Ser civilizado como los animales

Franklin González

Yo quisiera poder aplacar una fiera terrible. Yo quisiera poder transformar tanta cosa imposible. Yo pudiera decir tantas cosas que pudieran hacerme sentirme bien conmigo. Yo quisiera poder abrazar mi mayor enemigo. Yo quisiera no ver tantas nubes oscuras arriba, navegar sin hallar tantas manchas de aceite en los mares, ballenas desapareciendo por falta de escrúpulos comerciales. Yo quisiera ser civilizado como los animales

Lalalalala…Yo quisiera ser civilizado como los animales

Yo quisiera no ver tanto verde en la tierra muriendo y en las aguas del río los peces desapareciendo. Yo quisiera gritar que ese tal oro negro, no es más que un negro veneno ya sabemos que por todo eso vivimos ya menos.

Yo no puedo aceptar ciertas cosas que ya no comprendo, el comercio de armas de guerra de muertes viviendo. Yo quisiera hablar de alegría en vez de tristeza mas no soy capaz. Yo quisiera ser civilizado como los animales

Lalalalala…yo quisiera ser civilizado como los animales

Yo no estoy contra el progreso si existiera un buen consenso, errores no corrigen otros eso es lo que pienso. (El progreso Canción de Roberto Carlos).

El 11/012020, fue publicado por el portal Otras Voces en Educación (OVE), el ensayo mío, titulado “Ser como los animales” y allí se hizo alusión al asesinato, por parte de Estados Unidos, del General iraní Qasem Soleimani, líder de la Guardia Republicana y figura clave de la política militar de la región, especialmente en la lucha contra el monstruo, llamado Estado Islámico”.

Hoy, a comienzos del año 2024, ocurrieron los atentados perpetrados en el exterior de una mezquita próxima al cementerio donde está enterrado precisamente el general Qassem Soleimani, en Kermán (Irán), que dejaron un saldo de al menos 95 fallecidos y 211 heridos.

También hablamos en esa oportunidad del ser humano como un animal político y del comportamiento de algunos animales como los gansos, el erizo, la zorra y la lombriz y la necesidad de que el ser humano imite algunos de esos comportamientos.

Hoy, seguiremos en la misma línea y para ello utilizaremos los comportamientos de otros animales y sus contrastes con el de los seres humanos.

En esta oportunidad, utilizando cualquier cantidad de fuentes de información, incluso de personas amigas, que me hicieron llegar sus consideraciones sobre el tema, damos cuenta de unas reflexiones, que, siendo compartidas con otras, buscan sensibilizar al ser humano en sus comportamientos con respecto a los animales.

Lo que ocurre hoy en el mundo de los seres humanos

El Ensayo sobre la ceguera, José Saramago, novela publicada en 2004, por la Editorial Alfaguara, desgarra el alma porque descubre sin reservas las atrocidades del ser humano. Retrata un mundo despiadado, que se asemeja a un infierno dantesco, donde cada cual debe luchar a brazo partido por la supervivencia. Sin embargo, valerosas voces se alzan contra la indignidad y la barbarie: “Si no somos capaces de vivir enteramente como personas, hagamos lo posible para no vivir enteramente como animales”.

A los primeros que se infectan, se les encierra en un manicomio vacío para guardar cuarentena. Abandonados a su suerte por las autoridades civiles y militares, permanecen aislados del resto de la población. Y es en ese cruel lugar donde Saramago nos desvela tanto lo miserable como lo digno del ser humano.

En aquel recinto infernal, sólo una mujer conserva la vista. Testigo ocular de violencias y mezquindades, no revela a nadie su clarividencia, a excepción de a su marido, a quien susurra: “Si pudieras ver tú lo que yo estoy obligada a ver, querrías ser ciego”. ¿Qué ve exactamente? “No vivir enteramente como animales”.

En una situación de hambre, de hedor nauseabundo, gobierna el brutal imperio de la fuerza y el más inhumano de los egoísmos. Como dice un personaje, “siempre hubo quien se llenó la barriga con la falta de vergüenza”.

La esperanza en este mundo desalmado se refleja en las palabras de uno de los ciegos: “Si alguna vez vuelvo a tener ojos, miraré verdaderamente a los ojos de los demás, como si estuviera viéndoles el alma”. Saramago cuestiona nuestra forma de vida. ¿Podríamos estar simbólicamente invidentes a pesar de ver funcionalmente? “Miramos, pero no vemos”. Estamos ciegos si no percibimos de los demás salvo lo que nos beneficia, si no los atendemos más que para utilizarlos.

En ese contexto, sombrío y lúgubre, Saramago, no obstante, nos ofrece un horizonte de esperanza. Una cita encabeza el Ensayo sobre la ceguera: “Si puedes mirar, ve. Si puedes ver, repara”.

Este es un mundo que vive, según el Papa Francisco, una guerra fragmentada. Guerra militar en Europa del Este, pero ahora también la guerra de exterminio que lleva el sionismo israelí contra el pueblo palestino.

Pero, también la guerra actual tiene lugar contra la naturaleza, el ecosistema, tiene expresiones en la economía, en las finanzas, en las monedas y, sobre todo, en las mentes de los pobladores del mundo, sometidas, las 24 horas del día, a las posverdades y las fake news que imponen las redes sociales. Podríamos decir que ciertamente estamos en presencia de una verdadera guerra mundial.

La ONU afirma que pronto habrá 8.000 millones de personas en el mundo y advierte que la desigualdad seguirá en aumento. El año 2021 la cantidad de habitantes del planeta alcanzaba los 7.900 millones, mientras que, de acuerdo con las previsiones, en 2030 habrá 8.500 millones, 9.700 millones en 2050 y 10.900 millones en 2100.

Para la ONU, la violencia, el acoso y la discriminación por género, clase social, origen, religión y orientación sexual, entre otros factores, son otra muestra de la desigualdad que aún persiste en un mundo que en mayo de 2023 superó los 100 millones de personas desplazadas de manera forzosa (news.un.org/es/story/2022/11/1516892).

El 28 de diciembre de 2023 salió una información donde la agencia estadounidense de noticias Bloomberg publicó la lista anual de las 500 personas más ricas del mundo. Las cifras de 2023 revelan que cerca del 77 % de los multimillonarios incluidos en el listado vieron crecer aún más sus fortunas durante el presente año.

El magnate Elon Musk volvió a posicionarse como el hombre más rico del mundo, al acumular un patrimonio neto estimado de 238.000 millones de dólares. El empresario ha mantenido esa posición desde 2021. Este año, Musk vio crecer su fortuna en casi 101.000 millones de dólares.

El francés Bernard Arnault, presidente del grupo Moet Hennessy-Louis Vuitton (LVMH), ocupa el segundo puesto entre los multimillonarios. Su riqueza creció hasta llegar a unos 179.000 millones de dólares este año. En tercer lugar, se ubicó el fundador de Amazon, Jeff Bezos, cuyas ganancias le permitieron alcanzar unos 178.000 millones de dólares de patrimonio neto. (izca.net/2023/12/28/bloomebrg-los-muy-ricos-se-hicieron-aun-mas-ricos-en-2023/).

Luego de evaluar casi 2.000 grandes lagos utilizando mediciones satelitales combinadas con modelos climáticos e hidrológicos, científicos han descubierto que el uso humano insostenible, los cambios en las precipitaciones y la escorrentía, la sedimentación y el aumento de las temperaturas, han reducido los niveles de los lagos a nivel mundial, con el 53% de esos reservorios de agua mostrando una disminución de 1992 a 2020.

En ese estudio, los científicos encontraron que el uso humano insostenible secó lagos, como el Mar de Aral en Asia Central y el Mar Muerto en Medio Oriente, mientras que los lagos en Afganistán, Egipto y Mongolia se vieron afectados por el aumento de las temperaturas, lo que puede aumentar la pérdida de agua a la atmósfera.

Los niveles de agua aumentaron en una cuarta parte de los lagos, a menudo como resultado de la construcción de presas en áreas remotas como la meseta tibetana interior (www.elesquiu.com/curiosidades/2023/5/21/un-estudio-revelo-que-mas-de-la-mitad-de-los-grandes-lagos-del-mundo-se-estan-secando-476517.html)

El antropocentrismo

Desde el punto de vista lexicográfico se sostiene que el antropocentrismo es una teoría filosófica en la cual se concibe al ser humano y sus intereses como el centro de todo, por lo que se produce una supeditación de lo “demás” (seres vivos, medio ambiente, etcétera) a las necesidades y bienestar del ser humano.

Veamos ese antropocentrismo en desarrollo

En la década de 1990, circuló ampliamente una foto de un buitre esperando que una niña hambrienta muriera y se deleitara con su cuerpo. Esa foto fue tomada durante la hambruna de 1993/94 en Sudán por Kevin Carter, un fotoperiodista sudafricano, quien más tarde ganó el Premio Pulitzer por esta ‘increíble toma’.

Sin embargo, mientras Kevin Carter saboreaba su hazaña y era celebrado en los principales canales de noticias y redes de todo el mundo por una «habilidad fotográfica tan excepcional», vivió solo unos meses para disfrutar de su supuesto logro y fama, ya que luego se deprimió y ¡se quitó la vida!

La depresión de Kevin Carter comenzó cuando, durante una de esas entrevistas (un programa telefónico), alguien llamó y le preguntó qué le había pasado a la niña. Él simplemente respondió: «No esperé a averiguarlo después de este tiro, ya que tenía que tomar un vuelo». Entonces, la persona que llamó dijo: «Te digo que había dos buitres ese día, uno tenía una cámara».

Por lo tanto, su pensamiento constante de esa declaración, más tarde lo llevó a la depresión y finalmente se suicidó. Kevin Carter todavía podría haber estado vivo hoy e incluso mucho más famoso, si hubiera recogido a esa niña y la hubiera llevado al Centro de Alimentación de las Naciones Unidas, donde estaba tratando de llegar o al menos llevarla a un lugar seguro.

Hoy, lamentablemente esto es lo que está pasando en todo el mundo. El mundo celebra la estupidez y el acto inhumano, en detrimento de los demás. Kevin Carter debería haber sacado a la chica de ese lugar, lo que no le hubiese costado nada, pero no lo hizo. Aquí está la postura inhumana, «tuvo todo el tiempo para tomar la foto, pero no tuvo tiempo para salvar la vida de la niña».

Entonces, todos debemos entender que, el propósito de la vida, es también tocar vidas. En cualquier cosa que hagamos, dejemos que la humanidad sea lo primero, antes de lo que podemos ganar con la situación.

Los seres humanos tenemos una forma sutil de antropomorfismo, en la que sólo nos interesan los animales si satisfacen tropos humanos familiares de violencia, sexo, compañerismo y perseverancia.

Los humanos solo sabemos utilizar términos humanos para describir emociones o sentimientos animales. Ser antropomórfico no significa ignorar la perspectiva de los animales y nos permite conocer mejor lo que sienten.

