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Las actividades lúdicas y el aprendizaje de idiomas

02 de noviembre de 2016 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Por: Carla Martínez

Es tan fácil encontrar información contradictoria sobre cómo se adquiere un idioma… Por ejemplo, aún hay muchos profesionales de la educación que están en contra del bilingüismo natural. Profesores de niños de seis o siete años que provienen de hogares naturalmente bilingües, con un padre que no es hispanoparlante, que recomiendan a sus padres dejarles de transmitir los dos idiomas a la vez.

Este tipo de ideas preconcebidas sobre el bilingüismo en casa cambian completamente cuando se piensa en las lenguas adquiridas de forma académica. Los profesores que desaconsejan a una madre que habla ruso que le hable en ruso a sus hijos “porque perjudica su aprendizaje del español”, no estarán en contra de que tome clases particulares de inglés. ¿A qué se debe esta actitud? ¿Por qué pensamos que un idioma adquirido formalmente en la escuela es mejor que uno que se aprende de forma natural en casa?

Como en muchos otros ámbitos de la enseñanza, los prejuicios más extendidos, se contradicen con lo que puede suceder en ambientes de aprendizaje formales. Quienes hemos sido profesores de idiomas sabemos que la forma más efectiva para que en clase se aprenda un idioma es “imitar”, por absurdo que parezca, la forma en que nosotros adquirimos nuestro idioma materno. La inmersión lingüística (por ejemplo, participando en campamentos para personas de la misma edad) y las actividades lúdicas (juegos, canciones, concursos) son una forma en que el aprendizaje de un idioma puede ser más sólido y significativo.

Los teóricos del constructivismo (escuela que aunque no esté de moda, nos puede enseñar mucho aún al respecto) como Vigotsky nos decían que cuanto más atractiva sea una actividad, más significativo será el aprendizaje que obtengamos a largo plazo. No es lo mismo que yo le explique a un alumno qué es un árbol teóricamente, que salir, tocarlo, trepar en él, olerlo, sentirlo con sus manos y divertirse conociéndolo. Evidentemente la segunda experiencia le generará un aprendizaje mucho más significativo y por lo tanto, duradero, de lo que es un árbol.

Pasa lo mismo con un idioma. Sabemos español porque nuestros padres nos cantaban en español cuando éramos bebés. No podemos reproducir esa ternura en un aula, pero sí imitar en la medida de lo posible la diversión y el interés que puede generar un juego, algo sencillo y cotidiano, en un aula en la que se aprende un idioma. No quiere decir que vivamos jugando, pero cuanto más divertida y lúdica sea la experiencia, los aprendizajes generados serán más significativos y permanecerán en nuestros alumnos por más tiempo. ¿Cuáles pueden ser estas actividades? Aquellas que involucren el uso de música, ejercicio al aire libre y, sobre todo, juegos y diversión.

Algunos ejemplos que pueden incluso resultar obvios por su sencillez, son los siguientes:

  • Utilizar juegos de mesa: Un juego que realmente funciona muy bien es el tipo “bingo” de vocabulario. Aún mejor si conseguimos un audio de una persona autóctona que diga las palabras al momento de ir enunciando las fichas. Que haya un premio auténtico (aunque sea una golosina pequeña) hace el juego más emocionante. Cualquier juego que involucre manipular materiales es ideal.
  • Utilizar música: Ya lo decíamos, aprendemos nuestra lengua materna cuando nuestros padres nos cantan y nos acunan. Usar música en clase para jugar, como telón de fondo mientras realizamos otras actividades, enriquece las capacidades auditivas y además, hace placentero el hecho de aprender el idioma.
  • Salir: Siempre que el clima lo permita, tomar clases al aire libre. Jugar juegos de exterior usando expresiones en el lenguaje que se aprende. Relacionar el vocabulario con algo divertido es un paso sólido en su aprendizaje.

Como profesores de idiomas debemos tener la capacidad de hacer que el aprendizaje sea divertido y que el juego no sea simplemente juego. ¿Sencillo? No. Nadie dijo que lo fuera.

Fuente artículo: http://blog.tiching.com/las-actividades-ludicas-y-el-aprendizaje-de-idiomas/

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Expertos proponen aplicar las neurociencias al ámbito educativo

Por: ABC

El OINE  desarrollará trabajos de investigación sobre el impacto del conocimiento neurocientífico en los procesos de aprendizaje con el fin de promover mejoras en el sistema educativo.

El binomio cerebro y aprendizaje ha unido a Fundación Telefónica y Fundación INECO para estudiar y divulgar sus interrelaciones y los conocimientos más actualizados en esta disciplina. El próximo 29 de octubre presentarán en Madrid el Observatorio Iberoamericano de Neurociencias y Educación (OINE) en una jornada en la que participarán los neurocientíficos Facundo Manes, presidente de la Fundación INECO, Pekka Rasanen, Florencia Salvarezza,Andrea Abadi y Jesús Guillén, quienes intentarán dar respuesta a preguntas como ¿Qué puede aportar la neurociencia a la educación?; ¿Existe un cerebro matemático?; ¿Cómo se deben manejar las emociones en el aula?; ¿Cómo aprende el cerebro?

El OINE tiene como objetivos promover la investigación sobre el impacto del conocimiento neurocientífico en los procesos de aprendizaje a fin de promover mejoras en el sistema educativo; dotar de un conocimiento neurocientífico validado a los docentes de habla hispana; divulgar entre la la población general sobre los diferentes procesos neurocientíficos, incrementando así su nivel de conocimiento; impactar en el proceso de aprendizaje de los niños y adolescentes iberoamericanos a través de la neurociencia cognitiva aplicada; y publicar y dar a conocer las investigaciones pioneras en estos campos en España y Latinoamérica.

