Pikara Magazine / 16/10/2019
Raízes es un colectivo bilbaíno que surge porque están cansadas del feminismo blanco, occidental y hegemónico que no representa las necesidades ni las demandas de las personas racializadas.
La llamada Cuarta Ola se ha caracterizado por una expansión y popularización del feminismo mayoritario pero también por una eclosión de colectivos de feministas racializadas que interpelan a éste, emplazándole a reconocer los privilegios euroblancopayos y a dar al antirracismo la centralidad necesaria. Escuchamos a algunos de esos colectivos contrahegemónicos.
Raízes nació en 2018 en la huelga feminista de Bilbao: “Nos buscamos y unimos para crear un espacio feminista que nos represente. Un feminismo desde el margen. Un feminismo diverso con multitud de identidades que no se rija por la semántica blanca, cis y hetero, que no se rija por el binarismo colonial y judeocristiano”, cuentan en su web. Desde entonces, han dinamizado los bloques racializados en las manifestaciones del 8M, han publicado en su blog contundentes manifiestos contra las expresiones de racismo por parte de feministas euroblancas, han facilitado charlas sobre feminismo interseccional y, sobre todo, se han consolidado como un espacio seguro.
¿Por qué montáis un colectivo como el vuestro, con qué agenda e inquietudes, y qué camino lleváis andado?
Raízes: En una palabra: necesidad. Aunque comenzamos organizando nuestra rabia y señalando todo aquello que nos daña y estamos hartes de aguantar, se vio la necesidad de tener un espacio en el que mujeres y género disidentes racializades en Bilbao pudiéramos trabajar juntes en nuestro activismo político, sin tener que estar adaptándonos constantemente a espacios que no han sido creados ni por ni para nosotres. Fue la necesidad de ser protagonistas de nuestro propio discurso y no ser el apéndice del discurso de otres. Además de ello, siempre que hablamos de Raízes hablamos de que también es un lugar seguro en el que además del activismo político hacemos hincapié en los cuidados necesarios para personas como nosotres en un entorno euroblanco y cisheteropatriarcado. Nuestra agenda consta de temas desde el racismo cotidiano, la colonización de nuestros cuerpos e identidades, los procesos decoloniales, hasta los feminismos no hegemónicos, varios y diversos.
¿Qué entendéis por feminismo contrahegemónico en el contexto del Estado español?
Raízes: Sentimos al feminismo hegemónico en el Estado Español así como en Euskal Herria como una lucha de clase media, binarista y trans-excluyente (TERF) en algunos casos, con muchos frentes abolicionistas (SWERF) que afecta mayoritariamente a mujeres racializadas y migrantes de países saqueados y expoliados. Por eso el feminismo contrahegemónico es el que se atreve a cuestionar los discursos mainstream vengan de quien vengan. El que pone en duda el sujeto político del feminismo, el que desafía las formas de funcionar que muchas veces imitan a las instituciones patriarcales, el que se lleva las manos a la cabeza con el flagrante punitivismo que se está viendo en los últimos tiempos, el que no quiere darse la mano con el Estado (ni español ni vasco), el que señala el racismo, el clasismo, el capacitismo, la putofobia, la lesbofobia y la bifobia de otras mujeres sin miedo a ser marcadas como separatistas o divisorias de la lucha. El feminismo contrahegemónico es aquel que se encarga de recuperar la voz de aquellos que hemos sido silenciades, que rechazamos ser objeto de estudio para ser sujeto político que cuenta con su propia historia y no necesita ser salvado. Recuperación de la voz y apropiación del espacio del que nos han privado para dar un discurso que haga replantearse que el feminismo blanco eurocentrista no es la única forma de entender el feminismo. En el contexto del País Vasco, donde la historia de represión por parte del Estado español podría ser un puente para entender nuestras opresiones e intersecciones, muchas veces supone un muro e incluso una exculpación de toda responsabilidad frente al racismo y su régimen moderno-colonial. Por ello el feminismo contrahegemónico es el que tiene en cuenta que hay más mujeres y género disidentes a parte de las blancas euskaldunes. Básicamente el feminismo que pasa de hablar de Juego de Tronos mientras que hay mujeres y género disidentes encerrades en CIEs.