Se dice, por ejemplo, que el Covid19 es el producto de un murciélago, también de un mono, un camello, se habla de la gripe porcina.

Para ofender a otro ser humano se le dice que se arrastra como una culebra y que se comporta como un perro. Estamos como cucaracha en bailes de gallinera. Burro enzapatado.

Pero, a su vez, ese mismo ser humano, dice que el mejor amigo del hombre es el perro, tiene la desfachatez de decir que lo más sabroso es un pollo asado, cochino o pescado frito, conejo al salmerón, pulpo a la gallega, camarones rebosados.

Lo total es que el ser humano no puede vivir sin los animales. Y la gran pregunta es: ¿Qué sería de los seres humanos sin los animales?

En el mundo de la política se dicen cosas como éstas. El 19 de mayo de 2023. el senador del partido Republicano de EE.UU., John Kennedy, no solo llamó al presidente Joe Biden a presionar a su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador en la lucha contra los cárteles de la droga, sino que también aseguró que, sin Estados Unidos, los mexicanos estarían comiendo comida para gatos.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en la guerra de exterminio contra el pueblo palestino dice: «Israel está en guerra. Israel no empezó esta guerra, pero Israel la terminará. Hamás son animales. Hamás es ISIS”.

Hay seres humanos, que en su afán morboso o de lucro, ponen a perros a pelear entre ellos, y lo más aterrador es que se divierten con eso. Monstruosidad pura, es la palabra que cabe a esos comportamientos.

Sobre la tauromaquia, un periodista le hizo la siguiente pregunta al escritor argentino, Jorge Luis Borges; ¿Qué opina de la tauromaquia? ¿Cuál es su concepto sobre la figura del torero?

Borges contestó:

“La tauromaquia es una de las formas vigentes de la barbarie. En cuanto a la figura del torero, creo que es esencialmente un cobarde. Un hombre que, con todo un aparato racional de estrategias, entrenamientos, armas, estocadas practicadas, clases y mucho estudio premeditado, se mide frente un animal pasmado por la sorpresa, por la ansiedad; un animal que no tiene otro recurso que los reflejos de su instinto primario. Bajo esa disparidad podemos medir el valor de los toreros. La valentía verdadera no soporta desniveles tan abusivos. Por eso para mí los toreros no son valientes, sino más bien bufones; los bufones de la valentía”.

Lo que ocurre en el mundo de los animales

Los animales son diferentes a los seres humanos y no por ello son menos.

Buscando información por distintas fuentes en Internet encontramos que la sintiencia que es la capacidad de sentir una variedad de emociones y sentimientos, como placer, dolor, alegría y miedo, también está presente en los animales, gracias a las cuales estos pueden sobrevivir en un mundo lleno de sensaciones.

Existen muchos estudios científicos que revelan que muchas especies animales (mamíferos, aves y peces) experimentan dolor, ansiedad y sufrimiento, física y psicológicamente cuando se los mantiene en cautividad o se les priva de alimento, por aislamiento social, limitaciones físicas o cuando se les presentan situaciones dolorosas de las que no pueden librarse.

En veterinaria se utiliza la anestesia en cualquier practica que implica dolor, incluso se han inventado los parches antidolor para perros cuando salen de una intervención quirúrgica. Sentir dolor es necesario porque protege a los animales del daño físico o de las amenazas de daño.

También se han realizado muchos trabajos sobre si los otros animales tienen conciencia y se ha demostrado que perciben su entorno. Perciben el frío, un impacto de un golpe, etc., es decir son plenamente conscientes de lo que le ocurre a su cuerpo. Algunos estudios demuestran que son conscientes de quienes son, se reconocen ante un espejo, pudiendo afirmar que son conscientes de su “yo”.

Los etólogos cognitivos han estudiado si los animales son capaces de pensar o de hacer planes para el futuro, o si se engañan entre ellos, o si muestran signos culturales. Se ha demostrado en muchos estudios que los animales reajustan y afinan su comportamiento ante situaciones novedosas utilizando nuevas soluciones no utilizadas hasta el momento. Esto pone de manifiesto que utilizan el pensamiento y la capacidad de planificación, es decir, utilizan procesos mentales y pensamientos complejos.

Esos estudios han evidenciado la capacidad de comprensión de los animales y la importancia que puede tener un descubrimiento accidental para una inmediata aplicación práctica. Se demuestra que los animales tienen comportamientos inteligentes de un cierto razonamiento sobre un problema para darle solución.

Los animales poseen una “teoría de la mente”, es decir tienen creencias, deseos o intenciones diferentes a los de uno mismo, y ciertas conductas observadas indican la intencionalidad y la capacidad de engañar a otros. Esto, implica que puedan sentir lo que otros sienten cuando perciben sus estados emocionales, es decir tienen “empatía”.

En diversos estudios se ha descubierto que en numerosas especies animales existen las “neuronas espejo” las cuales posibilitan la capacidad mencionada.

Existen datos científicos suficientes para admitir que el dolor y el sufrimiento en los otros animales son experiencias conscientes, a nivel perceptivo y emocional, tan aversivas como para importarnos prevenirlas y aliviarlas.

En su ensayo clásico de 1974 titulado “¿Qué se siente ser un murciélago?”, el filósofo Thomas Nagel escribió que las experiencias conscientes de otros animales son inherentemente subjetivas y difíciles de describir. Podríamos visualizarnos con membranas interdigitales en los brazos o insectos en la boca, pero esa imagen no dejaría de ser una caricatura mental de nosotros mismos como un murciélago. “Deseo saber qué siente un murciélago por ser murciélago”, escribió Nagel. La mayoría de las especies de murciélagos perciben el mundo a través de un sonar, escuchan el eco de sus llamados ultrasónicos y así conocen su entorno. “Pero si intento imaginarlo, me veo limitado a los recursos de mi propia mente, y estos son inadecuados para la tarea” https://www.dialogoexistencial.com/nagelmurcielago.

Ahora, aludiremos a algunos comportamientos de algunos animales.

El Colibrí.

Sus alas se mueven alrededor de 60 veces por segundo. El colibrí se alimenta del néctar de las flores y deben comer aproximadamente 3 veces su peso corporal por día. Principalmente comen azúcar, pero también obtienen proteínas de pequeños insectos. Estos pequeños son muy inteligentes.

Los cuervos

Así como ocurre con muchas especies de loros, los cuervos tienen la capacidad de imitar numerosos sonidos producidos por las cuerdas vocales humanas y siendo aves tan buenas para el aprendizaje, en cautiverio logran imitar la pronunciación de palabras humanas a niveles increíbles.

Las gaviotas

Son en general aves grandes, en su mayoría de plumaje gris, blanco o negro, a menudo con señales negras en la cabeza o las alas. Tienen picos robustos, bastante largos. Las especies varían en tamaño desde la gaviota enana de 120 g y 29 cm, al gavión atlántico de 1.75 kg y 76 cm. Las gaviotas fertilizan el medio e indican si hay contaminación.

Nos dice Silvio Rodríguez, en la canción La gaviota:

“Gaviota, gaviota, vals del equilibrio,

Cadencia increíble, llamada en el hombro.

Gaviota, gaviota, blancura del lirio,

Aire y bailarina, gaviota de asombro”.

Las hormigas

La división del trabajo social es una obra del sociólogo francés Émile Durkheim, publicada en 1893. En ella se analiza la división social como hecho social que coacciona al individuo, así como el problema de la solidaridad social.

¿Cómo se entiende la división social del trabajo?

En otras palabras, es el origen de la especialización del trabajo que consiste en la fragmentación de las tareas que se reparten entre una serie de individuos, habitualmente, en base a su fuerza, capacidad, especialidad o naturaleza.

Durkheim concibe dos tipos de sociedad: el primero, más primitivo, corresponde a la solidaridad mecánica, que se caracteriza por una estructura social laxa y con poca o ninguna división en el trabajo; por el contrario, la solidaridad orgánica es de un tipo más moderno y presenta una división del trabajo mayor y más

Tomemos como referencia la autoorganización de las colonias de hormigas para comprender la flexibilidad del caos. Si contamos el número de individuos activos, comprobaremos que el número fluctúa con una periodicidad de unos 25 minutos. Cada cierto tiempo ningún elemento está activo. Ese ciclo de actividad podría ser sólo un reflejo de sincronización, sin embargo, la actividad individual es totalmente aperiódica, caótica. Al aumentar el número de individuos aparece un comportamiento colectivo hasta que, para cierta densidad de hormigas, comienzan a aparecer oscilaciones regulares.

El ejemplo de las hormigas se puede comparar con una red neuronal fluida en la Inteligencia Artificial (IA). La fluidez en un sistema caótico se manifiesta cuando las conexiones entre elementos cambian con el tiempo como consecuencia del movimiento al azar o por otras causas.

Por eso, Facundo Cabral, diría: «El que comprende la hormiga entenderá el universo»

Las mariposas

Las mariposas, que son de algún modo, los insectos más vistosos, llaman mucho nuestra atención. Como tienen las alas cubiertas de escamas, forman parte del orden de los lepidópteros, y este es uno de los primeros datos que debemos tener en cuenta para su clasificación.

Las mariposas diurnas se diferencian de las nocturnas por su forma y colores. Las mariposas diurnas vuelan mucho mostrando sus colores completamente vistosos, como los de las flores. Los colores de las nocturnas, son más apagados y se camuflan muy fácil.

Las mariposas diurnas descansan con las alas juntas, plegadas sobre el cuerpo, que a su vez es delgado. Las mariposas nocturnas descansan con las alas planas encima del cuerpo. Son gruesas y a menudo su cuerpo está recubierto de pelo.

El néctar de las flores, que las mariposas chupan por medio de una pequeña “trompa” que tienen, constituye el principal alimento de las mariposas. Por esa razón es que las vemos mucho tiempo revoleteando y posándose sobre las flores. También se alimentan de la savia de los árboles y de las sustancias azucaradas de los frutos.

Las mariposas cuentan con detalles fabulosos que constituyen su cuerpo. La cabeza es una pequeña cápsula peluda. Lo que más le resalta son los ojos. Las mariposas no pueden morder ni mascar. Su aparato bucal no tiene mandíbulas y está formado por una pequeña “trompa”, llamada espiritrompa, que les permite aspirar líquidos relativamente espesos, como el néctar de las flores. Las mariposas pueden ver hacia todos los lados simultáneamente.

El tórax es la parte que lleva las patas: las mariposas adultas siempre llevan tres pares de patas que pueden estar cubiertas de pelos. Las usan tanto para agarrar como para caminar, y en ellas está el sentido del gusto. ¿Te imaginas? El tórax soporta también las cuatro alas, que son los principales órganos de las mariposas.

El abdomen es la parte del cuerpo que queda libre a continuación del tórax. Es alargado, de forma tubular y está compuesto por 12 segmentos, de los cuales 8 son visibles. Los cuatro últimos componen el aparato reproductor. El abdomen es más blando, menos consistente que la cabeza y el tórax.

