Page 1 of 3
1 2 3

Cómo influye el aprendizaje activo en el futuro laboral de los estudiantes

Por: Educación 3.0

El aprendizaje activo resulta fundamental para el futuro laboral de los estudiantes y para la educación del presente. Ben Fedigan, Director de DreamShaper en España, explica los principales beneficios de este tipo de enseñanza y el papel que juega la tecnología.

La enseñanza tal y como la conocemos está atravesando un cambio metodológico que era necesario en el ámbito de la educación. No obstante, los docentes siguen utilizando, mayoritariamente, métodos de enseñanza pasivos con los que no conectan con los estudiantes. Y es que muchas instituciones educativas todavía no ofrecen formación en metodologías activas al profesorado de forma generalizada.

Aprendizaje pasivo vs aprendizaje activo

La principal característica del aprendizaje pasivo es que el protagonista es el docente, ya que se encarga de enseñar el contenido en su totalidad. Su palabra y sus conocimientos son recibidos por los estudiantes, quienes aprenden los contenidos principalmente por medio de la memorización, ya sea en clase o mediante el libro de texto. Por otro lado, la evaluación en el aprendizaje pasivo es limitada. El alumno es premiado por su capacidad de memorización y comprensión en los exámenes, pero sin comprobar si sabe aplicar los conocimientos adquiridos.

DreamShaper aprendizaje activo

Por su parte, la clave del aprendizaje activo es que se centra en el estudiante a través de las metodologías activas de enseñanza. El alumnado trabaja la autonomía y demuestra sus habilidades, siendo el principal protagonista del proceso de aprendizaje. Al ‘aprender haciendo’, el desarrollo de las ‘soft skills’ o habilidades blandas es mayor. También lo es la retención del conocimiento, que es de aproximadamente un 80% (si se compara con el 20% del aprendizaje pasivo o teórico), tal y como señala la ‘Pirámide de aprendizaje’ de William Glasser.

Nuevos cambios

Uno de los aspectos principales de la nueva ley educativa es la actualización de las metodologías de enseñanza. La LOMLOE flexibiliza los programas educativos y, en lugar de poner el foco en el temario y en la memorización, lo hace en los estudiantes y en el aprendizaje colectivo y orgánico. Y a una de las metodologías a las que recurre es al Aprendizaje Basado en Proyectos. Aunque la legislación introduce la obligatoriedad del trabajo por proyectos, la renovación pedagógica se encuentra con múltiples barreras sistémicas y culturales que el sector educativo, aunque sea un gran reto, tiene que superar. Ese desafío también existe en la enseñanza superior. Es en esta última etapa para los estudiantes y antes de incorporarse al mundo laboral, donde el choque entre la teoría y la práctica suele ser relevante.

DreamShaper aprendizaje activo

La tecnología: un aliado siempre presente

La posibilidad de apoyarse en la tecnología para implementar metodologías activas de enseñanza ya es una realidad. Debido a la pandemia, la tecnología en el sector educativo se generalizó a través de la enseñanza remota. Las clases a distancia, principalmente en el ámbito universitario, abrieron también las puertas a la enseñanza híbrida, síncrona y asíncrona. Todo ello a través de softwares específicos. Esto permite que tanto el docente como el estudiante gestionen mejor su tiempo y su disponibilidad, ofreciendo autonomía al alumnado y liberando al profesorado de tareas relacionadas con la gestión del día a día para dedicar más tiempo a la enseñanza en sí. En definitiva, la educación, en todos sus niveles, debe avanzar de forma constante para preparar a los estudiantes a los retos que se les presentarán en el futuro.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/dreamshaper-aprendizaje-activo/

Comparte este contenido:

El bienestar de los estudiantes debe ser componente de su educación

Por: Paulette Delgado

Según un metaanálisis, el aprendizaje activo contribuye a disminuir la sensación de malestar causado por el aislamiento ya que se transforma en un proceso de aprendizaje contextualizado y autorresponsable.

El bienestar de los estudiantes debe ser componente de su educación, esto según el metaanálisis publicado en Frontiers titulado “Trends of Active Learning in Higher Education and Students’ Well-Being: A Literature Review”. De acuerdo con el metaanálisis, este tema debe ser incluido en las reformas curriculares de todos los países.

El 1 de enero de 2016 entró en vigor la resolución de las Naciones Unidas titulada “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, cuyo propósito es construir un mundo equitativo y universal. Los autores destacan los objetivos tres y cuatro, los cuales buscan “garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades y garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos, respectivamente”. Debido a la pandemia, estos objetivos se ven lejos de alcanzar ya que se acentuó la brecha digital, educativa y social, agravando las disparidades socioeconómicas e incluso obligando a los más afectados a abandonar la escuela. Es por ello que, para los autores, el bienestar de los estudiantes se ha convertido en prioridad.

