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Tendencias de la Educación 2.0

Por: Gustavo Hernández Díaz

Estudiar las tendencias de la educación en el siglo XXI nos lleva a discernir sobre las ideas más recientes que se han generado de la sinergia entre pedagogías, didácticas y tecnologías. Procede distinguir entre la narración futurológica (la bola de cristal que nos separa de la realidad) y aquellas informaciones que han sido bien procesadas y que nos ayudan a comprender el presente.

Hay que preguntarse: ¿por qué me inclino hacia un hecho o idea en particular? ¿No será una simple moda, un entusiasmo pasajero, nuestra propensión por un enfoque científico determinado? Saber si las ideas evolucionan, se mantienen estancadas o si padecen un brutal retroceso, es un asunto vital para el mundo de la ciencia y para la opinión pública.

Esta advertencia nos facilita la entrada al siguiente punto donde identifico, por lo menos, cuatro tendencias de la educación 2.0, que giran en torno a estos aspectos: constructivismo educativo, las emociones en la red y la didáctica digital (realidad aumentada y aprendizaje móvil, m-learning).

Primera tendencia. Las modernas teorías de la educación constructivista siguen vigentes en la sociedad mediada por Internet. Seguimos aprendiendo de David Ausubel, Jean Piaget, Lev Vigotsky y Jerome Bruner. Sobre todo cuando se examina el papel que desempeñan los profesores y alumnos con respecto al aprendizaje online y la presencia de los cibermedios, redes sociales y dispositivos tecnológicos con fines educativos y culturales.

El constructivismo educativo, aplicado a entornos virtuales de aprendizaje, postula lo siguiente:

-El aprendizaje adquiere su significado cultural cuando somos capaces de asociar y contrastar las informaciones que se han aprendido con nuestros conocimientos previos.

-Se aprende descubriendo los rasgos esenciales de la realidad. El psicólogo estadounidense Jerome Bruner lo dice así: “En el aprendizaje por descubrimiento lo que se hace no es tanto conducir a los estudiantes para que descubran ‘lo de afuera’, sino lo que tienen en sus propias cabezas”.

-La mediación cultural influye en el aprendizaje y en la reestructuración de las informaciones y conocimientos.

-El ser humano está facultado para asimilar, acomodar y lograr el equilibrio cognitivo en aras del aprendizaje y de la producción del saber.

Segunda tendencia. Además del enfoque constructivista del aprendizaje han surgido, recientemente, otras perspectivas teóricas más vinculadas con la aplicación educativa de las tecnologías y dispositivos móviles.

Cabe destacar dos obras fundamentales en el marco de la Educación 2.0: Convergencia cultural de Henry Jenkins y Conectivismo: una teoría de la enseñanza para la era digital de George Siemens. Estas obras centran su interés en tópicos asociados con la interactividad online, el aprendizaje multimedia, la cultura participativa, la inteligencia colectiva y el conectivismo colaborativo.

Para Henry Jenkins la educación es un proceso individual y colectivo: “La alfabetización se considera como una práctica social y colectiva, y no tanto como un proceso individual de aprendizaje. Estas nuevas habilidades no emergen tanto de las nuevas tecnologías como de las nuevas oportunidades sociales, culturales y educativas, nacidas en torno a estas nuevas plataformas”(http://tic-magisterio.wikispaces.com).

Y para George Siemens el aprendizaje online se basa en conectar ideas vinculadas con el contexto del educando: “El verdadero conocimiento no es solo poder nombrar las cosas, sino poder reconocer cómo están relacionadas entre sí” (http://lanacion.com.ar).

Tercera tendencia. Existe un marcado interés por la Neurociencia. El propósito de esta disciplina es orientar a los profesionales de la educación para que diseñen modelos pedagógicos más idóneos que permitan un desarrollo más equilibrado del cerebro de los niños y adolescentes, atendiendo a lo cognitivo, emocional y social.

La neurociencia nos enseña que:

“Una buena adaptabilidad emocional es imprescindible para controlar e integrar adecuadamente los procesos de aprendizaje”. Y que es necesario: “Basar más la enseñanza en la resolución de problemas, en la toma de decisiones, en aprender a pensar y no solo en pretender aumentar los conocimientos o la información por sí mismos”. (Neurociencia y educación de Tomás Ortiz, 2009).