Tienen el tacto muy desarrollado, realizado gracias a innumerables pelillos táctiles en las alas, las patas y sobre todo en las antenas.

El gusto se encuentra en las patas y la trompa. ¡Es 200 veces más sensible que el del hombre! El olfato está en las antenas, que le permiten reconocerse unas con otras. La vista le permite distinguir la mayoría de colores y las diferentes intensidades de luz. Por último, está el oído. Es una membrana (tejido) timpánica, situada en la parte superior del abdomen. A la mayoría de las mariposas diurnas, les hace falta.

Las mariposas tienen un nacimiento diferente a muchos otros seres vivos. Inician su vida como orugas que se arrastran sobre la tierra y las plantas. Las mariposas deben pasar por cuatro estadios ó etapas: huevo, larva u oruga, ninfa o crisálida y mariposa adulta. Esta serie de estadios es conocido como metamorfosis.

La mariposa sale del huevo como un gusanito que no se parece nada a una mariposa, se la llama oruga o larva. Tiene la boca adaptada para alimentarse. Su primer alimento es el huevo de donde ella proviene y luego continúa comiendo muchas hojas. Las orugas pueden ser de colores muy distintos, pero las verdes son las más frecuentes.

Pasa de ser oruga a ninfa. En este estadio rápidamente disminuye su apetito. Abandona la planta que le sirvió de alimento y busca un lugar favorable para construir el capullo dentro del cual se transformará en crisálida.

La fase de crisálida es poco sensible al frío y se basta para vivir en un lugar fresco protegido de la humedad permanente. Dentro de la crisálida ocurre un gran cambio y transformación: todos los músculos y la mayoría de los órganos internos se disuelven en una especie de líquido que luego se rehace para hacer la mariposa.

La mariposa, sale después de semanas o meses. Está todavía con sus alas húmedas y arrugadas y no puede volar. Luego de unos minutos, las alas se estiran, se secan y se endurecen. La mariposa empieza a irrigar sangre en las delgadas venas de las alas, para darles fortaleza. ¡Después de esto, aletea y puede salir a conocer el mundo exterior volando!

Si decides atrapar una mariposa para guardarla en un frasco y ver cómo revoletea tratando de salir, verás cómo luego de un rato sus alas han perdido mucho líquido y fuerzas. Por esto, es mejor que no lo hagas. Lo más seguro es que muera. Ya conoces por todo lo que debe pasar este hermoso animal para poder posarse en las flores, árboles, campos naturales y darle un hermoso color a nuestro planeta. Protege a las mariposas que iluminan y ayudan a que nuestro mundo natural permanezca más bello.

En jardines y bosques con días soleados, es fácil ver mariposas volando. Puedes tomarles fotos, o dibujarlas. ¡También puedes inventar historias con sólo ver su belleza!

El Salmón

El salmón es un pez, su cuerpo es alargado y tiene muchas escamas de bordes lisos con una aleta grasienta entre la aleta dorsal y la cola.

A lo largo de su vida el salmón puede ser hasta de 1 metro ½ de largo. El color común es pardo oscuro en el lomo, blanco en el vientre y manchas en los costados.

Su hábitat puede ser el océano tanto el de agua dulce como el de agua salino, los arroyuelos como las desembocaduras son sustanciales para las diversas especies existentes del pez salmón. La carne del salmón es deliciosa y es muy rojiza.

Existen particularidades con el salmón, algunos nacen en el agua salada y se aparean en las aguas dulces finalmente procrean en ese tipo de agua. Son capaces de regresar al lugar donde nacieron para multiplicarse.

El salmón ofrece muchas proteínas y nutrientes, siendo así más provechoso. Puede vivir en el Océano Pacífico y en el Océano Atlántico. Existen unos países donde se ubican con facilidad como España, Estados Unidos, Francia.

Los arroyos y sitios húmedos le ofrecen zonas de cría esencial para el salmón antes de su partida al mar abierto.

La humedad contribuye a apaciguar la desembocadura de sedimentos y contaminantes, facilitándole espacios para la alimentación y protección para el salmón.

Las hembras y los machos no suelen alimentarse mientras están cambiando de hábitat ni en el momento en que construyen un nido, por este motivo suelen morir al poner sus huevos.

En su alimentación suelen ingerir peces pequeños y crustáceos. Es importante saber que, si se alimenta de más crustáceos, el color de su carne se volverá más fuerte.

Es reconocida esta variedad del salmón además es nombrada a esta especie con el nombre de salmón verdadero.

Normalmente se anidan en jaulas grandes dentro del mar, llevando una alimentación igual respecto a la de una especie salvaje.

Es reconocida esta variedad del salmón, la peculiaridad de esta especie es que fallecen al engendrar sus huevos. Recibe el nombre de salmón real, convirtiéndose en una de las especies más apreciada que puedes ubicar en el mercado.

Este tipo de salmón se alimenta de peces pequeños que se encuentran en el pacífico, especies como el plancton, son ideales para el régimen alimenticio del salmón.

Las cucarachas

Estos insectos constituyen, ciertamente, un problema para la salud bastante importante. Son portadoras de diversas bacterias y pueden contagiar salmonelosis; afecciones intestinales como la diarrea, la disentería, la gastroenteritis, la fiebre tifoidea, el cólera; o incluso pueden producir crisis asmáticas. Y lo peor de todo es que los ambientes urbanos proporcionan el hábitat perfecto para la vida y la proliferación de las cucarachas. Por eso es muy frecuente que nos las encontremos en el interior de nuestro hogar.

Pero, la enorme capacidad de adaptación de las cucarachas a ambientes que le son tremendamente hostiles, les ha permitido sobrevivir en nuestro planeta durante unos 350 millones de años, más o menos. Durante ese tiempo han sobrevivido a muchos de los eventos que precipitaron la extinción de otras muchas especies. De hecho, es bien conocido que las cucarachas serían los únicos seres vivos que sobrevivirían a una catástrofe nuclear. Es decir, que lo más probable es que estos pequeños “monstruitos” sigan aquí cuando la humanidad se haya ido, y mire que el ser humano se empeña en que sea muy pronto..

Las chicharras

El canto de las chicharras es considerado como uno de los sonidos de mayores decibeles del mundo, su mayor registro puede compararse con un concierto de rock de 115 decibeles. Lo más curioso es que las chicharras son sordas, las hembras no son atraídas por el sonido, sino por las vibraciones del sonido que proviene del macho. Las chicharras no muerden ni pican, ni suponen plaga o riesgo alguno para ningún cultivo o para el ser humano. ¿Ha escuchado el dicho “orina como una chicharra”? En realidad, no es orina, este tipo de insectos tiene un pico que succiona los azúcares de los árboles y expulsan el exceso en forma líquida. Cuando un árbol está muy poblado de estos insectos parece que llueve debajo del árbol por causa de las chicharras y es por eso que la gente lo confunde con “orina”.

Cuando escuches las chicharras disfruta su sonido y no las dañes.

El perro

Sobre estos animales dos relatos

1.La película Siempre a tu lado (2009), protagonizada por el actor Richard Gere y dirigida por el sueco Lasse Hallström, nos enseña el gran amor de un perro hacia su dueño. Está basada en un hecho real sobre Hachiko, un perro japonés de la raza akita que, tras la muerte de su amo, estuvo durante 9 años esperándole en la estación donde su dueño cogía el tren a diario para acudir al trabajo.

Esta historia fue tan conmovedora y tuvo tal impacto social entre la población, que se decidió crear una estatua de bronce en honor al perro fiel. Situada justo en la estación de Shibuya, donde el perro esperaba día tras día a su dueño. Un año después falleció Hachiko, al pie de su propia estatua.

La película, así mismo, es un remake de una cinta japonesa de 1987 titulada Hachikô monogatari y dirigida por Seijirô Kôyama en la que se narra la misma historia, con algunas ligeras variaciones, pero conservando el espíritu de la historia real que dio origen al filme.

Un cachorro de la raza akita es enviado por su criador japonés a Estados Unidos por encargo. Pero en el transporte del perro, la jaula se cae del vehículo y va a dar a una estación de tren. Allí, un profesor de universidad llamado Parker Wilson (Richard Gere) encuentra al perro perdido y levemente herido.

Trata de ayudarlo y de buscar dónde dejarlo. Habla con el controlador de la estación de tren, pero le pone impedimentos para quedárselo, así que decide llevárselo a casa hasta que encuentre al dueño que reclame por él.

A la mañana siguiente, el profesor Parker espera a que alguien reclame al cachorro, pero no recibe respuesta alguna. Por tanto, se lo lleva consigo al trabajo donde Ken Fujiyoshi traduce el símbolo del collar que el animal perdido llevaba puesto, el cual significaba “Hachi”, por lo que el profesor decide ponerle dicho nombre. Además, Ken le manifiesta al profesor que los dos están destinados a quedarse juntos.

Pasan los días y nadie reclama al cachorro y tampoco encuentra quien quiera adoptarlo. El profesor Parker se encariña con la mascota, pero su mujer se opone a que se lo queden, hasta que se empezó a crear un bonito vínculo entre la mascota y el profesor, y su mujer, al ver lo encariñado que estaba su marido con el cachorro acabó aceptando que se quedara con ellos.

En sus intentos de jugar con el cachorro, Parker se da cuenta que Hachi se niega a hacer cosas habituales de perros, como ir tras una pelota. Éste hecho se lo comenta perplejo a Ken y éste le dice que Hachi sólo iría a por esa pelota por un motivo especial.

Al pasar el tiempo, el profesor y el cachorro establecieron un vínculo muy fuerte. Hasta tal punto que, cuando tenía que ir a trabajar, Hachi le acompañaba todos los días hasta la estación de tren. Cuando veía que su dueño desaparecía entre la multitud, le esperaba en la misma estación hasta que de vuelta de trabajar, se reencontraban para caminar juntos hacia casa.

Parker había tratado por todos los medios que su mascota se quedara en casa mientras él acudía a trabajar, pero nada funcionaba. El perro terminaba escapándose para acompañarlo a la estación de tren y de allí no se movía hasta que su dueño terminara su jornada laboral y volviera a la estación.

Una mañana, Hachi se niega a acompañar a su dueño a la estación, por lo que Parker decide irse sin él. Pero el perro termina dándole caza en la estación de trenes mientras porta su pelota. El profesor sorprendido decide quedarse jugando un rato con él. Sin embargo, el hombre empieza a preocuparse por llegar tarde al trabajo, así que da por finalizado el juego y se marcha a pesar de los ladridos del animal.

Ese mismo día, mientras daba clases en la universidad, el profesor Parker sufrió un ataque cardíaco, causándole una muerte repentina. Su perro siguió esperándole en la estación, hasta que un familiar se lo llevó de vuelta a casa. A pesar de ello, al día siguiente Hachi se escapa y vuelve a la estación a esperar a su amo, al ver que no llega, se pasa allí el día y la noche.