El metaanálisis encontró limitadas referencias académicas sobre cómo el bienestar puede convertirse en un elemento exitoso de la educación, aún así, descubrieron que en Australia, Inglaterra, Nueva Zelanda y Escocia, se han venido realizando ajustes curriculares para integrar cuestiones vinculadas al bienestar. Más allá de poner a los estudiantes a llevar un aprendizaje activo que los hace leer, escribir, discutir, resolver problemas, analizar, sintetizar y evaluar, deben además pensar en lo que están haciendo, observar sus emociones, actitudes y valores al involucrarse en proyectos más allá de las aulas para trabajar con la comunidad. Esto con el propósito de que los estudiantes vean “el proceso de aprendizaje como un proceso constructivo que reúne a personas de todo el mundo”.

La colaboración entre todos es, según el análisis, la forma de responder a los desafíos que enfrenta el mundo actualmente como “la preservación del medio ambiente, la pobreza, el desarrollo socialmente incluyente y justo, las ciudades inteligentes y sostenibles, el respeto mutuo y la generación de nuevos conocimientos para brindar soluciones sostenibles a problemas sociales”. Aunado a eso, ayuda a las nuevas generaciones a adaptarse a distintas circunstancias y personas, contribuyendo a la integración de la sociedad. Pero, ¿qué tiene que ver el aprendizaje activo con el bienestar?

Aprendizaje activo y bienestar socioemocional
Los autores del metaanálisis revisaron literatura que se enfocó en el uso de metodologías de aprendizaje activo en la educación superior para saber si apoyan la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030. Buscaron en Web of Science, Scopus y en revistas que publicaron exclusivamente revisiones o son importantes en el campo de la educación superior, lo que resultó en seis estudios: Akinla et al., 2018; van der Zanden et al. 2018; Kötter et al., 2019; Theelen et al., 2019; Thorburn, 2020; Agasisti y Soncin, 2021.

Entre las seis publicaciones argumentan que muchos estudiantes se estresan con la transferencia a la educación superior, las expectativas que tienen de la universidad, cómo evaluarán su desempeño y, en general, lo que significa tener éxito universitario. Este último punto se divide en tres: el rendimiento académico de los estudiantes, las habilidades de pensamiento crítico y el bienestar socioemocional.

Para reducir el estrés que implica entrar a la universidad, Akinla et al. investigaron cómo en estudiantes de medicina tener tutores de pares cercanos les podría ayudar con la transición, además de hacerlos crecer profesional y personalmente y preservar el bienestar. Además, es un recurso de aprendizaje activo ya que promueve la asistencia social y académica a la comunidad universitaria de nuevo ingreso. Esto es apoyado por van der Zanden et al. quienes describen que la participación ayudó a la integración social y el ajuste de los estudiantes en lugar de sus sentimientos generales de ajuste.

Los efectos de la pandemia en el bienestar de la comunidad estudiantil
El reporte más reciente del metaanálisis, el de Agasisti y Soncin (2021), toca el tema de la pandemia y cómo hace del bienestar una preocupación crucial para la educación superior. Los autores dicen que las instituciones realizaron importantes inversiones en tecnología para preparar las aulas para el aprendizaje remoto. Esto representó un sinfín de desafíos complejos pero demostraron que “los objetivos fundamentales de las facultades tenían que ser los estudiantes, no el método en sí”. Para Agasisti y Soncin, una de las lecciones más esenciales de esta época fue el énfasis en las relaciones ya que estas le dan “sentido a las experiencias educativas de los estudiantes, así como al proceso a través del cual se desarrollan la investigación y la innovación”.

Entre los retos, un estudio de Defeyter et al. (2021) discutió cómo varios estudiantes mostraron bajos niveles de bienestar mental durante la pandemia porque no confiaban que sus universidades o gobierno tuvieran un buen desempeño ante la situación, lo que impactó su bienestar mental, ya que transmite una sensación de inseguridad y malestar. Para realmente alcanzar los objetivos de bienestar en la educación debe haber un énfasis en los educadores, los estudiantes, instituciones, gobierno y un concepto de logros académicos más amplio. Todo esto para proporcionar a los docentes una mayor autonomía profesional y que pueda proveer experiencias de aprendizaje más integrales para sus estudiantes.

