Senegal: Una empresa textil gana un Premio UNESCO por su programa de alfabetización y formación profesional en las regiones rurales de Senegal 06 septiembre 2019

La Empresa de Desarrollo y Fibras Textiles de Senegal (SODEFITEX) fue galardonada con el Premio de Alfabetización UNESCO-Rey Sejong, en su edición de 2019, por su programa “Alfabetización funcional y formación profesional continua en lenguas autóctonas para los campesinos del sur de Senegal”.

Desde 1982, SODEFITEX comenzó a proporcionar, en el marco de su trabajo, cursos de alfabetización a los campesinos con escasa o ninguna escolarización en el sur de Senegal. En 1990, la empresa textil establecida en Dakar, amplió su programa al ofrecer formaciones profesionales a los alumnos que habían completado exitosamente sus cursos de alfabetización, para que continuaran su enfoque plurilingüe en las tres lenguas nacionales – pulaar, mandika y wolof – que son a su vez las lenguas maternas de estos.

“La empresa tiene como objetivo la creación de un entorno alfabetizado al ayudar a los agricultores, entre los 20 y 40 años de edad, que benefician del programa, a pasar de una situación de analfabetismo al dominio de competencias básicas en lectoescritura y cálculo en las lenguas nacionales”, afirmó Abdoulaye Mbaye, jefe del Servicio de Formación e Innovación de SODEFITEX.

Los docentes especializados refuerzan con frecuencia sus métodos y conocimientos en educación de adultos gracias a las formaciones anuales. La metodología incluye la creación de actividades que están vinculadas directamente con la vida cotidiana de los educandos, tales como la agricultura, la vida en el seno de la familia y la vida cotidiana en las regiones rurales.

Mejorar las condiciones de vida de los campesinos gracias al programa de alfabetización

Al proporcionar formaciones en materia de competencias técnicas y profesionales a los agricultores locales, el programa no solo aumenta la productividad local, sino que mejora también considerablemente las condiciones de vida de los productores:

“Construir un entorno alfabetizado puede ser de utilidad a la vida cotidiana en lo relativo a la ciudadanía activa, la prevención de riesgos sanitarios relacionados con los pesticidas, la higiene, etc. El impacto es real y se observan cambios comportamentales visibles y concretos”, afirma el representante de la SODEFITEX.

63.735 personas originarias de regiones rurales, de las cuales 25% son mujeres, han obtenido ya un certificado de rendimiento. En lo adelante, la empresa senegalesa espera desarrollar más su programa.

“La ampliación de este enfoque significaría un paso importante para nuestra economía, así como la productividad de la artesanía informal, tanto en las regiones rurales como en las zonas urbanas”, afirmó Abdoulaye Mbaye.

Gracias al reconocimiento que implica la obtención de este Premio, el nuevo galardonado pretende continuar la promoción de la alfabetización y el reforzamiento de las competencias, así como el incremento del alcance y la eficacia del programa, a la vez que mostrar el camino para incitar a que se lleven a cabo actividades similares: esto significaría “un paso importante para nuestra economía.

“Este premio prestigioso mejorará considerablemente la visibilidad de este modelo, y los colaboradores de los programas de alfabetización en lenguas nacionales podrán de este modo incrementar su apoyo a proyectos como este.”

Este año, con motivo del Día Internacional de la Alfabetización, los premios internacionales de alfabetización de la UNESCO recompensarán a galardonados provenientes de Argelia, Colombia, Indonesia, Italia y Senegal. La ceremonia de entrega de premios tendrá lugar durante un evento internacional organizado con motivo del Día Internacional de la Alfabetización el 9 de septiembre próximo, en la Sede de la UNESCO. Los premios internacionales de alfabetización y el evento internacional de este año llevan por lema “La alfabetización y el plurilingüismo”.

Fuente de la Información: https://es.unesco.org/news/empresa-textil-gana-premio-unesco-su-programa-alfabetizacion-y-formacion-profesional-regiones

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VIDEO: El reo que aprendió a leer y escribir para no estar preso por un robo que cometió

Centroamerica/ElSalavdor/elsalvador.com

La familia apoya al sentenciado; ahora su madre y hermanos asisten al mismo círculo de alfabetización. En 2018, el municipio de San Salvador fue declarado libre de analfabetismo por el MINED.