Cuarta tendencia. La didáctica aplicada al mundo digital se apoya en métodos y técnicas de enseñanza y aprendizaje que se basan en la Realidad Aumentada y en el aprendizaje móvil (m-learning).

La Realidad Aumentada es una tecnología que permite incorporar información virtual en la realidad, para obtener un mayor grado de conocimiento de ella. Se requiere de una base de información confiable ya sea en forma de texto, imagen, audio, videos y modelos 3D, para garantizar un aprendizaje efectivo.

El m-learning es una modalidad de aprendizaje que utiliza las tecnologías móviles, por lo tanto, no requiere de una ubicación fija y predeterminada. Las aplicaciones Twitter y WhatsApp hacen posible la interacción educativa fuera de la escuela, en cualquier lugar y momento.

No obstante, tanto la Realidad Aumentada como el m-learning demandan de una serie de condiciones pedagógicas, a saber:

-Dotación de equipos tecnológicos en las escuelas y universidades.

-Disponer de teléfonos móviles, tablets.

-Que la didáctica digital motive la autonomía y el aprender a compartir informaciones y saberes en las redes académicas.

Tuit resumen

-La educación 2.0 es un proceso de enseñanza y aprendizaje que se apoya en soportes y dispositivos tecnológicos.

-Principio de la neurociencia y de la inteligencia emocional: sin emoción no es posible la educación.

-Para la neurociencia la emoción, la motivación, el humor y la memoria comprensiva son factores vitales en una educación de calidad.

-El constructivismo educativo aplicado a Internet sigue vigente en la sociedad de la comunicación y el conocimiento.

-La convergencia cultural de Henry Jenkins y el conectivismo de George Siemens nos permiten comprender la educación 2.0 en la sociedad red.

-Realidad Aumentada y el m-learning deben incentivar el aprendizaje significativo, crítico y creativo.

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/entretenimiento/tendencias-educacion_204551

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La música alegre potencia la creatividad

Por: Tendencias 21

Investigadores, de la Universidad Radboud de Nijmegen (Holanda) y de la Universidad de Tecnología de Sídney (Australia) han descubierto que  escuchar música positiva puede mejorar nuestra creatividad. Los resultados de esta investigación se publican en la revista PLOS One.

Los investigadores plantearon un cuestionario a 155 personas (121 de ellas mujeres), con una edad media de 22,5 años, con la finalidad de determinar su estado de ánimo en relación con la música. Las separaron en cinco grupos diferentes, cuatro de ellos destinados a oír distintos tipos de música y un quinto grupo de control, que estuvo en silencio durante el experimento.

El primero de los grupos escuchó música tranquila (“El Cisne”, del carnaval de los animales de Camille Saint-Saens). El segundo grupo escuchó música alegre (“Las cuatro estaciones” de Vivaldi). El tercer grupo una música triste (El “Adagio para cuerdas” de Samuel Barber). El cuarto grupo escuchó música ansiógena (“Marte, el portador de la guerra”, sacada de la suite «Los Planetas» de Gustav Holst).

Todos los participantes escucharon durante quince segundos la pieza musical señalada (o permanecían en silencio). A continuación, su inventiva fue evaluada por una serie de cuestionarios de una duración máxima de tres minutos, durante los cuales volvían a escuchar la música correspondiente a su grupo.

Este test medía por una parte la creatividad divergente, cuya característica es encontrar múltiples soluciones originales a un problema, y por otra parte la creatividad convergente, descubriendo sin más la mejor solución a un problema concreto.

Con este experimento se comprobó que los que escucharon “Las Cuatro Estaciones” mejoraron su creatividad divergente, alcanzando un rango de pensamiento divergente de 93,9 (+/- 32), contra 76,1 (+/- 33) de los miembros del grupo de silencio. Sin embargo, esta música no aumentó su capacidad lógica o convergente. Las otras tres músicas (calma, triste o ansiógena) no modificaron ninguna forma de creatividad en los participantes.

Según los investigadores, la música alegre, por su carácter positivo y animoso, aumenta la flexibilidad del pensamiento, permitiéndonos estar más atentos a nuevas soluciones. Asimismo, puede disminuir las inhibiciones y estimular el riesgo, además de aumentar nuestra capacidad de asociar informaciones aparentemente inconexas.

Factor clave del siglo XXI 
Para los autores de esta investigación, la creatividad puede ser considerada como uno de los componentes clave del siglo XXI. Es una cualidad importante en nuestro mundo complejo y cambiante, ya que nos permite generar soluciones innovadoras para una amplia gama de problemas y llegar a nuevas ideas.