Promover el bienestar mental y emocional del estudiante mejora su autoestima y su vida ya que proporciona equilibrio emocional y hace frente a los sentimientos de depresión o aislamiento. Las instituciones de educación superior deben ofrecer el aprendizaje activo donde los estudiantes tengan autonomía y la capacidad de decidir mientras cooperan con su comunidad. Los autores explican que “el aprendizaje con estos enfoques disminuiría la sensación de malestar causado por el aislamiento (o incluso la soledad) y la ambigüedad de la situación, ya que se transforman en un proceso de aprendizaje contextualizado y autorresponsable que tiene en cuenta las habilidades y restricciones de cada individuo”.

La Agenda 2030 de las Naciones Unidas aspira a una alfabetización universal y un acceso equitativo a una educación de calidad en todos los niveles, a la salud y la protección social, y donde se asegure el bienestar físico, mental y social. Sin embargo, el metaanálisis demuestra que existe falta de interés por parte de la comunidad científica y las propias instituciones. Se necesita invertir en investigación sobre el aprendizaje activo y el bienestar de los estudiantes, especialmente en países socialmente desfavorecidos o que sufren de una brecha digital mayor para interpretar más ampliamente el bienestar y cómo cumplir con los objetivos de la Agenda 2030.

En los últimos años se ha visto la importancia de enfocarse en el bienestar del alumno, y, como dicen los autores, “todos consideran que el bienestar debe ser enfatizado como un componente de la educación”.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

Comparte este contenido:

¿Qué es el aprendizaje activo?

Por: Sofía García-Bullé

Este modelo implica un cambio en el enfoque, el alumno deja de ser pasivo y se convierte en en el protagonista de su propio aprendizaje.

La inquietud docente de crear estructuras y dinámicas para el involucramiento del alumno en su propia educación no es un problema nuevo. Un proceso de aprendizaje basado en la apropiación del conocimiento y no solo la reproducción del mismo, es indiscutiblemente más efectivo. Esta es la idea básica de la que parte el aprendizaje activo.

Esta estrategia didáctica se distingue por centrarse en el aprendizaje del alumno e incentivar su participación activa y consciente en el proceso educativo. La compresión del material a cubrir es crucial para la ejecución del aprendizaje activo, diseñado para gestionar la experiencia didáctica como una jornada que parte del alumno y no solo como una respuesta a lo que plantea el docente.

Para propiciar las condiciones del aprendizaje activo, la construcción de espacios colaborativos es fundamental. De esta forma los alumnos tienen oportunidad de aportar, dialogar y generar conocimiento dentro del grupo. A esto se le llama aprender haciendo y es la herramienta principal para para cumplir los objetivos del aprendizaje activo.

Objetivos del aprendizaje activo

La meta del aprendizaje activo es proveer a los estudiantes del ambiente, actividades y acompañamiento para desarrollar habilidades de búsqueda análisis y síntesis de la información, también de resolver problemas, diálogo y expresión. Para aplicarlo con éxito, los estudiantes requieren reflexionar y practicar los conocimientos y habilidades transmitidas por el maestro con el fin de cimentar recuerdos a largo plazo y una comprensión más profunda que permita a los alumnos no solo almacenar la información en su memoria sino adoptar ese conocimiento y habilidad como suyos.

Lo anterior también les habilitará la posibilidad de crear conexiones entre el material aprendido y pensar de manera creativa. Bajo este contexto los alumnos dejan de ser espectadores pasivos a la espera de realizar lo que el profesor les indique. Ante este cambio de ritmo el docente también debe adaptarse.

Rol del docente

Dentro del marco del aprendizaje activo, la primera tarea del docente es procurar un ambiente didáctico que se sienta seguro para los alumnos y que despierte su interés, así como promover la participación. El docente aquí es un guía, un motivador y su trabajo más importante es impulsar a los alumnos a aprender haciendo por el gusto de hacer las cosas que los llevan a aprender.

¿Cómo se aplica?

En el centro educacional San Antonio, Ubicado en la región Chilena de Maule, presentan un ejemplo práctico de cómo incursionar en una metodología del aprendizaje activo. Realizaron un estudio interno con el fin de identificar qué prácticas pedagógicas preferían los estudiantes. El 95 % del alumnado declaró su predilección por aprender en grupos, a raíz de este resultado, los docentes cambiaron por completo su modelo pedagógico a uno colaborativo que incentivara también la creatividad de los estudiantes.

“Los hace mucho más empáticos, mucho más receptivos, se preocupan más del compañero”, menciona Pamela Rojas, profesora de educación general básica del centro educacional San Antonio, argumentando que de esta forma también generan lazos más sólidos y un compromiso mayor con la escuela.