Luis Gutiérrez fue condenado por el delito de hurto a tres años de prisión, sin embargo, la jueza otorgó la libertad condicional si trabajaba y estudiaba.

POR MARÍA NAVIDAD

 

Para tener el privilegio de la libertad condicional, Luis Gutiérrez tenía que aprender a leer y escribir. El hombre fue condenado a tres años de cárcel por el delito de hurto agravado y la jueza del caso le puso como requisito seguir estudiando si quería el beneficio legal.

A sus 26 años, Luis no podía leer ni escribir, solamente aprendió a sumar y restar con los dedos; el estudio nunca fue importante para sus actividades diarias.

Gutiérrez creció en Berlín, municipio de Usulután, y su casa se encontraba en la zona rural. Estudió primer grado tres veces porque sólo asistía medio año a clases y luego abandonaba la escuela para estar en el campo. Su familia era de escasos recursos y cuidar vacas o caballos le proporcionaba pequeños ingresos.

Durante el tiempo que asistió al centro educativo sólo aprendió las vocales y el abecedario.

“Por la economía (dinero) no me gustaba ir. A la hora del recreo, todos se detenían a comprar churros y a mí no me gustaba sólo ver. Siempre hemos sido pobres, mi mamá sólo nos daba el desayuno, no nos daba para comprar algo”, recuerda.

El tiempo fue pasando y Luis nunca se interesó por continuar con sus estudios, con lo poco que sabía siguió trabajando como corralero. A sus 15 años decidió acompañarse y dejar a su familia.

Un año después, su madre, hermanos y él se mudaron a San Salvador luego del fallecimiento de sus abuelos maternos.

Cuando recién emigraron Luis empezó como empacador en un supermercado, después trabajó en un restaurante en Chalatenango, pero viajaba todo los días desde la capital; por eso decidió dejarlo.

Por varios años anduvo en malos pasos, no trabajó ni estudió.

Lisandro Vásquez, promotor de círculos de alfabetización del Ministerio de Educación, atiende una lección con miembros de la familia de Luis. Foto EDH / Lissette Monterrosa

La oportunidad de un trabajo se le abrió en una venta de películas pirata, en el centro de San Salvador. Ahí aprendió el negocio y decidió montar su propia venta; pero pronto quebró y tuvo que volver a trabajar en el mercado La Tiendona.

“Una vez un señor me gastaba $9.00 y me dio un billete de $10.00, para darle uno de vuelto. Pero ese dólar lo agarré yo y a él le di los nueve que tenía que cobrarle. Yo perdí”, contó Luis como ejemplo de su falta de escolaridad.

Cuando aún trabajaba en La Tiendona fue acusado de robo. En abril de 2018 estuvo en las bartolinas; paso ahí 3 meses, mientras se realizaba su audiencia.

Luis fue declarado culpable y condenado a 3 años de cárcel. La jueza, al conocer el caso y que a sus 26 años el sentenciado no sabía leer ni escribir, ordenó libertad condicional con el requisito de que el joven siguiera sus estudios y tuviera la oportunidad de reinsertarse al ámbito laboral.

Nunca estuvo dentro de los planes de Luis seguir estudiando, pero la orden de la jueza lo obligó a buscar un programa para aprender.

En una reunión conoció a un promotor de alfabetización, quien le recomendó inscribirse lo más pronto posible.
Lisandro Vásquez, promotor del MINED, explicó que no solo era Luis quien debía ser alfabetizado sino casi toda su familia, con la excepción de su hermano, de 19 años de edad, quien estudió hasta séptimo grado.

En 2018, el Ministerio de Educación declaró “El año de la alfabetización”. A través del Programa de Alfabetización se han creado círculos de estudio para enseñar a leer , escribir y cálculos matemáticos básicos a las personas mayores de 15 años que por algún motivo no pudieron asistir a un centro educativo. Actualmente, el municipio de San Salvador se encuentra libre de analfabetismo, con un 97% de personas que saben leer y escribir.