Tiempo después, la mujer del profesor Parker vende la casa, se traslada a vivir con su hija y se lleva al perro. Pero aún alejados de la casa donde residían, el perro se escapa camino hacia la casa antigua. Sin embargo, al ver que vivía otra familia desconocida, regresó a la estación de tren en busca de su querido dueño.

Allí sigue esperando durante horas, pero al ver que su amo no aparece se queda deambulando por la zona y duerme bajo los vagones de un tren abandonado. Va sobreviviendo gracias a un vendedor de perritos calientes, amigo del fallecido profesor, que le va alimentando.

Pasan los años y Hachi sigue yendo cada mañana a la estación de tren para esperar a su dueño y así pasa los largos días de su vida. La familia del profesor presenció cómo después de muchos años, Hachi seguía esperando a su dueño en la estación de siempre, con aspecto envejecido y débil.

Finalmente, una noche fría bajo los vagones de un tren, Hachiko muere, soñando instantes antes con la presencia de su dueño en la estación. La hija del profesor, le cuenta a su hijo de 10 años la historia de su padre y su mascota leal. El niño aprende lo que es el amor y la lealtad verdadera y lo cuenta en la escuela en un ejercicio donde les hacen explicar a quién consideran un héroe.

Los animales sienten las mismas emociones que nosotros, aman, se ponen contentos, tristes, lamentan las pérdidas, celebran reencuentros. Lo que ocurre es que la manera de expresar las emociones es diferente, pero sienten totalmente igual que cualquier persona

Cuidemos el mundo animal y recordemos que, aunque no puedan hablar o razonar, sienten dolor, tienen emociones y su lealtad puede ser sorprendente, como la del héroe de esta conmovedora película.

Esta historia no solamente nos cuenta la historia del perro al que se le considera como el más fiel del mundo, sino que el amor no conoce límites. Y es precisamente éste, el amor, el mejor amigo del hombre, encarnado en esta maravillosa película, a través de la fidelidad de Hachiko, que amó tanto a su amo, que después de la muerte del mismo, este seguía esperándolo en la estación del tren donde siempre lo esperaba.

2.Pero los venezolanos también tenemos historia en ese tema. Hay una muy importante y es del General Eumenes Fuguet, que dice así: Se dice que su dueño era un extranjero que cada tarde visitaba la plaza Bolívar de Caracas para compartir con amigos y contar historias del Libertador, y este al fallecer en 1918, lo dejo solo y desamparado, por lo que continuó haciendo lo que su amo le enseñó a hacer, honrar la memoria del Libertador. Su nombre era CENIZO, y aunque se cree que su nombre original era “JUAN”. Fue un perro “cacri” (Caraqueño con criollo), es decir, no tenía ni una pizca de pedigrí, por lo que no fue adoptado inicialmente por nadie. Pese a sus bastardos orígenes, Cenizo tenía una inteligencia superior y una malicia perruna excepcional, y se le conoció como el guardián de la estatua del Libertador en la plaza Bolívar de Caracas.

Cuentan que al encontrarse solo y en la calle, luego de la muerte de su dueño, se mudó a los pies de la estatua de nuestro Libertador, convirtiendo la Plaza en su hogar; tenía delimitada su zona y atacaba sin compasión a cualquier perro que osara aproximarse. No permitía gente sucia, ni con paquetes, dentro de la Plaza Mayor. A las doce del día, y esto era famoso en Caracas, Cenizo se acercaba a la estatua y permanecía como dos minutos, con la cabeza en alto, mirando al héroe. Después se retiraba con el rabo entre las piernas. Esta estampa lo hizo famoso y desde allí Cenizo fue la mascota de literatos, artistas y demás personajes de la élite culta y de alcurnia de la ciudad.

Incluso hasta un collar de oro le regalaron alguna vez unos intelectuales de la época, pero al poco tiempo algún amante de lo ajeno se lo llevó. También era curruña de limpiabotas, billeteros, poetas y escritores de las cuatro esquinas de la plaza, por lo que nunca le faltó algo para comer. Fue tema de reportajes y poemas. En 1924, Leoncio Martínez le dedicó una portada de la revista Fantoches con el fondo de la plaza y el monumento que tenazmente defendía. Aquiles Nazoa, Job Pim y Ernesto Luis Rodríguez lo inmortalizaron con sus escritos. El día que murió, el 29 de agosto de 1927, su foto fue primera página en casi todos los periódicos de la ciudad y varias columnas fueron escritas en su nombre. Cenizo se convirtió de ser un perro callejero en un personaje ilustre y recordado por los habitantes de la Caracas de los años 20. Ese día que murió Cenizo, un tropel de gente colmó la plaza donde solían visitar a su protegido para honrar la desgarradora muerte de aquel aristócrata. No obstante, los despiadados trabajadores del Aseo Urbano arrojaron sin misericordia el cadáver del perro más querido por la excentricidad caraqueña en los terrenos de Los Chaguaramos donde, para entonces, se encontraba el horno crematorio. Conocido el atropello de que había sido víctima el pobre Cenizo, se unió la ciudadanía para constituir una junta que resolviera el vergonzoso hecho, rescatar los restos del animal y darles sepultura “el 2 de septiembre, a las tres de la tarde, en medio de un torrencial aguacero”, tal como relata el poeta, Aquiles Nazoa. Se rescataron los restos de Cenizo y fue sepultado en una caja de metal soldado, en una de la esquina de la plaza Bolívar de Caracas. La junta Constituida propuso hacer una estatua de este ilustre personaje, incluso se recaudaron los fondos, pero nunca llegó a concretarse, no obstante, más 83 años después de su muerte nadie podrá escribir la historia de la plaza Bolívar de Caracas sin tocar en alguna de sus líneas la historia de nuestro querido can: Cenizo.

Por último, sobre los perros digamos que no importa si es de raza o cacri, siempre te amará, porque se le considera el mejor amigo del ser humano.

Frases para nunca olvidar

– “Me imagino un juicio universal a la condición humana de las plantas y los animales, apuntándonos con sus patitas y con sus ramitas y preguntándonos: ¿qué han hecho del mundo?, ¿por qué nos mataron? Qué terrible confusión creernos dueños de la naturaleza”. Eduardo Galeano.

-«Si las abejas desaparecieran, ¿cuántos años de vida le quedarían a la tierra? ¿Cuatro, Cinco? Sin abejas no hay polinización y sin polinización no hay plantas, ni animales, ni gente» Albert Einstein.

-«Hasta que una persona aprenda a respetar la naturaleza y a hablar con el mundo animal, nunca sabrá su verdadero papel en la tierra» Enzo Mallorca (Buzo Italiano).

– “Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador”. Un proverbio del África.

Fuente: El autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

 

 

 

 

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ANTE EL CORONAVIRUS: ¿QUÉ HACER?

Por: Franklin González

A finales del año 2019  se difundió la noticia de un brote de un virus desconocido en la provincia de Hubei, en particular en su capital Wuhan (China) y que fueron reportados a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En un principio todo parecía un problema circunscripto a un grupo de personas que comían animales salvajes. Luego, vinieron las alarmantes cuentas de enfermos y muertos, que estaban ocurriendo en Wuhan.

Las autoridades china de inmediato reaccionaron y establecieron algunas medidas para contener el virus y se acordó poner en ejecución la cuarentena, con resultados muy positivos.

Pero el virus se expandió más allá de las fronteras de China y terminó siendo calificada por la OMS de pandemia.

El coronavirus y su origen

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2019): “Los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV). Un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano.

Los coronavirus se pueden contagiar de los animales a las personas (transmisión zoonótica). De acuerdo con estudios exhaustivos al respecto, sabemos que el SRAS-CoV se transmitió de la civeta al ser humano y que se ha producido transmisión del MERS-CoV del dromedario al ser humano. Además, se sabe que hay otros coronavirus circulando entre animales, que todavía no han infectado al ser humano.

Esas infecciones suelen cursar con fiebre y síntomas respiratorios (tos y disnea o dificultad para respirar). En los casos más graves, pueden causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte.

Las recomendaciones habituales para no propagar la infección son la buena higiene de manos y respiratoria (cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar) y la cocción completa de la carne y los huevos. Asimismo, se debe evitar el contacto estrecho con cualquier persona que presente signos de afección respiratoria, como tos o estornudos”.

Sobre el origen del Coronavirus, aparte de lo ya dicho por la OMS, hacen presencia las “teorías de la conspiración”, las especulaciones y también interviene la religión.

Hay una tesis que sostiene que el Covid-19 fue incubado en los más oscuros laboratorios de guerra biológica, provocando, por tanto, experimentación y muertes por doquier, especialmente en países que erigen, como desiderátum de la historia, el modelo consumista capitalista, aunque al final, eso salga de su control, como Frankenstein, y termine afectándolo a ellos mismos.

Desde el punto de vista religioso también hay una explicación. Según publicación de la redaccionp21@peru21.pe, el 05/03/2020,  Brian Tamaki, pastor de Destiny Church (Iglesia del Destino), Nueva Zelanda, durante un discurso dijo que al coronavirus: “No debemos temerle. Hay mucha histeria que ha sido engendrada por ciertos elementos sobre esta pandemia. Creo que el ministerio de Cristo trae esperanza, y que hay una manera de combatir estas pestes, pandemias y plagas”.

Y agregó que “el príncipe del poder del aire, Satanás, tiene el control de las atmósferas, a menos que seas un creyente amante de Jesús, creyente en la Biblia, lleno del Espíritu Santo y que paga diezmo”.

Pero más allá de todas esas consideraciones, lo que está pasando en el mundo con el Covid-19, es una prueba de fuego para el humanismo y la razón enfrentándose al narcisismo y egoísmo.

De la “alegría” a la pandemia

En el libro Sobre la muerte y los moribundos, su autora, la suizo-estadounidense, Elisabeth Klubel-Roos, analiza cinco (5) etapas o fases -mental y/o emocional-, por el que pasa una persona desde que es diagnosticada con una enfermedad terminal hasta el momento en que admite su situación personal. Estas cinco fases son: negación, ira pacto, depresión y aceptación.

En el caso del Covid-19 se pueden encontrar dos reacciones, mentales y emocionales.

Una, macabra, propia del capitalismo y de la deshumanización, que ante la información de la existencia de este virus en Wuhan, China, la reacción de muchos comentaristas occidentales de The Guardian, la revista Newsweek, el ABC de España fue de un sentimiento de alegría por la desgracia de los chinos (sinofobia). Se habló de un “Chernobil chino”. La revista Foreign Policy  llegó a acusar a China de haber “puesto en riesgo al mundo” con su “incompetencia”.