La cuestión de lo que facilita la cognición creativa ha sido estudiada durante mucho tiempo, y aunque previamente se ha demostrado que la música beneficia a la cognición, poco se sabe sobre cómo el hecho de escuchar música afecta específicamente a la capacidad creativa.

Este estudio demuestra que la cognición creativa puede ser mejorada a través de la música, así como que escuchar música podría promover el pensamiento creativo de manera económica y eficiente en diversos contextos científicos, educativos y organizacionales.

Futuras investigaciones podrían explorar cómo diferentes sonidos ambientales pueden afectar a la creatividad e incluir participantes de diversas culturas, grupos de edad y diferentes niveles de la experiencia musical. De esta forma, esta primera constatación adquiriría mayor consistencia científica.

Si en la Edad Media la creatividad se consideraba una inspiración divina, y en el Renacimiento una virtud reservada a los genios, en la actualidad, el pensamiento divergente aparece como una facultad que puede ser potenciada en cualquier persona. Y ya sabemos una fórmula eficaz: escuchando a Vivaldi.

Referencia

Happy creativity: Listening to happy music facilitates divergent thinking. PLOS One, https://doi.org/10.1371/journal.pone.0182210
Fuente: http://www.tendencias21.net/La-musica-alegre-potencia-la-creatividad_a44159.html
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Didáctica de la innovación

Argentina / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Mario Dehter / Fuente: Mariodehter.com

Los agentes del ecosistema educativo en Iberoamérica padecemos divergencias conceptuales entre “educar para la innovación” y la “innovación educativa” confundidos por la tendencia a sobredimensionar el papel de lo que la tecnología digital puede y debe lograr en las escuelas.

Si bien los estudiantes incapaces de navegar en el paisaje digital no son capaces de participar en nuestra vida social, económica y cultural, tenemos que poner a cada cosa en su lugar. En caso contrario, llenaremos al concepto de la “didáctica para la innovación” en una serie de declaraciones rimbombantes, vacías de sentido e inútiles.

Confieso que yo no comprendo “ni j” a la gran mayoría de los “speakers” cuando en “estado TED-style relatan, en menos de 20 minutos, conceptos “raros” que no funcionan para la instituciones y estudiantes que conozco; aseguro que estoy hablando de decenas de instituciones y de varios miles de estudiantes en Iberoamérica.

En el pasado, la educación consistía en enseñar “algo” a la gente; explicar qué era y mostrar cómo se gestionaba. Eso ha sido operativo mientas que ese “algo” no sufría modificaciones y siempre estaba en un mismo escenario estable. Ahora, se trata de ayudar a los estudiantes a desarrollar competencias para trazar su propio camino a través de escenarios socioeconómicos inciertos, tecnológicamente volátiles y políticamente ambiguos.

Para lograr una didáctica de la innovación que sirva a la gente y enriquezca a la sociedad tenemos que innovar en la educación: crear nuevas metodologías, innovar en los diseños instruccionales y desarrollar nuevos contenidos que resuelvan a las necesidades que sabemos que están por llegar a mediano y largo plazo. Para ello, no es suficiente por sí misma la “tecnología digital”.

En estos días, ya no sabemos exactamente cómo se desarrollarán las cosas, a menudo nos sorprendemos y necesitamos aprender de lo extraordinario, y a veces cometemos errores en el camino. A menudo, serán nuestros errores y fracasos los que permiten entender adecuadamente lo que sucede, los que crean el contexto para aprender y crecer. Esto sería, desde mi punto de vista, la base de la didáctica para la innovación.

El mundo contemporáneo ya no recompensa a las personas sólo por lo que saben, sino que las personas triunfan por lo que pueden hacer con lo que saben y por la velocidad con lo que pueden encontrar dónde y cómo aprender lo que deben saber.

Este es el principal factor diferenciador de la didáctica para la innovación: la educación se está transformando en aplicar el pensamiento crítico, solucionar problemas bien diagnosticados y tomar decisiones en escenarios inciertos o cuando no se dispone de toda la información necesaria para elegir la mejor opción posible.

La didáctica para la innovación no se limita a instruir sobre las formas eficaces de trabajar con eficiencia, sino que, además, incluye el aprendizaje de colaborar y cooperar para diseñar y usar herramientas que se pueden compartir en diferentes trabajos.