En esta jornada participarán Facundo Manes, neurólogo clínico y neurocientífico argentino, creador del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), presidente de la Fundación INECO y de la World Federation of Neurology Research Group on Aphasia, Dementia and Cognitive Disorders;Pekka Rasanen, neuropsicólogo clínico y subdirector ejecutivo en el Instituto Niilo Mäki (Jyväskylä, Finlandia); Florencia Salvarezza, Directora del Departamento de Lenguaje de INECO y Directora del Instituto de Neurociencias & Educación (INE); Andrea Abadi, Magister en psiconeurofarmacologia de la Universidad Favaloro, directora del Departamento Infanto Juvenil Ineco (Argentina), y subdirectora del Instituto de Neurociencia y Educación (INE); y Jesús Guillén, autor de la plataforma neuroeducativa ‘Niuco’, y profesor de postgrado en la Universidad de Barcelona y de máster de Neurodidáctica en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Fuente: http://www.abc.es/sociedad/abci-expertos-proponen-aplicar-neurociencias-ambito-educativo-201610272127_noticia.html

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Aprendizajes productivos en escenarios rurales: Una mirada desde la formación inicial del docente

 Yamileth Coromoto Torres Jiménez (*)

He despertado el interés por desarrollar una mirada propia

sobre lo rural, desde lo rural y con respecto a lo rural,

y dentro de ella, una visión específica sobre los

escenarios educativos que allí se configuran

Ángel Ignacio Ramírez

Los desafíos producidos por la dinámica acelerada del desarrollo científico- tecnológico ha puesto nuevamente su mirada en el desarrollo humano sostenible. En la actualidad diversos sectores sociales, especialmente vinculados con el sector rural, vienen planteando la necesidad de formar nuevas generaciones en relación con el mundo y a la vida productiva en los escenarios rurales, siendo la educación una pieza fundamental para avanzar en dicho objetivo.

En este sentido, se necesita una educación rural pertinente con su entorno y la preparación de los profesionales con competencias idóneas que intervendrán a través de su trabajo; entonces, la universidad como ente responsable de formar talento humano capaz de transformar con pertinencia social debe contribuir en ese mundo de complejidad que representa lo rural.

Hasta ahora las instituciones de formación docente en Latinoamérica, siguen formando para una educación urbana en el medio rural, ignorando las dinámicas económicas, sociales, políticas, culturales y ambientales que allí emergen. Ante esa realidad, se necesita reflexionar y accionar sobre los diseños curriculares, perfil de formación y prácticas pedagógicas que se desarrollan para formar al docente.

Este es un momento transcendental para mirar y repensar una educación que propicie espacios de encuentros de saberes y actuaciones con todos los actores sociales que hacen vida en el medio rural, llámese campesinos, agricultores, productores, mujeres, niños, jóvenes, profesionales de diversas áreas, con la finalidad de aprender, valorar la nueva ruralidad, y establecer estrategias que propicien aprendizajes dentro de una comunidad comprometida con la solución de problemas de la vida cotidiana.

De allí, la inquietud de estudiar los aprendizajes productivos en la formación docente para los escenarios rurales. El aprendizaje productivo, ha sido implementado desde hace décadas en las escuelas alemanas de nivel secundario, es una forma educativa útil tanto para proyectos educativos escolares o extra-escolares. En el caso, Latinoamericano en Colombia es donde cobra fuerza como propuesta para el mejoramiento de la educación que se implementa en los sectores rurales y urbano-marginales con sentido de pertinencia.

Ramírez (2007) señala que esta alternativa educativa pertinente no pretende correr parte alguna de la frontera teórica del campo de la ciencia pedagógica, lo que intenta es mucho más simple, se trata de buscar puntos fértiles de contacto entre elementos constituyentes y constitutivos de paradigmas potentes, como la Teoría Crítica y el Pensamiento complejo o de la misma pedagogía, con el que hacer relación o cotidiano de la institución educativa que opera en el sector rural o urbano-marginal. Buscando con esto precisar herramientas de compresión y estrategias de acción que impulsen la calidad educativa, de ambos sectores con sentido de pertinencia y en marco de la cultura universal.

Con base en lo anterior, en esta perspectiva del conocimiento hay una invitación para pensar la pedagogía que desarrolle aprendizajes que se constituyen en motor de transformaciones de quien aprende y del mundo en donde éste aplica sus aprendizajes. Los intereses transformados pedagógicamente en necesidades de aprendizaje brindan la posibilidad de organizar una lógica productiva del conocimiento y, su vez, una postura consciente frente a las posibilidades de acción en el mundo de la vida cotidiana.

Por su parte, Ramírez (ob.cit) denomina aprendizajes productivos:

Aquellas capacidades, competencias y formas de pensar, sentir y actuar logradas por el niño, niña y joven, mediante un proceso pedagógico sistemático en ambientes apropiados, que le permite visualizar racional y conscientemente, nuevas vías de sentido, de explicación de aplicación del conocimiento y de construcción de proyectos de vida digna. Capacidades y competencias fundamentadas en el diálogo entre el saber disciplinar y el saber popular y legitimadas en la praxis que transforma conscientemente realidades tanto de ser como de su entorno (p.1).

Desde la perspectiva del citado autor, es evidente pensar en una educación orientada a la formación de aprendizajes productivos en los estudiantes podría ser una alternativa de mejoramiento de la educación, ya que este enfoque promueve la formación con sentido, respeto al mundo de la vida cotidiana; le permite a los y las aprendices comprender realidades intelectuales, económicas, culturales y sociales, situarse en y ante ellas y programar su propia proyección en su medio o fuera de este.

Por su parte, Rinta (2009) nos dice que un individuo aprende a través de un proceso activo, cooperativo, progresivo y auto dirigido, que apunta a encontrar significados y construir conocimientos que surgen, en la medida de lo posible, de las experiencias de los alumnos en auténticas y reales situaciones.