Al respecto, Boaventura de Sousa Santos, en su artículo: “Coronavirus: todo lo sólido se desvanece en el aire”, publicado en El País el 17/03/2020, afirma: “la forma en la que se construyó inicialmente la narrativa de la pandemia en los medios de comunicación occidentales hizo evidente el deseo de demonizar a China” y “la verdad es que, según la Organización Mundial de la Salud, el origen del virus aún no se ha determinado. Por lo tanto, es irresponsable que los medios oficiales en Estados Unidos hablen del «virus extranjero» o incluso del «coronavirus chino», sobre todo porque solo en países con buenos sistemas de salud pública (Estados Unidos no es uno de ellos) es posible hacer pruebas gratuitas y determinar con precisión los tipos de gripe que se han dado en los últimos meses”

La otra, es cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que estábamos en presencia de una pandemia.

En efecto, el miércoles 11/03/2020, la OMS a través de su Director General, el eritreo Tedros Ghebreyesus, le anunció al mundo que el coronavirus ya era oficialmente una pandemia, era global y que todos los países iban a tener que poner mucho de su parte para combatir el virus.

Dijo: “Estamos muy preocupados por los alarmantes niveles de propagación y gravedad, y por los alarmantes niveles de inacción”.

Y fue muy claro con lo que iba a suceder a partir de ese momento: “En los próximos días y semanas esperamos que el número de casos, de muertes y de países afectados aumente aún más”.

Llamó la atención en el uso del término pandemia y al respecto aclaró: “Es una palabra que, mal usada, puede causar un miedo irracional, o la aceptación injustificada de que la lucha se ha acabado, lo que llevaría a un sufrimiento innecesario y a muertes”.

Además de dar un toque de atención a algunos Estados, Ghebreyesus quiso mencionar a los que han hecho un gran esfuerzo para contener el virus. Recordó que más del 90% de todos los contagios se habían producido únicamente en cuatro países, y que dos de ellos (China y Corea del Sur) ya habían conseguido rebajar el número de casos. También señaló que 81 naciones no habían comunicado ningún caso de coronavirus y que 57 habían registrado 10 casos o menos: “No podemos decirlo más alto, más claro o con más frecuencia: todos los países están a tiempo de cambiar el curso de esta pandemia”.

Y añadió: “Si los países detectan, hacen el test, aíslan, buscan los contactos y movilizan a su ciudadanía en la respuesta, los que solo tienen un puñado de casos de Covid-19 pueden prevenir que se conviertan en grupos de transmisión y que estos se conviertan en transmisión comunitaria”.

Los países, aseguró el director general, “tienen que encontrar el equilibrio entre proteger la salud, minimizar el trastorno económico y social y respetar los derechos humanos”. Y recordó qué se espera de los miembros de la organización: “Preparad vuestros hospitales, proteged y entrenad a vuestros sanitarios. Cuidémonos unos a otros”.

Ghebreyesus reconoció que algunos países estaban teniendo dificultades para lidiar con esta pandemia. Unos, por “falta de capacidad”, otros por “falta de recursos” y el resto por “falta de decisión”, subrayando una vez más la idea de que no todos los mandatarios mundiales se han tomado suficientemente en serio la amenaza.

Ante esa pandemia. ¿Qué hacer?

Ante una realidad, una pandemia, el Covid-19, las respuestas humanas no se ha hecho esperar. Estamos en presencia del humanismo y su cara contraría: la deshumanización a su máxima expresión.

En ese sentido, bueno es recordar que varias novelas y cuentos nos narran esas reacciones humanas ante situaciones parecidas al Covid-19.

En el Decamerón (1351 y 1353), su autor, Giovanni Boccaccio, cuenta que un grupo de diez jóvenes (siete mujeres y tres hombres) se reúnen en una villa en las afueras de Florencia, para tertuliar sobre el significado de la peste bubónica, epidemia de peste negra que golpeó a Florencia en 1348. Ante esa situación acordarán respetar unas reglas convenientes no sólo a su salud física sino a la salud del espíritu, porque la peste genera tristeza y depresión, como bien lo dice el profesor y filósofo Nuccio Ordine, en entrevista para La Vanguardia.

Agrega este filósofo que “Boccaccio es inteligente y nos dice que lo peor es el miedo al miedo, esa extrema confianza que te hace hacer cosas contra ti mismo y tu comunidad, él describe la irracionalidad de esa gente que cree estar haciendo cosas para mejorar su salud pero que en realidad son muy dañinas”. Por tanto: “Humana cosa es tener compasión de los afligidos”.

En La peste (1947), novela de Albert Camus, se narran los estragos de una epidemia que causa centenares de muertes a diario, en una ciudad, Orán, con una vida frenética, absolutamente materialista, donde casi nadie repara en las existencias ajenas. Sus habitantes carecen de sentido de la comunidad. No son ciudadanos, sino individuos que escatiman horas al sueño para acumular bienes. La propagación imparable de la enfermedad empujará a las autoridades a imponer un severo aislamiento.

De esta novela se puede deducir que ante el avance de una catástrofe colectiva (una peste de salud pública), también puede estar presente otra (una peste política), como por ejemplo, la ocupación nazi de Francia durante la segunda guerra mundial y ante ambas peste el único valor que debe prevalecer es el de la solidaridad.

Edgar Allan Poe, en el cuento “La màscara de la muerte roja” (1948), se puede leer que los que màs tienen y màs pueden (aristócratas medievales), se consideran inmunes y por momentos piensan que la muerte es de otro, cuando resulta que esta trasciende las clases sociales, las ideologías y el poder. Las pandemias son masivas y “democráticas”.

En Ensayo sobre la ceguera (1995) José Saramago, en los dos primeros capítulos, nos narra que un hombre de 38 años, manejando su automóvil y estacionado frente al semáforo, esperando la luz verde para avanzar, no lo puedo hacer al quedar ciego. Ante esto se ofrecen dos transeúntes para acompañarlo a su casa y uno de ellos, ladrón de oficio, se queda con las llaves de su automóvil y se lo roba. No pasaría entonces mucho tiempo, para que esta persona de “bajas pasiones” y comportamiento deshumanizado, fuera trágicamente recompensado también con la ceguera.

Deshumanismo versus humanismo

Ante el Covid-19, analicemos entonces dos comportamientos humanos.

Uno, la concepción de “salvase quien pueda” para enfrentar el Covid-19, que representa muy bien el gobierno del Reino Unido en contraste con los que están haciendo otros países.

El gobierno de Boris Johnson se ha resistido al “distanciamiento social” y a tomar otras medidas de contención que recomienda la OMS y se utilizan en la mayoría de los países- Ha considerado mejor permitir que la enfermedad se propague para que no haya un colapso de los servicios de salud pública del Reino Unido.

Ha levantado la tesis de la “inmunidad colectiva” que significa permitir que este virus se propague a las personas más jóvenes que corren menos riesgo de morir.

También, en un principio, se ha resistido a cerrar las escuelas en el Reino Unido, públicas y privadas.

Lo ha dejado al libre arbitrio de cada habitante y ha dicho: “Somos una democracia madura, adulta y liberal, en la que la gente entiende muy claramente las recomendaciones que le damos”.

Como corolario y sin mayor desparpajo sería: que se mueran los que tenga que morirse, en particular los de la tercera edad para arriba, eso inmuniza a la sociedad.

Dos, una visión humanista de las relaciones entre los seres humanos.

Es así como el gobierno cubano (siempre Cuba) autorizó por “razones humanitarias” el atraque, el 16/03/2020, del crucero MS Braemar, de la compañía británica Fred Olsen, con cinco casos confirmados del Covid-19 y más de mil personas a bordo, desde donde sus pasajeros serán repatriados hacia el Reino Unido.

Debe enfatizarse que este crucero estuvo buscando desesperadamente donde desembarcar luego que se le negara acceso a múltiples puertos en el Caribe.

El jefe de prensa de la cancillería cubana, Juan Antonio Fernández, declaró. “Se han adoptado todas las medidas para el traslado seguro, hospitalario y expedito de los pasajeros y tripulantes de la embarcación”

Mientras tanto el secretario de Estado para Asuntos Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, agradeció al gobierno cubano por permitir el atraque del barco y al respecto declaró:

“Estamos muy agradecidos con el gobierno cubano por permitir rápidamente esta operación y por su estrecha cooperación para garantizar que pueda tener éxito”.

“Qué cosa más grande, diría un cubano”, porque definitivamente, la grandeza del ser humano está en su capacidad de amar, no en su ambición personal.

Conclusiones

-Una verdad verdadera es que el Covid-19 es una amenaza para todos los continentes, todos los países y todas las clases sociales. Es asunto de todos y trasciende ideología y fanatismos.

-Nuestro narcisismo y yoismo está en crisis, El Covid-19 no le concierne sólo al otro. Nuestra campana de cristal se ha agrietado y por tanto, debemos estar conteste que no somos invulnerables.

-El Covid-19 nos pone a pensar sobre el tiempo y el abanico de posibilidades que contiene cada minuto. No dejarse abrumar por el miedo y el terror, son malos consejeros porque sólo traen parálisis y estancamiento.

-En esta batalla contra el Covid-19 el fanatismo ideológico estorba y mucho. Es bueno mirar un poco más allá, pensando sobre todo en lo humano. Lo ha practicado Cuba en el caso del crucero del Reino Unido.

-Finalmente: ¿Qué será de nosotros cuando el Covid-19 pase? ¿Seguiremos con nuestra arrogancia o lo recordaremos como el momento que nos desnudó lo frágil que es la vida?

Fuente: El autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

 

 

 

 

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El odio

Por: Alí Ramón Rojas Olaya

El odio es un sentimiento de oscura repulsión. Es el caldo de cultivo de la ira. La muerte del Libertador de Cuba, Fidel Castro, ha desatado entre quienes lo odian una vomitiva sarta de descalificativos.

Explicaba el escritor suizo Hermann Hesse (1877-1962) que “cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros”. Para el dramaturgo estadounidense Tennessee Williams (1911-1983), “el odio es un sentimiento que solo puede existir en ausencia de toda inteligencia”. El filósofo y psicólogo argentino José Ingenieros (1877-1925) argumentaba que “el hombre que ha perdido la aptitud de borrar sus odios está viejo, irreparablemente”. El novelista francés Víctor Hugo (1802-1885) señalaba que “cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga”. El escritor irlandés George Bernard Shaw (1856-1950), por su parte, exponía que “el odio es la venganza de un cobarde intimidado”.

Los sentimientos negativos: el rencor, la ira, el odio, la venganza, el resentimiento, la hostilidad, la intriga, la cizaña y los celos son enfermedades del alma. Quienes se alegraron por las muertes de Chávez y Fidel, además de tener un nivel espiritual muy bajo, tienen enferma la conciencia. La xenofobia, la misoginia, la homofobia, el apartheid, el machismo, el sexismo, el racismo y la aporofobia, odio a los pobres, son síntomas de este mal. Quien odia excreta en las redes sociales todas sus miserias. Baila, ríe, y celebra la muerte. Si tiene poder tortura, invade, extermina, desacredita, explota, usa la ciencia sin conciencia. Nerón, Calígula, Atila, Hitler, Roosevelt, Kissinger, Pinochet, Thatcher, Reagan, Bush, son algunos ejemplos.