A nivel nacional, con la puesta en marcha de estos programas, el índice se redujo a un 7.6%, según datos propios del MINED.

La familia Gutiérrez Molina pertenece a ese porcentaje de personas que aún no saben leer y escribir en la zona urbana.

La modalidad de aprendizaje consiste en una cartilla de enseñanza con 50 lecciones, lo ideal en cada círculo es que se impartan dos lecciones por día y 10 lecciones por semana para terminar en 5 semanas el primer curso.

Una cartilla equivale a un grado. El alfabetizante necesita 10 semanas para terminar primer y segundo grado en esta modalidad.

Foto EDH / Lissette Monterrosa

En marzo, la familia terminó la primera cartilla, equivalente a primer grado, con la aprobación del tutor.

Los alumnos empiezan a familiarizarse con la letras por medio de los números, “es mucho más fácil que usted les diga que letra es el número 15 porque ya los conocen”, en las lecciones abajo de las letras se encuentra el número que le corresponde.

“Con este grupo me costó bastante la lección de los pares e impares, porque luchaba como explicarles cuáles eran los pares e impares. Es bien bonito porque para ellos es algo nuevo. Para mí puede ser fácil decir cual es un par o impar porque es algo que de memoria, pero para ellos es nuevo”, explicó Lisandro.

Con el fin de facilitar el aprendizaje el programa cuenta con radio clases para guiar al círculo con las cartillas. Las clases están diseñadas para personas mayores de 15 años.

Las radio clases consisten en la narración de todo los contenidos de la cartilla, “La cartilla cuenta con una lista radial porque la mayoría de personas adultas ya pueden contar, lo que no saben es como escribir las cifras”, explicó Vásquez, promotor de alfabetización.

“La radio clase funciona porque sabemos que este trabajo es voluntario, la gente no es maestra, son líderes juveniles, de las iglesias, líderes comunales, entonces ellos no tienen una formación pedagógica”, explicó Santiago Miranda, locutor de la radio clase.

Las personas encargadas de dar las lecciones son voluntarios de las comunidades donde se encuentran los círculos de alfabetización.

La familia Gutiérrez Molina inició el círculo con el promotor porque no había un voluntario para dar las clases, hasta que un hermano de Luis se ofreció a enseñarles.

Los voluntarios deben prepararse con material extra para temas que necesitan una mayor explicación.
Geovani Vásquez, de 19 años,estudió hasta séptimo grado, y es quien se encarga de dar las clases a su familia. “La experiencia de enseñarle a mi familia ha sido bien bonita porque les enseño un poco de lo que yo sé”, comenta.

Hace 4 años, Geovani dejó los estudios porque en el centro escolar donde recibía clases controlaba la pandilla contraria a la del lugar donde vive.

Este año decidió seguir estudiando pero la institución donde realizó su séptimo grado perdió sus certificados y sólo le registran hasta tercer grado. Geovani espera que con la ayuda del MINED pueda continuar su octavo grado.
“Como uno es mayor le da pena ir a estudiar con menores ”, expresa Geovani.

Foto EDH / Lissette Monterrosa

El joven da clases a su familia cada vez que puede. Él está aprendiendo mecánica y debe utilizar su tiempo libre para brindar las lecciones a sus hermanos y su mamá. La mayoría de las clases las brinda en la noche o el fin de semana.
Marta Julia Molina es la madre de Luis. Tiene 53 años y tampoco puede leer ni escribir.

Ella nació en una familia de 8 hijos en el municipio de Berlín, en una zona rural. Su familia fue de escasos recursos y la educación nunca fue prioridad.

Por ser la mayor de sus hermanos desde muy pequeña estuvo a cargo de las labores de la casa, las cuales no le permitían asistir con regularidad a la escuela.

“En ese tiempo sí me tocaba hacer alguna cosa ya no iba a la escuela. Mi papá trabajaba y a mí me tocaba irle a dejar el almuerzo y hacer las cosas de la casa”, recuerda Marta.

De forma irregular logró estudiar hasta tercer grado, lo que le sirvió para identificar palabras y sumar. “Gracias a Dios con eso aprendí a firmar”, comenta.