A través del aprendizaje productivo la posición del estudiante cambia, puesto que progresivamente debe asumir la responsabilidad de sus propios procesos de aprendizaje. Cambia la posición del docente, quien deja de ser la única fuente de información y se convierte en un activo participante de la comunidad de aprendizaje, pues define un clima estimulante en el plano intelectual, social, humano que funciona como modelo para la definición y solución de problemas, es uno más del grupo que puede plantear preguntas desafiantes, propicia la retroalimentación y la ayuda necesaria a sus alumnos, que favorezca en ellos, la autoconducción de sus aprendizajes.

Mucho más que un cambio de técnicas, esta nueva visión exige un cambio de mentalidad en todos los involucrados en la enseñanza: docentes, estudiantes, agricultores, actores comunitarios y cualquier otro agente externo que potencialmente puede ser parte del proceso educativo.

En afinidad con lo anterior, los aprendizajes productivos poseen unos postulados, los cuales según Ramírez (ob.cit) son: 1) La formación y los aprendizajes que desarrollan los estudiantes, deben orientarse a la producción de crítica de la existencia humana tanto en las dinámicas de sus propios contextos como dinámica universal. 2) En consecuencia con lo anterior, los aprendizajes deben permitirle a los y las estudiantes producir: sentido de su trabajo mental en razón con la vida cotidiana, pensamiento investigativo, elementos para el desarrollo de autonomía, responsabilidad y compromiso, competencias laborales generales y específicas, capacidad de iniciativa, creatividad, valoración por la ética y convivencia, respeto hacia los saberes del otro y del contexto.

Por lo antes planteado, los aprendizajes productivos propician un nuevo accionar al momento de organizar las prácticas y el trabajo pedagógico en las nuevas circunstancias de vida y del contexto donde se desenvuelven, deben desarrollarse metodologías distintas que posibiliten al estudiante a trabajar adecuadamente en la búsqueda de sentidos de sus pensamientos, sentimientos, significados, percepciones, emociones y actuaciones frente al escenario rural; implica repensar una práctica evaluativa que considere el proceso y no sólo el trabajo intelectual, como producto.

Más adelante Ramírez (ob.cit) describe las características que orientan los aprendizajes con sentido productivo y, por tanto, una educación pertinente con el medio rural, las cuales se destacan: Orienta a fortalecer el diálogo de la escuela con el mundo de la vida cotidiana y de forma particular, con el mundo productivo. Centra buena parte de su atención en la estrategia de construir escenarios en donde los y las estudiantes produzcan sus propias necesidades e intereses de aprendizajes. Es constructor entre los conocimientos técnicos y los saberes campesinos buscando sentido de pertinencia en su selección y aplicación. Propicia diferentes tipos de aprendizajes: aprendizaje significativo, vivencial y situado o contextualizado. Permite el intercambio de saberes universales y saberes locales. Está pensado y desarrollado para construir saberes pedagógicos en los docentes.

Atendiendo a las características y los postulados del aprendizaje productivo, el presente planteamiento pretende fortalecer desde la formación docente una visión emergente, flexible y contextual al poner en situaciones diversas a los actores involucrados, considerando las ideas de compresión y propuestas más convenientes en los desafíos que implica la formación inicial del docente para un acercamiento a los escenarios rurales.

Es un hecho contundente que el espacio rural en los países latinoamericanos ha venido evolucionando, enfrentándonos hoy a un nuevo escenario rural, basado en un carácter territorial, que permite visualizar los asentamientos humanos y sus relaciones en un continuo rural-urbano expresado, entre otros aspectos, en el desarrollo progresivo de actividades agrícolas tradicionales y actividades no agrícolas en el medio rural.

La aproximación a la ruralidad desde una perspectiva del territorio, de las interrelaciones rural-urbana y de las múltiples opciones que ofrece, tanto en el ámbito agrícola como en el no agrícola, nos proporciona múltiples oportunidades para contribuir en su desarrollo sostenible. El término rural tiene muchas acepciones. En diferentes países hay percepciones heterogéneas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, 2000), lo rural ahora es visto bajo la postura de la nueva ruralidad.

Toda esta nueva concepción de lo rural se vincula con: a) Aumento de la producción, la productividad y la seguridad alimentaria; b) Combate a la pobreza para buscar equidad; c) Preservación del territorio y el rescate de los valores culturales para fortalecer la identidad nacional; d) Desarrollo de una nueva cultura agrícola y rural que permita la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales; e) Aumento de los niveles de participación para fortalecer el desarrollo democrático y la ciudadanía rural; f) Desarrollo de acciones afirmativas para visibilizar y apoyar la participación de las mujeres y e) El fomento de la educación.

Lo expresado representa las profundas innovaciones que han ocurrido en este campo a nivel mundial, observándose nuevas orientaciones productivas como el cultivo de bioenergéticos, plantas medicinales, artesanías, agroturismo, bioconstrucciones, agricultura familiar sostenible, empresas de servicios rurales y una mayor integración de la cadena agroproductiva y comercial con expresiones organizativas en el campo, la ciudad y en el extranjero.

Según la FAO (Ob.cit) esto está produciendo cambios sociales, económicos, políticos y ecológicos que afectan a la agricultura y al medio rural y que definen también, nuevas demandas de la sociedad y el surgimiento de una nueva estructura de oportunidades, la cual es percibida de manera distinta por cada uno de los países, en especial, atendiendo a las diferencias que marcan los distintos niveles y paradigmas sobre desarrollo.