¿Has aplicado instancias de aprendizaje activo en la escuela? ¿Cómo ha sido tu experiencia con esta metodología? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/aprendizaje-activo

Comparte este contenido:

Joaquín Fuster: “La educación más eficiente es el aprendizaje activo del niño que crea, imagina y prioriza la colaboración sobre la competición”

El prestigioso neurocientífico reflexiona acerca de los mecanismos que rigen la memoria y el conocimiento, y apunta las claves de un aprendizaje efectivo y duradero.

Veinte años investigando sobre la naturaleza de la memoria y del conocimiento, 40 estudiando la corteza prefrontal y toda una vida dedicada a la neurociencia cognitiva, tras los pasos de un premio Nobel como Santiago Ramón y Cajal, que, ya en 1882, formuló su teoría de las redes neuronales en el cerebro. El telar mágico de la mente (Ariel, 2020) es la biografía del prestigioso neurocientífico Joaquín M. Fuster, y una ventana excepcional a su trabajo a través de los personajes y descubrimientos que influyeron decisivamente en sus investigaciones. Hoy, rebasados los 90 años y con su pasión intacta, es profesor emérito de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), y EL PAÍS habla con él por videoconferencia.

Pregunta. La figura del navarro Ramón y Cajal ha sido una influencia determinante en su vida.

Respuesta. Él fue el primero en lanzar la hipótesis de que la memoria y el conocimiento estaban distribuidos en redes corticales de la corteza cerebral, que unían a las neuronas entre sí y que se asociaban con la experiencia. Esta teoría se convirtió para mí en una guía y un precepto que yo tenía que verificar experimentalmente. Me dediqué a hacerlo primero en primates y después en humanos, por medio de técnicas de imagen, y así pude corroborar que esas redes asociativas de la memoria y del conocimiento estaban ampliamente distribuidas en la corteza cerebral, solapadas entre sí y que eran muy plásticas, flexibles.

En realidad, son la base del aprendizaje y de la adquisición de memoria y conocimiento, y esto tiene una importancia fundamental en la educación del niño y del adulto. 40 años llevo estudiando esas relaciones entre células que se manifestaban fisiológicamente durante la conducta, y donde se podía verificar que Cajal tenía razón, y que la formación de memoria consiste fundamentalmente en la facilitación de los contactos entre neuronas que forman parte de estas redes de conocimiento. Pero también caímos en la evidencia de que había una parte importante de esa corteza, la del lóbulo frontal, que sirve justamente para organizar los elementos temporales de las memorias que se utilizan en la conducta, en el lenguaje, en el razonamiento…

P. Cuando habla de temporal, ¿se refiere a la memoria de trabajo?

R. Bueno, la memoria de trabajo (u operante) fue en realidad el método que nos permitió llegar a ello. Cualquier memoria de trabajo es transitoriamente activada para la ejecución de un acto o de una serie de actos. Sirve para organizar la estructura temporal de todas las acciones complejas y novedosas. No las acciones reflejas instintivas, sino las acciones originales, nuevas y complejas que realiza el ser humano.

De hecho, la memoria activada nos sirvió no solo para estudiar cómo se activa la memoria, sino la estructura de esta memoria en la corteza cerebral, la memoria permanente. ¿Comprendes? Porque la memoria operante no es más que la activación temporal y provisional de una memoria a largo plazo. Y otra cosa que es muy importante es que la corteza frontal no solo organiza las estructuras temporales de conducta, razonamiento o música, sino que sirve para la composición, la imaginación y la memoria del futuro.

P. ¿Cómo funciona la memoria?

R. La memoria está establecida en redes distribuidas por la corteza cerebral. Y está allí como dormidita, mientras no se utiliza. Cuando tratamos de recordar algo, o cuando nos encontramos en una situación que nos evoca algo, esas redes se activan por excitación, al mismo tiempo que se inhiben algunas que no son parte de aquella memoria. Con esta activación se llega a un nivel de actividad nerviosa de estas células que sobrepasa el dintel de la conciencia, y entonces surge la conciencia de la memoria, de lo que está allí dormidito normalmente y que se despierta con la asociación, con las circunstancias, etcétera. Entonces esa memoria a largo plazo se reactiva y se abre a una posible modificación, ampliación y refuerzo, formando redes nuevas que amplían las viejas. Porque la realidad es que nuestro futuro, nuestra creación y nuestra imaginación se basan en el pasado. Es a partir de este que formamos estructuras nuevas de conocimiento, de memoria y de actividad humana.

