En el marco de la jornada mundial contra Monsanto conocimos y luego entrevistamos al grupo de ambientalistas autoconvocados de Pigüé. Este pueblo ubicado en el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires, es uno más de los tantos lugares afectados por las fumigaciones con Glifosato, y por eso nos pareció importante recoger el testimonio de un grupo que como ellos mismos señalan apuestan a la “concientización y la resistencia desde un lugar independiente” de los partidos políticos.
Quienes impulsamos La Izquierda Diario apostamos a la construcción de una fuerza política anticapitalista y revolucionaria, y nos parece importante visibilizar las distintas organizaciones que resisten contra las políticas extractivistas que destruyen el ambiente, y poder abrir el debate.
A menos de una semana de las elecciones, desde este periódico y con las figuras políticas del Frente de Izquierda Unidad, venimos denunciando que respecto al ambiente no hay ninguna grieta, sino una enorme complicidad de distintas fuerzas políticas en la defensa de un modelo económico donde la naturaleza es solo considerada una fuente de ganancias, sin importar su destrucción.
Transcribimos a continuación la entrevista:
DB: Primero que nada nos gustaría conocer un poco de ustedes y la realidad que están viviendo en Pigüé. En el 2017 denunciaron fumigaciones sobre escuelas rurales. Cuéntenos un poco sobre esa denuncia, las fumigaciones con agrotóxicos en la zona, y como fue el proceso que pasaron para conformarse como grupo de ambientalistas autoconvocados.
AAP: En el 2017 surgió la necesidad de reunirnos para tratar la problemática con respecto a las fumigaciones, entonces convocamos a una reunión la plaza del pueblo y ahí conocimos a marcela, docente de la escuela rural de Altavista, quien ya venía padeciendo fumigaciones incluso en horario escolar, sufriendo consecuencias en su salud y la de sus estudiantes. En esa oportunidad Marcela nos conto que si bien había hecho las denuncias correspondientes al consejo escolar y a la Secretaria de Producción y Medio Ambiente Municipal, estos se ampararon en la reglamentación vigente el cual se contradice con el Derecho Constitucional.
DB: Las imágenes documentales y los informes de las consecuencias que recaen sobre los pueblos fumigados son impactantes. Sin embargo pareciera que en las grandes ciudades no hay magnitud del problema, pese a que grandes estudios revelaron que más del 60% de las frutas y verduras que llegan a los centros urbanos están contaminados con agrotóxicos en niveles prohibidos. ¿Qué rol creen que juegan los grandes medios de comunicación para que no se visibilice lo que sucede con el glifosato?
AAP: Si bien estos últimos años los medios están haciendo más visible estas problemáticas (ya sea por cuestiones de agenda o porque ya es imposible taparlo), sabemos que estas empresas cuentan con un gran poder de lobby para lograr sostener este modelo de producción. Pensamos que el rol de los medios es central para correr del eje la atención a las verdaderas problemáticas de la sociedad.
DB: Como ustedes hay montones de organizaciones ambientalistas a lo largo y a lo ancho del país que también pelean contra las fumigaciones, la mega minería, el fracking y recientemente surgieron también organizaciones juveniles contra el cambio climático. ¿Qué niveles de coordinación hay actualmente entre las distintas organizaciones? ¿Creen que una gran coordinación nacional o provincial puede ayudar a que los reclamos tengan mayor impacto en la opinión pública?
AAP: Si bien hay una relación en red entre distintas agrupaciones ambientalistas, por ahora tenemos una relación bastante informal y de intercambio de experiencias. Si bien es importante estar conectados con distintas organizaciones, nosotros apostamos a un movimiento regional debido a las distintas legislaciones que existen en los distintos lugares afectados.
DB: Como parte del programa del frente de izquierda señalamos la necesidad de expropiar a los 4.000 grandes terratenientes que tienen la mitad de la tierra cultivable, para recuperar ese territorio y que deje de producirse bajo una lógica de ganancias privadas para pasar a regirse bajo la lógica del beneficio colectivo. ¿Creen que atacar la concentración de la tierra en pocas manos y la lógica de la ganancia privada puede ayudar a pasar un nuevo modelo de producción basado en la agroecologia?
AAP: No. Si bien pensamos que la expropiación de las tierras puede ser una de las aristas del tema, seria inteligente plantearnos si esto es realmente posible desde una organización vertical como la del Estado, que ocupa una parte fundamental en fomentar y permitir este modelo de producción.
Fuente de la Información: https://www.laizquierdadiario.com/Pigue-Fumigaciones-sobre-escuelas-impunidad-y-lobby-empresarial