Ante las realidades mencionadas, los retos y desafíos que debe asumir la educación rural se han incrementado; sin embargo, en Venezuela aún falta mucho por hacer, es necesario transitar hacia un desarrollo sostenible que implica cambios de actitud y desarrollo de nuevas capacidades. La educación formal y no formal con miras al desarrollo sostenible, especialmente referida a comunidades rurales, debería estar presente en los subsistemas y niveles del sistema educativo venezolano, es un medio esencial en el logro de los propósitos de este desarrollo, que permite a los seres humanos y a las sociedades rurales el conocimiento de la realidad y el desenvolvimiento de sus capacidades latentes.

Es necesario entonces, reorientar la formación docente en relación con los nuevos alcances del desarrollo sostenible en el medio rural, con especial énfasis en la formación integral contextualizada de los líderes, docentes, técnicos y profesionales que tienen en el medio rural su escenario para el trabajo y relacionamiento económico, social, cultural y político. En el caso particular, de la formación inicial docente en las universidades del país, debe considerar todo lo que implica trabajar ahora en lo rural.

Dicho profesional rural debe poseer ciertas características y capacidades personales y de su profesión que le permita aprovechar todas y cada una de las posibilidades que le brinde el medio, incluidas cada una de las instituciones, personas indistintamente de su ámbito de acción, ya sea que desarrollen o no alguna actividad productiva en su comunidad.

Lo antes mencionado, obliga a la universidad a reflexionar profundamente sobre el diseño y desarrollo curricular, el perfil del egresado, la selección de los aspirantes, las competencias teórico-prácticas a enseñar, la calidad y experticia de los profesores y los recursos de apoyo. Considerando como estrategias, la enseñanza contextualizada y la forma de propiciar aprendizajes, una didáctica complejizadora; esto no se logra sino se aproxima al docente en formación a estar relacionado con todos los actores y espacios que hacen vida en los escenarios rurales.

El anterior planteamiento tiene constituye un fabuloso argumento para las universidades formadoras de educadores, responsables éstas de mantener relaciones de exterioridad con el saber pedagógico que da significado y sentido al enseñar; sin embargo, existen instituciones formadoras que reproducen los enfoques y modelos pedagógicos-didácticos con que los profesores, en su condición de estudiantes fueron preparados, de lo que se infiere que el cambio de sus modos de actuación requiere de nuevos aprendizajes y una visión pedagógica distinta para accionar en un mundo de complejidad y de diversidad multicultural.

Al respecto Imbernón (ob.cit) expresa que:

las instituciones de formación inicial deberían tener un papel decisivo en la promoción de la profesión docente. En este sentido, es importante que la institución de formación inicial se reemplantee tanto los contenidos de la formación como la metodología con qué estos se transmiten, ya que el modelo de formación actúa siempre como currículo oculto en la enseñanza. También es necesario que los futuros docentes estén preparados para entender las transformaciones que vayan surgiendo en los distintos campos, para ser receptivos y abiertos a concepciones pluralistas, capaces de adecuarse a las necesidades de los alumnos, época y contexto. (p.51,53).

Para ello, el proceso formativo inicial del docente constituye el vínculo con la práctica, el acercamiento a sus futuros desempeños en los escenarios reales implica una actitud reflexiva y participativa de su parte. Pero, sí estas habilidades no son propiciadas desde su formación posiblemente seguirá divorciado de la realidad.

Aunado a todo lo anterior, Mendoza (2000), ha identificado los principales indicadores socioeconómicos que impiden el desarrollo de la educación rural. Estos, según la citada autora son los siguientes: Crisis de la identidad de la educación rural, escasa pertinencia curricular, desintegración entre el tiempo escolar y calendario productivo de la comunidad, desvinculación escuela- comunidad, limitada cobertura de la educación rural, escasa disponibilidad de recursos y baja compenetración del docente.

A estos factores es necesario adicionar un nuevo componente: las deficiencias en la formación docente para trabajar en el medio rural. La mayoría de los docentes, son formados para desempeñarse sólo en el área urbana. De allí, que cuando llegan a las comunidades rurales no logran compenetrarse y comprender la compleja realidad social de las poblaciones campesinas y mucho menos contribuye a influir desde lo educativo, en su desarrollo.

Entonces, se necesita una formación inicial docente que responda a esos cuestionamientos, que ofrezca entornos de enseñanza- aprendizajes para atender a esa realidad compleja de la ruralidad, donde convergen muchas otras aristas, donde coinciden las dimensiones sociales, políticas, culturales, económicas y ambientales. Se necesita formar personas capaces de responder a las necesidades de una escuela rural que demanda grandes desafíos actuales e invita a profundizar y repensar las prácticas pedagógicas hasta ahora empleadas.

Bajo esa premisa Nuñez (ob.cit), coincide que la formación del docente rural se hace difícil, por la interacción y compresión entre dos mundos supremamente diferentes: mundos urbanos de formación disciplinaria y realidades atomizadas en los docentes y mundos campesinos integrados a las esferas espirituales, sociales y materiales, con otras racionalidades distintas de los habitantes de las zonas rurales.

Estas consideraciones revelan aún en la actualidad un desafío en la formación inicial del docente para el ejercicio de los ámbitos rurales, tal como lo expresa Ramírez (ob.cit):

Generalmente, las escuelas normales superiores y facultades de educación, en las últimas décadas no habían tenido en cuenta la formación de maestros y maestras, orientada de manera específica a un desempeño con sentido de pertinencia en la diversidad y complejidad del sector rural; esto ha significado que los profesores, a pesar de sus esfuerzos, no han logrado procesos educativos diferenciales y significativos para proyectar una educación consecuente con las expectativas que se generan dentro y fuera del sector. Se deduce, entonces, que quienes hoy se desempeñan en la docencia fueron formados en paradigmas y teorías que no consideraban relevante en los discursos y prácticas pedagógicas, una formación para la diversidad económica, social, multiétnica y pluricultural (p.38).