P. ¿Cuál es el mejor tipo de aprendizaje?

R. La educación más eficiente es el aprendizaje activo que sale del niño, que crea, que imagina y forma estructuras nuevas. No es a base de memorizar listas de los reyes godos, sino de activar él mismo esas redes y ampliarlas activamente con otros niños y con el maestro, priorizando la colaboración por encima de la competición. Porque la colaboración es un elemento de formación social del niño, y le educa en la escala de valores y en la ética del trabajo.

P. ¿Es posible mejorar la memoria?

R. Todos los tipos de memoria ejecutiva favorecen la cognición y, por lo tanto, el ejercicio de las funciones ejecutivas de la corteza prefrontal: la atención ejecutiva, la memoria de trabajo, la capacidad de decidir y la capacidad de planificar. Otro aspecto de la importancia del aprendizaje activo está justamente en la tercera y cuarta edad, cuando empiezan a perderse o se aflojan las conexiones entre células y que, con la demencia, llegan naturalmente a estados desastrosos como el alzhéimer. Todavía no tenemos la cura de la demencia ni del alzhéimer, desgraciadamente, pero lo que sí sabemos es que hay una manera de postergarlo, de postergar la demencia y de quizá aminorarla o mejorarla por medio del ejercicio de las de las funciones ejecutivas.

P. Pero ¿cómo hacerlo?

R. Pues con todo lo que signifique la utilización de alguna de aquellas funciones, de la capacidad de decidir y de planificar; de la capacidad de memoria operante; de la atención ejecutiva (a lo que haces y a lo que has de hacer). El enfermo de mente no tiene futuro ni prácticamente pasado; vive aquí y ahora. Todo lo que sea facilitar las funciones ejecutivas de la corteza prefrontal sirve para postergar o aminorar la demencia.

P. ¿Podrá la investigación en neurociencia cognitiva ayudar a esclarecer, en el futuro, las causas de trastornos como el TEA, las demencias, el alzhéimer, e incluso encontrar una solución?

R. Sí, indudablemente. Yo creo que la neurociencia cognitiva ya ha apuntado algunos problemas que parecían insolubles hace mucho tiempo, pero que empiezan a esclarecerse, como por ejemplo los trastornos de la hiperactividad y la atención del niño, y que se deben, como sabemos hoy, a un retraso en la maduración de la corteza prefrontal orbitaria, en la que residen los mecanismos de inhibición y que tan importante son para que el niño no se distraiga y haga lo que tiene que hacer. Y también sirve para inhibir la impulsividad y los movimientos incontrolados. Con el tiempo, muchos de estos casos se resuelven solos, porque la corteza prefrontal acaba madurando, aunque sea tarde, y el niño gana control de su actividad, de su motilidad y de su atención.

Es interesante, porque todo esto tiene que ver con la maduración y el declive de la corteza prefrontal, con la senilidad. La prefrontal es la última de todas las cortezas en desarrollarse, tanto en el curso de la evolución como del desarrollo del individuo, ya que no madura totalmente hasta la tercera década de la vida. Pero también es la primera en perderse y estropearse con la vejez.

P. ¿Qué repercusiones prácticas puede tener el avance de la neurociencia en el campo de la educación?

R. Este es un tema apasionante. La educación moderna (sobre todo en ciertos países, como Finlandia) está cambiando radicalmente con el conocimiento y la aplicación del aprendizaje activo; poner al niño a activamente adquirir conocimientos, relaciones sociales y razonamiento (deducción e inducción), en colaboración con otros niños. Uno de los beneficios más notables de ese sistema es aumentar la autoestima del niño, porque se da cuenta de que su trabajo cunde y de que es bien apreciado por el maestro y los otros niños. Esto también iguala un poco las diferencias intelectuales que hay entre los pequeños, porque no todos son igualmente inteligentes o listos. Le da también una sensación de la importancia de la ética del trabajo y, al mismo tiempo, socializa más fácilmente.

Aquí en España tenemos, por ejemplo, a los investigadores de la Universidad Nebrija, en Madrid, que, bajo el liderazgo del profesor José Antonio Marina, están estudiando la manera de implantar la práctica de las funciones ejecutivas de la corteza frontal en los niños de las escuelas primarias. Es un esfuerzo notable que empezó hace años y que tiene alguna relación con sistemas más antiguos, como Montessori, que también usa algunos elementos de esta educación activa para involucrar al niño en la actividad positiva, imaginativa y creadora.

El maldito coronavirus ha sido un problema enorme, porque muchas escuelas en todo el mundo han parado de trabajar. Pero el maestro no se puede sustituir, porque es parte del ciclo percepción – acción del niño, y este tiene que tener el feedback del maestro, para poder progresar.