Desde los 15 años se dedicó a la venta de tamales, empanadas y pan francés para ayudar al sustento de su familia.
A los 19 años se acompaño y formo su familia. Se dedicó a cuidar a sus hijos y a las labores hogareñas.

Para Molina nunca fue un obstáculo no saber leer ni escribir para sus actividades.

Pero la situación de Luis sirvió de motivación a toda la familia para aprender. Jessica, hermana de Luis, tampoco asistió a la escuela y para apoyarlo, también, se inscribió en el círculo de alfabetización.

Luis cuenta con el apoyo de su familia para salir adelante y se siente agradecido con esta oportunidad y, ahora, planea seguir estudiando hasta terminar el bachillerato.

Fuente:https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/579161/el-reo-que-aprendio-a-leer-y-escribir-para-tener-libertad-condicional/

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Brasil: Ministro de Educación de Bolsonaro y Leonardo Boff se atacan en las redes

America del Sur/ Brasil/ 04.02.2019/ Fuente: www.lavanguardia.com.

El ministro de Educación de Brasil, el colombiano Ricardo Vélez, y el exfraile franciscano Leonardo Boff, uno de los principales ideólogos de la Teología de la Liberación, protagonizaron un intercambio de ataques en las redes sociales este jueves en el que mutuamente se desearon vivir lejos.

«Leonardo Boff regrese a Corea del Norte, que es el único lugar en que ese marxismo-leninismo de bar aún es consumido», afirmo Vélez, un académico nacido en Colombia y nacionalizado brasileño que fue nombrado como ministro de Educación por del presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, en respuesta a una serie de críticas de Boff a los proyectos del Gobierno.

«Ricardo Vélez su trabajo es desmontar la educación con proyectos absurdos y negando toda nuestra tradición. Debería regresar a Colombia. El señor no es un conservador; es un atrasado. Nuestros alumnos no merecen ese castigo», respondió inmediatamente el exfraile.

Boff, un teólogo y escritor, es un activo interlocutor en las redes sociales, con decenas de publicaciones diarias, en las que se muestra muy crítico con el Gobierno de Bolsonaro e intenso defensor del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que este jueves completó 300 días preso tras ser condenado por corrupción.

En diferentes publicaciones en los últimos días, Boff ha criticado los proyectos del Ministerio de Educación; citado supuestas censuras en los organismos vinculados a la cartera y denunciado que el organismo fue tomado por fuerzas ultraconservadoras.

El principal blanco del teólogo son las críticas del nuevo Gobierno al modelo de alfabetización de adultos desarrollado en la década de 1960 por el pedagogo brasileño Paulo Freire y que miembros de la administración Bolsonaro consideran un método de adoctrinamiento marxista.

Boff también critica duramente los vínculos de Vélez con el filósofo brasileño Olavo de Monteiro, el principal ideólogo de la ultraderecha en Brasil y que tiene gran influencia en el Gobierno de Bolsonaro.

Fuente de la noticia: https://www.lavanguardia.com/politica/20190131/46133908610/ministro-de-educacion-de-bolsonaro-y-leonardo-boff-se-atacan-en-las-redes.html

 

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Reseña: El Faro se iluminó con el filme “Uso mis manos, uso mis ideas”

Argentina / 1 de octubre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: El Retrato de Hoy

Con notable éxito se llevó a cabo el ciclo de Cine y Derechos Humanos que se desarrolla una vez por mes en el Faro de Punta Mogotes –Avenida de los Trabajadores 5700.

En el Espacio para la Memoria y Promoción de Derechos Humanos, ex Esim, se lleva adelante un ciclo de cine el último sábado de cada mes. En esta oportunidad el film presentado fue “Uso mis manos, uso mis ideas,” un proyecto de alfabetización que planteaba seguir el enfoque pedagógico y político de Paulo Freire.

Luego de la proyección se realizó una charla con los invitados y protagonistas a la jornada. Entre ellos estuvieron a Omar Neri, Director de la película e integrante de Mascaró Cine,  Graciela Ramundo, docente e integrante de CTA y a Lucia Gorricho, quien también pertenece al ámbito docente.