Frente a esa realidad se hace necesario seguir insistiendo en la revisión de los discursos y prácticas pedagógicas de las instituciones formadoras de docentes en función de la diversidad étnica, cultural, económica de los actores que participan de la escuela; además es necesario propiciar espacios de formación permanente y continua para el docente que está en su ejercicio.

Hechas las consideraciones anteriores, refleja que se debe repensar, reflexionar y accionar en la formación inicial del docente, se requiere propiciar espacios con mayor vinculación de la teoría-práctica, desarrollar una práctica pedagógica distinta con pertinencia, una integración temprana a los procesos pedagógicos-productivos, que forme para la vida y propicie aprendizajes productivos.

Por consiguiente, es necesaria la concreción de un currículo flexible centrado en la formación del talento humano, el cual sea ajustado a las políticas nacionales e internacionales, enriquecido por la práctica y las nuevas tendencias y demandas, pertinente al contexto.

Más allá de lo administrativo, se necesita formar un docente en lo humano, crítico, participativo, reflexivo, transformador desde su saber y accionar pedagógico-productivo, respetuoso con el otro y su contexto, capaz de solucionar desde los problemas cotidianos hasta los más complejos, ese es un imaginario, es un escenario del cual es importante participar.

 

Referencias

Imbernón, F. (1999). La Formación y el desarrollo profesional del profesorado. Hacia una cultura profesional. España: Editorial Graó.

Mendoza C. (2000). ¿Educación Rural?. Ideas para debatir. Ponencia presentada en las III Jornadas de acción Pedagógica Rural. Instituto Pedagógico Rural Gervasio Rubio, Venezuela. Pp.1-10.

Morin, E. (2000). Los siete saberes necesarios a la educación del Futuro.Caracas:UNESCO

Núñez, J. (2007). Saberes campesinos y Educación Rural. Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Vicerrectorado de Investigación y Postgrado: Caracas.

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FAO (2000). La Nueva Ruralidad. Panamá: IICA.

Ramírez, A. (2007). Pedagogía para aprendizajes productivos. Textos universitarios: Educación y Pedagogía: Bogotá, Colombia.

Rinta A. (2009). Aprendizaje productivo para formar seres humanos. [Documento en línea] Disponible: http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-210072.html.

(*) Yamileth Coromoto Torres Jiménez

contacto: yamilethtorres21@gmail.com

 Participante del Doctorado Latinoamericano en Educación: Políticas Públicas y Profesión Docente.

Fuente de la imagen:http://www.uma.es/media/cache/d3/d5/d3d50f73ce9a0ad2f4da1bd430d7d348.jpg

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Aprender sin profe.

Por:  Pablo Gutiérrez del Álamo.

Cuatro o cinco niños, un ordenador conectado a Internet y una buena pregunta. Esto es todo lo que hace falta para que el aprendizaje se dé. Autorganización y aprendizaje. Algo interesante y relevante que investigar.

Estas son las premisas con las que desde hace casi 18 años se está desarrollando el proyecto de investigación y educación SOLE (self-organised learning enviroments ambiente autoorganizado de aprendizaje en sus siglas inglés). Su creador, Sugata Mitra, visitó España hace unos días para presentar el primer proyecto que se hará en España: SOLE Spain.

En España, estará liderado por Javier Bronchalo, maestro e investigador. Javier, que ha bebido de la tradición de la escuela democrática y de Summerhill, hace algunos años dejó su trabajo como maestro de Plástica y como encargado de nuevas tecnologías. Y “descubrió”, afirma, el e-learning, a donde ha trasladado también la tradición del aprendizaje democrático, autodirigido, autoorganizado.

En la plataforma online también ha venido trabajando por proyectos y con algo que finalmente le condujo a SOLE, las preguntas.

Para Sugata Mitra, las big questions (grandes preguntas) son una de las claves del proyecto y del propio aprendizaje. Son preguntas que se lanzan en el aula, que deben arrancar en niñas y niños (en cualquier persona en realidad) el interés, la curiosidad, deben ser preguntas motivadoras que conduzcan al alumnado hacia la investigación y, de ahí, al aprendizaje.

SOLE

Sugata Mitra es un ingeniero e investigador que hace 18 años se planteó un reto a lo que llamó “Hole in the wall”. La idea es sencilla: en un barrio pobre de Nueva Delhi, en un muro, empotró un ordenador con una conexión a Internet. Solo hacían falta un grupo de chavales y tiempo. Se trataba de niños y niñas que no habían visto un ordenador nunca, ni sabían lo que era la Red, pero ocho horas después ya sabían jugar con todo ello. Nueve meses después, tenían los mismos conocimientos de ofimática que una secretaria. Al menos, es lo que asegura Sugata. Desde entonces, ha replicado el experimento, que ha ido evolucionando en su forma y contenido.

Tras ver cómo se manejaban los chavales, entraron las big questions. La idea es encender la espita de la curiosidad. Después de todos estos años, Mitra ha comprobado cómo niñas y niños, en grupos, adquieren conocimientos más rápidamente y superiores a lo esperado para su edad, se ayudan y enseñan unos a otros y se autoorganizan. Mejora su autoestima y tienen interés por aprender.

Desde entonces se han desarrollado muchos proyectos SOLE por el mundo, entre los que Bronchalo destaca algunos como el de Colombia, en el que han trabajado facetas muy diferentes como la educación de adultos o en comunidades indígenas. También el de Argentina por su potente línea de investigación.

En España una de las características del proyecto es que investigará con alumnado con diversidad funcional intelectual. En otros proyectos ya se habían hecho algunas acciones con alumnado con Asperger o sordo. De hecho, el colegio en el que estuvo haciendo la presentación  Sugata es un centro para jóvenes con diversidad funcional intelectual.