P. Usted ha dicho que el abuso de estos dispositivos juega en contra de la capacidad creativa del ser humano. Pero, debido a la pandemia, la educación tuvo que migrar a un entorno virtual de un día para otro. ¿Existe hoy el peligro de abusar de los dispositivos electrónicos?

R. Esos artilugios son un problema. Primero porque le dan al niño el razonamiento, la inducción y la deducción ya hechos, y no puede ejercitarlos como tú quieres que lo haga. Y porque, de un modo extraño y perverso, han tenido una influencia negativa sobre las relaciones humanas, incluso dentro de la familia, porque tú te encuentras con esos niños que van a comer usando sus dispositivos en medio de una conversación. Y todo eso también liga con la inteligencia artificial, otra gran corriente actual que está interfiriendo con la creatividad. Porque el robot hace lo que le dice el programador, pero no puede imaginar, no puede inventar, no puede predecir y sobre todo, no puede corregir.

P. ¿Qué quiere decir cuando sostiene que el ser humano tiene memoria del futuro?

R. El ser humano tiene la capacidad de formar el futuro a base de planes y de conducta a largo plazo. Tiene que imaginar el futuro, igual que un compositor compone una sinfonía para que otros la escuchen. Cuando hablo de memoria del futuro, quiero decir que el ser humano es el único organismo viviente que tiene la capacidad de usar la memoria del pasado para transformar la imaginación del futuro.

P. Hablamos de la capacidad del ser humano para predecir el futuro.

R. Exactamente: de predecir, de inventar y de crear el futuro. Y, además, de anticipar posibles errores o probabilidades. Esto no lo puede hacer un robot. Otros animales sí que pueden, pero lo hacen de un modo instintivo, donde un acto sigue al siguiente porque está metido en la genética del individuo. Esto es lo que yo llamo memoria filética o evolutiva; la que adquirió el organismo en la noche de los tiempos. Nacemos con ella, pero no la adquirimos nosotros, sino nuestros antecesores, para ajustarse al medio ambiente.

P. ¿Es necesario que los profesores tengan al menos una base de neurociencia cognitiva a la hora de planificar sus clases y decidir qué estrategias utiliza?

R. Exactamente. El profesor tiene que tener en la cabeza firmemente la importancia de las funciones ejecutivas de la corteza prefrontal del niño. Esto quiere decir que tiene que saber que esa corteza sirve para la planificación, para la atención ejecutiva y para la memoria operante (la memoria provisional, para lo que hay que hacer), y la capacidad de decidir entre alternativas. En este sentido, liga con el desarrollo del libre albedrío, que naturalmente hay que favorecer en el niño.

Aquí lo fundamental es fomentar la iniciativa del niño. No llevar al niño a la rutina y a la memorización mecánica, sino a que aprenda conductas y razonamiento deductivo e inductivo. Deductivo a base de experiencias y aprendizajes concretos que le permitan proyectar cosas nuevas para el futuro. Es como sembrar la iniciativa en el niño.

P. ¿Influye el aprendizaje del niño en la edad adulta?

R. El aprendizaje en el menor es el germen del que ha de salir el aprendizaje en la edad adulta, con una diferencia muy importante, que tiene que ver con el tiempo. Porque mientras el niño está trabajando para resolver un problema usando su capacidad de razonar, el adulto lo hace en una escala temporal distinta, con ciclos de percepción – acción que se proyectan en el futuro. El niño tiene ciclos más inmediatos, relacionados con la clase y con los otros niños, mientras que en el adulto se proyectan en un futuro de meses o años: conseguir un grado, casarse o no casarse, hacer una inversión o no hacerla; comprar esto para el futuro o no hacerlo… El niño lo quiere todo ahora.

A medida que madura, pasados los seis o siete años, los objetivos se hacen más lejanos, pero los mecanismos son los mismos. Y además hay ciclos de percepción – acción que se automatizan, mientras que otros, más importantes y con una escala temporal más larga, se tienen que practicar, razonar y estudiar con más detención. Cuando nos levantamos por la mañana hacemos una serie de hábitos que son puramente automáticos, como afeitarnos, lavarnos, ducharnos y vestirnos para ir al trabajo, que es un ciclo un poco más amplio. Pero ¿por qué vamos al trabajo? Pues para ganarnos la vida, para alimentar a la familia… Son objetivos más lejanos.

Fuente: https://elpais.com/economia/2020/12/30/actualidad/1609321855_825389.html#:~:text=La%20educaci%C3%B3n%20m%C3%A1s%20eficiente%20es%20el%20aprendizaje%20activo%20que%20sale,imagina%20y%20forma%20estructuras%20nuevas.&text=Porque%20la%20colaboraci%C3%B3n%20es%20un,en%20la%20%C3%A9tica%20del%20trabajo.