El ecosistema educativo en Iberoamérica debe perder el miedo a la irrupción de la tecnología digital que los estudiantes esconden entre los cuadernos y los libros; debemos evitar que nuestros estudiantes se sientan obligados a apagar todo lo que tiene un botón de encendido.

Hay que lograr que la “tecnología digital” sea un instrumento para facilitar a la didáctica para la innovación y abandonar la fantasía que saber usar el Word para copiar información de Wikipedia, o elaborar una planilla de Excel para trazar un poliedro es “educación para la innovación”.

La tecnología digital proporciona excelentes plataformas para la colaboración en la creación de conocimiento donde los profesores pueden compartir y enriquecer los materiales de enseñanza. Y, de hecho, si nos fijamos en los países con los estudiantes más expertos en el uso de la tecnología digital, ellos suelen establecer más conexiones con sus profesores incluso en tiempos y espacios ajenos a las aulas.

El uso de la tecnología digital para apoyar a la educación para la innovación debe facilitar metodologías didácticas basadas en la investigación y espacios de trabajo colaborativos.

La tecnología digital es nuestra mejor apuesta para mejorar el aprendizaje experiencial, fomentar procesos de aprendizaje basados en proyectos y la investigación, facilitar las actividades prácticas y el aprendizaje colaborativo, ofrecer una evaluación formativa en tiempo real y favorecer a la integración de toda la comunidad regional e internacional en los procesos educativos que tienen lugar en la institución educativa.

Tenemos muchísimos buenos ejemplos tales como los laboratorios remotos y virtuales, los cursos online interactivos, software para la experimentación y la simulación, las redes sociales y los “juegos serios”.

Ahora bien, aunque podamos definir de varias maneras qué es la educación para la innovación, para cumplir sus propósitos es necesario desarrollar las competencias didácticas de los instructores y estrategias que aseguren su perfeccionamiento continuo.

Los responsables de la formulación de políticas educativas necesitan mejorar sus propios conocimientos y la manera de apoyar a la “didáctica de la innovación” sin obnubilarse porque simplemente facilitan el acceso a la tecnología digital.

Nada de esto va a funcionar sin que los instructores se conviertan en agentes activos de cambio, no sólo implementando innovaciones tecnológicas, sino también que sean capaces de diseñarlas.

Una cosa es clara: la tecnología digital puede amplificar una gran enseñanza, pero una gran tecnología digital nunca reemplazará la enseñanza deficiente.

Fuente del Artículo:

http://mariodehter.com/innovar/didactica-de-la-innovacion_8398/

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La formación continua de docentes desde sus prácticas pedagógicas

Nicaragua / 24 de septiembre de 2017 / Autor: David Otero Mendieta / Fuente: El Nuevo Diario

Diversos estudios nacionales e internacionales nos informan sobre los desafíos que tiene nuestro sistema educativo respecto a la calidad de lo que aprenden y cómo están aprendiendo los estudiantes. Múltiples encuestas, exámenes de conocimiento, investigaciones, diagnósticos, sistematizaciones y diversas formas de indagación nos proveen de evidencias sobre los bajos resultados referidos a conocimientos y habilidades cognitivas y no cognitivas que deben dominar las personas para superar su estado de empobrecimiento y alcanzar prosperidad.

Los niveles de logros de aprendizajes en lectura, escritura, cálculo matemático  y uso de métodos de investigación científica son aún insuficientes en correspondencia con las competencias deseadas en el currículo para que nuestros estudiantes sean aptos en desempeñarse como ciudadanos emprendedores e innovadores.

Uno de los factores relacionados con la calidad educativa es la formación docente. El Informe de resultados del TERCE sobre factores asociados considera que: “La formación inicial y continua, junto con la experiencia del profesor, constituyen la base sobre la cual se sostiene cualquier innovación curricular o pedagógica… La preparación del docente se concibe como un proceso permanente dentro de una concepción de aprendizaje constante” (Unesco, 2015, p.92).