Abuelas y big questions

El proyecto no ha parado de evolucionar en estos años y después de que la Universidad de New Casttle contratara a Sugata Mitra para llevar su trabajo a Inglaterra, se han ido sumando nuevas actuaciones.

La idea es que el conocimiento, todo aquello que se puede saber, aprender, está en Internet y que hay que trabajar con esta premisa, más allá de colegios, docentes o libros de textos. Por eso, con el tiempo, el proyecto ha evolucionado hasta la School in the Cloud (Escuela en la Nube), una plataforma en la que se contienen el resto de elementos que se han ido generando con el tiempo.

La base, las grandes preguntas que se van poniendo en común y que, como veíamos, pueden ser algo como ¿qué hace la pasta en tu cuerpo? O, como comentaba Brochalo en la presentación, cosas como si los árboles se comunican o cuál es el origen de la lengua que estás utilizando.

Desde hace algún tiempo, Mitra comenzó una nueva línea de investigación que sumó al proyecto y que dio en llamar la Granny Cloud (algo así como la nube abuela). La idea fue sencilla: puso un anuncio en el periódico para encontrar abuelas y abuelos con conexión a Internet, Skype y dispuestos a regalarle una hora semanal.

Como bromea, “soy la persona que conoce más abuelas británicas del mundo”. Este nutrido grupo de abuelas (fundamentalmente) se comunican, cada una desde su casa, con algunas aulas situadas, de momento, en India para que hablen con niñas y niños de allí. Charlan de todo un poco, pero la abuela tiene, entre sus cometidos, lanzar retos, preguntas, para que niñas y niños investiguen.

Con esto consiguen algunas cosas importantes: mejora la autoestima de los chavales (las abuelas siempre se interesan por lo que hacen), mejoran sus habilidades comunicativas (han de explicarle a esa personas los resultados de su investigación) y, como se hace con abuelas inglesas, mejora drásticamente el uso del inglés (los niños se esfuerzan más para hacerse entender mejor).

Todo este sistema, que es a la vez un proyecto de investigación alrededor del mundo, pretende un auténtico vuelco al sistema educativo. No solo por la organización espacial y personal: aulas abiertas, organizadas alrededor de ordenadores que se reparten entre grupos de cuatro o cinco críos; un docente que ha de preparar esas preguntas relevantes, que ha de estar dispuesto a no conocer las respuestas y a aprender con/de sus alumnos; y, tal vez lo más impactante, lo relativo al currículo y a la evaluación del aprendizaje.

Para Sugata Mitra los sistemas de evaluación que se utilizan no tienen sentido. Preguntarle a los niños cosas y obligarles a responder sin contar con asistencia tiene mucho que ver con lo que se necesitaba a princpios del siglo XX en el mercado laboral: oficinistas que supieran escribir a mano, leer rápido y hacer cálculo mental. Ahora, la asistencia que brindan las TIC hace innecesario pedir a los alumnos las mismas capacidades de hace 100 años.

Desde luego, no es nuevo el hecho de que niñas y niños aprenden más y mejor cuando se hacen aprendizajes entre iguales. Es algo que también sostienen otros investigadores como Ramón Flecha desde sus comunidades de aprendizaje.

Tampoco es novedad el que Internet va a tener, cada vez más, un peso fundamental en el aprendizaje. Ya lo tiene. Y es cierto que es muy necesario que el alumnado consiga durante su escolaridad adquirir las competencias necesarias para utilizar la Red.

Como dice Javier Bronchalo, “la educación está cambiando”, a pesar de que los sistemas educativos, tal vez por lo inmovilista de la institución escolar, se aferren a los mismos esquemas de funcionamiento que los vieron nacer.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/aprender-sin-profe-espana/

Imagen: http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2016/10/eldiariodelaeducacion.jpg

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¿Somos competentes?

19 de octubre de 2016 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Por: Rosa Vázquez

Desde hace ya algún tiempo, cada vez más, se promueve un aprendizaje basado en las competencias. Por desgracia, estas competencias se han venido a llamar básicas, lo que ha suscitado un cierto desdén en algunos sectores de la comunidad educativa ya que el concepto “básicas” está muy alejado del “nivel” que algunos docentes desean impartir a su alumnado. Alumnado que es capaz de memorizar, resolver ejercicios de forma mecánica y aprobar exámenes, ahora bien ¿Estamos seguros que estos mismos alumnos/as saben qué hacer con este conocimiento? ¿Son capaces de movilizarlo cuando es necesario para que sea útil? Yo creo que no, pero esta es una opinión muy personal que alguno de ustedes puede poner en duda. Les pondré un ejemplo: .

En el fondo, enseñar a ser competentes no es tan complicado como podría parecer, se trata de incorporar algunos cambios a la forma tradicional de enseñar. En primer lugar, deberíamos asegurarnos que se trata de un aprendizaje funcional, de esta forma potenciamos su capacidad de resolver problemas reales en contextos diversos, es decir, les mostramos cómo pensar de forma integrada. Debemos pautarles el proceso: planificar cualquier actividad antes de empezar, valorar la eficacia de este planteamiento y comprobar si los resultados son satisfactorios…, para lo cual tenemos diferentes estrategias a nuestro servicio: las bases de orientación, las rutinas de pensamiento, las rúbricas…

A nivel metodológico, tendríamos que modificar el tipo de actividades que planteamos a nuestros alumnos, priorizando las tareas productivas frente a las más habituales reproductivas. No se trata de enseñar a repetir, muchas veces mecánicamente, la respuesta adecuada, si no de dar espacio a la creatividad y consciencia del aprendizaje con actividades abiertasque, a ser posible, permitan más de un tipo de respuesta o, por lo menos, de formas de llegar a ella. Por último, en nuestra labor docente tenemos que esforzarnos en fomentar el aprendizaje inductivo que genere conflicto cognitivo movilizando la atención y actividad mental de nuestros pupilos.