¿Cómo describiríais la relación actual entre colectivos como el vuestro y el movimiento feminista mayoritario? ¿Cómo ha reaccionado el movimiento feminista a vuestra interpelación?
Raízes: No nos atreveríamos a decir que haya una relación; más que convivir, cohabitamos el espacio que por derecho nos pertenece a todes. Ha habido reacciones varias. Muchas personas han respondido con curiosidad y ganas de escuchar. Otras han reaccionado a la defensiva usando la narrativa de que debemos incluirnos, no autosegregarnos. Ha sido curiosa la cantidad de ofertas que nos han enviado, haciéndonos sentir halagades y sospechoses de estar siendo instrumentalizades para cubrir la cuota antirracista. Colectivos que sin hacer ningún trabajo o gestión propia, nos proponen que les hagamos pedagogía de nivel básico, o incluso que leamos el comunicado en manifestaciones sin habernos tenido en cuenta durante el proceso. Cuando se nos ve en grupo o con nuestros propios gritos escupiendo la rabia antirracista al régimen político de la blanquitud y sus instituciones somos la fotografía perfecta, por lo que volvemos a ser un objeto exótico. De nuevo volvemos a ser les no bienvenides, les molestes, les salvajes, les mounstruos.
La interseccionalidad implica reconocer la complejidad con la que se cruzan los distintos sistemas de poder, reconociendo las opresiones pero también los privilegios que nos atraviesan. ¿Podéis hablarnos un poco de esto segundo, de qué inclusiones/exclusiones estáis trabajando en vuestro colectivo además del eje “raza”/ origen, y qué alianzas con otros movimientos contrahegemónicos os interesan?
Raízes: En Raízes tenemos gente que cuenta con los privilegios cis y/o hetero, hecho que trabajamos tanto interna como externamente. Por ejemplo, apoyamos de manera pública a colectivos LGBTI como Ozen! o Sare Lesbianista. De igual manera estamos creando red con movimientos anticapitalistas de Bilbao como M1 y hablando sobre la necesidad de sindicatos autogestionados que puedan tener en cuenta las especificidades de la clase trabajadora racializada. Además, nos posicionamos claramente contra los macroeventos del ayuntamiento que caminan hacia la gentrificación de barrios como San Francisco, barrio que siempre se ha visto como peligroso debido a su diversidad racial. Dentro de nuestro trabajo se encuentra también todo un pensamiento anticarcelario que hemos desarrollado gracias a Angela Davis y otres. Aunque de todas formas, la intersección nos toca a todes, somos un grupo de mujeres y género disidentes racializades pero no sólo eso, somos anticapitalistes, anticarcelaries, y algunes de nosotres antiespecistes. Trabajar en diferentes cosas es algo natural para nosotres.
¿Cómo valoráis el contexto actual de eclosión y visibilización de iniciativas como bloques racializados en el 8M, nuevos colectivos, campañas virales en redes, etc.? ¿Cuál es el siguiente paso ahora que el discurso está bien posicionado?
Raízes: Nos encanta y emociona esta nueva ola de colectivos racializados haciéndose visibles y presentes en los espacios feministas, reapropiándose de ellos, pese a la resistencia de algunas feministas que no entienden que pueden oprimir en ciertos ejes a pesar de estar siendo oprimides en otros. Todavía se necesita que muchas dejen de acaparar el espacio para que otres podamos ocupar el que por derecho nos pertenece. Y este es un proceso que acaba de empezar, pero miramos al siguiente paso, el de reconocimiento y el de reparación. Para ello es necesario el reconocimiento de privilegios y un proceso de deconstrucción.