Comparte este contenido:

Entrevista a Nathalia Romero: Retos y oportunidades del sistema educativo ante la tecnología en República Dominicana

Redacción: Listín Diario

Washington Collado es un  experto en educación que  ha analizado la problemática educativa dominicana en distintos foros nacionales e internacionales. En una entrevista exclusiva para Plan LEA, este destacado doctor en Educación, hace una reflexión ante el momento de progreso tecnológico que vivimos.

* ¿ Cómo usted considera que se encuentra a nivel tecnológico la educación dominicana?

Considero que el nivel tecnológico en la República Dominicana está en un buen momento y repleto de posibilidades. Las tendencias y datos sobre tecnología y conectividad en estadísticas mundiales colocan a nuestro país en constante incremento en acceso a tecnología en diferentes ámbitos: educativo, comercial, privado, etc. Pero es cierto que tenemos mucho trabajo por hacer; obstáculos de infraestructura que superar y continuamente capacitar a líderes de educación, docentes y técnicos a ser parte esencial para que la tecnología en la educación logre su máximo potencial.

República Dominicana es un país donde las necesidades básicas como la luz eléctrica aun presentan mucha deficiencia. Considerando esas limitantes, ¿cree usted que estamos preparados para la revolución tecnológica?

Esa es una pregunta básica porque nos obliga a poner en perspectiva nuestras prioridades sobre hacia dónde vamos y dónde queremos estar. Al contemplar este punto, como país, debemos concretamente entender que el progreso no nos va a esperar. Tenemos que entender que es un mundo globalizado y que tenemos competencia desde Ghana hasta Perú, desde Argentina hasta Vietnam, y desde Polonia hasta Guatemala, por decirlo de alguna forma. O sea, que nuestros alumnos no tienen la opción de espera. Tenemos que asumir nuestros retos y saber cuáles son nuestras deficiencias y enfrentarlas seriamente.  Pero al contemplar nuestros obstáculos para lograr un mayor alcance tecnológico, debemos hacer una sobria reflexión sobre el potencial de la tecnología en salud, en educación, en comunicación, en infraestructura, en medioambiente, etc. etc. O sea, que no solo es “educación.”  Si no entendemos el potencial de la tecnología en todas estas áreas, y actuar e invertir deliberadamente, estamos tomando pasos al revés.

Entender que la inacción también es una acción y una decisión tomada. No podemos esperar un marcador específico para decir: “ahora sí estamos listos,” puesto que siempre va a haber áreas que mejorar.

* En los últimos años, República Dominicana se ha colocado entre los peores lugares en Ciencias, Matemáticas y Lectura, según datos suministrados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, ¿cómo puede aprovechar el sistema educativo la tecnología para compensar las deficiencias en la educación?

Te puedo decir sobre ese aspecto que la revolución educativa en el mundo de hoy tiene varias implicaciones que busca que el estudiante se integre, descubra el porqué de las cosas, y sepa el propósito de su enseñanza. La base curricular sobre programas denominados STEM (por sus siglas en inglés Ciencia, Tecnología, Ingeniería, y Matemáticas) busca integrar el aprendizaje activo en base a proyectos y relación directa con el mundo que nos rodea, desde nuestras comunidades, barrios, pueblos, provincias, hasta nuestra República Dominicana y el mundo.

¿Cómo cree que se puede mejorar el sistema educativo dominicano?

Una pregunta compleja. Te puedo referir a la respuesta anterior y agregar que una respuesta completa podría ser toda una disertación. Pero solo para tocar la superficie, pudiera decir lo siguiente: currículo de estudio consistente y aplicable con marcadores formativos, capacitación en todos los renglones, aplicación tecnólogica, inversión y mejora en la infraestructura, integración oportuna de los padres al proceso escolar, crecimiento profesional, responsabilización de progresos y deficiencias, y estudios sobre programas y mejores prácticas a nivel mundial que pudieran ser aplicadas en República Dominicana, tomando en cuenta su propia idiosincrasia. En fin, no hay fórmula mágica.  Y, como base, crear en cada escuela un operativo sinérgico que integre todos los recursos en apoyo a la parte de más relevancia: la clase y el desempeño del alumno.

Fuente: https://listindiario.com/plan-lea/2019/10/21/586883/retos-y-oportunidades-del-sistema-educativo-ante-la-tecnologia

Comparte este contenido:

Con estos libros lo sabrás todo sobre la pedagogía Montessori

Por: EDUCACIÓN 3.0

Esta pedagogía, que busca facilitar el desarrollo de los estudiantes adaptando el entorno del aprendizaje a sus necesidades, puede implentarse tanto en casa como en las aulas. Pero, ¿qué papel cumplen la familia y los profesores? Esta selección de libros tiene la respuesta.