Marcela Ohienart, integrante del Colectivo del Faro, explicó que: “En 1973, un grupo de militantes populares iniciaron un proyecto de alfabetización de adultos en un barrio de Neuquén, Argentina. Tomando en cuenta las experiencias cubanas y las desarrolladas por Paulo Freire en 1960, los alumnos aprendieron a leer y escribir, teniendo presente que éstas son herramientas de transformación social.”

Según destacó Ohienart esta iniciativa fue filmada por Raúl Rodríguez, con el objetivo de realizar una película que sirviera para otros barrios. Hace treinta años se ponía en marcha en el barrio Villa Obrera de Centenario, Neuquén, un proyecto de alfabetización que planteaba seguir el enfoque pedagógico y político de Paulo Freire.

“Se planteaba una educación para la liberación y no para el disciplinamiento. La experiencia, podría haber quedado guardada, pero la filmación se salvó de la censura de la última dictadura militar por una etiqueta: la rotularon como “publicidad de vino Rojo Trapal”, y la guardaron entre muchas otras en un laboratorio,” comentó la representante del Faro. 

Por otro lado desde el colectivo, destacaron que: “Tuvieron que pasar 30 años para que puedan ser rescatadas estas imágenes y los testimonios de quienes participaron en la experiencia, precursora de las campañas nacionales de alfabetización.”

Hace 10 años, el grupo Mascaró Cine Americano, recuperó las imágenes para realizar el documental “Uso mis manos, uso mis ideas”, en el que rescata aquel proceso de aprendizaje como una herramienta de transformación social.

Premios y menciones: “Uso mis manos, uso mis ideas”  

2003 1er. Premio en el V Festival Internacional de Cine y video de Derechos Humanos, Buenos Aires Argentina.

2003 Premio Centro Audiovisual Rosario al video más destacado por su valor educativo en el 10mo. Festival Latinoamericano de Videos de Rosario Santa Fe Argentina.

2003 Premio al mejor Film Educativo en el 12· certamen de Cine y Video de Santa Fe Argentina.

2003 Mención por el trabajo de investigación, en el 4to. Festival Nacional y Primero del MERCOSUR de cine y video documental en Avellaneda Argentina.

2003 Selección oficial para la sección informativa del 25· Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano La Habana, Cuba.

2003 Selección oficial para la 5· Muestra Internacional Documental, Bogotá́ Colombia.

2003 Participación del IV Congreso de Educación Superior “Universidad 2004”, La Habana, Cuba.

2003 Selección en la XIII Muestra Nacional de Cine y Video Documental Antropológico y Social Buenos Aires Argentina.

2003 Declaración de “Huéspedes de Honor” en la Ciudad de Centenario, a los integrantes del Grupo Mascaró.

2004 3er. Premio Tele Festival Iberoamericano ATEI Madrid España.

2004 Selección para la II Semana Solidaria con Argentina: Así́ trabaja la Esperanza, Murcia, España.

2004 Selección Oficial al 3° Festival Internacional de Cine y video “Imágenes de la Patagonia” Neuquén Argentina.

2004 Premios TEA – Estímulos al periodismo joven mención Especial al Grupo Mascaró. Buenos Aires Argentina.

DECLARADA DE INTERÉS POR:

Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo Universidad Nacional del Comahue.

Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación.

Honorable Cámara de Diputados de la Nación Dirección Provincial de cultura del Neuquén Honorable Legislatura Provincial del Neuquén Consejo Provincial de Educación del Neuquén.

Municipalidad de la Ciudad de Centenario, Pcia. del Neuquén.

Consejo Deliberante de Centenario, Pcia. Del Neuquén.

ATEN (Asociación de Trabajadores de la Educación del Neuquén.)

Secretaria de Educación de la Municipalidad de Mar del Plata.

Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca.

Fuente de la Reseña:

http://elretratodehoy.com.ar/2017/09/24/el-faro-se-ilumino-con-el-filme-uso-mis-manos-uso-mis-ideas/

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Aprender a leer y escribir en la ‘escuela de las abuelas’ de India

India/09 marzo 2017/Fuente: Las Provincias

«En el banco tenía por costumbre dar mis huellas dactilares (como firma). Me avergonzaba. Ahora me siento orgullosa de firmar con mi nombre», revela una alumna.