La manifestación de odio por la muerte de los dos mandatarios latinoamericanos tiene un antecedente que nos toca el alma. De Bolívar, la prensa enemiga decía que tenía un chancro en el ano y su muerte fue “celebrada” y difundida así: “¡Bolívar, el genio del mal, la tea de la discordia, el opresor de su patria, ya dejó de existir! La oligarquía venezolana propuso un decreto para: 1) quitarle a ese “hijo espurio” los títulos y quemarlos y 2) considerar el 17 de diciembre de 1830 día infausto porque Bolívar murió de muerte natural cuando debió haber sido fusilado o ahorcado.

Hay dos vías: amar u odiar, socialismo o barbarie. Por eso Simón Rodríguez (1769-1854) nos recordaba que vinimos al mundo a “entreayudarnos, no a entredestruirnos”.

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/ali-rojas-olaya-odio/

Imagen: https://www.taringa.net/post/arte/18296745/Fidel-Castro—Pintura-Digital.html

 

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Ahí, todos importan

Por Blanca Heredia

Hace unos días compartía con una colega extraordinaria que a unos familiares míos en Washington DC se les había perdido su perro y habían logrado encontrarlo el mismo día. Ello había sido posible, le comentaba, gracias a sistemas de información públicos, funcionales y accesibles para todos, y a una red de refugios para perros perdidos súper eficiente. En suma, a una colectividad fuerte que funciona para todos.

Mi colega escuchó mi anécdota con atención y comentó: “claro, es que ahí (Washington DC), todos importan”. Su comentario y, más concretamente, la frase precisa que usó para darle sentido a los hechos que yo le relataba, me cimbró.

En efecto, en los países desarrollados, esos cuya civilidad, eficiencia, riqueza y limpieza, las élites mexicanas admiran y en las que todos quisiéramos vivir (si no tuviera costo) “todos importan”, los que tienen y los que no. La frase de mi colega me cimbró, pues puso el dedo en la llaga. Antes de los “derechos iguales para todos”, antes y por debajo de la posibilidad de derechos y obligaciones iguales para todos hace falta una condición sine qua non. Esa condición tiene, centralmente, que ver con qué tanto nos importan los otros. Es decir, con qué tanto todos, independientemente de su color de piel, de su nivel de escolaridad, ingreso y de si emplean el término “maleta” o “veliz” para referirse al mismo objeto material, nos parecen y son tratados (no sólo por las autoridades, sino y fundamentalmente, por los otros miembros de la colectividad de la que se trate) como igualmente importantes. Es decir, como igualmente humanos y, en ese sentido, igualmente merecedores de respeto, empatía básica y consideración elemental.

Vivimos en un país en el que no todos “importan”. En México sólo “importan” y sólo han importado históricamente un puñado de personas.

A lo largo del tiempo, los más son y han sido siempre vistos y tratados por los menos que sí importan y se importan entre sí como bultos anónimos cuya misión consiste en servir y obedecer a los poquitos “importantes”. Minorías “importantes” no, necesariamente, porque lo merezcan, sino, con excesiva frecuencia, porque tuvieron la fortuna de nacer en el lugar y en el sitio correctos o, bien, porque, viniendo de “abajo” o de la capita delgadita de “en medio” fueron suficientemente hábiles para dominar los usos y costumbres de la sociedad del privilegio para hacerse de un espacio en los palcos de arriba de esta sociedad salvajemente injusta.

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¿A quién, entre los que “importan” en la sociedad mexicana, le importa que a “Julia” o “Juan” (no recordamos ni importa demasiado su apellido, su singularidad, el que sea una persona concreta con aspiraciones y sentimientos propios y valiosos) se le muera un hijo o una madre? ¿A quién le importa que esas “Julias” o esos “Juanes” tengan que dedicar horas interminables en trasladarse de su casa al trabajo? O que no les alcance para pagar la inscripción que, ilegalmente, les exigen los directivos de las escuelas públicas, supuestamente gratuitas para inscribir a sus hijos en los planteles. A muy pocos.

Quizá a una patrona o patrón mínimamente decente. Desde luego, no a la mayoría de personas que los emplean o a las autoridades a las que se les paga (con recursos producto del trabajo de todos) para hacerse cargo de proveerles servicios públicos básicos, tales como salud, educación y justicia.

¿Por qué no importan los más en México? ¿Por qué nunca han importado demasiado y la única manera que tienen y han tenido para hacerse escuchar es que unos líderes abusados aglutinen su voz, y los usen para parar carreteras o para afectar de muy diversas formas los derechos de terceros que ni la deben ni la temen en relación al agravio concreto reclamado?

Una primera respuesta posible es que no importan ni han importado porque los que sí importan han hecho hasta lo imposible para perpetuar ese estado de cosas.

Entre otras: cooptar a sus líderes, repartirles (siempre discrecionalmente para no generar costumbre ni derechos adquiridos) algunas migajas del pastel, reprimirlos cuando no quedaba de otra o, bien, como ha sido el caso crecientemente, cuando la putrefacción de las “fuerzas del orden” ya no da ni para armar un operativo correcto cuando hace falta.

Si no transitamos como colectividad a una situación en la que tenga sentido plantearnos lograr el que todos importemos, seguiremos atrapados en la violencia cotidiana, en la desigualdad salvaje y en la triste medianía.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/ahi-todos-importan/

 

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El caso Eton: cómo las escuelas de prestigio forman a las nuevas élites

Europa/España/28 de Agosto de 2016/Autor: Hector G. Barnés/Fuente: El Confidencial

David Cameron, Boris Johnson, el príncipe Harry, el príncipe William, los actores Eddie Redmayne, Dominic West, Hugh Laurie y Tom Hiddleston, John Maynard Keynes, George Orwell, Guy Burgess y otros 18 primeros ministros británicos. Todos ellos pasaron por las aulas de Eton, el internado privado de más rancio abolengo de Inglaterra, a un tiro de piedra de Windsor y relativamente cercano a Londres. Durante más de cinco siglos, Eton College fue el lugar donde había que enviar a tus hijos si querías que su siguiente paso se diese en Oxbridge (Oxford y Cambridge); en definitiva, era una fábrica de políticos, banqueros, arzobispos, actores de primera fila y figuras del mundo de arte.

La cosa es muy distinta ahora, gracias a lo cual, y máxima lampedusiana mediante, todo sigue siendo igual. Un reportaje publicado en el último número de ‘The Economist’ resulta tremendamente revelador de los cambios que este centro ha experimentado durante las últimas décadas, acorde con el ritmo de la sociedad inglesa, y que ha provocado que una élite deje lugar a otra. Ya no se trata de los viejos OE (‘old etonians’) que pertenecían a la aristocracia y que garantizaban que sus hijos siguiesen sus pasos en las aulas del internado, sino los nuevos ricos que han ocupado su lugar. Eso sí, tan solo hombres, puesto que las chicas siguen teniendo vetado su acceso al colegio.

“La escuela tiene como objetivo educar a la élite, como siempre ha hecho, pero se ha transformado con el objetivo de acomodar a una nueva élite definida por el dinero, su cerebro y la ambición, no el pedigrí, los títulos y sus tierras”, explica el periodista Christopher De Bellaigue, que estudió en el centro durante la segunda mitad de los ochenta. Desde entonces, han cambiado multitud de cosas, pero a simple vista todo sigue igual, con la única diferencia de que hay un poco más de diversidad racial en sus aulas. Todo ello a pesar de los esfuerzos de sus dos últimos directores, Tony Little y Simon Henderson, por convertir Eton en lo que nadie pensó nunca que podría ser: un agente de movilidad social en el cual pudiese estudiar “un niño pobre de una escuela pública del norte o de un centro privado del sur”.

Adiós aristocracia, hola riqueza líquida

Los datos hablan, y nos dicen mucho de cuál va a ser el futuro de las grandes universidades. En 1960, los padres del 60% de los alumnos de Eton habían estudiado en el colegio. En 1994, el porcentaje descendía hasta el 33%, y actualmente se encuentra en un 20%. Es, en apariencia, el resultado de un proceso por el cual la sociedad británica empujó a que el centro ayudase a los jóvenes brillantes de entornos más desfavorecidos a estudiar en él, algo que ocurrió especialmente a partir de 1990, cuando desapareció la Lista de Eton, donde los antiguos alumnos apuntaban a sus hijos para estudiar en el colegio cuando fuesen mayores.

Desde entonces, y a pesar de que el precio de la matrícula ha aumentado a unas 34.000 libras al año (también lo han hecho las ayudas a los estudiantes), el criterio de entrada ha sido el rendimiento académico, y las pruebas realizadas por el centro, cada vez más complicadas. Cada año, unos 1.500 estudiantes aspiran a ocupar las 260 plazas ofertadas. Sin embargo, este cambio del criterio de admisión no ha provocado que la configuración del centro refleje exactamente la de la pirámide social británica (obviamente), sino, más bien, que una élite haya sido sustituida por otra. En primer lugar, porque Eton arrastraba una imagen muy particular y negativa tanto entre la izquierda como en las capas inferiores de la sociedad inglesa.

La diferencia fundamental es que, en las últimas décadas, una nueva élite de alumnos ha irrumpido en las aulas de Eton, a la par que lo hacían en la economía global. Ya no se trata de una cuestión de pobres contra ricos, explica, sino de pobres contra dos clases de ricos, la nueva élite y la vieja élite, “descendiente de las clases altas eduardianas”. Pero la diferencia sustancial es que esta nueva clase global de primer nivel “está probablemente mejor situada para preservarse a sí misma que la vieja”.

¿Cómo se ha producido esa sustitución de una élite por otra? Básicamente, a través de una cada vez más dura competición. Como explica De Bellaguie, “la batalla para entrar en Eton es el primer intercambio en una relación entre padres, niños y el colegio que está caracterizada por las altas expectativas”. En esa lucha por hacerse con uno de los contados puestos, los padres ricos “quieren que sus hijos florezcan y vayan a una universidad excelente, preferiblemente Oxford o Cambridge”. Son los que van a gastar su dinero en las matrículas. Por otra parte, los jóvenes becados, que tienen que demostrar que son merecedores de ese dinero. Y, al fondo del todo, la vieja aristocracia, que reza para que las matrículas no se encarezcan aún más.

Guerra de élites

Lo que ha ocurrido en Eton es una ilustración de la guerra que en las últimas décadas se ha librado a un nivel más global entre la vieja élite y la nueva, surgida bajo el amparo de la supuesta meritocracia. En realidad, como sugiere el reportaje, un disfraz para ocultar la realidad que antes era evidente y que ahora se camufla: que los ricos siguen perpetuando a los ricos en las posiciones de poder a través de muy diferentes mecanismos. Como señala el periodista, muchos padres invierten grandes cantidades de dinero para “preparar a sus hijos sin clemencia, contratando tutores, obligando a los niños a realizar incontables test de razonamiento verbal y no verbal, y enviándolos a clases de oratoria para que aprendan a ser empáticos y chispeantes”. Un factor que los diferencia de esos otros niños de las clases bajas que no tienen dichas posibilidades.