Resumiendo, se trata de:

  1. Plantear situaciones cercanas al alumno, significativas y funcionales, que faciliten la implicación y, por tanto, la motivación.
  2. Buscar actividades que no impliquen reproducir conceptos, sino que faciliten la aplicación a nuevos contextos.
  3. Fomentar la incorporación de conocimientos provenientes de diferentes áreas de aprendizaje.
  4. Formular preguntas que permitan diferentes tipos de respuesta y que se correspondan con el nivel evolutivo del alumnado. E incluso mejor, proporcionar la respuesta y pedir que sea el alumno el que elabore la pregunta: actividad cognitivamente mucho más compleja.
  5. Potenciar el método inductivo como estrategia de aprendizaje. Elaborar buenas preguntas más que proporcionar mucha información.
  6. Entender cómo razona el alumno, cuáles son sus estrategias de aprendizaje, para poder identificar la causa que subyace en sus dificultades.
  7. Priorizar la reflexión, el espíritu crítico, para que el alumno sea consciente de su aprendizaje y sepa cómo utilizarlo cuando lo necesite en su vida cotidiana.  Lo que implica autonomía y capacidad de autorregulación.

Como hemos estado viendo, se trata de conseguir una pericia dúctil, es decir, que sean capaces de utilizar los conocimientos aprendidos en contextos cotidianos de forma pragmática. No se trata pues de repetir la información aprendida en las aulas, sino de conseguir la transferencia del aprendizaje. Que este saber no se deposite en compartimientos estancos delimitados por las áreas de aprendizaje, sino que se mezcle, se interrelacione, sea útil para vivir y generar nuevo conocimiento.

Y como docentes podremos sentirnos satisfechos al pensar que ninguno de nuestros alumnos podría formar parte jamás del equipo de construcción del puente sobre el rio Cau Cau.

Fuente artículo: http://blog.tiching.com/somos-competentes/

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10 Formas en las que la educación va a mejorar en el 2020

19 de octubre de 2016 / Fuente: http://revistaeducacionvirtual.com/

Por: Andres Ruíz

Las cosas están cambiando rápidamente. En 2020 la mayoría de los niños en Estados Unidos será de color, con una amplia gama de experiencias de la infancia desde descuido por parte de los adultos.

Durante los próximos cinco años vamos a ver grandes cambios en los alumnos y los entornos de aprendizaje. Con acceso móvil casi omnipresente, en la mayoría de los países los jóvenes tienen acceso a una gran variedad de oportunidades de aprendizaje libres y abiertas. Los programas basados ??en el grado superior son cada vez más centrados en el alumno. Los educadores se benefician de mejores condiciones de trabajo y oportunidades de carrera.

A continuación se presentan 20 formas en que el aprendizaje va a cambiar en los próximos cinco o diez años.

  1. Los objetivos serán más amplios.

Las instituciones se están moviendo más allá de un enfoque centrado en la lectura, escritura y matemáticas a un conjunto más amplio de los resultados de su carrera incluyendo disposiciones y habilidades de éxito. Los padres en El Paso dijeron que quieren que sus hijos sean pensadores críticos y creativos, capaces de resolver problemas informados, comunicadores bilingües, ciudadanos productivos e individuos socialmente inteligentes.

Con más estados y comunidades que abarcan objetivos más amplios, más jóvenes se matriculan en la universidad con una función ejecutiva más fuerte que resulta en un mayor enfoque a la persistencia.

  1. La experiencia de Aprendices

Las escuelas incorporarán un programa más auténtico, atractivo y aplicado a las experiencias de aprendizaje con el objetivo de aumentar las tasas de retención, de logro, y terminación. Los estudiantes participarán en el aprendizaje basado en proyectos a la vez que se les animará a diseñar y “hacer” las soluciones en una variedad de temas basados en intereses.

Expertos en tecnología graduados de secundaria llegarán en los campus universitarios más exigentes de aprendizaje atractivo y personalizado.

  1. El aprendizaje informal.

Tal vez la tendencia más importante es la explosión del aprendizaje informal gratis y de bajo costo (fuera de las instituciones de concesión de grados). Se podría llamar con mayor exactitud el aprendizaje personal. Incluye pero no se limita a los profesionales de aprendizaje.

  1. Carreras aceleradas.

Una nueva generación de educación para la carrera aplicada y acelerada mezclando vías para acceder a carreras lucrativas.

Una nueva generación de escuelas de la carrera de educación superior, son una alternativa a la tradicional, en dinámicas categorías laborales.

  1. Carreras en línea.

El aprendizaje en línea, la tendencia más grande es mezclar lo mejor del aprendizaje presencial y el aprendizaje en línea, en nuevos entornos de aprendizaje y secuencias.

Y es que el aprendizaje en línea ha mostrado un crecimiento constante, cada vez más la gente se atreve a buscar aprendizaje de calidad sin necesidad de salir de casa, aparte de las ventajas que trae obtener educación en áreas especifícas, esto permite que la gente se capacite en lo que realmente desea, obteniendo resultados muy superiores a cuando acceden a un curso con la única motivación de obtener un diploma, para 2020 la educación en línea definitivamente tendrá un papel muy importante,.

  1. Los sistemas de orientación.

En 2020, muchos estudiantes tendrán un articulado plan de aprendizaje personal quiénes son, a dónde se dirigen y cómo van a llegar allí como parte de su perfil de aprendizaje. Habrán sistemas personalizados de asesoramiento y sistemas de orientación, incluida la tutoría virtual y soporte de decisiones post secundaria informados conectados a los servicios de la juventud y la familia.