Vestidas de uniforme, mujeres de más de 60 años recitan el alfabeto en «la escuela de las abuelas» de una zona rural india, donde aprovechan la oportunidad que se les negó de niñas para aprender a leer y escribir. Esta treintena de mujeres de entre 60 y 90 años, en su mayoría viudas, cumplen su sueño gracias a una iniciativa única en los alrededores de Bombay. Es su revancha. «Cuando era niña nunca fui a la escuela. Es fantástico poder ir ahora y estudiar con mis amigas. Nos lo pasamos muy bien», declara Gulab Kedar, de 62 años, visiblemente encantada.

El colegio celebra el miércoles su primer aniversario con motivo del Día Internacional de la Mujer. Es su forma de combatir los prejuicios en las zonas rurales de India y de ayudar a las mujeres a liberarse del estigma del analfabetismo. Todos los días las 29 abuelas recorren la corta distancia que separa su aldea de Phangane, en el estado de Maharashtra (oeste), de la pequeña cabaña de «Aajibaichi Shala», la «escuela de las abuelas» en lengua marathi. «¡Adiós!» les dicen sus nietos. Algunos acompañan todo el trayecto a sus abuelas, que echan a andar con sus carteras, en las que llevan pizarra, tiza y un manual.

De las dos a las cuatro de la tarde estudian en una pequeña aula de paredes de bambú y tejado de paja. Lo hacen sentadas de piernas cruzadas en el suelo. Una profesora de 30 años les enseña. Las abuelas leen un texto sencillo y escriben sus nombres en una pizarra, algo inimaginable un año atrás. También estudian las bases de la aritmética.

Lucen brazaletes y anillos nasales y sus trayectorias son similares. Durante su infancia se quedaron en casa o trabajaron mientras que sus hermanos iban al colegio. Se casaron e hicieron lo que se esperaba de ellas: tener hijos y criarlos en el hogar.

«Mis hermanos iban al colegio pero yo no tuve esa oportunidad», explica Janabai Dajikedar, de 75 años. La asistencia a clase les facilita la vida cotidiana. «En el banco tenía por costumbre dar mis huellas dactilares (como firma). Me avergonzaba. Ahora me siento orgullosa de firmar con mi nombre».

Esta «clase de las abuelas», financiada por un organismo caritativo local, es obra de Yogendra Bangar, profesor de la escuela primera de Phangane desde hace tres años. Se le ocurrió en 2016 cuando varias mujeres se quejaron de no poder participar en las lecturas públicas durante las celebraciones religiosas. «Hemos pensado que darles a estas abuelas una oportunidad equitativa de acceso a la escolaridad y alfabetización las haría felices», explica. «A sus edades, no van a buscar un empleo en una empresa. Pero la alegría de poder firmar con su nombre y de saber leer ha mejorado considerablemente su bienestar». Esta escuela de las abuelas contribuye a mejorar el estatus de las mujeres en el pueblo, estima el profesor Bangar, que espera que su escuela inspire a otras localidades de India.

El color llamativo del uniforme no se ha dejado al azar. «La mayoría de estas abuelas son viudas y deben vestirse de blanco en señal de luto. Hemos querido romper este tabú y otras tradiciones más antiguas para que cada una se sienta en pie de igualdad y miembro de la comunidad sin discriminación, por lo que elegimos un uniforme rosa».

Las 70 familias de la aldea apoyan el proyecto y acompañaron a las abuelas en su primer día de cole. «Había música y tambores, mucha fanfarria. Nos hemos sentido tan especiales», recuerda Kantabai More, de 70 años, que aprecia mucho cuando sus nietos la ayudan a hacer los deberes. Para el primer aniversario, el miércoles, se celebrará una fiesta, con más de 500 personas de las aldeas aledañas, explica Bangar. «Celebraremos su inestimable contribución a las aldeas y a nuestras vidas. Son nuestros diamantes y deberíamos mimarlas».

Fuente: http://www.lasprovincias.es/sociedad/educacion/201703/08/aprender-leer-escribir-escuela-20170308015400-rc.html

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