Es importante entender las contradicciones ocurridas entre la tradicional y novedosa formación docente que necesitamos los educadores para que los estudiantes logren aprendizajes significativos. Sin embargo, el mayor desafío es cómo hacemos para solucionar los problemas identificados. ¿Qué aportes ofrecer desde las instituciones educativas (escuelas, institutos, centros educativos, colegios, universidades, entre otros) para que suceda una formación continua docente exitosa desde su práctica pedagógica? ¿Cómo hacer puentes que conecten entre las políticas educativas diseñadas por el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, que tienen la intención de mejorar la calidad educativa, y las practicas pedagógicas que realizan los docentes en las instituciones educativas desde sus propias realidades etnográficas?

Hace cinco meses, un equipo de investigadores en educación, nicaragüenses y de otros países, iniciamos un proyecto de investigación en un centro educativo de Managua, y desde esta experiencia, estamos validando un modelo de formación continua docente en didáctica sobre el método de aprendizaje basado en proyectos; en tecnologías de la información y las comunicaciones como herramienta de apoyo a las actividades didácticas; en evaluación de los aprendizajes basado en evidencias para el mejoramiento continuo; en gestión de las emociones orientadas hacia el aprender a convivir.

Desde los enfoques de investigación – acción y de experimentación, hemos constatado que en la medida que los docentes entienden cómo funciona en ellos este tipo de aprendizaje, cómo se organiza, planifica y evalúa, cómo utilizan las herramientas tecnológicas para lograr los objetivos de aprendizajes deseados y cómo los investigadores, les acompañamos, aumentan su  inquietud y pasión en implementar las nuevas formas de aprender con sus estudiantes y compartirlo entre sus compañeros docentes. La pasión del docente se evidencia en su fuerte interés a seguir aprendiendo y en el nuevo clima de aprendizaje que ocurre con sus estudiantes, colectivo docente y familias.

Entre lo nuevo que han incorporado los docentes en sus prácticas pedagógicas, están las siguientes: i) Un espacio y tiempo organizado en la escuela para su formación continua, ii) la planificación de unidades didácticas con el método de aprendizaje por proyectos, iii) la realización y participación en clases abiertas hacia otros docentes y retroalimentación de esas clases, iv) uso de la rúbrica como método de evaluación de aprendizajes cualitativos y formativos, v) dosificación de la evaluación en proceso y la evaluación sumativa, vi) práctica de la coevaluación estudiante–estudiante y estudiante–docente, vii) realización de clases utilizando teléfonos celulares, Tablet, computadoras de escritorio y datashow con aplicaciones tecnológicas.

El método Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) que aplicamos en el proceso educativo es definido en “www.aulaplaneta.com”, como: “… una metodología que permite a los alumnos adquirir los conocimientos y competencias clave en el siglo XXI mediante la elaboración de proyectos que dan respuesta a problemas de la vida real”.

Esta metodología es diferente a la metodología tradicional, en la que el docente se ocupa de un rol transmisor de información y asume una autoridad formal. Sin embargo, desde ABP, el docente se  preocupa y se ocupa en tener un rol de facilitador, tutor, guía, mentor o asesor, quien acompaña a los estudiantes en abrir la llave de sus talentos para entrar en sus conocimientos previos y descubrir  nuevos conocimientos; en probar y no en aprobar. Además, mientras que en el Aprendizaje tradicional, los docentes organizan solo el contenido en exposiciones de acuerdo a su disciplina, desde el ABP, estos diseñan sus planes en equipo con otros docentes y áreas de conocimiento en base a dosificar problemas abiertos, que los vinculan a productos, competencias, contenidos y actividades de lengua, literatura, matemática, ciencias sociales, inglés, entre otras, generando sentido e interés por los estudiantes para resolver problemas reales de sus vidas y su entorno de vida. La participación protagónica de los estudiantes en el ABP supera a la participación pasiva de los estudiantes en clases tradicionales.

Fuente del Artículo:

http://www.elnuevodiario.com.ni/deportes/440623-formacion-continua-docentes-sus-practicas-pedagogi/

Fuente de la Imagen:

http://www.uniremington.edu.co/facultades-uniremington/facultad-de-educacion-y-ciencias-sociales/noticias/463-ruta-de-formacion-docente.html

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España: Una ‘app’ para el aprendizaje de las mates en Primaria

España / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Laura Negro / Fuente: El Norte de Castilla

María Ortiz Vallejo es una privilegiada por haber podido dedicar toda su vida profesional a sus dos grandes pasiones: la didáctica y las matemáticas. Esta catedrática, autora de seis libros y numerosos artículos, ha sorprendido recientemente con la creación de Numeria, una plataforma educativa para el aprendizaje interactivo de las matemáticasque va dirigida a alumnos de Primaria. Se trata de un proyecto para cuyo desarrollo ha logrado implicar a profesionales de diferentes áreas.

