la tecnología agroecológica de Pastoreo Racional Voisin; Uso de técnicas nucleares para determinar tasas de erosión en ecosistemas terrestres; Estudios de erosión en ecosistemas antárticos; Fenómenos de adsorción de fosfatos en suelos ácidos; Uso de emulsiones asfálticas y roca fosfórica como enmiendas mejoradoras de suelos; y Secuestro de carbono en ecosistemas terrestres en el contexto del cambio climático.

Este proyecto nace auspiciado por CLACSO-Venezuela y el portal “Otras Voces en Educación” (OVE), www.otrasvoceseneducacion.org.

Charla completa:

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