  1. Educación adaptativa.

La mayoría de los estudiantes en 2020 se beneficiarán de aprendizaje adaptativo y sistemas de retroalimentación automatizados en lectura, escritura y matemáticas. Todos tenemos aptitudes e intereses diferentes y ese es el camino que seguirá la educación sin duda alguna, cada vez va a ser más personalizada, teniendo en cuenta el talento de cada uno. 

  1. Educación gratuita.

La explosión del aprendizaje informal es impulsada por los recursos educativos libres y abiertos. Instituciones de secundaria y post secundaria se están alejando del contenido de primera calidad y se están acercando a la adopción de contenido libre.

La mayoría de aplicaciones educativas son lanzadas como libres con la esperanza de impactar un área superior; los servicios premiun se podrán obtener de forma gratuita y es que con el apoyo de los gobiernos se puede llegar a ser sostenible y rentable, en el campo de la educación cualquier esfuerzo es válido.

  1. Bajo costo.

Sin duda la educación es un derecho y una necesidad que necesita llegar a más personas, en áreas del mundo en las que la educación aun es un privilegio, se están adelantando programas que para 2020 permitirán el acceso a un porcentaje mayor de la población; el mundo se mantiene en constante evolución, para ser competitivos en este nuevo mundo la educación no es una opción, pues esta se ha convertido en una obligación.

  1. Competencia.

Tendencias a largo plazos de tiempo en el aprendizaje. Los estudiantes demostrarán lo que saben a través de proyectos significativos y completos que sirven como oportunidades de aprendizaje, así como un esfuerzo continuo para mostrar el trabajo a través de las carteras que pueden transformarse en hojas de vida de gran alcance. Varios estados de Nueva Inglaterra han adoptado competencias basadas diplomas de secundaria y están reconocidos por las universidades estatales.

La competencia profesional se codifica cada vez más por una insignia o micro-credencial, una cartera de artefactos, y una lista de referencias. La educación puede ser una de las primeras profesiones para pasar a la preparación basada en la competencia con un mapa claro que los educadores necesitan saber y ser capaces de hacer, múltiples maneras de aprender, y las opciones para demostrar el dominio, los cursos no más aleatorios para continuas créditos, simplemente aprendizaje altamente relevante trabajo vinculado.

Fuente artículo: http://revistaeducacionvirtual.com/archives/1842

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Ejercicio físico para aumentar la memoria

Por. Maribi Pereira

Un estudio llevado a cabo por Van Dongen, Kersten, Wagner, Morris y Fernández (2016) evaluó los efectos de una sola sesión de ejercicio físico en la consolidación de la memoria y la memoria a largo plazo luego de haber estudiado. En la investigación participaron 72 sujetos que aprendieron 90 asociaciones entre imágenes y localizaciones durante 40 minutos antes de ser asignados aleatoriamente a uno de tres grupos: uno hizo ejercicio de inmediato; el segundo, cuatro horas más tarde, y el tercero no realizó deporte alguno (Revista de Neurología, 2016).

El ejercicio físico consistió en 35 minutos de entrenamiento a intervalos en bicicleta a una intensidad de hasta el 80% de la frecuencia cardíaca máxima. Luego de 48 horas, los participantes del estudio regresaron para demostrar lo que recordaban mientras se sometían a una resonancia magnética cerebral (Revista de Neurología, 2016).

Los investigadores encontraron que quienes hacían ejercicio cuatro horas después de su sesión de aprendizaje conservaban mejor la información dos días más tarde que aquellos que hacían ejercicio inmediatamente o que aquellos que permanecían sedentarios. Además, las imágenes cerebrales mostraron que el ejercicio después de un período de tiempo se asociaba con representaciones más precisas en el hipocampo, un área relevante para el aprendizaje y la memoria (Revista de Neurología, 2016).

En otra investigación publicada en el Proceedings of the National Academy of Sciences (2012) se comprobó que el ejercicio físico aeróbico practicado de forma regular aumenta la memoria y la capacidad de aprendizaje debido a que permite la liberación de hormonas que mejoran la memoria.

Las hormonas llamadas “factores de crecimiento” son liberadas al realizar ejercicio y se han vinculado directamente a la salud cerebral. El hipocampo, una región del cerebro crucial para el aprendizaje y la memoria, se cree que se beneficia directamente de este tipo de hormonas.

Por su parte, el Dr. Bruce Spiegelman de la Escuela de Medicina de Harvard (2013) informó que una molécula y su subproducto, aumentaba sus niveles en el cerebro a través del ejercicio de resistencia. Spiegelman y su equipo encontraron que al elevar los niveles del subproducto en la circulación activaba los genes implicados en la cognición.

Partiendo de estas y otras investigaciones, se ha concluido que el ejercicio mejora el aprendizaje en tres niveles:

1. Optimiza nuestra forma de pensar, al mejorar el estado de alerta, la atención y la motivación.

2. El aprendizaje prepara y estimula las células nerviosas para que se unan la una a la otra, que es la base celular para el aprendizaje de la nueva información.

3. Por último, el ejercicio alienta el desarrollo de nuevas células nerviosas a partir de células madre en el hipocampo, un área del cerebro relacionada con la memoria y el aprendizaje.

Por esta razón, es muy recomendable que el ejercicio físico forme parte del sistema educativo actual. Gracias a la investigación y la formación de docentes en neuroeducación, la forma de enseñar y de aprender está en pleno cambio, ofreciendo nuevas herramientas de optimización de las capacidades individuales de cada niño y mejorando el sistema de aprendizaje.

Fuente: http://www.activamurcia.com/single-post/2016/09/29/Ejercicio-f%C3%ADsico-para-aumentar-la-memoria

Imagen: ichef-1.bbci.co.uk/news/ws/624/amz/worldservice/live/assets/images/2015/08/26/150826144145_cerebro_624x351_thinkstock.jpg

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