«Soy usuaria de diferentes aplicaciones y veo cómo facilitan mi vida diaria. Además, mis nietos también las usan habitualmente y pensé que podía ser interesante enseñar matemáticas a los niños a través de una ‘app’. Era todo un reto para mí y enseguida me puse a investigar cómo podía crear aquello que tenía en mente, algo que sabía que podía influir muy positivamente en la sociedad y en la educación», explica María.

La Universidad de Valladolid quiso apoyar el proyecto y ayudó a María a encontrar socios inversores para poner en marcha la idea. Se creó un grupo de trabajo formado por el desarrollador informático Juan José Relaño, el programador Andrés Fernández, la profesora de Primaria Gemma Espíritu Santo, la experta en Marketing Elizabet Dávila y la propia María, quien se encargó de la definición de contenidos y de contagiar a sus compañeros de la ilusión por «cambiar el sistema educativo, haciendo que vaya de la mano de las nuevas tecnologías».

Gracias al apoyo de un socio inversor este equipo pudo acometer la primera fase del proyecto. Ahora, tras más de dos años testándolo con los alumnos y comprobando sus buenos resultados, han finalizado el prototipo, el desarrollo de la metodología y los contenidos.«Actualmente estamos a la espera de acometer la siguiente fase del proyecto, la de comercialización, para lo que necesitamos nueva financiación», explican los promotores de este proyecto.

Metodología

Sus creadores aseguran que la innovadora metodología que han desarrollado es lo que diferencia a Numeria de otros ‘softwares’ digitales existentes en el mercado. «Numeria son libros desarrollados en tecnología 3D, cuyos contenidos están reglados por el Ministerio de Educación Cultura y Deportes. En la red hay muchos juegos para enseñar a sumar, o enseñar el valor relativo de un número, pero no hay un ‘software’ que incluya los contenidos de un curso completo de Primaria, como los tiene Numeria, y mucho menos que sea en 3D», explican satisfechos.

La fase de prueba con alumnos se ha llevado a cabo en el colegio La Inmaculada de Valladolid. Gemma Espíritu Santo lleva dos años trabajando de forma individual con sus alumnos de primero y segundo de Primaria para hacer los reajustes oportunos. «El centro educativo acogió muy bien la idea de testar la aplicación con nuestros alumnos. Estamos muy habituados a realizar trabajos cooperativos y a utilizar nuevas metodologías, siempre buscando lo mejor para los niños. Por ello, participar en el proyecto nos pareció una estupenda idea», explica esta profesora.

Más de 40 alumnos, algunos de ellos con problemas de lectoescritura, logopédicos o de déficit de atención, han probado la aplicación y en todos los casos, según sus promotores, el resultado ha sido positivo. «Les gusta, les divierte y aprenden. El digital es su lenguaje. Ellos, en casa usan el móvil y la tableta para jugar y asocian estos dispositivos a los ratos de ocio. Cada uno aprende a su propio ritmo. Además están muy contentos de haber podido elegir los dibujos que más les gustaban para la aplicación», añade esta profesora, quien ha puesto la voz a esta intuitiva herramienta matemática.

Álex, Valeria o Samuel son algunos de los pequeños de 7 años que han podido probar la plataforma. De forma muy intuitiva son capaces de agrupar unidades, contar decenas y de hacer restas y sumas con visuales juegos de galletas y con el ábaco. «Me resulta muy fácil aprender con la tablet», confirma el pequeño Samuel sin levantar la vista de la pantalla.

«Con esta aplicación es muy sencillo explicar a los niños los primeros conceptos matemáticos, que son los más complicados, como por ejemplo el número cero, las unidades o las decenas. Además permite un sencillo análisis de resultados y averiguar en qué falla cada uno en concreto. Puede ser utilizado como único recurso para impartir matemáticas durante el curso escolar, o bien como actividad complementaria para los meses de verano o como deberes para casa.

Fuente de la Noticia:

http://www.elnortedecastilla.es/valladolid/ensenar-matematicas-20170918104725-nt.html

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Lo que puede facilitar un proceso de transformación educativa

Por: Fernando Hernández

Para que las transformaciones en los centros tengan impacto puede servir tener en cuenta la finalidad del aprendizaje, que haya una visión compartida así como que se favorezcan relaciones que permitan el aprendizaje.