“Un pequeño número de etonianos son pobres; algunos viven modestamente bien; pero la mayoría son tremendamente ricos, según los estándares de la mayor parte del mundo”, explica el reportaje. “Una de las consecuencias de la transformación de Eton es garantizar que los hijos de los muy ricos sigan siéndolo”. En parte, por los mismos y tradicionales mecanismos de perpetuación: “Cuanto más te acercas a la gente poderosa y exitosa, más fácil es que te conviertas en uno”, como ocurrió a Cameron y Johnson, compañeros en el centro.

Pero también se debe al replanteamiento que este colegio de élite ha hecho de su programa educativo. “En los años cincuenta, era haber estado en Eton, más que la educación que recibiste ahí, lo que te preparaba para el éxito”, recuerda De Bellaguie. “Ahora es verdad lo opuesto. Los profesores son soberbios, las instalaciones no tienen igual, los resultados son impresionantes”. Cultura del esfuerzo, actividades extraescolares, ética de trabajo son algunas de las cualidades que se intentan transmitir a los alumnos. De ahí que, después de todos los cambios, Eton siga siendo, siglos más tarde, “uno de los mejores empujones que el dinero (o tu cerebro, o tu ambición) puede darte”.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-08-23/nueva-elite-eton-colegio-privado_1248437/

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Maestr@s o de cómo no creemos en nosotros mismos

Mayra Castañeda

¿Cómo se le pueden enseñar valores a los niños cuando las redes sociales están inundadas de casos en los que los políticos, los futbolistas, los “artistas”, a pesar de ser groseros, altaneros, corruptos, viven en grandes mansiones, gozan de lujos y parecen felices? Y no sólo las redes sociales, los periódicos, la televisión, la radio, en fin, todos los medios de alienación masiva.

Cuando un niño o niña llega a la escuela ya trae tras de sí una gran carga de valores asignados no sólo por sus padres sino por la sociedad y los medios de comunicación. Cuando el pequeño ha salido con su madre al mercado, al súper, a una reunión con amigos o familiares, no puede evitar escuchar: “fulano de tal robó tantos millones al ayuntamiento o al estado” o “el presidente está quitándonos la riqueza nacional para pagarle a las empresas que lo colocaron en la presidencia”.

Quizá en ese momento las palabras, “ayuntamiento”, “estado”, “presidencia”, “riqueza nacional” estén desprovistas de significado pero en pocos años entenderá a lo que se refieren. Otros más tal vez escuchen: “nosotros en la miseria y los políticos dándose la gran vida” ¿quién no quiere darse la “gran vida”? este constructo se va fijando en la mente de los niños mucho antes de poner por primera vez un pie en una institución escolar. Tampoco los niños actualmente están exentos de la violencia que genera la frustración, el estrés y la presión económica sobre sus padres, cada vez resulta más difícil que los hogares mexicanos salgan a flote.

Según datos del CONEVAL  11.3 millones de personas sufren pobreza extrema y de 2010 a 2012 el número de pobres aumentó en 500 mil; las clases sociales han necesitado ser reestructuradas por la Secretaría de Economía para hacernos creer  en la ilusión de que seguimos perteneciendo a la clase media cuando lo cierto es que la clase baja, esa que no puede comer tres veces al día, no cuenta con servicios, no puede comprarse ropa nueva y pocas veces tiene acceso a la escolarización (aunque en las cifras oficiales aparezca lo cierto es que muchos de esos niños dejan de asistir a la escuela pues tienen que trabajar desde temprana edad), ha ido creciendo de manera alarmante.

La clase media ya está dividida en dos (clase media baja y clase media alta) y se han incluido una serie de indicadores culturales para proveer esa sensación de “pobres pero cultos” que tanto importa a la “clase media” aunque su ingreso económico real sea cada vez más bajo.

En contraste vemos cómo algunos privilegiados, la casta política y los miembros del narcotráfico, (que se confunden en muchos lugares pues han realizado, a la usanza de la monarquía, una serie de alianzas familiares) viven con grandes lujos, con ostentación. También ya en las redes sociales circulan fotografías de sacerdotes que hacen esta misma ostentación de carros de lujo y mujeres. El cinismo ha permeado nuestra sociedad y nosotros, los “simples mortales” nos creemos (porque nos lo han vendido y lo hemos comprado sin siquiera preguntar) que somos incapaces de cambiar esta realidad.
¿Con qué argumentos un padre de familia o un maestro puede rebatir lo que a todas luces el comportamiento social valida? Nuestros niñ@s y jóvenes conviven constantemente con ese contraste que produce una tensión muy fuerte entre ambos mundos: el irreal que tratan de pintarles en la escuela y en algunos casos en su hogar y lo que ven cuando prenden la televisión, se conectan a la red o salen a la calle. Sus pares les reafirman constantemente que lo mejor para sobresalir en esta sociedad es “hacer trampa”, burlar al maestros, las evaluaciones, las tareas, al fin de cuentas hay tres vías que los convertirán en triunfadores: salir en la televisión (a cualquier precio y haciendo lo que sea),  convertirse en político o entrar al narcotráfico y para ninguna de ellas es necesario pasar por la escolarización, no te piden grado académico para entrar en la corrupción, aunque el precio (eso no lo alcanzan a dimensionar) es mucho más alto.
No pretendo decir con esto que todo está perdido, al contrario, yo soy la primera convencida de que la escuela tienen un potencial no dimensionado y que los docentes podemos hacer mucho por cambiar nuestra realidad, pero lo primero que debemos entender es que nosotros hemos sido y somos parte del sistema que valida este tipo de conductas ¿cómo? En primer lugar hemos pasado por un proceso de “indefensión aprendida”. Somos como ese elefante de circo que de pequeño atan a una gran estaca con una soga muy gruesa y no se puede mover, cuando crecemos ya estamos programados para pensar que no podemos hacer nada contra la soga y la estaca, pero no nos damos cuenta del poder que hemos adquirido al pasar de los años.
Es momento de empezar a creer en nosotros de darnos cuenta de que cuando cerramos la puerta de nuestra aula nuestro ejemplo tiene más fuerza que ninguna otra cosa, pero tenemos que empezar a creerlo de verdad porque la simulación no sirve, no basta. Cuando entendamos este concepto en su absoluta dimensión daremos el primer paso para cambiar esta sociedad que, finalmente, los maestros también hemos construido.
Fuente del articulo: http://mayracastaneda.org/blog_60984_Maestr-s-o-de-como-no-creemos-en-nosotros-mismos.html
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Contaminación mental en tiempos de canibalismo ambiental

Por: Carlos Ruperto Fermín

Durante los milagrosos 365 días del año, existe una luz de inconciencia gravitando en el Medio Ambiente, que tanto los niños como los jóvenes y los adultos, no son capaces de reconocer por sus propias voluntades, para alcanzar una mejor calidad de vida.

Todos los días dormimos en la cama con nuestro querido Smartphone, recibimos la eucaristía con un sabroso cordero en el estómago, bailamos reguetón frente a la cara de los más pobres, compramos hasta morir en los divertidos centros comerciales, olvidamos el legado de los aburridos pueblos originarios, respiramos el tremendo smog del alérgico semáforo, y omitimos la regla del método anticonceptivo.

Queda claro que la costumbre nos transforma en humanos robotizados. Primero adoptamos una sofisticada tendencia social, que dicta el esquema de nuestra cotidianidad. Y luego adaptamos ese rutinario esquema social, en todas las actividades ordinarias que realizamos a diario.

Es como llevarse a la boca una hamburguesa, y comerla con una lengua sin papilas gustativas. Sabes que estás comiendo carne, pero no puedes identificar el sabor de la carne. Por desesperación, seguiremos comiendo, masticando y tragando, para encontrarle el gusto a la grasosa hamburguesa. Pero al final del incontrolable deseo de satisfacer a nuestro paladar, degustaremos un trastorno obsesivo compulsivo que jamás se dará por vencido.

Por miedo a la derrota, nunca caemos rendidos en la tumba. Por miedo a la soledad, nos reproducimos a cualquier hora y en cualquier colchón. Y por miedo al fracaso, nos apuñalamos con los billetes ensangrentados del éxito.

No hay duda que nuestros brillantes cerebros, sufren las consecuencias de un legendario traumatismo craneal, que nos dejó ciegos, sordos y mudos, en un enfermizo proceso de Transculturación global.

Por eso siempre sabemos decir hola en Inglés, pero nunca sabemos decir hola en Quechua. Siempre podemos escribir hola en Inglés, pero nunca podemos escribir hola en Wayuunaiki. Y siempre conocemos el significado del Inglés, pero nunca conocemos el significado del Quechua, del Wayuunaiki y del Español.

Sin embargo, NO es obligatorio experimentar un choque frontal en la veloz carretera, para sentirnos accidentados y agonizando en nuestra propia vida. Es probable que la amnesia que borra todos los recuerdos del alma, sea la mejor respuesta ante un memorable estado de culpa. Y quizás formatear el disco duro de nuestra computadora personal, sea el primer paso para reconectarnos con la triste realidad lobular.

Gracias a la evolución de la Ciencia, sabemos que el hemisferio cerebral izquierdo, se encarga de controlar las funciones del lenguaje, escritura, numeración y lógica racional. Mientras que el hemisferio cerebral derecho, se encarga de proyectar los sentimientos, emociones, creatividad y expresiones artísticas.

Gracias a la involución de la Conciencia, sabemos que el hemisferio cerebral izquierdo, se encarga de comprar, vender e hipotecar los recursos naturales de la Tierra, con una intachable firma en la bolsa de valores. Mientras que el hemisferio cerebral derecho, se encarga de sonreír, aplaudir y fotografiar la firma del jugoso contrato, que los empresarios capitalizarán en el bosque.

Ambos hemisferios demuestran ser apáticos, ambidextros y analfabetos, cuando se trata de reflexionar sobre la crisis social, cultural y ecológica del siglo XXI.

Por desgracia, el omnipotente Sistema que carcome cada milésima de segundo, fue carcomiendo las últimas neuronas del segundero, y aunque usted ya NO quiere comportarse como un perfecto idiota, el Sistema te obliga a comportarte como un perfectísimo idiota.

Al Sistema no le importa apoderarse de tu dinero, pues le interesa apoderarse de tu discernimiento, para fácilmente obtener tu preciado dinero. Una vez esclavizada la cabeza hueca, el Sistema te convierte en un objeto de consumo masivo, en una mercancía al detal, y en una etiqueta de liquidación.

El Sistema es muchísimo más inteligente que un pulpo, por lo que sus infinitos tentáculos de acción y reacción, pueden hacerte calzón chino en plena luna de miel, pueden convertir el sueño americano en una gran pesadilla, y pueden contagiarte la enfermedad de la mediocridad.