Entre el siglo XIX y el siglo XX la educadora y médica italiana María Montessori ideó un método educativo basado en la psicología natural y el desarrollo físico y social de los menores; un modelo que se caracteriza por convertir al niño en protagonista de su aprendizaje, dejándole aprender a su ritmo. De esta forma, se ayuda al desarrollo personal de la independencia, la libertad con límites, el respeto en la psicología natural y el desarrollo físico y social. La familia y los educadores pasan a ser, por tanto, una guía que proporciona las claves y adapta el entorno de aprendizaje al nivel de desarrollo del niño. Pero, ¿qué pautas que es necesario seguir para hacerlo posible? Estos libros explican a fondo esta pedagogía activa y aportan ideas y trucos para ponerla en práctica.

1. El método Montessori en casa

Las 200 actividades que recopila esta obra están pensadas para contribuir al desarrollo del niño en casa a través de esta pedagogía. Están diferenciadas por franja de edad (de 0 a 12 años) y cada una incluye un análisis detallado para poder llevarla a cabo con garantías, así como una lista con el material necesario y los potenciales humanos que se pueden trabajar a través de ellas. Entre sus beneficios, ayudarán a despertar el interés por la naturaleza, la cultura, el mundo o trabajar los cinco sentidos.

  • Autores: Céline Santini y Vendula Kachel.
  • Editorial: Zenith

 

2. Educar en la felicidad

La autora del blog ‘Peque Felicidad’ ha elaborado una guía repleta de ideas prácticas para llevar al hogar los principios de amor, respeto y felicidad que caracterizan al Método Montessori. Las recomendaciones se acompañan de explicaciones amenas e ilustraciones que facilitan su comprensión. Después de explicar a fondo en qué consiste esta pedagogía alternativa, explica la posición que deben tomar los adultos con respecto a los menores.

  • Autora: Marta Prada.
  • Editorial: Oberón

3. Montessori paso a paso

Una colección de libros que explican los principios fundamentales del método junto con consejos sobre cómo favorecer la autonomía, la preparación del ambiente y la importancia de los periodos sensibles. Algunos están centrados en cómo aplicar el método en ciertas materias como Lengua o Cálculo y Matemáticas. Sin embargo, este título expone de manera general de qué trata la pedagogía Montessori. Además, ofrece una serie de actividades para llevar a cabo en clase y en casa con niños de entre 2 y 6 años que fomentan la atención y la comprensión.

  • Varios autores.
  • Editorial: Escuela Viva

4. Jugar y aprender con el método Montessori

Para aplicar el método Montessori en casa con éxito es imprescindible tener clara la edad a la que va dirigida cada actividad. Por eso, este libro ofrece más de 100 juegos y actividades (que también pueden aplicarse en el aula) que ayudan a los pequeños a preparar materias como Lectura, Escritura, Matemáticas o Ciencias a través de esta pedagogía. Cada uno, está asociado a una edad, un logro concreto e incorpora diferentes consejos y trucos para facilitar su puesta en práctica.

  • Autora: Lesley Britton.
  • Editorial: PAIDÓS Educación

5. 365 actividades para jugar sin pantallas

Pensadas con el objetivo de disfrutar de las cosas sencillas de la vida, tanto dentro como fuera de casa, las actividades y los juegos que propone este libro ayudan a trabajar la inteligencia emocional y a reducir el estrés de los más pequeños. Las 365 están pensadas para realizar en familia lejos de las pantallas de los dispositivos electrónicos.

Fuente e imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/libros-pedagogia-montessori/114570.html

Comparte este contenido:

Libro gratis «Educar mentes curiosas»

Por: ayudaparamaestros.

Fantástico libro de Melina Furman que podéis ver o descargar haciendo clic en la imagen

La educación hoy se enfrenta a la necesidad de formar personas que tengan la capacidad de actuar y desenvolverse en el mundo con plena autonomía y libertad para construir su proyecto de vida y un futuro sostenible. Melina Furman, en su libro Educar mentes curiosas: la formación del pensamiento científico y tecnológico en la infancia, promueve el aprendizaje activo, significativo, responsable y cultivado por la curiosidad, a través de ejemplos y reflexiones profundas.

Fuente del documento: https://www.educ.ar/recursos/131992/educar-mentes-curiosas-por-melina-furman

Comparte este contenido:
Page 1 of 3
1 2 3