 Antes de vacaciones compartí dos reflexiones sobre cómo las innovaciones se pueden configurar como una moda, marcada por la impronta de la novedad. Esta visión responde a una lógica neoliberal, que lleva a adoptar lo que se presenta como ‘nuevo’ sin tener en consideración ni su finalidad ni los efectos que produce. Sólo se valora que está de moda y se incorpora por mimetismo, guiado por lo que podríamos considerar como un ‘consumo educativo’ sin contexto.

Pero también hay otra visión de la innovación. Este pasado mes de agosto, en el congreso de la Sociedad Europea de Investigación Educativa (EERA en sus siglas en inglés) que tuvo lugar en Copenhague, Cal Anders Säfström, de la Universidad de Södertörn, nos regaló su reflexión sobre ‘el imperativo del constante cambio en educación’ y lo vinculó a la noción de livable life que toma de Jacques Rancière y Judith Butler. Este profesor de Filosofía de la Educación, nos invitaba, desde esta noción, a resistir los cambios que refuerzan posiciones no democráticas y que son reacias al pluralismo, y a favorecer como prioridad para cualquier innovación, la de contribuir a una vida que merezca ser vivida. Algo que sólo se puede conseguir si desde las instituciones educativas se desarrolla una actitud de transformación que supone, por ejemplo, poner en juego porqué pensamos como pensamos, y por qué vemos lo que vemos. Lo que supone revisar, poner en cuestión, las propuestas que llegan a la escuela, para interrogarlas, comprender sus efectos y, sobre todo, valorar si posibilitan o no, que todos tengan la opción de vivir una vida con sentido.

Desde este punto de partida, invito a poner en cuestión lo que viene a continuación. Una serie de ideas, extraídas de la investigación sobre el cambio y la innovación, que pueden ofrecer pistas para entrar o seguir en un proceso de ‘transformación’, más allá de posibles eslóganes, modas y generalizaciones. De esta manera, un proceso de transformación, considerado como movimiento con tensiones y afectos, no como parada puntual o coyuntural, se facilita cuando:

• Se es capaz de generar desde lo colectivo, una visión compartida en torno a las finalidades y las prioridades del proyecto de vida del centro. En esta tarea el papel de un grupo que promueva y favorezca la participación e implicación de todos (docentes, familias, aprendices y miembros de la comunidad) es fundamental. También lo es el articular y no eliminar las diferencias, sino aprender de ellas.

• Se pone en el foco el sentido del aprender y del aprendizaje que se quiere favorecer. Esta distinción es clave y hace referencia el primero de ellos, a lo que nos afecta, a lo que hace cambiar nuestro punto de vista sobre nosotros, los demás y el mundo, y tiene, como dice Dennis Atkinson, las características de un evento que nos transforma; el segundo, tiene que ver con la fantasía de la pedagogía y de la psicología de que se puede planificar y medir de manera sistemática y generalizada lo que se aprende en una prueba de papel y lápiz. Pensar en el aprender significa, por ejemplo, que los docentes, no sólo utilizan diferentes estrategias para facilitar circunstancias que posibiliten aprender con sentido, sino que les transmiten actitudes positivas y críticas, al tiempo que trabajan juntos para desarrollar modos de aprender relacionados con el proyecto de vida del centro.

• Se tiende a favorecer unas relaciones pedagógicas y una gestión del tiempo que permita aprender, y en los que aspectos como la autoestima, el reconocimiento del otro, la responsabilidad, la creatividad colectiva, la implicación activa, el reconocimiento de los avances y el acompañamiento en las dificultades resultan fundamentales. Todo ello en un entorno atractivo, en el que se hacen públicos los descubrimientos utilizando diversos lenguajes y se implica y se hace partícipes de todo ello a las familias y la comunidad.