Nos preguntamos ¿Cuál es el supuesto Sistema que te obliga a sacrificar el pobre intelecto? ¿Qué gana el Sistema esclavizando tu estilo de vida? ¿Quién o quiénes son los culpables de imponernos al Sistema?

Quizás sea culpa del Entorno, tal vez sea culpa de la Sociedad, o probablemente sea culpa del Fútbol. Puede que sea culpa de Jesucristo, puede que sea culpa de Mickey Mouse, o puede que sea culpa de Hitler. También podríamos culpar a la Madre Tierra, podríamos culpar a la Vía Láctea, y podríamos culpar al mismísimo Universo.

El Sistema es un cáncer que compra, corrompe y descompone a la Humanidad. Es como el diablo que se viste de santo, y le regala lecciones de ética y moral a su querido prójimo. Todos saben que el santo es realmente el diablo, pero nadie lo desmiente porque luce muy bien, porque dice lo que la gente quiere escuchar, y porque es muy generoso con su pueblo.

Siempre fingimos ser los reyes del ring de boxeo, y la culpa siempre debe caer y recaer en las manos de los adversarios. Cuando ganamos en la vida, la culpa es toda nuestra. El ego jamás comparte la victoria, porque le alzamos los brazos a la suerte, y todo el crédito de la película se lo lleva nuestro nombre y apellido.

Pero cuando perdemos en la vida, la grandísima culpa se la disputan los gobiernos de turno, los políticos corruptos, las loterías tramposas, los familiares envidiosos, los vecinos chismosos, los colegas del trabajo, los profesores malhumorados, los ladrones de oficio, los animales silvestres y las supremas deidades.

Algo o alguien siempre se lleva el grito, la ofensa, el mal de ojo, el empujón, el hematoma, la bala, la sangre, y las cenizas de todos nuestros problemas. Permitimos que lo externo defina nuestro interior, y en ese espacio y tiempo siempre hay cabida para la moda, la indiferencia, la traición, la violencia, la frivolidad y la codicia.

En los medios de comunicación social nacionales y extranjeros, se enaltecen los antivalores, la negatividad, y la putrefacción del todopoderoso Sistema capitalista.

Vemos que para domar y dominar a las masas, se va amasando una tentadora orgía de consumismo, sexismo y propagandismo, que se difunde durante las 24 horas del día en la televisión, en la radio, en la prensa, en la Internet y en las calles pavimentadas.

Los televidentes, los radioescuchas, los lectores, los cibernautas y los ciudadanos, son obligados a santificar la pornografía del espectacular show circense, mediante la compra y venta de todos los productos y servicios, que se comercializan con un longevo arsenal publicitario, el cual incluye la desinformación del morbo, del adulterio, del divorcio, del embarazo precoz y del aborto.

En un abrir y cerrar de ojos, la audiencia se vuelve adicta al sexo, a las drogas y al racismo, para ser cómplice de lo simple, de lo estúpido y de lo infame.

Las famosas redes sociales como Twitter, Facebook y WhatsApp, van maximizando el borreguismo de los tontuelos, ya que los usuarios necesitan un ficticio sentido de pertenencia, para no sentirse rechazados y aislados de la comunidad virtual, por lo que odiarán todo lo que el mundo odie, y amarán lo que todo el mundo ame.

Debido a que esos jóvenes tontuelos representan la popularidad, el Sistema festeja sus tonterías y los considera ovejas sagradas, para seguir idiotizando al resto del rebaño.

No olvidemos que somos inestables y débiles por naturaleza, por lo que cualquiera puede sembrar cotufas en nuestros cerebros. A medida que brotan las semillas del cultivo mental, vamos aumentando el precio y el valor de todas las sabrosas cotufas, buscando que nuestros pensamientos enriquezcan la tierra fértil, y así podamos venderle nuestra espiritualidad a la relatividad de los hechos.

Yo boté mucha basura en la calle, porque tenía mucha hambre. Yo prendí por muchas horas el aire acondicionado, porque tenía muchísimo calor. Yo malgasté mil litros deagua potable, porque tenía mucha sed de venganza. Yo asesiné a sangre fría, porque Dios todo lo perdona.

Ahora bien, cuando nos referimos a la contaminación ambiental, generalmente exponemos una serie de daños ecológicos que sufre el planeta Tierra, por culpa de los dedos abusivos, de las manos industrializadas, y de los brazos destructores de los inhumanos Seres Humanos.

Si lanzamos la moneda e inhalamos el dióxido de carbono, gritaremos ¡Bingo! con lacontaminación del aire.

Si lanzamos la moneda y quemamos la capa vegetal, gritaremos ¡Bingo! con lacontaminación del suelo.

Si lanzamos la moneda y envenenamos los ríos, gritaremos ¡Bingo! con lacontaminación del agua.

Si lanzamos la moneda y amplificamos los vidrios rotos, gritaremos ¡Bingo! con la contaminación acústica.

Si lanzamos la moneda y encandilamos el cielo nocturno, gritaremos ¡Bingo! con la contaminación lumínica.

Si lanzamos la moneda y desnudamos a la hermosa cerveza, gritaremos ¡Bingo! con la contaminación visual.

Si lanzamos la moneda y saturamos las redes inalámbricas, gritaremos ¡Bingo! con la contaminación electromagnética.

Si lanzamos la moneda y bebemos la lluvia ácida, gritaremos ¡Bingo! con la contaminación radiactiva.

Si lanzamos la moneda y la moneda no alza el vuelo, gritaremos ¡Bingo! con la contaminación espacial.

Pese a que reconocimos tantísimas fuentes de polución, creemos que la crisis ambiental se origina, va creciendo y se intensifica, con un tipo de contaminación que NO concentra la atención de las colectividades, escapando de la punzante línea del tiempo, y evadiendo la realidad del libre albedrío.

Detrás de la archiconocida contaminación ambiental, se halla escondida la gran Contaminación Mental, que es la madre de todas las contaminaciones en el planeta Tierra, representando el verdadero punto de partida hacia la autodestrucción planetaria, y situándose como el histórico obstáculo cognitivo que ha imperado a lo largo de las civilizaciones.

La mayoría de los Seres Humanos no reciclan los desechos sólidos, no practican la eficiencia energética, y no reducen el consumo del agua potable, porque se encuentran ecológicamente bloqueados por causa de una terrible contaminación mental, que los convierte en cosas apáticas, desechables y desleales, en el cuidado que ameritan los ecosistemas y la biosfera.

Millones de corazones a escala mundial, sufren las consecuencias físicas y psicológicas de la atroz Contaminación Mental. Los individuos de todas las edades son perjudicados con la presencia de estrés, migrañas, cuadros de ansiedad, hiperactividad, insomnio, depresión, frustración, gastritis, y muchísimas más alteraciones diagnosticadas por el saludable Sistema.

La Contaminación Mental infecta a los perversos corazones llenos de chips, apps y tags, que nunca tienen un megabyte disponible para instalar en sus cerebros la Educación Ambiental, y así descargar una visión conservacionista de un Mundo que se cae a pedazos, porque ni siquiera los virus informáticos son tan nocivos para la Pachamama, como los trágicos ecocidios que provocan los hombres y las mujeres de carne y hueso.

Aceptamos y aplaudimos la criminal deforestación, los gigantescos derrames petroleros, la extinción de la biodiversidad, la quema de combustibles fósiles, el uso de los agrotóxicos, los megaproyectos mineros y la demoníaca fractura hidráulica, porque NO comprendemos el significado y el significante del gran manuscrito Voynich.

Negamos la existencia del Calentamiento Global, porque jamás desenchufamos el freezer del tomacorriente. Negamos la existencia del Efecto Invernadero, porque hibernamos durante las cuatro estaciones del año. Y negamos la existencia del Cambio Climático, porque somos incapaces de observar los rayos del Sol.

No deseamos investigar, no podemos recapacitar, y no queremos sobrevivir.

Nuestra ignorancia socio-ambiental que afianza el desarraigo cultural, solo piensa en vestir muchísima más ropa fashion, en comer carne en restaurantes de comida rápida, en imprimir La Biblia con tres toneladas de hojas de papel, en conducir el carro último modelo por la selva asfaltada, en comer maíz transgénico para curar la borrachera, en sintonizar los canales de deportes internacionales, en bautizar a más engendros fecundados por el Tío Sam, y en seguir sobre-poblando el oscuro nido de la miseria.

El agresivo proceso de Transculturación que padecemos en la actualidad, se fue robando el santísimo sacramento del sagrado corazón. Los más fieles devotos de la Madre Tierra, se quedaron llorando de dolor sin fuerza, sin electricidad, sin agua, sin gas, sin techo, sin comida, sin amor y sin sueños.

Las cotufas vencieron a las neuronas, y las hamburguesas del Sistema exigen un nuevo teléfono móvil, una nueva tableta, una nueva laptop, una nueva videoconsola, un nuevo televisor, una nueva máquina tragamonedas, un nuevo árbol holográfico, una nueva descarga de piratería, y un nuevo androide para la artillería de guerra.

Todos estamos mentalmente contaminados, y el Sistema no se cansa de pisotearnos el cráneo con su magistral fatalidad. Así seguiremos cargando la cruz hasta el fin de los tiempos, salvo que por un segundo de la vida, te detengas a pensar un segundo en tu vida.

Pensar no es solo capricho de los dioses, tú también puedes despertar del siniestro letargo mental, y encapricharte con una vida mucho más responsable, sostenible y sustentable.

En vez de comprarte el maldito nuevo Iphone, puedes donar esa plata a una fundación que rescate a los perros y a los gatos de las calles. En vez de adquirir el maldito nuevo Galaxy, puedes donar esa plata a instituciones que ayudan a los lisiados sin hogar. En vez de fumarte un maldito nuevo Cigarrillo, puedes donar esa plata a una asociación que alfabetice a los más desamparados.

Imagina cómo sería el Mundo, si fuéramos un poquito más empáticos. Imagina cómo sería Latinoamérica, si fuéramos un poquito más solidarios. Imagina cómo sería la Vida, si fuéramos un poquito más altruistas.

Si ya no puedes imaginar, el Sistema ganó la apuesta del casino. Si ya no puedes rezar, el Sistema te apuñaló por la espalda. Si ya no puedes creer, eres el Sistema.

Te pedimos un mayor compromiso con el bienestar del Medio Ambiente, una mayor preocupación por el futuro de Gaia, y un mayor interés en compartir la gracia salvadora de la misericordia.

No dejemos que la maldad le gane a la racionalidad. Hoy es un buen día para hacer lo correcto, sin correr ningún riesgo. Si ayudas de corazón te sentirás mejor, y harás que otros hermanos se sientan todavía mejor.

  • tomado de: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Contaminacion/Contaminacion-mental-en-tiempos-de-canibalismo-ambiental
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