Estas propuestas son indicaciones, no pautas a seguir. Pueden ayudar, si el proceso de transformación conlleva activar la disposición a cuestionar y poner en diálogo las mitologías tradicionales sobre la función de la escuela, el conocimiento, el aprender y la evaluación y si se pone empeño en detectar los puntos fuertes y débiles de las alternativas que se presentan. Además de establecer un compromiso común para comprender los contextos sociales y políticos con los que se relacionan los valores, principios y finalidades que se plantean. Y sin olvidar reconocer que el ritmo adecuado para favorecer una transformación es relativamente lento, y que hay que encontrar formas de mantener el impulso inicial.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/09/21/lo-que-puede-facilitar-un-proceso-de-transformacion-educativa/
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Aprender y recuperarse en contextos de emergencia: lanzamos guías de apoyo para el sector educativo

20 de septiembre de 2017 / Fuente: http://www.unesco.org/

  • El material fue desarrollado en el marco del proyecto “Sin Ladrillos”, liderado por el Sistema de Naciones Unidas en Chile, en colaboración con el Ministerio de Educación de dicho país.
  • En su elaboración participó la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) en alianza con las oficinas de la ACNUR, OIM, OPS y UNICEF en Chile. La impresión de este material se realizó gracias al generoso aporte de la Fundación SM.

Seguir educando a pesar de las circunstancias, continuar aprendiendo para ayudar a la recuperación. Con esta visión, la UNESCO junto a otras agencias de Naciones Unidas en Chile, ponen a disposición la guía “Reconstruir sin ladrillos. Guías de apoyo para el sector educativo en contextos de emergencia”. El material provee elementos generales para el desarrollo de políticas educativas en contextos de desastre, a la luz de los nuevos compromisos de la Agenda E2030, también conocida como el Objetivo de Desarrollo Sostenible n°4 (Educación).

El material liberado da información sobre cómo facilitar la apertura lúdica del currículo en contextos de emergencia con el fin de ayudar al regreso a la rutina de niños, niñas y jóvenes, contextualizando las situaciones traumáticas vividas. La guía contiene información de apoyo dirigida a distintos actores de las comunidades educativas y pone énfasis en soporte afectivo para la recuperación socioemocional, colaborando con la apropiación de aprendizajes significativos de manera interdisciplinaria. Además, contempla orientación para crear comunidades de aprendizaje mediante el desarrollo de diagnósticos compartidos y de acciones legitimadas y pertinentes a la realidad local afectada.

La guía forma parte del proyecto “Sin Ladrillos” del Sistema de Naciones Unidas en Chile (cuya web contiene diversos recursos como documentos y productos radiofónicos), nacido tras la serie de mega incendios ocurridos en Chile a inicios de 2017, los que desafiaron las capacidades de respuesta y recuperación del país. En ese contexto, el Sistema de las Naciones Unidas en Chile reaccionó de manera conjunta y puso al servicio del país sus capacidades nacionales e internacionales. Este material es fruto de esos esfuerzos.

¿Por qué es importante seguir educando en una emergencia?
En la ocurrencia de desastres la educación históricamente ha sido abordada a mediano y largo plazo, en lugar de ser activada desde la primera fase de respuesta en una emergencia. Y la educación no puede esperar a tiempos más estables, debe ser garantizada en todo momento, en todo lugar y de todas las formas posibles como un derecho humano fundamental.

Cecilia Barbieri, directora de la OREALC/UNESCO Santiago, refuerza esta visión: “En contextos de emergencia, aunque la infraestructura escolar se fragiliza y las condiciones escolares se precarizan, la potencia de la educación para transformar vidas se hace más importante que en cualquier otro momento. Contar con material que apoya a las y los docentes y a toda la comunidad, es lo que ofrecemos”. Este punto de vista también es resaltado por Silvia Rucks, coordinadora del Sistema de Naciones Unidas en Chile: “Es nuestra obligación realizar el mayor esfuerzo para que los efectos del desastre no limiten las posibilidades de desarrollo de los niños y niñas de los territorios impactados”.

El material
En la elaboración de los documentos, se tuvo como referencia las dimensiones definidas en las

normas mínimas de la Red Interinstitucional para la Educación en Situaciones de Emergencia. La guía considera cuatro áreas: políticas educativas; calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje; acceso y ambiente de aprendizaje; y maestros y otros actores de la educación.

Con el fin de facilitar el despliegue de su máximo potencial se comparten herramientas prácticas y algunos elementos conceptuales en las cuatro áreas de educación en emergencias. La guía no tiene como fin abarcar de todos sus elementos, sino presentar contenidos introductorios para que quienes usen esta guía sigan profundizando en estos temas.

Descargue el material del proyecto:

Guía completa (pdf)

Por capítulos:

Fuente noticia: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/aprender_y_recuperarse_en_contextos_de_emergencia_lanzamos/

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